Tecnicas de Educacion para La Salud
Tecnicas de Educacion para La Salud
Colectivo de autores
En este capítulo abordaremos las técnicas de educación para la salud que permiten al
equipo médico modificar el comportamiento del enfermo. Antes, por su interés, se
desarrollarán los conceptos de psicohigiene y psicoprofilaxis.
PSICOHIGIENE
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PSICOPROFILAXIS
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Teniendo en cuenta el valor preventivo del sistema de conocimientos que aportan la
psicohigiene y la psicoprofilaxis en la protección de la salud de la población y del hombre,
se hace necesario utilizar técnicas que contribuyan a su divulgación, algunas de las
cuales se presentan en los epígrafes siguientes.
ENTREVISTA
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En la entrevista, como en todo tipo de interrelación personal, se establece la consecuente
comunicación y la influencia de ambas partes. Por ejemplo, en la entrevista médica se
establece
la RMP, con el fin de llegar a un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
USOS DE LA ENTREVISTA
La entrevista médica tiene diferentes usos. Los más importantes son los siguientes:
- La entrevista médica que se realiza en la consulta.
- La entrevista para la confección de la historia psicosocial del paciente, que es realizada
por el médico, el estudiante de medicina, por la trabajadora social o el psicólogo.
- La entrevista que es llevada a cabo por cualquier integrante del equipo de salud para
obtener información sobre diferentes aspectos del proceso salud-enfermedad. Por
ejemplo, la enfermera que hace visita domiciliaria.
- La entrevista con fines investigativos, que puede ser realizada tanto por los integrantes
del equipo de salud como por el médico.
A la entrevista se le señalan múltiples ventajas, especialmente si se le compara con otros
métodos y técnicas utilizados en la búsqueda de información confiable; estas son las
siguientes:
- Permite la flexibilidad en su conducción, debido a que los factores que intervienen,
entrevistador y entrevistado, están presentes; esto posibilita la adaptación a las
circunstancias en que se realiza a fin de lograr los objetivos.
- Puede ser utilizada con cualquier persona, independientemente de su nivel de
escolaridad, para lo cual es necesario que el entrevistador tenga la habilidad de adecuar
sus preguntas a la situación.
- Se obtiene la cooperación consciente del entrevistado, lo que facilita el logro de los
objetivos.
- Hace posible detectar a tiempo circunstancias adversas que conspiren contra los
objetivos propuestos; por ejemplo, la interpretación errónea de las preguntas, las
respuestas poco claras que ofrece el entrevistado, etc.
- Permite explorar áreas que requieren una atención cuidadosa por la índole de su
contenido.
- Posibilita apreciar la validez de la información que ofrece el entrevistado, ya que el
entrevistador observa no solo lo que dice el entrevistado, sino también cómo lo dice; esto
posibilita aclarar las respuestas o refutar las que resulten inconsistentes.
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- Puede utilizarse con sujetos neuróticos o emocionalmente turbados, para comprobar los
sentimientos que expresan o no, y valorar su sinceridad; además, el entrevistador puede
crear una atmósfera favorable a tal fin.
- El entrevistador puede postergar la entrevista cuando observe que las condiciones para
su realización no son favorables, como ante la presencia de presiones sociales o de otra
índole que no permitan obtener el clima adecuado a los fines que se persiguen.
Como desventajas se puede señalar que la entrevista es un método individual y, por lo
tanto, requiere de tiempo para la atención de los sujetos; además, su éxito está
supeditado al entrenamiento y a la habilidad de planificación y de conducción que posea
el entrevistador.
TIPOS DE ENTREVISTA
Las variantes de entrevista se mueven entre dos polos, las muy estructuradas o rígidas y
las menos estructuradas.
Las entrevistas muy estructuradas, rígidas o estandarizadas son las que contienen
preguntas cuyas respuestas alternativas permitidas al sujeto están predeterminadas.
Existen variantes de este tipo más flexibles que permiten al entrevistado contestar
libremente, y otras en que se presenta una pregunta final abierta y con ella se concluye.
Las entrevistas menos estructuradas se caracterizan porque las preguntas y las
respuestas no están predeterminadas. Estos tipos de entrevista permiten un estudio más
profundo, pero requieren más habilidad por parte del entrevistador para dirigirlas
exitosamente y poder penetrar en las motivaciones, los sentimientos e intereses del
entrevistado, quien se expresará con más libertad. Otra de sus ventajas es que la
entrevista está en manos del entrevistador, el cual puede dirigirla según convenga para
obtener los objetivos propuestos. Por ejemplo, la entrevista médica.
