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Documento Teórico Del Modelo de Gobierno Abierto

Este documento presenta un modelo teórico de gobierno abierto. Define gobierno abierto como un esquema de gestión y producción de políticas públicas orientado a la solución colaborativa de problemas públicos mediante la participación ciudadana y la transparencia. Discute los fundamentos teóricos del gobierno abierto y describe elementos clave de prácticas nacionales e internacionales. Finalmente, detalla los componentes mínimos propuestos para el modelo de gobierno abierto en México.

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Documento Teórico Del Modelo de Gobierno Abierto

Este documento presenta un modelo teórico de gobierno abierto. Define gobierno abierto como un esquema de gestión y producción de políticas públicas orientado a la solución colaborativa de problemas públicos mediante la participación ciudadana y la transparencia. Discute los fundamentos teóricos del gobierno abierto y describe elementos clave de prácticas nacionales e internacionales. Finalmente, detalla los componentes mínimos propuestos para el modelo de gobierno abierto en México.

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DOCUMENTO TEÓRICO DEL

MODELO DE GOBIERNO ABIERTO


18 de Marzo de 2016
Por Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y
Protección de Datos Personales
Consulta el documento original: Documento Teórico del Modelo de Gobierno
Abierto [PDF]

INTRODUCCIÓN

Gobierno Abierto surge en arenas internacionales como una propuesta


frente a los retos que enfrentan los gobiernos democráticos en el mundo:
dificultades para resolver problemas y lograr compromisos a través de las
estructuras políticas representativas, limitada capacidad de respuesta
frecuentemente rebasada por crecientes necesidades de comunidades cada
vez más exigentes, la búsqueda de legitimidad en el ejercicio del poder más
allá de la arena electoral. El concepto de apertura se ha trasladado también,
en breve tiempo, a muchas esferas de lo público como las de justicia
abierta, municipio abierto, parlamento abierto, tribunal abierto, entre muchas
otras. En esta conceptualización de apertura, sin embargo, se ha carecido
de un acuerdo mínimo sobre su naturaleza, sus componentes y sus límites.

La pluralidad de agendas e iniciativas llevadas a la práctica en los órdenes


internacional, nacional y local, ha provocado que Gobierno Abierto se
entienda de distintas maneras en diferentes contextos. La riqueza generada
por las experiencias prácticas, como laboratorios para el desarrollo del
concepto, es el aspecto positivo de esta situación. La confusión, la
implementación inadecuada, la simulación y la desestimación de las
virtudes de este concepto han sido los aspectos negativos de esta
indefinición.

Con el propósito de avanzar en la homologación de los principios y las


prácticas de Gobierno Abierto en México, desde el INAI y el Sistema
Nacional, se considera oportuno avanzar en la construcción de un modelo
teórico que clarifique conceptos y criterios que definan la sustancia de este
término. Este modelo se construye a partir de una definición prescriptiva de
Gobierno Abierto, a saber: un esquema de gestión y de producción de
políticas públicas orientado a la atención y la solución colaborativa de los
problemas públicos con base en colegiados plurales y, en cuyo trabajo,
convergen la transparencia y la participación ciudadana como criterios
básicos, en un ambiente de rendición de cuentas e innovación social.

El modelo aquí desarrollado sistematiza y sintetiza mucho de lo que hasta


ahora se ha trabajado sobre Gobierno Abierto en los órdenes conceptual y
práctico. A manera de base para la homologación de prácticas de Gobierno
Abierto, su eventual medición y el consecuente desarrollo de medidas para
avanzar a un estado deseable en nuestro país, este modelo ofrece un
esquema que busca clarificar y orientar. Más que la mera representación
estática de una correlación de elementos, el modelo pretende ilustrar las
características mínimas de un proceso de apertura gubernamental que
cualquier entidad, autoridad, órgano u organismo público puede llevar a la
práctica.

La construcción y la difusión de un modelo para el desarrollo de acciones de


Gobierno Abierto no excluyen ni descalifican. Por el contrario, esta
propuesta teórica y práctica promueve la integración de una comunidad de
aprendizaje a partir de un acuerdo conceptual y su implementación en los
distintos órdenes y, de manera transversal, en entidades, órganos u
organismos de naturaleza heterogénea. De esta manera, el intercambio de
experiencias y la coordinación de esfuerzos, a manera de política nacional,
es posible.

Este documento se divide en tres secciones. En la primera de ellas se


discuten algunos elementos teóricos sobre la noción de Gobierno Abierto.
En el segundo apartado se describen brevemente algunos elementos de la
práctica nacional e internacional que han guiado el desarrollo del paradigma
de Gobierno Abierto. Finalmente, en la tercera sección se detallan los
elementos mínimos del Modelo de Gobierno Abierto propuesto desde el
INAI y el Sistema Nacional, prestando particular atención a los rasgos que
deberían caracterizar a cualquier institución guiada por principios de
apertura gubernamental.

