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Ideas Politicas Y Sociales Del Libertador Simón Bolivar: Pensamiento Bolívar Concepto Análisis Ideología Política

El documento resume las ideas políticas y sociales del Libertador Simón Bolívar. Sus principales ideas políticas incluyen la división de poderes, la democracia como sistema de gobierno, la integración americana y el federalismo. Sus ideas sociales incluyen la igualdad política, la justicia económica y social, y la abolición de la esclavitud. Bolívar también creía en un gobierno centralizado y fuerte para las nuevas repúblicas independientes de América del Sur.

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Ideas Politicas Y Sociales Del Libertador Simón Bolivar: Pensamiento Bolívar Concepto Análisis Ideología Política

El documento resume las ideas políticas y sociales del Libertador Simón Bolívar. Sus principales ideas políticas incluyen la división de poderes, la democracia como sistema de gobierno, la integración americana y el federalismo. Sus ideas sociales incluyen la igualdad política, la justicia económica y social, y la abolición de la esclavitud. Bolívar también creía en un gobierno centralizado y fuerte para las nuevas repúblicas independientes de América del Sur.

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IDEAS POLITICAS Y SOCIALES DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLIVAR

ÍNDICE
Pág:

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………3

IDEARIO POLÍTICO DE SIMÓN BOLÍVAR………………………………………4

IDEARIO SOCIAL DE SIMÓN BOLÍVAR………………………………………...17

CONCLUSIÓN……………………………………………………………………….19

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………20

ANEXOS……………………………………………………………………………….21

INTRODUCCIÓN
El pensamiento de Simón Bolívar pertenece a una época ya desaparecida, y no es fácil o
siquiera posible entenderlo sin reconstruir el contexto ideológico y la realidad social en que
operaba. Su concepto de la palabra más estrechamente asociada con su nombre, libertad,
dista enormemente del significado moderno de esa palabra. El análisis del concepto
bolivariano de la libertad puede servir de clave a las premisas de toda su ideología política .
Esto se hará mediante un examen riguroso de la retórica bolivariana en sus principales
escritos políticos, siempre ubicando los textos en el desarrollo de las
relaciones políticas en América durante las guerras de independencia .
Los países libertados por el Libertador se hallaban arruinados al terminar las guerras de
independencia, y poco o nada se había hecho para restaurar sus antiguas riquezas durante
el (último sexenio de su vida, años que fueron de relativa paz para estos países. Una gran
parte de la población había desaparecido, las fuentes de producción estaban poco menos
que destruidas, y la producción futura se había hipotecado a los bancos ingleses y otros
prestamistas internacionales. Tras tan enormes sacrificios, hechos en espera de una nueva
prosperidad que acompañare la libertad, los pueblos libertados se encontraban en la miseria
más abyecta.
Políticamente, las cinco repúblicas (Venezuela, Nueva Granada, Quito o Ecuador,
Perú, Bolivia) mostraban cuadros variados, correspondientes a las distintas relaciones
internas de cada cual, pero en todas e bullían los conflictos originados en las aspiraciones
frustradas de las masas y la incapacidad de los dirigentes ni de satisfacerlas ni de
suprimirlas. En ninguna de estas repúblicas se podía decir que imperaba la libertad, si por
ésta se entiende la oportunidad garantizada a todo ciudadano para participar en el poder y
el goce de la riqueza. Sin embargo, los países habían sido libertados.
Bolívar aparece en la historia cuando ya la autoridad real está socavada, no solamente por
los filósofos, sino también por las grandes revoluciones sociales creadas por la colonización
de América, el creciente mercantilismo y los comienzos de una nueva industrialización
europea, y los demás acontecimientos que simbolizaban el desmoronamiento
del sistema feudal. El joven Bolívar, como es sabido, está profundamente influenciado por
las ideas de la Ilustración, pero es una influencia algo particular, filtrada por su propia
experiencia de aristócrata colonial–mantuano–y las frustraciones de su clase, que
consideraban el atraso español como un estorbo para ellos disfrutar el auge comercial del
resto de Europa.

IDEARIO POLÍTICO DE SIMÓN BOLÍVAR

El pensamiento político de Bolívar, de corta trayectoria fue muy amplio y significativo,


muchas de sus ideas y principios fueron adelantados para su época, se podía decir que sus
ideas políticas tienen como única dirección la conformación de repúblicas independientes
y autónomas basadas en un ambiente de respeto, igualdad, libertad y tolerancia.
Igualmente bolívar dentro de su ideario político de dio gran importancia a la
conformación de la integración regional y americana.
Entre los principales principios políticos del libertador podemos citar:
 División del poder publico
 Democracia como sistema de gobierno
 La integración americana
 El federalismo como sistema del gobierno
 El centralismo como forma de gobierno
Entre otros.
En relación a la integración americana de la geopolítica del Simón Bolívar plantea: “Es
magnífica posición entre los dos grandes mares podrá ser con el tiempo el emporio del
universo. Sus canales acotarán la distancia del mundo, estrecharán los lazos comerciales
de Europa, América y Asia”.
Esta visión le permitió adelantarse a las circunstancias así lo demostró en las relaciones
diplomáticas, en la conducción de la guerra y en la política frente a España.

