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Comentario Del Soneto XIII de Garcilaso de La Veg1

El documento analiza el soneto XIII de Garcilaso de la Vega desde una perspectiva renacentista. Describe cómo el poema recrea el mito de Dafne y Apolo de Ovidio para expresar el tema del amor imposible. Explica que los cuartetos describen la transformación de Dafne en laurel mientras que el primer terceto presenta la reacción de dolor de Apolo y el segundo terceto ofrece una reflexión lírica sobre el mito. Concluye que el soneto ilustra valores renacentistas como la forma sonetos, el uso
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Comentario Del Soneto XIII de Garcilaso de La Veg1

El documento analiza el soneto XIII de Garcilaso de la Vega desde una perspectiva renacentista. Describe cómo el poema recrea el mito de Dafne y Apolo de Ovidio para expresar el tema del amor imposible. Explica que los cuartetos describen la transformación de Dafne en laurel mientras que el primer terceto presenta la reacción de dolor de Apolo y el segundo terceto ofrece una reflexión lírica sobre el mito. Concluye que el soneto ilustra valores renacentistas como la forma sonetos, el uso
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Comentario del soneto XIII de Garcilaso de la

Vega
El texto que nos disponemos a comentar es un soneto muy conocido de Garcilaso
de la Vega, poeta español que vivió entre los años 1501 y 1536. Nos encontramos, por
tanto, ante un escritor del Renacimiento, periodo que -de acuerdo con la información
brindada en la clase teórica de la materia por el Prof. Hernán Sosa- se caracteriza por
guardar amplio vínculo con las concepciones gestadas dentro del movimiento del
Humanismo. Este movimiento promovía una visión antropocéntrica, dentro de la que el
valor del individuo se manifestaba principalmente en capacidad de raciocinio, entendida
como la usina gestora de todas las ideas y acciones humanas. Además, propugnaba la
recuperación de los modelos culturales y literarios del Mundo Clásico de Grecia y Roma y,
en virtud de tales valores revisitados, buscaban el equilibrio, la transparencia y la armonía
en todas sus formas.

En vista de lo anterior, el propósito que guía la lectura de este poema es observar


qué rasgos renacentistas son perceptibles en este texto de Garcilaso, cuál es el tema que
desarrolla y qué estrategias líricas se ponen en juego para el tratamiento de dicha
temática.

Leamos, entonces, el soneto que nos convoca:

A Dafne ya los brazos le crecían,


y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que al oro oscurecían.

De áspera corteza se cubrían


los tiernos miembros, que aún bullendo estaban;
los blancos pies en tierra se hincaban,
y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,


a fuerza de llorar, crecer hacía
el árbol que con lágrimas regaba.

¡Oh miserable estado, oh mal tamaño!


¡Que con llorarla crezca cada día
La causa y la razón por que lloraba!
En cuanto al contenido del poema, vemos que responde al tema de la queja
amorosa por el rechazo o la muerte de la amada. Para la expresión de estos sentimientos
personales, el yo lírico se vale del mito clásico de Dafne y Apolo presente en La
metamorfosis de Ovidio. Pero su recreación de este mito no constituye un fenómeno
aislado, sino que es un revelador ejemplo de la recuperación renacentista de todo lo
relacionado con el Mundo Clásico de Grecia y Roma, como ya hemos mencionado.

Según el mito, Apolo, enamorado de Dafne, la persigue. Ella, atemorizada, huye a


la carrera, pidiendo el auxilio de su padre, el dios-río Peneo, que salva a la ninfa
transformándola en laurel. En cambio, en el soneto se muestra únicamente el desenlace
de la historia: la gradual metamorfosis de la ninfa y la amarga decepción de su
perseguidor. La libre recreación de este mito constituye un pretexto para el tratamiento
de la figura del amor imposible.

En cuanto a su estructura, podemos decir que el soneto se articula en tres partes:


los cuartetos describen la metamorfosis de Dafne, el primer terceto expresa la dolorida
reacción de Apolo y el segundo, constituye la reflexión lírica a partir del mito: hay una
identificación entre el sentimiento amoroso y el mito clásico. En este sentido, vemos cómo
los cuartetos están dedicados exclusivamente a la figura de Dafne y a su transformación
física, mientras que la referencia a la figura de Apolo aparece recién en el primer terceto.

