ES - Seminario Educación para La Salud
ES - Seminario Educación para La Salud
Un signo de identidad de la sociedad actual es el cambio; las transformaciones sociales en las que se halla inmerso el mundo
actual exigen de la educación una continua adaptación a formas de vida diferentes, siendo necesario idear estrategias de
intervención educativa que den respuesta a los problemas que se van generando. Las necesidades cambian; hoy más que nunca,
sabemos que la medicina curativa es insuficiente como sistema de salud, ya que esta no responde solamente a condicionantes
biológicos, sino también psicosociales. Estudios realizados por el Center for Disease Control de Atlanta manifiestan que, cuando se
supera el primer año de vida (periodo en el que los factores biológicos son muy importantes), la proporción de la mortalidad
determinada por los estilos de vida aumenta considerablemente, acercándose a un 50%. Cada día, consecuencia del cambio, el
hombre se encuentra ante nuevos retos y desafíos. Los cambios epidemiológicos o transición epidemiológica, como llaman los
expertos, ha reemplazado en los países desarrollados a una serie de enfermedades infecciosas clásicas (cólera, paludismo,
diarreas infantiles, etc.) por otras patologías como son las enfermedades crónicas (cardiovasculares, cáncer, etc.) y las llamadas
"enfermedades del progreso": sida, alcoholismo, drogodependencia, estrés. Según datos del Instituto de Información Sanitaria del
Ministerio de Sanidad y Consumo, durante el año 2006 la mitad de los casos de mortalidad en España se debieron a cuatro
enfermedades crónicas: cáncer, enfermedad isquémica del corazón, enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus. Por tanto,
puede señalarse que estas enfermedades constituyen un importante problema de salud en nuestro país, al igual que en la mayoría
de los países desarrollados.
Aparte de su magnitud, estas enfermedades crónicas cumplen criterios de vulnerabilidad, ya que muchas de ellas comparten varios
factores de riesgo como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la hipertensión arterial, la alimentación inadecuada, la
obesidad o la inactividad física son comunes a muchas de estas enfermedades. Con estas nuevas patologías entramos en una
nueva etapa de la historia de la salud pública, a la que algunos autores llaman "segunda revolución", donde los problemas
sanitarios de la población trascienden los tradicionales campos de la medicina y requieren para su prevención un tratamiento
educativo.
Por otra parte, conviene señalar la complejidad que supone definir conceptualmente la expresión Educación para la Salud (EpS) si
queremos ser exhaustivos en todas sus implicaciones y funciones, ya que acoge al hombre en su totalidad, de forma holística y
también a su contexto en una doble dimensión, ecológica y social. No podría entenderse con nitidez esta expresión si no se
aclarase con anterioridad el significado de ambos términos; si fundamentamos bien los conceptos de educación y salud podremos
considerar de forma más sólida cuál es el sentido actual de dicha expresión.
Concepto de educación
La definición del sentido de la educación requiere una tarea previa: establecer sus características diferenciales. Nos encontramos
ante la definición de un concepto que delimita el objeto central de la Educación para la Salud. Una definición insuficiente de
educación, nos llevaría a una definición de EpS inadecuada.
Debe establecerse una primera diferencia. Hablamos de educación como hecho, y como reflexión teórica o conceptualización de
un hecho. Se abre así la panorámica que considera la educación como objeto, y por otra parte, la ciencia que sistematiza los
conocimientos del hecho educativo. "Las notas conceptuales de cambio, crecimiento, o cambio progresivo no explican
adecuadamente lo que entendemos por educación. El proceso educativo no se identifica con "cambio" o el vago concepto de
evolución o desarrollo..., el mero desarrollo o cambio no implica, en cuanto tal, una modificación cualitativa favorable al individuo.
Hay desarrollos buenos y sanos, pero también malos o nocivos (Arroyo M, 1993). La definición etimológica del término "educación"
tanto si consideramos el vocablo educere (extraer, sacar a la luz, en el sentido socrático, desde dentro hacia afuera), como si se
analiza la voz educare ("criar", "nutrir", o "alimentar"), están significando ambas, lo que es propio por la raíz duco, es decir, "tirar,
sacar, traer, llevar, hacer salir, guiar, conducir" (Sanvisens, 1984). Un doble sentido está implícito: cuidado, conducción desde
fuera, pero también autoconducción, conducción desde dentro. La educación necesita de ayuda pero la decisión interna del
discente es decisiva; surgen dos vertientes la heteroeducación y la autoeducación. Se podría decir con acierto que la noción de
educación, en sus orígenes, es simbiótica entre educare y educere (Martínez, 1987). El pedagogo, en la tradición clásica, conducía
o llevaba a los niños y jóvenes a la palestra o al gimnasio. La paideia era conducción hacia el ethos, hacia la vida moral plena y
feliz.
La educación como hecho, por otra parte, y la reflexión sobre ella es una evidencia que aparece en las diversas formas de cultura
como un integrante de la vida de los grupos sociales y de su pervivencia histórica. Los modelos son diferentes según los grupos
étnicos que se analicen, y según que época se considere. Cuando la Pedagogía pretende un análisis científico la conceptualización
de la educación es su principal tarea. El análisis de sistemas permite una visión holista, global del hecho educativo. La afirmación
de que la educación radica en el ser del hombre, nos lleva a diagramar qué lugar ocupa el hombre en su entorno y en relación con
los demás seres, con los que interactúa de forma dinámica en cada contexto o ecosistema.
La educación hace referencia al hombre en su totalidad, de forma holística, considerando también su contexto social, de donde
surge la suma complejidad al pretender una conceptualización de dicho término; por otra parte, las posiciones teóricas son
diferentes, así como la escala de valores de los respectivos autores, de aquí que unos pongan su énfasis en una u otras de sus
notas características. Las definiciones de educación, cuando se analiza su contenido, consideran, entre otras, las siguientes notas
o características diferenciales de la educación: referencia al hombre, intencionalidad, optimización (mejora o perfeccionamiento),
procesual (comunicación, relación), desarrollo de las facultades o aptitudes humanas (realización personal, individualización),
socialización (transformación social, apertura, compromiso), ayuda, servicio o auxilio, búsqueda de la felicidad (López-Barajas,
2000).
Los animales pueden cambiar e incluso mejorar con el adiestramiento, las plantas sometidas a un cultivo cuidado producen
abundantes frutos, pero solo el hombre puede reflexionar sobre sí y su entorno, sólo él puede "estar presente" ante sí mismo e
interrogarse sobre el modo de mejorar la realidad. La racionalidad humana permite la generación de la cultura, la integración de los
conocimientos, los modos de relación y formas de vida, el lenguaje, el trabajo, la autonomía y la libertad. La transmisión de esta
cultura, la mejora de la sociedad y de los hombres se hace a partir de la educación. Por consiguiente, una nota o característica
diferencial será, por obvio que parezca, la referencia al hombre. Encontramos en "toda manifestación pedagógica y educativa un
trasfondo cultural, una concepción del mundo y del hombre, una ideología tal vez, más o menos explícita. La pedagogía, al hacerse
consciente de ello, debe partir fundamentalmente de una antropología filosófica, científica y cultural; debe examinar críticamente el
problema de los fines y valores de la educación, de las pautas y patrones que rigen el proceso educativo, justipreciando su alcance
vital y humano, su entronque social y cultural, y fundamentando crítica y racionalmente —en un plano de evolución constante— su
importancia formativa" (Sanvisens, 1984).
