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Santiago, veintiséis de marzo de dos mil veintiuno.
Al escrito folio N° 33066-2021: a lo principal:
téngase presente; al otrosí: no ha lugar a los alegatos
solicitados.
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción
de sus fundamentos 7° a 9°, que se eliminan.
Y se tiene en su lugar y, además, presente:
Primero: Que doña Cecilia Verónica Heyder Contador,
ha deducido recurso de protección en contra del Hospital
San José y del Ministerio de Salud, por el acto ilegal y
arbitrario consistente en la amenaza del citado recinto de
salud de remitirla a su domicilio, donde no cuenta con la
posibilidad de transfundirse, medida de salud
imprescindible por su deteriorado estado de salud para no
padecer una muerte dolorosa e indigna y, por otra parte,
la omisión de los recurridos al no brindarle un
procedimiento médico para poder alcanzar la muerte de una
forma indolora y digna en atención a su estado de paciente
desahuciada, toda vez que actualmente se encuentra
aquejada por un cáncer de mama metastásico, un cáncer de
ovario operado, lupus eritematoso sistémico, síndrome
antifosfolípidos, déficit factor VII, hipertensión
arterial, anemia, coagulopatía severa sin origen precisado
(oncológico v/s reumatológico) y dolor crónico,
circunstancias de salud que la tienen con una movilidad
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reducida, por lo que sólo puede desplazarse mediante una
silla de ruedas, sin embargo, como debe estar
permanentemente conectada a máquinas, no le resulta
posible trasladarse.
En razón de todo lo expuesto, anhela alcanzar una
muerte digna, no seguir sufriendo, toda vez que requiere,
para controlar el dolor, el suministro de morfina las 24
horas del día, ya no quiere seguir así como tampoco quiere
recibir más tratamientos ni someterse a nuevos estudios
clínicos. Asevera que no tiene problemas con ser remitida
a su domicilio siempre que ello signifique poder esperar
el fin de su vida en forma tranquila, digna e indolora en
su hogar, sin embargo, por la condición de salud en que se
encuentra, estima que eso no es posible, no sólo por la
morfina permanente para paliar los agudos dolores que sus
patologías le producen, sino que además, porque debe
transfundirse, según le han informado no hay factibilidad
técnica para realizarlo en su domicilio. Precisa que, en
el caso de no recibir oportunamente las transfusiones de
sangre, se ve expuesta a desangrarse por la boca, encías,
mucosa, órgano excretor y urinario, acompañado de grandes
dolores, lo que conlleva además una muerte traumática para
ella, sus familiares y una absoluta indignidad.
Solicita que se acoja la acción, declarando: a) que a
través del sistema de salud público se le brinde un
procedimiento médico para poder alcanzar la muerte de una
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forma indolora, digna, ante su actual estado de desahucio
médicamente constatado; b) en subsidio de lo anterior, se
le impida a la recurrida, a saber el Hospital San José,
derivarla a su domicilio por manifestar su voluntad y
decisión de no querer continuar siendo objeto de más
estudios y tratamientos invasivos, que atendido su estado
de desahucio sólo acrecientan su dolor; y c) cualquier
otra medida que la Corte estime conducente para el
restablecimiento del imperio del Derecho respecto a los
hechos denunciados.
Segundo: Que, por sentencia dictada por la Corte de
Apelaciones de Santiago, se rechazó la acción
constitucional referida, señalando que los recurridos no
han cometido algún acto u omisión que pueda ser
catalogado como ilegal o arbitrario en perjuicio de la
actora, limitándose el hospital a prestarle la atención
médica que su delicado estado de salud requiere y
manifestando su disposición a otorgarle la asistencia
domiciliaria que requiera en su momento. Agregan los
sentenciadores que, por lo demás, conforme ha quedado
registrado en el expediente, la solicitud de la
recurrente ha variado en cuanto a la primigenia, que era
mantenerse internada, toda vez que actualmente aboga por
ser dada de alta para poder ser trasladada a su
domicilio, lo que hace que, en dicho aspecto, el recurso
pierda oportunidad.
