Psicología Del Desarrollo Dé La Niñez - Ana Faas
Psicología Del Desarrollo Dé La Niñez - Ana Faas
PSICOLOGIA DEL
DESARROL LO
déla NIÑEZ
Título: PSICO LO G IA DEL DESARROLLO de la N IÑ E Z
Autor:
Ana Faas
Contribuciones:
Ceballos, Beatriz Marasca, Roxana
Codosea, Lorena Nanzer, Carolina
Curti, Julieta Paolantonio, Patricia
Ferrero, María José Rabinovich, Diana
Herrero, M aría Inés
PSICOLOGIA DEL
DESARROLLO
d e la N IÑ E Z
Título: PSICOLOGIA DEL DESARROLLO de la NIÑEZ
Autor:
Ana Faas
Contribuciones:
Ceballos, Beatriz Marasca, Roxana
Codosea, Lorena Nanzer, Carolina
Curtí, Julieta Paolantonio, Patricia
Ferrero, María José Rabinovich, Diana
Herrero, M aría Inés
ISBN 978-987-591-853-5
Eduardo Galeano
índice
Introducción.................................................................................. 5
¿Que es la psicología del desarrollo infantil?................ ....7
PARTE I
H ISTO R1A .TEO RÍA SY M ÉTODOS. C O N C E P T U A LIZ A C IÓ N y ESTU D IO
de la IN FA N CIA
C A P IT U L O I. Periodo prenatal.................................................................................... I 15
I.D esarrollo prenatal ........................................................................................ I 15
P A R TE III
S E G U N D A Y T E R C E R A IN FA N C IA : D ESA R R O LLO del N IÑ O durante los años
P R EESC O LA R ESY ESC O LA RES
Introducción.................................................................................................................................................227
5
presentan luego las capacidades sensoriales, perceptuales, cognitivas y motoras del
recién nacido vinculando esto con el desarrollo durante los primeros meses de vida.
Desde la postura psicoanalítica se exponen las principales características del
desarrollo socio-afectivo del bebé, el incipiente desarrollo del yo, los organizadores
de la psique, el vinculo madre-hijo y el desarrollo de la confianza y conducta de apego.
Desde teorías conductuales y cognitivas se plantean los primeros aprendizajes, el
nacimiento de la inteligencia, las primeras etapas de la inteligencia sensorio-motriz y
los comienzos del lenguaje. Esto se acompaña de los principales hitos en el desarrollo
motor del primer año que van desde el control tónico-postural en el recién nacido
hasta la adquisición de la marcha.A partir del primer año se destaca la importancia del
conjunto -marcha, lenguaje, desteste- como características que imbrican diferentes
esferas del desarrollo y que definen al niño de esta etapa. Se exponen las principales
características del proceso de separación-individuación, la conciencia de si y el logro
de la autonomía. Se plantean las características de la inteligencia sensorio-m otriz y los
inicios de la representación y función simbólica así como la adquisición del lenguaje
hablado.
Durante la infancia preescolar se desarrollan los aspectos socio-afectivos
característicos con apoyo en diferentes posturas psicoanalíticas tales como transición
de la fase oral a la anal y fálica, de la diada madre-hijo a la triangularidad, desarrollo del
yo y súper yo, identidad sexual. Desde la perspectiva conductual y cognitiva se aborda la
transición de la etapa sensoriomotriz al pensamiento simbólico y preoperacional y los
aprendizajes por imitación de modelos.Vinculado con lo anterior, se destaca la especial
importancia a esta edad de la consideración de los aspectos del desarrollo emocional y
moral frente a los primeros entornos sociales. Se abordan, asimismo, las características
propias del juego en esta etapa (juego simbólico) y de los inicios del grafismo infantil
(primeros garabateos y figura humana). Durante los años escolares se desarrollaran los
principales aspectos del desarrollo socio-afectivo que implica la relación con los pares
en la escuela, el desarrollo moral y la institución escolar como segundo transmisor
de cultura; con los aportes de la teoría psicoanalítica se trata el sepultamiento del
complejo de Edipo y la etapa de latencia. Desde teorías cognitivas y del aprendizaje
se desarrolla la etapa de las operaciones concretas y las características fundamentales
del pensamiento de esta edad. Com o en el preescolar, se abordan las características
propias del juego y del dibujo durante los años de escolarización formal.
El presente texto no pretende ser una visión exhaustiva y acabada del desarrollo
infantil sino resaltar los principales aspectos que deben tenerse en cuenta desde la
psicología evolutivay que resultan de utilidad para el estudiante de psicología,atravesando
por las principales etapas que definen y caracterizan al niño hasta su pubertad.
¿Que es la psicología
del desarrollo infantil?
7
Desde sus orígenes, el centro de atención de la Psicología del Desarrollo
estuvo puesto en la infancia, entendiendo al desarrollo como el progreso de las
funciones y/o estructuras psicológicas y de los comportamientos hacia niveles cada
vez más diferenciados, complejos y mejores. Su objeto de estudio se centraba en el
proceso de humanización a partir del nacimiento tomando a la mente adulta como
el resultado de una génesis producida en los años de infancia y adolescencia (Delval,
1996).
Este interés centrado en la infancia y la desatención de los cambios producidos
durante la adultez y vejez cambia a partir de 1970 con el enfoque de la Psicología
Evolutiva Contemporánea del Ciclo Vital. Se plantea aquí una ruptura conceptual y
metodológica con lo que se venía sosteniendo en torno al desarrollo infantil aportando
una visión más amplia e integral en torno al desarrollo.
El desarrollo humano se entiende, entonces, a partir de los cambios psicológicos
evidenciados desde el nacimiento hasta la vejez, atendiendo los múltiples factores
que lo determinan, en tanto implica un proceso multicausal, pluridimensional y
multidimensional, en el cual la historia y la cultura tienen una incidencia fundamental.
Es por ello que actualmente se deja de hablar de infancia en singular comenzándose
a hablar de infancias en plural, considerando al ciclo vital como un proceso continuo,
progresivo y flexible que abarca tanto el desarrollo biológico y psicológico, como así
también los aspectos sociales, culturales e históricos que inciden en el desarrollo del
hombre.
Hoy se reconoce que son múltiples los factores que afectan al desarrollo.
Por un lado, se encuentran los factores endógenos o internos, no directamente
perceptibles, producto de la herencia y la maduración y, por el otro, los
factores exógenos, externos o visibles, entre los que se incluye al aprendizaje y a los
procesos de socialización.
Comúnmente, cuando se habla de desarrollo humano se tiende a confundir este
término con los procesos de maduración, crecimiento y aprendizaje que el mismo
implica. Estos procesos, necesarios para sostener el desarrollo, bajo ningún punto de vista
son intercambiables o sinónimos del mismo y cada uno merece una conceptualización
particular. Este pequeño glosario nos ayudará a distinguirlos:
- Desarrollo: es un proceso que experimenta un organismo a lo largo del
tiempo - desde la concepción hasta la m uerte - hasta alcanzar cierto grado de
equilibrio. Incluye aspectos y cambios tanto internos como externos, cuali y
cuantitativos (crecimiento y maduración).
-Maduración: Refiere a la evolución interna del organismo (Ej. formación
y maduración física de los huesos, músculos, glándulas, órganos, etc.). Está relacionada
con:
La herencia, en tanto implica el desenvolvimiento de rasgos heredados, no
provocados por el ejercicio ni por la experiencia que posibilitan el desarrollo
de una conducta específica.
La edad y, por tanto, con las etapas del desarrollo.
Supone cambios cualitativos relativamente autónomos en la organización
anatómica y fisiológica que inciden en la acción y reacción.
- Crecim iento: refiere al aumento de un organismo vivo relacionado con
aspectos cuantitativos (Ej. talla, peso, volumen, tam año corporal,
etc.). Dichos cambios cuantitativos son capaces de ser comprobados a través
de mediciones.
- A prendizaje: refiere a aquellos cambios en el com portam iento de la
persona, como resultado de la experiencia y de su contacto con el me
dio que ocasionan cambios duraderos. Está relacionado con el contexto y
la experiencia. Constituye una adquisición no hereditaria, que está deter
minada por la maduración. No hay aprendizaje posible sin maduración.
Como puede verse, crecimiento, maduración y aprendizaje son procesos
indivisibles del proceso de desarrollo que se imbrican y sostienen mutuamente cuando
se intenta comprender y explicar el desarrollo del niño.
Sin embargo, el concepto de desarrollo no siempre ha sido el que estamos ahora
considerando. Como se verá en la sección siguiente, éste ha variando en función de
los modelos dominantes a través de la historia lo que también ha ido determinando el
concepto de niño y las miradas sobre la infancia.
9
PARTE I
CONCEPTUALIZACIÓN y ESTUDIO
de la INFANCIA
11
CAPITULO I
F a a s, A .E .; N a n z e r, C ., M a r a s c a , R . y R a b in o v ic h , D .
13
colocación de vendajes en determinadas partes de la cabeza según la forma que se
buscara marcar -prueba de ello son los restos arqueológicos hallados en diferentes
continentes-; mutilaciones y castraciones de órganos sexuales, comúnmente realizadas
en los conocidos eunucos en Italia o en niñas de Egipto hace dos mil años atrás; entre
otras. Vale señalar que todas estas prácticas ligadas a costumbres de una época y
región determinadas dan cuenta de la manera en que era entendida la infancia en un
determinado momento socio-histórico.
Al respecto,Aristóteles en Grecia (384-322 a.C .) escribía en su diario:
( ...) hasta los 2 años —primer período- conviene ir endureciendo a los niños,
acostumbrándoles a dificultades como el frío... En el periodo subsiguiente, hasta la
edad de 5 años, tiempo en que todavía no es bueno orientarlos a un estudio ni a
trabajos coactivos a fin de que esto no impida el crecimiento, se les debe, no obstante,
permitir bastante movimiento para evitar la inactividad corporal; y este ejercicio puede
obtenerse por varios sistemas, especialmente por el juego (...)
Esta cita explícita una mirada centrada en aspectos que hoy serían impensables y
que, como ya fue señalado, está condicionada por una época, una cultura y una ideología.
En general, los historiadores que han abordado los avatares de la infancia a través
tiempo acuerdan en señalar que el sentimiento de infancia, la conciencia social de la
particularidad de lo infantil o la representación de ser niño es un concepto propio de la
modernidad. Fue durante los siglos XV II y XVIII que, al menos en occidente, comienza
a plasmarse esta diferenciación sobre la maduración biológica, la transformación en la
concepción de la familia nuclear y la monogamia como institución social obligatoria.
Este lento proceso comienza aproximadamente a partir del S.XVII y se instaura
definitivamente en el S .X IX . Más tarde, con la industrialización, las grandes urbes, el
comienzo de la escolaridad obligatoria, las relaciones familiares, entre otros cambios
sociales se producen importantes transformaciones en el rol, mirada y forma de
concebir a la infancia.
En concordancia con este interés diferenciado por la infancia, comienzan a
realizarse los primeros estudios sobre la niñez. Al respecto Juan Delval, en su libro
Estudio del desarrollo humano (1996), propone tres grandes grupos de trabajos en
función de los sujetos estudiados y los métodos utilizados:
- El primer grupo comprende aquellos estudios que buscaban describir y com
prender a su jetos excep cio n a les, donde lo llamativo y estudiado era lo infre
cuente y excepcional, como por ejemplo niños que crecieron en condiciones
de aislamiento, niños ciegos, niños superdotados, etc. Entre estos trabajos des
taca: el caso Víctor, niño salvaje de Aveyron, estudiado por el médico Itard entre
1801 y 1806, así como también los estudios de niños ciegos o sordomudos
efectuados por Hellen Keller o Laura Bridgman.
- En el siguiente grupo Delval incluye las o b serva cion es biográficas sobre suje
tos que denominará normales, tipo de estudio que resultó dominante durante
el S .X IX . En general se trataba de diarios donde los padres o adultos con
un vínculo cercano al niño reunían observaciones registradas durante de sus
primeros años de vida. Los principales estudios llevados a cabo en esta época
fueron el del filósofo Dietrich Tiedemann, quien en 1787 publicó un diario so
bre el desarrollo de su hijo durante los dos primeros años de vida y el trabajo
de William Preyer, quien también escribió un diario en torno al proceso de
desarrollo de su hijo en 1882.
- En el último grupo Delval ubica los estudios de tip o estadístico, que permi
ten investigar características específicas de la conducta infantil sobre un grupo
significativo de niños. Estos estudios comienzan a realizarse a finales del S .X IX
y principios del S .X X . Entre este grupo de estudios se destaca el trabajo del
psicólogo norteamericano Stanley Hall, quien generalizó el uso de cuestiona
rios para conocer el pensamiento infantil.
RECORRIDO HISTÓRICO
I. Tiem po Medieval
15
2. El Siglo X V I y X V II
El S.XVII iluminó las nuevas filosofías de la razón y forjó ideales sobre la dignidad
humana y el respeto. En este contexto, las concepciones de la infancia’aparecen como
más humanas y benevolentes que las de siglos pasados.
Los escritos e ideas planteadas por John Locke (1632-1704), un filósofo inglés
durante la Edad de la Razón, sirvieron como base para una importante perspectiva
teórica del S .X X que se discutirá más adelante: el conductismo. Locke entendía al niño
como una tabula rasa, una hoja de papel en blanco a ser “ escrita” por el adulto.
A diferencia de la concepción de niñez previamente descripta que entendía al niño
como demoníaco o malo, en este momento socio-histórico el niño era “ nada” y sus
características debían ser inscriptas y moldeadas por todo tipo de experiencias durante
el transcurso de su crecimiento. Locke describía a los padres como tutores racionales
que podían moldear al niño de la manera que ellos quisieran usando asociaciones,
16
repeticiones, imitaciones, recompensas y castigos. Incluso, las recomendaciones de las
prácticas de crianza de Locke han sido eventualmente validadas por la investigación
del S .X X (Parke, 1977, en Berk, L, 1999). Por ejemplo, sugería que los padres en vez de
premiar a sus hijos con dinero o dulces, los gratificaran con aceptación y aprobación.
A su vez, expresó su oposición al castigo físico argumentando que dicha práctica no
refleja autocontrol además de su tendencia a establecer asociaciones desfavorables.
Así, ¡a filosofía de Locke produjo un cambio desde el castigo y la brutalidad hacia la
amabilidad y compasión con los niños. Como se mencionó previamente el enfoque de
Locke impregnó las posturas conductistas del S .X X y sus recomendaciones en torno a
la educación de los niños.
Posteriormente, en el S.XVIII surge una nueva teoría sobre la infancia expresada
por el filósofo Jacques Rousseau (1712-1778) y con ella nuevas concepciones,
representaciones y prácticas en torno a la infancia. Los niños comenzaron a ser vestidos
de un modo más confortable y los castigos corporales declinaron notablemente. A
diferencia de la filosofía de Locke en función de la cual se comprendía a los niños como
recipientes vacíos a ser llenados por la instrucción adulta, Rousseau entendía a los
niños como “ nobles salvajes” , equipados naturalmente con un sentido del bien y del
mal, de lo correcto y equivocado y con un plan innato para el crecimiento ordenado y
saludable.
De este modo, la filosofía rousseauniana estaba centrada en el niño y se
caracterizaba por ser permisiva. Planteaba que la construcción del sentido moral y
del modo de pensar y sentir de los niños sólo podía ser obstruida por la restricción
y entrenamiento de los adultos, siendo precisamente estos últimos quienes debían
responder a las necesidades expresadas por el niño en cada una de las cuatro etapas
del desarrollo: infancia, niñez, niñez tardía y adolescencia. De hecho, algunos autores
acuerdan en señalar a la filosofía de Rousseau como la primera posición verdaderamente
desarrollista en torno a la infancia.
En 1762 Rousseau publica el libro “ Emile ou de l'education” en el que sintetiza
las ¡deas principales del desarrollo infantil. Su obra incluye dos conceptos vitales que
se encuentran en las modernas teorías del desarrollo: los conceptos de estadio del
desarrollo y de maduración. Si se acepta la idea de que los niños maduran a través de una
secuencia de estadios, entonces no pueden ser entendidos como adultos en miniatura
o preformados. Más bien ellos son únicos y diferentes de los adultos y su desarrollo
está determinado por reglas propias. Según Rousseau, tal como cita en el prefacio de
su obra, el error está en que “ ( . . .) se busca siempre al hombre en el niño sin pensar en lo
que es antes de ser hombre ( . . Vale destacar que estas ideas y la filosofía de Rousseau
impactaron en muchas teorías del S .X X , tales como la teoría maduracional de Gesell y
la teoría de los estadios de Piaget.
Retomando a Delval (1996), hacia finales del S.XVIII y comienzos del S .X IX las
posturas innatistas y empiristas interjuegan en una serie de estudios que describen e
intentan comprender el desarrollo de sujetos excepcionales -niños que han crecido
en condiciones de aislamiento, niños ciegos, niños superdotados, etc.-. Algunos de los
estudios mayormente destacados en esta época fueron el de Víctor, el niño salvaje
de Aveyron, estudiado por el médico Itard entre 1801 y 1806, así como también los
17
estudios de niños ciegos o sordomudos efectuados por Hellen Keller o Laura Bridgman,
trabajos que explican la conducta de los niños ateniendo a los aspectos cognitivos,
emocionales, sociales y/o psicomotrices del desarrollo.
19
Si bien estas biografías de bebés resultaron de gran utilidad en los inicios del
estudio de la infancia, frecuentemente se toman como ejemplos de lo que no se debe
hacer al efectuar una investigación con población infantil. Estos primeros registros
empíricos han sido criticados por la investidura emocional que revestían los sujetos
del estudio -generalmente hijos del observador-, además de ser considerados poco
objetivos, de carecer de sustento teórico, de estar impregnados por interpretaciones
sesgadas en torno a la conducta de los niños y de considerarse antiéticos. Es preciso
tener en cuenta que dichas biografías fueron los primeros trabajos exploratorios de un
campo todavía desconocido. Cuando el campo es nuevo no puede esperarse que las
teorías y los métodos de estudio estén completamente formulados.
Sin embargo, el abordaje biográfico también ofrece algunas ventajas, puesto
que el registro y descripción directa permiten preservar la riqueza y complejidad del
comportamiento infantil y su continuidad a través del tiempo. A su vez, las biografías
de bebés proveyeron un sentido de progreso, en tanto es posible observar dónde se
comenzó y cuán lejos se ha llegado en los intentos de estudiar al niño científicamente.
Hoy, el legado de este tipo de registros convive con los métodos contemporáneos de
la observación naturalística y de los diseños de investigación longitudinal en los que el
desarrollo de los niños es seguido individualmente a través del tiempo.
Como se mencionó con anterioridad, Stanley Hall (1846-1924) fue uno de los
psicólogos más influyentes del S .X X y algunos lo consideran fundador del movimiento
del estudio del niño. Influenciado por Darwin, Hall desarrolla su teoría a partir de la cual
argumenta que el desarrollo del niño repite la historia evolutiva de las especies. Si bien
en la actualidad su teoría está olvidada, una de las principales contribuciones de Hall se
asocia con el valor científico que puede otorgársele a la investigación de la infancia.
Este autor inició la recolección de un gran cuerpo de hechos objetivos sobre el
desarrollo del niño llevando a cabo un abordaje normativo en torno al estudio de la
niñez. En una investigación normativa, las medidas cuantitativas de la conducta de los
niños son registradas y se computan los promedios relacionados con cada edad para
sistematizar el curso del desarrollo. Para ello, se crean instrumentos que permitan una
medición científica de las capacidades de los niños. En este sentido, Hall construyó
elaborados cuestionarios que registraban en los escolares casi todo lo que ellos podían
decir acerca de sí mismos -intereses, miedos, juegos imaginarios, sueños, amistades,
conocimiento diario, entre otros aspectos- Sin embargo, debido a que no había un
sustrato teórico para darle significación a los abordajes de Hall, sus resultados tuvieron
poco valor. Aun así, el abordaje normativo fue fuertemente aceptado y dominó el
campo de los estudios de la niñez hasta la primera mitad del siglo X X . De hecho, los
trabajos efectuados en este período son de tipo estadístico (Delval, 1996), dando como
201
resultado un gran cuerpo de hechos descriptivos sobre las características de los niños
a diferentes edades pero poca información sobre los procesos del desarrollo infantil
-el cómo y porqué-. No obstante, la tradición normativa ha sentado las bases para el
surgimiento de investigaciones más sofisticadas en torno al desarrollo.
Uno de los estudiantes de Hall fueArnoId Gesell (1880-1961), quien al igual que su
maestro basó su teoría en la recapitulación evolucionista. Gesell creía que la maduración
era la fuerza primaria en el desarrollo del niño y que el ambiente tenía poco efecto
en la secuencia y ritmo del desarrollo. Dicho autor, dedicó gran parte de su carrera a
recolectar información normativa detallada sobre la conducta de los niños que ¡lustraba
su genéticamente determinado patrón de desarrollo.Sus esquemas sobre el desarrollo del
niño eran particularmente completos, comprensivos y actualmente continúan sirviendo
como base de muchos ítems de test modernos. Otro aporte de Gesell fue su intención
por hacer significativo el conocimiento de las características de los niños para los padres.
Sus escritos brindaron descripciones típicas de logros motores, de la conducta social y de
la personalidad de los niños que ayudaron a los padres aportándoles información sobre
lo que se podía esperar para cada edad del desarrollo.
Otro estudiante de Hall fue Lewis Terman (1877-1956), quien en 1916 en la
Universidad de Stanford publica su primer trabajo extenso utilizando test para niños:
“ La escala de inteligencia de Stanford—Binet” . Dicha escala era una revisión del trabajo
de Alfred Binet y su colega Theodore Simón en París. A comienzos de 1900, Binet y
Simón desarrollaron un método para identificar niños con retrasos en el desarrollo
en escuelas de París que requerirían clases especiales. Luego, de que desarrollaran
esta medida de la inteligencia, en Estados Unidos se produjo una proliferación de
evaluaciones objetivas que acarreó consecuencias prácticas.
El trabajo sobre inteligencia de Binet fue único debido a que comenzó con
una teoría sofisticada y bien desarrollada, a diferencia de las concepciones anteriores
centradas en la sensibilidad hacia estímulos físicos y tiempos de reacción. Binet
definió la inteligencia a través del buen juicio, planificación y reflexión crítica. Luego,
él seleccionaría los ítems del test que directamente eran capaces de reflejar estas
complejas habilidades. El test de Binet resultó exitoso en discriminar niños que variaban
en los logros escolares y fue el instrumento más utilizado para medir la inteligencia de
los niños desde décadas pasadas.
Utilizando el test de Binet,Terman comenzó el primer gran estudio longitudinal
con el propósito de evaluar el desarrollo de niños altamente inteligentes. En 19 2 1, casi
1.500 niños con coeficientes de inteligencia por encima de 135 participaron y fueron
seguidos desde la niñez hasta la adultez madura. La investigación brindó un gran servicio
práctico en disipar la creencia común de que los niños brillantes eran antisociales,
físicamente débiles y con intereses superespecializados. Contrariamente, los resultados
de Terman evidenciaron que los niños con coeficiente intelectual alto eran saludables,
emocionalmente estables y mejor adaptados socialmente que el resto de la población,
mientras que en la adultez mostraban destrezas profesionales extraordinarias.
El trabajo de Terman proveyó un instrumento de utilidad educativa así como una
clara evidencia de que los test de inteligencia podían ayudar en el entendimiento del
desarrollo del niño. Era la época en que la evaluación mental estaba en movimiento, por lo
que el estudio de las diferencias intelectuales entre los niños que variaban en sexo, raza,
orden de nacimiento, bagaje familiar y otras características comenzó a ser el foco mayor
de la investigación.A su vez, los test de inteligencia rápidamente se transformaron en un
instrumento muy utilizado en lo que refiere a la controversia científica sobre lo innato
versus lo aprendido, discusión que continúa en el pensamiento del presente siglo.
Es durante este período, más precisamente el que se extiende entre las dos
guerras mundiales, en que dominan en psicología evolutiva dos tendencias contrapuestas:
por un lado la mera acumulación de datos con poca teoría y por el otro fuertes
modelos teóricos con frecuencia criticados por su escaso apoyo empírico.
Entre los representantes de la primera tendencia se encuentra Gesell quien,
tal como se mencionó con anterioridad, realizó un gran número de inventarios para
valorar el desarrollo en la niñez. Uno de ellos es la“ Escala Gesell de Desarrollo Infantil” ,
publicada por primera vez en 1941, instrumento que aún sigue siendo utilizado en
nuestros días. Dicha escala se utiliza para evaluar el desarrollo durante la primera
infancia y mide diferentes áreas del desarrollo, tales como: lenguaje, conducta adaptativa,
conducta motora y conducta personal-social. (Fernández, 2003)
En lo que refiere a la segunda tendencia, a partir de la cual progresivamente
fueron surgiendo modelos teóricos que intentan explicar el desarrollo infantil, es
posible identificar tres grandes corrientes de pensamiento determinadas por:
1. La influencia de Locke que alimenta el modelo mecanicista según el cual el de
sarrollo es adquirido, explicación que actualmente sobrevive en las teorías
conductistas y del aprendizaje.
2. La influencia de Rousseau asociada con el modelo organicista según el cual es
desarrollo es innato, concepción que permanece hoy en las teorías psicoa-
nalíticas y psicogenéticas.
3. La influencia de M a rx vinculada con el modelo contextual-dialéctico según el cual
el desarrollo es un proceso multidireccional que tiene lugar a lo largo de todo
el ciclo vital - desde el nacimiento hasta la muerte - influido por el contexto
socio-histórico en el que el individuo se halla inmerso, explicación que sobre
vive en la teoría de Vigotsky, la teoría bio-socio-afectiva de Wallon, la
teoría bio-ecológica de Bronfenfrenner, la teoría psicosocial de Erik-
son, las teorías sistémicas, entre otras (Urbano yYuni, 2016)
Las diferencias principales entre los modelos mecanicista, organicista y
contextual-dialéctico se detallan en el siguiente cuadro:
M O D ELO M O D ELO M O D ELO C O N T E X T U A L -
M E C A N IC IS T A O R G A N IC IS T A D I A L É C T IC O
Es preciso tener en cuenta que las corrientes psicológicas que forman parte de
lo que hoy se considera como psicología evolutiva son teorías que en cierto modo
comparten aspectos y divergen ampliamente en otros, ya que se basan en marcos
epistemológicos distintos.
En el marco de los estudios tanto psicológicos como sociales recientes existe
una fuerte tendencia a ampliar la mirada, a los fines de contemplar la pluralidad y
diversidad de los fenómenos, conductas y procesos que la psicología evolutiva intenta
explicar. De este modo, lejos se está de definiciones que hablen del niño como un
concepto lineal y unívoco, sino más bien se trata de revisar y ampliar los encuadres y
marcos conceptuales.
Así, en los últimos años se ha comenzado a hablar de niños y de infancias en
plural, enfoque en el que convergen posturas de la psicología del ciclo vital y aportes
de teorías como la del psicólogo Urie Bronfenbrenner, según la cual el desarrollo del
niño debe ser considerado dentro de un modelo ecológico en el que se contemple la
incidencia de interacciones complejas y los diferentes contextos en los que el niño se
desenvuelve.
En este sentido, los postulados del paradigma de la diversidad plantean que en
vez de hablar de niño o de infancia en singular es necesario hablar de los niños y las
infancias en plural, a los fines de lograr un abordaje más amplio y diverso - aunque
nunca acabado - y sin que por ello se deje de buscar y plantear similitudes y líneas del
desarrollo en las infancias.
En esa línea, Colángelo (2005) describe la perspectiva de la diversidad como “el
sentido amplio que lleva a ver la infancia como una categoría socialmente construida en la que
se conjugan, por lo menos, estas tres dimensiones de lo social: variabilidad cultural, desigualdad
social y género” (p.4). Es decir, la concepción y mirada adoptadas en torno a las infancias
dependerá de si se es niña o niño, de la pertenencia a un grupo etario u otro, de
25
la adscripción a una historia grupal particular (indígena, campesino, inmigrante), del
contexto socio-histórico y cultural que los niños habiten (si son niños en situación de
vulnerabilidad o niños que viven en hogares donde sus necesidades básicas se encuentran
satisfechas), entre otros aspectos.Atendiendo a estas consideraciones, esta perspectiva
plantea que las identidades infantiles no pueden ser pensadas en términos de alguna
esencia inmutable o cristalizada sino que deben ser entendidas com o construcciones
relaciónales y dinámicas en permanente cambio y transformación.
Por su parte, Sandra Carli (1999) insiste en la necesidad de hablar de “ las”
infancias, a los fines de tener en cuenta los tránsitos múltiples y diferentes de cada
niño. Al respecto, la autora plantea que:
La constitución de la niñez como sujeto sólo puede analizarse en la tensión estrecha
que se produce entre la intervención adulta y la experiencia del niño, entre lo que
se ha denominado la construcción social de la infancia y la historia irrepetible de
cada niño. Las nuevas formas de la experiencia social, en un contexto de redefmición
de las políticas públicas, de las lógicas familiares y de los sistemas educativos, están
modificando en forma inédita las condiciones en las cuales se construye la identidad de
los niños y transcurre la infancia de las nuevas generaciones (p. I ).
M a ra sca , R. y Faas, A .E .
29
quienes adhieren a esta postura prefieren hablar de infancias en plural más que
de infancia en singular.
Desde esta última perspectiva, Beloff (1993) señala que los términos niño, niñez,
infancia, menores, constituyen construcciones socio-históricas directamente relacionadas
con diversos aspectos tales como: la organización social y económica de cada región; las
pautas de crianza predominantes en cada época; los intereses sociales y políticos en cada
momento histórico; las teorías pedagógicas imperantes; el desarrollo de la doctrina de los
derechos humanos y de políticas sociales en relación con la infancia; cambios políticos,
económicos y legales; luchas sociales; el avance de las ciencias; entre otros.
30
una entidad propia y se producen ciertos avances en el estudio y reflexión sobre esta
etapa de la vida. La infancia comienza a tomar valor social y los adultos empiezan a
ocuparse del cuidado de los niños y a preocuparse por su porvenir, tomando la niñez
protagonismo a partir de la educación y disciplina que se le comienza a impartir en
el marco de la familia y la escuela (Aries y Duby, 1992). Estos cambios en la manera
de entender a la niñez coinciden con la aparición de la familia moderna, las prácticas
sociales capitalistas, los modelos hegemónicos de la burguesía y de las elites europeas,
los cuales un siglo más tarde también se hicieron extensivos a las clases populares.
El término infancia por un lado, reconoce su especificidad, debido a que los niños
comienzan a ser valorados, educados y asistidos durante su crecimiento por parte de
los adultos pero por otro, implica pasividad ya que es el adulto el que domina al niño
al educarlo y criarlo según sus preceptos y los de la sociedad. Esta relación asimétrica
adulto-niño se trasladó desde la comunidad a la familia y a la escuela como espacios
de socialización primaria y de socialización. Aunque fuertemente jerárquica y rígida, los
niños pasaban ahora por la escuela que tenía la responsabilidad de la educación con el
objetivo de eliminar sus instintos primarios, poniendo a éstos al gobierno de la razón.
Es entonces hacia finales del S.XVIII y principios del X IX cuando, con la aparición de
este nuevo orden social burgués, surge el “ sentimiento de infancia” . El Estado comienza
a brindar a la infancia un lugar central a partir de una serie de prácticas y disposiciones
legales dirigidas a esta etapa de la vida, posicionándola como una entidad límite entre
lo público y lo privado. Empiezan a surgir entre el infante y su grupo familiar figuras
estatales que pretenden protegerlo, disciplinarlo y ampararlo. Sin embargo, si bien a
partir de este momento el infante empieza a estar presente en las políticas públicas,
su palabra seguía siendo asistida y mediada por las instituciones del Estado y la familia
(Alfágeme, Cantos y Martínez, 2003).
Será recién a mediados del siglo X X que surge como tema central la idea de
ayuda prioritaria a la infancia, siendo la Convención Internacional sobre los Derechos
de los Niños, Niñas y Adolescentes efectuada en 1989 la manifestación inmediata de
esta nueva línea de pensamiento.
Si bien los primeros aportes en torno a la infancia fueron brindados por autores
europeos que han llevado a pensar a la niñez según matrices y modelos de la historia
de Europa, en los últimos años han aparecido en nuestro medio local diversos estudios
sobre el tema llevados a cabo por autores argentinos que produjeron importantes
conocimientos sobre la niñez en nuestro país. En general, estos trabajos destacan que
la infancia es el resultado de una progresiva construcción socio-cultural, aún vigente y
en curso.
Sandra Carli (1994) señala que entre 1868 y 1874, durante la etapa fundacional
de la educación en Argentina impulsada por Sarmiento, predominaba una concepción
de infancia que entendía a los niños como seres subordinados a sus padres y/o a los
docentes, destacando que en esta época los niños en general no tenían derechos
propios. Por su parte, Ciafardo (1992) indica que entre 1890 y 1910 en Argentina los
niños comienzan a diferenciarse de los adultos y entre sí, pudiéndose identificar tres
grupos de niños: los pobres, los de clase media y los de elite, clasificación que delimitó
las particularidades y políticas dirigidas a cada uno de ellos. Así, mientras que para los
dos últimos grupos de niños generalmente la política estaba orientada a la enseñanza
escolar y la normativización moral en el marco de instituciones escolares, para los
niños pobres la política se vinculaba con su persecución, detención e internación,
principalmente cuando se trataba de niños vagabundos, transgresores o que ejercían la
prostitución.
Posteriormente, entre 1919 y 1930 se produjeron cambios en el Estado
argentino, los cuales tuvieron fuerte impacto en las prácticas dirigidas a la infancia,
fundamentalmente en relación con tres aspectos: la modernización pedagógica, la
institucionalización del menor no escolarizado y el inicio del discurso de la minoridad.
En función de estas transformaciones, en 1933 se llevó a cabo la primera Conferencia
Nacional de Asistencia Social, en la cual si bien se propusieron proyectos renovadores,
debió esperarse un tiempo hasta que los mismos fueran llevados a la práctica.
Más tarde, con el peronismo entre 1940 y 1950, la infancia es resignificada como
objetivo de Estado, lo cual trajo como consecuencia la formulación de nuevas políticas
públicas en relación con esta etapa de la vida.Así, en 1948 se aprueba la Declaración de
los Derechos Humanos, en la cual se establece que los niños tienen derecho a cuidados
y asistencia especiales. Posteriormente, en 1959 a partir de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, se adopta la Declaración de los Derechos del Niño, en la cual se postula
que por falta de madurez física y mental, los niños necesitan de cuidado y protección
especiales (Fernández, 2 0 10).
En general,tal como se puede observar a lo largo de la historia argentina, durante
mucho tiempo lo que caracterizó a los niños como colectivo social fue la condición
de sujetos pasivos. Fue recién en 1989, con la Convención Internacional de los Derechos
del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, convertida en
Ley Nacional en 1990, cuando se le comienza a reconocer a la población infantil una
participación activa en la sociedad y se empieza a concebir al niño como sujeto de
derechos.
33
No obstante, con el cambio del modelo de sociedad integrada al modelo de
sociedad polarizada y empobrecida de finales de los 90 en el marco de la expansión
mundial del capitalismo financiero, el atravesamiento por la infancia asume otro tipo
de experiencias y se producen nuevos procesos y modos de configuración de las
identidades. El período que va desde la posdictadura hasta el año 2000 se produjeron
fuertes cambios en torno a la concepción de niñez en Argentina, en los que es posible
evidenciar algunos avances pero también ciertos retrocesos. Si bien se realizaron
importantes logros en lo que refiere al reconocimiento de los derechos y a la ampliación
del campo de saberes en torno a la infancia, el saber acumulado no estuvo acompañado
por un mejoramiento de las condiciones de vida de la población infantil, perdiendo
los niños la condición de igualdad para el ejercicio de sus derechos. (Cohén Imach de
Parolo, 2009)
En los últimos años es posible evidenciar un cese del discurso de bienestar, que
ha llevado a ubicar a los niños pertenecientes a sectores vulnerables en la posición de
carenciados e incluso hasta se los ha llegado a señalar como delincuentes juveniles. En
este escenario, el debate socio-político actual gira, por ejemplo, en torno a bajar o no
la edad de imputabilidad de los niños, lo cual da cuenta de los nuevos significantes con
que se representa a la niñez en la actualidad.
En lo que respecta a los cambios producidos en la manera de pensar y entender a
la infancia a lo largo de la historia argentina, Sandra Carli plantea una serie de hipótesis
sobre las transformaciones experimentadas por la niñez en el período comprendido
entre 1983 y el 2001, en función de las cuales analiza las relaciones infancia-sociedad,
infancia-educación e infancia-política.
1. En la primera hipótesis la autora plantea que en el marco de un proceso histórico
caracterizado por la aceleración del cambio científico-tecnológico, la gradual
desaparición del mundo del trabajo, la globalización económico-tecnológica y
la mundialización de la cultura, la niñez se transformó en un laboratorio social. En
este contexto, los niños se convierten en testigos y víctimas de la desapari
ción de formas de vida, pautas de socialización y de políticas de crianza como
resultado del desempleo, la movilidad descendente, el aumento de la pobreza,
entre otros factores.Aumenta entonces la desigualdad social, produciéndose el
paso de una sociedad infantil caracterizada por la mezcla social a una sociedad
infantil marcada por las diferencias sociales.
2. En la segunda hipótesis, la autora señala al mismo tiempo la visibilización e invisi-
bilización de la niñez, debido a que por un lado la infancia adquiere visibilidad a
partir del reconocimiento de los derechos del niño y entra en la agenda de po
líticas públicas pero, por otro.se invisibilizan las consecuencias que los cambios
ocasionaron en la estructura social argentina para algunos sectores donde el
escenario planteado se caracteriza por un aumento de la vulnerabilidad infantil.
3. La tercera hipótesis hace referencia a un proceso de creciente mercantilización de
los bienes y servicios para la infancia, que incluyó desde la explosión de las jugue
terías hasta la privatización comercial de los festejos de cumpleaños infantiles.
En dicho proceso, los bienes y servicios para la niñez adquirieron valor de uso,
valor de cambio y valor de signo, en un escenario de acceso material desigual al
34
consumo y en el marco del debilitamiento de los espacios públicos.
4. La cuarta hipótesis alude al debilitamiento del Estado-Nación como cuerpo de
pertenencia imaginaria. Se produce una división entre el discurso del Estado en
torno a la niñez y las políticas económicas, escenario en el cual comenzaron
a llevarse adelante políticas de representación de los niños, en el sentido de
“ hablar en nombre de” un ser ausente. Así, en 1990 los maestros hablaban “ en
nombre de” sus alumnos y los padres hablaban “ en nombre de” sus hijos, vícti
mas de situaciones de maltrato o muerte, hecho que dio cuenta de la crisis del
Estado como mediador político de los vínculos educativo-filiales.
5. La quinta hipótesis refiere a que las identidades infantiles se vieron afectadas al mis
mo tiempo por procesos de homogeneización y de heterogeneización social y cultural.
Por una parte, las identidades de los niños se vieron afectadas por procesos de
uniformización de la cultura infantil producto de la cultura global de la infancia.
Sin embargo, el incremento de la desigualdad social en Argentina produjo una
mayor distancia entre las formas de vida infantil, lo cual a su vez provocó un
aumento de las diferencias y la presencia de nuevas formas de distinción social
a través del consumo. Un claro ejemplo de ello sería la fuerte discrepancia ob
servada entre la vida que llevan los niños que viven en cuntries en comparación
con niños que viven en sectores más vulnerables de la sociedad.
6. Finalmente, la sexta hipótesis plantea la desaparición de la relación asimétrica niño-
adulto. Se produce una inversión de las posiciones de los sujetos en la cadena
generacional y se cuestionan sus fundamentos en un período atravesado por
debates en torno a la crisis de autoridad en la familia, en la escuela y en la so
ciedad en general, así como también por la presencia de fenómenos tales como
el aumento de la violencia en los vínculos inter-generacionales, el crecimiento
del trabajo infantil, el incremento de la pedofilia, entre otros.
35
los infantes a ser oídos.
- El cambio del concepto de “ patria potestad” por el de “ responsabilidad paren-
tai” .
- La simplificación del régimen de adopción, dándole prioridad al interés jurídico
de los niños por sobre el de los adultos.
- La disposición según la cual a partir de los 13 años los adolescentes deben
prestar su consentimiento para recibir ciertos tratamientos médicos.
No obstante, vale destacar que si bien los avances legales del nuevo Código
Civil constituyen un paso muy importante en torno a los derechos de la niñez en
Argentina, aún resta como desafío articular este nuevo instrumento jurídico-legal
con políticas públicas, prácticas e intervenciones en torno a la infancia que impulsen
transformaciones culturales e institucionales necesarias para lograr una implementación
efectiva, contribuyendo así a que todos los niños, niñas y adolescentes que habitan el
territorio argentino puedan hacer pleno ejercicio de sus derechos (Bauer, 2 0 15).
2 .1 Porqué paradigmas
36
1. Paradigma del Menor en Situación Irregular, también llamado Paradigma del
Control Social de la Infancia
2. Paradigma de la Protección Integral de la Infancia
3. Paradigma del Protagonismo Infantil Organizado, también llamado Paradigma
de la Promoción o Paradigma del Rol Social de la Infancia
39
Es preciso destacar, que el hecho de que los niños conozcan y disfruten de
estos derechos en el marco del proceso de su desarrollo promueve que éstos hagan
pleno ejercicio de los mismos y los prepara para desempeñar una función activa en la
sociedad. La participación infantil es un elemento fundamental en el ejercicio de los
derechos de los niños, y se obliga a los Estados a facilitar medios y recursos para que
los chicos participen, su voz se escuche y se tenga en cuenta. En esta línea, los niños
tendrían la capacidad de tomar decisiones en todos los asuntos que les afectan.
No obstante, para algunos el paradigma de la protección integral de la infancia
mantiene aún vigente una relación asimétrica en términos de poder entre el adulto y
el niño, corriendo el riesgo de caer en la dicotomía adulto-protector-activo vs. niño-
protegido-pasivo (Zanabria, 2007).
Comienza a emerger un nuevo modelo denominado paradigma del protagonismo
infantil. Esta nueva cosmovisión subraya la importancia de empoderar a los niños a
través de diversos recursos e instrumentos para que se conviertan en verdaderos
actores sociales, para lo cual es preciso promover una participación socio-política
infantil activa. (Cussiánovich, 1999; Liebel, 2007; Piotti y Lattanzi, 2007)
40
la Convención proclama a los niños como sujetos de derechos, en realidad termina
relacionándose con éstos como objetos. La Convención no sería un documento de los
niños, sino un trabajo realizado por los adultos pensando en ellos.
Existen dos formas de protagonismo infantil:
— —Protagonismo espontáneo: que aparece de forma cotidiana, individual o gru-
palmente, posible de visualizar en las diferentes estrategias que los niños llevan
a cabo para sobrevivir a distintas situaciones.
- - Protagonismo organizado: que surge cuando los niños se organizan y agrupan
para defender sus intereses y derechos, como por ejemplo los movimientos so
ciales infantiles que trabajan asumiendo una participación activa. (Liebel, 2007)
Desde este enfoque se plantea que para que exista una verdadera participación
infantil es preciso que los adultos escuchen la opinión de los niños y que sus opiniones
realmente influyan en las decisiones que se tomen, buscando generar una cultura de
participación permanente.
Hart (1993) propone la Escalera de la Participación Infantil, mediante la cual esboza
diferentes grados de participación de los niños, como se verá a continuación:
8, in icia d a p o r lo s n iñ o s,
d e d stone s c o m p a rtid a s j
co n los ad u lto s.
m 7 . inioí ad a :y d irig id a
■ p o r (os n iñ o s .
6. in ic ia d a p o r lo s a d u lto s ; .
d e c is io n e s c o m p a r tld a s j
con lo niños.
.C ó n s u l toda c
in fo rm a d a .
4 , A s ig n a d a p ero
In fo rm a d a .
3. S im b ó lic a
2 . D e c o ra tiv a .
1. M an ip u lad a
41
Tal como se puede observar en el gráfico, en los tres primeros niveles no
existe una verdadera participación por parte de los niños. En el Nivel I . Participación
manipulativa, la opinión de los niños no es tenida en cuenta y no son consultados en
el proceso de toma de decisiones, siendo sus voces utilizadas sólo para transm itir
los mensajes de los adultos. En el Nivel 2. Participación decorativa la infancia sólo
es utilizada para fortalecer intereses adultos o determinada causa, siendo los niños
meros objetos decorativos, en tanto los mismos no tienen noción de lo que están
haciendo. En el Nivel 3. Participación simbólica si bien se les brinda a los niños la
posibilidad de expresarse, en realidad su opinión tiene poca o ninguna incidencia
sobre el tema, ni sobre el tipo de comunicación, ni sobre sus propias opiniones. A
partir del Nivel 4 hasta el Nivel 8, sí es posible observar participación, aunque en
diferentes grados.
En el Nivel 4. Participación asignada pero informada los niños comprenden la
intención del proyecto o actividad propuesto por los adultos, conocen quién/es
tomaron las decisiones sobre su participación y por qué y poseen un papel significativo.
Según Hart, este nivel puede ser un buen paso para que los niños se involucren en
procesos participativos más genuinos.
En lo que refiere al Nivel 5. Participación consultada e informada los niños trabajan
como consultores de los adultos y aunque el proyecto o actividad se encuentra
diseñado y dirigido por los mayores, los niños lo comprenden y su opinión es tenida en
cuenta al momento de su elaboración. Es decir, los niños son consultados e informados
respecto de su participación, pero no existe por parte de éstos un involucramiento
en las actividades, en el proceso ni en los resultados de dicha participación.
El Nivel 6. Participación iniciada por los adultos y decisiones compartidas con los
niños constituye un grado de verdadera participación infantil, en el cual si bien los
proyectos son iniciados por los mayores, la toma de decisiones es compartida entre
adultos y niños, involucrándose de este modo a los niños en el proceso completo.
El Nivel 7. Participación iniciada y dirigida por los niños constituye para H art
(1993) un tipo de participación infantil difícil de encontrar en la práctica concreta,
ya que los niños se organizan solos proponiendo, dirigiendo y organizando ellos
mismos una actividad sin la intervención de los adultos. No obstante, si bien los niños
participan cooperativamente en proyectos o actividades que ellos mismo proponen,
con frecuencia los adultos no son capaces de responder a esta iniciativa de los niños.
Finalmente en el Nivel 8.Participación iniciada por los niños y decisiones compartidas
con los adultos los niños buscan participar activamente y por iniciativa propia, proceso
en el cual los adultos les ofrecen su apoyo. Este tipo de participación constituye un
valioso medio para que los niños aprendan sobre sí mismos observando sus propias
conductas, resolviendo sus conflictos y proponiendo estrategias para la organización
42
y administración dei proyecto o actividad a realizar, lo cual a su vez permite el
empoderamiento. Sin embargo, son pocos los casos que se pueden observar en
relación con este modo de participación infantil, siendo necesario para lograrla que
adultos y educadores promuevan y conozcan la forma de dar vida al potencial de los
niños.
Si se relaciona la escalera de H art con los tres modelos de infancia, sería
posible relacionar el paradigma del control social con los tres primeros escalones,
en los cuales no existe una real participación por parte de los niños, mientras que
el paradigma de la promoción integral de la infancia y el modelo del protagonismo
infantil se encontrarían dentro de los restantes cinco escalones, en los cuales sí es
posible reconocer algún tipo de participación por parte de los niños, aunque en
diferentes grados. Sin embargo, vale aclarar que en la práctica concreta los últimos
niveles pocas veces se observan, dado que frecuentemente los adultos tienden a
adoptar con los niños un rol directivo.
Es preciso aclarar que el paradigma del protagonismo infantil no implica invertir
la situación de dominación y pensar que los niños son los únicos con la capacidad de
decidir, sino que se pueda generar un espacio a partir del cual estos últimos puedan
ser escuchados y sus opiniones respetadas (Alfageme et al, 2003). Este enfoque no
desvaloriza la función del adulto sino que la modifica al fomentar una relación más
simétrica en donde el adulto facilite al niño, en el marco de su proceso de desarrollo,
instrumentos y recursos necesarios que permitan potenciar sus capacidades, a los
fines de lograr una participación activa en temas y situaciones que les pertenecen.
De este modo, según el paradigma del protagonismo infantil, se espera que el adulto
deje de posicionarse en el lugar de “ sujeto supuesto saber” y adopte un rol de agente
de cambio, promoviendo la autonomía y pensamiento crítico por parte de los niños,
privilegiando siempre sus intereses y opiniones. Este modelo implica reconocerles a
los niños un papel social protagónico, que les brinde la posibilidad de participar no
sólo en “ asuntos infantiles” sino también en todos los aspectos de la sociedad, que
en tanto ciudadanos no pueden ni deben desconocer. Para ello, es preciso dejar de
considerar a los niños como simples ejecutores o consentidores de algo y comenzar
a concebirlos como verdaderos actores sociales (Liebel, 2007).
Las diferencias principales entre el paradigma del control social de la infancia,
el paradigma de la protección integral de la infancia y el paradigma del protagonismo
infantil se sintetizan en el siguiente cuadro:
43
P A R A D IG M A D E L P A R A D IG M A D E LA P A R A D IG M A D E L
C O N T R O L S O C IA L P R O T E C C IÓ N IN T E P R O T A G O N IS M O IN
D E L A IN F A N C IA G R A L D E L A IN F A N C IA F A N T IL
Contexto Surge a partir del siglo X IX Surge a partir de la Con Surge en la década del 60'
configurado fundamental vención Internacional de junto con la educación pop
socio-histórico mente en torno a la noción los Derechos del Niño/a y ular en América Latina, haci
de “ menor” . es promulgado por organ endo hincapié en una nueva
de surgim iento ismos internacionales tales niñez.
como las Naciones Unidas
y Unicef.
No hay participación
protagónica, pero sí par
ticipación (escalones me
dios de la escalera de par
ticipación).
Consecuencias sociales e Se busca desde la fam il Se prom ulga la igual Se acentúan las capaci
individuales ia, la educación y la so dad social de todos los/as dades y exigencias de los/
ciedad en su conjunto ho- niños/as, se declara como as niños/as y la gran influ
m ogeneizar, disciplinar objetivo máximo el interés encia que pueden ejercer en
y prevenir futuras desvi superior del niño/a (am la sociedad actual, ya que los
aciones de los/as niños/as, bigüedad del concepto). niños son considerados su
teniendo como principal jetos capaces y resistentes,
m e ta su adaptación en Plantea a la familia y a la es capaces de construir un rol
vez de la problematización cuela como las instituciones activo en la sociedad y de
y el desarrollo de su espíri adecuadas para que se de contribuir a cambios en la
tu crítico. sarrolle el proceso de so sociedad.
cialización de los niños/as y
adolescentes.
441
Relación jerárq uica y Asim étrica. A sim é trica (vínculo pro Sim étrica (aunque con
tector -activo- / protegi roles diferenciados).
niño-adulto Son los “ mayores” quienes do -pasivo-) aunque con
conocen cuáles son las un mayor respeto por los El adulto tiene el rol de po-
necesidades de los/as derechos de los/as niños/as tenciador del desarrollo ac
niños/as y qué es lo que en comparación con el para tivo y la capacidad de los/as
más les conviene, lo cual digma anterior. niños/as.
muchas veces puede llevar,
de forma invisibilizada, al El lugar del adulto no será del
fenómeno de la manipu “ sujeto supuesto saber” , sino
lación y la dominación. aquel agente que promueva
el cambio, la autonomía por
El niño como propiedad parte de los /as niños/as y
privada del adulto. privilegiando siempre el in
terés superior del niño.
- O c u lta r y penalizar el
trabajo infantil.
45
CAPITULO II!
Faas,A. E.
47
posteriormente algunos aspectos de la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura la que
puede considerarse como un puente entre las teorías conductistas y las cognitivas
desde sus aportes en el aprendizaje por imitación de modelos. Seguiremos con laTeoría
Cognitiva comenzando por Piaget quien puede considerarse el padre de la dicha teoría
por los aportes realizados en relación a la psicogénesis del conocimiento aplicados al
desarrollo infantil. Luego se presentará la teoría socio-histórica de Vigotsky, vinculando
la construcción de conocimiento con el desarrollo social del niño. Se hará hincapié en
las semejanzas y diferencias entre ambas posturas atendiendo al concepto de estadios,
la relación entre desarrollo y aprendizaje y el rol del medio y las interacciones sociales
en una u otra teoría. Se presentará luego la teoría bioecológica de Bronfenfrenner,
haciendo hincapié en el papel que juega en el desarrollo del niño el entorno social y
cultural. Por último se expondrá la teoría biosocial de Wallon quien nos permite una
integración de paradigmas desde una postura bio-psico-social.
La interrelación dialéctica entre las teorías se presenta en el cuadro que sigue.
Como puede verse ha sido realizado desde las grandes teorías clásicas de la psicología
que también han atravesado las explicaciones sobre el desarrollo del niño: psicoanálisis,
conductismo,cognitivismo,cada una de ellas relacionada con los aspectos del desarrollo
en los que han generado sus principales aportes: afectivo, cognitivo y social. A su
vez, del lado de las teorías que destacan el rol de lo biológico sobre lo ambiental se
coloca el papel de la herencia (teoría libidinal de Freud, teoría epigenética de Wallon,
teoría genética de Piaget) y del lado de las que destacan el rol del medio externo se
bordea el cuadro con lo ambiental (teoría psicosocial de Erikson, teorías conductistas
deWatson y Skinner, teoría del aprendizaje social de Bandura, teoría socio-histórica de
Vigotsky y teoría ecológica de Bronfenbrenner). Los principales representantes han sido
englobados en un círculo mientras que las teorías aparecen en rectángulos. Entre la teoría
psicoanalítica y las conductistas y cognitivistas se presenta un “versus” en función de sus
fundamentos epistemológicos mientras que entre las conductistas y las cognitivas un
“ +” considerando a estas últimas como una extensión actual del conductismo (Leahey,
2005). Bordeando el cuadro aparecen, a su vez, la posición del rol activo o pasivo del niño
como sujeto de su desarrollo, donde puede verse que desde las posturas psicoanalíticas
y conductistas el niño presenta un rol más bien pasivo mientras que desde las posturas
que se basan en teorías cognitivas constructivistas el niño adquiere un rol activo.Wallon
y Bronfenbrenner se ubican cerca de las teorías cognitivas, el primero por compartir la
visión de desarrollo infantil desde un punto de vista genético y contextual y el segundo
por destacar la importancia de los contextos del desarrollo para explicar la conducta del
niño. La influencia del contexto que define a la teoría vigotskyana lleva una flecha hacia
Bandura que también instala en el papel de los otros los fundamentos de la conducta
infantil. La teoría genética piagetiana subestima el papel de los otros en el desarrollo
cognoscitivo del niño postulando un desarrollo más bien individual, sin embargo, siendo
esta una de sus grandes limitaciones,abre el camino para la reconsideración y surgimiento
de teorías que rescatan el papel del contexto en el desarrollo infantil, por eso la flecha
sale hacia allí. A su vez, Bandura está conectado con Skinner por la importancia de los
refuerzos en el aprendizaje por imitación. Todo el cuadro está a su vez atravesado por
una flecha que contiene la palabra “ estadios” y que implica considerar cómo atraviesan
los estadios del desarrollo a cada una de estas teorías.
48
Este esquema no pretende ser exhaustivo y ofrece sólo un modelo de cómo
conectar las teorías entre sí para entender el desarrollo del niño desde un punto de
vista integral.
50
las histéricas Freud establece que la causa del comportamiento se encontraba en
experiencias traumáticas no exteriorizadas (reprimidas) que se traducía en síntomas
(representaciones simbólicas). El material reprimido debía pasar a la conciencia para
poder ser tratado y esto ocurría mediante la libre asociación.
En relación a cómo trabaja el inconsciente en el sujeto Freud elabora dos teorías:
Esta segunda teoría (o segunda tópica) recibe el nombre de“ Modelo Estructural” .
Aquí Freud supera el modelo anterior y propone un verdadero modelo del aparato
psíquico. La personalidad se explica ya no por un “ espacio” sino un conjunto de
estructuras que ¡nteractúan entre si. Según esta teoría la personalidad se compone
de tres sistemas diferentes: El primero es el Ello, que es innato, irracional y orientado
hacia la satisfacción (esto estaría en la antigua concepción de inconsciente de la primera
tópica). El segundo es el Yo, aprendido, racional y orientado a la realidad (lo que en la
primera tópica sería consciente y preconsciente). El tercero es el Súper-Yó, que es
irracional y moralista (la censura), compuesto de imperativos morales heredados. Freud
reemplazó la antigua dicotomía inconsciente-consciente por la propuesta desde este
punto de vista estructural. Si pensamos en el niño, al bebé recién nacido lo gobierna el
Ello. Los lactantes y bebés recién nacidos están orientados a la búsqueda de satisfacción
inmediata mediante la alimentación. El yo se desarrolla durante el primer año de vida y
se fortalece entre los 2 y 3 años. El super-yó se desarrolla entre los 4 y 5 años por lo
que en los primeros 5-6 años de vida el niño tendrá la totalidad de su aparato psíquico
formado.
Para Freud todos los síntomas tenían origen sexual. Decía que el organismo
generaba estados de tensión interior en búsqueda permanente de la satisfacción,
estas exigencias que plantea el cuerpo a la vida psíquica son las pulsiones y constituyen
el motor del psiquismo. Distinguía pulsiones del yo (autoconservación) y pulsiones
sexuo/es(conservación de la especie). Las primeras se satisfacen de manera directa
pero las segundas no sólo se satisfacen de manera indirecta sino que pueden lograr
su satisfacción a partir de una variedad de formas, por lo que revisten gran relevancia
psicológica para esta teoría. Las pulsiones sexuales se apoyan en las de autoconservación
proporcionando una base orgánica, una dirección y un objeto. Cuando el bebé es
alimentado obtiene satisfacción, que implicará satisfacción oral y sexualidad oral. El
chupeteo que primero es para saciar la alimentación posteriormente implica satisfacción
en sí mismo. La pulsión se satisface mediante la oralidad. La energía pulsional es la
“ libido” . Las fases del desarrollo psicosexual están determinadas por los avatares de la
libido, es decir, en dónde la libido encuentra su satisfacción.
La personalidad, por lo tanto, se forma en los primeros años de la vida cuando
los niños enfrentan conflictos inconscientes entre sus impulsos biológicos innatos y las
maneras de satisfacerlos según las exigencias del entorno.
Freud plantea una secuencia invariable en la que estos conflictos ocurren
definiendo las “ etapas del desarrollo psicosexual” , que están basadas en la maduración
del individuo pero que dependen de cómo la satisfacción transita de una zona corporal
a otra. El comportamiento del niño está ligado, por lo tanto, a la zona erógena de
gratificación propia de cada etapa evolutiva.
Las etapas del desarrollo psicosexual van de la infancia a la adolescencia, pero
considerando la niñez las tres primeras son las que tienen una importancia fundamental.
Las describiremos aquí brevemente ya que se ahondará en las mismas en los capítulos
siguientes.
Estas etapas son:
- Etapa O ral: La etapa oral involucra al primer año de vida del bebé. La boca es
la principal zona erógena, fuente de información primaria. No sólo la otorga al
bebé la satisfacción de alimentarse, sino sobre todo el placer de succionar. El
placer se origina al mover los labios, la lengua y el paladar en una alternancia
rítmica. Chupar, morder, succionar objetos son las conductas típicas de esta
etapa. La exploración del mundo ocurre a través de la boca.
- Etapa Anal: Va del primer a los tres años de vida. Aquí la principal zona eró
gena es el ano y región esfinteriana. La fuente principal de placer y conflicto
potencial es la actividad relacionada con el control de esfínteres. El placer se
encuentra en la retención y eliminación de las heces. El control de esfínteres
representa el primer intento del niño en convertir una actividad involuntaria en
voluntaria, logrando dominio sobre su cuerpo. Con el control de los esfínteres
el niño juega entre atender o resistirse a la educación y demandas de los adul
tos. El interjuego entre retención-expulsión impacta en su yo y en su entorno
social.
- Etapa F á iic a : Va de los tres a los cinco-seis años. La zona erógena son los ges
nitales.. En esta fase los niños tienen un interés especial por las diferencias en
tre los sexos y se descubren a sí mismos como niños o niñas. Son habituales las
actividades masturbatorias que producen al niño un placer autoerótico. Freud
establece las características principales de esta fase dando un papel primordial
al órgano sexual masculino sosteniendo que el clítoris es considerado por la
niña como una forma de falo inferior.AI inicio de la fase niños y niñas creen que
todas las personas poseen falo y la diferencia entre tener o no falo se percibe
como una oposición por castración. Luego cada uno toma un rumbo diferente
al entrar en lo que Freud denomina Complejo de Edipo. Freud sostiene que
tanto para la niña como para el niño el primer objeto de amor es la madre.
El niño siente deseos sexuales hacia su madre, y al percibir a las niñas como
castradas abandona sus deseos por temor a que le ocurra lo mismo, creándose
en el varón la angustia de castración que lo lleva a identificarse con su padre.
La niña abandona a la madre porque la cree culpable de su castración y surge
¡a envidia del pene. Sin embargo, se da cuenta que si es como su madre puede
acceder a un falo, a lo cual reacciona identificándose con ella y aparece el deseo
de engendrar un hijo de su padre. El Complejo de Edipo deja como herederos
la identificación de género y el Super-Yo al instaurarse la prohibición por el
deseo del progenitor del sexo opuesto.
- Etapa de Latericia: Va de los 6 a los doce años. En este período se desarro
llan fuerzas psíquicas que inhiben el impulso sexual y reducen su dirección. Los
impulsos sexuales inaceptables son canalizados a niveles de actividades acep
tables culturalmente. Esta reorientación de la libido que gobierna los impulsos
sexuales se denomina “ sublimación” y en el niño en edad escolar se traduce
en el aprendizaje y la producción de conocimiento. Esta característica de la se
xualidad de esta etapa como no manifiesta y reprimida es lo que lleva a Freud
a nombrar el período como de calma sexual. No lo consideraba una etapa, ya
que no surgía nada dramáticamente nuevo.
- Etapa Genital: Surge en la adolescencia cuando maduran los órganos genita
les y se extiende hasta la vida adulta. Hay un surgimiento de los deseos sexuales
y agresivos. El impulso sexual, que antes era autoerótico, se vuelca hacia el otro,
busca su satisfacción a partir de una interacción genuina con los demás. Freud
creía que los individuos maduros buscan satisfacer sus impulsos sexuales sobre
todo por la actividad genital reproductora con miembros del sexo opuesto.
53
1.2 Erikson y la Teoría Psicosocial
Erikson plantea una visión del desarrollo que abarca el ciclo completo de la vida
humana extendiendo así la visión freudiana en el tiempo, ya que lleva el desarrollo hasta
la vejez, pero también en los contenidos, ya que integra a lo psicosexual lo psicosocial.
La teoría eriksoniana amplia y redefine, por lo tanto, la teoría de los estadios de Freud
estableciendo que el desarrollo funciona a través de un principio epigentético. El
principio epigenético afirma que todo ser vivo tiene un plano básico de desarrollo, y es
a partir de este plano que se agregan las partes, teniendo cada una de ellas su propio
tiempo de ascensión, maduración y ejercicio, hasta que todas hayan surgido para formar
un todo en funcionamiento. Este principio se aplica en tres procesos complementarios:
a) en el proceso biológico de la organización de los sistemas de órganos que constituyen
un cuerpo (soma); b) en el proceso psíquico que organiza la experiencia individual a
través de la síntesis del yo (psique); c) en el proceso social de la organización cultural
e interdependencia de las personas (ethos). Supone que la persona se desarrolla de
acuerdo con etapas estructuralmente organizadas y conforme a sus disposiciones y
capacidades internas y la sociedad interactúa en la formación de la personalidad en
cuanto a los aspectos de las relaciones sociales significativas, así como en los principios
relacionados de orden social.
Erikson postula la existencia de ocho estadios de desarrollo que se extienden
a lo largo de todo el ciclo vital, desde que nacemos hasta la vejez. Estos estadios son
jerárquicos y funcionan integrando las limitaciones y cualidades de los estadios anteriores,
por lo que el modelo epigenético de Erikson es también un modelo ontogenético. Cada
estadio implica un proceso en continuo desarrollo que se transforma como un todo
e implica cada vez mayor diferenciación interna, complejidad, flexibilidad y estabilidad.
El desarrollo humano se presenta en forma similar al desarrollo de un embrión, en
54
el que cada estadio es resultado de la maduración anterior. Este modelo tiene dos
premisas básicas: I . la personalidad humana se desarrolla de acuerdo con los pasos
determinados por la capacidad de progresar, saber y relacionarse en una esfera social
que se hace más extensa entre más avanza la edad de la persona; 2. la sociedad, en
principio, está constituida de manera que cumple y estimula la sucesión de aparición
de potencialidades y el desarrollo de virtudes, en ritmo adecuado al desarrollo de la
persona.
Cada etapa tiene componentes psicológicos, biológicos y sociales,y es el resultado de
la que la precede.Asímismo,cada etapa se caracteriza por una tarea de desarrollo específica
o crisis, que debe resolverse antes de pasar a la siguiente. Las crisis comprenden el paso
de un estadio a otro y pueden implicar en mayor o menor grado un proceso progresivo
de cambio o un estancamiento. Las crisis son una oportunidad en el desarrollo humano
para avanzar y, por lo tanto, si la tarea de desarrollo no se completa satisfactoriamente, se
puede presentar un retroceso o un retraso en el desarrollo. Implican también la relación
dialéctica entre las fuerzas sintónicas (virtudes o potencialidades) y distónicas (defectos o
vulnerabilidad). De la resolución positiva de una crisis emerge una fuerza o potencialidad
específica para cada estadio. Por lo que, cuando la tarea a desarrollar se cumple en forma
satisfactoria, la persona se fortalece y despliega una virtud psicológica que la ayuda a
resolver la crisis siguiente. Cuando no se resuelve de manera satisfactoria emerge una
fragilidad específica para ese estadio. Nuestros progresos a través de cada estadio están
determinados en parte por nuestros éxitos o fracasos en los estadios precedentes. La
teoría sostiene que las capacidades y recursos que se desarrollan en cada uno de los
estadios influyen en la personalidad total.
Cada fase comprende:
- Funciones o tareas que son de naturaleza psicosocial y siguen un cierto orden
genéticamente determinado.
