República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para La Educación Universitaria
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales
“Rómulo Gallegos”
Área de Ciencias para la Salud - Sede San Juan de los Morros
Escuela de Medicina Dr. Francisco Torrealba
Asignatura: Derecho Constitucional
Profesora: Bachiller:
Jocelyn Quevedo Alvaro José Luna Amaya
C.I.: V- 28.474.455
3º Año Sección 1
San Juan de los Morros, Julio 2020
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada mediante
Referéndum Popular Constituyente por el pueblo el 15 de diciembre de 1999, es la
continuación de un proceso de evolución de nuestra sociedad. Una de las
innovaciones del texto constitucional es la separación del Poder Público en cinco
ramas: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano. En esta moderna
división del Poder Público, su ejercicio corresponde a cinco complejos orgánicos
diferentes y separados. El Poder Ciudadano se ejerce a través de un órgano de
expresión que es el Consejo Moral Republicano, integrado por el Defensor o
Defensora del Pueblo, el fiscal o la fiscal general y el contralor o contralora general
de la Republica
El Poder Ciudadano tiene sus orígenes en el discurso de angostura pronunciado
por el Libertador Simón Bolívar el 15 de febrero de 1819, con motivo de la
instalación del Segundo Congreso Constituyente de la República de Venezuela,
en San Tomé de Angostura.
La consagración del Poder Ciudadano en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, responde a las críticas formuladas a la clásica teoría de
la separación de poderes, que no permite tener en cuenta la importancia de otros
órganos, cuyas actividades deben ser reforzadas.
El Poder Ciudadano se ejerce por el Consejo Moral Republicano integrado por el
defensor o Defensora del Pueblo, el Fiscal o la Fiscal General y el Contralor o
Contralora General de la República. Los órganos del Poder Ciudadano son la
Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y la Contraloría General de la
República, uno o una de cuyos o cuyas titulares será designado o designada por
el Consejo Moral Republicano como su Presidente o Presidenta por períodos de
un año, pudiendo ser reelegido o reelegida. El Poder Ciudadano es independiente
y sus órganos gozan de autonomía funcional, financiera y administrativa.
Así mismo, El Poder Ciudadano, gracias a su conformación por diversos órganos,
tiene como funciones generales, la promoción, vigilancia y defensa de los
derechos humanos en el país, posee un carácter autónomo e independiente, así
como también se encarga de garantizar el respeto de los derechos y garantías
constitucionales en los procesos judiciales, además de los tratados, convenios y
acuerdos internacionales del cual sea parte el Estado venezolano, la
representación de los intereses de la sociedad mediante el ejercicio de las
facultades de dirección de la investigación de los hechos que revisten los
caracteres de delito, de protección a las víctimas y testigos, y de titularidad y
sustento de la acción penal pública.
De la misma manera, está encargado de contribuir al establecimiento de los
criterios de la política criminal o persecución penal dentro del Estado, a la luz de
los principios orientadores del derecho penal moderno. Se encarga de velar por la
transparente administración del patrimonio público del Estado venezolano.
Cabe destacar que, cada una de las funciones del Poder Ciudadano se encuentra
establecida en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de
manera más explícita en la Ley Orgánica del Poder Ciudadano. El Poder
Ciudadano es independiente de los demás Poderes Públicos y, en consecuencia,
no podrá ser impedido o coartado en el ejercicio de sus funciones por ninguna
autoridad. Los órganos que integran el Poder Ciudadano gozan de autonomía
funcional, financiera y administrativa.
La ley orgánica del poder ciudadano establece en su artículo 10 sus competencias
entre las cuales están las siguiente: prevenir, investigar y sancionar los hechos
que atenten contra la ética pública y la moral administrativa, velar por la
buena gestión y la legalidad en el uso del patrimonio público; velar por el
cumplimiento de los principios constitucionales del debido proceso y de la
legalidad, en toda la actividad administrativa del Estado.
El Ministerio Público es la institución de rango constitucional a la cual ha sido
conferida la atribución de: garantizar en los procesos judiciales el respeto a los
derechos y garantías constitucionales, así como a los tratados, convenios y
acuerdos internacionales suscritos por la República, garantizar la celeridad y
buena marcha de la administración de justicia, el juicio previo y el debido proceso,
ordenar y dirigir la investigación penal de la perpetración de los hechos punibles
para hacer constar su comisión con todas las circunstancias que puedan influir en
la calificación y responsabilidad de los autores o las autoras y demás
participantes, así como el aseguramiento de los objetos activos y pasivos
relacionados con la perpetración.
Asimismo Ejercer en nombre del Estado la acción penal en los casos en que para
intentarla o proseguirla no fuere necesaria instancia de parte, salvo las
excepciones establecidas en la ley; intentar las acciones a que hubiere lugar para
hacer efectiva la responsabilidad civil, laboral, militar, penal, administrativa o
disciplinaria en que hubieren incurrido los funcionarios o funcionarias del sector
público, con motivo del ejercicio de sus funciones, así como las demás
atribuciones que establezcan esta constitución y la ley.
La Defensoría del Pueblo tiene a su cargo la promoción, defensa y vigilancia de
los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los tratados
internacionales sobre derechos humanos, además de los intereses legítimos,
colectivos o difusos de los ciudadanos y ciudadanas. Así pues, actuará bajo la
dirección y responsabilidad del Defensor o Defensora del Pueblo, quien será
designado o designada por un único período de siete años. La Defesaría es una
de las innovaciones de la Constitución, aunque el mismo ya había sido sugerido
por el Libertador al congreso de angostura de 1819.
