Lce Antología Planeación Educativa
Lce Antología Planeación Educativa
DE LA CIUDAD DE MÉXICO
ANTOLOGÍA
PLANEACIÓN EDUCATIVA
OBJETIVO DE LA ASIGNATURA 3
1. INTRODUCCIÓN 3
1.1 Concepto de planeación. 3
1.2 Importancia de la planeación. 4
1.3 Los principios de la planeación. 8
1.4 La planeación del sistema educativo nacional. 11
1.5 La planeación escolar. 14
1.6 La planeación aplicada al proceso enseñanza-aprendizaje 16
BIBLIOGRAFÍA 127
Al término del curso, el alumno analizará los elementos del proceso de planeación y
programación en el ámbito educativo, con la finalidad de actuar de forma correcta en la
aplicación del proceso de enseñanza aprendizaje, identificando sus ventajas y alcances.
1. INTRODUCCIÓN
A través de la planeación, una persona u organización se fija alguna meta y estipula qué
pasos debería seguir para llegar hasta ella. En este proceso, que puede tener una
duración muy variable dependiendo del caso, se consideran diversas cuestiones, como
ser los recursos con los que se cuenta y la influencia de situaciones externas.
Toda planeación consta de distintas etapas, ya que es un proceso que supone tomar
decisiones sucesivas. Es frecuente que la planificación se inicie con la identificación de un
problema y continúe con el análisis de las diferentes opciones disponibles. El sujeto o la
compañía deberán escoger la opción que le resulte más propicia para solucionar el
problema en cuestión e iniciar la puesta en marcha de un plan.
Cabe resaltar que, en un sentido amplio, la planeación se realiza casi a cada momento,
incluso en el día a día. Por ejemplo, cuando una persona decide tomar un taxi para llegar
a un cierto lugar, habrá planeado cómo viajar de forma más rápida y efectiva. Sin
embargo, también se puede realizar a largo plazo y con decisiones que involucren a miles
de personas, como puede ser el caso de la planeación llevada a cabo en una gran
corporación multinacional.
Planeación normativa: se trata de una serie de reglas y normas que se crean para el
correcto funcionamiento de una empresa. Desde la vestimenta de los empleados, hasta
los horarios de trabajo y de pausas, todo debe estar previamente establecido para
asegurar que se trabaje de manera ordenada.
1 .2 Importancia de la planeación.
La planeación es muy común en determinados ámbitos que tienen que ver con acciones a
largo plazo o acciones de cuyos resultados se deba hacer un balance. En este sentido, es
común hablar de planeación en el ámbito laboral y empresarial ya que toda institución u
organización que busca obtener ganancias debe planear con anticipación elementos tales
como inversión, gastos anticipados, tiempo de recuperación de la inversión, gastos
accesorios, posibles dificultades que limiten las ganancias, créditos, etc. Todo esto
deberá exponerse en la planeación a modo de organizar de mejor manera el desempeño
y estar al tanto de las posibles consecuencias del trabajo.
Para lograr el éxito en todos los aspectos de nuestra vida, no solo basta con establecer
objetivos claros, medibles y alcanzables, también es necesario que determinemos todas
las acciones que debemos llevar a cabo para lograrlos. El proceso comienza con analizar
en dónde nos encontramos en este momento, qué tenemos y qué necesitamos mejorar
para llegar a nuestras metas.
Planear nos da dirección: Diseñar un plan nos indica el camino correcto que debemos
seguir para lograr lo que nos proponemos y está ampliamente relacionado con la
programación. Cuando creamos un plan de negocios debemos establecer las estrategias
a seguir, acotadas por un periodo de tiempo en los que éstas se deberán llevar a cabo,
de este modo tendremos claro lo que hay hacer cada día.
Otro aspecto importante, es que requiere que hagamos un análisis detallado de todos los
recursos que necesitamos para nuestro proyecto y buscando optimizarlos al máximo,
reduciendo el desperdicio de los mismos y evitando duplicar esfuerzos. El objetivo es
tener la mayor rentabilidad al menor costo posible, por lo tanto, aumenta la eficiencia.
Una planeación clara nos indicará por dónde debemos caminar pero, ¿qué pasa con los
eventos inesperados que pueden afectar nuestro proceso?
Ya sea que trabajemos de manera individual o en equipo, contar con un plan es una
excelente herramienta para motivarnos, pues nos da un punto de referencia para
regresar en cualquier momento del proceso. Observar la planeación y ver lo lejos que
hemos llegado es muy alentador y nos puede ayudar a determinar qué tanto nos hemos
desviado de la visión original, permitiéndonos retomar el camino.
Además de esto, este proceso promueve la creatividad y la innovación, pues nos permite
expresar nuestras ideas en la búsqueda de soluciones a los desafíos que se vayan
presentando.
Dedicar un tiempo a crear nuestro plan por escrito vale la pena, pues nos ayuda a
establecer prioridades, y nos permite mantener un balance. Además nos hace tomar el
control y la responsabilidad de procurarnos un futuro que nos haga más felices, de modo
que no lleguemos al final del camino sintiéndonos arrepentidos de no haber hecho lo que
queríamos.
El proceso de planeación puede parecer largo y tedioso, sin embargo es importante para
garantizar la ejecución exitosa de cualquier negocio o proyecto de vida. No llevarlo a
cabo puede resultar, a la larga, mucho más costoso.
Cualquiera que sea el tipo de nivel de la planeación, su sistema lo constituye una serie de
pasos. El diagnóstico: Pronóstico (es el futuro predecible con base a lo presente),
objetivo (hasta donde se propone llegar), estrategia (se ocupa del plan general para
alcanzar los objetivos), control (llevar un registro periódicamente para asegurarse que la
estrategia y la táctica esté llevando al alcance de los objetivos de la misma) y táctica
(indica los medios determinado que habrá de utilizar).
La planeación nos sirve para poder tomas las mejores decisiones para resolver las
diferentes situaciones que se nos puedan presentar. Podemos planear de muchas
maneras tomando en cuenta diversos factores, pero dentro de la planeación siempre
deben existir el diagnóstico, escenarios, fines, medios, evaluación y control.
Así como existen diferentes tipos de planeación, hay también diferentes actores dentro
de esta, los cuatro comunes son los reactivista, inactivistas, proactivistas y los
interactivistas, cada uno toma su papel acorde a la importancia que le dan al progreso.
También dentro de la planeación tenemos le subsistema de evaluación y control, que es
básicamente verificar que las cosas vayan marchando bien y den los resultados que se
esperan.
Ahora bien, como en todo, hay maneras más conocidas de hacer una planeación como lo
es la planeación prospectiva que consiste en plantear un futuro deseado, acomodarlo a la
realidad y tomar las decisiones más pertinentes que nos lleven a cumplir la meta
planteada. Esta planeación tiene como elementos la visión holística, la creatividad, la
participación y cohesión y la finalidad constructora, de la misma manera este proceso se
divide en fases las cuales son: la fase normativa, la definicional, la confrontación
estratégica y por último está la determinación estratégica y la factibilidad.
Por último, tenemos las técnicas y las estrategias que nos llevan a realizar una
planeación. Dentro de las técnicas tenemos tres grupos: las cualitativas que son las
analogías, el árbol de pertinencia, el compás, conferencia de búsqueda, imágenes
Tanto los instrumentos, las técnicas, como los participantes y el enfoque que se le dé a la
planeación, constituyen los medios que nos llevarán a realizar la planeación más
pertinente para las metas y objetivos que queremos lograr.
En resumen podemos decir que la planeación consiste en ver un futuro deseado, llevarlo
a la realidad mediante el análisis de los instrumentos que tenemos a disposición creando
así futuros factibles y de estos seleccionando el que sea más conveniente al que
llegaremos después de una serie de decisiones.
Los principios en la planeación son muy importantes para poder aplicar cada uno de los
elementos que la forman. Un principio es una proposición que se formula para que sirva
de guía a la acción.
Aunque no hay dos empresas que sean idénticas, hay ciertos principios comunes a todas
ellas. Sin embargo, su aplicación tiene que variar por necesidad, para ajustarlos a las
circunstancias individuales.
Principio de la universalidad.
Principio de racionalidad.
Todos y cada uno de los planes deben estar fundamentados lógicamente, deben contener
unos objetivos que puedan lograrse y también los recursos necesarios para lograrlos.
El Principio de la Precisión
Los planes no deben hacerse con afirmaciones vagas y genéricas, sino con la mayor
precisión posible, porque va a regir acciones concretas.
El Principio de la Flexibilidad
Dentro de la precisión, todo plan debe dejar margen para los cambios que surjan de
este, ya en razón de la parte imprevisible, ya de las circunstancias que hayan variado
después de la previsión.
Este principio podrá parecer contradictorio a primera vista con el anterior, pero no lo es.
Inflexible es lo que no puede amoldarse a cambios accidentales, lo rígido, lo que no
puede cambiarse de ningún modo. Flexible es lo que tiene una dirección básica, pero
permite pequeñas adaptaciones momentáneas, pudiendo después volver a su dirección
inicial. Así, una espada de acero es flexible, porque doblándose, sin romperse, vuelve a
su forma inicial cuando cesa la presión que la flexiona.
Todo plan preciso debe prever, en lo posible, varios supuestos o cambios que puedan
ocurrir:
a) Ya sea fijando máximos y mínimos, con una tendencia central entre ellos, como lo
más normal.
Los planes deben ser de tal naturaleza que pueda decirse que existe uno solo para cada
función, y todos los que se aplican en la empresa deben estar de tal modo coordinado e
integrado que en realidad pueda decirse que existe un solo plan general.
Es evidente que mientras hay planes inconexos para cada función habrá contradicciones,
dudas, etc. Por ello, los diversos planes que se aplican en uno de los departamentos
básicos: producción, ventas, finanzas y contabilidad, personal, etc., deben coordinarse de
tal forma que en un mismo plan puedan encontrarse todas las normas de acción
aplicables.
El principio de compromiso.
Principio de inherencia.
El Principio de Participación
Todo plan deberá tratar de conseguir la participación de las personas que habrán de
estructurarlo. O que se vean relacionadas de alguna manera con su funcionamiento. La
elaboración en grupo asegura un resultado más objetivamente eficiente, puesto que
varios colaboran en formarlo con puntos de vista distintos y complementarios. Además
esta participación constituye una de las mayores motivaciones que se conocen hoy en día
para realizarlo, ya que se siente un mayor grado de compromiso con el plan en que se ha
aportado el conocimiento personal sobre las pequeñas contingencias de lo que se
presenta distinto cada día.
La investigación educativa, sobre todo la que se desarrolla con los maestros del nivel
primario, arroja información que deja en claro la existencia de distintos tipos y funciones
de la planeación (Wittrock, 1990: 454–474). Adicionalmente se ha identificado que los
tipos de planeación también varían si se trata de profesores principiantes o
experimentados. Los tipos de planeación observados aluden a distintos lapsos de tiempo
considerados: anual, semanal, diaria, entre otros, o bien a los contenidos, como la
planificación de una unidad de aprendizaje o lección. En diversos estudios realizados con
maestros del nivel básico se observó que invierten sus esfuerzos de planeación para la
estructuración, organización y administración de periodos limitados de instrucción en la
Otros esfuerzos derivados también de los estudios sobre la planificación del docente han
estado encaminados a la creación de modelos descriptivos del proceso de planificación;
algunas de las investigaciones han arrojado información distinta de aquélla que se deriva
de uno de los modelos más influyentes y que postula para la planeación la secuencia:
definición de objetivos, selección de actividades de aprendizaje, organización de dichas
actividades y especificación de los procedimientos de evaluación. Los testimonios
obtenidos muestran que estos elementos no son considerados por todos los maestros ni
Una vez elegida la acción o las acciones a seguir, llega el momento de implantación, que
es la puesta en marcha del planeamiento educativo. Finalmente, es el turno de la
evaluación, donde se establecen balances para analizar el éxito del proceso y sus
resultados.
Para realizar una correcta organización del trabajo es necesario previamente dedicar un
tiempo para la comprensión de los alumnos, cuáles son sus cualidades, de qué forma se
acercan a la educación, qué actividades podrían favorecer un desempeño eficaz del
aprendizaje, etc.
