VOCES DE LA EDUCACION
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El arte desborda ampliamente el taller de plastica y atraviesa numerosas areas
curriculares, practicas y escenarios: hay arte en las paredes de las instituciones,
en las libros y materiales para la ensefianza, en los nuevos dispositivos
tecnoldgicos... Hay expresiones del arte en las producciones de los chicos y
jovenes, en los actos escolares y en las visitas y salidas a la ciudad
El arte en la ensefianza vincula las experiencias estéticas con lo cotidiano, con el
cuerpo, con la accién y con la creacion. Un arte que nos es comin a todos y no
queda restringido a los “talentosos”; una actividad humana potente para
expresarnos, comunicarnos y desarrollar una vida més digna, mas reflexiva
y més justa
El lector encontraré en este un texto rico en desarrollos teéricos, entramado
con el relato de proyectos escolares, actividades y propuestas concretas de
intervencién en las aulas. Una invitacién a redescubrir y poner en valor to mejor
de nuestras tradiciones y legados y a delinear e inventar practicas de ensefianza
que convoquen a conocer sin resignar la emocién y la imaginacién.
Gabriela Augustowsky es licenciada en Ciencias de la Educacién por la
Universidad de Buenos Aires, Magister en Didactica por esa misma casa y
diplomada en Estudios Avanzados en Bellas Artes por la Universidad Complutense
de Madrid, Es secretaria académica de la Maestria en Didactica de la UBAy
profesora de posgrado en la Facultad de Arquitectura, Disefio y Urbanismo (UBA).
Ejerce también la docencia en la Universidad Pedagégica y a Universidad ORT,
de Uruguay. Autora de Las paredes del aula (2005) y Ensefiar a mirar imagenes
en la escuela [2008], entre otras numerosas publicaciones, ha desarrollado
investigaciones y programas de innovacién didactica en el mbito de las artes
visuales y la educacién
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ISBN 978-950-12-1537-3
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gliza95o tle 15373EL ARTE EN LA ENSENANZA @ELARTEEN @
LAENSENANZA |
PAIDOS VOCES DE LA EDUCACIONDirectora de coleccién: Rosa Rottemberg
Disefio de cubierta: Gustavo Macri
Augustowsky, Gabriela
El arte en la ensefianza -1° ed.- Buenos Aires: Paidés, 2012.
208 pp.; 22x16 cm.
ISBN 978-950-12-1537-3
1. Educacion.
CDD 370.1
1 edicién, agosto de 2012
Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizacién escrita de
los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién parcial o
total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografia y el tratamiento
informatico.
© 2012, Gabriela Augustowsky
© 2012, de todas las ediciones:
Editorial Paidés SATCF
Publicado bajo su sello Paidds*
Independencia 1682/1686, Buenos Aires ~ Argentina
E-mail:
[email protected]
www.paidosargentina.com.ar
Queda hecho el depésito que previene la Ley 11.723
Tmpreso en la Argentina ~ Printed in Argentina
Impreso en Primera Clase,
California 1231, Ciudad Autonoma de Buenos Aires,
en julio de 2012.
Tirada: 3.000 ejemplares
ISBN 978-950-12-1537-3
El camino por el que voy va hacia atras para ver el futuro.
Jitka Hawz.ovs
A Edith Litwin
(Buenos Aires, 1944-2010)icine
INDICE @
AGRADECIMIENTOS...
INTRODUCCION....
1. EL ARTE como EXPERIENCIA
De qué hablamos cuando hablamos de arte
El arte en la escuela: de lo sublime a la experiencia cotidiana...
El espacio escolar y las paredes del Ula wren
Los libros y materiales de ensefanza
Los sujetos de aprendizaje. Dibujo infantil, desarrollo
Y ENSEAANZA. oe
2, CONOCER Y CREAR CON TECNOLOGIAS
La fotograffa, una vieja novedad
La creacién fotogrfica infantil.
Proyecto-proceso: Retrato fotografico ¢ identidad
Imagenes en movimiento: los juguetes dpticos y la animacién ..
Elarte en la cultura digital... :
Proyectos para la cooperacién ya convivencia demacrética....ELARTE EN LA ENSENANZA
3. DEL AULA AL ESPACIO PUBLICO....... : a . = wo 3 AGRADECIMIENTOS @
ELarte en el espacio publico...
Monumentos, espacios y marcas de MeMoia.nnnueineinnme 97
La visita escolar al Museo de afte ..nnsueiscnenineenreen | 05
La welta a la escuela, la visita expandida ...... seca 18 ]
4, ENSENAR EL ARTE DEL PASADO se 123
Mirar: entre el andlisis y la emocién....... : 125
ELarte en la ensefianza de las ciencias sociales .. : 128
La imagen como documento histérico ae : 132
La produccién comprensiva. Hacer arte para interpreter
elarte.... 137
Proyecto: Un taller de grabado e ena escuela secundaria... 139
Proyecto: Revisitar una obra del siglo XIX desde el arte
contemporéneo — : 3
5, LAS ARTES PLASTICAS Y SU DIDACTICA.sssctstseeesetee 153
Mitos, supuestos y lugares ComUNES 1-1 : 155
Una genealogfa de la ensefianza de las artes plasticas
YVISUALES .aseneeeee 157
Las buenas practicas de evaluacin de los aprendizajes........ 168
6. ELARTE COMO CELEBRAGION COLECTIVA...-. 175 Quiero expresar mi profunda gratitud a todas las personas e insti-
Encuentros en la diversidad.. ; 177 | tuciones que brindaron generosamente su apoyo, sus conocimientos,
Proyecto: Arte y juego para la integracién @ inclusién. =e sus obras y sus experiencias para este libro.
