Universidad de San Carlos de Guatemala - USAC –
Centro Universitario de Jutiapa – J U S A C –
Licenciatura en Contaduría Pública y Auditoria
CURSO: Derecho II
Lic. Brénan Alexander Polanco Escobar
Integrantes:
Carlos Fernando Orellana Aquino 201841043
Gloria Stephanie Retana Vásquez 201841139
Katherine Anamaría Samayoa Vásquez 201840181
Karen Melisa Milián Rodríguez 201845811
Sergio Danilo Rivera Ramírez 201840515
Madelyn Nataly Martínez Sandoval 201845891
Jutiapa, 7 de marzo de 2020
Índice
Introducción......................................................................................................................................3
Objetivos...........................................................................................................................................4
Generales.....................................................................................................................................4
Específicos...................................................................................................................................4
Principios del derecho mercantil...................................................................................................5
La verdad sabida.............................................................................................................................7
La buena fe guardada.....................................................................................................................9
Importancia del principio de buena fe.....................................................................................10
Historia de la vedad Sabida y buena fe guardad en Guatemala............................................12
La verdad sabida y las Ordenanzas de Bilbao......................................................................12
Código de 1877..........................................................................................................................13
Código de Comercio de 1942..................................................................................................13
Código de Comercio de 1970..................................................................................................13
Toda prestación se presume onerosa........................................................................................14
Intención del lucro.........................................................................................................................16
Ante la duda deben favorecerse las soluciones que hagan más segura la circulación.......17
Otros principios..............................................................................................................................18
Consensualismo:...................................................................................................................18
Autonomía de la voluntad:....................................................................................................18
Inalterabilidad.........................................................................................................................18
Recomendaciones.........................................................................................................................19
Conclusión......................................................................................................................................20
E- grafía..........................................................................................................................................21
Introducción
La realización de los diferentes contratos mercantiles se debe de cumplir conforme
a los principios filosóficos del derecho mercantil para poderlos interpretar y
ejecutar, es por eso que en el presente trabajo se dará a conocer, en que consiste
cada uno, la importancia de aplicarlos y la historia de cómo surgieron los principios
que se encuentran regulados en el código de comercio en su artículo 669 para
llevar a cabo los contratos mercantiles. Así mismo se exponen los principios de:
Toda prestación se presume onerosa, Intención de lucro, y Ante la duda deben
favorecerse las soluciones que hagan más segura la circulación, que han surgido
por la doctrina y que se aplican en cada rama del derecho mercantil en particular.
Objetivos
Generales
Definir que es un principio.
Conocer los principios del Derecho Mercantil.
Identificar las diferencias de los principios generales del Derecho Mercantil.
Específicos
Determinar la importancia del principio de buena fe guardada.
Verificar el origen del principio de la verdad sabida.
Describir la historia del principio de Verdad Sabida y Buena fe Guardada.
Considerar la aplicabilidad de los principios en la resolución de problemas.
Principios del derecho mercantil
Para entender los principios del derecho mercantil es necesario tener una noción
de lo que es principio. Se puede decir que principio es la “máxima o norma”, como
lo expone De Piña y Vara en su diccionario de derecho. El diccionario de la lengua
española señala que principio es el “primer instante del ser de algo”, el mismo
diccionario nos da una idea más acertada dentro del ámbito del derecho siendo el
principio la “norma o idea fundamental que rige el pensamiento o conducta”.
El diccionario del español jurídico de la real academia de la lengua española indica
que principio es la “norma no legal supletoria de ella y constituida por doctrina o
aforismos que gozan de general y constante aceptación de jurisconsultos y
tribunales”.
Ya con la noción de lo que es principio de forma general, se puede presentar una
definición de principios generales del derecho, como señala el tratadista Guillermo
Cavanellas en su diccionario de derecho usual, en el cual da a entender a los
principios cómo los axiomas o máximas jurídicas recopiladas de las antiguas
compilaciones, o sea las reglas del derecho.
En síntesis, los principios generales del derecho son “las normas, ideas
fundamentales, aforismos, axiomas o máximas jurídicas universales las cuales son
absolutas y que tienen una completa aceptación por parte de los juristas y sirven
de base a los juzgadores al momento de emitir resoluciones”.
Ya entrando en materia del derecho mercantil, hay que conocer y ser conscientes
que el derecho mercantil al ser una rama del derecho y ser autónoma, posee
principios que la rigen, con el fin de que todos aquellos actos de comercio que se
realicen estén revestidos de legalidad y se puedan cumplir a cabalidad con los
fines del derecho mercantil.