IDEAS DEMOCRÁTICAS
El pensamiento político de Simón Bolívar, la ideología bolivariana, el alma de su
acción, es profunda y definitivamente democrática. Solamente la democracia se
compagina y corresponde con su sólido propósito de emancipación política, igualdad
social, justicia económica, unidad americana, conciencia histórica y perfección moral.
Cualquier otra fórmula es incompatible con el pensamiento y línea mental de Bolívar y
con la proyección de su esfuerzo en todos los órdenes de lo social.
Para Bolívar la auténtica democracia implica que la autoridad es derivada del Pueblo, de
la suprema voluntad popular. Las diversas definiciones de la democracia coinciden que
se trata de un "gobierno Republicano-Popular, decidido por la intervención de la mayoría
políticamente apta" y es precisamente este fundamento teórico-político el que caracteriza
a todos los gobiernos planificados por Bolívar.
En el discurso de Angostura expresó: "Que los hombres nacen todos con derechos iguales
a los bienes de la sociedad", pero también reconoce las diferencias que existen entre
cada individuo. La igualdad es concebida como una igualdad política para disfrutar los
bienes y derechos sociales. "No todos los hombres nacen igualmente aptos a la obtención
de todos los rangos, pues todos deben practicar las virtudes y no todos las practican, todos
deben ser valerosos y no todos lo son, todos deben poseer talentos y no todos los tienen.
De aquí viene la distinción efectiva que se observa entre los individuos de
la sociedad más libremente establecida". Si el principio de la igualdad política es
reconocido, no lo es menos el de la desigualdad física y moral. "La naturaleza hace a
los hombres desiguales en genio, temperamento, fuerzas y caracteres". Las leyes
corrigen estas diferencias porque colocan al individuo en la sociedad para que la
educación, la industria, las artes, los servicios, las virtudes le den la igualdad política
y social.
Pero esa democracia política tiene que ser también, para Bolívar, una democracia social.
Debe tener un contenido de equidad y justicia social, que propenda por el mejoramiento
de las mayorías, tanto en el plano material, como en el de la autorrealización personal.
El elemento de progresismo social es inherente a su concepción de democracia, ya que
esta atañe no sólo al plano político, sino también al socioeconómico, pues es una
aproximación a la equidad como aspiración de la justicia.

IDEAS LIBERALES
Bolívar se identifica con la corriente de pensamiento opuesta
al absolutismo monárquico, al tradicionalismo, al sistema totalitario. Busca establecer
un régimen político respetuoso de un marco Constitucional y Legal, que adopta la división
de las Ramas del Poder, que garantiza los derechos fundamentales y la igualdad legal de
los ciudadanos, que se fundamenta legítimamente en la soberanía popular expresada a
través de una cierta representación electoral. Pero Bolívar busca un equilibrio entre
el liberalismo individualista -tan en boga en su época- y el interés colectivo, el
progresismo social.

IDEAS REPUBLICANAS
El liberalismo de Bolívar no es el liberalismo idealista y romántico de muchos de sus
contemporáneos, sino el mitigado por un realismo político y el contextuado histórico y
sociológicamente en nuestras endebles e incipientes repúblicas. Por ello, propone
reformas sociales (eliminación de los títulos nobiliarios y sus privilegios, abolición de la
esclavitud negra y de la servidumbre indígena); reivindicaciones económicas (como
la reforma agraria con la entrega de tierras a los indígenas y a los integrantes del ejército
libertador); regeneración cultural y moral (estimulando la educación popular e
impulsando la vigilancia de la moralidad pública y ciudadana); y las
transformaciones políticas, con un adecuado mecanismo electoral y sistema de
representación. Todo ello lo lleva a formular su permanente reclamo por "unidad-solidez-
energía" (Cartagena 1812), como criterio para gobernar nuestros
nacientes sistemas políticos.
Un gobierno republicano lo entiende Bolívar como un gobierno constitucional, legítimo,
justo y liberal (Jamaica 1815), pero no "perfectamente representativo". Debería ser un
"gobierno paternal", de tendencia humanitaria y de contenido social. Hoy diríamos,
un Estado social de derecho con un Ejecutivo fuerte y efectiva justicia social. Esta
ideología política le acarreó a Bolívar muchas incomprensiones y enemistades, que
provenían aun de independentistas que también se llamaban republicanos.
Bolívar en su Discurso de Congreso de Angostura, establece que un gobierno
Republicano debe tener sus bases en "la soberanía del pueblo, la división de los poderes,
la libertad civil, la proscripción de la esclavitud, la abolición de la monarquía y de los
privilegios".

ANTIFEDERAL

Bolívar fue enemigo del federalismo hasta su muerte; creía en un gobierno fuerte con
medios y elementos suficientes para gobernar sin trabas.

CENTRALISMO VS FEDERALISMO

El centralismo es el sistema de organización estatal cuyas decisiones de gobierno son


únicas y emanan de un mismo centro, sin tener en cuenta las diferentes culturas o pueblos
sobre los que influye. El centralismo es un modelo de gobierno en el que las decisiones
políticas se toman desde el gobierno central.

El federalismo es una doctrina política que busca que una entidad política u organización
esté formada por distintos organismos (Estados, asociaciones, agrupaciones, sindicatos,
etc.) que se asocian delegando algunas libertades o poderes propios a otro organismo
superior, a quien pertenece la soberanía, (Estado federal o federación) y que conservan
una cierta autonomía, ya que algunas competencias les pertenecen exclusivamente.
Sistema político en el cual las funciones del gobierno están repartidas entre un poder
central y un grupo de estados asociados. El Libertador era centralista y su influencia unió
a las provincias como si fueran una sola entidad.