Instalaciones, “performances” y fiestaS......-sssecesseseenee 183 ‘
Proyecto: Elislam. Arte, historia y literatura... 195 Al profesor Gustavo Halle, a la profesora Marcela Riera y a todo
Proyecto: Festival “El Quijote y su mundo”... 191 : el equipo docente del Colegio San Marcos por su enorme disposicién
Las muestras: comunicar, compartir y aprender... eee para comunicar y compartir sus practicas de ensefianza,
A las autoridades, equipo docente, alumnos y alumnas de la
Belo 203 Escuela de Educacién Especial y Formacién Laboral N° 29 Dr. Osvaldo
Magnasco, MEGCBA, MANIOLO y su trabajo diario nos muestran que a
veces el ruido no nos deja ver.
A las autoridades del Bachillerato Instituto “El taller”, por invi-
tarnos al mundo intimo de su taller de grabado; y a los directives
y docentes del Colegio Aula XXI, por permitirnos dar a conocer sus
proyectos que abren el didlogo entre disciplinasA Liliana Porter por su enorme gentileza al autorizarnos 3 repro-
ducir su obra Tejedora, perteneciente a la serie Trabajos forzados. Es
un honor que la tejedora continde sus labores en estas paginas.
A Vicente Rozados Sauser por autorizarnos a reproducir sus obras
y por sus ensefianzas al desandar “en voz alta” sus procesos crea-
tivos. a
A Guadalupe Fernandez, por sus arboles y su rio, y por explicarnos :
por qué; a Selva Bianchi, por sus abecedarios magicos,
INTRODUCCION @
‘A Rosa Rottemberg, por sus saberes, su sensibilidad y su apoyo
durante el proceso de edicion.
A Oscar Edelstein, consultor imprescindible [siempre dispuesto,
didactico) para “no meter la pata” con la historia latinoamericana.
A Luciana Aguilar, por la exquisitez de su labor docente y por
todos sus “mira esto, te va a encantar” y a Melina Masnatta, por sus
cuidadosas lecturas.
A Felipe Casuscelli, él ya sabe.
‘A Valu, Guido, Lucia, Lisandro y Carmin, y en nombre de ellos a
todos los chicos, chicas y jévenes que cuando hacen fotos, videos,
dibujan, juegan, cantan y se disfrazan hacen que este mundo nos
parezca mas amable, mas humano, menos raro.
En la escuela hay arte: se ve, se hace, se siente, se ensefia.
El arte se hace presente en la escuela cuando a diario lo traen los
chicos y los jévenes con sus creaciones y su cultura visual mediatica:
también con las practicas, saberes y elecciones didacticas de los do-
centes. Esta en las tareas tradicionales y en las acciones de innovacién.
Se manifiesta en la arquitectura escolar, en las paredes de aulas, sa
tones y pasillos. Lo portan los materiales y recursos para la ensefanza
en sus diversos farmatos y soportes, en papel y virtuales. El arte ocupa
un lugar protagénico en las celebraciones colectivas que interrumpen
el flujo del tiempo de miles de formas diferentes. A menudo la escuela
sale a buscarlo en otros espacios: museos, salas de exhibiciones, por
las calles. El arte se transmite como curriculum explicito y en oca-
siones como contenido algo oculto o implicito. Incluso hay arte en su
ausencia, cuando se reclama como necesidad, como derecho.
Ahora bien, gqué campo disciplinar se ocupa de estudiar estos
espacios, practicas, eventos? ZA qué ciencia de la educacién le co-
rresponde? {Qué didactica especifica reconoce esta heterogeneidad
de acciones y de saberes como su objeto?
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La ensefianza de las artes plasticas y visuales y su didactica cuen-
tan con una amplia tradicin y con varias décadas de afianzamiento
curricular en el marco de la educacién escolar. Se trata de un drea
que hoy, ante la veriedad de los tenguajes artisticos, las innovadoras
estrategias de produccién, las nuevas perspectivas didacticas y las
discusiones acerca de las funciones que nuestra sociedad le asigna
al arte, debe afrontar el desafio de repensar las practicas, conocer y
experimenter otras propuestas formativas.
Pero el arte en la escuela desborda, rebasa el encuadre trazado por
las clases y el taller de plastica, su presencia en el cotidiano escolar
va mas alld, atravesando numerosas dreas curriculares y permeando
otras practicas y escenarios. Al ubicar el arte en la escuela, en terminos
curriculares, podemos afirmar que se trata del espacio que Edith Litwin
definia como “en el borde del curriculum”, un territorio algo labil que
transita entre disciplinas que se niegan tercamente a reconacer sus
parentescos y entre prescripciones curriculares que solo hilvanan te-
nuemente puntadas de mutti, intra, inter. Entonces, para abordar el arte
en la escuela, es necesario recurrir y poner en relacién saberes produ-
cidos en diferentes campos del conocimiento: la didactica general, tas
didacticas de arte, la didactica de las ciencias sociales, la tecnologia
educativa, la filosofia, la estética y la ética; la teoria del arte, la historia
del arte, la psicologia, ta museologfa, la comunicacién, el disefio.