I. GOBIERNO ABIERTO: BREVE DISCUSIÓN


TEÓRICA

Gobierno Abierto es un enfoque teórico que propone una forma particular de


entender los procesos de gobierno, a partir de los principios de
transparencia y participación ciudadana. Esta perspectiva se ha construido
como consecuencia de al menos tres fenómenos observados: i) la
globalización, en cuanto a que algunas dinámicas políticas nacionales – y
locales - están condicionadas por factores que trascienden las fronteras
estatales; ii) el reconocimiento, cada vez más recurrente, de que la
gubernamental no es la única esfera legítima y capaz para definir y atender
las necesidades crecientemente complejas de las comunidades y iii) la
búsqueda de mecanismos político-administrativos alternativos a los
tradicionales que fortalezcan la legitimidad de los Estados, más allá de las
elecciones y de las estructuras políticas representativas. Estos tres
fenómenos han llevado, consecuentemente, a una reflexión sobre el modo
como debería reconfigurarse el quehacer público y gubernamental; esto es,
el actual modelo de gobernanza.

Gobierno Abierto como perspectiva, surgió del reconocimiento de los


problemas de legitimidad y capacidad que actualmente enfrentan los
gobiernos para responder a las cada vez más numerosas, diversas y
complejas demandas sociales. En este escenario, las tendencias mundiales
de reforma político-administrativa de los últimos años han apuntado hacia la
incorporación de ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil en los
procesos de planeación, ejecución y evaluación de las actividades
gubernamentales. Desde esta lógica de cambio en el modelo de
gobernanza, el ciudadano es parte de la solución de los problemas públicos
– y no un problema -, y se erige como un protagonista con pleno derecho
para influir en la definición de la agenda y de las estrategias
gubernamentales.

En consonancia con lo anterior, Gobierno Abierto como enfoque y como


propuesta de cambio del paradigma gubernativo tradicional, es compatible
con marcos teóricos y analíticos – como el de gobernanza - que ponen el
acento en la conformación de escenarios de gobierno horizontales y con
una presencia plural de actores privados y sociales en los procesos
decisionales de la política pública, en un plano de coordinación. De igual
manera, Gobierno Abierto es una perspectiva compatible con enfoques de
corte gerencial que proponen una nueva forma de entender el quehacer
público, a partir de la introducción en el sector público de nuevas actitudes y
aptitudes que permitan incorporar efectivamente al ciudadano en la gestión
pública. Desde estos enfoques, el ciudadano es visto como una pieza
fundamental en el desarrollo de esquemas que permitan una gestión
dinámica y de calidad, orientados a la creación de valor público e
innovaciones constantes.
Al conjugar estas dos perspectivas teóricas de las que Gobierno Abierto se
nutre – gobernanza y enfoques gerenciales -, los gobiernos dejan de ser un
conjunto de autoridades públicas unidas por un proyecto único, para
transformarse en un espacio para la producción de decisiones y de cursos
de acción, que no necesariamente está monopolizado por un conjunto
limitado de actores políticos o burocráticos. En este sentido, Aguilar agrega
que:

“Gobernar en contextos políticos plurales y autónomos, de alta intensidad


ciudadana y con graves problemas sociales irresueltos, parece exigir dos requisitos
fundamentales: gobernar por políticas y gobernar con sentido público. Las
estrategias de gobierno homogéneas y globales, así como los estilos de gobierno
secretos, excluyentes y clientelares, están previsiblemente condenadas en el futuro
inmediato a la ineficacia administrativa, al castigo electoral y a la hostilidad
política” (Aguilar, 1992: 30).
La búsqueda de mecanismos que incorporen la opinión de distintas redes
de actores en los procesos de decisión y gestión pública coadyuvan, desde
el Gobierno Abierto, a la generación de confianza entre gobernantes y
gobernados. El modo particular de entender la gobernanza democrática
desde el Gobierno Abierto permite, en términos prácticos, incorporar talento,
creatividad, ideas y voluntad en la búsqueda de soluciones a los problemas
públicos considerados como relevantes dentro de una comunidad política
particular. En este ámbito, Gobierno Abierto abona a la reconstitución y al
fortalecimiento de la legitimidad política de los Estados y de los regímenes
democráticos.

Más allá de estos referentes teóricos amplios, Gobierno Abierto requiere


para su conceptualización de un conjunto de marcos analíticos de apoyo
que ofrezcan - tanto al diseñador como al implementador de políticas - guías
generales que permitan su correcta aplicación. En este nivel se identifican al
menos tres referentes conceptuales relevantes:

1. los provenientes de los estudios sobre


las organizaciones públicas,
2. los vinculados con la gestión del cambio
y
3. y los interesados en el estudio de la
innovación social.
Sobre las organizaciones públicas. Gobierno Abierto coloca a autoridades,
funcionarios y ciudadanos en un nivel equivalente, de armonía, en donde
ninguno de ellos es más importante que el otro en la definición de
prioridades sociales. Sin embargo, y dados los procesos organizacionales
que ocurren al interior de una entidad u organismo, debe prestarse atención
a la dinámica que se presentan en ellas. Las organizaciones cuentan con
características que las diferencian entre sí y que propician la articulación de
dinámicas internas distintas. Entre ellas es posible incluir la existencia de
fronteras relativamente fijas, de un orden normativo particular, de niveles
distintos de autoridad, y de sistemas de comunicación y de incentivos que
llevan a que el trabajo conjunto entre diversos actores pueda ocurrir de
distintas maneras.

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