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López, Jaime. ¿Qué Decimos Cuando Hablamos de Psicología?

El documento resume la evolución del campo de la psicología y las diferentes perspectivas que han surgido para definirlo y abordar su objeto de estudio. En el siglo XIX, la psicología se enfocó en los procesos de la conciencia desde una perspectiva introspectiva. A principios del siglo XX surgió el conductismo, influenciado por el positivismo y evolucionismo, enfocándose en la adaptación y el aprendizaje mediante el condicionamiento. Más adelante, el documento analiza la tensión entre definir la ps

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López, Jaime. ¿Qué Decimos Cuando Hablamos de Psicología?

El documento resume la evolución del campo de la psicología y las diferentes perspectivas que han surgido para definirlo y abordar su objeto de estudio. En el siglo XIX, la psicología se enfocó en los procesos de la conciencia desde una perspectiva introspectiva. A principios del siglo XX surgió el conductismo, influenciado por el positivismo y evolucionismo, enfocándose en la adaptación y el aprendizaje mediante el condicionamiento. Más adelante, el documento analiza la tensión entre definir la ps

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¿Que decimos cuando decimos Psicología?

- Jaime Sixto López

En el ámbito académico existe una famosa anécdota atribuida a un eminente


profesor de Psicología. En la misma -relatada por George Miller en su texto de
Introducción a la Psicología- se cuenta que un joven ayudante del mencionado
docente, quedo encargado de introducir a los alumnos al campo de la Psicología,
ante una ausencia temporal de su jefe.

Cuenta la historia que el entusiasta joven inició su actividad académica intentando


definir lo que era la Psicología y que a los meses, cuando el Titular retomó sus
clases, todavía estaba enredado en su laboriosa pero no menos infructífera tarea
de definición.

Este pequeño relato nos enseña varias cosas.

Una de ellas es que no hay una definición de Psicología, por lo menos que sea
compartida por todos.

Otra, que no es lo más aconsejable el comenzar por la búsqueda de una definición


para un campo tan amplio.

La Ciencia genera hipótesis, define ámbitos de aplicación más limitados y trabaja


sobre ellos.

Cuando enfrenta dificultades coloca un interrogante (una x) y continua trabajando


hasta agotar las hipótesis propuestas, en ese punto se planteará la necesidad de
nuevas ideas.

Es en éste sentido que decimos -siguiendo a un destacado pensador francés


Gaston Bachelard- que la Ciencia construye su objeto de estudio como un objeto
teórico.
Luego, desde esa construcción deberá instrumentarse una operatoria que
transforme lo real.

Es decir que si bien el objeto es una construcción hipotética, no debe ser un mero
idealismo, debe poder operar transformaciones en la realidad.

Si bien de entrada hemos intentado escabullirnos del problema de una definición,


en el mismo momento de hacerlo lo hemos traído como un existente. Es decir, a
cualquier Psicólogo le resulta molesto no poder dar una respuesta clara, concisa
de su quehacer, pero esto no impide que no podamos recortar nuestra práctica de
tantas otras.

Aunque el definir no sea lo más adecuado, siempre hay autores que lo intentan.
Dentro de este grupo tenemos a Fernández Trespalacios, J. L., docente de la
Universidad Nacional a Distancia de España, quien en su libro "Introducción a la
Psicología" comienza su aproximación al tema con la diferenciación entre ciencia
básica y ciencia aplicada. Como se aspira a que nuestra practica sea una ciencia,
es válida para él también hablar de Psicología Básica y Aplicada.

Para este docente, por lo tanto, definir la Psicología es ante todo contestar a lo
que es la Psicología Básica.

Al respecto dice: "la psicología científica es el estudio de los procesos psíquicos


del hombre normal y maduro y de las leyes que rigen tales procesos". Es tentador
preguntarnos que se quiere decir con "normal", "procesos psíquicos" etc., pero nos
desviaría demasiado de nuestro camino.

Es preferible seguir con el texto del profesor Fernández Trespalacios, ya que


pocas líneas más adelante expresa lo que entiende por Psicología Básica: "son
los conocimientos referidos a los condicionamientos tanto clásico como operante,
motivación, emoción, imitación o aprendizaje vicario, cognición, etc.".
En este punto es importante detenernos. Si relacionamos "estudios de procesos
psíquicos" perteneciente a su definición de la psicología científica con su
descripción de lo que se entiende por Psicología Básica, nos encontramos con
uno de los nudos teóricos más conflictivos de la Psicología.

Dijimos más arriba que la ciencia construye sus objetos teóricos. Decimos ahora
que esa construcción surge con una pregunta. Es justamente el modo de
preguntarnos, el modo de interrogarnos, lo que va a constituir un determinado
campo.

Este será un campo teórico y del mismo se deberán derivar sus reglas de
aplicación, es decir sus modos de operar en lo real.

Así como un postulado que plantea, que por un punto exterior a una recta, pasa
una y sola una paralela, nos determina un tipo particular de geometría (la que no
puede operar como si por ese punto exterior pasaran infinitas paralelas), la
Psicología tiene teorías dentro de su difuso campo que parten de postulados que
pueden ser tan arbitrarios como los de la geometría, pero deben respetar las
consecuencias de establecerlos.