- Un tiempo óptimo que debemos respetar en cada niño, acelerar el desarrollo
en cualquiera de ellas promoviendo la adultez puede ser tan perjudicial como
retrasarlo mediante sobreprotección
- Virtudes o fuerzas psicosociales que se desarrollan cuando atravesamos exito
samente una fase y nos ayudarán en el resto de las siguientes
- Maladaptaciones o malignidades que se desarrollan cuando fracasamos en el
desarrollo de una fase impactando en el desarrollo de las siguientes. La malig
nidad implica un gran número de aspectos negativos de la función y muy pocos
de los positivos mientras que la maladaptación comprende un exceso de as
pectos positivos sobre los negativos. Ninguna de las dos implica un equilibrio
saludable entre los polos que plantea la función, siendo la peor, por su carga
negativa, la malignidad.
55
lo que el niño recibe de su madre o la persona que lo cuida, es decir, de la calidad del
cuidado que se recibe y del vínculo que se establece entre ambos, en caso contrario
primará en él un sentimiento de desconfianza. De la resolución positiva de la antítesis
confianza-desconfianza surge la virtud de la esperanza. En la dinámica del dar y recibir
de la relación del niño con su madre, éste sabrá que puede expresar sus demandas y
que hay otro que las satisfará.
2-3 años: Autonom ía versus Vergüenza-Duda
El segundo estadio corresponde al llamado estadio anal—m uscular de la niñez
temprana, desde alrededor de los 18-24 meses hasta los 3—4 años de edad. Período de
la maduración muscular -aprendizaje de la autonomía física; del aprendizaje higiénico - del
sistema retentivo y eliminativo y del aprendizaje de la verbalización - de la capacidad
de expresión oral. El ejercicio de estos aprendizajes se vuelve la fuente ontogenética
para el desarrollo de la autonomía, esto es, de la auto-expresión de la libertad física, de
locomoción y verbal; bien como de la heteronimia, esto es, de la capacidad de recibir
orientación y ayuda de los otros. El niño aprenderá a controlar esfínteres, descubrirá
sus habilidades y limitaciones: aprendeár a hablar, a caminar, a trepana correr y a
comunicarse con los demás mediante el lenguaje hablado.Aprenderá a relacionarse de
otra forma lo que le ayudará a ejercer control sobre sí mismo y sobre el mundo que lo
rodea. Si se desarrolla la confianza en la etapa anterior, los niños ahora se darán cuenta
que son entes separados de su madre y comienzan a comprender que ellos pueden
tener efecto en las personas que los rodean; es la época del “ yo puedo solito” , y la
virtud que se desarrolla es la determinación y voluntad.
3-5 años: Iniciativa versus Culpa
La edad preescolar corresponde al aprendizaje y el descubrimiento sexual
(masculino-femenino), mayor capacidad locomotora y perfeccionamiento del lenguaje.
Estas capacidades predisponen al niño para iniciarse en la realidad o en la fantasía, en el
aprendizaje psicosexual (identidad de género y respectivas funciones sociales y complejo
de Edipo), en el aprendizaje cognitivo (forma lógica preoperacional y comportamental) y
afectivo (expresión de sentimientos). Este es el estadio genital-locom otor o la edad
del juego. Desde los 3-4 hasta los 5-6 años, la tarea fundamental es la de aprender la
iniciativa sin una culpa exagerada. La iniciativa sugiere una respuesta positiva ante
los retos del mundo, asumiendo responsabilidades, aprendiendo nuevas habilidades y
sintiéndose útil. La virtud que surge de la resolución positiva de la iniciativa versus
la culpa es el propósito. La virtud psicosocial del propósito o coraje implica la
capacidad para la acción a pesar de conocer claramente nuestras limitaciones y los
fallos anteriores.
6-12 años: Laboriosidad-lndustriosidad versus Inferioridad
Esta es la etapa del comienzo formal de la escuela.Aquí el niño inicia la edad escolar
y el aprendizaje sistemático. Desde los estadios freudianos se corresponde con la etapa
de latencia. En la etapa de latencia disminuyen los intereses por la sexualidad personal
y social, acentuándose los intereses por el grupo del mismo sexo. El niño desarrolla
un sentido de competencia para el aprendizaje cognitivo, para la iniciación científica y
tecnológica; para la formación del futuro profesional, la productividad y la creatividad.
Puede acoger instrucciones sistemáticas de los adultos en la familia, en la escuela y en
la sociedad; tiene condiciones para observar los ritos, normas, leyes, sistematizaciones
y organizaciones para realizar y dividir tareas, responsabilidades y compromisos.La
tarea principal es desarrollar una capacidad de lab o rio sid ad al tiempo que se evita un
sentimiento excesivo de inferioridad. Los niños deben “ domesticar su imaginación”
y dedicarse a la educación y a aprender las habilidades necesarias para cumplir las
exigencias de la sociedad. De la resolución de esta crisis nace la co m p ete n cia personal
y profesional para la iniciación científica-tecnológica y la futura identidad profesional..
2 . La Teoría Conductista:
57
Dentro de los grandes aportes de esta teoría se encuentran las teorías sobre
el aprendizaje y el moldeamiento: Condicionamiento clásico (asociación E-R) y
operante (contingencias de reforzamiento). Los representantes más notorios del
conductismo fueron J. B. Watson (1878-1958) desde el llamado Condicionamiento
Clásico y B.F.Skinner (1904-1990) desde el condicionamiento operante.
Definición: Tipo
de aprendizaje en el que
un estímulo previamente
neutro llega a evocar una
respuesta por medio de su
asociación con un estímulo
que genera la respuesta
por vía natural.
58
negaba la idea de que estuvieran presentes en los hombres afirmando que eran simples
reflejos pero no patrones de conducta innatos y complejos. De hecho afirma que más
bien son el resultado del entrenamiento perteneciente a la conducta aprendida.
Watson se apoyaba en los trabajos de Iván Pavlov (1849-1936), un fisiólogo
ruso que investigando la fisiología de las glándulas salivales en un perro descubre
que antes de que la comida llegara a él, el tubo con el que medía la salivación ya se
había llenado. Pavlov descubre que el perro anticipaba el advenimiento de la comida
mediante la escucha de sus pasos acercándose y que por lo tanto comenzaba a salivar
antes de que la comida estuviera frente a él. Luego reemplaza los pasos por el sonido
de una campana (estímulo condicionado) y presenta la campana junto a la comida
(estímulo incondicionado) varias veces, midiendo la respuesta de salivación (respuesta
incondicionada). Posteriormente presenta solamente el sonido de la campana y observa
la respuesta de salivación (respuesta condicionada). El perro logró asociar el sonido de
la campana con el advenimiento de la comida, por lo tanto manifestó un aprendizaje
condicionado de salivación frente al sonido que no produciría “ naturalmente” esta
respuesta.
Watson lleva estos conceptos al ámbito del comportamiento humano siendo
considerado un ambientalista radical porque sostenía que era la experiencia y no la
herencia la que hacía a las personas como eran. Si se cambiaba la experiencia por
ende, se cambiaba la personalidad. Por eso cuando enfrentó la pregunta de por qué
las personas actúan como lo hacen, teniendo conductas similares en algunos casos y
muy diferentes en otros, descarta en su respuesta el concepto de instinto como fuerza
impulsora de acciones determinadas o de deseo, como energía interior volcada a poseer
determinada cosa o situación; y explica estos fenómenos del comportamiento por la
vía de los reflejos condicionados y el aprendizaje. Watson afirmaba que las personas
actúan del modo que lo hacen porque aprendieron a responder de determinado modo
mediante un proceso de condicionamiento.
59
como pequeños adultos otorgando rigurosos consejos a cerca de la disciplina y el amor
impartido de padres a hijos. En su libro escribe:
“ N unca le abrace ni le bese, nunca le deje sentarse en su regazo. Si tien e que hacerlo,
bésele una vez en la frente al dar las buenas noches. D ele la mano p o r las mañanas. D ele un
golpecito en la cabeza si ha realizado muy bien el trabajo de una ta rea difícil. Inténtelo. En el
transcurso de una semana se dará cuenta de lo fácil que es se r perfectam ente objetivo con
su hijo y, a la vez, amistoso. Se sentirá absolutam ente avergonzado de la m anera empalagosa y
sentimental con la que le había estado tratando (pp. 8 1 -8 2 )”
¡ 1 " "
e*
61
Esta combinación de objetividad y fe en el poder del aprendizaje invadió gran
parte de las formulaciones psicológicas norteamericanas de principio de siglo. El
optimismo y pragmatismo reinante en la época produjo además la aplicación de estos
principios en el ámbito de la educación formal; de la publicidad y la propaganda; en el
tratamiento del comportamiento alterado; y en cierto modo, en la organización social
toda.
Esta importante gama de aplicaciones, se debe además, a que las ideas de Watson
se ajustan perfectamente a la creencia norteamericana de la igualdad de oportunidades,
el énfasis en el pragmatismo sin estar afectado por lo emocional/ interno y la fe en la
perfectibilidad y el progreso.
62
Tanto Watson como Skinner intentaron correlacionar la conducta con los
estímulos del entorno. Como conductistas radicales, buscaban las causas de la conducta
fuera del ser humano. Skinner rechazaba una psicología cuya explicación radicara
en procesos internos y siguió a Watson en situar la responsabilidad de la conducta
directamente en el entorno.
El entorno es quien brinda el contexto adecuado para reforzar (premiar) o
castigar conductas. Cuando las condiciones del entorno son reforzantes es probable
que la conducta se repita ya que la misma se ve fortalecida, mientras que si la conducta
se castiga es probable que esta disminuya o tienda a desaparecer porque el castigo la
debilita. La clase o momento en que las consecuencias del ambiente se asocian a una
conducta determinada fortalecen o debilitan la misma. Las consecuencias que fortalecen
un comportamiento se denominan reforzadores, mientras que las consecuencias que
debilitan la misma se denominan castigos. Un reforzador positivo añade algo agradable
del ambiente con el objetivo de fortalecer una conducta, un reforzador negativo
quita algo desagradable del ambiente también con el objetivo de fortalecerla. Un castigo
positivo (por aplicación) añade algo desagradable del ambiente con el objetivo de
debilitar una conducta mientras que un castigo negativo (por remoción) quita algo
agradable del ambiente también con el objetivo de debilitarla.
En el cuadro siguiente puede verse como los 4 tipos de consecuencias sobrevienen
de presentar o quitar un estímulo positivo o negativo con el objetivo de fortalecer o
suprimir una conducta.
La conducta es La conducta es
fortalecida suprimida
63
se podían solucionar aplicando principios operantes y criticaba la amenaza del castigo para
forzar a los estudiantes a aprender en lugar de manejar cuidadosamente las contingencias
del refuerzo. Según Skinner la conducta que se refuerza es más probable que se fortalezca
pero no necesariamente la conducta que se castiga se debilita por lo que era necesario
manejar las contingencias del refuerzo para obtener las conductas deseadas.
En el ámbito educativo, proponía presentar a los estudiantes el material de estudio
en una serie de pequeños pasos, reforzando paulatinamente y de manera creciente los
logros y permitiendo al estudiante ir a su propio paso. Los principios de modificación
de conducta utilizados por Skinner y sus seguidores fueron aplicados en distintos tipos
de trastornos psicológicos como las fobias, los desórdenes del habla, la ansiedad, etc.
Desde esta teoría se supone que las personas “ aprenden” la conducta anormal de la
misma manera que aprenden la conducta normal por lo que el tratamiento consiste en
eliminar los refuerzos que mantienen la conducta indeseable manejando aquellos que
mantienen la conducta deseable.
Actualmente existen distintas estrategias aplicables en “terapia de conducta” que
se desprenden de los postulados del condicionamiento operante. Algunas de las más
conocidas son: Priming: se provoca un comportamiento deseado que es infrecuente
de manera deliberada para que pueda ser reforzado. Shaping o Moldeamiento: se
enseñan conductas complejas mediante “ aproximaciones sucesivas” que refuerzan cada
vez más las conductas que se parecen a la deseada. Encadenamiento: reforzamiento
secuencial de componentes parciales hasta lograr la conducta total. Puede ser hacia
delante o hacia atrás. Contracondicionamiento: Se sustituye un comportamiento
indeseado por uno deseado dejando de reforzar el primero y reforzando este último.
Extinción: Un comportamiento previamente reforzado se anula cuando se elimina el
refuerzo que lo mantenía.
3. La Teoría Cognitiva
La psicología cognitiva trata de“ cómo las personas incorporan la información, cómo la
codifican y la recuerdan, cómo toman decisiones, cómo transforman sus estados cognoscitivos
internos y cómo traducen estos estados en emisiones conductuales”
En la segunda mitad del siglo X X la teoría conductista comienza a declinar y
comienza a surgir la psicología cognitiva. La psicología cognitiva toma sus antecedentes
de los estudios experimentales sobre la cognición, el funcionalismo y el estructuralismo.
Surge como corriente psicológica en los años 50 y 60 como reacción al conductismo
pero tomando los aportes del conductismo metodológico. Opone a la caja negra del
conductismo radical la idea de procesos mentales propios del funcionamiento cerebral
que intervienen y median la conducta humana.Así como el conductismo plantea que la
mente no puede ser estudiada debido a la imposibilidad de un acercamiento a través
del método científico, el cognitivismo hace uso de procesos mentales internos para
explicar la conducta (a diferencia de tan sólo asociaciones entre estímulos y respuestas).
La psicología cognitiva toma de la Gestalt algunas cuestiones claves como el rol activo
del sujeto, las maneras en que se produce la organización perceptiva, el concepto de
estructura cognitiva y el pensamiento creador.
La Psicología Cognitiva del procesamiento de la información que surge durante
los años 60 y 70 debe entenderse como la última form a del comportamentalismo,
más que como una revolución científica kuhniana que derrocó al conductismo. “ La
Psicología Cognitiva representa la continuación de la evolución conceptual sufrida por
la psicología de la adaptación porque entiende los procesos cognitivos como funciones
conductuales adaptativas. Es una reafirmación del funcionalismo estadounidense inicial”
(Leahey, 2007)
Desde esta teoría, los E—R del conductismo radical son reemplazados por input—
procesos mentales-output. Los estados mentales se entienden como realidades objetivas
traducibles en fenómenos mensurables y repetí bles. Mediante la conducta observable se
pueden inferir los procesos mentales centrales.
PERSONA . CONDUCTA
Creencias, expectativas Acciones individuales,
conocimientos, actitudes elecciones y declaraciones verbales
K,
\AMBIENTE
Recursos, consecuencias de las acciones
y condiciones físicas
Fuente: Bandura, A. Social Foundations of Thougth and Action. Englewood Cliffs, N. Prentice
Hall, 1986, p. 24.
65
A diferencia de los conductistas, Bandura destaca la importancia de la cognición.
Establece que la persona más que responder automáticamente a refuerzos o castigos
responde cognitivamente a las percepciones de su ambiente. Si bien la mayoría de
la conducta es controlada por fuerzas ambientales, existen mecanismos internos de
representación de la información que son centrales para que se genere el aprendizaje.
Bandura plantea que la persona aprende no sólo por asociación de estímulos y
por las contingencias de los refuerzos que se asocian a una conducta dada, sino que
muchos de nuestros aprendizajes devienen de la imitación u observación de modelos
sociales. El aprendizaje por la observación (modelado) y la auto-regulación son los
pilares básicos de la teoría.
Las principales semejanzas y diferencias entre la teoría conductista y la teoría del
aprendizaje observacional pueden apreciarse en el siguiente cuadro:
66
las agresiones verbales. En otras palabras, imitaron lo que veían en la película y de una
manera bastante precisa. Lo llamativo de este experimento es que los niños cambiaron
su comportamiento luego de sólo observar la película. Esto demostraba otra forma
de aprendizaje diferente al planteado por las teorías de aprendizaje conductuales
estándares. Bandura llamó al fenómeno aprendizaje por observación o modelado, y
su teoría usualmente se conoce como la teoría social del aprendizaje. Bandura llevó
a cabo un largo número de variaciones sobre el estudio en cuestión: el modelo era
recompensado o castigado de diversas formas de diferentes maneras; los niños eran
recompensados por sus imitaciones; el modelo se cambiaba por otro menos atractivo
o menos prestigioso y así sucesivamente. En respuesta a la crítica de que el muñeco
bobo estaba hecho para ser “ pegado” , Bandura incluso rodó una película donde una
chica pegaba a un payaso de verdad. Cuando los niños fueron conducidos al otro cuarto
de juegos,encontraron lo que andaban buscando...¡un payaso real! Procedieron a darle
patadas, golpearle, darle con un martillo, etc.
Bandura estableció que los elementos básicos para que el aprendizaje observacional
ocurra son: un nivel de atención que implique orientación y observación del modelo,
la retención de la información modelada que requiere codificarla y transformarla para
almacenarla en la memoria, la producción de lo aprendido que consiste en traducir las
concepciones visuales y simbólicas de los sucesos modelados en conductas abiertas y
la motivación y reforzamiento, que implica que lo adquirido por observación se exhibe si
hay motivación. En el aprendizaje observacional el reforzamiento motiva las conductas.
Según esta teoría el aprendizaje observacional puede ocurrir:
- Por reforzamiento vicario: cuando el niño imita conductas que son reforzadas
en otros de su entorno, como sus compañeros o grupo de pares, muchas veces
sin ser demasiado consciente de ello. El observador ve que otros son reforza
dos por una conducta particular y luego intenta realizarla con más frecuencia.
Ha recibido reforzamiento vicario.
- Por imitación de modelos: cuando el niño imita un modelo a seguir que actúa
como “ demostrativo” o “ modeliza” una conducta dada. La imitación ocurrirá si
el refuerzo que obtiene el modelo resulta interesante para el niño. El observa
dor reproduce las conductas del modelo y recibe reforzamiento directo.
- En ocasiones la persona controla sus propios reforzadores mediante autorre-
forzamiento. Los criterios de autoevaluación, sentimientos de autoeficacia y
expectativas puestas en una tarea condicionan estos reforzamientos.
Una serie de factores influyen en el aprendizaje observacional, tal como los que se
detallan en siguiente cuadro:
Característica Efectos sobre el modelamiento
Estado del Mayor desarrollo implica más atención, mayor capacidad para procesar la
desarrollo información, mejoras en el uso de estrategias y motivadores intrínsecos.
Prestigio y Se presta mayor atención a modelos competentes y de estatus elevado. Las
competencia del consecuencias de las conductas modeladas ofrecen información acerca del valor
modelo funcional. Los observadores intentan aprender las acciones que creen que
necesitarán.
Consecuencias Las consecuencias que reciben los modelos informan sobre la pertinencia
vicarias conductual y los resultados de las acciones. Las consecuencias valoradas motivan
a los observadores. La similitud en los atributos o competencias señalan la
conveniencia y aumentan la motivación.
Expectativas de Es más probable que los observadores realicen acciones modeladas que
los resultados consideran apropiadas y que producirán resultados reforzantes
Establecimiento Es probable que los observadores atiendan a modelos que demuestran conductas
de metas que ayuden a los observadores a conseguir metas.
Autoefícacia Los observadores atienden a los modelos cuando creen que son capaces de
aprender o realizar la conducta modelada. La observación de modelos similares
influye en la autoefícacia (“si ellos pueden yo también”).
68
El conocimiento implica para Piaget transformar y actuar sobre la realidad
concreta. Su teoría es clasificada como constructivista ya que parte de considerar la
interacción entre la persona y el medio como el instrumento básico para desarrollar
las capacidades cognitivas, que a su vez nos permitirán conocerlo y actuar sobre él. Se
trata de un proceso activo que se encuentra presente desde que el niño nace. El niño,
a partir de su juego con los objetos, irá desarrollando su percepción de las cualidades
que éstos poseen y que le facilitan su acción y la posterior creación de la estructura
mental que le va a permitir comprenderlo y actuar sobre su entorno.
Conceptos Claves
Maduración: la maduración se centra en el desenvolvimiento progresivo del
programa genético que posibilita la complejización del comportamiento humano, pero
para la teoría piagetiana el conocimiento no es innato, sino que supone una construcción
individual obtenida a partir de la interacción con el medio, es decir, por aprendizaje.
Factores provenientes del medio interactúan, por lo tanto, con la maduración.
In te lig en cia: para Piaget la inteligencia implica la capacidad adaptativa de la
relación que el individuo establece con su medio ambiente. Se traduce mediante la
adaptación del los esquemas del sujeto al mundo que lo rodea.
E sq u e m a : Los esquemas son las estructuras cognitivas básicas consistentes
en los patrones organizados de comportamiento y utilizados en diferentes clases de
situaciones. Implican estructuras de conocimiento internas en las que se incorpora y
compara la nueva información. El esquema se puede combinar, ampliar o alterar para
dar espacio a la nueva información.
Invariantes funcionales: éstas son las funciones de la inteligencia innatas y
estables que generan las estructuras cognoscitivas. Operan mediante dos procesos
complementarios: la organización y la adaptación.
Organización: la organización integra las estructuras y sus partes. La información
se ordena en sistemas o categorías mentales.
Adaptación: la adaptación implica el ajuste a la nueva información del entorno
mediante los procesos complementarios de asimilación y acomodación. La asimilación
se podría definir como la modificación que ha de sufrir la comprensión para abarcar
lo nuevo. Implica la incorporación de información nueva a una estructura cognitiva
existente, nos ayuda a interpretar la realidad desde los esquemas mentales que ya se
poseen. La acomodación implica cambios en una estructura cognitiva existente para
incluir información nueva. Cuando nos acomodamos reconocemos objetivamente la
realidad y nos adaptamos a ella modificando nuestro desarrollo cognitivo en función
del contacto con el medio.
Equilibración: la equilibración es la tendencia a buscar el balance entre los
elementos cognitivos del organismo así como entre éste y el mundo exterior. Implica
el paso de un estadio inferior a otro superior como consecuencia de la maduración
y de las experiencias con el medio ambiente. A medida que el niño se desarrolla va
69
logrando un nivel de equilibrio superior, advirtiéndose que la equilibración necesita de
la abstracción, sea ésta simple o reflexiva. Para Piaget, la inteligencia pasa por cuatro
estadios que se suceden en un orden de nivel de equilibración superior de uno con
respecto al anterior. Cada período completa al anterior y lo supera.
Estadios de la inteligencia:
Mencionaremos aquí sólo brevemente los estadios propuestos por Piaget ya
que los mismos se desarrollarán con mayor detalle en las secciones posteriores que
exponen las diferentes etapas de la evolución infantil.
El período sensoriomotriz (nacimiento a 2 años)
Piaget publicó varios estudios sobre psicología infantil y, basándose
fundamentalmente en el crecimiento de sus hijos, elaboró una teoría de la inteligencia
sensoriomotriz que describía el desarrollo espontáneo de una inteligencia práctica,
basada en la acción, que se forma a partir de los conceptos incipientes que tiene el
niño de los objetos permanentes del espacio, del tiempo y de la causa. Para Piaget, los
principios de la lógica comienzan a desarrollarse antes que el lenguaje y se generan a
través de las acciones sensoriales y motrices del bebé en interacción con el medio. En
este estadio Piaget plantea que los bebes aprenden a través de su actividad sensorial y
motora en desarrollo. Los bebés ponen en juego estas actividades mediante la práctica
repetitiva y sostenida que los ayudará a lograr sus objetivos de descubrimiento y
exploración del mundo. La inteligencia sensorio-motriz se subdivide en 6 subestadios:
a) Ejercicio reflejo (0-1 mes): En este momento prevalece el uso de los esquemas
reflejos, por ejemplo reflejo de succión. Los reflejos se van afinando con el sucesivo
ejercicio.
70
c) Reacciones circulares secundarias (4-8 meses): Además de persistir los
movimientos que tienden a la satisfacción de necesidades, se presenta un nuevo
componente: la intencionalidad.Aparecen las acciones intencionadas pero originalmente
no dirigidas a un objetivo.
d) Coordinación de Esquemas Secundarios (8-12 meses): El comportamiento es
más deliberado e intencional. Coordinan conductas aprendidas previamente logrando
la coordinación visomotriz, por ejemplo, al asir un juguete. Aplica lo conocido a
situaciones nuevas.
e) Reacciones circulares terciarias (12-18 meses): Experimentación activa:
muestra una mayor curiosidad por los objetos que le rodean y un mayor grado de
comprensión de lo que sucede a su alrededor. Es capaz de construir nuevos esquemas
basado en la experimentación. Surge la modificación intencional de las acciones para
observar los resultados.
f) Combinaciones mentales (18-24 meses): Los bebés superan el ensayo y error
y ya pueden representar mentalmente eventos.
El periodo preoperacional (2 a 6/7 años)
En este periodo el niño desarrolla un sistema de imágenes y utiliza los símbolos
para representar personas, lugares y eventos. Fuertemente egocéntrico, representará el
mundo en función de su propia perspectiva y establecerá relaciones entre los hechos
más basadas en sus propias percepciones y creencias que en la realidad objetiva. El
lenguaje y el juego simbólico e imaginativo son importantes manifestaciones en esta
etapa. El pensamiento es fuertemente intuitivo y aún no es lógico.
Abarca dos subestadios:
- Preconceptual o pensamiento simbólico (2 a 4 años)
- Intuitivo (4 a 7 años)
El período de las operaciones concretas (7 a 12 años)
Aquí el niño realiza el tránsito de la centración subjetiva y el egocentrismo
propios de la edad preescolar a la descentración cognitiva y social.
El proceso de descentración que el niño lleva a cabo en su ingreso a la escolaridad
formal le permite la construcción de las operaciones lógicas, los sistemas operatorios
de transformaciones y las nociones de conservación. El gran logro de esta etapa es la
reversibilidad de pensamiento.
I El período de las operaciones formales ( 12 años en adelante)
i El tipo de pensamiento se caracteriza por ser hipotético - deductivo, abstracto
y formal. El principal logro de esta etapa es el pensamiento abstracto.
.
;
71
4. L a Perspectiva Contextúa!
72
interacción dinámica.
La teoría de Vigotysky plantea la existencia de funciones mentales inferiores y
superiores. Las funciones mentales inferiores son innatas y el comportamiento que
de ellas se deriva es limitado; mientras que las funciones mentales superiores se
adquieren y desarrollan a través de la interacción social. Puesto que el individuo se
encuentra en una sociedad y cultura específicas, las funciones mentales superiores
están determinadas por la sociedad: es decir son mediadas culturalmente. En este nivel, el
comportamiento está abierto a mayores posibilidades. El conocimiento es el resultado
de la interacción social; en la interacción con los demás adquirimos conciencia de
nosotros, aprendemos el significado y uso de los signos que, a su vez, nos permiten
pensar en formas cada vez más complejas. Para Vigotsky, a mayor interacción social,
mayor conocimiento, más posibilidades de actuar y funciones mentales más complejas.
De acuerdo con esta perspectiva, por lo tanto, el ser humano es ante todo un ser
cultural y esto es lo que establece la diferencia del ser humano con respecto a otras
especies. Al existir una separación entre funciones mentales inferiores y superiores,
el individuo no sólo se relaciona en forma directa con su ambiente, sino también a
través de y mediante la interacción con los demás individuos. Para Vigotsky la psicología
propiamente humana es un producto mediado por la cultura.
Vigotsky plantea que evolutivamente se dan dos caminos paralelos: La línea
natural del desarrollo de procesos elementales, como el crecimiento, la atención, la
percepción o la motivación y la línea cultural del desarrollo, que evoluciona hacia
las conductas superiores ligadas estrechamente a la vida social.A lo largo de la segunda,
la organización cultural del desarrollo general y cognitivo es la acción educativa en
sentido amplio en procesos naturales de crianza y, más específicamente, en la enseñanza
escolar.
El lenguaje es el instrumento central del desarrollo cultural desde el momento
que facilita la mediación interpersonal. “Todas las funciones superiores se originan
como relaciones entre seres humanos” . Vigotsky plantea que el conocimiento es
primero interpsicológico para luego interiorizarse y tornarse intrapsicológico. Las
funciones mentales superiores se manifiestan primero en el ámbito social (habilidades
interpsicológicas), para luego centrarse a nivel individual (habilidades intrapsicológicas).
A esta distinción entre habilidades interpsicológicas y habilidades intrapsicológicas y al
paso de las primeras a las segundas se le conoce con el concepto de interiorización. El
desarrollo del individuo llega a su plenitud en la medida que es capaz de apropiarse y
de internalizar las habilidades interpsicológicas.
En primera instancia el comportamiento del ser humano depende de los otros;
luego, a través de la interiorización, el individuo es capaz de actuar por sí mismo y
de asumir la responsabilidad de sus actos. De esta manera, Vigotsky considera que
el aprendizaje estimula y activa una variedad de procesos mentales que afloran en
el marco de la interacción con otras personas, interacción que ocurre en diversos
contextos y es siempre mediada por el lenguaje.
Esos procesos, que en cierta medida reproducen esas formas de interacción
social, son internalizadas en el proceso de aprendizaje social hasta convertirse en
modos de autorregulación.
73
Zona de desarrollo próximo
Vigotsky habla de dos niveles de desarrollo:
- El desarrollo real implica lo que el individuo a conseguido aprender y realizar por
sus propios medios, solo y sin ayuda de otros. Este nivel de desarrollo depende
de la maduración de estructuras por lo que sería compatible con las descrip
ciones del desarrollo cognitivo piagetianas.
- El desarrollo potencial implica lo que puede hacer con la ayuda de los demás,
sean éstos adultos significativos (padres o maestros) o pares más capaces
(compañeros, hermanos, amigos).
Interiorización
74
ambiente social, en la interacción con los demás. Nuestro conocimiento y la experiencia
de los demás es lo que posibilita el aprendizaje, mientras más rica y frecuente sea la
interacción con los demás, nuestro conocimiento será más rico y amplio.
75
4.2 La Teoría Bio-Ecológica de U rie Bronfenbrenner
76
Microsistema, mesosistema,exosistema, m acrosistem aycronosistem a
77
6 meses brindadas a las empleadas estatales favorecen el amamantamiento y el
vínculo de apego de la madre con el niño. Un trabajo con un clima hostil que
genera frustración en los padres propiciará malos tratos en el entorno familiar
y con los niños.
d) Macrosistema: son todas aquellas correspondencias de forma y contenido,
de los sistemas de menor orden que existen en una subcultura o en una cul
tura en su totalidad, junto con cualquier sistema de creencias o ideología que
sustente dichas correspondencias. Consiste en patrones culturales globales
como valores, creencias, costumbres y sistemas económicos dominantes en
una cultura dada (por ejemplo el capitalismo o socialismo) y que se filtran de
manera permanente y de múltiples formas en la vida diaria de los individuos.
En la cultura latina los adolescentes viven con sus padres muchas veces hasta
que se es adulto joven, mientras que en la anglosajona tienden a abandonar el
hogar entre la adolescencia media y tardía. Asimismo, los valores de la cultura
occidental como el capitalismo e individualismo son muy diferentes de los va
lores orientales y esto atraviesa la vida cotidiana del niño y adolescente.
e) Cronosistema: aquí se añade la dimensión temporal que definen el grado de
estabilidad o cambio en el desarrollo de la persona. Modificaciones en la com
posición familiar, lugar de residencia, empleo así como eventos de mayor enver
gadura como guerras, crisis económicas, oleadas migratorias, etc. se consideran
factores del cronosistema. Los cambios en los patrones familiares debido a la
industrialización de las sociedades (madres trabajadoras), la movilidad entre las
clases sociales, etc son ejemplos de factores del cronosistema.
80
Concepto de Desarrollo
Wallon define un estadio como un conjunto características específicas que
se establecen a partir de las relaciones que el sujeto mantiene con el medio, en un
momento dado del desarrollo.
Como en la teoría de Piaget, el concepto de desarrollo está vinculado al concepto
de estadio sin embargo Wallon plantea que para la definición de cada estadio hay que
tener en cuenta, tanto la función dominante que está presente en el mismo (actividad
dominante), como la orientación de la actividad que desarrolla el sujeto (hacia sí mismo
o hacia fuera).
Para localizar la función dominante que forma la unidad y la cohesión del
estadio, es preciso, para cada período, considerar simultáneamente el conjunto de
comportamiento del niño y sus condiciones de existencia propias del período en
cuestión. La integración de las actividades múltiples y diversas bajo la dirección de
la función dominante define el estadio, y la integración de las funciones aparecidas
sucesivamente constituye el modo de sucesión de los estadios. Por lo tanto, «tomada
en cada uno de sus momentos sucesivos, la vida psíquica presenta una estructura-
tomadas en su sucesión, estas estructuras se ordenan en una estructura superior que
da a la personalidad su fisonomía» (Wallon, 1938, p. 8. 10-8) En la progresión del
desarrollo describe, entonces, niveles elementales que transitan hacia los avanzados con
preponderancias dirigidas a la construcción del yo (centrípetas) o del mundo externo
(centrífugas). La transición de un estadio a otro se produce por el cambio de función
dominante.A su vez, la secuencia y organización de los estadios se regula por dos leyes:
ley de alternancia funcional y ley de preponderancia e integración funcional.
La ley de alternancia funcional es la ley principal que regula el desarrollo
psicológico del niño. Plantea que las actividades del niño, unas veces se dirigen a la
construcción de su indivualidad y otras al establecimiento de relaciones con los
otros; alternándose la orientación progresivamente en cada estadio. Para Wallon el
medio social, y dentro de éste el grupo, son muy importantes para la formación de
la personalidad, pero no se olvida que el individuo debe desarrollar una construcción
personal, planteando:“ ..e/ medio más importante para la formación de la personalidad no es
el medio físico sino el social. Alternativamente, la personalidad se confunde con él y se disocia.
Su evolución no es uniforme, sino hecha de oposiciones y de identificaciones. Es dialéctica...
No hay apropiación rigurosa y definitiva entre el individuo y su medio. Sus relaciones son de
transformación mutua( 1985, p. I 10).
La segunda ley que enuncia Wallon es la de preponderancia e integración
funcional. Consiste en que no existe ni ruptura, ni continuidad funcional en la transición
de un estadio a otro. De este modo, las funciones antiguas no desaparecen sino que se
integran con las nuevas.
81
niño y las condiciones de vida propias de cada período y que constituyen de esta
manera un sistema de relaciones que los especifica recíprocamente. Cada una de ellas
ordena las actividades alrededor de una función dominante y tiene, por consiguiente,
su coherencia y su significación propias. Pero no pueden estar definidos más que los
unos con relación a los demás o sea en su sucesión cronológica y por unas leyes y
unos factores de desarrollo que determinan y dan cuenta de los cambios sucesivos que
definen su sucesión.
Para Wallon, el desarrollo psíquico del niño no es continuo, no se logra por
simple adición de progresos orientándose siempre en la misma dirección. Presenta
unas oscilaciones, unos ritmos, unos cambios de dirección y de nivel, unas mutaciones...
que revelan las leyes del desarrollo mencionadas: ley de alternancia funcional, ley de
sucesión de preponderancia funcional y de diferenciación e integración funcional. Estas
leyes definen tanto la naturaleza y la significación de cada uno de los estadios como los
mecanismos y las modalidades de su sucesión y de su encadenamiento.
Las edades mentales no pueden pues sobreponerse estrictamente a las edades
cronológicas.. El tiempo de desarrollo no es uniforme y de igual valor, pues existen
unos momentos cargados de significaciones y de novedades. El crecimiento mental es
discontinuo.
Los estadios planteados en la teoría de Wallon así como la función dominante y
su orientación a diferentes edades pueden verse en la tabla siguiente:
- (3 -4 ) Edad de la gracia en
las habilidades expresivas y
m otóricas. Búsqueda de la
aceptación y adm iración de
los o tros. Periodo narclsista.
- (4 -5 )R ep resen tació n de
roles. Imitación.
Del 6/7- La conquista y el conocim iento Hacia el ex te rio r: especial
pensamiento 1 1/12 del mundo ex te rio r interés por los objetos.
categorial
Subperiodos:
- (6 -9 a) Pensamiento
sincrético: global e impreciso,
m ezcla lo objetivo con lo
subjetivo. Ej: un niño de
7 años asocia el sol con
la playa y el juego en una
unidad asociativa.
- (a partir de 9a)
Pensamiento categorial.
C o m ien za a agrupar
categorías por su uso,
características u o tro s
atributos.
Faas,A . E.
Esto hace referencia al diseño o plan general para estudiar lo mejor posible el
tema de investigación. Estrechamente vinculado a esto, se encuentran los métodos de
investigación, esto es, los instrumentos o las actividades específicas que se desplegarán
para recolectar información y que establecen cómo los sujetos serán observados
y en qué tareas deberán participar (por ej. realizar test, responder cuestionarios o
responder a entrevistas.)
Dos cuestiones esenciales, confiabilidad y validez, deben ser tenidas en cuenta
cuando se producen los datos durante el proceso de investigación. La confiabilidad se
refiere a la consistencia o estabilidad de las medidas de la conducta de los sujetos. La
validez se refiere a la precisión de la medición.
I. Confiabilidad y Validez
..
1 2 Confiabilidad y Validez de los Resultados
87
los resultados son aplicables sólo a un grupo de niños. La validez externa también está
comprometida cuando los investigadores creen que sus resultados son aplicables en
todos los contextos pero conducen la investigación en situaciones extremadamente
artificiales, por ejemplo, realizando experimentos de laboratorio.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que algunos tipos de conductas, tales
como las habilidades perceptuales, pueden ser investigadas sólo en el laboratorio. Por
ejemplo, si queremos saber si los niños pequeños perciben los colores necesitaremos
instrumentos precisos que permitan controlar la brillantez y longitud de onda para
medir las respuestas con rigor científico. En realidad no habría razón para pensar que
la percepción de los colores en el laboratorio es diferente de la que exhiben en su
contexto diario (Fantz, 1963). Sin embargo, en el caso de conductas cognitivas y sociales,
las conductas de los niños pueden diferir sustancialmente en una u otra situación.
En estos casos, los investigadores pueden determinar la validez externa conduciendo
estudios de validación cruzados, donde tratan de replicar los resultados en situaciones
nuevas o con diferentes muestras de niños.
Los métodos comúnmente usados en el campo del desarrollo del niño incluyen
la observación sistemática, las técnicas de auto-reporte (tales como cuestionarios y
entrevistas) y estudios clínicos o de caso de la conducta y el desarrollo de un niño.
89
Una vez realizadas las observaciones el material se prepara para su análisis.
Dado que en la observación naturalística no se utilizan categorías preestablecidas
para el registro de los sucesos que se observan, la categorización suele hacerse “ a
posteriori” , después de recogida la información para propósitos de interpretación
de los datos. Esto en general implica un análisis del contenido de las observaciones
estableciendo categorías de análisis que se vinculan con la teoría y ayudan a interpretar
la información obtenida (Sampieri, Collado, Lucio, 2003)
91
de permitir la generación de información que ocurriría muy infrecuentemente si los
investigadores fueran quienes observan. Sin embargo, existe también el riesgo de la
parcialidad del observador, con una exagerada tendencia a interpretar los datos
para llenar las expectativas o enfatizar ciertos aspectos y minimizar otros. Duranté
la década del 60 la observación de laboratorio se utilizó frecuentemente para lograr
un control más riguroso. Actualmente, la observación naturalística dista mucho de ser
aquella de varias décadas atrás, donde se tomaban notas a lápiz y papel.Ahora se cuenta
con equipos sofisticados de registro como grabaciones, video filmaciones, micrófonos,
etc. que explican el creciente uso de la observación naturalista complementada con
implementos tecnológicos que aumentan la objetividad y permiten que se analicen
los cambios sucesivos, por ejemplo, de expresiones faciales u otros comportamientos
(Papalia, 2001).
Finalmente, la observación sistemática provee invaluable información sobre
cómo los niños y los adultos pueden comportarse, pero los registros resultantes
generalmente nos dicen poco acerca del pensamiento y razonamiento que subyace
bajo la conducta manifiesta. Para este tipo de información los investigadores utilizan
otro tipo de método, las técnicas de auto-reporte.
95
Itard llevó a Víctor a su casa y gradualmente, en el transcurso de los cinco
años siguientes, lo “ domesticó” . El despertó primero en su pupilo la habilidad para
discriminar la experiencia sensorial mediante baños calientes y fricciones frías. Luego
se esmeró entrenando paso a paso las respuestas emocionales y la instrucción de su
comportamiento moral y social, lenguaje y pensamiento. Los métodos utilizados por
Itard -basados en los principios de imitación, condicionamiento y modificación del
comportamiento- estaban muy adelantados para su época, siendo él el inventor de
muchos de los dispositivos de enseñanza utilizados en la actualidad.
Pero la educación de V ícto r no fue en vano. El niño progresó notablemente:
aprendió los nombres de muchos objetos y pudo leer y escribir frases simples; fue
capaz de expresar deseos, obedecer órdenes e intercambiar ideas. Dem ostró afecto,
especialmente por el ama de llaves de Itard, la señora Guérin, y sentimientos como
orgullo, vergüenza, remordimiento y deseo de agradar. No obstante, fuera de emitir
algunos sonidos vocales y consonantes, nunca aprendió a hablar. Además permaneció
totalmente enfocado en sus propios deseos y necesidades y jamás pareció perder su
anhelo por “ la libertad del campo abierto y demostró su indiferencia por la mayoría
de los placeres de la vida social” (Lañe, 1976, p. 160). Cuando el estudio finalizó,
víctor -siendo incapaz de defenderse por sí mismo como lo había hecho en el campo
agreste- vivió con la señora Guérin hasta su temprana muerte en 1828 cuando contaba
aproximadamente 40 años de edad.
Entre sus conclusiones, Itard plantea que el aislamiento prolongado podría no ser
totalmente superado y que Víctor podría haber sido demasiado mayor para aprender,
sobre todo el lenguaje. Puede verse cómo este estudio hecha luz sobre interrogantes
fundamentales en el estudio del desarrollo del niño,como la importancia de la naturaleza
y la educación, y el peso relativo de uno sobre otro. Sin embargo a pesar de las ventajas
de los estudios de caso éstos también tienen desventajas, por ejemplo su escaso poder
de generalización. En el caso de Víctor, aprendemos muchos sobre el desarrollo de un
solo niño pero podemos transferir poco en relación a lo que ocurriría con otros niños.
Los estudios de caso, además, no pueden explicar el comportamiento con certeza y
son débiles para probar sus conclusiones. Pocas dudas quedan sobre la influencia del
entorno empobrecido en relación a la deficiencia del lenguaje deVíctor, pero no puede
saberse que habría ocurrido si hubiera recibido una crianza normal.
96
medida el desarrollo es universal y en qué medida está determinado culturalmente. Por
ejemplo, niños de todas las culturas aprenden a hablar siguiendo la misma secuencia,
desde el arrullo al balbuceo,de palabras sueltas a combinaciones de palabras y frases. Sin
embargo, la cultura puede influenciar otros aspectos como por ejemplo el desarrollo
motor temprano. Los bebés africanos, cuyos padres los mantienen sentados y los hacen
saltar sobre sus pies tienden a sentarse y caminar más pronto que los estadounidenses
(Rogoff y Morelli, 1989, citado en Papalia, 2 0 01).
Un excelente ejemplo de cómo la investigación etnográfica ayuda a superar los
sesgos culturales lo brindan los estudios de Margaret Mead ( 19 2 8 ,19 3 0 ,1935) en Samoa.
En esta cultura la investigadora no observó nada de la crisis o revuelo psicoemocional
que los psicólogos occidentales consideraban típicos de la etapa adolescente. Por el
contrario, observó una gradual y serena transición de la infancia a la adultez y una fácil
y natural aceptación de los papeles adultos.
La investigadora sugirió que la adolescencia está libre de tensiones en una
sociedad que permite a los niños observar la actividad sexual adulta, tener sus propios
juegos sexuales, participar de roles adultos, observar el nacimiento de bebés así como
la muerte considerándolos como algo natural.A pesar de que algunos de sus hallazgos
han sido cuestionados estos trabajos permiten estar alerta de que los propios supuestos
pueden modificarse en base a nuevas observaciones.
En muchas ocasiones las teorías occidentales avanzan sin ser cuestionadas
hasta que se demuestra que son producto de las influencias culturales. Si valoramos
las habilidades cognitivas y de aprendizaje en niños de las áreas rurales de Nepal,
seguramente nos encontraremos con que el aprendizaje está orientado a cómo guiar al
búfalo de la India y a encontrar su camino a través de montañosos senderos. Este tipo
de habilidades espaciales posiblemente no las encontremos en un niño occidental más
centrado en la lecto-escritura o en habilidades matemáticas concretas.
En este sentido Papalia cita a Rogoff y Morelli (1989) cuando dice “ Dado que gran
parte de la investigación del desarrollo se ha centrado en las sociedades industrializadas
de occidente, muchas personas han definido el desarrollo propio de estas sociedades
como la norma o el estándar del comportamiento. La confrontación con esta “ norma”
conduce a estrechas - y a menudo equivocadas- ideas respecto al desarrollo. Llevada
a tal extremo, esta creencia puede hacer que el desarrollo de las personas de otros
grupos étnicos y culturales se considere desviado” .
981
este generador causal se denomina variable dependiente. La variable independiente será
entonces la anticipada por el investigador, en la base de la hipótesis, como causante de
los cambios en otra variable.
La variable dependiente es la que el investigador espera que sea influenciada por
la variable independiente. En los diseños experimentales, las inferencias sobre causa
y efecto son posibles debido a que el investigador asigna la variable independiente (o
tratamiento) fundamentalmente a un grupo, denominado grupo experimental y compara
el resultado con otro grupo sin tratamiento (grupo control). De esta manera pueden
aislarse los efectos del tratamiento de otras variables intervinientes, ambos grupos
fueron evaluados pero algunos tenían el tratamiento (lo que se sostiene como causa)
y otros no. Por ejemplo, si un investigador quiere conocer si ver programas violentos
de televisión (variable independiente) causa conducta agresiva (variable dependiente),
el experimento debería ser diseñado de manera tal que algunos niños deliberadamente
sean expuestos a películas violentas y otros a tratamientos alternativos (por ej. películas
no violentas). Luego los grupos deberían ser comparados en las medidas de agresividad.
En otro ejemplo, un grupo de investigadores realizaron un experimento sobre
los efectos de un método especial de lectura de libros ilustrados sobre las habilidades
para el lenguaje y el vocabulario en niños pequeños. Los investigadores compararon
dos grupos de niños de clase media entre 21 y 35 meses. En el grupo experimental, los
padres adoptaron el nuevo método de lectura en voz alta (el tratamiento) el cual incluía
el fomento de la participación activa de los niños y el suministro de retroalimentación
frecuente según la edad. En el grupo control los padres se limitaron a leer en voz alta
de la forma habitual. Los padres de los niños del grupo experimental formulaban a su
vez preguntas abiertas en lugar de aquellas que sólo implicaban un sí o un no como
respuesta, (en vez de preguntar ¿el gato está dormido?, preguntaban ¿qué está haciendo
el gato?). Ampliaron las respuestas de los niños, corrigieran las respuestas erradas,
ofrecieron posibilidades alternas y los elogiaron. Después de permanecer un mes en el
programa, los niños del grupo experimental tenían un adelanto de 8,5 meses respecto
al grupo control en relación al nivel de pronunciación y de 6 meses en vocabulario;
nueve meses más tarde el grupo experimental aún se encontraba adelantado respecto
a los controles. En este experimento el tipo de lectura fue la variable independiente
y las habilidades de los niños para el lenguaje constituyeron la variable dependiente
(Whitehurst, Falco y colaboradores, 1988, citado en Papalia, 2 0 0 1).
Se deben tomar ciertas precauciones en los diseños experimentales para estar
seguros de que las diferencias observadas entre grupo experimental y control se deben
al tratamiento o variable independiente. En el ejemplo anterior, ¿cómo podemos estar
seguros de que fue el método de lectura en voz alta y no otro factor (la inteligencia de
los niños, por ejemplo) la causa de las diferencias en el desarrollo del lenguaje entre
los grupos?. El efecto de los factores externos o variables intervinientes se controla
asignando aleatoriamente los sujetos a los grupos. Si la asignación se realiza al azar la
diferencia en factores como nivel de inteligencia, estimulación previa, etc. se encontrarán
equitativamente distribuidos y los grupos serán lo más similares posible en todos los
aspectos salvo en la variable independiente o tratamiento que va a evaluarse.
99
3.4 .1. El experimento de laboratorio
Un clásico experimento de laboratorio fue el llevado a cabo por Bandura a
principios de los 70 ya mencionado en la sección de “ Observación de Laboratorio”
expuesta previamente. Participaron casi 100 niños preescolares. Cada uno era asignado
a uno de tres condiciones de tratamiento: un modelo adulto cometiendo agresión en
una película, un dibujo animado de carácter agresivo y un modelo de agresión adulto
de la vida real y un grupo control que no recibía tratamiento. En los tres tratamientos
los niños veían al adulto o al dibujo agrediendo un muñeco (tentempié).Tirándolo por
el aire, pegándole puñetes y patadas. Luego los niños fueron llevados a una habitación
con una variedad de muñecos. Se observó que los niños de las tres condiciones
experimentales mostraban mayor agresividad al jugar con los juguetes en comparación
con los niños controles, y muchos de sus comportamientos eran réplicas exactas del
modelo visto previamente
En los estudios experimentales se debe tener especial precaución en controlar
las características desconocidas de los sujetos que pueden reducir la validez de
los resultados. La asignación aleatoria de sujetos de diferentes condiciones ofrece
protección contra este problema. Asimismo, procedimientos previos de apareamiento
permitieron que Bandura utilizara igual número de niños con alta y baja tendencia a la
agresividad que fueron luego distribuidos al azar a los cuatro grupos experimentales.
El apareamiento asegura igual distribución de ciertas características de los sujetos a
través de los grupos experimentales, especialmente en aquellas características que
pueden distorsionar los resultados.
100
a un lugar especial donde experimentan condiciones manipuladas por el investigador.
El investigador registra el comportamiento de los participantes bajo diferentes
condiciones manteniendo constantes todos los posibles factores que pueden influir en
estas respuestas. En un experimento de campo, el escenario es parte de la vida cotidiana
de un niño, como el hogar o la escuela. El experimento donde los padres probaron una
nueva forma de lectura en voz alta corresponde a un experimento de campo.
Los experimentos de laboratorio y de campo difieren fundamentalmente en
el grado de control ejercido por el investigador y en grado en el cual los hallazgos
pueden generalizarse más allá de la situación de estudio (validez interna y externa,
respectivamente). Al poder ser controlados más estrictamente, los experimentos
de laboratorio son más fáciles de replicar. No obstante, los resultados pueden ser
menos generalizables a la vida real debido a la artificialidad que crea una situación de
laboratorio. Es por esto que se consideran débiles en validez externa y por sus fuertes
condiciones de control sólidos en su validez interna.
:
j
3.4.3. El experimento natural
A veces los investigadores no pueden asignar sujetos ai azar y manipular
condiciones en el mundo real y tienen que seleccionar tratamientos que ocurren
naturalmente tales como diferentes ambientes en las escuelas, centros de cuidado y
programas preescolares, en los cuales la historia y experiencia de los niños es lo más
similar posible. Se denomina experimento natural porque los investigadores tratan de
encontrar situaciones que se aproximen lo más posible a las condiciones controladas
de un experimento verdadero. Un experimento natural compara a las personas que
por circunstancias de vida han sido accidentalmente asignadas a grupos separados; un
grupo de niños expuestos, por ejemplo, al hambre, al sida, a un defecto congénito o a
la educación superior y otro grupo que no lo fue. Pese a su nombre, un experimento
; natural es en realidad un estudio correlaciona! dado que la manipulación controlada
■
J de las variables y la asignación aleatoria a los grupos de tratamiento no son posibles.
V
101
Ventajas de los diseños longitudinales
La primer gran ventaja es que permite a los investigadores examinar los cambios
en el desarrollo en varios atributos para cada individuo de la muestra. Siguiendo la
evolución de cada sujeto en el tiempo, los investigadores pueden identificar patrones
comunes de desarrollo así como diferencias individuales entre los niños.
Los estudios longitudinales también han permitido arrojar luz en relación a
temas trascendentes para la psicología y donde la teoría no brindaba un panorama
demasiado exhaustivo. Con los estudios longitudinales de Berkely y Fels, por ejemplo, se
produjo un cambio radical en las concepciones que hasta el momento se tenían sobre
el desarrollo de la inteligencia. Durante mucho tiempo se pensó que la inteligencia se
heredaba y permanecía relativamente estable durante el transcurso de la vida. Pero
cuando se siguieron durante la infancia y adolescencia una serie de sujetos, los mismos
manifestaron marcados cambios en los puntajes de los test de inteligencia. De los 222
niños evaluados repetidamente, el 85% mostraba cambios de 10 o más puntos y un
tercio mostraba cambios de más de 20 en los puntajes entre los 6 y 18 años de edad. En
el estudio de Fels, los cambios eran aún más dramáticos. Entre los 80 niños estudiados, el
cambio promedio entre los 2 años y medio y 17 años de edad era de 28.5 puntos (McCall,
Appelbaum & Hogarty, 1973; Sontag, Baker & Nelson, 1958; citado en Berk, 1999).
En un estudio longitudinal se puede medir una característica única, como la
riqueza de vocabulario o la agresividad u observar varios aspectos del desarrollo para
determinar relaciones entre los mismos. Los investigadores pueden así comparar los
cambios que se producen con la edad en diferentes aspectos del comportamiento para
ver si el cambio temporal en uno es similar al cambio temporal en otro. Esto sin duda
constituye otra ventaja de los estudios longitudinales.
Cuando estas correspondencias ocurren, ofrecen indicios sobre porqué ciertos
cambios ocurren. Por ejemplo, en las investigaciones de Bekerley cuidadosamente se
examinó la información se que recolectaba con respecto a la salud emocional y física y se
la comparaba con los cambios en los puntajes de inteligencia. Los resultados revelaron
que los factores emocionales y las enfermedades iban en paralelo con cambios mayores
en la habilidad intelectual.
En el estudio de crecimiento de Oakland que comenzó en 1932, se comenzó
inicialmente observando el desarrollo social y emocional desde la preadolescencia
hasta los últimos años escolares. Con el tiempo, la investigación comenzó a enfocarse
en la capacidad de planeación, una combinación de confianza en sí mismo, compromiso
intelectual y efectividad que ayuda a las personas a movilizar los recursos y a afrontar
las dificultades. Los participantes que exhibieron una capacidad de planeación durante la
adolescencia tomaron decisiones adecuadas durante esta etapa y la adultez temprana, lo
que en ocasiones los llevó a prometedoras oportunidades (becas, buenos empleos, etc).
Los adolescentes menos competentes tomaron decisiones desacertadas y tendieron a
llevar vidas agobiadas por las crisis (Clausen, 1993, citado en Papalia, 2001)
La última ventaja de los diseños longitudinales es que ellos permiten a los
investigadores examinar las relaciones entre eventos tempranos y tardíos y el
comportamiento. Al estudiar en una misma muestra de niños los cambios a través
102
del tiempo, los diseños longitudinales también permiten identificar con mayor claridad
relaciones causa-efecto. La observación a través del tiempo permite estudiar los efectos
de un hecho específico sobre un determinado comportamiento que se produce con
posterioridad. Una serie de estudios han consignado por ejemplo, el estado de salud de
la madre durante el embarazo (estado nutricional, consumo de alcohol u otras drogas,
etc.) y han seguido el desarrollo del bebé hasta la edad escolar valorando cuestiones
como inteligencia, respuesta a estímulos, respuestas sociales frente al entorno, etc.
Aunque una verdadera relación causal puede probarse sólo en el contexto de
un diseño experimental, los estudios longitudinales de este tipo permiten realizar
inferencias sobre un antecedente específico como responsable de un comportamiento,
ampliando la posibilidad de correlacionar de manera causal ciertos eventos.
Para aumentar nuestro entendimiento de factores que contribuyen al desarrollo,
los investigadores pueden también observar en qué medida las relaciones tempranas con
los padres, hermanos, pares y maestros se relacionan con características emergentes de
los niños.También pueden observar si niños con una personalidad particular atribuida
en la infancia retienen esa característica en la vida adulta. En este sentido, un grupo
de investigadores del estudio de seguimiento de Berkeley encontró que en la media
infancia las personas que mostraban estilos extremos de respuesta (temperamento
irritable y explosivo o tímido y retraído) retenían rasgos de esta personalidad cuando
se evaluaban en la vida adulta. Más aún, esto les traía consecuencias a largo plazo en el
trabajo, matrimonio y roles paternos.
No sólo estos dos estilos de personalidad contrastantes eran moderadamente
estables desde la infancia hasta la adultez, sino que también las disposiciones de la
infancia tenían implicancias para distintas áreas del funcionamiento adulto y esto era
diferente en función del género. En los hombres, las consecuencias de la explosividad en
fases tempranas eran más aparentes en la esfera ocupacional en la forma de conflictos
con supervisores, frecuentes cambios de trabajo y desocupación. Los hombres que
habían sido tímidos en la niñez se demoraban en casarse, ser padres y establecer una
carrera estable. En contraposición, las mujeres reservadas en la infancia no mostraban
mayores problemas en la adultez. Es interesante considerar que el reciente cambio de
roles sexuales en nuestra sociedad no alteró este patrón de resultados. La investigación
en muestras contemporáneas reveló que las consecuencias negativas de la timidez
continúan siendo mayores para los hombres que para las mujeres (jones & Briggs, 1984;
citado en Berk, L.; 1999).
103
nivel socioeconómico superior que los que desertan. Cuando los sujetos son seguidos
a través de los años, éstos deben reunir ciertas características y no muchos de ellos
continúan participando, lo que no hace posible generalizar los resultados al resto de la
población.
O tro problema es que en los sujetos que son repetidamente entrevistados,
observados y evaluados puede producirse una reactividad a estas mediciones que
compromete la validez del estudio. Puede ocurrir que los sujetos estén gradualmente
alertados sobre sus propios pensamientos y sentimientos y respondan de una manera
que nada tiene que ver con un cambio relacionado con la edad. Asimismo, con las
mediciones repetidas los sujetos se familiarizan con la prueba y se vuelven buenos
“ respondedores” , dando como resultado mejores respuestas a medida que se repiten
las evaluaciones que nada tienen que ver con cambios en el desarrollo. Técnicamente
este fenómeno se describe como “ sensibilización de la muestra” a los reactivos de las
pruebas, lo que condiciona la validez externa.
El factor más extensamente discutido que compromete a la validez de una
investigación longitudinal es el cambio cultural-histórico, o lo que se ha llamado “ efecto de
cohorte” . Los resultados encontrados en una cohorte no pueden ser generalizables y
universales a niños que crecen en otro tiempo. Por ejemplo, los puntajes de inteligencia
de los niños pueden ser afectados por diferencias en la calidad de la escuela pública de
una década a otra o por cambios generacionales en los valores parentales en relación a
la importancia atribuida al hecho de estimular las habilidades intelectuales de los niños.
104
A pesar de esta limitación, el estudio transversal es una eficiente estrategia para
identificar tendencias del desarrollo y los resultados de estos estudios frecuentemente
brindan buenas especulaciones sobre las razones de los cambios relacionados con la
edad. El estudio transversal de Loney (1974) es un buen ejemplo de esto. Loney quería
saber si los niños hiperactivos diferían de los normales en el desarrollo de la inteligencia
y autoestima durante la infancia media. Para ello, obtuvo los puntajes de inteligencia y
autoestima en ambos grupos de niños que asistían a 2do y 5to grado. Encontró que
los puntajes de ambos tipos de niños eran similares en segundo grado, sin embargo, en
quinto grado, los niños hiperactivos mostraban puntajes de autoestima e inteligencia
considerablemente por debajo de los normales (citado en Berk, L , 1999)
Entre las ventajas de los estudios transversales se encuentran también el ser
menos costosos y más rápidos de realizar que un estudio longitudinal. Los datos de
un gran número de personas pueden recolectarse bastante rápido. Sin embargo puede
considerarse un problema que al considerar el promedio del grupo en una conducta
dada, puede pasar por alto diferencias individuales de importancia. Los resultados
también pueden verse afectados por las diferencias entre cohortes. Sin embargo,aunque
estos estudios tienden a ser más frecuentemente realizados que los longitudinales,
estos últimos, especialmente los que implican trabajos de corto plazo, han aumentado.
105
en menos tiempo de lo que tomaría el desarrollo en ocurrir. En nuestro ejemplo, toma
solamente dos años, de 1990 a 1992, llevar a cabo el estudio.
Secuencias
1983
Año de
1984
Nacimiento
1985
6 7
Edad Estudiada
Finalmente, tal vez puede notarse que todos los ejemplos de investigación
longitudinal y transversal que se han discutido aquí proveen solo inferencias
correlaciónales, no causales, sobre el desarrollo. Idealmente, la información casual es
deseable, tanto para verificar teorías como para establecer las maneras de mejorar
el desarrollo de los niños. Si se encuentra que algunos aspectos de las experiencias
y conductas de los niños se hallan relacionados en un diseño del desarrollo, en
algunas instancias se pueden explorar las relaciones causales entre ellos manipulando
experimentalmente la experiencia temprana en un subsecuente estudio. Si, como
resultado, el desarrollo del niño resulta mejorado, esto puede proveer una fuerte
evidencia a favor de la relación causal entre la experiencia temprana y la conducta
posterior. Actualmente, la investigación que combina estrategias experimentales con
abordajes longitudinales o transversales está apareciendo con una frecuencia cada vez
más creciente en la literatura de investigación. Estos diseños tienen una importancia
vital en lo que respecta a ayudar a los especialistas en desarrollo del niño a cambiar
el rumbo desde la mera identificación de variables correlacionadas hacia un sustrato
causal de factores responsables de los cambios en el desarrollo.
Bibliografía Parte I:
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PRIMERA INFANCIA
DESARROLLO del NIÑO durante los primeros
DOS AÑOS DE VIDA
Introducción
Antes que las personas tengan una conciencia desarrollada, desde el momento
mismo del parto y aún en la época prenatal, el sujeto manifiesta una actividad conductual
mediante la cual contribuye al mantenimiento y evolución de su vida. De esta forma,
cuando un individuo llega a la fase propia del adulto.su psiquis ya ha pasado por una serie
de estadios o fases de desarrollo. Estas fases del desarrollo presentan unas características
particulares en su interior y a su vez pueden diferenciarse entre sí. Son los llamados
estad io s evolutivos, por los que todo organismo debe pasar ineludiblemente. Un
estadio evolutivo podrían definirse como aquellas partes o momentos del desarrollo
que se distinguen en función de ciertas características homogéneas, debiendo cumplir
las siguientes condiciones:
a) Comienzo y final definidos.
b) Orden de sucesión preestablecido a través de una jerarquía de los modos de
comportamiento, de unos con respecto a otros, de modo que los estadios
nuevos descansen sobre los anteriores o pasados.
c) Cada estadio debe tener períodos críticos que capaciten al individuo para po
sibles aprendizajes y comportamientos.
Muchos autores como Freud, Piaget, Gessell, Wallon y Erikson, por nombrar
algunos, han hecho uso de categorías descriptivas para estas fases, resultando todas ellas
muy heterogéneas entre sí. A su vez, cada uno de ellos ha enfatizado distintas esferas
del desarrollo del niño como la emocional y afectiva, la cognitiva, la maduracional y
psicomotriz o la social.
Si consideramos el desarrollo como un proceso bio-psico-social y aceptamos
la existencia de diversas sociedades que implican a su vez diversos contextos en los
que se desarrollará el niño, es lógico pensar que en la clasificación de distintas etapas
evolutivas la homogeneidad de criterios sea una tarea dificultosa.
La clasificación de etapas por edad cronológica debe entenderse en el contexto
de una cultura determinada donde los procesos socio—históricos han modificado los
momentos del curso vital.
Sin embargo, trataremos aquí de homogeneizar lo más posible las etapas que
definen la infancia en función de características propias que definen a cada una de ellas
desde que el niño es concebido hasta que ingresa a su pubertad.
Esta parte involucra los dos primeros años de vida por lo que comenzaremos
por la etapa prenatal y neonatal y presentaremos posteriormente las características
relativas a primer y segundo año de vida. Siempre intentando presentar una visión de
niño integral donde las esferas del desarrollo se involucran y sostienen mutuamente.
Desde el punto de vista funcional la primera infancia puede definirse desde
que el bebé nace hasta que inicia su andar autónomo, esto la sitúa cronológicamente
en los dos primeros años de vida. La primera infancia, además de caracterizarse por el
113
prolongado período de juegos también implica cambios sustanciales en el crecimiento,
habilidades y destreza motriz. El crecimiento en este período es particularmente
pronunciado en los bebés humanos en comparación con otras crías de animales e
implica cambios tanto estructurales como funcionales. A medida que el cerebro se
desarrolla el cuerpo del bebé gana musculatura y tonicidad, gana peso e invierte su
desproporción respecto a la cabeza. La adquisición de la marcha y la comunicación
suelen tomarse como los grandes hitos de la primera infancia. Los primeros pasos
que aparecen aproximadamente hacia el fiñal del primer año se corresponden con el
momento en que los bebés comienzan a ser verbales, más allá del balbuceo. Es por
esta época cuando comienzan las primeras palabras sueltas. La aparición correlativa
de estos hitos colabora con el logro de la autonomía en el bebé acercando al niño al
mundo social de los adultos.
La primera infancia es un período de cambios rápidos y espectaculares si se lo
compara con el resto de la vida del individuo. El formidable crecimiento mental que
caracteriza al niño de 0 a 2 años les permite desplegar paulatinamente capacidades
para aculturarse, discernir el mundo que los rodea, tomar conciencia de sí mismos,
hablar y comunicarse simbólicamente con los demás. Con sólo 18 a 24 meses de vida,
el bebé habrá aprendido a hablar, andar, reconocerse como sujeto e incorporará el
sistema simbólico de su cultura. Cuestiones como mantener el equilibrio, alcanzar las
cosas, agarrarlas, comunicar y percibir sentimientos o hasta interpretar los hechos en
que intervienen objetos físicos o personas son cuestiones dadas por supuestas en el
mundo adulto. Pero los niños pequeños nos enseñan todo lo que cuesta funcionar
como adultos en un entorno significativo: el bebé deberá aprender sobre sí mismo,
sobre el mundo físico que lo rodea y sobre su entorno social (Rochat, 2001). Este
período de la infancia humana es clave. Es en la infancia humana donde se concentran
las características exclusivas de lo que somos: individuos de orientación simbólica y
cultural.
114
CAPITULO I
Periodo Prenatal
116
¡
dulas salivales y sistema respiratorio se derivan de esta capa.