La selección del tipo de entrevista depende de los fines que previamente se haya
propuesto el entrevistador.
FASES DE LA ENTREVISTA
FASE INTRODUCTORIA
En esta fase, además del saludo inicial y de la información previa que ambos factores
deben suministrarse-nombre, objetivos de la entrevista, etc. −, la meta fundamental es
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crear un "clima psicológico propicio" para el buen desenvolvimiento de la actividad, lo cual
se conoce como rapport. Para ello deben tenerse en cuenta los aspectos siguientes:
- El entrevistado necesita sentir que la conversación que sostendrá con el entrevistador
será placentera y fructífera.
- El entrevistado debe ver la entrevista como un hecho importante y amplio.
- Deben superarse las barreras psicológicas que puedan existir en la mente del
entrevistado.
- El entrevistador debe estar seguro de la fidelidad de la información que va a obtener,
para lo cual utilizará procedimientos que contribuyan a inspirar confianza y seguridad en
el entrevistado.
En la entrevista que realiza el trabajador de la salud hay dos momentos en la fase
introductoria: un momento relativamente corto, el de la presentación y el recibimiento, y
otro, que es la propia introducción de la entrevista, en el cual el entrevistador debe
adaptarse a las características del entrevistado si desea lograr las metas de esta etapa.
FASE INTERMEDIA
Esta fase requiere, en primer lugar, que se mantenga el "clima psicológico" logrado en la
precedente, para evitar las barreras u obstáculos que puedan surgir entre ambas partes.
En esta fase se recomiendan las condiciones siguientes:
- El entrevistador debe aceptar al entrevistado tal como este es.
- Debe saber escucharlo con atención.
- Debe utilizar preguntas que no tengan implícitas las respuestas, o sea, que no sean
insinuantes ni puedan responderse con mmonosílabos, sino, por el contrario, que
requieran una explicación de los hechos o situaciones.
- Las preguntas que se formulen deben responder a la guía confeccionada, y se evitarán
las improvisaciones a no ser que las circunstancias así lo exijan.
Es recomendable que el entrevistador observe atentamente la conducta del entrevistado.
A veces, este cae en contradicciones o su lenguaje extraverbal indica la existencia de
conflictos en relación con el tema; es necesario recordar que los sentimientos se expresan
con mayor frecuencia a través de esta vía. Igualmente, es preciso tener en cuenta que el
entrevistado también observa al entrevistador, por lo tanto, este debe cuidar sus modales
y expresiones.
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FASE FINAL
Esta fase también es importante. Aquí debe hacerse un resumen de la entrevista, resaltar
los aspectos positivos y señalar los negativos, lo que servirá de apoyo para las
recomendaciones finales que se le hagan al sujeto, a fin de tratar de mejorar su salud.
La entrevista será un éxito si se logra que el entrevistado sienta que su participación es
importante y útil para sí mismo.
Entre las técnicas educativas, sin duda alguna, una de las más difundidas en nuestro país
es la charla educativa, que consiste en una clase breve en la que el conferencista expone
un tema específico.
La charla, como toda técnica, posee sus ventajas y sus limitaciones.
VENTAJAS DE LA CHARLA
Si bien resulta positiva para brindar información, no es la técnica idónea para cambiar
hábitos y actitudes, pues el sujeto que escucha se mantiene en actitud pasiva, puramente
receptiva, independientemente de que al final puede hacer preguntas o brindar su aporte
a la actividad.
USOS DE LA CHARLA
Puede ser utilizada por médicos, enfermeras, estudiantes, trabajadores sanitarios, etc.,
para brindar la información necesaria en un momento dado.
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FASES DE LA CHARLA
FASE DE EJECUCIÓN
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Por ejemplo, en una charla sobre medidas higiénicas en el consumo del agua, las
proposiciones serían todas las medidas que se debe observar en el consumo del agua y
jerarquizarlas.
Confirmación. Es aquí donde se decide que el auditorio acepte o no las propuestas. Para
lograrlo, es necesario argumentar las proposiciones. Estos argumentos pueden ser de dos
tipos: racionales y emocionales.
Los argumentos racionales recurren al intelecto del público, apelan a su razonamiento
brindándole los elementos cognoscitivos necesarios para ello. Estos argumentos deben
reunir las condiciones siguientes:
- Adecuarse al nivel del auditorio.
- Tener, si es posible, cierta novedad.
- Ser propios del asunto.
- Los argumentos personales deben basarse en hechos.