Este libro es el resultado de numerosos encuentros, dialogos, in-
tercambios -simbolicos y materiales- entre teorias y practicas, ma-
neras de decir, de pensar y de hacer, algunas muy viejas y algunas
nuevisimas. Una sélida y potente idea cobija, orienta y sostiene la con-
versacién: “El arte como experiencia”. Hacia 1934, y como respuesta
a las concepciones espiritualistas del arte, el filésofo norteamericano
John Dewey postulaba una nocién de “experiencia estética” que re-
laciona el arte con lo cotidiano, con el cuerpo, con la actividad y con
la creacién, Para Dewey, el arte no es algo lejano, esotérico, sino que
tiene una funcién en nuestras vidas. El arte es una actividad experien-
cial, tanto en su produccién como en su recepcidn. Las experiencias
estéticas son manifestaciones de nuestro patencial para desarrollar
una vida mejor, mas digna, més inteligente, mas justa.
Esta nocién corre el eje de la cuestién del arte desde las obras
hacia los sujetos creadores y el hacer:
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El arte es una cualidad del hacer y de lo que ya se ha hecho, Solo
extetiormente puede ser designado con un sustantivo. En realidad es
de naturaleza adjetiva, puesto que se adhiere a la manera y contenido
del hacer. [..]
El producto del arte -templo, pintura, estatua, poema- no es la obra
de arte, sino que esta se realiza cuando el ser humano coopera con el
producto de modo que su resultado sea una experiencia gozada a cau-
sa de sus propiedades liberadoras, ordenadoras (Dewey, 1934: 241]
Postular el arte como experiencia en la escuela, implica continuar
desmontando lentamente su caracter elitista para situarlo al servicio
de lo humano y su sensibilidad. Implica aunar en la ensefanza intelecto
y emocién, sentimientos y raz6n, poniendo en accidn todos tos sentidos
y el cuerpo, el cuerpo que juega, que late, y que también duele. Se trata
de un arte no solo para chicos talentosos, artistas considerados dota-
dos 0 los intelectuales criticos de arte, porque para Dewey todas las
personas estén en condiciones de participar de experiencias estéticas.
Asi, concebir el arte como experiencia en la escuela significa co-
nocer y crear actividades, proyectos, propuestas en las que chicos,
chicas y jévenes sean incitados a ocupar la escena en un movimiento
que los involucre personalmente, intimamente; que los convoque de
modo genuino a la construccién de sentidos propios para repensarse
y recrearse individual y colectivamente a través del arte. Los proyectos
que se relatan, destacados en el indice y en el desarrollo de los ca-
pitulos, han sido escogidos por su potencia para “iluminar’, y quizas
inspirar, practicas de ensefianza que participan de esta perspectiva. Y
amplificando la idea de experiencia, este libro es también el resultado
del didlogo y la colaboracién de colegas que desempefian su tarea
profesional en instituciones desde las que aportan sus perspectivas y
reflexiones singulares, nicas. Marcelo Gémez, desde su comprometi-
da y original labor diaria en la ensefianza de arte en una escuela para
chicos sordos e hipoaciisicos; Valeria Traversa, que audazmente y un
poco a contramano de los tiempos, desarrolla un exitoso proyecto de
grabado con adolescentes; Delma Rodriguez, que transita el vertigi-
noso campo de innovacién en las artes mediales y la formacién docen-
te en espacios virtuales, y Mariana Luterstein, que brinda su mirada
critica, experiencial y poética desde el museo de arte.
INTRODUCCIONEL ARTE EN LA ENSENANZA.
Por ultimo, estas paginas son una invitacién a redescubrir, encon-
trar, recuperar y poner en valor lo mejor de nuestras tradiciones y
legados en relacidn con el arte en el dia a dia escolar. Una invitacion a
reflexionar, desde nuevos marcos conceptuales, acerca del lugar del
arte y su estrecha vinculacién con otras ensefianzas y con la construc
cién activa de una ciudadania democratica e inclusiva. Una insistente
invitacién a delinear, probar, componer, imaginar, inventar... porque
de esto se trata la ensefianza y porque esta es, ante todo, una “obraen
construccién” que solo se completara en el encuentro con las expe-
riencias estéticas de ustedes, lectores/creadores.
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1. EL ARTE COMO
EXPERIENCIA
Desde tos inicios de nuestros sistemas educativos las “bellas ar-
tes” forman parte de la vida escolar y de la ensefianza mas alla de
las clases destinadas especificamente a la formacién artistica de los
estudiantes.
En la actualidad también, numerosas practicas, nociones y pro-
ducciones, ligadas al campo que ahora denominamos artes plasticas
yvisuales, desbordan ampliamente su espacio curricular especifico y
constituyen una parte sustantiva del dia a dia escolar.
Se trata de espacios, actividades, procesos, obras, materiales, mo-
dos de ver y de hacer en relacién con el arte que se encuentran fuer-
ternente arraigadas, que cuentan con un alto grado de naturalizacién
y que, sin embargo, son escasamente estudiados desde una perspec-
tiva didactica general
Como punto de partida para abordar esta cuestion resulta primor-
dial establecer, 0 al menos debatir, qué entendemos por arte, donde
hay arte, qué significados y sentidos le atribuimos individual y colecti-
vamente. Hoy, la variedad de los lenguajes artisticos, las innovadoras
estrategias de produccién, los cambios en las configuraciones del arteEL ARTE EN LA ENSENANZA
yla cultura, las nuevas perspectivas tedricas y las discusiones acerca
de las funciones que nuestra sociedad le asigna al arte, nos desafian
a revisar supuestos, conceptos, ideas y practicas.