3. Una capa intermedia o mesodermo: esta capa se desarrolla posterior
mente y de ella se derivan capa interna de la piel, músculos, esqueleto,
sistema excretor y circulatorio.
Otras partes del blastocito se convierten en placenta, cordón umbilical y saco
amniótico. El cordón umbilical (unido a la placenta) lleva al bebé el oxígeno y
nutrientes que necesita, la placenta está relacionada con la inmunidad interna y
produce las hormonas que sostienen al bebé durante la gestación, las que entre
otras cosas, estimulan las contracciones uterinas durante el parto y preparan el
pecho materno para la lactancia. El saco amniótico protege al bebé y le brinda
un medio óptimo para el movimiento y el registro de estímulos.
Fin Tamaño
del y masa Cambios representativos
2. La transición a la m aternidad/paternidad.
120
Si bien es cierto que la llegada de un bebé requiere importantes cambios, no
es menos cierto que la maternidad y paternidad conllevan indudables satisfacciones
y efectos positivos tanto a nivel personal como social. Los lazos emocionales que se
crean con el cuidado y contacto directo con el bebé, los sentimientos de desarrollo y
realización personal, el sentido de cohesión familiar y el valor social que siguen teniendo
los hijos, continúan siendo razones argumentadas por los adultos a la hora de decidirse
a afrontar con ilusión la compleja tarea de convertirse en padres (Brooks, 1996).
Brazelton y Cram er (1993) efectúan importantes aportes en relación a los
diversos factores que intervienen en el establecimiento del vínculo temprano entre
padres y bebés. De acuerdo a estos autores, el vínculo con un recién nacido se
construye sobre relaciones previas con un hijo imaginario y con el feto en desarrollo
que ha formado parte del mundo de los padres durante los nueve meses de embarazo.
Distinguen dos etapas en el establecimiento de esta relación temprana:
- P reh isto ria d e l vín cu lo : hace referencia al conjunto de fuerzas biológicas y am
bientales, que llevan a mujeres y hombres a desear tener hijos, y las fantasías
que estos deseos suscitan.
- A lb o re s d e l vín cu lo : donde describen la progresión de etapas durante el embara
zo, y los nueve meses de adaptación al feto en crecimiento.
121
hijo representa una promesa de continuidad. El hijo es visto como el siguiente
eslabón de una cadena que une a cada progenitor con sus propios padres y
antepasados.
- Cumplimiento de ideales y oportunidades perdidas: el futuro hijo representa la
oportunidad de superar transigencias y limitaciones. El hijo imaginario entraña
el ideal del yo del progenitor. Según este autor; este tipo de deseos se tornan
indispensables ya que favorecen el establecimiento del vínculo de apego: la
mamá debe ver a su hijo como algo único, como un potencial redentor de
esperanzas perdidas y como un ser con pleno poder para cumplir sus deseos.
Ella puede dejar de lado después del parto, sus propias necesidades narcisistas,
porque ahora están depositadas en el bebé.
- El deseo de renovar viejas relaciones: la expectativa de recobrar vínculos pasados
también constituye un incentivo para desear un hijo. Al hijo fantaseado se le
atribuyen poderes mágicos: el poder de reparar viejas separaciones, de negar el
paso del tiempo y el dolor de la muerte.
- La oportunidad tanto de reemplazar como de separarse de la propia madre: en
este deseo la madre experimenta una singular forma de doble identificación.
Se identifica simultáneamente con su propia madre y con su feto. Sobre la base
de experiencias pasadas con su madre y ella misma como bebé, construirá el
conjunto de ideas y creencias en relación a los roles y atributos de cada uno.
Estos deseos que acabamos de enumerar juegan un papel fundamental en el
establecimiento del vínculo, preparando las condiciones para que el mismo se materialice
tras el nacimiento del hijo.
Por otro lado, durante los albores del vínculo, los autores ubican el nacimiento
del apego parental y distinguen durante el embarazo tres tareas, cada una de ellas
asociada con una etapa del desarrollo físico del feto.
I Prim era Etapa: Aceptación de la noticia.
Los padres se adaptan a la noticia del embarazo, iniciando una nueva etapa en
sus vidas. La relación de “ uno a uno” que tienen entre ellos deberá evolucionar para
convertirse en un triángulo. Se reactivan conflictos de la infancia, la primer fantasía que
aparece es la de evitar los conflictos de su propia niñez y convertirse en padres perfectos.
También surgen sentimientos de tem or y ambivalencia, frente a la fantasía de tener un
hijo con problemas. Como recurso defensivo, es frecuente que la mamá, comience
a idealizar a su hijo en esta etapa. Teniendo en cuenta este tumulto de emociones
ambivalentes que se despiertan en esta etapa, se torna necesario el acompañamiento y
apoyo afectivo, ya sea en la familia o en el ámbito de los equipos de salud.
En este sentido; la ley nacional N°25.929 de Parto Humanizado contempla estas
necesidades al establecer el derecho de todas las mujeres a transitar un embarazo, parto y
posparto respetado. Esto es,a grandes rasgos, que ella decida desde quién la acompañará
durante el proceso, pasando por en qué posición parir, hasta si quiere o no recibir
anestesia. La legislación indica que toda mujer, en relación con el embarazo, el trabajo
de parto, el parto y el postparto, tiene los siguientes derechos: a) A ser informada sobre
las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos de
122
manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas, b) A ser
tratada con respeto, y de modo individual y personalizado que le garantice la intimidad
durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración sus pautas culturales, c)
A ser considerada, en su situación respecto del proceso de nacimiento, como persona
sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto, d)
Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas
invasivas y suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud
de la parturienta o de la persona por nacer, e) A ser informada sobre la evolución de su
parto, el estado de su hijo o hija y, en general, a que se le haga partícipe de las diferentes
actuaciones de los profesionales, f) A no ser sometida a ningún examen o intervención
cuyo propósito sea de investigación, salvo consentimiento manifestado por escrito bajo
protocolo aprobado por el Comité de Bioética,g) A estar acompañada por una persona
de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto, h) A tener
a su lado a su hijo durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre
que el recién nacido no requiera de cuidados especiales, i) A ser informada, desde el
embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar,
j) A recibir asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niño, k)
A ser informada específicamente sobre los efectos adversos del tabaco, el alcohol y las
drogas sobre el niño y ella misma.
Tanto las obras sociales como las empresas de medicina privada deberán
instrumentar las medidas y ejecutar los cambios necesarios para garantizar el
cumplimiento de la ley. Para luego fijar que “ cada persona tiene derecho a elegir de
manera informada y con libertad el lugar y la forma en la que va a transitar su trabajo
de parto (deambulación, posición, analgesia, acompañamiento) y la vía de nacimiento” y
“el equipo de salud y la institución asistente deberán respetar tal decisión, en tanto no
comprometa la salud del binomio madre-hijo/a. Asimismo, toda mujer “ tiene derecho
a estar acompañada por una persona de su confianza y elección” . Asimismo, la norma
prevé que “ con el objeto de favorecer el vínculo p re c o z , el equipo de salud deberá
fomentar desde el momento mismo del nacimiento e independientemente de la vía del
parto, el contacto del recién nacido con su madre y familiares directos o acompañantes
que ésta disponga” . Asimismo,“ la institución deberá brindar a la mujer las condiciones
necesarias y adecuadas para que pueda amamantar, desde la sala de partos y durante
toda su internación” .
En definitiva, la ley viene a poner de relieve la importancia de generar un espacio
familiar donde la mamá y su bebé sean los protagonistas y donde el nacimiento se
desarrolle de la manera más natural posible.
2 Segunda Etapa: Los primeros indicios de un ser separado.
Los padres comienzan a reconocer al feto como un ser separado de la madre, que
se confirma con la percepción de los primeros movimientos fetales. Desde el punto de
vista psicológico el bebé ha comenzado a adquirir autonomía. Es posible afirmar que es
aquí donde empieza el vínculo más temprano, ya que ahora hay un ser separado, y por
lo tanto la posibilidad de una relación.AI tiempo que se producen cambios visibles en su
cuerpo, surgen nuevas fantasías basadas en la relación la relación infantil con su propia
123
madre, de esta manera puede identificarse con el feto ahora perceptible, y también
revivir sus propios deseos de fusión y simbiosis con su madre. Por otra parte, otro
factor que colabora en favor de la percepción del bebé como ser independiente, es el
reconocimiento por parte de la madre, del rol del padre. Reconocer el rol del padre no
sólo ayuda a la futura madre en la tarea de separarse del feto y de diferenciarlo de sus
fantasías, sino que también le da la tranquilidad de que no será la única responsable de
cualquier éxito o fracaso.
3 Tercera Etapa: El aprendizaje sobre el futuro bebé.
Durante los últimos meses de embarazo, los padres comienzan a personificar
al bebé, a verlo como un individuo. La mamá ya es capaz de reconocer los ciclos y
patrones de los movimientos y actividad fetal. Su respuesta se puede considerar como
una forma de interacción temprana. Se sabe que los movimientos fetales evolucionan
en intensidad y forma, desde unos 200 movimientos en la semana 20 hasta un máximo
de 575 en la semana 32. En relación a los ciclos de actividad, la mayoría de las madres
predice que los picos de movimiento fetal ocurrirán durante momentos de inactividad
para ella. Es posible que el feto se adapte al descanso-actividad de la madre. Cuando la
madre está activa, el feto permanecerá quieto. Cuando ella está quieta, el feto empezará
a moverse por las paredes uterinas. Finalmente, en el último trim estre, el feto responde
a diversos tipos de estimulación como la visual, auditiva y cinestésica.
124
CAPITULO II
El recién nacido
Faas,A . E.
125
procedimiento por cesárea puede ser incluso perjudicial para el niño.Aproximadamente
un 4% tiene complicaciones como hemorragias o infecciones.
Cuando un parto natural ocurre, diversos factores anatómicos, fisiológicos y
psicológicos pueden influir facilitando o dificultando el mismo. Entre los primeros
podemos mencionar la conformación anatómica tanto de la madre como del hijo, la
posición del feto en el útero materno, el estado de salud materno, entre otros. Entre los
factores psicológicos, la preparación de la madre para el parto y los temores asociados
a él revisten una importancia fundamental.
A principios del siglo X X el Dr. Grantly Dick-Read relacionó el dolor del
parto fundamentalmente con el tem or materno ante esta situación y fomentó el
parto natural combinado con estrategias de educación a las madres sobre respiración
y relajación. A mediados de siglo, el Dr. Lamaze introdujo el “ parto preparado” que
implica la orientación hacia toda una serie de respuestas físicas voluntarias y aprendidas
ante el dolor al tiempo que se trabaja con información certera sobre la anatomía y
fisiología del parto. Las actuales estrategias de “ psicoprofilaxis obstétrica” se basan
en los principios fundamentales de este método. La psicoprofilaxis obstétrica implica
un conjunto de estrategias que conjugan información sobre los cambios biológicos
del embarazo, la práctica de ejercicios físicos y técnicas psicoterapéuticas de grupo
para lograr que la mujer embarazada y su pareja tengan plena conciencia del proceso
que atraviesan y puedan actuar en consecuencia en el momento del parto, evitando
la administración innecesaria de analgésicos o anestesia. Los cursos suelen comenzar
en la semana 30 de embarazo y su dictado está a cargo de equipos interdisciplinarios
conformados principalmente por obstetras y psicólogos quienes brindan conocimiento
de los fenómenos fisiológicos del embarazo y el parto, entrenamiento en ejercicios
prácticos de tipo obstétrico (respiración, relajación y pujidos) y entrenamiento
psicológico (relajación, autocontrol emocional, reducción de la ansiedad, el miedo,
de los pensamientos en torno al embarazo y habilidades para encarar situaciones de
estrés en el ámbito hospitalario) reduciendo de esta manera el estrés y/o el tem or ante
el parto. Com o se mencionara, las consecuencias psicológicas asociadas al proceso de
parto también pueden mitigarse hoy con un mayor protagonismo de la mujer en lo que
se denomina “ parto humanizado” que implica la participación activa de la mujer en el
proceso de embarazo, parto y puerperio pudiendo estar acompañada de quien elija,
recibiendo la información adecuada para la toma de decisiones y siendo considerada
una persona sana. Un parto respetado implica respetar los tiempos biológicos y
psicológicos evitando prácticas invasivas innecesarias.
Como puede verse, el nacimiento del bebé representa un momento crítico
tanto para la madre como para el niño. Si pensamos en el nuevo ser, el parto implica
la separación abrupta de su órgano vital y nutricio, la placenta, debiendo poner en
funcionamiento sus pulmones y comenzar a respirar. El llanto inicial es el indicador
de que los pulmones se han inflado, marcando la vitalidad del neonato. A partir de
este momento, muchas funciones que cumplía la madre deberán estar a cargo del
bebé, el que no sólo deberá ajustar su respiración al medio aéreo sino también su
oscilante temperatura. La protección y amortiguación característica del útero materno
se reemplazará por un cúmulo de estímulos externos que suscitarán en él variadas
126
reacciones físicas y comportamentales. El corte del cordón umbilical lo llevará a
incorporar y digerir por sí mismo su alimento. Comenzará por primera vez a eliminar
desechos hacia el exterior y modificará su circulación sanguínea, que ahora pasará por
los pulmones para oxigenarse. Todo ello hacen del recién nacido un ser complejo y
particular con funciones y capacidades que le son propias.
127
así como a la persona que lo provee de él y esto asegurará su supervivencia.
Así, los reflejos de orientación y prensión, que colaboran con la identificación
y el “ agarre” a la madre así como el de succión, que colabora con la conducta
de alimentación mediante el pecho materno, son fundamentales para la sobre
vivencia del niño y tienen un gran valor adaptativo para el recién nacido. Más
adelante veremos cómo estos reflejos también son de gran importancia desde
el punto de vista psicológico resultando de gran valor en el establecimiento del
vínculo de apego. O tros reflejos como gatear, nadar e incluso caminar (reflejo
de marcha automática) desaparecen luego de unos meses apareciendo mucho
más tarde como conductas aprendidas.
Para comprender las características de un recién nacido debemos considerar
el interjuego dinámico entre sus sistemas físicos y corporales, sus sistemas
comportamentales y sus capacidades de aprendizaje y memoria sobre su entorno
particular.
Tabla II: Diferencias por género en peso y talla durante el prim er año de vida
Niños
Edad P cso(g ) Longitud (cm)
B ajo {3) M edio (50) Alto (97) Baja (3) Medía (50) i Alta (97)
i: 36 semanas 1.890 2 .9 5 0 3 .8 2 0 4 4 ,0 0 4 7 ,4 0 5 0 ,8 0
37-semañas 2.220 3 .1 1 0 3 .9 9 0 4 5 ,3 0 4 8 ,6 0 5 1 ,9 0
38 semanas i: 2.330 3 .2 3 0 4 .1 3 0 4 6 ,1 0 4 9 ,8 0 4 3 ,2 0
39 semanas 2.410 3 .3 3 0 4 .2 6 0 4 7 ,0 0 5 0 ,3 0 5 3 ,5 0
: 1 mes 3 .600 4 .4 0 0 5 .7 0 0 50 20 5 4 ,0 0 57 60
meses 4 .390 5 .3 8 0 6 .6 5 0 5 3 ,2 5 5 7 ,0 9 6 0 92
3 meseis 5.100 6 .2 0 0 7 .700 5 6 ,4 0 6 0 ,4 0 6 4 ,4 0
: ;4meses 5.600 6 .8 8 0 8 .450 5 8 ,4 5 6 2 ,2 5 6 6 ,4 5
i 5 meses 6 .100 7 .6 0 0 9 .2 0 0 6 0 ,6 0 6 5 ,0 0 6 8 ,9 0
6 meses 6 .550 7 .9 9 0 9 .7 4 0 6 2 ,7 5 6 6 ,7 4 7 0 ,7 4
7 meses 6 .830 8 .4 5 0 1 0.3 8 0 6 3 ,8 0 6 8 ,0 1 7 2 ,1 0
' 8 meses 7 .180 8 .8 3 0 10.9 2 0 6 5 ,1 1 6 9 ,6 0 7 3 ,9 0
9 meses 7 .520 9 .2 4 0 11.3 6 0 6 6 ,7 0 7 1 ,1 1 7 5 ,5 3
10 meses 7 .7 5 0 9 .5 8 0 11.7 5 0 6 7 .9 2 7 2 ,3 0 7 7 ,0 2
11 meses 8 .0 0 0 9 .7 8 0 12.0 8 0 6 8 ,9 8 7 3 ,6 5 7 8 ,3 0
.. 12 meses 8 .260 1 0 .1 5 0 12.4 7 0 7 0 ,3 9 7 5 ,0 1 7 9 ,6 3
128
Niñas
Edad Peso (g) Longitud (crn)
Bajo (3) Medio (50) Alto (97) Baja (3) M edia (50) Alta (97)
129
por vida el desarrollo del niño. Las enfermedades congénitas se adquieren durante el
desarrollo gestacional y están presentes en el nacimiento. La exposición durante el
periodo fetal a fármacos o sustancias químicas, radiaciones o agentes infecciosos se
mencionan como factores etiológicos de anomalías congénitas. Las enfermedades
genéticas son afecciones causadas por alteraciones del genoma. Pueden ser hereditarias
o no, dependiendo de si la alteración está en los óvulos y espermatoziodes (gametos)
o en las células somáticas. Durante los primeros 30 días de vida, se pueden descubrir la
mayoría de los defectos congénitos y genéticos.
Existen numerosos fenómenos transicionales, derivados de la adaptación del
neonato al nuevo entorno en el que se desenvuelve. Este hecho conlleva una serie de
cambios, la mayoría predecibles, que establecen la norma del desarrollo y crecimiento
infantil. Los primeros minutos después del nacimiento son cruciales para el desarrollo
e indicarán el estado de adaptación del recién nacido a su nuevo entorno.
La Escala de Apgar es considerada la prueba de excelencia para valorar la
adaptación del recién nacido de su medio acuático al aéreo en el que deberá pasar el
resto de su vida. Se toma al primer y luego a los 5 minutos del nacimiento. Esta escala
valora color de la piel, ritmo cardíaco y respiratorio, reflejos y tono muscular (véaseTabla
III). Se califica cada una de estas dimensiones con 0, I o 2 en función de su optimalidad.
La escala, por lo tanto, arroja un puntaje máximo de 10. Un puntaje de 7 a 10 a los
5 minutos indica que el bebé en excelentes condiciones de adaptación. Menos de 7
puntos es indicativo de necesidad de asistencia para el bebé en su función respiratoria,
mientras que menos de 4 puntos indica que el bebé requiere inmediato tratamiento
para salvar su vida. No necesariamente un bajo puntaje de Apgar significa procesos de
asfixia. Los signos vitales pueden afectarse por los medicamentos administrados a la
madre, las condiciones neurológicas del bebé o sus condiciones cardiorespiratorias.
Puntajes menores de 3 a los 10, 15 y 20 minutos se asocian a problemas neurológicos
que pueden correlacionarse o no con la falta de oxígeno.
Escala d eA p g a r
D im ensiones 0 1 2
130
2.2 Las Capacidades Sensoriales
131
Las respuestas de los recién nacidos al olor son muy similares a la de los adultos,
lo cual sugiere que algunas preferencias son innatas. Olores y sabores agradables:
relajación facial, succión. Olores y sabores desagradables: fruncir el ceño, girar la cabeza.
Aunque menos desarrollado que en otros mamíferos, se vinculan con dos
funciones básicas de supervivencia:
- Sirve para la alimentación
- Ayuda a la madre y a su cría a identificarse mutuamente.
Los recien nacidos prefieren los olores lácteos y de secreciones maternas. Estas
preferencias ayudan a localizar la fuente de alimentación y a identificar a la madre, base
para el apego posterior.
Oído
De aparición prenatal, completamente desarrollado al nacimiento.
Los recién nacidos oyen una gran variedad de sonidos, prefieren los sonidos
complejos como la voz frente a tonos puros, los agudos frente a los graves y pueden
distinguir una variedad de sonidos vocales humanos.
Tienen ciertas preferencias auditivas y la más importante es la de la voz humana.
Biológicamente preparados para responder a sonidos del lenguaje humano,
pueden responder a los sonidos de cualquier idioma hasta aproximadamente el año
de vida.
Prefieren su propia lengua frente a otras lenguas y la voz materna frente a otras
voces, la que reconoce y distingue claramente. Esto colabora con:
- aprendizaje del lenguaje
- vinculo de apego posterior madre-bebe.
Vista
Los recién nacidos ven al nacer, pero es el sentido menos maduro en comparación
con los otros.
Debido a esta inmadurez los bebés no enfocan los objetos bien y su agudeza
visual es limitada.
A diferencia de los adultos ven con la misma poca claridad los objetos cercanos
y los lejanos, lo cual le impide diferenciar lo que está lejos de lo que está cerca.
La evolución y la maduración de la vista es rápida.A los 3 meses enfocan objetos
igual que los adultos y a los 2 años su visión ya es tan perfecta como la de los adultos.
La exploración visual cambia rápidamente durante los primeros 2 meses. Al
comienzo responden a las partes separadas de un modelo. Si se les enseña un triángulo
o una cara humana miran los contornos o las partes donde hay más contraste.
A partir de los 2 meses llevan a cabo una visión en conjunto de los contrastes
del triángulo o de los rasgos internos complejos de la cara humana, a la vez que el
contorno.
2.3 Los Sistemas Comportamentales
133
puede sobresaltarse con un estímulo de alta intensidad. Los estados 4 y 5 implican
al bebé despierto. En el primero de ellos el niño está alerta pero quieto y relajado.
Suelen ser muy breves en el recién nacido incrementando paulatinamente su duración.
Al mes de vida un niño puede permanecer por más de media hora en este estado y las
respuestas a los estímulos serán regulares y predecibles. En el segundo los movimientos
corporales aumentan, la respiración se vuelve irregular y en general antecede al llanto.
Los estímulos actúan atenuando o exacerbando este estado, por lo que niño puede
calmarse o irrumpir en llanto frente a un estímulo externo. El sexto estado implica el
llanto.
El grado de reacción de un RN a los estímulos depende en gran parte de en cuál
de estas seis fases está.W olf estableció que los bebés que estaban en la fase de vigilia
con actividad alerta respondían a la estimulación con un incremento de la actividad. Por
el contrario los bebés que ya estaban en vigilia activa, reaccionaban a la estimulación
aquietándose un poco. De modo similar los bebés que estaban en fase de sueño regular
respondían al sonido con un sobresalto, pero los que estaban en un estado de sueño
irregular (período REM) respondían al mismo sonido sólo con un ligero movimiento.
Un bebé en estado de alerta tranquila (estado 4) prestará atención a cualquier objeto
que se coloque justo a su vista (a unos 30 o 40 cm.), pero no lo hará si está llorando.
Estos estados de conducta son observables en el feto y en el recién nacido y
como podrá observarse en la tabla comparativa, ambos autores los plantean de manera
muy similar (Tabla IV)
Tabla IV: Com paración de estados de conducta neonatal según Prechtl y W olf
Prechtl W o lf
134
Estado 3 A lerta Somnolencia
Tranquilo:
O jo s abiertos
A specto
relajado
M ovimientos
ausentes o
leves
Respiración
regular
2.3.2 El llanto
El llanto es un estímulo auditivo que varía en intensidad y en significado, atrae
la atención de los adultos, provoca su respuesta y alivia el malestar del bebe. El primer
llanto del bebé tiene una funcionalidad biológico-adaptativa ya que permite la expansión
de los pulmones, los llena de aire y alienta la respiración autónoma. De allí en más todos
los llantos posteriores tendrán alguna finalidad comunicativa, por lo que se lo considera
como “ la primera forma de comunicación de los bebes” . Es mediante esta primer forma
de comunicación que el bebé regula su conducta y aprende a demandar alimento,
consuelo o estimulación.
El estado de dependencia en el que el recién nacido viene al mundo le requieren
de mecanismos de supervivencia que promuevan el contacto con el cuidador. En este
sentido, el llanto es el mecanismo primario, que unido fuertemente a la respiración,
se irá modificando para servir a los propósitos del lenguaje. Algunos autores lo han
mencionado como “ el cordón umbilical acústico” del que se vale el bebé durante los
primeros meses postpartum, para generar señales sociales que llaman la atención y que
se relacionan con su dependencia (Ostwald, 1972).
f 135
Murray (1979) se refiere al llanto como un “ liberador” de patrones de
comportamiento de cuidados y como un “ activador” de motivos egoístas y altruistas. El
llanto se incrementa con los estados de malestar y disminuye con la nutrición u otros
efectos al tiempo que moviliza al adulto en función de la naturaleza que compulsa el
llanto y sus diferentes formas de presentación (dolor, hostilidad, etc.).
Según Wolff (1969) hay cuatro tipos de llantos:
- El llanto básico regular y rítmico, generalmente asociado al hambre.
- El llanto de cólera (rabia/enfado).
- El llanto de dolor.
- El llanto de atención que aparece a las 3 semanas y que sirve para atraer la
atención del cuidador y con el cual los bebes empiezan a controlar su entorno
social.
Desde el punto de vista fisiológico, el llanto está vinculado con el control
autonómico de los mecanismos del despertar y la inhibición y la coordinación de la
actividad cardio-respiratoria, así como los músculos relacionados con la laringe. El
llanto también implica un patrón de comportamiento mediante el cual el niño comunica
sensaciones, percepciones y diversos estados emocionales lo que se ha demostrado
posee gran relación en relación al desarrollo del lenguaje. El llanto contiene en sí
aspectos biológicos y sociales por lo que puede considerarse un fenómeno biosocial
en el cual hay efectos directos e indirectos sobre el subsecuente desarrollo del niño.
El llanto como medida de la integridad del sistema nervioso es considerado dentro de
los efectos directos. Los efectos indirectos se deben a cómo el llanto es determinante
en la interacción del niño con las personas que le rodean, que de hecho, es una medida
del desarrollo cognitivo y social del niño.
Con el llanto el niño expresa requerimientos internos o externos que demandan
atención, es adaptativo y conlleva a la solución de estos requerimientos. A sí el llanto
es parte de un sistema de regulación en el cual existe interrelación entre procesos del
comportamiento y fisiológicos que funcionan para mantener el balance de la homeostasis,
regular la vigilia, la atención y atraer a quien propicia cuidados. En este sistema regulador
el llanto es la primera línea de defensa del niño (Lester & Boukydis, 1985)
El llanto infantil tiene gran significado y su interpretación implica gran cantidad de
información para el adulto. Se han planteado diversas teorías en relación a los efectos
del llanto en el adulto. El llanto del niño genera en el adulto sentimientos fuertes
de excitación fisiológica (ritmo cardíaco) e incomodidad, es probablemente un efecto
programado de forma innata para asegurar el cuidado y la atención que el bebé necesita
para sobrevivir.
Los padres terminan construyendo una cierta habilidad para reconocer no sólo
el llanto de su hijo, sino la causa de éste. En la percepción del llanto se conjugan las
relaciones entre el niño y sus padres.A través del llanto, el niño comunica necesidades,
sentimientos, emociones, usando una variedad de patrones pero refleja, además de sus
sensaciones y percepciones internas, un ambiente a su alrededor. El comportamiento
de los adultos en respuesta al llanto del bebé está modulado por las características
acústicas del llanto, su percepción e interpretación y el tipo de conducta que genera
en consecuencia. Esto explica cómo la percepción se traslada en la acción o cómo las
experiencias son fijadas y percibidas (Lester, 1984)
La percepción de un llanto como negativo no implica necesariamente relación
negativa de los padres al niño, aunque es favorable conocer bajo qué circunstancias
este criterio puede ser válido y, en ese caso, es necesario considerar si hay mezclados
aspectos de personalidad, stress, factores socioeconómicos, etc. Por ello, correlacionar
mediciones acústicas de parámetros del llanto infantil con la percepción del llanto por
parte del adulto es una vía para ayudar a discriminar qué es oído y qué es percibido.
Por ejemplo, niños con complicaciones prenatales y perinatales tienen llantos con altos
valores tonales. Aparentemente estos tonos altos actúan como activadores del alerta
(arousal) siendo éstos percibidos como urgencia, trastorno y angustia, lo que permite a
los padres reaccionar rápidamente (Lester & Boukydis, 1985).
El llanto, por lo tanto, no sólo es un precoz sistema de comunicación con
valor funcional en la adquisición del lenguaje sino que además es un valioso predictor
del estado del SNC del recién nacido. Diversos síndromes genéticos tales como el
“ Maullido de Gato” (C ry du Chat) y el Síndrome de Down se han correlacionado
con patrones específicos en el llanto del recién nacido. La desnutrición, el bajo peso al
nacer, la prematuridad, la hipoxia fetal o perinatal, el consumo de drogas, entre otros
factores de riesgo para el desarrollo neurocomportamental del niño, afectan también
las características acústicas y fonológicas del llanto infantil (Pinyerd, 1994).
Las áreas del conocimiento relacionadas con el tema del análisis del llanto infantil
se han desarrollado a la par del avance de la tecnología. Actualmente existen diversas
técnicas que son aplicadas al análisis acústico del llanto infantil como el análisis auditivo,
el análisis en los dominios del tiempo y la frecuencia de la señal de llanto, análisis
espectrográfico, algoritmos y técnicas de procesamiento de señales. A partir de 1995,
el análisis del llanto infantil mediante la utilización de modelos de redes neuronales
artificiales y el análisis espectral toman cada vez más fuerza. Todas estas técnicas se
encuentran potencializadas por la aplicación de computadoras cada vez más sofisticadas.
(Petroni et al, 1995)
137
valoración de la respuesta a estímulos presentados al recién nacido. Una de las formas
que el bebé tiene para indicar orientación a la estimulación del mundo externo es con
la activación de su comportamiento motor. Incluso a nivel fetal, frente a estimulación
auditiva o vibrotáctil se ha demostrado activación de los movimientos generales en
respuesta a este tipo de estimulación. Las variaciones a nivel neurovegetativo como
aceleraciones o desaceleraciones del ritmo cardíaco y respiratorio acompañados de
cambios en la actividad comportamental motora pueden considerarse excelentes
índices de expresión a la hora de entender cómo el recién nacido incorpora y registra
la información de su entorno. Este importante índice de expresión se ha revelado de
gran utilidad cuando se valoran diferentes capacidades de aprendizaje y memoria en el
recién nacido.
Asimismo, una gama amplia de conducta facial no verbal está disponible para los
recién nacidos.D eacuerdoaO stery Ekman (1978) la musculatura facial del recién nacido
ya se encuentra desarrollada de manera suficiente para formar todas las expresiones
faciales básicas (feliz, interesado, sorprendido, asustado, disgustado, de ira, enojado y
triste).AIgunas de estas expresiones faciales básicas, incluyendo feliz, triste, sorprendido
(Field y col., 1982), interesado y disgustado (Steiner, 1979), se han observado en los
recién nacidos mediante presentación de estímulos visuales, olfativos, gustativos. En
relación a estos últimos, los recién nacidos poseen la capacidad de distinguir sabores
dulces y amargos realizando expresiones faciales de placer o displacer; respectivamente
(Rosenstein y O ster 1998).
Para el estudio de las expresiones faciales humanas, se ha mantenido, desde
Darwin y hasta la actualidad, una perspectiva comparativa.Ya en 1873, cuando Darwin
publica “ La expresión de las emociones en el hombre y animales” se presentan las
continuidades entre especies y los fenómenos únicos de cada especie. Hoy está bien
estudiado que las expresiones faciales que se observan en el hombre también pueden
observarse en otras especies (Berridge, 2000). Analizando la reactividad facial al gusto
en diversas especies de monos (gran mono, viejo mono mundo, mono de nuevo mundo
y bebés prosimios y adultos) se observó que prácticamente en todos estos primates se
encuentran reacciones faciales que se correlacionan con las reacciones faciales humanas
ante los sabores amargos, dulces u otros gustos y que son similares a reacciones de los
bebés humanos (Steiner, 1997; Steiner & Glaser, 1995).
V ick y colaboradores (2007) señalan que la investigación de la comunicación facial
humana se ha facilitado en gran medida por el desarrollo del Sistema de Codificación
de Acciones Faciales (FACS). Este sistema parte del sistema de codificación de Ekman
para las unidades de acción facial del rostro (Ekman y Friesen; 1978, Ekman, Friesen,
y Hager, 2002) analizando minuciosamente la gestualidad que originan las diversas
emociones. Este método permite la medición objetiva y estandarizada del movimiento
facial basado en la musculatura mimética subyacente. Si bien muchos estudios miden
las inferencias hechas por observadores cuando se realizan visualización de caras,
algunas preguntas se abordan mejor mediante la medición de lo que la propia cara
hace (Ekman y Rosenberg, 2005). El FACS tiene como base un sustrato anatómico y
describe unidades mínimas de movimiento facial llamadas Unidades de Acción (UA)
con detalladas descripciones de los cambios resultantes en la apariencia facial, pudiendo
138
este ser adaptado a adultos o bebés.
Hasta hace poco tiempo atrás prevalecía una importante discusión teórica
sobre la medición de acciones faciales en neonatos humanos y en adultos humanos,
específicamente en relación a la existencia o no de equivalencias en su medición. Sin
embargo, Fridlund y colaboradores (1987) compararon las acciones faciales de los
neonatos humanos con las de los adultos y concluyeron que todas las acciones faciales
del neonato pueden ser observadas en el rostro adulto, lo cual indicaría una equivalencia
funcional (neonato-adulto) en el rostro humano.
Observar lo que un bebé realiza con su rostro para conocer si un estímulo
resulta agradable o desagradable permite discriminar aquello que le resulta aversivo o
apetitivo. Se toma como conductas indicadoras de aversividad: abrir verticalmente la
boca (la mímica de la arcada), apretar fuertemente los ojos, fruncir el ceño y arrugar
la nariz y como conductas indicativas de apetitividad: la mueca de la sonrisa (relajación
de la parte inferior del rostro), la succión y los lengüeteos. Bebés recién nacidos y
de pocos días de vida ya muestran discriminar los componentes hedónicos de los
estímulos que reciben exhibiendo claramente este tipo de gesticulación (véase Faas,
20 01; tesis doctoral).
139
actividades. Las reacciones de moro, las tónicas cervicales y la prensión palmar entre
otras, constituyen parte del sustrato neuromotor para todas aquellas actividades de
destreza que incluyan manipulación y liberación de los miembros superiores.
La gran mayoría de los reflejos neonatales tiene origen fetal. Finalizando las
14 semanas de gestación, casi la totalidad de los reflejos neonatales se encuentran
presentes dentro del sistema de acción fetal, los que pasan a ser parte de la base
neuromotriz desde la cual se soporta el movimiento corporal.
Se calculan aproximadamente dos docenas de reflejos principales en el bebé.
Pueden clasificarse en: Reflejos Primitivos como el de succión, búsqueda y el de Moro
se relacionan con el instinto de supervivencia y protección.También el de prensión, que
podría ser un legado evolutivo de cuando los bebés primates se “ aferran” al pelo de
su mamá. Reflejos Posturales: aquí tenemos las reacciones a los cambios de posición
como el reflejo de paracaídas (movimiento de extender los brazos cuando se inclina
súbitamente el bebé hacia abajo). Reflejos Locomotores: que simulan movimientos
voluntarios como el de marcha y natación. Los reflejos neonatales desaparecen durante
los primeros meses y son señal de mielinización de las vías motoras de la corteza,
permitiendo el movimiento voluntario. Es por ello que la valoración de los reflejos se
utiliza para la valoración del estado del SN C del bebé.
Véase una síntesis de los principales reflejos con su funcionalidad aparente y su
edad de inicio y desaparición aproximada en Tabla V.
1401
I
1
MOP.O Sosm if-i ,-il hphr boi .1 Movinneni.os do ó mes»'; H a p o d id o
arrib a y de|ai qii® la "ahí a ?o " ayudai al bebe a
r a b iz a caiga un p o to arqu ean do la a d h e r irs e a la
o ha cer un i in d o espalda, m ad re on el
íuei te le p e n tm u e s ie n d ie iid o las p a sa d o evo lu tivo
c o m í a la su p e rficie piei n as.rn indo h im ian o .
do n d e e sia el bob» los bi a?.os l i l i ia
fu e ra y
a fe itá n d o lo s
o lí a ve? lia ría »i
c uerp o
2.4 Más allá de los reflejos: Aprendizaje y mem oria fetal y neonatal
143
nacimiento. A principios de los 60, distintos trabajos han puesto de manifiesto que,
desde los primeros minutos de vida, el bebé puede detectar olores como el anís, el
petróleo, la rosa, los alcoholes o los aromas alimentarios artificiales. Se observó que
los bebés evaluados respondían a los olores con reacciones comportamentales como
modificaciones motrices generalizadas o localizadas en los miembros o en el rostro,
movimientos de orientación de la cabeza, de succión, de lamidos y mediante variaciones
neurovegetativas a nivel cardíaco y respiratorio (Engen y Lipsitt, 1963). Utilizando un
procedimiento de habituación y deshabituación, se demostró que el recién nacido puede
diferenciar estos olores y expresar memorias olfativas funcionales desde el período
neonatal. A los 3 días de vida, los bebés mostraban decrementos progresivos de las
respuestas motrices y respiratorias frente a la presentación repetida de olor a anís y
cuando, a continuación se les presentaba un olor distinto (Asa foetida) se registraba
un aumento en la respuesta motriz y neurovegetativa lo que indicaba la discriminación
de los olores (Engen y Lipsitt, 1965). O tra serie de experimentos realizados con recién
nacidos de 2 a 10 días de vida alimentados con pecho materno demuestran, mediante
la técnica de preferencia de doble elección, capacidades de orientación y discriminación
de olores durante el período neonatal. Con esta técnica se ubica por encima de la
cabeza del bebé un dispositivo en forma de U invertida que suspende a ambos lados
del rostro una almohadilla de gasa embebida con un determinado olor. Una almohadilla
se impregnaba con el olor del pecho de la propia madre y la otra con el de una madre
lactante no familiar al niño. Siempre el bebé se orientaba preferencialmente hacia la
almohadilla impregnada con el olor del pecho de su propia madre (Schaal, Montagner,
Hertling, Bolzoni, Moyse & Quichon, 1980).
Con estos experimentos se demostró que las capacidades de orientación del
neonato hacia el pecho materno están presentes desde muy temprano y posiblemente
con bases adquiridas en el reconocimiento de las claves sensoriales del líquido
amniótico materno a nivel fetal. De hecho, durante los primeros episodios de succión,
los neonatos prefieren succionar de un pecho materno que ha sido bañado con líquido
amniótico frente al otro pecho que conserva su olor natural. Estas preferencias irán
cambiando en función del tiempo y la experiencia con los sucesivos amamantamientos,
tendiendo posteriormente a preferir el olor natural del pecho de la madre frente a
otros olores biológicos (Varendi, Porter &Winberg, 1997). Utilizando una metodología
similar también se comprobó que bebés de la misma edad eran capaces de diferenciar
el olor del cuello (Schaal, 1988) y de la axila (Cernoch & Porter, 1985) de la propia
madre de los de otra madre no familiar. Más aún, cuando los bebés eran alimentados
con biberón, también se orientaban preferencialmente hacia el olor del pecho de su
madre frente al de otra madre lactante al ser evaluados a las dos semanas de vida
(Makin & Porter, 1989).Todos estos estudios revelan que los bebés poseen desde muy
pequeños finas capacidades para diferenciar entre estímulos olfativos homólogos, por
ejemplo, los recogidos de dos mujeres con un estado fisiológico comparable (la propia
madre y otra madre, ambas en período de lactancia), tendiendo siempre a preferir
aquellos provenientes de la propia madre.
Aparentemente los componentes quimiosensoriales del líquido amniótico se
procesarían a nivel fetal colaborando con el reconocimiento posterior de la madre.
144
Aunque sin olor para el adulto, tan saliente es el olor del líquido amniótico para el
recién nacido quien ha permanecido bañado en él durante todo su desarrollo uterino,
que sólo una gota presentada al bebé de pocas horas de vida es suficiente para generar
una respuesta de activación motora generalizada (Faas et al., 2013). Cuando el líquido
amniótico materno se contamina con alcohol (en madres que beben en el embarazo) el
bebé de pocas horas también reaccionará a este olor preferentemente y en contraste
con un olor para él novedoso, gesticulando de manera apetitiva cuando es expuesto al
mismo (Faas et al, 2 0 15)
145
La mitad de los niños fueron familiarizados con el estímulo auditivo/visual “green teat”
y la otra mitad con “ red mum” . La presentación del sonido era contingente con la
mirada del niño al estímulo visual. Cuando el experimentador consideraba que el niño
no miraba la clave visual, el sonido se detenía. En los ensayos de post-familiarización
los bebés experimentaban tanto la combinación familiar como la novel. Los bebés
mostraron una fuerte preferencia por la combinación novel, lo cual brindaba una clara
demostración de que los neonatos pueden aprender combinaciones visuales-auditivas
arbitrarias (Slater, Brown & Badenoch, 1997). La asociación de elementos de distintas
modalidades sensoriales ayuda al bebé en el aprendizaje de ciertas configuraciones
como sonido de la voz de su madre con la imagen de su rostro o en la asociación de
pares rostro-voz de mujeres extrañas (Hernández-Reif, Cigales & Lundy, 1994).
En el “condicionamiento operante o instrumental” la probabilidad de
ocurrencia de las respuestas varían principalmente debido a las consecuencias que
producen. La respuesta instrumental está gobernada principalmente por los eventos que
produce, es decir, ocurre debido a que la consecuencia no podría ser alcanzada sin ella.
La consecuencia buscada que motiva la conducta del sujeto ocurre siempre después de
que la respuesta instrumental ha sido emitida (Domjan & Burkhard, 1986; Domjan, 1998,
1999). A partir de la década del 80, gran parte de la investigación relativa a aprendizaje
y memoria infantil se enriquece con los aportes de C . Rovee-Collier y colaboradores.
Los autores han demostrado que ya a partir de los 2 meses de vida los bebés pueden
aprender, por ejemplo, a activar un móvil suspendido sobre su cuna. La conducta operante
bajo consideración son pequeñas pataditas que mueven el móvil, dado que el pie del bebé
está atado con una cinta al mismo. El movimiento del pie del niño produce, por lo tanto,
un movimiento contingente del móvil. El juguete móvil, específicamente su movimiento
y el sonido que puede generar, actúan en calidad de reforzador positivo. Como puede
esperarse, los bebés aprenden la tarea más rápidamente y la retienen por más tiempo
en función de la edad.A los dos meses de edad, aprender la tarea lleva entre 6-9 minutos
de adquisición (Davis & Rovee-Collier, l983;Vander Linde, Morrongiello & Rovee-Collier,
1985); a los tres meses lleva sólo la mitad del tiempo y a los 6 meses el aprendizaje se
realiza en el primer minuto (Hill, Borovsky & Rovee-Collier, 1988).
Mediante el conjunto de técnicas de habituación, preferencia y condicionamiento,
evaluando a los bebés mediante distintas modalidades sensoriales, los investigadores
actuales han podido adentrarse en la mente del bebé demostrando que nace mucho
más “ equipado” de lo que se creía para comprender el mundo físico y social que
lo rodea. Desde que nace, el bebé humano observa y aprende sobre su entorno de
manera permanente. La inmadurez prolongada característica de la primera infancia se
asocia con una paternidad más rica en comparación con otros primates. El andamiaje
psicológico que realizan los padres en los bebés humanos está presente desde el
nacimiento y propicia que la infancia sea un período de juego, enseñanza, exploración y
experimentación. La paternidad humana implica una empatia y conexión que no tiene
equivalente en ninguna otra especie de primates. Madre y padre se comprometen
espontáneamente en el desarrollo psicológico de sus hijos, participan de la experiencia
del niño, reflejan sus expresiones, le hablan con una entonación particular. En las rutinas
de alimentación o aseo el contacto visual sostenido entre la madre y el niño es una
146
conducta natural. Las madres humanas, sin que nadie les “ enseñe” su oficio, demuestran
una sintonía afectiva acompañando al bebé en sus estados de angustia o satisfacción
de manera concomitante. Lo estimulan en sus primeros aprendizajes y refuerzan sus
logros con expresiones emocionales a tono con las del bebé (Stern, 1985). Cuando
un bebé aprende a caminar primero se lo anima a ponerse de pie, luego a que camine
tomado de las manos, luego sólo de una mano y al final solo pero con un adulto que
lo espera de rodillas y con los brazos abiertos para sostenerlo. Las expresiones de
éxito del bebé se acompañan de expresiones faciales y exclamaciones ruidosas por
parte de los padres.Todo esto forma parte de la paternidad “ intuitiva” que acompaña
el desarrollo de los bebés y constituye la “ marca de fábrica” de la infancia humana
para la incursión en la cultura (Rochat, 2001). A su vez, los primeros intercambios
sociales del bebé son favorecidos por contactos “ cara a cara” que la madre propicia
en la alimentación, en los juegos y estas son características destacadas y exclusivas de
la interacción humana. La primera infancia humana es la más prolongada y aculturada
que la de cualquier otro primate. Mientras los bebés pasan su tiempo observando y
experimentando el mundo que les rodea, se los controla y cuida de manera intensiva.
Reciben apoyo, ayuda cuando la necesitan, se les enseña y estimula a aprender cosas
nuevas y se les advierte del peligro.
El bebé cuenta con un gran número de capacidades para responder y aprender
sobre el mundo que lo rodea, pero los bebés no se desarrollan aislados y son sus
cuidadores los que no sólo aseguran su supervivencia sino que los sumergen en la
cultura como ser social.
147
fundamentalmente en la idea de que los recién nacidos contribuyen de una forma
significativa a su propio desarrollo, dejando de esta manera atrás el concepto de
neonato como un receptor pasivo ante los estímulos ambientales.
C óm o trabaja
La Escala Brazelton (Neonatal Behavioral Assessment Scale: N BAS), examina un
amplio rango de conductas en los niños desde el nacimiento hasta los 2 meses de edad.
La premisa de la escala es que los bebés nacen listos para comunicarse. No pueden usar
palabras pero sus movimientos corporales, llanto y respuestas visuales son su manera
de comunicación.
Cóm o está compuesta
Las capacidades del recién nacido, anteriormente expuestas en capítulos
anteriores, son las que se articulan en esta escala en la forma de ítems de evaluación.
El contenido de la Escala Brazelton consta de 28 items comportamentales y
18 items sobre reflejos. A través de los mismos, revisa las capacidades del bebé en
diferentes areas del desarrollo:autonomica, motora, regulación de estados y los sistemas
de interactivos de regulación social. El resultado no es un score sino más bien ayuda a
entender cómo los niños integran estas áreas para adaptarse a su ambiente. Más allá de
colaborar en la detección de patologías, ayuda a entender la particular forma de actuar
del neonato con su entorno brindando un perfil de las características conductuales del
niño y los primeros esbozos de sus rasgos temperamentales.
En la segunda edición de la NBAS (Brazelton, 1984) se añadieron una serie de 7
ítems suplementarios con la intención de captar mejor el grado de fragilidad y la calidad
de la conducta de niños de alto riesgo. Estos siete ítems intentan resumir la calidad de
respuesta del niño y la cantidad de estimulación que necesita por parte del examinador
para organizar sus respuestas.
148
Estabilidad autonómica
- Registra signos de estrés relacionados con la homeostasis del SNC como tem
blores, sobresaltos, color de la piel
Reflejos
- Registra el número de respuestas hacia los estímulos anormales
149
Cuando la escala se administra es importante que el examinador sea flexible y
esté atento a la actitud y disponibilidad del bebé, el que debe estar en un estado alerta,
activo y mostrarse cooperativo. Por lo general se sugiere una secuencia de aplicación
de los ítems, agrupándolos en “ módulos” que siguen un orden establecido y los tornan
fácil de recordar.
Los módulos son:
- módulo de habituación: comprende los ítems de disminución de la respuesta.
Este grupo se administra primero y sólo se omitirá si el niño no está en un
estado de alerta apropiado
- módulo motor oral: comprende los reflejos del pie y el de búsqueda, los ítems
de succión y glabela
- módulo troncal: comprende los ítems moderadamente estimulantes como des
vestir y manipular y también la desviación tónica de cabeza y ojos
- módulo vestibular:comprende los ítems de máxima manipulación y estimulación:
movimientos defensivos, reflejo tónico del cuello y Moro
- módulo social interactivo: comprende todos los ítems de orientación y va ligado
al estado de conciencia del niño. No debe administrarse cuando no está en un
en un estado adecuado de alerta, por lo que es un grupo movible. La evalua
ción de la capacidad de ser consolado y de la capacidad para consolarse puede
asimismo interrumpir la secuencia estándar si el neonato irrumpe en un estado
de llanto.
150
planificando la intervención y seguimiento con los servicios o dispositivos más
adecuados para la familia.
La valoración clínica que plantea la escala parte de una postura centrada en el niño
y enfocada en la familia al mismo tiempo. El objetivo es conseguir captar toda la riqueza
del comportamiento del niño y mostrarlo a los padres y, al mismo tiempo, ofrecer una
oportunidad para compartir sus preocupaciones acerca de su hijo y acerca de ellos
mismos como padres. Conociendo las características de su hijo los padres fortalecen
su parentalidad y desarrollan una variedad de respuestas adecuadas para estimular
y orientar el desarrollo del pequeño. Los padres comenzarán a darse cuenta que su
niño es un individuo y responde como tal al mismo tiempo que puede responder de
maneras diferentes en momentos diferentes. Comenzarán a estar atentos a la aparición
de diferentes conductas, observarán cómo protege su estado de sueño sabiendo que,
si se perturba, se puede recuperar del llanto por sí solo. Entenderán también que aún
desde muy pequeño, su niño ya demostrará habilidades para controlar y coordinar
movimientos. Sabrán también que desde que nace su hijo ya ve, oye y responde a
una variedad de estímulos del ambiente y esto alentará su relación con él. Conocer
sobre su bebé vuelve a los padres menos atrapados por miedos injustificados y más
dispuestos emocionalmente para las interacciones con su hijo.
151
CAPITULO III
153
La característica principal en relación al contexto histórico, económico y so-
ciocultura es el proceso de industrialización y urbanización. Es el auge del tra
bajo fabril, por ende los miembros de la familia comienzan a pertenecer a dos
esferas sociales, por un lado el mundo del trabajo y la producción y por el otro
el mundo de la casa y la fam¡lia.AI comienzo el rol de la m ujer es el cuidado de
los hijos en el entorno del hogar tomado paulatinamente un papel de mayor
relevancia y protagonismo, lo que llevará progresivamente al inicio de activida
des laborales en otros espacios sociales (fábricas, hospitales, escuelas etc.). La
conformación de la familia ya no es una imposición como en la etapa anterior,
sino una elección libre, respetando el valor de la libertad, donde predomina una
lógica afectiva en la construcción de los vínculos conyugales. En este sentido
Elizabeth Roudinesco (2010) menciona que la familia en este momento his
tórico es “fundada en el amor romántico, sanciona a través del matrimonio la
reciprocidad de sentimientos y deseos carnales” . Prevalecen las familias de tipo
nuclear, constituida por; padre, madre e hijos todos compartiendo una misma
vivienda. La concepción debido a los métodos anticonceptivos es planificada,
se habla en estos momentos sobre la importancia del “deseo de concebir” , los
cuidados tanto afectivos como de higiene y alimentación corre por cuenta de
los adultos integrantes de la familia, mientras que de la educación se encarga
el estado.
3. La Familia Contemporánea o Post Moderna, los cambios relevantes en este
momento se dan lugar en la revolución tecnológica, predomina la globalización
lo que imprime un nuevo orden y organización social mundial en lo que se
ve reflejado principalmente en las actividades de carácter económico, trayen
do por consecuencia también la flexibilidad laboral e inestabilidad en ciertas
instituciones estatales, es auge de lo privado. A la anterior revolución, se les
suma la demográfica y democrática, el incremento de los avances científicos
y los relacionados con el campo médico específicamente, permite una mayor
expectativa de vida, la longevidad introduce cambios en el contexto familiar,
por otro lado cada vez son más numerosas las nuevas técnicas que se generan
de fertilización asistida, permitiendo de este modo la accesibilidad al deseo de
constituir una familia. Al mismo tiempo el aumento la libertad y de sentimien
tos de autorrealización, hace que hoy por hoy se incrementa el número de
parejas conyugales que deciden no tener hijos o postergar la maternidad y/o
paternidad, viviendo su relación afectiva por medio de una unión convivencial
sin contraer matrimonio.
Asimismo en este contexto, el Estado Nacional determinó en el año 1968 la ley
17.711 en la cual se autoriza el divorcio por mutuo acuerdo. A partir del año 1987 se
dicta la ley 23.515 por la cual se permite que los que estuvieran separados de hecho
se divorcien sin necesidad del consentimiento del otro. En el nuevo Código Cilvil y
Comercial, que rige desde julio del 2015 admite el divorcio por voluntad de una sola
de las partes, la cual deberá acompañar a dicho pedido una nota que aclaratoria sobre
las incumbencias de cada ex conyugue en relación al cuidado de los hijos, alimentación,
división de bienes etc.Además el nuevo código reconoce derechos y obligaciones a los
que viven en unión convivencial -antes concubinos-que hasta su sanción no les eran
reconocidos.A pesar de los numerosos divorcios que se comenzaron a producir después
de introducirse estos marcos legales, la familia lejos se encuentra de desaparecer, por
el contrario lo que prevalece y se acentúan son constantemente sus transformaciones.
Las estructuras familiares se modifican, comenzamos a hablar de familias
ensambladas, las cuales se encuentran conformadas por una pareja conviviente
actualmente, la cual puede que alguno de los dos o ambos tengan hijos producto de una
unión matrimonial previa, y a la vez conciben hijos entre ambos, es lo que se conoce
más comúnmente como “ los tuyos, los míos y los nuestros” , familias extensas donde
conviven en el mismo hogar varias generaciones, por ejemplo abuelos, padres e hijos,
mientras que las familias monoparentales, son aquellas en la cuales hay un adulto único
responsable de la crianza de su hijo o hija.
Otros de los cambios acontecidos en estos últimos años, en relación a
legislaciones vigente que traen transformaciones en relación directa a la conformación
de las estructuras familiares fue la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario (rige
desde el año 2010 en República Argentina, siendo el primer país de Latinoamérica en
aprobarse dicha ley). Fue el resultado de la lucha de los derechos de la Federación
Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales yTrans, bajo el lema“ Los mismos derechos, con
los mismos Nombres” . Aquí comienza a permitirse la unión matrimonial de personas
del mismo sexo. Conformando de este modo las familias homoparentales.
Entonces las configuraciones familiares que se presentan en la actualidad son
las siguientes:
- Nuclear: padre, madre e hijos
- Ensamblada: están constituida por una pareja conviviente actualmente, la cual
puede que alguno de los dos o ambos tengan hijos producto de una unión
matrimonial previa, y a la vez conciben hijos entre ambos, es lo que se conoce
más comúnmente como “ los tuyos, los míos y los nuestros” .
- Extensas: son aquellas donde conviven en el mismo hogar varias generaciones,
por ejemplo abuelos, padres, hijos etc.
- Monoparentales, son aquellas en la cuales hay un adulto único responsable de
la crianza de su hijo o hija.
- Homoparentales: ambos adultos progenitores son del mismo sexo.
155
Independientemente de la conformación familiar, lo que resulta indispensable es
el cumplimiento de las funciones de la familia, según los autores son, la supervivencia de
los hijos, asegurando pautas de crianza seguras.Aportar un clima de afecto y confianza.
Los vínculos que se construyen deben ser mediante un compromiso emocional y
responsabilidad por parte de los adultos. La estimulación necesaria para garantizar un
desarrollo saludable integral, potencializando las capacidades y habilidades del hijos y
finalmente la apertura hacia la interacción constante con el contexto (la escuela, el club
etc.)
La psicoanalista Raquel Soifer (1994), plantea una definición similar,“ es un grupo
de personas que conviven, durante un lapso prolongado, que están unidas (o no) por lazos
consanguíneos y que se asisten recíprocamente en el cuidado de sus vidas” . Por otra parte,
desde una perspectiva ecológica del desarrollo la familia será vista como un sistema
de relaciones dentro de otros sistemas, Bronfenbrenner (1986), mencionará que
existen sistemas de relaciones inclusivas; microsistema, mesosistema, exosistema, y
macrosistema. El microsistema estará conformado por el sistema más próximo al sujeto,
en este caso su propia familia. El mesosistema hace referencia a la relación existente
entre el microsistema y las interacciones que se producen en otros ámbitos sociales
que son cercanos al sujeto, por ejemplo; familia-escuela. El exosistema está compuesto
por estructuras de índole tanto formal como informales (familia club-vecinos-
familia extensa-relaciones laborales) El macrosistema hace referencia a los aspectos
simbólicos pero estructurantes de la sociedad, por ejemplo normas, leyes, creencias etc.
(la valoración sobre el trabajo, la educación, valores éticos y morales, crisis económica,
desempleo etc.). Cada sistema influye en el otro directa o indirectamente, pensemos en
la siguiente situación, una crisis económica trae por consecuencias despidos masivos,
por ende queda en situación de desempleo algún miembro de la familia, repercutirá
directamente en el microsistema, ya que habrá que repensar estrategias organizativas
para sobrellevar ese acontecimiento, se tomarán una serie de decisiones que afectará
en mayor o menor medida al grupo familiar en su totalidad (reemplazar actividades,
modificar ciertos hábitos etc.) Ahora bien dentro del propio microsistema familiar,
existen subsistemas. Para Minuchin (1985), desde un enfoque de carácter sistémico,
definirá a la familia como “ un grupo natural que en el curso del tiempo ha elaborado pautas
de interacción. Estas constituyen la estructura de la familia, que a su vez rige el funcionamiento
de los miembros de la familia define su gama de conductas y facilita su interacción recíproca”.
A la vez cada familia constituye un sistema complejo conformado por subsistemas.
En un principio, y siguiendo Minuchin, se configura el holón conyugal, dos personas
adultas (la cual cada una por su parte en un holón individual,ya que incluye el concepto
de sí mismo, con particulares propias, subjetivas) deciden construir una familia, serán los
responsables de brindar a los hijos amor, protección, cuidado, bienestar satisfaciendo las
necesidades básicas de alimentación, higiene, generando las bases de un vínculo que se
mantendrá por toda la vida. Con la llegada del primer hijo o hija nace el holón parental,
un subsistema de relaciones, padre-hijo/ madre-hijo. Mientras que puede o no darse
un tercer subsistema en caso de haber hermanos en la familia, es decir, se conforma el
holón entre los hermanos, en esta relación de carácter simétrica, se elaboran pautas de
interacción que les permite comunicarse en las acciones de la cotidianeidad.
156
En relación a las funciones de la familia, Raquel Soifer (1994) menciona como
principal objetivo la defensa de la vida, y suele manifestarse en diversas funciones que
los progenitores deben asegurar, a lo largo del crecimiento de sus hijos. Al momento
de nacer el bebé depende exclusivamente de los adultos, el desarrollo saludable es
producto de interjuego entre los procesos de maduración y un ambiente o contexto
que favorezca el bienestar del niño/a estimulando y brindando las pautas de crianza
adecuada. Le enseñará el cuidado de su cuerpo, el establecimiento de las relaciones
sociales dentro del entorno familiar, actividades que se llevarán a cabo dentro como así
también fuera del hogar (jardín maternal, escuela) relacionadas con la construcción de
hábitos (convivencia, orden, higiene,alimentación etc.) enseñanza de pautas socialmente
aceptadas por la cultura a la que forman parte.
Una mirada a los contextos relevantes del ser humano ubica a la familia en un
lugar de privilegio ya que en todas las culturas, el hombre ha vivido en alguna forma de
grupo familiar. Esta organización social representa la primera y más significativa fuerza
de adaptación del niño a la sociedad (Berger &Luckman, 2003). Distintos organismos,
como la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2003), la reconocen como la
principal fuente transmisora de conocimientos, valores, actitudes y hábitos.
La familia constituye el primer marco de referencia que tienen los hijos e hijas. En
su entorno establecen los primeros vínculos afectivos y crean las bases de su identidad
y del desarrollo de su autoestima.
La familia desde el momento en que el niño nace debe poner en marcha las
funciones de crianza, prolongando la vida intrauterina en el medio que lo recibe,
promoviendo la humanización, permitiendo el despliegue de las potencialidades del
niño en la medida que contemplen la satisfacción de sus necesidades y lo reconozcan
como un sujeto capaz de autonomía.
Los diferentes modelos del desarrollo acuerdan en el importante papel que juega
la familia en el modo en que el niño irá construyendo su personalidad, todos ellos
coinciden en que son los padres y el contexto familiar los modeladores de esta. Desde
el modo en que los padres manejan la satisfacción o restricción de los deseos de los
hijos (Freud); la forma en que responden a sus conductas exploratorias y a su iniciativa
(Erikson); la manera en que actúan ante su cabezonería o sus gracias (Wallon), y los
métodos que emplean para moldear con reforzamientos diferenciales las conductas
sociales de sus hijos (Teoría del aprendizaje social), son considerados esenciales en el
desarrollo del carácter.
Dentro de este sistema, los padres juegan un papel fundamental en su desarrollo.
Este papel se conoce con el término socialización. Se trata de un proceso que hace
referencia a la manera en queun niño.a través de la educación, laformación, la observación
y la experiencia, adquiere habilidades, motivaciones, actitudes y comportamientos que
son necesarios para adaptarse con éxito a una familia y cultura. (Ladd y Pettit, 2002)
157
Si bien son diversos los modelos de socialización disponibles en la literatura,
en general los teóricos de las diferentes corrientes coinciden en la existencia de dos
dimensiones en el campo de la crianza o Parenting (Musitu y García, 2001). Ambas
dimensiones están relacionadas con los constructos Control vs. Apoyo. La dimensión
de apoyo hace referencia a aquellas conductas de los padres cuyo objeto es que los hijos
se sientan aceptados y comprendidos, y se refleja en la expresión de afecto, satisfacción
y ayuda emocional y también material; algunos ejemplos son las alabanzas, elogios, y
expresiones físicas de cariño y ternura. La dimensión control se refiere a la actitud que
asumen los padres hacia los hijos con la intención de dirigir su comportamiento y se
expresa en orientaciones como dar consejos o sugerencias, y también en actitudes y
conductas más coactivas como amenazar con castigos, castigar directamente, u obligar
a cumplir normas.
La crianza es una de las áreas más estudiadas y con más apoyo con respecto
a su influencia en el desarrollo de los niños. El estilo de crianza junto con el patrón
general de la paternidad y el funcionamiento familiar, son factores claves. Los padres
y las madres que optan por prácticas educativas dentro de un marco equilibrado con
una buena regulación emocional suelen tener hijos e hijas socialmente adaptadosy
autocontrolados como consecuencia de hábitos de crianza cuya base radica en la
disciplina y el afecto (Maccoby y Martín, 1983).
Diana Baumrind fue pionera es este campo de investigación durante la década
del sesenta y que continuó hasta los años noventa. Esta autora norteamericana realizó
estudios en hogares donde observaba la conducta de los hijos y realizaba entrevistas
a los padres, tomando además medidas complementarias de ajuste de los hijos. Es la
autora del enfoque tipológico más conocido e influyente (Spera, 2005). Para Baumrind
el elemento clave del rol parental es el grado de control ejercido sobre los hijos, de
manera que fundamentó su clasificación en base a esta dimensión. Denominó a estos
estilos parentales del siguiente modo: (a) Estilo Autoritario, cuando los padres valoran la
obediencia y restringen la autonomía del hijo, (b) Estilo Permisivo, cuando los padres no
ejercen prácticamente ningún tipo de control sobre sus hijos y les conceden un grado
muy elevado de autonomía y (c) Estilo Autorizativo, que se sitúa en un punto intermedio
en el que los padres intentan controlar la conducta de sus hijos sobre la base de la
razón, más que a través de la imposición.
A principios de los 80, el modelo tripartito estaba firmemente establecido en
el campo del desarrollo del niño y servía como el mejor modelo para el estudio de la
influencia de los padres en el desarrollo de los hijos. Sin embargo, aunque Baumrind
limitó el campo de su investigación a la influencia de las variaciones en el estilo parental
entre familias bien ajustadas, otros investigadores estaban interesados en un rango más
amplio de familias.
Maccoby y Martin( 1983), agregaron a la tipología de Baumrind un cuarto tipo de
estilo parental, caracterizado por la negligencia y la falta de compromiso; este estilo es
mencionado en la literatura como Estilo Negligente, donde los niveles son bajos tanto en
control como en apoyo o afecto parental. La dinámica familiar presente en este cuarto
estilo implicaría altos valores de indiferencia parental hacia sus hijos.
Las características particulares de cada uno de estos estilos en función de las
dimensiones de Maccoby y Martin ( 1983) se recogen en el cuadro siguiente:
Estilos Parentales
Estilo autorizativo o dem ocrático (alta responsividad y alta exigen cia):estos padres
mantienen un talante responsivo a las demandas de sus hijos pero al m ism o tiem po
esperan que respondan a sus exigencias asi, por un lado, los padres muestran
apoyo, respeto y estimulan la autonom ía y la com unicación familiar y, por otro,
establecen norm as y límites claros. Son padres que quieren o rien tar a sus hijos y
para ello hacen uso de ciertas restricciones, pero tam b ién respetan las decisiones,
intereses y opiniones de éstos. Son cariñ oso s, receptivos, explican las razones de
su postura, pero tam bién exigen un com portam iento adecuado y mantienen las
norm as con firmeza.
Estilo perm isivo (alta responsividad y baja exigencia): estos padres son razonablem ente
responsivos a las demandas de sus hijos, pero evitan regular la conducta de estos,
permitiendo que sean los propios hijos quienes supervisen sus conductas y
elecciones en la medida de lo posible. Estos padres imponen pocas reglas, son poco
exigentes y evitan la utilización del castigo; tienden a se r tolerantes hacia un amplio
rango de conductas y conceden gran libertad de acción; suelen ser, adem ás, padres
castigo físico.
Estilo negligente o indiferente (baja responsividad y baja exigencia): los padres que
presentan este estilo educativo tienden a limitar el tiem po que invierten en las
tareas parentales y se centran exclusivam ente en sus propios intereses y problem as;
proporcionan poco apoyo y afecto y establecen escasos lim ites de conducta a sus
hijos.__________________________________________________________________________________ _______________________
Todas las familias y todos los padres y madres comparten rasgos más afines o
característicos de alguno de los estilos parentales descriptos, aunque también es cierto
que se pueden producir desplazamientos de un estilo a otro en una misma familia,
o incluso en una misma persona, en función de las circunstancias, las necesidades, o
el momento evolutivo del hijo. No obstante, entendiendo y aceptando que pueden
darse variaciones, que toda tipología supone en sí misma una simplificación y que las
1 59
familias ‘prototipo’ no existen, los estudios han constatado ciertas regularidades en las
conductas y normas de las familias de manera que podemos situar a cada una de ellas
como más próxima a un estilo particular que a otro (Musitu y Cava,200l).
