Cap 28
Cap 28
C apítulo 28
D
ses del sueño (NO-REM y REM), su organización y
ño es un estado de conducta reversible de arquitectura a lo largo de las horas de descanso del
desconexión perceptiva y falta de respuesta sujeto en estudio.
al entorno en el que intervienen complejos Así la vigilia se define como el estado en el que se
procesos fisiológicos y de conducta. registra en el EEG, a nivel occipital, una actividad al-
Desde finales del siglo XIX en que se consideró la fa sinusoidal con ondas de relativa baja amplitud (me-
posible implicación del tronco cerebral en la regula- nos de 50 microvoltios) y con una frecuencia de 8-
ción del sueño y la vigilia, se han evidenciado diver- 13 Hz (Reite 1993) entremezclada con actividad
sos mecanismos neurofisiológicos y neurobioquí- beta, por otra parte, los movimientos oculares están
micos que participan en el sueño y en sus distintas presentes y el tono muscular es elevado.
fases. Sueño NO-REM: (fase 1, fase 2, fase 3-4), los
La aportación de Aserinski y Kleitman (1953) movimientos oculares de adormecimiento, mínimos
diferenció una fase del sueño fisiológico en la que al inicio del sueño (fase 1), desaparecen hasta identi-
aparecen movimientos oculares rápidos (MOR, o en ficar el inicio del sueño REM, la actividad muscular
nomenclatura anglosajona REM, Rapid Eyes Move- disminuye a lo largo de las diferentes fases del sueño
ments), de la conocida hasta entonces en la que NO-REM. En el EEG, coincidiendo con el inicio de la
no existe actividad ocular (NO-MOR o NO-REM), somnolencia (fase 1), se observa una disminución de
cambiando la idea clásica de pasividad y uniformidad la actividad alfa intercalada por una actividad desin-
por el concepto de sueño como proceso cíclico y ac- cronizada formada por ondas beta y theta; en la fase
tivo. 2 la actividad de base es theta, desorganizada, y so-
En la actualidad el registro poligráfico del sueño bre la que de manera intermitente aparecen fenóme-
(polisomnografía, PSG), se realiza mediante la eva- nos fásicos como son los “brotes” de ondas a 14-16
luación simultánea de tres parámetros: la actividad Hz de al menos 0,5 seg de duración (husos de sueño)
bioeléctrica cerebral (electroencefalograma, EEG), y el complejo K (onda de elevada amplitud de doble
los movimientos oculares (electrooculograma, EOG), polaridad); en la fase 3-4, fase de sueño delta o sue-
y la actividad muscular (electromiograma, EMG) re- ño lento profundo, aparecen ondas delta (0,5-3 c/s)
gistrada a través de electrodos de superficie. Dicha de amplitud elevada.
513
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
Una definición gráfica del sueño NO-REM podría Las temperaturas extremas en el ambiente tien-
corresponder a un cerebro relativamente inactivo, den a alterar el sueño, resultando más afectado el
aunque en un cuerpo “activo” (Kryger 1989). sueño REM que el NO-REM, existiendo evidencias
El sueño REM, por el contrario, se define por la en que todos los mamíferos tienen escasa capacidad
activación en el EEG con atonía muscular, eviden- para realizar termorregulación durante el sueño
ciándose en el EMG una nula actividad del tono mus- REM.
cular submentoniano y con el registro de movimien- La distribución de las fases del sueño se ve afecta-
tos rápidos oculares episódicos. La actividad mental da por gran número de fármacos utilizados común-
del sueño REM en humanos se asoció inicialmente mente, incluyendo aquellos prescritos habitualmente
con los ensueños, basándose en recuerdos vívidos en en el tratamiento de los trastornos del sueño y otros
aproximadamente el 80% de los despertares en esta no relacionados específicamente con estas alteracio-
fase (Kryger 1989). Una definición breve del sueño nes, quedando aún oscura la trascendencia de los
REM sería la de un cerebro activo en un cuerpo “pa- mismos.
ralizado”. La exploración polisomnográfica permite la posi-
La presentación de las diferentes fases del sueño bilidad de objetivar parámetros generales relaciona-
durante la noche sigue un orden cíclico a lo largo de dos con la arquitectura del sueño, aportando además
las horas de descanso, habitualmente nocturno. En información sobre el tiempo total de sueño (TTS o
un adulto normal el sueño se inicia en fases de sueño Total Sleep Time: TST), número de despertares, efi-
no REM (latencia de inicio del sueño: tiempo trans- cacia del sueño (tiempo de sueño total, menor dura-
currido desde que se apaga la luz hasta que aparecen ción de los despertares), etc.
los primeros indicios de desestructuración de activi- La edad, las características de la vigilia y del sueño
dad alfa), más o menos ordenadas en profundidad precedentes, y la hora de inicio del descanso, serán
(1-4), apareciendo a partir de los 90’ de iniciado el algunas de las variables fisiológicas que pueden mo-
sueño la primera fase REM (latencia de sueño REM: dificar los parámetros antes mencionados.
tiempo transcurrido desde que se inicia el sueño,
hasta que aparece la primera fase REM).
