Semiotica-Lotman-Texto Poliglotismo Cultura
Semiotica-Lotman-Texto Poliglotismo Cultura
pig. 130 .
• • Tek3t i polig.lotiun kul'rulY", en l. M. L. /zbr,ur,ryc ll4lí, tomo l, Tallin, Alek·
sandra, 19'.l2,pip 14H47.(N.JJ·T.J
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grado y profano, espacio sin peligro y espacio que esconde una ame·
naza, y la idea d::'. uc: a c.ada es acio le corrc:s ondc:n�abitantes
dioses, ornbres, una erza m rgna o sus sinónimos culrurales=,
son una característica inalienable de !a cultura. Sin embargo, eso toda
vía no basta. Para que tal o cual sistema resulte capaz de cumplir arn
pli.u funciones semióticas, debe poseer un mecanismo de duplicación
(más exactamente, de mu!óp!icación reiterada) del objeto que consti
ruye su significado. El mundo de la lengua natural forma una duplica·
ción del mundoobjeto y puede él mismo duplicarse en tatos verba
les y lenguajes del arte verbal organizados de manera más compleja.
Las leyendas antiguas señalaban la sombra, el reflejo en el agua }'
d eco como fuentes de la duplicación que devino la fuente de los sis
temas semióticos no verbales. Pero podemos señalar una raíz más uni
versal de éstos: todos los "pos de división de! espacio forman cons
aucciones homomórfica . llou a e:: punto poblado) se opone a lo
que se halla más allá des s muros (el bosque, la estepa, la aldea, la Na·
turaleza, d lugar donde habitan los enemigos), como lo propio, lo ce·
rrado, lo culto y lo seguro a lo aieno, lo abierto, lo inculto. Desde este
punto de vista, la ciudad es la fiarte del univ�5SO: dgpda de cu!rura.
Pero, en su estrUctilla U1te!Tia, e a cÓpia todÍJ C unJVerso, teniendo su
espacio "Propio,. y su espacio "ajeno�. Exactamente de la misma ma
nera, el templo se rc:laciona con la ciudad como lo interno con lo ex
terno, pero, eQ_JlJ csrrucrura in_manente, además, repite el universo.
Lo mismo sucede en todas las otras construcciones. lho cada espaci�
· corres ondientes habitantes · al trasladarse de un es ac10 a
l
, e m su en, con reten e , en
uco a si m1smo1 acren ose seme¡ante es acro a o. tiempo que '
parucu\
sigue siendo¿¡ mismo, se vuelve otro. Este 1en6meno se hace \
larmente evidente, no en la vida cotidiana (aunque también en ella
está presente), sino en los rituales. El espacio ritual copia de manera
homomorfa el universo, y, al entrar en él, el participante del rirual ora
se vuelve (al tiempo que sigue siendo él mismo) un espíritu del bos
que, un tótem, un muerto, una divinidad protectora, ora adquiere de
nuevo una esencia humana. Se extraña de sí mismo, convirtiéndose
en una expresión cuyo contenido puede ser él mismo (cfr. las repre
sentaciones de los muertos en los sarcófágos y los retratos funera
rios) o tal o cual ser sobrenatural. Gracias a la división del espacio, el
mundo se duplica en el ritual, de !a misma manera que se duplica en
la palabra. Consecuencia de esto son las representaciones rituales (las
máscaras, la pintura sobre el cuerpo, las danzas, las imágenes coloca·
das sobre la rumba, los sarcófagos, erc.) orígenes de las artes plásti
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cas. � representación. dcl_cuerpo só�o es posible después de que se
empieza a tomar conciencia del propio cuerpo en tales o cuales sirua
cienes como representación de sí mismo. Sin una división primaria
del espacio en esferas que exigen conductas diferentes, las artes plásti
cas serían im sibles.
La upncacrcn e mun o en ap a raya e
acio forman cl duahsmo semiótico de partida.
La cu tura, en correspon encra con e tipo e memona creme
•a ella, selecciona en tocia esa masa de comunicados lo que, desde su
punto de vista, son «execs, es decir, está sujeto a inclusión en la me
moria colectiva.