En sus investigaciones nos dice que debe buscarse la técnica exacta de presentar al
estudiante al principio de la instrucción retos que despierten su curiosidad y el interés
por abordar un tema de estudio, presentarle productos terminados que le den una clara
idea de lo que se espera de él, al concluir el estudio, proporcionarle materiales bien
estructurados que le permitan proceder a lo largo de la enseñanza pero sobre todo,
preparados de manera adecuada a su grado de desarrollo y su nivel de maduración. Sus
contribuciones constituyen una base importante para estrategias de enseñanza como el
Aprendizaje Basado en Problemas y el Aprendizaje a partir de Casos.
El refuerzo: Los aprendizajes deben ser reforzados. Para llegar a dominar un problema
es necesario recibir retroalimentación sobre las estrategias de resolución del mismo.
Los programas educativos suelen contar con ciertos contenidos obligatorios, que son
fijados por el Estado. De esta manera, se espera que todos los ciudadanos de un país
dispongan de una cierta base de conocimientos que se considera imprescindible por
motivos culturales, históricos o de otro tipo.
La equidad.
La igualdad de oportunidades.
La no discriminación.
La inclusión educativa.
“El conciertazo”. Entre los años 2000 y 2009, se emitió en España este espacio que
lo que pretendió fue acercar la música clásica a los más pequeños. Para ello, con la
colaboración de la Orquesta Filarmonía, se mostraban a los niños algunas de las
piezas más importantes de este tipo de música mediante juegos y actividades de
lo más divertidas.
Un ejemplo de programa educativo puede ser un ciclo televisivo que enseñe a hablar
inglés. En los diversos programas, un docente explica cuestiones vinculadas a la
pronunciación, la conjugación de los verbos y otros detalles.
Las escuelas y los sistemas educativos alrededor del mundo deben reconsiderar este
diseño y enfocarse en la enseñanza y el aprendizaje. ¿Cómo se ven la escolaridad, la
enseñanza, y más especialmente, el aprendizaje¸ en este mundo en rápido y constante
cambio? Al mismo tiempo, la investigación empírica sobre cómo aprenden las personas,
cómo se desarrollan la mente y el cerebro, cómo se forman los intereses, y cómo las
personas son distintas en todos estos aspectos, se ha expandido enormemente.
Esta ciencia del aprendizaje subraya la importancia de “repensar lo que se enseña, cómo
se enseña, y cómo se evalúa el aprendizaje”. Las ciencias del aprendizaje han
enriquecido en forma importante nuestro entendimiento de cómo las personas aprenden
mejor, y han mostrado que muchos ambientes escolares de aprendizaje están en directa
contradicción con éste. Las salas de clases, las escuelas y los sistemas educativos no
pueden cambiar de la noche a la mañana, pero tampoco es posible aceptar
organizaciones que estén en directa contradicción con lo que es positivo para un buen
aprendizaje. Si las escuelas de hoy se diseñan para aprovechar el conocimiento sobre el
aprendizaje, la generación del mañana tendrá más probabilidades de llegar a ser los
aprendices potentes, trabajadores con habilidades y ciudadanos comprometidos que
queremos que sean.
Las ciencias del aprendizaje son un rico campo de investigación que ha ayudado a
comprender mejor cómo aprendemos. La comprensión de los fundamentos del
aprendizaje nos permite enfrentar más efectivamente las condiciones bajo las cuales el
aprendizaje exitoso puede ocurrir. Cómo aprenden las personas Durante el siglo 20, el
concepto de aprendizaje tuvo importantes desarrollos.
Esto va más allá de obtener el dominio o lograr la habilidad rutinaria en una disciplina.
Involucra el deseo y la capacidad de cambiar competencias básicas, así como de ampliar
y profundizar continuamente en las propias habilidades y especialidad.
Un plan es un modelo sistemático que se desarrolla antes de concretar una cierta acción
con la intención de dirigirla. En este sentido, podemos decir que un plan de estudio es el
diseño curricular que se aplica a determinadas enseñanzas impartidas por un centro de
estudios.
En el caso de la enseñanza universitaria nos encontramos con el hecho de que todo plan
de estudio, tal y como está establecido en un real decreto, debe recoger varios apartados
de manera irremediable. En concreto debe estar integrado por la justificación, los
objetivos, los contenidos, los recursos, el sistema de garantía de calidad, la admisión de
estudiantes, la planificación y los resultados previos.
Cabe destacar que un plan de estudio también puede recibir el nombre de currículo o
curriculum. Este término latino significa “carrera de la vida”; por lo tanto, el plan de
estudio supone una “carrera” donde la meta es la graduación u obtención del título.
Es importante tener en cuenta que los planes de estudio cambian con el tiempo, ya que
deben ser adaptados a las nuevas circunstancias sociales y actualizados para que la
formación de los estudiantes no pierda valor.
A nivel personal, y de cara a poder sacar adelante la formación académica que están
llevando a cabo para así obtener la titulación requerida, muchos son los individuos que
deciden establecer su propio plan de estudio. De esta manera, no sólo organizarán
mucho mejor su tiempo sino que se establecerán un planning que resulte absolutamente
efectivo para superar aquella.
En concreto, cuando se habla de este tipo de plan de estudio se establece que el mismo
debe estar conformado por apartados tales como el citado planning, la motivación, las
asignaturas, las horas mínimas y máximas de estudio al día, los descansos… Y todo ello
sin olvidar tampoco que para que este resulte efectivo es fundamental que el alumno
tenga en cuenta una serie de factores que influirán en dicha consecución de objetivos,
nos estamos refiriendo al lugar de estudio, al entorno, a la rutina y a las horas de sueño.
Los planes de estudio son directrices que los docentes deben hacer cumplir a los
estudiantes mediante métodos pedagógicos que garanticen la instrucción adecuada de la
misión educativa. La formación académica de un ser humano incluso de un animal
mientras se amaestra para ser usado por el hombre debe llevar un plan de estudio y
formación. Un plan de estudio incluye no solo formación teórica, también está estipulado
que se desarrolle habilidades en la práctica y la destreza, para que el alumno conozca las
verdaderas aplicaciones de los escritos que aparecen en los materiales didácticos y
teóricos.
Según lo define Isabel García, el aprendizaje es todo aquel conocimiento que se adquiere
a partir de las cosas que nos suceden en la vida diaria, de este modo se adquieren
conocimientos, habilidades, etc. Esto se consigue a través de tres métodos diferentes
entre sí, la experiencia, la instrucción y la observación.
Existen muchas teorías en torno a por qué y cómo los seres humanos acceden al
conocimiento, como la de Pávlov, quien afirma que el conocimiento se adquiere a partir
de la reacción frente a estímulos simultáneos; o la teoría de Albert Bandura en la cual se
dice que cada individuo arma su propia forma de aprender de acuerdo a las condiciones
primitivas que haya tenido para imitar modelos. Por su parte, Piaget la aborda analizando
exclusivamente el desarrollo cognitivo.
En las teorías del aprendizaje se intenta explicar la forma en la que se estructuran los
significados y se aprenden conceptos nuevos. Un concepto sirve para reducir el
aprendizaje a un punto a fin de descomplejizarlo y poder asirlo; sirven no sólo para
identificar personas u objetos, sino también para ordenarlos y encasillar la realidad, de
forma que podamos predecir aquello que ocurrirá. Llegado este punto, podemos afirmar
que existen dos vías para formar los conceptos la empirista (se realiza mediante un
proceso de asociación, donde el sujeto es pasivo y recibe la información a través de los
sentidos) y la europea (se consigue por la reconstrucción, el sujeto es activo y se
encarga de construir el aprendizaje con las herramientas de las que dispone)
Para concluir diremos que el aprendizaje consiste en una de las funciones básicas de la
mente humana, animal y de los sistemas artificiales y es la adquisición de conocimientos
a partir de una determinada información externa.
Cabe señalar que en el momento en el que nacemos todos los seres humanos, salvo
aquellos que nacen con alguna discapacidad, poseemos el mismo intelecto y que de
acuerdo a cómo se desarrolle el proceso de aprendizaje, se utilizará en mayor o menor
medida dicha capacidad intelectual.
Para que el proceso de aprendizaje se pueda llevar a cabo, tiene que existir sin duda un
proceso bidireccional: la enseñanza. La enseñanza es el proceso por el cual se imparte la
instrucción con el objeto de fijar el conocimiento. Tradicionalmente, un maestro,
instructor o facilitador es quien provoca el interés en el educando y es quien también
provee las herramientas para dirigir y guiar el proceso. En ocasiones se puede lograr un
proceso de enseñanza sin la presencia de un facultativo, este tipo de enseñanza ha
alcanzado un nuevo giro con la ayuda de las tecnologías, un estudiante también puede
ser autodidacta, siendo él su propio tutor. El proceso de enseñanza y aprendizaje es uno
complejo e interesante por demás, e involucra algunas variables como son la disposición
de aprender, la disposición de enseñar y el escenario propicio y adecuado, poco
amenazante, que estimule al aprendiz.
La elaboración del programa escolar tiene que ser vislumbrada como una segunda
etapa que se fundamenta en los estudios y análisis realizados para la organización del
marco referencial que hemos esbozado con anterioridad. Por tanto, su validez está
Los objetivos de aprendizaje son enunciados técnicos que posiblemente tengan algún
significado para los docentes formados dentro de ese tipo de programación, pero que
difícilmente pueden ser decodificados por los alumnos, y dado que el programa es
además un medio para comunicar a maestros y alumnos los aprendizajes mínimos a
desarrollar en un curso se impone la necesidad de presentar no sólo una lista de
objetivos de aprendizaje, sino de elaborar por escrito una explicación sobre el
significado del curso, sobre sus propósitos explícitos y su vinculación con el plan de
estudios del que forma parte, en un lenguaje accesible al alumno.
En la práctica, la idea de elaborar una presentación glosada a los alumnos, que refleje
tanto los propósitos del curso como el contenido que se va a tratar y las vinculaciones
que tiene con la realidad y con las demás asignaturas que forman parte del plan de
estudios, se ha ido difundiendo y de hecho en la actualidad encontramos programas
A partir de la concepción que se tiene sobre la totalidad del curso y de las nociones
básicas que propicia el mismo, es como se pueden redactar los objetivos terminales, en
términos de producto o resultados del aprendizaje.
De esta manera, los objetivos terminales reflejan cortes en este proceso de aprender,
cortes que, por otro lado, se refieren al mundo externo, puesto que en esta área es
donde se pueden objetivar los productos de la conducta. La necesidad de realizar estos
cortes y de plantear productos o resultados del aprendizaje, tiene como uno de sus
fundamentos dar una respuesta a la problemática de las instituciones educativas en
relación con la certificación de los conocimientos. De ahí que la discusión sobre la
problemática nos remonta al ámbito institucional. Así, los objetivos terminales,
redactados como productos del aprendizaje, son enunciados que están vinculados
directamente al problema de la acreditación escolar.
objetivos terminales de un curso, que reflejan la totalidad del mismo y las nociones
básicas que se desarrollarán, es necesario realizar un desglose de los contenidos del
mismo a fin de intentar una organización y estructuración de aquellos contenidos que se
reflejen en las unidades temáticas. La discusión del problema de los contenidos nos
remite al problema metodológico también. Contrariamente a lo que se piensa, contenido
y método forman parte de una unidad indisociable que es necesario abordar de manera
conjunta.
Para favorecer este proceso, el contenido debe ser presentado al estudiante con una
mínima estructura interna. Creemos que la propuesta conductista trabaja precisamente
en sentido contrario a la estructura interna, dado que privilegia la segmentación, la
atomización del contenido para su fijación en la mente. De ahí que al replantear el
problema de los contenidos, desde la perspectiva de su estructura, consideramos que es
necesario trabajar sobre la idea de extraer las nociones básicas, de donde se deriva la
necesidad de que los programas de formación de profesores posibiliten una formación
epistemológica, aunque sea mínima, respecto de la disciplina que imparten.
