13.
- Describe cómo se establecieron las preautonomías de
Cataluña y el País Vasco.
Las elecciones generales convocadas para el 15 de junio de 1977 fueron las primeras
elecciones democráticas celebradas en España desde febrero de 1936. El número de
candidaturas políticas que concurrieron fue muy elevado. Entre los que obtuvieron
representación parlamentaria se encontraban los partidos nacionalistas catalanes y
vascos.ara
El nacionalismo catalán se manifestaba a través de dos corrientes ideológicas de signo
contrario: una radical y de izquierdas cuyo mejor exponente era la histórica Esquerra
Republicana de Catalunya (ERC) y otra de derecha moderada representada en la coalición
Pacte Democràtic per Catalunya (PDC) que seguía la tradición de la Lliga Regionalista. El
nacionalismo vasco se canalizaba a través del histórico PNV, conservador y Euskadiko
Eskerra.
Los favorables resultados electorales obtenidos por estas formaciones nacionalistas
obligaron al gobierno de Adolfo Suárez, a afrontar definitivamente el problema de las
autonomías históricas de estos territorios. Sin embargo, en tanto no se estableciese en la
nueva Constitución el marco jurídico en que debían desenvolverse los nuevos gobiernos
autónomos, solo quedaba la posibilidad de restablecer parcialmente (como preautonomías)
las instituciones regionales establecidas durante la Segunda República y disueltas por el
franquismo.
La Generalitat de Cataluña, tras la caída de la Segunda República, se había mantenido
en el exilio y en 1977 estaba presidida por Josep Tarradellas. El gobierno mantuvo
conversaciones con la Generalitat en el exilio y en septiembre de 1977 decretó su
restablecimiento. Un mes después, Tarradellas regresaba a Barcelona como presidente.
El texto preautonómico para las tres provincias vascas se publicó en el mes de noviembre y
se constituyó el Consejo General Vasco, integrado por los partidos políticos con
representación parlamentaria. Fue presidida por Carlos Garaikoetxea del PNV.
Sin embargo, gran parte de la asamblea de parlamentarios vascos consideraba
imprescindible para la pacificación del territorio una negociación sobre las exigencias de
ETA: el derecho de autodeterminación, la retirada de la Policía Nacional y su sustitución por
una policía autóctona. Así, en contra de lo que esperaba el Gobierno, la preautonomía del País
Vasco no consiguió acabar con las actuaciones de ETA.
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4.- Describe cómo se establecieron las preautonomías de Cataluña y el País Vasco.
Recogiendo el sentir de los nacionalismos catalán y vasco, y mientras se elaboraba
la constitución, gobierno y oposición iniciaron el proceso preautonómico.
Tras el éxito de la Diada en Cataluña el 11 de septiembre de 1977, Suárez pactó
con el líder nacionalista Tarradellas su vuelta del exilio y el restablecimiento
provisional de la Generalitat por decreto ley. Tarradellas se convertía en el primer
presidente de la nueva Generalitat, al tiempo que se trabajaba en un proyecto de
estatuto de autonomía.
En el País Vasco, los obstáculos no impidieron que se aprobara en enero de 1978 el
Consejo General Vasco y se elaborara el proyecto de estatuto.
Con la Constitución, se contempla en el Título VIII la existencia de poderes
autonómicos en las regiones españolas y ambos estatutos fueron aprobados por las
Cortes, y refrendados en octubre de 1979 en sus respectivos territorios. En marzo
de 1980 Cataluña y País Vasco celebraron sus primeras elecciones autonómicas, y
a partir de entonces disfrutaron de autonomía en numerosas competencias, como el
resto de las comunidades que se fueron incorporando a este proceso.
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Explica la construcción del Estado de las Autonomías
La actual organización territorial del Estado español, el llamado Estado de las Autonomías,
basado en la existencia de Comunidades Autónomas con órganos de gobierno propios y capacidad
legislativa, constituye un modelo intermedio entre un Estado unitario y un Estado federal, en lo que
se podría calificar de modelo unitario descentralizado.
Este modelo de organización territorial se estableció durante la Transición. Frente al rígido
centralismo del régimen franquista, en territorios con fuerte tradición nacionalista, especialmente en
Cataluña y el País Vasco (aquí agravado por el terrorismo de ETA), el paso hacia la democracia y la
consecución de la autonomía iban indisolublemente ligados. Tras las primeras elecciones
democráticas en junio de 1977, se evidenció que era imposible llegar a un clima de normalidad
política y social en estos territorios si antes no se resolvía la cuestión autonómica y que no podía
esperarse a la promulgación de la Constitución.
El gobierno de Suárez, mientras se elaboraba la Constitución, inició la descentralización del Estado,
pero hasta que esta no se aprobase y en ella se hubiesen regulado los Estatutos de Autonomía, solo
quedaba la posibilidad de establecer, con carácter provisional, unas preautonomías para estos
territorios que en el pasado ya habían tenido experiencias autonómicas. Para Cataluña, tras mantener
contactos con Tarradellas, el presidente de la Generalitat en el exilio, se aprobó el establecimiento de
una Generalitat provisional y se permitió su regreso; en el País Vasco se constituyó la Asamblea de
Parlamentarios Vascos y el Consejo General Vasco como órgano de gobierno; Galicia también tuvo
un autogobierno provisional. Pero los sentimientos autonomistas no quedaron restringidos a estas
nacionalidades históricas y a finales de 1977 las manifestaciones autonomistas se extendieron por
toda España.
La configuración del modelo territorial quedó establecida en Constitución en su artículo 2 en el que
se afirma que “se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e
indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran”. Por tanto, aunque se habla de nacionalidades y regiones,
se generaliza el derecho a la constitución de comunidades autónomas sin restringirlo a las
nacionalidades históricas (en lo que se llamó coloquialmente “café para todos”). En el Título VIII se
regula lo relativo a las CC.AA. fijando claramente las competencias que podrán transferirse a estas
comunidades autónomas y el procedimiento para su constitución. Se establecen dos vías de acceso:
una rápida, según el artículo 151, pensada para las nacionalidades históricas, permitiendo un mayor
autogobierno desde el principio; y una vía lenta, el artículo 143, para el resto de territorios.
Entre 1979 y 1983 (con la particularidad de que Andalucía también optó por la vía rápida con un
referéndum y Navarra siguió un procedimiento diferente con el “Amejoramiento del Fuero”), las
Cortes aprobaron los Estatutos de Autonomía de las 17 Comunidades Autónomas que componen el
Estado español y que se completará en 1995 con el establecimiento de Ceuta y Melilla como
Ciudades Autónomas.