Caja Rural Ahorro Credito El Barro
Caja Rural Ahorro Credito El Barro
DANLÍ, HONDURAS
Noé Martínez
Jefe de Programación y Seguimiento, PLANDERO, Honduras
Alfonso Moreno
Jefe del Centro de Promoción del Desarrollo, PRODARIEN, Panamá
Gloria Alvarenga
Comunicadora Educativa, PRODERCO, Honduras
Agosto 2000
TABLA DE CONTENIDOS
I. RESUMEN EJECUTIVO....................................................................................................................... I
II. ANTECEDENTES............................................................................................................................... 1
2.1. Las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito en Honduras.............................................................. 1
2.2 El proyecto PRODERCO y las CRAC ....................................................................................... 2
2.3. Objetivos de la sistematización ................................................................................................... 2
2.4 Metodología ................................................................................................................................... 2
III. SITUACIÓN INICIAL DE LA CAJA EL BARRO........................................................................... 5
3.1 La aldea El Barro .......................................................................................................................... 5
3.2 Reseña histórica del grupo ........................................................................................................... 5
3.3 Fundación de la Caja .................................................................................................................. 6
3.4 Acceso y fuentes de financiamiento ............................................................................................ 6
IV. LA EXPERIENCIA DE LA CAJA .................................................................................................... 8
4.1 Organización y gestión.................................................................................................................. 8
4.2 Membresía...................................................................................................................................... 9
4.3 El proceso de toma de decisiones ................................................................................................. 9
4.4 Participación de la mujer ........................................................................................................... 10
4.5 Cumplimiento de normas y reglas ............................................................................................. 10
4.6 Sistema de ahorro y crédito........................................................................................................ 10
V. LOGROS Y RESULTADOS............................................................................................................. 13
5.1 Una organización consolidada ................................................................................................... 13
5.2 Equidad de género e intergeneracional..................................................................................... 13
5.3 Situación patrimonial de la Caja ............................................................................................... 13
5.4 Ahorro y crédito .......................................................................................................................... 14
5.5 Logros complementarios ............................................................................................................ 17
5.6 Sostenibilidad............................................................................................................................... 17
VI. LECCIONES APRENDIDAS. ......................................................................................................... 19
I. RESUMEN EJECUTIVO
Este documento es el informe de la sistematización de la experiencia de la Caja Rural de Ahorro y Crédito
“Empresa Local El Barro”, aldea El Barro, municipio de Danlí, Departamento de El Paraíso, Honduras. El
presente documento es el informe de dicho ejercicio de sistematización.
El objetivo de ésta sistematización, fue generar conocimientos y procesos de aprendizaje sobre estrategias,
procesos, métodos e instrumentos, que contribuyan a fortalecer la sostenibilidad de las Cajas Rurales de Ahorro
y Crédito en el área de influencia del proyecto PRODERCO.
Actualmente operan en Honduras aproximadamente 2,092 Cajas Rurales. Las Cajas Rurales manejan fondos
estimados en Lps. 20 millones. El 20% de las Cajas no ahorran, y el 28% registran mora en su cartera de
créditos. El 31% de las Cajas tienen préstamos por menos de Lps. 5,000, y un porcentaje similar, presta montos
entre Lps. 5,000 y 20,000. El 19% no registra créditos. El 72% de los créditos se orientan a la agricultura. El
56% de los créditos se resguardan con garantías hipotecarias, y el 42% con prendarias. La tasa de interés sobre
los préstamos fluctúa entre 3% y 5% mensual. La mayoría presta a menos de seis meses. El 62% de las Cajas
guardan los depósitos y saldos en efectivo en la casa de un socio. La mayoría de las Cajas tienen socios varones
y mujeres. La mitad de las socias han recibido créditos, por un monto promedio de Lps. 920. El 56% de las Cajas
tienen entre 1 y 3 mujeres en su directiva, y el 30% tiene entre 4 y 5.
El Proyecto de Desarrollo Rural del Centro Oriente de Honduras (PRODERCO), es ejecutado por la Secretaría
de Agricultura y Ganadería, con financiamiento del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el
Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Su objetivo es contribuir a reducir la pobreza rural
en la zona Centro Oriente de Honduras. La zona de influencia del proyecto son 11 municipios de los
Departamentos de El Paraíso y de Olancho. Se propone trabajar con 6,000 familias campesinas. El proyecto se
inició el año 1998 y concluirá el 2004. Dispone de un presupuesto de Lps. 240 millones. Dentro de sus líneas
estratégicas, el PRODERCO ha definido el apoyo a las CRAC. La primera fase se orienta a fomentar la
organización, y tiene un fuerte énfasis en la capacitación y formación. En la fase dos, se apoya con asesoría
técnica a la directiva de los CRAC.
La historia de la organización se inicia en 1986 con la conformación del Comité Agrícola Local, con 13
familias. El grupo fue promovido por un proyecto DRI. Al poco tiempo se agregan actividades que permiten que
por primera vez las mujeres comienzan a generar ingresos propios. En 1990 se inicia el proceso de ahorro, con
27 familias que ahorran cada una Lps. 6/mes. En 1991 se inicia la compra de insumos en forma grupal. En 1994,
el grupo usa sus ahorros más un crédito de un banco comercial, para comprar un tractor. Finalmente, con el
dinero ahorrado, el grupo compra un solar e inicia la construcción de su sede, que en el futuro quieren destinar a
un Centro de Capacitación.
Antes de la formación de la Caja, en esta comunidad no existían problemas importantes de acceso a crédito.
Operaban al menos cinco instituciones financieras, desde bancos comunales hasta la banca comercial, pasando
por organizaciones financieras campesinas, los prestamistas locales y la misma organización que como hemos
visto brindaba un servicio de ahorro e inversión comunitaria.
La cultura de ahorro del grupo, generada a través de más de una década de practicar esta actividad
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
La decisión del grupo de capitalizar el 50% de una donación de herramientas de trabajo hecha por una
ONG (Acción Contra el Hambre) en el marco de la reconstrucción post-Mitch.
El trabajo de PRODERCO, a través de ASODES, promoviendo el modelo financiero de las Cajas
Rurales de Ahorro y Crédito
La caja está integrada por 37 socios: 17 mujeres y 20 varones. Además, el Gobierno Escolar (organización de 81
niños y niñas de la escuela “Luis Landa”) forma parte de la Caja como un socio “grupal”. Completan el grupo 4
ahorrantes no socios: dos mujeres y dos varones.