Desde el punto de vista educativo, cobran fuerza las discusiones
acerca de qué tipo de saber es el arte, cual es su valor formativo, qué
relacidn existe entre el arte y otro tipo de conocimientos que transmite
la escuela
El andlisis de las profundas rupturas y nuevos paradigmas que se
produjeron en el siglo XX y una aproximacién al arte contemporaneo
nos permiten expandir las definiciones y Ambitos de accién. Asimis-
mo, la nocién filoséfica de “experiencia estética” postulada por John
Dewey, nos brinda un sélido andamiaje conceptual para incorporar a
la discusién los procesos creativosy los sujetos como creadores situa-
dos social y politicamente.
Desde estas perspectivas, es posible reconocer, legitimar y poten-
ciar el papel formativo que el arte ya tiene y al mismo tiempo postular
a la escuela -en su sentido mas amplio- como el 2mbito por excelen-
cia para imaginar y plasmar experiencias con el arte y en el arte liga-
das fuertemente a lo vital, a la construccién identitaria, la expresién,
la produccién y el conocimiento
En este sentido, pasan a ocupar un lugar de privilegio os compo-
nentes sensibles, visibles, materiales de la ensefianza y cobran interés
formas de representacién no lingUisticas frecuentemente postergadas
por la primacia de las palabras. Asi, elementos constitutivos de la en-
sefianza como el espacio fisico, libros de texto, materiales didacticos,
recursos digitales se constituyen en magnificas oportunidades para
propiciar experiencias estéticas.
Pero el eje central de estas experiencias son nuestros estudiantes,
con sus gustos, sus ideas, sus maneras de ver, interpretar y represen-
tar el mundo. Abordar el arte como experiencia en la escuela implica
ensefiar a los chicos, chicas y jovenes a crear con sentidos propios,
conectados consigo mismos pero a la vez involucrados con su entorno
y con los otros; implica ademas asumir el reto de formarlos para que
sean receptores licidos, criticos, curiosos, informados, deseantes y
capaces también de vibrar de emocidn.
ron esemem
DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE ARTE
En elafio 1913 el artista francés Marcel Duchamp [1887-1968] co-
locé una rueda de bicicleta sobre un banquita de cocina y, junto con la
rueda, eché a andar una pregunta que atin hoy sigue rodando: zesto
es arte?
Durante siglos, los cuadros enmarcadas y colgados en la pared y
las esculturas en sus pedestales habian sido los referentes casi uni-
vocos para la palabra “arte” en el mundo occidental. La delimitacién
del campo artistico atendia no solo a las piezas que lo constitufan sino
también @ los modos de contemplar, apreciar y gozar del arte. Rueda
de bicicleta planted a principios del siglo XX una dificultad: los paréme-
tros estéticos convencionales, que se utilizaban hasta ese momento,
resultaban intitiles para mirar 0 comprender este artefact
Objetos industriales, de uso comtin, como un secador de botellas y
el ya famoso mingitorio ~denominados ready made hacia 1915-, cuan-
do son exhibidos en un contexto artistico, incitan a cuestionarnos acer-
ca de las cualidades sensibles de una obra de arte. Marcel Duchamp
explica que en estas obras lo que se ve no es lo mas importante, él ha
elegido estos objetos justamente por su “indiferencia estética’, es de-
cir que no poseen ninguna cualidad estética notable, no portan ningun
atractivo particular, no hay ninguna evidencia intrinseca, propia de ta
obra, que nos permita otorgarle el estatuto de arte
Mientras que para el arte “tradicional” el placer estético reside en
una experiencia fuertemente ligada al placer sensorial, este enfoque
trae la nocidn de un placer racional. Asf, la conjuncidn entre sensibili-
dad y concepto articulan una nueva perspectiva de arte tanto para los
creadores como para los espectadores. Esta cuestién abre paso a un
nuevo paradigma [Gyldenfelt, 2008)
El filasofo y critico de arte Arthur C. Danto (n. 1924], marca otro
hito para la ruptura con las normativas artisticas del arte académico,
y la perspectiva de las bellas artes: Caja de jabén Brillo (Brillo Boxl,
obra de Andy Warhol [1928-1987] del afio 1964. La obra consiste en
una serie de cajas confeccionadas con prismas de madera pintadas
y serigrafiadas con colores acrilicos, de 50 x 50 x 38 cm en las que
EL ARTE COMO EXPERIENCIA
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se reproducen el logo y las descripciones del envase del jabén: “24
paquetes gigantes”, “esponjas con jabén resistentes al dxido”, “saca
brillo al aluminio rapido”
No hay nada que distinga en apariencia Brillo Box de las cajas de
jabon del supermercado. Entonces, si son aparentemente iguales,
jpor qué las cajas de Warhol son una obra de arte y las que yo tengo
én mi lavadero no? ,Cuales la diferencia entre una obra de arte y una
mera cosa? |
Seguin explica Danto en su libro La transfiguracién del lugar comin,
estas cajas, han sido desligadas de su funcién, y ocupan ahora otra
entidad al ser presentadas como obras de arte en el marco de una
exhibicidn. Se trata de objetos que han ingresado a un nuevo contexto
Si bien son indiscernibles en términos de percepcidn, no lo son en ter~
minos de interpretacién. Es necesario entonces hacer un giro desde la
experiencia sensible hacia el pensamniento. Una obra de arte requiere
de un esfuerzo de interpretacién, mientras que una cosa No.
