0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos) 405 vistas226 páginasJacques Lecoq - El Cuerpo Poetico (B&W) COMPLETO
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Jacques Lecoq
El] cuerpo poético
Una pedagagia de la creaci6n teatral
En colaboracién con
Jean-Gabriel Carasso y Jean-Claude Lallias
Traduccién y adaptacién al espariol de
Joaquin Hinojosa y Maria del Mar Navarro
ALBA EDITORIAL, six.AP pres scien
See ‘Tl original: Le Cpe Paige
Actes Su, 1997
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(Diese: Moll Alba
Primer edi: mayo de 2008
Segunda edi: novienibre de 2004
ISBN: ee.
Depésio legal: B48 151.08
Impreson:Liberdipex,
‘ensues, |
(s0r8 Marcel
Impreso en Espaindice
Un punto fijo en movimiento
por Jean-Gabriel Carasso y Jean-Claude Lallias —
LELVIAJE PERSONAL
Del deporte al teatro —
La aventura italiana ——
{Volver a Paris!
‘Uns escuela en movimiento ——
Encontrar susitio
El viaje de la escuela —
Por un nuevo teatro de ereaciGa =
La buisqueda de las permanencias ——-———
11. EL MUNDO ¥ SUS MOVIMIENTOS
Una pagina en blanco ——————
L. Improvisacion
silencio antes de la palabra ——————————-~
Recreacién yactuacion ee
Hiacia Jas estructuras de la actuacin, ———-—————
La méscara neutra
‘La neutralidad —-—
‘Elviaje elemental —
Identificarse con la naturaleza
‘La transposicion —
Etacercamiento a las artes ——
{Bl fondo poético comin —
‘Los colores del arco iris ——~
El cuerpo de las palabras ——
‘La misica como compaiiera ——
‘Miscaras y contra-mascaras. --——
13Los niveles de actuacién =. a
Enirar en la forma %
Los personajes —~—__— — 4
Estados, pasiones, sentimie: 4
Lugares y ambientes — 96
Condicionantes de estilo 9%
2, Téeniea de los movimientos — pee
Preparacién corporal y vocal ~— a
Dar sentido al movimiento ——— 308
AScrobacia dramatica —————_. 108
En los limites del cuerpo ——~- 109
Analisis de Jos movimientos mn
Partir de los movimientos naturales de la m
Hacer surgir as actitudes — ny
‘Buscar a economia de las acciones fisicas —_— 120
Analizar las dindmicas de la naturaleza ~———— 238
Estudiar alos animales -—- - —— ss
Las leyes del movimiento con «M mayiseula 5
3. El teatro de los alumnos
Los auto-cursos y las indagaciones —
IML LOS CAMINOS DE LA CREACION
Geodramética —- ve
1. Los lenguajes del gesto — a
Dela pantomima a la historieta mimada ————______ 13
2.Los grandes territorios draméticos — 17
El melodrama 157
Los grandes sentimiemtos —. — as
Lacomedia del arte -———. 182
Comedia humana ao ————-
Bocetos argumentales yestrategias de actuacion 187
Los bufones| oe ha
El misterio, lo grotesco, o fantastico
Elowro cuerpo ey
Latragedia --El coroy et héroe ——
Bl equilibrio del escenario -
Lanecesidad de los textos —-——
Los clowns —-———
‘Buscar el propio clown ~~ ———
Lo burlesco, el absurdo, las variedades c6micas —
3. El Laboratorio de estudio del movimiento (LEM) -——
IV. NUEVOS HORIZONTES
Créditos de fotogrofiesy dibujos —
187
195
20
20
20
220A mi mae Fay LecogUn punto fijo en movimiento
En el campo de la pedagogia teatral, Jacques Lecog es un
maestro en el genuino sentido del término. Pedagogo
inculeador de un punto de vista asentado sobre el mundo y
sus movimientos, sobre el teatro en lo que éste tiene de uni-
versal, Lecog constituye un «punto fijo» a partir del cual
numerosos alumnos han podido situatse, descubrirse, «ele-
varse»,! desde hace una cuarentena de afios, en el respeto a
sus diferencias segiin su cultura, su historia, su imaginario,t
sus medios o su talento.
De Philippe Avron a Ariane Mnouchkine, de Luc Bondy
a Steven Berkoff, de Yasmina Reza a Michel Azama y Alain
Gautré, de William Kentridge a Geoffrey Rush o a
Christophe Marthaler, del Footsbarn Travelling Theatre al
‘Théatre de la Jacquerie, de los Mummenschanwz al Nada
Théatre o al Théatre de la Complicité...—Ia lista exhaustiva,
por otra parte imposible de establecer, seria sorprendente-,
TJuago de sentidos con el sustantvo die, valumnos, ye verbo far, weleear,
sodicare [sta nota, como la siguientes, es de os radars)
"> fmoginaire Empleado como sustantvo, al como hacen los autores, elt
noexpres el concepto que. elaborado a partir del de ~inconscente colecavor de
Jung, fue acufado por Buchelard en Picondlss de fuego (1988) y mas earde reine
‘erpretado por Lacan: es el repertor te mitos, asociaciones mentale, simbolos
Sautcosy creaciones poéticas que afloran del inconscience individual, y que pro-
ener tanto de ia herencia espirtval generada por la experiencia global de todo
tigenero hhumano desde sus origenes (nconscientecoleedve) como dela herer-
Gia propia expecifca re una ceterminada cultura. Con ext sentido el término
fe wiz desde invencion en Ia psicologia analitica y en la antropotogia cult
faly, desde principios de losvetenta, en éiversossiseemasy métodos e pedagogt
rental; Tadiversidad de las formas y de las aventuras teatrales que se
mn creati-
basan en su ensefianza es testimonio de la dimensi
va de su pedagogia, alejada de modelos y de técnicas estan-
cadas,
Jacques Lecog ocupa, sin embargo, un lugar paradéjico.
Son numerosos los actores, autores, directores de escena,
escendgrafos, asi como también los arquitectos, educado-
res, psicélogos, escritores, religiosos incluso... que toman
como referencia su trabajo, ya porque hayan sido directa-
mente alumnos de la Escuela o, indirectamente, alumnos
de sus alumnos. Incluso hay quienes se inspiran en él sin sa-
ber siquiera de dénde provienen esas propuestas. Forma
dor célebre en el mundo entero, es relativamente poco 0
mal conocido en su propio pais. Quién conoce su pedago-
gia? ¢Quién conoce las raices de su ensefianza, su evolucién,
sus principios, sus dudas y sus biisquedas? ¢Quién conoce la
trayectoria de este hombre y las reflexiones que aporta
sobre la pedagogia teatral? del juego actoral y desarrollan
su imaginario. Esto les permitira inventar su propio teatro o
interpretar textos, silo desean, pero de una manera nueva
La interpretacion esla prolongacién de un acto creador
Enel cenit del proceso pedagégico, la improvisacién se con-
fande a veces con la expresién. Ahora bien, aquel que se
expresa no esta forzosamente en situacion de creacién. Por
supuesto, lo ideal seria que creara y se expresara al mismo
tiempo, éste seria el equilibrio perfecto. Desgraciadamente
muchos se expresan, «se desbordan» con gran placer y olvi-
dan que no deben ser ellos los tinicos que sientan placer
itambién el pibblico tiene que sentirlo! Muchos profesores
confunden con demasiada frecuencia estas dos nociones.
La diferencia entre un acto de expresion y un acto de
creacién consiste en lo siguiente: en el acto de expresi6n la
actuaci6n se dirige més hacia uno mismo que hacia el piibli-
co. Siempre observo si el actor irradia, si despliega a su alre-
dedor un espacio en el que los espectadores estin presen-
tes. Muchos absorben ese espacio, lo repliegan sobre ellos
mismos y el piblico queda entonces excluido; la actuacién
se convierte asi en un «acto privado». Si algunos se sienten
mejor después de las clases, ¢s un logro suplementario,
pero mi objetivo no es el de «curar» a la gente a través del
teatro, En un proceso de creacién, el objeto creado ya no
pertenece al creador. El objetivo es realizar este acto crea
dor: jdar un fruto que se desprenda del arbol!
