Resumen de video sobre el Concilio Vaticano II con Enrique Elías
El concilio vaticano II fue un momento de gracia. A través de la historia de la Iglesia ha habido
momentos difíciles, donde algunas personas dentro de la Iglesia han tenido confusión sobre
algunos temas que eran de errores de doctrina, o controversiales. Porque algunas personas
querían explicar de manera simple la doctrina de nuestro Señor Jesucristo, y caían en errores, los
cuales no sólo lo tenían para ellos, sino que también los enseñaban y querían que todos
compartan sus opiniones. Para solucionar esto la Iglesia lo que ha hecho es: primero, tratar de
reunir a esas personas que están cometiendo errores de doctrina y hacerles ver su error mediante
entrevistas o conversaciones, etc; luego, se hace necesario reunir a todos los obispos de la Iglesia
Católica, los cuales han recibido el don del Espíritu Santo en su ordenación sacerdotal recibida en
plenitud. Y el Papa es el que tiene la última palabra con respecto a la fe, pues tiene el don de la
infalibilidad.
Después de esta introducción vamos a ver qué ha sido el Concilio Vaticano II, que era un caso
particular porque no había una herejía que combatir, sino que la Iglesia frente a los cambios del
mundo actual, y el estilo de vida cambiaba frecuentemente; y esto hace que el modo en que la
gente vivía su fe empieza a disminuir, hay un cambio tan importante que la gente empieza a
alejarse de su fe. Entonces el Papa siente que es necesario convocar a todos los obispos del
mundo para reflexionar sobre estos temas, no para combatir un error, sino un estado de
confusión. Algo estaba pasando en la Iglesia, los sacerdotes empiezan a hacer cosas raras para que
sus fieles no se vayan, empieza a haber defecciones en las órdenes religiosas. Y llega el Papa Juan
XXIII que convoca a Concilio. Al inicio se pensó que iba a ser una simple reflexión, en cambio fue
una experiencia eclesial masiva, todo el mundo estaba atento, los obispos fueron a Roma, etc. Es
un ejemplo de eclesialidad, que no quiere decir que la Iglesia no sea jerárquica, sino que la Iglesia
es una sucesión de lo que nuestro Señor le enseñó a sus apóstoles. Al terminar este Concilio nos
deja: un conjunto de documentos que explica todas las cosas concernientes a la Iglesia.
Después del Concilio se tiene la impresión de que fue una catástrofe, porque hubo una
disminución de vocaciones sacerdotales, una salida masiva de sacerdotes, etc. Pero no hay que
echarle la culpa al Concilio, porque el concilio no se llevó de mala manera. El Concilio y la Iglesia no
son lo mismo, sino que mucha gente se confundió y creyó que el Concilio se reunió para que se
defina la Iglesia, pero la Iglesia ya existía y no tenía por qué ser definida. Lo que pasó es que antes
del concilio había una crisis, muchos habían dejado de ser católicos sin darse cuenta, no vivían la
fe. Cuando se enfrentó este cambio radical moderno, mucha gente no supo digerirlo y de ahí
surgió todo el problema.
No se puede afirmar que el mundo es un mal, pues el mundo lo creó Dios. Las dos grandes
corrientes que surgen del Concilio de interpretación, una de ellas dice que la Iglesia católica tiene
que reinventarse, que tiene mucho de Marxismo; la otra era gente que trató de cancelar el
cambio, como que no pasó nada, y como ya había problemas no se superan.
Entre estos últimos parten de la afirmación de que “todo estaba bien antes del concilio”, los más
extremistas eran los lefevbristas. A todos estos se les puede responder que el Papa Pío XII ya había
notado problemas en la Iglesia. Había necesidad de que la Iglesia tuviera una toma de conciencia,
los católicos también tienen el deber de evangelizar, tenían que despertar, y muchos lo hicieron.
Esta noción del Bautismo como la gran Potencia que te debe llevar a transformar el mundo es una
de las cosas que surgen del Concilio.
El cáncer ya estaba antes del concilio, mucha gente dentro de la Iglesia quería ser alguien
importante dentro del mundo, el comunismo, querían ser pensadores, etc. Esas actitudes de creer
que íbamos a reconquistar el mundo haciéndonos más simpáticos al mundo, lo que debió ser el
concilio frente a estos pensadores es la medicina, haciéndolos entender bien su catolicismo, que
oren más, que cuiden la liturgia, etc. No es la culpa del concilio. Otro problema además del
marxismo fue la revolución de la sexualidad, y acá muchos curas se dejaron llevar de este
pensamiento, dijeron hay que relativizar las cosas, con respecto al celibato, la homosexualidad,
etc. Entonces cuál es la verdad? Que estas cosas eran el final del coletazo de todos aquellos que
no quisieron escuchar al concilio, sino que hicieron lo que quisieron.
Con respecto a la reforma en continuidad y la reforma de ruptura. El primero es la verdadera
manera de vivir el posconcilio, la Iglesia de Jesucristo no es un capricho, es una renovación en
continuidad. La renovación en continuidad nos lleva a ver algunos frutos del Concilio Vaticano II:
Vocaciones, Conversiones, etc. Lo único que pasa es que se centran en los problemas y no en las
grandes cosas que están sucediendo. Uno de los grandes ejemplos es el apostolado laical, que es
hablar de millones y millones de personas que se dedican a predicar el evangelio, a catequizar, etc.
El que ha logrado la fórmula apropiada de renovación está teniendo frutos abundantes, como los
dominicos en Estados Unidos que están teniendo un montón de vocaciones. La madre Teresa de
Calcuta es otro de los grandes frutos del concilio, y esto es interesante porque la renovación del
concilio funciona cuando es eucarística, y la madre Teresa antes de hacer apostolado ella hacía un
rato de oración, entonces vemos que se vive en esa congregación una especie de mística
eucarística, que tiene adoración eucarística, misa diaria, horas y horas de oración. La gran
esperanza que tengo es en nuestro Señor Jesucristo, que va a llevar a la gente a producir una
nueva ola de evangelización y que nos hace esperar un buen futuro en la Iglesia.