2.3.
DESCRIPCIÓN Y EXPLICACIÓN DEL DELITO Y LA CRIMINALIDAD
2.3.1. Concepto del delito desde el punto de vista de la imputación objetiva
2.3.2. Concepto de criminalidad
En la actualidad en nuestra sociedad contemporánea, el progreso de la criminalidad
ha hecho que esta se convierta en uno de los principales problemas de los ciudadanos,
esta ansiedad colectiva se expresa en diversas sociedades, países y regiones,
dicho contexto provoca graves daños a las personas, familias y en especial a
la economía peruana.
Se conoce que la criminalidad tiene múltiples causas, ya sean sociales, económicas,
culturales y/o psicológicas, e incide en el deterioro familiar, por la participación de uno de
sus miembros en algún delito, en sus diversas modalidades: robo, hurto, estafa, extorsión,
asesinato, violencia familiar, violencia sexual, narcotráfico y etc. Evidentemente esto afecta
el bienestar económico y social, provocando constantemente intranquilidad e impidiendo el
crecimiento y desarrollo de los pueblos, de los países, con consecuencias muy dañinas en la
población.
Por ello, el tema de la criminalidad es sustancial en todas las sociedades, asimismo lo
expresan los diferentes actores públicos y privados, autoridades, investigadores y ciudadanos
en general. Por tanto, frecuentemente abordan el tema en diferentes eventos, foros, reuniones,
seminarios, donde se discute, expresa y analiza dicha problemática. Por lo que, podemos
comprender por criminalidad al “conjunto de ocurrencias delictivas registradas en una
jurisdicción, en un momento determinado” [CITATION GAB17 \p 69 \l 10250 ].
Es decir, la criminalidad se entiende como el volumen de infracciones cometidas
sobre la ley penal, por individuos o una colectividad en un momento determinado y en una
zona determinada.
En la misma línea Alfonzo Reyes Echandia conceptúa que la criminalidad es el
“conjunto de delitos y contravenciones cometidos en un tiempo y espacio determinados”
[CITATION REY87 \p 20 \l 10250 ].
Entonces tenemos que la criminalidad es la suma de varios delitos que se cometen
cotidianamente, se considera o se asocia en forma de estadísticas de hechos cometidos en
tiempo y lugar específico. Teniendo en cuenta que este concepto es bastante amplio requiere
algunas distinciones. Si la criminalidad es analizada desde un enfoque cuantitativo es decir
estadísticamente, se conocen varias clasificaciones de las clases de criminalidad como:
Primero, la criminalidad global es aquella constituida por la “suma de infracciones
penales cometidas en un determinado espacio y tiempo, cuya realización ha llegado a
conocimiento de las autoridades…”[CITATION REY87 \p 24 \l 10250 ]
Y segundo, “La criminalidad específica se refiere a determinadas infracciones penales
conocidas por las autoridades”[CITATION REY87 \p 24 \l 10250 ].
De la misma forma, José María Rico aborda la criminalidad señalando que "es aquel
fenómeno de masas constituido por el conjunto de las infracciones que se cometen en un
tiempo y lugar dados.” [CITATION Ric \p 32 \l 10250 ].
De lo mencionado, se desprenden al menos tres niveles:
La criminalidad real está constituida por el conjunto de delitos que se cometen
efectivamente en un espacio y tiempo dados, prescindiendo de que hayan sido
o no denunciados, investigados, juzgados o condenados. La Criminalidad real
sigue siendo una incógnita en Criminología, ya que la sociedad nunca sabe la
cantidad exacta de delitos cometidos realmente. Sin embargo, sólo este
conocimiento de la delincuencia real puede dar a la Criminología una base
inatacable.
incluso si una parte sumamente importante de la criminalidad deberá siempre
quedar fuera del alcance de las autoridades encargadas del control social, por
lo menos se puede saber el número exacto de infracciones comunicadas a la
policía y al ministerio público o descubiertas por dichos organismos. Este tipo
de criminalidad recibe el nombre de criminalidad Aparente, pues comprende
los delitos que aún no han sido juzgados por los tribunales.
Finalmente, la criminalidad legal es aquella que resulta del conjunto de
condenas pronunciadas por los tribunales en lo penal o, por lo menos del
número de asuntos juzgados o de decisiones adoptadas por dichos tribunales.