En mi pedagogia, siempre he privilegiado el mundo exterior
frente al interior. La biisqueda de uno mismo, de sus estados
35ler. Curso
Psicologia
delavida
sllenciosa
Esquema pedagigicoCondicinde &nimo, no tiene mucho interés en nuestro trabajo. El «yon
esla de ms. Hay que observar cémo se mueven los seres y las
Cosas y cémo se reflejan en nosotros. Hay que privilegiar la
horizontal, la vertical, eso que existe de manera intangible
fuera de uno mismo. La persona se revelard a si misma en
FelaciOn a estos apoyos sobre el mundo exterior. Y si el alum.
no es diferente, eso se verd en ese reflejo. Yo no rebusco en
os recuerdos psicolégicos profundos una fuente de creacién,
en la cual «cl grito de ta vida se confundiria con el grito de la
ilusién». Prefiero mantener esa distancia del juego entre el
Personaje yyo, que permite actuarlo mejor. Los actores inter-
Pretan mal Jos textos que les conciernen demasiado. Tienen
tuna especie de voz blanca porque se apropian de una pare
Gel texto para clos, sin poder darsela al piblico. Creer o
identificarse no es suficiente, hay que actuar.
Ante una improvisacién o un ejercicio, hago constataciones,
que no hay que confundir con opiniones, Cuando un neumé.
ico de un coche revienta, eso no es una opinién, jes un
hecho! Yo lo constato. Las opiniones sélo pueden ser enun
Gladas a posteriori, a partir de una referencia de fa realidad.
La constataci6n es realizada por el profesor, rodeado de los
alumnos. Cuando constato algo, Jo que digo es el eco de los
alumnos, que resuena en mi. Esa mia quien corresponde
formular Ia constatacién, pero es importante que todos la
compartan, El que un profesor de teatro tenga ganas de
decir, después de una improvisacion, «esto me parece
bien...» 0 «me gusta mucho...» tiene poco interés, A cada
uno le puede gustar o no gustar Jo que ha visto, pero eso es
otra cuesti6n. La constatacién es la mirada que se dirige
sobre la cosa viva, intentando ser lo mas objetivo posible.
38Lacritica que se emite sobre el trabajo no es una critica de
oque esta bien 0 lo que esté mal, sino una eritica de lo exac
tn, de lo demasiado largo, de lo demasiado corto, de lo interesan-
ts, de lo no interesante, Esto puede parecer pretencioso, pero
5610 nos interesa lo que es exacto: una dimensi6n artistica,
na emocidn, un Angulo, una relacién de color. Todo esto
existe en cada obra que perdura, independientemente de
gu dimension histérica. Cada uno puede sentirlo, y el pitbli-
eo sabe perfectamente cuando algo es exacto. Si el pitblico
no sabe el porqué, nosotros si debemos saberlo puesto que
somos, ademnis... especialistas.
Yo intervengo siempre en funcién de una referencia al
movimiento. gPor qué eso decae? Por qué tenemos la
impresion de que eso otro no va a detenerse nunca? Son
simples constataciones al servicio de una organizacién viva,
yaque toda organizacién viva procede del movimiento, con
‘un crescendo, un decrescendo, un ritmo. Podemos encon-
trar esta estructura en cada improvisacién, En este sentido,
la Escuela es también una escuela de la mirada. Todo el
mundo puede dar un tema de improvisaci6n, jel problema
essaber lo que hay que decir después! No se trata de trans-
mitir un saber idéntico, sino de intentar comprender jun-
tos, de encontrar entre el alumno y el maestro un nivel mas
elevado que haga que el maestro diga a sus alumnos cosas
que nunca hubiera podido decir sin ellos y que suscite en
Jos alumnos, a través de su ansia y su curiosidad, un conoci-
miento,
Es deseable, sin embargo, que haya diferentes puntos de
vista: los alumnos deben tener ideas y opiniones en su traba-
39jo dramatico, pero si estas ideas no estan ancladas en lo real,
son imitiles. E] mismo fenémeno se da en la pintura: Corot,
Cézanne 0 Soutine han podido pintar todo tipo de arboles,
transfigurarlos, centrarse en un detalle, darles una ilumina
ci6n particular, pero si en lo que ellos pintaban no hubiera
existido «el Arbol», jno hubieran significado nada! Siempre
se vuelve a la observacin de las cosas, Jo mas cerca posible
de Ja naturaleza y de las realidades humanas. Yo creo
mucho en las permanencias, en eso que es el «Arbol de
todos los arboles», la «Mascara de todas las mascaras», ]
“Equilibrio de todos ios equilibrios». Comprendo que esta
tendencia personal puede constituir un obstaculo, pero es
un obstaculo necesario. A partir de una referencia reconoci-
da, que tiende a la neutralidad, los alumnos encuentran su
propia posicién. Por supuesto, la neutralidad absoluta y uni:
versal no existe, no es mas que una aspiracién, Esta es la
raz6n por la cual el error es interesante. Lo absoluto no
puede existir sin el error. La diferencia entre el polo geogra
fico y el polo magnético del globo terrestre me interes
mucho. jEI norte no esti exactamente en el norte! Hay una
desviacién, afortunadamente. El error no solamente ha de
aceptarse, sino que es necesario para que la vida contintie;
salvo en el caso de que sea demasiado importante. Un gran
error es una catdstrofe; un pequefio error es esencial para
permitirnos existir mejor. Sin error no hay movimiento. ;Es
Jamuerte!
La bisqueda de las permanencias
nnto a la improvisacion, la segunda gran via de trabajo
de la Escuela se centra en el andlisis de los movimientos, E]
movimiento no es un recorrido, es una dinmica, algo muy
40diferente a un simple desplazamiento de un punto a otro
Lo que importa es cimo se hace el desplazamiento. La base
ginamica de mi cnsefianza esta constituida por las interrela-
ciones de ritmos, de espacios y de fuerzas. Lo importante es
reconocer las leyes del movimiento a partir del cuerpo
humano en accién: equilibrio, desequilibrio, opasicién, alternan-
«in, compensacién, accién, reaccién. Y estas leyes se encuentran
tanto en el cuerpo del actor como en el det piiblico. El es-
pectador sabe perfectamente sien una escena hay equilibrio
0 desequilibrio. Existe un cuerpo colectivo que sabe sium
espectaculo esta vivo 0 no. El aburrimiento colectivo es una
sefial del «nofuncionamiento» organico de un espectaculo.
“> Las leyes del movimiento organizan todas las situaciones
teatrales. Una escritura ¢s una estructura en movimiento.
‘Les temas pueden cambiar, pertenecen a las ideas, pero las
estructuras de la actuacién permanecen ligadas al movi-
miento y a sus leyes inmutables. En arquitectura, cuando se
echa hormigén para cimentar una béveda, si se echa dema-
siado, todo se derrumba. En el teatro, a veces se va demasia-
do lejos sin saber si todo se vendra abajo. Asi pues, es nece-
sario reencontrar la arquitectura en el interior. Los
movimientos del exterior son andlogos a los movimientos
del interior, es el mismo lenguaje. La poética de las perma-
nencias que da nacimiento a una escritura, ésa es mi gran
obsesién.
Siempre he defendido la idea de una pedagogia del mimo
abierto, Mimar es un acto fundamental, el acto primigenio
de la creacién dramatica, para el actor, para la escritura y
para la actuacién. Yo sitio el acto de mimar en el centro,
como si fuera e] cuerpo mismo de! teatro: poder jugar a ser
41owo, poder dar la ilusién de cualquier cosa. Desgraciada-
mente el término esta desvirtuado, codificado, estancado.
Hay que precisar, por tanto, lo que yo entiendo por mimo. El
mimo se estancé desde el momento en que se separé del
teatro. Se encerré en si mismo y sélo un cierto virtuosismo
ha podido dare algiin sentido. El teatro francés ha acabado
rechazindolo completamente arrojandolo, fuera de sus
fronteras, como un especticulo en si mismo. Sin embargo,
¢lacto de mimar es un acto esencial, un acto de la infancia
1 nifio mima el mundo para reconocerlo y prepararse para
vivirlo. El teatro es un juego que mantiene vivo este aconte-
cimiento, El término mimo es hoy dia tan reductor que es
necesario buscar otros. Por eso utilizo a veces el término
minismo (tan acertadamente aclarado por Marcel Jousse en
su Antropologia del gesto, de Ediciones Gallimard), que no hay
que confundir con mimetismo, El mimetismo es una repre-
sentacién de Ia forma, el mimismo es la biisqueda de la
dinamica interna del sentido.
Mimar es formar cuerpo con y asi comprender mejor. El
que se pasa los dias manipulando ladrillos, llega un momen-
to en que ya no sabe qué esta manipulando. Su accién se
convierte en un automatismo. Pero sise le pide que mime la
manipulacién del ladrillo, reencontrard el sentido de ese
objeto, su peso, su volumen, Este fendmeno es interesante
en pedagogia: mimar permite redescubrir «la cosa» de una
manera més fresca. El acto de mimar es, en este caso, un
conocimiento, No hay que confundir este mimo pedagogi-
co con el arte del mimo que alcanza toda su grandeza en la
wansposicién, especialmente en el Né japonés, cuando el
actor mima su c6lera mediante algunas vibraciones de su
abanico.