Los principios generales del derecho, se pueden dividir para efectos de estudio en
general y especiales, los primeros son aplicables a todo sistema jurídico, en tanto
que los especiales se aplican a cada rama jurídica en particular.
El Dr. VIllegas Lara, guatemalteco, señala: “Los principios que inspiran al derecho
mercantil” son:
1. La verdad sabida
2. Buena fe
3. Toda prestación se presume onerosa.
4. Intención de lucro.
5. Ante la duda deben favorecerse las soluciones que hagan más segura la
circulación.
El artículo 669 del Código de Comercio establece que “las obligaciones y
contratos mercantiles se interpretarán, ejecutarán y cumplirán de conformidad con
los principios de verdad sabida y buena fe guardada...” Este es el único artículo
en la legislación mercantil guatemalteca que hace alusión a estos principios.
Tanto este principio como la expresión “A verdad sabida y buena fe guardada” se
utilizan en Latinoamérica, pero su verdadero significado, sobre todo en Guatemala
sigue siendo una incógnita. Ante esta duda vale la pena preguntarse sobre el
significado y el origen del término “verdad sabida”. La importancia del término está
en que las obligaciones mercantiles se deben interpretar, cumplir y ejecutar de
acuerdo a este principio.
Si bien el código de comercio guatemalteco solo acepta los dos primeros
principios en su articulo 699, buena fe guardad y verdad sabida, según la doctrina
los principios de toda prestación se presumen onerosa, intención de lucro y ante la
deuda deben favorecerse las soluciones que se hagan más segura la circulación,
son generalmente aceptados en el derecho mercantil
La verdad sabida
Siendo el comercio una manifestación de la actividad humana, claro es que la
verdad sabida en la prestación de servicios que la industria del hombre
proporciona ha de observarse rigurosamente, ya que sería muy difícil el progreso
comercial si los comerciantes no conocieran sus derechos y obligaciones en los
negocios mercantiles que realizan.
Como se mencionó anteriormente este principio junto al principio de buena fe
guardada están mencionados en código de comercio guatemalteco, en si este no
da una definición de este principio
Entonces, ¿cómo es posible dar cumplimiento a esta norma si no se tiene una
fuente que nos explique lo que este principio quiere decir? El Código de Comercio
de Guatemala no define (y no se dice como que si esto fuera negativo), ni
tampoco da parámetros para interpretar su significado. Entonces se podría buscar
su significado en la doctrina y jurisprudencia, o tratarlo desde un punto de vista
histórico. Debido a que nuestra doctrina y jurisprudencia no cuentan con un
desarrollo de este término, la segunda opción resulta ser el camino a seguir.
Ahora, al pasar a ser una norma material ¿Qué significado puede tener esta
norma? ¿Conserva el mismo significado procesal o adquiere uno nuevo?
La norma del artículo 669 habla de tres supuestos: interpretar, ejecutar y cumplir.
Si vamos a la parte de interpretación se puede ver el significado original
del principio, ya que la labor de interpretación corresponde al juez. Luego,
la parte de ejecutar y cumplir las obligaciones mercantiles debe ser por las
partes que corresponde . ¿Cómo puede entenderse la verdad sabida en este
sentido?
Obviamente ya la norma no es una norma procesal. Por lo tanto el hecho
de decir la verdad y declarar la verdad en una relación de comercio es una
obligación de las partes. Hoy día las relaciones comerciales están basadas
en la confianza. Por lo que las partes están obligadas a conducirse con la
verdad.
Con ello se puede ver que al final la verdad sabida mantiene su sentido
original, pero ahora es una norma material. Esto quiere decir entonces que
la verdad sabida es la obligación que tienen las partes de declarar la
verdad sobre la obligación que están contrayendo y al momento de
cualquier conflicto también deben seguir diciendo la verdad. Al final esto es
lo que determina el éxito de las transacciones mercantiles.
Entonces sabiendo esto se puede decir que la verdad sabida es:
Este es un principio en Derecho, que debe interpretarse como "el conocimiento
que se tiene de los hechos tanto de sus causas como sus consecuencias sin la
posibilidad de alegar ignorancia posteriormente, excepto por razón de engaño.
Otra definición que se le podría dar es la siguiente:
Siendo el comercio una manifestación de la actividad humana, claro es que la
verdad sabida unida se relaciona para negociar con los productos o la prestación
de servicios que la industria del hombre proporciona ha de observarse
rigurosamente, ya que sería muy difícil el progreso comercial si los comerciantes
no conocieran sus derechos y obligaciones en los negocios mercantiles que
realizan.