Sin embargo, debemos prestar atención a otro aspecto de la cues
tión: el texto .que es examinado en la perspectiva de u ola sistema
lingüístico es la realización de un solo lenguaje/ tura s m · -
a i o sus textos siem re se realizan in e es ac10 e or o
menos < QS. sron e a p a ra y a munca el
c.anro), de lapa a raye gesto Oa danza), en un único texto ritual fue
señalada por el academice A. N. Veselovslci como un sincretismo pri
mitivo. Pero la idea de que, después de abandonar la época •pri.miti·
va", la cultura comienza a crear textos de tipo monolingüe que reali
zan rigurosamente las leyes de un solo genero según reglas rigurosa·
mente unilmeales, suscita objeciones. Incluso si dejamos a un lado d
señalamiento de que a todo lo largo de la binoria'de la cultura los tex
tos que combinan sincréticamente en una única representación dra·
mática todas las especies fundamentales de semiosis no desaparecen,
y no recordamos ni la �a, ni el c�val, ni e! bappeoiogrui las
actuaciones de los con·unc ni 13.i..&scividades de lti.p:oca de
la_ ra.n vo uc1on ranc;!4ni ouos ejemplos de{sincmi'siñgi que
ora se repliegan a la pcnfena de la culruq., ora ocupan en ella una �
sición central, nos vemos obligados a decir que el estar cifrado con
muchos códigos es la ley para un número aplasunte de textos de la
cultura. Auténticamente unilineales serin sólo los textos en lenguas ar·
tificiales o las ilustraciones de manual creadas especialmente para tales
o cuales colecciones de reglas teóricas. Así son. por ejemplo, los E.ma
yos de V. Briúsov.
Ya el hecho de ue el tato en su sincronicidad ueda basarse, r
disnnus anes, en recue os e ro n I a es tem es erentes,
a e una manera no orno enea. Así, a mayona e
los templos barrocos de la Europa Central conservan para el especta
dor su base inicial gótica o hasta románica. La catedral de Sir.acusa,
transfonnada de templo antiguo en basílica cristiana mediante una re-
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rio se roduce un cambio del sentido ecimieoto de éste. Por
eso, .a esa función podemos llamarl atador. Si, en e pnmcr caso,
todo cambio del sentido en el procc,slrm1rusm.mon es un error y
una dcsfigura.ción, en el segundo se convierte en un meca.nismo de ge·
ncra.ción de nuevos sentidos. Así, E. T. A. Hoffinann, habiendo uru o
do estrafalariamente dos textos heterogéneos los apuntes del gato
!
Murr y la biografía. del director de orquesta Johanncs Kreisler, con
.
virtió, además, las erratas en un procedimiento cómico, a.gregando en
el prólogo: .. ¿Acaso no es verdad que a veces los autores le deben la ¡
extravagancia. de su estilo a los cajisw benevolentes, que conoibuyen
a la inspirada afluencia de ideas con sus así llamadas crratas?•2. Y Gó-
go! convirtió las erratas reales de la primera edición d� .. Anocheceres
en un caserío cerca de Dikanka en un pequeño ensayo cóm..ico3• Po
dríamos recordar la carta del alcalde en El inspeaor. escrita en la cuen
ta de la taberna de Jlestakov: Me apresuro a poner en tu conocimien
ro, alma mia, que mi estado era muy triste, pero, confiando en la mi-
sericordia divina, por dos pepinos salados y media porción de caviar
un rublo veinticinco k.ópc:ks ..... 4 o el telegrama en Alma mia• de ChC·
jov («jojoronr en vez de pojorony, (funerales]). Pero en Ana Karmina
se describe un C:lSO en que el ruido genera un sentido nuevo no
cómico, sino seri<r: la mancha hecha por los niños sobre el "papel
ayuda al artista a hallar la posición de la figura que no se le daba. El
fh_gguc de divm91 ti�s de codificaciói:i. g el grocsdimigy�funda·
mental de la irorua en f¡guorz Oneguzn, }' la Ajm;ito\·a habla de la "Pª·
labra ajena que se filtra• porque yo en ru borrador escribo. Todos
los casos de inclusión de la •palabra ajena" en d texto que fueron exa
minados por M. M. Bajtin y que despuCS de él han sido sometido! a
estudio en más de una ocasión, se rdacionan con d choous dj¡ubte�·
ras rndificadas dc,..rnancra difereme y con los�rocesos forma ores d'e
sentido'º la &ontcR ds! cambio de UQRU,6dt s r otros.
