Laboral I
¨REGÍMENES ESPECIALES DE
TRABAJO: EL TRABAJO
DOMÉSTICO Y EL TRABAJO A
DOMICILIO.¨
REGÍMENES ESPECIALES DE TRABAJO
EVOLUCIÓN HASTA LA ACTUALIDAD
REGULACIÓN LEGAL GUATEMALTECA SEGÚN EL CÓDIGO DE
TRABAJO
Universidad San Carlos De Guatemala
FUNDAMENTO ORDINARIO
Centro Universitario De Nor Occidente –Cunoroc-
Facultad De Ciencias Jurídicas Y Sociales
CUNOROC
UNIVERSIDAD SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE NOR OCCIDENTE
Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogacía y Notariado
Quinto Semestre
Derecho Laboral I
Licenciado Silverio Ranferi Palacios Montufar
Tema:
¨REGÍMENES ESPECIALES DE TRABAJO:
EL TRABAJO DOMÉSTICO Y EL TRABAJO A DOMICILIO.¨
Estudiantes: Carné:
Reina Santos, Grecia Swetlanea 201840934
Hernández Agustín, Wesley Kathelyn Jeannette 201840015
Roblero Villatoro, Jenifer Nayeli 201842182
Mérida Jacobo, Brayan Josué 201243258
Herrera Alvarado, Kimberly Dayana 201841088
Recinos Martínez, Darolyn Liliana 201843890
Carrillo Agustín, Licely Odalis 201845440
Cardona Velásquez, Sharon María Gabriela 201743725
Franco Ramos, Francisco Gerardo 201641209
Sánchez Mejía, Kateryn Alejandrina 201840009
Huehuetenango, 06 de abril de 2020.
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INTRODUCCIÓN
Hoy en día los trabajadores domésticos y domiciliarios son por lo general jóvenes, se ha
calculado aproximadamente que la mitad de las trabajadoras domésticas se encuentran en
edad de procrear, es probable que tengan hijos de corta edad, o pueden quedar embarazadas.
Es por ello que se considera que el empleo doméstico constituye una realidad social de
acuerdo con los cambios sociales que el país ha experimentado en las últimas décadas.
Guatemala siendo un país donde se ha incrementado un crecimiento económico, a la vez que
el tipo de familia ha evolucionado y actualmente la que predomina es la nuclear, es por ello
mismo es considerado como sector, el trabajo doméstico y domiciliario ya que cada día
incrementa el número total de trabajadores domésticos .El porcentaje de mujeres que se han
incorporado al mercado laboral es muy elevado, pero en contraposición a esto nos
encontramos con un escaso desarrollo de políticas sociales que permitan la conciliación de la
vida familiar y laboral.
Por otra parte, la falta de oportunidades de empleo y la situación económica en los diferentes
hogares guatemaltecos ha conllevado también a lo que se conoce como la feminización de la
migración. Una gran parte de las mujeres que emigran se ubican en el trabajo doméstico
remunerado en los países receptores de esa migración siendo éstos, en su gran mayoría,
países con mayor desarrollo como lo es Estados Unidos el país más cercano donde las
personas emigran y dan origen al llamado trabajo doméstico.
Otro aspecto importante es la perspectiva internacional, por lo que analiza las diferencias que
se perciben entre lo que plantea el Convenio 183 de la Organización Internacional del
Trabajo para el trabajo decente de trabajadores y trabajadoras del hogar, y lo que regula el
código de trabajo guatemalteco.
De todo esto se puede decir que en esta relación laboral la mayoría de trabajadores
domésticos son explotados en todos los sentidos, en cuestión de salario, habitación,
alimentación y el trato respetuoso que se les debe dar, por la intimidad del trabajo muchas
veces todas estas explotaciones y abusos no se hacen de conocimiento de las autoridades y
por ello se da cada vez en mayor grado.
ÍNDICE
1. TRABAJO DOMESTICO
Régimen ES especiales del trabajo , antecedentes y
evolución……………………………………………………………………… |4-10
Derecho sustantivo individual del trabajo……………………………………. |11
Características del trabajo doméstico………………………………………… |15-19
Fundamentación constitucional y ordinaria…………………………………. |20-24
2. TRABAJO A DOMICILIO
Simulación, autorización, obligaciones, autorización lugar de pago………… |25-28
Regulación legal……………………………………………………………… |29
Convenio 189 de la OIT……………………………………………………… |30-35
Convenio número 177 de la organización internacional del trabajo, convenio sobre el
trabajo a domicilio……………………………………………………………. |36-38
Comentario General………………………………………………………….. |39-41
Conclusiones…………………………………………………………………. |42
Bibliografía…………………………………………………………………… |43-47
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REGÍMENES ESPECIALES DE TRABAJO
“EL TRABAJO DOMÉSTICO Y EL TRABAJO A DOMICILIO”
REGÍMENES ESPECIALES DE TRABAJO
Son aquellos regímenes de trabajo que tiene un tratamiento particular en el
derecho laboral, y las normas generales por las que se rigen.
Con anterioridad los legisladores y la doctrina fueron los encargados de
agrupar los regímenes especiales de trabajo conteniendo los servicios cuyos sujetos
merecían contar con protección diferente, o debido a la función de su labor; su
ubicación era incierta.
Ahora lo anterior expuesto ha tenido un gran variación, creándose a su vez un
estatuto determinante para los trabajos de menores de edad y para mujeres,
conservándose dentro de los regímenes especiales el servicio doméstico, el trabajo de
transporte, el trabajo a domicilio, el trabajo de aprendizaje, el trabajo marítimo y el
régimen de los dependientes del Estado.
1. EL TRABAJO DOMÉSTICO
Antecedentes:
Aunque el servicio doméstico, como profesión libre, no aparece sino con la
desaparición de la esclavitud, es indudable que sus antecedentes hay que buscarlos en
la historia antigua. Por ello, el examen de la institución, por guardar como bien se ha
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afirmado, analogía con la servidumbre, conduce inevitablemente a perfilar el
trasfondo histórico-social que lo caracteriza.
Durante un largo periodo caracterizado por el individualismo y en que la
organización política se asentaba sobre el núcleo familiar, el trabajo doméstico,
desempeñado por mano de obra servil, llevó consigo la nota de ocupación humillante.
Así, en los albores de la edad media, la emancipación de una masa enorme
producida por la influencia del cristianismo y del compañerismo de la guerra, que era
el estado natural de los pueblos de Europa, deja al siervo del terruño dedicado a las
labores del campo los oficios se agrupan en sociedades bajo el nombre de gremios,
con estatutos que reglamentan el trabajo y van extendiéndose poco a poco desde los
primeros, los albañiles, hasta después comprender todas las artes y todos los oficios
domésticos, el hilado y el tejido a domicilio o para sus necesidades.
Puede decirse que, hasta la extinción del feudalismo siguió siendo considerado
como profesión innoble, estando a cargo de los siervos, que vivían, casi en análogas
condiciones a los antiguos esclavos.
Después, avanzado el tiempo y convertido el servicio doméstico en profesión
libre, gran número de campesinos, frente al incipiente proceso de concentración
urbana y necesitados de procurarse el sustento, se dedicaron a esta profesión, sin
normas que la regulasen, por lo cual el uso y la costumbre, anticipándose a la ley,
fueron creando un trato diferente.
El Ibero América, lo que concierne al aspecto histórico jurídico del tema, que
no podría estar desvinculado de los antecedentes brindados por el derecho en general,
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el proceso inicia cuando Enrique II de las Cortes de toro, en el año de 1369,
promulgó las primeras ordenanzas, consagrando, desea manera, la costumbre que
mandaba que: los que quisieran trabajar se presentaran en las plazas de los pueblos.
No parece dudoso, de conformidad con lo expuesto, señalar que a partir de
aquella circunstancia se inserte el punto de arranque formal de nuestra tradición de
encomendar a los municipios la reglamentación del mencionado servicio, que en
mayor o menor medida, no dejaron de funcionar como agencias de colocaciones.
De las ordenanzas españolas del siglo XVI dictadas para regular la materia, se
advierte que existía un cierto grado de heteronomía que coexistió junto a la libertad
contractual. Claro está que si bien no llegaron a constituir una regulación en contra
del servicio doméstico, al menos intentaron colocar los cimientos sobe bases de
respeto tanto a la vida familiar como a la libertad y dignidad humana.
El punto de referencia es, a la postre, que la relación de servicio doméstico
reconoce antecedentes antiguos con caracteres definidos en cada periodo de la
historia.
