CLASE 3
En las clases anteriores hemos tratado de responder a la pregunta” ¿qué
es al filosofía?” y hemos tratado de diferenciarla de otros saberes como el
saber vulgar, la ciencia y la religión.
Al mismo tiempo, consideramos el comienzo histórico de este saber que –
en el siglo VII a.C. en Grecia – no se encontraba aún diferenciado de las ciencias.
Estos primeros filósofos presocráticos que se contrapusieron a los relatos
míticos se ocuparon de cuestiones cosmológicas, ligadas al movimiento, el
fundamento de lo existente y la composición de la realidad. Hoy
profundizaremos en la vida, obra y figura de un filósofo que revolucionó la
filosofía de su tiempo: Sócrates.
1. Sócrates como modelo de filósofo.
Su figura se tornó el centro de conflictos y de disputas: atrajo la
simpatía y la admiración de muchos y, también, envidias y recelos. La importancia
que tuvo su persona y el carácter ético de su especulación filosófica fue la que
movió -a los historiadores de la filosofía – a denominar con el nombre de
“presocráticos” a los filósofos anteriores de los que hemos hablado en la otra
unidad.
Circunstancias diversas lo llevaron a un proceso que lo condenó a
muerte. Murió en el 399 a. C. El modo en que enfrentó su muerte, pero sobre todo,
el modo en que vivió y encaró su tarea filosófica hacen que sea considerado un
modelo de filósofo.
2. La misión del filósofo.
Aunque con el devenir de los siglos la filosofía se convirtió en un conjunto
de teorías e ideas que se enseña en los colegios y en las facultades, es
característico del mundo antiguo que la filosofía sea sobre todo un modo de vida,
una práctica que abarque toda la vida del filósofo. En el texto que se halla a
continuación, Sócrates nos explica en qué consiste su tarea como filósofo:
“Pero SÓCRATES, ¿Cuál es tu ocupación?
Cierta vez QUEREFON se presentó ante el ORÁCULO DE DELFOS
preguntando si había alguien más sabio que SÓCRATES. Pues bien, la pitonisa
contestó que no había nadie más sabio.
Al enterarme de la sentencia reflexioné: ¿Qué quiere decir el dios y cuál
es el sentido de sus oscuras palabras? Yo bien tengo conciencia de ser – en lo
más mínimo – sabio.¿Qué quiere decir al declarar que yo soy el más sabio?
Durante algún tiempo anduve perplejo sobre qué podría querer decir.
Finalmente decidí someterlo a la siguiente indagación. Me dirigí a uno de los
tenidos por SABIO para demostrarme que yo no era el más sabio.
Al examinar a fondo a ese hombre comprendí que el hombre parecía
sabio a muchos y sobre todo se lo parecía a sí mismo , pero que no lo era.
Entonces traté de demostrarle que CREIA SER SABIO pero que no lo era. Como
consecuencia de esto me hice odioso para este hombre y para mucho de los
presentes.
Alejándome de allí, yo razonaba: yo soy en verdad más sabio que ese
hombre: es de temer que ninguno de los dos sepa algo cabal o que valga la
pena, pero mientras el CREE SABER ALGO y no sabe, yo, si de hecho no sé,
tampoco creo saberlo. Soy más sabio porque no sé ni me figuro saber.
Después proseguí por orden , dirigiéndome a unos y a otros. Me daba
cuenta con temor y con pesar que me hacía odioso. Interrogué a los POLÍTICOS,
a los POETAS, a los autores de TRAGEDIAS, a los artesanos. Todos creían saber
sobre algo o sobre todo, pero - interrogados – demostraban que no sabían nada o
se resistían a admitirlo.
Yo a pesar de todo sigo examinando entre los ciudadanos y los
extranjeros, a todo aquel que cree ser sabio y en cuanto no me lo parece trato –
con la ayuda del dios – de hacerle ver con claridad que no es sabio. Y por esta
ocupación no he tenido tiempo para dedicarlo libremente a los intereses de la
ciudad en nada más digno de mención, ni a mis intereses particulares. Vivo por
el contrario, en extrema pobreza al servicio del dios.
Por otra parte, algunos jóvenes que espontáneamente me suelen seguir –
principalmente aquellos que pueden gozar del tiempo libre – gozan en
presenciar cómo examino a los hombres y, por su propia cuenta, me imitan a
menudo tratando de examinar a otros. Ellos también encuentran abundantes
hombres que CREEN saber algo y que en verdad saben poco o nada. Entonces
quienes son examinados se irritan contra mí, no contra ellos mismos y dicen
´Sócrates es un sujeto infame como ninguno que corrompe a los jóvenes´.”
PLATON: Apología de Sócrates (20e-23d, adaptación)
3. El método socrático
Otro de los aportes realmente substanciales de Sócrates fue la utilización
de un método filosófico que practicaba en la conversación con los atenienses y,
en especial, con los sofistas. Constaba de dos momentos, uno negativo, la
refutación, que consistía en mostrarle al interlocutor con hábiles preguntas que
lo que creía tener como verdad no era más que una opinión, procedimiento de
tono irónico en el que Sócrates fingía no saber. El otro momento, positivo, se
producía después de que su interlocutor, perplejo, reconocía que nada sabe de lo
que creía conocer; el alma se purifica, se vacía de ideas erróneas, y se entra en
el momento constructivo o mayeútica, que consiste en dar a luz la verdad que
hay en el interior de cada hombre. Veamos en qué consiste:
“Sócrates --No me hagas reír, ¿es que no has oído que soy hijo de una excelente
y vigorosa partera llamada Fenaretra?
Teeteto --Sí, eso ya lo he oído.
Sócrates --¿Y no has oído también que practico el mismo arte?
Teeteto --No, en absoluto.