2Existe, igualmente, un mimo oculto que se encuentra en,
todas las artes. Cada artista verdadero es un mimo. Si
Picasso ha podido pintar un toro a su manera es porque
antes lo habia visto tanto que primero esencializaba en él el
«Toro», después de Jo cual su gesto podia surgir. jEl mirna-
thal Los pintores, los escultores miman muy bien, todos par
ticipan del mismo fendmeno, Un mimo «sumergidor da
origen, en todas las artes, a creaciones muy diversas. Por es0
es por lo que yo he podido pasar de la ensefianza de! teatro
ala de la arquitectura inventando los «arquitectosnimos»
Ellos riman los espacios existentes para conocerlos, y des
pués, antes de realizarlos, miman los que van a construir
para que esas realizaciones estén vivas.
Para mi, el mimo es parte integrante del teatro, no un
arte separado. El mimo que yo amo ¢s una identificaci6n
con las cosas, para hacerlas vivir, incluso cuando la palabra
esta presente, Los italianos lo saben perfectamente. Yo lo
comprendi viendo a Marcello Moretti en Arlaguin servidor de
dos armos, y también viendo a Vittorio Gassman ya Dario Fo.
Me inspiré en esa comedia mimada y hablada a la italiana,
que después reinventé para la ensefranza. Esta es la razon
por la que nunca escribi Gnicamente «mimo» en el letrero
con el nombre de la Escuela, Primero puse «Mimo, educa
cién del actors, después «Mimo y teatro», luego «Mimo,
movimiento, teatro», para acabar escribiendo finalmente
«&scuela internacional de teatro».
La gran fuerza de la escuela son sus alumnos. Constante-
mente se les reorienta hacia si mismos y ellos nos aportan su
teatro. Por mas que sugiramos temas, por mas que les haga
mos propuestas, por ms que les provoquemos imponién-
8doles condicionantes, s6lo podremos profundizar en el trax
bajo si estan verdaderamente interesados. Sin embargo, los
alumnos son a menudo contradictorios, Hay que oftles y, a
Javez, no escucharles demasiado. También hay que oponer-
se, Inchar por Hlevarlos a un verdadero espacio poético. Esta
dimensién es a veces dificil de alcanzar. Hay que responder
a su falta de imaginacién con lo fantastico, con Ja belleza,
con la locura de la belleza.
Los profesores participan igualmente en la evolucién de la
Escuela. Todos los profesores que me acompafian son anti-
guos alumnos; tenemos, por tanto, un lenguaje comin y las
mismnas referencias, aportando cada uno su personalidad
Lacuriosidad y el afin de conocimiento nos unen. Entre los
profesores que han aportado su colaboracién a la Escuela,
Antoine Vitez ocupa un lugar especial. Es el tinico que no
ha sido alumno mio. Dio sus primeros pasos como profesor
de teatro en la Escuela de 1967 a 1969. Yo le habia confiado
un trabajo sobre el acercamiento a los textos, que nosotros
diferenciébamos de 14 interpretacién. Mas adelante, en el
Conservatorio Nacional de Arte Dramatico, conservé en su
abajo este concepto fundamental.
Cuarenta afios después de su apernura, la Escuela sigue siendo
para mi un lugar de investigaci6n permanente. Cuanto més se
profundiza en ella, mas y mas interesante resulta. La novedad
no es, en s{ misma, indispensable. Llegar hasta el fondo de
algo permite descubrir que ese algo lo contiene todo.
iPésate la vida en una gota de agua y verds el universo!
“It
El mundo y sus movimientosUna pagina en blanco
Tirar de... empujar
Procedentes de distintos paises, los ahumnos son admitidos
en el primer curso para un trimestre de prueba. Tienen de
media entre veinticuatro y veinticinco afios y ya poscen cier-
ta experiencia teatral. Con frecuencia los extranjeros han
estudiado en una escuela de teatro en su propio pais, y los
demis han asistido a diferentes cursillos y talleres. Ast que
hay que comenzar por eliminar las formas parasitarias que
lesson ajenas, expurgar todo lo que pueda estorbarles para
reencontrar -con la mayor aproximacién posible- la vida
7tal como es. Tenemos que despojar un poco alos akumnos
de su saber, no para eliminar lo gue saben, sino para inten.
tar crear una especie de pagina en blanco que esté dispor
ble para recibir los acontecimientos del exterior. Despertar
en ellos la maxima curiosidad, indispensable para la calidad
del juego: éste €s el objetivo del primer curso,
Alo largo de este periodo de descubrimiento, de conoci:
miento, sembramos las raices del juego teatral y de la crea.
én, principalmente a partir de la improvisacién y del ané-
lisis de los movimientos de la vida. Una constante conexion
vincula estos dos aspectos. Se trata, a través de la improvisa-
ion, de hacer surgir al exterior lo que esté en el interior;
por otra parte, la técnica objetiva del movimiento nos per-
mite realizar el proceso inverso, del exterior hacia el inte-
rior.
En el terreno de la improvisaci6n, se suceden varias intensas
etapas de trabajo que perfilan el recorrido pedagégico del
curso. Paralelamente, se aborda el analisis de los movimien-
tos en un recorrido también estructurado y progresivo. Este
trabajo va acompaiiado de una preparacién corporal y
vocal, y de clases de acrobacia dramatica, malabarismo y
lucha escénica
Alo largo de todo el curso ofrecemos a los alumnos la posi-
bilidad de una bisqueda de creacién personal a partir de
Jos auto-cursos. En este trabajo sin profesor, cada semana se
asigna a Jos alurnnos un tema que pueden tratar como ellos
quieran. Es su teatro. Este espacio de libertad es esencial:
permite que no se olvide en ningtin momento que el objeti-
vo primordial de la Escuela es la creacién. Asimismo, facilita
48ja aplicaci6n de todo lo que se ha trabajado en las clases y
sevela el talento de los alumnos, su sentido del juego y de la
cescritura dramética
Los tres ejes de trabajo del primer curso, tratados por sepa:
rado en las paginas que siguen, estn, de hecho, estrecha-
mente asociados ¢ imbricados entre si durante el desarrollo
del curso. Improvisacién, andilisis de las movimientos y creacién
personal se entrecruzan y se complementan permanente-
mente para poner al alumno en contacto, lo mas estrecho
posible, con el mundo y sus movimientos.
491
Improvisacién
El silencio antes de la palabra
Recreaci6n y actuacion
Abordamos la improvisacién por medio de la recreacién
psicol6gica silenciosa, La recreacién es la manera mas simple
de reproducir los fenémenos de la vida. Sin ninguna trans-
posici6n, sin exageracién, con la mayor fidelidad a la reali-
dad, a la psicologia de los individuos, los alunos reviven
una situacién sin preocuparse por el piiblico: una clase, un
mercado, un hospital, el metro... La actuacién aparece mas
tarde cuando, consciente de la dimensién teatral, el actor
da para un piiblico- un ritmo, una medida, un tiempo, un
espacio, una forma a su improvisaci6n. La actuacién puede
estar muy cerca de la resreaciéno alejarse considerablemente
en las transposiciones teatrales mas audaces, pero nunca
debe desvincularse por completo de la realidad. Gran parte
de mi pedagogia consiste en hacer descubrir esta ley a los
alumnos.
Comenzamos por el silencio porque la palabra olvida, las
més de las veces, las raices de las que nacié, y es deseable
que los alumnos se recoloquen, desde el principio, en una
situacién de ingenuidad primaria, de inocencia y de curiosi-
dad. En todas las relaciones humanas aparecen dos grandes
zonas silenciosas: antes y después de la palabra, Antes, cuan-
do todavia no se ha hablado, uno se encuentra en un estado
otde pudor que permite que la palabra nazca del silencio, y
que asi ésta ~al evitar el discurso, lo explicativo— tenga més
fuerza. El trabajo sobre la naturaleza humana, en estas situa-
ciones silenciosas, permite reencontrar los momentos en
Jos que Ja palabra no existe todavia. E] otro silencio es el de
después: cuando ya no tenemos nada mas que decirnos,
que es menos interesante para nosotros.
Las primeras improvisaciones me sirven para observar la
capacidad de juego de los alumnos: ¢cémo interpretan las
cosas muy simples? ;Cémo permanecen en silencio?
Algunos creen que tienen como condicionante la prohibi-
cién de hablar, pero yo no prohfbo nada, simplemente les
pido que estén callados para que comprendan mejor el
‘fondo de las palabras.
