FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO
Monografía
“NEUROCIENCIA Y DERECHO PENAL”
Autor(es):
-ALCÁNTARA ALVINCO, Brandon Luis
-ALIAGA AYALA, Nataly del Rosario
-MEJIA CALLAN, Xiomara Yajaira
-ORTIZ CALDERON, Danyela Antuanette
-PALACIOS GAVINO, Gianella Vanessa
-RAMIREZ GARCIA, Merian Lisbeth
Asesor:
Dr. Paulett Hauyon David Saul
(Ciudad) PERÚ
2020
INDICE
I. INTRODUCCIÓN
II. CUERPO
2.1. ¿QUÉ ES LA NEUROCIENCIA?
2.1.1. Neurociencia cognitiva
2.2. LIBERTAD DE ACCIÓN: ASPECTOS FILOSÓFICOS, JURÍDICOS Y
NEUROBIOLÓGICOS
2.2.1. La justificación social de la pena ante las investigaciones sobre el cerebro
2.3. SOBRE EL FUTURO DE LA DOGMÁTICA DE LA CULPABILIDAD
2.3.1. Si las neurociencias nos informan de que somos seres determinados. ¿Tenemos
que cambiar necesariamente nuestros procesos sociales de imputación?
2.4. INCIDENCIA EN LA POLÍTICA CRIMINAL DE LA IMPUTABILIDAD.
2.4.1. Incidencia en la dogmática de la imputabilidad: la posibilidad de actuar
conforme a la comprensión de la ilicitud del hecho
2.5. LA CULPABILIDAD: PERSPECTIVAS ACTUALES
2.5.1. Culpabilidad jurídico-penal y Neurociencias
2.5.2. Libertad, culpabilidad y Neurociencias
2.6. LA PELIGROSIDAD: ¿EL NUEVO PARADIGMA?
2.6.1. Peligrosidad criminal: análisis crítico de un concepto polisémico
2.6.2. La libertad vigilada y el Derecho penal de la peligrosidad
III. CONCLUSIONES
III. REFERECNCIAS
I. ANEXOS
I. Introducción:
La neurociencia y su influencia en las bases teóricas del derecho penal, enfocan su estudio
en la teoría de la pena y la culpabilidad. En un primer lugar se detalla el gran avance de las
neurociencias, que producto de nuevos métodos de experimentación y exámenes
imagenológicos, tales como: tomografía por emisión de positrones, resonancia magnética
funcional o nuclear, magneto encefalografía; las cuales nos permiten adentrarnos más
profundamente en el cerebro humano; permitiendo que en la actualidad se pueda hablar de
una revolución neurocientífica; todo esto permite reflexionar si estos avances pueden
alterar o afectar las bases teóricas del derecho penal; en vista a que dichas técnicas
innovadoras tratan de dar una explicación alternativa a las motivaciones que llevaron a la
persona cometer un delito; obligando a reflexionar sobre el fundamento de la culpabilidad,
llevando a cierto número de neurocientíficos.
I. CUERPO
2.1. ¿QUÉ ES LA NEUROCIENCIA?
La neurociencia es un conjunto de disciplinas que estudia la conducta del ser humano,
forma de actuar, pensar, de la misma manera está involucrada en decisiones sea de una
fuente jurídica o no , tiene como finalidad entender cómo el cerebro, una masa
altamente compleja de entender, produce la individualidad de las acciones humanas
en su vida jurídica.
2.1.1. NEUROCIENCIA COGNITIVA:
Este está centrado en el estudio de los mecanismos neurales implicados en los
procesos psicológicos que caracterizan la cognición humana, que no solo abarca los
procesos cognitivos como son la atención, memoria, lenguaje, etc. Sino también los
procesos emocionales, cuya importancia se está viendo más relevada para casos y
situaciones de una vida jurídica.