Un aspecto que los propios socios se encargan de destacar en las entrevistas, es la diversidad de sectores
representados en la Caja (iglesias, partidos políticos, prestamistas, mujeres, hombres, personas adultas y
jóvenes, alfabetos y analfabetos...). Como señaló una socia, “la Asamblea es como la comunidad”.
La estructura de la Caja está integrada por la Asamblea de Socios, la Junta Directiva, el Comité de Crédito y la
Junta de Vigilancia. La Asamblea funciona muy bien, al igual que la Junta Directiva. La Junta de Vigilancia no
opera sino de manera bastante informal, debido en parte a la gran confianza existente entre los socios. El Comité
de Crédito opera con gran eficiencia y con un fuerte apego a los aspectos centrales del Reglamento respectivo,
pero sin cumplir con la formalidad de constituirse en forma semanal como lo requieren los estatutos.
Todas las decisiones importantes se adoptan en las Asambleas quincenales. Las discusiones son francas, y
cualquier socio puede hacer ver su opinión. Si existen diferencias, se buscan los consensos y, en caso necesario,
se procede a votar entre dos o más mociones. Las mayorías se respetan y los socios coinciden en señalar que
nadie se ofende si pierde una votación. Hay un amplio manejo de lo que los socios llaman “normas
parlamentarias”. La Junta Directiva y el Comité de Crédito, ejercen sus atribuciones en estrecho contacto con la
Asamblea.
Cuesta distinguir la participación de la mujer de la de los hombres. Ambos tienen y ejercen en la realidad las
mismas obligaciones, derechos y oportunidades. Ello se manifiesta en la composición de la organización, en la
Asamblea, en las instancias de dirección y en los cargos unipersonales, en el proceso de ahorro, en el acceso a
crédito y, en general, en todos los aspectos de la vida de esta organización.
El sistema de ahorro y crédito empleado por esta Caja ha evolucionado durante muchos años, iniciándose como
sistemas muy informales hasta llegar a su actual estado. La base de este sistema es una cultura de ahorro muy
enraizada en este grupo social.
Las personas ahorran en forma individual y no como grupo familiar. Cada uno de ellos tiene su propia libreta de
ahorro, y cada uno de ellos es sujeto de crédito de manera independiente del resto de los integrantes de su grupo
familiar.
Los niños han sido los últimos en integrarse a la organización. La fórmula elegida fue la de establecer un
Gobierno Escolar en la escuela local, él que entre otras actividades mantiene una caja de ahorro. El Gobierno
Escolar, en representación de 81 niños, participa en la CRAC como un “socio grupal”.
ii
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
El Reglamento establece un ahorro mínimo de Lps. 10 quincenales. La caja paga un tasa de interés de 6% a las
captaciones (en comparación con el 8% que pagan los bancos de la plaza). Sin embargo, dichos intereses se
pagan solamente sobre el monto del fondo de ahorro que ha sido colocado en préstamo; si el ahorro está ocioso,
no devenga intereses para el ahorrante.
El proceso de crédito se inicia con una solicitud escrita que es presentada por el interesado ante el Presidente del
Comité de Crédito. El solicitante es responsable de presentar la documentación necesaria para el análisis y
aprobación de la solicitud, incluyendo lo referido a prendas u otras garantías y avales. Cuando el Comité de
Crédito aprueba la solicitud, esta debe ser ratificada por el Presidente de la Caja. Una vez que se cuenta con este
visto bueno, el Tesorero está autorizado a hacer el desembolso. Ninguna solicitud de préstamos ha sido
rechazada, y en todos los casos se ha aprobado el 100% de lo solicitado. Los pagos de los dividendos se hacen
ante el Tesorero, quien emite un documento con copia al Comité de Crédito. Al margen de este procedimiento
regular, los socios tienen derecho a solicitar créditos de emergencia por hasta el 50% del monto ahorrado por ella
o él. Estos créditos de emergencia se tramitan sin mayor demora. La tasa de interés que se aplica a los créditos es
de 3% mensual, o de 5% mensual para los ahorrantes no socios.
Los montos máximos según en reglamento pueden ser de hasta tres veces el monto ahorrado (salvo en los
créditos de emergencia, en que el máximo es de 50% del ahorro).
Si bien el reglamento autoriza préstamos de corto, mediano y largo plazo, en la práctica la Asamblea ha
establecido un plazo máximo de cuatro meses, con la finalidad de poder maximizar el número de socios que
pueden obtener un crédito. Esta decisión refleja las limitaciones de capital que afectan a la Caja. Por este mismo
motivo la Caja no entregó ningún préstamo durante los primeros ocho meses de existencia.
iii
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
intereses, el 40% se destina a cubrir los intereses y utilidades de los ahorrantes, el 40% a gastos de
administración, y el 20% a un fondo social solidario.
Inversiones comunitarias. El disponer de esta organización ha permitido a la comunidad relacionarse con
varias instituciones, para realizar proyectos tales como: reparación de 14 km de caminos, mejoramiento
de la sede de la escuela y financiamiento de agua potable.
A todos los actores involucrados en la experiencia se es consultó que sucedería con la CRAC en el caso
hipotético de que repentinamente se terminara el apoyo de PRODERCO y de otras agencias externas. La
respuesta unánime fue que no pasaría nada, que la organización continuaría su desarrollo como lo ha hecho
durante 14 años.
En la opinión del equipo de sistematización, la Caja Rural El Barro y sus procesos de ahorro y crédito, son
sustentables por varios motivos, incluyendo:
La cultura de ahorro está muy arraigada tras más de diez años de esta práctica
No hay ningún signo de dependencia de la CRAC de PRODERCO o de algún otro agente externo: ni en
términos de apoyo técnico, ni financiera o administrativamente, ni políticamente, y menos aún en el
proceso interno de toma de decisiones.
Los costos de administración y operación de la CRAC son muy bajos, de alrededor de Lps. 100 a 200 al
mes. Ello se debe al alto número de socios que realizan actividades ad honorem y al hecho de que gran
parte de las transacciones se basan en relaciones de confianza.
No hay deudas con terceros ajenos a la organización.
Como ya se explicó anteriormente, la organización es muy sólida institucionalmente.
Un porcentaje importante de los socios son jóvenes, y los niños comienzan a involucrarse.