- Al final se debe resumir y concentrar todos los argumentos, en especial los más
impactantes; esto se hará de forma abrumadora e irrebatible.
Los argumentos emocionales van dirigidos a la afectividad del público; deben inspirar
confianza hacia el orador, y poner al auditorio en una situación psicológica conveniente
para que piense y actúe como se desea. Para lograr este impacto emocional es necesario
tener en cuenta lo siguiente:
- Su utilización depende del tema de la charla.
- Deben exponerse con naturalidad, sin artificios.
- Debe evitarse provocar una reacción emocional demasiado intensa que resulte
imposible de controlar.
- Se procurará sentir lo que se trata de comunicar; nadie puede convencer a los demás de
lo que no está convencido.
Los argumentos racionales y emocionales se complementan entre sí y se apoyan
mutuamente.
Síntesis o resumen. Debe abarcar de manera concisa los puntos principales de lo que ha
sido expuesto, sintetizando las proposiciones y los argumentos en un resumen tan breve y
sólido como sea posible, de manera tal que estimule al público a participar.
FASE FINAL
Esta fase debe comenzar dando la palabra al auditorio a fin de que los participantes
formulen sus preguntas o sugieran aspectos que no hayan quedado suficientemente
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claros. La participación del público permite conocer el grado de interés con que este ha
seguido la exposición del tema y, además, garantiza que la actividad termine después de
haber sido aclaradas todas las dudas existentes. Las conclusiones de la actividad deben
ser hechas por el conferencista, puntualizando aquellos aspectos esenciales que
considere conveniente dejar fijados; para esto se apoyará en los aportes del público, si los
hubiera, de manera que refuerce el interés por el tema en los oyentes.
- Nunca trate de aprenderse de memoria una conferencia, palabra por palabra. Lo más
probable es que se le olvide y dará la impresión de poco dominio del tema.
- No trate de esconder la guía, pues nada de erróneo hay en utilizarla.
- No se preocupe de la velocidad con que habla. Si usted conoce el tema y le interesa, la
velocidad es normal.
- Antes de la charla, organice todas sus ideas.
- Intercale algún pasaje jocoso para ganarse la simpatía del público.
- No preste atención a su pose, sus ademanes o su respiración.
Atienda al tema que tiene que desarrollar; si se atiende prioritariamente a la forma, nos
despreocupamos del contenido, que es lo fundamental.
- No tema si antes de la charla siente un poquito de temor o nerviosismo. Asegúrese de
que se sabe el tema y desaparecerá al poco rato esa sensación.
- Ensaye la actividad. Siempre que tenga la oportunidad de hablar en público, hágalo.
- No trate de llegar a "grandes alturas" en oratoria; deje que sus experiencias determinen
el grado de comunicación.
Estas reglas son aplicables también a la demostración, el panel y la mesa redonda.
DEMOSTRACIÓN
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el auditorio es de fundamental importancia, pues llama a las puertas de la motivación y se
crea una atención activa, indispensable para la cabal comprensión del tema.
Otro de los aspectos importantes en esta técnica es que el sujeto que funge como
aprendiz tiene la oportunidad de ver y escuchar con sentido crítico, lo cual promueve la
actividad reproductiva y la comprensión del contenido de salud expuesto.
USOS DE LA DEMOSTRACIÓN
FASES DE LA DEMOSTRACIÓN
INTRODUCCIÓN
DESARROLLO
CONCLUSIONES
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DINÁMICA DE GRUPO
Es esta la técnica colectiva con la cual puede lograrse la participación activa de todos sus
miembros- aquellos sujetos a los cuales va dirigido el mensaje de salud −, y es
precisamente esta característica la que promueve el aprendizaje más efectivo: el cambio
de actitudes.
Tanto filogenética como ontogenéticamente, el grupo desempeña un papel decisivo en la
antropogénesis. Si bien el salto cualitativo para el surgimiento del ser humano comenzó
cuando sus antepasados −por condiciones del medio−se vieron en la necesidad de
agruparse para poder subsistir, una vez que surge el hombre, la vida en grupo y la
participación en este cobra una importancia mayor aún.
En el desarrollo ontogenético del hombre, desde el nacimiento y hasta su muerte, el grupo
constituye el vínculo entre él y la sociedad. Es en el grupo que el hombre se apropia de
las costumbres, las normas y los valores sociales, las llega a sentir como suyas y se
comporta según ellas. A través del grupo la sociedad actúa sobre el hombre, pero también
a través del grupo el hombre actúa sobre la sociedad. La familia es el grupo natural y
primero.