[CITATION Ric \p 33 \l 10250 ]
Por otro lado, es relevante señalar, la conocida expresión de Emile Durkheim que
señala que:
el crimen es algo normal o natural y hasta útil o necesario en la sociedad, no
solo mantiene vigencia, sino que aparece más real que nunca. Recordemos
que, para Durkheim, el delincuente era un sujeto normal y el delito era normal
y positivo porque no existe una sociedad que no posea criminalidad, sin
embargo, Gabriel Tarde criticó duramente la aseveración de Durkheim, de que
el delito era algo normal, suscitándose entre ambos una célebre polémica.
[CITATION RÍO17 \p 4 \l 10250 ].
En otras palabras, de lo argumentado por Emile Durkheim, se entiende que la
criminalidad como un hecho que, si bien es execrable, debe cumplir alguna función en la
sociedad, puesto que se encuentra presente en toda sociedad conocida. En alusión a la
patologización del crimen, Durkheim considera que aquello que es normal no puede ser
patológico. La criminalidad y otros fenómenos normalmente referidos como patológicos,
como por ejemplo la prostitución, solo lo serían al alcanzar niveles en los que amenazan la
reproducción del orden social y conducen al estado de anomia o ausencia de normas.
Lo que es bastante controversial pues, si bien es cierto que, en la sociedad
contemporánea, el crimen está estrechamente vinculado en nuestra cotidiana existencia
social, son parte de nuestra realidad, también es evidente que vivimos bajo la sombra de una
inmisericorde inseguridad que nos alarma y pone en peligro nuestra integridad física y/o
mental y nuestra relación con el mundo.
Siendo, la criminalidad es un tema difícil y complicado para la Sociedad porque
refleja sus debilidades, la cara más amarga de sus fisuras y contradicciones. En una sociedad
que se desenvuelve dentro de simbologías, en la que el mensaje es trascendente, reconocer la
existencia y peligrosidad de la criminalidad, supone destapar, cual “efecto dominó”, una serie
de déficits sociales, económicos, culturales de nuestras sociedades.
De este modo resulta necesario que la criminalidad deba ser analizada en sus
múltiples dimensiones. La evidencia disponible nos señala que ésta, tiene múltiples
determinantes, diversidad de causas: sociales, psicológicas, económicas, demográficas,
legales, que es necesario conocer bien, interrelacionarlas y conectarlas, para tener una amplia
base empírica de análisis, que permita un óptimo diagnóstico, y por supuesto la formulación
de adecuadas políticas públicas que tiendan a disminuir los índices de la criminalidad y
generar condiciones para una adecuada paz social, condición imprescindible en curso al
desarrollo…
En efecto, exhibe múltiples aristas que deben ser consideradas en cualquier análisis.
Desde las particulares condiciones de vida de las familias involucradas, que, en ciertas
circunstancias, uno de los suyos traspasó la línea de la legalidad influenciado por factores
internos al hogar muchas veces motivado por las condiciones de vida de las familias, aquellas
en situación de vulnerabilidad económica, sin oportunidades.
En consecuencia, existe un enfoque económico sobre la criminalidad, que además
tiene a su gran representante, premio Nobel en economía de 1992.
De acuerdo con Becker Gary [CITATION Bec741 \n \t \l 10250 ] quien tuvo la
idea de que, la criminalidad aquel conjunto de todos los delitos, no solo los
delitos graves, como, robo ,asalto, secuestro o violaciones sexuales que
reciben tanta cobertura de los periódicos, sino también los delitos de cuello
blanco. De este modo, la criminalidad se comprende como una actividad
económica que, sin embargo, es ausente y casi en total abandono por los
economistas.
En efecto Gary Becker en su obra “Crimen y Castigo: un enfoque económico” analiza
la decisión racional detrás de los delitos. Donde sostiene que el crimen se sustenta en el
precio, cometer un delito es, casi siempre barato para el delincuente, distingue puntualmente:
El encuentro de la racionalidad con el provecho económico transforma el acto
delictivo en elemento de cálculo racional. Si se observa que ciertos actores
prefieren el delito antes que otros medios para obtener ganancias, esto debe
obedecer a un cálculo que encuentra mayores beneficios en el acto criminal.
Según esta teoría, es posible construir una fórmula matemática para predecir la
ocurrencia de actos criminales específico.[CITATION Bec74 \p 1 \l 10250 ]
Para predecir crímenes, se considera que la acción criminal debería ser más rentable
que el dinero equivalente al que se ganaría en un trabajo regular durante el tiempo que duraría
la privación de libertad, si se es atrapado por ese delito.
Si a partir de tal cálculo resulta racionalmente cierto que es más conveniente
delinquir, entonces se producirán muchos actos delictivos. Si se encontrara que es racional
delinquir para obtener ganancias, muchos no lo harían, porque existiría un alto riesgo de ser
sancionado. La diferencia con los criminales estaría en que estos serían inafectos al riesgo.
