cémo aprenden
los nifios
Dorothy, H!Cohen|
G “os P
biblioteca para la actualizacién del maestro¢QUE CAMBIOS NECESITAMOS? . 53
cia el espacio para la quietud y la reflexién, para las idas y veni-
das de parejas y de grupos pequefios, para movimiento y acti-
vidades fisicas, para actividades ruidosas y desordenadas, para el
nimales y de plantas. Este tipo de ambiente implica
n de que se aprecia el trabajo bien hecho, ya sea en
arte’ dramAtico, danza, musica, poesfa, trabajo en madera o
barro, 0 en escritura, matematicas y ciencias. También esté
implfcito el reconocimiento de que los nifios son individuos y
desearan programas individuales. de aprendizaje. E] nifie que
se queda atras de sus compafieros por razones de su desarrollo
debe ser protegido, obviamente, contra toda humillacién y ver-
giienza, asi como el nifio que da el salto a una nueva compren-
si6n debe ser apoyado en su crecimiento hacia adelante,
LAS NECESIDADES INDIVIDUALES
Y DE GRUPO TIENEN IGUAL IMPORTANCIA
Dentro de esa comunidad Jaboral, los nifios pueden actuar como
individuos y como miembros de grupos en varias formas. Aun-
que sea axiomatica la busqueda del aprendizaje individual, en
particular respecto de las capacidades y para satisfacer el gusto
individual, también-es cierto que Ja vida de grupo y la interac-
.ci6n, tan apreciadas por los-‘nifios en los afios intermedios, pue-
den incluir mas que lo puramente social. Por tanto, el esfuerzo
intelectual y creador del- grupo también debe ser incorporado
al estilo de vida escolar de los nifios como respuesta a su necesi-
dad de desarrollo. La escuela informal obviamente es mejor
que la formal para ayudar a los nifios a expresarse y a trabajar
por medio de Jas reacciones interpersonales espontaneas, cam-
biantes y exploratorias tan vitales para ellos en los muchos as-
pectos del aprendizaje que son posibles en esta etapa.
Desde una perspectiva sociopolitica, es necesario que los ni-
fios sean agrupados heterogéneamente, de modo que todas las
clases, colores y credos compartan al menos una fraccién de Ja
experiencia comun de la nifiez. Desde el punto de vista de la ne-
cesidad de interaccién de la nifiez, los grupos deben formarse
de tal modo que no queden marcadamente desequilibrados en
Ja cantidad de nifios y nifias, o de nifios con graves problemas34 “COMO APRENDEN LOS NINOS
emocionales y de aprendizaje en proporcién con los nifios que
estan dentro de la gama normal. Los grupos deben ser lo bas-
tante numerosos para que cada nifio tenga suficientes opciones
de amistad y de trabajo entre sus compafieros; deben ser Jo bas-
tante reducidos para que los maestros Ileguen a conocer a cada
nifio y tengan contacto regular con cada uno,
Los agrupamientos en la escuela pueden hacerse a través de
distintas edades o dentro de un grupo de edad. Cada sistema
tiene sus ventajas. Como ningtin grupo es en realidad homogé-
neo, cualquiera que sea el criterio con que haya sido formado,
Ja sola edad no garantiza una similitud de madurez emocional
y social, como tampoco lo hacen iguales niveles de capacidad
intelectual. Las diferentes edades introducen una mayor diver.
sidad para la maestra pero al mismo tiempo ofrecen a los nifios
el beneficio de una relaci6n al estilo familiar en que los mayo-
res ayudan a los menores, y los menores sienten que no sdlo
pueden recurrir a Ja maestra. No obstante, en un grupo de una
misma edad los nifios pueden aprender a ayudarse mutuamen-
te sila maestra fija un tono de confianza y ayuda rec{procas en
lugar de una enconada competencia por su favor y/o por las
mis altas calificaciones.
La seriedad con que los nifios responden a los desaffos de la
vida en grupo los hace cobrar pronta conciencia de la estructu-
ra jerarquica interna de sus grupos. Los adultos necesitan sa-
ber que el relativo prestigio asignado a un nifio por sus compa-
fieros representa una influencia bastante poderosa sobre su
conducta y que, aunque en general el papel de adulto consista
en dar oportunidades para que los nifios desarrollen una
interacci6n significativa entre ellos, a veces deben estar dispues-
tos'a proteger a unos nifios de otros.
El grupo puede servir al aprendizaje de cada quien de muy
diversas maneras. Percibido como sociedad en funcionamien-
to, puede establecer metas comunes y enfrentarse a los proce-
sos de comunicacién y de toma de decisiones en grupo inevita-
bles en la convivencia estrecha. Los nifios pueden y deben luchar
por Ja evolucién de.organizaciones sociales apropiadas y por
un orden para ellos.mismos, decidiendo en conjunto qué.con-
ducta'tolerar4n y-cudl no; para bien del grupo. En otro nivel, el
grupo puede servir como foro para abrir nuevas perspectivas,gQUE CAMBIOS NECESITAMOS? 55
expresar diferencias, reunir informacion y combinar estrate-
gias para resolver problemas de diversa {ndole. En las unidades
pequefias, y también a veces en las mas grandes, los nifios pueden
aprender a pensar en conjunto, en una basqueda commun del
conocimiento. Se deben planear éxperimentos para nifios y con
nifios como medio de buscar un significado dentro de un contex-
to importante para los individuos y/o los grupos; no puede espe-
rarse que todos los nifios tengan igual interés en todas las 4reas
y en todo momento. Se deberan desarrollar problemas para su
estudio, de-modo que permitan a los nifios hacer sus propias
elecciones y no limitarse a copiar resultados predigeridos.
EL CONTENIDO TAMBIEN DEBE TENER UN SIGNIFICADO
Los problemas que preocupan a los nifios cubren una gama tan
vasta que ningtin profesor puede suponer que podra ayudarlos
a aprender todo lo que-desean y necesitan saber en un solo aio
escolar. Por ejemplo, en Ja pared de un aula de segundo afio pu-
dieron verse las siguientes preguntas planteadas por los nifios:
éQué hace que se abran y se cierren los ojos?
~€Cémo empezé el mundo?
eDe qué esta hecho el mundo?
¢Cémo crecemos?
{Qué es la contaminacién del aire?
¢Qué és una multiplicacién?
~Cémo se sostienen los planetas en el espacio?
€De qué esta hecho el cerebro? .
éCémo es la vida bajo tierra?
¢De qué estan hechos los gusanos?
~Cémo fue hecha Ja primera persona?
Y en una clase de cuarto afio, donde se estudiaba a los esqui-
males, los nifios preguntaron:
éCémo Ilegaron los esquimales a ser esquimales?
¢Cémo'pueden comer pescado helado?
¢Se casan los esquimales?
¢Cuando mueren los esquimales, celebran algo?56 COMO APRENDEN LOS NINOS.
¢Est4n relacionados los esquimales con los negros del Africa?
¢Conocen la felicidad los esquimales?
Si un esquimal se encuentra con un neoyorquino, gpensaré el
_ esquimal que los neoyorquinos son extrafios?
Los nifios pequefios no aprenden en “paquetes” limpiamente
separados de preguntas para exd4menes, y el contenido de su
mente rara vez es comparable al orden de Ja mente del pedago-
go. Pueden llegar a saber mucho acerca de un tema, pero es pro-
bable que este conocimiento esté organizado de manera
dispareja, hasta en los temas especificos que m4s les interesen.
Su aprendizaje, como el de los adultos, se ve influido por sus
gustos y sentimientos. Todo aquello en que los nifios estén re-
cién interesados se “derrama” sobre lo que ya sabfan 0 sobre lo
que desean saber. Mezclan la ciencia, las mateméticas, la poe-
sfa, los movimientos corporales y los sentimientos con gran fa-
cilidad al examinar los problemas que les interesan.
Los nifios estan integrados y son de una sola pieza; su apren-
dizaje procede de manera integrada. Asimilan y adaptan a su
propio ritmo y tiempo las experiencias que buscan indepen-
dientemente o las que eligen entre las instrucciones que les dan
uno de sus padres 0 un maestro. Mientras van avanzando en
- conocimiento, también pueden aprender.el arte y la habilidad
del razonamiento, de la solucién de problemas, de adquirir y
ordenar la informacién que tiene sentido para ellos. El adulto
debe alentarlos concienzudamente a registrar su experiencia, a
predecir en toda experimentacién, a sacar inferencias, y a for-
mular hipétesis y establecer definiciones operativas.
El reconocer cémo funcionan los nifios y la necesidad de
guiarlos hacia una creciente madurez en varios niveles al mis-
mo tiempo significa que los maestros deben estar preparados
para enfrentar simult4neamente toda una variedad de posibili-
dades de aprendizaje. Esa funcién es marcadamente distinta
en apariencia y habilidad de la de la maestra tradicional para
quien un contenido y un método restringidos y predeterminados
establecian un modo de trabajar limitado y formal, de relaci6n
entre subordinado y superior a lo largo de un eje de preguntas y
respuestas. La maestra moderna escucha y observa a los nifios
para poder adaptar sus recursos a lo que ve y oye. ReconoceQUE CAMBIOS NECESITAMOS? 57
que nifios y nifias pueden tener intereses tanto ‘distintos como
coincidentes. Siempre est4 en busca de claves y mas claves, y
dispuesta a reaccionar y a responder en la medida de sus posi-
bilidades. Tiene en cuenta factores de la etapa de desarrollo de
los nifios, como el grado en que dependen de ejemplos mas que
de palabras, su capacidad de enfrentarse a simbolos mds que a
Jas cosas reales, el vuelo de su:fantasfa, y la profundidad y los
limites de su objetividad al pensar. Est4 mAs interesada en el
proceso de aprendizaje que en el producto. Desea que sus nifios
sepan aprender, no que sean almacenes enciclopédicos.
Es NECESARIO FIJAR LIMITES A LAS ELECCIONES
Hacer elecciones propias es una gran experiencia para los ni-
fios en las situaciones auténticamente educativas. No obstante
-que los nifios son quienes deben hacer las elecciones, su gama
y posibilidades deben ser delimitadas por el conocimiento que
la maestra tenga de los nijios, su comprensién de lo que necesi-
tan y su entendimiento de las potencialidades de los materia-
les, asi como de los problemas. Guiar a los nifios en sus eleccio-
nes a la vez que se alientan las. decisiones independientes es
algo que exige a la maestra madurez y perspectiva, caracterfsti-
cas del todo indispensables en la escuela informal. Por ejem-
plo, no hay mayor crueldad que permitir a los nifios, en nom-
bré de Ja libertad, escoger algo en que esta latente la probabilidad
de fracasar, por razones que estén fuera de su dominio. Sin
embargo esto es lo que ocurre cuando unos adultos comprome-
tidos, por principio, con la libre eleccién, no reconocen su res-
ponsabilidad de proteger a los nifios asi como de liberarlos.
Los nifios necesitan la oportunidad de figurarse cosas, sen-
tirse desafiados y resolver problemas dificiles. Pero lo dificil
esta en relacién con lo razonable de las posibilidades de éxito,
y esto exige el mejor juicio de la maestra acerca de cada nifio en
cada situaci6n, Las, elecciones tienen consecuencias, y a veces
se deber4n considerar antes de hacer una verdadera eleccion.
Las maestras deben ayudar a los nifios a tenerlas bien presen-
tes. Eleccién significa juicio, y a menudo los nifios no tienenel
juicio necesario para hacer ciertas elecciones particulares, por62 COMO APRENDEN LOS NINOS
4reas de desarrollo del nifio y en dindmicas de grupo es proba-
ble que no se logre una buena ensefianza en el jardin de nifios y
en la escuela primaria por muy buena que sea la preparacién
académica.* Esto propicia yna exigencia especial a los maes-
tros de nifios, que pocos han reconocido dentro de la profesién
y atin menos fuera de ella,
E] concepto de ensefianza integradora, en contraste con la-
orientacién hacia un solo tema, esta muy lejos de la tradicional
visién académica, cuyos mds altos alcances han influido en la
ensefianza de los niveles iniciales. En el mundo académico, se
considera que los maestros estén bien preparados cuando do-
minan perfectamente un drea especifica, necesariamente limi-
tada: es decir, si son autoridades en la historia estadounidense
desde 1812 hasta el periodo de !a Reconstruccién; si son mate-
miaticos, biélogos o quimicos, o si saben de psicologia 0 de lite-
ratura inglesa. La capacidad de especializarse de esta manera
tiene su utilidad en la ensefianza a nivel adulto, aunque no po-
cos estudiantes universitarios quisieran que su maestro com-
prendiera mejor las disciplinas interrelacionadas y tuviera un
mayor conocimiento de las personas a quienes ensefia. Pero esto
no es lo conveniente para los nifios que inician la escolaridad.
Y tampoco se debe preparar a los maestros como si asi fuera.
El concepto tradicional y académico de la ensefianza y de la
preparacién del maestro encuentra por completo incomprensi-
ble el enfoque integrador de la ensefianza, e interpreta toda
desviacién de las normas académicas convencionales como in-
telectualmente vacfa. No obstante, cuando reconocemos que
un nifio es mucho mas complejo que su capacidad de memori-
zar, debemos comprender que la ensefianza integradora signi-
fica una preparacion:interdisciplinaria en que los requisitos
intelectuales y emocionales son mucho mayores que los
percibidos por el enfoque estrechamente académico. Si lo com-
prende, el papel puede ser desempefiado igualmente bien por
un hombre o por una mujer. En favor de un aprendizaje de la
lectura sin tropiezos, nos referiremos al maestro del sexo habi-
tual en la practica de nuestros dfas, es decir, el femenino, aun-
que tenemos la conviccién de que en todas las edades tos nifios
deberfan ser ensefiados por maestros de ambos sexos.
* Se refiere a nifios en-edades entre dos-tres a cinco afios. [N. del E.]¢QUE CAMBIOS NECESITAMOS? 63
Una maestra de nifios de menos de doce afios debe tener una
educacién amplia. Pero no necesariamente debe dominar per-
fectamente algtin tema, a menos que su interés personal la haya
impulsado en ese sentido. Debe ser una persona cuya ensefian-
za la haya motivado a aprender durante toda su vida, y cierta-
mente ser una persona que se preocupe por todos los aspectos
del intelecto. Como adulta, tiene intereses propios; como maes-
tra, est4 dispuesta a aprender mas acerca de lo que interesa a
los nifios, aun si los tépicos que los atraen no son de primer
interés para ella. Pero se parece mds al médico de familia de
otra época, en su papel integrador, que al muy especializado
dermatélogo o neurocirujano actuales.
La maestra de primaria-‘no tiene que ser una experta en los
recursos de un pafs extranjero, pero debe ser sensible a las rela-
ciones ecolégicas; acaso no haya estudiado calculo, pero debe
estar consciente de la belleza de la légica y del ordenamiento
matemiaticos; tal vez no sepa citar a los poetas isabelinos, pero
debera amar y apreciar la literatura; quiz4s haya olvidado los
nombres de los minerales, pero deber4 vibrar en armonfa con
los principios cientfficos. Y su conocimiento de la historia ten-
dra que haber fortalecido su sentido de las multiples relaciones
entre causas y efectos. Su educacién general y su preparacién
especifica para la ensefianza deben mantenerla alerta sobre las
posibilidades que hay en muchos campos y despertarle la emo-
cién de] aprendizaje, de modo que.cuando se le hagan pregun-
tas para las que no esté preparada en detalle no tema decir a los
nifios: “Puedo averiguarlo” o “Recurriremos a alguien que sepa”.
La maestra se educa continuamente mientras sigueestudiando
con los nifios reas y temas propuestos por ellos o por ella en la
busqueda de la investigaci6n honesta.. ©
E] desarrollo de maestras que pueden funcionar bien en for-
ma integradora no se logra mediante la simple acumulacién de
cursos. No es facil para maestras ni estudiantes de ensefianza
que fueron educados de acuerdo con enfoques controladores y
objetivos aprender a hacer la transicién hacia una relacion no
autoritaria con los nifios, en que el contenido se comparte y sin
embargo no se abandona la autoridad del adulto, ni se abusa de
ella. No es facil establecer y mantener una estructura para el
aprendizaje independiente de los nifios. Cuando la maestra64 COMO APRENDEN LOS NINOS
abandona su posicién de preponderancia —ante el escritorio—
para avanzar libremente entre los nifios, que tal vez no estén
sentados todos ante sus propios pupitres, acaso se esté arries-
gando a perder la autoridad sobre su clase, Los sentimientos
acerca de los nifios, acerca de ella como autoridad, las expec-
tativas acerca del papel de la ensefianza, deben someterse a un
escrutinio como parte de su preparacién, con objeto de que la
relacién entre adulto y nifio no sea humillante, explotadora ni
amenazadora para nifios y maestra por igual. Deberd lHevar gra-
bado un conocimiento de las etapas de los nifios y de sus mo-
dos de aprender. Las actitudes necesarias para trabajar con nifios
deben internalizarse para ser espontdneas y auténticas. No se
las podré adoptar superficialmente sin que los nifios lo noten.
Las maestras de nifios deben responder a exigencias especiales:
Las maestras, tan sélo ellas entre todas las profesiones, se pasan
toda su vida laboral en continuo contacto con seres humanos
inmaduros. Por ello, es peculiarmente probable que experimenten
profundas repercusiones en sus propias personalidades, desencade-
nadas por las emociones infantiles ¢ inmaduras y por la conducta
* de sus pupilos. La conducta pueril es un constante desafio y estimu-
lo para el nifio que existe dentro de cada adulto. Por consiguiente la
maestra bien adaptada es aquella que se ha enfrentado a la ni-
iia que lleva dentro de si misma y que es capaz de reaccionar a una
conducta inmadura con actitudes maduras.3
La maestra debe ser una persona cuya propia casa emocional
esté en orden. Expuesta a la adoracién, la hostilidad, la ambi-
valencia, la ambicién y el impetu de los nifios, debera ser ca-
paz de diferenciar entre las necesidades de ellos y las suyas pro-
pias, de modo que pueda enfrentarse a las de ellos con buen
juicio. Consciente de los sentimientos profundos y apasiona-
dos de los nifios, no debera tomar como cosa personal sus ex-
presiones de hostilidad cuando les ponga limites, ni exagerar
su admiraci6n cuando ceda a ellos. Deber4 ocuparse conscien-
temente de sus propias tendencias, temores y angustias para
3 Ben Morris, “Mental Health in the Classroom: The Teacher's Personality
and Problems of Children’s Adjustment”, Bearing of Recent Advances in
Psychology on Educational Problems, University of London Institute of
Education, Londres, 1955, p. 94 (Studies in Education).
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