Es por esto que la "noción genérica de aprendizaje en cuanto expresa sin limitación todo y cualquier cambio de conducta no
equivale siempre a educación. Por la simple razón de que no todo cambio de conducta es de suyo educativo" (Arroyo M, 1993). La
segunda de las notas identificadas es la intencionalidad. Intención es el punto de mira o el término de acción (Moliner, 1987). La
intencionalidad es una propiedad que afecta a la actividad o comportamiento humano. La intencionalidad puede postularse desde
diversos ángulos o puntos de vista (Arroyo M, 1993):
— Intencionalidad del agente educador: se interpreta la educación ante todo como heteroeducación y se asigna al educador la
intencionalidad en su actuación.
— Intencionalidad en el educador y en el educando: restringe la noción de educación, no tendría sentido designar por educación la
influencia madre-hijo o la autoeducación en sentido estricto.
— Intencionalidad no explícita: la educación es proceso o desarrollo, o influencia que produce o genera un efecto determinado de
ordinario estimado como deseable.
La intencionalidad humana ha de estar presente en la educación. Un hecho parece claro, solo las mujeres y los hombres pueden
ser agentes de educación. Las realidades "no personales" de la naturaleza o de la cultura, el "medio", aun cuando ejerzan
influencias más o menos fuertes sobre los hombres, no actúan y por ello no se pueden decir que eduquen (Brezinka, 1975). El
entorno cósmico, climático y físico influye en las personas, hasta tal punto que son necesarios para su desarrollo, pero la influencia
que implica la educación es la que procede de otros seres humanos (Sarramona, 1989). Aunque cabría hablar de una "naturaleza
educadora" que incorpora el misterio del orden universal, como un "espejo" y que identifica leyes de naturaleza ecológica. También,
hemos señalado, existe una intencionalidad no explícita o latente (oculta) en la que anidan factores educativos fuera de la
planificación sistemática de la educación. Pero siempre exigirá la percepción, la advertencia, la conciencia de la finalidad de la
misma. Sin libertad y decisión propia no hay educación propiamente dicha.
El sentido antropológico y social subyace incluso en la llamada "educación negativa" de carácter naturalista. La intencionalidad
educativa exige el respeto a las libertades de las conciencias de los alumnos; es precisa la conciliación de la dignidad de los
valores elegidos con la estimación y aceptación de los alumnos. Solo así puede entenderse la fundamentación objetiva y subjetiva
de la educación. La optimización, la mejora, el perfeccionamiento son notas clásicas que encontramos en numerosas definiciones
de educación. Al final de la acción educativa "esperamos que los educandos sean más valiosos [...] La calidad de la educación
viene determinada por la dignidad, profundidad y extensión de los valores que hayamos sido capaces de suscitar y actualizar"
(Marín Ibáñez R, 1981).
La educación es proceso, o mejor progreso, que añade el sentido de cambio perfectivo. El proceso educativo consiste "no tanto en
las operaciones humanas, cuanto en la ordenación de las mismas por la razón" (González Álvarez, 1969). Esta característica, o
mejor dimensión de la educación, supone la situación de interacción: "quiero decir con ello que toda manifestación humana tiene,
como mínimo, un dato permanente; en efecto, considero que toda acción humana, todo comportamiento o conducta, puede
analizarse como interacción: esto es, como acción entre sí o entre los hombres. El comportamiento humano, como fenómeno más
amplio que el propio hombre y, por tanto, integrador de éste, puede reducirse a su premisa más simple si se contempla bajo la
categoría de "relación". La relación humana es, en definitiva, lo que define a la realidad social de las mujeres y los hombres. De ahí
que la realidad relacional y su fenomenología concurrente (elementos, influencias y consecuencias de dicha realidad)
protagonizada por el hombre, deba ser objeto sobre el cual se aplique el conocimiento de las ciencias humanas" (Colom AJ, 1982).
La consideración de la educación como relación nos conduce a la dimensión constitutiva de la persona y a la valoración de la
educación como diálogo: "la persona, como es sabido, no solo es capaz de establecer relación con las cosas, con el mundo natural
transformado en los tres pilares fundamentales de la cultura (la ciencia, la técnica y el arte), sino que va a depender esencialmente
de la relación que establezca "con el otro" y "con los otros". El "ser con" no es una disposición que la persona adquiera en el
transcurso de su desarrollo existencial, sino que es un rasgo absolutamente connatural y necesario que posibilita, desde la misma
esencia de la persona, el que ésta llegue a ser lo que es [...] en efecto, el valor en la existencia del yo (como salida de sí mismo) del
encuentro y de la comunicación interpersonal, puede considerarse una cuestión nuclear de la reflexión filosófica, antropológica y
psicológica de nuestro tiempo que se repite, desde perspectivas distintas, en todos los autores: desde el personalismo humanista
(Scheler, Mounier), el dialogismo de (Buber, Marcel, Levinas), el trascendentalismo (Heidegger), hasta la reflexión neoescolástica
(Coreth, Marecha, Rahner, Zubiri o Caffarena)" (Medina Rubio R,Rodríguez Neira T, 1992).El desarrollo de las aptitudes o
capacidades específicamente humanas se refieren a la educabilidad como posibilidad subjetiva de desarrollo. El hombre y la mujer
son seres indigentes al nacer pero con una potencialidad extraordinaria de desarrollo. "La personización, en cuanto adquisición
consciente y en cuanto autoguiaje, de carácter en algún sentido determinado, tiene sentido intencional, que no lo
tendría,seguramente, para una concepción que centrara la persona únicamente en la individualización y en la simple "capacidad"
racional, entendida como si se diera per se (Sanvisens, 1984).
La socialización es el proceso educativo que permite el ajuste social del individuo. Las notas de ayuda y auxilio son permanentes
en las definiciones de educación.Se podría decir que hacen referencia a la educabilidad desde la perspectiva del educador. La
felicidad ha sido considerada como el fin clásico de la educación.
El sistema educativo es "un sistema abierto por el intercambio de información que realiza con el medio que lo envuelve, y es, al
mismo tiempo, un sistema cerrado en tanto que es por sí mismo capaz de controlarse... Quizás, como afirma Buckley,más que
cibernético, por tratarse de un sistema sociocultural, sería mejor denominarlo adaptativo, para poder así desechar las
connotaciones mecanicistas que el tér-mino, acuñado por Wilmer, implica" (Colom, 1982). En este mismo sentido insisten algunos
otros autores al subrayar la naturaleza no cerrada del sistema educativo:
"la educación es un sistema abierto inserto en un medio humano y sociocultural complejo y multiforme en cuya funcionalidad queda
integrada la educación como"determinante-determinado", influyendo decisivamente en dicho medio y siendo a su vez influida
decisivamente por él" (Sanvisens, 1984).
"Desde una perspectiva de una educación integral, el personalismo concibe la educación al servicio del individuo y de la sociedad.
Ni colectivismos en los que el hombre queda reducido a un mero resultado pasivo de la colectividad y diluido en ésta, ni
individualismos que aíslan y marginan al individuo de la realidad social" (Medina Rubio, 1992).
El proceso de desarrollo ha configurado en su realidad compleja el subsistema social de la educación. El proceso se inicia en la
familia y se ayuda con la aparición de la escuela. Hoy el sistema no se refiere solo a la institución escolar sino que incluye los
medios de comunicación de masas (mass-media), grupos informales,ambiente urbano, clase social, la formación permanente o
continua en el trabajo,ocio, tiempo libre, etc.