Solo se sale de este silencio por dos caminos: la palabra o
la accién. En un cierto momento, cuando el silencio esta
demasiado eargado, el tema se libera y la palabra toma el
relevo. Asi pues, se puede hablar, pero solamente si es nece-
sario, E] otro camino es la accién: «Hago algo». Al principio
Jos alumnos quieren actuar a toda costa, provocar gratuita-
mente las situaciones. Haciendo esto, ignoran completa-
mente a los otros actores y no acttian con ellos. Pero el juego
de la actuacién no puede establecerse mds que en reaccién
con el otro. Hay que hacerles comprender este fenémeno
esencial: reaccionar es hacer evidente Ja propuesta del
mundo exterior. El mundo interior se revela por reaccién a
Jas provocaciones del mundo exterior. Para actuar no sirve
de nada rebuscar dentro de uno mismo su propia sensibili-
dad, sus recuerdos, e] mundo de su infancia.
52Paraddjicamente, La habitacién de la infanciaes uno de los
mas antiguos temas de improvisaci6n que propongo al prin-
cpio del curso.
Voluiis a ver, después de wn largo periodo de tiempo, la habit
itm de vuestra infancia. Habéis hecho wn largo viaje para
allo, Hegdis ante la puerta, la abris. jCémo vais a abrirla?
{Cémo vais a entrar? Redescubris vuestra habitacién: nada se
ha movido, cada objeto estd en su sitio. Voluéis a encontrar
todas vuestras cosas de cuando erais nitios, vuestres jugguetes,
vuestros muebles, vuestra cama, Estas imagenes del pasado
reviven en vosotres hasta el momento en que el presente reapa~
rece. ¥salis de la habitacién.
‘SEI tema no es el de la habitacién de mi infancia, sino el de
una habitacién de la infancia cuyo redescubrimiento hay
que interpretar. La dindmica del recuerdo es més importan-
te que el propio recuerdo. una situacién dramtica silenciose después del cruce. A con-
tinwacion, una tercera persona pasa y observa a las dos pri-
‘meras, Luego una cuarta, gue mira a las tres primeras.
Poco a poco, reencontramos por acumulacién el tema
precedente, pero tinicamente en su estructura. Ya no hay
decorado imaginario, ni una linea preestablecida, sino sim-
plemente un motor dramatico que puede ser desmontado
yanalizado. A partir de esta estructura basica podemos
extracr y resaltar diferentes subtemas que pueden agrupar-
se bajo el tema general: «El que...». Reducidosa este motor,
los temas psicolégicos se liberan de la anécdowa para llegar
a momentos de actuacién concretos, Permiten mirar con
extrema precision un detalle que se convierte entonces en
elgran tema, «El que cree que... jpero nol»: el que cree que
87le esperan, el que cree que le detestan, el que cree que es el
més fuerte, el que cree que le sonrien.
Extdis sentados en un café. Frente a vosotros, en otra mesa,
alguien os hace un pequerio gesto con la mano, Os preguntdis
si le conoctis? Por cortesia, le respondéis de la misma manera,
Elotro, sintiéndase mas comodo, haré: cosas un proco més atre-
vidas, gestos mds grandes, jugar con un objeto, sonvetr Poco a
poco una connivencia se establece entre as dos, un didlogo de
gestos 0 de signos faciales. Por fin el sujeto se incorpora, se diri-
hacia vosotros sonriendo, Os levantdis a vuesira vee para
recibirlo.. pero él pasa de largo y se dirige hacia alguien que
estaba detrds de vosotros!
Lo importante aqui es la gamadindmica ascendente que hay
que llegar a actuar con todos sus matices. Haciendo crecer
progresivamente esta situacién, se llega a la constitucién de
un verdadero boceto que, silo desarrollamos, nos aproxima
alas estructuras del juego dramatico de la comedia del arte.
Las situaciones son Ievadas hasta el limite: «Alguien tiene
miedo y retrocede; Arlequin tiene miedo y se esconde bajo
Ja alfombra, o jen si mismol». Intentamos siempre llevar las
situaciones més all4 de lo real, inventar un juego que no sea
reconocible en la vida, para constatar juntos que el teatro va
més lejos. Prolonga la vida transponiéndola. ;Un descubri-
miento esencial!
El concepto de gama pone en evidencia los diferentes
momentos de la progresién de una situacién dramatica. Yo
lahe incluido en el tema de los Seis sonidos que realizamos
en improvisaci6n técnica, en una lecci6n colectiva
68Mientras realizcis un trabajo fisico, una accién que compro-
mete al cuerpo en un gesto repetitive (serrar madera, pintar un
muro, barrer), vais a otr seis sonidos, cada uno con una
importancia diferente. Bl primero no lo ois. (Lo que no quiere
decir que no haya reaccién.) El segundo lo ofs pero no le pres-
Udis una atencién particular El tercero es importante, esperdis
aver si se repite. Como no se repite, relajdis vuestra atencién.
El cuarto es muy importante y creéis saber de dinde proviene,
lo cual os tranquiliza. El quinto no confirma lo que pensabais.
Finalmente, el sextoy tltimo es wn avidn a reaccién que pasa
por encima de vuestra cabeza
Esta gama, muy estructurada, sirve de referencia para todas
las gamas que nos encontraremos después en numerosas
situaciones teatrales. El ejercicio es particularmente ti
para comprender la dinamica de progresion de un movi-
miento, pero también para conocer de manera técnica los
movimientos que impone la gama. :Cémo se modifica la
accién segiin la importancia de los sonidos? ¢Cambia el
gesto segiin la importancia que se le da a lo que se oye?
¢Qué relaciones hay entre la acci6n y la reaccién?
Como respuesta a estas cuestiones, constatamos que la
accién siempre debe preceder a la reacci6n. Cuanto mayor sea
el espacio de tiempo entre la accién y la reaccién, més fuerte
ser la intensidad dramdtica, mas grande seré el juego teatral si
elactor sostiene ese nivel. La fuerza dramatica seré proporcio-
nal al tiempo de reaccion. El principio de la gama, que noso-
tros utilizamos muy a menudo, es un medio excelente para
Gescubrir esta ley y para elevar los niveles de la actuacién.
En este trabajo, indico primero los alurnos las diferen-
tes articulaciones del tema, antes de que lo realicen, y des
59pués yo mismo hago los sonidos golpeando un tamboril. Me
convierto en el director de escena del tema, lo que me obli-
gaa dar un riumoa la sucesin de Jos diferentes sonidos. No
puedo darlos regularmente cada cinco segundos. Tengo
que encontrar el ritmo favorable para la realizacion de la
actuaci6n: si espero demasiado tiempo, o si voy demasiado
rapido, el tema se va al traste. El pedagogo se transforma en
director de escena para esta leccién colectiva.
El conjunto de estas primeras experiencias tiende a retardar
cladvenimiento de la palabra. Las consignas de la actuacién
silenciosa llevan a los alumnos a descubrir esta ley fanda-
mental del teatro: el verbo nace del silencio. Descubriran
paralelamente que, por su parte, ¢l movimiento no puede
nacer mas que de la inmovilidad. El resto no es mas que
comentarios o gesticulaciones. «Calla, actiia, y el teatro lle-
gard, éste podria ser nuestro lema. Que haria eco, parad6-
Jjicamente, a las estatuas erigidas a la entrada de los templos
khmers, una de las cuales abre la boca y Ja otra la cierra.
«Primero se habla, después se calla», parecen decir. {Mi
pedagogia pretende todo lo contrario!
/:La méscara neutra
4a neutralidad
“EI trabajo con la mascara neutra viene después de la
7 actuacién psicolégica silenciosa, pero es de hecho el comienzo
*. del viaje. La experiencia me ha demostrado que con esta
mascara ocurrian cosas fandamentales que han hecho de
ella el punto central de mi pedagogia.
60La miiscara neutra es un objeto especial. Es un rostro, llae
riado neuero, en equilibrio, que sugicre la sensacién fisica de
Jacalma, Este objeto, que se coloca sobre la cara, debe servir
para sentir el estado de neutralidad previo a la accién, un esta-
do de receptividad a lo que nos rodea, sin conflicto interior.
Se trata de una mascara de referencia, una mascara basica,
una mascara de apoyo para todas las demas, Bajo todas ellas,
méscaras expresivas o mascaras de la comedia del arte, exis-
te una mascara neutra que sostiene el conjunto. Cuando el
La méscara neutra creada por Amleto Sartori para Jacques Lecoq
61alumno haya sentido ese estado neutro inicial, su cuerpo
) @stard disponible, como wna pagina en blanco en la que
podra imprimirse la escritura del drama. :
%, Una buena mascara neutra es muy dificil de realizar
Evidentemente no tiene nada que ver con las mascaras lar.
as utilizadas en los desfiles o en las manifestaciones. sas
son mascaras de muerte, exactamente lo contrario de la
neutra, Nosotros utilizamos las mAscaras de cuero fabrica-
das por Amleto Sartori, que se inscriben en la filiacion de
(a mascara noblede Dasté, La mascara noble era un poco ea
Ja Japonesa>, pero tenia en comin con Ja neutra el ser igual-
{mente una mascara de calma, sin expresién concreta, en
estado de equilibrio,
“~ Una mascara neutra, al igual que todas las demés, no
debe pegarse al rostro. Se debe mantener una cierta distan-
cia entre la cara y el objeto, pues es precisamente con esta!
distancia con la que el actor puede actuar yerdaderamente.