De estos trabajos previos podemos obtener una lista mínima de contenidos a desarrollar
en el curso que se está elaborando. Estos contenidos se pueden agrupar en grandes
grupos o bloques coherentes entre sí, lo que nos permite estructurar las unidades del
curso. Es necesario tener presente la necesidad de que estos núcleos o bloques reflejen
una unidad mínima. De hecho, hemos comprobado en la práctica la posibilidad de
integrar los contenidos de un curso en dos o tres grandes bloques, con lo que de
alguna manera se ha logrado un cierto nivel de integración del objeto de estudio. Sin
embargo, quizá valga la pena insistir en la ausencia de trabajos epistemológicos que
aporten mayores fundamentos al problema de la estructura de contenidos, en el mismo
desarrollo de la teoría curricular.
Consideramos que estos objetivos de aprendizaje por unidad forman parte de la totalidad
del producto final o terminal del curso. En este sentido, creemos que la cantidad de estos
objetivos es mínima. Manejar un mínimo de objetivos de aprendizaje por unidad
posibilitará una instrumentación didáctica más profunda y coherente.
Vale la pena recalcar que la propuesta de aprendizajes que hace el programa escolar,
fundamentalmente cuando está elaborada con criterios institucionales, es una propuesta
Esto significa que los docentes tienen obligación de interpretar y adecuar estas guías
mínimas a su situación particular de docencia, lo cual solo es posible a partir de una
formación de los mismos docentes en los fundamentos de un plan de estudios. De
hecho, son los profesores quienes imprimen vitalidad al plan de estudios y posibilitan su
realización. Por otra parte, creemos que es necesaria la formación de los estudiantes
para propiciar un proceso de participación efectiva en la interpretación y manejo de los
programas escolares. No se trata de caer en posturas "democratizantes", donde los
estudiantes opinen sin mayor fundamentación sobre un programa de estudios; tampoco
se intenta reconocer como verdadero el otro extremo del problema, donde se plantea
que los estudiantes no pueden tener ninguna participación en este proceso porque
no saben.
Un objetivo de aprendizaje describe una competencia que será adquirida por el alumno.
Los objetivos de aprendizaje deberían especificarse para el curso y para cada tarea
asignada. Es conveniente que los objetivos de cada tarea se relacionen con alguno de los
objetivos finales del curso, de tal manera que todos los objetivos de la asignatura
contengan alguna actividad para su desarrollo/evaluación.
Consejos para escribir los objetivos: Traducido de Djur, P., Kelly, P., Norman, D., Yu, L.
and Pedersen, R. (2013). Course Desing Workshop. Calgary: University of Calgary.
1. Qué cosas son las más importantes que los estudiantes deberían saber o ser
capaces de hacer al final del curso.
2. Cuáles son las habilidades más importantes que los estudiantes deberían
desarrollar y aplicar a lo largo de y después del curso.
4. ¿Hay algún objetivo del dominio afectivo en los objetivos del curso (qué
sentimientos y/o opiniones deberían desarrollar los estudiantes)?
El criterio SMART
“Al final del curso los estudiantes serán capaces de formular hipótesis sobre el impacto
del cambio climático en el ciclo del agua”
En el continuo al que hacemos referencia, puede encontrarse también una posición que
reconoce la importancia del contenido como medio para la ejercitación del proceso de
pensamiento y el desarrollo de determinadas habilidades y destrezas. En términos de
Maldonado (2005): Los contenidos son las actividades, las experiencias y los saberes
disciplinares. Son todos los eventos con los cuales se aspira a lograr los propósitos de la
enseñanza... pueden ser propósito y medio. Propósito cuando se forma para una
O, según propone Zapata (2003): [...] los contenidos serían el resultado del aprendizaje,
es decir el cambio que se produce en el material cognitivo del alumno entre el antes y el
después de la actividad de aprendizaje (cambio entendido como incorporación de nuevo
material, desecho del antiguo, o cambio en el tipo de relaciones entre elementos de
conocimiento y/o la forma de procesarlo).
Una posición alternativa y más reciente, pretende ampliar el alcance del término
contenido retomando su función dentro del proceso de planificación y desarrollo de una
propuesta pedagógica, sin perder de vista la jerarquía de los propósitos e intenciones
educativos, pero considerando como núcleos de acción al estudiante, su formación
integral y el desarrollo de sus posibilidades y potencialidades en lo personal y lo social.
La visión de los contenidos desde esta perspectiva defiende una interpretación de la
educación escolar como fenómeno esencialmente social y socializador, al mismo tiempo
que reclama la naturaleza constructiva y activa de los procesos de aprendizaje: [los
contenidos son]...el conjunto de saberes o formas culturales cuya asimilación y
apropiación por los alumnos y las alumnas se considera esencial para su desarrollo y
socialización (Coll, 1992).
César Coll propone (1987) que la discusión acerca de los contenidos no se efectúe con
independencia de la discusión acerca de la persona que aprende y cómo aprende, ni de
las estrategias que se instrumentan para favorecer ese aprendizaje (es decir, de la
enseñanza): Los contenidos son aquello sobre lo que versa la enseñanza, el eje alrededor
del cual se organizan las relaciones interactivas entre profesor y alumnos -también entre
alumnos- que hacen posible que éstos puedan desarrollarse, crecer, mediante la
atribución de significados que caracteriza al aprendizaje significativo. En esta postura, es
posible establecer una relación más estrecha entre cultura, aprendizaje, educación y
contenidos escolares, pero obliga a considerar una ampliación y diferenciación de éstos.
El cómo concretar más las intenciones educativas ha dado lugar a múltiples propuestas
por parte de diferentes especialistas en diseño curricular (de Corte, 1979; de
Landsheere, 1977; Hameline, 1979; Romiszowski, 1981, citados por Coll, 1987). Estas
propuestas van desde un intento de precisar los objetivos, diversificando sus tipos, hasta
considerar que para aclarar mejor dichas intenciones se pueden tener en cuenta tres
aspectos:
En otras palabras, los contenidos se traducen como los objetivos de aprendizaje a lograr.
El reto en la selección y organización de contenidos El docente que planifica en la escuela
del siglo XXI se enfrenta a dos grandes desafíos; en primer término, la cantidad de
conocimiento acumulado, pues cada disciplina o ciencia se desarrolla a gran velocidad
integrando nuevas aportaciones y campos temáticos, que surgen a medida que su
potencia explicativa o tecnológica va haciéndose mayor.
Hablando de diseño curricular, López Suárez (1994) propone que: "para facilitar la
construcción de una base de conocimientos fuertemente organizada, (se debe) proveer al
estudiante con un núcleo altamente selectivo de ideas clave; esto es, de contenidos
relevantes que habrán de servirle de ancla para ampliar y referenciar los elementos que
conforman toda su estructura cognoscitiva". Explica que lo anterior evita la carga
"memorística e inútil" y favorece que el alumno desarrolle asociaciones adecuadas con
los elementos de su base de conocimientos, utilizándola eficientemente (López Suárez,
1994: 181).
Estas ideas nos llevan a invitar al docente a reflexionar acerca de cuáles serían los
contenidos efectivamente relevantes para mejorar la comprensión de su disciplina,
especialmente si la intención es lograr aprendizajes profundos y significativos. Decidir
qué es lo realmente importante para la formación de un alumno de bachillerato, y
después trabajarlo con la suficiente profundidad en el aula para convertirlo en
significativo, es la siguiente tarea a enfrentar.
Es posible identificar contenidos relativos a cada una de las categorías señaladas para
cualquier disciplina; sin embargo, puede ocurrir que determinadas áreas curriculares
concedan mayor importancia a unas que a otras, o que en determinados niveles de la
educación escolar la orientación que se atribuye a un área concreta enfatice alguno de
los enfoques -conceptual, procedimental, actitudinal- por encima de los restantes.
De acuerdo nuevamente con César Coll, lo que es importante es que todos deben ser
objeto de aprendizaje y, consecuentemente objeto de enseñanza y de evaluación.
A partir de los planteamientos de César Coll, Zaida Molina (1997: 88) sintetiza las
siguientes categorías de conocimiento, mismas que nos parecen útiles en una primera
aproximación para entender la lógica de clasificación que se utiliza actualmente en el
currículo mexicano:
Si bien, esto no significa restar importancia a las habilidades básicas antes mencionadas.
Por lo que la calidad de la enseñanza exige introducir este tipo de recursos de manera
justificada y adecuada dentro del proceso educativo, con la finalidad que la clase sea más
receptiva, participativa, práctica y amena.
Por lo tanto, estos recursos tienen que estar acorde al contexto educativo para que sean
efectivos, es decir, que hagan aprender de forma duradera al alumno y contribuyan a
maximizar su motivación, de forma que se enriquezca el proceso de enseñanza-
aprendizaje. El objetivo de este trabajo integrador final es demostrar la importancia que
tienen estos recursos para fortalecer este proceso.
Los recursos didácticos son aquellos materiales didácticos o educativos que sirven como
mediadores para el desarrollo y enriquecimiento del alumno, favoreciendo el proceso de
enseñanza y aprendizaje y facilitando la interpretación de contenido que el docente ha de
enseñar. Se considera a la enseñanza como aquella en la cual se comunica un
conocimiento determinado sobre una materia, y al aprendizaje como la adquisición o
instrucción de un nuevo conocimiento, habilidad o capacidad.
Estos recursos sirven como eje fundamental dentro del proceso de transmisión de
conocimientos entre el alumno y el profesor porque generan necesidad de participación.
Su modo de representación a la hora de emitir la información es fundamental para su
asimilación por el receptor, pues su correcta utilización va a condicionar la eficacia de su
proceso formativo.
El término recurso o material, según San Martín (1991), se refiere a aquellos artefactos
que, incorporados en estrategias de enseñanza, contribuyen y aportan significaciones a
la construcción del conocimiento. Se consideran didácticos porque el docente presenta
una situación de aprendizaje distinta, transmitiendo la información de forma interactiva,
por lo que capta la atención del alumno de manera tal que potencia la adecuación y
estímulo de su respuesta con el fin de elevar la calidad y eficiencia de las acciones
Materiales convencionales
Impresos como libros, fotocopias, periódicos, documentos, entre otros. Sirven como
extensión de los contenidos dados en clase. En ellos se fijan los conceptos y se
desarrollan de forma extensa los contenidos, siendo el resultado del trabajo y la reflexión
y deben ser, en consecuencia, el referente indiscutible de lo que se expone en clase.
Materiales no convencionales
La diapositiva fue durante mucho tiempo la mejor forma de llevar al aula la realidad
exterior, al presentarla con un alto grado de iconicidad.
Su comprensión debe ser consciente e intencional para guiar las acciones, en función de
alcanzar los objetivos planteados de parte del profesor, es por ello que se aplica de forma
planificada, requiriendo de la selección del contenido, su proyección y control en su
ejecución y posteriormente el resultado de su valoración y motivación para satisfacer
dichas necesidades educativas.
Fase preactiva
Fase activa
Lleva a cabo los recursos didácticos planificados, que acompañan a su exposición verbal,
desarrollándose el proceso de enseñanza.
Tanto el docente como el alumno reflexionan sobre la clase. El docente evalúa el método
de enseñanza a través de estos recursos didácticos y sus procesos de interacción.
Lluvia de ideas: es una actividad que le ayuda a percibir a los alumnos qué es lo
que saben del tema y qué es lo que les falta por aprender.
Asimismo, los recursos didácticos cumplen una función mediadora dentro del proceso
formativo, entre la intencionalidad educativa y el proceso de aprendizaje, previendo el
docente qué recursos o medios necesitarán para enriquecer la experiencia que desea
promover en el contexto de enseñanza y aprendizaje. Gimeno Sacristán (1976) en
función de los medios comunicativos dentro del aula de acuerdo a la intencionalidad del
docente, establece tres funciones pedagógicas que posibilitan las actividades de
enseñanza-aprendizaje para que se logre los objetivos establecidos.
Para el profesor Juan Luis Bravo Ramos (2004), la presencia de los medios de
comunicación (videos) ha producido cambios en los medios de enseñanza, originando
nuevos métodos y técnicas en cuanto a recursos se refiere. Estos cambios optimizan la
formación y ofrecen otros métodos que facilitan el acceso de la información entre
docente y alumno, abriendo una nueva noción a la interpretación del conocimiento.