El sistema educativo puede definirse, por consiguiente, como "un subsistema del sistema formado por la interacción dinámica con
capacidad procesual respecto de unos objetivos, de la totalidad de instituciones, elementos, unidades, grupos y aspectos sociales o
de índole social que posean total o parcialmente una función educadora, o sea, que permitan a una población determinada
formarse (socializarse)mediante la internalización de un elenco cultural y de pautas y normas de acción así como de significaciones
acordes con los valores sociales establecidos" (Colom,1987)
El sistema educativo es un sistema de comunicación ya que es precisamente por este procedimiento por el que se cumple la
función social del propio sistema. El Proceso informativo puede diferenciar las siguientes dimensiones: signo, saberes,posibilidad
de utilización, y estructuración. La interpretación de la "adaptación surge de la conjunción de dos momentos históricos y científicos:
por un lado la teoría dela evolución, y por otro, del desarrollo de la Biología teórica a partir de Bernad. Elprogreso cibernético facilitó
un clima adecuado para hacer que el sentido del concepto de adaptación fuese más ágil, consistente y frecuente" (Martínez, 1987).
Se puede resumir diciendo que el sistema cibernético considera la realidad educativa, tanto en su estructura como en su
funcionamiento, como un proceso de optimización, que incorpora todas las notas informativas y regulativas que le caracterizan en
cada contexto específico. Pero la realidad personal es muy dinámica y compleja. Baste decir que un concepto esencial y
comprehensivo de la educación debe abarcar las siguientes notas o realidades básicas (Arroyo Simón M, 1984):
— El término educación designa no sólo una actividad o proceso sino también el efecto de esa actividad: "acción y efecto de
educar".
— La educación propiamente dicha se refiere al hombre; es un proceso humano,que supone de algún modo racionalidad y libertad.
— La educación encierra necesariamente la orientación a un fin. El significado de la educación no se comprende sin referencia al
fin o los fines de la misma(Herbart, 1935).
— El fin de la educación debe implicar, de un modo u otro, una mejora, dignificación o perfeccionamiento del sujeto humano.
— La educación, en última instancia, depende y está condicionada por opciones o decisiones previas sobre las cuestiones acerca
del sentido y valor del hombre,mundo, sociedad, transcendencia de la vida humana. Se inscribe, por tanto,en un "sistema" de
valores, del cual recibe inspiración y guía.
— La educación del hombre, de todo hombre, estará sometida y deberá respetarlas exigencias básicas que dimanan de la libertad,
dignidad y derechos fundamentales de la persona. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) otorga fuerza
política, y moral a esos derechos "del hombre", de "toda persona" (Artículos. 1,2).
— La educación, ya se considere como actividad/o como efecto, no se comprende plenamente sin una referencia —explícita o
implícita— al bien de la persona humana como un todo y unidad psicofísica indivisible, sujeto último de atribución de los efectos
educativos. El criterio de interpretación de una influencia o efecto presuntamente educativo deberá tener en cuenta esa referencia
al "bien de la persona", y no solo a un aspecto o dimensión de la misma. Se entiende, por otra parte, que ese "bien" de la persona
integra todos los aspectos de la existencia individual y social, sin excluir, en su caso,la dimensión ética o religiosa en el respeto a la
libertad de conciencia y las convicciones íntimas de educadores y educandos (Artículos. 1, 18)"
El hombre no es un ser determinado aunque sí condicionado por su dotación genética, ambiente y experiencia. Nacemos, como
señala Delval (1994) con dispo-siciones y no con conductas ya hechas, y es esta indeterminación la que necesita de la educación
para poder desarrollarse plenamente y conformar su propia vida.
El poder ilimitado de la educación sería un excesivo optimismo pedagógico, reñido con su contrario, el pesimismo pedagógico
(López-Barajas, 2000). Consideramos que "el educador no debe estimar el poder de la educación ni menor ni mayor de lo que es
en realidad; debe tratar de ver hasta dónde puede ir; pero es necesario siempre que espere a ser conducido por la observación de
los resultados a los límites de los ensayos razonables" (Herbart, 1935 ).
La propiedad del educador para poder educar se ha llamado educatividad, o sea la posibilidad real de influir decisivamente en la
formación de otra persona (Zaragüeta,1953). Por extensión, esta capacidad puede aplicarse a las instituciones, tales como
la familia, la escuela, etc.¿La autoeducación es posible? Los conceptos de autoeducación y heteroeducación se relacionan con los
términos anteriormente definidos.La autoeducación en sentido absoluto no es posible, ya que el ser humano antes de nacer está
sometido a influencias más o menos difusas de naturaleza cósmica,ambiental, etc. Sin embargo, no deja de ser verdad que el
aprendizaje es inmanente,por lo que la tarea de enseñar resultaría inútil si aquél no tiene lugar. Dependería del sentido que demos
al término "autoeducación" para que la respuesta fuera acertada.
La autoeducación en cuanto que supone la significación para el sujeto que aprende si es posible. La heteroeducación es la
actividad del educador que facilita o ayuda el esfuerzo discente para conseguir un desarrollo de sus capacidades de modo óptimo.
Es decir, ni absoluta autonomía del educando para educarse, ni absoluta determinación de las fuerzas exteriores, sino
complementación y síntesis de ambas (Nassif,1980). La educación no crea al hombre pero le ayuda a actualizar toda la potencia
que supone el acto de su creación.Podríamos resumir diciendo que la naturaleza inacabada del hombre requiere de la educación la
ayuda necesaria para poder desarrollar todo su potencial humano.
El término salud proviene del latín salus-utis y significa "el estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones".
La lucha del hombre por su salud ha sido una constante de todos los tiempos y en todas las culturas. Durante un largo periodo de
tiempo el concepto de salud ha estado ligado a la historia de la Medicina y la Salud Pública, y la visión de la salud y enfermedad ha
sido considerada de forma diferente según las diversas sociedades.
Foster G y Anderson B (1978) señalan, según la causa asignada a la enfermedad,varias teorías: Las teorías personales que
atribuyen la enfermedad a factores extra-corporales: brujas hechiceros, espíritu, etc.; las teorías naturales, que se centran en un
desequilibrio entre los fluidos corporales, (comidas y bebidas, condiciones inadecuadas etc.), y las teorías emocionales, que
consideran las emociones en el origen de la enfermedad.
La medicina popular o tradicional se ha venido ocupando de la salud mediante la utilización de medios naturales y también mágico-
religiosos, recurre, generalmente, a las fórmulas transmitidas por generaciones sucesivas en las que se pone de manifiesto la
bondad de una hierba, de un vegetal, de un mineral o de un producto orgánico, todo ello entremezclado con la invocación de
fórmulas mágicas. Aunque se puede decir que la medicina tradicional y la científica han seguido caminos diferentes, en la
actualidad, como indica Kuschik (1995), "hay una influencia mutua de concepciones y terapias entre ellas que colaboran y al mismo
tiempo se diferencian entre sí". En el medio rural actual y también en el medio urbano donde aparece la folk. Culture, se sigue,
todavía utilizando y recomendando distintos preparados parael mantenimiento de la salud; la realidad es que muchos de estos
productos contienen en su composición elementos que, científicamente examinados, resultan ser eficaces para la salud, con lo cual
no entra en conflicto directo la medicina académica con la tradicional, salvo en su práctica y aplicación, en los conocimientos de
una y en el empirismo de otra, (Bouché, 2004).