También es necesatio que sea ligeramente mas grande que
el rostro. La dimension real de un rostro, que se encuentra
por ejemplo en las mascaras mormorias, no facilita el juego
teatral ni su irradiaci6n, Esta observacién es aplicable a
todas las mascaras.
La mascara neutra acrecienta esencialmente la presencia
del actor en el espacio que lo circunda, Lo sittia en un esta
do de descubrimiento, de apertura, de disponibilidad para
recibir. Le permite mirar, ofr, sentir, tocar las cosas elemen-
tales, con la frescura de la primera vez. Se entra en la masca-
Fa neutra como en un personaje, con la diferencia de que
aqui no hay personaje sino un ser genérico newtro. Un perso-
6aaj tiene conflictos, una historia, un pasado, un contexto,
siones. Por el contrario, la mascara neutra estd en estado
te equilibrio, de economfa de movimientos. Se mueve lo
‘sto, dentro de una economia de sus gestos y de sus accio-
nes, Trabajar el movimiento a partir de lo neutro proporcio-
tna los puntos de apoyo esenciales para la actuacion, que Ile-
sara después. Porqne cuando conoce el equilibrio, el actor
expresa mucho mejor los desequilibrios de los personajes o
de los conflictos. Y para aquelios que, en la vida, estén en
conflicto consigo mismos, con su propio cuerpo, la mascara
peutra les ayuda a encontrar un punto de apoyo donde res-
pirar libremente. La mascara neutra constituye una refer
cia para todos.
__ Bajo una mascara neutra, el rostro del actor desaparece y
“el cuerpo se percibe mucho més intensamente. Por lo gene-
ral, al hablar con alguien se le mira ala cara Bajo una mas
cara neutra lo que se mira es el cuerpo entero del actor. La
mirada es la mascara, y el rostro jes el cuerpo! Todos los
movimientos se revelan entonces con especial potencia
Cuando un actor se quita su mascara, sila ha actuado bien,
su rostro esta relajado, Sin haber visto lo que ha hecho, sim-
\ plemente con observar su rostro al terminar fa actuacién,
yo podrfa saber sila ha «llevado» verdaderamente. La mas-
cara ha extraido de él algo que lo ha despojado de artificio
Ahora su rostro es muy hermoso, disponible. Una vez adqui-
rida esta disponibilidad, ya puede prescindirse de la masca-
ra sin miedo ala gesticulacion o al gesto ilustrativo, ;El tra-
bajo de la mascara neutra se termina sin mascara!
La primera leccién es el descubrimiento del objeto.
Comienzo mostrando la mascara. Los alumnos la tocan, s€
6i
3
la ponen, prueban diferentes gestos para sentirla. Estos
acercamientos son importantes porque esta méscara prove:
caaveces extraiias reacciones en el primer contacto: algu §
nos tienen una sensacién de ahogo, no la soportan sobre sy"
Tostro; Otros, esto es mas raro, se arrancan la mascara, Cada 4
vez que los alunos pasan por primera vez bajo la mascara
neutra, les pregunto qué es lo que han sentido, y les pido S
que lo expresen aunque no sea mas que con una sola pala}
bra. Algunos no dicen nada y esta muy bien, Otros «deseu.
bren su cuerpo», 0 constatan que «es més lento», Todas !
estas impresiones, recogidas inmediatamente después dela 4
primera experiencia, no requieren ningén comentario, |
Son acertadas. Yo les dejo hablar. No debo decirles qué hay
que hacer para actuar bien bajo la méscara neutra. El técni-
co podria hacerlo, pero el pedagogo debe prohibirselo a'gi |
mismo. Decirselo a los alumnos seria el mejor medio para’
que no pudiesen llevarla. Estarfan demasiado preocupados
por hacerlo bien, cuando lo primero que tienen que hacer.
es sentir las cosas.
El primer tema pedagégico es el del Despertar.
En estado de reposo, relajadas en el suelo, pido a los alumnas
que ase despierten por primera vew». Una vex despierta la més-
cara, gqué puede hacer? ¢ Como jpuede maverse?
El tema se representa en una leccién colectiva, con siete u
ocho alumnos delante de los demas, pero cada uno actia su
propio despertar. No se trata de una improvisaci6n realista:
al indicar que es la primera vez, se esencializa el tema convir-
tiéndolo en un tema genético.
64gata mprovisacién conduce a constataciones que se repiten
con regularidad. Algunos alumnos tiencen a mover prime-
fous manos, Sus pies, a descubrir su propio cuerpo, mien-
tas un fenomeno extraordinario se presenta ante ellos: jel
gspacio! Hay que decirles entonces que no se trata de etno-
togia, que importa poco saber cusintas falanges tiene el
hombre, que discutir con su propio cuerpo no sirve de
nada, sino que se trata, simplemente, jde descubrir el
Mundo! Otros incentan comunicarse con otra mascara, que
‘actiia al mismo tiempo que ellos. Se miran con insistencia,
sin que ninguno de las dos pueda responder. En realidad, la
mascara neutra no se comunica jams, cara a cara, con otra
miscara, ¢Qué puede decirle una méscara neutra a otra
mascara neutra? jNada! Lo tinico que pueden hacer es
encontrarse al mismo tiempo, una junto a la otra, frente a
uin acontecimiento exterior que les interese,
Durante estos primeros acercamientos, una idea ronda a
veces por el grupo: la de que la mascara neutra tiene una
dimensién mistica o filoséfica. Algunos querrian que no
fuera ni hombre, ni mujer. Hay que reconducirlos entonces
hacia la observacién de los cuerpos: el hombre y la mujer
no son idénticos. La mascara neutra no es una mascara simn-
bélica. La idea de que todos los individuos se parecen es
ciertay, ala ver, totalmente falsa. La universalidad no es la
uniformidad, Para desmitificar este aspecto, les propongo
temas particularmente realistas de la vida cotidiana, clichés
muy melodramaticos, con el fin de demostrarles que la neu-
tralidad se encuentra también en estos temas. Asi sucede,
por ejemplo, en Et adi al barco,Un amigo muy querido sz embarca en un bugue para ir myy
Lejos, al otro extremo del mundo, y se supone que no le volver. y «empujarse/tirar de si mismo».
La ondulacién inversa es igual que el movimiento preceden-
te, pero realizado al revés. En lugar de partir del apoyo de
los pies sobre el suelo, se parte de la cabeza, que comienza
el movimiento tomando apoyo sobre un punto del espacio
exterior que nos atrae. La imagen del pajaro ayuda a reali-
zar este movimiento:
Un pajaro se encuentra frente a mi, y yo lo miro en Ia lgjanéa.
Se eleva en vertical por encima de mi cabeza, mi mirada lo
13sigue. Va a posarse, y me aparto. Se ha posado, to miro ened «
suelo, Luego alza el vuelo hacia ef horizonte,
n este movimienco,
se pone a disposicién de los sucesos que acontecen,
Entramos en una relaci6n que no es solamente de accién,
sino de indicaciin dramética. Si la ondulaci6n ¢s una accién
partir de la cabeza el cuerpo entero
voluntaria, efectuada desde un punto hasta otro, pata des.
plazarme o desplazar algo, la ondulacién inversa esta siem-
pre al servicio de una reaccién dramatica. En realidad todo
drama invierte las técnicas de la ac
La ondulacién y la ondulacién inversa tienen en comin el
tansito por cuatro grandes actitudes: el cuerpo hacia ade-
Tante, el cuerpo en vertical, el cuerpo hacia atrés y el cuerpo
encogido. Pido a los alurnnos que adopten sucesivamente
estas actitudes, y luego, en el desarrollo de este recorrido
fisico, les pido que sientan los diferentes transitos por las
edades de la vida: la infancia, la edad adulta, la madurez y la
vejez. La posicién del cuerpo hacia adelante, los rifiones
arqueados, la cabeza levada hacia adelante, nos sugiere un
estado de infancia, a imagen de Arlequin, La actitud del
cuerpo vertical remite a la mascara neutra, ala madurez del
hombre en su edad adulta. El otofio de la vida, periodo
digestivo, nos sitda detras del eje vertical, en retirada, {Es la
edad del retiro! Por iltimo, en la vejez, uno se encoge y
reencuentra la posici6n fetal.