El Libertador sabía muy bien que para consolidar ese gran proyecto de una América Única
se necesitaba del centralismo. El tipo de gobierno republicano centralista y
presidencialista ideado por Bolívar tenía sus bases en la soberanía del pueblo, con
división de poderes, libertad civil, proscripción de la esclavitud, abolición de la
monarquía y de los privilegios. Sin embargo el flanco débil del centralismo de Bolívar
radicaba precisamente en la ausencia de procesos democráticos para su consolidación.

LA SOBERANÍA

Es uno de los elementos más representativos del Poder del Estado, y es el pueblo, tan
mencionado en los ordenamientos jurídicos quien lo detenta y ejerce por medio de los
órganos destinados para tal fin. El estudio de la Soberanía implica el conocimiento de una
serie de elementos que permitan su fácil comprensión, así que se debe comenzar por saber
de dónde se origina. En los sistemas donde el mando está en manos de una sola persona,
conocidos como sistemas monárquicos o dictatoriales, la soberanía es ejercida por el
soberano, dictador, emperador o rey; y en los sistemas democráticos, que se basan en el
estado de derecho, la soberanía está en manos del pueblo. Así que, en primer lugar, es el
pueblo, o el factor humano del Estado quien detenta la soberanía. No obstante, es
imposible que la soberanía en los Estados democráticos sea ejercida directamente por el
pueblo, y por esta razón la misma es delegada en los órganos que conforman el Estado.
De esta manera el concepto de soberanía surge en lo político, posteriormente debió
transformarse con la intención de garantizar un fondo jurídico al poder del Estado.

EL ESTADO

Es la organización política soberana de una sociedad humana establecida en un territorio


determinado que persiguen determinados fines mediante actividades concretas.
La realidad del Estado está constituida por:

 Una agrupación social humana, que viene a ser la población;


 Un territorio, que es la realidad físico-geográfica;
 Un orden jurídico; constituido por leyes,
 Una Soberanía, que implica independencia y autodeterminación;
 Un gobierno, compuesto por autoridades que dirigen, controla y administran las instituci
ones del Estado.

Bolívar tenía una concepción de que el Estado debía ser de orden republicano, con una
posición antifederal y con una concepción centralista.

CAÍDA DE LA PRIMERA REPÚBLICA


La Primera República es el término utilizado para designar el periodo de la historia
venezolana comprendido entre 1810 y 1812. La Primera República arranca formalmente con
el 19 de abril de 1810.Los nombres de Domingo de Monteverde por el bando realista y de
Francisco de Miranda, por el patriota, se harán escuchar en una larga guerra que recién
comienza. Aún cuando la Primera República fue de breve existencia sirvió de marco e
inspiración para una nueva forma política alejada del gobierno monárquico, dominio que
después de tres siglos, anunciaba sus últimos años

DOCUMENTOS DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR


EL MANIFIESTO DE CARTAGENA
Es el marco de la Independencia de Colombia y de Venezuela, luego de la caída de la
Primera República, explicando con gran detalle y precisión las causas de esta pérdida. Fue
escrito en Cartagena de Indias (Colombia), el 15 de diciembre de 1812. Se dice que es el
primer gran documento de Bolívar entre muchos otros.
Entre las causas políticas, económicas, sociales y naturales mencionadas por Bolívar
destacan:
 El uso del sistema federal, el cual Bolívar considera débil para la época
 Mala administración de las rentas públicas
 El terremoto de Caracas de 1812
 La imposibilidad de establecer un ejército permanente.
 La influencia contraria de la Iglesia Católica

LA CARTA DE JAMAICA
Es un texto escrito por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en Kingston, en
respuesta a una misiva de Henry Cullen, un comerciante jamaiquino de origen inglés,
donde expone las razones que provocaron la caída de la Segunda República en el
contexto de la independencia de Venezuela.

