Caracas, 25 de septiembre de 2020
Ciudadano
ERNESTO VILLEGAS
Ministro del poder popular para la Cultura
Su despacho.-
Estimado Ministro,
Extendiendo nuestro más cordial saludo, queremos dirigirnos a usted para
exponer los siguientes planteamientos:
Nosotros, los abajo firmantes, en nuestra condición de miembros fundadores y
sobrevivientes del Grupo Folklórico y Experimental “Madera”, agrupación creada en
el año 1977 por un grupo de jóvenes del barrio Marín de la parroquia San Agustín del
Sur, guiados por ideales e inquietudes artísticas, políticas y comunitarias que nos
condujeron a protagonizar un movimiento sociocultural que logró organizar la
resistencia cultural más allá de su dinámica natural y de la simple tarima, reivindicando
a nuestros barrios en el imaginario colectivo de nuestro país, en un momento en que la
cultura se convirtió en un arma de lucha para las clases desposeídas de Venezuela, 40
años después de haber perdido 11 compañeros en el fatal accidente ocurrido en el río
Orinoco el 15 de agosto de 1980, no dejamos de sentir el dolor de una herida que no
sanará nunca. Porque a la pérdida irrecuperable de nuestros compañeros, se suma un
fraude tanto moral como administrativo que ofende su memoria.
Es el caso ciudadano Ministro, que en el momento de gran confusión desatado
por la mencionada tragedia, se creó la Fundación Grupo Madera integrada por
miembros fundadores sobrevivientes, familiares y personas allegadas, cuya principal
motivación se fundamentó en garantizar la continuidad del trabajo cultural que se venía
realizando, y colocando el mayor énfasis en la atención y protección de los familiares
de las víctimas. Siendo de esta manera, fue acometida la reestructuración del grupo
gracias a valiosos donativos de instrumentos, en primer caso, y fondos aportados por
la empresa privada, con los cuales el Grupo Madera logró su reaparición un año
después. Sin embargo, para la atención de los familiares, fueron muy pocos los recursos
recibidos para ese fin y apenas alcanzaron para cubrir gastos de funcionamiento”.
Bajo este ritmo, los miembros fundadores y sobrevivientes, nos mantuvimos
activos en la Fundación Grupo Madera durante los seis años siguientes, luego
participando indirectamente como miembros de la Junta Directiva hasta tanto se
procediera con la elección de una nueva junta, como así lo solicitamos a través de
asambleas celebradas en fechas 03 de abril, 21 de junio y 29 de junio del año 1991,
solicitud a la que procedimos e insistimos al conocer que dos de sus integrantes: Rafael
Quintero (presidente) y Noel Márquez (secretario de prensa) en el año 1988, con el
interés de ascender al secretario de prensa, sustituyeron a los miembros de sus cargos,
a través de una asamblea fraudulenta en la que falsificaron las firmas de las personas
que ellos dieron como salientes de la Junta Directiva. Contrario a lo esperado, los
nombrados ciudadanos se dieron a la tarea de obstaculizar este procedimiento e
incurrieron en las siguientes irregularidades.
1. Ignorar y desconocer los acuerdos de las decisiones adoptadas en las
asambleas celebradas en el año 1991 conducentes a subsanar el acto
mediante el cual fueron falsificadas las firmas de los miembros de la
Junta Directiva con la finalidad de ascender a Noel Márquez al cargo de
Secretario General, sin proceder a su nueva elección conforme a lo
establecido en el documento constitutivo de la Fundación Grupo
Madera.
2. Entre los años 1995 y 1997 Rafael Quintero y Noel Márquez solicitaron
créditos y financiamientos culturales, presentando el Acta constitutiva
original de la Fundación Grupo Madera sin haber elegido nueva Junta
Directiva, comprometiendo así a los miembros ausentes, y sin haber
revertido la Asamblea ficticia donde se falsificaron las firmas, tal como
les fue solicitado en su debido momento.
3. En 1997, Rafael Quintero sin haber cumplido con los procedimientos
estipulados para las convocatorias, en forma arbitraria y a través de una
Asamblea ilegítima sustituye a los miembros ausentes de la Junta
Directiva con la salvedad que en este acto ratifica a los miembros
ausentes Carlos Daniel Palacios y José Alberto Naranjo.
4. En el año 1998, la Junta Directiva elegida (punto 3) otorga poderes
especiales para ampliar sus atribuciones al ilegítimamente nombrado
Secretario General Noel Márquez en sustitución del presidente Rafael
Quintero quien dejó de cumplir actividades con la Fundación Grupo
Madera.
5. En el año 1999, tres de los miembros de la Junta Directiva en cuestión,
(más un comodín usado habitualmente para completar la mayoría)
celebran una Asamblea para designar a Noel Márquez como presidente
de la Fundación.
6. En el año 2002, se ratifica a Noel Márquez como presidente.
7. En el año 2005, Noel Márquez a través de Asamblea General
Extraordinaria niega todo derecho a los herederos de los miembros
difuntos, tal como así lo expresó: “Los herederos de un miembro difunto
no tienen ningún derecho sobre los bienes de la Fundación y no pueden
exigir cuentas, ni reclamar reembolsos de aportaciones, subvenciones
o cualesquiera otros donativos, dádivas o prestaciones que el miembro
fallecido hubiere hecho a la Fundación”. Declaración que expresa Noel
Márquez, violando de forma flagrante la Ley de Impuesto Sobre
Sucesiones, Donaciones y Demás Ramos Conexos y bajo el usufructo
del nombre del grupo, del patrimonio material existente antes de su
llegada, así como del patrimonio musical, autoral, intelectual e
imágenes de los miembros fallecidos de los que se ha beneficiado a lo
largo de todos estos años. A través de esta misma Asamblea, los
reunidos –según como expresaron- acordaron por unanimidad, excluir
a los fundadores como miembros de la Fundación Grupo Madera, (entre
los que mencionan a Rafael Quintero, miembro de la Directiva pero no
fundador) por haberse desligado de ella, omitiendo así, la falsificación
de firmas avaladas por él y las Asambleas mediante las cuales se solicitó
el nombramiento de la nueva Junta Directiva en años anteriores.