Así pues, desde el punto de vista de la runera func10 es natural
l� re resencarse el texto com una · U/1 s len a· e. En
� moestructuraJ y homogé:neo. Des e e punto
de vista de la nao , e texto es ete n roestruc
� �s una m e eren e ,µric.; knguai� a la vez. Las e �
\\.] _sQ[filac_ismes dialógicas y lúdicras entre las vanadas subestrucruras d
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(
-•
t�xtP 945 COO'itituxen el pohglocismo interno de éste, son mccanis·
mas de furo,ación de sentido. (
Podemos represenramo� un eje semiótico en uno de cuyos extre ,i
mos se disponen los lcngua¡cs ar.:ificiales, los meta.lenguajes y todos
los mecanismos que garantizan la univocidad de la comprensión; en e:!
centro, las lenguas naturales, y en el otro extremo, los sistemas poli·
e
1:
!
�
.minan[; ;sqvguraJ. Además, b cree c1ón de os lcaorcs uedc
a Ja... · d! t a una u otra e.
nc1on del ten �ti ligada aja WSWºria de la cultura. '
"
(
(
1V En este aspecto, os textos consoruyen programas mncmotecrucos i:_e
ducidos. La capacidad que tienen· distintos textos que llegan hasta no (
sotros de la profimdidad del oscuro pasado culru.ral, de rcs,gmtruir_ca.:_
pas enteras de culrura, de reuaurar el naerdo, es demostrada patente
mente por toda la historia de fa cultura de la humanidad. No sól
•
1
metafóricamente podriamos comparar los textos con las semillas de
las plantas, capaces de conservar y reproducir e! recuerdo de estructu e
m precedentes. En este sentido. los textos tienden ?: la simbolización
.:,: se convierten en símbolos inte¡aa.les. �UÍffiAA.k>s adquieren una
gran autonomía de su contexto cultura.l Y flCionan no sólo e_n el cor·
te; sincrfci�O de la cultura, sino también e__i;l las verticales diacrónicas
l
de ésta c . la importancia de la simbología antigua y cristiana para ter J •
f;, �\\:1�os los cortes de la cultura europea). En este caso, el símbolo sep�a�I 1'
�� v., do actúa como un texto aislado que se uas!ada libremente en el cam
O� �' po cronológico de la cultura y que cada vez se correlaciona de una
anera compleja con los cortes sincrónicos de ém .
.6!í pues, en h comprensión actual del texto, éste deja de ser un
portador pasivo del sentido, y aqú¡ como imf'rn"ómeno dinimico, in
ternamente contradictorio uno de los conc'cptos fundamentales de
la semiótica acrual.
Sin embargo, b consideración del texto como generador de senti
dos, eslabón en la cadena jerárquica conciencia individua! 1cxto
cultura», puede suscitar interrogantes. Es evidente que el texto �r
sí sola no puede generar nada: ebe entrar en relaciones con un aud1
� e r us oosiliilic .3 es enerauvas. to por sí
solo no debe asombrar: no to o sistema genera or Üiámico puede
trabajar en condiciones de aislamiento de los torrentes de informa
ción externos. Pero <qué significa esto en lo que respecta aJ texto(= la
cultura)? Para realizar una actividad generadora de sentido, el texto
debe estar sumergido en la semiosfera. Y esto significa una situación
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paradójica: debe obtener "ª la entrada un contacto con otro(s) rex
to{s). De manera análoga podríamos decir que el contacto con otra
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