DISCURSO DE ANGOSTURA
Discurso pronunciado por Simón Bolívar el 15 de febrero de 1819, en la provincia de
Guayana, con motivo de la instalación del segundo Congreso Constituyente de la República
de Venezuela en San Tomé de Angostura (hoy Ciudad Bolívar). En este documento Bolívar
como jefe del Estado se dirige a los congresistas del país no sólo para expresar su opinión
sobre lo que debía ser el proyecto constitucional a sancionarse, sino también una profunda
reflexión sobre la situación que vivía Venezuela a fines de 1818. En relación al proceso de
elaboración de dicho texto, el mismo se llevó a cabo fundamentalmente en su residencia de
Angostura durante los últimos meses de 1818. Asimismo, no vaciló Bolívar en confiar los
originales de este importante documento a Manuel Palacio Fajardo, estadista dotado de
talento y erudición, para que le diera su opinión. En este sentido, Palacio Fajardo formuló
algunas observaciones, que Bolívar acepto con humildad. El 15 de febrero de 1819, día
fijado para la instalación del Congreso que el propio Bolívar había convocado, una salva de
cañonazos, unidas a las aclamaciones del pueblo, señaló a las 11 a.m., la llegada del
Libertador, jefe supremo de la República y de la comitiva que lo acompañaría a la sede del
Congreso.
En el discurso pronunciado durante casi una hora ante El Congreso de Angostura, el
Libertador analizó de manera profunda la realidad de su tiempo, señalando la conveniencia
de que las instituciones que surgieran en América a raíz de la Independencia, debían
responder a las necesidades y posibilidades de estas sociedades, sin copiar modelos de
tierras extrañas. Aunque se reconoce en este documento lo favorable del régimen federal
para otras naciones; se sostiene que en el caso de Venezuela es preferible un Centralismo,
basado en un Poder Público distribuido en las clásicas ramas: Ejecutivo, Legislativo y
Judicial; resaltando la fortaleza del Ejecutivo. Sugiere también Bolívar que a estos tres
poderes se agregue una cuarta instancia denominada Poder Moral, destinado a exaltar el
imperio de la virtud y enseñar a los políticos a ser probos e ilustrados. Asimismo, concebía
la idea de una Cámara Alta hereditaria, para mantener en ella la tradición edificante de los
padres de la patria; lo cual no encajó muy bien con la letra del Poder Moral. En una
demostración de gran ilustración el Libertador hace reminiscencias de Grecia y Roma y
examina las instituciones políticas de Gran Bretaña y Estados Unidos, citando para esto
a filósofos y políticos de la Enciclopedia y de la Revolución Francesa, para desembocar en
la necesidad de instaurar un sistema republicano-democrático, con proscripción de la
nobleza, los fueros y privilegios, así como de la abolición de la esclavitud. Otro aspecto al
que dedicó una importancia fundamental en el proceso de consolidación de las repúblicas
latinoamericanas, fue a la educación. En este sentido, para él educar era tan importante
como libertar. De lo que se desprende su memorable sentencia: "Moral y luces son los polos
de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades". Después de
desarrollar otros tópicos relacionados con una visión sobre la grandeza y el poderío de la
América libra y unida, cierra Bolívar su discurso con la siguiente exhortación al Congreso: "
Señor, empezad vuestras funciones: yo he terminado las mías". Tras esto hizo entrega de
un proyecto de Constitución así como del Poder Moral, a fin de que fueran estudiados por
los diputados, añadiendo: "El Congreso de Venezuela está instalado; en él reside, desde
este momento, la Soberanía Nacional. Mi espada y las de mis ínclitos compañeros de armas
están siempre prontas a sostener su augusta autoridad. ¡Viva el Congreso de Venezuela!".
Luego de pronunciar su discurso, Bolívar tomó juramento a los diputados y luego puso en
manos del presidente del Congreso, Francisco Antonio Zea, su bastón de mando,
renunciando con esto a su cargo de jefe supremo; lo que no fue aceptado por el poder
legislativo, que por unanimidad se lo devolvió. El discurso efectuado por Bolívar ante el
Congreso de Angostura, fue publicado (aunque incompleto) los días 20 y 27 de febrero y 6
y 13 de marzo en las columnas del Correo de Orinoco. También fue traducido al inglés por
James Hamilton e impreso en los talleres de Andrés Roderick, en Angostura. En abril de
1820, circuló en Bogotá un folleto con el texto en español revisado por el propio Bolívar. Por
mucho tiempo estuvo extraviado el manuscrito original que leyó el Libertador ante el
Congreso de Angostura, hasta que en 1975 los miembros de la familia británica Hamilton-
Grierson, descendientes de James Hamilton (quien lo había conservado en su poder) lo
devolvieron a la nación venezolana