Esta realidad hace que el estudio de los grupos adquiera suma importancia, tanto desde
el punto de vista teórico como práctico. Dicho estudio puede ser abordado desde dos
ángulos: dirigiendo el interés hacia la dinámica psicológica interna durante el
funcionamiento del grupo, o centrándolo en el estudio de la relación del grupo con la
estructura social en la cual se desenvuelve.
Los grupos han sido estudiados tanto por la psicología social marxista como por la
burguesa. Partiendo del segundo ángulo de enfoque, planteado en el párrafo anterior,
para el estudio de los grupos, surgió en la psicología social marxista el concepto de
colectivo. La psicología social burguesa, al evadir el concepto de clase social aportado por
el materialismo histórico, trata el estudio de los grupos fundamentalmente desde el ángulo
de su dinámica psicológica interna, pues de no hacerlo así se verían obligados a
reconocer que históricamente la humanidad se ha dividido en dos grandes grupos: los
poseedores y los desposeídos; los explotadores y los explotados; llegarían de manera
irremediable a tener que aceptar el concepto de clase social y su relación con la base o
estructura económica de la sociedad. Prefieren hablar de pobres y ricos.
Esto no quiere decir que el estudio de las características y la dinámica internas durante el
funcionamiento del grupo no sea importante, todo lo contrario; y es precisamente este
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aspecto de los grupos sobre el cual descansa la dinámica de grupo como técnica de
educación para la salud.
Es conveniente aclarar que podría parecer, después de conocer la diferencia entre grupo
y colectivo, que la dinámica de grupo no es una técnica válida para este último. Nada más
erróneo; es una técnica que se desarrolla sobre la base de la tarea que por intereses
comunes afronta un grupo o un colectivo.
La dinámica de grupo es un proceso dinámico a través del cual se analiza colectivamente
la tarea o el tema de discusión, y se analizan las opiniones y sugerencias de cada uno de
los miembros, las cuales se integran y se clasifican para lograr una solución, una decisión
o un aprendizaje. Esta discusión hace que cada uno de los participantes aporte sus
conocimientos, opiniones y puntos de vista sobre el tema, y los defienda frente a los de
los demás, lo cual facilita en cada miembro la toma de conciencia de sus propias
limitaciones, estereotipos o prejuicios. Esto es así porque la información aportada no solo
se discute y analiza, sino que se reelabora por el grupo en un proceso activo y dinámico,
durante el cual se establecen conclusiones y se toman acuerdos que para los integrantes
del grupo equivalen a normas y valores de este, y, por tanto, de ellos mismos. Puede
decirse que cuando se logran los objetivos propuestos, el grupo es para cada uno de sus
integrantes no solo un grupo de pertenencia sino también de referencia.
La actividad que desarrolla el grupo al enfrentar la tarea trae consigo, simultáneamente,
una intensa dinámica psicológica de orden afectivo, emocional, entre sus miembros.
Debido a las diferentes opiniones y valoraciones, muchas veces contrapuestas, se crean
roces en las relaciones interpersonales que se hace necesario eliminar tanto por razones
éticas como de los propios objetivos que se deseen lograr. Sobre este aspecto se
profundizará más adelante al abordar las fases por las que atraviesa el grupo.
Para que la discusión sea fructífera y logre sus propósitos, es necesario tener en cuenta
el tamaño del grupo, la comunicación, la homogeneidad y la ansiedad.
Los grupos deben ser pequeños, de manera que se garantice el contacto directo entre
todos y cada uno de sus miembros, la mayoría de los autores establecen una cifra mínima
de 10 miembros y una máxima de 20.
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COMUNICACIÓN
Lograr la comunicación entre los miembros del grupo es un requisito de primer orden. En
toda comunicación están presentes tres elementos, la fuente o emisor, el mensaje y el
receptor o destino.
Cada vez que un miembro del grupo habla –participa de la discusión– está emitiendo un
mensaje a los demás, y los que lo reciben se convierten en receptores.
En la emisión del mensaje pueden distinguirse dos aspectos: el primero, el lenguaje
extraverbal –entonación, tono y timbre de la voz, gestos, expresión de la cara, etc.–
llamado también analógico, y el segundo, de información conceptual, trasmitido mediante
la palabra y llamado digital. No por gusto denominó Pavlov a este último segundo sistema
de señales.
Cuando el emisor emite una información o mensaje lo codifica mediante las señales de
estos dos sistemas, y no existe comunicación hasta tanto el receptor, una vez descifrado
o decodificado el mensaje, da una respuesta (retroalimentación o feed-back) que hace
saber al emisor hasta dónde descifró correctamente (comprendió) su mensaje, de manera
tal que si no fuera así, este último pueda hacer las correcciones necesarias.