En equilibrio entre los dos movimientos precedentes, Ja eclo-
signse desarrolla a partir del centro. Al comenzar -se trata de
una actitud encogida en el suelo~, el cuerpo ocupa el menor
4espacio posible, para llegar al final del movimiento la «cruz
dita», de pie, piernas y brazos separados, en extensi6n, los
prazos por encima de Ia horizontal, La eclosién consiste en
asar de una actitud a Ja otra, sin ruptura, poniendo en
vr ecién todas las partes del cuerpo al mismo tiempo. Los bra-
40s y las piernas llegan simulténeamente a la posicién de
extension, sin que ninguna parte del cuerpo preceda ala
otra. La dificultad est en encontrar exactamente ese equili-
sbrio y esa dinémica. Demasiado a menudo, la parte superior
del cuerpo Hega antes que la inferior, simplemente porque
agente piensa més en ella. La eclosi6n es una sensacin glo-
bal que hay que descubrir, y que puede ser realizada en los
dos sentidos: en expansi6n y en concentracion.
Después de haber trabajado cada uno de los movimientos
asics, propongo los ératamientos del ejercicio. Llamo trata-
rmientoz un conjunto de variaciones destinado a explorar dife-
rentes posibilidades del movimiento. A partir del gesto sim-
ple analizado, provoco, como en genética experimental,
‘diferentes manipulaciones con el fin de ayudar a los alumnos
a ensanchar su campo expresivo. Los grandes principios de
Jos tratamientos técnicos son: ampliacién y reduccién, equilibria y
respiraciin, desequilbrio y progrsion. Estos principios son aplicar
dos 2 todos los movimientos basicos analizados, y luego utili
zados en todas las acciones fisicas, para ser finalmente adapta-
dos a la actuaci6n en si misma ya los sentimientos.
Comenzamos siempre ampliando el movimiento al maximo
para buscar su limite en el espacio hasta la maxima exten-
sion posible sin perder el equilibrio. Ampliar la ondulacion
‘al maximo, es llegar a posiciones de equilibrio en el espacio
18ia delante y hacia atras. Después de lo «x
al seguimos ej
, hasta e]
proceso inverso para redusirel mismo movimie
punto en que ya no pueda ser percibido desde e] exterior,
Nos encontramos entonces con el limite opuesto, que resul-
taser la respiraci6n, en inmovilidad aparente.
Exuilibioy respiracién son los limites extremos de todo movi-
miento que pueden adaptarse al juego actoral. En improvise:
cién, partimos generalmente de una situacién sencilla para
ampliarla al maximo, aumentando los sentimientos hasta el
limite, antes de reducirla, Partiendo de la sonrisa, intentamos
reirnos hasta morir, antes de volver a una risa intermedia. Fl
actor que ha practicado este ejercicio, que ha experimentado
el limite superior de la risa, estard disponible para reaccionar
muy sutilmente en cualquier drama psicolégico de manera
vivida. La dimensién completa de la risa estara presente en su
actuaci6n, En este proceso pasamos del expresionismo al
impresionismo, del cuerpo en accién a la mirada en acci6n: el
cuerpo transfiere a los ojos sus movimientos.
Por ultimo, exploramos la situacién: ma
tes: llevar un movimiento hasta mas all4 del equilibrio es
provocar el desequilibrio, entrar en la caida, y para evitar
sa caida inventamos la locomocion. ;Avanzamos| Esta regla
es vilida tanto para el movimiento fisico como para el de los
sentimientos.
alla de los limi-
En el trabajo del actor, es importante empezar por actuar al
principio muy grands, para sentir las lineas de fuerza, los gran-
des y mas simples rasgos del personaje. Ya habrd tiempo, mas
tarde, de matizar en una actuacién mas intima. La interpreta:
cién psicolégica debe ser una resultante de la actuacién
ampliada en el espacio. Siempre me ha llamado la atencién
neel hecho de que algunos grandes actotes, capaces de una
‘actuacidn intima muy potente, hayan comenzado trabajando
en otto terveno: jJean Gabin hizo musichall antes de llegar a
ser elactor que ahora conocemos! Esta forma de trabajar que
propongo es muy diferente de la que se observa en algunas
formaciones, donde se comienza pidiéndoles a los actores
que actiien «pequefio» y luego que agranden progresivamen-
tesu interpretaci6n. jEs indtil! Entonces es cuando los acto-
res se vuclven exteriores, cuando «fabrican»
Hacer surgir las actitudes
Cuando abordamos la mascara neutra tenemos necesi-
dad de hacer surgir del cuerpo uma serie de actitudes que
aseguren la estructuraci6a del movimiento, més allé del
gesto natural. Llamo adtitud a un tiempo fuerte, cogido en
cl interior de un movimiento, en inmovilidad. Es un
momento de stop que se puede colocar al principio, al final
en un momento de transicion. Cuando se lleva un movi-
miento hasta su punto limite se descubre una actitud
Dirijo este trabajo a partir de las «nueve actitudes», una
secuencia de movimientos inscritos en un repertorio, que
yo pido a los alumnos que realicen encadenadamente.
Este ejercicio da a la pelvis, al tronco ya la cabeza una rig
dez que va contra el movimiento natural, Colocandonos a
favor de un acercamiento artificial, indispensable en toda
transposicién artistica (en la mascara neutra, en la comedia
del arte), actamos contra la naturaleza para poder hablar
mejor de ella. Una ver llevado a cabo el encadenamiento y
dominadas las actitudes, intervienen de nuevo los tratamien-
tos: ampliar/reducir, equilibrio/respiracién, seguidos de las justifi-
urcaciones draméticas que dejamos que descubran los alamtios
(vo miro, yo me doy la vuelta, etc...). Intervienen asimismo
todas las variaciones posibles, especialmente las de la respi
cién. Basta con que se aplique a un movimiento una contras
respiracién y su justificacién sera diferente. El ejemplo de 1
adidses sin duda, a este respecto, el mas elocuente:
Estoy de pie, levanto un brazo a la vertical para decir adiés a
alguien.
Si este movimiento se realiza inspirando al levantar el brazo,
y luego expirando al bajarlo, nos encontramos con un sent.
miento positivo de adiés. Si se hace lo contrario, Jevantar él
brazo en la expiracién y bajarlo en la inspiracién, el estado
dramatico es entonces negativo: no quiero decir adiés pero
estoy obligado a hacerlo.
Ona posibilidad: inspirar, hacer el movimiento en apnea
alta yno expirar hasta después del gesto, y legamos entonces
al saludo fascista. También, por tltimo, es posible lo contra:
rio! expirar, hacer el movimiento en apnea baja, y luego insp-
rar. En este caso no hay duda de que tengo una bayoneta con-
tra la espalda que me obliga a hacerlo. Todos estos matices de
respiracién se aplican a las nueve actitudes y cambian profun-
damente las justificaciones dramaticas producidas,
Las nueve actitudes y sus justificaciones draméticas son inte-
resantes porque contienen contradicciones. «El gran Arle-
quin», en movimiento de la pelvis hacia atras, puede sugerir
tanto un sentimiento de reverencia, como un gesto de
miedo o de dolor de estémago. Nunca hay una sola justifica-
cién y, frecuentemente, la contraria también es posible
us- a
1. Elsamucai 2. Lamesa
8.Elgran Aclequinn!1 4. La inclinacién hacia adelante
5. Lasalida de cadera 6, La salida de cadera en expejo
A
7. Elgiro.con inclinaci6n haciadelance 8, Elgran Arlequin nt?
N
—o—_
i)
8. Lamesa 1. El samurai
Las nueve acticudes,
cs ngTodas las grandes actitudes tienen miltiptes posibiiid:
por eso son eminentemente teatrales y pedagdgicamente
ricas, A los alumnos les corresponde aventurarse, descttbrir
todas las posibilidades, especialmente en los transitos de
una actitud a otra. Son ellos los que han de descubrit la
importancia que tiene para el actor el conser var la estructn.
racin de estas actitudes, incluso en su versién reducida, la
més intima,
El concepto de actitud se vislumbra en todos los grandes
actores, sea cual sea el estilo o la naturaleza del teatro que
interpreten, porque, en realidad, lo que el ptiblico pide es
leer actitudes. El gesto difuso no es deseable en el teatro,
salvo que se trate de una reivindicacién temporal para
Juchar contra una codificacién estancada de ciertas actitu-
des, Esta fue la gran experiencia del Living Theatre al final
de los aiios sesenta, cuando hizo explotar el cédigo a través
del grito, pero después de esta necesaria revolucién, hubo >
que volver a construir. Este es el descubrimiento que deseo
para mis alumnos: partir del gesto natural mas simple para
Hegar al teatro mas elaborado. Porque cuanto mas elabora-
do est el teatro, mas grande es,
sil
Buscar la economia de las acciones fisicas
El mimo de accién es nuestra base para analizar las accio-
nes fisicas del hombre. Consiste en reproducir una accion
fisica con la mayor exactitud posible, sin transposicién,
mimando el objeto, el obstaculo, la resistencia. Para ello uti-
lizo los gestos de los oficios basicos, el barquero, el paleacor, el
excavador, el lefiador, o los de los deportistas, auparse a la harva
fia, levantar pesas, El mimo de accién se aptica igualmente a
120Ja mmanipulacion de objetos: abrirwna mrleta, cerrar una puer-
ta, tomar ure tata de th
Sin entrar wunca en ta psicologia, investigarnos la accion.