8. En el año 2006 a través de una nueva Asamblea Extraordinaria recurren
al retracto con la pretensión de enmendar la decisión expuesta en el
punto número 7 sobre los miembros fundadores, señalando en esta
oportunidad que ellos lo que quisieron decir fue que los miembros
fundadores –menos Rafael Quintero quien ya había sido excluido- “se
encuentran voluntariamente desligados de la Fundación Grupo
Madera y han perdido todo vínculo con la institución”, no dejando
constancia sobre manifestación de voluntad del mencionado retiro
voluntario. Dejando potestad igualmente, a Rafael Quintero para entrar
y salir de la Fundación bajo su libre escogencia y decisión.
9. En el año 2008, Noel Márquez solicita al Servicio Autónomo de
Propiedad Industrial (Sapi) la marca “Madera” en once (11)
modalidades diferentes presentando alegato falso, rebuscado y mal
intencionado contra la ciudadana Nelly Ramos cofundadora del grupo,
procediendo con el interés de apropiarse de un nombre para así tener
todo el dominio del Grupo Madera.
10. A lo largo de los años no han dejado de utilizar las imágenes de nuestros
deudos para solicitar recursos, utilizarlos como soporte visual de sus
espectáculos, y justificar su vinculación con el grupo original.
11. El ciudadano Noel Márquez así como no ha sido comedido en sus
intenciones de omitir la existencia de los fundadores del Grupo Madera
(lugar que él no ocupó), también ha utilizado intermediarios para
cumplir amenazas, intimidar y encubrirse bajo seudónimos en las redes
sociales para proferir improperios y amenazas de muerte. De la misma
manera, públicamente ha evidenciado un comportamiento misógino, en
el trato vejatorio y humillante a mujeres fundadoras del grupo, sin
ningún pudor para propiciarle el mínimo respeto ante casos de
enfermedades como el cáncer. Situaciones que podían propiciar
acciones judiciales ante órganos competentes del Estado.
De todos estos actos, existen las debidas pruebas en depósito y a la total
disposición de una eventual auditoría para constatar los hechos descritos.
En ninguno de los gobiernos desde el año 1980 hasta el 2020 hemos encontrado
una voz oficial que haya manifestado su preocupación por el esclarecimiento de la
tragedia del Grupo Madera, la cual por su repercusión nacional e internacional, y por
haber sido velada por el manto de la impunidad, por lo menos merecían su
incorporación a cualquier Comisión de la Verdad, como instancias estructuradas en
estos últimos períodos en el país. Debido a la inacción y la indiferencia del Estado
venezolano ante el sufrimiento y la precariedad económica de unos deudos que
quedaron a su suerte tras la pérdida de sus esposos, padres e hijos, aunado al usufructo
del nombre del Grupo Madera realizado por personas inescrupulosas que han contado
con el apoyo del gobierno bolivariano sin que este haya estado en conocimiento de las
irregularidades aquí detalladas, pensamos en recurrir a usted, como conocedores de la
sensibilidad que lo caracteriza, con la seguridad de encontrar una luz al final del túnel
luego de vivir los atropellos de quienes se ocuparon de desviar y tergiversar los
objetivos que originaron la creación del Grupo Madera. En cada ocasión, estas personas
se adhirieron con oportunismo a los partidos y candidatos de turno, hasta finalmente
terminar montados en la palestra del gobierno bolivariano, respaldados por el fallecido
presidente Hugo Chávez, sin conocimiento de los hechos aquí denunciados, y por
diferentes instancias de poder del Estado en las que esos individuos han ocupado cargos
de jerarquía y de las que no han dejado de recibir protección y onerosos aportes
económicos para su beneficio personal.
Esta situación que queremos hacer de su conocimiento, debido a la conducta
irregular que confundió la actividad administrativa de la Fundación Grupo Madera y
conllevaría a un fraude administrativo cometido presuntamente por los ciudadanos
Noel Márquez y Rafael Quintero, violando los objetivos originales de protección del
legado cultural y de apoyo a los familiares de nuestros hermanos fallecidos, y por los
cuales se creó dicha Fundación, nos conducen a solicitar sus buenos oficios para que
interceda por nosotros ante el ciudadano presidente de la República Nicolás Maduro, y
para que también -en la medida que lo permita su comprometido tiempo- nos conceda
una audiencia en la cual podamos expresarle a viva voz nuestra preocupación, con la
esperanza de recibir sus orientaciones y con la disposición de llegar a soluciones
efectivas que si bien no le retornarán la vida a nuestros muertos, si nos devolverán la
estabilidad espiritual tanto a nosotros los miembros sobrevivientes, como a los
familiares de las víctimas, como justos beneficiarios. Es nuestro deseo que la
Fundación Grupo Madera retorne a sus miembros fundadores originales que aún
sobreviven, para poder emprender la labor de rescatar el legado y resguardar el debido
honor a sus creadores y a los ideales que ellos un día soñaron.
Atentamente,
Fundadores y sobrevivientes: José Rivero, Faride Mijares, Miriam Orta, Marcela
González, Nelly Ramos, Carlos Daniel Palacios y Felipe Rengifo.