Se invierte mucho tiempo y dedicación a la formación y capacitación
Gracias en parte a dicha formación, existe suficiente capacidad para gerenciar los procesos
administrativos y financieros de la Caja
Sin embargo, esta apreciación se refiere a la organización en su estado actual, pero la Caja está empeñada en
introducir cambios importantes a este escenario. En lo institucional, la Caja quiere legalizarse como organismo
financiero. Seguramente ello resultará en una mayor formalidad en sus operaciones y en mayores costos de
transacción. Las actuales normas y reglas de funcionamiento son muy apropiadas para una organización
pequeña, de carácter local, informal desde el punto de vista legal, que juega un papel complementario en la
prestación de servicios financieros a una comunidad muy bien delimitada. Este sistema de normas y reglas no
será ni eficaz ni eficiente si esas condiciones cambian radicalmente.
En lo financiero, está considerando varias fórmulas para captar recursos importantes tanto de ARSAGRO como
de PRODERCO, con el fin de poder facilitar un mayor número de créditos y por montos mayores a sus socios.
Hoy en día la Caja ocupa un nicho financieramente muy atractivo: se dedica a dar crédito para operaciones
rentables y de bajo riesgo. Se trata de un papel complementario al de otras fuentes de financiamiento que tiene la
comunidad.
Sin embargo, el objetivo explícitamente declarado de la CRAC es “ser 100% autosuficientes en todas nuestras
necesidades de financiamiento”. En los hechos, sus esfuerzos están orientados a llegar a financiar actividades
poco rentables y de alto riesgo, como son los cultivos de sus socios. Debe hacerse ver que los requerimientos de
crédito agropecuario de los socios hoy día son cubiertos por otros organismos financieros, por lo que no existe
una restricción de acceso que explique el cambio que se desea imprimir a la organización.
Los actores de esta experiencia de desarrollo, identificaron y discutieron nueve lecciones aprendidas. Desde el
punto de vista de la comunidad, las lecciones aprendidas corresponden a respuestas a la siguiente pregunta: “Si
iv
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
vinieran unos campesinos de otro lugar a pedirles un consejo sobre cómo desarrollar una Caja de Ahorro y
Crédito sustentable, qué les dirían ustedes?”
La reunión incluyó un ejercicio de priorización, en que se votó por cuatro consejos que se consideraban los más
importantes de la lista de nueve. Los primeras cuatro lecciones de la lista, están en el orden en que la comunidad
las priorizó, mientras que las últimas cinco no fueron priorizadas pero son consideradas menos importantes que
las anteriores:
1. No debe iniciarse una Caja de Ahorro y Crédito si no existe una organización consolidada con fuertes
relaciones de confianza entre sus socios
2. Antes de iniciar una Caja de Ahorro y Crédito, los socios deben capacitarse
3. No debe iniciarse una Caja de Ahorro y Crédito si el grupo no ha venido ahorrando durante un tiempo
previo
5. Los primeros créditos para los nuevos socios, deben ser por montos bajos
6. Los montos de ahorro deben ser suficientemente altos para capitalizar y satisfacer la demanda de los
socios
8. La Caja de Ahorro y Crédito debe financiar las necesidades de los socios, aunque sean riesgosas
9. Mientras se capitaliza o se ganan intereses, los socios tienen que financiar los gastos de administración
v
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
II. ANTECEDENTES
Una de las experiencias sistematizadas corresponde a la Caja Rural de Ahorro y Crédito “Empresa
Local El Barro”, aldea El Barro, municipio de Danlí, Departamento de El Paraíso, Honduras. El
presente documento es el informe de dicho ejercicio de sistematización.
Las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CRAC) se definen como entidades privadas, que se
constituyen con el objetivo de realizar operaciones de intermediación financiera en el área rural.
Las Cajas Rurales pueden constituirse en cualquier lugar del territorio nacional, en forma de Cajas
Comunales o Cajas Regionales; el nombre o denominación social de cada una deberá seguir a la frase
“Caja de Ahorro y Crédito Rural”.
La figura de Cajas Rurales, se enuncia por primera vez en la Ley de Modernización y Desarrollo del
Sector Agrícola, promulgada en año de 1992. Posteriormente en el año de 1993 se emite una Ley
específica a través del Acuerdo 201 – 93 para la creación de Cajas de Ahorro y Crédito Rural. Sin
embargo las Cajas Rurales que se han constituido surgieron por iniciativa de las organizaciones
comunitarias de base y operan bajo sus propios esquemas.
Algunas características sobresalientes del sistema de Cajas Rurales, son las siguientes:
1
Esta se sección se basa en dos fuentes: Mayra Falk. 2000. Sistemas Financieros Rurales. Escuela Agrícola Panamericana:
Zamorano, Honduras, y; Secretaría de Agricultura y Ganadería, Grupo Ad Hoc Cajas Rurales. 1998. Memorias del
Seminario Taller sobre Cajas Rurales en el Marco de la Nueva Agenda Agrícola. SAG: Tegucigalpa, Honduras.
2
US$ 1 = Lempiras (Lps.) 14.90
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
La mayoría de las Cajas tienen socios varones y mujeres. La mitad de las socias han recibido
créditos, por un monto promedio de Lps. 920. El 56% de las Cajas tienen entre 1 y 3 mujeres en
su directiva, y el 30% tiene entre 4 y 5.
El Proyecto de Desarrollo Rural del Centro Oriente de Honduras (PRODERCO), es una iniciativa del
Gobierno de Honduras a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, y co-financiada por el
Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Banco Centroamericano de Integración
Económica (BCIE). Su objetivo es contribuir a reducir la pobreza rural en la zona Centro Oriente de
Honduras. La zona de influencia del proyecto son 11 municipios de los Departamentos de El Paraíso y
de Olancho. Se propone trabajar con 6,000 familias campesinas. El proyecto se inició el año 1998 y
concluirá el 2004. Dispone de un presupuesto de Lps. 240 millones.
Dentro de sus líneas estratégicas, el PRODERCO ha definido el apoyo a las CRAC, a través de
actividades organizadas en dos fases1. La primera fase se orienta a fomentar la organización, y tiene un
fuerte énfasis en la capacitación y formación. Los planes de PRODERCO incluyen la capacitación de
108 personas en el año 2000, para alcanzar una meta de 1000 dirigentes capacitados en el 2004. En la
fase dos, el Componente de Servicios Financieros de PRODERCO apoya con asesoría técnica la
directiva de los CRAC, con énfasis en el Tesorero. Este apoyo incluye la capacitación en servicio en
materias tales como manejo contable, controles, cálculos, registros, etc. El Anexo 1 describe en detalle
la estrategia de PRODERCO para la constitución de un CRAC.