Por otro lado es importante señalar que las transformaciones que sufrieron las
instituciones en los distintos países en orden a los reconocimientos de los respectivos
derechos no llegan a ofrecer mayores variantes hasta los comienzos del presente siglo,
puesto que, con anterioridad fueron escasas las reglamentaciones dictadas al efecto.
El proceso encontró un paulatino desarrollo, del cual no se halló ausente la
propia O.I.T., toda vez que por fin en el año 1927, al adoptarse el Convenio 24 sobre
seguro de enfermedad, se dijo textualmente que: “se aplicará a los obreros empleados
y aprendices de las empresas industriales y de las empresas comerciales, a los
trabajadores a domicilio y a los servidores domésticos.”
Como se conoce públicamente, la O.I.T., ha llevado a cabo una meritoria
laboral redactar y someter a la aceptación de los diversos Estados miembros,
convenios y recomendaciones que afectan a los más diversos aspectos de la vida
laboral, aunque con relación al servicio doméstico su actividad no ha dejado de ser
escasa. aunque con relación al servicio doméstico su actividad no ha dejado de ser
escasa.
Muchos doctrinantes afirman que: la prolongada abstención en conjunto sobre
esta clase de trabajo obedeció a dos especiales órdenes de razones. Por un lado, el
difundido concepto limitativamente económico en cuanto al trabajo mismo, ya que
para el organismo internacional, al actuar más que sobre conceptos teóricos, sobre la
realidad misma del país, solo merecían aquella calificación las actividades
preferentemente creadoras de riqueza o lucro. Incidía, según ellos, el hecho de que los
países que venían dictando sobre esta especialidad una legislación específica, lo
hacían con una extensión y un sentido tan variado, que tomaba difícil buscar unas
normas de unidad orientadora a través de todos ellos.
Se estima importante precisar que la reunión de expertos sobre la materia
llevada a cabo en Ginebra, en el mes de junio de 1951, con motivo de una resolución
adoptada por la Conferencia Internacional del trabajo del año 1948, estuvo de acuerdo
en que debía pensarse en una futura acción internacional comprensiva de medidas
encaminadas a elevar los niveles de vida y de empleo de los trabajadores domésticos.
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Por último, en el año de 1965 la Conferencia Internacional del Trabajo, al
estudiar nuevamente la situación, invitó a la Oficina Internacional del Trabajo a
analizar los problemas de estos trabajadores, basándose en la documentación
facilitado por los Estados miembros.
En el pertinente informe sobre los resultados y conclusiones que se extraen del
cuestionario enviado a los distintos países, para el mes de junio de 1969 la cantidad
de respuestas recibidas fueron sesenta y ocho, queda patentizado que pocas son las
dudas acerca de que los trabajadores domésticos, en los hogares privados, constituyen
un grupo desfavorecido en muchos aspectos. Cierto es que hay países, en que la
escasez de esos trabajadores es tan acuciante, por la naturaleza poco estimada de su
trabajo y por la relativa atracción de otras ocupaciones, y en que la demanda es tan
grande que pueden dictar sus propias condiciones hasta cierto punto. Aun así,
subsisten otros problemas y esta situación particular no prevalece en la mayor parte
del mundo. En conjunto, la mayoría de los trabajadores domésticos, parecen tener
exceso de trabajo, estar mal pagados y poco protegidos y totalmente discriminados de
los derechos de que gozan los demás trabajadores.
Evolución en el sistema legal latinoamericano
A lo largo de los años el tratamiento dispensado a este grupo de trabajadores
ha obedecido a una constante, los beneficios reconocidos al trabajador común y que
amparan situaciones similares, no se han traducido en prestaciones laborales
equivalentes en su naturaleza para los dependientes domésticos.
La elaboración doctrinaria, frente al fenómeno aludido, ha reaccionado de
diversa forma, habida cuenta de las circunstancias que determinaron la tan reconocida
como en cierta manera inexplicable situación de inferioridad jurídica y económica en
que se había considerado a los integrantes del gremio por largos años, con respecto al
resto de los trabajadores.
Esta actitud postergó hasta hoy en día en nuestro país el dictado de una
reglamentación justa e igualitaria para esta clase de actividad, que aunque se
reglamenta en un régimen especial, se constituye en una de las actividades laborales a
las que menos derechos reconocen nuestra legislación laboral.
Si alguna duda quedara en cuanto a este punto de vista con relación al
encuadramiento legal de estos trabajadores, cuando era evidente que la evolución del
concepto justicia social exigía la incorporación de disposiciones de amparo similares
a las contenidas en leyes análogas, tal duda desaparece cuando la mayoría de las
legislaciones sobre el contrato de trabajo, afirmo con toda justeza años atrás, la
exclusión expresa del servicio doméstico, no porque éste no configure una forma de
contrato de trabajo, en su amplio sentido, sino porque aquéllas se preocupan
especialmente del contrato de trabajo en sentido estricto, que es el que se desarrolla en
las empresas mercantiles y que plantea los problemas más apremiantes bajo el aspecto
económico social. Ha ocurrido de esta forma que el servicio domésticos que ha sido
por mucho tiempo, la principal forma de contrato de trabajo y la que indujo a los
legisladores de antaño a dictar las primeras disposiciones de amparo dentro del
esquema de la localización de servicios ha quedado excluido de los beneficios de las
leyes posteriores que han desarrollado los principios inspiradores de aquellas.
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Con esto se explica la razón de que porque los diversos esfuerzos legislativos ,
que tuvieron como punto de partida el año 1945, orientados a obtener una regulación
jurídica para dicha categoría laboral, no hallaron eco favorable durante tan largo
tiempo en un vasto sector de nuestros diputados, no obstante sobresalir, en algunos de
los proyectos presentados por la imperiosa necesidad de realizar esa aspiración, dado
que las condiciones especiales en que se desenvolvía el trabajo en el hogar, exigía
evitar la prolongación de una explotación anacrónica e irritante.
Con arreglo a esta interpretación, he manifiesto que las características y
modalidades que singularizan el trabajador domestico no logrado alertar la
conciencia, salvo contado excepciones, de que era necesario modificar dicha
situación, toda vez que la circunstancia de hallarse estancado dentro de un sistema
que no favorecía un mayor perfeccionamiento daba lugar a toda clase de injusticias.
En virtud de tal criterio puede señalarse que la conciencia de la justicia social
que dinamiza la intervención legislativa mediante la promulgación de normas a fin de
elaborar una legislación de contenido positivo que hicieran realidad la protección
jurídica correspondiente a todo trabajador en su condición de sujeto de la relación
laboral, no se proyectó en todos los ámbitos con toda la intensidad.
Frente a elementos tan concretos y positivos basta tener presente que nuestra
legislación laboral los excluyo en sus previsiones en forma sistemática, hasta el día de
hoy.
DERECHO SUSTANTIVO INDIVIDUAL DEL TRABAJO
Contenido de la relación del trabajo doméstico:
El contenido de esta relación de trabajo encuadra en las relaciones de trabajo
que los empleados de ambos sexos presten dentro de la vida doméstica y que no
importen para el empleador lucro o beneficio económico. Desde el ángulo en que las
normas pertinentes tienen como objeto las relaciones de trabajo prestadas dentro de la
vida doméstica, parece necesario desentrenar su contenido, sin perjuicio de advertir
que a diferencia de otros regímenes especiales, este no consigna expresamente el
carácter de orden público de las normas que consagra. Esta circunstancia, no es
excusa para reconocer en su normativa la existencia del aludido carácter, como tal
está inspirada por los mismos principios que orientan la legislación laboral donde su
indisponibilidad o inderogabilidad relativa está expresando el orden público laboral
en el comprometido.
Con tal escenario puede decirse que la relación se caracteriza por la
indeterminación o universalidad de las prestaciones que tienen lugar en el ámbito
hogareño, dado que ellas responden a una índole sumamente variada, salvo la
concertación previa que pudiera llegar a establecerse entre las partes. Se trata, de una
necesidad personal, pero no transitoria, sino continuativa e indeterminada dentro de
ciertos límites, en los cuales están comprendidas las actividades propias de las tareas
domésticas que se cumplen en el seno del hogar.
Por ello, se estima que tales relaciones comprenden todas las inherentes al
normal funcionamiento de la vida interna de una morada, o lugar que haga sus veces,
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como la limpieza, adquisición de alimentos, preparación de ellos lavado planchado,
atención de niños, etc., personalmente realizados por trabajadores de uno u otro sexo.
Es indudable por tanto, que las precitadas labores, que pueden ser físicas o
intelectuales tienen que ir dirigidas hacia la persona del dueño de casa y sus
familiares.