La concepcién enunciada por Danto tiene importantes consecuen-
cias para el campo de la educacién, esta manera de entender la obra
de arte requiere un nuevo tipo de espectador que pueda desarrollar
competencias inierpretativas que remiten a la historia del arte, las
teorias del arte, la filosofia /
En el pasado han surgido y se han desarrollado multiples formas
de arte, algunas sensibles o “retinianas”, como las denominaba des-
pectivamente Duchamp, otras conceptuales vinculadas necesaria-
mente a su interpretacién. Theodor Adorno (1903-1969), filésofo ale-
man, maximo representante de la escuela de Frankfurt, sefiataba en
su Ultima obra del afio 1969, Teoria estética:
Ha llegado a ser evidente que nada referente al arte es evidente, ni en
&L mismo, ni en relacién con la totalidad, ni siquiera en su derecho a la
existencia. En arte todo se ha hecho posible, se ha franqueado la puerta
ala infinitud y la reflexién tiene que entrentarse a ello (Adorno, 1980: 9).
El siglo XX inicia una época de profundos cambios y nuevos para-
digmas para abordar el hecho artistico, en este contexto, cobta fuerza
una pregunta que nos resulta muy afin: jos dibujos que realizan los
nifios y las nifias desde muy temprana edad, son arte? En el afio 1887
Corrado Ricci [1858-1934] publica en Italia Larte dei bambinie instala la
polémica sobre si considerar arte 0 no a este tipo de creaciones. Ricci,
especialisia en cuestiones de historia del arte, arqueologia y museo-
logia, exploré e investigé ta cultura infantil y fue quien reconocié, por
primera vez en la historia, que el dibujo infantil posee un encanto es-
pecial que lo sitda muy cerca de la expresién artistica. Sostenia que
el nifio no representa lo que ve sino lo que sabe y recuerda, dibuja
lo que mas le impacta o interesa, pone su atencidn en los detalles,
las particularidades y sus impresiones momentaneas. Para Ricci, la
representacién grfica infantil no constituye un problema éptico sino
una cuestién mental, emotiva [Effland, 1990; Genari, 1997].
En sintonia con los desarrollos de la psicologia, la pedagogia y las
nuevas definiciones de infancia, las vanguardias artisticas “histéricas”
-de las primeras décadas del siglo XX- asumen la defensa del arte in-
fantil. Todos los aspectos que hasta entonces habian sido considerados
negativos, como la espontaneidad, la emotividad, la soltura del trazo,
ver el mundo sin ataduras ni preconcepciones esteticistas, comienzan
a ser valorados y definidos como pertenecientes al campo artistico. El
artista y educador vienés Franz Cisek (1865-1946), vinculado al movi-
miento de la Secesion vienesa, fue uno de los muchos que tomé como
inspiracién las creaciones infantiles y sostuvo enfaticamente que los
nifios eran artistas. En el afio 1908 participé de una exposicién en Vie-
na en cuya entrada se expusieron numerosas obras infantiles de su
coleccién, otorgandoles asi el estatuto de obras de arte. Amés de cien
afios, este debate sigue en pie. ;Todas las expresiones infantiles son
arte? {Todas las creaciones de nifios y nifias tienen el mismo valor?
{Es posible hablar hoy de “un” arte infantil?
Definiciones en contexto, El arte contemporaneo
Hasta aqui, resulta evidente que la perspectiva histérica es fun-
damental para alcanzar una definicién de arte. Pero también es re-
quisito establecer un marco referencial espacial, territorial, sociocul-
tural para abordar la cuestién. Las teorfas y perspectivas acerca de
qué es arte, qué no lo es, qué arte valoramos y por qué, han estado
atravesadas fuertemente por el pensamiento eurocentrista. Desde el
Renacimiento, la cultura europea occidental establecié su identidad a
EL ARTE COMO EXPERIENCIAEL ARTE EN LA ENSENANZA.
partir de su diferenciacién con lo que no es, con lo que no quiere ser,
definiendo como arte primitivo, arte exdtico o arte ingenuo las creacio-
nes no europeas. Esta mirada implicé también etiquetar como “arte” a
artefactos, acciones y representaciones que obedecen a otras lagicas
e intenciones en sus propios contextos {usos rituales, ceremoniales] y
a desestimar otros, por ejemplo las visiones de la estética clésica ja-
ponesa incluyen los jardines, la caligrafia, las espadas y la ceremonia
del té (Berger, 2000; Feeland, 2003).
Si bien nociones como primitivismo y exotismo para referirse al
arte no europeo ya estén en desuso, algunas categorizaciones como
“arte Latinoamericano”, “arte australiano”, “arte africano” -que amon-
tonan y hornogeneizan una amplisima variedad de expresiones- aun
se utilizan y circulan como potentes estereotipos en los medios de
comunicacién que consumen habitualmente nuestros estudiantes.