Dado el objetivo, el eje de sistematización fue la reflexión crítica sobre la sostenibilidad de la CRAC El
Barro.
2.4 Metodología
1
Todas estas actividades se realizan con la colaboración de Empresas de Desarrollo Rural (EDR), contratadas por
PRODERCO para ejecutar los programas de terreno directamente con los beneficiarios.
2
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
proceso de intervención y su contexto, (c) la situación final o actual y su contexto, y (d) las lecciones
aprendidas.
1. Invitación a la comunidad. En una reunión del CRAC, se explicó el trabajo que se realizaría por el
equipo de sistematización, y se solicitó la colaboración de la comunidad y su participación activa en el
proceso.
Recibió información descriptiva general sobre el CRAC El Barro, con base en una presentación
previamente preparada por un profesional de PRODERCO.
Definió los objetivos y el eje de sistematización.
Identificó y priorizó a los actores directos e indirectos participantes en el caso. En este caso, se
identificaron 13 grupos de actores principales: socios y socias del CRAC, niños socios del
CRAC, Junta Directiva, Junta de Vigilancia, Comité de Crédito, Técnicos de PRODERCO,
Técnicos de la EDR (AGRODEA), agricultores de El Barro no afiliados al CRAC, ahorrantes
no socios, prestamistas locales, maestros de la escuela local “Luis Landa”, y Alcalde Municipal.
Elaboró pautas de entrevistas individuales en profundidad, así como de grupos focales, para
cada uno de los 13 actores identificados y priorizados.
Identificó documentos existentes en PRODERCO o en la Caja, que sería importante tratar de
obtener por su relación con el caso.
Elaboró un cronograma para el trabajo de terreno.
3. Primer taller. En el primer taller, de 90 minutos de duración, la comunidad hizo una serie de
exposiciones de la historia, antecedentes, resultados, logros, y proyecciones de la Caja. El equipo
técnico se limitó a escuchar, y la totalidad del temario fue definido por la Caja.
4. Entrevistas en profundidad. Durante cuatro horas, los ocho integrantes del equipo de sistematización,
divididos en tres equipos, realizaron entrevistas individuales o grupos focales con representantes de
cada uno de los 13 actores priorizados. Es decir, cada entrevista tuvo una duración promedio de una
hora. Se invita a los entrevistados a un taller al día siguiente. El propósito de estas entrevistas era
obtener la visión de cada actor sobre la situación inicial, el proceso de intervención, la situación final y
las lecciones aprendidas.
6. Preparación del Segundo Taller. Con base en el paso anterior, se prepararon los temas, contenidos y
materiales para la realización del Segundo Taller.
3
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
7. Segundo Taller. Con la participación de todos los actores incluidos en las entrevistas y grupos
focales, se realizó esta actividad grupal, con una duración de tres horas. El propósito de la misma fue
que la comunidad se pronunciara sobre los acuerdos y desacuerdos entre los actores, identificados por
el equipo durante las entrevistas en profundidad. En la parte final del taller, la comunidad discutió y
priorizó las lecciones aprendidas de su experiencia de ahorro y crédito.
8. Análisis de información y redacción de un informe maestro. Durante dos días, el equipo analizó el
conjunto de información primaria y secundaria disponible. Se redactó el presente documento, y se
elaboró un guión y una presentación audiovisual.
10. Todo el proceso antes descrito fue registrado con fotografías y videos digitales, así como con
grabaciones de sonido, con la finalidad de poder preparar en el futuro videos, CD, programas radiales,
y otros materiales audiovisuales en apoyo a la divulgación de las lecciones aprendidas. Este trabajo
estuvo a cargo de una comunicadora.
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
La Aldea El Barro está ubicada al Noreste del municipio de Danlí , Departamento de El Paraíso,
Honduras. Tiene una población de 650 habitantes, en donde el 45 % son hombres y el 55% mujeres.
El acceso a la comunidad es por camino de tierra, transitable todo el año. La distancia a la ciudad de
Danlí (75,000 habitantes), es de 20 km. Danlí está 96 km al oriente de la capital, Tegucigalpa.
El Barro cuenta con servicio de agua por cañería , escuela primaria y luz eléctrica.
La historia de la organización se inicia en 1986 con la conformación del Comité Agrícola Local, con
13 familias. Este grupo fue promovido por el proyecto NA 82-14 (DRI-Danlí) de la Comunidad
Europea. Las actividades incluían desarrollo tecnológico agropecuario pata incrementar la producción,
compra de tierra, compra de equipos, capacitación y promoción e la organización.
Al poco tiempo el grupo crece a 27 socios, y agrega actividades de mejoramiento del hogar (estufas
lorenas , pilas , baños , canceles y lavatrastos). A través de estas actividades se logra la incorporación
de la mujer a tareas fuera del hogar. En las entrevistas se resalta que por primera vez las mujeres
comienzan a generar ingresos propios. Posteriormente, el grupo de mujeres compraría su primer molino
de nixtamal.
En 1990 agrega la actividad de ahorro, con 27 familias que ahorran cada una Lps. 6/mes. Al decir de
un socio, “se hacía difícil porque se ganaban Lps. 2 por día”.
En 1991 se inicia la compra de insumos en forma grupal. Se nombraba una comisión para que
negociara los precios e hiciera la compra en Tegucigalpa. El grupo se beneficiaba de dos formas: por la
rebaja en el precio de los insumos, y porque la utilidad se incorporaba al fondo de ahorro.
Otro problema sentido por el grupo en esos años, era la preparación de tierra, ya que dependían del
tiempo marginal de la maquina que alquilaban. Nombraron una comisión para que fuera a Tegucigalpa
y averiguase que banco les podía prestar para la compra de un tractor. El principal obstáculo era que el
banco exigía garantías reales. Algunos socios dieron en garantía su tierra y el grupo aportó Lps. 40,000
que tenían ahorradas. El saldo del precio del tractor se pagó con un crédito del banco BANFFAA. Con
esta inversión, el grupo quedó descapitalizado. Los intereses aumentaron rápidamente, por lo que el
grupo tomó un segundo crédito con una organización campesina de tercer piso (ARSAGRO), y canceló
el crédito al banco. Esta actividad permitió que el grupo cuente con un servicio de maquinaria ágil y
barato (10 lempiras por manzana1 tractorada).