De tal cuenta la amplia gama de las mencionadas tareas, unida al singular
medio en que ellas se desenvuelven, constituyen factores determinantes del
mencionado que hacer.
Desde este punto de vista cabría interpretar que la actividad propiamente
doméstica es toda aquella que, al ser sustitutiva de la actividad de la actividad de un
ama de casa, está realizada en beneficio exclusivo del hogar, satisfaciendo así
necesidades personales o familiares vinculadas con la vida ordinaria de los
respectivos integrantes.
No obstante, se estima necesario recurrir a otros elementos de juicio, a fin de
determinar la naturaleza del vínculo creado, habida cuenta de que la índole de la
actividad prestada no es suficiente, por haber trabajos similares que se realizan, por
ejemplo, en hoteles, sanatorios o restaurantes.
Cabe traer a cuenta, relativo a lo anterior, que la dependencia que deriva del
trabajo doméstico, así reconocida requiere que para su determinación se tengan en
cuenta, especialmente, las circunstancias de:
a) La prestación de tareas inherentes al hogar;
b) la convivencia; y c) la falta de lucro.
Por otro lado, no se puede dejar de señalar que la continuidad que caracteriza a
estos servicios repercute en proporción análoga a la convivencia que mantienen las
partes, en el horario en que se cumplen los servicios y más aún, en el elemento
confianza que, como es fácil advertir va implícito en esta clase de labores.
Por esto, para caracterizar al servicio doméstico hay que ponderar, no solo las
características de la actividad, sino también el objeto en función del cual se realiza,
que es e ámbito hogareño, el cual produce el efecto de crear una comunidad de vida
con el dueño de la casa y el núcleo familiar, sin un fin directamente lucrativo.
Derivado de lo anterior, se advierte que la idea del trabajo doméstico, al no
exteriorizarse como trabajo de producción, atenúa sensiblemente el elemento material
que la subordinación jurídica configura, hecho éste que permite delinear la causa del
contrato como definitoria en la caracterización del mismo.
Por consiguiente, la figura del trabajador doméstico desaparece si las
mencionadas labores se llevan a cabo en función y para posibilitar la actividad
inherente a la profesión o industria a que se dedica el trabajador, pero con fines
distintos de los ya enumerados.
I. Definición del trabajo domestico
Doméstico proviene del latín “Domus”, que significa casa, y a este
respecto Chantal Paoli, señala: “servicio doméstico, es el relativo al cuidado,
atención, limpieza, seguridad de la casa, como hogar, suma de vivienda y persona
o familia que la ocupa”.
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Constituye un hecho notorio el que los domésticos han carecido de
protección durante casi todo el tiempo, pues la intervención de los
legisladores, especialmente en el caso guatemalteco, ha sido casi ninguna, de
lo que se desprende que el trabajo doméstico se ha visto con menosprecio, por
éstos.
Según Paoli, “el servidor doméstico cumple en realidad las faenas
caseras que podría efectuar por sí mismo el dueño de la casa en que se prestan,
el ama de su casa misma, sus hijos u otros parientes que vivan allí, pero que
ellos por sus sobrados recursos y para su comodidad descargan en otras
personas ajenas dispuestas a cumplirlas, para obtener el pago de un salario”.
Derivado de lo anotado, el trabajo doméstico puede definirse de la
siguiente manera: “Es aquel por el cual una de las partes se obliga respecto a la
otra a la prestación de los servicios materiales con relación al hogar, para la
asistencia de éste, mientras que la otra parte, a su vez, se obliga a abonar por
dichos servicios el pago de un salario.
Después de las Guerras Mundiales, por la innumerable transformación
que significaron, sobre todo debido a la movilización industrial de las mujeres
durante las hostilidades, el servicio doméstico insinuó una declinación
numérica, intensificada después en los últimos años, y que para algunos podría
ser el principio de la desaparición de esta actividad.
Las causas que originaron la reducción del trabajador doméstico, son:
la mecanización del hogar, lo que hace más llevaderas las tareas domésticas a
las propias amas de casa; la expansión industrial, lo cual genera salarios más
atractivos, que los que se pagan en el trabajo doméstico, además de traer
consigo una mayor independencia personal; la evolución de la vida familiar,
pues al laborar en actividades que permiten tiempo libre puede pensarse en
constituir un núcleo familiar; y el mayor desarrollo cultural que abre
perspectivas de trabajo diferentes y mejores a las que tenían antes, quienes se
empleaban como trabajadores domésticos.
A lo anotado hay que agregar como otras razones para la reducción del
trabajo doméstico, la fijación de horarios, extralimitados para realizar las
tareas domésticas, la imposibilidad de tener un descanso semanal, los bajos
salarios que hasta hoy devengan estos trabajadores y el trato inhumano que
muchos de ellos reciben. Estos aspectos son los que han hecho decidirse a
estos trabajadores a cambiar de actividad y trasladarse especialmente a las
empresas maquiladoras, en donde son más explotados, pero devengan un
salario un poco mayor y además gozan de su libertad.
II. Características del trabajo domestico
Se señalan como caracteres del trabajo doméstico, los siguientes:
a. La convivencia;
b. La Continuidad carente de horario, ya que desde la mañana hasta la noche el
trabajador doméstico está a las órdenes del dueño de la casa;
c. Predominio de la prestación del servicio por mano de obra femenina y dentro
de ellas, las solteras y las jóvenes;
El trabajo doméstico y domiciliario Página 15
d. En lugares donde existen razas diferentes, el desempeño del trabajo doméstico
desempeñado por la raza menos apreciada
e. Variación e indeterminación en las tareas, ya que los domésticos realizan toda
clase de servicios;
f. La no persecución de lucro por el dueño de casa.
III. Definición legal
De acuerdo al artículo 161 del Código de Trabajo, son trabajadores
domésticos los que se dedican en forma habitual y continua a labores de aseo,
asistencia y demás propias de un hogar o de otro sitio de residencia o habitación
particular, que no importen lucro o negocio para el patrono.
Esta definición es muy completa y coincide con todos los caracteres descritos
en otro apartado de este trabajo de tesis, destacando dentro de esos, el relacionado a
que contrario a todas las actividades laborales que conllevan implícito un lucro o
ganancia para el patrono, el trabajo doméstico no genera lucro alguno, sino más bien
una subordinación de índole familiar.
IV. Retribución del trabajo doméstico
Durante muchos años, la discusión se ha centrado en cuanto a si el trabajador
doméstico tiene o no derecho a que su salario parta del salario mínimo establecido en
la ley para todos los trabajadores, pues se aduce que el empleador por la habitación y
la alimentación que proporciona al trabajador no está obligado a pagar el salario
mínimo, pudiendo retribuir al trabajador con menos de él. No obstante, lo anterior, y
en base a la plena igualdad que ya constatamos, que establece nuestra Constitución
Política de la República, el trabajador doméstico si tiene derecho a devengar un
salario mínimo a cambio de la prestación de sus servicios, esto independiente de
otras prestaciones que también integran el salario y que se den al trabajador en forma
igualmente periódica. Es importante señalar que el artículo 162 del Código de
Trabajo, establece que la retribución de los trabajadores domésticos, comprende
además del pago en dinero, el suministro por parte del patrono de habitación y
manutención, de lo cual se desprende que al no hace la ley exclusión alguna, el
salario del trabajador se ve incrementado con otras prestaciones, tales como la
habitación y alimentación. En cuanto a las prestaciones en el caso de terminación del
contrato de trabajo, de estos trabajadores, debe entenderse que adicional al salario en
dinero, el cual como ya se señaló no puede ser menor al mínimo establecido en la
ley, debe agregarse el importe prorrateado, tanto de la habitación como de la
manutención, dependiendo del lugar en donde preste sus servicios el trabajador, esto
implica que no podrá costar lo mismo la habitación y manutención, dependiendo del
lugar en donde presten sus servicios el trabajador, esto implica que no podrá costar lo
mismo la habitación y manutención de un trabajador domestico que labore en una
zona residencia y exclusiva, que la habitación y manutención de un trabajador
domestico que preste sus servicios en una zona popular o de clase media.
V. Inobservancia del pago del salario mínimo
Como ya se anticipó de acuerdo a la Constitución Política de la Republica y al
Código de Trabajo, los trabajadores domésticos tienen el derecho de percibir el salario
mínimo que se encuentre vigente por esta actividad, es decir que el trabajador
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domestico tendrá que tener como salario en dinero por lo menos el mínimo
establecido en la ley, y por encima de eso, el incremento al salario que se verá
traducido al pago de la habitación y de la manutención también por parte del patrono.