Los ciudadanos que aspiran a ocupar esos cargos serán postulados ante la
Asamblea por el llamado Comité de evaluación de Postulaciones del Poder
Ciudadano. El art. 281 de la CRBV dispone que son atribuciones del defensor(a)
del pueblo entre otras las siguientes: velar por el efectivo respeto y garantía de
los derechos humanos consagrados en esta constitución y los tratados,
convenios y acuerdos internacionales sobre derechos humanos ratificados por la
república investigando de oficio o a instancia de parte las denuncias que lleguen a
su conocimiento, instar al fiscal general para que intente las acciones o recursos a
que hubiere lugar contra los funcionarios públicos, responsables de la violación o
menos cabo de los derechos humanos. Presentar ante los órganos legislativos
municipales, estadales o nacionales proyectos de ley u otras iniciativas para la
protección progresiva de los derechos humanos, velar por los derechos de los
pueblos indígenas y ejercer las acciones necesarias para su garantía y efectiva
protección. Conforme al artículo 280 la Defensoría del Pueblo tiene bajo su
responsabilidad otra que cumplir, como es la educativa o formación de cultura
en torno a los derechos y garantías que son inherentes a la persona humana,
lo cual permitirá a la persona poder contestar o comparar la licitud o no de los
actos realizados por la administración pública, al mismo tiempo facilitará al
gobernado recurrir a las instancias necesarias en defensa de sus derechos.
La Contraloría General de la República es el órgano de control, vigilancia y
fiscalización de los ingresos, gastos, bienes públicos y bienes nacionales,
así como de las operaciones relativas a los mismos. Goza de autonomía funcional,
administrativa y organizativa, y orienta su actuación a las funciones de inspección
de los organismos y entidades sujetas a su control. La misma estará bajo la
dirección y responsabilidad del Contralor o Contralora General de la República,
quien debe ser venezolano o venezolana por nacimiento y sin otra nacionalidad,
mayor de treinta años y con probada aptitud y experiencia para el ejercicio del
cargo.
Ha dejado de ser un órgano auxiliar del poder legislativo, para formar parte del
poder ciudadano. La naturaleza de sus atribuciones se inscribe dentro de las
clásicas funciones del control, vigilancia y fiscalización de los ingresos, gastos y
bienes del Estado para cuya mejor realización la constitución dota a la institución
no únicamente de autonomía funcional sino también administrativa y organizativa.
La constitución establece el principio del sistema nacional de control fiscal en
virtud del cual corresponde a la ley de la terminación de su organización y
distribución funcional, bajo la dirección y responsabilidad del contralor general en
su condición de titular. La ley debe velar por impedir que las funciones atinentes al
control fiscal se ejerzan sin coordinación, si no como parte de un sistema con
variados grados de autonomía.
El texto fundamental consagra y regula una estructura especializada de control
para el sector militar, bajo la dirección del Contralor General de la Fuerza Armada
Nacional. La contraloría general de la fuerza armada nacional es parte integrante
del sistema nacional de control y en segundo lugar sus atribuciones se ejercen sin
menos cabo del ámbito competencial de la contraloría general de acuerdo a los
principios y orientaciones que establezca la ley. Sin embargo el constituyente
debió consagrar explícitamente su subordinación al contralor general. Para
finalizar, el poder ciudadano les atribuye autonomía a sus funcionarios públicos
que cumplen sus funciones reglamentarias, con la finalidad de realizar todas sus
actividades de manera independiente y velar por el bienestar del ciudadano, sin
necesidad de depender de ningún poder público.
Aunado a ellos uno de los pilares esenciales en el Poder Ciudadano es el
defensor del pueblo y sus principales competencias son:
Velar por el efectivo respeto y garantía de los derechos humanos
reconocidos en la Constitución y en los tratados, convenios y acuerdos
internacionales sobre derechos humanos ratificados por la República
Velar por el correcto funcionamiento de los servicios públicos, amparar y
proteger los derechos e intereses legítimos y exigir al el resarcimiento a las
personas de los daños y perjuicios que les sean ocasionados con motivo
del funcionamiento de los servicios públicos.
Interponer las acciones de inconstitucionalidad, amparo, hábeas corpus,
hábeas data y las demás acciones o recursos necesarios para ejercer las
atribuciones o principios fundamentales.
Solicitar al Consejo Moral Republicano que adopte las medidas a que
hubiere lugar respecto a los funcionarios públicos o funcionarias públicas
responsables de la violación o menoscabo de los derechos humanos.
Solicitar ante el órgano competente la aplicación de los correctivos y las
sanciones a que hubiere lugar por la violación de los derechos del público
consumidor y usuario, de conformidad con la ley.
Velar por los derechos de los pueblos indígenas y ejercer las acciones
necesarias para su garantía y efectiva protección.
Visitar e inspeccionar las dependencias y establecimientos de los órganos
del Estado, a fin de garantizar la protección de los derechos humanos.
Formular ante los órganos correspondientes las recomendaciones y
observaciones necesarias para la eficaz protección de los derechos
humanos y de promover y ejecutar políticas para la difusión y efectiva
protección de los derechos humanos.
De este modo es importante señalar que el, la Defensoría del Pueblo, el Ministerio
Público y la Contraloría General de la República, como órganos que conforman al
Poder Ciudadano, no deben ser vistos desde la óptica fría y desprovista de
sentimiento del estudioso de la ley, sino más bien vistos como pilares esenciales
para el correcto desarrollo de la población Venezolana. Es así como con novedoso
Poder Ciudadano constituye la concreción de este alto ideal que busca garantizar
la ética pública y la moral administrativa, la buena gestión y la legalidad en el uso
del patrimonio público, el cumplimiento y la aplicación del principio de legalidad en
toda la actividad administrativa del Estado, así como la promoción de la educación
como proceso creador de la ciudadanía, la solidaridad, la libertad, la democracia,
la responsabilidad social y el trabajo.