Una vez iniciado el REM, a lo largo de las horas MECANISMOS DE LOS ESTADOS
de sueño van intercalándose fases NO-REM y fases DE SUEÑO-VIGILIA
REM siendo de mayor duración las primeras y más
breves las REM al inicio del sueño e invirtiéndose la La vigilia se inicia y se mantiene por factores in-
proporción al acercarse la hora del despertar. Este ternos y estímulos sensoriales transmitidos directa-
patrón refleja el sueño normal en humanos, pudien- mente desde áreas corticales determinadas y vías co-
do diversas alteraciones patológicas inducir cambios laterales a la formación reticular del tronco cerebral.
en la organización y estructura del mismo, sirva co- Las neuronas inductoras del sueño, localizadas en
mo ejemplo el inicio anormal del sueño en fase REM la formación reticular baja del tronco cerebral, re-
en adultos narcolépticos. gión del núcleo solitario, hipotálamo, área preóptica
La restricción crónica del sueño nocturno, formas y cerebro anterior basal, se activan favorecidas por la
irregulares de sueño, o frecuentes alteraciones del disminución de ciertos estímulos sensoriales y por el
mismo pueden ocasionar una distribución peculiar incremento de otros somáticos y viscerales. Al acti-
en los estadios, la mayoría de las veces caracteri- varse este grupo neuronal inducen una actividad bio-
zados por sueño REM de forma prematura, esto es, eléctrica lenta y regulan la actividad cíclica de las
episodios de sueño REM en el inicio del sueño. Tales neuronas reticulares activadoras, modulando directa-
episodios pueden estar asociados con alucinaciones mente la actividad del cerebro anterior.
hipnagógicas, parálisis del sueño, o una incidencia Aunque las sustancias promotoras de sueño per-
incrementada de mioclonías hípnicas en individuos manecen sin identificar se conocen sin embargo
sin trastornos orgánicos del sueño. múltiples péptidos, incluyendo opiáceos, alfa-MSH y
La fase circadiana en la que se produce el sueño somatostatina, que han demostrado ciertas propie-
afecta la distribución de los estadios. El sueño REM dades inductoras del sueño.
se da con una distribución circadiana con pico en las
horas matinales coincidiendo con el descenso de la
temperatura corporal. Por lo tanto, si el inicio del LOS ENSUEÑOS
sueño se pospone hasta el pico REM del ritmo circa-
diano, las primeras horas de la mañana, el sueño El soñar es el contenido mental que acompaña la
REM tiende a predominar y puede producirse al fase REM (aunque también ha sido descrito en otras
principio del sueño. Este hecho se ve con frecuencia fases del sueño); por el momento no ha sido posible
en sujetos sanos que de forma brusca experimentan confirmar ni descartar la teoría psicoanalítica sobre
un cambio de fase, ya sea como resultado de cam- los ensueños ni cualquier otra hipótesis sobre la fun-
bios en el turno de trabajo o bien viajes trasatlánticos ción de los mismos tales como que puedan estar im-
de más de cuatro husos horarios. plicados en el almacenamiento de memoria, creativi-
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TRASTORNOS NO ORGÁNICOS DEL SUEÑO
515
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
516
TRASTORNOS NO ORGÁNICOS DEL SUEÑO
NO
NO
NO
Paso 4. El sueño per se es normal, pero SÍ Valorar posible trastorno del ritmo
aparece en momentos inapropiados circadiano
NO
NO
Paso 6. El paciente ronca, presenta respiración irregular SÍ Valorar la existencia de posible apnea
durante el sueño y otros síntomas relacionados del sueño
NO
NO
Figura 1
Diagnóstico diferencial del insomnio (tomado de Reite, Nagel y Ruddy, 1993.
Así, en el insomnio que aparece fácilmente rela- mente negativa o trágica, la exaltación asociada a
cionable con factores aislados personales o ambien- experiencias positivas (matrimonio, ascenso laboral,
tales, o por una inadecuada higiene del sueño, la preparación de un viaje, etc.) también puede ser
rápida resolución temporal al eliminar el factor preci- causa de insomnio. Tras la resolución de la situación
pitante permite su diferenciación diagnóstica. y la reacción de alerta el sueño se normaliza. Este ti-
El estrés es seguramente la causa más frecuente po de insomnio puede tener una duración superior
de insomnio transitorio o de corto plazo que requie- a dos o tres semanas. No se tienen datos exactos de
re atención médica. En la literatura médica se define las características polisomnográficas de este tipo de
el estrés como la reacción de alerta natural que pue- insomnio, debido a su naturaleza transitoria e im-
de tener cualquier combinación de componentes predecible.
afectivos, cognitivos y biológicos (Kryger 1989). El Se ha comentado la relación con el insomnio por
inicio de la falta de sueño debe ser simultánea a la estrés y la aparición posterior de insomnio persisten-
situación de estrés para establecer la relación cau- te de origen psicofisiológico, aunque este hecho no
sal. La situación de estrés no debe ser necesaria- ha sido demostrado.
517
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
El tratamiento del insomnio provocado por estrés nocturnas, apnea central del sueño, trastornos psi-
debería incluir medidas para tranquilizar al paciente y quiátricos, hábitos inadecuados de sueño o trastor-
educarlo en que es una respuesta natural y se resol- nos del ritmo circadiano.
verá por sí misma en varias semanas. Asimismo de- El tratamiento debe ser una combinación de fár-
bería darse importancia a factores de higiene del sue- macos y cambios conductuales que incluyen mejora
ño, incluyendo horario adecuado de acostarse y en los hábitos de sueño, técnicas de autocontrol y
levantarse, evitar cafeína y alcohol antes de ir a dor- elementos de restricción del sueño.
mir y eliminar períodos excesivos de sueño diurno.
Por último puede recurrirse al uso de fármacos, indi-
cando un período de tratamiento no superior a tres Insomnio y patología psiquiátrica
semanas y utilizando el fármaco de forma intermi-
tente. También debe advertirse al paciente de la po- En pacientes afectos de trastornos afectivos con
sibilidad de experimentar problemas de sueño duran- insomnio como síntoma, puede resultar difícil el
te una o dos noches al abandonar el tratamiento. diagnóstico psiquiátrico, especialmente en aquellos
casos de depresión enmascarada en los que el sujeto
no reconoce el sentimiento de tristeza, desesperan-
Insomnio psicofisiológico za, o soledad, o incluso los valora como derivados de
la mala calidad del sueño, siendo los síntomas más
Este tipo de insomnio, también llamado insomnio vegetativos de la enfermedad (pérdida de apetito,
“aprendido” o “conductual”, describe aquellos pa- fluctuaciones del humor a lo largo del día, disminu-
cientes (los cuales por lo general nunca han sido ción de la libido, etc.), los que contribuirán a adecuar
“buenos dormidores”) que de forma típica desarro- el diagnóstico de depresión.