Debe aclararse que comunicación no significa estar de acuerdo, significa solamente
entender, aunque se discrepe de la opinión emitida.
Durante el desarrollo de la dinámica de grupo, los sujetos desempeñan ambos roles
(emisor y receptor) porque al recibirse el mensaje se produce una respuesta o feed-back
que hace que el receptor se convierta en emisor.
Cada miembro del grupo se dirige a los demás codificando su mensaje mediante
palabras, gestos, movimientos, entonación de la voz, etc. Si los demás comprenden su
mensaje, se dice que hubo una correcta descodificación y se lo hacen saber de la misma
forma (fig. 3).
Cuando hay diferencias en el nivel de conocimientos entre los miembros del grupo, o
factores efectivos que predisponen al receptor a no interpretar correctamente el mensaje,
así como a una deficiente codificación, decimos que existe "ruido" en la comunicación.
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Fig. 3. Esquema de comunicación
Para garantizar la comunicación y lograr los objetivos, es conveniente que los miembros
del grupo tengan aproximadamente el mismo nivel de escolaridad, intereses, edad, etc.
Las características en las cuales debe basarse la homogeneidad del grupo dependen en
gran medida de la tarea que este se proponga.
ANSIEDAD
Constituye un factor de suma importancia, pues expresa hasta qué punto la tarea que
enfrenta el grupo moviliza efectivamente y pone en tensión a sus integrantes.
Existe una dosis de ansiedad óptima que expresa el interés y la preocupación del grupo
por la tarea y que garantiza un adecuado funcionamiento para el logro de los objetivos
propuestos. Sin ansiedad no se aprende y con mucha tampoco. Una disminución de la
ansiedad lleva al grupo a la incapacidad para aprender, y en la medida que aumenta por
encima de la dosis necesaria lleva al grupo a la desorganización de la actividad.
Algunos autores consideran que el aumento y la disminución de la ansiedad están en
relación con la tarea y con el esquema referencial del grupo –conocimientos y opiniones–.
Por esta razón, un tema totalmente nuevo y desconocido para el grupo puede producir un
aumento de la ansiedad que tienda a desorganizarlo. Si, por el contrario, el tema no
moviliza al grupo porque ya lo conoce todo, no se presentan dudas y tiende a producirse
una conducta estereotipada en sus miembros.
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técnica válida no solamente en el terreno de la salud, sino también en el proceso
educativo y en los colectivos laborales.
Sin embargo, el equipo de salud es también un equipo de trabajo y, por otra parte, cuando
la dinámica de grupo se utiliza para actuar sobre el hombre con el objetivo de promover
su salud, de recuperarla, o en su rehabilitación, también se trata de lograr un aprendizaje
en el campo de la educación para la salud, aunque en la literatura se reserve este nombre
para las medidas que abarca la prevención primaria. Por lo tanto, se imbrican
monolíticamente la salud, la educación y el trabajo.
La dinámica de grupo se convierte en un instrumento de creación y de cambio de
actitudes hacia otras favorables al bienestar físico y mental, con lo cual contribuye a
garantizar un nivel de salud óptimo en nuestra sociedad. Su utilización no es solo más
efectiva, sino también más económica, pues el esfuerzo realizado implica el beneficio de
muchos a la vez.
Podrían darse innumerables ejemplos del uso de este método en el terreno de la salud,
en los tres niveles de prevención.
En prevención secundaria se ha dicho que se vencen más fácilmente las resistencias, se
desarrolla el sentimiento de comunidad y se resta importancia a la propia dolencia, al ver
a otras personas que la sufren o que están en proceso de curación, a lo cual se añade
que los pacientes llegan a conocer su propia enfermedad. Esto favorece la comprensión
del tratamiento y aumenta su efectividad.
En rehabilitación (prevención terciaria), donde se trata de reducir al máximo las secuelas
o limitaciones de la enfermedad, eliminar el sentimiento de invalidez y hacer que los
pacientes se sientan útiles a la sociedad, es obvia su utilización para lograr la
reincorporación de estos a la vida cotidiana.
En la posibilidad de que el hombre se enferme intervienen dos tipos de factores, los que
dependen del medio y los que dependen del hombre, al margen de la relación dialéctica
entre ambos. El ambiente en que el hombre se desarrolla, las condiciones higiénicas que
lo rodean, la posibilidad real de tomar una acción de salud y las exigencias sociales,
desempeñan un papel fundamental. Dentro de los factores que dependen del hombre se
encuentran, entre otros, la valoración que hace de la salud y su actitud ante las medidas
higiénico-sanitarias y terapéuticas.