VI. Inobservancia de las jornadas
Este se constituye en el tema más delicado dentro del trabajo doméstico, pues
es precisamente en lo relacionado a las jornadas de trabajo, en donde se puede
percibir con mayor claridad la inobservancia del principio de igualdad que dispone la
Constitución Política de la Republica. Efectivamente, en este capítulo se dispone que
los trabajadores domésticos no estarán sujetos ni a horario, ni a las limitaciones que
para la jornada de trabajo disponen tanto la Constitución Política de la Republica,
como los Artículos 126 y127 del Código de Trabajo, esto significa que no existen
límites mínimos de la jornada de trabajo para estos trabajadores, afectando incuso el
día de descanso semanal, pues se prevé que aun en este, el trabajador domestico debe
continuar prestando sus servicios.
La redacción de la norma es tan desafortunada, que señala el tiempo para la
ingesta de los alimentos durante el día y el máximo de horas para dormir, lo cual hace
que el trabajador domestico este sujeto a un verdadero régimen de sometimiento ante
el empleador. Como ya pudo inferirse, esto contraria totalmente la igualdad que
establece la Constitución tanto en su artículo 4, como lo relacionado a los derechos
sociales mínimos establecidos en el artículo 102 de la misma, pues en aquellas
disposiciones no se hacen diferencia de ningún naturaleza que excluyan o que puedan
constituirse en la exclusión de algún grupo de trabajadores en particular.
No obstante, en apego a lo que señala la Constitución Política de la Republica,
el trabajador domestico tendrá derecho a reclamar las mismas jornadas de trabajo que
existen normadas para todos los demás trabajadores, esto desde luego una vez
terminada la relación de trabajo, pues si lo hace cuando esta se encuentra vigente, la
más segura reacción del empleador será el despido.
VII. Las jornadas que rigen el trabajo domestico
De acuerdo con el artículo 164 del Código de Trabajo, las jornadas de trabajo
que observan los trabajadores domésticos, son las siguientes: Una jornada ordinaria
de trabajo efectivo de catorce horas diarias, de lunes a sábado, y seis horas de
descanso semanal, pues en el día que correspondería al descanso de la semana, debe
laborar por lo menos ocho horas. Las diez horas restantes del día, las divide la ley, en
ocho horas para dormir y dos destinadas a las comidas. Como puede apreciarse es en
extremo esclavizaste el horario de trabajo que deben de cumplir estos trabajadores.
Por otro lado, es importante destacar que este fatigoso régimen de labores es el
que ha provocado que muchas trabajadoras domésticas opten por abandonar esa
actividad, pues no solo no solo no solo no solo se les retribuye mal, sino además se les
somete a un horario de labores que limita toda posibilidad de actividades personal
relacionada con los estudios, con la recreación y con la familia, la mayor parte de las
trabajadoras que han emigrado, lo han hecho hacia la industria de la maquilla, en
donde también se les explota, pero por lo menos tienen más disposición de tiempo
libre.
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FUNDAMENTACIÓN CONSTITUCIONAL Y ORDINARIA DEL DESCANSO PRE
Y POST NATAL Y REGULACIÓN DEL TRABAJO DOMÉSTICO.
Fundamento constitucional
Al respecto la Institución del descanso pre y post natal, para todas las
trabajadoras sin distingos de ninguna naturaleza se encuentra regulado en el Articulo
102 literal k) de la Constitución de la Republica que con absoluta claridad establece:
“Derecho social mínimo de la legislación del trabajo. Son derechos sociales mínimos
que fundamentan la legislación del trabajo y la actividad de los tribunales y
autoridades: k) Protección a la mujer trabajadora y regulación de las condiciones en
que debe prestar sus servicios. No deben establecerse diferencias entre casadas y
solteras en materia de trabajo. La ley regula la protección a la maternidad de la mujer
trabajadora, a quien no se le debe exigir ningún trabajo que requiera esfuerzo que
ponga en peligro su gravidez. La madre trabajadora gozara de un descanso forzoso
retribuido con el ciento por ciento de su salario, durante los treinta días que precedan
al parto de los cuarenta y cinco días siguientes.
DERECHO SUSTANTIVO INDIVIDUAL DEL TRABAJO
En la época de lactancia tendrá derecho a dos periodos de descanso extraordinarios,
dentro de la jornada. Los descansos pre y post natal serán ampliados según sus
condiciones físicas, por prescripción médica”.
Como puede advertirse la norma antes transcrita no establece exclusiones de ninguna
naturaleza en relación al goce del periodo pre y pos natal, pues es clara en señalar a toda
madre trabajadora, lo que implica que están incluidas las trabajadoras que laboren en el
servicio doméstico, en relación a gozar de esta derecho, sin embargo, los patronos no
cumplen con hacer efectivo el derecho a las trabajadoras de aquella actividad que resulte
grávidas.
Es importante también el señalar que el Código de Trabajo supero desde el año de 1992, el
plazo del periodo pre y pos natal, en favor de las mujeres trabajadoras.
Fundamento ordinario.
El fundamento ordinario del periodo pre y pos natal, se encuentra regulado en el
capítulo del trabajo de la mujer y el menor, contenido en los Artículos de 151 al 155 del
Código de Trabajo, los que en su orden regulan los siguientes derechos e instituciones:
a. No discriminación para el trabajo. Esta regulación tiene por objeto evitar que
se hagan diferencias entre las mujeres trabajadoras soteras y casadas, entre
aquellas que tienen responsabilidades familiares y las que no. No obstante, en la
práctica puede observarse que alguna ofertas de empleo, publicadas en los
medios de comunicación escrita, ofrecen empleo a mujeres, pero con las
condiciones de que están acrediten ser solteras y que además se comprometan a
no embarazarse.
b. Inamovilidad para las trabajadoras grávidas. Esta regulación se refiere a la
prohibición de despedir a las trabajadores que se encontraren embarazadas o en
su periodo de lactancia, dotándolas para ello de la protección de la garantía de
inmovilidad, que obliga a que previo a despedir aún por justa causa a la mujer
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trabajadora, el patrono deba tener que demandar la rescisión del contrato de
trabajo de ella en juicio ordinario laboral. Si contrariamente a esto, el patrono
decide terminar el contrato de trabajo que lo une con la trabajadora embaraza o
lactante, esta tiene derecho a pedir su reinstalación y el pago de sus salarios
caídos ante los tribunales de trabajo en la vía ordinara laboral. La creación de la
garantía de inamovilidad en la reforma producida en el Código de Trabajo en el
año de 1992, es una muestra de que no se ha respetado por parte de los
empleadores el estado de embarazo de las mujeres trabajadoras, pues en la
mayoría de casos el estado de gravidez ha sido el argumento con el que los
patronos han justificado la terminación de los contratos de trabajo de aquellas.
c. El preaviso como presupuesto para el goce del derecho inamovilidad. Esta
regulación establece como presupuesto para que la mujer trabajadora puede
gozar del beneficio de inamovilidad al momento de resultar grávida, el aviso de
esta debe dar al empleador en relación a su estado, para poder quedar protegida,
mismo que se supone debe hacer llegar al conocer de su estado, y confirmar con
certificación medica durante los dos meses siguientes, para su protección
definitiva. Esta regulación se ha considera perjudicial, especialmente si se toma
en cuenta que resulta ser una condicionante para el ejercicio del derecho, y que
en muchos casos las mujeres trabajadoras prefieren no avisar de su estado al
empleador, por temor a ser despedidas, lo que podría producir que incumplan
con aquel presupuesto y que eso justifique la negativa del empleador a observar
la protección e incluso terminar el contrato de trabajo de la trabajadora,
aduciendo ignorar el estado de gravidez en que se encuentra.
d. El descanso pre y post natal. Esta regulación establece el derecho de la madre
trabajadora a gozar de un descanso retribuido con el cien por ciento de su
salario, durante los treinta días que anteceden al parto, y los cincuenta y cuatro
días posteriores a éste, gozando en total de un periodo efectivo de descanso de
ochenta y cuatro días. Se establece también la posibilidad de que el descanso pre
y post natal se reduzca a la mitad en el caso de aborto no intencional, o por parto
prematuro no viable, así como el caso que el descanso se reduce únicamente al
que corresponde al período post natal, si la trabajadora adoptara un hijo. Como
puede establecerse de la transcripción anterior, existen tres casos de descanso
pre y post natal, en favor de la mujer trabajadora regulados en el Código de
Trabajo y que no existe dentro de la normativa que se analiza ninguna exclusión
de trabajadora alguna, lo que implica que debe considerarse incluidas a las
trabajadoras domésticas.