EL DECRETO DE GUERRA A MUERTE


Célebre documento dictado por Simón Bolívar y dado a conocer en la ciudad de Trujillo, el
15 de junio de 1813. La Proclama de guerra a muerte, fue la respuesta de Bolívar ante los
numerosos crímenes perpetrados por Domingo de Monteverde, Francisco Cervériz, Antonio
Zuazola, Pascual Martínez, Lorenzo Fernández de la Hoz, José Yánez, Francisco Rosete y
otros jefes realistas luego de la caída de la Primera República. La matanza de los
republicanos por parte de los jefes españoles llegó a extremos tales de provocar el rechazo
de personajes adictos a la causa monárquica. Uno de ellos fue el abogado fue el abogado
Francisco de Heredia, oidor y regente de la Real Audiencia de Caracas, quien pidió en
distintas formas que cesaran las ejecuciones, lo cual no sucedió. Según el testimonio del
propio Heredia relatado en sus Memorias, un fraile capuchino de las misiones de Apure que
actuaba como uno de los partidarios de Monteverde, exhortó en una ocasión «... en alta voz
a los soldados, de siete años arriba, no dejasen vivo a nadie...» Bolívar en su Campaña
Libertadora de 1813 recibió información de la consumación de hechos como el relatado por
Heredia, lo que le llevó a expresar el 8 de junio en Mérida: «Nuestro odio será implacable y
la guerra será a muerte».
Al pronunciamiento de Bolívar del 8 de junio siguió la proclama el 15 de junio en Trujillo del
Decreto a muerte el cual termina de la manera siguiente: «...Españoles y canarios, contad
con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad
de Venezuela. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables». En una
primera instancia esta manifestación fue considerada por Bolívar como ley fundamental de
la República, que luego ampliaría y ratificaría en el cuartel general de Puerto Cabello,
mediante una proclama del 6 de septiembre del mismo año 1813, acto que según algunos
historiadores puede ser considerado como un «Segundo Decreto de Guerra a Muerte».
Posteriormente, cuando en el segundo semestre de 1813 aparecen en escena José Tomás
Boves y Francisco Tomás Morales, la matanza se hace más intensa por parte de los realistas
y la respuesta de los republicanos es radicalizar la aplicación de la «guerra a muerte».
Derivado de esto se produjo la ejecución de los presos españoles y canarios de Caracas y
La Guaira ordenada por Bolívar en febrero de 1814. En este último año la «guerra a muerte»
se recrudece, perdiéndose numerosas vidas de ambos bandos. Asimismo, es en este
contexto de destrucción en el que cae la Segunda República.
Entre los años 1815, 1816 y 1817 la «guerra a muerte» se extiende a la Nueva Granada, en
donde el general Pablo Morillo la ejecuta con la mayor crueldad. Entre las numerosas
víctimas de Morillo se pueden destacar el científico Francisco José de Caldas, los estadistas
neogranadinos Camilo Torres y Manuel Rodríguez Torices y los patriotas venezolanos
Andrés Linares y Francisco José García de Hevia. A pesar de haber sido Bolívar el autor del
decreto de guerra sin cuartel, en varias ocasiones consideró la posibilidad de la derogación
de dicho instrumento. En tal sentido, en su proclama de Ocumare del 6 de julio de 1816,
expresó que: «...La guerra a muerte que nos han hecho nuestros enemigos cesará por
nuestra parte: perdonamos a los que se rindan, aunque sean españoles. Ningún español
sufrirá la muerte fuera del campo de batalla»; lo cual obviamente buscaba humanizar la
contienda militar. Finalmente, el 26 de noviembre de 1820 se celebró en Trujillo, en el mismo
lugar donde se proclamó la «guerra a muerte», el Tratado de Regularización de la Guerra,
el cual derogaba el decreto de 1813.
DOCTRINA BOLIVARIANA
La metáfora del tiempo histórico ha servido para conjugar en una misma cronología los
hechos de la Independencia de América y la vida de un hombre: Simón Bolívar. Esta
circunstancia particular ha dado lugar al relato estéril de una odisea heroica que, en medio
de batallas y frases memorables, impide la comprensión de los acontecimientos en su
contexto de emergencia y posibilidad. En virtud de ello, Simón Bolívar permanece en
la memoria como "El Libertador de América", sin que el resto de su vida y obra hayan sido
apenas evocados y mucho menos comprendidos.
Es cierto que, como afirma Rufino Blanco Fombona, Bolívar ejerció el liderazgo de la
empresa política "más grandiosa que ha conocido la humanidad", pero el empeño de este
hombre no se agotaba en la aventura de destruir colonias y fundar patrias como quien corona
territorios. La mayor empresa de Bolívar fue precisamente aquella que nunca conquistó: la
de construir repúblicas sólidas mediante la edificación de un Estado fuerte y un sistema
democrático liberal.
Es en este intento, cuya versión más acabada fue el "proyecto de la Gran Colombia", donde
el Libertador muestra los distintos rostros que el olvido ha pretendido acallar, y donde el
rescate de las aspiraciones y desaciertos del hombre por encima de las virtudes del "héroe
de la patria" es necesario no sólo para visualizar la Independencia de América como
un proceso llevado a término por una multiplicidad de causas, sino fundamentalmente para
comprender las circunstancias que llevaron a Bolívar a convertirse en "el fundador de la
Patria" cuando menos lo esperaba, y en el "Dictador de Colombia" cuando menos lo
deseaba. Quizá todo ello pueda servir también para explicar por qué, hoy en día, a casi
doscientos años de su desaparición, Simón Bolívar sigue siendo el presente de América.

EL MODELO DE GOBIERNO
Las propuestas de Simón Bolívar, de 1820, no constituyeron un programa de acción política
de carácter provisional, sino que eran ya un programa de gobierno sólido y con porvenir,
destinado a dar estabilidad a la República, hacerla perdurable y, al mismo tiempo, borrar en
el ánimo de los ciudadanos los efectos perjudiciales de la dominación colonial.
En el Discurso de Angostura -la primera pieza orgánica de la conciencia americana y sin
duda el primer análisis sociológico moderno de la realidad hispanoamericana-, después de
sugerir un concepto de práctica política identificado con los principios aristotélicos de
sabiduría, rectitud y prudencia, Simón Bolívar consideró y dio por hecho que la República
tenía ya ciudadanos aptos para gobernarla.
En tal sentido, propuso tres caminos que trajeran a la República la deseada estabilidad y
resolvieran la ausencia de virtud que padecía. El primero era el establecimiento de un poder
ejecutivo fuerte y vitalicio. El segundo era la creación del senado hereditario. El tercero, en
fin, era la educación del resto de los ciudadanos, y estaba basado en los lineamientos del
culto cívico de la república jacobina.
Este proyecto republicano, que mezcla los principios y la naturaleza de una república
aristocrática con las leyes y funcionamiento de una monarquía, constituye la más acabada
expresión de la reelaboración de las ideas ilustradas para convertirlas en respuestas
factibles y practicables en el gobierno de las colonias españolas de América. Se trata de la
república bolivariana que madurará con el establecimiento de la República de Colombia a
partir de 1821.

EL SENADO HEREDITARIO
En la realización de este ensayo, Simón Bolívar tomó como modelo la legislación británica
en lo concerniente a libertades, soberanía, división de poderes y otros criterios
parecidamente tradicionales del liberalismo inglés. Mención especial requieren los puntos
relacionados con la específica organización de la República y la particular revisión del
régimen de la propiedad esclavista.
Convencido de la viabilidad de su modelo, Simón Bolívar propuso un cuerpo legislativo
semejante al parlamento inglés. La Cámara de Representantes quedaba constituida a
semejanza de la establecida por la Constitución venezolana de 1811, es decir, mediante el
ejercicio del sufragio por parte de los ciudadanos calificados para ello por la ley. Sin
embargo, la Cámara del Senado sufrió una transformación radical en su naturaleza electiva
y en su conformación. Era un senado particular y de nuevo diseño, y que no se correspondía
por tanto con el modelo de la teoría política clásica de las repúblicas democráticas y
aristocráticas.
El senado de la república bolivariana se constituyó siguiendo las pautas de los poderes
intermediarios establecidos para la monarquía. No era electivo sino hereditario. No
tenía funciones ejecutivas ni verdaderamente legislativas, sino que hacía las veces de
mediador. Como la nobleza en las monarquías, era base y garante de la perdurabilidad del
régimen; en este caso, de la república.
Este senado hereditario fue la respuesta política que permitía al Libertador otorgar a la elite
militar la cuota de poder necesaria para comprometerla con la creación de la República. Era
una respuesta que comprometía su particular poder de beligerancia: las armas. La búsqueda
del compromiso de los militares, mediante el reconocimiento de su influencia en la
conducción política del régimen que se pensaba establecer, es lo que nutría el liderazgo de
Simón Bolívar sobre sus otros contemporáneos, fueran éstos del bando republicano o del
bando monárquico.