Hasta aquí se ha ido realizando un recorrido sobre las teorías más reconocidas
sobre el estilo parental y la influencia que este ejerce sobre los hijos. No obstante,
salvando la teoría propuesta por Darling y Steinberg (1993), diferentes autores como
Ceballos y Rodrigo (1998) o Palacios (1999), afirman que el modelo de socialización
propuesto durante varias décadas resulta demasiado rígido y simplista y no tiene en
cuenta los mecanismos a través de los que se influye sobre los hijos. Estos autores
resaltan entre las principales limitaciones:
- Una concepción de los estilos educativos basada en una influencia unidirec
cional y directa de la conducta de los padres sobre el desarrollo de los hijos.
- La poca importancia que se le ha dado a las influencias genéticas y de otros
factores externos a la familia.
- La minusvaloración de la comprensión por parte de los padres de las situacio
nes educativas y la contribución de los hijos en el proceso.
- El establecimiento de un proceso de socialización lineal, de unas prácticas pa-
rentales concretas a unos resultados de socialización concretos en los hijos.
Por otro lado, estos mismos autores señalan que los modelos establecidos no
tienen en cuenta el momento evolutivo de los niños ni sus características particulares a
la hora de juzgar la adecuación de los estilos parentales o la interpretación que los hijos
hacen de los mismos.Además, se da por hecho que la conducta de los padres tiene una
elevada consistencia a lo largo del tiempo, a la vez que se presupone que toda decisión
que toman los padres es una decisión consciente y razonada. Por ello, en la actualidad
se están haciendo ciertos aportes con el objetivo de llegar a una mejor comprensión
de los estilos parentales y su influencia sobre los hijos.
160
nature of love” de Harlow y “ The nature of child tie to this mother” de Bowlby. Harlow,
etólogo especializado en el estudio de los monos rhésus, demuestra por primea vez
que en el establecimiento de los lazos afectivos entre el pequeño y su madre, la
satisfacción de las necesidades de alimento no tiene un rol primordial. Observa que
desde el nacimiento existe en los pequeños monos una necesidad de contacto. Realiza
experimentos en los que al nacer se separaba a los monitos de su madre biológica
suministrándoles madres sustitutas que consistían en un cilindro hecho de alambre
o de paño suave. La alimentación la recibían de una botella que podía colocarse en
cualquier modelo. Se constató que el contacto con algo suave y agradable constituye
una variable de importancia fundamental en el desarrollo de respuestas afectivas ante
la madre sustituía y que la alimentación desempeñaba un rol relativamente secundario
(Harlow y Zimmermann, 1959). En la esfera humana esto se relaciona con el programa
“ Madre Canguro” implementado en prematuros. Entre otros estímulos maternos, el
niño permanece caliente piel a piel, siendo esto de fundamental importancia en una
evolución saludable (Closa Monasterolo, Moraleja Benitez, Raves Olives, Martínez &
Gómez Papi, 1998).
Bowlby toma estos conceptos de la etología para explicar el comportamiento
del niño frente a su madre proponiendo el término “ apego” para referirse al vínculo
específico que los une (Bowlby, 1969, 1982). Este vínculo primario entre la mamá y el
bebé describe la importancia de las relaciones tempranas y el vínculo establecido con
la primera figura que cuida al niño en el desarrollo saludable de éste. Con aportes
entonces desde el psicoanálisis, la etología y el comportamiento animal, se comienza a
entender al apego como un vínculo afectivo mamá-bebé que se establece al margen de
la alimentación y la satisfacción de las necesidades del niño, quien naturalmente necesita
de estos cuidados como organismo altricial para asegurar su supervivencia.
A partir de lo planteado por Bowlby en la segunda mitad del siglo X X , la
estructura teórica original y específica de la teoría se sustenta en bases biológicas
(sistema conductual de control), sociales (impulso de contacto), cognitivas (registro
y representación de las conductas y los vínculos) y dinámicas (significación de las
conductas). Así, el apego contribuye a la supervivencia física y psíquica del sujeto
generando seguridad y facilitando el conocimiento del entorno, en la medida en que el
niño va conformando modelos de representación internos que estructuran su vínculo con
el mundo y con los otros significativos (Bowlby, 1979).
161
capacidad posterior del infante de establecer vínculos afectivos siendo sus función
principal la de proporcionarles una base segura para, desde allí, animarlos a explorar. Es
importante que el infante pueda depender de sus figuras de apego y que éstas puedan
contener y proteger al niño cuando lo necesita. La interacción que se produzca entre
el cuidador y el pequeño podrá dar cuenta de la calidad del vínculo, lo cual se identifica
como modelos operantes internos, que serían las expectativas que posee el niño acerca
de sí mismo y de los demás, y que le hacen posible anticipar, interpretar y responder a
la conducta de sus figuras de apego ya que integran experiencias presentes y pasadas
en esquemas cognitivos y emocionales (Lusmenia Garrido-Rojas, 2006).
El apego es adaptativo para el niño, los padres, el sistema familiar y también para
nuestra especie. Desde un punto de vista objetivo, el sentido del mismo es favorecer la
supervivencia, manteniendo una proximidad entre la madre y el niño, y, desde un punto
de vista subjetivo, su función sería proporcionar la seguridad emocional necesaria para
el bienestar.
Para Bowlby el apego se formaría a partir de la necesidad del infante humano
de mantener proximidad con ciertas figuras que le provean de lo necesario para su
supervivencia. Esta necesidad daría lugar a un sistema conductual de control, que se
apoya en cinco respuestas instintivas humanas: chupar, llorar, aferrarse, aproximarse y
sonreír. Estas respuestas son independientes pero serían integradas a través de sucesivas
experiencias con los cuidadores, que al ser internalizadas, irían conformando la conducta
global de apego. Cuando este sistema se encuentra en pleno funcionamiento el niño
puede controlar el acceso a las figuras de apego y mantener un grado de proximidad
razonable, incluso en situaciones que no conllevan una amenaza grave.
Es importante diferenciar entre la conducta de apego y el vínculo de apego:
- El vínculo de apego es un lazo afectivo desarrollado con las personas que
tienen una significación especial en su vida. D ecir que un niño o una persona
tiene apego a alguien significa que está absolutamente dispuesto a buscar la
proximidad y el contacto con ese individuo, sobre todo ante la sensación de
inseguridad.
- La conducta de apego se refiere a cualquiera de las diversas formas de conduc
ta que tiene como resultado el logro o la conservación de la proximidad con
otro individuo claramente identificado al que se considera mejor capacitado
para enfrentarse al mundo.
162
de la cría en las especies superiores. El rol activo en este acercamiento lo tiene en
un primer momento la madre. El bebé lo provoca a través de “ señales” tales como el
llanto, la sonrisa, el balbuceo, los gestos y el llamado cuyo objetivo es llevar a la madre
hacia el hijo. Posteriormente, el niño asume este rol desarrollando las “ conductas de
acercamiento” cuyo objetivo es llevarlo a él hacia la madre (Beltrame, 2 0 11).
En la construcción del sistema de apego en el vínculo madre-hijo, se pueden
identificar una serie de fases (Bowlby, !969;Ainsworth, 1969):
1- Fase de pre apego: (primeros dos meses). Orientación y señales sin
discriminación de figura. Serían aquellos comportamientos de las primeras semanas
de vida del bebé, que forman parte de su bagaje genético y que se activan frente a la
presencia humana. Se caracteriza por la aparición de un amplio repertorio de señales
en el bebé que son, en su mayoría, de carácter reflejo, aunque también posee otras
capacidades sensoriales y perceptivas que le permiten comunicarse y conocer a las
personas que le rodean. Ejemplos de estas conductas serían orientar la mirada hacia
una persona, sonreírle, dejar de llorar, tratar de aferrar.
2 - Fase de formación del apego (2 a 6 meses) Durante estos meses, el
bebé empieza a dar muestras de poder diferenciar a las personas familiares de las
desconocidas, por lo que tiene una mayor tendencia a iniciar interacciones sociales con
el cuidador o cuidadores principales. Por lo tanto, los comportamientos reseñados en
la fase anterior se orientan ahora hacia el cuidador.
3 - Fase clara de apego (seis meses a tres años) En esta nueva etapa se producen
una gran cantidad de cambios que dan lugar a la consolidación de la vinculación
afectiva. No sólo el sistema de apego (como conjunto de conductas que se encuentra
organizado en torno a una meta, a saber la proximidad y el contacto físico con la figura
de apego) se consolida en esta fase. Otros tres sistemas conductuales relacionados
con él también hacen su aparición en ella. El sistema de miedo contiene el conjunto
de conductas de cautela, temor e inhibición que aparecen cuando el niño se enfrenta a
una estimulación novedosa, sobre todo si proviene de personas no familiares. El sistema
afiliativo recoge el repertorio de conductas encaminadas a la búsqueda de la proximidad
e interacción con personas conocidas. El sistema exploratorio, favorecido por las
nuevas posibilidades de desplazamiento autónomo, contribuye a que el niño pueda
mostrar conductas encaminadas a conocer y explorar el entorno físico. Se buscará
en consecuencia el mantenimiento de la proximidad con una figura discriminada por
medio de la locomoción y de las señales. Cuando el niño logra moverse por si mismo,
agrega este nuevo repertorio conductual a sus recursos para obtener la proximidad
de la madre. Esta situación novedosa introduce el equilibrio entre las conductas del
niño orientadas hacia la exploración y hacia la seguridad. Ambas son imprescindibles
para su desarrollo. En un proceso normal, en función de la sucesión de conductas de
exploración-acercamiento el niño empieza a construir el concepto de “ base segura” : la
madre como elemento independiente, permanente en tiempo y espacio, al que puede
recurrir más allá de no estar en contacto presente.
4 - Formación de una relación recíproca (tres años en adelante; este tipo de
interacción madre-hijo dura toda la vida en los seres humanos). Ainsworth plantea un
163
interesante vínculo entre las fases del apego de Bowlby y las etapas cognitivas de Piaget.
Para lograr una relación recíproca el niño debe haber podido superar el egocentrismo.
Debe ser capaz de interpretar los objetivos de la madre para poder interactuar con
sus propios objetivos.
Ambos autores (Bowlby y Ainsworth) resaltan que las conductas de apego no
son privativas de la infancia sino que se desarrollan a lo largo de toda la vida y se ven
potenciadas en las situaciones de inseguridad. Incluso hay figuras de apego que pueden
permanecer más allá de la infancia, como los padres. Lo que cambia son las estrategias
que se usan para establecer el apego. Esto es visto como parte del desarrollo saludable
de la persona.
Para que la interacción recíproca se produzca exitosamente deben darse una
serie de respuestas por parte de la madre. Por un lado.es fundamental la sensibilidad de
la misma ante las señales del bebé y la sincronización de sus intervenciones en relación
a éstas. Por otro, el hecho de que las iniciativas de contacto del bebé lleven a respuestas
de la madre previsibles y coherentes con sus necesidades.
Esto permite el desarrollo de los dos aspectos de un vínculo de apego saludable:
1- que los padres le proporcionen al niño una base segura
2 - que lo animen a explorar a partir de ellos (Bowlby, 1986).
Las características de la construcción del vínculo de apego definen modelos
representativos de sí mismo y de los otros que permanecen actuando en otras etapas
de la vida y condicionan futuros vínculos.
Mary Ainsworth, una de las colegas de Bowlby, desarrolló a fines de los 60,
una serie de estudios que le permitieron establecer una clasificación empírica de las
diferentes modalidades de apego. Comenzó con un estudio longitudinal de 26 pares
de madres y bebes en sus ambientes naturales. Este estudio realizado en Baltimore,
Maryland consistió en tres visitas semanales, de cuatro horas de duración durante el
primer año de vida en las cuales los investigadores registraban el comportamiento de
los bebés y la sensibilidad en las respuestas de las madres al mismo. Posteriormente,
diseñó un modelo denominado de la “ Situación Extraña” ( Strange Situation), un
procedimiento de laboratorio semi-estructurado en el que podía observar a los bebés
respondiendo frente a distintos estímulos (encontrarse en un lugar nuevo, una mujer
adulta extraña, estar separado de la madre por un período breve y estar solo en un
lugar no conocido por un momento). Este estudio incluyó 106 bebés, 23 de los cuales
pertenecían al estudio longitudinal. En la Situación Extraña, jueces experimentados
codificaron el comportamiento interactivo en cuatro escalas: proximidad y búsqueda
de contacto, mantenimiento del contacto, resistencia y evitación. Com o resultado de estas
investigaciones, en 1969 Ainsworth define tres patrones de apego:
- El Apego Seguro:Aquí los niños usaban a la figura de apego como una base
segura a partir de la cual explorar el ambiente. Cuando se enfrentan a eventos
estresantes (como la separación en un ambiente desconocido), se acercan o
realizan algún tipo de señal que les permita aumentar el grado de proximidad
con la figura de apego. Una vez que éste se obtiene, la conducta exploratoria
164
se retoma. Presentan conductas de exploración activa, se disgustan ante la se
paración del cuidador pero cuando este vuelve tienen una respuesta positiva
frente a él, y suelen consolarse con facilidad; en la interacción revelan calidez,
confianza y seguridad. Se relacionan con individuos que se han desenvuelto en
un grupo familiar estable y contenedor generándoles seguridad que se asocia
al hecho de que el niño confía en que sus padres serán accesibles, sensibles, y
colaboradores. Es el tipo de apego promovido por una madre que se muestra
amorosamente sensible cuando su hijo busca protección o consuelo, además
de ser capaz de ajustar su conducta a las necesidades cambiantes del infan
te, implementando una comunicación directa y abierta, no generando rabia
frecuente sino movilizando respuestas rápidas que tienden a ser aliviadoras.
Además está basado en la presencia de equilibrio entre las conductas de apego
del niño y las conductas de exploración del ambiente, así mismo pueden lograr
explorar activamente buscando un contacto con su figura de apego en situa
ciones de angustia como así también recibiendo positivamente la ayuda de las
mismas.
- El Apego Inseguro/Evitativo: En esta tipología los niños que enfrentan un
momento de separación con sus madres son relativamente indiferentes cuando
aquellas retornan: no las saludaban, ignoraban sus intentos de tomar contacto
y actuaban sin darle mayor importancia a su presencia. Estos niños presentan
conductas de distanciamiento, no lloran al separarse del progenitor, suelen con
centrarse en los juegos y evitan el contacto cercano, hay una ausencia de angus
tia y enojo ante la separación e indiferencia cuando la madre vuelve, revelando
distancia y evitación en la interacción. Evidencian una autonomía activa en la
exploración del mundo pero ignoran a su cuidador cuando se sienten estresa-
dos, preocupados o insatisfechos, es decir poseen una disposición afirmando
su independencia de los vínculos afectivos. El niño no confía en recibir apoyo
por lo tanto se vuelve autosuficiente. Existen dos tipos de experiencias que
suelen relacionarse con este patrón, la primera es la pérdida del progenitor en
la infancia y por ende tuvo que arreglársela solo, y la segunda es la existencia de
un progenitor que tuvo una actitud crítica y sin empatia con respecto al deseo
natural del niño a obtener amor. Las madres que promueven este tipo de apego
manifiestan un rechazo hacia el contacto corporal generando un desbalance
entre el apego y la exploración.
- El Apego Inseguro/Ambivalente; Aquí se observan comportamientos
combinados de ansiedad y acercamiento. Cuando estos niños se juntan con
sus madres luego de una breve separación emiten señales de ansiedad parale
lamente a su comportamiento de apego. Los mismos reaccionan fuertemente
a la separación, presentando conductas ansiosas y de protesta como llorar y
aferrarse, suelen mostrar rabia, no se calman con facilidad y no retoman la ex
ploración; la angustia es exacerbada y revelan una interacción de ambivalencia,
enojo y preocupación. En estos niños es común encontrar una historia vincular
marcada por una frustración en sus conductas de apego lo cual es provoca
do por sus propias figuras, provocando una gran ambivalencia: por una parte
165
esperan, buscan apoyo y cariño, pero por otra sienten miedo a ser excluidos.
Existe un rechazo intermitente y parcial generando un despliegue emocional
incluyendo altos montos de rabia, basándose en el estado afectivo que perci
ben en su cuidador. Se evidencian dificultades en la relación materno-infantil
relacionadas con protestas por parte de la madre, comunicaciones inductoras
de culpa y criticas reiteradas hacia su hijo.
166
temprana infancia. La entrevista no se codifica en función de la evaluación positiva o
negativa que realiza la persona de dichas experiencias, sino en términos del análisis
narrativo de las mismas. Esto es, como el individuo organiza su atención y su discurso
relativo a las situaciones de apego. Un discurso flexible y coherente sobre las
experiencias positivas y negativas de apego se codifica como Autónomo (el equivalente
a Seguro en la infancia), estrategias para evitar la referencia a las mismas se codifican
como Rechazante (Evitativo en la infancia) y estrategias de discurso hiperactivadas
en la referencia al apego se codifican como Preocupado (Ambivalente en niños).
Posteriormente, los autores agregaron la categoría No resuelto (Unresolved) que
apareció en el discurso de adultos que se referían a experiencias de pérdida y trauma.
Este discurso se caracterizaba por no mostrar una estrategia de abordaje consistente
de estas situaciones, que evidentemente no habían sido elaboradas por la persona. Esta
categoría correspondería al patrón Desorganizado en niños y se le asigna una segunda
clasificación que hace referencia a la mejor estrategia que trata de poner en práctica,
aunque sea fallida. Por ejemplo, No Resuelto/Preocupado o No resuelto/Rechazante.
Este último estilo de apego, tanto en adultos como en niños estaría asociado a un nivel
de psicopatología mayor en la infancia y adolescencia.
Como visión global del apego, Lyons-Ruth y otros (Lyons-Ruth et al., 2004)
basándose en la perspectiva de Bowlby, comparan el sistema del apego con las funciones
que cumple el sistema inmunológico. Mientras que este último sería el sistema biológico
encargado de combatir la amenaza de enfermedad física, la función del sistema de apego
sería combatir la activación ansiosa, el miedo o el stress provocado por amenazas
ambientales. Sin embargo, así como el sistema inmunológico puede dejar de funcionar
correctamente y provocar enfermedades autoinmunes, si no se dan las condiciones
adecuadas de interacción madre- hijo el sistema del apego puede dejar de brindar su
función protectora y convertirse en sí mismo en fuente de trastornos de diverso tipo.
Las teorías actuales plantean la naturaleza bidireccional de este vínculo, donde
ambos miembros de la diada manifiestan desde muy temprano comportamientos
interaccionales activos de búsqueda y proximidad. El tipo de respuestas que la madre
o cuidador dé a las señales del niño determinará en gran parte la calidad de la relación
de apego y servirá de prototipo en las futuras relaciones afectivas que éste desarrolle.
Un patrón óptimo de apego se debe a la sensibilidad materna, la percepción adecuada,
la interpretación correcta y una respuesta contingente y apropiada a las señales del
niño que favorecen las interacciones sincrónicas. En este sentido, Alicia Oiberman
(2008) diseña un sistema de valoración de la calidad del vínculo temprano mamá-bebé
denominado “ Perfil de Observación de la Relación Mamá—Bebé” que pude aplicarse
ya desde el mismo momento del nacimiento y que tiene en cuenta las interacciones
conductuales de ambos miembros de la diada mediante observaciones sistemáticas de
las funciones visual, corporal, verbal y de sostén. En la función visual se incluye desde
la mirada momentánea, no recíproca, hasta la mirada mutua entre la madre y el bebé.
De parte del bebé se encuentran el mirar con atención el rostro de la madre, el buscar
que la madre lo mire y el responder a la mirada de la madre. En la madre las conductas
observadas son dirigir la mirada al bebé, buscar que el bebé la mire y responder a la
mirada del bebé. De parte de ambos se califica la mirada mutua. En la función corporal
se incluyen los contactos táctiles y la manera en que se tocan mamá-bebé. Dentro
de las conductas que se observan en el bebé se encuentran el que busque tocar a
la madre y el aceptar que la madre lo toque. En la madre se observa el que busque
tocar al bebé y el aceptar ser tocada por el bebé. La conducta la conducta se evalúa
mejor cuando se tocan de manera mutua (por ejemplo mediante juegos o caricias).La
función verbal implica la observación de lo que la madre dice y cómo lo dice. En el bebé
durante el primer semestre se escuchará si emite algún sonido o vocalización en la
interacción como laleos y balbuceos. De parte de la madre, se evalúa si le habla al bebe
o si despliega cualquier intento de comunicación verbal dirigida al bebé. Nuevamente la
optimalidad de la conducta implica la comunicación mutua. En la función de sostén se
valoran las diferentes maneras de tener en brazos al bebé y como el bebé se acomoda
en brazos de su madre. Esta forma de registro permite valorar el vínculo madre-hijo
desde el inicio de la relación distinguiendo las maneras que se presentará el mismo si
se considera la primer o segunda mitad del año de vida (Perfil de Observación de la
Relación Mamá-Bebé de 0-6 meses o Perfil de Observación de la Relación Mamá-
Bebé de 7 a 15 meses).
Si se consideran los inicios tempranos de la interacción madre-hijo debemos
remitirnos también a lo que sucede a nivel fetal. Com o se mencionara, el recién nacido
cuenta con desarrolladas capacidades de adquisición, procesamiento, discriminación y
retención de información que tienen su origen ya desde la vida fetal. Durante el último
trimestre de gestación el feto cuenta con un sistema nervioso central funcional que le
permite registrar y procesar información auditiva, vibrotáctil, gustativa y olfativa. Junto
con la audición, el sentido del olfato tiene un origen muy primitivo en el ser humano.
Actualmente se conoce que su estructura y funcionamiento estaría estrechamente
vinculada con ciertos aprendizajes y repertorios conductuales afectivos y emocionales,
conocidos como el sistema límbico y que éste estaría implicado en las primeras conductas
emocionales que sustentan las bases del apego en la cría (Heimer & Van Hoesen, 2008;
Hofer, 2006; Hofer & Sullivan, 2001). Dentro del vientre, los sonidos de la voz materna
y los componentes olfato-gustativos del líquido amniótico serían procesados por el feto
como información de su nicho ecológico con valor adaptativo para su supervivencia.
Al nacer, el reconocimiento de la propia madre estaría facilitado por estas capacidades
tempranas de procesamiento sensorial de las claves que remiten a la misma. Diversos
estudios han demostrado en neonatos el reconocimiento de la voz materna filtrada, tal
como se escucharía in-útero y la preferencia hacia ciertos pasajes o rimas repetidos
por la madre en el último mes de gestación (De Casper & Spence, 1991). Asimismo,
el feto aspira y traga líquido amniótico generando información de sus componentes
sensoriales lo que colabora con el reconocimiento olfativo temprano hacia la madre
(Schaal et al, 1995).Aparentemente muchos de los componentes sensoriales del líquido
amniótico serían compartidos con aquellos presentes luego en las primeras secreciones
lácteas emanadas por el pecho materno. El significado sensorial de los olores parece
ser tan poderoso que se ha demostrado que bebés prematuros disminuyen el impacto
de la separación con su madre al sentir su olor (Schaal, Hummel & Sousignan, 2004).
Más aún, aplicando un procedimiento de estimulación de recién nacidos prematuros en
las UTI neonatales con olor de la primera secreción láctea materna se pudo observar
168
mejoras en el peso y la conducta de lactancia así como en la calidad del apego a los 6
meses (Faas, 2013,2014). Cuando el líquido amniótico se contamina, por ejemplo con
alcohol, en casos de madres bebedoras durante el embarazo, los recién nacidos tienden
a preferir este olor y a reaccionar positivamente a él con gesticulación facial que refleja
conductas apetitivas hacia el mismo (Faas, 2000, 2012, 2015). Como puede verse, el
recién nacido siempre se orientará y preferirá lo que remite a su madre, y desde
una perspectiva etológica, esto sin duda tiene un valor adaptativo y de supervivencia.
Tomados en conjunto, estos trabajos argumentan en favor de la existencia de bases
psicobiológicas del apego, que implican el aprendizaje y reconocimiento de claves
maternas desde antes del nacimiento (Faas, 201 l).Y sería en los primeros momentos
de interacción mamá-bebé donde estas capacidades se ponen en juego para facilitar el
reconocimiento materno promoviendo la activación comportamental del recién nacido
hacia su principal cuidador. Diversos científicos dedicados a investigaciones que siguen
una línea etológica, comenzaron a hablar de la existencia de un período sensible que
ocurre en los primeros contactos interaccionales entre la madre y el niño que favorece
en ambos el reconocimiento y la atracción. En dicho período el recién nacido estaría,
entonces, genéticamente preparado para la interacción y el desarrollo de conductas de
apego con su principal cuidador y la madre, tanto biológica como psicológicamente,
promovería estas conductas. Klaus y Kennell (1978) proponen el término “ bonding”
para describir este proceso rápido de interacciones tempranas entre la madre y el
bebé que sucede luego del nacimiento y que sería fundamental para lograr un vínculo
de apego adecuado. Existe actualmente una vasta literatura que obra en favor de este
supuesto y que se apoya en las bases psicobiológicas del apego para explicarlo (Moneta,
2008).
Aparte de las conocidas contribuciones de Bowlby, Spitz ( 1969) fue uno de los
primeros teóricos en enfatizar la relevancia de los procesos de comunicación afectiva que
transcurren entre el niño y sus cuidadores. En su teoría, formula una conceptualización
sistémica de la diada madre-hijo que subraya el carácter circular y recíproco de los
intercambios comunicativos. Piensa que las interacciones emocionales mencionadas
son continuas, ejerciendo una especie de presión constante pero imperceptible que da
forma a la incipiente personalidad infantil. Este moldeo intangible es determinado en gran
medida por el clima afectivo creado por la madre, haciendo posible la emergencia de las
funciones psicológicas más importantes: “Las señales afectivas que el niño ha recibido por
parte de la madre, su calidad, su constancia, la certidumbre y la estabilidad que esas señales
ofrecen al niño, aseguran su normal desarrollo psíquico. Estas señales afectivas que le da la
madre están determinadas por su actitud afectiva inconsciente; es decir, que su comportamiento
se manifestará bajo ciertas formas sin que ella lo advierta necesariamente”, (p. 78)
169
Spitz postula sus ideas estudiando las interacciones sincrónicas madre-hijo
y plantea los comienzos, desarrollo, etapas y ciertas anomalías de las relaciones de
objeto. El intenta demostrar que el crecimiento y desarrollo psicológico, dependerá
del establecimiento y despliegue progresivo de las relaciones de objeto cada vez más
significativas para el niño. La sobrevivencia que caracteriza al recién nacido lo lleva a
elaborar dispositivos de adaptación y en su estado de desamparo, necesita a la madre
que le proporciona todo aquello de lo que él carece. De esto surge una situación
complementaria que denomina diada.
En la medida en que las potencialidades propias del infante se desarrollan en
el transcurso del primer año de vida, se irá haciendo independiente del medio que lo
rodea. Para Spitz el bebé cuando nace es un organismo psicológicamente indiferenciado
y las funciones, estructuras y hasta los impulsos instintivos se irán diferenciando
progresivamente a través de la maduración y el desarrollo, en esto, la relación que se
establece con la madre resulta fundamental.
Spitz, al igual que Freud, sostiene que la libido es el material primitivo, la fuerza
heredada que se necesita y utiliza en el curso de la evolución, adjudicándole un rol
decisivo a los primeros contactos del niño con la madre. Establece que en el desarrollo
psíquico existen organizadores que implican estructuras de funcionamiento psíquico
directrices en la integración incipiente del niño denominados “ organizadores de la
psique” . Un organizador implica un estado de coordinación e integración de funciones que
permiten un nuevo nivel de organización modificando las propiedades de aquellas de las
cuales surge y resultando clave en la integración de la personalidad.
Las observaciones de Spitz convencieron de que el aspecto más importante de
la relación madre-niño es el clima afectivo. Spitz postula que el diálogo continuo de
acción y respuesta, motivado por lo afectivo y mutuamente estimulante, proporciona el
contexto en el que aparecen las relaciones de objeto y las estructuras intrapsíquicas.
Las relaciones de objeto pueden definirse como aquello con lo cual se obtiene la
satisfacción de la pulsión (persona o cosa fantaseada o real).
Para Spitz el niño y la madre inician un diálogo en la situación de amamantamiento
que se extiende más allá de él mismo. Estas experiencias de alimentación deben ser
consideradas como organizadoras de las interacciones tempranas más importantes
con la madre. Las expresiones faciales no verbales, acción física, vocalización, respuestas
e interacciones lúdicas, proporcionan la base para el desarrollo de una forma de
comunicación privada y exclusiva con la madre. El principal propósito de este sistema
temprano de comunicación es sostener, mantener y enriquecer mutuamente la
dualidad. Este sistema se convierte en el principio organizador de formas posteriores
de comunicación, incluyendo los afectos, los gestos y la adquisición del lenguaje.
Spitz supone que la presencia de una actitud afectiva de ternura por parte de
la madre le permite proveer al niño de una extensa gama de experiencias vitales, una
gama que tiene un papel primordial en el aprendizaje temprano del infante en los
distintos ámbitos que componen su emergente mundo subjetivo.
El trabajo de Spitz muestra que algunos de los cambios más significativos de
la organización psíquica infantil durante el primer año están ligados a la aparición de
ciertas formas de expresión afectiva que tienen consecuencias interpersonales de
gran envergadura, las mencionadas por Spitz son, en particular, la sonrisa social y la
ansiedad frente a extraños. En este sentido, tales expresiones de afecto que, entre
otras cosas, contribuyen a estructurar la vida social del niño pueden ser visualizadas
como organizadores psicológicos primarios y, con ello, determinantes fundamentales
del desarrollo del yo.
La existencia de un continuado proceso de intercambios afectivos no-verbales a
menudo muy sutiles entre el infante y sus cuidadores y la realidad del impacto de este
proceso en el desarrollo del yo infantil son, en la actualidad, hechos incuestionados
entre los investigadores de infantes.
171
la respuesta sonriente o sonrisa social representa una comunicación consciente y
recíproca entre el niño y el otro. Como primer organizador, la respuesta sonriente de
reciprocidad al rostro humano marca el inicio de las relaciones interpersonales y la
existencia de un Yo rudimentario.
Establecimiento del objeto libidinal: Como se mencionara, en principio, la biología
y la fisiología del bebé y la psicología de la madre forman una suerte de unidad, la
madre y el bebé se autorregulan psicobiológicamente de forma alternada. Alrededor
de los dos meses de edad ocurre un cambio notable en la conducta del niño, ya que
comienza a anticiparse activamente a los intercambios recíprocos, a buscar activamente
la interacción social y a mostrar una capacidad de autorregulación emergente. Entre
el segundo y sexto mes las sonrisas indiferenciadas se irán dirigiendo cada vez más y
de manera más específica a la madre, la madre se irá constituyendo como el principal
objeto de amor y el bebé procurará establecer un fuerte vínculo con ella. A partir de
este punto, todas las actividades, afectos y percepciones del infante parecen centrarse
cada vez más en la interacción interpersonal con la madre en la medida en que ambos se
involucran en un diálogo activo. En la última etapa, el niño logra tener una representación
integrada de la madre que puede proporcionarle bienestar y apoyo en su ausencia, por
lo que se podría decir que ha alcanzado cierto grado de constancia del objeto libidinal.
Segundo O rg anizador: La angustia del o ctavo m es: Aquí el bebé ya diferencia
claramente el rostro materno del resto de los rostros humanos y comenzará a sentir
desagrado o temor si se le aproxima una persona desconocida. El infante distingue
claramente los rostros amigos de los extraños y si un extraño se acerca a él mostrará
rechazo y angustia. En la angustia del octavo mes el niño manifiesta claro rechazo al
contacto con desconocidos, aparentemente esta angustia está basada en la respuesta
del niño a la ausencia de la madre:“ el desconocido no es su madre” . Spitz denomina a
esto “angustia propiamente dicha” ya que no es necesario que el infante haya tenido
alguna experiencia desagradable con el desconocido para rechazarlo, simplemente,“ no
es” la madre. Esto refleja que el niño ha podido establecer una verdadera relación
de objeto y que la madre se ha convertido en su objeto libidinal (objeto amoroso).
Al diferenciarse él de su madre y a ésta de las demás personas comienza, en sentido
estricto, una relación interpersonal entre la madre y el niño, la “ diada madre-hijo” .
Si tomamos los dos organizadores anteriores, el objeto libidinal se constituye
gracias a, por un lado, el establecimiento de la representación del rostro humano en
la memoria que va estableciendo el precursor de objeto y por otro, la angustia del
octavo mes que indica la diferenciación por parte del niño del semblante de la madre
adjudicándole un lugar único y privilegiado frente a todos los otros. A partir de allí se
establece el objeto libidinal “ propiamente dicho” . La diferenciación de la madre del
resto de los seres humanos implica componentes cognitivos y afectivos.
Tercer organizador: e l "n o ” : Hacia el final del primer año el niño comienza
a imitar los gestos y actitudes, a responder abiertamente a expresiones de los otros
y a comprender normas sociales mediante órdenes y prohibiciones. El niño en los
juegos de reciprocidad social va comprendiendo las reglas básicas de las interacciones
sociales y también la prohibición. Hacia el fin del primer año de vida todo un repertorio
emocional se abre en el niño: ya prefiere su juguete favorito, la complejidad de las
relaciones interpersonales matizan su expresión emocional siendo capaz de expresar
posesión, celos, cólera, alegría, afecto y claramente apego hacia su madre. Para Spitz,
el indicador del tercer organizador de la psique está dado por el gesto semántico del
“ no” . El gesto asociado al“ no” de mover la cabeza junto a su verbalización pronunciada
por la madre, marca al niño lo que le está prohibido. Es la comprensión progresiva
por parte del niño de las prohibiciones y los primeros fenómenos de identificación
lo que marca el traspaso del segundo al tercer organizador. Con la adquisición de la
locomoción el niño incrementa su curiosidad y su actividad exploratoria se vuelve más
acentuada y peligrosa por lo que la intervención de la madre se torna más imperativa,
requiriendo más del gesto y la palabra. Este cambio de la pasividad a la actividad dado
por la madurez motriz y los inicios de la locomoción, modifican la relación entre la
madre y el niño. Ahora la madre utiliza frecuentemente el “ ¡¡no!!” mientras mueve
la cabeza y evita algo que el niño desea hacer. El niño comprende esta prohibición
mediante un proceso de identificación, imitando el gesto negativo de la madre. Ese
movimiento de cabeza se convierte en el símbolo de los actos frustrantes maternos y
representa el primer concepto abstracto (concepto de negación) para el niño que, en
los inicios del lenguaje, se diferencia claramente de la adquisición de palabras globales
como “ mamá” y “ papá” que expresan una diversidad de deseos y necesidades (decir
“ mamá” puede significar para el niño “ quiero comer” , “ quiero dormir” “ o quiero que
me acurruquen...”). El niño al imitar e l“ no” se apropia del gesto materno y al decirlo a
otro se apropia activamente la experiencia frustrante que vivió pasivamente. El “ no” es
para Spitz un claro indicador de la emergencia de procesos ideacionales abstractos y,
contrariamente a las palabras globales que caracterizan la adquisición del lenguaje entre
el año y año y medio de vida, la palabra “ no” expresa solamente la negación: el niño la
abstrae de las diversas situaciones de prohibición. Por lo tanto, el “ no” , con el gesto y la
palabra, implican para Spitz la expresión semántica de la negación y del juicio y sentaría
las bases para la interacción en sociedad. Esta primera abstracción realizada por el niño
constituye el primer concepto abstracto en el sentido de la mentalidad adulta.
173
que constituyen su proceso singular, original, de crecimiento y de desarrollo en tanto
individuo, ser y devenir sujeto histórico y culturaren el pasaje progresivo del predominio
de la dependencia al predominio de la autonomía” (M. Chokler, 1998).
En el curso del desarrollo, la interrelación dialéctica de factores estructurantes
denominados “ organizadores del desarrollo” facilita u obstaculiza las interacciones del
sujeto (en este caso el recién nacido y el niño pequeño) con su medio, esencialmente
humano, pero también material y cultural. Para Chokler, de la calidad con la que se
imbrincan y operan estos factores organizadores, a partir de la estructuración biológica
originaria, depende el curso del desarrollo.
Los organizadores del desarrollo pueden establecerse como:
P rim er O rganizador: Vínculo de apego : Com o ya se mencionara, en
comparación con otros animales, el bebé humano nace enormemente desprotegido
y requiere de los cuidados adultos para sobrevivir. Sin embargo, desde el nacimiento
no es un ser pasivo sino activo, responsivo y competente para establecer relaciones
interpersonales y afectivas con el entorno, hecho que favorece ser atendido y cuidado
por los adultos próximos. Las interacciones que demandan los cuidados adultos
van estableciendo entre el niño y su principal cuidador un lazo afectivo primordial
denominado “vínculo de apego” (Bowlby, 1976). El vínculo de apego le sirve al niño
para sentirse protegido y contenido frente al mundo que debe enfrentar. Bowlby
sostiene que más allá de la tendencia genética del niño a promover la proximidad
o el contacto con una persona y apegarse a ella también hay un aprendizaje de la
función y es evidente que ésta se va desarrollando hacia aquéllas con las que tiene más
interacción o que le brinden las respuestas específicas más cálidas y adecuadas. Los
avatares de dicha interacción con las personas significativas, la calidad predominante
de gratificación o de frustración formatean las matrices afectivas y relaciónales del
niño y establecen la base para la calidad de los vínculos posteriores. La constitución del
vínculo de apego, con sus cualidades de mayor o menor estabilidad y solidez, se realiza
cuerpo a cuerpo madre-niño desde las primerísimas impresiones a través del olfato,
del tacto, el contacto, la tibieza, la suavidad, los movimientos, los mecimientos, la mirada,
los arrullos, la sonrisa y la voz, que quedan ligadas al placer por la satisfacción de las
necesidades biológicas y afectivas pero que son primarias en lo que al establecimiento
del objeto de amor respecta. Com o se mencionara, este primer objeto de amor
para el niño es la madre que condensa los atributos de protección y contención que
el niño necesita para enfrentarse al mundo. Es por ello que al principio de la vida
el protoinfante necesita mucha proximidad con los adultos significativos, calma y
comprensión.A partir de la sensación de seguridad.de contención y confianza que ellos
le proveen va a poder abrirse y volcarse de más en más hacia del mundo circundante.
El vínculo de apego tiene también como función esencial neutralizar las ansiedades,
los temores, el exceso de tensión provocada por el contacto con lo desconocido. A
medida que el niño madura y en función de la calidad de la interacción con su medio,
irá transformando sus conductas de apego fundamentalmente a través de: En primer
lugar la interiorización paulatina de las características de acompañamiento y consuelo
de las figuras primarias significativas, y simultáneamente la distanciación progresiva de
174
ellas. Las consecuencias que acarrea la separación o pérdida de ¡a figura de apego, más
o menos catastróficas para el niño, son indicadores de la solidez de la estructura yoica y
de su madurez afectiva.Winnicott (1972) menciona a este respecto cómo el niño inviste
a objetos familiares de características maternas ayudando esto a transitar el proceso de
separación materna. El objeto familiar, cálido, investido con las características maternas,
es utilizado como defensa contra la ansiedad de ausencia y separación. Para el niño este
objeto es insustituible, único y singular (el muñeco de peluche, un pañuelo, una punta de
la sábana, su dedo pulgar) y representa para el niño su primera posesión. Cuanto más
marcado por los signos sensoriales que lo tranquilizan, olor, temperatura, textura, más
propio lo sentirá el niño. Nadie más que él puede cambiarlo. Posesión que le permite la
experiencia de continuidad de su propia existencia al tiempo que se separa del campo
materno. Recíprocamente, el proceso de separación permite el investí mentó afectivo
y la distribución de las funciones del apego en otros adultos y personas con los que el
niño se familiariza. Este proceso le permite transitar instancias de socialización ampliada
con un sentimiento de seguridad y de continuidad de sí mismo y del otro, a pesar de
los cambios de espacios y de las transformaciones propias y del entorno. Los teóricos
del apego sostienen que el comportamiento de apego es permanente y durará en el
sujeto toda la vida.
Segundo organizador: Exp lo ra ció n : El niño utiliza su motricidad no sólo para
moverse, para desplazarse o para tomar los objetos, sino, fundamentalmente para
“ ser” y para “ aprender a pensar” . El contacto, la exploración y la experimentación del
entorno humano y de los objetos, le permiten en cada momento, a su nivel, vivenciar y
apropiarse progresivamente del medio, construyendo simultáneamente sus matrices de
aprendizaje, su lugar en el proceso de conocer, a partir del despliegue de sus actitudes,
aptitudes y competencias cognitivas. El origen de este proceso, desde la vivencia al
conocimiento, está en la necesidad de adaptación activa al medio, inherente a todo
ser vivo y su fuerza es el impulso cognoscente, pulsión epistémica que lo lleva al
descubrimiento, con el intento no sólo de conocer sino sobre todo de comprender
el mundo. La curiosidad forma parte de todo niño y se acrecienta a medida que este
crece, madura y cuenta con mayores posibilidades e instrumentos para indagar su
medio. Las conductas exploratorias van a permitir al niño conocer e internalizar las
características del mundo externo ayudando a incorporar mecanismos cada vez más
eficaces para operar en él. Mientras de mejor calidad sea la exploración inicial mejor
será el aprendizaje del niño y su dominio progresivo del mundo. Apego y exploración
se relacionan ya que si el niño no se siente seguro afectivamente no será activo para
explorar frente a lo desconocido. Si el niño tiene una figura de apego interiorizada
podrá neutralizar el exceso de ansiedad que implica la exploración de lo novedoso y
dejar vía libre a su curiosidad.
Tercer O rganizador: C om unicación: En las primeras interacciones de
miradas, gestos, mímica, voces, movimientos entre la madre y el niño se establece una
suerte de diálogo tónico-corporal que implica un contacto y conexión particulares
lo que sienta las bases para la comunicación con los demás. Ambos, adulto y niño
adjudican un sistema de significaciones a las señales corporales y gestuales emitidas
por el otro que si son adecuadamente interpretadas producen la respuesta esperada
175
estableciéndose así lo que Ajuriagerra (1989) denomina “ mutualidad” . El placer de
“ haberse comprendido” refuerza entonces el vínculo. Ajuriaguerra sostiene que desde
los inicios y mucho antes de que el niño adquiera la comunicación verbal, la madre y
el bebé establecen este “ diálogo tónico” donde los gestos se enlazan en un feedback
continuo y permanente permitiendo la comunicación inmediata madre-niño. Este
“ diálogo-tónico” constituye el primer sistema de señales del niño a partir del cual va
generando su matriz comunicacional con el otro.Tanto el niño como la madre significan
los componentes de esta relación estableciendo un sistema de señales y signos que se
transforman en expresiones emocionales. Este intercambio de señales va construyendo
códigos afectivizados de comunicación no verbal. Esto es lo que caracteriza la etapa pre
lingüística del niño y será la raíz dispensable del desarrollo del pensamiento simbólico
y del lenguaje verbal. “Para convertirse en un “locutor de su lengua” es decir, para dominar
progresivamente los aspectos pragmáticos, sintácticos y semánticos, el niño no va a entrar de
golpe en el código lingüístico sino que, a través de su cuerpo y su conducta relaciona!, va a
descubrir el placer del “diálogo” con el otro y el placer de darle sentido...” ( B. Golse, 1995).
El niño vive en un contexto hablante. Ajuriaguerra sostiene que las formas de decir, los
gestos, las actitudes y posturas constituyen un sistema que el niño va reconociendo en
torno a la com unicación..."porque cada palabra está precedida, preparada por la actitud,
la postura, el gesto... que es el lenguaje que se le anticipa”.
C u a rto O rganizador: E q u ilib rio : La seguridad postural, la sensación de
equilibrioo de desequilibrio es absolutamente íntima y fuertemente ligada a las
emociones, a los afectos, a la seguridad en sí mismo y a la continuidad del yo. Su
base está en el tono muscular y su funcionamiento influye en la estructuración del
psiquismo. La autoconstrucción de las funciones de equilibrio, de las posturas y de los
desplazamientos, la apropiación y dominio progresivos del propio cuerpo permiten
que el niño organice sus movimientos manteniendo el íntimo sentimiento de seguridad
postural. La particularidad individual de la sensación de equilibrio en la postura depende
de muchos factores,fundamentalmente cómo se articularon en la historia del sujeto los
sistemas que aseguran las percepciones sobre las posiciones del cuerpo en el espacio.
El equilibrio es el resultante de la síntesis entre las fuerzas dialécticas que operan en el
sujeto y el medio. La presencia del sujeto en el mundo, más o menos seguro, depende
de las cualidades de esta síntesis. Si el equilibrio físico es fundamentalmente estable,
permite al niño sus acciones serán más eficientes, lo que colabora con sentimientos
de aptitud que lo llevan a experimentar y explorar cada vez con mayor complejidad.
También el medio le responderá al niño de manera más ajustada ya que éste podrá
comunicar su gestualidad con mayor armonía y claridad. El reconocimiento del adulto
hará sentirse al niño más capaz y alimentará su autoestima y autonomía. Lo que tendrá
repercusiones en la personalidad del niño. La Dra Emmi Pikler establece una continuidad
genética del desarrollo motor: el desarrollo postural sigue las leyes de la física de los
sólidos, es decir, un cuerpo se encuentra en equilibrio más estable cuanto mayor es la
base de sustentación y más cerca de ella se encuentra su centro de gravedad. El niño
construye a partir del proceso de maduración neuropsicológica y de las experiencias
que realiza sistemas de equilibración, de estabilidad y dinámica postural cada vez más
sofisticados que le permiten sostener posturas con una disminución progresiva de la
176
base de sustentación y una elevación también progresiva del centro de gravedad de
manera particularmente notable durante los dos primeros años de vida pasando de la
horizontalidad a la verticalidad. A los pocos meses, un niño acostado boca arriba gira
libremente la cabeza, mueve las piernas y los brazos, luego gira de costado, más tarde
gira boca abajo, etc. Todo esto implica juegos con su cuerpo con gran movilidad. El
bebé sano jugará de esta manera cada vez más tiempo y con mayor seguridad y soltura
pasando paulatinamente por las tres posturas: boca arriba, de costado y boca abajo.
Comienzan a desplazarse, primero involuntariamente y luego de manera intencional,
pivoteando, después con giros repetidos, sucesivamente rolan, reptan, propulsándose
hacia atrás o hacia delante; ulteriormente se desplazan en cuatro patas y trepan.
Progresivamente pasan por posturas que involucran la posibilidad de sentarse, pararse
y andar. El bebé pasará por la posición semisentada acostada a la apoyada en una mano
y luego llegará a la posición sentada. La postura de las piernas flexionadas hacia atrás,
permite una verticalidad del tronco estable sobre una amplia base de sustentación con
el centro de gravedad muy bajo, lo cual garantiza la disponibilidad de la cintura escapular,
posibles rotaciones o cambios de frente, sin peligro de pérdida de equilibrio. Pronto
se arrodillan sosteniéndose, luego sin sostén, se desplazan de rodillas, se ponen de pie
sosteniéndose, se mantienen de pie sin sostén hasta que aprenden más tarde a ponerse
de pie con soltura desde el suelo, sin sostenerse. A sí llegan a realizar los primeros
pasos por su propia iniciativa para adquirir más adelante una marcha segura. El orden
de aparición de las posturas y desplazamientos es el mismo en todos los niños hasta
el momento de reptar, luego depende de variaciones individuales (algunos niños por
ejemplo nunca realizan el reptado).Todas estas posturas adquiridas según las leyes del
equilibrio antes mencionadas, son intermediarias entre la horizontalidad y la verticalidad,
asegurando la soltura, armonía, riqueza de los matices, la plasticidad y funcionalidad de
las posturas y desplazamientos. A partir de las primeras posibilidades de movimiento
del recién nacido, las nuevas posturas y desplazamientos aparecen regularmente unos
después de otros, se estructuran en una unidad orgánica y funcional, integrándose a
los precedentes y evolucionando progresivamente en secuencias encadenadas, siempre
y cuando las conductas del adulto y las condiciones del medio no interfieran en esta
evolución, sino que la favorezcan. La edad de adquisición de cada una de las etapas,
el tiempo de experimentación de cada movimiento y el momento de su abandono o
integración en pos de una próxima etapa, varía dentro de límites muy amplios entre un
niño y otro. Estas posturas intermedias aseguran los pasajes armónicos de una a otra,
percibiendo el niño todas las partes activas de su cuerpo y su propia capacidad para
hacerlas funcionar en el momento más adecuado con una permanente autorregulación.
Esta percepción y autorregulación son esenciales en la construcción del esquema
corporal y para la eficacia de sus actos. El niño seguro afectivamente va abordando
los cambios, afrontando pequeños riesgos con prudencia, con cuidado y sin colocarse
realmente en peligro. El gesto autónomo y la soltura del movimiento son indicadores
importantes a la vez de su maduración neurológica y psíquica. El equilibrio tiene un rol
desde el nacimiento del niño y en cada momento del desarrollo. Como hemos visto
resulta fundamental en la elaboración de actitudes emocionales, afectivas y mentales,
en la conformación de un sentimiento de eficiencia y capacidad en el mundo y en los
177
intercambios recíprocos que son la base de la comunicación y el lenguaje. El equilibrio
como organizador del desarrollo implica siempre considerar el interjuego dialéctico
sujeto/mundo que va más allá de la maduración neurológica del sujeto. El interjuego
saludable de estos organizadores implica considerar al niño como protagonista de su
propio desarrollo, como ser activo competente a su nivel y no solamente actuado por
otro. Implica considerar como factores claves la seguridad afectiva, seguridad postural,
confianza en sí mismo y en su entorno humano y material al tiempo que existe un
adulto continente que acompaña los ritmos y procesos del niño.
1781
aproximadamente a los dos años dar lugar a la denominada fase anal, relacionada con
el gran logro que implica el control de esfínteres.
La fase o ral: El modelo psicoanalítico presenta al recién nacido como un
sistema de energía dinámica, deseoso de utilizar esta energía. El lactante busca utilizar
esta energía libidinal (de placer) en imágenes de objetos (en el sentido de amor, de
satisfacción) que satisfarán sus necesidades y le aportarán el placer de liberación de
esta energía. En el momento del nacimiento, el primer objeto de satisfacción es el
pecho de la madre que lo alimenta y lo reconforta, proporcionándole placer. Es la
boca la primera zona de su cuerpo que le proporciona este placer a través de la
succión del pecho, la tetina del biberón, el chupete u otros objetos). Satisfaciendo
estos deseos el bebé recoge sus primeras impresiones sobre el mundo y el lugar que
ocupa. Su personalidad se ve influenciada por la rapidez con la que la energía libidinal
es liberada, pero también por la atmósfera que se asocia a la forma en que los deseos
se ven cumplidos o no. Si la madre lo acompaña tiernamente cuando le da el pecho y
se establece una relación sincrónica entre ambos, el niño vivirá este período oral en un
clima de felicidad y confianza.
Además de utilizar la boca para alimentarse, el bebé se vale la zona oral para
explorar el mundo que lo rodea, descubriendo las características de los objetos
llevándoselos a la boca. La puesta en marca de la zona oral y perioral del niño le permite
captar mediante el chupeteo el sabor, olor, textura, de los objetos, aprendiendo sobre
ellos, dominándolos y controlándolos.Así, el lactante hará progresivamente la distinción
entre el “yo” y el “ no yo” (él y el resto) asimilando los objetos que le procuran placer
y distinguiéndose paultatinamente de los otros. Freud plantea también una fase oral
sádica en la que el niño desarrolla sus primeros sentimientos ambivalentes, sobreviene
con la primera dentición y se expresa cuando el bebé muerde el objeto que a la vez
es fuente de placer. Siendo la primera fase la oral y el primer órgano que se manifiesta
como zona erógena la boca, toda la actividad psíquica se concentra primero sobre esta
zona. Si bien tiene su origen en la necesidad de comer, la satisfacción es independiente
y engendra placer en la necesidad de chupetear como actividad en sí misma.
Si seguimos ahora a E rik s o n , el principal estadio por el que atraviesa el niño
en la primera infancia es el Estadio I donde se presenta la crisis vital del desarrollo de
Confianza versus desconfianza básica.Veamos sus características principales:
Esta d io I: Confianza versus D esconfianza Básica: Este estadio se inicia con
el nacimiento y se extiende durante todo el primer año de vida. Coincide con la etapa
oral del desarrollo planteada por Freud y con la época de la lactancia e implica para
el niño poner a prueba sus mecanismos biológicos para superar la primera crisis del
desarrollo que Erikson llama Confianza versus Desconfianza Básica. La confianza básica
como fuerza fundamental nace de la sensación de bienestar en lo físico (sistemas
digestivo, respiratorio y circulatorio) y en lo psíquico (ser acogido, mimado y acariciado)
que implica la calidad del interjuego entre el abastecimiento de la alimentación, la
atención y el afecto proporcionados principalmente por la madre. La desconfianza
básica se desarrollará en la medida que no encuentre respuesta a sus necesidades y
sienta sensación de abandono, aislamiento y separación. Esto originaría en el niño el
sentimiento de confusión existencial sobre si y los otros. Pensará que el mundo es
peligroso, tendrá miedo a ser abandonado, desesperadamente tratará de que alguien
lo sostenga emocional mente, demandará excesivo cuidado y se volverá desconfiado.
Sin embargo, cierta desconfianza es necesaria ya que ayuda al niño a ser pruedente y
cauteloso brindándole herramientas para adaptarse a su entorno. La resolución positiva
de dicho conflicto permite al niño desarrollar el sentido de qué tan confiables son las
personas y objetos del mundo en el que vive. La resolución positiva desarrolla en el
niño la virtud de la esperanza. En la relación del niño con su madre se establece una
dinámica de dar y recibir, de tener y dar que alienta al niño a interactuar de manera
positiva, expresando sus demandas y pudiendo esperar del otro su satisfacción.
Uno de los signos que nos indican si el niño va bien en este primer estadio es
si puede ser capaz de esperar sin demasiada molestia las demoras a las respuestas
de satisfacción frente a una necesidad: “ Mamá y papá no son perfectos pero confío
lo suficiente en ellos como para saber esta realidad; si ellos no pueden estar aquí
inmediatamente, lo estarán muy pronto; las cosas pueden ser muy difíciles, pero ellos
harán lo posible por arreglarlas” . Esta es la misma habilidad que utilizaremos ante
situaciones de desilusión en diferentes circunstancias de la vida.
La confianza tiene sus bases en la calidad de la relación madre-hijo desde sus
comienzos. En los primeros meses de vida, el niño establece con su madre una relación
significativa y junto a ella despliega capacidades innatas al satisfacer su necesidad
básica de alimento mediante el reflejo de succión. De este modo, mediante diversas
acciones reflejas orales, respiratorias, sensoriales y anestésicas, el bebé logra percibir
los cuidados, atención y afecto que su madre le brinda y esto le hace sentir bien (Robles
Martínez, 2008). Es preciso tener en cuenta que el nacimiento es una experiencia de
desajuste física y emocional para el niño, en tanto lleva al recién nacido a exponerse
al medio ambiente en que vivirá y exige una respuesta total de su organismo. Al nacer,
el niño sentirá frío, calor, sed, hambre, molestias y será su madre o cuidador quien
le permitirá restablecer un equilibrio a través de sus cuidados y atención, calmando
de este modo su sentimiento de displacer. En ese marco, el bebé experimentará un
sentimiento de confianza o de desconfianza, en función de la satisfacción o insatisfacción
de sus necesidades primordiales, siendo la figura materna la encargada de promover la
emergencia de estos sentimientos en el niño según cómo responda a sus demandas.
Así, el cuidado y atención que la madre desarrolle hacia el bebé generará en él una
sensación de seguridad, mientras que la falta de atención suscitará un sentimiento de
frustración o desconfianza, producido por el hambre o cualquier otra incomodidad que
el niño tuviera. No obstante, es necesario rescatar que en esta experiencia la mamá no
realiza el trabajo sola, ya que el bebé en esta etapa tiene un rol activo al encontrarse
receptivo a estímulos ambientales, especialmente a través de su boca, aunque también
mediante el resto de sus sentidos. En este contexto, tal como se mencionó previamente,
es preciso que el niño logre cierto equilibrio entre un sentimiento de confianza que
le permita establecer relaciones con otros y un sentimiento de desconfianza que
posibilite la autoprotección. En lo que a esto respecta, Robles Martínez (2008) plantea
que la experiencia de la alimentación constituye una situación en que la madre puede
180
favorecer una mezcla equilibrada entre confianza y desconfianza al momento de atender
las necesidades individuales de alimento de su hijo.Así, el vínculo temprano mamá-bebé
a través de la lactancia, atención y cuidado brindados al niño facilita el desarrollo del
sentimiento de confianza. Cuando en la resolución del conflicto característico de esta
etapa lo que predomina es la confianza, nace la esperanza como la creencia de que
es posible satisfacer las propias necesidades y cumplir sus deseos. De este modo, la
esperanza se convierte para el niño en el sentido y significado para la continuidad de la
vida, brindándole una confianza interior de que vivir tiene sentido. De allí que la frase
que identifica a este estadio sea: “Yo soy lo que espero tener y dar” . Erikson sostiene
que la virtud de la esperanza aumenta a medida que el individuo madura y avanza en
edad, además de verse fortalecida con la creencia del niño de que es posible contar con
el apoyo de sus padres ante futuros desafíos.Así, la firmeza con que en el niño emerge
la virtud de la esperanza y con ello los cimientos de la fe será producto del esfuerzo
y calidez con que los padres lleven adelante la crianza de su hijo. Por el contrario,
cuando prima la desconfianza el niño desarrollará una visión del mundo como hostil e
impredecible y esto le ocasionará dificultades en establecimiento de sus vínculos con
los otros. No obstante, vale aclarar que para la teoría psicosocial cierta desconfianza
es inevitable y necesaria para la formación de la prudencia, de una actitud crítica y de
la protección de uno mismo (Robles Martínez, 2008). Siempre que se den condiciones
favorables para un desarrollo óptimo, las experiencias tempranas por las que el bebé
atraviese en este estadio y un vínculo de calidad con su madre le proveerán aceptación,
seguridad y satisfacción emocional, además de sentar la base de su individualidad y
del establecimiento de futuras relaciones con personas significativas, en un primer
momento con su padre y hermanos y posteriormente con sus pares, compañeros del
colegio, maestros y otros miembros de la sociedad y cultura en la que se encuentra
inmerso. El sentido de confianza personal surge, entonces, de la calidad de los primeros
cuidados que la madre brinda a su hijo y del vínculo que ambos establezcan, sentimiento
que a su vez se verá reforzado por el estilo de crianza adoptado por los padres en
etapas posteriores.
181
los mismos. Comienza entonces a llevar a cabo sus propios estudios en relación a la
construcción del lenguaje en los niños, el razonamiento casual, las “ teorías” sobre los
fenómenos cotidianos, la conformación de la moral etc., utilizando para ello diferentes
métodos de investigación, desde la observación hasta las entrevistas clínicas.
En su obra Seis Estudios de Psicología, Piaget hace mención “El niño, al igual que
el adulto, no ejecuta ningún acto exterior o incluso totalmente interior, más que impulsado por
un móvil, y este móvil se traduce siempre en una necesidad (una necesidad elemental o una
pregunta etc.) (Piaget 1971), la necesidad que el sujeto vivencia se debe a una situación
de desequilibrio (algo está incompleto, algo está faltando) por ejemplo sentimos hambre
esto nos lleva a realizar los medios necesarios para poder satisfacer esa necesidad, el
recién nacido lo hará mediante el llanto, un niño de dos años aproximadamente utilizará
el lenguaje para solicitarlo y un adulto podrá prepararse una comida, una vez que se
produzca la satisfacción de esa necesidad.se produce una sensación de equilibrio.
Las necesidades que se presentan en los niños tendrán relación y dependerán de
este modo de las nociones construidas como así también de las disposiciones afectivas
de su entorno. Las nociones construidas por el niño constituirán, los esquemas. Se
considera al recién nacido como un ser activo, ya que trae consigo ciertos esquemas
conductuales denominados reflejos, que le permiten tanto recibir y transmitir
información del mundo exterior y además le permitirán posteriormente realizar nuevos
aprendizajes y adecuarse a la realidad. Los reflejos se afinan y se vuelven más precisos
con el ejercicio, por ejemplo un bebé recién nacido succionará el pecho de su madre
de manera diferente al tener horas de nacido que al pasar una semana.
Los esquemas se caracterizan por una sucesión de acciones, las cuales pueden
ser materiales, (por ejemplo mediante la manipulación de objetos) o bien mentales,
(por ejemplo la interiorización de una imagen), que tiene una organización y que son
susceptibles de repetirse en situaciones similares. Implican las estructuras cognitivas
básicas que consisten en patrones organizados de comportamiento utilizados en
diferentes clases de situaciones.
“ Toda necesidad tiende: I) a incorporar las cosas y las personas a la actividad propia
del sujeto, y por lo tanto a asimilar el mundo exterior a la estructuras ya construidas y
2) a reajustar estas en función de las transformaciones experimentadas y por lo tanto a
acomodarlas a los objetos externos’’. .. “al asimilar de esta forma los objetos tanto la acción
como el pensamiento se ven obligados a acomodarse a ellos, o sea, reajustarse con cada
variación exterior. Se puede denominar como adaptación al equilibrio de estas asimilaciones y
acomodaciones; esta es la forma general del equilibrio psíquico y el desarrollo mental aparece
entonces, en su progresiva organización como una adaptación siempre más precisa a la
realidad. (Piaget 1971). Los conceptos que se encuentran subrayados son ejes centrales
en la teoría de este autor.
Si consideramos a la Inteligencia en términos piagetianos, la misma es una
constante adaptación a la realidad. Independientemente del estadio en el que se
encuentra transitando el niño se producirá adaptación (asimilación y acomodación) y
organización, esto es lo que se denomina invariantes funcionales. Lo que modificará son
las necesidades, los intereses, las explicaciones que el niño hará del mundo, y el modo
182
de relación con los otros por ejemplo un niño de tres años tendrá un pensamiento
egocéntrico a diferencia de un niño de ocho años, que podrá contemplar las opiniones
de otros, podrá tener sentimientos de empatia etc. Pero en ambas situaciones estará
presente este interjuego entre los procesos de adaptación y organización.
Para Piaget, en la evolución mental se da la conjugación de los siguientes factores:
- Maduración: se refiere al componente orgánico de cada sujeto con su corres
pondiente madurez del sistema nervioso.
- Medio Físico: la posibilidad de experimentación adquirida mediante la acción
sobre diferentes objetos.
- Medio Social: estaría conformado por todas aquellas interrelaciones e interac
ciones que el sujeto mantiene desde el momento de nacer con otros, base para
los procesos de socialización posterior, (familia, escuela etc.)
- Procesos de equilibrio: Que son los reajustes constantes del sujeto para adap
tarse al medio, en busca de equilibrio.
Diferencia en la evolución cognitiva del sujeto cuatro estadios en el desarrollo de la
inteligencia: I ) Sensoriomotor (desde el nacimiento hasta los 2 años aproximadamente),
2) Preoperatorio (abarca desde los 2 años hasta los 6 o 7 años), 3) Operatorio Concreto
(de los 6 o 7 años a los 11 o 12 años) y 4) Operatorio Formal (desde los I I o 12 años
aproximadamente en adelante).
Los estadios son una especie de cortes en el desarrollo y deben presentar ciertas
características, entre las cuales se puede citar:
El orden de las diversas adquisiciones debe ser constante, (un niño no podrá
avanzar desde el estadio sensorio motor al operatorio concreto sin antes adquirir la
capacidad de representación, logro que es eje central en el periodo preoperatorio)
Las estructuras construidas en un determinado estadio se convierten en parte de
las estructuras del estadio siguiente, es decir de las estructuras inferiores se integran en
las superiores. Por ejemplo el niño comienza primeramente a imitar cuando el modelo
se encuentra adelante suyo, luego logra interiorizar esa imagen, posteriormente podrá
imitar sin la presencia del modelo, esto se denomina imitación diferida.
Cada estadio se caracteriza por momento de preparación y otro de
completamiento, es decir se hacen presentes determinados logros que nos permiten
visualizar en el niño que sus estructuras cognitivas se han complejizado.
Supone la distinción de procesos de génesis y formas de equilibrio finales.
183
Describiremos aquí las principales características de los seis subestadios que
caracterizan la inteligencia sensoriomotora que van desde los reflejos, pasando
por las reacciones circulares como mecanismo de aprendizaje hasta la inteligencia
representacional. Pueden definirse las reacciones circulares com o “ procesos por
medio de los cuales un bebé aprende a reproducir los sucesos deseados, originalmente
descubiertos por casualidad. La reacción circular es la repetición de una acción
enriquecida y fortalecida por la experiencia” . Estas se complejizan a medida que el
bebé se desarrolla cognitivamente permitiendo el aprendizaje de procesos cada vez
más avanzados (véase tabla VI).
Reacciones
Características
circulares
PRIMARIAS Conservación de un resultado nuevo referido al p ro pio cuerpo y a
Segundo Estadio la propia actividad. Repetición de un m ism o esquema sujeto a
variaciones por la realidad. Asimilación sobre acomodación.
184)
(sin intención). Estas actividades descubiertas por casualidad tienen a enfocarse en el
propio cuerpo más que en el entorno. Surgirán los primeros hábitos repetitivos ya que
aún el bebé no logra distinguir o diferenciar medios de fines. Los bebés comienzan a
coordinar la información sensorial pudiendo, por ejemplo, sujetar los objetos.
Estadio III (4 a 8 meses): Este período corresponde al logro de las
reacciones circulares secundarias descubre que cuando repite una determinada acción
obtiene el mismo fin. Ahora, y a diferencia del estadio anterior, el bebe repetirá actos
voluntariamente. El bebé repite acciones voluntarias porque le resultan placenteras,
las que ya no están centradas en su propio cuerpo sino más en el mundo exterior.