e. Obligación de pago de salario durante el descanso pre y post natal. Esta
regulación establece con absoluta claridad que la mujer trabajadora que haga uso
de estos descansos tienen derecho a que el patrono se los remunere con el cien
por ciento del importe de su salario, a menos, que se trate de una trabajadora
acogida a los beneficios del Seguro Social. En el caso de las trabajadoras
domésticas, que no se encuentren afiliadas al seguro social, pues en la actualidad
el seguro social permite la afiliación de las mismas, se advierte que el
empleador es el obligado a pagar el salario pre y post natal cuando éstas resulten
grávidas, lo que en la práctica no sucede porque no se reconoce el derecho de
gozar el descanso y como consecuencia, no se admite la obligación de pagar la
retribución que a esos descanso corresponde. Por ello puede afirmarse que las
El trabajo doméstico y domiciliario Página 23
trabajadoras domésticas se encuentran desamparadas también en cuanto a su
derecho a la maternidad, pues existe, una clara negativa de los empleadores a
reconocerles ese derecho.
f. Derecho al período de lactancia. La mujer trabajadora, posterior a su periodo
pos natal, también tiene derecho a un período de lactancia de una hora diaria por
diez meses, cuyo objeto es alimentar a su hijo recién nacido, este periodo
también debe de ser remunerado por parte del empleador y la inamovilidad de la
que goza la trabajadora se extiende hasta la terminación de este período.
g. Derecho a local para guardería. Esta regulación impone al patrono la
obligación de habilitar dentro del centro de trabajo, en el caso de tener treinta o
más trabajadoras a su servicio, un local destinado a que las madres alimenten sin
peligro a sus hijos menores de tres años y para que puedan dejarlos allí durante
el período de trabajo, bajo el cuidado de una persona idónea, pagada por el
empleador. Esta obligación comúnmente tampoco se observa, lo que obliga a
que las madres deban alimentar a sus hijos o antes de la hora de ingreso a sus
labores o posteriormente a la hora de egreso de las mismas.
Puede extraerse como conclusión de lo analizado, que las trabajadoras
domésticas tienen el derecho a gozar de su derecho pre y post natal, como cualquier
otra mujer trabajadora, y los patronos la obligación de pagar el mismo, pues la ley no
hace exclusiones en relación al grupo de trabajadoras algunas, y si es clara al imponer
al patrono, en el caso relacionado, la obligación de pagar el salario correspondiente a
dicho período.
2. TRABAJO A DOMICILIO
Definición
Se entiende por trabajo a domicilio, aquel en que aparece la figura del trabajador
que elabora o produce artículos en su hogar o en otro sitio elegido libremente por él, sin
la vigilancia o dirección inmediata del patrono o del representante de éste.
No obstante, que no existe fiscalización en la ejecución del trabajo que es a lo que
se refiere la definición anterior, cuando dice que las labores del trabajador a domicilio se
presentan sin la vigilancia o dirección inmediata del empleador, sí existe trabajo sujeto a
régimen subordinado en esta relación. El elemento de la subordinación aparece en el
aspecto relativo a que la ejecución del trabajo debe realizarse con base en las
orientaciones que el empleador a instruido al trabajador en el momento de entregar a éste,
los materiales con los que va a producir el trabajo y también en el momento en el que el
trabajador a domicilio hace al empleador las entregas parciales del trabajo producido y
encargado por el primero.
De tal cuenta, el que el trabajo a domicilio se realice sin la inmediata fiscalización
del empleador no implica en ningún caso que se trate de labores que no se encuentran
sujetas a régimen de trabajo subordinado. La relación de subordinación trasciende de tal
manera en el contrato de trabajo a domicilio, que incluso el empleador puede, en el caso
de que establecer que la ejecución del trabajo ha sido defectuosa, retener un porcentaje
del salario del trabajador por tal motivo, lo que demuestra que la supervisión del
resultado de la ejecución del trabajo se da al momento de la entrega del producto.
El trabajo doméstico y domiciliario Página 25
2.1 Simulación de otras figuras que persiguen encubrir el trabajo a domicilio
Suele intentarse por algunos empleadores la simulación de la venta de materiales a
los trabajadores, para buscar con ello encubrir la figura del trabajo a domicilio. La
simulación se evidencia cuando el trabajo producido con los materiales
supuestamente vendidos por el empleador es vendido por el trabajador. No obstante
esta simulación es nula de pleno derecho y no genera más que la propia existencia del
contrato de trabajo a domicilio, que aunque se quiso encubrir resalta como tal.
Ahora bien, no es ésta la única simulación que se puede emplear para intentar
encubrir un contrato de trabajo a domicilio, por lo que de manera general puede decirse
que cualquier maniobra por parte del empleador que busque desvirtuar la figura de
trabajo a domicilio, será nula de pleno derecho y dará lugar a que se le aplique la
normativa relacionada a este tipo de actividad laboral.
2.2 Forma y plazo de celebración del contrato de domicilio
El contrato individual de trabajo que debe celebrar el empleador con el
trabajador a domicilio es por su forma un típico contrato de trabajo escrito y por su
plazo un contrato de trabajo por tiempo indefinido.
2.3 Obligaciones Del Empleador
El empleador que contrata los servicios de trabajadores a domicilio debe
cumplir con presentar un libro sellado y autorizado por la Inspección General de
Trabajo, en el que el que debe de registrar, entre otros datos, los siguientes:
a. Los nombres y apellidos de los trabajadores;
b. La dirección del lugar donde viven;
c. La cantidad y naturaleza de la obra u obras encomendadas;
d. La cantidad, la calidad y precio de las materias primas que suministra;
e. La fecha de entrega de esas materias a cada uno de los trabajadores y la fecha en
que estos deben devolver los respectivos artículos ya elaborados;
f. El monto de las correspondientes remuneraciones.
Además, el libro en el que debe registrar los datos a que se ha hecho relación,
el empleador se encuentra en la obligación de imprimir comprobantes con su
respectivo duplicado que deberá firmar el trabajador cada vez que reciba materiales
que deberá transformar con el trabajo o el salario que se haya pactado pagarle. Así
también el empleador deberá firmar los comprobantes con su respectivo duplicado,
que acrediten la recepción del trabajo entregado. Este tipo de controles tiene su razón
de ser, que descansa en dejar constancia de este tipo de actividades que pueden
ocultarse fácilmente por los empleadores, especialmente sí se toma en cuenta que al
no laborar éstos dentro de la sede del empleador, es más fácil negar su existencia, por
ellos, esta clase de obligaciones que imponen registros rigurosos que permiten
comprobar la existencia del trabajo a domicilio.
2.4 La Autorización Para Retener El Salario Del Trabajador A Domicilio
Aunque en otro apartado de esta obra ya se analizó la prohibición de retener el
salario del trabajador y de que ésta sólo puede producirse con autorización de juez
competente, el trabajo a domicilio se encuentra la púnica excepción, no por ello
discutible en relación a su legalidad, que contempla la facultad para el empleador de
El trabajo doméstico y domiciliario Página 27
retener el equivalente a la décima parte del salario del trabajador en el caso de los
trabajos defectuosos o del evidente deterioro de los materiales que se hayan entregado
para producir, mientras se discuten y se declaran las responsabilidades consiguientes.
Como puede apreciarse, aquella facultad es bastante subjetiva y deja al criterio
del empleador la calificación del trabajo defectuoso o del deterioro de los materiales,
aspecto éste que en ocasiones genera descuentos arbitrarios al salario que nunca son
discutidos, ni declarados, sino que simplemente se constituyen en una forma de hacer
deducciones al salario del trabajador.
2.5 Forma Y Lugar De Pago Del Salario En El Trabajo A Domicilio
Tomando en consideración que el salario del trabajador a domicilio se paga
contra-entrega del trabajo terminado, el salario debe pagarse a estos trabajadores por
períodos no mayores de una semana, en la sede del empleador y tomando en
consideración que la cantidad retribuida no sea inferior a la que se pague a los
trabajadores que laboren dentro del taller de trabajo, por un período similar.