Fue propuesta por el Dr. Mitchell Resnick, director del grupo de investigación Lifelong
Kindergarten.
La espiral de la creatividad
En esta actividad, el docente formula problemas a sus estudiantes para que ellos
imaginen y propongan diferentes alternativas de solución. Posteriormente, llevan a cabo
esa posible solución, la experimentan, la comparten con toda la clase y reciben una
devolución, tanto del profesor como de sus compañeros, corrigiendo y reflexionando
sobre la misma. De esta manera, el estudiante demostrará qué tan claro tiene los
conceptos, abriendo un espacio para profundizar en los temas que se acaban de tratar.
Esto hace a la actividad más atractiva y que se convierta en una forma en que los
estudiantes aprendan y apliquen los saberes construidos.
La reflexión es una herramienta de suma importancia dentro del aula ya que, a partir de
esta, no sólo se evalúa qué aprendieron los estudiantes, sino cómo lo aprendieron. Se da
lugar a una reflexión no sólo de parte de los estudiantes con respecto al aprendizaje
adquirido, sino a los docentes respecto a cómo mejorar las actividades de aula que
propongan en el futuro.
La solución de problemas
El hecho de diseñar una actividad de aula en las que prevalezcan los recursos didácticos
desarrollados dentro de este trabajo práctico final, sustenta el cómo cada una de ellas
promueve y enriquece el trabajo áulico, logrando que el estudiante aprenda con mayor
profundidad los diferentes temas que se abordan con el enfoque deseado por el docente.
Por lo que, se puede considerar a estas actividades como una ruta de aprendizaje clara,
Hoy en día, en el aula se precisa una educación de calidad, por ende existe la necesidad
de adecuarse a nuevas metodologías pedagógicas, en las que se busca una educación
que brinde al alumno un aprendizaje significativo y una nueva forma de abordar la
enseñanza.
El recurso didáctico servirá como medio para llegar a esa educación de calidad, en la cual
el docente funciona como guía para promover las relaciones entre conocimientos previos
y nuevos, logrando de esta manera el éxito con la calidad de la comprensión.
Se entiende, por tanto, que toda práctica educativa se verá enriquecida cuando se
fundamente en una estrategia.
Un ejemplo de ello son las dramatizaciones, a partir de las cuales el alumno experimenta
hipotéticamente determinadas situaciones, motivando y familiarizándose en torno al
contenido, logrando que el estudiante domine un conocimiento determinado.
Estos recursos son un ente primordial, que facilitan la comprensión del contenido de
manera tangible, observable y manejable, reforzando de esta manera la atención del
estudiante y la estimulación de sus sentidos.
Integral.
Continua.
Reguladora del proceso educativo.
Orientadora.
Compartida – democrática.
Integral: involucra las dimensiones intelectual, social, afectiva, motriz y axiológica del
alumno; así como a los demás elementos y actores del proceso educativo, y las
condiciones del entorno socio-económico y cultural que inciden en el aprendizaje.
Por último se habla de una evaluación sumativa, para designar la forma mediante la cual
medimos y juzgamos el aprendizaje con el fin de certificarlo, asignar calificación, etc. Su
propósito se transforma en asignar calificaciones a los alumnos que refleje la proporción
de los objetivos logrados en el curso. Su función es explorar el aprendizaje en los
contenidos incluidos, localizando el nivel individual de logro. Y es utilizado al finalizar el
acto educativo. Presenta a las pruebas objetivas como los instrumentos más idóneos
para este tipo de evaluación. Toda actividad escolar debe ser evaluada en cada uno de
los momentos del proceso de enseñanza - aprendizaje, al inicio, durante el desarrollo y al
final del proceso. Para ello, es necesario realizar los siguientes tipos de evaluación:
diagnóstica, formativa cualitativa o cuantitativa.
Como podemos apreciar, son diferentes los caminos para llevar a cabo la coevaluación,
pero es importante tener en cuenta que, si el grupo no tiene costumbre de realizar
prácticas de ese tipo, se debe comenzar por valorar exclusivamente lo positivo y las
deficiencias o dificultades surgidas las valorará el profesor. Esto se recomienda porque
generalmente los alumnos tienen la misma visión o percepción de muchos profesores y la
sociedad en general de "para qué se evalúa". Habitualmente esta valoración se realiza
para resaltar lo negativo, lo mal hecho, para sancionar, con lo cual los efectos de la
coevaluación pueden convertirse en disgregación del grupo y de rechazo de todos contra
todos. Algo importante que debemos tomar en cuenta.
Por otra parte se da, lo que pudiese denominarse falacia de los procedimientos y medios
de evaluación. El sistema de referencia basado en la norma, privilegia la obtención de
indicadores estandarizables del objeto de evaluación, comunes a todos los individuos
evaluados, de modo que permita establecer la posición relativa de cada uno respecto a
las medidas de tendencia central de la población que sirve de referente. A tal efecto la
aplicación de exámenes, iguales en cuanto a contenido y forma, unifica la situación de
prueba, por lo que sus resultados sirven para establecer los estándares y comparar las
realizaciones individuales con los mismos; lo que refuerza el valor del examen en el
ámbito de la evaluación. La sobrevaloración del instrumento involucra sus resultados, y
este hecho refuerza la consideración de dichos resultados como indicadores pertinentes
del aprendizaje.
Reconoce todos los logros: muchas veces se tiene tan presente el nivel de desempeño
más alto (el del alumno o alumna sobresaliente), que se olvida reconocer los avances
intermedios, haciendo sentir a los demás alumnos y alumnas que su desempeño fue
"malo". Por eso, es importante reconocer la variedad de aprendizajes en el aula, valorar
los diferentes niveles de logro alcanzados y apoyar todos los avances observados, incluso
los más pequeños.
Según estos principios, entonces, lo primero que se debe hacer al preparar la enseñanza
es fijar ciertos criterios de evaluación, que especifiquen qué se espera que los
estudiantes aprendan.
Junto con ello, durante el desarrollo del escenario se debe entregar retroalimentación
efectiva y tomar decisiones pedagógicas pertinentes, en base a la evidencia de
evaluación que el docente analiza.
Este modelo apunta a una formación humanista mediante el buen ejemplo del maestro a
quien le cabe un lugar de preponderancia puesto que es el encargado de transmitir a sus
alumnos los contenidos de las disciplinas científicas. El alumno aprende como un receptor
pasivo la información emitida por el profesor. Aprender consiste en repetir lo más
fielmente posible las enseñanzas del profesor. Por esta razón, se valora la capacidad del
alumno para reproducir los conocimientos transmitidos por el profesor durante un
proceso de enseñanza y de aprendizaje. Esta evaluación hace hincapié en los resultados
más que en los procesos y se apoya en pruebas que diseña el docente con el propósito
de decidir si el estudiante está en condiciones de ser promovido o no al siguiente curso.
Modelo conductista
La base que sustenta a este modelo es la concepción del aprendizaje como cambio de
conducta observable. El aprendizaje, sobreviene como consecuencia de la enseñanza es
la consecución de objetivos instruccionales que previamente ha diseñado y definido
detalladamente el docente. Estos objetivos deben estar redactados con precisión y
contener la conducta observable que exhibirá el alumno como demostración de su
aprendizaje. El objeto de la enseñanza sigue siendo la transmisión de los contenidos
científico - técnicos, organizados en materias esquematizadas. El objeto de la evaluación
son las conductas de los alumnos y evaluar consiste en medir tales conductas que se
expresan en comportamientos observables.
a) Los trabajos de J. Dewey y Piaget -entre otros-, quienes sostienen que el propósito
de la educación es que los estudiantes accedan al nivel superior de desarrollo
intelectual. El alumno como sujeto que aprende ocupa un lugar central en el
proceso de enseñanza y aprendizaje, mientras que el maestro es un facilitador.
Son los sujetos quienes construyen el conocimiento, desarrollan la curiosidad para
investigar, la capacidad de pensar, de reflexionar y adquirir experiencias que
posibiliten el acceso a estructuras cognitivas cada vez más complejas, propias de
etapas superiores,
La evaluación de los procesos que realiza el profesor es la que tiene prioridad (no
exclusividad) en el modelo pedagógico cognitivo y su función es recoger oportunamente
evidencias acerca del aprendizaje a partir de un proceso de búsqueda y descubrimiento
de información previstos por el profesor.
En cada escuela se tomarán los acuerdos entre las academias de especialidad y los
directivos del plantel, para integrar un equipo académico por asignatura, que asuma la
responsabilidad de elaborar el programa de estudio.
Cada equipo estará integrado por profesores de la especialidad que se distingan por su
experiencia docente y buen desempeño profesional, un conocimiento suficiente del Plan
de estudios de la Licenciatura, de la escuela y del Plan y programas de estudio de este
nivel, y que estén dispuestos a participar en el diseño del programa de estudio que
corresponda, así como a impartir la asignatura.
La autoridad educativa en la entidad aprobará las propuestas enviadas por cada escuela
y las enviará a la Dirección General de Normatividad para su autorización.
Una vez concluida esta tarea, las escuelas, con apoyo de las autoridades estatales,
buscarán las estrategias más adecuadas a las condiciones reales de cada plantel para
reproducir los programas y materiales de apoyo para el estudio de cada asignatura de
especialidad; asimismo, organizarán las actividades de actualización para los maestros
que impartirán dichas asignaturas.
Es necesario tomar las previsiones correspondientes para que los estudiantes normalistas
cuenten con los programas y materiales suficientes que requieren para el desarrollo del
curso.
Esta lista de temas se puede usar como punto de partida para la identificación de los
principios / conceptos que es un paso esencial en la preparación de los Objetivos de
Aprendizaje. Los conceptos / principios constituyen las ideas fundamentales que están
detrás del conocimiento, y que nos permiten entender las bases de éste. Los principios /
conceptos son generalizables y se aplican a varios problemas o situaciones particulares.
Los Objetivos de Aprendizaje deben tener las siguientes características:
SER CLAROS. No debe haber ambigüedad en las palabras usadas para describir los
Objetivos. Si bien palabras como “apreciar,” “entender” y “saber” que dan lugar a
muchas interpretaciones son apropiadas para referirse a los principios / conceptos, su
uso debe evitarse en la preparación de los Objetivos; palabras como “comparar,”
SER EVALUABLES. Debido a que los Objetivos describen lo que el estudiante debe ser
capaz de demostrar, tienen que describir lo que es evaluable. En general, los Objetivos
describen el nivel mínimo que es aceptable. El método de evaluación del estudiante
indicaría que cantidad -o tipo de Objetivos- se requerirían para que el estudiante proceda
en el programa (porcentaje para la promoción del estudiante).
1º) Identificar las competencias que se espera que el estudiante demuestre al final del
período de aprendizaje.
2º) Elaborar una lista de temas que se consideran importantes para ese período de
aprendizaje (asignatura, curso o unidad educacional).
3º) Identificar, en relación con estos temas los conceptos / principios que el estudiante
debería aprender en relación con las competencias identificadas en el Paso 1. Este paso
permite la identificación de lagunas y la eliminación de material redundante.
El desarrollo de este tipo de objetivos requiere que tanto las condiciones bajo las cuales
las actividades son realizadas y que los criterios para establecer el rendimiento aceptable
sean claramente indicados. Las condiciones pueden referirse, por ejemplo, a si el alumno
está trabajando con pacientes simulados o casos reales, o cuáles serán los datos que se
le proporcionarán para ayudarlo a establecer un diagnóstico.
Los niveles de rendimiento pueden ser establecidos mediante por ej., “sin error”,
“correctamente”, o “de acuerdo con la pauta de chequeo”. Se ha propuesto una jerarquía
en la que se espera que los alumnos muestren “alto nivel de competencia” en ciertas
destrezas clave para la profesión, que estén “familiarizados” o sean “competentes” en
otras que pueden ser mejoradas posteriormente en la especialización o con la práctica, y
que estén en “conocimiento” de otras que pudieran ser solo relevantes para algunos
individuos o especialidades. Metodología Educacional Los Objetivos de Aprendizaje deben
formularse claramente independientemente de la metodología educacional, incluyendo el
Aprendizaje Basado en Problemas. Es esencial que el estudiante, al comienzo del
La idea central de esta taxonomía es qué han de desear los educadores que los alumnos
sepan, es decir, cuáles son los objetivos educacionales.