Nuestras organizaciones de salud tienen como objetivo no solamente la información a la
población acerca de estas medidas, sino también lograr su adecuada valoración y una
conducta consecuente.
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En los cuadros 5 y 6 se presenta la utilización de esta técnica en los tres niveles de
prevención.
ROLES FUNCIONALES
Roles para la tarea. Se caracterizan porque facilitan las acciones que llevan a la solución
de la tarea.
- Informante. Expone hechos o conocimientos objetivos relacionados con el problema que
se analiza.
- Orientador. Define la posición del grupo con respecto a los objetivos de este y resume lo
que ha ocurrido.
- Dinamizador. Incita al grupo a la acción o la toma de decisiones, intenta estimular al
grupo a una actividad mayor o de mejor calidad.
- Emergente. Analiza y clasifica las diversas participaciones al resumir las ideas y
sugerencias, resolver dudas y establecer conclusiones.
Roles para la constitución y el mantenimiento del grupo. Se caracterizan porque permiten
la integridad emocional del grupo y propician en los demás actitudes positivas hacia otros
y hacia el grupo mismo. Contribuyen a limar asperezas en las relaciones interpersonales y
a consolidar el sentimiento de pertenencia al grupo.
- Estimulador. Elogia, está de acuerdo con la contribución de otros y la acepta.
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Cuadro 5. Conducta del equipo de salud en las medidas de prevención.
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Cuadro 7. Tipos de roles que se manifiestan en el grupo
- Conciliador. Hace de intermediario en las diferencias que surgen entre dos o más
miembros; intenta conciliar desacuerdos; mitiga la tensión en situaciones de conflicto
haciendo bromas.
- Transigente. Cede parte de su posición para llegar a acuerdos.
A diferencia del anterior, aquí el sujeto que ejecuta este rol está comprometido en el
conflicto, mientras que el conciliador es un mediador.
- Seguidor. No participa activamente, sigue el movimiento del grupo en forma más o
menos pasiva, pero acepta las ideas u opiniones que se imponen. Generalmente ocupa el
lugar de audiencia en el proceso de discusión y en la toma de decisiones.
ROLES DISFUNCIONALES
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- Buscador de ayuda. Intenta también lograr una posición privilegiada en el grupo, pero no
mediante la imposición como el dominador ni mediante la búsqueda del reconocimiento
como el anterior, sino a través de expresiones de inseguridad, confusión personal o
subvaloración de sí mismo que provoquen la lástima y la condolencia de los demás.
Para terminar lo relacionado con los roles puede decirse que estos se manifiestan en
forma dialéctica, ya que un mismo sujeto puede ejecutar roles diferentes; no constituyen
posiciones fijas, sino cambiantes y dinámicas. En ello intervienen varios factores: las
necesidades y los requerimientos del grupo en un momento dado, el desarrollo y la
madurez del grupo, y la individualidad de cada uno de sus integrantes.
Una vez analizados los roles y los tipos de actividad que se ponen de manifiesto durante
el proceso de la dinámica de grupo, deben analizarse las fases por las que atraviesa la
interacción del grupo, las cuales se caracterizan por los problemas que se presentan en
cada una. Estas fases son el resultado de investigaciones de laboratorio y constituyen un
esquema de lo que sucede en la realidad.
Esto quiere decir que no deben tomarse rígidamente, pues en la práctica la duración de
cada una de ellas es muy variable y muchas veces una sola fase consume varias
sesiones del grupo; también puede suceder que algunas fases sean extremadamente
breves, lo cual depende también de las características y la complejidad de la tarea, de la
individualidad de sus integrantes, así como de la madurez y la historia del grupo.
En esta primera etapa las participaciones se dan en función de aclararse mutuamente los
integrantes la tarea que tienen por delante; es probable, incluso, que algún miembro
solicite la ayuda del coordinador; es decir, que las principales conductas observadas no
son más que pedidos de orientación, además de algunos intentos de responder a dichos
pedidos. Es también en estos primeros momentos cuando existen más dificultades para
hablar y participar, cuando los silencios resultan más extensos y embarazosos. Mientras
este tipo de interacción se produce, el grupo enfrenta y trata de resolver sus problemas de
comunicación internos.