EL COMPROMISO MILITAR
La propuesta de Simón Bolívar tuvo éxito y perdurabilidad histórica porque comprometió a
la elite militar en el conjuro de dos adversarios poderosísimos en la sociedad venezolana de
finales del siglo XVIII y comienzos del XIX: la desunión del sector republicano y la anarquía.
La desunión entre los republicanos se expresó en una aguda polémica entre el centralismo y
el federalismo, cuyo origen se remontaba a la misma instrumentación de las reformas
borbónicas y la creación de la Capitanía General de Venezuela, en el año 1777. La difusión
de las ideas de anarquía, por otra parte, fue dirigida hábilmente por el adversario realista
mediante el atizamiento de las aspiraciones igualitarias entre los pardos, los indígenas y los
esclavos.
El senado hereditario, según las propias palabras de Bolívar "será la traba de este edificio
delicado y harto susceptible de impresiones violentas". Dicho de otro modo, el senado de la
república bolivariana debía ser baluarte de la libertad y apoyo para consolidar y eternizar la
institución de la República.

LA PRESIDENCIA VITALICIA
En relación con la particularidad del poder legislativo, la república bolivariana proponía
también un poder ejecutivo fuerte y sólido. Simón Bolívar tomó como modelo
las normas británicas y en su discurso demostró poseer un conocimiento detallado de los
postulados de Montesquieu. El poder ejecutivo de la nueva República que se proyectó
construir debía superar las insuficiencias que dieron al traste con los ensayos republicanos
de 1811 y 1813, en Venezuela, y de 1815, en Nueva Granada.
Para lograrlo, no obstante, Simón Bolívar juzgó pertinente adoptar una fórmula que, al estilo
de las monarquías, centralizase las más importantes funciones del gobierno, pero que
guardara una distancia sustancial en relación al origen de su poder. El primer magistrado de
la república bolivariana no debería su ascensión a una sucesión dinástica: sería electo por
el pueblo o sus representantes. En síntesis: no sería un monarca, sino un presidente.
Las proposiciones de Simón Bolívar al auditorio republicano de 1819 respondían
a objetivos políticos básicos y fundamentales: dar solidez a la República por un espacio
abierto de tiempo y dotar de estabilidad al régimen político mediante el concurso de los
nuevos intereses políticos surgidos en el escenario venezolano al amparo de la guerra
social. Así, el poder político otorgado a la presidencia vitalicia y al senado hereditario se
complementaban con la instrumentación de un nuevo poder que Bolívar convino en
denominar "poder moral".

EL PODER MORAL
Este poder moral de la república bolivariana se encuentra estrechamente vinculado con el
senado hereditario. En el proyecto bolivariano, el senado hereditario no sólo es el garante
de la permanencia de la República; en sus manos está también la designación de los
integrantes del novísimo poder moral, es decir, la misma regeneración de una sociedad
abatida por el régimen colonial. Así como los futuros senadores obtendrían del gobierno
republicano una educación ilustrada que los capacitaría para el ejercicio del gobierno, el
resto de los venezolanos, que "aman la patria pero no sus leyes", tendrán que robustecer
"su espíritu mucho antes de que logren digerir el saludable nutritivo de la libertad". A estos
efectos, la república bolivariana contempló la creación de un poder moral cuyo "dominio sea
la infancia y el corazón de los hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la moral
republicana". Con esta nueva formulación, Simón Bolívar otorgó a la elite militar el poder de
conducir el proyecto republicano por un espacio de tiempo considerable y con facultades
extraordinarias en su ejercicio. Nunca antes en la teoría política moderna se había dado un
paso semejante: porque, en definitiva la república bolivariana hizo viable -y hasta necesaria-
la práctica jacobina del culto cívico.

