PRINCIPIOS DE ORALIDAD Y PUBLICIDAD
Con la ley 1149 de 2007 y siguiendo la pauta universal, y la
orientación del Código de 1948, se implementó la oralidad en los
juicios laborales.
Para desarrollar el tema, empezaremos por hacer unos
comentarios en torno a la oralidad y los motivos o circunstancias
que indujeron a presentar una implementación de la oralidad en
los procesos laborales.
La comisión tuvo en cuenta una serie de aspectos relacionados
con el tema de la Oralidad; en primer lugar, una reforma mínima
tendiente al objetivo principal de la Oralidad, buscando adecuar el
actual Código (la ley 712 de 2001) a unos nuevos parámetros
procesales. Se propuso una reforma que siga las mismas
directrices del Código actual, dado que el del 48, como todos lo
sabemos, es un código dirigido hacia la Oralidad; introducir
reformas urgentes en torno adoptar procesos que lleven a la
descongestión de los Despachos Judiciales, en el sentido de
adecuar el proceso ordinario a dos audiencias, lo cual permitirá
una pronta y cumplida justicia.
La reforma obedeció a una serie de investigaciones y de foros,
dentro de los cuales siempre se hizo énfasis en que la Oralidad
Procesal es una propuesta valida para modernizar y agilizar la
administración de justicia laboral. La impulsión de la cultura de la
Oralidad es el camino más expedito para responder de manera
eficiente y oportuna a la demanda de justicia laboral y seguridad
social.
Con la Oralidad se busca ante todo, agilidad o brevedad en el
desarrollo de un proceso, al igual que, el Juez debe estar en
contacto permanente con las partes, en especial en el desarrollo y
práctica de las pruebas, con ello se llega a dar total aplicación al
principio de la inmediación.
La oralidad del proceso que se persigue dentro de la Ley 1149 de
2007, no busca simplemente la superación de la escrituración, ni
el tránsito de una forma de registro, sino el de una verdadera
cultura jurídica, en donde el Juez que administra justicia tenga
una relación directa e inmediata con las partes y terceros, con
unos poderes que lo lleven a dirigir y presenciar efectivamente el
curso del proceso.
La Oralidad se justifica, ya que, con ella se puede obtener una
pronto y cumplida justicia, con ella se consigue no solo la
descongestión judicial, sino también, la terminación inmediata de
los procesos y la transparencia en el recaudo de las pruebas
pedidas por las partes.
Otra ventaja que ofrece la oralidad es la concentración que solo
es realmente aprovechable en cuanto al debate procesal, en
especial el debate probatorio, se puede realizar íntegramente sin
solución de continuidad. La interposición de otras actividades
durante la práctica de las pruebas en el proceso, es una de las
causas hoy en día que dificulta la pronta terminación del debate y
la emisión inmediata del fallo.
Los principios de oralidad y publicidad, guardan estrecha relación
en cuanto que las audiencias son orales y públicas, por
consiguiente, pueden se presenciadas por cualquier persona, no
necesariamente por las solas partes. Hoy con la reforma, se van a
adecuar salas de audiencias en donde se podrá dar más
posibilidad a que se cumpla lo regulado por el artículo 3º de la ley
1149 de 2007, que modificó el artículo 21 de la ley 712 de 2001,
que a su turno había modificado el artículo 42 del C.P.T.
El proceso oral ofrece mejores ventajas para los sujetos
intervinientes en el proceso, por cuanto éste se desarrolla en
forma más rápida que el escrito, hay mayor publicidad y puede
ser controlado por los interesados con mayor facilidad y además,
obliga tanto a jueces como a abogados a adquirir una mayor
preparación y especialización en el tema, se disminuye el nivel de
corrupción en la administración de justicia. Esto nos lleva a
concluir este aparte diciendo que el proceso oral ofrece una mejor
calidad de justicia y humaniza el sistema judicial en general.
La Oralidad se convierte en un sistema de mayores ventajas por
sobre la escrituración, tal es el caso de la concentración de los
actos procesales en una o dos audiencias como se quiere con la
ley 1149 de 2007, la eliminación de traslados, las notificaciones
en estrados que también simplifican el procedimiento, el trámite
de incidentes, que pueden resultar más breves y en especial
asegurar la inmediación del funcionario judicial, en todas las
etapas procesales.