El escritor mexicano Juan Villoro (1956) da cuenta, mordazmente,
de esta situacién en su cuento “Amigos mexicanos”’. En este relato de
ficcién, un periodista norteamericano quiere establecer “un contacto
fragoroso con el verdadero pais de Frida”, y para esto contrata a un
colega mexicano:
Me contraté como su contacto hacia lo genuino. Pero me costé trabajo
satisfacer su apetito de autenticidad. Lo que yo le mostraba le parecia 0
bien un colorido montaje para turistas, 0 un espanto sin fotklor El de-
seaba una realidad como los éleos de Frida: espantosa pero Unica. No
entendia que los afamadbs trajes regionales de la pintora ya solo se en-
contraban en el sequndo piso del Museo de Antropologia 0 en rancherias
extraviadas donde nunca eran tan lujosos ni estaban tan bien bordades.
Tampoco entendla que las mexicanas de hoy se depilan el honesto bigote
que a su juicio convertian a F. K. en un icono bisexual (Villoro, 2008: 80)
En este sentido, son numerosas las manifestaciones artisticas con-
tempordneas que exponen fuertes cuestionamientos y.posicionamien-
tos criticos ante cualquier supremacia artistica o cultural. En la escena
artistica actual, son multiples las expresiones que abordan aspectos
identitarios, territoriales, culturales, politicos, étnicas, comunitarios,
de género. A modo de ejemplo, en el afio 2010, en el marco de las cele-
braciones por el Bicentenario de la Reptiblica Argentina, se desarrollé
la muestra titulada Mujeres 1810-2070.' La exposici6n indaga y proble-
matiza la historia de las mujeres a través de testimonios histéricos y
numerosas obras de artistas contempordneos que abordan el tema
desde la belleza, la ironfa o la provocacién. En el sector destinado al
Trabajo, una serie de obras trata la invisibilidad de las tareas domésti-
cas, all se expuso Tejedora (2005) de la artista Liliana Porter {n. 19411,
perteneciente a la serie Trabajos forzados. La obra presenta sobre un
estante blanco la figura diminuta de una tejedora sentada encima de un
pequefio cubo de madera, Ella sostiene dos agujas y un ovillo de lana
roja con el que va conformando un enorme género que, en relacién con
ella, es como un mar rojo. Debido a la escala y a ta desproporcién entre
la pequefia sefiora y su gigantesco tejido, en esta exquisita pieza la la~
bor manual, rutinaria, adquiere la envergadura de una hazania.
EL ARTE COMO EXPERIENCIAS
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Hoy asistimos a un ensanchamienta del territorio artistico que
avanza con la exploracién y apropiacién de dmbites y practicas que
trascienden el arte visual propiamente dicho. Los géneros y discipli-
nas se mezclan, interaccionan, dialogan mas alld de toda norma. En
este contexto, son muchas las obras de arte contempordneo que nos
desaffan a comprender por qué las consideramos arte, qué es el arte,
qué significa y por qué lo estimamos. Muchos casos nos generan des
concierto e incertidumbre, muy especialmente desde’ nuestra tarea
como educadores.
Elartista britanico Damien Hirst (n. 1965], que trata en su obra el
tema de la muerte, cobré notoriedad con su serie denominada Historia
natural en la que se exhiben vacas diseccionadas con sus terneros, ove-
jas, cebras y otros cadéveres de animales. Es uno de los artistas vivos
més cotizados del mundo, su obra més famosa La imposibilidad fisica de
ta muerte en la mente de alguien vivo (1991), es un tiburén tigre exhibido
en una gigantesca vitrina en formol (en el afio 2006 entré en descom-
posicién y fue reemplazadol. Et artista brasilefio Eduardo Kac (n. 1962]
indaga las relaciones entre el arte y la ciencla con sus experiencias de
“arte transgénico”. Mediante el uso de técnicas de ingenieria genética
logra transferir material de una especie a otra. Asi en el afio 2000 logré
inocular en una coneja un gen fluorescente de una medusa del Pacifico,
la coneja “Alba” es blanca y de ojos rosados, pero cuando se la some-
tea la luz se torna color verde y brilla en la oscuridad. {Esto es arte,
esto es ciencia, resulta Ucita esta manipulacién, cual es su sentido?
{Qué papel desernpefa el mercado del arte en estas consideraciones?
‘Ante la variedad de soportes, actos, acciones, enunciados, eventos
definidos como arte contemporaneo ,cuales el limite, hay algtin timi-
te? zTodo es arte, cualquier cosa puede ser una obra de arte? Segin
Elena Oliveras, la incorporacién conceptual, interpretativa por parte
del artista o de los espectadores, no son motives suficientes para otor-
gar el estatuto de obra de arte
{Podriamos atirmar efectivamente que no hay mites? {Acaso todo es
0 puede ser arte? Si es verdad que toda es arte, nada es arte, podria-
mos decir también, Debertamos aceptar quizé la existencia de ciertos
limites, principalmente los que bordean la ética (aceptadal” [Oliveras,
2005: 65)
En nuestros dias, para hablar de arte, resulta imprescindible ade-
més analizar, en profundidad, el papel de las nuevas tecnologias de
la informacién y ta comunicacidn {TIC} que estén modificando nuestra
relacion con lo real y generando nuevos modelos de pensamiento y de
accidn. Las TIC estan configurando espacios y herramientas no solo
para la produccién y circulacién de arte, sino también para el desarro-
llo del conocimiento y la imaginacién [Ferrés, 2000; Buckinham, 2008).