Tienen una estructura jerárquica que va del más simple al más complejo o elaborado,
hasta llegar al de la evaluación.
Cuando los educadores elaboran programas han de tener en cuenta estos niveles y,
mediante las diferentes actividades, ir avanzando progresivamente de nivel hasta llegar a
los más altos.
Hay cinco niveles en el dominio afectivo. Yendo de los procesos de orden inferiores a los
superiores, son:
Recepción - El nivel más bajo; el estudiante presta atención en forma pasiva. Sin este
nivel no puede haber aprendizaje
Caracterización - El estudiante cuenta con un valor particular o creencia que ahora ejerce
influencia en su comportamiento de modo que se torna una característica.
Dimensión psicomotora
Dimensión cognitiva
Es la habilidad para pensar las cosas. Los objetivos cognitivos giran en torno del
conocimiento y la comprensión de cualquier tema dado. Hay seis niveles en la
taxonomía. En orden ascendente son los siguientes:
Traducción
Interpretación
Extrapolación
Los contenidos pueden definirse como lo que los estudiantes deberían saber o
comprender como resultado del proceso de aprendizaje. Lo que tiene que ser enseñado y
aprendido en función de los programas determinados en el Currículo oficial (país, estado,
región, centro) y en las adaptaciones de los estudiantes con necesidades especiales.
Todos los contenidos deben aprenderse a través de procesos activos, con participación de
los estudiantes, experimentando o realizando actividades relacionadas con la vida real.
Habrá que garantizar que las adaptaciones no recorten la riqueza de los procesos de
aprendizaje.
Una forma de adaptar el currículo general a los estudiantes con necesidades especiales
es utilizar elementos suplementarios, como puede ser añadir aprendizajes básicos,
habilidades sociales o de estudio, o la expansión del currículo, según los objetivos que se
pretenda que logren.
Otra fórmula es reducir o abreviar los contenidos. De esta manera los estudiantes
pueden trabajar los mismos objetivos pero de una manera más sencilla, sin dejar de ser
un reto o un estímulo, pero adaptados a las posibilidades y capacidades de cada alumno
o alumna. Es decir, haciendo hincapié en menos destrezas y conceptos que en el
programa completo de contenidos, o ajustado a lo que se recomienda en la adaptación
curricular Individualizada.
Según Schumaker y Lenz (1999) la cuestión que habría que responder sería:
¿Cuáles son los conceptos críticos, de importancia fundamental, que tienen que lograrse
a largo del curso en esta materia? Por ejemplo: ¿Cuáles serían los diez conceptos
fundamentales que debería saber todo estudiante de Ciencias Naturales de cuarto grado
al finalizar el curso?
En los casos en los que el contenido es adecuado para un estudiante con necesidades
especiales, la clave de las adaptaciones puede ser adaptar otros aspectos como las
tareas, el formato de los materiales que facilitan la información o la forma de evaluarlo,
como se explica en los apartados siguientes. Estas adaptaciones no tienen que suponer
Son conocimientos que están en la experiencia del aprendizaje que puede poner a
trabajar el conocimiento declarativo resolviendo problemas, elaborando algo o
planificando. Este conocimiento requiere de un sólido fundamento de conocimiento
Las actitudes han sido definidas de muchas maneras, y todas ellas tienen una serie de
rasgos comunes:
Las actitudes de las personas suelen concordar con las de sus grupos de pertenencia. Un
grupo profesional puede funcionar, en determinadas circunstancias, como un grupo de
pertenencia. En tal caso, las actitudes constituirían contenidos importantes para la
Son reglas o pautas de conducta que determinan lo que hay que hacer y lo que se debe
evitar. Todas presuponen algún principio valorativo del que derivan y al que se puede
acudir para justificarlas. Una gran parte del aprendizaje profesional de actitudes o, dicho
de otro modo, del primer periodo de socialización profesional en la época de formación
inicial de los futuros titulados, se realiza a través de normas consuetudinarias
(costumbres) más que a través de reglas formalizadas y escritas.
Recibir nueva información que cuestione las creencias previas o las presiones
que mueven a actuar de un modo determinado.
Los contenidos deberán ser válidos para alcanzar los objetivos, y significativos, para lo
que se requiere que estén relacionados con la realidad formativa, profesional o social, y
adecuados a la aptitud cognitiva de los alumnos.
Los contenidos apropiados para una asignatura u otro módulo formativo dependen de las
pretensiones que dicha asignatura o módulo tenga en el proyecto correspondiente. Los
criterios generales para seleccionar los contenidos son los siguientes:
Entre los más comunes destacan los temarios, la organización en lecciones o en bloques
según áreas amplias de una disciplina. Asimismo, se pueden organizar en torno a las
fases de un procedimiento fundamental que articula la materia, como pueden ser las de
una investigación o la elaboración de un proyecto profesional.
Los resultados de aprendizaje y la metodología son los criterios principales para elegir la
estrategia de presentación de los contenidos más adecuada y significativa para los
alumnos. Adaptado de Yániz, C. y Villardón, L. (2006).
La delimitación y secuenciación del contenido de enseñanza es sin duda una tarea clave
para abordar el diseño de la enseñanza. Nosotros pensamos que esta tarea debe ser
guiada a través de unos fundamentos y procedimientos hacia el análisis del contenido
disciplinar y de las dificultades de su aprendizaje en función de las características de los
alumnos, lo que constituye dos tareas interdependientes, como reflexión previa para la
toma de decisiones en torno a la concreción no sólo de los objetivos y contenidos
educativos sino también de las estrategias didácticas y de evaluación necesarias para el
desarrollo y evaluación de las unidades didácticas (Sánchez y Valcárcel, 1993).
Por otra parte, parece obvio que las ideas, experiencias, capacidades y actitudes de los
alumnos deben condicionar las decisiones de los profesores en sus tareas docentes,
planificación y trabajo en el aula, aunque la forma y el grado en que lo hagan dependerá
de las concepciones y estilos docentes de cada profesor. Algunos trabajos sobre las
concepciones o conductas docentes de los profesores (Hacker, 1984; Ballenilla, 1992;
Freire y Chorao, 1992; Mellado, 1998; Porlán et al., 1998) han resaltado el predominio
de concepciones transmisivas sobre la enseñanza y de concepciones del aprendizaje que
Esta situación contrasta con las nuevas demandas que se hacen a los profesores desde
una concepción constructivista del aprendizaje. En este sentido, diferentes autores han
analizado las competencias que debe tener un profesor para desempeñar el nuevo rol y,
desde los resultados de la investigación en la didáctica de las ciencias experimentales,
han formulado lo que se denomina conocimiento deseable del profesor (Brincones et al.,
1986; Del Carmen, 1990; Sáez, 1990; Gil, 1991, 1993; Furió, 1994; Porlán y Martín,
1994; Jiménez y Sanmartí, 1995; Porlán et al., 1996; Kennedy, 1998).
En relación con ello, compartimos con Coll (1986) que la capacidad cognitiva del alumno
es un factor determinante de lo que es capaz de hacer y aprender en cualquier situación,
así como que ésta depende tanto de los conocimientos previos que tenga el alumno
sobre el contenido de enseñanza en cuestión (Ausubel, 1976; Novak y Gowin, 1988)
como de que tenga las habilidades intelectivas que se requieren para su comprensión; es
decir, que las demandas cognitivas de las tareas que se plantean al estudiante estén en
consonancia con su capacidad para resolverlas, no ya por sí mismo sino en las
condiciones más favorables de aprendizaje.
Tales habilidades varían para cada individuo en función del estadio de desarrollo
operatorio en que se encuentra (Piaget e Inhelder, 1972; Shayer y Adey, 1984) y son
dependientes del contenido concreto en que las han de aplicar (Coll, 1986; Pozo et al.,
1991). Junto a lo anterior, también los propósitos e intereses de los alumnos han sido
El profesor debería:
b) Saber formular, en relación con los objetivos y contenidos de enseñanza, una serie
de metaconocimientos, un conjunto de procedimientos generales y una serie de
valores básicos que sirvan de referente continuo para el proceso de enseñanza-
aprendizaje; y
Aunque compartimos con otros autores (Gil, 1993; Del Carmen, 1996) que la
formalización de un procedimiento no va a reducir la complejidad del proceso de
planificación, pensamos que el profesor, para construir su enseñanza, debe disponer de
propuestas de criterios y estrategias que dirijan y fundamenten sus reflexiones y toma de
decisiones. Ahora bien, desde diferentes propuestas de organización del conocimiento
profesional (Mellado, 1996; Porlán et al., 1996, 1997), se destaca la importancia de los
saberes derivados de la práctica de la enseñanza de los profesores, como una fuente de
ese conocimiento.
Este hecho nos debe hacer considerar que los conocimientos académicos, como los de la
didáctica de las ciencias, son necesarios pero no suficientes para generar un nuevo
conocimiento profesional deseable, ya que se yuxtaponen e integran con los derivados de
su práctica. Además si atendemos al proceso de aprendizaje que se requiere para la
adquisición de cualquier conocimiento, no debe olvidarse que las concepciones de los
profesores influyen decisivamente en sus aprendizajes y, por consiguiente, en los
posibles cambios que se puedan generar en sus concepciones y prácticas como
consecuencia de procesos formativos. Coherentemente con todo lo anterior, sus
concepciones y prácticas deberán considerarse punto de partida y eje de la formación
(Hewson y Hewson, 1987; Porlán y García, 1992; Gil, 1993).
Diversos investigadores han señalado también esta demanda por otros motivos,
destacando que, si los cambios no son introducidos de manera que tomen en
consideración las preocupaciones, intereses, creencias e ideas de los profesores respecto
a los diferentes elementos que inciden en la enseñanza y aprendizaje de las ciencias, y
respecto a cómo el cambio puede afectarles personalmente, es probable que su
implementación no pueda ser nunca exitosa ni sustantiva (Fullan, 1991; Abell y Pizzini,
1992; Briscoe y Peters, 1997; Sánchez y Valcárcel, 1998). Por otra parte, los programas
que tienen como base el diseño y desarrollo del currículo y la investigación de la práctica
Estos programas se muestran eficaces para iniciar los cambios didácticos que se
pretenden, pues implican a los profesores en procesos de reflexión sobre su docencia,
promueven prácticas colaborativas entre profesores y formadores, y desarrollan actitudes
positivas y compromisos hacia la innovación. También muestran que la viabilidad de las
innovaciones que se pretenden está condicionada por la disposición y formación previa
de los participantes, y porque se adopte una perspectiva del cambio como un proceso a
largo plazo que requiere que se proporcionen y mantengan apoyos durante su
implementación.
Esta perspectiva de formación a largo plazo requiere analizar cuál es el perfil de uso de
los profesores y cómo evoluciona éste ante propuestas formativas concretas, es decir,
requiere identificar cuáles son los niveles de progresión que se producen, para
fundamentar el diseño de posibles itinerarios formativos hacia el perfil de innovación
deseable y tratar de establecer posibles obstáculos para el cambio que se pretende.
Niveles de progresión no sólo desde la perspectiva de los aprendizajes que se puedan
generar sino también, y no menos importante, desde la perspectiva de su valoración de
los conocimientos y su actitud ante las nuevas demandas que se establecen. Dentro de
este marco, el objetivo de nuestro trabajo es el análisis de las concepciones y prácticas
de un grupo de profesores en relación con la selección y secuenciación del contenido de
enseñanza y en qué medida evolucionan tras un programa de formación.
Es frecuente encontrar distribuciones como: bloque temático por trimestre o mes, tema
por semana y lección por sesión. Este papel central del contenido disciplinar también se
refleja al preparar sus unidades, temas o lecciones, ya que todos los profesores
reconocen que comienzan planteándose el contenido de la unidad, como es patente en el
siguiente comentario: Considerando el tiempo que voy a dedicar a esa lección, selecciono
los contenidos que se van a estudiar y, dentro de ellos, los aspectos concretos que más
me interesa que aprendan, ya que los considero más importantes. Dentro de cada
pregunta hay algunas cosas superfluas y otras importantes. Lo esencial es que se queden
con unas cuantas ideas claras, lo que podríamos llamar ideas clave de cada pregunta o
de cada lección.