A partir de este razonamiento se tienden muchos puentes para vincular indicadores
económicos con indicadores de criminalidad. Es decir, en situaciones de mayor desempleo
habría mayor criminalidad; ante la pobreza y bajos salarios también se realizarían más actos
criminales. También se encuentran relaciones con la efectividad de la Policía y del Poder
Judicial, y con la severidad de las penas. La urbanización también jugaría un papel
importante, ya que esta aumentaría la posibilidad de que los delincuentes se escondan en el
anonimato y reduciría la posibilidad de que se les capture.
Esta teoría permite analizar la delincuencia dejando de lado las características
biográficas y de socialización de los criminales. Se enfoca en un contexto determinado y, a
partir de allí, predice cuánto crimen habrá. Para prevenir el crimen habría que desalentar las
buenas razones para cometer delitos, por ejemplo, con penas más severas, policías y
magistrados más eficientes y mejores condiciones salariales.
Como consecuencia lógica de vincular pobreza y violencia, se esperaría que, en
cuanto mejoren los ingresos de los sectores más pobres de la población, disminuya la
violencia –política, para aquel momento–. Mayores ingresos y mejor distribución de los
mismos deberían reducir las manifestaciones violentas, tal como Gary Becker señalaba “que
más empleo y mejores salarios reducirían la criminalidad”.[CITATION Bec74 \p 54 \l 10250 ]
En términos generales, la criminalidad es una actividad económica y, sin embargo, en
ausente y casi en total abandono por los economistas. El delito desde el punto de vista del
análisis económico se origina de la idea utilitarista del individuo.
Recapitulando, los seres humanos toman decisiones en los actos de su vida guiados
por una conducta “racional”, especialmente en el plano económico. Acumulan información,
evalúan la situación, establecen prioridades, seguridad, privilegian el mayor beneficio
económico, sopesan las dificultades y costos, buscan maximizar sus beneficios. Considerando
esto, en el mundo del crimen, la conducta “racional” de los individuos de cometer o no un
delito, sigue la misma lógica microeconómica. El delincuente evalúa, sopesa la posibilidad de
obtener una ganancia económica fácil mediante el crimen, y por cierto burlar la justicia. Opta
por el crimen, porque conoce lo laxa y frágil naturaleza de las leyes. El criminal considera
que la probabilidad de ser investigado, procesado o sentenciado es baja, por lo que burlar la
ley es lo más confortable y óptimo desde su perspectiva. Por tanto, delinque y continúa
haciéndolo. El “negocio” le resulta suficientemente “rentable”.
De esta manera, y referido a la criminalidad, hemos apreciado lo amplio que es el
enfoque y las involucraciones sociales y económicas que están presente y son testigos de los
avances permanentes del delito a pesar de ciertas limitantes que se aplican en los distintos
sistemas políticos de los Estados
Los estudios y datos disponibles sobre la criminalidad se construyen partiendo de
información incompleta y aproximada, por el hecho de que las fuentes que registran los datos
presentan numerosas limitaciones y a que el carácter del fenómeno y de sus personajes es
elusivo. No obstante, es de gran importancia realizar estos estudios que son muy pocos en el
país, pues dada la situación de inseguridad urge políticas en la materia, las cuales deben
formularse en base a información confiable.
Teorías sobre la criminalidad
Las teorías sobre criminalidad intentan hacer una aproximación del porqué el ser
humano se convierte en un criminal desde distintas perspectivas, centrándose en los factores
que conllevan a una persona a comportarse asocialmente, dentro de estas teorías tenemos a
las denominadas:
Teorías biológicas
A través de la estructuración de estas teorías se busca explicar la conducta delictiva
como resultado de una alteración orgánica o patológica. Dentro de las principales
aportaciones se encuentran los estudios de antropología criminal de Cesar Lombroso, siendo
en 1876 fecha en la cual nace la nueva criminología tras la publicación de el “Tratado
Antropológico Experimental del Hombre Delincuente” mediante el cual expone sus teorías:
A partir de la autopsia de un conocido criminal, había desarrollado una versión
más determinista de la “ciencia del criminal” que, con el nombre de
Criminología positivista o Antropología criminal, buscó sintetizar las
observaciones, estudios y experiencias directas de quienes hasta entonces
habían estado en contacto con el mundo de criminales y delincuentes.