1
1 hectárea (ha) = 1.43 manzana (mz)
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
El grupo se reunía en las casas de los socios o bajo un árbol. Al cabo del tiempo, con nuevos ahorros y
los ingresos del tractor y de otras actividades, lograron comprar un solar e iniciar la construcción
gradual de una sede, que aún no está terminada aunque ya es ampliamente utilizable. El objetivo del
grupo es que en este edificio funcione un Centro de Capacitación.
Hasta este momento, los hombres y las mujeres estaban organizados en grupos separados. Como señala
una socia: “Los hombres y mujeres salían juntos de sus casas pero cada una en el camino se desviaba a
realizar su trabajo , las mujeres con las mujeres y los hombres con los hombres”. Poco a poco esta
forma de trabajo fue siendo superada. Al integrarse todos los socios y socias en una única organización,
la primera Junta Directiva fue presidida por una mujer.
Junto al desarrollo sostenido de la organización, y al papel del ahorro como base principal de los logros
materiales del grupo, un tercer elemento a destacar es la preocupación permanente por la capacitación
de los miembros del grupo. Como dice el actual Tesorero de la Caja: “Primero yo tiraba los libros y les
dejé el dinero en la mesa, porque no me entendían las cuentas... ellos me tenían paciencia, y yo me
capacité y ahora todo está más claro”.
La cultura de ahorro del grupo, generada a través de más de una década de practicar esta
actividad
La decisión del grupo de capitalizar el 50% de una donación de herramientas de trabajo hecha
por una ONG (Acción Contra el Hambre) en el marco de la reconstrucción post-Mitch.
El trabajo de PRODERCO, a través de ASODES, promoviendo el modelo financiero de las
Cajas Rurales de Ahorro y Crédito
PRODERCO había iniciado sus actividades en la zona 1998. La aldea El Barro fue seleccionada con
participación del Alcalde Municipal y de los funcionarios del proyecto. La selección se basó en el
análisis de calificación en base al Índice de Desarrollo Humano del PNUD (IDH). El análisis combinó
también los resultados del estudio de Línea de Base del proyecto.
Estos problemas se superaron y, cuando PRODERCO propuso la instalación de la Caja, los socios
accedieron por considerar que respondía a sus necesidades.
Antes de formar la Caja, los campesinos de El Barro tenían acceso a una amplia gama de opciones de
crédito y otros servicios financieros, como se observa en el cuadro 1.
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
La caja está integrada por 37 socios: 17 mujeres y 20 varones. Además, el Gobierno Escolar
(organización de 81 niños y niñas de la escuela “Luis Landa”) forma parte de la Caja como un socio
“grupal”. Completan el grupo 4 ahorrantes no socios: dos mujeres y dos varones.
ASAMBLEA DE
SOCIOS
JUNTA DIRECTIVA
COMITÉ DE JUNTA DE
CRÉDITO VIGILANCIA
La Asamblea es la máxima autoridad. Sus funciones incluyen la elección o sustitución de todos los
cargos de dirección y control, aprobar el ingreso de nuevos socios, modificar el reglamento y los
estatutos, análisis de informes de las autoridades, etc.
La Junta Directiva está integrado por cinco miembros: Presidente, Secretario, Tesorero y dos vocales.
Sus funciones incluyen cumplir y hacer cumplir los estatutos y el reglamento, informar a la Asamblea,
recibir y aprobar solicitudes de préstamo, administrar los ahorros, y representar a la organización ante
terceros.
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
La Junta de Vigilancia está integrada por tres miembros: Presidente, Secretario y Vocal. Vela por el
buen funcionamiento de la organización; revisa la contabilidad, la administración y la corrección de las
solicitudes de crédito.
El Comité de Crédito está integrado por tres miembros: Presidente, Secretario y Tesorero. Sus
funciones son: aplicar el Reglamento de Crédito; recibir, analizar y aprobar o rechazar las solicitudes
de crédito; hacer avalúos sobre las garantías; revisar la cartera de crédito, etc.
En la CRAC El Barro, la Asamblea funciona muy bien, al igual que la Junta Directiva. La Junta de
Vigilancia no opera sino de manera bastante informal, debido en parte a la gran confianza existente
entre los socios; obviamente, esto resulta en que la Junta sea ineficaz, aunque formalmente pueda estar
cumpliendo sus funciones. El Comité de Crédito opera con gran eficiencia y con un fuerte apego a los
aspectos centrales del Reglamento respectivo, pero sin cumplir con la formalidad de constituirse en
forma semanal como lo requieren los estatutos.
4.2 Membresía
La participación en la Caja está abierta a todas las personas residentes en El Barro, que estén dispuestos
a participar activa y regularmente en procesos de capacitación, que tengan una conducta apropiada, y
que estén dispuestos a cumplir con el Reglamento.
Es esta última disposición la que aleja a muchos potenciales socios. Como veremos más adelante, la
organización se caracteriza por ser bastante exigente en el cumplimiento de sus reglas y normas, y
muchas personas no están dispuestas a sujetarse a ellas. Además, según algunos entrevistados, hay
quienes opinan que las asambleas y capacitaciones “son una pérdida de tiempo”.
Todas las decisiones importantes, y aún la mayoría de las no importantes, se adoptan en las Asambleas
quincenales. Las discusiones son francas, y cualquier socio puede hacer ver su opinión. Si existen
diferencias, se buscan los consensos y, en caso necesario, se procede a votar entre dos o más mociones.
Las mayorías se respetan y los socios coinciden en señalar que nadie se ofende si pierde una votación.
Hay un amplio manejo de lo que los socios llaman “normas parlamentarias”, es decir, de las reglas para
el buen desarrollo de una Asamblea; esta capacidad es el resultado de numerosos talleres de formación
de líderes en que han participado muchos de los socios.
La Junta Directiva y el Comité de Crédito, ejercen sus atribuciones en estrecho contacto con la
Asamblea. Las Asambleas se realizan cada 15 días. En promedio (revisión de 11 Actas de Asamblea),
participan 27 socios, se presentan cuatro excusas y hay seis ausencias injustificadas. Las Asambleas
tienen una duración de entre 2 y 4 horas. La Junta Directiva también sesiona cada 15 días, de manera
alternada con la Asamblea. El Comité de Crédito debería reunirse semanalmente, según el Reglamento;
en los hechos, quien recibe, analiza y procesa las solicitudes, es el Presidente del Comité, quien
requiere la aprobación del Presidente de la Junta Directiva para que el Tesorero gire los fondos de un
crédito.