La buena fe guardada.
La palabra buena fe proviene del latín bona fides, que es un principio general del
derecho consistente en el estado mental de honradez, de convicción en cuanto a
la verdad o exactitud de un asunto, hecho u opinión, o la rectitud de una conducta.
Ella exige una conducta recta u honesta en relación con las partes interesadas en
un acto, contrato o proceso.
Según este principio en el derecho mercantil, las personas individuales o jurídicas,
realizan sus actividades mercantiles de buena fe, en sus intenciones y deseos de
negociar, esto porque es un requisito esencial de los contratos mercantiles que
permite interpretar los actos de comercio con arreglo a este principio, toda vez que
en oportunidad será preferible atender a la intención de las partes contratantes
que se relacionan mercantilmente a la sombra de la confianza que mutuamente se
inspiran, que a la ley que por demasiado severa y poco práctica no cumple en
determinadas ocasiones las exigencias jurídicas que está llamada a desempeñar.
Eduardo Couture definía a la buena fe como la "calidad jurídica de la conducta
legalmente exigida de actuar en el proceso con probidad, con el sincero
convencimiento de hallarse asistido de la razón". En este sentido, este principio
busca impedir las actuaciones abusivas de las partes, que tengan por finalidad
dilatar un juicio.
La buena fe en cuanto obligación de las autoridades, la buena fe impone a los
funcionarios públicos actuar de una manera acorde con los principios
constitucionales del respeto a la persona y a su dignidad y la garantía de los
derechos que le corresponden, por lo que puede afirmarse que la buena fe apunta
a la humanización de las relaciones entre funcionarios y particulares, entre estos y
otros particulares, principalmente busca conducir a los primeros hacia una
actuación basada en la lealtad, honestidad y confianza.
Por lo tanto, es obligación de las autoridades la buena fe que supone una
actuación acorde con los principios que guían la función administrativa como son
los de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y
publicidad. Por otra parte, en cuanto al deber de los particulares, el principio de la
buena fe da origen a deberes en aquellos que obren como partes en la relación
con significación jurídica, lo cual conduce al reconocimiento de los derechos de los
demás y a evitar el abuso del derecho propio, de esta manera limita el ejercicio
ilegítimo de los derechos.
La posibilidad de confiar en los demás es condición necesaria de la convivencia,
de la buena. Marcha y funcionamiento de las relaciones entre los particulares
entre ellas las relaciones económicas, de la paz y de la seguridad jurídica.
El principio de buena fe se hace presente, se extiende de igual forma, en el
contenido de la aplicación de la ética de cada acto que deba examinarse a la luz
de las circunstancias particulares, direccionando las conductas humanas y en
especial los actos y contratos que gobiernan la convivencia, de tal forma que estas
prescripciones generales siempre serán aplicadas, no solo al acuerdo contractual,
sino que también estarán llamadas a gobernar todo el proceso tanto de formación,
como el de perfeccionamiento y ejecución. La buena fe tiene una aplicación amplia
que se ha convertido en un principio general del derecho, por esta razón ha sido
de relevante importancia en contratos internacionales.
La aplicación busca evadir actuaciones deshonestas, puede atribuir al acto efectos
que éste no tendría de no poseerla, de igual forma, la mala fe le quita efectos al
acto que tendría si no se actúa rigiéndose por ella; produce diversos efectos según
el agente tenga buena o mala fe. "Los principios son enunciados lógicos que se
admiten como condición o base de validez de las demás afirmaciones que
constituyen un determinado campo del saber, que los principios son verdades
fundantes de un sistema de conocimiento, admitidas como tales por ser evidentes,
por haber sido comprobadas, y también por motivos de orden práctico de carácter
operacional, o sea, como presupuestos exigidos por las necesidades de
investigación y de praxis"
Importancia del principio de buena fe
El principio de buena fe en su desarrollo, no solo es una regla de conducta, sino
es, además, un criterio de juicio o método de la decisión judicial. Su contenido
concreto se ha ido actualizando en las decisiones judiciales y en las opiniones
doctrinales, pero no necesariamente por la indulgencia a reglas éticas, modelos de
comportamiento,
El contenido particular del criterio de buena fe debe irse haciendo cada vez más
específico, como ocurrió en el derecho clásico, a partir de la misma realidad de las
relaciones contractuales, que son relaciones generadas por el consentimiento y de
naturaleza bilateral. Juzgar sobre relaciones contractuales, el criterio de la buena
fe exige del juez que considere todas las consecuencias que se derivan de la
reciprocidad de las obligaciones y de su génesis consensual.