llan un insomnio crónico a partir de un período de En sujetos afectos de ansiedad generalizada, los
estrés y continúan presentando insomnio incluso síntomas relacionados con la ansiedad resultan evi-
cuando la situación estresante se ha resuelto. Se dentes durante la actividad diurna, difiriendo de la
piensa que estos pacientes pueden condicionarse preocupación constante por el síntoma insomnio
“para no dormir”, se ponen en tensión y aumentan que aparece en otros insomnios no orgánicos.
el nivel de alerta al pensar en dormir o entrar en un En pacientes esquizofrénicos el sueño tiende a
dormitorio. El diagnóstico se realiza cuando el in- fragmentarse, con despertares durante la noche y
somnio está mantenido por la predominancia de há- franca disminución de sueño lento en los registros
bitos o conductas incompatibles con los hábitos co- polisomnográficos, la identificación del resto de sin-
rrectos de sueño. tomatología clínica psicótica, permitirá la terapéutica
Las quejas son de dificultad para iniciar el sueño o con los antipsicóticos indicados, y la mejoría conse-
permanecer dormido, más frecuentemente predomi- cuente de toda la clínica del paciente.
nan en el dormitorio del domicilio del paciente, pue- El insomnio asociado al abuso de sustancias apa-
den variar de grado según el estrés ambiental. El sue- rece tanto en los períodos de consumo, con aumen-
ño puede ser normal durante las vacaciones o en to del número de despertares durante el sueño que el
ambientes menos familiares, el paciente puede tener sujeto tiende a autotratar aumentando el tóxico, co-
una historia de “sueño frágil”. mo durante períodos de abstinencia por aparición de
Se ha encontrado entre los pacientes con insom- rebote de sueño REM manifestado clínicamente por
nio crónico que tienden a puntuar más en escalas pesadillas y alterando la arquitectura del sueño. La
psicopatológicas de exploraciones psicométricas adecuada anamnesis, así como la relación temporal
(por ejemplo en el MMPI) y una mayor incidencia de con el consumo de sustancias tóxicas, deberá facilitar
diagnósticos tanto en Eje I como II en la clasificación el diagnóstico indicando la terapéutica oportuna se-
DSM-III-R (Reite 1993). gún el tipo de consumo y las características de perso-
Los acontecimientos vitales estresantes constitu- nalidad del paciente.
yen un papel importante en el desarrollo de insom- En pacientes afectos de patología de etiología or-
nio crónico, especialmente los sucesos relacionados gánica el impacto de la información diagnostica, los
con pérdidas y problemas de salud. Los hábitos síntomas derivados de la enfermedad, así como los
aprendidos también son de importancia en este tras- efectos secundarios farmacológicos, también pueden
torno, tras varias noches de insomnio transitorio el inducir la aparición de insomnio.
paciente “teme” ir a dormir por miedo a no conse- El primer paso terapéutico en el sujeto afecto de
guirlo, este miedo se acompaña de aumento de la insomnio no orgánico estará relacionado con la in-
ansiedad así como de alerta autonómica. A mayor formación diagnóstica adecuada, expresando la
ansiedad ante el ir a dormir, mayor grado de alerta, complicidad entre el síntoma y las conductas reforza-
constituyéndose un círculo vicioso. das involuntariamente, así como la necesidad de
El insomnio psicofisiológico no debe ser diagnosti- prescripción de una benzodiacepina hipnótica de vi-
cado hasta que no se hayan excluido otras causas da media corta (triazolam 0,125 mg, brotizolam
médicas como dependencia a drogas, mioclonías 0,25 mg) o intermedia (lormetazepam 1-2 mg) o de
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TRASTORNOS NO ORGÁNICOS DEL SUEÑO
519
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
SÍ
Historia de somnolencia excesiva diurna Considerar el aumento de horas de sueño
Anamnesis y exploración física NO Evaluar mala higiene del sueño o posible insomnio
Evidencia de sueño nocturno insuficiente
NO
SÍ
Evidencia de otras alteraciones médicas o neurológicas NO Valoración y manejo del trastorno primario
NO
SÍ
Evidencia de uso crónico de estimulantes o depresores NO Reevaluación después de su retirada
del SNC
NO
SÍ
Sospecha de depresión o trastorno del humor NO Valorar la posibilidad de trastorno psiquiátrico
como causa de la hipersomnia
NO
SÍ
Evidencia de ronquidos, respiración irregular o aumento NO Valorar la posibilidad de trastorno del sueño
de peso relacionado con la respiración
NO
SÍ
Evidencia de cataplejia, parálisis del sueño o NO Valorar la existencia de narcolepsia
alucinaciones hipnagójicas
NO
SÍ
Evidencia de sacudidas de piernas durante el sueño NO Valorar la existencia de movimientos periódicos
de las piernas durante el sueño
NO
SÍ
Evidencia de patrón periódico de síntomas NO Valorar posibilidad de hipersomnia periódica
de somnolencia excesiva diurna
Figura 2
Evaluación de la queja de somnolencia excesiva diurna (tomado de Reite, Nagel y Ruddy, 1990).
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TRASTORNOS NO ORGÁNICOS DEL SUEÑO
durante las horas de descanso nocturno, movimien- canismos una grave disminución del flujo aéreo du-
tos en las extremidades que provocan despertares rante el sueño, con la consecuente alteración cuanti-
parciales o fragmentaciones en las fases del sueño, tativa y cualitativa del mismo, la identificación de
comportando según el grado de despertar del sujeto, ronquidos, paradas respiratorias, movimientos exa-
quejas de insomnio o hipersomnia diurna excesiva. gerados durante el sueño, etc., relatados por el cón-
La frecuente asociación de este trastorno con otras yuge, facilitaran la sospecha diagnóstica, así como la
patologías (narcolepsia, apnea obstructiva del sueño, indicación del registro polisomnográfico para ratifi-
enfermedades metabólicas, renales, etc.), obliga no car el diagnóstico y la severidad del mismo.
tan sólo a mejorar la calidad del sueño mediante la
utilización de determinados fármacos (clonacepam
1-3 mg) cuya acción terapéutica quedará limitada a TRASTORNO NO ORGÁNICO DEL CICLO
la disminución de los despertares, sino a completar VIGILIA-SUEÑO
todas las posibilidades diagnósticas subyacentes.