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El grupo pasa entonces a las primeras evaluaciones. Esto significa que una vez
esclarecida la tarea que se debe resolver, el grupo debe decidir los caminos,
procedimientos y métodos para su solución. El grupo evalúa las diferentes alternativas
posibles, sus ventajas y desventajas, hasta tomar una decisión. Por tanto, los problemas
serán los de evaluar las distintas opiniones hasta llegar a una solución grupal.
Etapa en que aparecen los acuerdos y la toma de decisiones, pues durante el desarrollo
de la tarea y la puesta en práctica de las medidas tomadas, han surgido dificultades que
es necesario eliminar hasta lograr el objetivo final que se propone el grupo.
Si, por el contrario, las dificultades no son fácilmente superadas y el proceso de llegar a
acuerdos y toma de decisiones se dilata, esto significa que se mantienen las dificultades
en el área emocional, las cuales obstaculizan el logro de los objetivos. Esta situación pone
en tensión a todos los miembros del grupo, y cuando por fin se toman los acuerdos y las
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decisiones, el grupo requiere de un tiempo para el relajamiento de sus integrantes y para
recuperar la solidaridad grupal (fig. 4).
A continuación se expone un ejemplo para facilitar la comprensión de las fases por las
que atraviesa el grupo.
Hoy es aceptado que la obesidad es un problema de salud en el cual intervienen factores
biológicos, psicológicos y sociales. El hambre, como toda necesidad biológica, está
socialmente condicionada. Los factores psicosociales inciden en la regulación de la
ingesta en el individuo normal y actúan de manera decisiva en la conducta alimentaría del
obeso.
En los últimos años se han desarrollado ampliamente investigaciones en este sentido,
resultado de las cuales ha surgido la teoría de la regulación externa de la ingesta.
Resumiéndola, puede decirse que más que la motilidad gástrica o la mayor o menor
ocupación del estómago, existen factores externos que, al actuar como estímulos,
condicionan las manifestaciones de hambre en los obesos. Entre esos factores se
encuentran: percepción falsa del tiempo (relojes atrasados o adelantados), visibilidad del
alimento, cantidad del alimento disponible, variedad en los alimentos disponibles, y se
incluyen también estados afectivos, como depresión, ansiedad, aburrimiento, etc., que
constituyen todos ellos señales aprendidas que desencadenan la conducta alimentaría en
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los obesos. Partiendo de toda esta fundamentación teórica, se creó una nueva y
prometedora terapéutica para la obesidad.
En los obesos resulta provechoso aplicar el método de la dinámica de grupo para lograr
cambios en su condicionamiento alimentario, ya que ellos requieren el conocimiento de
estos factores, y el apoyo y la solidaridad de las demás personas para emprender el
esfuerzo que significa modificar toda su conducta alimentaría. Por tanto, el objetivo no
sería sólo una simple rebaja de peso, sino un cambio en los hábitos alimentarlos.
Seguidamente se describe en forma breve y sintética lo que ocurriría hasta la fase de
control de la dinámica de grupo en un grupo de obesos.
Problemas de comunicación. Aunque los miembros del grupo obviamente asocian su
ubicación en el grupo con su condición de obeso, pueden surgirles muchas interrogantes:
¿la obesidad les ha desencadenado alguna enfermedad y por eso están ahí? ¿se trata
solo de aprender una dieta para bajar de peso? ¿es realmente importante bajar de peso?
¿qué sacrificios habrá que realizar? ¿valdrá la pena emprender el esfuerzo? Orientarse
en la tarea y el por qué de ella, constituyen los primeros pasos. Esta fase culmina cuando
mediante la participación de todos, ellos llegan al conocimiento y al convencimiento de
que la obesidad es un síndrome que predispone al organismo a estados patológicos,
disminuye el promedio de vida, y es, por lo tanto, no solamente un problema estético, sino
también de salud.
Entonces, es importante y vale la pena hacer el esfuerzo por bajar de peso.
Problemas de evaluación. Surge a continuación otra pregunta: ¿qué hacer para disminuir
el peso? Alrededor de esta interrogante se verterán diferentes opiniones, tales como:
- Dieta de hambre es lo mejor, pues garantiza una rápida disminución del peso.
- No es necesario dejar de comer, todo depende del ejercicio que se haga.
- Son necesarios los dos elementos, dieta y ejercicios –pudiera concluir un miembro que
asuma el papel de emergente.
Ahora bien, ¿qué tipo de dieta y qué tipo de ejercicios son los necesarios?