La buena fe fundamenta la seguridad jurídica, en el ámbito del tráfico patrimonial,
se materializa cuando existe una adecuación o exactitud entre la realidad física del
inmueble, la realidad documental del derecho que incide sobre el mismo, y
finalmente la realidad registral.
Las funciones de la buena fe como principio, puede afirmarse su importancia y su
utilidad para corregir, suplir y ayudar ágilmente en la creación, interpretación y
aplicación de normas jurídicas generales y abstractas e individuales y concretas,
tanto en el derecho privado como en el derecho público.
Este principio les exige a las personas el deber de obrar correctamente, como lo
hariauna persona diligente y honorable. La ley protege así la honestidad en el
movimiento de los bienes.
Historia de la vedad Sabida y buena fe guardad en
Guatemala
Verdad sabida y buena fe guardada”, son principios del derecho cuyo origen se
remonta al mercantilismo español. Su propósito fue, inicialmente, ser una
herramienta útil en la agilización de los tratos comerciales, porque las decisiones
bajo su aplicación fueron revestidas de celeridad y ausencia de formalismos, lo
que facilitó la resolución de los conflictos de una manera breve y sumaria, sin
dilaciones.
Se remonta a épocas del mercantilismo español, donde se aplicaban con bastante
frecuencia, para agilizar la toma de decisiones en la resolución de los conflictos
comerciales, con sustento en la honradez de los mercaderes. En efecto, en el
comercio, la base fundamental de los negocios mercantiles fue el empeño de la
palabra, entendido como la mejor manera de agilizar las transacciones , lo que
significó que más allá del rigor en la aplicación de la Ley, se lograban desarrollar
los negocios utilizando estos principios de confianza legítima, bajo el pacto de
“verdad sabida y buena fe guardada”, es decir, se conoce el trato en toda su
dimensión y se lleva a cabo con la seguridad de que su éxito se fundamenta en la
credulidad y la seguridad que respectivamente se otorgan sus gestores.
Fue así como las decisiones “verdad sabida y buena fe guardada” adquirieron
preponderancia, por cuanto en el derecho mercantil prima la autonomía de la
voluntad de las partes contratantes sobre las formalidades, lo que significa que los
comerciantes, en desarrollo de los negocios, conocen sus derechos y
obligaciones, pero deben honrarlos con buenas costumbres, como cuando se
empeña la palabra.
La honradez de los comerciantes fue un principio empleado en todas las culturas
mercantiles; no obstante, su aplicación con fundamento en el principio “verdad
sabida y buena fe guardada, fue utilizada con frecuencia en las costumbres
mercantiles españolas, pero no para las grandes empresas sino para los
pequeños comerciantes
La verdad sabida y las Ordenanzas de Bilbao
El principio de la verdad sabida y buena fe guardad llegó a Guatemala por medio
de las Ordenanzas de Bilbao. Las ordenanzas eran una recopilación de normas
de derecho en el ámbito mercantil. Estas ordenanzas se editaron en diferentes
épocas. Las primeras son del año 1531, pero las más populares son las de
1737.Las ordenanzas fueron leyes que formaron parte de la legislación
latinoamericana durante la época de la conquista hasta antes de la
independencia de los países latinoamericanos o antes de la codificación
mercantil.
Código de 1877
Al promulgar el decreto 191 se explica que las Ordenanzas de Bilbao eran el único
cuerpo de leyes mercantiles vigentes en la República, y que las mismas eran
incompletas y en parte inaplicables. Por ello se promulgaba un Código de
Comercio y una Ley de Enjuiciamiento Mercantil.
El código de Comercio de 1877 en su libro II Título I regula las
“disposiciones preliminares sobre la formación de las obligaciones
mercantiles”.
Dentro de este título el artículo 181 establece que “los contratos de comercio se
han de ejecutar y cumplir de buena fe, según los términos en que fueron
redactados, sin tergiversar interpretaciones con interpretaciones arbitrales el
sentido propio y genuino de las palabras dichas o escritas, ni restringir los
efectos que naturalmente se deriven del modo en que los contratantes
hubieren explicado su voluntad y contrajeren sus obligaciones”.