El sentido de la salud ha ido evolucionando en función del momento histórico,de las culturas, del sistema social y del nivel de
conocimientos. En los primeros años de la historia se mantuvo, durante un largo periodo de tiempo, el pensamiento primitivo
(mágico-religioso), centrado en la creencia de que la enfermedad era un castigo divino, esta actitud aún se mantiene en algunos
pueblos de África, Asia,Australia y América.Fueron las civilizaciones egipcia y mesopotámica las que iniciaron el primer cambio
conceptual, pasando del sentido mágico religioso a un desarrollo de la higiene personal y pública. En la antigua civilización hebrea,
la Ley Mosaica contiene uno de los primeros códigos sanitarios de la humanidad: prescribe ordenamientos estrictos sobre higiene
personal, alimentación, comportamiento sexual y profilaxis de las enfermedades transmisibles, algunas de ellas todavía vigentes.La
palabra higiene, así como el actual juramento hipocrático, encuentra su origen en la cultura griega, inspirada en la mitología, Higea
"diosa de la salud" e Hipócrates "padre de la medicina", que fue el que dio base científica a la higiene, según se estudia en su
famoso tratado De los aires, las aguas y los lugares.En la civilización romana el saneamiento del medio ambiente y el cuidado del
cuerpo eran las principales preocupaciones sanitarias, reflejándose en la aplicación de los conocimientos de carácter urbanístico a
la salud pública y construyendo grandes acueductos para la dotación de aguas, como también para el alejamiento de las
sustancias de desecho; una gran obra fue la Cloaca Máxima, obra admirada en la actualidad.
El periodo medieval es considerado como el de las grandes epidemias, relacionadas con el incremento de las comunicaciones y
conflictos bélicos. Fueron tales las calamidades en esta época que los esfuerzos se centraron fundamentalmente en las medidas
preventivas, como instaurar barreras sanitarias en las fronteras, el aislamiento y el concepto de cuarentena, sin manifestar mayor
preocupación por la etiología de la enfermedad. Entre las afecciones epidémicas destacaron, el Fuego de San Antonio,El Sudor
Inglés y la Peste Bubónica, esta enfermedad afectó a millones de víctimas en Mongolia y China pasando a la India, Constantinopla
y Grecia y posteriormente se extendió por Italia y España.
El periodo científico abarca desde el último tercio del siglo xviii hasta comienzos del siglo xx . Junto con el desarrollo de la
Revolución Industrial aparece la primera Escuela de Higiene Ambiental y Experimental (Petternköfer, Alemania).En el siglo xix con
los avances en bacteriología, y en la primera mitad de nuestro siglo, con el descubrimiento por Fleming de la penicilina, la
comercialización de los antibióticos, la creación de los centros de la Seguridad Social y las campañas de vacunación, se abrieron
nuevas perspectivas de optimismo en cuanto al riesgo de enfermedades transmisibles. No obstante, pronto se pudo comprobar el
carácter multifactorial de la enfermedad ya que, entre otras, las condiciones sanitarias deficientes y las carencias nutricionales
tenían gran influencia en la aparición y gravedad de los padecimientos, así como también una serie de factores psicosociales.
Estos hechos motivaron, en gran medida, el cambio conceptual más importante, pasando de una formulación de la salud en
términos negativos, como se venía entendiendo hasta el momento, a una consideración positiva.
La Organización Mundial de la Salud en su Carta Magna (1946) define la salud como "Completo estado de bienestar físico,
psíquico y social". Aunque esta definición supuso una revolución en el sistema sanitario ya que incluía junto con la dimensión física
también la psíquica y social, no obstante, ha sufrido numerosas críticas, fundamentalmente se le ha calificado como absoluta,
estática y utópica. Algunos autores como Terris propusieron la eliminación del término "completo" recogiendo en su formulación no
sólo un estado de bienestar físico, mental y social sino también con capacidad de funcionamiento.
Son numerosas las definiciones que a partir de este momento se han formulado sobre el concepto de salud, encontrando un
elemento común en todas ellas, la formulación de la salud en términos positivos. La salud en la actualidad no se entiende ya como
ausencia de enfermedad.Matarazzo (1980) utiliza en el concepto de salud el término conducta, definiendo la salud conductual
como un campo interdisciplinar cuyo fin es la promoción de aquella filosofía de la salud que estimula la responsabilidad individual
hacia la aplicación delos conocimientos y técnicas derivadas de las ciencias biomédicas y conductuales, para la prevención de las
enfermedades y disfunciones y para el mantenimiento de la salud a través de la iniciativa individual y las iniciativas sociales.
La vinculación del término salud con el comportamiento es prácticamente aceptada en su totalidad. "La salud o essalud
comportamental o no es nada; del mismo modo que, en otro tiempo, la enfermedad era lesión orgánica o no era nada. Si antes se
defen-dió la enfermedad en función de la patología, ahora se define la salud en función de la conducta. En cierto modo, aunque la
conducta no sea la razón última capaz de explicarla salud, tal vez sea la penúltima" (Polaino-Lorente A, 1987).
En la década de los setenta se lleva a cabo una serie de estudios que ponen de manifiesto los factores no solo internos del
individuo sino también externos (ambientales y sociales), observándose la necesidad de dirigir la acción educativa no solo al
individuo sino también hacia la interacción con el entorno. De tal manera que algunos autores como Hernán San Martín y otros,
definen la salud como el grado de interacción del hombre con su medio. Ivan Illich argumenta que la salud es "la capacidad de
adaptación al entorno cambiante; la capacidad de crecer, de envejecer, curarse; la capacidad de sufrir y esperar la muerte en paz".
Podemos destacar en esta definición la referencia a la capacidad de la persona, valorando la autonomía así como el autocuidado,
considerando de igual forma que el sufrimiento y la muerte son parte integrante de la vida y manifestando que se puede vivir en
salud aunque se sufra, siempre que el sufrimiento no quebrantea la persona.La Oficina Regional para Europa (1986) entiende la
salud como "la capacidad de realización personal y de responder positivamente a los retos del ambiente."
La interacción del hombre con el medio se considera como elemento fundamental para permanecer en salud. "la salud como la
enfermedad" provienen no solo del patrimonio genético que nos trae la vida, sino que, concretamente, dependen de las reacciones
de nuestro equipo biológico frente a los estímulos múltiples y diversos del ambiente ecológico social, que simultáneamente es
físico, biológico, psicológico,social y cultural (Hernán San Martín, 1988).Estas últimas definiciones, entre otras, nos aproximan al
concepto actual de salud,situándonos en un plano integrador de la sociedad y el hombre y configurando el sentido actual de la
salud en el mundo occidental.De tal forma que podríamos también definir la salud como:
“Conjunto de condiciones físicas psíquicas y sociales que permitan a la persona desarrollar y ejercer todas sus facultades en
armonía y relación con su propio entorno” (Perea Quesada, 1985).
Definidos los términos "educación" y "salud" estamos en situación de poder conocer el sentido de la expresión que agrupa a ambos
vocablos.El interés por la Educación para la Salud tiene una larga tradición, según hemos señalado; la historia de la especie
humana ha mostrado desde tiempos inmemoriales una gran preocupación por la salud y su transmisión, y no obstante, la
evaluación sistemática y científica es relativamente reciente.