Esta disposición busca asegurar su cumplimiento con la sanción que en el
Artículo 159 del Código de Trabajo se prevé para el empleador que no cumpla con
hacer efectiva la retribución al trabajador a domicilio en la forma y lugar indicado. Al
respecto la ley establece que los empleadores infractores deben ser sentenciados a
pagar una indemnización a favor de los trabajadores afectados, equivalente al doble
de los salarios que hayan dejado de percibir. Sin ligar a dudas, lo único lamentable es
que: al no existir una vía procesar especial y celerica para tramitar este tipo de
reclamos, deba recurrirse a la vía ordinaria para instar el reclamo por la esta
infracción lo que desvirtúa el objeto perseguido por la protección antes analizada, que
es asegurar el pago del trabajador a domicilio en la forma y lugar previstos por la ley.
Para buscar este objeto la vía del juicio ordinario resulta inconveniente, por lo tardado
de su trámite.
LA CONVERSIÓN DEL TRABAJO A DOMICILIO A TRABAJO DE TALLER
Como ya se dijo, el trabajo a domicilio debe producirse en el domicilio del trabajador o en
cualquier otro lugar que éste elija, distinto a la sede del empleador. Es esa, precisamente la
característica más visible de esta forma especial de trabajo. Sin embargo, el Código de
Trabajo establece el supuesto legal que va a transformar el trabajo presentado originalmente
como a domicilio en trabajo de taller o producido dentro de las instalaciones del empleador.
Este supuesto se sustenta en la solicitud de un número de diez o más trabajadores a
domicilio deben presentar al empleador para que les proporcione un local de trabajo. Al pasar
a producir los trabajos que les han sido encomendados al local de trabajo, que normalmente
puede ser la sede del empleador, los trabajadores a domicilio se convierten en trabajadores de
taller o de empresas y desde ese momento deben adecuarse sus condiciones contractuales,
especialmente las relativas a la fiscalización de la ejecución del trabajo, el pago de sus
salarios y sus jornadas de trabajo a las condiciones individuales de contratación de que gozan
los trabajadores de empresa.
2.5 REGULACIÓN LEGAL DEL TRABAJO DOMÉSTICO
Código de trabajo
El trabajo doméstico está regulado en el Código de Trabajo en el capítulo titulado
“Trabajo sujeto a regímenes especiales”, que incluye, además del trabajo doméstico:
El trabajo doméstico y domiciliario Página 29
trabajo agrícola y ganadero; trabajo de mujeres y menores de edad; trabajo a
domicilio; trabajo doméstico; trabajo de transporte; trabajo de aprendizaje, trabajo en
el mar y en las vías navegables; y servidores del Estado y sus instituciones.
Las normas contenidas en el Capítulo Cuarto – Trabajo doméstico – son las
siguientes:
Definición: “trabajadores domésticos son los que se dedican en forma habitual
y continua a labores de aseos, asistencia y demás propias de un hogar o de otro sitio
de residencia o habitación particular, que no importen lucro o negocio para el
patrono”
Artículo 161. Remuneración: salvo pacto en contrario, la retribución de los
trabajadores domésticos comprende además del pago en dinero, el suministro
de habitación y manutención por parte del empleador
Artículo 162. Que es conocido en otras legislaciones como pago en especie.
El Código de Trabajo denomina ventajas económicas a esta parte del salario, y
en el artículo 90 indica que “las ventajas económicas, de cualquier naturaleza
que sean, que se otorguen a los trabajadores en general por la prestación de sus
servicios, salvo pacto en contrario, debe entenderse que constituyen el treinta
por ciento del importe total del salario devengado”.
Certificado de buena salud: el empleador puede exigir, antes de formalizar el
contrato de trabajo, la presentación de un certificado de buena salud
Artículo 163. Terminación de la relación laboral por enfermedad: según el inciso
c) del artículo 165, el empleador puede dar por terminada la relación laboral, si la
enfermedad incapacita al trabajador por más de una semana (salvo que el empleador
se acoja a lo que estipula el artículo 67 del mismo código) 3 una vez transcurrido
dicho término, sin otra obligación que la de pagar a la otra parte un mes de salario por
cada año de trabajo continuo, o fracción de tiempo no menor de tres meses, y que la
indemnización no podrá exceder el importe correspondiente a cuatro meses de salario.
HORARIOS Y JORNADAS DE TRABAJO:
El trabajo doméstico no está sujeto a horarios ni a las limitaciones de la jornada de trabajo y
tampoco le son aplicables los artículos 126 y 127 del Código de Trabajo
Artículo 164, pero los trabajadores gozan de los siguientes derechos: a) A un
descanso absoluto mínimo y obligatorio de 10 horas diarias, de las cuales por lo
menos 8 deben ser nocturnas y continuas, y 2 deben destinarse a las comidas. b)
Durante los días domingos y feriados deben disfrutar de un descanso adicional de 6
horas diarias.
CAUSA ESPECIAL DE DESPIDO
La falta de respeto o el maltrato notorio del trabajador para las personas que
habitan en la casa donde presta sus servicios y la “desidia manifiesta de éste en el
cumplimiento de sus obligaciones” (Artículo 166).
Código de Trabajo: Artículo 164. El trabajo doméstico no está sujeto a
horario ni a las limitaciones de la jornada de trabajo y tampoco le son aplicables los
El trabajo doméstico y domiciliario Página 31
artículos 126 y 127. Sin embargo, los trabajadores domésticos gozan de los siguientes
derechos:
a) deben disfrutar de un descanso absoluto mínimo y obligatorio de diez
horas diarias, de las cuales por lo menos ocho han de ser nocturnas y
continuas, y dos deben destinarse a las comidas; y
b) durante los días domingos y feriados que este Código indica deben
forzosamente disfrutar de un descanso adicional de seis horas
remuneradas.
2.6 CONVENIO 189 DE LA OIT
La Organización Internacional de Trabajo (OIT), adoptó el 16 de junio de
2011 el Convenio 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos y la
Recomendación 201, con el objeto de establecer un marco normativo que sirva de
base para el tema. Cabe mencionar que éste a la fecha ha sido ratificado por 11 países
(Alemania, Bolivia, Ecuador, Filipinas, Guyana, Italia, Mauricio, Nicaragua,
Paraguay, Sudáfrica y Uruguay) y ya entró en vigor en 5 de ellos. En el contenido del
Convenio, debemos determinar qué se entiende por “trabajo doméstico”. Según el
artículo 1 del Convenio 189 de la OIT, es “el trabajo realizado en un hogar u
hogares o para los mismos”. Asimismo, este artículo define trabajador doméstico
como “toda persona, de género femenino o género masculino, que realiza un trabajo
doméstico en el marco de una relación de trabajo”; por último, indica que no son
trabajadores domésticos quienes de forma ocasional o esporádica realizan algún tipo
de trabajo doméstico sin que éste sea una ocupación profesional. Es importante
resaltar aquí que se encuentran cubiertos por el convenio todos los trabajadores
domésticos, con el objeto de que éstos “gocen de una protección efectiva contra toda
forma de abuso, acoso y violencia”.
El Convenio en su artículo 11 contempla la efectiva aplicación del sistema de
salario mínimo para los trabajadores domésticos, así como evitar que exista
discriminación por motivo de sexo al momento de la fijación del monto de la
retribución. Igualmente, el artículo 12 establece que los pagos deben realizarse en
efectivo y únicamente podrán ser en especie con la anuencia del trabajador y cuando
estos se destinen a su uso y beneficio personal.
En cuanto a las ventajas que Guatemala obtendría con la ratificación del
Convenio la más importante es evidentemente la ampliación de la protección
legislativa para los trabajadores domésticos, lo que implicaría una readecuación de la
legislación laboral local a la normativa internacional de la OIT, tal y como lo
establece el mismo artículo 18 del Convenio.
Regulación Legal Del Trabajo A Domicilio
El Código de Trabajo, Decreto número 1441 del Congreso de la República de
Guatemala, regula
Artículo 156 regula que: “Trabajadores a domicilio son los que elaboran artículos en
su hogar o en otro sitio elegido libremente por ellos, sin la vigilancia o la dirección inmediata
del patrono o del representante de éste. La venta que haga el patrono al trabajador de
materiales con el objeto de que éste los transforme en artículos determinados y a su vez se los
venda a aquél, o cualquier otro caso análogo de simulación, constituyen contrato de trabajo a
El trabajo doméstico y domiciliario Página 33
domicilio y da lugar a la aplicación del presente Código. Dichas simulaciones son
prohibidas”.