EL PROBLEMA DE LA ESCLAVITUD
El inventario de las circunstancias políticas que llevaron al establecimiento de la República
durante el estallido de la crisis de la sociedad colonial, quedaría incompleto si se olvidara
considerar el último aspecto medular de la teoría política bolivariana: el tratamiento del
problema de la esclavitud. Este aspecto merece una atención especial. En parte, por
producirse en el marco de una erizada realidad social, la de los años que transcurren entre
1810 y 1830 en Venezuela, pero sobre todo, y esto hay que subrayarlo, porque son hechas
desde una apreciación política de raigambre liberal, como es la de Simón Bolívar.
El tópico de la esclavitud aparece en el discurso bolivariano desde 1816, pero no será hasta
1819 cuando su acción política preste atención a la permanencia o no de la institución
esclavista. Es en este último momento cuando las ideas de Simón Bolívar hacen de la
abolición de la institución esclavista un instrumento orientado a garantizar el éxito de la
campaña militar que venía desarrollando en la dirección de establecer una república.
Al comienzo, en torno a 1816, como se ha señalado, en el discurso de Bolívar la libertad de
los esclavos está relacionada con las gestiones que realiza en favor de la restitución
republicana y el compromiso adquirido con el gobierno de Haití. Así, después de la
expedición de Los Cayos, que desembarca en abril de 1816, al anunciar en la isla de
Margarita el restablecimiento del régimen republicano, Simón Bolívar hizo pública la
propuesta de abolición de la esclavitud por cuanto "la naturaleza, la justicia y la política piden
la emancipación de los esclavos".
Sin embargo, estas primeras gestiones no surten los rápidos efectos esperados y Simón
Bolívar, al informar al presidente haitiano Alejandro Petión del resultado de sus proclamas,
es categórico al señalar la presentación de apenas un centenar de hombres entre los
esclavos que habitaban en el territorio republicano. Para el Libertador, la tiranía de los
españoles ha puesto a los esclavos en "tal estado de estupidez [...] que han perdido hasta
el deseo de ser libres".
Una situación relativamente distinta se presenta a partir de 1819, cuando vuelve a insistir en
la necesidad de liberar a los esclavos y solicita al Congreso de Angostura la ratificación de
sus proclamas de 1816 y la promulgación del Decreto de Libertad en febrero de 1820.
En su correspondencia mantenida durante 1821 con el general Francisco de Paula
Santander se encuentran los razonamientos precisos que explican la insistencia de Bolívar
para que la República de Colombia dé cabal cumplimiento al texto del Decreto de 1820.
Después de la proclamación de la República de Colombia, Simón Bolívar solicita
reiteradamente a Santander "el levantamiento (leva) de esclavos" para su inmediata
incorporación al ejército republicano. Frente a la contundente negativa del vicepresidente de
Colombia, en el sentido de dar curso a su exigencia, el Libertador remite desde la ciudad de
San Cristóbal un oficio pormenorizado de las razones que le asisten para hacer esta
solicitud.
En su carta del 20 de abril de 1820, por ejemplo, señala que la opinión política de Colombia
está confundida cuando establece una relación análoga entre "libertad de esclavos" y
"levantamiento de esclavos", siendo esto último lo autorizado por el Decreto de 1820. Indica
que "sólo he mandado que se tomen los esclavos útiles para las armas". De otro modo,
liberando todos los esclavos, éstos serían más bien "perjudiciales" para la República.
Para Simón Bolívar la actuación del Congreso de Angostura y su solicitud de tres mil
esclavos se apoya en "obvias razones" militares. Por un lado, el ejército republicano está
necesitado de "hombres robustos y fuertes acostumbrados a la inclemencia y a las fatigas
[...] en quienes el valor de muerte sea poco menos que el de su vida". Por otro lado, las
razones políticas son "más poderosas". A su parecer, el Congreso de Angostura, al atender
su prédica antiesclavista, no ha obrado contra la propiedad, sino que al seguir lo
recomendado por Montesquieu, resguarda al régimen republicano de una eventual rebelión
de esclavos porque "tales gentes son enemigos de la sociedad y su número sería peligroso".
Una idea central del discurso bolivariano es que "todo gobierno libre que comete el absurdo
de mantener la esclavitud es castigado por la rebelión y algunas veces por el exterminio".
Por supuesto que Simón Bolívar tiene aquí presente la experiencia coetánea de la
Independencia haitiana y las consecuencias que ésta tuvo en el ámbito venezolano. Para
convencer a sus interlocutores no toma el camino moralista que lo llevaría a debatir acerca
de la justicia o injusticia de la esclavitud. Su pensamiento sigue un sendero más propicio y
comprensible para una sociedad cargada por la discriminación y la exclusión, apelando al
miedo: "Hemos visto en Venezuela - escribe Bolívar- morir la población libre y quedar la
cautiva; no sé si esta es política, pero sí sé que si en Cundinamarca no empleamos a los
esclavos sucederá otro tanto".
En la realización de esta tarea, las consideraciones políticas y económicas del liberalismo
cedieron su espacio a los requerimientos militares de la República. En tal sentido, la actitud
de aquellos propietarios que se negaron a ceder sus poblaciones de esclavos fue propia de
"hombres alucinados". Hombres que no entienden que "los españoles no matarán a los
esclavos, pero sí matarán a los amos y entonces se perderá todo". En una palabra, por el
atajo de la necesidad se llegó al cumplimiento de un principio, y el incumplimiento de esta
aspiración tendrá un peso específico particular a la hora de la desmembración de Colombia
en 1830.

PROCLAMA DEL LIBERTADOR.


El 10 de diciembre de 1830 es el día de la última proclama del Libertador, dictada desde su
lecho de moribundo. Firmó el testamento y recibió los Santos Sacramentos de manos del
humilde cura de la aldea de Mamatoco, quien llegó en la noche con sus acólitos y varios
indígenas.
Luego, rodeado de sus más íntimos amigos, como José Laurencio Silva, Mariano Montilla,
Joaquín de Mier, Ujueta, Fernando Bolívar, etc., el notario Catalino Noguera empezó a leer
el histórico documento, pero apenas llegó a la mitad, porque la emoción y el dolor le
ahogaron la voz. Continuó la lectura Manuel Recuero. La última Proclama dice así:
Simón Bolívar, Libertador de Colombia, etc. A los pueblos de Colombia Colombianos:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía.
He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del
mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos
abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y
mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las
puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación
de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos
debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual
gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones
al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye
para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830. Simón Bolívar

PENSAMIENTO BOLIVARIANO
La moral pública, que debe amparar la existencia del Estado, y con lo que Bolívar fue tajante,
ya que estaba consciente de que para que un Estado pueda brindar una verdadera justicia
social, debe primero ser un Estado fundamentado bajo los sólidos pilares de la moral, ya
que un Estado sin moral equivale a un Estado soberbio, hipócrita, incapaz de exigir el
desarrollo armónico de sus componentes.