Esto es a lo que nos referíamos cuando escribimos sobre la derivación lógica de


reglas de aplicación.

Pero ¿qué sucede cuando se postula "procesos psíquicos" y al mismo tiempo se


utiliza las categorías de "condicionamiento clásico y operante"? Será necesario
realizar un pequeño rodeo para contestar esta pregunta.

Constituyendo un campo: la pregunta por el aprendizaje

A fines del siglo XIX, la naciente Psicología se separaba de la Filosofía y lo hacia


bajo el fuerte influjo de la física y la química, además de la fisiología alemana y el
empirismo inglés. Centraba su interés en los procesos de la consciencia y les
estudiaba por medio del método llamado introspección, o sea, la observación de
los propios fenómenos mentales.

Su enfoque era elementalista y asociacionista, es decir que reducían los


fenómenos mentales humanos a sus elementos últimos y buscaban las leyes que
permitieran comprender como se asociaban unos con otros. Buscaban entender
como se percibía, sentía, recordaba etc.

Su idea central, proveniente de las ciencias naturales, era que primero es el


sistema y luego hay que realizar el ejercicio artificial de desglosar sus elementos.

Este punto de vista, al que algunos llamaron una Psicología subjetiva, por ahora lo
tomaremos como contexto para entender otra gran corriente, pero lo retomaremos
más adelante ya que es parte de otra de las grandes preguntas que conforman el
campo de la Psicología.

Es, a principio del siglo XX, en las Universidades de los Estados Unidos donde
surge el interés por una Psicología que rechazara las especulaciones y que tuviera
un fuerte apoyo en la observación objetiva de los hechos. Surge así la demanda
por una teoría que fuera capaz de ser mensurable, verificable por un observador
externo y que sus experimentos fueran repetibles, para que de esta manera,
constituyera un campo científico y objetivo.

Esta corriente que se llamará Conductismo, estará influenciada por el


"Positivismo" en su búsqueda de regularidades, es decir leyes del
comportamiento; por el "Pragmatismo" en su requerimiento de aplicaciones útiles y
por el "Evolucionismo" en su jerarquización del concepto de adaptación.

La cuestión central será referida a como hace un organismo, ya que de eso se


trata la forma en que consideran a lo humano, para adaptarse al medio y así poder
sobrevivir. Debe poder aprender de la experiencia para tener mejores
posibilidades de salir victorioso en la lucha por la vida.
Por lo tanto la palabra clave en el Conductismo es adaptación y ésta es una forma
de aprendizaje. La cuestión central en esta concepción es lograr explicar como se
realiza esa modificación del comportamiento que se llama aprender. La respuesta
vendrá del lado de la idea de conexión y es por eso que serán denominados
conexionistas. La influencia de la fisiología y el modelo del arco reflejo serán
determinantes de esta posición.

Como es posible ver, el concepto clave del conductismo coloca a lo humano en el


mismo nivel de análisis y estudio que el universo animal. Es por esta razón que
será posible experimentar con animales en el laboratorio y se podrá extrapolar sus
resultados al hombre. Este punto de vista está sostenido en el llamado "Principio
de Parsimonia" de Lloyd Morgan. El mismo postula que las conductas humanas
deben ser explicadas por las leyes más simples que alcancen a explicarlas, es
decir no hay que recurrir a recursos antropomórficos -todo lo que haga recurso del
concepto de mente- si es posible dar cuenta de nuestro comportamiento mediante
las mismas leyes que podemos entender el mundo animal. Por lo tanto debe ser
suficiente los conceptos de ensayo y error, formación de hábitos, etc.

Decíamos más arriba que se los denomina conexionistas, ya que toda nueva
conducta, el aprender, se logra por nuevas conexiones que se establecen a partir
de las escasas conductas que cada organismo trae al nacer.

Hay dos tipos de conexionismos: el primero es el denominado por contigüidad.


Estas conexiones por contigüidad se establecen entre distintos Estímulos o entre
Estímulos y Respuestas y conforman el llamado Condicionamiento Clásico.

El segundo es el denominado del Refuerzo, y corresponde al llamado


Condicionamiento Operante. Este es caracterizado por el hecho de destacar las
consecuencias que en el ambiente produce una respuesta espontáneamente
emitida, es decir en como opera transformaciones en su entorno. Estas
modificaciones son las que se denominan refuerzo cuando aumentan la tasa de
emisión de esa misma respuesta.
Del énfasis en los estímulos, en el Condicionamiento Clásico, se pasa a destacar
el refuerzo en el Condicionamiento Operante.

Para esta línea de interrogación, la mayor parte de la conducta humana es


aprendida -de ahí lo de nuevas conexiones- o sea que no es innata y si es, por lo
tanto, controlada por influencias ambientales antes que por causas internas.

En una síntesis apretada podemos decir que este enfoque se caracteriza por:

1) el énfasis en el aprendizaje humano análogo al animal,

2) énfasis en las señales o estímulos presentes en la situación de aprendizaje y no


en causas internas de la conducta,

3) mecanicistas en sus leyes del aprendizaje,

4) énfasis en la descripción objetiva de los eventos del medio ambiente,

5) control experimental sobre el objeto de estudio, es decir, ¿cuales son los


acontecimientos que efectivamente ocurren en el medio, que posibilitan que el
organismo responda apropiadamente a los aspectos relevantes del medio?.