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
Un aspecto que los propios socios se encargan de destacar en las entrevistas, es la diversidad de
sectores representados en la Caja (iglesias, partidos políticos, prestamistas, mujeres, hombres, personas
adultas y jóvenes, alfabetos y analfabetos...). Como señaló una socia, “la Asamblea es como la
comunidad”.
En síntesis, el proceso de toma de decisiones es muy participativa, regular, con normas y reglas claras,
y con un juego democrático de mayorías y minorías cuando es necesario. Las autoridades ejercen su
función con dedicación, eficiencia y agilidad, aunque a veces sin cumplir con algunos aspectos
formales de los reglamentos.
Se aplican multas por inasistencia a las Asambleas. Se exige una participación activa en las actividades
de capacitación. No se autoriza la membresía de alcohólicos o personas con un comportamiento que la
Asamblea juzgue inapropiado. Se consignan en Actas las responsabilidades asumidas o encargadas a
cada persona, y luego se debe informar sobre su cumplimiento. El ahorro constante es absolutamente
obligatorio. También es obligatoria la participación en el programa radial de educación a distancia
“Maestro en Casa”. El incumplimiento grave o reiterado de estas y otras normas, es causal de
separación de la Caja. Varias de las personas entrevistadas, señalan que “la Caja se ha depurado...
nosotros no expulsamos a nadie, son ellos los que no cumplen con sus obligaciones y deberes”.
El sistema de ahorro y crédito empleado por esta Caja ha evolucionado durante muchos años,
iniciándose como sistemas muy informales hasta llegar a su actual estado. La base de este sistema es
una cultura de ahorro muy enraizada en este grupo social.
Las personas ahorran en forma individual y no como grupo familiar. Es común que varios miembros de
una misma familia (esposo, esposa e hijos) estén contribuyendo al fondo de ahorro de la Caja. Cada
uno de ellos tiene su propia libreta de ahorro, y cada uno de ellos es sujeto de crédito de manera
independiente del resto de los integrantes de su grupo familiar (los niños ahorran a través del grupo
escolar, y no son sujetos de créditos individuales).
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
Los niños han sido los últimos en integrarse a la organización. La fórmula elegida fue la de establecer
un Gobierno Escolar en la escuela local, él que entre otras actividades mantiene una caja de ahorro. El
Gobierno Escolar, en representación de 81 niños, participa en la CRAC como un “socio grupal”, con
dos limitaciones: no tienen derecho a crédito propiamente tal – aunque la CRAC sí les ha anticipado
por algunos días pequeñas cantidades de dinero para realizar actividades escolares orientadas a reunir
fondos - y tampoco participan en las asambleas quincenales de la CRAC.
El Reglamento establece un ahorro mínimo de Lps. 10 quincenales. Estas se pagan durante las
Asambleas o durante sesiones especiales en que el Tesorero recauda los ahorros. Cada individuo cuenta
con una Libreta de Ahorro y Préstamo.
La caja paga un tasa de interés de 6% a las captaciones (en comparación con el 8% que pagan los
bancos de la plaza). Sin embargo, dichos intereses se pagan solamente sobre el monto del fondo de
ahorro que ha sido colocado en préstamo; si el ahorro está ocioso, no devenga intereses para el
ahorrante.1
De acuerdo al Reglamento, los socios no pueden retirar sus ahorros antes de transcurrido un año desde
su incorporación a la Caja. Si un socio es expulsado o se retira, se le pagan los ahorros al siguiente mes,
siempre y cuando no tenga deudas con la organización.
El proceso de crédito se inicia con una solicitud escrita que es presentada por el interesado ante el
Presidente del Comité de Crédito. Normalmente se fija una reunión entre las dos personas en un plazo
máximo de dos días. En esa entrevista, se llena un formulario y al mismo tiempo se va analizando si se
cumplen todas las exigencias del reglamento. El solicitante es responsable de presentar la
documentación necesaria para el análisis y aprobación de la solicitud, incluyendo lo referido a prendas
u otras garantías y avales. Cuando el Comité de Crédito aprueba la solicitud, esta debe ser ratificada
por el Presidente de la Caja. Una vez que se cuenta con este visto bueno, el Tesorero está autorizado a
hacer el desembolso. Ninguna solicitud de préstamos ha sido rechazada, y en todos los casos se ha
aprobado el 100% de lo solicitado. Los pagos de los dividendos se hacen ante el Tesorero, quien emite
un documento con copia al Comité de Crédito.
Al margen de este procedimiento regular, los socios tienen derecho a solicitar créditos de emergencia
por hasta el 50% del monto ahorrado por ella o él. Estos créditos de emergencia se tramitan sin mayor
demora.
La tasa de interés que se aplica a los créditos es de 3% mensual, o de 5% mensual para los ahorrantes
no socios (en la actualidad, solo dos personas se encuentran en esta categoría). La tasa de interés en el
sistema financiero formal varía entre 28% (ARSAGRO, que es una organización campesina de tercer
piso) y 38% (banca privada).
Los montos máximos según en reglamento pueden ser de hasta tres veces el monto ahorrado (salvo en
los créditos de emergencia, en que el máximo es de 50% del ahorro).
1
Esta norma no aplica a los ahorrantes que no son socios de la Caja; a ellos, se les paga el mismo interés de 6%
independientemente de si sus fondos han sido dados en préstamo o no.
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
Si bien el reglamento autoriza préstamos de corto, mediano y largo plazo, en la práctica la Asamblea ha
establecido un plazo máximo de cuatro meses, con la finalidad de poder maximizar el número de socios
que pueden obtener un crédito. Esta decisión refleja las limitaciones de capital que afectan a la Caja.
Por este mismo motivo la Caja no entregó ningún préstamo durante los primeros ocho meses de
existencia.
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
V. LOGROS Y RESULTADOS
En esta sección se describen y analizan los principales logros y resultados de la CRAC El Barro, hasta
el momento de realizarse esta sistematización (agosto 2000).
Sin lugar a dudas, el principal logro de este proceso de desarrollo ha sido el surgimiento y
consolidación de una organización local con las siguientes características:
La CRAC no es sino un paso más en el ya largo proceso de desarrollo de esta organización local, la que
durante 14 años se ha mantenido muy activa, llevando adelante en forma permanente proyectos
concretos.