Médicos, policías, jueces, abogados, juristas, alcaides y guardias de prisiones,
cobrarían un papel relevante al momento de identificar a los sujetos
peligrosos, categoría que comenzó a justificar tanto el fortalecimiento de las
ideas deterministas de la criminalidad como las posturas tendientes a
implementar, desde los aparatos de poder, una defensa de la sociedad basada
en la vigilancia e identificación de los sectores populares urbanos
preferentemente.[CITATION Leó14 \p 33 \l 10250 ].
Para Lombroso, las características mentales de los individuos están subordinadas a las
causas fisiológicas. Con ello selecciona varios tipos criminales que son el resultado de
factores tanto degenerativos como hereditarios más que de condiciones sociales, se distingue:
El delincuente nato: este presenta una suma de anomalías de corte degenerativo en el
cuerpo. Este se caracteriza por tener atributos primitivos que, caracterizándose por ser un tipo
hipoevolucionado. Sus características físicas como psíquicas son: la frente reducida,
desarrollo de los pómulos, gran cantidad de vello, orejas en forma de asa, insensibles al dolor,
insensibles afectivamente, cínicos, soberbia, crueldad, impulsividad y grandes anhelos
vengativos.
El delincuente loco moral: considerado una especie de idiota moral, se caracteriza por
su indiferencia afectiva que en conflicto con la ley se transforma en odio. Tiene una
corpulencia física, astutos e inteligencia natural intacta. Tiende a cometer sus delitos desde
infancia o adolescencia.
El delincuente epiléptico: este es caracterizado por ser una persona violenta y
agresiva, que no presenta remordimientos esto debido a su estado epiléptico.
El delincuente ocasional: Es aquel que perpetra delitos no tanto por la ocasión
propicia para hacerlo, sino que los comete de forma esporádica y atraído por el delito. Entre
otros tipos de delincuente.
Este autor explica el crimen como una causa interna más que social. La principal
aportación de este autor reside en el método empleado en sus investigaciones, el método
empírico. Sin embargo, esta teoría tiene varias desventajas o críticas, ya que ni todos los
delincuentes tienen estas anomalías ni los no delincuentes carecen de ellas, por lo que se
dejan muchos vacíos e desperfectos en dicho análisis.
Además, entre las teorías biológicas destaca el estudio de las biotipologías, esta
disciplina científica versa su teoría en una correlación entre las características físicas del
individuo y sus rasgos psicológicos. Una de las más conocidas fue desarrollada en 1921 por
el psiquiatra alemán Ernst Kretschmer a este respecto, nos dice que “consideramos
clínicamente, los delincuentes profesionales o habituales su psicópata, o sea, caracteres
anormales”[CITATION KRE47 \p " 274" \l 10250 ].
Según este autor existen tres tipos corporales vinculados a su caracterología, entre las
que se encuentran: El leptosomático o asténico, determinado por su delgadez y poca
musculatura y por predisposición a la introversión. El atlético, gran progreso esquelético y
muscular y el pícnico, con tendencia a la corpulencia y más proclive a la sociabilidad.
Igualmente, la tipología delictiva más preponderante en ellos los delitos violentos y mayor
posibilidad de repetición entre los atléticos, delitos de hurto, entre los leptosomáticos la estafa
y en cuanto a los pícnicos una mayor propensión a conductas delictivas relacionadas con el
fraude.
Teorías Psicológicas
Esta teoría se centra en la manera de deliberar del ser humano, es decir, centran el
estudio del delito como consecuencia del mundo psíquico o anímico de la persona mediante
el estudio de la psicopatología o del psicoanálisis.
La personalidad se refiere a la organización del individuo desde las características que
describen su comportamiento y forma de pensar. También la personalidad se caracteriza
porque permanece estable durante la vida del individuo, teniendo en este aspecto un cierto
carácter genético. No obstante, ello no significa que no sea susceptible de cambio e influencia
por el ambiente en el que se mueve el sujeto. Al componente genético se le denomina
temperamento, siendo el que permanece más estable en la personalidad del sujeto. En cuanto
al componente influenciado por el ambiente y el aprendizaje social se le denomina carácter.
En lo que concierne a estas teorías, destaca la teoría psicoanalítica. El creador
de esta es Sigmund Freud [CITATION FRE81 \n \t \l 10250 ] el cual afirma que
la personalidad está constituido por tres componentes, el “ello”, el “yo” y el
“super yo”. En el “ello”, se ubican los impulsos del instinto, en el cual
predomina los de etiología sexual. En el “yo” se regulan los deseos del “ello”
y simboliza la razón y el equilibrio. En cuanto al “super yo”, representa las
restricciones sociales y el miedo a la sanción.