Esta disciplina se constituye formalmente como materia autónoma en 1921 con el primer programa de Educación para la Salud que
impartió el Instituto de Massachusetts, aunque había sido empleada esta terminología, por primera vez, en 1919 en una
conferencia sobre ayuda a la salud infantil.La primera organización profesional surge en 1922: The Public Health Education,sección
de la American Public Health Association (Rosen, 1958). Hasta 1937 no se establece una cualificación profesional, y en 1977 es
cuando se edita un documento que regula las funciones de los educadores de la salud pública. La formación de estos educadores
se imparte en muy diversas instituciones y niveles, desde el bachillerato hasta el doctorado. El número de programas ha ido en
aumento, considerándose a los educadores para la salud el primer ámbito profesional en la promoción de la salud por su
contribución a la reducción de problemas de salud y en consecuencia, a elevar el nivel de bienestar en la sociedad (Rothman y
Byrne, 1981).Como ocurre casi siempre en los comienzos de la estructuración y sistematización de un saber autónomo, las
posiciones de los autores son diferentes. Son numerosas las definiciones que se han formulado acerca del la expresión de EpS
surgiendo algunas discusiones al respecto. Una de las más debatidas ha sido la que formuló la OMS, como acción ejercida sobre el
educando para un cambio de comportamiento;la crítica fundamental se centra en la expresión "acción ejercida", entendida esta
como limitación del nivel de autonomía del alumno y en su consecuencia carente de eficacia, ya que cualquier objetivo de
enseñanza-aprendizaje que se alcance sin respetar la autonomía debida, al no integrarse en la personalidad del alumno, será
repetitiva, poco duradera e ineficaz, por lo que esta primera definición ha ido evolucionando, integrándose actualmente en un
concepto de escuela nueva y obteniendo un mayor consenso.
En 1978 la OMS, en la Conferencia de Alma Ata, establece las estrategias que en materia de salud se desarrollarán en todas las
naciones. El motivo era una necesidad urgente, por parte de todos los gobiernos, de proteger y promover la salud de todos los
pueblos, con una meta tal vez demasiado optimista, alcanzar la "salud para todos en el año 2000".La 36º Asamblea Mundial de la
Salud, define la EpS como "cualquier combinación de actividades de información y de educación que lleve a una situación en que
la gente sepa cómo alcanzar la salud y busque ayuda cuando lo necesite".Siguiendo a Green (1976), la EpS puede entenderse
como cualquier combinación de oportunidades de aprendizaje encaminadas a facilitar la adopción voluntaria de comportamientos
que mejoren o sirvan al sostenimiento de la salud.
Una definición muy utilizada en EE UU es la formulada por Henderson (1981)como proceso de asistencia a la persona, individual o
colectivamente, de manera que pueda tomar decisiones, una vez que ha sido informado en materias que afectan su salud personal
y a la de la comunidad.Para A Rochon la definición más completa es la de Lawrence W Gordon, para el que la "EpS es toda
aquella combinación de experiencias de aprendizaje planificada,destinada a facilitar cambios de comportamientos saludables".
Salleras defiende, por considerarla la más comprensiva, la formulada por el Grupo de Trabajo de la "National Conference on
Preventive Medicine" (EE UU 1975) como "proceso que informa, motiva y ayuda a la población a adoptar y mantener prácticas y
estilos de vida saludables, propugnando los cambios ambientales para facilitar estos objetivos, y dirige la formación profesional y la
investigación a los mismos objetivos.
Partiendo de entender la educación como un proceso optimizador y de integración y la salud como bienestar físico, psíquico y
social podemos definir de forma provisional la EpS como "un proceso de educación permanente que se inicia en los primeros años
de la infancia, orientado hacia el conocimiento de sí mismo en todas sus dimensiones tanto individuales como sociales, y también
del ambiente que le rodea en su doble dimensión, ecológica y social, con objeto de poder tener una vida sana y participar en la
salud colectiva". (Perea Quesada R, 1992).
Aunque la EpS tiene una función preventiva y correctiva que exige por parte de la persona, la familia y otros grupos sociales los
conocimientos necesarios para la prevención de ciertas enfermedades, su principal finalidad no está en evitar la enfermedad sino
en promover estilos de vida saludables; tiene un sentido positivo de ayuda y potencialización de la persona para la participación y
gestión de su propia salud y poder desarrollarse en un proceso de salud integral.
Son numerosos los autores que insisten en la vinculación de los comportamientos y su influencia en la salud y en la enfermedad;
no obstante, también es cierto que la estrategia preventiva tradicional ha sido ampliamente criticada por centrarse en objetivos
excesivamente analíticos, sobre conductas aisladas, como por ejemplo:reducir el consumo de grasas saturadas para prevenir la
enfermedad cardiovascular o el consumo de sal para prevenir la hipertensión. Pues la investigación epidemiológica (Syme, 1991)
nos muestra que los grandes cambios en los hábitos y prácticas de salud no han devenido como consecuencia de los esfuerzos
educativos dirigido a conductas más o menos aisladas, sino más bien como efecto de cambios más globales.
Los hábitos saludables no son consecuencia de una serie de conductas independientes sino que están insertas en un determinado
contexto, o entramado social, formando unos determinados estilos de vida, por lo que las estrategias educativas y los objetivos de
cambio en la EpS deberán dirigirse al conjunto de comportamientos y a los contextos donde se desarrollan, ya que resulta difícil
que se produzca una modificación de la conducta si al mismo tiempo no se promueven los cambios ambientales adecuados. Así
por ejemplo, "si el consumo de alcohol en el conjunto de comportamientos que configuran un estilo de vida característico: tipo de
indumentaria, jerga utilizada, tipo de actividades de tiempo libre o la manera de aproximarse al otrosexo, las metas orientadas a
sugerir cambios en el consumo de alcohol no pueden pasar por alto las relaciones recíprocas que esos comportamientos tienen
entre sí y las funciones que cumplen en ese estilo de vida" (Costa M, López E, 1996).
Parece claro que la Educación para la Salud tiene como principal finalidad la mejora cualitativa de la salud humana, centrándose no
en conductas aisladas ya que éstas suponen realidades segmentadas del comportamiento y por tanto complejas para su
modificación, sino en el desarrollo de actitudes y comportamientos positivos que configuran los estilos de vida saludable, por otra
parte, el hombre en el uso de su libertad no es un ser determinado aunque sí condicionado por una serie de factores ambientales y
también por sus propios hábitos de conducta, por lo que la acción educativa debe orientarse, no solo hacia el cambio de aquellos
factores nocivos del contexto sino también a los propios hábitos y tendencias.
Los factores que condicionan la salud de las personas son de diversa índole:económica, educativa, política, ambiental, sanitaria,
social, etc. Una gran parte de las diferencias de salud entre los diferentes grupos sociales radica en la falta de dis-tribución de los
recursos, los países en vías de desarrollo aún están muy afectados por las enfermedades transmisibles; la tasa de mortalidad
infantil en los países poco desarrollados es considerablemente superior que en los países desarrollados.
Conseguir la salud óptima supone cumplir primordiales objetivos: paz, alimentos y agua suficiente, educación sanitaria y justicia
social pertinentes, viviendas dignas,planificación y programas de investigación comunitarios y organización de estructuras
sanitarias a todos los niveles (Schüller A, 1997).
La primera célula de la socialización es la familia, por lo que es en ella donde debe iniciarse la formación; la escuela también tiene
una función importante, así como, otras instituciones del ámbito laboral y comunitario, ya que la salud implica una responsabilidad
individual y social, donde la participación activa de todos los miembros se hace necesaria para la resolución de los problemas, en
función de las necesidades de cada grupo en su determinado contexto.