Con la oralidad se obtiene una comunicación directa entre el Juez
y las partes, al igual que con los demás sujetos procesales que
intervienen en el juicio, pudiéndose afirmar que el proceso oral es
más ventajoso y garantista que el proceso netamente escrito.
Al respecto sobre el tema de la oralidad, el Dr. YESID RAMIREZ
BASTIDAS, Magistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de
Justicia, en su obra El Juicio Penal en Colombia, puntualiza lo
siguiente: “La oralidad dispensa mayor economía, seguridad y
rapidez, y forza más la atención del juez porque la argumentación
dialéctica es viva, directa y facilita la aclaración de aspectos
grises, al revés de los actos escritos que solo pueden dar ideas
pálidas, limitadas y oscuras de la realidad. Propicia la vinculación
del juez y las partes con impresión directa y viva de la actividad
probatoria, a finiquitar en una o escasas audiencias, como no
ocurre en el escrito donde el funcionario casi no conoce a las
partes y delega funciones que impide el debido control y la cabal
apreciación de las pruebas”.
En el juicio oral todos los actos procesales se pueden concentrar
en dos audiencias como se prevé en la ley en comento y por lo
tanto se hace más corto el trámite del proceso. En cambio en los
procesos escritos, los actos procesales son más dispersos y por
ello la definición del proceso es más demorada. Chiovenda en su
obra Instituciones de Derecho Procesal Civil precisa lo siguiente:
“Decir oralidad es como decir concentración. Y aquí es donde
mejor se manifiesta la diferencia entre el proceso oral y el escrito;
mientras el oral tiende, necesariamente, a reducir toda la
sustanciación a una o a pocas audiencias próximas unas de otras,
extiéndese el proceso escrito, en cambio, en una serie indefinida
de fases, importando poco que un acto se realice mucho tiempo
después que el anterior, puesto que el juez lejano deberá un día
juzgar basándose en escritos”.
En la actualidad el proceso laboral, goza de los principios de la
oralidad y la publicidad, pero no cuenta con la celeridad que lo
debía caracterizar por cuanto no se tienen los medios técnicos
apropiados para la recepción de las pruebas y no existe un
número suficiente de Despachos Judiciales para atender el
cúmulo de procesos que se someten a diario a reparto.
Entrando ya a analizar los principios de oralidad y publicidad a la
luz de la ley 1149 de 2007, observemos lo siguiente:
ARTÍCULO 3°. El artículo 42 del Código Procesal del Trabajo y la
Seguridad Social, modificado por el artículo 21 de la Ley 712 de
2001, quedará así:
Artículo 42. Principios de oralidad y publicidad. Las actuaciones
judiciales y la práctica de pruebas en las instancias, se efectuarán
oralmente en audiencia pública, so pena de nulidad, salvo las que
expresamente señale la ley, y los siguientes autos:
1. Los de sustanciación por fuera de audiencia.
2. Los interlocutorios no susceptibles de apelación.
3. Los interlocutorios que se dicten antes de la audiencia de
conciliación, saneamiento, decisión de excepciones y fijación del
litigio y con posterioridad a las sentencias de instancias.
Parágrafo 1º. En los procesos ejecutivos sólo se aplicarán estos
principios en la práctica de pruebas y en la decisión de
excepciones.
Parágrafo 2º. El juez limitará la duración de las intervenciones de
las partes y de sus apoderados, respetando el derecho a la
defensa.
De acuerdo con la norma leída, podemos precisar que se limita al
máximo las providencias que se dicten fuera de la audiencia bajo
los principios de oralidad y publicidad, dado que se adiciona el
numeral 1º advirtiendo que solo se exceptúa de tales principios
los autos de sustanciación que se dicten por fuera de audiencia,
de otra parte se suprimieron los numerales 4º y 5º del artículo 21
de la ley 712 de 2001 y en razón a ello, se restringen las
decisiones que se profieran al margen de la audiencia oral, lo cual
nos parece conveniente de cara a implementar un sistema más
eficiente y apartado del sistema escritural.