fisica en su forma més econdmica, para que sirva de refe-
iencia, Como anteriormente, estos movimientos son anali-
zados primero desde un punto de vista técnico antes de ser
Hevados al maximo y luego reducidos, para descubrir su
contenido dramatico con el fin de rehuir las formas estan-
caclas del «mimo»
Para evitar la tendencia a la mera técnica o al virtuosismo gra-
tuito no nos limitamos nunca al anilisis de movimientos aisla-
dos, sino que incluimos los gestos en secuencias dramatiza-
das, con un principio y un final. La secuencia llamada «del
muro», formada por cincuenta y siete actitudes muy precisas,
permite un encadenamiento en un movimiento global.
Os persiguen en una ciudad, os escondéis en el hueco de la
puerta de un garaje, al fondo de un callején sin salida.
Vuestro perseguidor pasa de largo ante vasotros sin veros.
Vuestra tinica escapatoria es un muro, al otro lado de la calle,
que tenéis que franquear. Echdis a correr, trepdis y saltéis al
otro lado. Desgraciadamente, vuestro perseguidir 0s ha visto y
32 estd allé espertindoos.
Esta frase! es analizada actitud por actitud, y los alumnos
trabajarn una tras otra. Sélo cuando las conocen bien, que-
TS Praveen el original. Lecog utlisa este rérraino para diferenciarlo de
secuencia o encadenamiento. Una frase de movimiento ene un sentido =sin-
ticticor en la relacion de los movimientos entre sf, que no tienen por qué
tener Ia secuencia 0 el encadenamiento.
11Auparse
Levantar/llevardan libres para empefiarse en Ja bésqueda de la actuacion y
descubrir el ritmo de la frase. En este caso se trata de una
disciplina del cuerpo al servicio de la actuacién. De un con-
dicionante al servicio de la libertad.
‘A continuacién, la misma frase es propuesta, en auto-
curso, en un ballet colectivo que suprime el sentido de las
acciones y toda dimension dramatica para conservar sola-
mente los movimientos sobre una miisica. Se pueden dar
algunas reglas: un movimiento se puede repetir varias veces,
individual o colectivamente, en conjunto o por partes.
El mimo de acci6n nos lleva a descubrir que todo lo que
hace el hombre en su vida puede resumirse en dos acciones
esenciales: «ermpujar y tirar de». Nunca hacemos otra cosa!
Estas acciones se declinan en «me empujan y tiran de mi»,
cempujarse y tirar de si mismo, y se desarrollan en mile
ples direcciones: de frente, a os lados, hacia atrés, en diago-
nal... Yo lo lame, la rasa de los esfuerzos.
Se trata de un espacio direccional adaptable a todos los
movimientos del hombre, ya sean fisicos 0 psicol6gicos, ya
sea un simple movimiento del brazo o una pasién devorado-
ra, un gesto de cabeza 0 un deseo profundo, todo nos remi-
te siempre a «tirar de/empujar
Arlequin se niega air a la guerra. Alrededor de él todo et
‘mundo trata de convencerlo. El comienza por negarse categin-
camente, se obstina; luego, progresivamente, se va dejando
convencer, para acabar aceptando. Todos entonces se alegran,
‘pero él se retracta... Por fos, decide tr solo al frente, en primera
linea, dispuesto a matar a todo bicho viviente, Intentan enton-
138ces hacerle comprender que eso pruede ser peligroso, que quizd
podria quedarse en la rétaguardia. No hay nada que hacer.
Ahora es él quien arrastra a todo el mundo, mientras los
demés tratan de retenerlo,
La estructura motriz de este tema (oscilacién de la situa:
cién) puede resumirse esencialmente en «tirar de/empu-
Jar», con variacion de Los niveles y después inversion de las
fuerzas:
Emprujo a alguien para que avance... él se niega
Me adelanto a ély le tivo de la mano... él resiste
Tivo mas fuerte. él tira de mé en sentido opuesto
Tiro todauita mas fuerte. cede
Viene hacia mi... me sobrepasa
Me arrastra... yo resisto
Lo suelto... se escarpa
En la rosa de los esfuerzos hay tres direcciones principales: las
verticales, las horizontalesy las diagonals. La acciGn del remero
(sentado o de pie), asf como la del aserrador son horizonta-
les, Son un iry venir entre empujary tirar de. Tocar las cam-
panas, trepar, levantar, llevar, lanzar el disco como los anti-
guos griegos son acciones verticales. Por tiltimo, los
movimientos diagonales se dan en el lefiador, 0 en el bar-
quero que hace avanzar su barca con una pértiga.
Estos tres movimientos estin relacionados con tres mun-
dos dramaticos diferentes. El «tirar de/empujar» de frente
cortesponde al «ti y yo». Hay un didlogo con otro, tal como
Jo encontramos en la comedia del arte o en el clown. El movi-
miento vertical sitita al hombre entre el cielo y la tierra, entre
1%el cenity el nadir,” dentro de un contexto tragico. La trage-
dia siempre es vertical: sus dioses estan en el Olimpo. Los
bufones también, pero en sentido opuesto: sus dioses son
subterréneos. En cuanto a la diagonal, es sentimental, lirica,
se desvanece sin que sepamos donde volverd a aparecer: nos
hallamos ante los grandes sentimientos del melodrama.
Todos los territorios del teatro se pueden ‘situar en el
Rosa de los esfuerzos
1 Nadir en el original y eambiéa en espaol, El diccionario de la RAE to
registra como «punto de a esfera celeste diametralmente opuesto al cenit»
125espacio de manera muy precisa, y los movimientos fisicos
que estudiamos, desd simpies a los 194s complejos,
se circunscriben en estas dimcasiones dramaticas. ;Si amo,
tiro hacia mi! ;Si odio, empujo!
Analizar las dindmicas de la naturaleza
Al analisis de los movimientos del cuerpo humano, le
sigue el andlisis de los movimientos de la naturaleza: los ele-
‘mentos, las materias y los animales, realizado paralelamente
con las identificaciones. Los movimientos suscitados por la
improvisacion se vuelven a trabajar de manera técnica, tra-
tando de poner en evidencia las diferentes partes del cuer-
po que se encuentran implicadas en el movimiento
Los cuatro elementos (el agua, el fuego, el airey la tierra) se
abordan en sus diferentes manifestaciones, Respecto al agua,
se trata tanto de descubrir el estanque como el lago, el rio, el
mar. Observamos, por ejemplo, el movimiento de un cuerpo
confrontado con el mar: es levantado por el agua, rechazado
por las olas, arrastrado en una lucha desigual por adentrarse
en él. El agua es una resistencia en movimiento contra la que
hay que luchar para poder reconocerla, S6lo a partir de la
pelvis esa sensaci6n global puede transmitirse al conjunto del
cuerpo, Insistimos en la implicacién de la pelvis para evitar
los gestos de los brazos y de las manos, que tienen tendenciaa
representar él mar sin llegar a sentirlo nunca
Elfuego nace del interior. Su origen esta en la respira:
cién y el diafragma. Dos movimientos se distinguen en el
fuego: por una parte la combustion, por otra la llama,
Comenzamos por la combustién, al nivel del diafragma,
Para descubrir progresivamente los ritmos del fuego y cons-
16tatar, répidamente, que la justificacién dramdtica se en-
cuentra en la célera, Las llamas s6lo aparecen en una segun-
da fase, después de la cual podemos trabajar otras imagenes
interesantes, el agua en ebullicién, por ejemplo.
Bl aire se descubre a través del vuelo. Corriendo por la
sala, con los brazos extendidos como un planeador, experi-
mentamos la posibilidad de tomar apoyo sobre el aire, que
no es un vacio, sino un elemento de sostén. Demanda la
implicaci6n de todo el cuerpo. En su dimensién més extre-
ma, el aire, transformandose en «los grandes vientos», actiia
sobre el hombre, lo empuja, lo arrastra. Pero, inversamente,
cl hombre también puede actuar sobre el aire, moverlo con
un abanico.