La respuesta surgirá después de un profundo análisis, orientado por el coordinador
(médico, psicólogo), en la que se concluya que lo importante es cambiar las costumbres y
los hábitos alimentarios, lo cual garantizará una disminución del peso, aunque el proceso
sea más lento. Entonces se acuerda el método siguiente:
- Consumir tres comidas balanceadas al día, y abstenerse de los alimentos de alto valor
calórico.
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- Caminar dos cuadras al día y aumentar una cada semana hasta llegar a 20 (por encima
de la actividad cotidiana).
- Traer la descripción, para las próximas reuniones, de aquellas situaciones (estímulos)
que promueven el deseo de comer o de aumentar la ingesta.
Problemas de control. Con la puesta en marcha de estas medidas, el punto alrededor del
cual comienza a girar la interacción del grupo es el control de la conducta de sus
miembros en el cumplimiento de estos acuerdos, a través de los parámetros siguientes:
seguimiento de la disminución de peso y su relación con los relatos o descripciones.
Para ilustrar la efectividad de la técnica de la dinámica de grupo como método de
educación para la salud, transcribiremos a continuación la experiencia del doctor Kurt
Lewin et al. con un grupo de madres en un hospital, con el objetivo de introducir cambios
en los hábitos de alimentación.
Específicamente se trataba de modificar actitudes hacia la utilización del jugo de naranja y
el aceite de hígado de bacalao en la alimentación de sus bebés. Se formaron dos grupos
de madres, con los cuales se utilizaron técnicas diferentes: en uno de ellos se les daba
información individual a cada una de las madres y en el otro se empleó la dinámica de
grupo.
De acuerdo con esta técnica grupal, un especialista en nutrición suministraba información
básica al grupo y luego proponía una discusión acerca de esta. De acuerdo con la técnica
individual, el especialista en nutrición informaba a las madres por separado. En ambos
casos, tanto el grupo de madres como aquellas tratadas aisladamente eran expuestas a la
misma información durante lapsos similares. La evaluación de la tarea realizada implicaba
que a las dos y a las cuatro semanas después del abandono del hospital, las madres
debían ser chequeadas, para detectar si se había producido o no, cambios en los hábitos
alimentarios. De esta manera se pudo comprobar que el cambio logrado y su persistencia
fue cualitativamente mayor en las madres que participaron en los grupos de discusión.
Incluso pudo comprobarse que estas intentaban convencer a otras madres, a las cuales
no se les había suministrado ningún tipo de información, para que modificaran también
sus hábitos alimentarios.
¿A través de qué procesos se puede explicar este fenómeno?
Cuando las madres eran entrevistadas en forma individual recibían pasivamente una
información. Al abandonar el hospital tenían ciertos conocimientos básicos de la
alimentación infantil, pero estos conocimientos eran muy débiles en relación con el
enemigo que debían enfrentar: normas o costumbres sociales muy arraigadas.
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En la variante grupal, las madres recibían también cierta información más o menos
pasivamente, pero esta información después era discutida, analizada, reelaborada y
recreada por el grupo. Ya no se trataba solo de una información que había sido recibida
de forma pasiva, sino de conocimientos que habían sido analizados activamente, acerca
de los cuales se había establecido acuerdos. Así, al abandonar la institución, las madres
se enfrentaban a las normas y costumbres sociales con los acuerdos y las normas del
hospital y de ellas mismas, ya que ellas habían contribuido a recrear esas normas a partir
de conocimientos integrados de manera activa en los grupos de discusión.
Al discutirse las viejas actitudes respecto a la alimentación de sus bebés, las madres
ponen en duda las normas y el marco de referencia que guían su conducta hasta ese
momento, en forma paralela empiezan a crear uno nuevo para sustituir el que abandonan.
Finalmente, un nuevo marco de referencia es estructurado y convalidado por el mismo
grupo. Una vez que las madres abandonan el hospital y regresan a sus casas, el nuevo
marco de referencia proporcionado por el hospital entra en conflicto con el marco de
referencia social existente.
Las madres expuestas a la información en forma individual carecen de un grupo de
referencia positivo que soporte o apoye el nuevo marco informativo proporcionado por el
hospital, de modo que no resisten el conflicto y retornan a las viejas actitudes. A
continuación se expone el cuadro 8 en el cual se resumen los diferentes métodos de
educación para la salud.
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médico-paciente, Transmitir Enseñar el uso de
relación estudiante, información sobre aparatos y técnicas
ama de casa, un tema particular a nuevas
relación trabajador un número de
de la salud-usuarios personas a la vez
de los servicios de
la salud, etc
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Jiménez, L (1996): La participación social en la planificación sanitaria a nivel local, Ed.
Escuela Nacional de Salud Pública, La Habana.
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