De modo que, la consciencia y el sentimiento de culpabilidad ante las transgresiones
del orden social. En relación a los postulados básicos del psicoanálisis relacionado con la
delincuencia, destacan, en primer lugar, que cada persona se desarrolla en una serie de etapas
fundamentales en el desarrollo sexual. En segundo lugar, se aduce que en algunos casos y por
diversos motivos, se producen anormalidades esto genera conflicto dentro del desarrollo de la
personalidad, principalmente en la pre adolescencia. En tercer lugar, estos conflictos surgen
en la mayoría de los casos como consecuencia de la interacción entre impulsos que derivan
de los impulsos y las exigencias sociales. En cuarto lugar, establece que los conflictos son
dolorosos para la consciencia del individuo y, por ende, son arrojados al inconsciente.
Finalmente, se afirma que la consecuencia de los intentos para conducir los conflictos
dolorosos se desarrolla en la personalidad mecanismos de defensa que pueden llevar a
disfunciones de la personalidad, derivando u originando conductas delictivas.
Por otro lado, encontramos a la teoría de la personalidad delictiva de Eysenck,
[CITATION Eys \n \t \l 10250 ] Esta teoría psicológica con unos principios evidentes de
etiología orgánica que confería una gran relevancia el funcionamiento del sistema nervioso.
Esta teoría se basa en dos principales postulados. En la primera el autor explica como los
individuos aprenden a inhibir conductas de trasgresión de las normas mediante la secuencia
en la que se combinan los mecanismos del condicionamiento clásico aversivo y el
reforzamiento negativo.
Señala que la conciencia moral en los niños se adquiere en un proceso de
condicionamiento clásico, de manera que las conductas antisociales tempranas se asocian por
lo general, con pequeños estímulos aversivos que le producirán sensaciones de dolor, miedo o
ansiedad, de manera condicionada. Posteriormente, la ansiedad condicionada que
experimenta el niño ante la ocasión de perpetrar conductas semejantes se verá reducida si el
niño inhibe la realización del comportamiento considerado prohibido. De este modo, el no
realizar la conducta prohibida es recompensada y mantenida en su repertorio de
comportamiento a través del reforzamiento negativo.
Y en el segundo postulado, Eysenck explica que ante la duda del por qué la gente
difiere en su habilidad para mostrar un comportamiento prosocial, afirma que considera más
relevante las diferencias individuales en la personalidad fundamentándose para ello en que las
personas tienen diferentes capacidades de condicionabilidad, desencadenando así que unos
sujetos se condicionen más rápido que otros. Por consiguiente, los sujetos que tengan peor
condicionabilidad tienen una latencia para inhibir su comportamiento antisocial, teniendo así
más probabilidad de convertirse en delincuentes.
Teorías Sociológicas
Mediante la sociología, a diferencia de las teorías aportadas anteriormente, se centra
en el impacto de la sociedad en el individuo, entiéndase, a aquellos elementos sociales que
condicionan nuestra conducta y que hacen que tengamos comportamientos comunes. De esta
manera, la sociedad facilita el comportamiento, proporcionando unas pautas de actuación
predispuesta y dificultar así la libre acción, imponiendo normas y límites a la voluntad del
individuo. Por ello, aunque el sujeto es el que tiene la potestad para elegir en última instancia
si realizar tales conductas delictivas o no, la conducta individual no se encuentra sustentada
únicamente como resultado de nuestras decisiones, sino que la conducta se encuentra
condicionada socialmente.
Destaca Durkheim que define la anomia como: “la anonimia significa la falla del
sistema mismo, la imposibilidad de la sociedad de generar consenso, de plantear normas
claras de comportamiento a las que los individuos puedan sujetarse”. [CITATION Car91 \p 76 \l
10250 ].
De este autor se pueden encontrar dos ideas fundamentales, la normalidad de la
conducta delictiva ya que entiende que la conducta delictiva y la sociedad se encuentran
íntimamente ligadas y que no se concibe la falta de delito en cualquier forma de convivencia
social.
En segundo lugar, la relación de la anomia con el nivel de desarrollo y el tipo de
sociedad de que se trate, ya que a mayor nivel de complejidad social como son las sociedades
orgánicas, representativo de las sociedades industriales, aumentan las formas de conducta
anónimica, al no encontrarse claramente definido lo que es deseable en esa sociedad.
Podemos decir luego de esta pincelada teorías, en síntesis, analizando rápidamente
que desde siglos pasados la lucha contra la criminalidad existió. Y prácticamente todos los
representantes de diferentes teorías dicen que la delincuencia es consecuencia de las
interacciones de las personas que se dan en cada sociedad. Asi como también, la forma de
distribución económica y cultural que existe en cada gobierno.