La narcolepsia, con un modelo de herencia multi- El trastorno del ciclo de sueño-vigilia se define por
factorial, caracterizada por una tetrada clínica sinto- una falta de sincronización entre el ritmo de sueño-
mática patognomónica, es más frecuente en varo- vigilia individual y el deseable en el entorno en que
nes, y se presenta con una edad de inicio habitual está el sujeto, ocasionándole dificultades para el ini-
entre segunda y cuarta década de la vida, teniendo cio y/o mantenimiento del sueño, y/o somnolencia
una prevalencia variable según la población estudia- diurna excesiva.
da, que oscila entre el 0,02% y el 0,09%. Así pues, las pautas clínicas para el diagnóstico se-
La clínica de la narcolepsia se caracteriza por un rán:
grupo de síntomas clínicos que incluyen hipersomnia a) El patrón de sueño-vigilia del individuo no es-
crítica, cataplejia, parálisis de sueño, y alucinaciones tá sincronizado con el horario de sueño-vigilia de-
hipnagógicas o hipnopómpicas. seado, las necesidades sociales, y las que compar-
El reconocimiento a través de la anamnesis, de las ten la mayoría de personas de su entorno.
situaciones de difícil control por el sujeto que las pa- b) Como consecuencia de este trastorno, el indi-
dece, tanto de los “ataques” de sueño durante el pe- viduo experimenta, casi todos los días al menos
ríodo de vigilia, como de la súbita pérdida de tono durante el mes previo o de manera recurrente en
muscular frecuentemente relacionada con emocio- períodos de tiempo más cortos, insomnio a lo lar-
nes diversas (risa, alegría, sorpresa, etc.) en los epi- go de la mayor parte del período que socialmente
sodios de cataplejia, así como de la dificultad en con- corresponde a sueño, y sueño durante el período
seguir el movimiento durante el despertar o en el social de vigilia.
inicio del adormecimiento, en las parálisis del sueño c) La cantidad, calidad y el ritmo no satisfacto-
y las aterradoras alucinaciones también relacionadas rios de los períodos de sueño, causan un gran ma-
con el inicio (hipnogógicas) o final (hipnopómpicas) lestar o interfieren con la actividad social y laboral.
del período de descanso, facilitará el diagnóstico clí- Este grupo de trastornos incluye tanto la persis-
nico que deberá ser ratificado posteriormente me- tente incapacidad de adaptar el ritmo circadiano in-
diante estudios neurofisiológicos (PSG y test de la- dividual al del resto de la población (retraso de fase,
tencias múltiples del sueño). avance de fase, ciclo irregular, patrón de vigilia-sue-
El estudio PSG del sueño nocturno muestra un in- ño de no 24 h), como la dificultad en sincronizar el
cremento de la duración del sueño superficial y dis- ritmo vigilia-sueño a cambios impuestos externa-
minución del sueño profundo con aumento del sue- mente (jet lag en vuelos transoceánicos, cambios ho-
ño REM total, acortamiento de la latencia REM rario laboral).
llegando a iniciar el sueño por la fase REM. El test de En el primer grupo, aunque las etiologías orgáni-
latencia múltiple de sueño (Multiple Sleep Latency cas relacionadas con algún tipo de alteración de las
Test) con promedios de latencia de inicio del sueño, estructuras correspondientes a la localización cere-
menores de cinco minutos y con una latencia de ini- bral del reloj biológico (núcleo supraquiasmático) o a
cio de REM inferior a 10 minutos, es sugestiva de la ausencia de estímulos externos (intensidad lumíni-
narcolepsia (Reite, 1990). ca en la ceguera) sincronizadoras del mismo, pueden
La terapéutica de los pacientes afectos está basada inducir una persistente incapacidad en el manteni-
en el consejo conductual de “siestas programadas” y miento del ritmo vigilia-sueño al entorno social, de-
la utilización de fármacos estimulantes tipo metilfeni- terminadas alteraciones psiquiátricas, fundamental-
dato o pemolina, con la finalidad de conseguir el con- mente de tipo afectivo (depresivo o maníaco) pueden
trol de la hipersomnia diurna y antidepresivos con ac- retrasar o adelantar el sueño, provocando en conse-
ción supresora de las fases REM (tricíclicos), cuya cuencia una desincronización circadiana.
actividad terapéutica irá dirigida a disminuir los episo- Por otra parte, cuando por circunstancias ex-
dios catapléjicos y las parálisis del sueño. ternas quedan modificados estos sincronizadores
En los sujetos afectos de apnea del sueño, obs- (zeitgebergs) en cambios de zona horaria por vuelos
tructiva o central, que comportan por diferentes me- transoceánicos, o en turnos laborales variables que
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TRATADO DE PSIQUIATRÍA
implican trabajo nocturno, éstos inducirán en el suje- sujeto que lo padece inicia una deambulación noctur-
to dificultades en la adaptación al nuevo ciclo vigilia- na inconsciente, unida a diversos comportamientos
sueño. “complejos”.
CIE-10 incluye en el apartado correspondiente só- Los rasgos clínicos esenciales son:
lo aquellos cambios circadianos vividos como queja a) El síntoma predominante es la presencia de
principal por el paciente y en los que clínicamente episodios repetidos de levantarse de la cama du-
no se plantean las posibilidades diagnósticas antes rante el sueño, y deambular durante unos minu-
mencionadas. tos o hasta media hora, normalmente durante el
primer tercio del sueño nocturno.
b) Durante el episodio, el individuo tiene la mi-
PARASOMNIAS rada en blanco, no responde plenamente a los es-
fuerzos de los otros para modificar su comporta-
También denominadas disfunciones asociadas con miento o comunicarse con él, y resulta muy difícil
el sueño, son fenómenos físicos indeseables que ocu- despertarlo.
rren predominantemente durante el sueño, ya sea c) Al despertar del episodio, o a la mañana si-
por alteraciones en el despertar, en la transición sue- guiente, el sujeto no recuerda nada de lo ocurrido.