2.1 LA JUSTIFICACIÓN SOCIAL DE LA PENA ANTE LAS
INVESTIGACIONES SOBRE EL CEREBRO:
Este punto no es en absoluto nuevo, sino que las neurociencias han empezado a
precisar el debate alrededor del determinismo, que ha dejado de ser un concepto
filosófico o cosmológico. Desde la ilustración, especialmente con el protagonismo
cobrado por la ciencia y la técnica, para algunos como HORKHEIMER y ADORNO y
sus discípulos de Frankfurt lo que determina la evolución contra-ilustrada de las
sociedades modernas) en el siglo XIX, el cambio de paradigma en las ciencias
empíricas (biología, física, psicología, etc.) desató en esencia las mismas controversias
que vienen generando actualmente neurocientíficos como ROTH. No estamos más que
ante un nuevo capítulo de un folletín que empezó hace mucho tiempo. Las
neurociencias ofrecen una nueva base científica para el debate, pero las cuestiones de
fondo siguen siendo las mismas. Si se comparte este punto de partida, una perspectiva
a largo plazo lleva a la conclusión de que este tipo de debates o “irritaciones” externas
nunca han conseguido modificar sustancialmente los procesos sociales de imputación
de penas. Tras los mismos la consecuencia ha acabado siendo que la prevención
especial ha pasado a adquirir en todo caso una mayor relevancia en aspectos puntuales,
pero sin que ello llegue a afectar a la arquitectura básica del sistema punitivo.
2.3 SOBRE EL FUTURO DE LA DOGMÁTICA DE LA CULPABILIDAD
Si bien se sabe, la neurociencia no es muy aplicada actualmente, y lo que se sabe
acerca de ella es muy poco. Este tema nos lleva a un problema que, si bien se puede
resolver o puede ser criticado por la ciencia, y a la misma vez ser entendido. Es cierto
que nos falta mucho más para explorar el mundo de la neurociencia ya que nos
encontramos en una primera fase y nos falta mucho por explorar. Actualmente no se
puede dar una explicación precisa de la actividad mental de una persona. Con la
evolución de la neurociencia será importante e indispensable las explicaciones
científicas para poder tener una explicación global del funcionamiento del cerebro. No
tiene mucha relevancia cuestionarse sobre dichos textos, salvo resaltar que el Derecho
Penal no puede quedarse atrás ante este tipo de evoluciones, el Derecho Penal no
puede ser más que una espectadora, en una posición pasiva.
2.4. SI LAS NEUROCIENCIAS NOS INFORMAN DE QUE SOMOS SERES
DETERMINADOS. ¿TENEMOS QUE CAMBIAR NECESARIAMENTE
NUESTROS PROCESOS SOCIALES DE IMPUTACIÓN?
Algunos neurocientíficos nos indican que sí, ya que, si tenemos en cuenta, los avances
del funcionamiento del cerebro han progresado mucho. Este avance creará un punto de
vista diferente en la sociedad cuando la sociedad asuma las aportaciones de las
neurociencias. No existe una división o diferencia entre la mente y un cerebro o en
este caso en un cuerpo y la mente, estos no son motivo de razón para la modificación
de nuestro sistema jurídico que se encuentra actualmente activo en nuestra cultura.
Según el libro del neurocientífico Damais, “Teoría fuerte del libre albedrío”, esta nos
da un punto de partida la cual nos induce a negar que la conciencia sea parte del
cerebro, sin embargo, está aún siendo producto del cerebro, posee muchas propiedades
que la convierten en independiente a los muchos procesos cerebrales que esta produce.
La voluntad libre se puede entender como funciones al azar, donde esta no se pueda
condicionar y tampoco se puede determinar por nada, es como una batería que se
reinicia causalmente, la cual sería una voluntad sin control de sus acciones, este no
podría justificar algún tipo de responsabilidad por estas. En otras palabras, podemos
decir que el indeterminismo nos puede privar de cualquier acción y por lo tanto de una
responsabilidad por alguna acción que se pueda cometer.
Para el derecho o para el derecho penal, no le importa si estamos determinados a algo,
sino cómo lo estamos. Actualmente con los avances de la tecnología, la neurociencia
nos da a entender que todos y cada proceso de nuestra mente son procesos
neurobiológicos, y que el pensar ya no es algo espiritual sino un proceso que puede ser
estudiado. El cerebro determina el sentido pues es una forma física, la cual está sujeta
a todas las reglas del mundo real.
