El diario de hoy
Nayib Bukele: por qué causa tanta controversia en El Salvador el préstamo internacional
que enfrenta al presidente con la oposición
El enfrentamiento entre el gobierno de El
Salvador, liderado por Nayib Bukele, y la
Asamblea Legislativa de ese país no da
tregua.
El motivo de la controversia que desató este
auténtico choque de poderes en el país
centroamericano es un polémico préstamo
promovido por el presidente salvadoreño para el fortalecimiento de las fuerzas policiales y
militares.
Este lunes, el presidente de la Asamblea Legislativa suspendió de manera indefinida la
sesión extraordinaria en la que se debía debatir la autorización del crédito internacional y
ocasionó la inmediata reacción de Bukele, que acusó a los diputados responsables de
mentirosos.
"Castigarán al pueblo no aprobando los fondos que prometieron aprobar", dijo el
mandatario en referencia al préstamo de US$109 millones que el gobierno quiere destinar
a su plan de seguridad.
El domingo, Bukele irrumpió en la sede de la Asamblea Legislativa junto a militares
armados, gesto que fue interpretado como una medida de presión para que los diputados
viabilicen el crédito y como una violación a la independencia de poderes.
FACTum
El ministro de Defensa le cargó la factura
del 9-F al jefe del batallón presidencial
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La Asamblea Legislativa entrevistó por
doce horas al ministro de la Defensa
Nacional, Francis Merino Monroy, quien
se desentendió de la invasión militar a la
Asamblea Legislativa el 9 de febrero de
2020. En su lugar, señaló al general Manuel Antonio Acevedo López, jefe del Estado Mayor
Presidencial, como el responsable de haber ordenado el ingreso al Salón Azul de decenas
de soldados armados con fusiles de asalto para rodear las curules de los diputados.
El diputado arenero Ricardo Godoy tomó una fotografía impresa en papel y se la mostró al
ministro Francis Merino Monroy. Era una fotografía del 9 de febrero de 2020. En ella
aparecen el diputado GANA Guillermo Gallegos, el presidente Nayib Bukele y, detrás de
Bukele, parado, con un traje militar de gala verde olivo, el general Manuel Antonio
Acevedo López, jefe del Estado Mayor Presidencial, también conocido como batallón
presidencial, también conocido como la seguridad militar de los presidentes del órgano
ejecutivo.
—¿Es este, señor ministro, el militar en cuestión Acevedo López, parado justo atrás del
señor presidente de la República, cuando usurpó la silla presidencial de este órgano de
gobierno? —preguntó el diputado Godoy.
—Sí, el jefe del Estado Mayor Presidencial es el que asiste al señor presidente en todas sus
actividades —contestó el ministro Merino Monroy, sin responder en realidad a la
pregunta.
Godoy volvió a preguntar a Merino Monroy si el de la foto era el general Acevedo López y
recibió, textualmente, la misma respuesta del ministro.
—Queda claro, señor ministro, que sí es él y que es él quien giró las órdenes (de invadir
con militares la Asamblea Legislativa el 9 de febrero de 2020) —concluyó Godoy.
El faro
La historia detrás del día en que Bukele
se tomó la Asamblea Legislativa
La irrupción a la Asamblea Legislativa
del presidente Bukele no se debió a
ningún préstamo de seguridad. Tuvo su
origen en una crisis de agua y algas, en
el problema de imagen que esa crisis
generó al Gobierno. El Faro reconstruye
lo que ocurrió alrededor de la toma del
congreso: tres días antes, CAPRES
ordenó por chat al Gabinete cancelar
viajes y asistir a la manifestación del 9; a los PPI de los diputados se les convocó el viernes
con un mensaje político de su jefe, que les recordó que la Policía paga el salario; los
soldados que entraron al Salón Azul pertenecían a un cuerpo élite, desplegado
expresamente para la operación; audios de una reunión privada demuestran que varios
diplomáticos reprocharon al Gobierno lo sucedido y que altos funcionarios reconocieron
que el 9F fue un error.
El martes 11 de febrero, cuando la irrupción del presidente y los militares a la Asamblea
Legislativa ya había ocurrido y el escándalo estaba en las páginas de decenas de medios
internacionales, el Gobierno intentó recoger los platos rotos. A las 6:30 de la tarde de ese
día, en el salón de eventos de Casa Presidencial, tres funcionarios de confianza de Nayib
Bukele buscaban calmar a la comunidad internacional en el país, en una reunión sin
medios de comunicación. Carolina Recinos, jefa de Gabinete; Ernesto Castro, secretario
privado de la Presidencia; y Alexandra Hill, canciller, vendían su versión de los hechos a
unos 60 diplomáticos, entre ellos embajadores y funcionarios de organismos
internacionales como Naciones Unidas o el Banco Mundial. Pero la historia que el
Gobierno contó estaba plagada de mentiras, y la mayoría de los ahí presentes no la creyó.
Y los invitados, cuando les dieron turno de preguntas, lo dejaron claro.