Tipos de criminalidad
Definida la criminalidad aquel conjunto de delitos y contravenciones a la ley
producidos en un espacio y tiempo determinando. Es un tipo de desviación negativa la cual
atenta contra los derechos humanos del grupo y /o el individuo.
Afín de generar mayor claridad, vale la pena recordar que una de las clasificaciones
más tradicionales y de singular significación para la estadística criminal permite diferenciar,
tres especies de criminalidad: la real, la registrada con frecuencia denominada como aparente
y la criminalidad oculta. Sin embargo, existe además de estas tres especies un vasto
movimiento evolutivo del delito brinda varias oportunidades para que los mecanismos
estadísticos lo intercepten y exploren. Las distintas oportunidades y el dato que aportan
desemboca en varios conceptos que veremos a continuación:
Criminalidad Real
Jorge Restrepo hace referencia a la criminalidad real como:
La totalidad del fenómeno de la criminalidad, esto es, a la sumatoria de todos
los delitos, contravenciones y demás conductas desviadas de relevancia
criminológica que tienen ocurrencia en una sociedad determinada en un
tiempo igualmente determinado, con independencia de que tales conductas
hayan o no llegado al conocimiento de los órganos a quienes se ha
encomendado el ejercicio institucional de la reacción social contra esas formas
de comportamiento divergente definidas, por las esferas del poder, como
socialmente nocivas. [CITATION Res08 \p 29 \l 10250 ].
En otras palabras, señala que 100% de todos los crímenes ocurridos en una
determinada región, un país o el territorio estudiado, esto independientemente que hayan sido
conocidos o no por las autoridades, cabe decir que si el delito no es conocido por las
autoridades también hace parte del total de crímenes, por esta condición es muy difícil de
medir este tipo de criminalidad.
Criminalidad Aparente
Como hemos podido advertir con anterioridad la criminalidad aparente es conocida
también como criminalidad registrada ello por cuanto es la que aparece en las estadísticas
oficiales, es decir son los delitos y contravenciones que llegan a conocimiento de la
autoridad, ya sea por denuncia o cualquier otro medio incluyendo la percepción directa que se
hace a partir de la criminalidad real.
En esa misma línea Jorge Restrepo manifiesta que:
Por criminalidad registrada se entiende aquella porción de la criminalidad real
que se refleja en los informes públicamente divulgados por las autoridades,
como en el caso concreto de los anuarios de criminalidad de la Policía
Nacional. No parece acertado afirmar, como lo hacen muchos, que la
criminalidad registrada es simplemente la conocida por las autoridades, como
tampoco resulta exacto denominarla, como tan frecuentemente ocurre, con el
nombre de criminalidad aparente. Lo primero, porque algunas conductas
punibles que son conocidas por las autoridades pueden no ser divulgadas por
estas, en virtud de ciertos márgenes de discrecionalidad que ellas siempre
tendrán en el cumplimiento de sus tareas (tales como el principio de
oportunidad, algunas actuaciones educativas o de conciliación empleadas por
las autoridades de policía, entre otras); lo segundo, porque se le ha dado al
término castellano aparente un equívoco sentido, al equipararlo con la
expresión inglesa apparent, como resultado de una desafortunada traducción.
[CITATION Res08 \p 30 \l 10250 ].
En concordancia a lo señalado por este autor distinguimos a este tipo de criminalidad
como el conjunto de delitos y contravenciones que llegan a" conocimiento de la autoridad en
virtud de denuncias formuladas, por conocimiento directo de tales funcionarios, por
informaciones confidenciales o mediante cualquier otro medio de comunicación o
percepción.
Criminalidad Oculta
Con la expresión criminalidad oculta se alude a aquella parte de la
criminalidad real que no se refleja en los registros oficiales, bien porque no es
conocida por las autoridades o porque, a pesar de ser conocida por ellas, estas
no la reportan en los datos entregados al conocimiento público. [CITATION Res08
\p 30 \l 10250 ].
Es pues el resultado de la diferencia que se presenta entre la criminalidad real y la
aparente, vale decir, entre el número de hechos punibles objetivamente cometidos y la
cantidad de ellos que ha llegado a conocimiento de la autoridad. De esto resulta que la cifra
de la criminalidad oculta será más o menos amplia según que la autoridad tenga noticia de un
número más o menos próximo a la integridad de infracciones que ciertamente se cometieron.