Tiene mayor interés por el entorno y busca la repetición de las acciones que producen
resultados llamativos (como agitar sonajero). Otro ejemplo ocurre cuando el niño ha
comenzado a gatear y descubre que la puerta al cerrarse hace ruido, esta acción la
repetirá infinidades de veces con esa puerta y otras que encuentre. Este tipo de acción
contribuye a la ampliación de su juego, el que ahora comienza a guiarse por objetivos.
Estadio IV (8 a 12 meses): El logro se verá en la aplicación a situaciones
nuevas de los esquemas sensorios motrices ya adquiridos. Estos actos son realizados
con una finalidad previa, con independencia de los medios a emplear. La coordinación
y medios usados cambian en cada situación. Emplean los comportamientos aprendidos
para alcanzar objetivos y ayudados por la buena coordinación viso-m otriz característica
de esta edad puede, por ejemplo, mirar un sonajero de su interés y sujetarlo.
El niño alcanza la posición bípeda, esta le permitirá trasladarse facilitando de este
modo la experimentación con otros objetos a los que anteriormente no tenía acceso.
A esta edad el bebé comienza a interesarse por las relaciones causa-efecto entre las
cosas, puede anticipar la ocurrencia de un evento y planear objetivos que intentará
alcanzar de manera sostenida y con esfuerzo. No renunciará a sus metas con facilidad.
Estad ioV (12a 18 meses): Se podrán en juego las acciones circulares terciarias,
las mismas se caracterizan por ser conductas de búsqueda de algo nuevo. El bebé aplicará
los medios conocidos para obtener nuevos fines.Ya será capaz de resolver problemas
mediante la exploración y observación y si bien repite las conductas hay variaciones
en éstas que las vuelven cada vez más complejas. Por ejemplo se basa de un palo para
alcanzar una pelota, tira del mantel para obtener el objeto que se encuentra sobre
la mesa, se parará en una superficie para llegar a una mesada, etc. En su exploración
activa el bebé intenta nuevas actividades utilizando el ensayo y error para solucionar
problemas. Experimentará buscando resultados sobre el entorno modificando sus
acciones para variar los resultados.Ya ha adquirido la noción de permanencia de objeto.
Estadio VI (18 a 24 meses): Es capaz de buscar nuevos medios y al mismo
tiempo recordarlos, combinar esquemas de acción e inventar otros.
Puede comprender ciertas relaciones con los hechos o descubre la causalidad
que puede vincularlos, por ejemplo un cambio de ropa puede significar salir a pasear, al
percibir el sonido del toque de timbre saber que alguna visita llega, etc.
En su descubrimiento del mundo ya no operará por ensayo y e rro r porque
tendrá la representación mental de los eventos.
Para Piaget, la inteligencia aparecería antes que el lenguaje, pero se trata en este
momento de una inteligencia de carácter práctica.
"A diferencia de los estadios anteriores, en los cuales el niño conocía un objeto a través
de la acción que realizaba con el mismo y memorizaba la secuencia de dichas acciones
(memoria de acción), ahora ha comenzado el proceso, de interiorización de éstas, que permite
la formación de imágenes. Gracias a su capacidad de recordar las imágenes y de relacionarlas
con la experiencias anteriores comienza a anticipar y prever acciones” (Griffa M, y Moreno
J, 2001).
Puede verse una síntesis de los subestadios que componen el período
sensoriomotriz en la tabla VII.
Tabla V il: Subestadios del Período Sensoriom otriz planteado por Piaget
186
supone una nueva acomodación de los esquemas que posee a la nueva experiencia.
C o n d u c ta del cordel: acerca el objeto mediante el cordel por ejemplo: tira
una soga para que el camión que esta sujetado por ella llegue hasta él. Aquí se realiza
una acomodación de tanteo dirigida por un esquema de asimilación.
Conducta del bastón: se trata de llagar al objeto utilizando un elemento
auxiliar, por ejemplo: el niño alcanza el objeto ayudándose con una varilla o bastón.
Llega a la utilización de este elemento por tanteo y experimentación activa.
Asimismo, el niño logra una de las mayores construcciones en este período: la
noción de permanencia de objeto. Si seguimos su evolución veremos que:
- De los 0 a 4 meses aproximadamente el niño realiza un seguimiento visual de
los objetos. No se presenta conductas de búsqueda de objetos que desapare
cen de su campo visual.
- De los 4 a 8 meses el niño comienza a buscar objetos que se encuentran par
cialmente ocultos. Por ejemplo busca el chupete siempre y cuando pueda ver
alguna parte de éste que se encuentra descubierta.
- De los 8 a los 12 meses ya en este momento el niño puede buscar objetos que
se acaban de esconder, por ejemplo si busca el objeto en A y lo encuentra, y
luego se esconde en B, lo buscará en A.
- De los 12a 15 meses El niño puede buscar los objetos en los diversos lugares
donde se van ocultando. Pero aún no es capaz de tener en cuenta desplaza
miento invisibles
- De los 15 a 18 meses En este momento el niño es capaz de buscar objetos
en todos los lugares. El niño ha logrado la noción de permanencia del Objeto.
187
La evolución de la inteligencia humana, radicalmente diferente de la inteligencia
animal, se constituye a partir de la adaptación que le otorga el otro en un proceso de
humanización.
En el desarrollo cognitivo, afectivo y social, desde una conceptualización de
desarrollo de carácter integral, es sustancial la existencia de un otro, que satisfaga las
necesidades del bebé en un vínculo amoroso, en donde sean las caricias, las miradas,
la voz, el afecto, y el deseo de convertirlo en sujeto condición necesaria para que ese
psiquismo incipiente se organice y surja el pensamiento y la inteligencia. Piaget define a
la génesis como la complejización de las estructuras de pensamiento, debe existir una
estructura simple para alcanzar una estructura superior o más compleja lo que permite
operar al niño, y estas tienen carácter de universales. Pero lo afectivo y las necesidades
de los niños se relacionarán y obedecerán a las nociones construidas. El niño va
aprendiendo paulatinamente quién es mediante la identificación con el discurso de los
demás. El lenguaje, las palabras dadas por los cuidadores, son componentes esenciales
y constituyentes en la configuración subjetiva del niño. La madre, el cuidador, el otro,
debe poder reconocer al bebé como un ser diferenciado, para lograr la constitución del
psiquismo, atribuyendo significantes y transfiriendo el acervo cultural, con lo que este
ser humano se irá identificando antes que pueda responder como sujeto.
Podemos complementar, entonces, con los aportes de S. Bleichmar el concepto
de construcción de inteligencia de Piaget, ya que para ambos todos los conocimientos,
la inteligencia, el psiquismo, la subjetividad se construyen sobre una plataforma de
estructuras previas que implican actividad, construcción por parte del sujeto que
paulatinamente se va transformando. Esto implica un proceso constante que requiere
ajustes y acomodaciones para el logro del acceso al conocimiento y el manejo de
la realidad externa. Aquí ocupa un lugar predominante el concepto de acción, las
primeras acciones son procesos en movimiento, estructuras cognitivas, construcción
del pensamiento. Esto se traduce en inteligencia para Piaget y en constitución de la
subjetividad, investimientos de objeto para Bleichmar.
“la inteligencia humana se caracteriza no solo por producir sus propios objetos de
conocimiento, sino además por otorgarle algún tipo de ordenamiento al mundo, en el
cual el sujeto tiene que reencontrar las vías de la adaptación”
“El hecho de que los seres humanos sean crías destinadas a humanizarse en la cultura
marca un punto insoslayable de su constitución: la presencia del semejante es inherente
a su organización misma. En el otro se alimentan no sólo nuestras bocas sino nuestras
mentes; de él recibimos junto con la leche, el odio y el amor, nuestras preferencias
morales y nuestras valoraciones ideológicas. El otro está inscripto en nosotros, y esto es
inevitable.” (Bleichmar, S. 1997, pp. 32)
188
Entonces, la subjetividad (y la cognición) es una articulación dialéctica de lo
individual y lo social; el sujeto no es solo lo dado biológicamente, ni solo psique, sino
que adviene y deviene en el intercambio de un medio social y de un mundo de complejas
relaciones (Bleichmar, 2003). Cuando el otro tiene imposibilidad de interpretar o
descifrar las necesidades del bebé, se producen vivencias displacenteras que obstruyen
el advenimiento de las representaciones y el simbolismo. Para que se produzca lo
cognitivo y la producción simbólica tiene que haberse constituido un sujeto, de lo
contrario las estructuras lógicas del pensamiento no podrán actuar eficazmente. El
lenguaje del otro hace que prospere la función simbólica, la autoestima, pues el otro
descifra la realidad brindando la interpretación de la misma.
Cuando hablamos de lenguaje nos referimos a la capacidad del ser humano para
expresar su pensamiento y comunicarse. La comunicación se da en muchas especies
animales, a través de distintas formas o sistemas pero, sin duda alguna, comparado con
el lenguaje humano constituyen sistemas muy limitados. En el hombre encontramos
la capacidad de comunicarse a través de distintos sistemas como el gestual, escrito
y oral, lo que lo define como el sistema el sistema más complejo de comunicación
entre las diferentes especies. Ya se ha mencionado que la comunicación existe desde
que nacemos. Los bebés producen desde el nacimiento sonidos, de forma activa para
conseguir la atención de sus cuidadores comunicándose a partir de llantos, sonrisas,
gorgojeos, balbuceos, gestos, etc. ¿Pero cómo estas formas cambian y evolucionan
desde lo prelinguístico a la palabra hablada? Aquí es cuando los distintos investigadores
centran su atención en el proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje,y los cambios
y transformaciones que suscitan en el niño la posibilidad de insertarse en la cultura
como ser hablante. Al referirse a la adquisición del lenguaje Karmiloff y Karmiloff —
Smith (2005) sostienen lo siguiente:
La adquisición del lenguaje es un largo viaje que empieza en el fluido mundo del
útero y continúa a través de la infancia, la adolescencia e, incluso, después. Durante
este largo período de adquisición, el aprendiz se enfrenta a un extenso conjunto de
desafíos. Desde los torpes intentos del bebé para hacer que el sistema articulatorio de
su boca, garganta y laringe produzcan los sonidos específicos de su lengua materna,
hasta las complejidades muy posteriores de la producción y comprensión de las largas
narraciones, las capacidades lingüísticas del niño o niña sufren numerosos cambios, (p.
136).
Sin duda alguna, la familia cumple una importante función en el desarrollo del
lenguaje del niño pudiendo estimular y acelerar ritmos de adquisición del mismo así
como obstaculizarlos. Las maneras como las personas próximas al niño establecen sus
contactos sociales será una importante fuente de estimulación para el desarrollo del
lenguaje tanto en su etapa preverbal como cuando se adquiere el lenguaje hablado.
Las características progresivas del desarrollo del lenguaje verbal en los diferentes
niveles de edad están estrechamente asociadas a: I - El proceso de maduración del
sistema nervioso, 2 - El desarrollo cognoscitivo que comprende desde la discriminación
perceptual del lenguaje hablado hasta la función de los procesos de simbolización y el
pensamiento, 3 - El desarrollo socioemocional, que es el resultado de la influencia del
medio sociocultural, de las interacciones del niño y las influencias recíprocas.
Desde una perspectiva interaccionistay constructivista, el ambiente sociocultural
es fundamental para la adquisición del lenguaje. Adquirir una lengua forma parte
de comportamientos socio interactivos, donde el medio familiar es el ambiente de
estimulación por excelencia, capaz de transformar los ritmos biológicos innatos del
recién nacido en comportamientos cognitivos, afectivos y sociales. El niño no nace
‘capaz de hablar’, sino que la interacción adulta poco a poco va consiguiendo ‘hacerle
capaz de hablar’ a partir de las organizaciones biológicas innatas generales que
permiten la supervivencia; entre estas organizaciones se encuentran la emocionalidad
innata necesaria para la comunicación (p. ej., la expresión de la sonrisa y del llanto), la
percepción de estímulos del medio y la preferencia por los estímulos sociales (voces
humanas, aspecto indefenso que propicia el contacto corporal), etc. Los adultos se
muestran especialmente dispuestos a ‘atender’ estas señales y a conferirles especificidad.
Pero un niño no hablará si no es hablado. Para la adquisición del lenguaje es necesario
por parte del niño cierto nivel socio cognitivo, como por ejemplo posibilidades de
tener intencionalidad, y por parte del adulto, la posibilidad de ser sensible y accesible
a las necesidades socio psicológicas del niño acompañando su proceso de manera
permanente (Clemente y Villanueva, 1999).
Sin embargo, distintas teorías han intentado explicar la adquisición del lenguaje
en el niño, algunas que ponen el acento en los aspectos innatos para la adquisición del
lenguaje hablado y otras que rescatan el rol del aprendizaje en el contexto sociocultural
y la estimulación del medio.
190
- La teoría conductista de Skinner: Desde los postulados de Skinner del condi
cionamiento operante el lenguaje es una conducta adquirida en un proceso
gradual de reforzamiento de las respuestas sonoras que el niño emite. Skinner
introdujo la recompensa como medio de modelar el comportamiento sobre
cánones previstos, por lo que propuso que para entender el habla, la escritura
y otros usos del lenguaje, primero que nada se debía reconocer que son formas
de conductas y que como tales las mismas adscribían a las contingencias del
reforzamiento. Propuso que la conducta verbal no es diferente en lo esencial
de cualquier otra forma de conducta. La conducta verbal se aprende en tér
minos de relaciones funcionales entre la conducta y los eventos ambientales,
particularmente de sus consecuencias. Es el ambiente social lo que refuerza ¡a
conducta verbal. Según B. F. Skinner, el lenguaje está considerado por unidades
que pueden dar lugar a nuevas combinaciones planteando que la conducta
verbal se caracteriza por ser una conducta reforzada a través de la mediación
de otras personas, en la actividad del escucha. Las conductas del hablante y el
escucha conforman juntas lo que podría denominarse un episodio comple
to. Skinner considera que la conducta verbal es de tipo voluntaria (operante)
y es seleccionada por sus consecuencias ambientales. La particularidad de la
conducta verbal respecto a otras operantes, es que las consecuencias de la
conducta del hablante están mediadas por otras personas. Las variables con
troladoras son sociales: la conducta de otros, controla la conducta verbal del
hablante. Skinner sugiere que una emisión hablada puede surgir como una
respuesta ecoica:como una simple repetición imitando los sonidos hechos por
los padres u otras personas. Estos recompensan al niño prestándole atención
a su forma ecoica si es parecida al estímulo original. Del mismo modo, una
respuesta puede ser aprendida como el resultado de un estímulo de necesidad
(mads). Skinner agrupa aquí todas las respuesta que el hablante da a estímulos
adversos o internos tale como el hambre, dolor, etc. en el que el hablante acude
al oyente. Menciona también un tipo de respuestas aprendidas que surgen al
azar en presencia de un estímulo particular (tacts). Skinner piensa que todos los
mads, tacts y respuestas ecoicas se van modelando gradualmente dentro del
condicionamiento operante. La visión de Skinner está mucho más influenciada
por el medio ambiente que la de Chomsky (Skinner, 1957, 1986).
- La teoría innatista de Chomsky. Como resultado de la insatisfacción con el enfo
que de las teorías conductistas surge la visión del lenguaje como algo innato.
Chomsky compara la adquisición del lenguaje con el crecimiento y desarrollo
de un órgano; es algo que le acontece al niño, no algo que el niño hace. El len
guaje, tanto en su curso de desarrollo general como en sus rasgos básicos está
predeterminado desde el inicio, más allá de las influencias del ambiente. Opone
su postura racionalista donde la mente humana es la única fuente del conoci
miento a la postura empirista de los conductistas donde todo conocimiento se
deriva de la experiencia. Desde esta postura Chomsky considera que todos na
cemos con un número de facultades específicas que juegan un papel crucial en
nuestra adquisición del conocimiento y nos capacitan para actuar como agen-
191
tes libres y no determinados por estímulos externos del medio ambiente. A
partir de su publicación sobre gramática transformacional en 1965 plantea que
todas las lenguas humanas tienen propiedades estructurales de base en común,
habiendo unidades fonológicas, sintácticas y semánticas que son universales.
Estos universales podrían ser considerados como principios innatos por medio
de los cuales la mente opera. Los elementos fonológicos, sintácticos y semánti
cos constituyen lo que Chomsky denomina universales sustantivos de la teoría
lingüística, entendiendo que hay estructuras mentales innatas específicas para
la adquisición de la lengua. Desde esta teoría, fuertemente mentalista, el niño
aprendería el lenguaje por estar expuesto a la lengua lo que activa una serie
de principios generales o estructuras innatas (lad) que favorecen la adquisición
de universales lingüísticos de manera progresiva conforme el niño madura. Me
diante este dispositivo interno el niño va concluyendo que el plural se forma
añadiendo “ s” al singular, que para el femenino basta añadir “ a” al masculino,
etc. Es decir, va acumulando información específica acerca de la estructura de
su lengua usando esos principios universales o generales. La habilidad innata
que pone en marcha estos mecanismos también permite al niño escoger los
datos necesarios de los muchos que le rodean. Si no hay exposición a los datos
externos, dicho mecanismo no se pone en funcionamiento (Chomsky, 1977).
La teoría cognitiva de Jean Piaget: La posición de Piaget es mentalista como la de
Chomsky y también constructivista. Piaget plantea una teoría genética y formal
del conocimiento según la cual el niño debe dominar la estructura conceptual
del mundo físico y social para adquirir el lenguaje. Para Piaget el lenguaje es
equivalente a la inteligencia. El lenguaje sería un producto de la inteligencia por
lo que el desarrollo del lenguaje es el resultado del desarrollo cognitivo. Explica
a través de la función simbólica la capacidad de la inteligencia para las repre
sentaciones (manejadas por operaciones del pensamiento). Los niños al final
del periodo senso-motor desarrollan la función simbólica como una capacidad
más de la inteligencia, por lo que hasta este momento no existiría lenguaje
en sentido estricto. El conocimiento se refleja de distintas maneras: imágenes
mentales, imitación diferida, juego simbólico, dibujo y lenguaje. Los niños al final
del periodo senso-motor desarrollan la función simbólica como una capacidad
más de la inteligencia, a través de la función simbólica se adquiere la capacidad
de la inteligencia para las representaciones (manejadas por operaciones del
pensamiento).
Pensamiento y el lenguaje se desarrollarían por separado, ya que la inteligencia
empieza a desarrollarse desde el nacimiento, mientras que el niño va apren
diendo a hablar según su desarrollo cognitivo va alcanzado el nivel necesario
para ello. Para Piaget es el pensamiento el que hace posible adquirir un lengua
je, lo que implica que cuando el ser humano nace no posee un lenguaje innato,
como afirmaba Chomsky, sino que lo va adquiriendo poco a poco como parte
del desarrollo cognitivo. Una vez adquirido un lenguaje este a su vez ayudará
también al desarrollo cognitivo (Piaget, 1977; Carroll, 2006).
4.2.2 Aspectos claves en la adquisición del lenguaje
Antes de considerar y para comprender mejor las etapas que definen la
adquisición del lenguaje en el niño, se deben tener en cuenta una serie de puntos claves
tales como:
- La construcción del lenguaje por parte del niño procede de la comprensión de
la comunicación antes que el lenguaje articulado. Los niños “ comprenden” el
lenguaje antes de “ producirlo” .
- Los niños adquieren primero el sistema de sonidos de su lengua nativa inde
pendientemente del significado, y luego lo funden con gestos comunicativos
para producir el habla.
- La emisión de una palabra en el niño implica: la adquisición de un léxico mental
y el uso de palabras sueltas para expresar grupos más grandes de significado.
- El entorno social de los niños prelocutivos implicado en el “ habla dirigida al
niño” o “ maternés” reviste unas características fonológicas y prosódicas parti
culares que facilitan la adquisición del habla
- Mucho antes que los niños empiecen a hablar de manera comprensible las
personas de su entorno los exponen de manera natural a los usos sociales del
lenguaje.
Como puede verse, la adquisición del lenguaje durante los primeros dos años de
vida viene fuertemente determinada en cómo las personas más próximas al entorno
del niño interaccionan con él. Estos contactos sociales previos al lenguaje verbal son
absolutamente necesarios para la aparición del lenguaje hablado. Es a través de los
contactos con los otros, donde el lenguaje verbal todavía no está implicado, que el
niño va incorporando y aprendiendo lo que se denomina “ prerrequisitos del lenguaje”
(Carroll,2006).
193
Durante la etapa pre lingüística observaremos en el bebé:
- La emisión de los primeros sonidos y gestos relevantes para el comienzo de la
comunicación humana y sus funciones
- Comportamientos fonéticos como reacción a la lengua y acciones que percibe
a su alrededor, que se extienden posteriormente a una forma básica de comu
nicación con su entorno.
Millán Chivite (1977) establece tres funciones básicas para este período:
- Ejercitación articulatoria y auditiva: primero, sólo exploratoria de diversos so
nidos; luego, también voluntaria o intencional respecto al sonido que se quiere
emitir o captar.
- Identificaciones y diferenciaciones fónicas, que implican producir el mismo so
nido que se escuha o uno diferente
- Respuesta al entorno fónico, que incluye estímulos como ruidos de la natura
leza, de los animales, de objetos o de la lengua hablada
Generalmente se establece que la etapa pre lingüística comprende las siguientes
subetapas (Castañeda, 1999):
a) Del nacimiento al mes y dos meses de edad
Nacimiento y Primer Mes de Vida: Los intercambios biológicos que definen los
primeros encuentros madre—hijo durante el periodo que rodea al nacimiento aseguran
la supervivencia y van estableciendo el primer intercambio social entre ambos. La madre
regula los procesos de alimentación, sueño y actividad teniéndose que adaptar a su vez
a los ritmos del bebé. En este primer periodo de socialización mutua los padres hablan
al bebé en los intercambios cotidianos, como alimentación, baños, etc. y esto favorece
los mecanismos innatos que el bebé trae para el intercambio con los adultos. El bebé
nace con una disposición innata a la comunicación humana prefiriendo tempranamente
los rostros humanos frente a cualquier otro estímulo, utilizando el llanto y luego la
sonrisa para comunicar sus emociones, comunicando con gestos su percepción de los
estímulos del medio y marcando una marcada preferencia por los estímulos sociales
tales como las voces humanas. Por su parte, se muestran especialmente dispuestos
a ‘atender’ estas señales y conferirles especificidad (Villanueva, 1999). El llanto es
la expresión por excelencia durante el primer mes. En esta etapa ¡ndiferenciada en
cuanto al tono y tipo de emocionalidad subyacente. Con el llanto, el bebé pone en
funcionamiento el aparato fonador, permitiéndole también la necesaria oxigenación de
la sangre y el establecimiento de la respiración normal.
Segundo Mes de Vida: Cerca del inicio del segundo mes el llanto cambia e
involucra contenidos afectivos modificándose con las manifestaciones de dolor, hambre
u otra molestia. A partir de ahora las variaciones de tono se relacionarán con el
estado de bienestar o malestar del bebé. Con el llanto el bebé logra comunicar sus
necesidades al mundo que le rodea y, como se da cuenta de que gracias al llanto sus
necesidades son satisfechas, lo usará voluntariamente, ya no siendo un mero reflejo o
sonido indiferenciado. De esta manera el bebé, aunque todavía no puede expresar lo
que siente, se comunicará cada vez mejor con su entorno, fundamentalmente la madre,
194
comprendiendo también cada vez mejor lo que ésta le comunica. Schaeffer sostiene
que a los dos meses los bebés descubren a l“ compañero social” iniciándose un período
denominado de interacciones cara a cara que implicarían las primeras interacciones
interpsicológicas. El adulto, como principal protagonista, se encarga de mantener la
atención del niño y provocar la interacción. En estas interacciones, que tienden a ser
lentas, repetitivas y ordenadas, el niño cada tanto emite una vocalización, y los adultos
van “ organizando” el dialogo para hacer intervenir cada vez más al niño. A sí el niño se
va convirtiendo en un participante cada vez más activo.
195
c) De cinco a seis meses de edad
El balbuceo o primer intento de comunicación que apareció hacia los 3/4 meses
de edad, se extiende hasta el mes 8/9 de vida y su progresión paulatina origina hacia
el quinto y sexto mes lo que se denomina “ imitación de sonidos” . El niño comienza
imitando los sonidos que él mismo produce repitiendo más tarde los sonidos de otros
miembros del entorno. En esta edad se dan estructuras de entonación claramente
discernióles en ciertas vocalizaciones en las que pone énfasis y emoción. El niño
pronunciará primero sonidos vocálicos donde predomina la “ a” , “ e” , “ o” .apareciendo
el resto de las vocales “ i” , “ u” de manera posterior. Entre las consonantes las primeras
en aparecer son la “ p” , “ m” y “ b” , mientras que al aparecer los dientes se escuchan
las primeras “ d” y “t” . Las últimas consonantes en aparecer son la “ I” y la “ r” . Así, al
sexto mes ya se escuchan claramente en el niño sonidos vocálicos y consonánticos, lo
que marca un progreso con a los gritos y distintos sonidos laríngeos de los primeros
meses. Suele denominarse balbuceo reduplicado a la repetición de una secuencia
consonante-vocal como “ babababa” . Más tarde, en torno a los 10 meses, éste será
reemplazado por el balbuceo heterogéneo en el que las cadenas silábicas se componen
de consonantes y vocales diferentes como “ bigodabu” . Durante la primera mitad del
año de vida reviste una importancia fundamental para la adquisición del lenguaje el
lenguaje materno dirigido al niño, que se ha descripto como “ habla dirigida al niño”
o “ maternés” . El maternés se ha descripto como un tipo de lenguaje particular que
los padres utilizan para dirigirse a sus bebés, que facilita la adaptación sincrónica de la
diada colaborando con la adquisición de la lengua materna. Implica unas características
fonológicas (entonación exagerada y articulación clara, tono más agudo), sintácticas
(oraciones cortas y simples), semánticas (uso de diminutivos, referentes concretos) y
pragmáticas (predominio de directivas e interrogaciones) particulares utilizadas sólo
en el lenguaje que el adulto dirige al niño. A esta edad el niño ya comienza a reconocer
los sonidos básicos de su lengua por lo que un contexto que favorezca la estimulación
del lenguaje resulta fundamental. En esta etapa del desarrollo no solamente conviene
aumentar las vocalizaciones, gestos, sonrisas y demás expresiones en el seno del hogar,
sino que además la comunicación verbal debe ser estimulada permanentemente entre
los adultos y el niño mediante la repetición, articulación de sílabas de manera conjunta
con el bebé, los juegos de palabras y la producción de sonidos diversos.
196
del tiempo destinado a los mismos así como su función, basada en los principios de
sucesión y reciprocidad, parecen tomar la forma de una “verdadera conversación” . A
partir de esta edad el niño modifica su modalidad de intercambio con el adulto, donde
ya no será predominantemente de demanda sino de intercambio y reciprocidad en las
interacciones. Los formatos descriptos por Bruner característicos de los juegos de dar
y el recibir objetos, donde se los nombra a la vez que madre-hijo se miran a la cara
y miran el objeto de manera conjunta, se acrecientan a esta edad enriqueciendo las
habilidades comunicativas del niño. Estas “ conversaciones” entrenan tanto la adquisición
del habla como la socialización. En esta edad el niño realiza múltiples vocalizaciones
espontáneas, tanto vocálicas como consonánticas próximas a la palabra que ayudarán
al niño a pronunciar sus primeras palabras. Aquí las vocalizaciones alternantes entre la
madre y niño, permitirán el acceso temprano al lenguaje.
197
adulto ocurren simplificaciones donde una palabra puede tener un efecto generalizador
o puede sustituir letras o sílabas o directamente suprimirlas. De esta forma el niño se
ve obligado a simplificar el lenguaje adulto, sin que esto signifique que no comprenda,
sino que su capacidad expresiva es todavía bien limitada. Como se mencionó, cuando
hacia los 12 meses el niño pronuncia sus primeras “ palabras” de dos sílabas directas
con atribución de significado (como “ mamá” o “ papá”) da inicio a la siguiente etapa
denominada lingüística o verbal, sustituyendo progresivamente el lenguaje gestual y
“ superando” la simplificación del lenguaje adulto a medida que va incrementando su
léxico. El intercambio gestual mímico y verbal en las comunicaciones con el adulto
resultan fundamentales para la transición a la etapa lingüística, acompañado de la
conducta de “ dar y tomar” característica de los intercambios madre-hijo.
B. La Etapa lingüística
Al final del primer año comienzan a fundirse dos aspectos del desarrollo del
lenguaje: el uso de gestos para transmitir significado y el dominio de los sonidos del
habla; el niño ya es capaz de utilizar los sonidos del habla para comunicar significado. La
producción de lenguaje a partir de los 12 meses implica la utilización de las primeras
palabras para designar algo, el niño utiliza palabras sueltas para expresar sus intenciones,
por lo que se lo suele llamar de la “ palabra única” . Estas primeras palabras implican el
primer anuncio del lenguaje cargado de un propósito de comunicación.
Luego del año de vida, tres factores colaboran en la producción del habla
lingüística:
- mayor control del sistema de producción del habla, que permite al niño produ
cir sonidos con mayor precisión
- maduración cognitiva, que permite al niño expresar los intentos comunicativos
- inicio de la función simbólica, que permite al niño tomar conciencia de que los
objetos concretos se representan mediante símbolos específicos del lenguaje
(las cosas tienen nombre)
La variabilidad brindada por los contextos de estimulación y las características
propias del niño ha llevado a que la etapa lingüística se considere en forma amplia a
partir del año de vida, estableciendo un margen que llega hasta los 18 meses para la
producción de la primera palabra.
Dentro del período lingüístico se consideran las siguientes subetapas:
198
Por esta época, los primeros pasos de comunicación verbal del niño se caracterizan por
un incremento en la “ denominación” , pues, ya sabe utilizar el nombre de las personas de
la familia y otros próximos a él, y cuando comienza su “ conversación” emplea palabras
que sirven de reclamo o llamada como “ ¡miá, miá!” (mirá, mirá), etc. A esta edad, la
indicación o señalización que apareció a los 10 meses se acompaña de la palabra que
se refiere al objeto. El niño dice palabras que designan el objeto de la acción, la acción
misma o la persona que ha de realizarla, aunque todo esto lo hace apoyándose todavía
en los gestos. Comienzan a aparecer los primeros gestos simbólicos y representacionales
como levantar los brazos para que le hagan upa o soplar para indicar que algo está
caliente. Estos gestos suelen aparecer junto con las primeras palabras y cuando el niño
los utiliza muestra su comprensión de que los símbolos pueden referirse a objetos
concretos. Estos gestos suelen desaparecer cuando los niños aprenden la palabra
que expresa la idea que expresaba el gesto y ayudan al niño en el aprendizaje del
lenguaje. Las primeras palabras que el bebé aprende son las que escucha con mayor
frecuencia: su nombre, “ no” , etc. Es común que en esta etapa los niños inventen sus
propios símbolos para hacer referencia a objetos o situaciones de su entorno. Estas
palabras personalizadas reciben el nombre de “ neologismos” . La expresión de estas
palabras idiosincráticas es coherente, si un niño utiliza “ me ma" para referirse a leche,
utilizará siempre la misma expresión. En ocasiones los neologismos son simplificaciones
del habla adulta o están relacionados con los sonidos de los objetos a los que hacen
referencia (mema con mamadera).
Los neologismos revelan:
- un lenguaje infantil creativo: los niños no se limitan a imitar el lenguaje que es
cuchan sino que a veces se hacen con él y lo utilizan de forma diferente
- la importancia de ser coherente al referirse a los objetos: ya no emplean soni
dos combinados de forma aleatoria sino que saben que un conjunto de sonidos
designa siempre la misma cosa aunque desconozcan que los objetos tienen
nombre o no los conozcan aún.
Los neologismos son una fase transitoria entre el balbuceo y la producción de
palabras auténticas, lo que indica que la conciencia infantil de los procesos comunicativos
puede preceder a su conocimiento de la estructura del lenguaje. La comprensión de
las palabras en el bebé está primero que la posibilidad de su expresión. Es decir, su
vocabulario pasivo se desarrolla más rápidamente que su vocabulario activo. Por ejemplo,
los niños de esta edad comprenden con claridad los calificativos que emplea el adulto
(bueno, malo, agradable o desagradable), la negación y la oposición del adulto, e incluso
la interrogación como actitud. De este modo el niño desde los 12 meses de edad inicia
un largo y complejo proceso de desarrollo y, poco a poco, los significados que atribuye a
las palabras se van aproximando a los significados atribuidos por el adulto. Pero, para que
esto ocurra de una manera óptima, es importante que los padres estimulen léxicamente
al niño, tratando de asociar siempre en las “ conversaciones” el significado fónico (palabra
hablada) con el significado (objeto al que hace referencia la palabra), tocando y mostrando
el objeto para que el niño asocie y fije la relación en su cerebro.
199
b) De los quince a los dieciocho meses de edad
A los 15 ó 16 meses el niño se encuentra en plena etapa holofrásica (palabra-
frase). Las holofrases como “ palabras sueltas” representan aserciones completas, por lo
que reflejan la continuidad del lenguaje a partir de los gestos prelocutivos así como del
habla menos compleja y ambigua a la gramaticalmente correcta. Estas palabras holofrases.
que funcionan en el niño como una frase en el adulto, son emitidas con diferentes matices
detono (similar al de una pregunta, descripción...) y contienen un mensaje, una intención
(pedir, rechazar, negar....) mucho más rico y complicado que el significado de la palabra en
sí y que solo puede interpretarse en un contexto concreto. Con las holofrases, aunque el
niño apenas tiene conocimientos gramaticales, es capaz de transmitir ideas completas que
más adelante transmitirá mediante oraciones, expresando de forma selectiva los aspectos
particulares de una situación. Se han establecido relaciones semánticas presentes en el
habla de una sola palabra que expresan cómo en su emisión, el niño efectivamente utiliza
el entorno de maneras diferentes. Por ejemplo, “ papá” utilizado en un contexto en el
que el padre llega a casa expresaría la relación de agente, si lo dice señalando la silla de
su padre indicaría relación de posesión, si el niño dice “ Laura” al ver la cama vacía de su
hermana estaría expresando relación de poseedor, etc. En esta etapa los niños ya captan
bien los componentes prosódicos del lenguaje y suelen acompañar estas holofrases con
diferentes entonaciones, inflexiones de su voz o gestos que los ayudan a contextualizar la
situación.A esta edad el niño ya puede producir entre 5 a 15 palabras. Einsenson sostiene
que en esta etapa surge el habla verdadera y señala que el niño utiliza palabras para
producir acontecimientos o llamar la atención de los demás. Además de neologismos, el
aprendizaje de las primeras palabras suele implicar:
- reducciones (omite o elimina partes (letras o sílabas) de una palabra (baña por
banana)
- reduplicaciones: repite sílabas de una palabra (tete por chupete)
- subextensiones y sobre extensiones: una palabra determinada se utiliza sólo
para un objeto o elemento de la misma clase y no para todos ellos (la palabra
“ cu cu” designa sólo al pájaro que tiene como mascota en su casa pero no a
todos los pájaros o la palabra “ cu cu” se utiliza para designar a cualquier tipo
de ave u objeto similar)
Desde los 16 ó 17 meses hasta los dos años de edad, el niño hará cada vez
más frecuentemente el uso de combinaciones espontáneas de varias palabras y frases,
incrementando el caudal de palabras en su expresión.
A los 17 meses el niño extiende cada vez más su repertorio lingüístico y
comienza a hacer combinaciones de dos palabras. En esta edad, la identificación y
denominación de objetos, figuras y diferentes partes del propio cuerpo, son ejercicios
muy recomendables para el desarrollo del lenguaje verbal del niño.
Considerando, entonces, la etapa de “ una palabra” característica de los 12 a
los 18 meses, donde la “ comprensión” del lenguaje supera a su “ expresión” , puede
considerarse evolutivamente que: alrededor de los 12 meses la mayoría de los bebés
pueden producir 3 ó 4 palabras, y entender entre 30 y 40; a los 14 meses, el número de
palabras que se entiende salta de 50 a 100 y a los 18 meses, la mayoría de los niños y
niñas pueden producir de 25 a 50 palabras, pudiendo ya entenderlas.
2001
j
c) De los dieciocho a veinticuatro meses de edad
A partir de los 18 meses comienza la etapa de la “ palabra frase” . Al inicio de
la etapa el niño todavía puede estar más cerca de expresiones que son más bien del
tipo “ holofrase” , es decir usa una palabra para expresar un amplio contenido, la que
será comprendida por quienes le rodean, gracias al contexto y el apoyo del lenguaje
gestual; sin embargo, la comprensión progresa rápidamente y un par de meses más
tarde el lenguaje del niño ya comenzará a caracterizarse por frases cortas de dos
palabras: habla telegráfica. Entre los 20 y 24 meses el “ habla telegráfica” caracteriza
el lenguaje del niño. Aunque la palabra-frase evoluciona a partir de los 18 meses las
diferencias individuales suelen ser muy grandes por lo que las edades tienden a ser
sólo aproximativas. Estas combinaciones de dos palabras que realiza el niño no son
imitaciones del habla adulta (ya que los adultos nunca hablan así) , ni se producen al
azar, sino que están organizadas con una gramática infantil que es bastante diferente a la
de los adultos y que implican más bien creaciones originales de los niños. Casi siempre
resulta imposible reconstruir el significado de estas “ frases” sin saber el momento y
lugar donde se han producido. En general las palabras que se emplean son nombres,
verbos, adjetivos y sus combinaciones.
Por lo general, en esta etapa la mayoría de los niños cuentan con un vocabulario
mayor a 50 palabras que se acerca a las 400 a los dos años de vida. Las palabras sueltas
pasan a combinarse en grupos de 2 a 3 palabras constituyendo una frase, dándose
inicio así al habla “ sintáctica” . Entre los 20 y 24 meses ya usa muchas frases de dos o
tres palabras, articulando las palabras conocidad en frases y oraciones simples. Hacia
los dos años el niño posee un vocabulario aproximado de 300/400 palabras. En sus
expresiones suele observarse el inicio de la utilización de los pronombres personales
como “Yo” y “ Tú ” y el posesivo “ Mi” y “ Mío” . Sus frases expresan intención y acción:
“ hace lo que dice y dice lo que hace” . Con la función simbólica, característica de esta
edad, los gestos y las expresiones verbales del niño comienzan a referirse cada vez
con mayor frecuencia a realidades más abstractas, haciéndose más dominante en el
lenguaje. Esta capacidad simbólica permite al niño explorar e incrementar su lenguaje
verbal, manifestando interés por escuchar cuentos sobre sí mismo o sobre su familia,
201
en los cuales va captando el sentido de las palabras y oraciones de las narraciones que
los padres le brindan.
Entre los dos y tres años se produce un incremento rápido del vocabulario,
incremento que es mucho mayor que lo que ocurrirá posteriormente. A los tres
años ya cuenta con un repertorio de aproximadamente 1000 palabras, 80% de ellas
comprensibles para la escucha adulta.A esta edad ya se comienzan a utilizar los verbos
auxiliares “ haber” y “ ser” y los artículos determinados. En el curso de esta edad comienza
a utilizar las proposiciones y el niño ya tiene un lenguaje comprensible, incluso para
personas ajenas a la familia, manifestando un dominio de la mayor parte de la gramática
de su lengua materna (sintaxis), por lo que a los tres años el lenguaje del niño comienza
a atravesar lo que se denomina el período de la “ competencia sintáctica” .
Durante sus dos primeros años de vida los niños y niñas progresan desde cierta
incapacidad para moverse solos a llegar a controlar sus movimientos y perfeccionar sus
habilidades motrices (Gesell, 1958; Shaffer, 1999).
La psicomotricidad refiere a la interrelación entre lo psíquico y lo motriz.;
concibiendo al movimiento con connotaciones psicológicas que superan lo puramente
biomecánico; es decir, a las implicaciones psicológicas del movimiento y de la actividad
corporal en la relación entre el organismo y el medio en el que se desenvuelve. Concepto
que conlleva una lectura globalizadora de los progresos y adquisiciones motrices que
marcan el desarrollo humano y condiciona el devenir de otros procesos -el lenguaje, la
relación afectiva, los aprendizajes de lectura, escritura y cálculo, etc - (Berruezo, 2000).
En la psicomotricidad intervienen componentes madurativos, que dependen del
código genético, y componentes relaciónales, que se vinculan con las interacciones del
niño en contacto con las personas y los objetos de su medio. El desarrollo psicomotor
posibilita el control del cuerpo para poner en práctica todas las posibilidades de acción
y expresión. Por ende, el desarrollo del Sistema Nervioso Central que acontece a
partir del nacimiento está íntimamente ligado a la inserción ambiental y a la calidad de
la misma (Oiberman, 2008).
El niño recién nacido no controla su cuerpo. Sus movimientos involuntarios al
cabo de unos meses comienzan a coordinarse de modo que pueden ser controlados
los segmentos corporales más importantes. Esta coordinación se realiza mediante un
proceso de dominio progresivo que se ajusta a dos grandes leyes: Ley céfalo-caudal (se
controlan primero las partes del cuerpo más próximas a la cabeza y, progresivamente,
las más alejadas. Primero los labios, luego los músculos oculares, después los del cuello,
brazos, troncos, piernas y pies) y próximo distal (se controlan primero las partes más
cercanas al eje corporal y, posteriormente, las más alejadas; las actividades del tronco y
hombros se realizan antes que las que requieren de los músculos de las manos y dedos)
las que, como se mencionara en el primer capítulo, guían el desarrollo del ser humano
antes y después de nacer.
202
Así, el desarrollo psicomotriz en la infancia está determinado por una secuencia
ordenada de cambios físicos y psicológicos sujetos a dichas leyes y a factores de
maduración, como el físico-madurativo (dependiente del plan neurofisiológico
genético) y el cognitivo-relacional (susceptible de estimulación). De esta manera, las
sucesivas habilidades motoras que se van a ir adquiriendo hacen posible un mayor
dominio del cuerpo y el entorno a través de un proceso que va desde lo general a lo
específico. Estos logros de los niños tienen una influencia importante en las relaciones
sociales, ya que las expresiones de afecto, dibujo y juego se incrementan cuando los
niños se mueven independientemente y buscan a los padres para intercambiar saludos,
abrazos y entretenimiento.
En el desarrollo motor pueden establecerse dos grandes categorías:
1) motricidad gruesa (locomoción y desarrollo postural)
2) motricidad fina (prensión).
El desarrollo m o to r grueso se refiere al control sobre acciones musculares
más globales, como gatear, sentarse, levantarse y caminar. Mientras que las habilidades
motoras finas implican a los músculos más pequeños del cuerpo utilizados para
alcanzar, tomar, manipular, hacer movimientos de tenazas, aplaudir, torcer, abrir, torcer,
garabatear. Por lo que las habilidades motoras finas incluyen un mayor grado de
coordinación de músculos pequeños y entre ojo y mano.
Como se expuso en el capítulo referido a recién nacido, los niños nacen equipados
con reflejos biológicamente determinados, es decir, con posibilidades de respuesta ante
los estímulos que se ponen en funcionamiento ante la presencia de un estímulo interno
-malestar, dolor, hambre, sueño- o externo -luz, ruidos, contacto físico- etc.
La línea del desarrollo evoluciona de los reflejos involuntarios a las conductas
voluntarias que posibilitarán la observación de otras áreas del desarrollo. Así,
las posibilidades de control del cuerpo aumentan progresivamente de modo que
se observan manifestaciones cada vez más refinadas en el camino que va desde la
motricidad gruesa hasta la motricidad fina (UNICEF, 2004).
De los 0 - 3 meses la motricidad del bebé es incipiente y está basada en los
reflejos, o sea en reacciones automáticas ante determinados estímulos.Algunos reflejos
se mantienen toda la vida (dilatación pupilar, por ejemplo), pero los llamados reflejos
primarios desaparecen durante el primer año. Su inexistencia o su no desaparición en
el tiempo estipulado son claros indicadores de algún tipo de lesión orgánica del SN C .
Los reflejos de succión y prensión a partir del 5to mes se convierten en movimientos
voluntarios y, junto con el reflejo de orientación, son los que mayor interés tienen
desde el punto de vista psicológico cobrando, como se mencionara, una importancia
fundamental para el establecimiento del vínculo de apego (Delval, 1996).
203
Durante el primer mes de vida el bebé pasa la mayor parte de su tiempo
acostado boca arriba y con su cabeza volcada hacia uno de los lados, posicionándola
por momentos sobre la línea media del cuerpo. Durante este período los músculos más
activos son los de boca y ojos. Si bien aprendió a deglutir y mamar antes del nacimiento,
el control sobre los músculos oculares se va haciendo cada vez mayor logrando mover
ojos y cabeza al mismo tiempo en un ángulo menor a 90°.
Lento y progresivamente el niño irá adquiriendo el control postural que le
facilitará la posibilidad de canalizar la energía tónica - estado permanente de alerta
o ligera concentración en que se encuentran los músculos, preparados para ejecutar
cualquier actividad- necesaria para llevar el cuerpo a una posición determinada (Cañete
Pulido, 2010).
Conjuntamente con el control postural el mayor logro del desarrollo motriz
grueso es la locomoción, la marcha.
Los movimientos de locomoción se tratan de una serie de movimientos que
producen desplazamiento en el espacio, como andar, correr y saltar.
La secuencia evolutiva que sigue el logro de la locomoción es: reptar— gatear-
caminar con ayuda-caminar sin ayuda, aunque se pueden producir algunas alteraciones
de la misma.
204
Al igual que la motricidad gruesa, prosigue una secuencia evolutiva fija, poco
variable, cuyos hitos más relevantes son:
- Entre los 0-2 meses permanece el reflejo de presión por lo cual no tendrá
mucho control sobre sus manos.Alrededor de las ocho semanas, comenzará a
descubrir y a jugar con sus manos, especialmente las sensaciones táctiles que
percibe al hacerlo.
- Entre los 2-4 meses comienza a desarrollarse la coordinación ojo-mano, lo
que le permite al bebé jugar a ensayar qué sucede al ver los objetos y tratar de
agarrarlos con las manos.
- Entre los 4-5 meses la mayoría de los bebés pueden agarrar un objeto que esté
a su alcance, mirando solamente el objeto y no sus manos
- Entre los 6-9 meses los bebés ya pueden sostener con facilidad un pequeño
objeto durante un corto periodo de tiempo y muchos comienzan a golpear
lo que tienen entre sus manos. Su habilidad para sostener objetos es torpe y
suelen caer; sin embargo, son capaces de llevárselos a la boca.
- Entre 9-12 meses prefiere observar los objetos antes de agarrarlos con sus
manos. Podrá tocar el objeto con la mano entera, siendo capaz de empujarlo
usando sólo su dedo índice.
- Entre los 12-15 meses el bebé realizará uno de los logros más significativos:
aprender a posicionar las manos en forma de pinzas, usando los dedos para
pellizcar los objetos y para separar las piezas pequeñas de las grandes.
Aproximación: Prensión:
L = lateral (4-6m) cp = cubito palmar (4-5 m)
1 = intermedia (8-7m) pr = prensión “ rascado” (6 m)
D = directa (9m) pi = pinza inferior (7-8 m)
pf = pinza fina (9-IOm)
av = aflojamiento voluntario (12m)
- Entre 12-24 meses los bebés desarrollan la capacidad de manipular objetos de
manera más compleja, ensamblando piezas, construyendo torres, manipulando
las páginas de un libro, cerrando y abriendo cajas y cajones, usando juguetes de
arrastre con cuerdas o cintas y empujando palancas.
206
8 Pinza superior
24 C orre. Sube y baja escaleras. Sube y baja escaleras de a un pie Garabato controlado,
Lanza y patea una pelota. y sin ayuda. Salta en dos pies. circulares. Puede tapar cajas.
Forma torre de seis cubos Forma torre de seis cubos.
12 0 7
Cuando nos encontramos con un niño luego de no verlo durante un tiempo
notaremos todo lo que ha cambiado. Vemos que no sólo ha crecido en tamaño sino
que ha adquirido habilidades y capacidades que lo hacen hablar, pensar y relacionarse
con los otros de manera diferente. Sin duda alguna se ha desarrollado. Algunos de los
cambios que implica el desarrollo pueden observarse fácilmente pero otros sólo se
pueden apreciar después de una detenida observación y análisis del comportamiento
del niño.
La explicación y comprensión del desarrollo humano no se logra simplemente
acumulando información respecto a los cambios observados en el comportamiento.
Es imprescindible elaborar conceptualizaciones que permitan entender la naturaleza
y secuencialidad de estos cambios, los procesos subyacentes, identificar las leyes que
los rigen y establecer los factores que determinan las grandes diferencias individuales
que caracterizan a los seres humanos y es precisamente de todos estos aspectos que
se ocupan las diversas teorías. La preocupación por el estudio directo del niño en su
ambiente ha ido creciendo a través de los años lo cual, a pesar de la heterogeneidad de
los planteamientos teóricos, ha permitido un mayor acercamiento en la identificación
de los factores determinantes del desarrollo. Hoy los dogmatismos teóricos han cedido
su lugar a las aplicaciones prácticas. Gracias a ello disponemos de un conjunto de
principios orientadores alrededor de los cuales gira la mayor parte de la investigación
actual en la psicología del desarrollo (O rtiz, 1999).
Para poder lograr una conceptualización integral del desarrollo infantil es
necesario, en primer lugar, concebirla como proceso y como sistema. La noción de
proceso resalta su carácter de cambio, desenvolvimiento y transformación gradual
hacia mayores y más complejos niveles de organización; la noción de sistema plantea la
existencia de necesarias interacciones entre los diferentes subsistemas y procesos, su
interdependencia y efectos recíprocos (Cratty, 1970). Si se entiende el desarrollo del
niño como una totalidad, el funcionamiento particular de cada uno de estos sistemas
afecta de alguna manera a la persona total. Desde un punto de vista integral, ninguno
de estos subsistemas es más o menos importante que otro, puesto que los avances,
estancamientos o alteraciones específicos afectarán de una u otra forma la expresión
total de la conducta. Si bien es cierto que la evolución del niño se realiza en varias áreas
o procesos a la vez, estos desarrollos no son independientes sino complementarios.
En ninguna otra etapa de la vida el crecimiento físico y el desarrollo neurológico,
pero también el desarrollo cognoscitivo y socioafectivo tienen cambios tan rápidos y
trascendentes como en la primera infancia. Es en la primera infancia donde ocurre la
mayor susceptibilidad a distintos factores de riesgo. Mientras el cerebro se encuentra
en desarrollo existen los llamados “ períodos críticos” en los que el alto grado de
crecimiento y diferenciación del organismo y sistema nervioso lo vuelven mayormente
vulnerable a influencias ambientales. Sin embargo, la plasticidad cerebral característica
de este período vuelve necesaria la valoración del desarrollo para la planificación de la
intervención oportuna. Hoy los screenings o pesquisas del desarrollo se utilizan como
herramientas para valorar el desarrollo de niños normales y alertan sobre evaluaciones
más profundas en aquellos casos en los que se encuentra riesgo.
Una valoración integral y comprensiva del desarrollo necesariamente debe
208
descartar posturas deterministas y reduccionistas asumiendo una posición interacdonista
desde la cual se entienda al niño mediante la continua y variable interacción entre la
maduración, la experiencia social, el aprendizaje y la propia actividad auto regulatoria
que él mismo posee.
Algunas escalas e instrumentos actuales diseñados para valorar el desarrollo
infantil del niño pequeño que asumen los postulados y conceptualizaciones
anteriormente expuestos son: La Escala Bayley de Desarrollo Infantil (Bayley Scales
of Infant Development, BSID), El Test de Denver II (Denver Developmental Screening
Test,DDST), La Escala Abreviada del Desarrollo (EA D ), La Escala Argentina de
Inteligencia Sensoriomotriz (EAIS), La Escala de Seguimiento Integral del Desarrollo
(SID), La Escala de Evaluación del Desarrollo Psicomotor de 0-24 meses (EED P), entre
otras.Todas ellas han sido creadas para brindar una valoración integral del desarrollo
del niño pequeño, siendo de gran utilidad tanto para realizar un screening del estado
del desarrollo del niño como para la detección de demoras del desarrollo, posibilitando
estrategias de intervención durante la infancia temprana.
210
EAIS Oiberman, 6 m. Evalúa el desarrollo cognitivo del niño com o
2002, Argentina proceso en form ación considerando 4 situaciones
a diferenciadas en series en función de los estadios
piagetianos del desarrollo sen so rio m o triz
2 a.
(transición de los subestadios III aV I).Las series son:
Serie A : exploración de objeto; Serie B: búsqueda
de objeto desaparecido (conductas para suprim ir
obstáculos); Serie C : Utilización de interm ediarios,
com puesta de tre s subseries: cinta, so p o rte e
instrumento, que colaboran en la obtención de un
juguete; Serie D : com binación de objetos.
SID Baldo, 2003 1m Evalúa el d e sa rro llo en las cu atro g ran d es
áreas: Á r e a de M otricidad Fina y G ru e s a (M):
A ld e re te , Hüg a refiere a la co o rd in a ció n d e las p a rtes m ayo res
& M arrone, del cuerpo, al co n tro l del cu erp o , p o stu ras,
5 a
2 0 06 lo co m o ció n , capacidad d e m anipulación, co n tro l
de m anos y d ed o s, co o rd in a ció n espacial y
A rg en tin a
co o rd in a ció n v iso -m o to ra ; Á rea del Lenguaje
(L): refiere a to d a co n d u cta relacio nad a co n
la co m u n icación del niños: verb alizacio n es,
sonidos, palabras, etc. C o m p re n d e ta n to el
lenguaje e x p resiv o c o m o el co m p ren siv o ; Á r e a
C ognitiva: evalúa aten ción , re co n o cim ie n to
y m em o ria, d iscrim in ació n y capacidad de
respu estas a estím ulo s, capacidad de re so lu ció n
de problem as, capacidad para generalizar,
clasificar y o rd e n a r; Á r e a Perso nal - Social: evalúa
la capacidad de in teracció n co n los o tr o s y co n
el m edio, resp u estas ante perso nas, co n d u cta s
relacionadas co n el aseo, la alim entación, juegos
y actividades co tid ian as q ue el niño realiza.
E ED P Rodríguez, 0 Evalúa el desarrollo considerando las área social,
1978, C hile lenguaje, coordinación y motricidad, tanto fina
a com o gruesa, de m anera similar a las escalas
anteriores, de m anera progresiva mes a mes.
2 a.
Basada fundamentalmente en las Escalas Bayley y
Denver. Es un screenlng del desarrollo que puede
aplicarse por profesionales no especializados y es
muy utilizado en controles del niño sano.
2 11
evaluación, ordenados por dificultad creciente. Las evaluaciones de cada ítem se
califican en función del éxito o fracaso en el mismo (el niño pasó o falló en la situación
que presenta ese reactivo) y luego se suman los logros o ítems pasados exitosamente
estableciendo un puntaje que permite establecer criterios para el desarrollo, el que se
considerará normal o con retrasos para una edad dada. Es por ello que muchas de estas
pruebas también se denominan pruebas de “ tamiz” , porque buscan diferenciar sujetos
normales de sujetos con alteración y basan sus estrategias de evaluación en la capacidad
de los niños para resolver el mayor número de problemas cercanos a su edad, desde
una edad basal en que se puede resolver todo lo que se explora hasta edades mayores
en las que el niño muestra no tener capacidad para resolver más situaciones.
212
ANEXO
Edad C aracterísticas
El Recién T ie n e su p ropio tem p eram ento
N acido
Está provisto de to d o s los sentidos
Sus posibilidades sensoriales y m o to ras le p erm iten e sta b lece r rela cio n e s con las p erso n a s
e in te ra ctu a r con el medio, ex p lo ra rlo y a p re n d er paulatinam ente a se r cada v e z más
independiente
La alim entación, el baño, el vestido y el juego son op o rtu nid ad es de aprendizaje y los
m o m en to s ideales para crea r y fo rta le ce r vín cu lo s co n el bebé
C u a n d o está d esp ierto puede e sta r tranquilo o llo ra r p o r diferentes m otivos co m o ham bre,
sueño, frío, calor, dolor, incom odidad, necesidad de arrullo, caricias o de co m u nicación .
T ie n e preferencia p o r el ro stro hum ano y puede m irar bien lo ubicado a 30 cm de sus ojos.
Lo atrae la luz suave y rechaza la luz fuerte.
Si está boca arriba puede girar la cabeza a am bos lados. L e gusta m o ver brazos y piernas.
213
A los dos Está m ás tiem p o d esp ierto
m eses D e m u e stra p lacer y displacer
D e m u e stra in te ré s m irando a su alred e d o r y tien e más co n tro l de s u s m o vim ien tos o cu lares.
Sigue con sus ojo s el m o vim ien to de p erso n a s u o b jeto s p ró x im o s.
D e m u e stra in terés en ag a rra r ob jeto s a b riend o la boca, fijando in tensam ente la m irada o
m o viendo sus b razos
To m a o b jeto s con una y o tra m ano de m an era im p recisa y se los lleva a la boca
Si está b oca abajo gira so b re s í m ism o hasta qu ed ar b o ca arrib a. Tam bién gira d e sd e boca
arrib a hasta boca abajo
214
A los A u m en ta su p eríod o de atención hacia o b jetos y p erson as
c i n c o P uede d e m o stra r te m o r ante los ex trañ o s
m eses
Se calm a cuando le hablan
Le gusta esta r boca arrib a jugando con sus pies a los cu ales lleva co n am bas m anos a la boca
A g a rra y hace so n a r voluntariam ente un so najero con sus dos m anos p o r igual
P u ede distinguir en tre su familia y los extrañ o s, prefirien d o a los p rim ero s
Se m antiene sentado so lo sin apoyo y puede en esta posición utilizar sus m anos para jugar
Saluda y aplaude
215
A los Estira los b razos pidiendo que lo alcen
n u e v e A tie n d e a las re a ccio n e s de los que lo rodean
m eses
Suele llo ra r si o tro s niños lo hacen
R e c o n o c e su n om b re
D e sd e sentado, puede d esp lazarse de distintas m aneras: de co la, co m o foca (rep tando),
co m o gato (gateando)
Q u ie re c o m e r so lo
216
De l os D ic e p o r lo m enos dos palabras
d o c e
U sa palabras aisladam ente con categoría de frase
m eses a
E x p re sa claram en te su afecto
1 0 s
Q u ie r e c o m e r sin que lo ayuden
di eci o
c h o R e c o n o c e p o r lo m enos dos p artes de su cu erp o
m eses
T ie n e n o cio n es espaciales (adentro-afuera)
C o m p re n d e el m ecanism o a cció n -re a cció n (aprieta un juguete so n o ro y esp era que suene)
C a m in a so lo
G a ra b a te a tra z o s verticales
C o n ayuda sube y baja escaleras co locand o los dos pies ju n to s en el m ism o escalón
Patea la pelota
C o n s tr u y e t o r r e s de tre s cubos
G a ra b a te a tra z o s horizontales
R ealiza juego sim bólico simple (peina a la muñeca, hace q u e habla p o r teléfono)
217
De los A r m a frases de tre s palabras
dos a y sa e | “y o ” y el “v o s”
tre s años
R e c o n o c e p o r lo m en o s cu a tro partes de su cu erp o
D ic e su n om b re
A p re n d e a e sp e ra r su tu rn o
Trep a
A b r e grifos
H a ce garabatos circu la res iniciando así el p rim e r d iseñ o d e la figura hum ana
C o p ia una cru z
R ealiza juego paralelo (le gusta jugar al lado d e o tro s niños, pero el juego es individual)
218
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PARTE III
22 5
Introducción
227
búsqueda de conocimiento,denominadora edad del porqué” ,yaq u e el niño se pregunta
y busca respuestas basadas en argumentos racionales y objetivos. Gradualmente
supera el pensamiento intuitivo, el que se torna más lógico y sujeto a la realidad. La
construcción del mundo razonando de manera intuitiva, propia del preescolar, da paso
a razonamientos más científicos, ligados a una lógica concreta y experiencial. A esta
edad el niño, liberado de la problemática familiar que implica el Complejo de Edipo,
se lanza al mundo exterior, centrado fundamentalmente en los otros niños. Por lo
tanto, el desarrollo cognoscitivo, los juegos entre pares y el ingreso a la escuela serán
aspectos fundamentales de esta etapa.
CAPÍTULO 1
I . I .Posturas psicoanalíticas
I . I . I . L a teoría de Freud
Los años preescolares: Fase anal y fase fálica.
Comenzando con una mirada histórica, sin dudálos planteamientos psicoanalíticos
de Freud constituyen una de las aportaciones que más peso ha tenido durante mucho
tiempo en el ámbito del desarrollo de la personalidad. Para este autor, el desarrollo de la
personalidad está ligado al curso de las pulsiones sexuales a lo largo de una sucesión de
estadios. Cada uno de estos estadios suponen la aparición de sucesivas zonas erógenas.
Las fases oral, anal y fálica no se suceden simplemente unas a otras, sino que se integran
y coexisten. La forma en que se resuelven los conflictos que deben afrontarse en
cada fase entre las pulsiones libidinales del niño y las expectativas y normas sociales,
supondrá la aparición y fijación de determinados rasgos de personalidad.
Desde la teoría freudiana, en los años preescolares, entre los 2 y 3 años el niño
se encuentra atravesando la fase anal y hacia los 3 a 5 años la fase fálica.
La fase anal: En los inicios de los dos años el niño ya ha desarrollado su Yo y
adueñándose de su cuerpo (con la decisión de expulsar o retener esfínteres) maneja
su poder frente a los otros. Su independencia comienza a tomar forma. La expulsión
de los excrementos produce emociones contradictorias en el niño, por un lado intenta
recompensar a la madre con ellos y por el otro, cuando retiene expresa el desacuerdo
o la negación a someterse a los deseos de ésta. El niño siente placer en la zona anal en
la tarea de retener-expulsar así como al ser higienizado por su madre. Esta fase se inicia
por el avance de maduración. En esta fase la “ caca” para el niño adquiere un importante
valor, ya que le otorga un carácter de “ regalo” que entrega como signo de amor a su
madre. Freud decía que el niño vive esta etapa como una forma de sentirse orgulloso
por sus “ creaciones” . Pero las heces también cobran una carga agresiva, constituyendo
un elemento a través del cual se descargan las desilusiones y frustraciones con los
objetos amados. En esta etapa cobra importancia la ambivalencia afectiva: amor-odio.
En el juego al niño le da un enorme placer la suciedad y el desorden, así como el
dominio y la destrucción, que están relacionados con la zona corporal dominante y la
actividad que se despliega en esta etapa. En este juego se utilizan varios objetos como
por ejemplo: juguetes para llenar-vaciar, que puedan rodar (a partir de los cuales el niño
experimenta un gran placer), masa, barro, etc.
La fase fá lica : Aquí la zona erógena predominante son los genitales externos. El
descubrimiento de las diferencias entre genitales de niños y niñas, provoca sentimientos
de angustia y miedo. Pero el contenido psicológico más importante en esta etapa es,
sin duda, el atravesamiento del niño por lo que Freud denomina Complejo de Edipo. La
fase fálica es una fase fundamental para el psicoanálisis ya que implica el tránsito de la
diada madre-hijo a la situación triangular madre-padre-hijo, siendo en esta triangulación
donde se sentarían las bases y posterior estructura de la personalidad adulta (Freud,
1905). Debido a esto el psicoanálisis denomina a esta etapa “fálica-edípica” . Aquí entra
en juego en el niño la relación paterna posibilitada por la ruptura del vínculo simbiótico
con la madre. Cuando el niño gana en autonomía, la madre ya no satisface todas sus
necesidades. Pero el vínculo “ narcisista” , donde el otro (la madre) es fantaseado como
el que satisface todos los deseos, se supera cuando la madre deja espacio para un
tercero (el padre). Allí comienza la situación triangular: el niño no posee todo lo que
completa a su madre y la madre no logra toda la satisfacción del niño. Surge entonces
el tercero: el padre.
Para el psicoanálisis el “ Complejo de Edipo” tiene un rol fundamental en la
estructuración de la personalidad. Como sostienen Griffa y Moreno:
“Al tercer año de vida, emergen las pulsiones sexuales de carácter genital y el niño
erotiza el vínculo con su madre. La madre, que es el primer objeto de amor, es también
el primer objeto sobre el que se concentra el deseo sexual humano. Por lo tanto,
este último es, en primera instancia, de naturaleza incestuosa. Así, como cuando tenía
hambre y sed buscaba en la madre satisfacer sus necesidades, al irrumpir la necesidad
sexual intenta satisfacerla también con ella. Fantasea la unión física sexual con la
madre de modo similar a la que vivenció con el pecho materno en la etapa oral. El
descubrimiento de los órganos genitales, con las fantasías, emociones y sentimientos
que acompañan al mismo, adicionan un nuevo componente a la relación madre-hijo. La
presencia del padre es un límite a esta fantasía de fusión” (pp. 95,2005)
230
padre. El sepultamiento del Complejo de Edipo, sólo posible si se admite la prohibición
del incesto, dejará como herederos el surgimiento del superyó (la ley paterna) y la
identificación del niño con el progenitor de su mismo sexo. La prohibición del incesto
implica una salida exogámica. Se desplazan los afectos al exterior y la socialización que
implica la escuela instaura nuevos modelos de identificación (maestros, por ejemplo).
En la mujer el Edipo tiene ciertos bemoles ya que la niña debe atravesar por
la conflictiva del cambio de objeto amoroso, ubicando al padre en lugar de la madre
como objeto de amor. En esta conflictiva edípica, la niña erotiza el vínculo con el padre
abandonando la idea de que ella posee todo lo que satisface a la madre,fantaseando con
que ésta no le dio todo lo que le corresponde poseer e instalándose así el Complejo
de Castración. Esto es congruente con el descubrimiento de la diferencia de los sexos,
donde en función de la realidad exterior (presencia o no de pene) la mujer se viviría
en su inconsciente como castrada (Freud, 1925). Es esta “ castración” la que le permite
orientar las fantasías incestuosas alrededor del padre.
Para Freud el complejo de Edipo tiene una función prohibitiva y normativa ya que
orienta a la exogamia y a la prohibición del incesto. El miedo al castigo y el principio
de realidad pone fin al conflicto edípico y los deseos del niño por el progenitor del
sexo opuesto son sustituidos por la identificación por el progenitor del mismo género.
Cuando el Complejo de Edipo se sepulta, alrededor de los 5 años, el niño no sólo ha
adquirido la identificación de género sino también la conciencia moral, es decir, se ha
instalado como instancia psíquica el Súper Yo, que supone la interiorización de las
normas y valores sociales.