La pregunta qué es el arte?, 0 2 qué nos referimos cuando de-
cimos arte, no tiene una respuesta Unica y sencilla. El concepto de
arte cambia con el tiernpo, las obras de arte son expresiones de los
diferentes modos culturales de la historia humana. Las definiciones
del campo del arte no son atemporales, estan siempre unidas a un
contexto y @ una ideologia. No es posible establecer una definicién
universal de arte, hoy la tarea de definir qué es arte nos sita ante un
campo abierto y en continua reorganizacin
Las teorfas acerca del arte postulan marcos explicativos que nos
ayudan a dar sentido a este fendmeno. Pero estos enunciados tampo-
co son neutrales; producen consecuencias practicas en nuestra va-
loracién, gufan nuestras consideraciones, determinan nuestra com-
prension e introducen nuevos elementos en la cultura y en nuestros
legados formativos a las generaciones futuras.
EL ARTE EN LA ESCUELA: DE LO SUBLIME ALA
EXPERIENCIA COTIDIANA
El arte y la educacién estética de las jévenes generaciones fue
desde los inicios de nuestros sistemas educativos una cuestidn de
interés, Desde la configuracién de los Sistemas Nacionales de En-
sefianza -fines del siglo XIX y principios del siglo XX-, la escuela es-
tablecié como uno de sus fines la “formacién estética” de los nifios
entendida en un sentido amplio, vinculada a la formacién moral, es-
piritual, y no necesariamente ligada al desarrollo espectfico de habi-
lidades artisticas,
El concepto “educacién estética” surge hacia el ultimo decenio
del sigto XVIII con las ideas del poeta y dramaturgo aleman Friedrich
EL ARTE COMO EXPERIENCIAEL ARTE EN LA ENSENANZA,
Schiller {1759-1805]. Este pensador aborda en su célebres Cartas so-
bre la educacién estética del hombre, escritas al Principe de Augusten-
burg a partir de 1793, el problema de la belleza desde una perspectiva
que por primera vez analiza la formnacién del hombre. En estas, su
autor observa que solo es posible alcanzar la libertad por medio de la
belleza y destaca su interés por el interior del hombre y su formacién
(Gennari, 1997]
En el ambiente cultural europeo de fines del siglo XVIII y siglo XIX,
Schiller destacaba la importancia de una educacién estética firme
como Unica via para conducir a la maduracién espiritual completa de
a razony de la moral, del gusto y del sentimiento, propios del hombre
estético, La dimensién estética compromete la vida de los individuos y
de la comunidad, influye en toda forma de vida y en todo momento de
la historia, trazando asf un universalismo estético, expresién de armo-
nia entre la ley y la naturaleza. Es la “belleza” la auténtica garante de
la moralidad. Con Schiller, se crea un nuevo paradigma segtin el cual
solo la educacién estética puede formar al hombre completo y sacar a
la superficie la humanidad que habita en él
Hacia el siglo XIX, en Europa, el éxito de la sociedad industrial co-
mienza a ser criticado como causante de la ruptura entre las necesi-
dades materiales y las espirituates. En Inglaterra, John Ruskin (1819-
1900) postulé los valores del arte como una respuesta a esta crisis, en
el arte encontraba el medio para mantener el equilibrio entre el pro-
greso material y espiritual, Critico de arte graduado en Oxford, fue un
prolifico autor, su estilo literario agradaba al publico victoriano, quien
encontraba en sus trabajos sobre arquitectura y-pintura europeas una
lectura informativa y a la vez moralmente edificante. Ruskin entendia
el arte como una imitacién de la naturaleza que debia estar marcada
por el goce, Pero ademés, las grandes obras de arte también debian
tener una finalidad moral, que se hace presente cuando el arte enal-
tece a Dios. El objeto artistico genera placer, pero su fin tiltimo es
manifestar el espiritu creativo del universo. Por lo tanto, todo gran arte
es también religion.
La funcidn de la educacién estética es ayudar a las personas a per-
cibir las bellezas de la obra divina en el universo material. Pocos pue-
den recibir el don de ta invencién y esto no se puede ensefiar ya que es
un don divino, pero la percepcién en cambio si puede ensefiarse. John
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Ruskin sostenia que las cualidades estéticas del entorno constituyen
un aspecto importante en el desarrollo del gusto, entendido como “la
preferencia instanténea que sentimos por el objeto noble frente al innio-
ble”. El desarrolio del gusto era un componente fundamental en la edu-
cacién del nifo para convertirlo en un adulto civilizado (Efland, 2002).
Ala luz de estas influencias, en las escuelas la educacién estética
de los nifios se desarrollaba a través de numerosos dispositivos entre
los que se destacaban el espacio escolar y los libros de texto. Asi, en
los edificios escolares, se promovia la exhibicién en las paredes de
obras de pintores renacentistas y realistas con el fin de desarrollar en
los estudiantes los valores del patriotismo, la compasién, la piedad y
la belleza.
En esta direccién, vale como ejemplo el libro para tercer grado Un
buen amigo (1934), del pedagogo uruguayo José H. Figueira (1860-
1946} que incluye, ademas de los dibujos que ilustran las lecturas,
fotos en blanco y negro de pinturas de escenas costumbristas 0 pai-
sajes de autores como Bartolomé Murillo (1617-1682), Jean-Francois
Millet (1814-1875] y Léon Barillot (1844-1929]. Se trata de veinticuatro
laminas, intercaladas entre los textos y los ejercicios, cada una de tas
cuales ocupa una pagina entera. Hacia el final del libro, en las "suges-
tiones” para la ensefianza, en el apartado “Estudio de laminas y cua-
dros”, se explicita para el docente qué funcién cumplen las imagenes
y como utilizarlas con los alumnos:
Las léminas 0 copias de cuadros célebres que se intercalan en esta
serie de libros no solo tienen por objeto ilustrartos, sino principalmen-
te habituar a los educandos a observer la forma y el asunto de dichas
obras. Con esto se aumenta el interés natural del nifio por la lectura y
se desenvuelven sus aptitudes estéticas y los sentimientos altruistas.