La promoción de la salud
La promoción de la salud es un concepto amplio y relativamente reciente, que se nutre para su desarrollo de diversas disciplinas y
acoge al hombre en su totalidad, en interacción con el entorno físico, social y cultural; engloba una serie de acciones de la
población, de los servicios de salud y otros servicios sociales, con la finalidad de mejorar la salud individual y colectiva de la
población; se sitúa en un nuevo paradigma de salud que considera la satisfacción de las necesidades básicas de la persona, como
son: alimentación, vivienda, cobertura social, y también otras aspiraciones nobles del ser humano como la justicia social, la paz,
calidad de vida y equidad. La OMS, en la Conferencia de Ottawa (1986) la define como "los procesos que favorecen el control de
los individuos y grupos sobre las variables que condicionan su propia salud".
La Carta de Ottawa supuso un hito importante y un avance en promoción de lasalud, pues se abogó por un nuevo estilo de trabajo
en salud pública que ayuda a crear un clima social más favorable al desarrollo de políticas saludables; la idea de capacitación y
ayuda cobra especial relevancia frente al sentido culpabilizante del modelo anterior. El sentido de salud positiva se considera como
un referente importante en la autogestión de la propia salud, tanto individual como colectiva; se hace especial énfasis en el sentido
holístico de la salud como referente de acciones dirigidas no solo al desarrollo de de las capacidades de los individuos sino también
a favorecer cambios ambientales, sociales y económicos en relación con la salud.
Se considera como uno de los documentos de referencia, no sólo en cuanto a los principios que suponen el fundamento de la
moderna promoción de la salud, sino también en cuanto al carácter práctico o de intervención. Se asume por parte de los
participantes un compromiso con la promoción de la salud en las acciones que implica su promoción:
— Reorientar los servicios sanitarios hacia una promoción de la salud, más allá de la mera prestación de servicios clínicos y
curativos.
— Conferencia de Sundsvall (Suecia 1991) en la que se estudia el tema de ambientes favorables a la salud en sus diferentes
dimensiones: física, cultural,económica y política e implica la participación de los grupos de diferentes contextos.
— Conferencia y Declaración de Santa Fe de Bogotá (Colombia 1992) sobre promoción de la salud y equidad.
La Declaración de Yakarta (1997) IIª gran conferencia internacional sobre promoción de la salud después de Ottawa, plantea el
tema de la pobreza y un enfoque para una mayor equidad en promoción de la salud, señala los derroteros y estrategias necesarias
para resolver las dificultades de promoción de la salud en el siglo xxi . La Pobreza es el principal factor de riesgo para la salud y
constituye una grave injusticia,así como también genera violencia y criminalidad; las sociedades que son capaces de llegar a todos
los ciudadanos con acceso a la cultura y cobertura social son más sanas que aquellas en que las personas deben enfrentarse a
una situación de falta de recursos, exclusión e inseguridad.
Son necesarios nuevos planteamientos y esfuerzos conjuntos para afrontar los problemas y amenazas emergentes de salud,
optimizar los recursos y todo el potencial de los diferentes sectores sociales, romper las barreras existentes entre lo público y
privado, así como crear nuevas asociaciones en los diferentes sectores con una participación compartida.
La V Conferencia Mundial de Promoción de la Salud (México 2000) plantea el tema de una mayor equidad, por lo que las políticas
públicas deben orientar a la resolución de los problemas que originan las desigualdades socioeconómicas.Se debe garantizar a los
grupos más desfavorecidos el acceso al bienestar social,estableciendo redes de seguridad y proporcionando una atención sanitaria
adecuada y sostenible. Invertir en salud a una edad temprana supone garantizar una buena salud de adulto.
La Carta de Bangkok (Tailandia 2005) sobre la promoción de la salud en un mundo globalizado establece los principales retos,
medidas y compromisos necesarios para abordar los determinantes de la salud en un mundo globalizado, examina las
desigualdades ante la salud y las diferencias en la expectativa de vida en unos países y en otros. Las personas más
desfavorecidas viven menos años y padecen más enfermedades y discapacidades que las que poseen mayores recursos, por lo
que se deben eliminar las barreras culturales y todas aquellas que dificultan un acceso igualitario a la educación.
La promoción de la salud exige una adecuada formación de calidad, coherente con el desempeño y funciones del ejercicio por
parte de los profesionales socio-sanitarios, ya que difícilmente se pueden resolver problemas sin la adquisición de las
competencias necesarias. Evans (1994) señala las siguientes funciones en promoción de la salud: planificación, gestión de
programas, seguimiento y evaluación, educación y formación, recursos e información y orientación metodológica.
Para el ejercicio práctico de la promoción de la salud se requiere una serie de competencias, así como un reconocimiento y
asunción del papel que desempeñan los profesionales implicados en su desarrollo:
— Desarrollar un rol educativo que le permita analizar necesidades.
— Ser capaz de identificar y comprender las necesidades en salud desde una perspectiva biopsicosocial y de salud positiva.
— Ser capaz de trabajar en equipo para desarrollar iniciativas de promoción de salud y saber reconocer la complementariedad de
la multiprofesionalidad.
— Desarrollar capacidades de comunicación en relación, la comunidad con la que trabaja y con los gestores y directores de su
institución.
— Tener capacidad para negociar objetivos y estrategias de promoción de lasalud, saber tomar decisiones conjuntamente y buscar
la implicación y participación de los colectivos implicados.
— Desarrollar un enfoque capacitante, en relación con los usuarios y no profesionales, que facilite el empoderamiento de los
grupos y colectivos interesados.
— Capacidad para programar intervenciones sostenibles y realistas al contexto social e institucional donde se desarrollan.
— Desarrollar una cultura de mejora continua de promoción de la salud, integrando los modelos de buena práctica y los sistemas
de evaluación en las intervenciones de promoción de la salud.
— Asesorar y ejercer la abogacía a favor a la salud tanto a nivel local como institucional.
— Capacitarse para el trabajo intersectorial: compartir distintos lenguajes, espa-cios, organizaciones, puntos de vista distintos y
complementarios en programas y planes de corresponsabilidad compartida. (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2003).
BG: Promoción y educación para la salud, tendencias innovadoras (Rogelia Perea Quesada, 2009)
Salud pública
La salud pública es la disciplina encargada de la protección, acomodación y sustentación filosófica y mejora de la salud de la
población humana. Tiene como objetivo mejorar la salud, así como el control y la erradicación de las enfermedades. Es una ciencia
de carácter multidisciplinario, ya que utiliza los conocimientos de otras ramas como las ciencias biológicas, conductuales, sanitarias
y sociales. Es uno de los pilares en la formación de todo profesional de la salud.
La salud pública como ciencia apenas tiene poco más de un siglo de existencia, pero manifestaciones del instinto de conservación
de la salud de los pueblos existe desde los comienzos de la historia de la humanidad. Sin embargo la inclusión de la restauración
de la salud es una adquisición relativamente reciente.
Los egipcios, según Heródoto, eran el más higiénico de los pueblos. Practicaban la higiene personal, conocían gran número de
fórmulas farmacéuticas, construían depósitos de arcilla para las aguas de bebida y canales de desagüe para las aguas residuales.
Los indostaníes, según Charaka y Shusruta, padres de la medicina ayurveda, eran los pioneros de la cirugía estética, y de
programas de salud pública que se basaban en conformar patrones de alimentación, sexualidad, de descanso, y de trabajo.
