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La Economía Del Sexo

El documento analiza cómo el aumento de la disponibilidad de sexo casual ha creado una 'economía del sexo' en la que los hombres pueden obtener sexo con poco o ningún compromiso, lo que hace que estén menos dispuestos a comprometerse seriamente con una pareja. Esto ha llevado a más mujeres exitosas pero solteras.
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El documento analiza cómo el aumento de la disponibilidad de sexo casual ha creado una 'economía del sexo' en la que los hombres pueden obtener sexo con poco o ningún compromiso, lo que hace que estén menos dispuestos a comprometerse seriamente con una pareja. Esto ha llevado a más mujeres exitosas pero solteras.
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Dimensión Social de la Familia

La economía del sexo

Por: Anone Maloney

La semana pasada hablaba con mi hermana y Alicia, una amiga en común, ellas me
preguntaban si no sabía de algún chico para presentarle a Alicia. ‘La verdad, le dije, no hay
nadie que crea que pueda interesarte. Tengo pocos amigos solteros y los que lo están, para
no ahondar demasiado en el tema y no herir las susceptibilidades de mis amigos, sólo diré
que aunque son seres adorables, pero son incapaces de comprometerse, las razones (o
pretextos) incontables’. Tras mi respuesta, mi hermana me dijo, contundente, ‘Es que ya no
hay hombres.’ Yo, que ya estoy casada no suelo enterarme mucho sobre el estatus del
mercado, pero no dudo lo que ella me dice.

En recuento, al menos me habló de unas 8 amigas solteras, más la misma Alicia. Pero eso sí,
todas super deseosas de conseguir pareja. Yo por mi cuenta puedo hacer lista de otras tantas.
Alicia nos dijo, ‘tal vez es porque somos demasiado conservadoras, para encontrar marido
hoy en día hay que ofrecer mucho, un hombre no se casa con una mujer que no ha
“conocido”, hay mucha competencia... Es un poco como con los autos, agregó, hoy en día
no hay concesionaria que no ofrezca prueba de manejo. Es la única forma de “enamorar” a
un cliente de un auto.’ Mi hermana no dijo nada… movió los hombros arriba y abajo en
señal de ‘ya no sé ni que decir’ como si hubiera perdido toda esperanza en encontrarle novio
a alguna de sus amigas.

Días después, pensando en esta plática estuve buscando algo que apoyara la teoría de Alicia.
Pero en realidad encontré datos que prueban todo lo contrario. No pudo haber estado más
equivocada, y aunque su teoría sigue cierta lógica, justo ese es el problema, las mujeres
estamos ofreciendo mucho a cambio de muy poco. Según una interesante nota publicada
hace poco en la revista Slate.com, cuyo nombre es bastante ilustrativo “El sexo es barato.
Por qué los hombres jóvenes siguen mandando en la cama, aun cuando están fracasando en
la vida”, el sexo hoy en día es un “producto” que se puede obtener por muy poco. Y, no, no
me refiero a la profesión más antigua del mundo, o la pornografía en Internet, que son
elementos que también influyen en esta ecuación “económica”, pero más bien me refiero a
que habemos más mujeres que hombres, más dispuestas a ofrecer sexo casual (aunque sea
como gancho para ver si pega algo serio después) más que nunca antes en la historia. Esto
por consecuencia determina que los hombres pueden obtener sexo, que, nos guste o no es
una de los principales beneficios que buscan en una relación, a cambio de poco o nulo
compromiso con una mujer.

El panorama no suena bien, digamos que para que esto dejara de ser así las mujeres
tendríamos que poner un “precio pacto” sobre el sexo para que entonces a todos los hombres
les cueste al menos un poco de “compromiso” el obtener sexo con cualquier mujer. Digamos
un movimiento al estilo Lisístrata (personaje de una comedia de Aristófanes, quien terminó
con la guerra convenciendo a todas las mujeres de su pueblo que negaran el sexo a todos
sus hombres hasta que no se acordara la paz y lo logró) simple y sencillamente para elevar
el costo del sexo, y que se requiera mayor compromiso a nivel relación a cambio de estos
“favores” de una mujer.

“Análisis de datos demográficos de 117 países demuestran que cuando hay más hombres
que mujeres, las mujeres mandan: Aumentan los matrimonios y menos niños nacen fuera
del matrimonio. Por otro lado, una sobreoferta de mujeres, tiende a derivar en una cultura
más sexualmente permisiva,” asevera Mark Regnerus quien escribe para Slate. ‘…El “capital
erótico” de las mujeres, aún puede ser intercambiado por atención, un trabajo, quizá un
novio, y definitivamente todo el sexo que quiera, pero no puede asegurarle amor y un
compromiso de por vida.” Hace tiempo escribí sobre El fin de los hombres, un artículo del
Atlantic Monthly al cual Regnerus también hace referencia, y hablé de cómo hoy en día las
mujeres estamos preparándonos más que los hombres para la vida, más mujeres están
estudiando en las escuelas, existen más mujeres que hombres en la fuerza laboral.

En los hombres está sucediendo un rezago educativo y profesional, no así un rezago en su


capacidad de obtener sexo fácil. En las escuelas y oficinas, donde usualmente chico conoce
chica, se casan y son felices para siempre… la ecuación se está transformando y la cultura
se está volviendo más permisiva sexualmente pues hay más mujeres que hombres. Como
resultado, hay mayor número de mujeres preparadas y menos hombres con el mismo
estatus lo que resulta en un desbalance y muchas mujeres exitosas solas o con parejas que
no corresponden a sus ambiciones intelectuales o laborales. Las mujeres nos hemos liberado
del estigma de “tener que casarnos para ser felices”, el estatus de éxito ya no radica
solamente en qué tan linda familia tienes, sino más bien en qué tan exitosamente
multifacética eres, las mujeres lo queremos todo, éxito profesional, personal, salud, ser
perfectas madres y tal vez, sólo tal vez y si llega ese hombre correcto, que ya más bien parece
como un mítico unicornio, queremos una relación amorosa correspondida. No digo que
todas las solteras quieran a un hombre, ni que haya que basar nuestra felicidad en eso, pero
sí digo que hay una desesperanza generalizada de mujeres que dicen “ya no hay hombres”.
Y que quizá tengan razón en el sentido de que hay cada vez menos hombres dispuestos al
compromiso. Pero como en todo, esto tiene sus razones, en este caso, una ecuación
económica que explica por qué hay menos hombres dispuestos al compromiso. Tu ¿crees
que hay sobre oferta de sexo y por eso menos necesidad de los hombres de comprometerse?
¿crees que las mujeres deberíamos reevaluar el sexo pidiendo mayor correspondencia de los
hombres? ¿estás soltera, qué opinas de esta explicación a la “falta generalizada de
hombres”?

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