Aunque algunos de ellos, todos diplomados en ciencias, expresan tener como referencia
los objetivos recogidos en la programación anual (22%), en realidad se refieren a los
contenidos mínimos que deben aprender los alumnos. De hecho, la mayoría del
profesorado (64%) manifiesta que el contenido de la disciplina es el elemento más
importante cuando preparan sus lecciones, dando explicaciones como la siguiente: Creo
que [lo más importante es] establecer los contenidos que tienen que asimilar, que tiene
que saber el alumno al final del curso. Lo demás no son más que herramientas para
conseguir eso; o sea, que el alumno alcance al final unos objetivos mínimos sobre la
asignatura.
Por último señalaremos que, en cualquiera de las situaciones anteriores, los profesores
se limitan a hacer una lista para secuenciar los contenidos seleccionados, pero no
analizan ni definen los esquemas conceptuales que están implícitos en los mismos, lo que
consideramos necesario para fundamentar su secuenciación.
El libro de texto es una referencia básica para la planificación Sus principales referencias
para realizar la programación anual son las planificaciones de años anteriores (52%), los
programas oficiales (48%) o los libros de texto (48%). A estos últimos se refieren como
algo oficial que recoge los contenidos del curso y justifican su selección, o las
modificaciones que realizan, desde su experiencia, como ejemplifica la siguiente opinión:
Viene todo estructurado en la guía del profesor. Estudias el libro y sacas todos los
objetivos, los contenidos que tienen que saber, los que te parecen más razonables, más
llevaderos y más importantes.
De nuevo, para la selección y secuenciación del contenido de las unidades, casi todos
utilizan como referencia básica el libro de texto del alumno o del profesor. Para unos
(33%), es la guía exclusiva y, para otros (59%), un apoyo fundamental, como refleja la
siguiente opinión: No puedo ponerme a explicar y que luego los alumnos no tengan en el
libro lo que estoy explicando. Si hay un tema que no está como yo quiero, porque le
falta, pues, entonces, les dicto lo que falta y, si sobra algo, por estar muy elevado o no
me gusta, les digo que lo quiten. Luego siempre me gusta darles colecciones de
problemas de otros libros para que tengan más material.
Sin embargo, los resultados encontrados ponen de manifiesto las diferencias en los
logros formativos, los aprendizajes y los cambios docentes generados, en relación tanto
con el contenido ofertado como con los sujetos que reciben el conocimiento. En relación
con el contenido ofrecido, las dificultades se centran fundamentalmente en dos puntos,
que constituyen obstáculos importantes para evolucionar hacia el perfil de innovación:
En el inferior, los que están aún lejos de poder implicarse en tareas de diseño
curricular con los objetivos que se pretendían. Por último, un problema común a todos
los profesores, que debe superarse para implicarlos en el diseño del currículo, es la
necesidad de tener que dedicar un mayor tiempo a las tareas docentes, lo que no ha
sido contemplado por la administración educativa cuando ha planteado un currículo
abierto y pide la participación de los docentes en su concreción. La falta de incentivos
para esta mayor dedicación se puede traducir en buscar soluciones para resolver esta
tarea en el menor tiempo posible, por ejemplo, asumiendo las propuestas que
diferentes editoriales realizan a través de los libros de texto, lo que en definitiva lleva
nuevamente a una práctica docente en la que el profesor sigue siendo un mero
ejecutor de un currículo cerrado.
Las actividades que llevamos a cabo (que transforma el mundo que nos rodea y modifica
nuestra experiencia) se expresan de diferentes formas y con distintos niveles de
complejidad. Hay actividades que ponen en juego, principalmente, nuestro intelecto,
otras nuestra emoción y otras nuestra capacidad física. Podríamos precisar más y decir
que involucran, en mayor o menor medida, alguna(s) de nuestras inteligencias,
basándonos en la teoría de las inteligencias múltiples de Garner (1983): musical,
cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e intrapersonal.
Por supuesto, que ninguna de estas inteligencias funciona de manera aislada.
Así, por ejemplo, un niño que desarrolla habilidad para escribir, utiliza, de manera
destacada, una inteligencia de tipo lingüística, pero cuando escribe, también se vale de
una inteligencia motriz, que le permite manipular el teclado o dibujar las palabras con un
lápiz. En este mismo sentido, las actividades, no solo involucran nuestra inteligencia de
distintas maneras, sino que, también, lo hacen con diferentes niveles de complejidad:
para entender y resolver ecuaciones de segundo grado, una persona necesita, primero,
entender las ecuaciones de primer grado y antes, saber realizar operaciones de
reversibilidad numérica. Algo similar ocurre cuando una gimnasta o un bailarín llevan a
cabo una rutina de ejercicios con el cuerpo: antes necesitaron que aprender a coordinar
muchos movimientos, fortalecer la musculatura y mejorar la flexibilidad.
Desde otro punto de vista, las actividades que lleva a cabo un sujeto pueden ser de
carácter individual o articularse con las actividades de otros sujetos, formando parte de
una acción o trabajo colectivo. Para que exista este trabajo colectivo, se requieren
objetivos transpersonales, que den coherencia y cohesión a las acciones individuales.
Desde épocas muy antiguas, diferentes grupos humanos, culturas y civilizaciones han
conseguido articular la actividad de las personas para transformar, de acuerdo a sus
creencias y aspiraciones, el mundo que les ha tocado vivir.
Ahora bien, también es posible, articular las acciones individuales no sobre la base de la
violencia, sino de objetivos colectivos, que son incorporados por cada sujeto en función
de una empresa que los trasciende, pero que asumen con libertad. Es este espíritu el que
da origen a procesos de organización, participación y convivencia social, como algunas
modalidades de democracia.
Posters: Los posters permiten a los alumnos presentar sus ideas de forma sencilla y
fácilmente inteligible para sus compañeros. Les obliga a negociar el contenido y
proporciona, por tanto, un buen recurso para centrar la discusión.
Trabajos prácticos: Los trabajos prácticos son una de las actividades más importantes
en la enseñanza de las ciencias experimentales al poder ser programados como una
forma de adquirir conocimiento vivencial de los fenómenos naturales, como un soporte
para la comprensión de conceptos y teorías, como un medio de desarrollar habilidades
prácticas y aprender técnicas de laboratorio, y como una forma de aprender y practicar
los procesos y las estrategias de investigación propios de la metodología científica.
Itinerarios y visitas: Son actividades muy diversas, cuya finalidad es dar oportunidad a
los alumnos de tener experiencias directas con el medio que nos rodea. Un itinerario es
una ruta preestablecida por el campo, generalmente acompañado por una guía escrita.
Trabajo escrito: Puede ayudar a los alumnos a identificar y organizar sus propias ideas.
Permite desarrollar la capacidad de expresarse de forma clara y concisa. El profesor debe
ayudar a los alumnos a utilizar los términos científicos no solo correctamente sino con
dominio total de su significado. Los informes de las distintas actividades realizadas y de
la evolución de sus ideas obligan a los alumnos a reflexionar sobre las mismas y los
hacen conscientes de su propio aprendizaje.
Los mapas conceptuales deben ser jerárquicos. La jerarquía implica que los conceptos
más generales e inclusivos deben situarse en la parte superior del mapa y los conceptos
progresivamente más específicos y menos inclusivos, en la parte inferior.
Los mapas conceptuales son útiles para programar los contenidos de la Unidad Didáctica.
Según Novak (Novak, 1988) otras aplicaciones de los mapas conceptuales son:
Discusión dirigida
Preparación: Días antes del empleo de la técnica el moderador decidirá el tema a tratar
en función de los intereses del grupo y elaborará una información que contenga toda la
información que pueda ser de utilidad para los participantes. Les facilitará, además,
varias preguntas preparadas para iniciar y guiar la discusión y fijará la fecha de la
misma.
Seminario
Fases:
1. Búsqueda individual de información.
2. Puesta en común y establecimiento de las conclusiones.
3. Elaboración del informe resumen de las conclusiones del grupo.
Phillips 6/6
Se divide al grupo en subgrupos de máximo seis integrantes que durante seis minutos
discutirán para responder a una pregunta o resolver un problema o caso formulado por el
moderador.
Objetivo: Esta técnica suele utilizarse de apoyo a otras técnicas de grupo cuando por
alguna razón se necesite: promover rápidamente la participación de todo el grupo,
obtener muchas opiniones en poco tiempo; resolver un problema de forma creativa y
descubrir las divergencias existentes ante un tema concreto.
Desarrollo: Los grupos se reúnen en salas diferentes y cada uno de los integrantes
expone su opinión durante un minuto. Un secretario designado por el grupo tomará
nota de las aportaciones, y en el último minuto, se realiza un resumen de opinión
del subgrupo. Un portavoz de cada grupo expone en el aula común sus resultados, que
una vez comparados con los del resto de los subgrupos serán sintetizados por el
moderador y anotados en la pizarra. Si todavía quedasen puntos por tratar se repite
el proceso hasta que se hayan trabajado todos los aspectos.
Tormenta de ideas
Es una técnica en la que los participantes expresan con absoluta libertad todo lo que se
les ocurra a propósito de un tema o como solución a un problema, no se hacen
anotaciones en el proceso, sólo al final, cuando se agotan la producción de ideas, se
realiza una evaluación de las mismas.
Materiales: Hoja y lápiz para cada participante, pizarrón o rota folio. Requiere bastante
tiempo y puede aplicarse en varias sesiones.
Desarrollo:
1. Cada participante responde por escrito a una pregunta preparada de antemano por la
organización.
2. Se forman grupos y a sus coordinadores, para que pongan en común las respuestas y
hagan un modelo ideal. Este modelo sería detallado.
4. En base a la discusión de cada modelo, se puede elegir uno por ser el que reúna la
mayor cantidad de cualidades o por ser factible de llevar cabo.
6. Luego se elabora un plan de cómo podría irse cumpliendo otras tareas para alcanzar
el modelo ideal (acciones, controles, evaluaciones, responsables...), luego se precisan
esas acciones.
7. Con un plan elemental se precisan las acciones inmediatas con la siguiente guía:
La baraja de la planificación
Objetivo: Conocer y ordenar los pasos que deben seguirse en un proceso de planificación
en un plan de trabajo concreto.
Materiales: Tarjetas grandes (15 x 25 cm.) en las que se escriben los pasos de un
proceso de planificación, como si fueran naipes de una baraja.
3. Se barajan todas las cartas y se reparten nueve a cada equipo, dejando las restantes
al centro. Cada equipo debe deshacerse de sus cartas repetidas y tener nueve cartas
distintas en la mano (o sea, los nueve pasos básicos para la planificación).
5. Una vez que el grupo tenga las nueve cartas diferentes deberá ordenarlas de
acuerdo a lo que creen debe ser los pasos ordenados del proceso de planificación.
6. Cuando cualquiera de los equipos considera que su escalera está bien ordenada dice:
Escalera. El coordinador actuará como juez haciendo que el resto del grupo descubra
si hay o no errores.
8. El primero de los equipos que restablece el orden correcto es el que gana. Se discute
en conjunto y el porqué del orden de cada paso de la planificación.
Reconstrucción
Desarrollo:
Juego de roles
La técnica del juego de rol permite a sus participantes experimentar una situación o
acción, no sólo intelectualmente, sino también física y emocionalmente.
Materiales:
Pasos a seguir.
2. Las personas con roles asignados salen de la sala, se preparan durante unos minutos
para meterse en el personaje y pensar cómo van a abordar la situación durante la
representación. Al tiempo se explica a quienes observarán las cuestiones a las que
deben prestar atención y tomar nota (en función de la situación planteada y la
finalidad del juego de roles).
5. En caso de ser el final del juego, se procede a la evaluación. En primer lugar, quienes
han representado los roles, expresan cómo se han sentido dentro de sus papeles
(únicamente sus sentimientos, no se analiza lo ocurrido en el juego). Una vez
despojados de los sentimientos, la persona dinamizadora les hace ver que desde ese
momento en adelante hablarán de los personajes en tercera persona, marcando
distancia entre la persona que lo ha representado y el papel que ha “jugado” ésta.
Muchas veces la labor de un grupo queda mediatizada por el tiempo de que dispone para
su realización; en otros casos, que una entidad grupal pretenda tomar decisiones como
tal, cuando el posicionamiento individual sobre las mismas es diverso, puede resultar
difícil, e incluso imposible. Las técnicas que a continuación relacionamos vienen
especialmente diseñadas para facilitar esta tarea al grupo, ayudándole a rentabilizar en
tiempo y esfuerzo. Son las siguientes:
Objetivos:
a. Crear en el grupo, considerado hostil, un clima positivo.
b. Integrar un grupo que se resiste a entrar en los ejercicios.
Desarrollo:
1. El monitor pide al grupo que formen subgrupos de tres personas con los que estén
más cerca.
2. Distribuye a cada grupo una hoja en la que deberán responder a esta pregunta:
"¿Cómo se sienten aquí?". Cada subgrupo hace una lista de cómo se sienten.
3. Luego el animador invita a cada subgrupo a leer su lista, que se irá escribiendo en el
pizarrón o rota folio, señalando los puntos que se consideren positivos y los que se
consideren negativos.
6. Se pasa a la tercera pregunta: "¿Cómo se sienten respecto a la persona que los envió
a este curso?". Se leen las respuestas y se escriben como antes, señalando también lo
positivo y lo negativo.
7. Se termina con una sesión plenaria en las que se analizan las respuestas que se han
dado en las tres preguntas. Generalmente se puede observar que en las respuestas a
la primera pregunta predominan los aspectos negativos y en las respuestas a la
segunda y la tercera aparecen más aspectos positivos, cosa que demuestra que se ha
producido un cambio de clima en el curso y que hay posibilidades de una mayor
integración.
Objetivo:
a. Observar actitudes grupales en la solución de problemas.
b. Explorar las influencias interpersonales que se producen en la solución de un
problema.
Desarrollo:
1. El monitor explica que se trata de dar con una solución creativa de un problema; para
lo cual debe llegar al consenso. Todos deben prestar mucha atención al proceso de
discusión, pues al final tendrá que ser analizado en grupo.
"Hace años un comerciante londinense era deudor de una gran cantidad de dinero a una
persona que le había hecho un préstamo.
Sugirió que pusieran una piedra blanca y otra negra dentro de una bolsa de dinero vacía;
la joven debería sacar una de las dos piedras de la bolsa. Si sacaba la piedra negra se
convertía sin más en su esposa y quedaba cancelada la deuda del padre. Si sacaba la
blanca, se quedaba con su padre y también quedaba cancelada la deuda. Si no aceptaba
este juego providencial, el padre iría a la cárcel y la hija moriría de hambre. Aunque
obligados por la situación, el comerciante y su hija aceptaron. Salieron a un camino del
Se trata, en este punto, de que el grupo dé una solución que encontró la joven para
poder quedarse en compañía de su padre y que les fuera cancelada la deuda. (Solución:
la joven del cuento metió la mano en la bolsa, cogió una de las dos piedras y al sacarla,
sin mirarla, y como por descuido, la dejó caer entre las demás piedras del camino
quedando mezclada con ellas).
Primero debemos recordar que, la estrategia es un camino para llevar a los estudiantes
de la situación en que se encuentran hasta aquella que les permite alcanzar los objetivos
fijados tanto técnicos, profesionales como de su desarrollo individual” Gorow, (1983)
Es relevante mencionar que las estrategias de aprendizaje son conjuntamente con los
contenidos, objetivos y la evaluación de los aprendizajes, componentes fundamentales
del proceso de aprendizaje.
Un alumno que por ejemplo sólo debe aprender la primera columna de los elementos
químicos de la tabla periódica, puede, elegir alguna estrategia de ensayo: repetir tantas
veces como sea preciso el nombre de los elementos, o utilizar alguna regla
mnemotécnica.
Dificultades por parte del alumno: El principal problema es la resistencia del alumno a ser
activo en su aprendizaje. Esto es así, porque los modelos tradicionales de enseñanza así
lo fomentaban y, sobre todo, porque no aprecia la utilidad de este aprendizaje para el
rendimiento en los exámenes; pues normalmente éstos premian el aprendizaje más o
menos mecánico o memorístico.
Demostrar una adecuada preparación para el trabajo con estrategias relacionadas con los
ejes transversales (formación político-ideológica, educación sexual, medioambiental y
para la salud y otros), mediante el establecimiento de los vínculos necesarios con los
contenidos de la educación en (sic).
El alumno debe de escoger qué estrategia del abanico de posibilidades más adecuada en
función de varias características:
Muchas veces nos hemos preguntado por qué unos alumnos aprenden más que otros
utilizando las mismas técnicas y estrategias de aprendizaje. ¿Qué ocurre para que en una
misma clase aprendan unos más y otros menos? Aunque podrían entrar en juego los
procesos cognitivos, otra de las respuestas sería la capacidad del alumno a la hora de
utilizar las estrategias de aprendizaje.
También es interesante que sepamos que muchas técnicas se basan en que el alumno
estudie. Estas técnicas hacen que el alumno sepa y pueda estudiar. Además de que le
ayudan a crear un vínculo más sencillo con el estudio.
Estrategias de memorización
El uso de bibliotecas
Realización de esquemas y resúmenes
Organización
Leer constructivamente
Comprender constructivamente
Evaluar
Estilos de aprendizaje
Por mucho que hablemos sobre las estrategias de aprendizaje, de su valor, de sus tipos
etc., de nada sirven si luego no sabemos cómo enseñarlas. Una de las preguntas que
siempre nos hacemos es si debería de estar presente en nuestra guía de estudio del año
o al margen de él. En el primer enunciado el profesor enseña las estrategias de
aprendizaje junto con el contenido normal de la materia. En el segundo es cuando se
centra exclusivamente en estudiar paso a paso las estrategias.
Se entiende con esto que exista una imitación. Se trata de que el alumno participe y
conecte sus estrategias con las nuevas que está aprendiendo. El profesor selecciona que
tipo de estrategias de aprendizaje tiene para elegir y cuál sería la correcta, después
evalúa los resultados.
Exponemos en voz alta las decisiones que debemos hacer para cada opción y aplicación
dejando bien claro lo que queremos argumentar.
Es interesante preguntar a el alumno como lo has hecho? que has hecho después? qué
pasos has seguido? (sin asumir en un primer momento ni algo bueno ni algo malo).
Seguidamente modificando su conducta si vemos que no es la correcta o si podría
hacerla algo mejor. El profesor puede aprovechar al máximo las capacidades del alumno
aumentando, reduciendo o eliminando algunas de las estrategias que ya poseía el
alumno.
Poco a poco se exigirá que el alumno sepa hacer mejor dicha tarea y además tareas más
complicadas.
El aprendizaje ocurre si se cumplen una serie de condiciones: que el alumno sea capaz
de relacionar de manera no arbitraria la información.
Aprendizaje cooperativo
La obligación
La ayuda
La comunicación
La competitividad
La cooperación
De una manera muy amplia realmente ¿qué son las estrategias de aprendizaje? Son
procedimientos que incluyen técnicas, operaciones y actividades que buscan el "aprender
a aprender". Las estrategias de aprendizaje pueden clasificarse en tres grandes grupos:
dominio del conocimiento al que se aplican, del tipo de aprendizaje que favorecen, de su
finalidad, del tipo de técnicas particulares que conjuntan. Entre algunas fórmulas o
técnicas estratégicas de aprendizaje que el profesor puede ampliar tenemos:
Las estrategias previas a la lectura establecen los órdenes a seguir antes de comparecer
ante un tema, motivando a leer al alumno.
Las estrategias de evaluación son unas tareas necesarias y son las que controlan el
proceso de reflexión sobre la enseñanza y deben ser parte de ella.
Un recurso es algo que resulta útil para cumplir un objetivo o que favorece la
subsistencia. Didáctico, por su parte, es un adjetivo que hace referencia a la formación,
la capacitación, la instrucción o la enseñanza.
Los recursos didácticos, por lo tanto, son aquellos materiales o herramientas que tienen
utilidad en un proceso educativo. Haciendo uso de un recurso didáctico, un educador
puede enseñar un determinado tema a sus alumnos.
Esto quiere decir que los recursos didácticos ayudan al docente a cumplir con su función
educativa. A nivel general puede decirse que estos recursos aportan información, sirven
Es importante resaltar que los recursos didácticos no sólo facilitan la tarea del docente,
sino que también vuelven más accesible el proceso de aprendizaje para el alumno, ya
que permite que el primero le presente los conocimientos de una manera más cercana,
menos abstracta.
Supongamos que un profesor desea enseñar a los alumnos de una escuela secundaria lo
perjudicial que resulta fumar. Para cumplir con este objetivo, el docente puede utilizar
distintos recursos didácticos: proyecta una película que muestra las consecuencias del
tabaquismo en el protagonista, organiza un concurso de afiches con el objetivo de que
los estudiantes aconsejen a otros jóvenes sobre el tema y lleva a un ex fumador a
brindar una charla a la clase.
Al docente le brindan una estructura sobre la cual basar y organizar los conceptos que
desean transmitir al alumno, algo muy útil para asegurarse de tocar todos los puntos
fundamentales y de que ninguno de ellos ocupe tiempo que podría aprovecharse en los
demás, volviendo la enseñanza más entretenida y fácil de asimilar;
Los recursos didácticos también son ideales para ejercitar y desarrollar las habilidades de
cada parte, tanto de quien enseña como de quien aprende los conceptos, ya que invitan
a la reflexión y la autoevaluación;
Motivan a los alumnos a acercarse al contenido y los impulsan a hacer algo con él, luego
de lo cual se crea un interés genuino que vuelve difícil la interrupción del proceso y, por
lo tanto, el fracaso del cuerpo docente;
Dado que la reflexión es una de las actividades que suele desprenderse naturalmente de
los recursos didácticos, el docente tiene la oportunidad de evaluar al alumno desde una
perspectiva poco común durante el resto de los trabajos;
Para encontrar los recursos didácticos adecuados es necesario tener bien claro qué
deseamos enseñar y organizar la información de manera clara y directa. Los materiales
deben ser atractivos, ya que la clave del éxito se encuentra en el primer contacto con el
alumno. Además, es importante recordar que son una puerta hacia el conocimiento, un
canal a través del cual el individuo debe pasar para acceder a muchos más contenidos de
los presentes en los recursos mismos.
Los materiales didácticos se pueden clasificar por sus características, en distintos grupos
y categorías, esto funciona para identificarlos y darles un uso más eficaz.
Una clasificación general como la que se propone en este taller es dividirlos en escritos,
audiovisuales y digitales, lo cual es posible y necesario para facilitar su identificación,
tomando en cuenta que hablamos de medios de comunicación, que se convierten en
materiales didácticos una vez que se les agrega una intención educativa.
Los contenidos que se van a tratar utilizando el material, que deben estar en sintonía
con los contenidos de la asignatura que estamos trabajando con nuestros alumnos.
Los superdotados se benefician del aumento del uso de los ordenadores en la escuela
porque sus necesidades especiales se pueden resolver a través del uso adecuado de la
tecnología (Lewis, 1998). Maker y Neilson, 1982, sugieren que los ambientes de
aprendizaje efectivo para los superdotados tienen las siguientes condiciones:
Materiales impresos
Sin embargo hemos de destacar que para determinados colectivos las "nuevas
tecnologías" abren posibilidades diferentes que deben ser tenidos en cuenta a la hora de
diseñar programas de intervención educativa. En el caso de los alumnos con necesidades
educativas específicas asociadas a aptitudes sobresalientes son sobradamente conocidas
algunas de sus características intelectuales que tienen especial relevancia para los
aprendizajes tecnológicos.
Desarrollo temprano del lenguaje. En general los niños de alta capacidad intelectual
muestran un desarrollo temprano del lenguaje y tienen gran interés en la lectura a una
edad temprana. Este desarrollo precoz del lenguaje y la comprensión lectura
contribuyen, entre otras cosas, de modo significativo a su habilidad para adquirir y
procesar información y potencia la inteligencia cristalizada.