Es posible observar en esta serie de ítem el marcado determinismo, o sea la


causación de la conducta por el ambiente presente y pasado; el antimentalismo,
es decir, la exclusión del lenguaje básico de la psicología de los predicados
referidos a fenómenos o entidades mentales y un antiguestaltismo, que implica la
existencia de un conjunto de conductas independientes entre sí -conductas
elementales- que son respuestas específicas a estímulos específicos y que las
conductas complejas son compuestas a partir de conductas elementales.

Vemos que la pregunta por el aprendizaje esta sostenida fundamentalmente por


las ideas de individuo, organismo, ambiente, adaptación, conexión,
condicionamiento, reflejos y en última instancia en movimientos musculares y
secreciones glandulares, entendidos como procesos físicos y químicos, en que se
sostiene toda conducta.

El protagonismo de lo mental: la pregunta por el conocimiento

La "pregunta por el aprendizaje" limitaba el campo teórico a los métodos públicos


de observación, rechazando la construcción de hipótesis y excluyendo, además,
todos los conceptos referidos a mente, pensar, imaginar, plan, deseo, intención,
etc.

La creencia en la supremacía del poder determinante del medio modeló un


individuo que actuaba como reflector pasivo de fuerzas y factores presentes en su
ambiente, en donde no había lugar para una acción sostenida por ideas o
propósitos.

Este estado de cosas no se sostuvo por mucho tiempo, ya que el estudio de los
procesos cognitivos -ligados al desarrollo filosófico de Occidente- como el pensar,
la resolución de problemas, la naturaleza de la consciencia volvieron a tener
protagonismo en la psicología académica norteamericana alrededor de la década
del 50.

Asimismo, en Europa a principio de Siglo, surge la propuesta llamada "Gestalt",


teoría centrada en estudios sobre lo intersubjetivamente constante en la
percepción, tanto humana como de los animales superiores.

Si bien se opone al otro gran psicólogo alemán W. Wundt (fundamentalmente en


lo referente a su atomismo psíquico), comparte con él su interés por los procesos
mentales. La pregunta por la forma en que conocemos nuestro mundo, apelando a
conceptos mentalistas los asocia y a su vez los enfrenta con el campo del
conductismo.
Por otra parte, en Suiza, un biólogo Jean Piaget plasma su objetivo básico de
elaborar una teoría epistemológica (estudiar la producción del conocimiento
humano), interesándose por la psicogénesis del conocimiento.

Retoma los clásicos problemas de la filosofía occidental, como ser: ¿que es el


conocimiento?, ¿cómo es posible el conocimiento?, ¿que pertenece al sujeto y
que al objeto en el acto de conocer?. Los sustituye por una pregunta englobante:
¿como se pasa de un estado de menor conocimiento a otro de conocimiento más
avanzado?.

Construyó la categoría de Sujeto Epistémico en donde incluye lo que es común a


todos los sujetos en el proceso del conocimiento, es decir describe un modelo
universal. Su preocupación por el desarrollo va de la mano con el uso de
categorías lógicas, simbólicas, es decir mentalistas.

Este campo psicológico, en donde podríamos nombrar muchos más autores


igualmente significativos (Bruner, Vigotsky, Wallon, Bartlett, etc.), es el que
algunos han llamado cognitivo en sentido amplio, ya que si bien estudia los
problemas pertinentes a la cognición humana (percepción ,memoria, pensamiento,
etc.), debe ser diferenciado del aquel otro -lo cognitivo en sentido estricto- que
pretende estudiar los procesos mentales mediante un análisis científico, utilizando
la analogía de la mente con la computadora. Este último punto tiene dos
vertientes: uno, principalmente corresponde a la influencia que la computadora
tiene en el campo de la psicología académica del hemisferio norte, y el otro a la
convergencia de varias disciplinas -la Psicología es una de ellas- en lo que ha
dado en llamarse Las Ciencias Cognitivas.

Más allá de las confusiones entre Psicología Cognitiva y Ciencias Cognitivas,


propias de un campo nuevo (aclararemos algo de esta última más adelante),
puede ser interesante ver lo que afirma el psicólogo Richard E. Mayer sobre lo que
es la primera.

En su libro "El Futuro de la Psicología Cognitiva" nos dice que ésta es:
"El análisis científico de los procesos mentales y estructuras de memoria humanos
con el fin de comprender la conducta humana".

La primera parte de la definición -análisis científico- nos indica que solo puede
utilizar los métodos de la ciencia y más adelante precisa que éstos consisten en
"técnicas de análisis que permiten dividir las actividades mentales globales en
componentes que se puedan medir".

Lo mensurable de la definición nos pone en la misma línea que la anterior


"Pregunta por el Aprendizaje", pero el concepto de "actividades mentales" nos
aleja rápidamente de ella. La segunda parte de la definición se refiere al objeto de
la Psicología Cognitiva, al que define como "los procesos y estructuras mentales",
es decir la actividad mental humana.

Nuevamente podemos ver como surge la distancia teórica con el campo del
conexionismo conductista donde reina el antimentalismo.

La tercera parte afirma que todo se hace para "comprender la conducta humana",
es decir describir los sucesos cognitivos con claridad y precisión no solo para
comprender, sino también para poder predecir la conducta humana.