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Tercero: Que la recurrente dedujo recurso de
apelación en contra de la sentencia referida en el
considerando precedente, reiterando los argumentos
señalados en su libelo y destacando que el día 6 de marzo
fue dada de alta de manera voluntaria desde el Hospital
San José, sin embargo, a la fecha de impugnación de la
sentencia, esto es, a 9 días de su egreso y a 5 días del
fallo, la referida recurrida no le ha prestado cobertura
de salud alguna, no se han acercado a su domicilio para
darle cuidados paliativos ni la han trasladado al
Hospital, como se dispuso por los sentenciadores, es más,
la recurrida sólo se limitó a darle hora de atención
presencial para el 22 de marzo de 2021, actuar que no
solo denota una indolencia absoluta con su condición de
paciente terminal, sino que es una flagrante falta a lo
ordenado en el fallo de marras.
Cuarto: Que, para resolver la controversia
planteada, resulta pertinente citar el artículo 14 de la
Ley N° 20.584 que Regula los Derechos y Deberes que
tienen las personas en relación con acciones vinculadas a
su atención en salud en la que se dispone: “Toda persona
tiene derecho a otorgar o denegar su voluntad para
someterse a cualquier procedimiento o tratamiento
vinculado a su atención de salud, con las limitaciones
establecidas en el artículo 16. Este derecho debe ser
ejercido en forma libre, voluntaria, expresa e informada,
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para lo cual será necesario que el profesional tratante
entregue información adecuada, suficiente y comprensible,
según lo establecido en el artículo 10. En ningún caso el
rechazo a tratamientos podrá tener como objetivo la
aceleración artificial de la muerte, la realización de
prácticas eutanásicas o el auxilio al suicidio. Por regla
general, este proceso se efectuará en forma verbal, pero
deberá constar por escrito en el caso de intervenciones
quirúrgicas, procedimientos diagnósticos y terapéuticos
invasivos y, en general, para la aplicación de
procedimientos que conlleven un riesgo relevante y
conocido para la salud del afectado. En estos casos,
tanto la información misma, como el hecho de su entrega,
la aceptación o el rechazo deberán constar por escrito en
la ficha clínica del paciente y referirse, al menos, a
los contenidos indicados en el inciso primero del
artículo 10. Se presume que la persona ha recibido la
información pertinente para la manifestación de su
consentimiento, cuando hay constancia de su firma en el
documento explicativo del procedimiento o tratamiento al
cual deba someterse”.
Quinto: Que se aprecia del mérito de los
antecedentes y de la impugnación que efectúa la parte
recurrente en contra de la sentencia en alzada, que el
principal objetivo de la presente acción, en definitiva,
es que se le otorgue a la paciente la atención
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domiciliaria que le permita, en la serenidad de su seno
familiar, que su condición de salud curse el devenir que
los facultativos y la propia paciente conocen cabalmente,
garantizándole las recurridas la asistencia sanitaria que
permita que dicho tránsito resulte lo más indoloro física
y espiritualmente para ella y su grupo familiar, para lo
cual, requiere ser atendida en su hogar, otorgándole las
transfusiones de sangre necesarias para aliviar su
padecimiento y con la frecuencia que su condición de
salud amerite.
Sexto: Que, en la especie, se comprueba que la
recurrente, si bien fue dada de alta voluntaria y que el
establecimiento de salud manifestó expresamente su
voluntad de continuar su atención sanitaria en el
domicilio de ésta, lo cierto es que no consta en autos
que aquello se esté cumpliendo del mismo modo que se vino
ejecutando mientras aquélla estaba internada, actuar de
las recurridas que se torna en arbitrario, toda vez que
carece de justificación y razonabilidad que se manifieste
la disposición y la existencia de posibilidades técnicas
para brindarle en su domicilio los cuidados que su
delicada condición de salud requiere, pero que tras el
alta se desliguen de la responsabilidad legal y ética que
recae en ellos de brindar soporte técnico a un paciente
en su estado de salud, aun cuando ésta tenga la calidad
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de paciente ambulatorio por encontrarse de alta
voluntaria.
Séptimo: Que, en este contexto, cabe tener presente
que el derecho a la protección de la salud es integral y
se encuentra correlacionado con el derecho a la vida y a
la integridad física y psíquica de las personas, como con
la igualdad ante la ley y la justicia, de lo cual se
concluye que la interpretación relativa a las normas que
se refieren a esas garantías constitucionales, deben ser
en beneficio de las personas cuya salud se encuentra
afectada.