Aunque no se regula de manera expresa el sentido sobre la verdad sabida
se mantuvo en dicho Código. Aunque se puede ver que la norma del
Código de 1877 no lleva ya un aspecto procesal como lo eran las
ordenanzas de Bilbao.
Código de Comercio de 1942
Por su parte el Código de Comercio de 1942, Decreto 2946, mantiene la misma
estructura en cuanto a los contratos mercantiles. Nuevamente no se
menciona el principio de la verdad sabida, solamente el de la buena fe.
En su libro II Título I regula las “disposiciones preliminares sobre la
formación de las obligaciones mercantiles”.
El artículo de la interpretación de los contratos sigue siendo mismo artículo
del Código de 1877. Éste ahora pasa a ser el artículo 227. Salvo redacción
gramatical moderna, sigue siendo el mismo “los contratos de comercio se han
de ejecutar y cumplir de buena fe, según los términos en que fueron redactados,
sin tergiversar interpretaciones con interpretaciones arbitrales el sentido propio
y genuino de las palabras dichas o escritas, ni restringir los efectos que
naturalmente se deriven del modo en que los contratantes hubieren explicado
su voluntad y contrajeren sus obligaciones”.
Código de Comercio de 1970
El artículo 669 del Código de Comercio actual establece que “las obligaciones
y contratos mercantiles se interpretarán, ejecutarán y cumplirán de
conformidad con los principios de verdad sabida y buena fe guardada...”
Significado del principio en Guatemala Como se pudo ver el principio de la
verdad sabida estuvo vigente en Guatemala mientras estuvieron vigentes las
Ordenanzas de Bilbao. Luego de esto se optó por tener una legislación distinta,
que no tuviera influencia española (como fue el fenómeno latinoamericano
post-independentista).
Toda prestación se presume onerosa
Se refiere este principio a que los comerciantes en todo bien o servicio que
negociaren no será en forma gratuita.
El principio de onerosidad índica que todo negocio o acto de comercio conlleva
implícita una contraprestación, es decir nada es gratuito, sino que todo debe tener
una contraprestación económica puesto que es la forma que motiva a los
comerciantes a realizar alguna actividad comercial para que ambas partes
obtengan un beneficio económico para que la realización de dichas actividades
sea motivo de ganancias entregando bienes de un valor equivalente, lo cual
constituye una situación diferente al lucro.
Al afirmarse, de que en el mundo siempre hay algo que comprar o que vender, o
ambas cosas a la vez, debe intuirse que la obligación fundamental del comprador,
consumidor, usuario es la de pagar una cantidad de dinero. Esto es así, porque en
las relaciones jurídicas mercantiles toda prestación tiene un precio, siendo éste la
necesidad principal por la cual actúa el comerciante, de obtener un beneficio
económico.
Intención del lucro
Se refiere este principio a que los comerciantes en su actividad profesional
buscarán obtener una ganancia o utilidad.
El desarrollo de la humanidad, se ve marcado, por el desarrollo de la producción,
de la industria, de la tecnología, en la producción de mercancías, bienes y cosas
destinadas al comercio.
En el actuar del comerciante siempre hay la intención de obtener ganancia que a
la postre es la compensación del riesgo corrido en el negocio en la realización de
un acto o un negocio de emprendimiento con el objeto de una ganancia, de un
provecho o de una ventaja económica para aumentar su patrimonio legal y licito.
Este principio se encuentra inmerso dentro del artículo 2 del Código de Comercio
que indica “son comerciantes quienes ejercen en nombre propio y con fines de
lucro cualesquiera actividades que se refieren a lo siguiente…” El lucro se puede
entender como aquella ganancia que se obtiene del cumplimiento de un negocio o
acto de comercio. En sí es todo aquel saldo a favor que le queda al comerciante
de la actividad de comercio que realiza.
El comerciante, en sus actividades que realiza constantemente dentro del campo
del Derecho Mercantil, está movido por una intención de lucro, toda vez que éste
es el objetivo primordial por el cual actúa y se vincula con otras personas
individuales o jurídicas dentro del campo del Derecho Mercantil.
Ante la duda deben favorecerse las soluciones que hagan
más segura la circulación
Según este principio, los comerciantes en su actividad y por ser el derecho
mercantil poco formalista deben a través de la buena fe y verdad sabida, posibilitar
el tráfico mercantil en forma segura”.
Ante un conflicto entre la seguridad del tráfico mercantil y la seguridad del
derecho, el derecho mercantil tiende a garantizar la primera. Los principios del
derecho mercantil deben funcionar conjuntamente para una correcta interpretación
del derecho vigente.
