La libertad de tránsito y las rejas en las calles
La libertad de tránsito es un derecho fundamental de las personas, regulado en el artículo 13
de la Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 12 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, y artículo 22 de la Convención Americana de Derechos Humanos.
En el artículo 2 inciso 11 del texto constitucional de 1993 se dice que “toda persona tiene
derecho a elegir su lugar de residencia, a transitar por el territorio nacional y a salir de él y
entrar en él, salvo limitaciones por razones de sanidad o por mandato judicial o por aplicación
de la ley de extranjería”
La libertad de tránsito puede ser válidamente limitada en determinados supuestos. El Tribunal
Constitucional (TC) en el expediente Nº 3482-2005-PHC/TC, ha dividido estos límites en
explícitos ordinarios (mandato judicial, aplicación de la ley de extranjería o razones de sanidad,
señalados expresamente en el artículo 2 inciso 11 del texto constitucional), límites explícitos
extraordinarios (cuando se decreta un Estado de Emergencia o de Sitio, según lo regulado en el
artículo 137 incisos 1 y 2 de la Constitución, respectivamente), y límites implícitos (constituidos
por otros derechos y/o bienes constitucionales que deben ser cautelados, como por ejemplo,
la seguridad ciudadana)
En diversos lugares de Lima, desde hace un tiempo, los vecinos de urbanizaciones y distritos
cansados de los continuos atentados contra su patrimonio, decidieron instalar rejas que son
cerradas a partir de determinadas horas de la noche, como medida de protección de actos
delincuenciales.
Esta actitud generó el reclamo y protestas de diversos ciudadanos, al considerarla atentatoria
del derecho a la libertad de tránsito. Algunos incluso interpusieron Hábeas Corpus que llegaron
a conocimiento del TC.
Así, en el expediente Nº 3482-2005-PHC/TC, el supremo intérprete de la Constitución, con
carácter de precedente vinculante manifestó que la instalación de rejas como medida de
seguridad vecinal no es, per se, inconstitucional, si se parte de la necesidad de compatibilizar o
encontrar un marco de coexistencia entre la libertad de tránsito como derecho, con la
seguridad ciudadana como bien jurídico. Lo inconstitucional sería, en todo caso, que el
mecanismo implementado o la forma de utilizarlo resulten irrazonable, desproporcionado, o
simplemente lesivo de cualquiera de los derechos constitucionales que reconoce el
ordenamiento
Agrega el TC, para reducir las molestias que se ocasionan con dicha limitación, el personal de
seguridad, tomando en cuenta que las rejas se encuentran semiabiertas o juntas, participa
abriéndolas en su totalidad, sobre todo de los que transitan con su vehículo.
Son varias las Municipalidades de la capital que han expedido Ordenanzas Municipales con
disposiciones a tener en cuenta en el instalado de rejas en vías públicas, a fin de evitar
limitaciones irrazonables a la libertad de tránsito, lo cual podría ser tenido en cuenta por las
restantes comunas del país.
Sobre la seguridad ciudadana, se ha dicho que consiste en preservar el orden interno o las
condiciones de vida pacífica en sociedad, sin amenazas a los derechos humanos. En virtud de
esto, el Tribunal Constitucional ha considerado que es de acuerdo a Derecho el implantar rejas
y otros sistemas de control de tránsito en determinadas zonas de la ciudad, provisto que se
tomen medidas adicionales, desde luego, que garanticen la libertad de tránsito