ño-vigilia, o asociadas a la fase de sueño REM. La d) Al cabo de unos minutos de haberse des-
mayoría de ellas son manifestaciones de la activación pertado tras un episodio no se pone de manifiesto
del sistema nervioso, siendo los fenómenos clínicos deterioro alguno en la actividad mental o en el
más evidentes en este grupo de trastornos, los cam- comportamiento, a pesar de que puede darse ini-
bios en el sistema nervioso autónomo y la actividad cialmente un breve período de tiempo en el que
muscular esquelética (Lapierre 1992). haya cierta confusión y desorientación.
En CIE-10 se hace referencia específica a sonam- e) No hay evidencia alguna de un trastorno
bulismo, terrores nocturnos, pesadillas, quedando mental orgánico, tal como una demencia o una
excluidos fenómenos que pueden considerarse varia- epilepsia.
ciones cuantitativas de la normalidad o parasomnias
relacionadas con etiología orgánica por alteración
cerebral (ej. trastorno conductual en REM).
En el sonambulismo y en los terrores nocturnos se TERRORES NOCTURNOS
ha sugerido una alteración en el proceso del desper-
tar, que impide las características del despertar nor- Son episodios breves, sin llegar a 10’, y con pe-
mal con un nivel de alerta adecuado. Habitualmente ríodo confusional posterior, caracterizados por des-
aparecen al finalizar el sueño lento profundo (fase 3- pertar incompleto y brusco, con gran inquietud ge-
4) y pueden precipitarse por situaciones tóxicas (fie- neralizada, asociada a diversos signos vegetativos
bre, fármacos), o por deprivación de horas de sueño. (taquicardia, taquipnea, sudación..), posible compo-
El sujeto afecto, que en ocasiones puede presentar nente alucinatorio (Reite, 1990) y posterior amnesia
los dos tipos de alteraciones durante el episodio, de retrógrada.
duración variable, actúa automáticamente, sin res- Los rasgos clínicos esenciales para el diagnostico
puesta a estímulos ambientales y con posterior am- son:
nesia de los sucesos ocurridos durante el sueño. a) El síntoma predominante es la presencia de
De inicio en la infancia y curso benigno, se deben episodios repetidos de despertares durante el sue-
a una combinación de factores familiares, del desa- ño, que comienzan con un grito de pánico y están
rrollo y ambientales (Parkes 1986), con desaparición caracterizados por una intensa ansiedad, excita-
espontánea en la adolescencia, sólo estará justificado ción motriz e hiperactividad vegetativa tal y como
el tratamiento con benzodiacepinas (disminuyen el taquicardia, taquipnea y sudación.
sueño lento profundo) en situaciones repetidas de b) Estos episodios repetidos de despertar, tiene
riesgo, o cuando la ansiedad relacionada con la pre- una duración característica de uno a diez minutos.
ocupación personal o familiar, lo indique. Por lo general, se presentan durante el primer ter-
En el diagnóstico diferencial debe descartarse, en cio de la noche.
situaciones de presentación repetida en el tiempo y c) Hay una relativa ausencia de respuesta frente
de características conductuales idénticas, la posibili- a los intentos de otras personas para influir en el
dad de epilepsia parcial con sintomatología comple- terror, y de manera casi constante a estos inten-
ja, relacionada con el sueño. tos, suelen seguir unos minutos de desorientación
y movimientos perseverantes.
d) El recuerdo del acontecimiento, si es que hay
SONAMBULISMO alguno, es mínimo (normalmente una o dos imá-
genes fragmentarias).
En el primer tercio de la noche, cuando predomina e) No hay evidencia de un trastorno somático,
el sueño NREM, y más especialmente las fases 3-4, el como un tumor cerebral o una epilepsia.
522
TRASTORNOS NO ORGÁNICOS DEL SUEÑO
523
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
latencia del sueño REM están por debajo de 62 min. tar el estado de alerta, induciendo despertares duran-
Algunos investigadores han relacionado estas altera- te el sueño (Staner 1999).
ciones del EEG con otros síntomas depresivos endó- Otros ATD como la nefazodona aumentarían la
genos como anhedonia, humor areactivo y pérdida eficacia del sueño disminuyendo el número de des-
de apetito (Kryger 1989). Por el contrario estos da- pertares (Rush 1998).
tos no resultan útiles a la hora de diferenciar los tras- Debido al lapso de tiempo existente entre el inicio
tornos depresivos primarios de los secundarios a de la administración del fármaco antidepresivo y su
otros trastornos psiquiátricos (como ansiedad, abuso respuesta terapéutica, puede ser necesario el uso
de alcohol, etc.) con alteraciones en el EEG muy si- temporal de benzodiazepinas para tratar el insom-
milares a las de la depresión primaria. nio. Tras un período de estabilización sería conve-
Una minoría de pacientes con TDM, de un 10 a niente evitar el uso a largo plazo de las mismas.