231
latencia se caracteriza por la disminución del interés por las actividades sexuales y el
ocultamiento de aquellas que permanecen. Tomando relevancia el deseo de aprender
por encima de los intereses y la curiosidad sexuales previos la niña o niño invierten su
energía, ahora disponible, para descubrir aspectos del mundo en el que viven y para
integrarse en nuevos grupos sociales fuera del ámbito familiar.
La exclusividad de la importancia de las figuras parentales queda acotada por
el conocimiento de otras personas y la relación con otras figuras de autoridad,
principalmente los maestros, que heredan la historia afectiva que tenían con sus
progenitores. En la “ latencia” la energía pulsional no desaparece sino que se reorienta,
se desvía de la satisfacción sexual, y se aplica a otros fines como la construcción de
conocimiento y la socialización con el grupo de pares. El niño por lo tanto “ sublima”
la satisfacción sexual de la pulsión y la reorienta hacia actividades que implican su
inserción como sujeto de la cultura, tales como el aprendizaje académico y social.
El niño desexualiza las relaciones de objeto, predominando la ternura a los deseos
sexuales y apareciendo los denominados “ diques de contención” que implican el pudor,
el asco, la vergüenza y los sentimientos morales y estéticos. Así, lo sexual deja de ser
una conflictiva afectiva para el niño para dar paso a la curiosidad intelectual, expresada
en las actividades sublimatorias que posibilita la escuela.
232
de hacer cosas por sí mismo y que puede actuar de forma autónoma, a partir de lo
cual logra su primera emancipación (de la madre). De este modo, va quedando atrás
el convenio del niño de estar de acuerdo con su madre, acuerdo que caracterizó la
atmósfera de confianza mutua del primer estadio, el cual deberá quebrantarse en la
medida en que los niños sustituyan cada vez más el juicio de los adultos por el propio
(Posada, Gómez y Ramírez, 1997).
Bordignon (2005) señala que el logro de la autonomía constituye una conquista
muy importante para el niño, quien deja de ser un bebé absolutamente dependiente de
su madre para convertirse en un individuo ejecutor. Estos progresos en su desarrollo, se
asocian principalmente con el comienzo de sus primeros pasos y el inicio del lenguaje,
capacidades que le permiten a su vez solucionar problemas y comunicarse con el medio
que le rodea. Por otra parte, es necesario destacar que en este momento evolutivo el
niño evidencia un comportamiento oscilante entre docilidad y oposición, terquedad y
violencia, conductas de sumisión y un pensamiento más crítico y activo, acciones de
cooperación y terquedad. Dicha ambivalencia tiene que ver con la dinámica que se
da entre sus impulsos instintivos, las exigencias de la realidad y la formación de su yo.
Son las experiencias más tempranas de libre voluntad y deseo del niño lo que lleva a la
afirmación de su incipiente y rudimentario yo.
No obstante, Erikson plantea que para que se produzca el desarrollo de la
autonomía también es necesario el acompañamiento de los padres, cuyo rol es
fundamental debido a que el niño precisa sentirse aceptado por los miembros de su
familia, aceptación que será para él gratificante y le proporcionará mayor confianza para
afianzar su conducta autónoma. A su vez, sostiene que este comportamiento más libre
e independiente por parte del niño irá incrementando en etapas posteriores, lo cual le
permitirá llegar a ser alguien que puede desear libremente y orientarse por sí mismo. De
allí que la frase que identifica a este estadio es “ Yo soy lo que puedo querer libremente". Un
excesivo sentimiento de autoconfianza y/o la pérdida de autocontrol por parte del niño
en algunas situaciones generan inevitablemente en él sentimientos de vergüenza y duda,
los cuales producen la inhibición de la autoexpresión, la disminución de su autoestima,
sentimientos de desprotección e inseguridad respecto de las cualidades y competencias
ya adquiridas. Sin embargo, estos sentimientos de inseguridad son inevitables y hasta
necesarios para la formación de la conciencia moral, el sentido de justicia, la ley
y el orden, por tanto es preciso que el niño logre un equilibrio entre autonomía-
heteronomía, experiencias de amor-odio, cooperación-aislamiento, comportamientos
solidarios altruistas versus conductas egocéntricas y hostiles, entre otras.
La edad de dos años suele ser el momento en que el niño manifiesta más
claramente su necesidad de autonomía y cuando suele evidenciarse el cambio de un
niño dependiente y dócil a un niño más autónomo, libre y de temperamento fuerte.
La locomoción y el lenguaje permiten a los niños darse cuenta de que son seres
independientes, que pueden tener cierto control del contexto en el que viven para lo
cual poseen capacidades, habilidades y destrezas cada vez mayores, que son capaces
de exponer sus propias ideas, deseos, preferencias e interés y la manera que tienen
deprobar esto frecuentemente es mediante el “ negativismo” (decir “ No” en cada
23 3
oportunidad en la que no están de acuerdo para imponer su punto de vista u opinión)
(Robles Martínez, 2008).
De acuerdo con Bordignon (2005), es en los momentos en que surge la vergüenza
y la duda cuando los niños precisan recibir orientación y ayuda de otros, andamiaje
necesario para que se produzcan progresos en su desarrollo. A sí, la presencia de los
padres y su apoyo brindado a los niños es fundamental para el ejercicio y aprendizaje de
la autonomía, la autoexpresión, la superación de sentimientos de inseguridad, así como
también para la formación del deseo y el respeto por las normas de la sociedad en la
que vive. Es necesario que en esta etapa al mismo tiempo que los niños emprenden el
camino hacia su autonomía que los adultos estén presentes como figuras de andamiaje,
brindándoles un refugio seguro, a partir del cual puedan explorar y descubrir el mundo
y al cual puedan regresar por momentos para encontrar apoyo. Cuando el niño es capaz
de resolver de forma positiva el conflicto característico de esta etapa, emerge en él la
virtud de la voluntad definida por Erikson como “ la determinación para desenvolverse y
actuar libremente, a pesar de la experiencia inevitable de la vergüenza y la duda”. La tarea
primordial de esta etapa es, entonces, la de alcanzar un cierto grado de autonomía,
pero aun conservando un toque de vergüenza y duda.
La resolución positiva de la dialéctica autonomía versus vergüenza-duda genera
la virtud de la voluntad de aprender, discernir y decidir en términos de autonomía física,
cognitiva y afectiva, así el contenido de la experiencia puede ser expresado como “yo
soy lo que puedo querer libremente” . La presencia de los padres es fundamental en
esta etapa para el ejercicio de la autonomía. Si papá y mamá (y los otros cuidadores
que entran en escena en esta época) permiten que el niño explore y manipule su
medio, desarrollará un sentido de autonomía o independencia. Los padres no deben
desalentarlo ni tampoco empujarlo demasiado.Se requiere,en este sentido, un equilibrio.
Se necesitan padres que sean “ firmes pero tolerantes” en esta etapa. De esta manera,
el niño desarrollará tanto un autocontrol como una autoestima importantes.
Por otra parte, si los padres acuden de inmediato a sustituir las acciones dirigidas
a explorar y a ser independiente, el niño pronto se dará por vencido, asumiendo que no
puede hacer las cosas por sí mismo sintiéndose incapaz y desarrollando un sentido de
vergüenza y duda. Lo mismo ocurrirá si subestimamos sus esfuerzos o nos burlamos de
ellos.También hay otras formas de hacer que el niño se sienta avergonzado y dudoso.
Si le damos al niño una libertad sin restricciones con una ausencia de límites, o si le
ayudamos a hacer lo que él podría hacer solo, también le estamos diciendo que no es
lo suficientemente bueno. Si no somos lo suficientemente pacientes para esperar a que
el niño se ate los cordones de sus zapatos, nunca aprenderá a atárselos, asumiendo que
esto es demasiado difícil para aprenderlo y dándose por vencido muy pronto.
No obstante, como se mencionara, un poco de vergüenza y duda no solo es
inevitable, sino que incluso es bueno. Sin ello, se desarrollará lo que Erikson llama
impulsividad, una suerte de premeditación sin vergüenza que más tarde, en la niñez
tardía o incluso en la adultez, se manifestará como el lanzarse de cabeza a situaciones
sin considerar los límites y los atropellos que esto puede causar. Peor aún es demasiada
vergüenza y duda, lo que llevará al niño a desarrollar la malignidad que Erikson llama
compulsividad. La persona compulsiva siente que todo su ser está envuelto en las
tareas que lleva a cabo y por tanto todo debe hacerse correctamente. El seguir las
reglas de una forma precisa, evita que uno se equivoque, y se debe evitar cualquier
error a cualquier precio.
Por ello, si logramos un equilibrio apropiado y positivo entre la autonomía
y la vergüenza y la culpa, desarrollaremos la virtud de una voluntad poderosa o
determinación. Una de las cosas más admirables (y frustrantes) de un niño de dos o
tres años es su determinación. Su mote es “ puedo hacerlo” . Si preservamos ese “ puedo
hacerlo” (con una apropiada modestia, para equilibrar) estaremos ayudando al niño a
enfrentar esta crisis exitosamente.
235
En el niño, la crisis de iniciativa vs culpa implica la tercera crisis en el desarrollo
de la personalidad originada por la necesidad de manejar los sentimientos conflictivos
frente al yo. La iniciativa implica el impulso por “ hacer” que entra en conflicto con el
deseo de aprobación y el “ remordimiento” por sus equivocaciones. El niño de esta edad
buscará emprender, planear y llevar a cabo sus actividades pero la rigidez del súper-
yo lo hará sentirse culpable de sus objetivos, de sus planes y de sus acciones, cuando
éstas no tienen la aprobación social. Por un lado, el comportamiento del niño se rige
por la exuberancia de probar cosas nuevas todo el tiempo, pero por el otro examina la
conveniencia de sus planes y acciones evaluando la posibilidad de desaprobaciones. En
esta etapa, los niños paulatinamente aprenden a equilibrar el sentido de responsabilidad
con la capacidad de gozar la vida. Cuando este motor por hacer se equilibra con la
culpa que genera la desaprobación, el niño desarrolla la virtud del “ propósito” , que
implica el coraje de buscar y perseguir metas sin sentirse inhibido por el temor al
castigo. La curiosidad y el manejo del cuerpo le darán al niño la sensación de dominar
el mundo expresando permanentemente sus deseos al adulto de querer hacer las cosas
por sí solo.
“La iniciativa agrega a la autonomía la cualidad de la empresa, el planeamiento y el
“ataque” de una tarea por el mero hecho de estar activo y en movimiento, cuando
anteriormente el empecinamiento inspiraba la más de las veces actos de desafío o, por
lo menos, protestas de independencia” (Erikson,2002, pp. 77)
236
Los años escolares
Estadio IV: Laboriosidad vs. Inferioridad
Para Erikson ei niño con el ingreso escolar desarrolla el sentimiento de la industria
o laboriosidad. A esta edad los niños a través de la escuela reciben la “ instrucción
sistemática” , desarrollándose los elementos fundamentales de la tecnología y la
apropiación cultural. El niño está gozoso del aprendizaje académico y desea demostrar
a los otros cuánto éxito está logrando en su tránsito por el conocimiento. En esta etapa,
el niño compite consigo mismo y con los demás; implica la entrada al mundo social y,
por lo tanto, necesita estimulo en sus habilidades. Con el comienzo de la escuela surge
en el niño la necesidad de sentirse satisfecho por un trabajo bien hecho. Se esfuerza por
ser buen alumno, buen compañero y responde a los preceptos escolares sin oposición.
La aceptación del medio (familia, maestros, compañeros) implica no sólo el
reconocimiento académico sino también social. Se trata de una etapa decisiva desde el
punto de vista social. La industriosidad se realiza en el contexto del grupo de pares e
implicará la realización de actividades junto con los demás.Algunos autores consideran
que es en esta etapa cuando se desarrolla el primer sentido de la división del trabajo y
la oportunidad diferencial. Cuando el escolar empieza a sentir el rechazo (por ejemplo
por el color de su piel, su aspecto físico, su tipo de ropa, etc.) la voluntad y el deseo
de aprender se ven amenazadas y esto conlleva serios problemas en el logro de su
identidad.
La tarea principal del escolar es el desarrollo de un sentimiento de laboriosidad
eficaz en detrimento del de inferioridad. Aquí el niño “ domestica” su imaginación y se
dedica a la educación aprendiendo las habilidades necesarias para cumplir las exigencias
de la sociedad. Los padres, por lo tanto, se unen a los maestros, a los compañeros
y a los otros miembros de la comunidad. Todos ellos contribuyen en el logro de la
identidad. Los padres deben animar, los maestros cuidar y enseñar, los compañeros
aceptar. El niño debe aprender a obtener placer no sólo en concebir un plan sino
también en ejecutarlo, y se esfuerza por que esto sea de la manera más eficaz posible.
El sentimiento del éxito implica la esfera académica y social.
Cuando el niño no logra mucho éxito en estos ámbitos desarrollará un
sentimiento de inferioridad. Esto puede ocurrir cuando los padres o maestros son
muy rígidos o el grupo de pares tiene una actitud rechazante y poco continente. El
racismo, el sexismo y cualquier otra forma de discriminación son para Erikson fuentes
del desarrollo de la inferioridad en el niño y su sentimiento de laboriosidad puede
verse amenazado. Si un niño cree que el éxito se logra en virtud de quién es en vez de
cuán fuerte puede trabajar, entonces ¿para qué intentarlo?.
Sin embargo, una actitud demasiado laboriosa en el niño puede llevar a la
tendencia a la maladaptación denominada por Erikson “virtuosidad dirigida” que ocurre
cuando los niños son impulsados por los adultos a un área de competencia específica,
con sobreexigencias en su rendimiento, sin permitir que se desarrollen sus intereses
más amplios. Es el niño al que no se le permite “ ser niño” porque está sumido en un
área exitosa que fagocita su vida infantil (por ej. niños músicos, atletas, actores o niños
prodigio).
237
Para Erikson peor aún es la malignidad, que implica demasiada inferioridad y que
lleva al niño a la inercia. Esto implica los llamados “ complejo de inferioridad” . Cuando
el éxito no se logra y la tolerancia al fracaso es baja, entonces no se volverá a intentar
la tarea. Los fracasos académicos, deportivos o sociales (el más importante de todos),
detendrán a la persona en la ejecución de sus tareas y la volverá inerte. El niño, luego
de fracasos reiterados, “ baja los brazos” o en otras palabras deja de confiar en sus
capacidades y en que con su esfuerzo logrará el éxito en lo que se propone. Erikson
plantea que en el logro de una identidad saludable lo esperable es el equilibrio entre
laboriosidad e inferioridad, es decir, que el niño desarrolle una actitud en donde prime
esforzarse para lograr buenos resultados pero con algo de inferioridad que le ayude
a tolerar los fracasos y lo aliente a volver a intentarlo. El niño será principalmente
laborioso pero su toque de inferioridad le mantendrá la autocrítica necesaria para
reajustar sus esfuerzos. Entonces tendremos la virtud llamada competencia. La
competencia en la edad escolar volverá al niño preocupado por el logro de sus éxitos,
le dará un sentido de responsabilidad y estimulará su disposición al aprendizaje. La
virtud de la “competencia” puede expresarse en la frase: “ Yo soy el que puedo aprender
para realizar un trabajo”.
239
atraviesa una etapa narcisista. Busca la aceptación y el afecto de los demás
seduciéndolos mediante sus gestos, palabras y acciones. Persigue atraer
la atención y conseguir el aplauso haciendo ostentación de sus mejores
habilidades y sus recursos más infalibles. Esta etapa coincide con el período
en el que sus movimientos adquieren gracilidad y ejecuciones exitosas, en los
que el niño pone todo su empeño para mostrar sus habilidades a los adultos.
Pero estas gracias no siempre resultan ser tan efectivas, ni garantizan la
admiración y afecto incondicionales. En la imitación a los demás encontrarán
la clave del éxito (si se comporta como su madre o padre, tendrá garantizado
su afecto). Comienza así la siguiente fase.
3. Período de representación de roles (en torno a los 5 años). 1.a imitación
sucede a la exhibición, como un intento de copiar y asimilar los méritos de
otras personas, fundamentalmente de los adultos significativos de su familia.
Se trata de un proceso de imitación que empieza en los rasgos más externos;
pero que termina afectando a los aspectos más internos, hasta concluir en
un verdadero proceso de identificación con los adultos más cercanos. Los
niños empiezan a imitar las características de las personas que admiran,
especialmente las de aquellos con quienes se siente más semejante: el padre
para el niño y la madre para la niña. La aprobación y afecto demostrada por
los padres colabora con la identificación que finalmente el niño realiza con
ellos. La imitación será la de un papel, un rol, la de un personaje más o menos
dotado de prestigio, la de un ser preferido y de la que se sienten celos. Así,
una relación que había comenzado siendo de oposición, acaba siéndolo de
identificación. Cuando el niño se convierte en un personaje determinado se
coloca en el lugar del otro. La personalidad del niño quedará estructurada
de una u otra forma según sea la manera en que los padres hayan resuelto
las tensiones producidas en la etapa del personalismo, dando, por ejemplo,
lugar a rasgos de timidez en aquellos niños que no hayan visto debidamente
recompensados sus esfuerzos por agradar, y a rasgos de tiranía en aquellos
niños a cuya cabezonería y oposición el medio no ofreciera ninguna respuesta.
La agresividad y culpabilidad aparecen por el deseo de sustituir a los adultos.
La imitación no se limita a las personas, sino que también se extiende hacia los
objetos, de modo que el infante objetiviza cada vez mejor el mundo exterior.
240
2. El conocimiento de sí mismo:
Autoconcepto / Autoestim a
24 1
enjuiciamiento que realiza el yo, es decir en qué medida valoro mis características y
competencias, cómo de satisfecho o insatisfecho, de contenta o descontenta me siento
respecto a cómo soy. Es decir, la visión que cada uno tiene de su valía y competencia.
242
En los años preescolares el autoconcepto presenta las siguientes características:
- Tendencia a describirse en base a atributos externos: los niños se describen
en términos de las actividades que realizan:“ soy un niño que juega al fútbol”; de
sus logros o habilidades:“soy una niña que sabe leer”; de su apariencia física:“soy
alto” o de algún otro rasgo distintivo de carácter general: “ soy una niña que se
llama Ana”
- Tendencia a describirse en términos globales: carácter global, vago y no espe
cífico. Por ejemplo una niña de 5 años se describirá como buena en la escuela,
sin otras especificaciones.
- Tendencia a concebir las relaciones sociales como simples conexiones entre
personas: se definen en términos de amigos o compañeros, hijos o hermanos,
conexiones entre personas, sin involucrar sentimientos interpersonales.
- Tendencia a elaborar el autoconcepto en base a evidencias externas y arbi
trarias: fundamentado en hechos concretos ocurridos en momentos determi
nados. La verdad acerca de si mismo suelen ser la que tienen y expresan los
adultos significativos en la vida del niño. Por ejemplo: una niña de 5 años puede
decirnos que es mala porque rompió un ja rró n ... o un niño que es lindo por
que lo dice su mamá.
243
nivel superior que se beneficia de la capacidad para adoptar perspectivas diferentes y
conceder cada vez más importancia a las destrezas y relaciones interpersonales como
elementos de referencia en sus autodescripciones.
En el siguiente cuadro.se resumen los cambios más importantes que se observan
en la evolución del autoconcepto:
EV O LU C IO N D EL A U T O C O N C E P T O A LO LA RG O DE L A IN FA N CIA
1.3 Autoestima:
Los datos acumulados en las revisiones más recientes (Harter, 1998; Schaffer,
1996) permiten sostener que la autoestima tiene un carácter multidimensional,
formado por un conjunto de facetas que muestran bastante independencia unas de
otras. Así una niña puede tener una alta autoestima “ física” cuando se siente orgullosa
de sus destrezas y habilidades corporales (aspecto que valora y en el que resulta ser
competente), al mismo tiempo que tiene una autoestima “ escolar” no tan buena si sus
logros académicos no son acordes con sus aspiraciones en este terreno.
245
Las dimensiones que son relevantes para la autoestima van cambiando con
la edad, está menos diferenciada en edades más tempranas, y se va haciendo más
diversificada y compleja a medida que el desarrollo avanza.
Entre los 4 y los 7 años, se distinguen cuatro dominios de la autoestima:
competencia física, competencia cognitiva-académica, aceptación por parte de los iguales y
aceptación por parte de los padres. En este período, la autoestima tiende a ser más
idealizada, adoptando un sesgo generalmente positivo y con una cierta confusión entre
el Yo real y el Yo ideal.
Durante los años escolares, además de la autoestima física relativa a las
características y destrezas físicas, es importante la autoestima en relación a las
competencias académicas (que se diversifican en función de los distintos contenidos
escolares) y la competencia social (que pasa a incluir las interacciones con los padres,
con otros adultos y con los iguales). La apertura a nuevos y diversos contextos de
desarrollo ofrece a cada niño/a la oportunidad de enriquecer la imagen que de ellos
mismos habían construido inicialmente en el contexto familiar.A partir de los 7-8 años,
el grupo de pares se convierte en una fuente de comparación constante y en el espejo
que permite a cada uno contrastar y tomar conciencia de sus propias capacidades
y limitaciones. Durante esta etapa, niños y niñas parecen empezar a ser capaces
de autoevaluarse de forma más objetiva, desligada de su actuación en situaciones
concretas. De esta manera, según avanza la edad, se va consolidando una autoestima
global que refleja una valoración general del Yo, no ligada a una ninguna faceta específica.
La valoración de sí mismo va a estar cada vez más mediatizada por la comparación
social, tornándose más objetiva y realista, reduciéndose el optimismo propio de las
etapas anteriores.
En la edad escolar, se suman otros determinantes de la autoestima, relacionados
con la historia de éxitos y fracasos, como son el lugar (o locus) de control y los estilos
atribucionales.
La relación de la autoestima con el lugar de control, hace referencia al control que
la persona se atribuye sobre sus actos y sobre lo que le ocurre en su vida. El lugar de
control puede ser de tipo interno, cuando piensa que es ella quien controla el curso de
su propia vida; o externo cuando cree que son fuerzas externas, la suerte o el destino,
más que las propias capacidades o el esfuerzo personal, las responsables de cómo se
va delineando su trayectoria vital.
Un niño cuyas opiniones son escuchadas y tenidas en cuenta por sus padres está
recibiendo a la vez apoyo a su autoestima y un refuerzo a la idea de que él tiene un
cierto poder de influencia sobre lo que le ocurre.
2461
Los estilos atribucionales ante los éxitos y los fracasos son distintos entre los
niños de alta y baja autoestima. Mientras que los niños de alta autoestima se atribuyen
más responsabilidad personal ante los resultados exitosos que ante los fracasos, los
niños de baja autoestima suelen atribuir los éxitos a circunstancias externas; y los
fracasos a su falta de capacidad.
Así se definen dos estilos atribucionales:
- Con percepción de control y competencia: estos niños creen que sus éxitos se
deben a sus capacidades, mientras que los fracasos suelen atribuirlos a facto
res externos o propios que se pueden controlar, en consecuencia desarrollan
altas expectativas de éxito y adoptan actitudes entusiastas y persistentes ante
nuevas tareas.
- Sin control sobre el aprendizaje: estos niños relacionan sus fracasos (pero no
sus éxitos), con su capacidad, que además consideran como una característica
inmodificable. Este estilo atribucional, favorece la percepción de pérdida de
control sobre los propios procesos de aprendizaje, que unida al sentimiento
de incompetencia que se desprende de atribuirse la responsabilidad de los
fracasos, mantiene a estos niños en el circulo vicioso de la autoestima negativa.
Casi todas las sociedades esperan que los hombres y las mujeres se comporten
en forma diferente y asuman funciones diferentes. A fin de conformarse con estas
expectativas, el niño necesita entender qué es un niño o una niña y debe incorporar
esa información a su autoconcepto. Este proceso se conoce como tipificación de
género, a través del cual los niños adquieren no sólo una identidad de género, sino
también los motivos, valores y comportamientos considerados apropiados en su cultura
para los miembros de su sexo biológico.
Para comprender este proceso, los investigadores se enfocan en tres temas
separados pero interrelacionados: I) el desarrollo de la identidad de género, 2) el
247
desarrollo de estereotipos de los roles de género y el desarrollo de patrones de
comportamiento tipificado según el género.
Dio Bleichmar (2005) plantea que el género es una categoría compleja que
comprende: la atribución de género, el núcleo de identidad de género y el rol de
género. Lo concerniente a la atribución de género alude a la asignación de significados
efectuada por los adultos. El núcleo hace referencia a la organización de un ideal de
género, prototipo del cual se toma como modelo y el yo tiende a conformarse de
acuerdo a él. El rol de género tipifica cómo debe ser el sujeto femenino o masculino, en
este sentido, el género es un modelo normativo.
Entre los dos y tres años, los niños comienzan a comunicarnos lo que saben
sobre el género a medida que incorporan a su vocabulario y utilizan de manera correcta
etiquetas como “ mami” y “ papi”. Hacia los tres años, buena parte de los niños pueden
denominarse a sí mismos en forma precisa como niños o niñas, aunque les toma más
tiempo comprender que el género es un atributo permanente. Por lo general, entre los
cinco y siete años, comienzan a entender que el género es un atributo inmutable, de
modo que la mayoría de los niños tiene una identidad firme orientada hacia el futuro
como niño o niña para cuando ingresan a la escuela primaria.
Durante la etapa pre-escolar, los niños saben que ellos y las niñas prefieren
diferentes tipos de actividades, y ya han comenzado a jugar de manera estereotipada
de acuerdo con el género; lo cual demuestra que la adquisición de los estereotipos de
los roles de género comienza más o menos al mismo tiempo en que se percatan de sus
identidades básicas como niños o niñas.
En esta etapa, los niños aprenden cada vez más sobre los juguetes, actividades
y áreas de logro considerados apropiados para niños y para niñas y suelen mostrarse
rígidos e intolerantes con las transgresiones sexuales. Posiblemente estas conductas
responden a su necesidad de clasificarse con firmeza como niño o niña.
248
Ya en la etapa escolar, los niños son capaces de establecer distinciones entre
los sexos teniendo en cuenta dimensiones psicológicas. Primero aprenden los rasgos
positivos que caracterizan a su propio género y los rasgos negativos asociados con el
otro sexo (Serbin y cois, 1993). Paulatinamente adquieren mayor flexibilidad cognitiva,
y a la vez reducen el nivel de sexismo de su pensamiento respecto al género, pudiendo
distinguir claramente entre las reglas morales que las personas están obligadas a
obedecer y las normas de los roles de género que son una costumbre pero no son
obligatorias.
249
vajilla, etc), impuestos a menudo a las niñas para favorecer su orientación al
cuidado de los demás y su capacidad expresiva.
- Actualmente, como resultado de la visibilización que sobre la implicancia y el
dominio generan determinados estereotipos de género sobre la atribución de
diferentes tareas y habilidades a hombres y mujeres, es que, paulatinamente, en
los diferentes ámbitos (familia, centros educativos, clubes, etc) se avanza sobre
el reconocimiento de la necesidad de promover la igualdad en relación a la
distribución de determinados roles y actividades. Hoy, por ejemplo, podemos
hablar de familias donde ambos padres trabajan fuera del hogar y distribuyen
las tareas dentro del mismo, como cuidado de los niños, compras, cocina, entre
otros quehaceres, cuestiones que no eran muy comunes décadas atrás.
La temática del género y la división de las tareas y el trabajo en función de ser
hombre o mujer, es un tema relevante en la agenda actual, generándose una fuerte
discusión, sobre todo en lo que se considera discriminación por género, es decir
que determinadas tareas serían solo para mujeres y otras tantas solo para hombres,
con las consecuencias de exclusión que esto podría generar. Un aspecto relevante,
que contribuye a la construcción en la tipificación de género, y que debe incluirse en
el análisis del tema, es el papel que desempeñan los medios de comunicación en la
transmisión de modelos y roles femeninos y masculinos, desde las series infantiles, la
publicidad y hasta la manera en que se dan a conocer las noticias.
250
7-11 C o n la conservación Surge el Continúa fortaleciéndose la
de género el niño se estereotipam iento de segregación de género.
reconoce com o niño o género en las áreas
niña en todas las activi de los rasgos de la Las preferencias por juguetes
dades que realiza. personalidad y del y actividades tipificados
logro. po r el género continúan
fortaleciéndose en tre los
El estereotipam iento niños; las niñas desarrollan
de género pierde (o conservan) intereses en
rigidez. algunas actividades masculinas.
Tal como sucede en otras temáticas que se han desarrollado en el libro, desde las
diferentes posturas teóricas se plantean distintos argumentos para explicar la razón que
da origen a las diferencias de género, el porqué de las conductas, roles y características,
propias o esperables para el hombre y la mujer.Algunas harán más incapié en el efecto
de la biología, otras en la conducta, el aprendizaje, los genes o la cultura.
Antes de embarcarnos en un recorrido por estas teorías clásicas, es importante
contextualizar.el momento histórico que le otorga visibilidad al término y a la temática.
Podemos reconocer su origen entre los grupos de feministas americanas, quienes en la
décadas del sesenta al ochenta insistían en que la condición sexual no era producto de
las distinciones basadas en el sexo biológico.
El concepto ponía al descubierto, el rechazo al determinismo biológico implícito
en la utilización de términos tales como “ sexo” o “ diferencia sexual” y resaltaba la
importancia de las prácticas sociales en la situación de inferioridad de las mujeres. De
este modo, las feministas lograban diferenciar las construcciones sociales y culturales
de la biología y además, poner en cuestión las características y prácticas femeninas
naturalizadas (Scott, 1999).
251
Un referente clave del cuestionamiento de la ¡dea de “ naturaleza femenina” es
Simonne de Beauvoir quien, en su libro El segundo sexo demostró que la alienación de
las mujeres es de orden cultural, social e histórico. La autora cuestionó los mitos sobre
la mujer al definirlos como atributos que lo social le ha impuesto al definirla como lo
Otro. Afirmando que la mujer “ no nace sino que se hace” . Al eliminar la connotación
biológica, la sustitución del término “ sexo” por el término “género” marcó el carácter
social, político, histórico y cultural de las identidades de género.
Como hemos planteado en los apartados anteriores la distinción entre sexo
y género, que se ha extendido ampliamente en el campo de las ciencias sociales y
humanas, es parte de la conceptualización necesaria para referirse al tema de género.
252
CAPITULO 11
Faas,A. E.
En los estadios del desarrollo cognitivo planteados por Piaget, luego del
denominado “ sensoriomotriz” que caracteriza al niño de 0 a 2 años, sigue el llamado
estadio “ pre-operacional” , característico del niño en edad preescolar. La transición del
estadio sensoriomotriz al preoperacional viene posibilitado por el surgimiento de la
función sem iótica .Aquí la inteligencia se transforma de práctica en representacional. La
función semiótica o simbólica puede definirse como “ la capacidad de emplear símbolos
o representaciones mentales (palabras, números o imágenes a los que la persona
a otorgado un significado) que permite pensar en las cosas sin que se encuentren
físicamente presentes” . Implica utilizar signos y símbolos que funcionan como sustitutos
de las cosas. Con la función simbólica el niño supera el mundo perceptual reducido a las
situaciones presentes y se sumerge en representaciones que le van a permitir objetivar
los hechos separados de él mismo, de su aquí y ahora, accediendo al mundo del
pensamiento. Cuando el niño accede a este “ mundo mental interior” los significantes se
diferencian de los significados y permiten evocarlos cuando no están presentes.Ya no
necesita actuar “ materialmente” sobre la realidad puede representarla sustituyéndola
mediante símbolos. Entre los 18 y 24 meses surgiría la función de representación en el
niño y su acceso a la función simbólica. El gran avance del niño es que puede lograr la
representación (significante) de lo representado (significado). Gradualmente avanza de
los denominados significantes perceptivos característicos del periodo sensoriomotriz a
los significantes diferenciados que posibilitarán el pensamiento del niño preoperacional.
Podemos establecer la comparación en la siguiente tabla:
Etapa Sensoriomotriz Preoperacional
Tipo de P e rc e p tiv o D ife r e n c ia d o
Significante
Características Indices o indicios: Símbolos:
Señales: Signos:
254
I . I Manifestaciones de la función simbólica
255
Juego simbólico: El juego simbólico,entendido como los juegos de rol o ficción,
es propio del período comprendido entre los 2 y 5/6 años, y se inicia cuando el niño
ha adquirido la función semiótica. El niño imita el modelo interiorizado, que puede
corresponder a un rol adulto o a la conducta de un animal, por ejemplo, y duerme y
acuna a su muñeca o camina en cuatro patas diciendo “ miau” . La “ interpretación” de
los personajes presenta una intensidad en donde la realidad y la ficción parecieran
confundirse, sin embargo, la realidad del juego implica el “ como si” , donde la conciencia
de ficción para el niño está presente. Experimentar el mundo “ como si” fuera un adulto
enriquece el mundo del niño, lo ayuda en su adaptación social y a la adquisición de
posteriores conductas regladas propias del período siguiente. El desempeño de roles
autoafirma el yo, permite al niño asumir distintas posiciones, mostrar sus capacidades
y expresar sus progresos frente a los otros. Asimismo, mediante la ficción el niño
puede representar sus conflictos actuando aquello que lo angustia canalizando, de esta
manera, sus sentimientos mediante el juego. El mayor conocimiento social, los avances
cognitivos y la mayor capacidad de coordinación y control del cuerpo posibilitan el
desarrollo gradual del juego hacia el cooperativismo y la grupalidad.tal como aparecerá
en la edad escolar.
En un posterior apartado se desarrollarán en detalle las etapas que implica la
evolución del juego en el niño.
Lenguaje: El lenguaje implica un sistema arbitrario de signos y símbolos utilizados
por una determinada cultura para comunicarse. ParaVigotsky es la herramienta cultural
por excelencia y necesariamente se construye socialmente. Pensamiento y lenguaje
están estrechamente vinculados ya que el primero está ligado a la función simbólica
sustituyendo los hechos por imágenes o palabras y es la función simbólica la que
posibilita la representación mental y la construcción del “ mundo interior” del ser
humano.AI hablar el niño expresa de manera simbólica los hechos haciendo accesible
el contenido de su pensamiento. Aunque el lenguaje evoluciona del balbuceo a las
primeras palabras con significado y frases cortas en el período sensorio-motriz, es a
partir del surgimiento de la función simbólica que el niño accede en sentido estricto al
lenguaje hablado. Es el pensamiento lo que posibilita el surgimiento del lenguaje. Cada
progreso lingüístico está precedido por un progreso intelectual por lo que los logros
del lenguaje en el período sensorio-motor pueden tomarse como “ prerrequisitos”
para la adquisición del lenguaje que serán el fundamento de la capacidad lingüística
posterior (Delval, 1996).
Las diferentes etapas en la adquisición del lenguaje ya han sido mencionadas en
la sección anterior del presente libro.
2. La Inteligencia del niño preescolar:
Inteligencia Pre-Operacional
257
en términos de relación considerando que lo que ocurre en proximidad a una
cosa se relaciona con ella. La causalidad se impregna de la inmediatez percepti
va. Es esta inmediatez la que se hace visible en las explicaciones “yuxtapuestas”
(encadenamiento de explicaciones sin relación lógica entre sí), el “ sincretismo”
(donde liga lo que no está relacionado en la realidad al tratar de vincular todo
su mundo perceptual mediante analogías inmediatas). Por ejemplo dice “ la luna
crece” cuando se va haciendo llena, pensando que lo hace tal como ocurre con
los seres vivos.
- Razona de manera “ transductiva” (donde va de un caso particular a otro parti
cular para formar conceptos), donde también la cercanía de hechos inconexos
entre sí se unen en una explicación causal del mundo. Saca conclusiones rela
cionando indebidamente situaciones particulares.
- El niño elabora sus explicaciones del mundo en función de su propia perspec
tiva, sin tener en cuenta lo que puedan estar pensando o sintiendo los demás
(pensamiento egocéntrico).
- No es capaz de mantener la identidad de los objetos cuando se producen
cambios visibles, por su “ centración” de pensamiento. Por ejemplo cuando tie
ne que comparar igual cantidad de líquido transvasado a dos recipientes dife
rentes “ centra” su razonamiento sólo en la altura de los vasos y responde de
manera errónea que uno de ellos (el más alto) tiene más líquido.
258
tración” sobre el ancho puede decir “ la cantidad del vaso B parece menos agua
porque es más bajo” . El paso de una centración a dos sucesivas preanuncia las
operaciones lógicas, al razonar sobre las relaciones se encamina hacia la noción
de conservación y el nivel operatorio.
- Ya puede tener una conversación continuada en la que manipula diversas si
tuaciones y objetos y los relaciona entre sí, pero en general expresa sólo una
idea a la vez y no es capaz de considerar efectivamente todas las partes que
componen un todo.
- Como su pensamiento aún es egocéntrico, asume que las demás personas
piensan como ellos y que una breve explicación de sus pensamientos hace que
todos lo entiendan.
- El pensamiento es intuitivo porque afirma sin pruebas. Sin embargo, la intuición
representa un progreso sobre el pensamiento preconceptual, introduce una
conciencia rudimentaria de las relaciones e implica configuraciones de conjun
to.
259
N oción de núm ero Pueden contar y manejar Reparte caram elo s y los
cantidades pequeñas.Principios cuenta
de la enum eración (1 a 1; orden
estable, irrelevancia del orden;
cardinalidad; abstracción)
Resumiendo los logros del niño preoperacional, diremos que el niño de esta
edad podrá predecir cada vez más y más el mundo mediante el desarrollo de la
comprensión de identidades, y esta comprensión será la base de su autoconcepto.A su
vez, la capacidad de representación le ayuda a realizar juicios cada vez más precisos
en torno a las relaciones espaciales y la comprensión de eventos familiares del mundo
físico los ayuda a comprender la causa de los fenómenos. Las causas anteceden a los
fenómenos y producen un efecto. La noción de causalidad progresa a la par de la
de tiempo y espacio. Al poder representar, el niño comienza a separar presente de
pasado y también del futuro inmediato. Comprende progresivamente frases del tipo
de “ después de la escuela vamos a ....” o “ antes de comer hacem os....” . Comienza a
distinguir antes y después pero su ubicación está fundamentalmente centrada en el
presente ya que la noción de tiempo culmina su desarrollo recién en la niñez escolar.
Al ir avanzando en identificar similitudes y diferencias entre las cosas puede comenzar
a clasificar y seriar, y esto les ayuda a entender y organizar también la vida social. Hacia
los 4 años los niños pueden también contar, nombrando una secuencia de números
y empiezan a organizar intuitivamente estrategias para sumar o restar. La noción de
número se construye estableciendo entre los objetos relaciones de orden (seriación) y
de inclusión jerárquica (clasificación).Al seriar el niño ordena los elementos según sus
características crecientes o decrecientes,y esto lo ayuda a comprender posteriormente
la sucesión numérica.AI mismo tiempo, el niño va descubriendo la cardinación.es decir,
entiende que si se añade un elemento a un conjunto de 3 tendremos 4, siendo 4 el
siguiente de 3, y el último número mencionado será el número total de elementos
contados.Junto a esto el niño progresa en la clasificación, que implica agrupar elementos
discriminándolos en colecciones de clases. Por lo general a esta edad las agrupaciones
no incluyen más de dos propiedades simultáneas de los objetos (por ej. color y forma)
(Griffa y Moreno, 2005).
261
Tareas de conservación piagetianas y respuestas del preescolar
C o n se r M uestra Transform ación Pregunta R e sp u e sta
v ació n
Número Dos hileras de dulces Aumente el ¿Existe el mismo “La más larga
iguales y paralelas espacio en una número en c/u? tiene más”
Longitud Dos palos paralelos de Desplace uno ¿Tienen igual longitud? “El de la
igual longitud hacia la derecha derecha (o izq.)
es más largo”
Líquido Dos vasos idénticos Vierta el líquido ¿Tienen la misma “El más alto
con igual cantidad de uno en un cantidad los dos vasos? tiene más”
vaso alto
Materia Dos bolas de arcilla Convierta una ¿Tienen la misma “La salchicha
(masa) del mismo tamaño en salchicha cantidad de arcilla? tiene más”
Peso Dos bolas de arcilla Convierta una ¿Pesan ambas lo “La salchicha
de igual peso en salchicha mismo? pesa más”
Area Dos conejos de Reorganícelas ¿Tiene cada conejo “El que tiene las
juguete, dos trozos de piezas de uno igual cantidad de pasto fichas más cerca
cartón (pastizales) con de los cartones para comer? tiene más”
piezas (establos)
Volumen Dos vasos de agua Convierta una ¿Si colocárnosla “El agua del
con dos bolas de bola en salchicha de nuevo en el vaso con la
arcilla iguales salchicha vaso, estarán las aguas a salchicha estará
igual altura? más arriba”
agrupa en una clase y los ordena relacionándolos en serie. Puede clasificar objetos
en categorías como forma, color o ambos. Sabe que una subclase (por ejemplo las
rosos de un ramo) tiene menos miembros que la clase que la contiene (por ejemplo
las flores del ramo total). Puede seriar y realizar inferencias transitivas. Por ejemplo,
puede organizar un número de palos en orden ascendente y colocar uno de tamaño
intermedio donde corresponde. Si un palo es más largo que otro y éste más largo que
un tercero,entonces el primero es más largo que el último. Ha logrado la conservación.
Por ejemplo, sabe que si una bola de arcilla se convierte en salchicha la cantidad es la
misma. Más tarde sabe que tienen el mismo peso. En la adolescencia comprende que
ambas desplazan igual cantidad de agua.
262
Ahora el niño puede organizar la experiencia como un todo, considerando las
diferentes posibilidades que afectan un fenómeno, pudiendo retornar al estado original
del mismo. Las experiencias comienzan a ordenarse por separado o formando parte de
unidades más amplias. El establecimiento de relaciones entre ellas le permite ordenar el
mundo y entenderlo cada vez más sujeto a la realidad. La toma de conciencia deque cada
objeto o fenómeno puede ser analizado desde varias alternativas lo va sumergiendo
en una manera de construir la realidad de manera lógica y científica en oposición
a las construcciones intuitivas propias del preescolar, donde la mera proximidad de
las experiencias y su imagen perceptual resultaba suficiente. Es cuando el niño puede
construir sistemas de conjuntos componibles y reversibles que las intuiciones se
transforman, entonces, en operaciones. El gran logro de las operaciones concretas es la
reversibilidad. Con la reversibilidad el niño puede vincular un hecho o pensamiento con
las partes interrelacionadas que lo componen. Puede así descomponer los fenómenos
desde su principio a su final o a la inversa, desde su final hacia su principio. Com o la
reversibilidad permite el regreso al punto de partida de cualquier operación o proceso,
el aprendizaje de las matemáticas comienza a esta edad (por ej. sumar y restar).
En este periodo su pensamiento es interno,ya que los agrupamientos se llevan
a cabo en su mente; pero su pensamiento también es concreto ya que manipula los
objetos del mundo real; a su vez, su pensamiento es descentralizado porque el niño
puede concentrarse en dos aspectos de un mismo fenómeno y es capaz de coordinar
con ellos.
Para los niños que transitan este período, el punto de partida debe ser lo que
es rea l porque los niños en la etapa de las operaciones concretas sólo pueden razonar
acerca de las cosas con las que han tenido experiencia personal directa. Cuando tienen
que partir de una proposición hipotética o contraria a los hechos, tienen dificultades.
Existen cuatro operaciones que el niño en la etapa de operaciones concretas es
capaz de realizar:
- Combinatoria: Habilidad para combinar dos o más clases en una clase mayor;
- Reversibilidad: La noción de que cada operación tiene una operación opuesta
que la revierte;
- Asociatividad: La comprensión de que las operaciones pueden alcanzar una meta
de varias maneras;
- Identidad y Negación: La comprensión de que una operación que se combina
con su opuesto se anula, y no cambia.
263
Las operaciones implican “ operaciones lógicas usadas para la resolución de
problemas” . El niño no sólo usa el símbolo, ya puede usar los símbolos de
un modo lógico mediante la capacidad de conservar y generalizar. Piaget sostenía la
siguiente evolución:
- Alrededor de los 7 años el niño adquiere la capacidad intelectual de conserva
ción de cantidades numéricas: longitudes y volúmenes líquidos.
- Alrededor de los 8 años el niño desarrolla la capacidad de conservación de
materiales. Por ejemplo: tomando una bola de arcilla y manipulándola para
hacer varias bolillas el niño ya es consciente de que reuniendo todas las bolillas
la cantidad de arcilla será prácticamente la bola original, y es esto lo que implica
la reversibilidad de pensamiento.
- Alrededor de los 9/10 años el niño ha accedido al último paso en la noción de
conservación: la conservación de superficies. Por ejemplo, puesto frente a
cuadrados de papel se puede dar cuenta que reúnen la misma superficie aun
que estén esos cuadrados amontonados o aunque estén dispersos.
Razonamiento Puede utilizarun mapa para facilitar la búsqueda de un objeto oculto e indicar
espacial a otra persona cómo hallarlo. Conoce el camino hacia el colegio, calcula
distancias y cuánto tardará en ir de un lugar a otro.
Causa y Sabe cuáles atributos físicos de los objetos colocados a cada lado de la
Efecto balanza (por ej. el número o cantidad) afectarán el resultado
Clasificación Puede clasificar objetos en categorías como forma, color o ambos. Sabe que
una subclase(rosas) tiene menos miembros que la clase que la contiene
(flores)
Razonamiento Puede resolver problemas inductivos y deductivos y sabe que las conclusiones
inductivo y inductivas (basadas en premisas particulares) son menos confiables que las
deductivo deductivas (basadas en premisas generales)
Número y Puede contar mentalmente, sumar contando a partir del número más pequeño
matemáticas y solucionar problemas narrados simples.
265
El niño de las operaciones concretas tendrá dificultades para resolver problemas
enunciados verbalmente, sus operaciones lógicas estarán siempre ligadas a la
manipulación de los objetos. El razonamiento depende de la realidad concreta y sus
operaciones están ligadas a ella.Todavía prima el ensayo y e rro r que será reemplazado
por las hipótesis en la próxima etapa del pensamiento formal. Las representaciones
de la realidad en las operaciones concretas estarán ligadas a aquello sobre lo que
efectivamente se actúa o ha actuado. El pensamiento implica una adhesión a lo real y
concreto, no puede ir más allá de los datos conocidos. Cuando el niño clasifica, seria,
iguala, etc. depende de lo real y podrá seriar otros objetos luego de haberlo hecho
con los primeros porque prolonga las acciones aplicadas a este contenido. Pero le será
difícil generalizar a todos los contenidos. El pensamiento concreto procede dominio
por dominio.
El traspaso del pensamiento operatorio al formal implica superar las relaciones
con interacción y materiales concretos para pensar en relación de relaciones y otras
ideas abstractas, como proporciones y conceptos de segundo orden. El niño debe
reemplazar la lógica concreta por la lógica del discurso. El razonamiento se vuelca sobre
enunciados verbales preposicionales que implican manipular una hipótesis, muchas
veces admitiendo el punto de vista ajeno aún sin creer en las posiciones sobre las
cuales se razona. Con el pensamiento formal el niño comprenderá el tiempo histórico
y el espacio exterior, empleará símbolos para representar otros símbolos (por ej.
X representa a 15). Podrá aprender álgebra y cálculo y por el manejo del discurso
comprender la metáfora y la alegoría.Ya podrá pensar en términos de lo que podría ser
y no de lo que es, imaginando posibilidades y elaborando y probando hipótesis. El niño
de este período utiliza la verificación, pues necesita demostrar y proporcionar pruebas
de lo que dice. Tiene en cuenta el sistema combinatorio, ya que puede considerar
todas las combinaciones posibles en una determinada situación, aislando y controlando
variables y vinculando relaciones mediante una combinación proporcional.
Pero habrá que esperar el ingreso a la pubertad para que este tipo de pensamiento
ocurra.
266
CAPITULO III
267
es en esta distancia entre el nivel de desarrollo real y el nivel de desarrollo potencial
donde los niños, a través del juego, pueden practicar y originar sin condicionamientos
nuevos aprendizajes y construir su propia realidad socio-cultural. En este sentido, el
juego es un espacio contenido que sirve de andamiaje, dando lugar a la expresión y
reconocimiento de emociones que los niños pueden utilizar posteriormente de modo
inteligente.
Si bien se pueden presentar características de los juegos predominantes en cada
etapa, no podemos dejar de plantear que surgen diferencias en virtud de las condiciones
concretas de existencia. Así, en los últimos años muchos hogares han incorporando
nuevas tecnologías (computadoras, celulares, videojuegos, tablets, etc.) en su vida
cotidiana, hecho que llevó a una transformación en torno a las preferencias de algunas
infancias y adolescencias al momento de elegir las actividades a realizar en su tiempo
libre extraescolar. En esa línea, numerosos estudios han evidenciado cómo el uso de
tecnologías y la participación en redes sociales ha ido desplazando de modo creciente
a la práctica de juegos activos al aire libre y entre pares. A su vez, en el otro polo
encontramos a niños inmersos en contextos de vulnerabilidad social, que si bien en la
mayoría de los casos no tienen acceso a estas tecnologías, son sus condiciones de vida
-trabajo infantil, cuidado de hermanos, tareas domésticas, entre otras responsabilidades
adultas- lo que impide u obstaculiza el desarrollo del juego. Resulta importante visibilizar
esto, ya que el juego no sólo es relevante para el desarrollo infantil sino que también es
un derecho que deben tener todos los niños: el derecho a jugar.
El juego enlaza todos los aspectos del desarrollo integral del niño -biológico,
psicomotor, cognitivo, psicosocial- y avanza en sus características de forma paralela
al proceso de desarrollo, en el marco del cual sus comportamientos se vuelven más
complejos. Así, en la transición del período preescolar al escolar “ la edad de los juegos”
del niño pequeño, caracterizada por representaciones dramáticas y la adopción de
distintos roles cambia sus características, en tanto comenzarán a aparecer los juegos de
regla. Estas transformaciones están vinculadas con cambios en las relaciones sociales,
nuevos modos de razonamiento, nuevas formas de pensar y pensarse junto a otros. En
este marco, los espacios de convivencia escolar favorecen el encuentro y las actividades
lúdicas compartidas, siendo el recreo un momento privilegiado para las atrapaditas,
rayuela, poliladrón, la escondida, entre otros.También aparecen los juegos de proezas
como “ lanzar la pelota más lejos” , los juegos de lucha y acrobacia, a partir de los cuales
se empieza a relacionar estas actividades con la competición.
Piaget plantea que entre los 4 y 7 años el juego simbólico del niño comienza a
declinar, puesto que el símbolo reviste un carácter menos egocéntrico y se transforma
en una representación imitativa de la realidad. El niño se acerca más a lo real y el símbolo
llega a perder el carácter de deformación para tornarse en simple representación
imitativa de la realidad. Con posterioridad, entre los 7 y 12 años las construcciones
simbólicas se vuelven cada vez más cercanas a la realidad. El símbolo declina a medida
que el niño se adapta al entorno social del cual forma parte,ya que en lugar de asimilarla
a su “Yo” progresivamente se somete a ella y, de este modo, el juego simbólico se
transforma progresivamente en una representación imitativa de la realidad. Para
Piaget, los juegos de reglas son juegos de combinaciones sensorio-motoras (carreras,
lanzamiento de canicas o bolas, etc.) o intelectuales (cartas, damas, ajedrez, etc.) con
competencia de los individuos (sin lo cual la regla sería inútil) y regulados por un código
transmitido de generación en generación o por acuerdos improvisados.Así, los avances
a nivel psicosocial y los aprendizajes que el niño va adquiriendo en el marco de su
proceso de desarrollo integral también influyen en las características del juego. A su
vez, en este momento del desarrollo se producen cambios en la moral, ya que los niños
dejan de lado la moral heterónoma dependiente del otro como portador de la ley para
comenzar a instaurar la moral autónoma, es decir, la comprensión de lo posible y de lo
prohibido en relación con las pautas acordadas en el grupo, sin necesidad de que sea
un adulto el que tenga el poder de dirimir entre lo correcto y lo incorrecto, cambios
que colaboran en la transición del juego simbólico del preescolar al juego reglado del
niño en edad escolar.
Finalmente, desde el psicoanálisis podemos pensar que la instauración del
superyó posibilita en la dinámica pulsional la aceptación en la organización del juego,
donde las reglas establecen qué es posible y qué está prohibido en relación con el juego
compartido. En este marco, los juegos de roles o dramáticos tienen una importancia
fundamental, debido a que favorecen el intercambio social con pares y permiten la
elaboración de situaciones conflictivas.
Mas adelante veremos estas posturas con mayor detalle.
V
1.2. Características del juego
Tal como se mencionó con anterioridad,el juego es una pieza clave en el desarrollo
integral del niño, en tanto contribuye de modo positivo a diversos aspectos del proceso
de desarrollo humano. En este sentido, resulta importante reconocer cuáles son los
aportes del juego en los diferentes niveles o aspectos del desarrollo integral.
En lo que refiere al nivel biológico, el juego constituye un agente de crecimiento
del cerebro, ya que en el nacimiento las fibras nerviosas no están definitivamente
271
estructuradas y el juego las estimula, potenciando de este modo la evolución del
sistema nervioso.
En lo concerniente al aspecto psico m oto r, el juego favorece el desarrollo del
cuerpo y de los sentidos. Tal es así que la fuerza, el control muscular, el equilibrio, la
percepción y la confianza en el uso del cuerpo se sirven para su desenvolvimiento de
las actividades lúdicas.
A nivel cognitivo o in te le ctu a l el juego crea zonas potenciales de aprendizaje,ya
que al momento de jugar el niño aprende y adquiere nuevas experiencias.Jugar brinda al
niño la posibilidad de cometer aciertos y errores, le permite aplicar sus conocimientos
a determinadas situaciones, es una oportunidad para aprender a resolver problemas
que se le presenten, es una ocasión para desarrollar la capacidad creativa.
Desde el punto de vista so cia l mediante el juego el niño entra en contacto
con sus pares, interacción que le permitirá conocer a las personas que le rodean,
además de aprender normas y reglas de comportamiento que a su vez le ayudarán a
adaptarse a cada contexto. Es también en el marco de estos intercambios que el niño
irá descubriéndose a sí mismo como un ser autónomo.
A nivel a fectivo -em o cion a l el juego es una actividad placentera que proporciona
satisfacción, gozo y alegría a los niños. Jugando, el niño se expresa libremente, logra
descargar sus tensiones, problemas, enojos, encauzando sus energías de forma positiva.
A su vez, el juego es el refugio frente a las dificultades con las que el niño se topa en
la vida. Jugando los niños reelaboran su experiencia acomodándola a sus necesidades,
por lo que el juego constituye un importante factor de equilibrio psíquico y dominio
de sí mismo.
En el cuadro que sigue se resumen las contribuciones del juego para el desarrollo
infantil establecidos por Garaigordobil:
A SPECTO S D EL C O N T R IB U C IO N E S D E L J U E G O A L P R O C E S O D E
D ESA R RO LLO D ESA R R O LLO
El juego es un agente que estimula el crecim ien to del cere b ro y la
estructuración de las fibras nerviosas potenciando el S N C .
B IO LÓ G IC O
272
El juego crea y desarrolla estructuras m entales superiores,
originando la creatividad. Es un estímulo para la atención y la
C O G N ITIVO
m emoria; fomenta el descentram iento cognitivo; desarrolla la
imaginación, estimula la discrim inación fantasía- realidad, a través
de la ficción desarrolla el pensamiento abstracto; es una vía de
comunicación y facilita el desarrollo del lenguaje.
i 273
2. Revisión de los estudios y teorías en torno al juego
-Registros literarios (S. -T eo ría del r e c re o de -Teo ría de la an ticip ació n funcional deKarl
X III-X V I) Shiller G ross a p a rtir de de la cual el juego es p o r
p rim e ra ve z o b je to de investigación psicológica
Zingerle “ El juego
infantil en la edad media -Teo ría del e x c e so de
alemana” (1 872) en erg ía de Spencer -Teo ría de la recap itulació n de Stanley Hall
274
2.1.1 Prim er momento:
El fenómeno del juego infantil en Europa (S.X III-S.X V IN )
- Registros literarios
Uno de los primeros registros literarios sobre juego fue el de Zingerle quien en
1872 publicó “El juego infantil en la edad media alemana”, en el cual registró cincuenta
y cuatro juegos llevados a cabo en Alsacia (Alemania), entre los que destaca: juegos
activos, juegos con bolos, juego del ladrón y el policía, el escondite, el gallito ciego,
juegos eróticos (como por ejemplo jugar a besarse), entre otros.
Según Zingerle, los juegos en este momento socio-histórico tenían las siguientes
características:
- No existía un límite claro entre el juego infantil y el juego adulto. Niños y adul
tos participaban de las mismas situaciones lúdicas.
- No existía una barrera entre el juego y la sexualidad.
- El juego se encontraba poco codificado y sus reglas eran rudimentarias.
- El tiempo del juego tendía a ser lento y en ellos no se buscaba la competición.
- En general las actividades lúdicas eran al aire libre.
- Existía una concepción de juego amplia que abarcabadesde actividades coti
dianas agradables (como cantar, partir nueces, etc.) hasta el empleo juguetón y
múltiple de objetos cotidianos.
275
La pintura de Brueghel posee un importante valor, ya que a partir de la misma
comienza a prestarse mayor atención al fenómeno del juego infantil. No obstante, en
este momento todavía existía una fuerte proximidad entre los juegos de los niños
y las situaciones de trabajo y experiencias de los adultos. Tal es así que los juegos
estaban asociados con el esfuerzo corporal, la actividad y el movimiento y carecían de
un carácter emocional o sentimental.
A su vez, existía cierta contradicción en torno a la concepción de juego, debido
a que las actividades lúdicas realizadas no requerían de instrucciones de los adultos, no
eran contrapuestas al mundo de los adultos, ni excluían a los niños de tareas adultas.
De hecho, el contenido que los adultos conferían al juego estaba asociado con la
participación de los niños en actividades propias de los adultos.
Posteriormente, en el S.XVIII el juego es reducido a espacios cerrados con reglas
básicas de seguridad y en el S .X IX es posible observar a los niños reducidos a sus
rincones de juego y el juguete se convierte en el principal instrumento del juego infantil.
276
- Se produce una ¡nstrumentalización del juego, en tanto se pone al servicio
de objetivos pedagógicos y se produce una subordinación del juego a metas
educativas.
- Se reprimen los juegos sexuales (jugar a los novios, a besarse), autoeróticos
(jugar a hacerse cosquillas), de azar (jugar a las cartas, dados, etc.) y el juego
como placer en sí mismo.
- Aparecen los juguetes tradicionales (muñeca, pelota, etc.).
i
En sus inicios, la pedagogía del juego recibió fuertes críticas:
- Contradicción en la manera de entender al juego, ya que mientras por un lado
se estimulaba a los niños a jugar, por el otro se realizaban limitaciones del placer
del juego en los niños.Así, por momentos se programaban y organizaban juegos
específicos para los niños y en otros momentos los juegos eran prohibidos.
- Concepción del juego como una pseudo-actividad nociva para los niños, en
tanto distraía su atención del saber y esto constituyó un obstáculo para su
investigación.
! - Arbitrariedad en la praxis sobre la instrucción mediante el juego, debido a la
i¡ falta de esquemas para este abordaje metodológico.
;! - Infantilización tanto del niño como del educador cuando el pedagogo realizaba
el ajuste de aquello que pretendía enseñar.
( - A diferencia de las escuelas a las que asistían los niños de la clase burguesa, en
las escuelas industriales a la que asistían niños hijos de campesinos y artesanos,
la actividad lúdica del niño no era estimulada, sino prohibida. El ocio infantil y el
juego en estas clases eran reprimidos, ya que la meta de la pedagogía del juego
era formar una disciplina de trabajo productivo. No sólo se impedía el juego
de los niños en la escuela, sino también fuera de ella, argumentando que era
preciso economizar tiempo y hacer productivo el tiempo libre.
- T e o r ía d e l e x c e s o d e e n e r g ía d e S p e n c e r
A partir del análisis de las formas turbulentas de los juegos de animales, Spencer
: entiende al juego como una actividad estética que tiene como función la descarga de
277
energía sobrante. Según Spencer, el juego constituye un derivado de energías sobrantes,
no agotadas por la actividad útil, que se canalizan en actividades sin finalidad sirviendo
como medio de descarga de tensiones no resueltas, descarga que se expresa a través
de imitaciones.
De acuerdo con Spencer, la única diferencia entre las actividades estéticas o
artísticas y el juego es que en las primeras se manifiestan las aptitudes superiores,
mientras que en el juego se manifiestan las aptitudes inferiores.
278
La propuesta teórica sobre juego de Gross presenta dos teorías:
1. Teoría general del juego como pre-ejercicio: según la cual el juego con
tribuye al desarrollo de funciones y capacidades para la vida adulta, siendo un
ejercicio preparatorio necesario para la maduración. Los niños juegan como
entrenamiento para la lucha por la vida y la supervivencia. Por ejemplo: jugando
con sus manos el niño aprende a controlar su cuerpo.Así, para Gross el juego
tiene como finalidad hace posible la adquisición de adaptaciones necesarias
para la vida, las cuales maduran a través de la actividad lúdica.
2. Teoría sobre la función simbólica: según la cual es a partir del pre-ejercicio
del juego que surge el símbolo. De acuerdo con Gross, en el juego hay ficción
simbólica, es decir, mientras juega el niño hace un “ como si” y esto le permite
desarrollar su capacidad simbólica.Así, por ejemplo: aunque un niño todavía no
se encuentre capacitado para cuidar bebés verdaderos puede hacer “ como si”
cuidara niños con sus muñecos.
En lo que refiere a la clasificación de los juegos, para Gross existen dos tipos de
; juegos:
- Juegos de funciones generales ó de experimentación: entre los cuales incluye los
juegos sensoriales (silbidos), motores (carreras), intelectuales (de imaginación y
curiosidad) y afectivos (mantenerse un tiempo en una posición difícil).
- Juegos de funciones especiales: que incluyen los juegos de lucha, de caza, de per
secución, sociales, familiares, de imitación, entre otros.
SIG M U N D FR EU D
Si bien Sigmund Freud no propuso una teoría específica sobre juego infantil,
realizó importantes aportes para comprender su naturaleza. Conceptualizó al juego
de distintas maneras según la época de producción de sus escritos, definiciones que
pueden ser agrupadas en dos períodos: desde el inicio de su obra hasta 1920 y desde
1920 en adelante.
Los primeros aportes de Freud en torno al juego fueron efectuados en 1909 a
partir de la interpretación del juego, sueños y fantasías en el análisis que realiza de la
fobia de un niño de 5 años -Casojuanito o caso del pequeño Hans-.
Posteriormente, en 1920 observa e interpreta el juego de su nieto de 18 meses
(juego del Fort-Da / Juego del Carretel / “ Tá - no tá” ), a partir del cual plantea los
mecanismos psicológicos de la actividad lúdica en el marco de su obra “Más allá del
principio del placer” . En este trabajo, plantea que el juego del carretel es el modo que
utiliza el niño para dominar su angustia frente a la separación de su madre simbolizada
en el carretel. Así, jugando con el carrete de hilo el niño puede separase de la madre
sin el peligro de perderla, ya que el carretel vuelve cuando él lo desea y de este modo
descarga sus fantasías agresivas y de amor dirigidas hacia su madre sin los riesgos o
consecuencias que tendrían en la realidad.
Según Freud, es a partir del juego del carretel que el niño es capaz de simbolizar
una situación traumática (la separación entre él y su madre) y con esa repetición
simbólica el niño se va haciendo dueño de la situación, además de ir elaborando la
angustia que la situación real de separación le impone.
Posteriormente, Freud observó que el niño no sólo juega a lo que le es placentero
(repitiendo situaciones satisfactorias), sino que también repite situaciones dolorosas
displacenteras, experiencias traumáticas o acontecimientos de la vida que le causaron
intensa impresión y que al jugar los niños logran elaborar haciéndose dueños de la
situación. De allí el carácter elaborativo que Freud le atribuye al juego, ya que es a través
de éste que el niño elabora lo que ha sufrido pasivamente al repetirlo simbólicamente,
manejando de forma activa en el juego la situación que ha sufrido pasivamente.
A partir de sus estudios, Freud realizó cuatro valiosos aportes a la comprensión
del juego:
- El juego permite la elaboración de experiencias traumáticas mediante la repetición
simbólica. Según Freud, el juego es fundamentalmente una actividad simbólica a
partir de la cual el niño repite situaciones que ha experimentado en la realidad.
A su vez, destaca la ficción del juego y plantea que el simbolismo aparece por
que el contenido de los símbolos se halla reprimido en el inconsciente.
- En el juego existe una tendencia al placer; a partir de la cual el niño repite como
juego una impresión desagradable, repetición que está ligada a la consecución de
placer. Para Freud, la ansiedad del niño en la infancia es muy intensa y la presión
de estas ansiedades pone en marcha la compulsión a la repetición, mecanismo
atribuido a contenidos inconscientes, estudiado por Freud en el dinamismo de
la transferencia y en el impulso a jugar.
- El juego es el disfraz de la libido, es un realizador de deseos y una vía de descarga
pulsional. Según Freud, la vida pulsional infantil se despliega en el juego a través
de impulsos sexuales y agresivos.Así, el juego representa un espacio mental en
el que se puede dar la descarga de esos impulsos. Por ejemplo, retomando el
juego del carretel, la acción de arrojar el carrete de hilo para que desapareciera
podría asociarse con la satisfacción de un impulso agresivo contra la madre por
haberse separado del niño. De este modo, el juego del carretel (desaparición
y retorno) permite renunciar a una satisfacción instintiva, no oponiendo resis
tencia a la partida de la madre, a la vez que posibilita al niño salidas desviadas de
impulsos reprimidos de venganza contra su mamá por separarse de él, pero sin
las consecuencias que tendrían en la realidad. En este sentido, el juego actuaría
como disfraz de la libido -de manera similar a las manifestaciones neuróticas y
los sueños-, teniendo por tanto una función catártica. A su vez, Freud plantea
el carácter elaborativo del juego en función del mecanismo de simbolización y
de la compulsión a la repetición, planteando de este modo y por primera vez
el importante valor terapéutico que tiene el juego.
- El motor del juego es el deseo del niño de ser mayor. Freud plantea que el juego
infantil está influenciado por el deseo dominante de los niños de ser grandes y
poder hacer lo que hacen los mayores.
