El cuarto de guerra del creyente
PASAJE CLAVE: Mateo 6.5, 6 | LECTURAS DE APOYO: Proverbios 3.5, 6 | Isaías 54.17 | Efesios 6.10-18
INTRODUCCIÓN Finalmente, debemos orar en todo momento.
¿Qué debemos hacer con las cargas, pruebas y
dificultades?
Aunque muchos tratan de llevarlas sobre sí, Cristo nos
muestra lo que debemos hacer en uno de los pasajes del
Sermón del Monte. Nos dice que debemos ir a nuestro
apo- sento, cerrar la puerta y orar a nuestro Padre
celestial. Todos debemos aprender a compartir con el
Señor aquello que nos preocupa. Y en ocasiones, ese
aposento viene a ser nuestro cuarto de guerra mientras
batallamos con el pecado, los conflictos, las decisiones y
las dificultades, hasta que nos rendimos en obediencia a
nuestro Dios.
DESARROLLO DEL SERMÓN
De acuerdo a Efesios 6.10-12, los creyentes enfrentan una
batalla, no contra otras personas, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
y contra las huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes. Se nos dice que debemos ponernos la armadura
de Dios, pues las batallas espirituales demandan su
protección.
La armadura de Dios (Ef 6.14-18)
El yelmo de la salvación protege nuestros
pensamientos. La coraza de justicia guarda nuestras
emociones.
El cinturón de la verdad nos permite andar en la
luz. Nuestros pies deben estar calzados con el
apresto del evangelio de la paz.
Debemos llevar con nosotros la espada del Espíritu,
que es la Palabra de Dios.
Necesitamos del escudo de la fe para cubrirnos de
los ataques del maligno.
Satanás es nuestro enemigo. Sabemos que es un en nuestro aposento y cerrar la puerta (Mt 6.6). Si en
asesino, un mentiroso, un engañador y un destructor. verdad deseamos encontrar un lugar apropiado para
Pero como creyentes en Cristo, no tenemos que hablar a solas con Dios, Él nos lo dará. Puede que esto
convertirnos en sus víctimas. Dios nos ha dado la clave requiera algunos ajustes en nuestra vida, pero podemos
para vivir en obediencia y honrarlo. Y la oración es esa estar convencidos de que el Señor desea que pasemos
clave. Mientras estamos en el cuarto de guerra de tiempo a solas para que podamos desarrollar una
oración, libraremos nuestras batallas de rodillas. comunión íntima con Él.
Podemos venir ante su presencia confiados y segu-
ros de que nuestro Padre celestial conoce nuestras Es un lugar santo. Si solemos tener un
necesida- des y escucha cada una de nuestras peticiones. encuentro con Dios cada día en el mismo lugar,
podemos decir que ese lugar es santo, pues ha
Jesucristo nos habló de un lugar de oración. sido apartado para adorar al Señor y poner ante
su presencia nuestras
El lugar que Jesús usaba para orar no era siempre el preocupaciones. Será fácil tener comunión con Él,
mismo, pues viajaba mucho. Pero sabemos que la pues eso es lo que estaremos acostumbrados a hacer
oración siempre tuvo prioridad en su vida, y también en ese lugar. Todo lo que alcancemos en nuestra
debe tenerla en la nuestra. vida, vendrá como resultado de la relación personal
que tengamos con Dios y del tiempo que pasemos
Es un lugar privado. Cristo dice que debemos entrar con Él en oración. Al confiar en el Señor, podemos
ver la manera en la que obra en la vida de sus hijos.
Es donde libramos nuestras batallas. Cada vez que nuestros pecados y de pedirle que nos muestre aquello
enfrentemos situaciones difíciles o conflictos con que hemos hecho fuera de su voluntad. Mientras
otras personas, debemos traerlos ante la presencia de oramos, debemos darle tiempo a Dios para que hable a
nuestro Padre celestial y permitir que sea Él quien nuestro corazón.
libre nuestras batallas. Necesitamos su guía, ayuda y En ocasiones usa pasajes de la Biblia para
sabiduría para responder adecuadamente en todo exhortarnos, dirigirnos y mostrarnos lo que hemos
momento. Habrá ocasiones en las que nadie más hecho mal.
podrá ayudarnos, pero el Señor siempre estará a También nos habla por medio de su Espíritu Santo.
nuestro lado para consolarnos, fortalecernos y Y hasta puede llegar a usar las pruebas y las
exhortarnos. Al humillarnos ante su presencia y al dificultades para captar nuestra atención.
clamar por su ayuda, nos sostiene en medio de las
tentaciones y las pruebas de la vida. Es donde desarrollamos una relación cercana
con Dios. Si estamos demasiados ocupados para
Es donde recibimos instrucciones para cada día. pasar tiempo a solas con el Señor, no podremos
No sabemos lo que sucederá cada día, pero Dios sí lo crecer en la
sabe. Si comenzamos cada día en nuestro cuarto de
guerra, nos rendimos a su voluntad y le pedimos que
guíe nuestros pasos, el Señor avanzará con nosotros
para acompañarnos, guiarnos y protegernos. Nuestro
Padre celestial promete dirigir nuestros pasos si
confiamos en Él con todo nuestro corazón y si le
reconocemos en cada uno de nuestros caminos, en vez
de depender de nuestro propio entendimiento (Pr 3.5,
6). La Biblia nos instruye para cada situación que
enfrentaremos en la vida. Pero si optamos por no
escuchar al Señor, no podremos conocer su plan y
perderemos la batalla. No podremos vivir en
obediencia si mantenemos nuestra Biblia cerrada.
Es donde confesamos nuestros pecados. Cuando
abrimos su Palabra con un corazón sincero ante su
presencia, tenemos la oportunidad de confesar
comunión que nos ha permitido tener con Él. Dios perdona nuestros pecados, sino que también nos
nos ama y desea que dediquemos tiempo para ayuda a perdonar a los que nos han herido.
conocerlo. Hay momentos en los que oramos junto
a otras personas, pero es cuando estamos a solas Es donde somos fortalecidos. Es en ese lugar santo
que crecemos más en sus caminos y abrimos que tenemos la oportunidad de expresar todo lo
nuestro corazón ante relacionado con nuestra vida; y al derramar nuestro
su presencia. Esta es la actividad más importante en corazón en oración, somos fortalecidos por el Señor.
la vida del cristiano, pues nos permite tener
comunión con nuestro Salvador. REFLEXIÓN
Es donde dejamos nuestras cargas. Dios se ¿A qué lugar iría para orar en privado? Si ya tiene un
encarga de llevar nuestras cargas y lugar específico para esto, ¿de qué manera vino a ser
preocupaciones, y perdona nuestros pecados si se su lugar santo? Y si no lo ha encontrado aún, ¿qué
los confesamos. debe hacer para encontrarlo?
Es donde lloramos nuestras pruebas y pesares. ¿Puede afirmar que un tiempo diario de oración ha
Cuando vamos a nuestro cuarto de oración y venido a ser parte de su estilo de vida? De ser así, ¿qué
clamamos al Señor, Él nos escucha, comprende y beneficios ha recibido de esa práctica, y cómo ha
sana nuestro roto corazón. fortalecido esto su relación con Cristo? ¿Qué le impide
separar un tiempo diario para estar a solas con el
Es donde perdonamos a otros. El Señor no solo Señor? ¿Qué debe hacer para vencer tales obstáculos?