15%, presentan sueño eficaz e incluso en ocasiones
duermen más horas de las normales. Estos pacientes
suelen quejarse de falta de energía y presentar dismi- Trastorno bipolar
nución de la psicomotricidad. Puede decirse que la
eficacia del sueño tiende a disminuir en las depresio- En la fase maníaca aguda los pacientes bipolares
nes unipolares y a aumentar en las bipolares con reducen su tiempo de sueño sin que esto afecte a su
predominio de síntomas inhibitorios. En las depre- nivel de energía. Algunos estudios (Reite 1993)
siones con síntomas psicóticos (delirantes) se objetiva muestran que los pacientes en esta fase podrían te-
una disminución del tiempo de sueño REM pero una ner cambios en la fase REM similares a los de la de-
frecuencia mayor de períodos MOR en el inicio del presión. Durante las fases depresivas estos pacientes
sueño. pueden presentar hipersomnia con sueño excesivo y
Para algunos autores (Kryger 1989) estas altera- quejarse de cansancio y letargia con siestas frecuen-
ciones persisten incluso en períodos asintomáticos, tes. La regulación apropiada del sueño en los pa-
por lo que podrían considerarse como indicadores y cientes bipolares es importante ya que la privación
potenciales predictores de la vulnerabilidad de la en- del mismo puede desencadenar episodios maníacos.
fermedad en poblaciones de riesgo asintomáticas. Durante la fase aguda el uso de benzodiacepinas o
Sin embargo es importante recordar que la latencia neurolépticos de acción sedativa es el tratamiento
REM disminuye en los depresivos en relación no sólo más eficaz de los problemas de sueño hasta que el
con su enfermedad, sino con la edad, tipo de depre- paciente puede ser estabilizado con un fármaco anti-
sión, severidad, y otros factores. Lo que más especí- maníaco como el litio.
ficamente caracteriza el sueño de los pacientes de-
presivos es la presentación de una fase avanzada del
sueño. Otros trastornos afectivos
Algunos autores (Weher 1990) plantean la moni-
torización EEG del sueño como medida predictora Aquí se incluiría un grupo heterogéneo de trastor-
de respuesta al tratamiento, con estudios que en- nos como la distimia, hipomanía, trastorno ciclotími-
cuentran que el nivel de inducción de supresión del co, depresión enmascarada, y otros trastornos que
sueño REM por la clorimipramina es correlativamen- no pueden ser incluidos claramente en otras catego-
te predictor de la respuesta terapéutica en el TDM, rías diagnósticas pero que a menudo presentan un
la prolongación de la latencia REM predice buena componente afectivo que puede responder al trata-
respuesta terapéutica a la amitriptilina. Se conoce la miento antidepresivo.
utilización de la privación del sueño REM por activa- Un gran número de pacientes afectos de distimia
ción como tratamiento de depresiones endógenas muestran latencia REM acortada, estos individuos
con buena respuesta. Esto apoya la teoría de que la parecen tener buena respuesta a los antidepresivos
privación selectiva de sueño REM por activación si- tricíclicos. En la ciclotimia y la hipomanía los pacien-
gue los mismos mecanismos de acción que determi- tes pueden presentar disminución del tiempo de sue-
nados fármacos antidepresivos. Parece claro que la ño sin queja debido a un aumento de energía. Es im-
mejoría evidente que produce la total privación de portante diferenciar estos síntomas de los trastornos
sueño es inmediata y transitoria, mientras que los resultantes del abuso de sustancias o su abstinencia.
efectos producidos por la privación selectiva de sue- La depresión enmascarada puede no ser una catego-
ño REM implica un inicio de eficacia y tratamiento ría diferente, pero parece existir una relación entre
más prolongado pero de efectividad más duradera. el insomnio y las depresiones subclínicas (Reite
Una característica común de los fármacos antide- 1993).
presivos es el efecto supresor del sueño REM, sugi- En general la severidad del insomnio en estos tras-
riendo una implicación serotoninérgica. tornos se relaciona con la severidad del trastorno
La continuidad del sueño mejora con los ATD se- afectivo, estando el insomnio más severo asociado
dativos como los tricíclicos, mientras que los ISRS, con la depresión psicótica. A menor edad del pacien-
venlafaxina, bupropion y fenelzina tienden a aumen- te mayor dificultad en iniciar el sueño, mientras que
524
TRASTORNOS NO ORGÁNICOS DEL SUEÑO
a mayor edad, mayor es el insomnio de manteni- de los síntomas negativos y positivos pero sin rela-
miento con despertares frecuentes. El insomnio ca- ción con los síntomas depresivos (Tandon 1992).
racterístico asociado con la depresión es con fre- Ambos sexos muestran iguales posibilidades de pre-
cuencia un signo precoz del cambio de humor, sentar trastornos del sueño durante una exacerba-
apareciendo a menudo antes de la clínica depresiva. ción de la enfermedad. Debe tenerse presente que
En los pacientes depresivos que ya reciben un tra- una alteración severa del sueño puede complicar la
tamiento antidepresivo adecuado y en los que persis- esquizofrenia hasta el punto de llevar al paciente al
ten alteraciones del sueño, estaría indicado el uso de suicidio (Hicks 1987).
tratamientos no farmacológicos para estos trastor- Globalmente parece aceptado que en pacientes
nos, incluyendo normas para buena higiene del sue- esquizofrénicos existe disminución de latencia REM y
ño, técnicas de relajación o psicoterapia. En el tras- ausencia o disminución del rebote tras la privación
torno afectivo estacional y el síndrome de la fase de dicha fase, así como una clara disminución de la
atrasada del sueño es eficaz la exposición matinal a fase 4 en un porcentaje significativo. Este dato apa-
luz brillante, tratamiento que también ha resultado rece también en otras psicosis graves y en pacientes
eficaz para consolidar los ritmos de sueño-vigilia en con importantes alteraciones cerebrales.
los ancianos institucionalizados (Neylan 1995). El tratamiento de elección en el insomnio relacio-
nado con esquizofrenia son los antipsicóticos, estabi-
lizando así los síntomas psicóticos y proporcionando
TRASTORNOS ESQUIZOAFECTIVOS una sedación suficiente que permita un sueño ade-
cuado. Es mejor evitar el uso añadido de benzodiace-
Existe poca información en la literatura sobre es- pinas a largo plazo. Si el sueño del paciente esquizo-
tos trastornos y su asociación con alteraciones del frénico empeora debe determinarse si este deterioro
sueño. En general se observa una fragmentación del es un efecto secundario de la medicación, se debe al
sueño (especialmente en aquellos con ideación deli- inicio de un síndrome depresivo, o existe un síndro-
rante de culpa), disminución del sueño lento y máxi- me del tipo apnea del sueño. Los pacientes esquizo-
mo acortamiento de las latencias REM. Estos pacien- frénicos, como efecto del tratamiento a largo plazo,
tes suelen mostrar en su mayor parte unos patrones pueden presentar un aumento importante de peso
más similares a los de los depresivos que a los obser- secundario a la estimulación del apetito por estos fár-
vados en pacientes esquizofrénicos. macos. En estos casos pueden ser necesarios trata-
mientos para disminuir el peso, aire a presión positi-
va nasal continua, o añadir un tricíclico (Reite 1993).