Los aportes de Freud en torno al juego permitieron comprender que si bien los
niños a temprana edad no pueden expresarse totalmente con palabras, sí pueden hacerlo
a través de un lenguaje preverbal mediante juegos o dibujos, por lo que accediendo al
¡ significado de éstos es posible recrear el método psicoanalítico en niños de corta edad.
M ELA N IE K LEIN
A partir de su trabajo con niños, Melanie Klein efectuó valiosos aportes en torno
al juego infantil, los cuales sentaron las bases de su terapia de juego. Algunos de ellos
son:
- El juego como lenguaje de símbolos al igual que el sueño: Klein sostiene que el
juego es el medio de expresión natural del niño y entiende al mismo como un
281
lenguaje que debe analizarse con los mismos parámetros que los sueños. Así,
mediante el juego y los juguetes el niño expresa sus fantasías, deseos, temores
y experiencias de manera simbólica y al hacerlo utiliza el mismo lenguaje que
en los sueños. El análisis de niños da cuenta de los diferentes significados que
puede tener un simple juguete o fragmento de juego y podrán ser compren
didos en la medida en que se conozca su conexión y la situación de análisis
global en la que se ha producido. De este modo, M. Klein equipara la actividad
lúdica infantil con la asociación libre del adulto y propone que el contenido de
los juegos, el modo en que el niño juega, los medios que utiliza, los motivos
por los cuales cambia de juego, etc. son aspectos que deben ser interpretados
por el analista del mismo modo en se interpretan los sueños en el adulto. Ju
gando el niño habla y dice cosas que tienen el valor de asociaciones genuinas.
Incluso, las perturbaciones del juego son consideradas por Klein como medidas
defensivas del yo, comparables a las resistencias en la asociación libre.Tanto el
juego como el sueño permiten una satisfacción sustitutiva de deseos, en tanto
son expresión de fantasías inconscientes, ansiedades y deseos imposibles de
satisfacer en la realidad.
El juego como mecanismo de elaboración de la ansiedad: para Klein el juego es
el modo que tiene el Yo del niño para dominar la ansiedad y transformar las
experiencias sufridas pasivamente en activas, cambiando dolor por placer. En el
juego el niño logra vencer realidades dolorosas y domina sus miedos instintivos
internos proyectándolos al exterior, mecanismo que es posible gracias a la tem
prana capacidad de simbolizar y proyectar. En este sentido, el juego según Klein
sería una especie de puente entre fantasía y realidad. En virtud de mecanismos
inconscientes de proyección y escisión puestos en marcha durante el juego, el
niño logra descargar su angustia y conflictos intra-psíquicos, obteniendo a su
vez una mayor comprensión de la realidad y un alivio de su ansiedad interna.
Para Klein, el juego no es sólo satisfacción de deseos, sino dominio de la reali
dad gracias al proceso de proyección de peligros internos en el mundo exter
no, a partir de lo cual el niño transforma la angustia en placer.
La inhibición del juego y su curso paralelo a la inhibición del aprendizaje: según
Klein, la expresión y desarrollo de fantasías en el juego promueve y mantiene
el desarrollo del interés por el mundo externo y el proceso de aprendizaje del
mismo. Es decir, de las fantasías puestas en marcha al jugar el niño logra orga
nizar su conocimiento del mundo. Para que los símbolos y fantasías se formen
es preciso cierta cantidad de angustia, angustia que en exceso el Yo del niño no
puede elaborar. Ante esto, el niño pone en juego mecanismo defensivos me
diante los cuales logra cesar las fantasías y formación de símbolos. En función
de sus estudios con bebés, Klein encontró que el niño realiza desde el segundo
mes de vida juegos de experimentación para adaptarse a la realidad y expresar
sus fantasías.A su vez, plantea que cuando el niño no juega está reprimiendo sus
fantasías al considerarlas peligrosas y ello a su vez le genera sentimientos de
culpa que impiden la sublimación que el juego implica, dando como resultado la
inhibición del juego y, por tanto, la inhibición del aprendizaje.
- El juego crea y favorece el desarrollo del pensamiento representativo: de acuerdo
con Klein el juego espontáneo de representación crea / fomenta las prime
ras formas de pensamiento “como si” . En este tipo de juegos imaginativos el
niño evoca por primera vez situaciones pasadas, capacidad que se asocia con
la formulación hipótesis de futuro, hipótesis constructivas y la posibilidad de
desarrollar simbólicamente consecuencias de determinada situación bajo pre
misas condicionales (S i... entonces...).A sí, para Klein el juego representativo
tiene intenciones de adaptación, debido a que tiende a promover el sentido de
realidad, una actitud científica y el desarrollo del razonamiento hipotético-de-
ductivo.
- El juego y su valor diagnóstico-terapéutico: Klein advirtió que era posible utilizar
al juego como un medio o instrumento para el diagnóstico de la personalidad
infantil y desarrolló una técnica de ludoterapia para el análisis de niños en
edades tempranas. Para Klein, a partir del análisis de las libres expresiones
del juego del niño con los juguetes es posible acceder a sus fantasías incons
cientes. Plantea que el juego es un medio susceptible de ser analizado con el
mismo método que se analizan los sueños. Para ello, es necesario observar en
el transcurso del análisis la conducta general del niño (cómo comienza a jugar,
los juegos que realiza, su actitud hacia los juguetes, etc.), así como también
analizar los motivos a partir de los cuales el niño asigna determinados roles al
ij terapeuta, efectúa cambios de un juego a otro, entre otros aspectos. El análisis
del juego al tratar sistemáticamente la situación presente como una situación
de transferencia y al establecer conexiones con la situación originariamente
¡j fantaseada posibilita al niño la liberación y elaboración de la situación originaria
ij en la fantasía. Así, mientras juega el niño pone al descubierto sus experiencias
ij y las causas originarias de su desarrollo sexual, resolviendo de este modo fija
ciones y corrigiendo errores en su desarrollo.
ANNA FREUD
Desde un enfoque diferente al de Melanie Klein,Anna Freud plantea seis fases del
i desarrollo del juego que abarcan desde el juego del niño al trabajo del adulto. Ellas son:
Fase I : en este momento el juego constituye una actividad que proporciona
fi placer erótico y que involucra la boca, dedos, visión y la piel. Se lleva a cabo con
í i el propio cuerpo (placer auto-erótico) o con el cuerpo de la madre, existiendo una
i'' indiferenciación bebé-mamá.
i Fase 2: en esta etapa las propiedades del cuerpo de la madre y del niño son
transferidas a ciertos objetos suaves como una almohada, mantita, oso de peluche, que
sirven como primer objeto de juego cargados con libido narcisista y objetal.
í Fase 3: en esta fase se produce el apego del niño a un objeto de transición
j> específica y se desarrolla un interés menos discriminado por juguetes suaves, que en
j tanto objetos simbólicos son acariciados y/o maltratados de forma alternada (cargados
. con libido y agresión). El hecho de ser objetos inanimados posibilita al niño de 2 años
; expresar sus sentimientos ambivalentes hacia ellos.
283
Fase 4: en este período los juguetes suaves van desapareciendo gradualmente,
aunque los mismos aún son utilizados por los niños para dorm ir convirtiéndose en
objetos de transición que favorecen el pasaje del niño desde la participación activa en
el mundo externo hasta el retraimiento narcisista necesario para lograr el sueño. No
obstante, en la vida diurna estos objetos son reemplazados por juguetes que le sirven a
las actividades del Yo del niño y a sus fantasías. De este modo, aparecen:
- Juguetes de permiten llenar-vaciar, abrir-cerrar, etc recipientes, cuyo interés se
desplaza desde los orificios del cuerpo y sus funciones.
- Juguetes que pueden rodar y contribuyen al placer de la motricidad.
- Materiales de construcción que permiten al niño construir-destruir.
- Juguetes que permiten al niño expresar sus tendencias y actitudes masculinas
y/o femeninas, empleados en juegos solitarios de representación y en escenifi
caciones de diversas situaciones del complejo de Edipo en grupo.
Fase 5: en esta etapa la satisfacción directa o desplazada obtenida a partir del
juego va dejando cada vez más lugar al placer por el producto final de las actividades
(placer por la tarea cumplida), hecho que constituye un requisito fundamental para
el logro de un buen rendimiento escolar. Diversos factores están en juego en esta
relación entre la vida instintiva del niño y el placer por la tarea cumplida, tales como:
la imitación e identificación en la relación madre-hijo inicial, la influencia del Ideal del
Yo, el cambio de la pasividad a la actividad y la tendencia a la maduración o desarrollo
progresivo. El placer por el logro es una capacidad latente que puede ser estimulada por
disposiciones externas. Sólo cuando el niño ha internalizado las fuentes externas que
regulaban la autoestima puede obtener el placer por la tarea cumplida.
Fase 6:en esta última fase la capacidad lúdica se convierte en trabajo,transformación
que se da a partir de la adquisición de la capacidad de control, inhibición o modificación
de impulsos y de la utilización de objetos y materiales de forma positiva y constructiva
(construir, aprender, planificar, etc.-). De este modo, se produce el paso del placer
instintivo al placer sublimado. Este logro a su vez está asociado a otros logros a nivel del
desarrollo, tales como: la capacidad para postergar el placer inmediato, la tolerancia a la
frustración, el placer por el producto final, el paso del principio del placer al principio
de realidad, logros esenciales para desempeñar con éxito el trabajo durante el período
de latencia en la adolescencia y en la adultez.
En el marco de la evolución del juego infantil planteada por Anna Freud que va
del cuerpo al juguete y del juego al trabajo, es posible advertir diversas actividades
que favorecen el desarrollo de la personalidad, como el soñar despierto y las aficiones
(hobbies). En este sentido, la autora plantea a las aficiones o hobbies a mitad de camino
entre el juego y el trabajo. A su vez plantea que tanto el juego como los hobbies
tienen ciertas características comunes, en tanto ambos son emprendidos con fines
placenteros; ambos persiguen fines desplazados, sublimados, pero no se encuentran
alejados de la gratificación de los impulsos eróticos o agresivos; ambos persiguen estos
fines con una combinación de energías instintivas no modificadas y en distintos niveles
de neutralización.Vale destacar que los hobbies aparecen por primera vez al comienzo
del período de latencia y aunque el contenido de los mismos puede variar a lo largo del
284
tiempo, en general tienden a persistir durante toda la vida.
Por otra parte, Anna Freud destaca que en el juego infantil se produce una
transición de la actitud pasiva del niño a una actitud activa, ya que el niño asume un
papel dominante y se apropia de la situación lúdica.
Asimismo, destaca el importante rol del juego en el proceso de socialización
infantil que a su vez permite a los niños ensayar aptitudes y capacidades para el trabajo
adulto.
Por otro lado, plantea que en la situación de juego frecuentemente es posible
observar un mecanismo de identificación con el agresor, a través del cual el niño que
ha sufrido pasivamente una situación, adopta de forma activa en el juego el papel de
agresor, elaborando de este modo su ansiedad.
En lo que refiere al juego como instrumento terapéutico, Anna Freud sostiene
que el juego es un medio de tratamiento de las dificultades infantiles, cuyo empleo
difiere de la técnica de terapia de juego de M. Klein. Para A. Freud, el juego es una
técnica complementaria en el análisis del niño, que si bien facilita el esclarecimiento de
í los impulsos del Ello no permite ver cómo funciona el Yo.
Para Anna Freud, el juego no es equivalente a las asociaciones libres de los adultos
? y plantea que para comprender las dificultades que tiene el niño es preciso utilizar el
■ juego en combinación con otros medios como la interpretación de dibujos o sueños.
Otra discrepancia entre la teoría de M. Klein y la teoría de A. Freud tiene que
; ver con el rol del terapeuta en el análisis y su intervención en las situaciones lúdicas
í de los niños.A diferencia de Klein,Anna Freud plantea que durante el juego del niño el
terapeuta debe desempeñar un activo papel educador, orientando los impulsos del niño
f¡ por un cauce nuevo y regulando su vida instintiva.
ij ER IC ER IK SO N
Partiendo de postulados psicoanalíticos, Eric Erikson realizó cuatro grandes
í aportes en torno al juego y su importancia en el desarrollo infantil:
- El juego y su fundón de aludnar un dominio yoico: según Erikson el juego es una
X función del Yo, un intento de sincronizar los procesos corporales y sociales con
x! el sí mismo. Pone énfasis en la necesidad yoica de dominar las diversas áreas de
K la vida, especialmente aquellas en las que considera que el sujeto considera que
f su sí mismo, su cuerpo y su rol social son incompletos. Por ello, considera que
la finalidad del juego es alucinar un dominio yoico y practicarlo en una realidad
?i intermedia entre la fantasía y el mundo real.
- El juego está íntimamente asodado con el crecimiento: el juego infantil tiene dis-
í; tinto sentido y función que el juego del adulto. Para Erikson el juego del adulto
xi no es igual al juego del niño, ya que para el adulto que trabaja el juego es una
x! re-creación que le permite alejarse de aquellas formas de limitación definida
/ que constituyen su realidad social. Así, el adulto que juega pasa a otra realidad,
mientras que el niño que juega avanza hacia nuevas etapas de dominio. El juego
285
del niño es la forma infantil de la capacidad humana para manejar la experiencia
mediante la creación de situaciones modelo y para dominar la realidad median
te el experimento y planeamiento
- El juego y sus tres esferas: según Erikson es posible identificar tres grandes es
feras del juego a medida que el niño avanza en su proceso de desarrollo, las
cuales se describen a continuación en el siguiente cuadro:
Juego Juego Juego compartido
Jlliillllll&liiilllJIM»
AUTOESFERA MICROESFERA MACROESFERA
-En sus com ienzos, el juego -R efiere al pequeño mundo -A parecen cuando el niño
del niño se centra en su de juguetes susceptibles de en tra a la edad preescolar.
propio cuerpo. manipulación, al cual el niño
vuelve cuando su Y o necesita -En este tipo de juegos el
-Este tipo de juegos consisten reparaciones. m undo es com partido con
en la exploración por o tro s.
repetición de percepciones -C o n siste en juegos solitarios
sensuales, sensaciones que resultan indispensables N o obstante, al principio los
kinestésicas y vocalizaciones. para la reparación de o tro s son tratados com o
em ociones. C u a n d o el niño o bjetos. Esto se observa,
-Posteriorm ente, el niño juega solo introduce todos p o r ejemplo, en el hecho de
com ienza a jugar con los aspectos dañados de su que el niño al m om ento de
personas y objetos accesibles. Yo. jugar atropella y obliga a sus
Por ejemplo: puede fingir que
pares a desem peñar el rol
llora para ver si provoca la Si el niño resulta atem orizado
que él desea, no respetando
aparición de su madre. Así, o desilucionado en la
la opinión del otro.
a partir de las interacciones m icroesfera puede hacer una
mamá-bebé, estos juegos regresión a la autoesfera,
-P o sterio rm en te y a
se convierten en ejes de pero si el prim er contacto
medida que avanzan en su
orientación para el niño con el mundo de las cosas es
d esarrollo los niños logrará
en el mundo, guías para la exitoso, el placer de dominar
efectivam ente com partir
prim era orientación del Yo en los juguetes se asocia con el
m om entos lúdicos con sus
el mundo. dom inio de traum as que se
pares, respetando al otro,
proyectaron en ellos y con el
consensuando reglas, etc.
prestigio obtenido a través de
este dominio.
286
como una actividad terapéutica, donde el Yo infantil lleno de temor puede re
cuperar su poder sintetizador a través de la posibilidad de entrar y salir de la
situación lúdica. Según Erikson, el juego espontáneo posee una tendencia auto-
curativa, en tanto ayuda al niño a ayudarse a sí mismo. La medida autocurativa
más natural y frecuente dentro del juego infantil es el acting out. En este punto
Erikson discrepa con Freud, en tanto considera que el carácter curativo en el
juego está dado por el acting out, mientras que Freud plantea que en el juego la
curación se produce a través de procesos de simbolización (re-vivir situaciones
traumáticas displacenteras).A su vez, Erikson destaca el importante papel de la
actividad lúdica infantil como fuente para el sentimiento de identidad.
D O N A LD W IN N IC O T T
Si bien Donald W innicott no elaboró una teoría específica sobre juego, en sus
observaciones clínicas recogió importantes aspectos de este fenómeno, destacando la
relevancia del mismo en el desarrollo infantil y realizando importantes aportes.Algunos
de ellos son:
- El concepto de objeto transicional: al cual define como la primera posesión Yo -
No Yo que tiende a favorecer el proceso de individuación y de discriminación
entre el mundo interno y el mundo externo. En un primer momento es común
observar en niños pequeños el chupeteo de puños y dedos, lo cual da cuenta
de la succión autoerótica mediante la que estimula la zona erógena oral. Esta
conducta con posterioridad suele pasar a ser el chupeteo de una manta o de
algún muñeco de trapo o felpa.Winnicott explica esto a partir de los concep
tos de espacio, fenómenos y objetos transicionales.
Así, para este autor el espacio transicional es una zona de experiencias neutral
o intermedia entre la subjetividad y la objetividad que resulta necesaria para
una relación entre el niño y el mundo externo y que se da gracias a un buen
maternaje (madre suficientemente buena capaz de adaptarse a las necesidades
del bebé). Es en este espacio intermedio que se dan los fenómenos y objetos
transicionales.
A su vez, llama fenómenos transicionales al conjunto de conductas tales como
el bebé jugando con saliva o balbuceando para dormirse; el bebé acariciando,
abrazando, acunando o chupando al objeto transicional, los que se dan en el
espacio transicional. Estos fenómenos dan inicio a la existencia de una tercer
área que asegura la transición entre el niño unido simbióticamente a la madre
y una situación de individuación progresiva, de reconocimiento de la madre
como un ser independiente y exterior.
A su vez,W innnicott plantea que el objeto transicional representa el pecho ma
terno o el objeto de la primera relación y es anterior al establecimiento de la
prueba de realidad. En él se advierte el paso del dominio omnipotente y mágico
al dominio por manipulación. En general los objetos y fenómenos transicionales
suelen aparecer entre los 4 meses y el primer año de vida y poseen ciertas
características, tales como:
287
El objeto transicional es algo concreto.
Es el niño quien lo elige (no es impuesto).
Debe sobrevivir al amor y al odio.
El niño tiene derechos sobre el objeto.
Debe ser suave, dar la sensación de calidez, de movimiento, de que tiene vida
propia.
Debe dar la sensación de protección.
Generalmente es uno, no cambia y es difícilmente sustituible.
Debe tener continuidad (si se lava para el niño ya no es el mismo objeto).
No hay duelo por este objeto sino que con el avance del desarrollo va quedan
do relegado en el olvido.
A su vez, es preciso destacar que el objeto transicional adquiere una importan
cia vital para el bebé en tanto constituye una defensa contra la ansiedad ante la
pérdida o separación de la madre. De hecho, los padres reconocen la relevancia
de este objeto y lo llevan a todas partes incluso cuando viajan, permitiendo que
se ensucie. En este sentido, paraW innicott el objeto transicional constituye un
precursor simbólico, en tanto su uso implica el inicio de la simbolización en el
niño, permitiendo la transición de lo subjetivo a lo objetivo. Es decir, el empleo
de un objeto tal por parte del bebé implica la primera utilización de un símbolo
de unión entre él y su mamá, a partir del momento en que ambos se hallan en
el inicio de su estado de separación. En este espacio simbólico, la madre y el
niño se separan y se unen, posibilitando una progresiva discriminación Yo - No
Yo. De este modo, lo transicional no es el objeto mismo, sino lo que éste re
presenta: la transición del bebé de un estadio de fusión inicial con su madre a
un estadio de relación con ella como algo exterior.
Con el avance saludable del desarrollo (5-6 años de edad), el objeto transicio
nal va perdiendo significación en tanto se desarrollan los intereses culturales y
si bien ya no habrá objeto como tal, sí prevalecerá esa zona intermedia donde
se desarrollará el juego, la creatividad, el aprendizaje, el arte, la cultura y la reli
gión. No obstante, vale señalar que algunos niños no son capaces de renunciar
a la ilusión de omnipotencia sobre el objeto ni a la protección que les aporta,
conservándolo más allá de la edad habitual, pudiendo por ejemplo convertirse
en un objeto fetiche de la vida sexual cuando el niño no logra renunciar a él.
La confianza en la base del juego: para W innicott, el niño no puede pasar del
principio de placer inicial al principio de realidad si no existe una madre lo
suficientemente buena que se adapte plenamente a las necesidades del bebé.
Esta adaptación le ofrecerá al niño la oportunidad de crearse la ilusión de
que su pecho es parte de él, el cual se encuentra bajo su dominio y de que
existe una realidad exterior que corresponde a su propia capacidad de crear.
Forjarse la ilusión de que lo que él cree existe en realidad. Con posterioridad,
la madre desilusiona al bebé, pero no lo logrará si al principio no le ofreció la
oportunidad de ilusión y en este proceso de ilusión-desilusión el bebé podrá ir
reconociendo progresivamente la realidad. De hecho, los objetos y fenómenos
transicionales pertenecen al reino de la ilusión que constituye la base de la
iniciación de la experiencia. En esa línea, el juego implica confianza y el uso del
espacio de juego está determinado por experiencias vitales que se dan en las
primeras etapas de vida, por lo que la falta de confiabilidad en la madre significa
para el niño la pérdida de la zona de juego. De este modo, para W innicott la
capacidad de crear del niño dependerá de la capacidad para confiar. ParaW in-
nicott la naturaleza del juego es social, ya que sólo habrá juego en la medida en
que el niño haya tenido experiencias de confiabilidad con la madre.Así, el juego
es una actividad creadora sumamente relevante para el desarrollo de la perso
nalidad, en tanto que el vivir creador desarrollado en esta zona intermedia de
experiencias permite el sentimiento de que la vida y las personas son valiosas.
El juego como espacio simbólico, neutral o intermedio de experiencias entre el mundo
interior y el mundo exterior: la función de esta zona intermedia es la de ser un
espacio de descanso para el niño dedicado a la tarea de mantener separadas
y a la vez relacionadas la realidad interna y la realidad externa. Este espacio
neutral está conformado por diversas experiencias del bebé y se conserva a lo
largo de toda la vida en las experiencias artísticas, religiosas, científicas y en la
vida imaginativa. Es una zona donde se desarrolla toda la experiencia cultural
del hombre.
El valor terapéutico del juego: según W innicott el juego es terapéutico en sí mis
mo. Conseguir que los niños jueguen es una psicoterapia de aplicación inme
diata. Existe una correspondencia entre el juego y la salud, en tanto favorece el
crecimiento y estimula las relaciones grupales. Incluso, para W innicott el juego
constituye una forma de comunicación en psicoterapia, ya que en la zona de
superposición entre el juego del niño y el juego de otra persona existe la po
sibilidad de introducir enriquecimientos.A diferencia de M. Klein, para quien es
la interpretación lo que pone en marcha el proceso analítico, para W innicott
es la creación de un área simbólica de juego, espacio en el que es posible el
descubrimiento.
El juego en el origen de la experiencia cultural: W innicott establece una relación
entre el objeto transicional, el juego y la cultura. Según este autor existe un
desarrollo que va de los fenómenos transicionales al juego, del juego al juego
compartido y del juego compartido a las experiencias culturales. Plantea que la
experiencia cultural surge a partir de la zona intermedia de experiencias que
existe entre el individuo y su ambiente. Esta zona es el mismo espacio que el
del juego porque la experiencia cultural comienza con el vivir creador cuya
primera manifestación es el juego. En cada individuo la utilización de dicho
espacio la terminan las experiencias vitales que surgen en las primeras etapas
de su existencia, porque en la base del juego está la confianza. Cuando las ex
periencias son positivas, el niño llena este espacio con juegos creadores y esta
zona se sigue enriqueciendo en el vivir creador y en la vida cultural.
- La Teoría psicogenetista en torno al juego de Piaget
Piaget estudió la psicología del juego en el marco de su teoría del desarrollo
cognitivo. Sostiene que todo juego implica una relación entre el niño y su entorno y
que las actividades lúdicas que el infante desarrolla son un modo de conocer al medio,
aceptarlo, modificarlo y construirlo. En este sentido, plantea que los juegos poseen un
papel de relevancia para el desarrollo intelectual, siendo para el niño instrumentos que
le permiten investigar cognoscitivamente su entorno. Así, según Piaget es a través del
juego que el niño construye y desarrolla las sucesivas estructuras mentales.
Teniendo en cuenta que el juego para Piaget tiene una evolución paralela a la
evolución de los estadios del desarrollo cognitivo, será preciso entonces retomar algunos
conceptos que él plantea en su teoría a los fines de lograr una mejor comprensión de
este fenómeno.
Al momento de explicar el desarrollo, Piaget recurre al concepto de equilibración
al cual define como la tendencia a buscar el balance entre los elementos cognitivos del
organismo así como entre éste y el mundo exterior a partir de la interacción entre
acomodación y asimilación, procesos que a su vez dan como resultado la adaptación o
ajuste del organismo a la nueva información del entorno. En esta búsqueda de equilibrio,
por momentos prevalece la acomodación y en otros lo que predomina es la asimilación.
Mientras que la acomodación es un proceso que implica cambios en una
estructura cognitiva existente para incluir información nueva -cuando nos acomodamos
reconocemos objetivamente la realidad y nos adaptamos a ella modificando nuestro
desarrollo cognitivo en función del contacto con el medio-, la asimilación es un proceso
que implica la modificación que ha de sufrir la comprensión para abarcar lo nuevo
-cuando asimilamos incorporamos información nueva a una estructura cognitiva
existente y esto nos ayuda a interpretar la realidad desde los esquemas mentales que
ya poseemos-,
A partir de estos conceptos, Piaget define al juego como pura asimilación, como
la modificación de la realidad conforme a la estructura del pensamiento del niño. Este
predominio de la asimilación por sobre la acomodación en el juego tiene que ver con
el hecho de que el niño cuando desarrolla sus actividades lúdicas cambia o modifica la
información que recibe del medio de acuerdo con sus experiencias previas, adaptando el
juego a sus necesidades. Por ello Piaget no considera juegos a los ejercicios del reflejo.
290
I . Juegos Sensoriomotores o de Ejercicio (0-2 años)
Esta etapa del juego coincide con el período sensoriomotriz, en el cual la
estructura del pensamiento del niño es de acción, es decir, la interacción entre el niño
y el medio se basa en la acción.
Piaget señala que en este momento de su desarrollo, el niño está adquiriendo el
control sobre sus movimientos y aprende a coordinar sus gestos y percepciones con
! los efectos de los mismos.
En este sentido, los juegos sensoriomotores implican el ejercicio de actividades
que el niño repite una y otra vez y que realiza simplemente por el placer de dominarlas.
: Así, los juegos de ejercicio consisten en la repetición y variación de movimientos por
puro placer funcional, placer que deriva del nuevo poder adquirido por el dominio
i; de las propias capacidades motoras. De este modo, los niños experimentan placer
5 en la medida en que son capaces de repetir acontecimientos y provocar efectos al
í experimentar el mundo con sus sentidos (tacto, la vista, el sonido, etc.). En esa línea,
; según Piaget el juego de ejercicio sería el momento subsiguiente al aprendizaje de una
i. función. Una vez conseguido el aprendizaje, el niño experimenta placer funcional.
291
ficción, de hacer “ como si” , ni una diferenciación clara entre significante y
significado.
5. Quinto sub-estadio: Reacciones circulares terciarias (12-18 meses) es el
estadio de la experiencia para ver, de la imitación sistemática y de la explora
ción de lo nuevo. Las ritualizaciones lúdicas avanzan en el sentido del simbolis
mo, pero aún no hay conciencia del “ como si” .
6. Sexto sub-estadio: Invención de nuevos medios (18-24 meses) a finales de
este sub-estadio se produce la transición del juego motor al juego simbólico, en
virtud de la aparición de la función semiótica y de la adquisición de la capacidad
de representar. Este nuevo modo de pensamiento representativo inicialmente
está ligado a la imitación interiorizada, es decir, al interiorizar la acción, el niño
la hace mental, pudiendo reproducirla en ausencia del objeto. Aparece la sim
bolización y el comienzo de la ficción.
292
En el juego simbólico es posible identificar según Piaget dos períodos diferenciados
según la evolución del símbolo:
I . Apogeo, inicio y esplendor del juego simbólico (2 a 4 años): en el cual
lo que predomina habitual mente es el juego individual con un simbolismo ego
céntrico. A esta edad es posible observar en los niños el juego simbólico en su
máxima expresión.
Inicialmente, a los 2 años el símbolo es muy egocéntrico (por ejemplo, una caja
de cartón puede representar un camión, un oso, un soldado, una muñeca, etc.)
al igual que el pensamiento del niño.
A partir del momento en que el niño comienza a hacer “ como si” en sus ac
ciones habituales (por ejemplo, hace como si durmiera, como si comiera, etc.)
aplicando esos esquemas simbólicos a otros objetos (por ejemplo, hace comer
y dormir a su muñeco) logra separar el símbolo del ejercicio sensoriomotor y
lo proyecta como representación independiente.
Con posterioridad, el niño proyecta esquemas de imitación sobre objetos nue
vos, pero estos son tomados por imitación en lugar de pertenecer al conjunto
de la acción propia (por ejemplo, hace como que lee, que habla por teléfono,
etc.) para más tarde proyectarlo (por ejemplo, hace leer o le habla a un mu
ñeco). En el siguiente nivel no sólo imita conductas de otros, sino que se va a
identificar con lo que representa (hace como si fuera un gato, una campana,
etc.).
A los 3 años, el juego simbólico se enriquece y se impregna de gran imagina
ción. El niño construye escenas que van de la simple transposición de la vida
real hasta la invención de seres imaginarios. Esta nueva capacidad va a dar lugar
a 3 tipos de combinaciones lúdicas donde aparecen deseos reprimidos que se
satisfacen en el juego:
- Combinaciones lúdicas compensatorias: en las que el niño realiza ficticia
mente lo que se le ha prohibido, aquello que no puede hacer en la realidad.
- Combinaciones lúdicas liquidatorias: mediante las cuales el niño no sólo
compensa situaciones desagradables, sino que también las asimila e intenta su
perarlas al reproducirlas simbólicamente. Acepta situaciones que le provocan
miedo gracias a la transposición simbólica que modifica el contexto (juego de
médicos).
- Combinaciones lúdicas anticipatorias: a través de las cuales el niño resalta for
mas externas de simbolismo lúdico cuando se refleja la dirección del pensamien
to adaptado, en las cuales anticipa de algún modo los resultados de su acción (le
dijeron que tenga cuidado con las espinas y juega a que se pinchó un dedo)
29 3
- Las combinaciones simbólicas se tornan coherentes respecto a la secuencia
y orden de los hechos en el juego de roles.
- Existe una preocupación creciente por la veracidad de la imitación exacta
de lo real.
- Aparece el simbolismo colectivo con diferenciación y adecuación de pa
peles.
294
Por otra parte, este tipo de juegos evidencian una mayor adaptación a la realidad
por parte del niño. A medida que predomina la realidad objetiva y se va superando el
egocentrismo infantil, el juego propiamente dicho, como modelo asimilador, va cesando.
Según Piaget es posible observar cierta evolución de las reglas, tanto en lo que
refiere a su práctica como a la conciencia que el niño tiene de las mismas.
La conciencia de la regla es el modo en que los niños entienden las reglas y de
qué manera aceptan someterse a ellas. En este punto encontramos tres etapas:
1. Regla No coercitiva (0-2/5 años): esta regla se acata pero no se respeta,
los niños no sienten la obligatoriedad de cumplirlas. En este momento del
desarrollo la regla aún no es coercitiva, debido a que o bien es puramente
motriz o bien se sigue de forma inconsciente como un ejemplo interesante y
no como una realidad obligatoria.Aunque los jugadores no tienen intención
de seguir las reglas, al proponerles alguna norma pueden seguirla como algo
interesante.
2. Regla sagrada (5/6- 1I años): en este período la regla tiene las siguientes
características: es estricta, inmodificable, intangible, de origen adulto -se
respetan porque son establecidas por ellos- y de esencia eterna, por lo que
no pueden ser transgredidas de ninguna manera. Si algún jugador evade una
regla es sancionado.
3. Regla ley de mutuo consentimiento (11/12 años en adelante): en este
momento la regla es obligatoria, es ley y es el producto del acuerdo mutuo
entre los compañeros de juego, entonces se respeta. Las reglas sólo pueden
ser modificadas siempre que exista consenso general del grupo.A esta edad,
el niño adquiere una condición más democrática.
En lo que refiere a la práctica de la regla, es decir, cuáles son las reglas que los
niños usan y cómo las usan, es posible distinguir cuatro períodos:
1. Motor individual (0-2/5 años): esta etapa coincide con el estadio sensorio-
motor, donde el juego del niño es individual, es decir, juega solo. Por tanto, en
este momento la regla no existe en el juego del niño, quien obtiene placer a
partir del dominio motor de su cuerpo. Así, en este período no hay reglas co
lectivas e incluso cuando dos niños juegan a la vez, lo hacen uno al lado del otro
pero cada uno juega solo, no existiendo coordinación entre ambos.
2. Egocéntrico (2-6/7 años): en este periodo el niño en su juego es capaz de
imitar a otro niño que está cumpliendo algunas reglas, pero no las puede seguir
porque no las conoce. Esta etapa se inicia cuando el niño recibe del exterior el
ejemplo de reglas codificadas, es decir, cuando puede percibir de algún modo
el exterior. Imitando estos ejemplos el niño juega todavía individualmente, sin
uniformizar sus diversas formas de juego.Así, los niños continúan jugando cen
trados en sí mismos y cuando lo hacen juntos pueden por ejemplo ganar todos
al mismo tiempo, no existiendo una preocupación por codificar otras normas.
295
3. Cooperación naciente (7-1I años): en este momento los niños pueden po
nerse de acuerdo acerca de las reglas del juego e intentan realizar un juego
social, aunque de todos modos se pelean porque cada uno atiende a la regla
como la conoce. De forma progresiva, el niño va teniendo más en cuenta al
otro. Cada jugador intenta ganarle a sus compañeros y aparece la preocupación
por el control mutuo y por la unión de las reglas.
4. Codificación de las reglas (I 1/12 años): a partir de este momento los niños
son capaces de ponerse de acuerdo en las reglas del juego y pueden modificar
las. Las actividades lúdicas están reguladas por normas de forma minuciosa y el
código de las reglas es conocido por todos.
Etapa
C ara cterísticas generales
del juego
juegos F U N C IO N A L E S Juegos de A D Q U IS IC IÓ N
297
-Posteriorm ente, alrededor del año los
juegos que predom inan en esta etapa
son: arro ja r objetos, rom per papeles, -A los 20 m eses com ienzan a repetirlas.
PRIMERA
ETAPA patear cosas, etc. -A los 2 años les gusta repetir junto
-Constituyen manifestaciones de a los adultos los nom bres de objetos
funciones en ejercicio que tienen un que reconocen y escu ch a r cu en to s e
Lactante valor biológico y psicom oto r más que historias.
social y afectivo.
0-2 años -Favorecen la co nstrucción de
esquem as m o trices que los niños
ejercitan, los cuales tienden a repetirse
hasta integrarse progresivam ente en su
nuevo com portam iento.
J u e g o s d e F IC C IÓ N ó IM ITACIÓN J u e g o s d e F A B R IC A C IÓ N
299
para someterse a las reglas infantiles tradicionales. Según Chateau son dos los
aspectos que obstaculizan el logro de la disciplina de reglas, uno de ellos es el
egocentrismo del niño y su incapacidad de ponerse en el lugar del otros, mien
tras que el otro obstáculo tiene que ver con la tendencia del niño al arrebato.
Por otra parte, Chateau plantea que el juego compromete todo el ser del
individuo, es una manifestación que abarca toda la personalidad infantil. Este
deseo de hacerse valer por parte del niño, observado por ejemplo en los jue
gos de muñecas, indica que es una prueba de la personalidad infantil en la que
el niño busca espectadores, complaciéndose a sí mismo por sus aciertos. Así,
en el juego los niños buscan una prueba que les permita la afirmación de su Yo.
En esa línea de pensamiento, Chateau platea al juego como una actividad que
implica seriedad. Sin embargo, diferencia la seriedad del trabajo del adulto de la
seriedad del juego infantil, advirtiendo que la primera tiene origen en sus resul
tados, mientras que la segunda procede de la autoafirmación del Yo, por lo que
el juego permite afirmar el ser del niño, revelando su poder y autonomía. En el
juego el niño posee un mundo para sí, en el cual puede ejercer su soberanía y
su poder. Esta desvinculación con lo real le lleva a un mundo en el cual es omni
potente, en el cual puede crear.Así, del mismo modo en que el adulto se siente
importante por sus obras, el niño se hace fuerte por sus aciertos lúdicos. En el
juego, la meta es, por un lado prueba y, por el otro, ser uno mismo, la conquista
de sí mismo.
El juego como fuente de actividades superiores del hombre, como fuente de la cul
tura, de la ciencia, del arte, de la religión: Chateau subraya el papel del juego en
el desarrollo integral del niño y plantea que no sólo implica el ejercicio de
todas las facultades, sino también una fuente rica de las actividades superiores
del hombre como la cultura, la ciencia, el arte, la religión. Mediante el juego el
niño ejercita sus funciones fisiológicas y psíquicas, aflora las potencialidades de
su ser, las asimila, desarrolla, une, complica, coordina su ser. Asimismo, el juego
contribuye a desarrollar el espíritu constructivo, la imaginación, la capacidad de
sistematizar, además de conducir al trabajo, sin el cual no habría ciencia ni arte.
Incluso, invenciones científicas como la pólvora estuvieron inspiradas en juegos
de niños, ya que en un principio sirvieron para hacer fuegos artificiales y diver
tir a los niños. Otras creaciones artísticas como la poesía también estuvieron
inspiradas en los juegos con palabras. De este modo, Chateau resalta al juego
como una actividad con una gran significación humanizadora. De hecho, por el
juego comienza el pensamiento propiamente humano. En el juego proyecta
mos, contemplamos, construimos. Es por el juego que esta humanidad existe y
se desarrolla.
El juego como medio de observación de la personalidad infantil: Chateau propone
al juego como un medio de análisis del carácter infantil. Sostiene que la entrega
total del niño al juego permite el reconocimiento de su vida moral, afectiva,
motriz y social. En el juego el niño muestra su inteligencia, su voluntad, su per
sonalidad, su carácter dominador. Cada niño posee un estilo de juego y en él
reflejará sus deseos y sentimientos (odio, alegría, tristeza). Para entender las
características de la personalidad infantil que cada niño muestra a través del
juego es preciso colocarse en el lugar del niño y recurrir a ciertos procedi
mientos de la psicología científica, tales como: observación del tipo de juego
realizado por el niño; análisis sistemático de sus reacciones sociales en el juego;
observación y análisis de la elección del juguete; análisis del comportamiento
del niño mientras juega; entre otros aspectos.
- El juego evoluciona en dos etapas: etapa de juegos no reglados y etapa de juegos
reglados. Las características que Chateau plantea para cada uno de ellas se des
criben en el siguiente cuadro:
-Son los primeros juegos del infante. -Son juegos representativos verdaderos.
-Se caracterizan por ser juegos funcionales no -Favorecen el desarrollo de la personalidad del
intencionales. sujeto. El hecho de obedecer reglas hace que el
individuo se autoafirme.
301
-Constituyen la base a partir de la cual surgen 2) Juegos de co n stru cció n : surgen entre los
posteriormente, a partir de los 2 años de vida, 2-4 años junto a las prim eras imitaciones. El
los juegos representativos verdaderos (de esquema que rige a estos juegos ya no es un
imitación, de invención o construcción, de regla, esquema concreto sacado de conocimientos
sociales y tradicionales). como en las imitaciones, sino un esquema
abstracto.
-En este grupo de juegos Chateau incluye: 3) Juegos de regla a rb itra ria : estos juegos
conservan la noción de regla y esta última
1) Juegos funcionales: consisten en
se libera tanto de esquemas concretos
movimientos espontáneos que el niño repite
provenientes de juegos de imitación como de
con distintas partes de su cuerpo (primero con
esquemas abstractos provenientes de los juegos
la mano, luego con el antebrazo, luego con el
de construcción. Aparecen entre los 5-7 años
brazo entero).
cuando el niño crea nuevas reglas arbitrarias que
2) Juegos hedonísticos: son juegos de se impone a sí mismo jugando a acatarlas (por
exploración y manipulación del cuerpo del otro, ej. usar cierto ritmo al subir las escaleras, repetir
de su propio cuerpo, juegos con animales o con ciertas frases, etc.). Dan cuenta de la capacidad
objetos. del niño para crear reglas y normas en función
3) Juegos de auto afirm ació n inferior: de las cuales ordena su actividad lúdica.
proceden de un deseo del niño de afirmarse, 4) Juegos sociales: aparecen entre los 7-10
pero recurriendo a medios de afirmación años de edad. Consisten en juegos figurativos
inferior. Incluye: juegos de destrucción, de o de imitación colectiva y en juegos de proezas
desorden, de arrebato, etc. Suelen aparecer rara (hazaña, heroicidad) grupales a los fines de
vez cuando la tensión del juego es muy baja demostrar su superioridad y autoridad dentro
(gritar fuerte, empujar fuerte las cosas, girar de un grupo. Cuando los juegos de proezas se
sobre sí mismo rápidamente hasta caerse). organizan rudimentariamente se convierten en
juegos de competición, los cuales a su vez darán
lugar a los deportes Individuales.
5) Juegos trad icio n a les: surgen a partir de
los 10 años en adelante. Son juegos de grupos
organizados, individuales o colectivos, en los
cuales las reglas se vuelven más abstractas. Los
juegos tradicionales se originan a partir de:
-Los juegos sociales: los cuales dan lugar a juegos
tradicionales de competición cooperativa (por
ej. ladrones y policías).
-Los juegos de imitación: los cuales dan lugar a
las ceremonias (jugar a casarse, jugar a la batalla,
etc.). A su vez, a las ceremonias se agregan las
danzas (rondas) que consisten en juegos de
regulación estricta al igual que las ceremonias
pero sin el recurso de la imitación.
302
Cuadro síntesis comparativo sobre el juego y su evolución según las
teorías de Piaget,Wallon y Chateau
P IA G ET W A LLO N C H A TEA U
D e fin ic ió n El juego es pura En el juego existe El juego es el acto por
de juego asimilación de la realidad primacía de la excelencia de la vida
al yo. acom odación. infantil, a partir del cual
El juego es el ejercicio el niño puede afirmar
libre de cada nueva su sí mismo, su ser, su
función antes de que esta poder y dar prueba de su
se integre a la realidad, el personalidad.
juego tiene un fin en sí
mismo.
ETAPAS Divide el desarrollo del D ivide al juego en D ivide el d esarrollo del
D EL juego en tres etapas: diferentes etapas juego en dos etapas:
funcionales:
JU EG O
1-Juegos y 1-Juegos no reglados
1-Juego
fu n c io n a le s (0-2 años) (0-2 años)
sensoriomotor o de
ejercicio (0-2 años) El juego en esta etapa
está cen trad o en la
En esta etapa del 2-Juegos de
capacidad para dom inar
juego la estru ctu ra del adquisición
una función adquirida,
pensamiento del niño (9 m eses - 2 años)
Primera g enerar placer a través
es de acción, por lo
Los juegos en este del dom inio m o to r y
etapa que disfruta intentando
m om ento del desarrollo facilitar el conocim iento
dominar cada nuevo
son manifestaciones del propio cu erpo y el del
movimiento que
de funciones en otro.
descubre. La interacción
ejercicio que tienen
con el medio se basa en
un factor biológico y
la acción.
psicom otor que se irán
integrando en nuevos
com portam ientos.
Segunda 2-Juego simbólico 3-Juegos de ficción (2-
etapa (2-7 años) 4/5 años)
En esta etapa del 4-Juegos de
juego la estructura del fabricación (3/4-5
pensamiento del niño es años)
representativa. En este m om ento los
Con la aparición de la niños empiezan a dar
capacidad semiótica significado a las acciones.
alrededor del segundo A p arece el simulacro y
año de vida, surgen nuevos el simbolismo.
recursos simbólicos y el
niño logra la capacidad
de representar o hacer
“CO M O SI”, teniendo
conciencia de la ficción
que representa al
momento de jugar.
30 3
Tercera 3-Juego de reglas (7- 5-Juegos de reglas 2-Juegos reglados
etapa 12 años) (4/5 años en adelante) (3 a ñ o s en adelante)
TERCERA En esta etapa del Se asocian con En esta etapa con
ETAPA juego la estru ctu ra del la aparición de la la aparición de la
pensam iento del niño es socialización. represen tació n el juego
reflexiva. Se caracterizan por cam bia para co nvertirse
D e este modo, los juegos ser juegos grupales, en intencional. Con
están estru ctu rad o s en com partidos con otros, p osterioridad y de forma
base a reglas objetivas en los cuales incorpora paulatina, em pieza a
cuya transgresión reglas, dificultad a p arecer la regla y con ella
constituyen una falta. activamente buscada el el co n ce p to de trampa.
El niño em pezó a niño.
co m p ren d er cierto s A su vez, las reglas darán
co ncep to s sociales, tales lugar a un nuevo tipo de
co m o la cooperación, juegos: las trampas, que
la com petición y piensa introduce al niño al tem a
más objetivamente. del éxito.
Según Piaget, la regla En este mom ento,
evoluciona en diferentes W allon también incluye
estadios donde la los juegos de azar
práctica y la conciencia (dominó, dados, etc.),
que él niño tiene de los cuales aparecen
ellas son diferentes y alrededor de los 5 años.
dependerá del nivel
de d esarrollo del
pensam iento en el que
se encuentra.
Etapas de la c o n c ie n c ia
de reglas:
I -Regla no coercitiva
2-Regla sagrada
3-Regla ley de mutuo
consentim iento
Etapas de la p r á c t i c a de
reglas:
I -Regla M otora
individual
2-Egocéntrica
3-C o o p eració n naciente
4-Cod ificació n de las
reglas
- Teoría sobre el juego y el desarrollo de las funciones psíquicas supe
riores de Lev Vygotski
El interés de Vygotski por la psicología del juego está asociado con las
investigaciones de la psicología del arte y el estudio del problema del desarrollo de las
funciones psíquicas superiores.
Vigotski ofrece una explicación socio-histórica del desarrollo psíquico y de
los procesos psíquicos superiores. Plantea que las funciones mentales superiores del
hombre, entre las que también incluye al juego (lenguaje, pensamiento, abstracción, etc.)
tienen un origen cultural e histórico y están íntimamente asociadas con la interacción
social.
En función de su teoría, este autor realizó importantes aportes en torno al juego
infantil, entre los que se destacan:
- El juego como actividad que estimula el desarrollo de funciones psicológicas superio
res: para Vygotski, los juegos constituyen actividades que favorecen el desarro
llo de funciones mentales superiores. En el juego el niño aprende a actuar en
una situación cognoscible o mental. El niño ve una cosa, pero actúa de forma
diferente al enfrentarse a lo que ve. De este modo, se obtiene una situación en
la que el niño empieza a actuar con independencia de lo que ve. Así, la acción
en una situación que no se ve pero que se piensa en un contexto imaginario, en
una situación ficticia, lleva al niño a aprender a determinar su comportamien
to, no sólo a partir de la percepción directa de un objeto o de una situación
que influye directamente sobre él, sino también a partir del significado de esa
situación. En este sentido, según Vygotski en el juego se produce por primera
vez una diferencia entre lo semántico (idea) y lo visual (la cosa, el objeto) y co
mienza la acción que se deriva del pensamiento y no del objeto mismo. El niño
opera con significados separados de las cosas, pero inseparables de la acción
real con los objetos de la realidad.
En la primera infancia existe una fusión entre la palabra y el objeto, entre el
significado y lo visible, no existiendo diferencia entre el contexto semántico y
el contexto visible. Posteriormente, al año y medio, el niño descubre que cada
cosa tiene un nombre y a través del juego descubre que cada objeto tiene un
sentido y que cada palabra tiene un significado que puede sustituir al objeto.
Así, la acción adquiere por primera vez sentido en el juego, es decir, el niño
toma consciencia de ella y cuando pone en práctica sus ideas en el plano de la
ficción comprende su significado.
En la edad pre-escolar es posible evidenciar por primera vez en el juego cier
ta divergencia entre el campo semántico y el visual, por lo que en el juego el
pensamiento se separa de las cosas y se inicia por primera vez la acción que
proviene del pensamiento. Así, por ejemplo, el pensamiento se separa de las
cosas porque una caja empieza a desempeñar el papel de un auto o una escoba
el rol de un caballo.
Separar el pensamiento de la cosa (significado de la palabra) es una tarea difí
cil y el juego constituye una forma transitoria hacia esa meta. A partir de ese
305
momento cambia la estructura psicológica del niño que determina su actitud
hacia la realidad: la estructura de la percepción. Así, el niño crea en el juego
una estructura sentido/cosa, en la cual el aspecto semántico, el significado de
la palabra, el significado del objeto determina el comportamiento. Si bien las
propiedades del objeto son importantes y se conservan (ya que un palo puede
servir de caballo pero no una carta), su significado se invierte, momento a par
tir del cual el pensamiento se convierte en un aspecto fundamental.
Para Vygotski, la situación sustitutiva en el juego es el prototipo de todo pro
ceso cognoscitivo y esta creación de una situación ficticia desde el punto de
vista del desarrollo puede considerarse como el camino hacia el desarrollo
del pensamiento abstracto. La regla a la que está vinculado este tipo de pensa
miento lleva al niño a desarrollar acciones, gracias a las cuales se hace posible
la división entre juego y trabajo en la edad escolar. En la edad pre-escolar, el
juego no desaparece sino que penetra en la actitud hacia la realidad y tiene su
continuación en el estudio escolar y en el trabajo (actividad obligatoria con una
regla).
Tanto el juego como las funciones mentales superiores se originan a partir de la
interacción social: para Vygotski las relaciones con otros que se dan a través
del juego tienen un papel de vital importancia en el desarrollo cognitivo del
niño. Según este autor, la interacción social constituye el motor del desarrollo
infantil.
El juego como desencadenante del desarrollo, como favorecedor de la creación de
zonas de desarrollo próximo: el juego es fuente de desarrollo y crea zonas de
desarrollo próximo (Z D P). La Z D P es definida por Vygotski como la distancia
entre el nivel de desarrollo real ó efectivo -lo que el niño es capaz de hacer por
sí solo- y el nivel de desarrollo potencial -lo que el niño es capaz de hacer con la
ayuda y bajo la guía de un adulto o compañero más capaz con un mayor nivel de
desarrollo-. De acuerdo con Vygotski, es en el marco del juego con cuidadores,
hermanos y otros compañeros de juego más experimentados que se adquieren
nuevas funciones mentales superiores, internalizadas a partir de interacciones
sociales.Tras el juego, el niño cambia sus necesidades y su conciencia, surgiendo
nuevas categorías de actitud ante la realidad.
El origen y desarrollo de la creatividad a través del juego: según Vygotski la crea
tividad y la imaginación se originan jugando y en función de las interacciones
sociales tempranas con adultos, hermanos y compañeros de juego. Antes del
juego no existe imaginación. La imaginación es una nueva formación que falta
en la conciencia del niño durante la primera infancia y como toda función de
la conciencia aparece inicialmente en la acción.Así, para Vygotski, el juego es la
imaginación en acción. El desarrollo de la imaginación creativa forma parte de
una función mental superior. Las interacciones lúdicas externas se convierten
gradualmente en procesos imaginativos que el niño internaliza.
La creación de situaciones ficticias está en la base del juego: lo central y típico de
la actividad lúdica es la creación de una situación ficticia que consiste en la
adopción del papel del adulto por parte del infante en actividades creadas por
el propio niño, capacidad que aparece con la edad preescolar. De hecho, para
Vygotski, el juego como tal no existe antes de los 3 años, a partir del momento
en que el niño es capaz de aprender a actuar en una situación cognoscible o
mental.
- El juego es realización imaginaria de deseos, satisfacción de deseos generalizados:
a partir de los 3 años aparecen en el niño tendencias contradictorias de las
cuales deriva el juego. Una de esas tendencias son las exigencias no inmediata
mente realizables y la otra es la tendencia a la realización inmediata de deseos,
de allí que la razón por la que un niño juega tiene que ver con una realización
imaginaria de deseos irrealizables. Según Vygotski, lo esencial del juego es la
actuación de los deseos, pero no de deseos individuales o singulares, sino de
deseos generalizados.
- Placer del juego en la superación de impulsos inmediatos. La renuncia como placer
y fuente de desarrollo moral: para Vygotski, el juego presenta una paradoja. Por
un lado, mientras el niño juega hace aquello que más desea, hace lo que quiere,
en tanto el juego está ligado al placer. Por otro lado, al momento de jugar el
niño aprende a actuar sometiéndose a ciertas reglas, debiendo renunciar a lo
que quiere o desea, como por ejemplo el juego de la mancha, en el cual quiere
correr pero se queda quieto porque las reglas así lo ordenan. De este modo,
la sumisión a las reglas y la renuncia a actuar según un impulso inmediato en el
juego es la vía hacia el máximo placer. El respeto por la regla es fuente de placer
y el juego proporciona al niño una nueva forma de deseo, es decir, le enseña a
desear relacionando los deseos con su Yo ficticio, con su papel en el juego y con
una regla. De allí que el juego permite muchas conquistas al niño, las cuales más
tarde a medida avance en el proceso de desarrollo se convertirán en su moral.
El placer del juego se asocia con la superación de impulsos inmediatos, con la
subordinación a la regla implícita del papel.Todo juego con una situación ficticia
es a la vez juego de reglas y todo juego con reglas es juego con la situación
ficticia. Por ejemplo: el juego de ajedrez implica reglas, las reglas del juego son
las que el niño se impone a sí mismo, por ello el juego es escuela de voluntad
y de moral.
- Juego como facilitador del desarrollo social y de la conciencia del Yo: el papel del juego
en la socialización del niño, en la preparación profesional y en el trabajo es funda
mental. En los juegos de los niños sobreviene su preparación profesional para la
actividad futura.A su vez, el juego está orientado a la actividad futura de carácter
social. Los niños observan actividades de los adultos y cuando juegan las imitan y
transforman, adquiriendo asimismo relaciones sociales fundamentales. Mediante
el juego el niño también toma conciencia de sí, toma conciencia de su Yo, de su
conocimiento en el juego, de su propio pensamiento, del “yo quiero” .
307
- Teoría sobre el juego de rol o protagonizado de Daniil Borissowitsch
Elkonin
Influenciado por postulados vygotskianos, Elkonin elaboró una teoría sobre el
juego de roles, en función de la cual realizó diversos aportes en torno al juego y su
importancia en el desarrollo infantil:
- El juego de rol y su origen social: Elkonin concibe al juego como una práctica social
que consiste en reproducir en acción cualquier fenómeno de la vida indepen
dientemente de su finalidad práctica real. Para Elkonin, el origen, naturaleza y
objetivo del juego es esencialmente social, en tanto nace de las condiciones de
vida del niño en la sociedad, además de favorecer el entrenamiento del hombre
en las fases tempranas de su desarrollo y en su papel colectivizador. Haciendo
hincapié en los juegos de roles, sostiene que éstos constituyen una actividad en
que es posible reconstruir sin fines utilitarios directos las relaciones sociales.
Incluso, los temas de los juegos infantiles no se extraen únicamente de la vida
de los niños sino que tienen un trasfondo social. De este modo, el juego se pre
senta como una actividad que responde a la demanda de la sociedad en la que
viven los niños y de la que deben llegar a ser miembros activos. Este carácter
social del juego se ve reflejado asimismo en los juguetes, los cuales han sido
creados por la sociedad para ejercitar roles sociales ligados al trabajo y otras
prácticas sociales adultas (jugar a la mamá o papá, jugar a los bomberos, jugar a
la secretaria, etc.). Es a partir del momento en que los niños juegan con otros
que empieza a aparecer el juego de rol o protagonizado.
- -El juego como producto de la educación: según Elkonin el camino del desarrollo
del juego, que va desde la acción concreta con los objetos a la acción lúdica
sintetizada y de ésta a la acción lúdica protagonizada (jugar con la cuchara, dar
de comer a la muñera con la cuchara, jugar a la mamá y darle de comer a la
muñeca como madre) requiere en todas las transiciones de la dirección y guía
de los adultos. No obstante, los adultos no se dan cuenta de la dirección que
ejercen espontáneamente en ese proceso, por lo que el vínculo entre el papel
y las acciones relacionadas con el juego deberá ser descubierto por propio el
niño.
- Incidencia de las relaciones sociales en el juego: en el juego infantil protagonizado
influye esencialmente las actividades y relaciones humanas. Cada papel desem
peñado en los juegos oculta determinadas reglas de acción o conducta social.
De allí que según Elkonin una condición psicológica esencial para que el juego
surja es la manifestación de ciertas relaciones que sean reales para el niño. A
su vez, plantea que el juego sólo es posible si hay ficción, en tanto su aspecto
constitutivo es la adopción de un papel y su esencia interna radica en la recons
titución de las relaciones entre las personas. Según Elkonin el sentido del juego
cambia en función de la edad.Así, a temprana edad (3-4 años) el sentido de las
actividades lúdicas realizadas por el niño está ligado a las acciones de la perso
na que representan; a mediana edad (4-5 años) se asocia con las relaciones de
estas personas con otros; mientras que a partir de la edad escolar (5-6 años
en adelante) el sentido del juego tiene que ver con las relaciones típicas de las
308
personas cuyo papel los niños representan a través del juego.
Funciones del juego en el desarrollo psíquico: según Elkonin el juego tiene una inci
dencia fundamental en distintos aspectos del desarrollo psíquico.A nivel e m o
cio n al, pasada la primera infancia el niño descubre el mundo de los adultos, sus
actividades, funciones, relaciones y el adulto comienza a ser un modelo para él.
El niño quiere actuar como el adulto y ese deseo lo lleva a asumir papeles adul
tos. A su vez, Elkonin destaca la trascendencia del juego en la evolución de las
motivaciones y necesidades del niño, señalando el importante impacto y carga
emocional que tiene el juego del niño cuando se relaciona con los adultos, me
diante el cual desempeña los papeles y funciones sociales. A nivel cognitivo,
el juego es un proceso de descentramiento cognitivo permanente, de allí su
importancia para el desarrollo intelectual. En el juego protagonizado se forman
operaciones intelectuales que cambian la posición del niño frente al mundo,
favoreciendo el paso del pensamiento del niño a un nivel más elevado.Así, para
Elkonin el juego protagonizado no sólo se presenta como una práctica de cam
bio de postura con la adopción de un papel, sino también como una práctica
de relaciones con el compañero de juego. Es decir, no sólo es una práctica real
con los objetos, sino también una práctica de coordinación de puntos de vista
sobre los significados que tienen esos objetos sin manipulaciones directas. A
nivel del desarrollo m o ral, Elkonin señala que en el juego protagonizado cuan
do el niño representa un papel existe un modelo de conducta implícito con el
que el niño compara y verifica su conducta. Al mismo tiempo que verifica su
papel, verifica su comportamiento, aunque esta verificación también dependerá
de la situación y de los compañeros de juego. A su vez, Elkonin, plantea que el
contenido de los papeles que el niño asume en el juego está centrado en las
normas de las relaciones sociales, las cuales devienen por medio del juego en
fuente del desarrollo moral. En esa línea, el juego favorece colectivos infantiles
armónicos, la independencia del niño, la educación basada en el amor al trabajo,
la corrección de desviaciones conductuales, entre otros aspectos. Estos efectos
educativos se fundan en la influencia que el juego ejerce sobre el desarrollo
psíquico del niño y la formación de su personalidad.
El juego como unidad entre el papel y las acciones: Para Elkonin lo que constituye
la evolución de la forma de juego protagonizado de los niños son el papel o
rol desempeñado y las acciones realizadas. A su vez, señala que la fuente de
contenido del juego de rol son las ideas que los niños tienen de la realidad, por
lo que si carecen de ellas el juego no puede llevarse a cabo. En sus estudios en
torno a la evolución del juego observó que con un mismo argumento, niños de
distintas edades reflejaban distintos contenidos, en función de lo cual plantea
cuatro niveles en el desarrollo del juego.
309
En el siguiente cuadro pueden observarse los diferentes niveles propuestos por
Elkonin para los juegos de rol:
r N IV E L 2o N I V E L 3o N IV E L 4o N IV E L
C o n te n id o : C o n te n id o : acciones C o n te n id o : es la C o n t e n id o : ejecución
acciones con objetos con el objeto, se pone interpretación del de las acciones
determinados dirigidas a en correspondencia papel y la ejecución relacionadas con la
un compañero de juego. la acción lúdica con la de las acciones que se actitud adoptada entre
realidad. desprenden de él. otras personas.
P a p e le s: existen en
la realidad pero están P a p e le s: se denominan, P a p e le s : están bien P a p e le s : están definidos
determinados por el se reparten las funciones distribuidos antes de y destacados el habla
carácter de las acciones, y se ejecutan acciones que empiece el juego tiene un carácter teatral
no las determinan ellos. relacionadas con el y estos determinan el manifiesta.
papel. comportamiento del
A c c io n e s : son A c c io n e s : se despliegan
juego.
monótonas, repetitivas, A c c io n e s : guiados por con orden y lógica real,
y hay infracción en la la realidad, sin protesta si A ccio n es: determinadas son múltiples, no se
lógica de la acción. hay infracción. por el papel y no se aceptan infracciones.
permite la infracción.
E je m p lo : dar de comer E je m p lo : jugar a la E je m p lo : jugar al fútbol.
con una cuchara. casita. E je m p lo : jugar a las
escondidas.
310
optimistas que tienden a reducir sus efectos en la influencia que los distintos agentes
de socialización - principalmente la familia y la escuela - tienen sobre los niños,
posicionando a estos últimos como sujetos pasivos y meros receptores de un proceso
unidireccional, dejando de lado su papel activo y su participación (Díaz Soloaga, 2006).
Cabe señalar que si bien las nuevas tecnologías y dispositivos electrónicos ocupan
en la actualidad un lugar cada vez más preponderante en la vida de los niños, éstos
no han desplazado su interés por actividades recreativas tradicionales (Bringué Sala y
Sábada Chalezquer, 2010), las cuales siguen siendo relevantes y poseen un importante
papel en el desarrollo del niño tanto a nivel psicológico como social.
311
televisión, la computadora y los videojuegos los dispositivos más elegidos, usados con
fines de entretenimiento, diversión y ocio (Strasburger,Jordán, y Donnerstein, 2010).
Los videojuegos resultan atractivos para niños y jóvenes en tanto constituyen
medios de entretenimiento y diversión utilizados como actividades para llenar su tiempo
de ocio. A su vez, tienen un importante rol en la socialización, siendo los videojuegos,
Internet y celulares vías para mantener y desarrollar el contacto con sus pares y otros
grupos de pertenencia, además de facilitar la comunicación con estos grupos. Este tipo
de dispositivos constituyen medios de expresión individual, siendo éste un factor de
relevancia al tratarse de sujetos en pleno proceso de desarrollo en búsqueda de su
propia identidad.Así, el ocio digital posee diversos atributos valorados por la población
infantil, tales como: interactividad, rapidez, variedad, flexibilidad, además de adaptarse
fácilmente a sus necesidades de expresión, diversión, libertad y sociabilidad. No
obstante, se encontró que la relación de los niños con estos nuevos medios electrónicos
implican ciertos riesgos y peligros, tales como el acceso a contenidos inapropiados, el
uso de la tecnología como un modo de exponer su privacidad e intimidad, entre otros.
Debe destacarse la fuerte influencia que los factores contextúales tienen actualmente
en el uso de estos dispositivos, asociados fundamentalmente con la alta difusión que
los mismos tienen en Argentina y, de modo más general, con los continuos avances
tecnológicos que suceden en la sociedad contemporánea y que llevan a las familias
a requerir nuevos medios para actuar y comunicarse en la vida cotidiana. Todo ello
facilita cada vez más la llegada de estos dispositivos al hogar e incluso a las escuelas,
en tanto constituyen herramientas que los padres utilizan en su cotidianeidad y que
los docentes además emplean para desempeñarse en su profesión. En este sentido, las
nuevas tecnologías estarían modificando el entorno social del hogar, ya que de ser el
ámbito propio y exclusivo de la familia, ha pasado a ser también el espacio de amigos,
tanto virtuales como físicos, multiplicando los círculos sociales a los que los niños
pueden acceder.Así, por ejemplo se encontró que un 57% de niños argentinos mayores
de 10 años posee algún amigo virtual. (Bringué Sala y Sábada Chalezquer, 2 0 10).
Por su parte, Aleles Krotoski (2010) señala que la tecnología y los medios
electrónicos poseen un importante rol en el desarrollo del niño, fundamentalmente en
el aprendizaje y la plasticidad cerebral, así como también en el rendimiento académico,
debido entre otros factores a que en los últimos años las tecnologías de la información
y comunicación han sido incorporadas por los docentes en el espacio áulico como una
herramienta útil para el desarrollo de sus clases.
Finalmente, de acuerdo con Díaz Soloaga (2006) cabe advertir que si bien el
efecto que implica la exposición permanente a los medios electrónico-tecnológicos
a largo plazo es evidente, su estudio es complejo, debido a que el consumo no es el
mismo en todos los niños y a que no todos asimilan la información emitida por estos
dispositivos de igual modo, debido fundamentalmente a la mediación de la familia, de la
escuela y de las amistades. A su vez, en la actualidad los niños tienden a utilizar varios
dispositivos al mismo tiempo (celular, televisión, computadora, entre otros), por lo que
los efectos de esta multi-tarea será distinto al de aquellos niños que sólo utilizan un
medio a la vez, siendo difícil aislar cada consumo para medir en qué proporción afecta
a sus usuarios.
312
3.2. Los videojuegos y sus efectos en la niñez
De acuerdo con Tejeiro Salguero, Pelegrina del Río y Gómez Vallecillo (2009),
los primeros estudios científicos acerca de las implicaciones psicológicas y sociales
de los videojuegos comenzaron a publicarse a principios de la década del 80. Eran
investigaciones parciales, a pequeña escala, sujetas a interpretaciones subjetivas y
asociadas fundamentalmente con aspectos psicopatológicos, además de abarcar las
áreas de la personalidad, la salud y la coordinación ojo-mano.