Si bien se utiliza el término "conducta", hay que entender que no está sostenido
por los mismos principios que vimos en nuestra primera definición de un campo
psicológico.

Basta con ver el ejemplo que da el autor:

"estudiar los procesos que subyacen a la resolución de problemas aritméticos para


posteriormente poder predecir y comprender porqué unos aprenden y otros
fracasan".
Esta frase habla de una "conducta" de resolver problemas, lo que poco y nada
tiene que ver con reflejos, movimientos musculares y glandulares, además del
determinismo del ambiente. Interesa un individuo que enfrenta de manera activa y
con estructuras y procesos mentales propios, los problemas con que se enfrenta
en su vida.

Meyer es un típico ejemplo de la influencia del modelo cibernético en la Psicología,


ya que su trabajo está centrado en el concepto del humano como procesador de
información.

Esta es una idea que proviene de la Teoría de la Información de Shannon y de la


concepción cibernética de Programa como una lista de cosas por hacer, es decir,
se interesa por la información sin que importe de que se trata lo que se informa.

Algunos psicólogos, como Ulric Neisser, en su libro Psicología Cognitiva,


cuestionarán la legitimidad de tratar a los humanos solamente como procesador
de información. Neisser reprochará a sus colegas el rendir tributo al modelo de la
computadora y su insistencia en los planteos artificiales de laboratorio, lo que
desemboca -dice- "en una Psicología ausente de los problemas con los que se
topan los humanos todos los días".

Llegado este punto, estableciendo una cierta sistematización de la pregunta por el


"conocimiento", podemos ver que el mismo se sostiene en un modo de abordar la
cognición que recurre a eventos internos, es decir mentales, que construye un
modelo conceptual de las estructuras y de los procesos internos, que pone énfasis
en la comprensión y en la explicación, que utilizará como metodología la
modelización y la programación, y que fundamentalmente se apoyará en la idea
de representaciones mentales.

Esta será definida como "la forma o la estructura que adquiere la información
codificada en la mente humana" y los procesos mentales serán "las maniobras
mediante las cuales se manipulan y transforman esas representaciones mentales".
Optar por este nivel representacional, marca diferencias con el neurocientífico, por
un lado, que habla de células nerviosas, y también con el histórico o antropológico,
por el otro, centrado en la influencia de la cultura. Determina que la actividad
cognitiva humana deba describirse sobre la base de símbolos, esquemas,
imágenes, ideas, proposiciones, etc.

Es necesario no perder de vista que el campo que se define desde la "pregunta


por el aprendizaje", entra en permanente colisión con esta propuesta
representacional de la "pregunta por el conocer".

Criticarán que en la Psicología, la representación es un postulado que hace más


mal que bien, que es preferible hablar de estructuras neurológicas o de conductas
manifiestas y que debemos referirnos a la conducta y disposiciones a comportarse
y no a hechos internos, es decir no a ideas, conceptos o reglas.

Una apuesta fuerte: La Ciencia Cognitiva

Inserta en la misma interrogación por el conocer que hemos visto anteriormente,


se ha transformado, en el decir de Howard Gardner, en la nueva ciencia de la
mente.

Su historia y desarrollo se encuentra confusamente entrecruzada con la de la


propia Psicología. Tal es así, que el famoso Simposio de Hixson, llevado a cabo
en septiembre del año 1940, en el Instituto Tecnológico de California y centrado en
el tema:

"La forma en que el Sistema Nervioso controla la conducta",

reunió a pensadores de distintas áreas; entre ellos estuvieron el matemático John


Von Neuman con la analogía entre la computadora y el cerebro;

el matemático y físico Warren Mc Culloch con el paralelismo entre el Sistema


Nervioso y los procedimientos lógicos
y el psicólogo Karl Lashley con su tema "El orden serial de la conducta".

Lashley cuestionó la Psicología del momento y planteó un esbozo de programa de


investigación. Este debía ocuparse de dar cuenta de las "conductas organizadas
complejas" como tocar un piano, jugar tenis o expresarse en el lenguaje común.

Fundamentalmente cuestionó el marco teórico explicativo dominante, es decir el


de las cadenas asociativas simples entre Estímulos y Respuestas. Este no es
capaz de dar cuenta de ninguna conducta ordenada en forma secuencial, las que
se desenvuelven con tal rapidez que ningún eslabón de la cadena puede basarse
en el precedente. Estas conductas complejas secuenciales, desafían toda
explicación en términos de cadena causal lineal del tipo A produce B.

Para Lashley debe haber una organización jerárquica, la que no es impuesta


desde afuera, sino que emana del interior del organismo. Como podemos ver
apunta directamente contra el ambientalismo propio de la pregunta por el
aprendizaje, proponiendo en su lugar cambiar un sistema estático respondiente
por uno dinámico y activo.

El trabajo de Lashley marca, un tanto simbólicamente en los EE.UU.., el inicio de


la decadencia de las teorías conexionistas comportamentales, permitiendo que
autores europeos (por ejem. Piaget) sea estudiados con mayor detenimiento. Al
mismo tiempo podemos ver que en el simposio nombrado anteriormente, se
destaca la presencia de investigadores provenientes del campo de la matemática,
física, cibernética etc. los que van conformando un nuevo territorio, tanto
conceptual, como tecnológico y económico que se cristalizará en el
entrecruzamiento interdisciplinario llamado "Ciencia Cognitiva".

