FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
INFORME
“LIBERTAL SINDICAL EN EL PERÚ”
Autores:
Huayta Leyva Tania
Mendoza Andrade Mirely Daniela
Paucar Mallqui Miriam Yoselyn
Quiñones Lopez Giuliana
Asesor:
ALARNAD ALEX, SAENZ HUMANCHUMO
Huaraz – Perú
2019
INDICE
INTRODUCCION............................................................................................................................2
1. Libertad Sindical...............................................................................................................3
2. Contenido De La Libertad Sindical A Través De La Jurisprudencia Del Tribunal
Constitucional..........................................................................................................................5
3. Fuentes De La Libertad Sindical: Marco Normativo Aplicable..........................................9
CONCLUSIONES..........................................................................................................................14
INTRODUCCION
El siguiente informe describe todo lo relacionado con La libertad Sindical en el Perú.
La libertad sindical es un derecho (fundamental) de los trabajadores y sus
agrupaciones para agruparse y defender sus intereses comunes, marco del cual el
Peru no es apartado se vive en nuestra realidad y por ellos se considera importante
tener el conocimiento sobre este tema.
Este informe está dividido en tres partes:
La primera parte contiene todo el marco general de lo que se refiere la libertad
sindical en sí.
La segunda parte, la libertad sindical a través de jurisprudencia del tribunal
Constitucional
La tercera parte abarca las fuentes de la libertad sindical.
Por ultimo, se encuentran las recomendaciones y conclusiones del grupo.
1. Libertad Sindical
La constitución política del Perú en su artículo 28°, dice: “El Estado reconoce los
derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga, cautela su ejercicio
democrático:1° garantiza la libertad sindical (…)”.
Al estar contemplada en la constitución, “la libertad sindical” es una de las garantías
constitucionales que el trabajador consigna para lograr el respaldo legal frente
cualquier situación que ponga en tela de juicio el derecho de sindicación. “La
moderna doctrina enseña que no es factible definir con precisión la libertad sindical
por cuanto se trata de un concepto en proceso de evolución y es dinámico por
excelencia.”
Históricamente, la libertad sindical se entiende en el sentido de la coalición y del
fortalecimiento de la misma. Según el artículo nuevo, el derecho de sindicación que
las leyes ordinarias deben asegurar al trabajador. A cualquier trabajador sin
distinción alguna.
El ejercicio de este derecho no debe ser obstruido o dificultado de ninguna manera ni
por EL Estado, ni por el empleador, ni por otro sindicato. Sin embargo al afirmar la
“la organización libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un
registro especial”; la Constitución no solo manda proteger el derecho individual de
cada trabajador sino que al mismo tiempo extiende de esta protección a la
organización misma- esta última garantía comprende, por un lado la existencia de la
organización, a la cual sobre todo se preserva interferencia del Estado, pero también
del empleador: prohibición de intervenir en la dirección o administración, recurso
judicial contra resoluciones del Ministerio de Trabajo, que afecta la existencia de la
asociación.
La historia del sindicalismo y la evolución de la libertad sindical muestra que esta se
extendió siempre como extensiva a la organización como tal y asus actividades, en
cuanto tengan por objeto la defensa y el fomento de los intereses profesionales. La
libertad sindical quedaría truncada si se le quisiera reconocer solo con respecto al
individuo, y no también, en el plano colectivo, al sindicato mismo.
Estamos de acuerdo con VILLLAVICENCIO RÍOS cuando indica «que la
consagración jurídica de un derecho no es suficiente para su vigencia real, en la
medida en que todas las normas jurídicas tienen una cierta tasa de incumplimiento.
En el derecho colectivo del trabajo, el índice de aplicación de las normas es todavía
menor que en las demás ramas del ordenamiento jurídico puesto que se construye
sobre una relación de conflicto (…).» Y más aún en nuestro país, el reconocimiento
de las normas laborales en materia colectiva es aún incipiente, y es necesario hacer
un esfuerzo de interpretación constitucional y un desarrollo jurisprudencial para
poder ayudar a dotar de contenido a este derecho constitucional.
Dentro de los derechos fundamentales laborales hemos escogido a la libertad
sindical, ya que es reconocida como la piedra angular de las relaciones colectivas.