¿Qué es más fuerte nuestro instinto o nuestro razonamiento? Al hacernos esta pregunta
primero tenemos que comprender y entender que el instinto es muy diferente al
razonamiento de una persona.
Según el neurocientífico M. Sigman (2017):“Todo eso es parte de un aprendizaje
racional, sólo que sucede inconscientemente. Como sucede inconscientemente, no
tenemos acceso a los elementos de la deliberación. Es decir, la intuición y la
racionalidad no son tan distintas, son dos procesos de decisión en los cuales uno utiliza
toda la información que puede.”
4. INCIDENCIA EN LA POLÍTICA CRIMINAL DE LA IMPUTABILIDAD.
Durante a lo largo del tiempo la caracterización ha ido avanzando, se sabe que la
conducta humana no solo puede alterar a los encargados del proceso jurídico basados
en la regulación penal de la imputabilidad, estos permiten cuestionar los fundamentos
de esta última. El problema previsto tiene que ver con el Derecho penal en un
concepto jurídico-penal de culpabilidad en torno a la idea de desaprobación, a su vez,
en una idea de imputabilidad establecida a la posibilidad de actuar de otro modo. El
pensamiento legal de la imputabilidad de la idea libre de albedrío: la suficiencia de
actuar conforme a la comprensión de lo ilícito del hecho presupone la posibilidad de
actuar de otro modo y, por tanto, la libertad de voluntad. De este modo, si el progreso
de la neurociencia dificulta afirmar de modo general la existencia de esta doble
posibilidad, resultaría legítimo discutir en qué medida siguen siendo razonables las
bases tendenciosas de nuestro sistema de responsabilidad.
4.1. INCIDENCIA EN LA DOGMÁTICA DE LA IMPUTABILIDAD: LA
POSIBILIDAD DE ACTUAR CONFORME A LA COMPRENSIÓN DE LA
ILICITUD DEL HECHO
En el art. 20 del Código Penal y apoyado en una doble posibilidad: la de “comprender
la ilicitud del hecho” y la de “actuar conforme a esa comprensión”. Es necesario
entender que la identificación de los componentes del delito con los presupuestos que
la ley considera muy importantes para imponer una pena o, en otras palabras, de las
características generales que el Derecho positivo atribuye a todos los hechos que
clasifican la imputación de responsabilidad penal.
La dogmática debe atender a la noción de imputabilidad respaldada por la
organización positiva, sin que ello obste, como ya se ha anticipado, a la legitimidad de
que tales avances sean objeto de reflexión también en la discusión sobre la política de
la imputabilidad, en el centro de este se discute sobre el fundamento de la
culpabilidad. Cabe recalcar que la noción legal de imputabilidad no es, propiamente,
una definición estipulada por la norma, sino una suerte de concepto presupuesto
inferido de la regulación de determinados supuestos a los que la norma asocia la
ausencia de imputabilidad. Conocemos que la imputabilidad es la práctica con el
disfrute por parte del sujeto de las condiciones necesarias para ser declarado culpable,
es decir, de facultades pertenecientes y volitivas normales, de forma que la apreciación
de situaciones de exclusión o atenuación de la imputabilidad ha aparecido
necesariamente vinculada a supuestos de perturbación de estas facultades intelectivas.
2.5. CULPABILIDAD JURÍDICO-PENAL Y NEUROCIENCIAS:
La culpabilidad tiene que conocer la apología de la imposición de castigo a
determinadas personas, es decir, la obligación del Estado de derecho va otorgar la
vanguardia ciudadana, la cual permitirá la legalización del mal o prohibición de
derecho impuestos en base al acto cometido cuando hablamos de violaciones, de la
obligación personal por el mandato de alianza ilegal con ciertas reglas sociales.
El ordenamiento jurídico, no ofrece una respuesta sencilla a la pregunta de por qué la
persona que ha cometido una injusticia debe ser sancionada. Se limita a brindar una
investigación de casos en los que se debe descartar la gratificación de responsabilidad
y la imposición de una sanción aunque se haya cometido un acto, el cual es de
conocimiento común que debe ser castigado. Sin embargo la culpabilidad tiene un
criterio de normatividad la cual va a permitir justificar la imposición de pena por
parte del órgano jurídico-penal a la atribución de responsabilidad como sujetos
jurídicos de compromiso o reglas que entendemos racionales.