Si bien surge en un espacio problemático común con la Psicología, veremos que


hay diferencias esenciales. Al respecto, el Programa en Ciencia Cognitiva de la
Universidad de Indiana (EE.UU.) nos aproxima una caracterización de la misma,
dice:
"La Ciencia Cognitiva explora la naturaleza de los sistemas inteligentes. Es un
campo interdisciplinario que trata con aspectos de la cognición compleja, con
modelos de los procesos cognitivos, sistemas inteligentes y la conducta
emergente de los sistemas interactivos en gran escala.

Toma prestado de una amplia variedad de disciplinas, incluida la psicología, las


ciencias de la computación, la lingüística, las matemáticas, la filosofía, la
neurociencia y muchas otras.

Sus metas incluyen una mejor comprensión de la mente humana, de la enseñanza


y el aprendizaje y de las habilidades mentales". Por otro lado el Instituto
Tecnológico de Georgia (EE.UU.) nos dice:

"Ciencia Cognitiva es un campo ínter y multidisciplinario que enfatiza el desarrollo


empírico basado en modelos computacionales".

Vemos que este último planteo destaca más ampliamente el modelo


computacional, mientras que el anterior explicita sus metas, destacándose en ellas
objetivos clásicos de la Psicología como ser comprensión de la mente humana,
enseñanza y aprendizaje, etc. Hasta aquí, todavía no es posible establecer una
distinción más clara con la Psicología, por lo tanto se nos hace necesario
continuar.

El Profesor Adarraga Pablo, miembro del Instituto de Ingeniería del Conocimiento


de la Universidad Autónoma de Madrid (España), expresa que: "La Ciencia
Cognitiva se ocupa del estudio de aquellos sistemas que poseen actual o
potencialmente, alguna forma de inteligencia o capacidades intelectuales, en sus
diversas facetas y manifestaciones reales o concebibles", situando a la nueva
disciplina en un marco más abstracto que la Psicología o que la Inteligencia
Artificial.
Para Adarraga existe una diferencia entre la IA, que no es otra cosa que modelo
computacional puro, y la Ciencia Cognitiva. Uno es más abarcador que el otro.
Esta última se centrará en el estudio abstracto de la cognición, es decir en el
análisis de sus mecanismos con independencia de las particularidades de los
sistemas que le sirven de substrato, sean éstos humanos, máquinas o sistemas
formales.

Más adelante Adarraga nos dirá que abordará su objeto de estudio -las funciones
cognitivas- desde el supuesto de que son concebibles en términos de cómputos.
Entenderá que los cómputos "son sistemas cuyas funciones de intercambio con el
medio se describen óptimamente como funciones de manejo sistemático de
información".

Nuevamente vemos como el concepto clave es el de los humanos como


procesadores de información, cosa que lo equipara a un sistema simbólico físico
como es una máquina. Esta postura parece estar sostenida en la idea de que así
como las computadoras se manejan con algoritmos, es posible también encontrar
un algoritmo universal que permita entender el funcionamiento de nuestro cerebro
(Roger Penrose).

En síntesis, el planteo de Adarraga se sostiene en que la Psicología trabaja con


humanos, la Inteligencia Artificial con máquinas y la Ciencia Cognitiva con el
concepto de cómputo en un nivel más abstracto.

Desde nuestra perspectiva, podemos decir a modo de conclusión, que la Ciencia


Cognitiva, en general, comparte con la Psicología su base empírica, su interés por
los procesos mentales, la formación de símbolos, las estructuras mentales, la
inteligencia -signifique esto lo que signifique- pero discrepan en que la Psicología
-como conjunto difuso de preguntas- no ha dejado de interrogarse por lo que
llamaremos la experiencia humana, es decir, un hombre que desea, que sufre, que
depende de una crianza, que crece, que se sabe mortal, que vive en una
sociedad, en una cultura y en una historia. Si bien la Ciencia Cognitiva se interesa
por lo mental, siempre está latente -en el modelo computacional- la esperanza
tecnológica de la construcción de una mente, es decir que un objetivo de
aplicación técnica parece marcar la dirección de los esfuerzos.

De todos modos es posible que en ese intento, les sea necesario modelizar,
parcial o totalmente, teorías de aparato psíquico, las que puedan ser
aprovechadas por pensadores que no pierdan de vista que el hombre, como nos
recuerda Neisser, no puede ser reducido a un mero procesador de información.

Cuando un Sujeto se encuentra con su pregunta

En general fue en el terreno académico, tanto europeo como estadounidense,


donde surgieron las teorías anteriores, se montaron laboratorios, vieron la luz
publicaciones y se debatieron las ideas que desarrollaron una psicología
caracterizada por su aspiración de ocupar un lugar en la ciencia.

Proveniente de un territorio distinto, la teoría psicoanalítica del vienés Sigmund


Freud, marcó no solo un enfoque novedoso del psiquismo, sino que desarrolló
también un modo de abordar el tema de su interés: el sufrimiento humano.

La llamada Teoría y Clínica del Psicoanálisis nace en el campo médico y como


consecuencia de la necesidad de poder enfrentar de alguna manera el dolor que
traían los pacientes que en ese entonces demandaban una respuesta al joven
médico austriaco.