Se busca igualmente que la Oralidad sea el factor predominante
en todo el proceso. Se excluye, dentro del artículo 42, única y
exclusivamente tres clases de Autos o Providencias emitidas por
el Juez, que son las que en un determinado momento pueden
llevar la connotación de ser escritas, además de la demanda, de
la contestación, que seguirá teniendo el mismo carácter. Las tres
providencias son: Los autos de sustanciación que se hagan por
fuera de audiencia, los autos interlocutorios no susceptibles de
apelaciones, y los autos interlocutorios que se dicten antes de la
audiencia de conciliación, saneamiento y decisión de
excepciones. Se entiende que, cuando se abre la audiencia, y el
Juez inicia el trámite del proceso, éste de allí en adelante, debe
ser totalmente oral.
Se cambia la estructura del proceso en cuanto a las audiencias
mismas. Este cambio se hace al establecer la existencia de
únicamente dos clases de Audiencia: La audiencia de
conciliación, saneamiento, decisión de excepciones y fijación del
litigio, y la Audiencia de trámite o pruebas y Juzgamiento. Aquí
vamos a mirar que el Juez va a tener que acomodar su agenda a
unos términos, para llevar a cabo todos los trámites del proceso;
se debe ver que al Juez se le va a dar tres meses para que lleve
a cabo la Audiencia, y no se van a poder suspender las
audiencias, pues estaríamos controvirtiendo el artículo 45, el cual
señala que en ningún caso se van a poder generar más de dos
audiencias dentro del proceso laboral. Se establece que, dentro
de un proceso netamente verbal, se lleve la grabación, o se haga
la diligencia de Audiencia mediante la trascripción técnica que
dispongan los despachos, de todo lo que se haga en la Audiencia
sea realmente oral, conviene resaltar que, los jueces 21 y 22
Laborales del Circuito de Bogotá, que fueron creados como
jueces pilotos, han cumplido a cabalidad con la misión que se
quería y han demostrado que, el juicio oral si es posible llevarlo a
cabo en un tiempo corto.
Se le otorgan facultades al Juez, y dentro de ellas está la
verdadera facultad de que el Juez debe GARANTIZAR los
derechos fundamentales y el equilibrio entre las partes; aquí
vamos a hablar que el Juez debe tener rapidez y agilidad dentro
del trámite como director que es del proceso. El poder de
dirección del Juez debe manifestarse en la capacidad y destreza
como actué en la práctica de las pruebas y en el desarrollo de
toda la actividad procesal.
Dentro de las facultades del Juez está la de que éste pueda
perfectamente rechazar toda prueba inocua, toda diligencia que
no conduzca a establecer una verdad real; la prueba de testigos
la va a decretar en la medida del conocimiento y la convicción que
el juez tenga sobre el proceso, ya que conoce la demanda y la
contestación de la misma. El juez puede tener una convicción
más exacta del proceso, en la medida en que también, hizo la
fijación de los hechos del litigio y pudo establecer con certeza que
pruebas realmente ameritan, en un determinado momento, ser
evacuadas; cuales pruebas llevan verdaderamente la facultad de
ser una prueba conducente, propia del proceso, en aras de
buscar una verdad real frente a los hechos debatidos.
Dentro de la conciliación, el Juez debe cumplir un papel
verdaderamente de director, un papel necesariamente de
conciliador en ese momento, y por esta razón en esta audiencia
de la primera etapa procesal, debe entrar a examinar la
problemática de la situación surtida para así poder proponer
fórmulas de acercamiento entre las partes. El Juez debe dialogar
con las partes, ya que, lo esencial del proceso oral radica en que
se realice en audiencias, donde impere el dialogo entre las partes
intervinientes como partes en el juicio. Raros son los jueces que
hacen mediación directa en esta etapa conciliatoria. Creemos que
al poder poner en ejecución la oralidad plena, el juez sí va a estar
directamente dirigiendo el proceso, en la medida que si no está
presente el Juez, no puede iniciarse la audiencia. El juez va a
tener la obligación de presentarle a las partes las fórmulas de
acercamiento frente a lo que ya ha examinado de la actuación
procesal. El juez puede ya tener un criterio bastante importante
para mostrar que efectivamente él puede concebir fórmulas que
lleven a la solución del conflicto por la vía de la conciliación, toda
vez que ya ha observado la demanda y la contestación de la
misma.