Las causas de rechazo de la culpabilidad son el génesis de la sociedad entre derecho
penal y ciencias empíricas. Debemos de poseer una mentalidad abierta a posibles
desarrollos en éstas últimas, dado que sus frutos podrían ser intachable mente
adecuados e introducidos en el derecho criminal. Sin embargo, el derecho punitivo se
siente obligado a reivindicar los conocimientos de las ciencias naturales para su propia
praxis, atentos a nuevos avances que puedan incurrir en las causas de expulsión de la
culpabilidad.
Por lo tanto la ocupación del legislador punitivo es únicamente la de detallar
situaciones y características que puedan fundamentar una supresión de la infracción y
no la de exigir lo improbable al juez o tribunal, que es la manifestación de la libertad
de gestión; por tanto actualmente es delicado manifestar dicho caso.
Mediante este paradigma los defensores del neurodeterminismo intentan mostrar que
los conceptos que conocemos como libertad, emociones, moralidad y sobre todo
voluntad, no son más que meras ilusiones provocadas por procesos físicos que están
determinados por el funcionamiento del cerebro, por el cual todas nuestras acciones
están condicionadas, no podemos negar de que estos acontecimientos son parte de las
neurociencias, neuropsicología y técnicas de neuroimágenes con el resultado de
interpretar a la persona y sus estados emocionales como meros estados cerebrales:
todo ello mediante la situación de las áreas de la expresión, el cálculo, la madurez o
razonamiento.
A través del análisis neurológico se muestra que las funciones cognitivas dependen de
la integridad y funcionalidad de las diversas áreas corticales, pero se localizan
principalmente en el lóbulo frontal. Tales funciones, llamadas funciones mentales
superiores, constituyen las originalmente mencionadas, lenguaje, automatización,
juicio o razonamiento, práctica, gnosis y memoria. Su apreciación se fundamenta en
que se trata de características humanas que se ubican en la corteza intelectual y son
propias del ser humano que no comparte con ninguna otra especie.
Por otro lado, el neurodeterminismo pretende alcanzar el enfoque reduccionista del
individuo, exclusivamente operaría a través de la negación de la coexistencia de este
aspecto trascendental del hombre, que lo constituye como persona, y catalogarlo como
locución del biologismo materialista de la sabiduría.
Es así como podemos decir que somos seres naturales mediante el cual estamos
obligados a observar nuestra realidad biológica, pero delimitar nuestra práctica personal a
su presencia natural "Saber que el hombre es un ser primordial, pero un hombre
natural" . La explicación biológica no sirve para interpretar precisamente a la persona; se
requiere la aprobación previa de la armonía inherente que constituye el organismo
biológico con la apariencia trascendente que nos da sentido.
2.5.1 LIBERTAD, CULPABILIDAD Y NEUROCIENCIAS:
Es persistente la controversia de si es admisible un conocimiento de culpabilidad como
reprochabilidad basada en la libertad del subordinado o si por el contradictorio no se
puede conservar tal percepción de incumplimiento ya que la emancipación humana no
existe o no es demostrable en el asunto determinado. Esta última perspectiva,
defendida continuamente por los deterministas, se refuerza en los últimos tiempos por
las teorías de las neurociencias. La responsabilidad rechaza estas posiciones, que
afirman que la realización de la persona está sometida, como único en la naturaleza, a
la legislación de la causalidad ciega y que es una ilusión imaginar que podemos tomar
racionalmente decisiones libres; y defiende por el contrario la contingencia y
comodidad de que la culpabilidad como último elemento del delito se entienda como
reprochabilidad basada en la autonomía del hombre en circunstancias normales. Por
tanto el Derecho y la Constitución parten de la libertad humana y el independiente
desarrollo de la personalidad como axioma o aserto legal incuestionable, que a su
momento se fundamenta en la autoconciencia que las sociedades y los individuos
tienen de sí mismos como seres libres y responsables.