Dirigían su pedido al profesional para que éste diera una respuesta al porqué eran
asaltados por las ideas y miedos que brotaban en sus mentes, o porqué no podían
beber agua, caminar, tener sensibilidad, etc., sin ninguna lesión neurológica que lo
justificara.

Para poder dar una respuesta, Freud trabajó tratando de contestar dos preguntas
que pueden ser definidas como las fundamentales para el Psicoanálisis:
1) ¿Como funciona, cual es la dinámica de la psique humana?, es decir ¿que es el
inconsciente, ¿como un sujeto vive el placer y el displacer? y

2) ¿Como opera un análisis, como es posible que alguien que escucha a otro
pueda provocar cambios en ese otro?.

Toda la doctrina analítica es una inmensa respuesta, una tentativa interminable y


que nunca llega a acabarse, de dar respuesta a estas dos preguntas.

El recorrido freudiano, primeramente teoriza sobre las llamadas neurosis, es decir


trabaja en el terreno de las patologías mentales y de esa manera su propuesta de
lo inconsciente queda expuesta a ser marcada como un fenómeno propio de lo
anormal.

Más adelante, en su texto "La Interpretación de los Sueños" del año 1900, ensaya
su primera teoría de un Aparato Psíquico, es decir una teoría general del
psiquismo humano, una teoría que de cuenta de todos los fenómenos psíquicos y
no solo de los anormales.

Esto aleja a Freud de las criticas de construir una propuesta limitada y lo acerca a
poder contestar una de las dos grandes cuestiones que señalamos más arriba.

En "La interpretación..." Freud habla de representaciones inconscientes, ideas


inconscientes, pensamiento inconsciente, con lo que nos plantea una novedad
paradojal: haría posible no saber.

Esto parece una ironía, ya que no saber parece lo más posible del mundo.

La conocida frase socrática "Solo sé que no sé nada" puede ayudar a comprender.

En la misma tenemos dos momentos, uno, "yo solo sé", donde aparece un yo y el
otro, "que no sé nada", donde aparece otro yo, es decir dos yo que no son iguales,
ya que uno sabe y el otro no sabe.
Es una forma en la que se distribuye el poder, visible por otra parte, en la manera
en que se presentaban los pacientes al Doctor Freud:

" Ayúdeme, Ud. debe saber lo que me pasa!".

Es decir, se supone que hay uno que sabe y otro que no, el médico sabe lo que le
sucede al paciente y éste no. El paciente sabe que no sabe y demanda ese saber.

Volviendo a la afirmación socrática, ésta nos permite tomar contacto con la


verdadera dimensión de la construcción freudiana: que no hay Psicoanálisis si
resulta imposible saber que no se sabe.

La teoría freudiana fundamentalmente plantea que el saber puede faltar y si puede


faltar, es porque hay un saber, pero que no se dispone de él. Generalmente se
supone que otro lo tiene, por eso la demanda al médico de que dé cuenta de eso
que le falta al paciente.

Podemos hacer una primera síntesis y decir que lo que Freud descubrió y llamó
inconsciente es que hay un saber no sabido.

En su recorrido por los centros académicos franceses, Freud pudo observar en la


Universidad de Nancy, en el laboratorio del Prof. Bernheim, lo que se llamó
"Sugestión Post Hipnótica". En ésta, una persona en estado hipnótico, se le daba
una orden -abrir una puerta- y al despertar realiza la misma con plena consciencia,
pero, y esto es lo importante, no puede explicar porqué lo hizo.

Aclara Freud el fenómeno, diciendo que la representación de abrir la puerta


permaneció latente o inconsciente volviendo a la consciencia en el momento
fijado.
Si bien la representación de abrir la puerta se volvió consciente, no hay recuerdo
del estado hipnótico y tampoco recuerdo del verdadero impulso a la acción, es
decir la orden del hipnotizador.

Lo importante para él es distinguir entre las representaciones inconscientes que


llagan a la consciencia y las representaciones inconscientes que no pueden
hacerse conscientes pero que son eficaces.

Esta es la eficacia que se revela en los síntomas, psicopatología de la vida


cotidiana y en los sueños.

Un sentido de lo inconsciente es lo no-consciente y el otro, yendo más allá, implica


que las representaciones se mantienen excluidas de la consciencia a pesar de su
intensidad y de su eficacia.

El primero es el sentido Descriptivo y el segundo el Dinámico.

El último implica la intervención de una defensa, y si hay defensa es porque hay


conflicto.

Este punto, la dinámica del conflicto, es uno de los centrales en el campo del
Psicoanálisis.

Cuando Freud nos relata el proceso típico de la formación de sueños, hace


referencia a las ideas de la actividad diurna (las ideas latentes), las que se
conectan con un deseo inconsciente y gracias a la energía de éste, se le hace
posible a la idea llegar a la consciencia, debiendo antes pasar por un proceso de
deformación.

Es la deformación el índice que testimonia de la participación de lo inconsciente en


la producción del sueño.

Lo importante de este proceso, es que la transformación implica reglas.


Son un conjunto de leyes que rigen los cambios operantes en el pasaje de las
ideas latentes al contenido manifiesto, siendo distintas a las que operan en la
consciencia.