La criminalidad oculta constituye uno de los más sobresalientes interrogantes
en el campo estadístico, debido a las dificultades de cálculo, no obstante
representar un índice terrible contra toda organización judicial. El problema
del delito usualmente se trata desde un punto de vista parcial y recortado, pues
se acude directamente a las estadísticas de tipo judicial. [CITATION Gut86 \p
106 \l 10250 ]
Este fenómeno puede suceder debido a que el hecho delictivo no se denuncia o porque
la policía no investiga. Si esto fuere así, si la autoridad tuviese conocimiento de la totalidad
de los hechos punibles que se hubiesen cometido en un tiempo y lugar determinados,
desaparecería la criminalidad oculta. Sin embargo, la verdad es que tal suposición no se da
jamás; inclusive en aquellos países culturalmente desarrollados, con eficientes autoridades,
invariablemente existe criminalidad oculta.
Por otro lado las razones por las que un hecho punible no es denunciado a las
autoridades suelen ser: no se llega a descubrirse: no ha sido advertido por víctima o testigo
como delictuoso; hay desconfianza o animadversión hacia la autoridad policial o judicial; por
simpatía hacia el delincuente; porque la comunidad misma se muestra contraria a denunciar,
por temor a represalias; porque se considera la condena imponible como más grave que el
daño ocasionado por el delito; para evadir ser implicado en la investigación como testigo o
ocasional copartícipe; o porque se piensa que es un pérdida de tiempo; cuando exista la
posibilidad de obtener reparación por otra vía o simplemente no cree que tendrá un resultado
resarcitorio.
Criminalidad Legal
Con el nombre de criminalidad legal (CL) se designa aquella que ha sido
objeto de reconocimiento por parte de la autoridad jurisdiccional, a través de
una calificación muy provisional (como la que se incluye en el auto de prisión
preventiva), una de mayor entidad (como la del auto de llamamiento a juicio),
o en definitiva la que resuelve el contenido material del proceso (sentencia).
Usualmente se admite esta última forma, es decir la de la sentencia
condenatoria, porque en el instante de su pronunciamiento hay una.
declaración oficial incontrovertible. sobre la realización de un hecho
delictuoso y sobre la responsabilidad individual de uno o de varios imputados.
[CITATION Gut86 \p 106 \l 10250 ].
Dicho de otro modo, es aquella criminalidad que ha sido objetivamente investigada
por la autoridad competente y en relación con la cual se ha producido una decisión Judicial
más o menos provisional.
Criminalidad Impunizada
“Con este nombre ha sido calificada la distancia que media entre la criminalidad
aparente y la criminalidad legal, es decir, entre los delitos que se denuncian y los que se
sancionan: CI=CA-CL”[CITATION Gut86 \p 111 \l 10250 ]
En otras palabras, es el número e infracciones penales que habiendo sido conocidas no
culminaron en sentencia condenatoria. Son aquellos delitos denunciados pero que no llegaron
a condición judicial, es decir, que siendo conocidos no culminaron en sentencias
condenatorias definitivas, por diferentes motivos como pueden ser ignorancia de los autores
del hecho, inexistencia del hecho o errores procesales.
Criminalidad Tratada
Esta criminalidad (CT) constituye fuente del mayor interés para estudio de
criminólogos y penalistas, como que desciende al caso individual. Se trata de
aquellos delitos reales, denunciados, castigados por los jueces, cuyos autores
-por eso mismo- han ido a desconfiar su pena o a cumplir una medida de
seguridad en un establecimiento penitenciario y están siendo tratados para
efectos de su regeneración o rehabilitación.[CITATION Gut86 \p 112 \l 10250 ]
Es aquella porción de la criminalidad judicial que señala las infracciones penales en
las que se ha derivado sentencia de condena y cuyos responsables efectivamente han
cumplido la sanción impuesta. Por fuera de ella quedan los condenados que no descontaron
total o parcialmente la pena.
La Criminalidad tratada es distinta de la real y no siempre sus cifras
equivalen. Los condenados en sentencia (criminalidad legal) pueden resultar
beneficiados con la condena condicional o el perdón judicial y entonces no
van a prisión o -lo que es más frecuente- pue. den ser condenados en
contumacia, ausencia o rebeldía y de inmediato no ingresan a planteles
carcelarios. El delito ha tenido la condigna respuesta, pero el responsable no
va a ser tratado por parte de los organismos estatales. [CITATION Gut86 \p 112 \l
10250 ].Es aquella donde el condenado a cumplido totalmente la sanción
impuesta.
2.3.3. Relación entre delito y criminalidad.
Para efectos de visualizar la relación entre criminalidad y delito debemos entender por
criminalidad al conjunto de delitos y contravenciones cometidos en un tiempo y espacio
determinados, por ello el delito y la criminalidad están directamente vinculados pues el
primero es causante del segundo
Así pues, estas ocurrencias delictivas pueden determinarse mediante multiplicidad de
registros cuantitativos, como estadísticas policiales, judiciales, penitenciarias, de salubridad
pública, empresariales, de derechos humanos, como también inferirse de estudios de casos o
de áreas geográficas determinadas.