Los hebreos llevaron todavía más lejos las prácticas higiénicas, al incluir en la ley mosaica, considerada como el primer código de
higiene escrito, el Levítico datada en 1500 años antes de JC. En este código se describe como debe ser el aseo personal, las
letrinas, la higiene de la maternidad, la higiene de los alimentos, la protección del agua...
La civilización griega presta más atención a la limpieza personal, al ejercicio físico y a las dietas alimenticias que a los problemas
del saneamiento del medio.
El imperio romano es famoso por sus actividades en los campos de la higiene personal con la construcción de baños públicos y de
la ingeniería sanitaria con la construcción de acueductos.
En América Prehispánica, la civilización Tehotihuacana contó con grandes obras que le permitían llevar agua limpia a la ciudad, así
como de deshacerse de agua sucia, Lo mismo sucede en la cultura Azteca. Esta última se crea en islotes dentro de un gran lago,
por lo cual desarrolla diversas medidas para evitar su contaminación. Se dice que los Aztecas aprendieron a vivir con el lago,
mientras que los conquistadores españoles, quisieron vivir contra el lago teniendo que sufrir constantes inundaciones (algunas que
duraron años) e hicieron del viejo y limpio Tenochtitlan una de las ciudades más sucias del mundo.
En la Edad Media, presidida por el catolicismo, se produjo una reacción contraria a todo lo que recordaba al imperio romano y al
paganismo. El desprecio de lo mundano y la "mortificación de la carne" pasaron a ser las normas preferidas de conducta, por lo que
el descuido de la higiene personal y del saneamiento público llegó hasta tal punto que junto con los movimientos migratorios
bélicos y los bajos niveles socioeconómicos, se produjeron las grandes epidemias de la humanidad. La lepra se consiguió erradicar
de Europa con la marginación y el exterminio de los leprosos. Con respecto a la peste bubónica se establecieron medidas de
cuarentena en los puertos marítimos y cordones sanitarios en tierra.
En 1485 la República de Venecia establece un tribunal permanente de supervisores de salud con especial atención en la
prevención de la propagación de epidemias en su territorio desde el extranjero. Los tres supervisores inicialmente eran designados
por el Senado Veneciano y más tarde por el Consejo.
En el siglo XIX hubo un desarrollo considerable de la Salud Pública en Europa y en los Estados Unidos. En Inglaterra Edwin
Chadwick impulsó las Leyes de Salud Pública que contemplaban un conjunto de medidas para la sanidad, sobre todo en las
ciudades industriales. Con esas medidas se logró reducir la mortandad por algunas de las enfermedades infecciosas que azotaban
a la población trabajadora que vivía en pésimas condiciones y de insalubridad. Resaltan también los trabajos de W. Farr, quien en
polémica con Chadwick señalaba que las condiciones de salud de los trabajadores se debían al exceso de trabajo que los mataba
de inanición. En Alemania Rudolf Virchow, un gran patólogo de la época, al calor de las revoluciones de 1848 señalaba que "la
política es medicina en gran escala", mostrando con ello que las transformaciones socio políticas podían generar mejores
condiciones para los trabajadores y con ello se lograría mejorar la situación de salud. A mediados del siglo XIX casi todos los
médicos sostenían que las enfermedades se producían por suciedades de las cuales emanaban miasmas que llevaban la
enfermedad a las personas. Otro grupo de médicos, los contagiacionistas sostenían que la enfermedad pasaba de unas personas
enfermas a otras sanas por contagio de posibles microorganismos. Los trabajos de Koch terminaron dando la razón a los segundos
y se abrió una época de "cazadores de microbios". Temporalmente la atención se centró en microorganismos específicos y la salud
Pública dirigida a combatir las suciedades (agua potable, drenajes, reglamentación de entierros y rastros, etc.) pasó a segundo
plano, para resurgir de forma más madura (considerando ya a los microorganismos) en el siglo XX.
BG: https://es.wikipedia.org/wiki/Salud_p%C3%BAblica
BG: Breve Historia de la Salud Pública (Universidad Nacional de Rosario, 2002) link al PDF aquí
La salud en Venezuela siempre ha sido una asignatura pendiente, aún suponiendo una necesidad ineludible y un derecho básico
para todo ser humano.
La historia de la salud enfrento muchos cambios, si intentamos comprender lo que sucedió anteriormente y porque estamos acá.
Trataremos de explicar las principales etapas de desarrollo de salud en Venezuela:
En la prehistoria desde los orígenes de nuestro país en 1.936, la salud no estaba vinculada con el estado sino mas bien se
asociaba a una cultura popular; como la medicina tradicional, que facilito el desarrollo de diferentes conceptos que los sectores
populares tenían respecto al problema de la salud y la enfermedad, ya que entre 1.936 y 1.961 nació y se desarrollo la historia del
sistema de salud en Venezuela.
Este período se distingue por la precariedad del Estado en la definición de las políticas de salud. El Estado no tenía participación
del proceso de salud en Venezuela. Dentro de sus características destaca una escasez de personal profesional en salud,
incluyendo limitado e insuficiente número de médicos; poco desarrollo nacional en escuelas de formación de personal de salud;
precariedad en el abordaje y atención de las epidemias y las endemoepidemias que afectaban al país. Debilidad en la formación
médica y en el desarrollo de las Escuelas de Medicina a nivel nacional. Venezuela PRE petrolera llega hasta finales del Siglo XIX,
se trataba de un país poco poblado. Población Dispersa, atrasado, fundamentalmente rural, pobre, abundante analfabetismo,
predominio de la agricultura, latifundio etc. Se integraba al sistema económico Internacional a través de la exportación del café-
cacao, añil, cueros, etc.
Prevalecían las prácticas de salud empíricas; creencias, tradiciones. La Mortalidad se relacionaba con el Paludismo (Malaria),
Tuberculosis, anquilostomiasis, Bilharzia, Enfermedades Infecto-contagiosas y epidémicas. Inexistencia de un sistema de Salud
organizado; la asistencia se prestaba en asilos, centros de caridad, Hospicios atendidos fundamentalmente por Religiosas. La
esperanza de vida al nacer era de aproximadamente 40 años de edad.
En 1.936 nace el Ministerio de Salud y Asistencia Social, siendo una necesidad económica para darle una respuesta al desarrollo
de la industria petrolera que imponía arrancar de raíz un conjunto de instrumentos que azotaban la salud de los venezolanos, para
así recibir a las compañías extranjeras. En esa época tuvimos que librar grandes batallas contra muchos problemas epidémicos y
endémicos de gran magnitud, de ahí en adelante se construyeron infraestructuras hospitalarias en toda la geografía nacional, y
también se desarrollo un sentido de pertenencia entre los trabajadores del equipo de salud. En ese entonces el ministerio sentó las
bases de lo que hoy tenemos.
Después de 1945, prevalece una visión de postguerra que orienta las acciones en salud hacia la construcción de una amplia red
sanitaria que se extiende por todo el país. Para mediados de los años cuarenta, surge el Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales (IVSS) que respondería a las demandas de atención sanitaria de los trabajadores de las industrias.