Artículo 157 del Código de Trabajo, Decreto número 1441 del Congreso de la
República de Guatemala, regula que: “Todo patrono que ocupe los servicios de uno o
más trabajadores a domicilio debe llevar un libro sellado y autorizado por el
Departamento Administrativo de Trabajo, en el que se debe anotar:
a) Los nombres y apellidos de dichos trabajadores;
b) La dirección del lugar donde viven;
c) La cantidad y naturaleza de la obra u obras encomendadas;
d) La cantidad, calidad y precio de las materias primas que suministre;
e) La fecha de la entrega de esas materias a cada uno de los trabajadores y
la fecha en que éstos deben devolver los respectivos artículos ya
elaborados; y
f) El monto de las correspondientes remuneraciones.
Además, debe hacer imprimir comprobantes por duplicado, que el trabajador ha
de firmar cada vez que reciba los materiales que deban entregársele o el salario
que le corresponda; y que el patrono debe firmar y dar al trabajador cada vez que
éste le entregue la obra ejecutada. En todos estos casos debe hacerse la
especificación o individualización que proceda. Si una de las partes no sabe
firmar debe imprimir su respectiva huella digital”.
El Código de Trabajo, Decreto número 1441 del Congreso de la República de Guatemala,
regula
Artículo 158 regula que: “Los trabajos defectuosos o el evidente deterioro de materiales
autoriza al patrono para retener hasta la décima parte del salario que perciban los trabajadores
a domicilio, mientras se discuten y declaran las responsabilidades consiguientes”.
Artículo 159 del Código de Trabajo, Decreto número 1441 del Congreso de la República de
Guatemala, regula que: “Las retribuciones de los trabajadores a domicilio deben ser
canceladas por entregas de labor o por períodos no mayores de una semana y en ningún caso
pueden ser inferiores a las que se paguen por iguales obras en la localidad o a los salarios que
les corresponderían a aquéllos si trabajaran dentro del taller o fábrica de un patrono. El
patrono que infrinja esta disposición debe ser sentenciado a pagar una indemnización a cada
uno de los trabajadores, equivalente al doble de los salarios que haya dejado de percibir”.
El Código de Trabajo, Decreto número 1441 del Congreso de la República de Guatemala,
regula
Artículo 160 regula que: “Las autoridades sanitarias o de trabajo deben prohibir la ejecución
de labores a domicilio, mediante notificación formal que deben hacer al patrono y al
trabajador cuando en el lugar de trabajo imperen condiciones marcadamente antihigiénicas, o
se presente un caso de tuberculosis o de enfermedad infecto-contagiosa. A la cesación
comprobada de estas circunstancias, o a la salida o restablecimiento del enfermo y debida
desinfección del lugar, se debe otorgar permiso de reanudar el trabajo. El patrono a quien
diez o más trabajadores a domicilio le soliciten local para sus labores, está obligado a
proporcionárselos, quedando en este caso dichos trabajadores como laborantes de empresa”.
El trabajo doméstico y domiciliario Página 35
CONVENIO NÚMERO 177 DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL
TRABAJO, CONVENIO SOBRE EL TRABAJO A DOMICILIO
Artículo 1:
(a) la expresión trabajo a domicilio significa el trabajo que una persona, designada como
trabajador a domicilio, realiza:
(i) en su domicilio o en otros locales que escoja, distintos de los locales de trabajo
del empleador;
(ii) a cambio de una remuneración;
(iii) con el fin de elaborar un producto o prestar un servicio conforme a las
especificaciones del empleador, independientemente de quién proporcione el
equipo, los materiales u otros elementos utilizados para ello,
A menos que esa persona tenga el grado de autonomía y de independencia económica
necesario para ser considerada como trabajador independiente en virtud de la legislación
nacional o de decisiones judiciales;
(b) una persona que tenga la condición de asalariado no se considerará trabajador a
domicilio a los efectos del presente Convenio por el mero hecho de realizar
ocasionalmente su trabajo como asalariado en su domicilio, en vez de realizarlo en su
lugar de trabajo habitual;
(c) la palabra empleador significa una persona física o jurídica que, de modo directo o
por conducto de un intermediario, esté o no prevista esta figura en la legislación
nacional, da trabajo a domicilio por cuenta de su empresa.
Artículo 2: El presente Convenio se aplica a toda persona que realiza trabajo a domicilio, tal
y como se define en el anterior artículo 1.
Artículo 3: Todo Miembro que ratifique el presente Convenio deberá adoptar, aplicar y
revisar periódicamente una política nacional en materia de trabajo a domicilio destinada a
mejorar la situación de los trabajadores a domicilio, en consulta con las organizaciones de
empleadores y de trabajadores más representativas y, cuando las haya, con las organizaciones
que se ocupan de los trabajadores a domicilio y las organizaciones de los empleadores que
recurren a trabajadores a domicilio.
Artículo 4
1. En la medida de lo posible, la política nacional en materia de trabajo a domicilio
deberá promover la igualdad de trato entre los trabajadores a domicilio y los otros
trabajadores asalariados, teniendo en cuenta las características particulares del
trabajo a domicilio y, cuando proceda, las condiciones aplicables a un tipo de
trabajo idéntico o similar efectuado en una empresa.
2. La igualdad de trato deberá fomentarse, en particular, respecto de:
(a) el derecho de los trabajadores a domicilio a constituir o a afiliarse a las
organizaciones que escojan y a participar en sus actividades;
(b) a protección de la discriminación en el empleo y en la ocupación;
(c) la protección en materia de seguridad y salud en el trabajo;
(d) la remuneración;
(e) la protección por regímenes legales de seguridad social;
(f) el acceso a la formación;
(g) la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo;
(h) la protección de la maternidad.
Artículo 5: La política nacional en materia de trabajo a domicilio deberá aplicarse por medio
de la legislación, de convenios colectivos, de laudos arbitrales o de cualquier otra vía
procedente y compatible con la práctica nacional.
Artículo 6: Deberán tomarse medidas apropiadas para que, siempre que sea posible, las
estadísticas del trabajo abarquen el trabajo a domicilio.
Artículo 7: La legislación nacional en materia de seguridad y salud en el trabajo deberá
aplicarse al trabajo a domicilio teniendo en cuenta las características propias de éste y deberá
determinar las condiciones en que, por razones de seguridad y salud, ciertos tipos de trabajo y
la utilización de determinadas sustancias podrán prohibirse en el trabajo a domicilio.
El trabajo doméstico y domiciliario Página 37
Artículo 8: Cuando esté permitido el recurso a intermediarios en el trabajo a domicilio, las
responsabilidades respectivas de los empleadores y de los intermediarios deberán
determinarse mediante la legislación o decisiones judiciales, de conformidad con la práctica
nacional.
COMENTARIO GENERAL
Estos regímenes especiales de trabajo de alguna manera son muy importantes ya que fueron
creados para que se tenga un tratamiento especial a cada persona dependiendo el trabajo que
se realice en esta oportunidad solo destacamos dos los cuales son el trabajo doméstico y el
trabajo a domicilio de alguna manera existen muchas formas de trabajo y cada persona se
esfuerza de diferente manera en cada uno de ellos. Como bien sabemos el derecho laboral ha
ido cambiando con forme el tiempo en la antigüedad tenía mucha influencia la división de
clases y la clase más alta era la beneficiada del trabajo de los pobres en esta época antigua el
trabajo doméstico no existía simplemente no tenía valor solo eran esclavos explotados por
las personas ricas un acto muy desagradable e injusto a mi parecer para todas esas personas
que luchaban por sobrevivir día a día pero así como todo esto cambio con el pasar de los años
se abolió la esclavitud y fue ahí en donde ya se reconoció el trabajo doméstico y se le dio la
debida importancia que era un trabajo digno como cualquier otro una paso muy grande para
las personas trabajadoras de escasos recursos y muy beneficioso ya que varias personas
empezaron a dedicarse a esta clase de trabajo. En mi opinión esto fue un gran cambio
positivo para los obreros o trabajadores ya que se les dio la oportunidad no solo a ellos sino a
las demás personas a poder laborar y recibir así un pago justo de sus esfuerzos un ejemplo
muy acertado para mi seria que antes la mujer o personas eran obligadas o se llegó a la
creencia de que pertenecían al hogar y a los trabajos del mismo en donde se tenía que
cocinar, limpiar, lavar, etc., al trabajo que casi nunca tuvo protección ni se le presto la
atención que se debía. Un cambio a esto en nuestros tiempos es el hecho de que ahora esos
servicios son necesarios y pagados justamente en hoteles en restaurantes una un gran
beneficio y avance de lo antiguo a nuestros tiempos. Cuando en la antigüedad a este trabajo
El trabajo doméstico y domiciliario Página 39
no se le prestaba la debida importancia ahora hasta está regulado en nuestro Código de
Trabajo Guatemalteco en donde se le protege, se le dan sus derechos y obligaciones pero
debidamente como debe de ser siempre beneficiando al trabajador hasta con la orden de que
todos los trabajadores domésticos tiene el derecho al salario mínimo y también tratos
especiales a las mujeres embarazadas o que tengan hijos pequeños, también dando a conocer
ciertos derechos que tiene el patrono, sin duda alguna un cambio muy beneficioso.