TRASTORNO ESQUIZOFRÉNICO
525
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
de dormir durante los períodos de alto estrés porque tamiento con IMAOs estaría contraindicado por su
duermen menos en estos períodos, ocurriendo lo efecto negativo sobre el sueño (Reite 1993).
contrario en las épocas de bajo estrés. Esto podría
explicarse por el alto nivel de ansiedad que caracteri-
za estos períodos (Hicks 1987). TRASTORNOS SOMATOFORMES
En general los pacientes con trastorno fóbico o
trastorno obsesivo compulsivo experimentan insom- No existen datos exactos sobre la incidencia de in-
nio solamente cuando el estímulo que evoca ansie- somnio en los trastornos somatoformes, sin embar-
dad se relaciona de alguna forma con el sueño, o go existe el consenso de que muchas personas con
cuando la enfermedad es tan severa que abarca toda insomnio somatizan conflictos emocionales o psico-
la vida del sujeto. lógicos, contribuyendo este proceso a la alteración
Los pacientes con trastorno por angustia a menu- del sueño. El insomnio es probablemente la segunda
do presentan nerviosismo y trastornos crónicos del queja en frecuencia de los somatizadores tras la cefa-
sueño. En ocasiones hay aprensión ante las crisis, lea. Estos pacientes somatizadores con quejas de difi-
pudiendo provocar alteraciones del sueño. En los cultades en el sueño presentan dificultades para dor-
síntomas severos las crisis se presentan durante el mir y a menudo despertares nocturnos frecuentes.
sueño despertando al individuo con taquicardia y La severidad de las quejas suele fluctuar con el grado
sensación disneica, pudiendo ser confundido con un de ansiedad asociado con los síntomas somáticos. El
síndrome de apnea del sueño. sueño carece de capacidad reparadora y existen can-
El cuadro clínico de los pacientes con alteraciones sancio y letargia diurnos, sin embargo los intentos de
del sueño asociadas a un trastorno de ansiedad pue- dormir durante el día no suelen tener éxito. No exis-
de estar enturbiado por el uso o la abstinencia de ten datos sobre la PSG de estos pacientes.
sustancias psicotropas, pudiendo atribuirse en oca- El tratamiento es una combinación de instruccio-
siones a esta sustancia los síntomas de sueño más nes de higiene del sueño (regularidad en los patrones
que al trastorno psiquiátrico en sí. de sueño-vigilia, disminución del consumo de alcohol
El estudio PSG de los pacientes con trastornos de y cafeína, etc.), relajación progresiva y técnicas de
ansiedad es escaso y los trabajos hallados en la litera- control de estímulos. En ocasiones puede ser necesa-
tura son en muestras pequeñas. Los pacientes con rio el uso de un hipnótico por tiempo muy limitado,
TAG presentan aumento en las latencias de sueño, aunque la ganancia asociada con el tratamiento mé-
disminución de la eficacia del mismo y frecuentes dico “puro” puede complicar la evolución a largo
despertares nocturnos. Un estudio realizado con pa- plazo por la necesidad del paciente de continuar la
cientes con trastorno por angustia no encontró dife- atención médica (Kryger 1989).
rencias en distintos valores de PSG, objetivándose
mayor tiempo de movimiento durante la noche (Kry-
ger 1989) sugiriendo un sueño alterado, quizás co- TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
mo continuación de la hiperalerta diurna. En otro es-
tudio con pacientes afectados de este trastorno se No existen datos sobre la incidencia del insomnio
observó que las crisis de angustia espontáneas po- en pacientes con diagnóstico de trastorno de perso-
dían iniciarse durante el sueño, con movimientos nalidad, es discutible si las alteraciones de sueño pre-
oculares durante la fase NO-REM, aumento de sacu- sentes en estos individuos se deben a los rasgos de
didas musculares y del tono muscular y aumento en personalidad o a los trastornos asociados tales como
la frecuencia del EEG de más de 21 seg previos a abuso de sustancias, con frecuente influencia sobre
que el paciente despertara comentando que tenía el sueño, hábitos de vida caóticos que afectan negati-
una crisis (Hauri 1989), estas crisis sucedían entre las vamente al sueño (hábitos de sueño y de alimenta-
fases 2 y 3 del sueño, lo que los diferencia de los te- ción irregular). Para Tan y cols. (Kryger 1989) la ma-
rrores nocturnos (en fase 4 del sueño) y las pesadillas yoría de los rasgos de personalidad identificados en
(en fase REM). el insomnio crónico son ansiedad y estilo de interiori-
En conclusión, los pocos estudios PSG realizados zar los conflictos, más que los de naturaleza expresi-
en pacientes con trastornos de ansiedad encuentran va, impulsiva y actuadora.