En la primera parte del poema, el yo lírico se constituye como observador directo


de la metamorfosis a partir del uso del verbo “vi”, y tal contemplación se describe con
profusión de elementos visuales y táctiles, logrando un efecto intenso de lectura por
medio de los siguientes procedimientos:

– el dinamismo de los verbos, colocados estratégicamente al final, lo que produce


generalmente un hipérbaton que confiere tensión al discurso: “en verdes hojas vi que se
tornaban/ los cabellos que al oro oscurecían”

– la antítesis entre los elementos sensoriales positivos y negativos referidos a lo


humano y a lo vegetal: tiernos /áspera, blancos /torcidas.

Retóricamente, los dos cuartetos aparecen articulados mediante paralelismos. De


Dafne se nombran brazos, cabellos, miembros y pies, conforme al orden sucesivo de la
descripción clásica: de arriba abajo. Cada uno de estos elementos se convierte en otro tras
la transformación: ramas, hojas, corteza y raíces, respectivamente. Si nos fijamos, cada
pareja de nociones abarca dos versos, que además aparecen trabados por la
similicadencia, es decir, por la identidad gramatical de esos finales en imperfecto, verbos
de movimiento en su mayoría, que insisten en el carácter dinámico de la transformación.
Trabazón reforzada por los epítetos, todos ellos antepuestos: luengos, verdes, áspera,
tiernos, blancos, torcidas. Observamos la fuerza expresiva de estos adjetivos que, aunque
no modifican el significado del sustantivo, sí potencian la cualidad que interesa en casa
caso.

El primer terceto está dedicado a la figura de Apolo, cuyo nombre no se hace


explícito. Ésta aparece expresada mediante la descripción hiperbólica del llanto (capaz de
hacer crecer el árbol) y las palabras relacionadas con el campo semántico del dolor: daño,
llorar, lágrimas. El remate del terceto, mediante una paradoja, nos cuenta que el llanto
del dios es tan copioso que determina el crecimiento del árbol, lo cual es causa de más
llanto y de más pena.

El último terceto es de clara naturaleza reflexiva. Aquí el yo lírico reaparece y


refuerza el sentimiento de pesar, usando el paralelismo (¡Oh miserable estado, oh mal
tamaño!) que, como vemos, destaca el carácter de lamento.

Es de destacar también otro ingrediente retórico propio de toda la composición: la


elipsis, que se manifiesta ya desde el mismísimo comienzo in medias res: no se cuenta
todo el mito, directamente el poeta nos sitúa en el momento de la metamorfosis;
igualmente, la transformación de la ninfa se centra exclusivamente en los cuatro términos
citados, los cuales funcionan a modo de sinécdoque de la totalidad. También se omite la
llegada de Apolo junto al árbol y, mediante elipsis narrativa, se pasa directamente a la
desesperada reacción del dios. Todas estas omisiones nos llevan de nuevo a la
consideración de que, en realidad, lo primero que se omite es la historia en sí de Apolo y
Dafne. En este soneto se muestra únicamente el desenlace de la historia: la gradual
metamorfosis de Dafne y la amarga decepción de su perseguidor. Por tanto, si no se
conociese, por vía extrapoética, el mito, el poema resultaría extraño, incomprensible.
¿Quién es Dafne?, ¿por qué le crecen los brazos?, ¿por qué se convierte en árbol? Nada se
dice al respecto. Como vemos, el poema presupone el conocimiento previo del mito.

Para concluir, podemos ver en este breve recorrido por qué el soneto comentado
constituye un exponente claro de los valores literarios del Renacimiento. El uso de la
armonía del soneto como forma lírica; el endecasílabo como marca de la relevancia que
tiene la razón en la construcción poética; los tópicos de venatus amoris (amor como caza)
y morbus amoris (mal de amores) trabajados a través de la recuperación de un mito
clásico; el uso de ciertas figuras retóricas tales como el paralelismo, la hipérbole, el
hipérbaton, la elipsis, etc.; son todos procedimientos mediante los cuales un autor como
Garcilaso transcribe los principios y rasgos culturales dominantes en este período de
referencia.
Texto con modificaciones extraído de https://expydoc.com/doc/6258500/comentario-del-
soneto-xiii-de-garcilaso-de-la-vega

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