La disciplina a partir de los años sustentan posiciones similares comenzando en el
despido o al menos la dificultad de justificación de la libertad o autónomo albedrío de
la persona frente al paradigma y la antijuridicidad, en el que se frecuenta de lo que el
Derecho penal quiere o no impedir a la humanidad. La culpabilidad se relaciona de si,
se puede o no determinar a la persona definido y por consiguiente, es la eventualidad
de motivarse o notabilidad; como apoyo por lo tanto si no hay incumplimiento, la
condena es nulo comenzando en el punto de perspicacia de la prevención universal
como intimidación y asimismo es innecesaria tantos para la sospecha ordinaria, ya que
al motivarlos no se van a resignar de intimidar a causa de que no se imponga punición
a un o no culpable, como para la suspicacia personal, ya que frente al inculpable
alcanza la medida de convencimiento.
Es por ello que tienen una gran importancia estos temas de la libertad, culpabilidad y
la neurociencia ya que nos permite basarnos en la ciencia y la filosofía, el cual
permitirá distinguir entre determinismo débil o determinismo fuerte, mediante eso el
libre albedrío limitará entre lo absoluto y relativo. La dogmática de la culpabilidad
tendrá una relación dentro de la sociedad en la que vivimos sea lógico y sistémico para
los criterios de la política criminal, permitiendo el uso de valores y criterios que
buscan la acomodación de los conceptos judiciales. Sin embargo, para la neurociencia,
no hay conocimiento sin una razón, no todo cerebro crea una conciencia como la
hemos analizado en la especie humana. Asimismo, la psíquica es un principio vivo
que se desarrolla paulatina y paulatinamente en la serie zoológica; no es del todo
absoluto que, junto a esto, exista un cierto espacio de elección y medida que va de la
mano de la disposición que se fomenta en esta secuencia y en la mejora, es así que está
perfectamente claro en el momento actual de la ciencia que todo pensamiento habla de
una génesis preliminar que lo impulsa, de manera que si lo que llamamos
conocimiento o pensamiento es resultado de ideología neuronales o eléctricos de las
capas superiores del cerebro, apoyadas por las inferiores, estos movimientos
generadores de sabiduría tienen que manifestar a una raíz o impulso motor.
Mediante el cual, el proceso neurológico, cuentan con la analogía (cerebro, cuerpo y
mente), del mismo modo dispone la del consciente y la inconsciente(el yo, ello y el
superyó), es por eso que es indudable ya que el individuo es un autóctono del espacio
físico-causal y no puede intervenir por fuera de él. Pero ese reclinatorio, psicológico o
neuronal no niega la lucidez de usurpar decisiones personales y de ponerlas en
práctica, sino que las explica y no es de ninguna condición disconforme con la libertad
como medida de alterar o privar el impulso a la función.
2.6. LA PELIGROSIDAD: ¿EL NUEVO PARADIGMA?
EL ORIGEN DEL PARADIGMA
La peligrosidad se ha convertido en un lugar común en nuestras vidas diarias. La
peligrosidad se convirtió en un lugar común no solo en nuestras vidas diarias, sino
también en la forma en la forma en que las empresas, Estados rigen sus propias
decisiones.
La peligrosidad tiene una estrecha relación con las ciencias del comportamiento y la
criminología. Esta es también una de las aportaciones más importantes de la
criminología porque forma parte de la legislación penal de todos los países modernos.
Es una referencia esencial en la aplicación de todas las medidas de seguridad, y
prevención de delitos, especialmente de las infracciones violentas. No se ha dejado de
ser objeto de críticas, ya que siempre se ha venido provocando cierta infracción entre
los juristas, forenses, hasta incluso en los intelectuales y pensadores. Las dificultades
de la peligrosidad siguen estando presente en nuestro día a día en la formulación de las
nuevas leyes como, por ejemplo, la libertad vigilada.
2.6.1. PELIGROSIDAD CRIMINAL: ANÁLISIS CRÍTICO DE UN CONCEPTO
POLISÉMICO
La peligrosidad básicamente se refiere a la posibilidad de ocurrencia de una situación
peligrosa. Que no se debe confundir peligrosidad con riesgo sabemos que son
conceptos relacionados de diferentes gravedades.