Utilicense dichas laminas para los ejercicios de conversacién de los
alumnos entre sty con el maestro, La cultura artistica tiene gran valor
social y moral, porque fortifica las tendencias altruistas y da empleo sa-
ludabie a las actividades emocionales.
Y como la voluntad suele depender mas del sentimiento que de la ra~
z6n fal menos hasta la edad de 40 afios), resulta que todo lo que con-
tribuye a ennoblecer la vida emocional tiende a mejorar la conducta
(Figueira, 1934: 292).
EL ARTE COMO EXPERIENCIAs
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Aun hoy, @ pesar de los cambios descritos en el campo del arte, es
posible reconocer en los discursos y practicas educativas las profundas
huellas y legados de esta perspectiva (Aguirre, 2005; Arriaga, 2010)
Entre estas herencias se destaca:
* La presentacién det arte como algo sublime y por consiguiente
‘sus espacios de exhibicién como sagrados.
* La centralidad de la belleza como la cualidad estética suprema.
* El valar fundamental de la mimesis, es decir el parecido de la
obra con lo representado,
© La idea del artista como genio y ta capacidad para el arte como
un talento 0 un don que solo unos pocos poseen.
John Dewey, las “cosas etéreas” y las “criaturas vivientes”
Hacia principios del siglo XX, y en respuesta a las visiones espiri-
tualistas del arte, el filésofo norteamericano John Dewey postuiaba
una nocidn de “experiencia estética” que vincula el arte con lo cotidia-
no, con la actividad, con la creacién.
John Dewey (1859- 1952] fue el filésofo norteamericano mas impor-
tante de la primera mitad del siglo XX. Su carrera abarcé la vida de tres
generaciones y su voz pudo oirse en medio de las controversias cultu-
rales de los Estados Unidos desde el decenio de 1890 hasta su muer-
te, cuando tenia casi 92 afios. A lo largo de su extensa carrera, Dewey
desarrollé una filosoffa que abogaba por la unidad entre la teoria y la
practica. Partidario de las ideas liberales, para él, la educacién debia re-
presentar la vida presente y formar individuos abiertos, emprendedores
¢ inquisitivos que sustentaran la vida democratica. Sus escritos abarcan
cuestiones de epistemologia, educacién, teoria politica y estética.
En su obra El arte como experiencia (1934), considerada una de las
principales de la tradicién estética norteamericana, Dewey sostiene
que la educacién estética es imaginacién consciente, se trata de la
formacién de un hombre racional que no ha perdido la perspectiva de
lo imaginario. Este libro propone un giro fundamental en los modos de
abordar y definir el lugar del arte en la sociedad y en la educacién. Hoy
sus postulados contindan vigentes y adquieren cada vez més interés
en el marco de los debates didacticos cantemporaneos.
aliphatic ernie eae ae taint
En Elarte como experiencia Dewey sostiene la necesidad mover el
eje de la discusién desde las piezas de arte prestigiosas hacia la expe-
riencia humana que hay en ellas:
la obra de arte se identifica a menudo con la existencia del edificio, del
libro, de la pintura o de la estatua, independientemente de la experien-
cia humana que subyace en ella (Dewey, 1934: 3).
La categoria de Arte, con mayissculas, arte clasico, la nocién de
Bellas Artes, separa a las obras de sus creadores y también de sus
espectadores:
Cuando un producto de arte aleanza una categoria clésica se aisla de
algtin modo de las condiciones humanas de las cuales obtuvo su exis-
tencia, y de tas consecuencias humanas que engendra en la experien-
cia efectiva.
Cuando los objetos artisticos se separan tanto de las condiciones que
los originan, como de su operacién en la experiencia, se levanta un
muro a su alrededor que vuelve opaca su significacién general, de la
cual trata la teoria estética.
Ademés, la perfeccién misma de esos productos, el prestigio que po-
seen a causa de una larga historia de indiscutible admiracién, crean
convenciones que obstruyen una visién fresca (Dewey, 1934: 3).
Por esto, critica enfaticamente las visiones que ubican al arte en
pedestales con halos de espiritualidad e idealismo que lo alejan de las
personas comunes. John Dewey propone restaurar esta relacién
Esta tarea consiste en restaurar la continuidad entre las formas re-
finadas e intensas de la experiencia que son las obras de arte y los
acontecimientos, hechos y sufrimientos diarios que se reconocen uni-
versalmente como canstitutivos de la experiencia (Dewey, 1934: 4)
Asi, desde su teoria estética, intenta conectar las cosas més “altas
e ideales” de la experiencia con sus raices vitales basicas, con ta vida
comun que compartimos con todos los seres vivientes.
Sin embargo, esta idea de vincular el arte con la experiencia hu-
Mana comin genera hostitidad, en la sociedad persiste el desprecio
ELARTE COMO EXPERIENCIA