Haciendo mención de la otra clase de trabajo la cual es la del trabajo a domicilio a mi
parecer esta es otra buena opción para personas trabajadoras que desean superarse y mejorar
un poco más sus condiciones de vida en este el o los trabajadores tiene la posibilidad de
elaborar los artículos o el producto objeto de comercialización en sus hogares o en cualquier
sitio que el desee sin vigilancia o dirección del patrono, esto da lugar a que el patrono tengo
datos necesarios de estos trabajadores como sus direcciones, nombres, cantidad del producto,
precio del producto y otros requisitos los cuales considero que son necesarios y es una buena
aplicación de los mismos para tener un mejor control del trabajo realizado y la
comercialización o distribución de los productos, este trabajo es un poco más formal que el
anterior mencionado ya que en este se realiza un contrato se llegan a acuerdo de las formas
del pago de los trabajadores a domicilio y otras cuestiones para que el trabajador sea
beneficiado así como el empleador, en este trabajo no veo mucho problema simplemente
considero que es una nueva oportunidad para que las personas puedan laborar siempre y
cuando se respeten sus derechos como trabajadores y de igual manera el respeto y
cumplimiento de los contratos a los empleadores sin que ninguno de los dos sea perjudicado,
aunque se tiene claro que nuestro código de trabajo fue creado para beneficiar y defender
siempre a los trabajadores debido a los abuso, humillaciones y explotaciones que estos
sufrieron en el pasado. Todos estos cambios nos han llevado a abrir nuestra mente y darnos
cuenta de que todo trabajo es digno y respetable, que todo esfuerzo merece su recompensa
justamente y que no se debe de discriminar a nadie por el trabajo que desempeña nos ha
demostrado que toda persona tiene derecho a superarse y ejercer un trabajo sin ser juzgado.
El trabajo doméstico y domiciliario Página 41
CONCLUSIONES
1. El sector del trabajo doméstico es un sector con una elevada incidencia de
informalidad e importantes déficits de trabajo decente que participa
considerablemente en el empleo informal entre los trabajadores,
principalmente entre las mujeres. Existe por tanto una razón de peso para
hacer de la formalización una prioridad.
2. Se puede interpretar que la actividad propiamente doméstica es toda aquella
que, al ser sustitutiva de la actividad de la actividad de un ama de casa, está
realizada en beneficio exclusivo del hogar, satisfaciendo así necesidades
personales o familiares vinculadas con la vida ordinaria de los respectivos
integrantes.
3. el servicio doméstico se a convertido en una profesión libre, gran número
de campesinos, frente al incipiente proceso de concentración urbana y
necesitados de procurarse el sustento, se dedicaron a esta profesión, sin
normas que la regulasen, por lo cual el uso.
4. El costo es el principal obstáculo a la formalización, tanto para los
trabajadores como para los empleadores. Si el costo percibido de los
acuerdos formales es menor que el costo de los acuerdos informales, el
empleo formal puede resultar más atractivo.
Bibliografía
1. Libro Derecho Sustantivo Individual del Trabajo Cesar Landelino Franco López
2. Libro Derecho Laboral Rolando Echeverria
3. Libro Derecho Laboral Guatemalteco Luis Fernando Molina
BIBLIOGRAFÍA DE LOS AUTORES CONSULTADOS
1. Cesar Landelino Franco López
51 años de edad-
Estudios
2004-2005 Doctor en Sociología Universidad Pontificia de Salamanca
2007-2008 Master en Derecho del Trabajo y la Seguridad Social Universidad de La
Habana, Cuba
2007-2009 Master en Derecho del Trabajo y la Seguridad Social Universidad de San
Carlos de Guatemala
2010 Master en Relaciones Laborales y Dialogo Social Europeo Universidad Castilla
La Mancha, España
2011 Doctor en Derecho del Trabajo, Previsión Social y Derechos Humanos
Universidad de San Carlos de Guatemala
El trabajo doméstico y domiciliario Página 43
1990 Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales Universidad de San Carlos de
Guatemala
1993 Abogado y Notario Universidad de San Carlos de Guatemala
Otros Estudios Realizados
1988 Estudios Sobre Derechos Humanos aplicados a las Relaciones de Trabajo.
Universidad Centroamericana, San José de Costa Rica 1988 Estudios de
Especialización y Prácticas de Conciliación y Arbitraje Laboral
Universidad Autónoma de Nicaragua. Matagalpa, Nicaragua. 1988 Estudios Sobre
Legislación Internacional del Trabajo
Universidad de George Town- Estados Unidos de América 1989 Estudios de
Especialización Sobre el Ejercicio de la Libertad Sindical y la Aplicación al Trámite
del Proceso Colectivo
Universidad de Brigamian, Estado de Utah, Estados Unidos 1990 Especialización en
Contratación y Negociación Colectiva del Trabajo Universidad de Sao Paulo. Brasil
1990 Estudios Sobre Derecho Individual del Trabajo y Libertad de Asociaciones
Sindicales Centro de Estudios para Ibero América y Portugal. Tel Aviv, Israel
Obras
a. Artículo Una nueva visión del Trabajo en Guatemala, publicado por la revista
Business Guatemala, en el mes de junio de 2008
b. Publicación del Libro “El acto simulatorio y el fraude de ley”
c. Publicación del Libro “Derecho Sustantivo Individual del Trabajo”;
d. Publicación Tercera Edición del Libro “Derecho Sustantivo Colectivo del Trabajo”
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual bajo el número cero cero quinientos
siete;
e. Publicación Cuarta Edición del Libro Manual de Derecho Procesal del Trabajo dos
(2) tomos, inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual bajo el número cero cero
quinientos ocho.
2. Rolando Echeverría
Obras
Echeverría Morataya, RolandoGuatemala : el Autor, 1990.
Derecho del trabajo I. Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : el Autor, 2005.
Derecho del trabajo I. -- Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : FORMATEC,
2009.
Derecho del trabajo I. -- Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : FORMATEC,
2009.
Derecho del trabajo I. -- Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : FORMATEC,
2009.
Derecho del trabajo I. -- Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : FORMATEC,
2009.
Derecho del trabajo I. Tomo I. Echeverría Morataya, Rolando
El trabajo doméstico y domiciliario Página 45
Derecho del trabajo II. Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : el Autor, 2006.
Derecho del trabajo II. Echeverría Morataya, Rolando. (Autor) Guatemala :
FORMATEC ; © Agosto 2009.
Derecho del trabajo II. -- Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : FORMATEC,
2009.
Derecho del trabajo II. -- Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : FORMATEC,
2009.
Derecho del trabajo II. -- Echeverría Morataya, Rolando Guatemala : FORMATEC,
2009.
Derecho del trabajo II. -- Echeverría Morataya, Rolando
Guatemala : FORMATEC, 2009.
Prestaciones laborales y juicio ordinario laboral. -- Echeverría Morataya, Rolando
3. Luis Fernandez Molina
Estudios: Arquitectura, Universidad de San Calos. 1971 a 1973. Egresado
Universidad Francisco Marroquín, como Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales
(1979).
Estudios de Maestría de: Derecho Constitucional, Universidad Francisco Marroquín.
Bufete Profesional Particular 1980 a la fecha.
Magistrado Corte Suprema de Justicia: Del año 2004 a 2009, presidente de la
Cámara de Amparos. Autor de Manual del Pequeño Contribuyente (1994), y Guía
Legal del Empresario (2012) y, entre otros. Columnista del Diario La Hora, de 2001 a
la fecha.
Obras
Relaciones colectivas de trabajo Luis Fernández Molina Relaciones colectivas de
trabajo . - Guatemala :IUS-Ediciones,2010.
Derecho Laboral guatemalteco. Editorial Óscar de León Palacios, 2000 - 282 páginas
Acertado pronunciamiento del gobierno [email protected] 9 calle “A” 1 – 56
zona 1, Guatemala, Guatemala, 01001
Radiografía legal laboral de la emergencia nacional reseña para Por Diario La Hora -
24 marzo, 2020
Legislación
1. Constitución Política de la República de Guatemala.
2. Código de Trabajo. Decreto número 1441 del Congreso de la República de
Guatemala.
El trabajo doméstico y domiciliario Página 47