Este sentido de lo inconsciente es el de una legalidad, que rige la transformación


de las ideas latentes en el contenido manifiesto.

Lo inconsciente nombra, por lo tanto, a la relación entre esas ideas latentes y el


contenido manifiesto.

La clínica con la que se topa Freud, le muestra que el neurótico sufre de síntomas
en los cuales se manifiesta un carácter repetitivo.

Es como si "recordaran" algo que la persona no puede recordar.


Surge el interrogante de ¿que es una memoria sin un sujeto que recuerde?.
Freud llama inconsciente a esa especie de memoria para la cual no hace falta
imaginar a una persona que recuerde y que, además, está sometida a una
legalidad que funda la repetición.

Es justamente esa insistencia legal lo que llamamos saber, un saber que no


necesita ser sabido, que no puede ser sabido.

Podemos decir a esta altura, que la obra de Freud intenta responder a su pregunta
de ¿como funciona la psique humana?, diciendo que uno de los sistemas
fundamentales que determinan nuestra existencia, es posible caracterizarlo como
un existente psíquico, eficaz, reprimido y organizado como un saber, al cual llamó
inconsciente.

Es por eso, que un sujeto pueda encontrarse con su pregunta, es ni más ni menos
que la oportunidad de confrontarse con aquello que insiste en cada uno y que está
organizado como un saber.
En ese sentido hacer un psicoanálisis es la oportunidad de que alguien se
encuentre con su pregunta, su pregunta fundante, la que funda su ser.

Por este motivo se puede sostener el llamar al campo teórico freudiano: la


pregunta por el saber.

El momento de concluir

Al comienzo de este trabajo se planteó la necesidad de realizar un rodeo para


reflexionar sobre el difuso terreno que presenta la Psicología y poder de esa
manera, pensar las afirmaciones del Profesor Fernández Trespalacios.

Este brindó una definición de Psicología a la que ya podemos volver con más
elementos para analizarla. Como vimos, en la misma se entrecruzaban conceptos
que posteriormente hemos podido adscribir a preguntas totalmente distintas.

Dijimos que cada pregunta define un espacio teórico diferente, y en ese


movimiento crea sus propios problemas e intenta sus propias estrategias de
solución.

Por esta razón es posible entender que hablar de "Procesos Psíquicos" pertenece
al ámbito de la llamada pregunta por el conocimiento, y que la misma define un
espacio conceptual donde lo mental, el pensar ligado a las representaciones y
símbolos, la inteligencia, el razonamiento, el plan y la intencionalidad, son ejes de
una operatoria que, trabajando con hipótesis y modelización, construirán un
universo de problemas que poco y nada tienen que ver con el "Condicionamiento
Clásico y Operante", también incluidos por Trespalacios en su definición de
Psicología Básica.

Solo un pragmatismo puede conciliar unidades temáticas tan dispares como el que
surge de juntar "condicionamiento" con "cognición y procesos psíquicos".
Es posible que algunos opinen que el conductismo a evolucionado a través del
tiempo, y que los conceptos watsonianos de sus orígenes ya están caducos, pero
basta observar cualquier libro de texto, y ver que incluye como lo básico -igual que
Trespalacios- la división entre condicionamiento clásico y condicionamiento
operante, para ver la actualidad de los mismos.

Es gracias a Burrhus Skinner que existe esa clasificación, por lo que su opinión
-contemporánea por cierto- nos puede resultar de interés.

En la carta que enviara al V Congreso Latinoamericano de Análisis y Modificación


de la Conducta, realizado en Caracas en octubre de 1986 expresa:

"El valor de ver las consecuencias de la conducta en vez de especular sobre los
sentimientos y estados mentales tiene ahora un reconocimiento más generalizado.
La fuerza integral del análisis experimental no ha sido todavía bien comprendida,
pero está teniendo efectos demostrables, El fracaso notable de la psicología
cognoscitiva para manejar la motivación y producir una tecnología eficaz es sólo
una de las señales de que el poder que tiene el análisis conductual será
reconocido prontamente". Es bastante claro que para él, utilizar conceptos
mentalistas hace más mal que bien.

No menos enfática en ese sentido es la Psicóloga Felicitas Kort, quien en un


artículo publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología (Volumen 23
#2/1991), destaca que lo importante es lo que la gente hace y que es
imprescindible observar los efectos del ambiente sobre la conducta. Asimismo les
reprocha a Aarón Beck, Albert Ellis y Michael Mahoney -a los que llama
irónicamente "cognitivistas"- el haber introducido nuevamente en la psicoterapia
conductual el concepto de introspección, un proceso de auto examen tomado
prestado de los filósofos, quienes lo utilizan desde hace 2400 años. Para apoyar
su posición Kort nos recuerda que su técnica conductista se dirige al hecho, no al
sentimiento, es decir que el énfasis no se centra en las actitudes, sino en las
consecuencias del comportamiento.
Hemos podido ver como Skinner, tanto como Kort, siguen fieles a los principios
que ya describiéramos anteriormente. El ambientalismo, los hechos, las
consecuencias de una acción, el organismo en acción, describen una Psicología
basada en principios incompatible con las categorías mentalistas, y en ese sentido
los autores citados son muy elocuentes y específicos en marcar las diferencias.

