Nuevas consideraciones sobre un viejo tópico
Texto: Historia Magistra Vitae (en Reinhart Koselleck Futuro Pasado)
Los textos reunidos en la publicación Futuro Pasado de Reinhart Koselleck, un clásico ya de
la teoría de la historia contemporánea, habilitaron la reflexión innovadora de la disciplina
histórica abordada desde la historia de los conceptos.
Un capítulo en particular como Historia Magistra Vitae (Capítulo II de la primera parte en la
edición castellana) merece destacarse ya que es aquí donde Koselleck hace una historia del
concepto Historia, para ello se propone analizar el antiguo topos de la disciplina histórica
como maestra de la vida. Koselleck analiza que esta manera de entender la historia como
fuente de ejemplos morales y éticos se practicó casi exclusivamente en el periodo anterior a
lo que él denominara Sattelzeit situado entre 1750 y 1850 y por lo tanto marca una diferencia
considerable en cuanto a la concepción contemporánea, este cambio influyó tanto en la
ciencia histórica como la aprehensión de la misma.
Por eso antiguamente la práctica de la historia como relato de hechos pasados tenía un
propósito diferente a nuestra percepción contemporánea. Según Koselleck durante 2000 años
se practicó esta fórmula acuñada por Cicerón, asimismo en el curso de Historia Conceptual I
se destacó que tambien esta manera de relatar la historia constituyo dentro del campo de la
retórica, por ejemplo, como una manera de cooptar aliados para un ejército en un contexto
que así lo requería, pero también cuando un gobernante debía pronunciarse (de la misma
manera en que un marinero debe timonear frente a un mar hostil) a una audiencia o asamblea
pública en la cual debía hegemonizar su discurso frente a otros; es decir, practicar un discurso
con una decisiva fuerza de persuasión.
Koselleck observa y critica el hecho de que subyace en esta fórmula una continuidad
temporal prácticamente inmutable en las sociedades, la propiedad de Magistra sería aplicable
a todos los tiempos sin contemplar las particularidades, como si el tiempo no incidiera junto a
las modificaciones sociales.
Personalmente considere este texto para analizar porque me parece que, no solo permite ver
una práctica particular de la historia y la funcion que cumplia, en la cual se destaca una
función pedagógica en las diferentes sociedades occidentales, sino que además el análisis de
Koselleck permite la autoobservacion de la disciplina, pero ¿cuál sería la utilidad de una
autoobservación?; a mi criterio: una necesaria propedéutica para una ciencia relativamente
joven si se tiene en cuenta que su carácter científico comienza a establecerse desde el siglo
XIX aproximadamente. Es interesante lo señalado por Koselleck; en el periodo de la
Sattelzeit se pasa de concebir a las historias en plural (con las cuales se posibilitaba la
existencias de enseñanzas a través de ejemplos) a una Historia en singular, el historiador
alemán sentenciara que este singular colectivo posibilitó una fuerza frente a la que una
persona o un pueblo podía verse como responsable de sus actos, en el siglo de la revolución
francesa es el ser humano quien construirá el destino y el curso de la historia, no ya (por
ejemplo) una deidad, hacia este periodo la humanidad comienza a concebir tanto las historias
como parte de un mismo proceso mundial, de ahí la acuñación de un singular (un proceso que
engloba y adhiere las particularidades humanas y generales) colectivo (abarcante de muchas
historias).
Es durante este periodo cuando las corrientes de filosofía de la historia comienzan a elevarse
en los debates teóricos, la crítica burguesa al orden establecido por una realeza descendiente
de dios, tal era el signo de los tiempos. Como se aclara más arriba, desde entonces el telos o
la dirección de la historia no está determinada pura y exclusivamente por un agente externo,
la filosofía incorpora ahora una nueva variable para pensar el tiempo y pensarse en el.