Sócrates --Pues bien, te aseguro que es así. Pero no lo vayas a revelar a otras
personas, porque a ellos, amigo mío, se les pasa por alto que poseo este arte.
Como no lo saben, no dicen esto de mí, sino que soy absurdo y dejo a los
hombres perplejos. ¿O no lo has oído decir?
Teeteto --Sí que lo he oído.
Sócrates --¿Quieres que te diga la causa de ello?
Teeteto --Desde luego.
Sócrates --Ten en cuenta lo que pasa con las parteras en general y entenderás
fácilmente lo que quiero decir. Tú sabes que ninguna partera asiste a otras
mujeres cuando ella misma está embarazada y puede dar a luz, sino cuando ya
es incapaz de ello.
Teeteto --Desde luego.
Sócrates --Dicen que la causante de esto es Ártemis porque, a pesar de no haber
tenido hijos, es la diosa de los nacimientos. Ella no concedió el arte de partear a
las mujeres estériles, porque la naturaleza humana es muy débil como para
adquirir un arte en asuntos de los que no tiene experiencia, pero sí lo
encomendó a las que ya no pueden tener hijos a causa de su edad, para
honrarlas por su semejanza con ella.
Teeteto --Es probable.
Sócrates --¿No es, igualmente, probable y necesario que las parteras conozcan
mejor que otras mujeres quiénes están encintas y quiénes no?
Teeteto --Sin duda.
Sócrates --Las parteras, además, pueden dar drogas y pronunciar ensalmos para
acelerar los dolores del parto o para hacerlos más llevaderos, si se lo proponen.
También ayudan a dar a luz a las que tienen un mal parto, y si estiman que es
mejor el aborto de un engendro todavía inmaduro, hacen abortar.
Teeteto --Así es.
(...)
Sócrates --Mi arte de partear tiene las mismas características que el de ellas,
pero se diferencia en el hecho de que asiste a los hombres y no a las mujeres, y
examina las almas de los que dan a luz, pero no sus cuerpos. Ahora bien, lo más
grande que hay en mi arte es la capacidad que tiene de poner a prueba por
todos los medios si lo que engendra el pensamiento del joven es algo imaginario
y falso o fecundo y verdadero, Eso es así porque tengo, igualmente, en común
con las parteras esta característica: que soy estéril en sabiduría. Muchos, en
efecto, me reprochan que siempre pregunto a otros y yo mismo nunca doy
ninguna respuesta acerca de nada por mi falta de sabiduría, y es,
efectivamente, un justo reproche. La causa de ello es que el dios me obliga a
asistir a otros pero a mí me impide engendrar. Así es que no soy sabio en modo
alguno, ni he logrado ningún descubrimiento que haya sido engendrado por mi
propia alma. Sin embargo, los que tienen trato conmigo, aunque parecen
algunos muy ignorantes al principio, en cuanto avanza nuestra relación, todos
hacen admirables progresos, si el dios se lo concede, como ellos mismos y
cualquier otra persona puede ver. Y es evidente que no aprenden nunca nada de
mí, pues son ellos mismos y por sí mismos los que descubren y engendran muchos
bellos pensamientos.(...)
Me he extendido, mi buen Teeteto, contándote todas estas cosas, porque
supongo -como también lo crees tú- que sufres el dolor de quien lleva algo en su
seno. Entrégate, pues, a mí, que soy hijo de una partera y conozco este arte por
mí mismo, y esfuérzate todo lo que puedas por contestar a lo que yo te
pregunte. Ahora bien, si al examinar alguna de tus afirmaciones, considero que
se trata de algo imaginario y desprovisto de verdad, y, en consecuencia, lo
desecho y lo dejo a un lado, no te irrites como las primerizas, cuando se trata de
sus niños. Pues, mi admirado amigo, hasta tal punto se ha enfadado mucha gente
conmigo que les ha faltado poco para morderme, en cuanto los he desposeído de
cualquier tontería. No creen que hago esto con buena voluntad, ya que están
lejos de saber que no hay Dios que albergue mala intención respecto a los
hombres. Les pasa desapercibido que yo no puedo hacer una cosa así con mala
intención y que no se me permite ser indulgente con lo falso ni obscurecer lo
verdadero. Así es que vuelve al principio, Teeteto, e intenta decir qué es
realmente el saber. No digas que no puedes, pues, si Dios quiere y te portas
como un hombre, serás capaz de hacerlo.”
Teeteto,149a-151d, (Diálogos, Vol. V, Gredos, Madrid 1988, p.187-192)
4. La muerte de Sócrates
Cuatro son los escritos de Platón donde se habla de la muerte de Sócrates, a
saber:
1) Eutifron, donde Sócrates se encuentra con un conocido y le cuenta de la
acusación que le ha hecho el tribunal y de los motivos por lo cuáles es
acusado;
2) Apología de Sócrates, donde Sócrates se defiende en el juicio y es
sentenciado a muerte;
3) Critón, que relata el tiempo que pasó Sócrates esperando que se
ejecutara su condena y cómo sus amigos le sugieren que escape de la
prisión
4) Y finalmente el Fedón, donde se cuenta los últimos momentos de la vida
de Sócrates y cómo enfrentó la muerte.
Ω Para pensar:
1) ¿Qué problemas plantea el hecho de que Sócrates no haya escrito nada
respecto de la fiabilidad de sus dichos y acciones?
2) ¿Qué diferencias existen entre Sócrates y los sofistas respecto de la
posibilidad de acceder a la verdad?
3) ¿Es correcto sostener que para este filósofo “vivir bien no es lo mismo que
simplemente vivir”? Justifica.
µ Próxima clase
En la próxima clase seguiremos profundizando en la muerte de Sócrates. Para
ello, deberán ahondar en a lectura del texto de Platón que acordamos en clase.