La peligrosidad criminal, a pesar de ser este un concepto eminente criminológico, es
relevante en muchos asuntos estrictamente penales como posible aplicación de
medidas de seguridad en sujeto que ya han delinquido. En la suspensión de la
ejecución de una condena el establecimiento de la libertad condicional.
Por otra parte, a pesar de ser un concepto eminentemente criminológico, también es
relevante estrictamente penal para la posible aplicación de medidas de seguridad.
Actualmente resulta extraño escuchar muy seguido los noticieros el término de
“peligrosidad” más que todos los temas que mencionaba el ámbito penal. Criminal de
alta peligrosidad posee el concepto, uno de los más incomprendidos dentro de la
criminología. Además, las nuevas formas de criminalidad que surgen con los nuevos
tiempos.
No es fácil determinar un concepto como el de “peligrosidad” que ha sido estudiado
desde diversas ramas de las ciencias del comportamiento, desde la dogmática jurídico
penal y, por supuesto, desde la Criminología. En realidad, al tratarse de un concepto
abstracto y complejo deberíamos hablar de diferentes acepciones del término
“peligrosidad”, entre las que podemos distinguir la “peligrosidad social”, la
“peligrosidad criminal” y la “peligrosidad penitenciaria”.
2.6.2. LA LIBERTAD VIGILADA Y EL DERECHO PENAL DE LA
PELIGROSIDAD
Según Dialnet la libertad vigilada está prevista como medida complementaria de la
pena de prisión para delitos contra la libertad sexual y delitos de terrorismo. Con ello,
nuestro legislador sigue la línea de otros países de la Unión Europea, estableciendo
medidas de prevención de la peligrosidad criminal contra las personas que ya han
cumplido una pena de prisión. La Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos de 17 de diciembre de 2009 (M. v. Germany, no. 19359/04) consideró
contraria al Convenio Europeo de Derechos Humanos la custodia de seguridad
prevista en el Código Penal alemán. La libertad vigilada sólo podría considerarse
conforme a la Constitución española si se permite que el Juez decida sobre su
aplicación en el momento en que el sujeto salga de prisión.
CONCLUSIONES:
-Si el derecho penal acoge un concepto de autodeterminación por razones iusfilosóficas, no
tiene sentido que lo abandone por las Neurociencias, estas muestran lo bien que se aplica
para la explicación empírica del funcionamiento del cerebro humano como sus conductas y
pensar de la persona en el ámbito social y privado. Es entendible que mientras el Derecho
Penal sanciona la conducta humana, las Neurociencias estudian la conducta humana y
tratan de comprender la complejidad del cerebro, el cual es motor de toda persona, dando
por conclusión de que ambas no tienen una relación fija, pero a la vez están siendo
complementarias y siendo incorporadas al Derecho Penal.
REFERENCIAS
-García Rivas N.(2001-2020). La libertad vigilada y el derecho penal de la peligrosidad.
Rescatado de :https://www.iustel.com/v2/revistas/detalle_revista.asp?id_noticia=410995
- Gómez, J. y Halty, L. (2016). Incidencia en la política criminal de la imputabilidad.
Impacto del avance de las neurociencias en la imputabilidad jurídico-penal del sujeto
psicópata. 26(15), 85-89. file:///C:/Users/USER/Documents/Penal/el%20psicopata.pdf
-Cámara Arroyo.S.(12/07/2016).”El concepto de peligrosidad criminal y para qué se
utiliza”. Rescatado de:https://www.unir.net/derecho/revista/que-significa-el-concepto-
de-peligrosidad-criminal-y-para-que-se-utiliza/#:~:text=Por%20otra%20parte%2C
%20la%20peligrosidad,condena%2C%20el%20establecimiento%20de%20la
-repositorio.uchile.cl › bitstream › handle › Culpabilidad-jurídico-penal-...
https://www.ficp.es/media//DIR_26312/DIR_33612/f98520f9e157fc2bffff9404ffff8709.
pdf
-Bernando Feijoo (2011) Derecho Penal y Neurociencia. Barcelona, abril del 2011.
Recuperado de: http://www.antoniocasella.eu/dnlaw/Sanchez_2011.pdf
Dialnet. (2001).”La libertad vigilada y el derecho penal de la peligrosidad”. Rescatado
de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3760234
ANEXOS: