SU ROSTRO Y SU MANO.
Salmo de David.
27 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
2
Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3
Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
4
Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
5
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
6
Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
7
Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme.
8
Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
9
No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo;
Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
10
Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
1. El hombre gozaba de ver a Dios Cara a Cara.
Genésis 2:19-25
19
Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los
cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que
Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
20
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del
campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.
21
Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste
dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
22
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre.
23
Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta
será llamada Varona,[a] porque del varón[b] fue tomada.
24
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y
serán una sola carne.
25
Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
Pero después, por causa del pecado no se pudo ver su rostro.
Éxodo 33:15-23
15
Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
16
¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo,
sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de
todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?
17
Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado
gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
18
El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.
19
Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el
nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia,
y seré clemente para con el que seré clemente.
20
Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
21
Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
22
y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré
con mi mano hasta que haya pasado.
23
Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.
Pero a quien vio Jacob? Genesis 32:29-30
29
Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón
respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
30
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a
[c]
cara, y fue librada mi alma.
Respuesta Oseas 12: 2-5
2
Pleito tiene Jehová con Judá para castigar a Jacob conforme a sus caminos; le
pagará conforme a sus obras.
3
En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano, y con su poder venció al
ángel.
4
Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con
nosotros.
5
Mas Jehová es Dios de los ejércitos; Jehová es su nombre.
Este pasaje bíblico arroja luz sobre la identidad del varón con quien luchó Jacob. Se trata
de un ángel, pero no cualquier ángel, sino el Ángel de Jehová, quien no es otro sino el
Hijo de Dios en su estado pre-encarnado. En otras palabras, en realidad Jacob no vio a
Dios cara a cara, como él pensaba, sino al Ángel de Jehová, a la persona del Hijo de Dios
antes de su encarnación, y por eso no murió a pesar de ver su rostro.
Apocalipsis 2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que
venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la
piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
A. Los israelitas profesaban la bendición en el rostro de Dios.
Números 6:24-26
Jehová te bendiga, y te guarde;
24
Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
25
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. m
26
B. Pero los hombres escondieron el rostro de Dios y dieron su espalda a él.
3
Isaias 53: 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,
experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos.
Pero el que goza de la dicha de su rostro, gozará de la ayuda de su mano.
10
Isaias 41: 10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
En el caso contrario.
Salmos 32: 3-6 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
4
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah5 Mi pecado te declaré, y no
encubrí mi iniquidad.Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah6 Por esto orará a ti todo santo en el
tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas
no llegarán éstas a él.
2 Crónicas 30:9
Porque si os volviereis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán
9
misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra; porque
Jehová vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su
rostro, si vosotros os volviereis a él.
DIOS ESCONDE SU ROSTRO POR DOS RAZONES.
1. POR EL PECADO A NIVEL PERSONAL Y COMUNITARIO, Y PORQUE POR EL PECADO
EL HOMBRE SE OLVIDA DE DIOS.
Isaias 32: 18 -24 De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu
creador.
19
Y lo vio Jehová, y se encendió en ira Por el menosprecio de sus hijos y de sus
hijas.
20
Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin;
Porque son una generación perversa,
Hijos infieles.
21
Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios;
Me provocaron a ira con sus ídolos;
Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo,
Los provocaré a ira con una nación insensata.
22
Porque fuego se ha encendido en mi ira,
Y arderá hasta las profundidades del Seol;
Devorará la tierra y sus frutos,
Y abrasará los fundamentos de los montes.
23
Yo amontonaré males sobre ellos;
Emplearé en ellos mis saetas.
24
Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente
Y de peste amarga;
Diente de fieras enviaré también sobre ellos,
Con veneno de serpientes de la tierra.
2. LA SEGUNDA RAZÓN POR LA QUE DIOS ESCONDE SU ROSTRO ES PARA
LOGRAR SUS PROPÓSITOS. ES PARA QUE EL INDIVIDUO O LA NACIÓN
SE PERCATEN NUEVAMENTE DE SU NECESIDAD DE ÉL.
Jeremías 33:25-26
Así ha dicho Jehová: Si no permanece mi pacto con el día y la noche, si yo no he
25
puesto las leyes del cielo y la tierra,
también desecharé la descendencia de Jacob, y de David mi siervo, para no
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tomar de su descendencia quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de
Isaac y de Jacob. Porque haré volver sus cautivos, y tendré de ellos misericordia.
«El tiempo llega, sin embargo, cuando Dios se retira; cuando Su mano en
el mundo ya no es evidente, sino que coordina los eventos de manera
oculta.»
Así como un padre debe soltar la mano de su hijo para que aprenda a
caminar por sí solo, Dios también se retira y nos deja caminar solos.
Es mejor tener a papá regañándonos y corrigiéndonos para evitar nuestra
caída, que tener a un papá en silencio y apartado de nosotros, lejos de
darnos la mano.