A su vez, es preciso destacar que en los primeros trabajos sobre la influencia de
los videojuegos en la infancia se concebía a los niños como sujetos pasivos, ubicándolos
como meros receptores de un proceso unidireccional y considerando la relación niño-
medio como una relación lineal donde la familia y el grupo de pares constituían sólo
variables intervinientes. En la conferencia efectuada por la Universidad de Harvard en
1983, las conclusiones enfatizaban aspectos positivos más que negativos en relación con
esta temática, pero con la crisis de la industria de los videojuegos ese mismo año se
produjo una declinación del interés científico en esta área. No obstante, a mediados de
1990 resurgen los estudios en relación con los efectos de los videojuegos, aunque sin
mayores avances debido a que se abordaban los mismos temas, tomando como hechos
empíricos lo que en realidad eran opiniones e interpretaciones de los autores
En los últimos años, los investigadores han cambiado la orientación de los
estudios efectuados sobre esta temática y han logrado aportar evidencia empírica
más sólida. Incluso, la sociedad se ha ido habituando a los videojuegos y estos últimos
han dejado de verse como algo propio de niños y adolescentes. Actualmente, el
interés de los académicos está mayormente centrado en aspectos motivacionales,
principalmente en el potencial de los videojuegos para el desarrollo o recuperación
de ciertas habilidades físicas y cognitivas Además, los científicos se han replanteado
el papel del niño, redefiniéndolo como un sujeto activo-participante, reconociendo
la importancia de las diferencias individuales en el uso de los videojuegos, así como
también las distintas respuestas de los niños ante estos medios. En este sentido, esta
nueva aproximación considera la relación niño-medio como una relación que se
encuentra multidimensionada y multideterminada por factores tales como la familia, el
grupo de iguales y la sociedad en la cual los niños se hallan inmersos.
Por otra parte, Díaz Soloaga (2006) postula que la mayoría de los estudios acerca
de los efectos de los videojuegos en los niños tienden a polarizarse en dos posturas
antagónicas. Por un lado, están aquellos autores que sólo señalan los efectos negativos
y perjudiciales de este tipo de juegos en las distintas áreas del desarrollo del niño.
Por otro lado, se encuentran aquellos estudios más optimistas que, desde una postura
adultocéntrica, tienden a reducir los efectos de los videojuegos en la influencia que los
distintos ámbitos de socialización - fundamentalmente la familia y la escuela - tienen
en los niños, suponiendo que estos últimos tienen un rol pasivo en el proceso de
desarrollo.
Los videojuegos pueden tener al mismo tiempo efectos positivos como negativos,
ya sea en el desarrollo cognitivo,social como conductual. Incluso algunos autores (Levac,
313
Pierrynowski, Canestraro, Gurr, Leonard y Neeley, 2010; Moneada Jiménez y Chacón
Araya, 2012), al momento de referirse a los efectos de los videojuegos en la infancia
realizan una distinción entre las consecuencias ocasionadas por los videojuegos de tipo
activos comparados con los videojuegos pasivos,haciendo asimismo una comparación
entre estos dos y los juegos tradicionales.
En este sentido, de acuerdo con la revisión efectuada por Moneada Jiménez y
Chacón Araya (2012) el juego tradicional al aire libre resulta más favorable y beneficioso
para el desarrollo del niño comparado con el que proporcionan los videojuegos tanto
activos como pasivos.
De igual modo, Bringué Sala y Sábada Chalezquer (2 0 10) indican que si bien las
nuevas tecnologías y dispositivos electrónicos han pasado a ocupar en los últimos años
un lugar significativo en la vida de los niños, éstos no han desplazado completamente
su interés por actividades recreativas tradicionales, las cuales siguen siendo relevantes
y poseen un importante papel en el desarrollo infantil tanto a nivel social como
psicológico.
En esa línea, la revisión bibliográfica efectuada por Munuera (2014) en torno
a los aportes de los juegos tradicionales al desarrollo integral del niño da cuenta de
los múltiples y diversos beneficios que este tipo de actividades favorecen, potencian
y estimulan, tales como: el descubrimiento y conocimiento del mundo exterior -
conceptos de espacio y tiempo (Bernad, 2 0 13); el desarrollo de la capacidad de
memoria, la adquisición del lenguaje y de vocabulario nuevo (Coalla, 2009); un mejor
rendimiento físico y escolar; el desarrollo de la sociabilidad, facilitando el conocimiento
de pares o iguales así como también el autoconocimiento, el aprendizaje de normas de
comportamiento y reglas de convivencia; la comunicación; las conductas prosociales;
la adapatación socio-emocional; el desarrollo del propio cuerpo y la estructuración de
una representación mental del propio cuerpo; el desarrollo de la capacidad perceptiva
- visual, espacial, rítmica y temporal (Garaigordobil, 2005); la conservación de la cultura
y el conocimiento de nuestros antepasados (Jiménez, 2004); el reforzamiento de lazos
de unión entre las personas y la pertenencia a un grupo (López, 2 0 12); la participación
activa del niño; el trabajo cooperativo (Méndez-Giménez y Fernández-Río, 2009), la
creatividad y la imaginación (Morera, 2008).
315
energético de los infantes, considerándola como una variable relevante para el control
del peso. Por otro lado, los videojuegos poseen cierto potencial educativo y, por tanto,
pueden ser utilizados como medios didácticos, en tanto permiten combinar el objetivo
de juego con una función pedagógica, además de facilitar la puesta en práctica de
estrategias activas de aprendizaje dirigidas a la consecución de una meta.Así, para estos
autores los videojuegos pueden ser utilizados como métodos de aprendizaje, logrando
algunas veces superar a los métodos formales tradicionales. Incluso, algunos autores
han señalado diversos beneficios de los videojuegos en los niños, en relación con su
utilidad en el proceso de aprendizaje,tales como:anticipación de situaciones y desarrollo
estrategias de actuación a medida que aumenta el conocimiento del juego por parte del
niño; facilitación de la interacción con otros niños aunque éstos no se ajusten a las
jerarquías del grupo;focalización de la atención, evitando distracciones en el aprendizaje
y promoviendo un alto nivel de implicación del niño;fácil adaptación del niño al nivel de
dificultad y al ritmo del juego; facilitación de representaciones multisensoriales (viso-
motoras y auditivas) en el proceso de aprendizaje; entre otras. En este sentido, de
acuerdo con dichos autores los videojuegos parecen ser útiles para promover el
aprendizaje de contenidos, procedimientos y actitudes en sus usuarios e incluso algunas
veces superan algunas de las limitaciones del aprendizaje obtenido a partir de métodos
tradicionales (Tejeiro Salguero, Pelegrina del Río y Gómez Vallecillo, 2009). Por otra
parte, los videojuegos en tanto implican intereses compartidos, proporcionarían una
importante base para la interacción e intercambio del niño con sus pares, no solamente
a nivel social, sino también a nivel material, de conocimientos, de consejos, etc. La
mayoría de los usuarios de videojuegos utilizan este tipo de juegos acompañados por
amigos y/o familiares más que individualmente e incluso, más allá de encontrarse solos
jugando, la experiencia de juego continúa siendo social. Se encontró que más del 50%
de los niños evaluados eran usuarios de juegos en red y cuando se les preguntaba
acerca de los motivos por los cuales elegían este tipo de juegos, expresabán que los
utilizaban para jugar con sus amigos o para hacer amigos jugando. En función de estos
resultados, se concluyó que el uso que los niños hacen de los videojuegos tiene fines
comunicativos y de intercambio, debido a que los mismos les permiten establecer
vínculos sociales de una forma fácil y entretenida. Los videojuegos tenderían a multiplicar
los círculos sociales a los que los niños pueden acceder. Las nuevas tecnologías estarían
modificando el entorno social del hogar y las formas de relacionarse, ya que lo que
antes era un ámbito exclusivo de la familia, se ha transformado en un espacio abierto a
amigos, tanto virtuales como físicos (Bringué Sala y Sábada Chalezquer, 2010). La
práctica de videojuegos tiende a ser asociada por los niños con mayor frecuencia de
encuentro con amigos fuera de la escuela; mayor interacción familiar; mayor número de
visitas al domicilio de familiares y amigos, así como también con un mayor número de
amistades, teniendo gran relevancia en el área social de desarrollo del niño. Incluso, el
uso de videojuegos constituye una actividad lúdica que tiende a ser compartida por
padres e hijos, estos dispositivos electrónico-tecnológicos podrían convertirse en
instrumentos mediadores y facilitadores de relaciones inter-generacionales (Bermejo y
Cabero, 1998)
3.4. Efectos psico-sociales negativos de los videojuegos en los niños
31 7
niños a videojuegos violentos constituye un factor de riesgo causal en relación con el
desarrollo de conductas agresivas (Anderson, Shibuya, Ihori.Swing, Bushman.Sakamoto,
Rothstein y Saleem, 2010; Anderson, 2004). Estos resultados adquieren relevancia si
se tiene en cuenta que en los últimos años más del 50% de los videojuegos poseen
contenido violento, sumado a que cada vez existe mayor tolerancia por parte de
los adultos respecto del uso de videojuegos que promueven conductas violentas a
temprana edad (Strasburger,Jordán y Donnerstein, 2 0 10). En una investigación realizada
con una muestra de sujetos austríacos de entre 10 y 14 años de edad, encontraron
que los videojuegos de apuestas en línea por Internet y en los cuales los niños se
apropiaban del personaje (por ejemplo un asesino disparando balas) constituían
variables predictoras de conductas tales como la agresión y la delincuencia. Asimismo,
hallaron que cuando el videojuego implicaba la interpretación por parte del niño de
un personaje (role playing) esto era un factor predictor de aislamiento y de ansiedad
(Holtz yAppei, 201 I). De igual forma, otra investigación efectuada en EE.UU. con niños
y niñas de entre 6 y 12 años de edad, encontró que la utilización prolongada de los
videojuegos en los niños se asociaba con una mayor cantidad de comportamientos
agresivos y con una menor capacidad para expresar sus sentimientos (Hofferth, 2 0 10).
En esa línea, existen investigaciones que, sustentadas teóricamente en la teoría del
modelado, en la teoría del aprendizaje social y en la teoría cognitivo-social, argumentan
que la frecuente exposición a videojuegos de contenido violento podría ejercer cierta
influencia negativa a largo plazo en sus usuarios, teniendo como principales efectos la
disminución de la empatia, la desinhibición de respuestas agresivas y el fortalecimiento
de la percepción del mundo como un lugar peligroso. A su vez, desde estas teorías
se argumenta que a diferencia de la televisión que ejerce una influencia pasiva en los
televidentes, los videojuegos ejercen una influencia activa que podría intensificar el
impacto del modelado y que además constituiría la razón principal por la cual los
niños prefieren usar los videojuegos antes que mirar televisión. De igual modo, algunos
autores (Schutte, Malouff, Post-Gorden y Rodasta, 1988) sostienen que los videojuegos
implicarían un tipo de modelado participante en el que la persona que controla a un
personaje durante el juego, al identificarse con éste, de algún modo se convierte en ese
personaje.Además, el jugador es recompensado por la conducta agresiva del personaje
y, por tanto, cuanto más éxito tenga en destruir al enemigo, más puntos recibirá y
más tiempo durará la partida. Contrariamente, otros estudios (Ferguson, 2007; Lager y
Brenberg,2005 y Salonius-Pasternaky Gelfond,2005) no han encontrado una asociación
causal significativa entre el uso de videojuegos violentos con conductas agresivas en
población infantil.A su vez,Tejeiro Salguero, Pelegrina del Río y GómezVallecillo (2009)
señalan que la conducta antisocial necesaria para ganar en los videojuegos no suele
generar consecuencias realistas. Por tanto, para estos autores la tendencia de los niños
a ejecutar conductas agresivas luego de su exposición a videojuegos de contenido
violento no existiría, ya que los estudios efectuados son escasos, no habiéndose
realizado aún estudios meta-analíticos en relación con esta temática. Además, las
investigaciones llevadas a cabo tienden a sustentarse sobre bases teóricas débiles y sus
resultados suelen ser inconsistentes, no existiendo suficientes datos empíricos sólidos
para plantear ese tipo de afirmaciones causales. Incluso, se han encontrado ciertas
inconsistencias en las medidas de agresión empleadas por los autores de los estudios
e interpretaciones subjetivas de los resultados.Tampoco está claro la duración de este
efecto negativo de los videojuegos en los niños. Mientras que para algunos estudios
los efectos serían de corta duración (Barlett, Branch, Rodeheffer y Harris, 2009), otros
defienden un efecto a largo plazo (Anderson et al., 2008). Asimismo, estos autorers
postulan que el contenido agresivo de los videojuegos es moderado y no supera el
nivel de agresividad implícito presente en otros juegos infantiles. Más aún, señalan que
el nivel de violencia de las imágenes transmitidas por los videojuegos suele ser inferior,
comparado con las escenas emitidas por otros medios electrónicotecnológicos como
la televisión o el cine. Incluso, tampoco existe suficiente evidencia empírica respecto
a si estos efectos son exclusivamente negativos, ya que por ejemplo se ha encontrado
que elevados niveles de hostilidad en sujetos ante su exposición a videojuegos de
contenido violento supone cierto beneficio para el sujeto, en tanto les proporciona
una oportunidad para practicar estrategias de afrontamiento. Sin embargo, demasiada
exposición de niños y adolescentes a los videojuegos se asocia con el surgimiento de
problemas atencionales, aparentemente por un incremento de las hormonas del estrés,
fundamentalmente de la norepinefrina y del cortisol (Swing, Gentile,Anderson y Walsh,
2 0 10). También se ha encontrado que si bien una hora de video juego puede tener
efectos positivos en la atención, la exposición a largo plazo puede deteriorar la atención
en los niños así como su rendimiento escolar (Tahiroglu, Celik,Avci, Seydaoglu, Uzel y
Altunbas, 2010; Hastings, Karas, Winsler, Way, Madigan y Tyler, 2009). Los videojuegos,
que han desplazado en los últimos años muchas de las actividades de la población
infantil, restan tiempo a otras actividades beneficiosas para el desarrollo como salidas
y juegos con amigos al aire libre, practica de deportes, realización de tareas escolares,
entre otras. Cerca del 30% de los niños que hacen uso de videojuegos frecuentemente
leen menos y destina menos cantidad de tiempo a hacer sus tareas escolares en
comparación con los niños que no utilizan videojuegos (Cummings y Vandewater, 2007,
Henricksen, Voelker y Van Vurren, 1993). Aparentemente la búsqueda permanente de
sensaciones placenteras ligada al uso de video juegos impacta en la responsabilidad
hacia las tareas y el éxito escolar (Sharif, W ills y Sargent, 2010). Sin embargo, como se
mencionara, muchos de los resultados alcanzados por estos estudios en relación con
la hipótesis del desplazamiento tienden a ser contradictorios y simplistas, como por
ejemplo la supuesta relación simétrica existente entre el tiempo que los niños dedican
a una actividad y el tiempo destinado a otras ocupaciones. Muchos autores señalan
que no existen datos concretos que permitan hablar de esta relación causal entre el
uso de videojuegos y el bajo rendimiento académico en los niños ni de la dirección
de dicha causalidad, por lo que sería lo mismo afirmar que los videojuegos causan
peores calificaciones debido a sus efectos sobre la asistencia a clase y la realización
de tareas escolares, como deducir que los alumnos con menores calificaciones y peor
seguimiento de las tareas académicas tienden a jugar más a los videojuegos que aquellos
niños con mejor rendimiento escolar (Mutz, Roberts y Van Vurren, 1993; Incluso,Tejeiro
Salguero, Pelegrina del Río y Gómez Vallecillo, 2009).
319
Com o puede verse a partir de la revisión efectuada sobre los videojuegos y sus
efectos psicosociales en la infancia se advierte que los estudios empíricos efectuados son
escasos y contradictorios. Los argumentos a favor o en contra se sustentan mayormente
en opiniones personales, ideologías y prejuicios más que en datos científicos concretos.
Al realizar un análisis de los resultados obtenidos por las investigaciones revisadas,
se observó que parece ser más lo que se da por supuesto que lo que en efecto se ha
demostrado empíricamente. Esto se evidencia en el hecho de que la fundamentación
teórico-metodológica aportada por los distintos trabajos frecuentemente tiende a
ser insuficiente, por lo que sería preciso seguir indagando acerca de los efectos de la
exposición de los niños a los videojuegos, tanto a corto como a largo plazo, efectuando
estudios con diseños de investigación más sólidos.
Asimismo, resulta necesario señalar las dificultades que se presentan al comparar
los distintos estudios revisados en relación con esta temática, ya que los datos arrojados
tienden a estar matizados y varían en función de distintas variables i ntervi ni entes, tales
como: el sexo y edad de los usuarios, el tipo de soporte de videojuegos, el contenido
de los mismos, el lugar o espacio físico en donde los niños juegan con estos dispositivos,
el tipo de videojuegos (activos o pasivos), el hecho de que los niños jueguen solos o
acompañados, el método de investigación utilizado, entre otros aspectos.
Por otra parte, se observó que los resultados obtenidos por la mayoría de los
autores en torno a los efectos de los videojuegos tienden a polarizarse en dos posturas
antagónicas. Mientras que en uno de los polos se encuentran aquellos estudios que
destacan los efectos negativos y perjudiciales que ejerce este tipo de dispositivos
electrónico-tecnológicos en el desarrollo del niño, en el otro polo están quienes
adhieren a posturas más optimistas que tienden a reducir sus efectos en la influencia
que los agentes de socialización - principalmente la familia y la escuela - tienen sobre
los niños, posicionando a estos últimos como sujetos pasivos y meros receptores de
un proceso unidireccional.
Para finalizar, es preciso destacar que si bien la mayoría de los autores han
evidenciado en la actualidad una alta exposición de los niños a los videojuegos, los
cuales atrapan su atención y son elegidos diariamente por gran parte de la población
infantil para pasar su tiempo libre, éstos no han desplazado completamente su interés
por actividades recreativas tradicionales, las cuales siguen siendo valoradas por los
niños, además de tener un importante papel el desarrollo infantil, tanto a nivel social
como psicológico. En este sentido, resulta necesario invitar a los niños a construir sus
propios juguetes, a poner en práctica su ingenio y creatividad para utilizar objetos y
materiales que estén a su alcance, potenciando su rol activo en el proceso de desarrollo
y favoreciendo su adaptación y participación en la sociedad en la que se halla inmerso.
320
CAPITULO IV
321
paralelo a las restantes manifestaciones de la función semiótica, en tanto implica y hace
intervenir distintas capacidades, habilidades, componentes o aspectos del desarrollo.
En el dibujo interviene un componente motor a partir del cual el niño logra desarrollar
control muscular de los movimientos de su mano hasta adquirir la motricidad fina,
capacidad en función de la cual podrá llevar su mano por el camino que desee al
momento de reproducir la realidad que intenta plasmar en sus producciones gráficas.
En el dibujo también está en juego un importante componente cognitivo,ya que a través
del grafismo los niños reflejan cuál es la comprensión que tienen de la realidad, cuál es
su concepción del mundo, así como también la representación del espacio y del tiempo.
Asimismo, también interviene un componente afectivo, en tanto el niño representa en
sus producciones sus intereses y deseos por determinadas personas, objetos, cosas, así
como también sus preocupaciones y conflictos. De hecho.se construyeron numerosas
pruebas de inteligencia y de desarrollo afectivo basadas en el dibujo y los psicólogos
clínicos infantiles lo utilizan como vehículo para penetrar en la afectividad de los niños.
Teniendo en cuenta estas consideraciones y la relevancia del dibujo en el desarrollo
integral de los niños, es preciso conocer de qué manera se produce su evolución. Al
respecto, existen diversos estudios efectuados en torno a las características evolutivas
del grafismo, siendo posible identificar algunos referentes teóricos que han realizado
aportes significativos en torno a las etapas del dibujo, tales como: Luquet (1927),
Lowenfeld (1 961), Harris ( 1963), Piaget ( 1975), entre otros. No obstante, en el presente
texto se abordarán las clasificaciones propuestas por Luquet (1927) como uno de los
pioneros en la temática y Lowenfeld ( 19 6 1) que atraviesa la mayoría de las clasificaciones
actuales, salvo por algunos corrimientos en las edades cronológicas, como se verá más
adelante, en función de los últimos resultados arrojados por investigaciones actuales.
“A los doce años sabía dibujar como Rafael, pero necesite toda una vida para aprender
a pintar como un niño”
Picasso
323
2 .1. La perspectiva de Luquet
Georges-Henri Luquet ( 1876-1965) fue
un filósofo francés que estudió la evolución
del dibujo infantil a partir de los dibujos de
su hija Simmone. Entre sus obras se destacan:
Los dibujos de un niño (1913) y El dibujo
infantil (1927). Su mayor mérito consiste
en el abordaje del desarrollo del dibujo sin
ninguna base teórica previa.AI momento de
desarrollar su obra no existían estudios en
m torno a la evolución del dibujo en la niñez y
tampoco se había propuesto ningún modelo
del desarrollo cognitivo de los niños (como
el de Piaget).
325
- Realismo Intelectual:
El nombre que Luquet brinda a esta etapa se debe a que el niño dibuja lo que
sabe del modelo, a diferencia del realismo visual del adulto que dibuja lo que ve. Esta
nueva adquisición se relaciona con el hecho de que el niño ya posee una imagen interna
en la que reúne las formas del objeto, incluso sus valoraciones e intereses y ello se
refleja en el dibujo sin que el mismo reproduzca la percepción del objeto sino muchas
cosas más. En este sentido, uno de los rasgos más relevante de esta etapa es el exceso
de síntesis, ya que el niño pretende mantener todos los puntos de vista posibles.
En lo que refiere a las características del dibujo y de los procedimientos a través
de los cuales el niño lleva a cabo sus producciones, Luquet destaca:
- - Representación de los rasgos esenciales del objeto sin tener en cuenta la
perspectiva.
- - Proyección del objeto sobre el suelo o “ abatimiento” que consiste en la mez
cla, superposición o cambio de enfoques o puntos de vista (por ejemplo perso
nas dibujadas simultáneamente de perfil y de frente, casas en las que la fachada
se dibuja de frente pero su interior se esboza desde arriba, etc.).
- - Uso de la transparencia, al dibujar objetos que están ocultos o partes ocultas
de los objetos, haciendo que aquello que los tapa sea transparente (por ejem
plo casas en las que se ve su interior).
- - Tendencia a separar detalles del objeto que en la realidad se confunden para
mostrarlos en toda su importancia (por ejemplo dibujar el pelo de la cabeza de
una persona individualizados y separados).
- -Tendencia a reproducir todos los detalles del objeto que intenta representar,
fundamentalmente aquéllos que considera importantes con independencia de
la posición que tengan.
- Realismo Visual:
Luquet llama a esta etapa Realismo Visual debido a que a partir de los 8 ó 9 años
de edad el niño empieza a representar la realidad tal y como la ve. Sus dibujos pierden
la gracia que los caracterizaba en etapas previas e incluso algunos niños dejan de dibujar
por considerar que su aproximación al modelo no es la adecuada (capacidad técnica
para realizar el dibujo).
De acuerdo con Luquet, los niños que transitan por esta etapa comienzan a
eliminar aquellos procedimientos que utilizaba en la etapa previa y adquieren nuevos
logros, entre los que destaca:
- Adopción de enfoques únicos.
- Mantenimiento de las dimensiones de los objetos.
- Utilización de perspectiva.
La adopción de estos nuevos procedimiento por parte de los niños que
atraviesan esta etapa se relaciona con su intento por aproximarse a la percepción
visual de la realidad tal y como la ven, ateniéndose al modelo y buscando que su dibujo
sea auténticamente realista. No obstante, vale señalar que la evolución del dibujo no es
lineal, produciéndose avances y retrocesos en su evolución.Ante una tarea difícil, el niño
326
en general tenderá a recurrir a procedimientos que ya había desechado en situaciones
más sencillas (Delval, 1996).
327
herramientas prácticas para estimular y potenciar la creatividad en la infancia sobre
todo en el ámbito educativo.
ETA P A C A R A C T E R ÍS T IC A S
C u a n d o el niño garabatea de m a n era d esord en ada su s p rim e ro s tra z o s no
tendrán sentido. S e ap recia una falta de ord en al rea liza r los tra z o s, los que
parecen más bien realizad os al azar. E sto s tra z o s varian en d ire c ció n y longitud
y se realizan co n m o vim ien tos del b razo hacia adelante y atrás, co n to rp e z a
m o to ra. El niño todavía no e je rc e co n tro l visual so b re su m ano y e s esperab le
GARABATO que p re sio n e dem asiado el lápiz a lternan do con tra z o s casi im p ercep tib les p o r
D ESO RD EN A D O la baja p resión .Tam b ién su ele sa lirse afuera de los m árgenes de la hoja p o r los
am plios m o vim ien tos que ca ra cte riza n este tipo de tra z o s. P o ste rio rm e n te , a
m edida que avanza hacia la p ró x im a etapa el niño se rá capaz d e d e ja r cada ve z
más tra z o s in tencion ales en el papel.
En el garabato co n tro la d o el niño co m ien za a d e scu b rir que hay una vinculación
en tre sus m o vim ien tos y los tra z o s q u e vuelca en el papel. A q u í te n e m o s a un
niños de ap ro xim adam en te 2 a ñ o s y m edio, que d e scu b re el co n tro l visual
so b re sus dibujos. Esta co n q u ista m arcará los tra z o s del niño en esta etapa.
A q u í ya dirigirá su m ano co n la vista y podrá rea liza r tra z o s largos, ve rticale s
u h o rizon tales.
D eb id o al m ayor co n tro l puede re p e tir las líneas que dibuja, in tercalan d o líneas
circu la res con tra z o s re cto s. A h o r a al niño le gustará utilizar distin to s co lo re s,
exp erim en ta rá co n ello s en su dibujo y co m en zará a llen ar to d a la hoja de
papel.
Podem os co n sid erar que en esta etapa del garabateo, el niño ha pasado del
pensam iento kinestésico al p ensam iento imaginativo.
GARABATO
A n u ncia lo que va a dibujar y lo intenta
CON N O M B R E
Sin em bargo, todavía disfruta del m ovim iento físico y la ex p erim en tació n en
el papel.
C o m o presta más aten ció n a lo que dibuja, la cantidad de tiem p o aum enta. C o n
frecuencia se o b se rv a un ensim ism am iento en la tare a y el niño dialoga consigo
m ism o m ientras dibuja.
Tam bién se ob serva cie rta elecció n del color, aunque la m ayoría d e las ve ce s sin
relación con el dibujo. En la etapa del garabateo el c o lo r d e sem p eñ ará un papel
secu nd ario en co m p aración con las etapas venid eras.
El dibujo de la figura hum ana progresa desde los 4 años en el que se rá apenas
reco n ocib le, a los 5 do n de se distinguirá claram ente y se aco m p añ ará de casas o
árboles, hasta los 6 do n de ya agregará detalles y dibujará un h o m b re elab orado .
329
En esta etapa aparecen los esquem as. Lo s esquem as so n los co n c e p to s a los
cuales el niño llega re sp e cto d e los o b jeto s y que tie n d e a repetir, hasta que
no haya exp erien cia s in tencion ales que hagan que lo cam b ie. Es p o r ello que
el esq u em a es flexible, ligado a la exp erien cia y su jeto a cam b ios y va riacio n es.
La m ayoría de los niños logran el esqu em a ap ro x im ad am en te a los 7 añ os de
edad. H ay un significado afectivo en los esquem as y el m ism o p uede e sta r
de te rm in a d o p o r la form a en que el niño ve las co sa s circu n d a n te s. Es p o r
ello que los esquem as son siem p re p erson ales y re p re se n tan el co n o cim ie n to
activo del niño.
Puede utilizar una línea para el cielo y o tra para la tie rra , d o n d e las co sas se
apoyan.
E S Q U E M Á T IC A
A m edida que avanza puede utilizar d o s líneas d e base y e sto irá b rindando la
idea de perspectiva, co m ún en la etapa siguiente.
C o m o el niño desarro lla una m ayor co n cien cia visual, ya no em plea el re cu rso
R EA LISM O de la exageración co m o en la etapa a n te rio r y b uscará las p ro p o rcio n es.
Las relacio nes en tre c o lo r y ob jeto com ienzan rígidas y luego se flexibilizan,
com ienzan los m atices y ca ra cteriza cio n es del c o lo r para re p re se n tar las co sas
tal co m o se ven en la realidad. A l m anejar el espacio el niño d e scu b re el plano,
la superposición y la p erspectiva. D istrib u ye las im ágenes para que tengan
relacipon entre sí, no ord en á n d o lo s en una sóla línea. Lo s o b jeto s dibujados
se relacionan en tre sí en una tra m a otorg ánd ole gran im p ortan cia al diseño
de su dibujo.
331
Así, entonces, si comparamos lo propuesto por Lowenfeld y Luquet podemos
establecer el siguiente paralelismo de etapas:
Lowenfeld Luquet
-C re a de m an era co n scie n te form as que -El niño co m ien za intentando dib ujar algo
tien en relació n con el m undo circu n dan te. p reciso , p ero su intención se e n cu e n tra
- L o s tra zo s tienen m ayor co n tro l p sico m o triz. co n ob stácu los: Su co n tro l m o to r y la
-El niño co n cib e el esp acio co m o aquello que aten ció n infantil.
lo ro d e a .T ie n e una p ersp ectiva eg océn trica.
-P rim e ra rep re sen tació n de la figura
-Figura humana: p rim e r sím bolo hum ana: cefaló po do s o cab ezud os.
logrado rep re sen tad o en form a
de ren acu ajos o cab ezo n es. -Se p re sen ta la incapacidad sin tética.
-M ayor in te ré s en tre el o b jeto y el dibujo que
e n tre el ob jeto y el color.
Etapa esquem ática (7 a 9 añosY Realismo I n t e l e c t u a l (6-7 años):
336
las etapas propuestas por Lowenfeld. Dichos resultados tendrían que ver con hecho
de que en la actualidad los niños tienen una mayor estimulación por parte del entorno,
donde padres, maestros y los medios de comunicación brindan la oportunidad de
interactuar con más recursos, permitiéndoles desarrollar procesos de observación,
manipulación y exploración a temprana edad, despertando así todos los sentidos por
la riqueza de experiencias sensoriales y perceptivas. En función de estas variaciones
se produjeron importantes cambios curriculares en la educación inicial, teniendo el
niño en la actualidad la oportunidad de ingresar a la escuela desde la edad maternal,
hecho que le permite acceder a un cúmulo de experiencias nuevas que facilitan su
desarrollo. Sin embargo, la autora señala que no es sólo la influencia externa un factor
determinante de la evolución del dibujo, sino también el grado de maduración de cada
niño caracterizado por la destreza, la coordinación ojo-mano y el control emocional.
El dibujo es un producto donde el niño pone de manifiesto su nivel madurativo y
su capacidad de razonamiento, de allí la importancia de tener en cuenta no sólo la
producción final del niño sino también el proceso por el cual ha tenido que pasar para
llegar a su dibujo.
El dibujo constituye para el niño un medio socialmente admisible para comunicarse
y expresarse con el mundo externo, donde no busca reproducir sino representar de
manera gráfica sus vivencias. En este sentido, es necesario no quedarse simplemente
en la superficialidad del dibujo, sino que se debe considerar todo lo que éste involucra
como reflejo del desarrollo integral del niño, atendiendo el ambiente en el cual éste
vive, crece y se desenvuelve, contexto que puede influir profundamente en su proceso
de desarrollo (Puleo Rojas, 2012).
A nivel local, una investigación realizada con 996 niños/as de distintos
establecimientos educativos privados de la Ciudad Autónoma de Buenos y Aires y
de diversas localidades del Gran Buenos Aires (Zonas Norte, Sur y Oeste) indago
si la aparición de los dibujos pre-esquemáticos entre los 4 -7 años, siguiendo el
marco teórico propuesto por Lowenfeld actualmente se modificaba. Los resultados
muestran que a partir de los 3 años, 100% de la muestra se encuentra en la etapa
de garabatos con nombre, mientras que a los 3 años y 6 meses se evidencia un 60
% en la etapa garabatos con nombre aún, y el resto, es decir 40 % se encuentran en
la pre-esquemática a los 4 años, el porcentaje de niños/as que se encuentra en la
pre-esquemática asciende considerablemente a los 5 años el 85% de la muestra logra
rea!izar dibujos pre-esquemáticos. Y a partir de los 5 años ya comienzan a tomar
valores significativos las características esquemáticas, con un porcentaje de 58% a los 5
años y seis meses, alcanzando la mayor concentración a los 6 años (75%) En las edades
de 6 años el 100% ha logrado la realización esquemas. Las autores refieren que puede
deberse este adelantamiento de la edad al ingreso escolar temprano, a la estimulación
brindada por el ambiente, microsistema (D ’Angelo.Terenzio, Del Río, R .y Cítaro, 2008).
El trabajo postula que la estimulación tiende a anticipar la aparición de características
esquemáticas en edades tempranas, influyendo significativamente la variable escolaridad
previa en la adquisición de la etapa Pre-Esquemática.Así, se encontró que los niños con
escolaridad de 4 años de edad logran alcanzar las características de dicha etapa, mientras
que los niños sin escolarización anterior lo logran 6 meses más tarde, sucediendo lo
mismo en lo que alude a la etapa Esquemática. En lo que refiere a la presencia de las
características de la etapa Pre-Esquemática, se observaron casi todas las postuladas por
Lowenfeld, destacándose en primer lugar la falta de orden en el espacio y las formas
reconocibles con objetos reales y en segundo lugar la desproporción en y entre los
elementos del dibujo y la falta de criterio en el uso del color. Las características menos
evidenciadas fueron aquellas relacionadas con la figura humana, aunque los autores
destacan que dichos elementos no necesariamente tienden a ser incluidos en un dibujo
libre.Asimismo, en lo que alude a las características de la etapa Esquemática se halló que
es muy baja la presencia de dibujos con transparencias, en plano y elevación, proceso
de doblado y rebatimiento.A su vez, resulta llamativa la presencia de los indicadores de
línea de base y cielo en los dibujos Pre-esquemáticos. Dichos indicadores se observan
mayoritariamente en dibujos de niños escolarizados.A partir de los resultados arribados
en este estudio se concluye que la etapa de Garabateo se daría entre los 3 y 4 años
de edad, la etapa Pre-Esquemática se presentaría entre los 4 y 5/6 años, mientras que
la etapa Esquemática se desarrollaría desde los 5/6 años en adelante, considerando
esta edad como período de transición entre las etapas Pre-Esquemática y Esquemática
(D ’Angelo.Terenzio, Del Río, R. y Cítaro, 2008).
Investigaciones
Edades Lowenfeld Edades actuales
3381
Ejemplos de dibujos realizados por niños de diferentes etapas
evolutivas
;339
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Esquem ática. Niña 6 años
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Realism o. N iño 11 años
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Realism o. Niña 10 años
CAPITULO V
Aspectos psicosociales
y desarrollo moral
343
1.1 Aprendizaje social
Por otro lado, Pozo (2000) sostiene que la adquisición de pautas de conducta
y de conocimientos sociales se alcanza como consecuencia de nuestra pertenencia a
ciertos grupos sociales. Buena parte de estos aprendizajes tiene un carácter implícito y,
en gran medida asociativo, sin embargo la modificación de nuestros hábitos y creencias
sociales va a requerir de procesos de reestructuración. Se pueden distinguir tres tipos
de aprendizaje social:
344
una identidad social, que define nuestra posición ante el mundo y nos permiten
identificarnos con el grupo social del que formamos parte.
- Adquisición de representaciones sociales: las representaciones sociales son sis
temas de conocimiento socialmente compartido que sirven para organizar la
realidad social, así como para facilitar la comunicación y el intercambio de in
formación dentro de los grupos sociales. Nuestras ideas sobre la enfermedad
mental, la función social de la escuela, o la propia naturaleza del aprendizaje,
constituyen representaciones sociales que hemos recibido reconstruidos o re-
elaborados en la interacción social. Es nuestra pertenencia a un grupo social
la que nos induce a ciertos modelos para representar o comprender ámbitos
concretos de la realidad.
Es preciso tener presente que aunque el niño está inmerso en el mundo social
desde que nace, su experiencia social es muy peculiar y distinta de la del adulto. Entre
los factores responsables de las representaciones que el niño va construyendo del
mundo social a lo largo de su desarrollo, podemos distinguir: por una parte el carácter
fragmentario e indirecto de su experiencia social, y por otro lado la insuficiencia de
sus recursos cognitivos. Mucho antes de que se le expliquen los fenómenos sociales
ya tiene información acerca de ellos. Antes de saber sobre economía, ya conoce algo
acerca del manejo del dinero, tiene la experiencia de ir de compras, ideas propias
que él ha construido y no coinciden con las del adulto. Si pretendiéramos explicarles
cómo funciona la sociedad o el sistema económico, con seguridad no lo entenderían
porque no disponen de los recursos cognitivos necesarios para ello. Lo que podríamos
conseguir es que nos repitan una serie de fórmulas vacías para el niño, carentes de
sentido. Por consiguiente, este proceso dista mucho de ser lineal y simple.
Gracias al modelo ecológico se han empezado a analizar las conexiones entre
los diferentes escenarios que contienen a la persona en desarrollo, para responder a la
preguntas sobre cuáles son los determinantes de la experiencia social.
Intentaremos analizar, entonces, las conexiones que se producen entre las
relaciones verticales y las horizontales. La experiencia con iguales es consecuencia
de un conjunto de atributos del niño o niña, relacionados con su competencia social,
atributos cuyas raíces se encuentran en la historia de relaciones y de experiencias
ubicadas en el entorno familiar.
Un principio clave de la teoría del Apego es que la relación segura establecida
con la madre u otro cuidador guarda una estrecha relación con la calidad de otras
relaciones que el niño/a establece. El apego seguro facilita la exploración del ambiente,
incluido el ambiente social, y en consecuencia las interacciones con iguales. Los niños
de apego seguro, muestran comportamientos más competentes y adaptativos en las
interacciones con iguales.
En relación a las prácticas educativas, el estilo democrático está asociado con
buenos niveles de competencia social, como consecuencia del empleo de razonamiento
y explicaciones en torno a las normas y a los efectos de la propia conducta sobre los
demás. Estos niño/as son los que manifiestan más conducta pro social, un desarrollo
345
de conceptos morales más avanzados, menores episodios agresivos y una autoestima
más positiva.
Por otro lado las ideas de los adultos guardan una estrecha relación con las
habilidades sociocognitivas desús hijos.En una investigación desarrollada por, Rubin, Mills
y Rose-Krasnor (1989), las madres que se percibían más capaces y más protagonistas
en la socialización de habilidades sociales de sus hijos, que atribuían el desarrollo de
tales habilidades a factores ambientales-educativos, tuvieron hijos que demostraron
habilidades de resolución de problemas interpersonales más desarrollados que los
niños cuyas madres sostenían ideas opuestas.
La experiencia social de los niños y niñas antes de los dos años, gira en torno
a relaciones con adultos significativos, este tipo de relaciones se las caracteriza como
verticales y están definidas por la asimetría entre los protagonistas, son relaciones
basadas en la complementariedad entre personas que poseen un estatus y competencias
claramente diferentes.A partir de los dos años, y en la medida de que el niño o la niña
participan de entornos sociales extrafamiliares, comienzan a tener presencia en su vida
las relaciones horizontales, de corte simétrico, basadas en la igualdad, la reciprocidad y la
cooperación entre pares.
No obstante los paralelismos presentes en ambos agentes de socialización;
también es posible encontrar coincidencias en las funciones que cumplen. Ambos
emplean mecanismos similares de socialización (reforzamiento, modelado y enseñanza
directa de habilidades). Ambos influyen en la formación de la identidad de género,
la conducta prosocial, la autoregulación emocional, la autoestima, y el autoconcepto.
Ambos funcionan como objetos de apego.
O tro tipo de vinculación especial, de la que los investigadores se han ocupado
poco, son las relaciones entre los hermanos, situadas a medio camino entre las relaciones
346
horizontales y las verticales,con elementos de complementariedad y reciprocidad. Estas
relaciones dan lugar a un extenso abanico de emociones y posibilidades de aprendizaje.
Tras el nacimiento de un hermano, los mayores enriquecen su autoconcepto, se
incrementa su capacidad comunicativa, mejoran sus competencias en la adopción
de perspectivas y en la comprensión social, así como son escenario propicio para el
entrenamiento precoz de conductas pro-sociales.
Es por esto que, los hermanos son figuras socializadoras muy significativas. Entre
otras razones porque promueven el conocimiento interpersonal, porque entre ellos
se establecen relaciones de apego, porque sirven como modelos sociales y aprenden
juntos.
Por otro lado, y como veremos más adelante, las relaciones entre amigos durante
esta etapa no están tan diferenciadas como lo están en los años posteriores, no
obstante poseen ciertas características que las identifican con claridad. Los vínculos se
establecen con aquellos que se encuentran físicamente próximos (un amigo es alguien
que vive cerca o con quien se juega habitualmente). Los preescolares se sienten atraídos
por pares con estilos comportamentales similares, que algunos autores denominan
“ hemofilia conductual” , la selección se establece en función del género. La idea de
amistad no se entiende como un proceso.
De esta manera, la participación en estos diferentes escenarios sociales promueve
el desarrollo del conocimiento interpersonal. Cuando el niño está entre los 2 y los 3
años ya demuestra ser capaz de asociar distintas situaciones con diversas experiencias
personales, así anticipan qué emoción puede provocar una determinada situación. En el
lenguaje infantil empiezan a aparecer términos relativos a conocimientos o creencias.
Por otro lado, los juegos simbólicos de estas edades reflejan un amplio conocimiento
de las características de otras personas, sus circunstancias y sus experiencias. Al jugar
niños y niñas experimentan todo un conjunto de experiencias y estados personales.AI
decir de Harris (1989); el juego es la llave que abre al niño la mente de los demás, y le
permite introducirse de forma temporal en sus planes y sentimientos.
Alrededor de los 4 años, se observa un avance importante en torno a la capacidad
para darse cuenta de que los demás poseen estados mentales (percepciones, deseos,
creencias, pensamientos, intenciones) que no coinciden con los propios, más conocida
como teoría de la mente. Esta nueva capacidad se pone en evidencia cuando los niños y
niñas de esta etapa empiezan a engañar intencionalmente otros. A estos progresos se
suman otros como la capacidad de imaginar y simular, capacidad que entre otras cosas,
le va a permitir al niño salir de sí mismo y entrar temporalmente en la mente de los
otros.
Para otros autores como Hobson ( 19 9 1) y Trevarthen (1982), el desarrollo del
conocimiento interpersonal está más ligado a elementos intersubjetivos y emocionales,
como el incremento de las conductas empáticas. Desde esta perspectiva, emociones y
afectos constituirían la vía de acceso al conocimiento interpersonal.
3 47
1.3 El desarrollo social del niño en edad escolar
El contacto con los otros nos permite construirnos como seres sociales,tomamos
conciencia de lo que somos cuando vemos a los otros, los otros nos devuelven una
imagen de nosotros mismos. Lo que cada uno de nosotros ha llegado a ser es el efecto,
en buena medida de lo que son los que nos rodean. Cooperar multiplica las fuerzas y
capacidades de cada uno, supone compartir un objetivo, ponerse en el punto de vista
del otro, descentrarse del propio punto de vista. Cooperar es una capacidad producto
de desarrollo social y ligada al desarrollo cognitivo.
El advenimiento del pensamiento lógico, estudiado por Piaget, hacia los 7 años
es un giro decisivo en el desarrollo del niño, el niño adquiere interés por los datos
objetivos de la realidad, aparece el interés por el mundo exterior. Hacia los 8-9 años
las relaciones entre los niños se convierte en una verdadera sociedad infantil. A los 10
años aparecen grupos más sólidos, en este momento la mentira es condenada porque
mina la confianza recíproca y perjudica a los compañeros. Los niños de estas edades
son conocidos como psicólogos o sociólogos intuitivos por el modo que tienen de
comprender y entender el mundo social.
Las relaciones verticales implican las maneras de vincularse con los adultos, las
relaciones con la autoridad.
Basados en los aportes de Damon (1977) podemos dividir esta etapa en dos
momentos diferentes:
- Entre los 6 y 9 años la autoridad es definida en función al poder físico y social
de quien la manifiesta. Ejemplo: “Mariano es el capitán del equipo porque corre
más rápido y es más alto”
348
- A partir de los 9 años cuando la autoridad depende de cualidades personales,
más conocimiento sobre algún asunto concreto, la capacidad de liderazgo o el
haber sido elegido por los demás para una determinada función. La autoridad
irá adquiriendo un poder relativo y restringido. Ejemplo: “Mariano es el capitán
del equipo porque sabe como hacer que el equipo este unido”
349
Esto muestra los avances encontrados en la empatia que es una habilidad social
adquirida por los niños que los lleva a darse cuenta de las emociones que otra
persona está experimentando y puede participar de sus vivencias.
— la comprensión de las emociones ambivalentes: a partir de los 6-7 años los niños
empiezan a aceptar que una situación puede provocar dos emociones distin
tas, al principio solo son aceptadas cuando una sucede a la otra o cuando las
provocan causas diferentes. Poco a poco irán entendiendo que dos emociones
causadas por una misma situación pueden aparecer simultáneamente.
los 6 a ñ o s lo s lO a ñ o s
Gastón entiende porque M anu el Gastón entiende porque M anuel
A d o p c ió n de
piensa que la seño es m ala porque piensa que la seño es mala porque
p e rs p e c tiv a
le puso una m ala nota, aunque él le puso una mala nota y porque
in te rp e rs o n a l
haya aprobado el exam en. Lucia piensa que la seño es injusta
por la m ism a situación, auque él
haya aprobado el exam en.
A bril fue elegida p a ra pa sar a la A bril sabe que sus com pañeros
C o m p r e n s ió n de
bandera y p u ede da rse cuenta están m ás tranquilos porque
las e m o c io n e s de
que su m am á se siente orgulloso pasó la época de exám en es en
los o tro s:
p o r esta situación. la escuela.
Pensemos que el niño desde que empieza a tomar conciencia del mundo se
enfrenta con la ardua tarea de intentar organizar y entender el funcionamiento del
entramado social que lo rodea. En base a sus experiencias de vida y vivencias el niño
va erigiendo la construcción de los diferentes aspectos de la sociedad en la que vive.
Al principio este entendimiento se ve limitado por aspectos del desarrollo cognitivo
que paulatinamente se irán especializando y permitirán entender la complejidad de la
sociedad.
350
Delval (2007) nos dice que las normas, los valores, las informaciones y explicaciones
son algunos de los elementos que componen los modelos o representaciones del
mundo social que el niño irá elaborando. La tarea más compleja que tienen los niños
es entender el orden político, religioso, económico, ideas sobre la vida y la muerte, el
nacimiento, la justicia, entre otros que son los constitutivos de la sociedad.
En la mayoría de las investigaciones realizadas sobre la adquisición del
entendimiento social por parte de los niños se pone en evidencia que las ideas sobre
economía, estratificación social, religión, entre otras poseen un desarrollo que van desde
concepciones poco complejas y realistas hasta os 10 años y que aproximadamente a
partir de esta época se tornan más elaboradas. Paulatinamente el niño va teniendo en
cuenta el proceso por el cual las cosas llegan a ser lo que son. Estos progresos que se
observan en el desarrollo llevan a un conocimiento final de tipo objetivo y universal,
que implica un conocimiento elaborado y complejo de la realidad. Los aspectos que
intervienen en este proceso son las capacidades de razonamiento, la interiorización
diferencial de ciertas creencias y reconsideraciones sociales que variaran en función
del grupo de pertenencia. Actuales investigaciones también ponen en consideración
que esta construcción puede estar influida por la posibilidad de que los niños tienen
diferentes trayectorias que lo habilitan a construcciones mentales diferenciadas y a una
comprensión diferente de los asuntos sociales.
351
1.4 Las Relaciones de Am istad en el preescolar y escolar.
35 3
- Hacia los 9 y 15 años aparecen las relaciones más íntimas, mutuamente com
partidas.
1 C A R A C T E R ÍS T IC A EJEM P LO S
2.2 ¿Por qué y cómo las personas desarrollamos una conciencia moral?
356
La teoría Psicoanalítica, con Freud como principal representante afirma que
los niños pequeños son amorales: los bebés y los niños que empiezan a caminar
carecen de súper yo, es decir de inhibiciones, su ello está orientado a la obtención
del placer y actúan según sus impulsos egoístas, a menos que los padres controlen
su comportamiento. Paulatinamente aparecerá el yo como instancia, que se encargará
de analizar los deseos de forma socialmente aceptable o de posponer su satisfacción.
Hacia los 6 años con la resolución de la conflictiva edípica, la interiorización de la
imagen del padre, a través de la cual se incorporarían modelos sociales, aparecería el
súper yo que actúa como un sensor interno, la conciencia moral se internaliza y el niño
empieza a tomar conciencia de cuando sus comportamientos pueden hacerlo sentir
orgulloso o avergonzado.
Para la teoría del Aprendizaje el desarrollo del comportamiento moral también
se explicaría a partir de un proceso de interiorización. Ponen especial atención a los
procesos de condicionamiento y reforzamiento de comportamientos y normas. Es así
que se considera que los padres desde el razonamiento moral irán sustituyendo la
intervención física por controles simbólicos e internos a la par que enseñan, modelan y
refuerzan diversos aspectos de los niños según su edad.A la par los niños toman como
modelo las conductas de los otros, desde éste, los niños - observadores - combinan
diversos aspectos tomados de varios modelos, constituyendo “ mezclas nuevas”
que difieren de sus fuentes originales. Un claro ejemplo es el de los niños, quienes
tienden a extraer atributos diferentes de sus padres y hermanos, llegando a pautas de
conductas nuevas que se traducen en el desarrollo de nuevos estilos. Por otro lado
las representaciones cognitivas de las consecuencias futuras funcionan normalmente
como motivadoras de la conducta. En esta línea y como fuente de motivación con base
cognitiva, está el establecimiento de metas y el reforzamiento auto regulado.
De acuerdo a la perspectiva socio-constructivista desarrollada por Vigotsky
el aprendizaje del razonamiento moral es una construcción sociocultural. Es una
consecuencia de las interacciones que mantenemos con nuestro entorno, en principio
se establece entre él niño y sus padres (intersubjetividad), construyendo formas de
relación e interacción en el marco del proceso de socialización. El lenguaje y las formas
del discurso son mediadores simbólicos de este proceso, paulatinamente el niño
construye un diálogo moral interno que es la transposición intra psicológica de los
diálogos mantenidos con otros.
Desde el enfoque constructivista - estructural evolutivo, Piaget y Kohlberg,
consideran el progreso moral como la elaboración de juicios universales sobre lo bueno
o lo malo. Es la internalización de pautas sociales, la adquisición de los principios de
justicia, resultados de la cooperación social, la solidaridad entre los niños y el respeto
por los derechos de los demás.
Piaget en su libro “ el juicio del razonamiento moral” investigó sobre los criterios
con que los individuos juzgan las conductas morales y como razonan acerca de ellas, se
interesó fundamentalmente en la estructura del razonamiento moral. Él pensó que las
normas a las que se adecúan las conductas de los individuos pueden ser impuestas por
otros o bien que las normas pueden haberse interiorizado y el sujeto haberlas hecho
suyas.
35 7
El desarrollo moral es según Kohlberg ( 1963) un proceso que se articula siguiendo
una secuencia invariante de estadios que cursan paralelos al desarrollo intelectual,
observándose razonamientos morales de orden superior, en los sucesivos estadios.
Esta teoría considera a la persona como un ser activo que construye su realidad, de esta
manera el aprendizaje de las normas y valores implica la relación del organismo con su
ambiente (Adaptación), la relación del sí mismo con los otros (Identidad) y la relación
del sujeto con el objeto. El sujeto lleva consigo una representación o una concepción
que lo conduce a construir activamente el conocimiento del mundo externo por lo
que la realidad puede ser interpretada de diferentes formas, así el conocimiento del
mundo es un proceso evolutivo que evoluciona mediante interpretaciones sucesivas
más abarcadoras y se estructura en sistemas jerárquicos y auto organizados.
En el cuadro que sigue se presentan diferentes teorías que han realizado aportes
sobre la comprensión del desarrollo moral en el niño:
35 9
Cimientos de! desarrollo moral
Si nos planteamos ¿qué hacer en una situación determinada? habrá una respuesta
diferenciada dependiendo del momento de desarrollo en el que nos encontremos. Las
personas modifican sus experiencias de acción e interacción en el mundo a partir de
los progresos en sus capacidades cognitivas, de las nuevas formas de pensar y organizar
el mundo afectivo y social. El conocimiento social requiere de una capacidad específica
para la adopción de diferentes papeles, el conocimiento de que, el otro es como yo,
conocemos a los demás al ponernos en su lugar y nos conocemos a nosotros mismos
al compararnos y diferenciarnos de ellos.
Com o abordamos en otros apartados el “ logro de una identidad personal es un
proceso de diferenciación e integración a través del cuál la persona organiza sus experiencias
de acción y de interacción con el mundo (Piaget en Delval, 2002). El sujeto progresivamente
alcanzará el sentido ético que define al sí mismo en términos de la jerarquización de
valores y una integración social efectiva. El ser humano, como miembro de un grupo
social incorpora las normas y valores como elemento constitutivo de su organización
personal.Va adquiriendo la capacidad de actuar por deber al cual la voluntad obliga como
miembro de un grupo social. La constitución de la personalidad implica la superación
360
del egocentrismo y el equilibrio en las relaciones sociales, su desarrollo se inicia en la
infancia y se completa en la adolescencia con la organización autónoma de las reglas,
de los valores y la afirmación de la voluntad como regulación y jerarquización moral de
las tendencias individuales.
Piaget propone una serie de etapas por las que se transitará en el desarrollo
de la moralidad, los contenidos de las normas a las que subordina el sujeto son
los mismos, lo que varía es el modo de fundamentarla en cada etapa evolutiva. La
secuencia está marcada por la transición de la moralidad heterónoma a la moralidad
autónoma que coincide con el paso del pensamiento preoperatorio al de operaciones
concretas. El paso de la moral heterónoma a la moral autónoma se manifiesta cuando
el egocentrismo, que caracteriza al niño pre-escolar que se encuentra con la difícil
tarea de fortalecer su yo, da paso a la cooperación social, surgida en los años escolares
que es fundamental para el establecimiento de relaciones sociales con grupos de pares
que pasarán a formar parte de una red de pertenencia fundamental para el niño. Esto
se logra cuando la relación social está regulada por el reconocimiento del otro y la
inmersión del yo en el mundo social como parte de un colectivo.
Resumiendo los avances de una etapa a la siguiente se puede relacionar con tres
aspectos fundamentales:
- la declinación del egocentrismo
- el desarrollo de habilidades para considerar el punto de vista del otro, que le
permitirán al niño observar cuestiones morales desde diferentes puntos.
- La posición de igualdad con los pares
Según Piaget, los niños pre-escolares, hasta los 6-7 años aproximadamente tienen
una posición Heterónoma frente a las normas morales, lo que se conoce como ETA PA
H E T ER Ó N O M A de la moralidad. Es la moral de la obediencia, de la sumisión y el
respeto unilateral de las normas impuestas por los adultos que son los representantes
directos de la autoridad. A la hora de emitir un juicio moral, el acento no está puesto
sobre el contenido de la conducta sino sobre las consecuencias materiales de la acción
que se desarrolla.
Si tenemos en cuenta que el niño se encuentra en el estadio pre-operatorio del
pensamiento podemos pensar que la estructura de pensamiento es bastante sistemática,
en la cual las conductas y valores están determinadas por la norma independientemente
de las intenciones, Piaget denomina a esta estructura de pensamiento realismo moral.
Desde esta perspectiva la obediencia es muy sencilla y fácil de valorar, si cumple con
la norma es buena, si no la cumple es mala, independientemente de las circunstancias,
hechos, situaciones e intenciones.
361
Este realismo, al que Piaget también denomina responsabilidad objetiva, tiene 3
características:
1. Las normas morales, el deber, es heterónomo:
- Es bueno lo que dicen los adultos, y las normas de los adultos.
- Es malo todo lo que no está conforme a esasnormas.
- El bien es ser obediente.
2. Las reglas deben seguirse siempre al pie de la letra.
3. El realismo moral tiene, por lo tanto, una concepción objetiva de la responsa
bilidad.
362
evitar el castigo consecuente ante la transgresión.
- Las reglas son externas al yo, no están internalizadas.
- Las reglas se obedecen para evitar el castigo o para obtener recompensas.
- Es una moralidad basada en el interés personal.
- Se razona sobre las cuestiones morales desde un punto de vista egocéntrico,
solo mi punto de vista es bueno
A partir de los 8-9 años los niños irán progresando en el modo de razonamiento
moral sobre sus acciones y la de los demás. El paso se da para Piaget desde la Moral
heterónoma a la Moral Autónoma y para Kolhberg desde la Moral Pre-convencional a la
Moral Convencional y Posconvencional en algunos casos. Este traspaso dependerá del
desarrollo cognitivo y las experiencias transitadas por cada sujeto particular.
Desde la perspectiva de Piaget, un individuo es totalmente autónomo moralmente
si es independiente de toda influencia externadas relaciones de reciprocidad entre iguales
es signo de una conciencia autónoma. En la autonomía surge una regla, un principio, una
ley que es interna a la propia conciencia de la persona que la ha incorporado través de
un proceso de construcción progresivo y autónomo, esto es lo que se conoce como
M ORAL A UTÓ N O M A.
En esta etapa de la moralidad la regla es el resultado de una decisión libre y
digna en la medida que haya consentimiento mutuo. Es la moral de la cooperación,
del acuerdo mutuo, de las reglas establecidas por el consenso. Se toma conciencia de
que las reglas sociales son acuerdos entre las personas. En esta etapa las acciones se
juzgan en función de las intenciones que subyacen a la conducta, de ello dependerán los
juicios entre lo bueno y lo malo. Las consecuencias están matizadas en función de las
intenciones, basándose en ella para la necesidad de la sanción y de su magnitud.
365
- Lo que motiva la buena conducta es el elogio y la evitación de censura.
- Se considera la perspectiva del otro.
366
- Se orienta hacia reglas sociales ordenadas y a principios de elección que re
quieren de la lógica. La lógica se dirige hacia el respeto y la confianza mutua.
P IA G E T KO LH BERG
M ORAL A U TÓ N O M A N IV E L 2: N IV E L 3
P O S C O N V E N C IO N A L
C O N V E N C IO N A L
Surge del propio Las norm as deben ser El bien y el mal definidos
individuo. obedecidas para m antener en función de principios
relaciones humanas de justicia que están en
Tiene carácter arm oniosas y asegurar el conflicto con las leyes
espontáneo y es la fuente buen funcionamiento social. escritas.
del bien.
Interiorización de la norma. Requiere operaciones
Se basa en el principio de formales.
igualdad, cooperación y Los niños/as en esta
respeto mutuo. etapa ya pueden analizar La sociedad está
situaciones no conocidas destinada a organizarse
Busca el equilibrio en las por ellos. de un m odo justo y
relaciones sociales. beneficioso para to d o s
Lo que m otiva la buena sin excepción.
La responsabilidad se conducta es el elogio y la
juzga en función de su evitación de censura.
intención.
Se considera la perspectiva
La noción de justicia se del otro.
basa en la equidad y en la
reciprocidad.
Los castigos se
convierten en algo ETAPAS:
ETAPAS:
motivado, no necesario y
reciproco. 5: utilidad
3: mutualidad
6: autonom ía principios
4: ley y orden moral de la
éticos universales.
coherencia y el sistema
social.
Kolhberg realizó numerosas investigaciones sobre el desarrollo de la moralidad,
en uno de sus estudios presentó una serie de dilemas morales (situaciones de la vida
cotidiana que enfrentan a los sujetos con diferentes conflictos ante los cuales deben
responder con un posicionamiento moral específico), a partir de los cuales estableció
los diferentes niveles de la moralidad con sus respectivas etapas. A continuación
expondremos un ejemplo de dilema moral con las respuestas dadas por niños de
distintas edades:
DILEM A M ORAL:
En Europa hay una mujer que padece un tipo especial de cáncer y va a morir pronto.
Hay un medicamento que los médicos piensan que la puede salvar. Es una forma de radio que
un farmacéutico de la misma ciudad acaba de descubrir. La droga es cara, pero el farmacéutico
está cobrando diez veces lo que le ha costado a él hacerla. El pagó $200 por radio y está
cobrando $2000 por una pequeña dosis del medicamento. El esposo de la mujer enferma,
Heinz, acude a todo el mundo para pedir prestado dinero, pero sólo puede reunir unos $ 1000
que es la mitad de los que cuesta. Le dice al farmacéutico que su esposa se está muriendo y le
pide que le venda el medicamento más barato ole deje pagar más tarde. El farmacéutico dice:
“No; yo lo descubrí y voy a sacar dinero de él”. Heinz está desesperado y piensa atracar
el establecimiento para robar la medicina.
RESPUESTAS D E LO S NIÑ O S:
«Me parece que está mal lo que hizo, pero por otro lado se arriesgo por la mujer e hizo
lo posible para poder comprar el remedio» (Niña de 12 años)
«No porque aunque se este muriendo que lo resuelva de otra manera, que le siga
pidiendo y que no hay que robar porque no hay que robar» (Niña de 10 años)
«En mi opinión en una parte esta bien porque sentía amor por su mujer y no quería
perderla, pero en otra parte no, porque podría haber buscado un mejor camino para resolver
las cosas y no por los malos actos» (Niña de 12 años)
368
3. Las Conductas Prosociales
Las conductas prosociales son todas aquellas conductas que una sociedad
determinada valora, reconoce y recompensa por ser consideradas como positivas.
Maite Garaigordobil postula que “La conducta prosocial es cualquier conducta social
positiva que se realiza para beneficiar a otros con o sin motivación altruista. Es una conducta
compleja determinada por múltiples factores".
Algunas de las conductas consideradas socialmente positivas son:
- La Empatia: capacidad que tiene la persona para ponerse en el lugar del otro.,
asumiendo su rol y prediciendo pensamientos, sentimientos y acciones. Está
determinado por la capacidad de percibir las experiencias emocionales de los
demás.
- El Altruismo: cuando la principal motivación es beneficiar al otro, no se busca
recompensa personal.
- La Cooperaciónxapacidad de compartir, colaborar, integrarse con otros. Cuan
do dos o más personas pueden coordinar sus acciones por un bien común.
Ayuda mutua.
- La Solidaridad: interés por los demás, esmero en ayudar al otro de manera
efectiva cuando se encuentra en dificultades.
Los niños al ir creciendo tienden a actuar prosocial mente con más frecuencia
que en edades anteriores. De a poco se irá observando el descenso de razonamientos
de tipos hedonistas, autointeresados, egocéntricos e irán apareciendo dos tipos de
razonamientos, aquellos que apelan a la adopción de la perspectiva de la víctima o a los
sentimientos empáticos que provoca la escena para quien la contempla y razonamientos
que apelan a principios y valores morales, sobre los que se asientan las actuaciones
prosociales. Einsenberg postula que “la capacidad creciente del niño para sentir empatia
hacia los demás contribuyen a generar razonamiento prosocial maduro y a desarrollar una
preocupación desinteresada por lograr el bienestar de quién necesite ayuda".
Si bien es cierto que en los años preescolares la conducta prosocial es menos
frecuente que en los años escolares, la ayuda, la cooperación y la capacidad de compartir
emergen ya entre el segundo y tercer año de vida y se acompaña de claros gestos y
manifestaciones lingüisticas y conductuales entre el tercer y cuarto año de vida del
niño. Sin embargo, el desarrollo de estas conductas necesita ser estimulada.
369
En el cuadro siguiente pueden verse las conductas prosociales que han sido más
estudiadas en niños menores de 6 años:
A yu d a instrum ental C o la b o ra r con o tro en u na actividad.
En señ an za de habilidades
O fe rt a d e inform ación
370
ayuda y la cooperación. En una relación de apego sólida el niño compartirá, intercambiará
y regulará las emociones, descubriendo los nexos entre las emociones propias y las
de los demás. La primaria relación de apego es la base del interés por los demás y
ofrece los modelos empáticos y prosociales más importantes. Estos conocimimentos,
expectativas y disposiciones motivacionales posteriormente se extienden más allá de
la diada madre-hijo ¡mpactando directamente en la conducta prosocial (López et al,
1998).
Aunque muchas teorías han intentado explicar el surgimiento en el hombre
de las conductas prosociales, hoy no caben dudas de que las conductas altruistas y
prosociales se desarrollan en el proceso de socialización y que se hallan en todas las
culturas beneficiando a la especie, al grupo social y al propio individuo que la realiza
(López, 1994)
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Su lectura se estructura en tres partes. La Primera Parte contiene 4 capítulos que
recorren la Historia, Teoría y Métodos en Desarrollo Infantil. En el capítulo
primero y segundo se despliega la Historia de la Psicología Evolutiva Infantil,
paradigmas y concepciones de infancia. En el capítulo tercero se recogen las
Teorías del Desarrollo Infantil, clásicas y contemporáneas y las diversas
posiciones epistemológicas. En el capítulo cuarto se desarrollan los Diseños y
Métodos de Investigación en el estudio de la niñez que han permitido producir
información cuando el objeto de estudio es el niño. La Segunda Parte contiene 3
capítulos que recorren el Desarrollo del Niño en sus Dos Primeros Años de vida.
En el capítulo primero se caracteriza el desarrollo fetal y los aspectos psicológicos
involucrados en la transición a la maternidad/paternidad. En el capítulo segundo
se describen las funciones y capacidades del recién nacido. En el capítulo tercero
se desarrollan los aspectos psicosociales, afectivos, emocionales y cognitivos
que caracterizan los primeros dos años de vida, culminando con una revisión de
las estrategias y escalas más utilizadas para evaluar el desarrollo de manera
integral en la primera infancia. La Tercera Parte contiene 5 capítulos que recorren
el Desarrollo del Niño durante la Etapa Preescolar y Escolar. En el capítulo
primero se presentan los aspectos emocionales y afectivos, desarrollo de la
personalidad, género, concepto de sí mismo, autoconcepto y autoestima. En el
capítulo segundo se desarrollan los aspectos cognitivos y el desarrollo de la
inteligencia. En el capítulo tercero se desarrolla la evolución del juego y en el
cuarto la evolución del dibujo. Se analizan los principales referentes y las
investigaciones actuales. En el capítulo quinto se exponen los aspectos
psicosociales y del desarrollo moral.
Este libro tiene por objetivo acompañar la lectura de los autores clásicos, no
pretendiendo brindar una visión exhaustiva sino destacar los aspectos más
importantes a tenerse en cuenta para entender el desarrollo psicológico del niño
de manera integral.
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