IDEARIO SOCIAL DE SIMÓN BOLÍVAR

El pensamiento liberal del Libertador, formado en las ideas de la Revolución Francesa,


lo inclinaba a favorecer los derechos de y la igualdad social. Desde los primeros años
de la independencia, el Libertador comprendió claramente que el problema de las
desigualdades e injusticias sociales heredadas del período colonial debían ser resueltas
para atraer a las grandes masas populares a la causa de la independencia.
La experiencia de la primera y segunda República había demostrado que la mayoría de
los esclavos, pardos e indígenas se habían sumado a las tropas realistas de Monteverde y
Boves, gracias al mensaje demagógico que estos caudillos transmitían a un pueblo
sencillo. Además, las clases populares no se sentían identificadas con
el proyecto independentista de lo mantuanos, pues para el pueblo, los mantuanos, dueños
de tierras y de esclavos, eran sus opresores. Ante esa situación, Bolívar tomó una serie de
medidas para favorecer a los esclavos, a los indígenas y a los soldados patriotas: En
diferentes ocasiones, el Libertador expresó la necesidad de liberar a los esclavos y darles
un tratamiento justo, como lo revelan los decretos de Carúpano y Ocumare en 1816,
el discurso ante el Congreso de Angostura de 1819 y el mensaje al Congreso
constituyente de Cúcuta en 1821. Bolívar expresaba:
"Legisladores, la infracción de todas las leyes es la esclavitud. La ley sería la más
sacrílega".
En relación con la población indígena, el Libertador legisló a favor de su protección y
el respeto a sus propiedades y formas de vida, como se refleja en su decreto sobre la
protección a los naturales firmado en Cundinamarca:
Articulo1.- Se devolverá a los naturales, como propietarios legítimos, todas las tierras que
conformaban los resguardos según sus títulos...
En cuanto a los soldados que formaban parte del ejército patriota, Bolívar decreto en 1817
el reparto a los oficiales y soldados de acuerdo con sus méritos en la guerra.
Como Gobernante y estadista Bolívar demostró una gran preocupación sobre las clases
populares y tomo medidas destinadas a eliminar privilegios e injusticias mediante la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
El pensamiento y la obra social del libertador sirvieron de fundamento
al modelo democrático Venezolano que vivimos actualmente.

Bolívar emitió un mensaje a la opinión pública por lo que consiguió el respaldo necesario
para sus campañas revolucionarias, logro obtener apoyo de un vocero que estaba a favor
de la revolución. El correo del Orinoco público algunos de los pensamientos de Bolívar.
Junto a personajes como: Manuel Palacios Fajardo, José Luis Ramos, Juan Germán
Roció, entre otros al obtener este equipo este equipo el libertador se lanzo a la lucha contra
la Gaceta de Caracas, comandada por José Domingo Díaz, un enemigo de los patriotas,
así logro el apoyo de la colectividad, Bolívar tomaba muy en cuenta la opinión pública
muy importante, a la cual consideraba una de las principales armas en contra de la
tiranía.

CONCLUSIÓN

Bolívar, a pesar de ser un hombre de carácter fuerte, rebelde, vicioso, destaca por sus
pensamientos políticos, sociales, económicos. En sus constantes luchas demostró ser un
individuo con personalidad y de ideas fijas, en cuanto que quería la independencia de
América Latina.
Desde lo político, Bolívar es un héroe, se dedicó plenamente a ello. Fue el dirigente y
promotor de la política de su tiempo; entregando todo de él, (incluso la fortuna heredada de
sus padres), hasta llegar a conseguir una República, con la que le devolvería la dignidad y
la independencia a su pueblo. Una libertad que buscaría ansiosamente, pero siempre dentro
de los parámetros de la justicia.
El pensamiento político del libertador, expresados en sus documentos principales, como el
Manifiesto de Cartagena de 1812 y la carta de Jamaica de 1815, tuvo un alcance continental
e integrador de los países hispanoamericanos.
Su proyecto de independencia no se limito solamente al territorio venezolano sino que
abarco a la mayoría de las naciones a las que soñó unidas o confederadas en una poderosa
alianza americana.
Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un
solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua,
unas costumbres y una religión, deberían, por consiguiente, tener un solo gobierno que
confederase los diferentes Estados que hayan de formarse...
Bolívar trato de concretar en parte su proyecto continental e integracionista con la
celebración del Congreso de Panamá en 1826, pero sus resultados no fueron los esperados.
En su Proyección Social El pensamiento de Bolívar, formado en las ideas de la Revolución
Francesa, lo inclinaba a favorecer los derechos del y la igualdad social. Desde los primeros
años de la independencia, el Libertador comprendió claramente que el problema de las
desigualdades e injusticias sociales heredadas del período colonial debían ser resueltas
para atraer a las grandes masas populares a la causa de la independencia.

BIBLIOGRAFÍA

FUENTES CONSULTADAS:

http://www.biografiasyvidas.com/monografia/bolivar/ideario.htm (Consultado el:


Viernes, 28 de Febrero de 2014)

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tiene-mas-vigor-que-nunca/ (Consultado el: Viernes, 28 de Febrero de 2014)

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(Consultado el: Viernes, 28 de Febrero de 2014)

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