La integración de hombre y mujeres en todas las facetas y actividades de esta organización, es muy
notable. Se manifiesta en el número de socias y socios, en los niveles de ahorro de mujeres y varones,
en la participación activa en las Asambleas de personas de ambos sexos, en el hecho de que hombres y
mujeres son elegidos y participan por igual en todos los niveles de dirección, etc.
Como señalaron los socios y las socias, la participación equitativa de la mujer en esta organización, sus
actividades y beneficios, hace bastante tiempo que ha dejado de ser un asunto a debatir o un problema
a enfrentar.
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
Cuadro 2. Balance al 31 de julio 2000 de la Caja Rural de Ahorro y Crédito El Barro, Danlí, Honduras
(Lempiras, US$ 1 = Lps. 14.90)
ACTIVOS 53,571.57
Activo circulante 21,306.57
Caja 10,472.42
Bancos 84.15
Préstamos por cobrar 10,750.00
Activo fijo 32,265.00
Edificio sede 32,265.00
PASIVOS 53,571.57
Pasivo circulante 20,061.74
Ahorros 20,061.74
Patrimonio 33,509.83
Capital 32,398.92
Utilidades por distribuir 1,110.91
Este Balance muestra que la situación financiera de la Caja es muy sólida. Su única deuda es con sus
propios socios (correspondiente el monto ahorrado), y la relación entre los activos totales y los pasivos
menos patrimonio, es de 267%
Por otra parte, es importante destacar que en buena medida esta situación tan favorable está muy
influenciada por el valor de la sede de la Caja. Este es un activo inmovilizado, que no genera ningún
ingreso ni ha sido empleado tampoco como colateral para la captación de fondos para la Caja. Si se
resta en valor de este inmueble, entonces la relación entre activo circulante y pasivo circulante es de
apenas 1.06, lo que significa que la Caja estaría en una posición vulnerable si uno o más de sus
préstamos no se pagan y se convierten en incobrables.
Entre el 16 de septiembre 1999 y el 31 de julio 2000, los 42 cuentahabientes han ahorrado un total de
Lps. 20,061.74. Uno de esos 37 socios es el grupo escolar que ha ahorrado un total de Lps. 2,787.25.
El monto promedio ahorrado por cada socio (considerando a la Caja Escolar) es de Lps. 542.20. Los
montos promedio ahorrados por las socias mujeres y por los socios varones, ascienden a Lps. 454.29 y
Lps. 466.65, respectivamente.
El gráfico 1 muestra la distribución de los montos ahorrados por las socias mujeres y por los socios
varones, al 31 de julio 2000. Si bien las diferencias mayores se explican por la incorporación recientes
de algunos socios, se puede apreciar que existen diferencias individuales importantes en la capacidad
y/o voluntad de ahorro, tanto en los hombres como en las mujeres.
El monto mensual promedio de ahorro per capita equivale aproximadamente al doble del mínimo
establecido en el Reglamento de la Caja (Lps. 20/mes), equivalente a aproximadamente a un jornal de
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
trabajo, de acuerdo a los salarios pagados en la zona a los trabajadores agrícolas. Si se incluye el ahorro
de la Caja Escolar, el monto promedio del ahorro por socio se incrementa a Lps. 60/mes.
Del total ahorrado por los adultos, Lps. 3,298.45 provienen de un fondo inicial establecido por la
Asamblea, a través de la capitalización del 50% del valor de las herramientas donadas por una ONG
después del Huracán Mitch.
Es importante resaltar que la Caja exhibe una tendencia al incremento del ahorro promedio per capita;
por ejemplo, el monto promedio per capita ahorrado en el mes de julio 2000, fue de Lps. 79.20, cifra
que es bastante superior al promedio del período septiembre 99 – julio 2000. Los propios socios
explican que ahora se ahorra más porque se ha ganado confianza en que el sistema de la Caja sí
funciona bien.
Saldo de ahorros al 31-
1200
7-00 (Lempiras)
1000
800
600
400
200
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
Socios Mujeres
Saldo de ahorros al 31-7-
1000
800
00 (Lempiras)
600
400
200
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
Socios Varones
Gráfico 1. Distribución de los montos ahorrados por las socias y los socios de la Caja Rural de
Ahorro y Crédito El Barro, Danlí, Nicaragua
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
En cuanto a los créditos, la Caja no entregó ningún préstamo entre septiembre 1999 y mayo 2000,
debido a que el monto del capital ahorrado era aún muy pequeño. Entre el 10 de mayo y el 31 de julio
2000, se han aprobado 12 préstamos, por un total de Lps. 17,550. Esta cifra representa el 87.5% del
fondo de ahorro.
El monto promedio de los créditos es de Lps. 1,462.50, cifra que debe compararse con el monto
promedio ahorrado por persona, que es de Lps. 542.20. Ello indica que, con estos promedios, en un
momento dado la Caja está en condiciones de dar respuesta a la demanda de crédito de un máximo de
aproximadamente 13 de los 37 socios (actualmente está atendiendo a 12).
De los 12 créditos otorgados, diez son préstamos a cuatro meses plazo, uno a tres meses, y uno a 1
año1.
Seis créditos han sido otorgados a mujeres, y seis a hombres. Los montos promedio de los créditos a
hombres y a mujeres son muy similares.
Siete de los 12 créditos han sido empleados para solventar gastos puntuales de la producción agrícola
(la compra de algún insumo, por ejemplo), cuatro a financiar emprendimientos comerciales, y uno a la
ampliación de un negocio de panadería.
Al 31 de julio, la Caja había recuperado Lps. 9300 (52.99%). Cuatro de los 12 créditos ya han sido
pagados en su totalidad, todos ellos antes del plazo de vencimiento. No ha existido morosidad.
Los intereses generados sobre estos créditos ascienden al 31 de julio 2000, a Lps. 620.80. De cada
Lempira que la Caja percibe por intereses, el 40% se destina a cubrir los intereses y utilidades de los
ahorrantes, el 40% a gastos de administración, y el 20% a un fondo social solidario (que se emplea para
cubrir emergencias graves de los socios). Los intereses y utilidades de los socios se acreditan a sus
cuentas individuales en forma proporcional a sus aportes al fondo de capital de la Caja.