Al tener a la vista éste principio para resolver soluciones, debe entenderse que
siguiendo el camino de toda negociación jurídica, puede darse el supuesto que
surja un conflicto entre los contratantes, y debe resolverse no en atención a los
intereses de ellos, sino a lo que haga más segura la circulación de los bienes, de
las cosas mercantiles, del tráfico mercantil, que es lo que en suma, debe interesar
al Estado en su función de aplicar justicia.
El fin de este principio es que, al ser el comercio ágil y poco formalista, se busca
que cualquier obstáculo o discrepancias que existan al momento de celebrar un
contrato o negocio sean subsanados de forma rápida y adecuada para que el
comercio no se detenga.
Actualmente en Guatemala, se encuentra vigente la Ley de Arbitraje, por medio de
la cual se buscan las soluciones a los problemas entre los comerciantes,
persiguiendo una conciliación entre los mismos, por medio de los Tribunales de
Conciliación y Arbitraje que funcionan en las Cámaras de Comercio e Industria en
Guatemala, cumpliéndose con este principio mercantil.
ante un conflicto entre la seguridad del tráfico mercantil y la seguridad del derecho,
el derecho mercantil tiende a garantizar la primera. Los principios del derecho
mercantil deben funcionar conjuntamente para una correcta interpretación del
derecho vigente.
Otros principios
El código civil contiene la mayoría de figuras contractuales las cuales se
diferencian de las mercantiles solo por algunas características no esenciales, por
lo tanto los principios de la contratación civil también deben tomarse como
principios de la contratación mercantil, el Artículo 694 del código de comercio nos
indica que “solo a falta de disposiciones en este libro, se aplicaran a los negocios,
obligaciones y contratos mercantiles las disposiciones del Código Civil”, si bien es
cierto que nuestro código de comercio regula en el Artículo 669 como principios de
las obligaciones y contratos mercantiles la verdad sabida y la buena fe guardada,
estos deben complementarse con los de la contratación civil. Los principios
básicos de la contratación civil son:
Consensualismo: Los contratos deberán celebrarse con el consentimiento de
ambas partes y en casos específicos en una forma determinada. Basándonos que
uno de los requisitos esenciales de los contratos es el sujeto el cual debe
manifestar su consentimiento sin vicio, tal como lo regula el Artículo 1251 y 1518
del Código Civil.
Autonomía de la voluntad: introduciendo este principio que para interpretar el
negocio jurídico debe buscarse la voluntad real y limitarse con la declaración de
voluntad, en el sentido de la expresión literal. Este concepto ha evolucionado y
actualmente consiste en que las partes pueden pactar todo lo que la ley no
prohíbe. Este principio se encuentra previsto en los Artículos 1251 al 1254 y 1257
del Código Civil.
Inalterabilidad: Este principio consiste que todo pacto debe ser pues el contrato
tiene fuerza de ley entre las partes, este no puede ser modificado solo
excepcionalmente.
Recomendaciones
Conocer y guiarse por los principios generales que posee el derecho
mercantil en su conjunto, y guiarse ante todo por una conducta ética como
trata de guiar el comercio los principios de verdad sabida y buena fe
guardad.
Conocer la historia que posee los principios del derecho mercantil
regulados en el código de comercio guatemalteco y porque se aplican.
Dar la importancia que se merecen los principios del derecho mercantil
porque estos son como una base para desarrollar esta rama del derecho en
sí misma.
Conclusión
Todo tipo de actividad desde lo cotidiano hasta lo formal y profesional se rige por
procedimientos y normas, en el caso del derecho mercantil tiene la particularidad
de contar con los principios antes mencionados los cuales le brindan en cierta
forma una garantía sobre la correcta marcha de los procedimientos legales que
tienen relación con los comerciantes. A su vez ciertos principios aportan grandes
valores al entorno o las actividades económicas ya que se dividen en generales y
específicos. Por ello cada uno brinda una correcta ejecución de procedimientos o
el actuar del comerciante en relación con sus funciones y obligaciones ya que los
mismos posibilitan y caracterizan al comerciante como tal sin importar la actividad
que realice, compréndase; desde hablar con la verdad en todo momento y actuar
con ética en cada procedimiento, la retribución por el trabajo o la actividad
económica, la intención de obtener ganancias y la posibilitación del tráfico
mercantil de forma segura, por tal manera es indispensable conocerlos para ser
aplicados en determinado momento de la mejor manera.
E- grafía
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DERECHO-MERCANTIL
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