Esto se materializa en aproximadamente cinco mil (5.000) estructuras sanitarias de diversos niveles de atención pertenecientes al
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (Hoy: Ministerio de Salud y Desarrollo Social); aproximadamente cien (100) dependientes
del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) y otros doscientos (200) establecimientos pertenecientes a instancias
municipales (Alcaldías, Beneficiencia pública, y otros). El Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (actual Ministerio de Salud y
Desarrollo Social) desarrolla programas de atención a las principales enfermedades a nivel nacional, acompañado de la práctica
preventiva en salud, en materno infantil y otros programas verticales de atención especifica, incluyendo inmunizaciones, medicina
simplificada, entre otros. Prevalece la práctica y el reconocimiento de un Ministerio con calidad y ética en su ejercicio. Dentro de los
constructores de esa práctica destacan venezolanos como: José Francisco Torrealba, José Ignacio Baldó, Pastor Oropeza, Jacinto
Convit, Arnoldo Gabaldón, entre otros.
En 1.961 termino la época de oro de la salud en nuestro país y comenzó el periodo que marco el pacto de punto fijo; este fue un
periodo de gobernabilidad entre Acción Democrática (A.D), el partido Social Cristiano (C.O.P.E.I), y la Unión Republicana
Democrática (U.R.D), los cuales hicieron que los componentes políticos se imponieran progresivamente dentro de las instituciones,
desarrollándose una conducta clientelar que fue determinando las decisiones del ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Fue
una época en la que se efectuaba un modelo individual curativo, se comenzaron a deteriorar los programas preventivos.
Empezaron a multiplicar los entes públicos de dispensadores de salud, siguiendo las normas del ministerio de Salud y Asistencia
Social.
Unas universidades que formaban médicos exclusivamente para el ejercicio privado de la profesión,; de ahí empezó a aumentar un
desequilibrio entre las políticas de la salud publica y la construcción de un aparato privado de salud, que para esa época tenía más
capacidad resolutiva. Lo cual determino la muerte del espacio público en nuestro país. Este proceso se llevo a cabo con el
neoliberalismo el cual apoyo con fuerza la privatización del sistema de salud, acabando con el ya existente sin importar la salud de
la inmensa mayoría de los venezolanos que en los últimos 40 años fueron empujados a la pobreza y obligados a concentrarse en
las grandes ciudades donde se produjeron distancias inmensas entre los distintos sectores de la población.
.En 1.998, un 80% de la población era pobre (gran parte de ellos en la más absoluta pobreza) y estaba privada de educación, que a
pesar de ser gratuita era de pésima calidad y no llegaba a todos los rincones y barrios. Una población pobre e inculta era un caldo
de cultivo para los gobernantes más ambiciosos, que no tenían la más mínima intención de cambiar el panorama para no
encontrarse con un pueblo preparado que decidiera su propia y justa administración. Un bien básico como la alimentación, apenas
contaba con algunas tiendas mal repartidas por el país de precios solidarios, con productos de mala calidad y normalmente
ausentes en las escasas estanterías, en lugar de ello se repartía alguna que otra bolsa de comida por los barrios más
desfavorecidos cuando se acercaba la campaña electoral o había una celebración importante, por lo que los fondos destinados a
alimentación se perdían de mano en mano y de bolsillo en bolsillo entre unos pocos burócratas sin escrúpulos. Los productos
alimenticios de primera necesidad como la leche, los huevos o la carne no tenían sus precios regulados por el Estado. Una
población pobre y desnutrida tenía en consecuencia otro enemigo mayor, si cabe, que acentuaría aún más la injusticia social en el
pueblo venezolano: la nulidad del sistema sanitario.
En Venezuela la red hospitalaria era muy deficiente, sin un mínimo de personal y sin medios para tratar la mayoría de los males.
Ése 80% de la población pobre, no encontraba en sus barrios ningún tipo de ambulatorio o asistencia sanitaria, teniendo que
desplazarse a las grandes ciudades para buscar una posibilidad de ser atendido con un mínimo de dignidad, siempre que tuviera la
suerte de llegar cuando aún quedaban recursos medicinales.
Hoy en día, el país cuenta con una serie de medidas que se están haciendo efectivas pero que no llegan aún a alcanzar el nivel
mínimo deseado en materias de sanidad. Es un largo proceso que requiere de mucho tiempo pero del cual debemos exigir y
esperar resultados provisionales que se vayan estabilizando y que muestran un claro camino hacia un gran sistema de seguridad
social sanitaria. A continuación procedemos a analizar esos puntos positivos y negativos por los que, hasta el día de hoy, ha
pasado y pasará a corto plazo el proceso.
Como medidas de de carácter urgente, aplicación inmediata y eficaz para atender a la población desde el mayor al menor grado de
desfavorecimiento, surgen una serie de misiones llamadas Barrio Adentro 1, 2, 3 y 4 (hasta la actualidad), Misión Sonrisa
(asistencia dental), Misión Milagro (asistencia de oftalmología) y en el área de ayuda psicológica cabe destacar a la Misión Negra
Hipólita.
BG: http://historiadelasaludenvenezuela.blogspot.com/2011/02/la-salud-en-venezuela.html
Carta de Ottawa
Construir políticas públicas saludables. La salud debe formar parte de la agenda política de los gobiernos. Los sectores
involucrados en la generación de políticas deben estar conscientes de las implicaciones de sus decisiones sobre la salud. Para ello
el activismo social es crucial.
Crear ambientes que favorezcan la salud. Los medios ambientes físicos y sociales influyen en la salud. Pueden influir
directamente - como cuando hay químicos nocivos en el ambiente - o bien indirectamente, como cuando promueven ciertos hábitos
de alimentación. Un ejemplo es el concepto de ambiente obesigénico.
Reforzar la acción comunitaria. La participación activa de la comunidad se puede dar en la definición de prioridades, de
programas de acción, la toma de decisiones y la ejecución de los programas de promoción de la salud. Sin esta acción comunitaria,
se puede caer en programas asistencialistas, que no constituyen real promoción de la salud.
Desarrollar habilidades personales. Mediante el aprendizaje, el desarrollo de aptitudes y conductas en la población, también se
puede realizar promoción de la salud. Estas actividades se pueden realizar a través de ciertos canales, como las escuelas, los
lugares de trabajo y la familia.
Reorientar los servicios de salud. Se debe poner énfasis en la atención médica preventiva y promotora en lugar de la atención
médica curativa. Esto se puede ver en los presupuestos, en la distribución del personal y en otros indicadores. Es necesario que los
servicios y los sistemas de salud se reorienten hacia atención promotora de la salud y a la atención primaria.
Declaración de Yakarta
La Declaración de Yakarta sobre la manera de guiar la promoción de la salud hacia el siglo XXI, de 1997, confirma que estas
estrategias y áreas de acción son esenciales para todos los países. Además, existe una evidencia clara de que:4
● Los enfoques globales para el desarrollo de la salud son los más eficaces. Los que utilizan combinaciones de estas cinco
estrategias son más eficaces que los enfoques de una sola vía.
● Los escenarios para la salud ofrecen oportunidades prácticas para la aplicación de estrategias globales.
● La participación es esencial para sostener los esfuerzos. Las personas tienen que ser el centro de la acción de la
promoción de la salud y de los procesos de toma de decisiones para que éstos sean eficaces.
● La alfabetización sanitaria/aprendizaje sanitario fomenta la participación. El acceso a la educación y a la información es
esencial para conseguir una participación efectiva, al igual que el empoderamiento de las personas y las comunidades.
La Declaración de Yakarta identifica cinco prioridades de cara a la promoción de la salud en el siglo XXI:
BG: https://es.wikipedia.org/wiki/Promoci%C3%B3n_de_la_salud