Por tiltimo, trabajamos la tierra como una arcilla moldea-
ble que podemos amasar, alisar, estirar. Aqui la sensacién
parte de las manos y de la manipulaci6n, para irse extendien-
doa todo el cuerpo. Si bien es facil experimentar sensaciones
a partir de las manos, también es importante implicar al resto
del cuerpo, la pelvis, el plexo, en una confrontacién con una
tierra arcillosa imaginaria. A partir de la tierra que manipulo
paso a ser, progresivamente, la arcilla manipulada.
Las materias tienen como caracteristica principal la de ser
pasivas y manifestarse sdlo a través de sus reacciones. Sus
movimientos sélo pueden ser analizados cuando son agre-
didas. Hay que arrojar, estrujar, amasar, desgarrar, romper
una materia para poder observar su reaccién. Y hay que
tener cuidado, en este proceso, en no confundir la materia
con el objeto que constituye. Sise tira una bola de madera al
suelo, no es la madera la que rueda, sino la bola. Sila bola es
de plomo, rodard de otra manera, pero siempre rodara. Sin
127+ embargo, es la madera, o el plomo en si misma, lo que nos
importa. Para abordar técnicarnente el andlisis de las mate-
rias, las he catalogado en diferentes tipos.
En primer lugar las que se deforman, de una vez para siem
pre, cuando se actiia sobre ellas: el plomo arrojado al suelo,
la tierra que sc aplasta, un alainbre que se dobla. Yotras tan-
tas materias que, una vez agredidas, ya no se modifican. La
analogia dramética podria ser: «Lo dicho dicho estél».
En el lugar opuesto estan las materias elésticas, que, una
‘vez estiradas, tienen la nostalgia del retorno a Ja forma ini-
cial, aunque nunca llegan a recuperarla totalmente. Aqui
tenemos innumerables variantes: las gomas, los cauchos,
algunos tipos de fibras. Cuanto més se tira de ellas, mas se
fatigan y menos consiguen volver a su forma original. Esta
dinamica de la nostalgia y de la fatiga es muy interesante
draméticamente.
Acontinuacién vienen las huellas, las heridas, las arru-
gas, los pliegues que se observan en los papeles estrujados,
que también intentan volver a su forma anterior, pero con
mucha més dificultad que las materias elasticas. Aparece
entonces la dimensién puramente trégica, diferente segiin
Ja naturaleza y la calidad del papel utilizado. La tragedia del
papel de periédico no es la misma que la del papel estampa-
do, el drama del papel de carniceria es diferente al del
Papel de cartas reciclado. jLas cicatrices de la nostalgia del
paraiso perdido son innumerabies!
Por ‘iltimo encontramos las rowuras, los jirones, los
Vidrios resquebrajados, los cristales hechos afticos, las explo-
siones. Aqui, quiz4 mas que en ninguna otra parte, se trata
de nosotros, de nuestras diversas heridas.
128La lluvia, en el patio donde la miro caer, desciende a veloci-
dades muy distintas. En ¢l centro es una fina cortina (0 red)
discontinua, una caida implacable, pero relativamente
lenta, de gotas probablemente bastante ligeras, una sempi-
terna precipitacién sin vigor, una intensa fraccidn de meteo-
To puro. A poca distancia de los muros de la derecha y de la
inquierda caen, mas sonoras, las gotas més pesadas, indivi-
dualizadas. Aqut parecen del grosor de un grano de trigo,
alla det de un guisante, en otro lugar casi del de una bola de
billar. Sobre las molduras, sobre el antepecho de la ventana,
Ia lluvia corre horizontalmente, mientras que por la cara
inferior de estos mismos obstéculos se desliza suspendida en
convexas orlas. A lo largo de la superficie de un pequeio
tejado de cine que destaca la vista, chorrea en una capa muy
fina, tornasolada por las variadas corrientes que originan las
imperceptibles ondulaciones ¢ irregularidades de la cubier-
ta, Desde el canalén adyacente, por donde fluye con la con-
tencion de un arroyo encajonado en suave pendiente, cae
de sdbito en un hilo perfectamente vertical, bastante burd-
mente trenzado, hasta el suelo, donde estalla y rebota en bri-
antes y diminutas agujas.
Cada una de estas formas tiene un ritmo particular, al
que corresponde un ruido particular. El conjunto late con la
intensidad de un complejo mecanismo, tan preciso como
azaroso: como un mecanismo de refojeria cuyo resorte fuera
‘el peso de una masa determinada de vapor en precipitacién.
El repiqueteo al pie de los hilos de agua verticales, el gor-
goteo en los canalones, los mindsculos golpes de gong, se
multiplican y resuenan al unisono en un concierto sin
monotonfa, pero no sin delicadeza,
Cuando el resorte se ha detenido, algunos engranajes
129contindan funcionando por un tiempo, cada vez més lenta-
mente, hasta que toda la maquinaria se paraliza. Entonces, i
elsol reaparece, todo se borra répidamente, e! brillante apa-
rato se evapora: ha llovido.
Francis Ponce, «Lluvias
Lavoluntad de ser dz las cosas
©Fditions Gallimard, 1942
130Mas alla de la agresién fisica, las materias tienen la capaci-
dad de ser transformadas por el fifo y el calor. Las fundicio-
nes, las evaporaciones, las solidificaciones, son ricas en ana-
logias dramaticas que, por otra parte, se encuentran en el
lenguaje cotidiano: «me derrito de atnor por ti», «este hom-
bre es un bloque de hielo», «la situacion se ha bloqueado»,
«da reuni6n se ha roto», «me ha hecho polvo con su inter-
vencién~... Cuando trabajamos tomamos estas expresiones
al pie de la letra, en el cuerpo mismo de las palabras.
La cocina, claro esta, ofrece grandes posibilidades de
anélisis y de actuaci6n gracias a la cocci6n. ¢Quién llega pri-
mero a la sartén cuando se rompe un huevo, Ia clara o la
yema? Cada alumno ha de freir realmente un huevo para
‘comprobar, antes de representarlo, que la yema arrastra tras
ella a la clara, mucho més ligera. Luego pasamos a exten-
derlo en la sartén y a las diferentes fases de la coccién: el
temblor gelatinoso, el estremecimiento de los primeros
calores, la solidificacién progresiva, las primeras quemadu-
ras, la carbonizacién. ;Seguimos analiticamente la Pasion
del huevo, desde que la gallina lo pone hasta que se convier-
te en la tortilla!
El anilisis técnico de las materias pasa por tiltimo de la mani
pulacién de la materia a la representaci6n de la materia
misma. Cuando abordamos los aceites, los alunos comien-
zan por ser Ia botella de aceite, en el interior de la cual, gra-
cias a los movimientos de la pelvis, pueden experimentar las
dindmicas del aceite envasado, antes de verterlo en el suelo y
pasar a ser, en ese preciso momento, el aceite mismo.
‘Observamos la caida del aceite que sale de la botella con fuer-
zayy precipitacién, y luego cémo se extiende sobre el suelo,
131como si no fuera a parar nunca. Todo es cuestién de ritmo y
fuidea, dificiles de conseguir cuando los codos y las rodillas,
golpedndose contra el suelo, vienen a recordarnos que tene-
mos un esqueleto. Técnicamente, lo que importa ¢s retener
el movimiento, no extenderse demasiadio rapido, afin de irlo
més lejos posible en el tiempo y en el espacio.
El cuerpo del otro puede ser igualmente utilizado como si
fuera una materia: torcer un cuerpo como una barra de hie-
rro, arrugarlo como un papel. Un actor aferra a otro, lo
arruga y lo tira al suelo, y luego este tltimo prosigue solo
con la reaccién del papel que se despliega. Este tipo de ejer-
cicio implica una precisin por parte de los dos actores,
tanto del que acciona como del que reacciona, para asegu-
rar una verdadera continuidad de la resistencia de principio
a fin del movimiento. Una experiencia similar se lleva a
cabo con el globo: un alumno «infla» a otro progresivamen-
te y variando los ritmos del soplo; después lo lanza brutal-
mente al aire o bien, por el contrario, lo pincha para hacer-
Jo estallar. También aqui el trabajo se hace a dito, en una
relacién de escucha y de reaccién preparatoria a cualquier
actuacién del actor.
Al término de estas experiencias, los alumnos habrin sentido
todos los matices posibles existentes entre las diversas mate-
ras y en cl interior de cada una de ellas, las calidades de los
aceites, los humos, los papeles, los metales, las maderas, etc.
Las dindmicas de las materias se convierten en un lenguaje
que les serviré a lo largo de todo su trabajo artistico, Podran
decirse: «(Eres demasiado aceite; no eres suficiente plomo; sé
diamante», Este lenguaje analégico es, ala ver, rico y preciso,
més alld de cualquier acercamiento psicolégico. Si alguien
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