Por lo tanto es claro a que nos referíamos cuando en los comienzos del artículo
expresábamos que la definición de Trespalacios contenía de manera solapada
uno de los nudos teóricos conflictivos más importantes de la Psicología
contemporánea. Es evidente que el Profesor lo soslaya y produce una definición
por acumulación de conceptos, una mera sumatoria con una fuerte base
pragmática.

En éste sentido la posición de Arnold Lazarus, un discípulo de J.Wolpe (creador


de la Desensibilización Sistemática) al expresar que "no puede permitirse
renunciar a técnicas eficaces con el argumento de que infringen determinados
principios de la teoría del aprendizaje", deja sentada una posición que él mismo
llama:

"Eclecticismo Técnico", con lo que abre la posibilidad de integración de aspectos


cognitivos. Este "eclecticismo", es algo demasiado cercano al planteo que nos
deja Trespalacios y permite ver más claramente como algunos pretenden resolver
el "nudo teórico" de la Psicología.

Hasta ahora se ha podido incursionar en los conflictos que produce el


entrecruzamiento de las preguntas por "el aprendizaje" con la del "conocimiento",
cosa facilitada por el hecho de que ambas son fundamentalmente académicas.

La última, es decir la del "saber", vimos que surge en un terreno distinto:


el médico.

Desde ya que éste origen determinará una dirección diferente. Si bien el


pensamiento freudiano es una teorización de modelos -como dice Bercherie- más
o menos contradictorios e inconciliables, es destacable su condición de ser
operatorios para pensar la clínica. La obra de Freud es un conjunto de modelos
relativos y no hay una posibilidad de extraer de ella un sistema completo, es decir,
una síntesis capaz de cubrir el conjunto de sus objetos. Tratará el autor de cerrar
en un sistema los elementos que dispone, cosa que cuestionará a renglón seguido
ya que el modelo terminado actuará como obstáculo rápidamente.

Una gran parte de la obra de Freud se caracteriza por su dimensión especulativa,


en donde existe con lo real un vínculo muy flojo, pero también nos muestra un faz
operatoria en el campo empírico.

La primera apuntará a la pregunta por el aparato psíquico y la segunda a


responder como opera un análisis.

En el oscilar entre un polo especulativo y otro clínico, el Psicoanálisis construirá


una serie de teorías de lo psíquico que son absolutamente pertinentes a los
intereses de la Psicología.

Más allá de la discusión sobre si el Psicoanálisis es o no una Psicología, la que


suena un poco pueril, ya que da por sentado que hay un Psicoanálisis y una
Psicología, creemos que es legítimo el derecho del llamado "difuso campo
psicológico" a tomar todo lo que considere pertinente para sus intereses, entre los
que se encuentra, de modo convergente con el de Freud, contestar como funciona
"ese real" llamado: el psiquismo humano.

Si hay diferencias conceptuales con el modo en que esto será contestado, no tiene
la menor importancia, ya que hemos visto que ese es justamente el problema
general del universo de la Psicología. No tiene importancia para sostener la
oposición Psicología vs Psicoanálisis, pero sí la tiene para poder dar cuenta de los
interrogantes respecto a lo psíquico.

De la misma manera que el mundo de la Física no tiene una teoría unificada que
de cuenta de lo extremadamente pequeño y de lo extremadamente grande, la
Psicología no se pone de acuerdo en los métodos y en los niveles de preguntas en
los que desarrollarán su disciplina,

pero si bien esto muestra un gran problema, no quiere decir que con lo que hemos
logrado no estemos mejor que antes.

La humanidad ha mejorado mucho su capacidad de comprender como funciona,


pero también sabemos que -aunque se dude de si se logrará algún día-falta
mucho por hacer todavía.

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Bibliografía

-Bercherie, Paul: "Génesis de los Conceptos Freudianos" Ed. Paidós

-Fernandez Trespalacios, J. L..: "Introducción a la Psicología" Ed. UNED

-Freud, Sigmund: "Obras Completas" Ed. Biblioteca Nueva

-Gardner, Howard: "La Nueva Ciencia de la Mente" Ed. Paidós.

-Mayer, Richard: "El Futuro de la Psicología Cognitiva" Ed. Alianza

-Miller, George: "Introducción a la Psicología" Ed. Alianza.

-Nudler, Oscar: "Problemas Epistemológicos de la Psicología" Ed.Siglo XXI

-Skinner, Burrhus: "Sobre el Conductismo" Ed. Planeta

-Kort, Felicitas: "Revista Latinoamericana de Psicología" #2 1991. Volumen 23


pag. 246
-Penrose, Roger: "La Mente Nueva del Emperador" Ed. Fondo de Cultura
Económico

-Varela Francisco y otros: "De cuerpo Presente" Ed. Gedisa.

-Watson, John: "El Conductismo" Ed. Paidós.

-Zaccagnini, J. L. y Adarraga P.: "Psicología e Inteligencia Artificial" Ed. Trotta.


Madrid.
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"DESARROLLOS PSICOLÓGICOS CONTEMPORÁNEOS"

Profesor Titular : Jaime Sixto López.

Facultad de Psicologia. Universidad Nacional de Rosario

ARTÍCULO ¿Que decímos cuando decímos Psicología? Lic. Jaime López.


Diciembre 1996
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