Curiosidad e intereses múltiples. El niño con alta capacidad tiene una gran capacidad
de transferencia de conocimientos lo que le lleva a estar interesado por muchas cosas
que no tienen ninguna relación aparente entre sí. El adecuado uso de Internet puede ser
un instrumento eficaz para "alimentar" su curiosidad y dar respuesta a sus preguntas.
Si pides libros sobre assessment, te indicará una sala distinta a la que te llevarían si les
pides libros sobre accountability, o sobre appraisal o sobre self evaluation. Hay quien
confunde evaluación con calificación, medición o comprobación.
Por consiguiente, la primera cuestión que se exige es clarificar lo que se entiende por
evaluación, porque el lenguaje sirve para entendernos y, a veces, para confundirnos.
Es decir, las informaciones suministradas por las diversas estrategias de evaluación han
de ser utilizadas para la retroalimentación constante de aquellos aspectos que precisan
ser afianzados en la búsqueda de la competencia. La evaluación que valora los procesos
de aprendizaje exige nuevas formas de abordaje en los procedimientos y en la aplicación
de los instrumentos que proveerán las informaciones para la toma de decisiones. Estos
procedimientos e instrumentos, por ser innovaciones, precisan, por parte de las y los
docentes, de una comprensión cabal de sus alcances y limitaciones, de modo que su
implementación, procesamiento y uso de los datos que proporcionan, reúnan condiciones
de alta calidad.
2. Sirve también para identificar las causas de las deficiencias reiteradas en el logro
del aprendizaje.
Evaluación diagnóstica
Es importante para las y los docentes, tratar los errores cometidos por las y los
estudiantes como un elemento válido para el aprendizaje, es decir, debe formular a partir
de ellos un diagnóstico que le sirva para aplicar una solución ajustada a las necesidades
del alumnado, y en consecuencia revisar los distintos factores que interactúan e
intervienen en el proceso de aprendizaje: las características de las y los estudiantes, las
características de la tarea, la metodología empleada y los procedimientos evaluativos,
entre otros.
Por lo tanto la función formativa de la evaluación supone que, la intervención de las y los
docentes no se centra en la valoración de los resultados, sino en averiguar sus causas
para adecuar la enseñanza y ayudar a las y los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
Corregir en clase las actividades habituales realizadas por las y los estudiantes
individualmente o en grupo (problemas, ejercicios, comentarios de texto, intervenciones,
respuestas o preguntas entre otras).
Llevar el registro del auto evaluación de las y los estudiantes desde el inicio de la
actividad para regular su proceso de aprendizaje.
Las decisiones que se derivan de la evaluación formativa son siempre actuaciones para
adaptar mejor las actividades de enseñanza aprendizaje a las características y
necesidades de las y los estudiantes y lograr mejores y mayores aprendizajes.
Evaluación sumativa
Proponer actividades que permitan la observación directa del aprendizaje de las y los
estudiantes, donde se ponga de manifiesto la capacidad desarrollada.
Características de la evaluación
Integral: Considera todos los aspectos del desarrollo y crecimiento humano. Se organiza
de acuerdo a los grandes fines o propósitos de la educación articulándose alrededor de
las competencias.
La Autoevaluación
En este tipo de evaluación son las y los estudiantes, más que las y los docentes, los que
ejercen el control sobre sus avances y/o dificultades, es decir, procura que sean
protagonistas de su aprendizaje mediante la toma de conciencia de cómo aprenden y de
Coevaluación
Posterior a un proceso de aprendizaje, donde se les solicita a las y los estudiantes que
contesten un cuestionario de manera anónima; esta estrategia permite que éstos opinen
con absoluta libertad sobre lo realizado, así también posibilita contrastar sus opiniones
con la apreciación de las y los docentes.
Heteroevaluación
Consiste en la evaluación que realiza una persona sobre otra: su trabajo, su actuación,
su rendimiento. Esta es la evaluación que habitualmente llevan a cabo las y los docentes
con las y los estudiantes.
4. Organice una sección con los datos generales considerando nombre del
observador(a), nombre del estudiante, Área, fecha, tema expuesto, puntaje y
juicio evaluativo o nota
Técnica: Observación
Para indagar sobre algunos aspectos del aprendizaje, como por ejemplo, las habilidades
adquiridas en determinados procedimientos o ciertas características actitudinales en
relación con los otros individuos y con la tarea, la observación es el único medio que
tenemos para recolectar información válida para la toma de decisiones. Los mayores
problemas que presenta este modo de medición se refieren a la objetividad y a la
significación de lo observado.
Los registros anecdóticos son descripciones de hechos que han ocurrido en el transcurso
del proceso educativo.
3. Recomendaciones de actuación
Los objetivos de enseñanza guiarán la selección de las situaciones a observar, para saber
a cuáles considerar significativas.
También hay que estar alertas ante aquellos acontecimientos inusuales o inesperados,
pero que aparecen como patrones de comportamiento de los estudiantes.
Para poder elaborar un sistema realista de registros, hay que tener en cuenta los
siguientes principios:
Realizar las observaciones en aquellas áreas del conocimiento que no pueden ser
valoradas por otros medios. No hay ventajas en el uso del registro anecdótico, para
obtener evidencias de aprendizaje, en áreas en las que se puede aplicar métodos más
objetivos y fáciles de administrar.
Lo que podemos esperar de los registros anecdóticos es obtener una idea del
comportamiento de los estudiantes.
Restringir las observaciones de este tipo solo a aquellos estudiantes que necesiten un
seguimiento especial.
Descripción: Interpretación:
Pedro dice la palabra que desea escribir. Es importante, para consolidar la lectura
Forma con tarjetas pero no logra leerla. de palabras, realizar varios ejercicios
Recomendación:
Luego de varios intentos, puede leer Observador
hasta que el: niño adquiera más
seguridad.
la palabra que forma.
Son especialmente útiles para evaluar aquellas destrezas o modos procedimentales que
pueden ser divididos claramente en una serie de actuaciones parciales o pasos.
Modo de construcción
1. Identificar y describir claramente cada una de las actividades que se desean registrar.
El instrumento en este caso consiste en una lista de características que debe poseer el
producto final. Para su aplicación, el docente solo tiene que verificar si cada una de las
características está presente o no.
La misma lista puede ser utilizada periódicamente para comparar los niveles de
adquisición de determinados hábitos o comportamientos.
Se puede agregar la fecha en que fueron realizadas cada una de las observaciones, si se
considera que este dato puede ser de utilidad al momento de evaluar los registros.
Rivera
S No Alvarado
S No Cevallos
S No Melo
S No
La carta tiene fecha. í í í í
Este tipo de instrumento, al igual que otras herramientas de evaluación, debe ser
construido de acuerdo con las conductas a ser evaluadas y debe usarse cuando hay
suficiente oportunidad de realizar la observación que se desea.
Excelente = x puntos
Muy bueno= x puntos
Bueno = x puntos
Regular= x puntos
Deficiente= x puntos
5 4 3 2 1
Siempre Frecuentemente Ocasionalmente Rara vez Nunca
La entrevista permite el contacto personal con el otro. Mediante ella se puede recoger
información a través de preguntas sobre determinados aspectos (conocimientos,
creencias, intereses, etc.), que se quiere conocer con fines evaluativos de acuerdo a
diversos propósitos.
• Intencionalidad de la entrevista
• Preguntas pertinentes
• Formulación de una pregunta a la vez y no varias
• Preguntas claras y breves
• Clima afectivo y positivo
• Capacidad de escuchar con empatía
• Registro de la información pertinente
El enfoque actual considera que la evaluación es una sola, en la medida que refleja la
unidad entre lo cognitivo, procedimental, actitudinal y metacognitivo en el proceso
pedagógico; es decir que a un proceso único corresponde una evaluación integradora
también única. Es necesario evaluar conjuntamente los conocimientos, las habilidades y
las capacidades.
El portafolio consiste en «una colección de trabajos del alumno que representa una
selección de su producción […]. Un portafolio puede ser una carpeta contentiva de las
mejores piezas producidas por el estudiante y la evaluación de las fortalezas y
debilidades de los productos». Es decir, es una selección de trabajos realizados por los
alumnos durante el año, utilizados para evaluar el desempeño estudiantil en términos de
logros en relación con el trabajo inicial. Esta colección muestra los esfuerzos, logros y
progresos en una o más áreas del aprendizaje e incluye no solo muestras de los
productos, sino los criterios de selección, así como evidencia del auto reflexión.
Ana Lucía Delmastro sugiere que el portafolio debe tener los siguientes componentes:
Fechas: Son momentos del período del proceso en los que se realizaron todos los
trabajos; permiten visualizar el progreso del estudiante.
Esta es una técnica de investigación basada en las respuestas orales y/o escritas de una
población. El sujeto encuestado no elabora la respuesta, solo identifica la que considera
correcta entre un conjunto de opciones dadas. Esta modalidad permite incluir gran
cantidad de preguntas que cubren un amplio espectro de contenidos y dimensiones a
evaluar, y ofrece una visión integral del tema o problemática evaluada.
Por ejemplo, cuando una misma encuesta se administra en los primeros años de dos
instituciones diferentes o bien una misma encuesta en diferentes ciclos lectivos.
Profesor :
Asignatura:
Año: Curso: Fecha de
administración:
La principal diferencia con la entrevista reside en la poca relación directa entre los
sujetos y la persona que los aplica, puesto que esta se limita a presentar el cuestionario
al grupo, dar ciertas normas generales y crear un buen ambiente para que los sujetos
puedan contestar las preguntas.
Los datos que se pueden obtener con un cuestionario pertenecen a tres categorías:
Técnica: Pruebas
Esta técnica de evaluación es muy útil e importante para el maestro puesto que permite
recoger información de las destrezas cognitivas.
Pruebas escritas
Las pruebas escritas son instrumentos en los cuales las preguntas formuladas por el
docente son respondidas por los estudiantes de las siguientes maneras:
El hecho de que sean escritas no garantiza que este tipo de pruebas sean mejores
o peores que otras, en términos de calidad y eficiencia. No obstante, presentan una
ventaja importante con respecto a las orales, ya que las respuestas escritas permiten ser
analizadas y calificadas de mejor manera que las habladas. En cierto sentido,
representan un testimonio de lo que verdaderamente responde el estudiante, con lo cual
se puede justificar la calificación emitida, en caso de reclamo.
Pruebas orales
Pruebas objetivas
Las pruebas objetivas son aquellas en las que el estudiante no necesita construir o
redactar la respuesta, sino leer la pregunta, pensar la respuesta, identificarla y marcarla;
Las pruebas objetivas están integradas por ítems que se caracterizan por su brevedad y
por la rapidez con que pueden ser respondidos. Esto constituye otra ventaja, pues
permite tener una idea más amplia y sistemática del conocimiento que la que se obtiene
por otros medios.
Una ventaja adicional de las pruebas objetivas consiste en que permiten refinar los ítems
después de utilizarlos inicialmente, para aumentar su claridad y discriminabilidad y, con
ello, su confiabilidad y validez.
Las pruebas objetivas han recibido serias críticas, varias de ellas justificadas, pero
muchas otras basadas en la falta de comprensión de su naturaleza, funciones y
limitaciones. Algunas de estas críticas son las siguientes:
2. Las pruebas objetivas tienen algunas limitaciones para medir conocimientos referidos
los procesos cognitivos de más alto nivel. Sin embargo, cuando la persona que
elabora la prueba sabe cómo hacerlo, en algunos casos, se puede llegar a medir hasta
la capacidad de síntesis, además de las de análisis, aplicación y comprensión.
3. Algunas veces, debido a una mala elaboración de los ítems, particularmente de las
alternativas de respuestas, la opción correcta puede ser fácilmente identificada o
deducida, sin que ello implique un verdadero conocimiento del asunto por parte del
estudiante.
4. Existe una alta posibilidad de que algunos ítems sean respondidos correctamente por
simple azar. Esto es cierto, pero también es verdad que existen procedimientos
especia- les para la corrección de este tipo de ítems objetivos que toman en
cuenta esta posibilidad.
Las pruebas objetivas pueden estar integradas por ítems de varios tipos, por ejemplo,
verdadero-falso, pareo, completamiento y selección simple y múltiple.
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