La otra audiencia es la de Pruebas y de Juzgamiento que es
donde se va a llevar a cabo la práctica de todas las pruebas. El
Juez en la primera audiencia denominada preliminar, o sea en la
audiencia de conciliación, decisión de excepciones, saneamiento,
fijación de hechos y decreto de pruebas debe ordenar todos los
citatorios necesarios, a efectos de que en esta segunda audiencia
concurran testigos, las mismas partes si es que hay interrogatorio,
los peritos si hay necesidad de peritaje, etc.; todas las personas
necesarias deberán concurrir a esta audiencia para cumplir a
cabalidad el trámite de la práctica de las pruebas dentro de ellas y
que pueda el mismo día cumplir con el cometido cual es de dictar
el fallo. En esta misma audiencia podemos presentar alegaciones.
Las partes tendrán un tiempo de quince minutos para presentar
sus exposiciones, sus alegaciones dentro de la audiencia.
Cabe también indicar, que la interposición y sustentación del
recurso de apelación se debe hacer en forma oral, esto desde
luego va a permitir reducir la demora en el trámite de la concesión
del recurso, toda vez que el Juez igualmente, debe pronunciarse
sobre la aceptación o no del recurso, simplificando todo el trámite
actual.
De la misma manera, se lleva a cabo la segunda instancia en
forma oral, es decir, que se presenten las alegaciones y el fallo en
una audiencia en el Tribunal si tener que aplazar el desarrollo de
ésta etapa procesal y así cumplir el objetivo primordial de esta
reforma de ser un procedimiento totalmente oral.
Giuseppe Chiovenda en su obra Instituciones de Derecho
Procesal Civil nos dejó una visión clara y concreta del juicio oral,
al manifestar: “ Un proceso dominado por el principio de la libre
convicción del juez y que pretenda realizar seriamente este
principio, no puede ser sino oral, por que solo el proceso oral
permite al juez formarse un convencimiento mediante la
observación personal y directa del material de la causa;
entendiendo, el proceso oral como un proceso en que el mismo
juez que debe pronunciar la sentencia es quien recoge los
elementos de su convicción, es decir, quien interroga a las partes,
a los testigos y peritos, y examina con sus propios ojos los objetos
y lugares discutidos ( principio de la inmediación). Para que esto
sea posible es necesario que es el juez sea la misma persona
física desde el principio al fin de la tramitación de la causa (
principio de la identidad del juez) que las actividades procesales
estén concentradas en un breve periodo de tiempo y se
desarrollen sin interrupción, resolviéndose los incidentes en una
misma sesión ( principio de la concentración): que el contacto
entre las partes y el juez sea inmediato, que como medio de
comunicación sirva principalmente la viva voz ( principio de
oralidad), y que todos los actos procesales se realicen con la
participación de las partes ( principio de publicación)”.
Concluyendo debemos mirar que el proceso oral ofrece mejores
ventajas para los sujetos involucrados en el proceso laboral, ya
que se desarrolla en forma más rápida que el escrito, hay mayor
publicidad y puede ser controlado por las partes con gran
facilidad, toda vez que se encuentran presentes en el desarrollo
de las audiencias; obliga tanto a jueces como a abogados a
adquirir una mayor preparación y especialización en el tema,
humaniza el sistema judicial.
Por ultimo, podemos afirmar con certeza que la Ley 1149 de
2007, por medio de la cual se reforma el Código Procesal del
Trabajo y la Seguridad Social para ser efectiva la oralidad,
propende porque se haga efectivo el derecho sustancial de las
partes sin dilaciones, en donde realmente se de aplicación a los
principios de oralidad, celeridad, concentración de pruebas y
publicidad.
Todos los aspectos traídos por la ley en la materia de la reforma
al Código Procesal del Trabajo, será exitosa si buscamos la
manera de capacitar a los funcionarios de la rama, a los
abogados y en fin a todos los participes del proceso. Igualmente
que el compromiso del Estado para toda la implementación
logística del sistema no vaya a demorarse en la consecución de
los dineros para poder adecuar los Despachos y las salas de
audiencias de los medios técnicos indispensables para cumplir
cabalmente con lo previsto en la norma que ha sido comentada
en parte y que será objeto de comentarios por quienes me
antecedieron y por quienes continúan en el desarrollo del
presente foro.
MIL GRACIAS