En este orden de ideas, si bien es un hecho pacífico
que la actora, asilada en el derecho que le reconoce la
norma citada en el considerando cuarto precedente, ha
manifestado su clara voluntad de no someterse a más
tratamientos ni estudios clínicos -aceptando el presumible
desenlace de sus patologías- también ha sido enfática en
solicitar que se le realicen las transfusiones de sangre
que permiten controlar los padecimientos descritos, en
consecuencia, las instituciones recurridas yerran al
conducir su actuar como si el alta domiciliaria voluntaria
de la actora las eximiera de la responsabilidad de atender
sus necesidades de salud por el hecho de no encontrarse
internada. Por el contrario, al tenor de la norma citada
ella es libre de decidir recibir el tratamiento que estime
para su dolencia y durante el tiempo que voluntariamente
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esté disponible, aun cuando aquello deba ser llevado a
cabo en su domicilio, toda vez que es deber de las
recurridas poner a su disposición todos los medios
técnicos posibles para ejecutar el tratamiento desde y en
el hogar de aquélla. Un actuar distinto, que derive en el
abandono del paciente por el hecho de pedir el alta
voluntaria, no se aviene al orden constitucional vigente y
representa una conducta arbitraria que sin duda afecta sus
garantías fundamentes y el derecho a que el estado
reconozca plenamente su condición de persona humana que
debe ser tratada con dignidad, que se reconoce como una de
las bases de la institucionalidad en nuestra Carta
Fundamental, respetando y resguardando todos sus derechos
y garantías que ésta le reconoce y la ley desarrolla.
Octavo: Que, con estos antecedentes, la omisión de
asistencia sanitaria a la actora, en los términos por
ella solicitados, carece de razonabilidad y vulnera las
garantías constitucionales previstas en el artículo 19
números 1 y 2 de la Carta Política, puesto que los
tratamientos paliativos y el cuidado de las personas con
grave estado de salud es parte de la protección de su
derecho a la vida, que se extiende desde su inicio hasta
su muerte natural y que implica sin duda que tal realidad
pueda vivirse de modo digno y sin sufrimiento. Sin
perjuicio de lo anterior, al constatar que personas en su
misma condición reciben el tratamiento señalado sólo por
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el hecho de encontrarse internados en un recinto de
salud, implica a su respecto una grave discriminación que
carece de todo fundamento, razones por las cuales se
impone el acogimiento de la acción promovida.
Por estas consideraciones y de conformidad con lo
que dispone el artículo 20 de la Constitución Política de
la República y Auto Acordado de esta Corte sobre la
materia, se revoca la sentencia apelada de diez de marzo
del año dos mil veintiuno y en su lugar se acoge el
recurso de protección deducido y, en consecuencia, se
ordena a las recurridas para que, coordinadamente y en un
breve plazo, pongan a disposición los medios técnicos y
humanos para brindarle a la recurrente las transfusiones
de sangre, como todo otro cuidado paliativo que su
condición determine y voluntariamente requiera, en su
mismo domicilio, a través de la unidad de hospitalización
domiciliaria u otros medios que al efecto deberán
implementarse teniendo a la vista la situación de
gravedad y sufrimiento de la paciente.
Regístrese y devuélvase.
Redacción a cargo de la Ministra señora Vivanco.
Rol N°21.793-2021.
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema
integrada por los Ministros (a) Sr. Sergio Muñoz G., Sra.
Ángela Vivanco M., Sra. Adelita Ravanales A., Sr. Mario
Carroza E. y por la Abogada Integrante Sra. María Angélica
Benavides C. No firma, no obstante haber concurrido al
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acuerdo de la causa, la Ministra Sra. Ravanales por estar
con feriado legal.
SERGIO MANUEL MUÑOZ GAJARDO ANGELA FRANCISCA VIVANCO
MINISTRO MARTINEZ
Fecha: 26/03/2021 09:26:31 MINISTRA
Fecha: 26/03/2021 09:26:32
MARIO ROLANDO CARROZA MARIA ANGELICA BENAVIDES
ESPINOSA CASALS
MINISTRO ABOGADO INTEGRANTE
Fecha: 26/03/2021 09:26:33 Fecha: 26/03/2021 09:26:34
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En Santiago, a veintiséis de marzo de dos mil veintiuno, se incluyó en el
Estado Diario la resolución precedente.
Este documento tiene firma electrónica y su original puede ser
validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la tramitación de la causa.
En aquellos documentos en que se visualiza la hora, esta
corresponde al horario establecido para Chile Continental. TQJXTWWXQX