Quizás podríamos complementar el esquema teórico de Koselleck junto a la propuesta de
análisis de Otto Brunner, el historiador vienés y colaborador junto a Koselleck en el
monumental diccionario de los conceptos políticos fundamentales, y a quién le interesaba
como objeto de estudio la compleja red de relaciones feudo vasalláticas que actuaban en base
a la protección de intereses grupales o sectoriales durante el antiguo régimen. Brunner
analizaba, entre muchas cosas, los pactos jurídicos que se elaboraban entre facciones, pero
para este esquema social hay que tener en cuenta que la idea de individuo como actualmente
conocemos en la modernidad no estaba ni elaborado ni concebido, es en este punto cuando
ambos análisis (los de Koselleck y Brunner) convergen para esquematizar una sociedad que
se destacaba por las diferencias; había justicias de acuerdo a cada señor y su dominio, lo
mismo que libertades, aún no estaba constituida la idea de una justicia singular o una libertad.
Aun así, una de las diferencias más importante entre ambos puntos de vista teóricos es el
hecho de que Otto Brunner analiza la “Oeconomica” diferenciandola conceptualmente de la
actual ciencia económica, la “Oeconomica” como economía de la casa, del oikos (el noble
que gobierna) es una estructura del léxico económico que, para Brunner, se mantiene
inalterado por 2000 años aproximadamente, hay aquí un sesgo de las ideas aristotélicas que el
historiador vienés toma como referencia para analizar este desplazamiento en el lenguaje.
Pero volviendo a nuestro tema; con el análisis del desplazamiento del topos Historia Magistra
Vitae a un singular colectivo unificado en el concepto Historia Koselleck destaca un suceso
histórico de carácter lingüístico, la importancia de este hecho estriba en la premisa de que
cuando cambia la estructura social también lo hace la estructura semántica de una sociedad.
Con el paso del tiempo en los conceptos políticos van quedando sedimentos de experiencias
políticas y sociales que permiten el análisis del pasado, este es uno de los puntos centrales y
el terreno teórico como para que la denominada Begriffgeschichte o escuela de los conceptos
alemana desarrolle un estudio detallado de los términos y conceptos políticos europeos. Sin
embargo cabría preguntarnos cuál sería en última instancia la legitimidad de construir un
lexicón, desde un punto de vista, pareciera aquí que Koselleck, Brunner y Conze son
deficitarios de la escuela enciclopedista con el propósito de determinar e inventariar las ideas
y con ello la centralidad europea alemana de los conceptos políticos fundamentales.
Koselleck analiza con dos categorías centrales en su teoría; el espacio de experiencia de la
Francia revolucionaria abrió un horizonte de expectativas, es decir, cargo de temporalidad y
más precisamente de futuro a muchos conceptos políticos. De ahora en más fue necesario
tener previsibilidad hacia el futuro considerando, sobre todo, a los miembros de la sociedad
representados políticamente en una figura (un soberano), de esta manera y en el contexto
revolucionario francés Emmanuel Sieyes propondrá que inclusive el tercer estado, relegado
en el antiguo régimen, también tendrá que formar parte, tendrá que ser parte del “nosotros”
antes no incluido en la sociedad, aunque a partir de ahora la codificación de su integración
modificara varios conceptos antes comprendidos como exclusividad de determinados sectores
o estamentos privilegiados. Ahora ese “nosotros” que reclamaba Sieyès será parte del
singular colectivo, inaugurando un nuevo periodo concebido desde Koselleck como
Sattelzeit.
La pertinencia del análisis de la Historia Magistra Vitae para la historia conceptual también
pone en relieve la crítica como práctica y herramienta social para la construcción de
conceptos políticos, quizás convenga recordar que en su tesis doctoral Reinhart Koselleck
analiza su rol en el surgimiento de la modernidad (desde aproximadamente el siglo XVII), las
sociedades secretas y las logias cumplieron la función de criticar (en el ámbito privado) el
orden establecido, más adelante con la revolución francesa los conceptos se democratizan y
dejan de circular únicamente en el ámbito cerrado de las elites que discutían sobre filosofia y
politica.
Todos estos procesos descritos fueron el terreno fértil para pensar que la complejidad de la
maquinaria de la historia conceptual asimila las características de la modernidad para que sus
herramientas de análisis comprendan la lógica de las cuestiones sociales y políticas de un
determinado periodo histórico.