Muchas veces decimos conceptualmente que la criminalidad es la suma de varios
delitos que se cometen cotidianamente. Es decir, se considera o se asocia en forma de
estadísticas de hechos cometidos. Pero no es solo eso, sino que, además, la criminalidad
resulta ser un fenómeno social, político y económico que existe en cualquier país del mundo
por más evolucionado que este.
En esa misma línea podemos decir que el hablar de la criminalidad, implica hablar de
un conjunto de elementos que forman parte de ella, este abarca principalmente el delito, el
delincuente y la víctima, sin embargo, esto no solamente se limita a conceptualizar los
factores principales, sino que a través de ella se busca alternativas de solución a fin de limitar
el fenómeno criminal o al menos poder disminuirla.
Con respecto al delito MEINI, formula que:
En cuanto a la definición de delito en nuestro Código Penal no se ofrece aún
una definición material de delito. Sin embargo, a partir de la interpretación de
algunos preceptos de la parte general es posible identificar las características
legales básicas del delito. Así, por ejemplo, a partir de su Art. 11, que señala
que “son delitos y faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas
por la ley”, se deduce que el delito es un comportamiento humano que puede
revestir la forma de acción u omisión y que, si las únicas modalidades
subjetivas del comportamiento delictivo son la dolosa y la imprudente, la
voluntariedad es un elemento del delito. Por tanto, la responsabilidad penal es
siempre subjetiva y no se admite por la mera causación de resultados o caso
fortuito.[CITATION MEI14 \p 43 \l 10250 ].
Del mismo modo, Márquez Piñero refiere que:
El concepto jurídico penal del delito es que se toma como un concepto
eminentemente normativo, el segundo es un concepto esencialmente
conductual, predominantemente factico, lo que origina una consecuencia bien
notable: el crimen alude a conductas antisociales, pero no todas las conductas
antisociales son delictivas; las hay claramente antisociales que no están
definidas jurídicamente como delitos.[CITATION MÁR99 \p 55 \l 10250 ].
Teniendo en cuenta que el delito es una conducta que va contra el ordenamiento
jurídico y que genera daño, al ser cometida por distintos agentes en un lugar y tiempo
determinados contribuyen con el aumento de la criminalidad.
En ese sentido no podemos dejar de notar una estrecha vinculación entre el delito y la
criminalidad.
En la percepción de la criminalidad se desprende que:
La criminalidad se ha convertido en una categoría homogénea de conductas,
así pues hay delitos que van en ascenso y otros que a pesar de no haber
registrado un aumento, incitan la atención social y de los medios de
comunicación de masas y en un tercer lugar aquellos delitos que se mantienen
en una línea de estabilidad, a todo ello lo que menos se espera es que el hecho
se reitere, dado que las víctimas del fenómeno de la criminalidad son los más
afectados en virtud al daño directo a la persona o a sus ámbitos más
privados[CITATION CAR17 \p 81 \l 10250 ]. De lo que se entiende que las incidencias
de ciertos grupos de delito determinan el tipo de criminalidad.
En ese sentido podemos afirmar que una georreferenciación del delito que facilitará la
construcción de los mapas delictuales para el análisis de la de la criminalidad y la seguridad
ciudadana, permitiendo, además de mostrar información del hecho delictivo, de la víctima y
del victimario, añadir el contexto social: educación, salud, seguridad social, juventud,
violencia familiar y contexto vecinal. Es decir, todo aquello que abone en las condiciones de
vida de la población, combinando información de la concentración de negocios y su
crecimiento, y por supuesto, los avances cuantitativos y cualitativos del delito, como en un
supuesto y enorme laboratorio de ingredientes orientados a generar políticas de prevención,
combate y tratamiento de la criminalidad en nuestro país.
Además, se genera niveles de impunidad bastante altos en la realidad del país, por
desconocimiento o por ocultamiento que seguramente debe dar lugar a acciones de política
orientadas a avanzar en este terreno. Un aspecto importante a considerar en esta problemática
es, la escasa acción de la denuncia de delitos en el país. Los ciudadanos son afectados por
estos delitos, pero en su gran mayoría no denuncian los hechos, exhibiéndose en la realidad
del país una cifra negra del delito bastante elevada, es decir, gran parte de la actividad
delictiva no ingresa al registro, lo que afecta a la percepción real de la criminalidad.
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