trastornos del sueño, aunque no hay alteraciones es- Prácticamente todos los estudios PSG sobre tras-
pecíficas claras para los diferentes trastornos. La ma- tornos de personalidad se han centrado en el trastor-
yoría de los estudios encuentran una correlación po- no límite de personalidad, estos individuos presentan
sitiva entre síntomas psiquiátricos y la intensidad del problemas de inicio y mantenimiento del sueño simi-
trastorno del sueño. lares a los encontrados en los trastornos afectivos y
El tratamiento del trastorno psiquiátrico mejora de ansiedad. La latencia REM está acortada aunque
por lo general el problema de sueño, siendo las ben- no de forma tan consistente como en la depresión
zodiazepinas los fármacos más comúnmente utiliza- primaria, con otros trabajos que hablan de fase REM
dos en estos trastornos. En el caso de un trastorno sin alteraciones, mayor fase 1 y menor fase 4 (Ben-
por crisis de angustia con quejas de insomnio, el tra- son 1990). Es importante en estos pacientes tener
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TRASTORNOS NO ORGÁNICOS DEL SUEÑO
en cuenta la alta frecuencia de abuso de sustancias llegando en la PSG a la pérdida de los complejos K.
con las consiguientes alteraciones en la PSG como También parece haber una asociación, no totalmente
aumento de la actividad beta en el EEG, supresión comprobada, entre la severidad de la demencia y la
de REM, o aumento de fase 1 y frecuencia de des- presencia de apneas del sueño en la misma.
pertar. El tratamiento del insomnio en la demencia debería
Los síntomas de insomnio en estos pacientes varí- centrarse en factores cronobiológicos como regulari-
an a menudo en intensidad de forma paralela a otros zación de horarios, limitar el sueño diurno y maximi-
síntomas psiquiátricos que a su vez varían con el es- zar la actividad en las horas del día, e incrementar la
trés externo. Los individuos que presentan depresión exposición a luz brillante durante el día. Debe tenerse
significativa, abuso de sustancias, ansiedad añadida, especial cuidado a la hora de pautar tratamiento far-
o psicosis añadida al trastorno de personalidad de- macológico en estos pacientes, especialmente hipnó-
ben ser tratados por los síntomas agudos. Un entre- ticos y neurolépticos, debido a la gran sensibilidad de
namiento en higiene del sueño puede ser eficaz si es estos pacientes a los efectos secundarios tóxicos, in-
posible mantenerla, especialmente el mantenimiento crementando la posibilidad de disquinesia tardía, efec-
de los patrones de sueño-vigilia, disminuyendo el tos extrapiramidales, etc. De forma alternativa se usa
consumo de alcohol y cafeína y evitar conductas in- la tioridazina, y hay trabajos que sugieren el uso de 4-
compatibles con el sueño en el dormitorio. En aque- 5 g en una sola toma de L-triptófano o bien el uso de
llos pacientes que muestran acortamiento de latencia antidepresivos tricíclicos (Moreno, 1992).
REM, se ha encontrado mayor respuesta a los anti- Debe hacerse especial mención en la utilidad del
depresivos tricíclicos, con beneficios tanto en el sue- estudio PSG, en el diagnóstico diferencial de la de-
ño como en el humor. mencia con la pseudodemencia depresiva, dada la
reversibilidad de esta última con el tratamiento ade-
cuado. En un estudio realizado por Buysse (1988)
TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL observaron que los pacientes con pseudodemencia
Y DEPRESIÓN ATÍPICA depresiva presentaban un porcentaje significativa-
mente mayor de fase REM y mayor actividad durante
Ambos trastornos se asocian a trastorno por hi- esta fase en pacientes con pseudodemencia al com-
persomnia diurna. El tratamiento específico de los pararlos con pacientes demenciados.
mismos resolverá la alteración del sueño.
DROGODEPENDENCIAS Y ALCOHOLISMO
DEMENCIA
Las drogodependencias, en general, suelen pre-
La gran mayoría de pacientes con demencia pre- sentarse asociadas a supuestas alteraciones del sue-
sentan trastornos del sueño de moderados a severos, ño, que resultan la mayoría de las veces poco especí-
éstos aparecen como una exageración del deterioro ficas y de difícil filiación. Como se ha comentado
del sueño normal visto en ancianos. A veces el cuadro anteriormente en este capítulo deben diferenciarse
puede iniciarse con dificultad para dormir, incremento las alteraciones del sueño debido a efectos secunda-
de los despertares y difícil reinstauración del sueño. En rios de la sustancia, o bien a un síndrome de absti-
general están más tiempo en la cama pero duermen nencia de la misma.
menos y peor, con sueño fragmentado. Más específi-
camente hay una alteración de los ritmos circadianos
sueño-vigilia que produce episodios de despertar du- Alcohol
rante el sueño nocturno y períodos de baja alerta y
somnolencia durante el día. Hay una mayor disminu- Clásicamente se conocen las propiedades del al-
ción del sueño NREM y el sueño REM en relación a lo cohol como inductor del sueño aunque produce tras-
que correspondería por su edad. Es conocido que en tornos en el mantenimiento del mismo. A dosis tóxi-
las demencias hay una disminución en los niveles de cas puede producir alteraciones como parálisis del
acetilcolintransferasa, lo que explicaría la disminución sueño, terrores nocturnos, pesadillas, etc. depen-
de la cantidad y del porcentaje de sueño REM (More- diendo de si la intoxicación es aguda o crónica.
no,1992). Aunque se habla de una tendencia a la dis- Dentro del alcoholismo se describen formas con hi-
minución del sueño REM, la latencia REM es normal persomnia e insomnio, pudiendo variar el tipo de alte-
o incluso incrementada. La frecuencia de espigas del ración en los períodos de abstinencia y según esta sea
sueño y los complejos K también parece menor en in- brusca o progresiva. Algunos estudios parecen encon-
dividuos demenciados (Kryger, 1989). trar reducción de la fase 4 del sueño en el delirium
Parece haber un acuerdo sobre el hecho de que el tremens y una ligera disminución de sueño REM.
ritmo circadiano sueño-vigilia se altera progresivamen- Los hipnóticos se han demostrado poco eficaces e
te en relación con el agravamiento de la enfermedad incluso contraproducentes en el tratamiento de los
hasta convertirse en un patrón polifásico y arrítmico, trastornos del sueño en el alcoholismo. Es aconseja-
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TRATADO DE PSIQUIATRÍA
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