Jhorindey Nikold Cartagena Bonilla
Jhorindey Nikold Cartagena Bonilla
Ibagué, Tolima
2020
Proposiciones:
p.1 El ser humano, ha tenido una serie de sentimientos innatos, y uno de ellos, y
quizá sea una de las características principales para su supervivencia, siempre ha
sido el miedo.
p.4 Primero los sentidos captan el foco de peligro, pasando a ser interpretado por
el cerebro, y de ahí pasa a la acción el sistema límbico
P.5 el sistema límbico este se encarga de regular las emociones de lucha, huida, y
ante todo, la conservación del individuo
P.8 En determinados momentos de miedo, puede llegar el pánico, que hará que se
desactiven nuestros lóbulos frontales
P.10 El miedo, comenzó siendo algo positivo en las sociedades prehistóricas, que
salvaguardaba a nuestros antecesores de peligros como los depredadores, las
inclemencias del tiempo y demás amenazas, colaborando así en la supervivencia de
la especie
P.11 las teorías sobre los temores fueron creciendo paulatinamente a estas, siendo
utilizado en muchas ocasiones por los grandes poderes para controlar a las masas o
para moldear a las poblaciones a su antojo.
P.12 También la fundación de terrores en contra de otros colectivos o etnias ha
ayudado a la consolidación de sistemas políticos, demonizando y achacando males
y peligros a diversos grupos que en muchas ocasiones distaban de encarnar las
características que se les atribuían
P.13 La exploración de los sentimientos más oscuros del ser humano siempre ha
sido algo que ha cautivado al ser humano, intentando interpretarlo y acentuarlo en
todas las vertientes culturales
PELIGRO
NERVIOS
MIEDO
REACCION
Amenaza
Por desgracia, mucha acción política actual se basa en el miedo. Los gobernantes,
sobre todo los más mediocres, hallan en el miedo del ciudadano un recurso excelente
para sus políticas y su control. Cuando conviene, es utilizado tanto por la izquierda
como por la derecha. A veces, la izquierda, es incapaz de construir propuestas y
alternativas, se refugia en el argumento del miedo y amenaza con el fantasma de la
derecha. Al menos cada cuatro años