Los campesinos y campesinas de El Barro tienen acceso a varias fuentes de crédito formal e informal,
tanto grupal como individual, a tasas de interés comparables a las que aplica la Caja, y por montos muy
superiores a los que la organización local puede proporcionar por el momento. Es fácil advertir que la
Caja continuará por muchos años cumpliendo un papel complementario a otras fuentes en la
satisfacción de las demandas de crédito de sus afiliados. Los socios siembran entre 3 y 5 manzanas, y
se estima que el costo directo en efectivo (es decir, sin contar el valor de la mano de obra familiar) de la
siembra de cada manzana es de alrededor de Lps. 10,000. Para lograr el objetivo declarado de los
socios, de “ser 100% autosuficientes en todas las necesidades de crédito de los socios”, la Caja
necesitaría un activo circulante de varios cientos de miles de Lempiras.
Una pregunta que no tiene respuestas sencillas, es si acaso la estrategia de PRODERCO o de otros
agentes externos, debe orientarse a incrementar aceleradamente la capacidad financiera de esta Caja,
mediante créditos y/o donaciones por montos significativos, o si, por el contrario, en el largo plazo es
mejor dejar que la Caja crezca a un ritmo más gradual de acuerdo a la capacidad de ahorro de sus
1
Recientemente la Caja ha decidido establecer un plazo máximo de cuatro meses para los créditos que otorgue, con el fin de
poder dar respuesta al mayor número posible de socios durante el año.
16
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
socios y a las utilidades devengadas por sus propias operaciones financieras. Este es un dilema entre la
efectividad a corto plazo y la sustentabilidad a largo plazo. ¿Cómo definir un balance entre ambas
estrategias?
Reparación de 14 km de caminos
Mejoramiento de la sede de la escuela
Financiamiento de agua potable
5.6 Sostenibilidad
A todos los actores involucrados en la experiencia se es consultó que sucedería con la CRAC en el caso
hipotético de que repentinamente se terminara el apoyo de PRODERCO y de otras agencias externas.
La respuesta unánime fue que no pasaría nada, que la organización continuaría su desarrollo como lo
ha hecho durante 14 años.
El equipo de sistematización comparte plenamente esta apreciación. En nuestra opinión, la Caja Rural
El Barro y sus procesos de ahorro y crédito, son sustentables por varios motivos, incluyendo:
La cultura de ahorro está muy arraigada tras más de diez años de esta práctica
No hay ningún signo de dependencia de la CRAC de PRODERCO o de algún otro agente
externo: ni en términos de apoyo técnico, ni financiera o administrativamente, ni políticamente,
y menos aún en el proceso interno de toma de decisiones.
Los costos de administración y operación de la CRAC son muy bajos, de alrededor de Lps. 100
a 200 al mes. Ello se debe al alto número de socios que realizan actividades ad honorem y al
hecho de que gran parte de las transacciones se basan en relaciones de confianza.
No hay deudas con terceros ajenos a la organización.
Como ya se explicó anteriormente, la organización es muy sólida institucionalmente.
Un porcentaje importante de los socios son jóvenes, y los niños comienzan a involucrarse.
Se invierte mucho tiempo y dedicación a la formación y capacitación
Gracias en parte a dicha formación, existe suficiente capacidad para gerenciar los procesos
administrativos y financieros de la Caja
Sin embargo, esta apreciación se refiere a la organización en su estado actual, pero la Caja está
empeñada en introducir cambios importantes a este escenario.
En lo institucional, la Caja quiere legalizarse como organismo financiero. Seguramente ello resultará en
una mayor formalidad en sus operaciones y en mayores costos de transacción. Las actuales normas y
reglas de funcionamiento son muy apropiadas para una organización pequeña, de carácter local,
informal desde el punto de vista legal, que juega un papel complementario en la prestación de servicios
17
Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
financieros a una comunidad muy bien delimitada. Este sistema de normas y reglas no será ni eficaz ni
eficiente si esas condiciones cambian radicalmente.
En lo financiero, está considerando varias fórmulas para captar recursos importantes tanto de
ARSAGRO como de PRODERCO, con el fin de poder facilitar un mayor número de créditos y por
montos mayores a sus socios. Hoy en día la Caja ocupa un nicho financieramente muy atractivo: se
dedica a dar crédito para operaciones rentables y de bajo riesgo. Se trata de un papel complementario al
de otras fuentes de financiamiento que tiene la comunidad.
Sin embargo, el objetivo explícitamente declarado de la CRAC es “ser 100% autosuficientes en todas
nuestras necesidades de financiamiento”. En los hechos, sus esfuerzos están orientados a llegar a
financiar actividades poco rentables y de alto riesgo, como son los cultivos de sus socios. Debe hacerse
ver que los requerimientos de crédito agropecuario de los socios hoy día son cubiertos por otros
organismos financieros, por lo que no existe una restricción de acceso que explique el cambio que se
desea imprimir a la organización.
La pregunta relevante no es si la CRAC debe tender a formalizarse y a crecer, sino más bien a que
ritmo debe hacerlo, y si acaso ese desarrollo debe ir al ritmo de los aportes que logren capturar de
fuentes externas o si, por el contrario, debe basarse principalmente en la capacidad de ahorro de la
comunidad. Esta es una pregunta que debe ser respondida por los socios de la organización,
considerando las ventajas y desventajas de todas sus opciones, ya que son ellos quienes deberán tomar
la decisión. El PRODERCO debería estimular y facilitar ese proceso de reflexión y análisis cuidadoso,
antes de promover acciones orientadas a facilitar el crecimiento acelerado de la organización.
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Sistematización de la Experiencia de la Caja Rural El Barro
La reunión incluyó un ejercicio de priorización, en que se votó por cuatro consejos que se consideraban
los más importantes de la lista de nueve. Los primeras cuatro lecciones de la lista, están en el orden en
que la comunidad las priorizó, mientras que las últimas cinco no fueron priorizadas pero son
consideradas menos importantes que las anteriores:
1. No debe iniciarse una Caja de Ahorro y Crédito si no existe una organización consolidada con
fuertes relaciones de confianza entre sus socios
2. Antes de iniciar una Caja de Ahorro y Crédito, los socios deben capacitarse
3. No debe iniciarse una Caja de Ahorro y Crédito si el grupo no ha venido ahorrando durante un
tiempo previo
5. Los primeros créditos para los nuevos socios, deben ser por montos bajos
6. Los montos de ahorro deben ser suficientemente altos para capitalizar y satisfacer la demanda
de los socios
8. La Caja de Ahorro y Crédito debe financiar las necesidades de los socios, aunque sean riesgosas
9. Mientras se capitaliza o se ganan intereses, los socios tienen que financiar los gastos de
administración
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