Siguiendo a BAYLOS GRAU podemos indicar: «su importancia constitutiva medida
en términos de valor político es tal que progresivamente ha ido ganando un espacio
decisivo en las declaraciones constitucionales de derechos a tal punto que
posiblemente sería inimaginable una Constitución democrática que no incluyera de
forma específica entre el elenco de derechos reconocidos, el derecho de libertad
sindical.» Sin embargo, la Constitución posee una regulación un tanto genérica y
escueta de los derechos laborales, y concretamente respecto a la libertad sindical,
razón por la cual la mayor dotación de contenido de este derecho fundamental así
como su desarrollo, tienen como fuente a las sentencias del intérprete de la
Constitución: el Tribunal Constitucional.
Esta necesidad se hace más evidente ya que, como bien acota BLANCAS
BUSTAMANTE: «el reconocimiento de la libertad sindical como un derecho
fundamental ha sido el producto de una larga lucha librada por los trabajadores desde
los orígenes mismos del Estado liberal, que inicialmente la negó, la persiguió, la
sancionó.» Ahora bien, a pesar de la consagración constitucional y el ámbito de
protección internacional del que goza este derecho, aún presenta cotidianamente una
serie de actos y conductas por parte del empleador que ponen en peligro y lesionan
este derecho.
La libertad sindical se define como el derecho que tiene todo trabajador a constituir
las organizaciones que estime convenientes, así como el de afiliarse a estas
organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las mismas. En
palabras más simples, la libertad sindical es el derecho de los trabajadores a asociarse
libremente para poder ejercer sus derechos frente al empleador, es la garantía por
excelencia que tienen los trabajadores para la tutela de sus derechos. La libertad
sindical sirve para equilibrar un poco la relación, desigual por naturaleza, entre el
empleador y el trabajador. Pero este derecho tiene una especial relevancia en la
medida en que no solo es un derecho constitucional y fundamental de toda persona,
sino que también, como bien ilustra, ERMIDA URIARTE: «la libertad sindical no es
posible sin el ejercicio de otros derechos humanos, y viceversa».
2. Contenido De La Libertad Sindical A Través De La Jurisprudencia Del Tribunal
Constitucional
Una primera aproximación que tenemos al contenido de este derecho, de acuerdo a
GARCIA ABELLAN, sería que: «El principio de libertad sindical comporta una
compleja trama de garantías, traducidas positivamente en la formulación de los
correspondientes derechos garantizadores de la efectividad de aquél, frente a las
posibles-y no siempre eludidas- violaciones de que pueda ser objeto.» Para
complementar esta definición y entender los alcances de la libertad sindical
analizaremos tres puntos: la libertad sindical como derecho fundamental, el
reconocimiento de las dos dimensiones de la libertad sindical y finalmente
desarrollar el rango de protección del mismo.
1.1 El derecho a la libertad sindical como derecho fundamental
En primer lugar debemos mencionar que la libertad sindical se entiende como
piedra angular y base sobre la cual se ejercen los derechos a la negociación
colectiva y a la huelga. Ahora, su consagración como derecho fundamental va
más allá, ya que como señala ERMIDA URIARTE: «la libertad sindical no es
uno más de los derechos humanos o fundamentales, sino que es un prerrequisito
o condición de posesión y ejercicio de otros derechos. Usando una expresión a la
moda, podría decirse que es «un derecho para tener derechos», un derecho
generador o creador de otros derechos.» Este carácter fundamental ha sido bien
entendido por el TC, quien reconoce la estrecha vinculación de este con los
demás derechos colectivos, y la necesidad de su protección. Ahora bien, sobre
este tema, el TC ha indicado (Exp. N° 03204-2009- PA/TC):
Habiéndose comprobado que EsSalud indebidamente se negaba a reconocer la
personería jurídica del demandante como sindicato, resulta evidente que
tampoco se le permitió el ejercicio de sus derechos de negociación colectiva y de
huelga. Ello se encuentra comprobado con el Informe N.º 0031-GCRH-
ESSALUD-2004, de fecha 27 de agosto de 2004, obrante a fojas 70 vuelta, en el
que se señala que el Sindicato demandante «no se encuentra legalmente
facultada a interponer pliego de reclamos, destinados al inicio de una
negociación colectiva»
Por dicha razón, también corresponde concluir que EsSalud ha vulnerado los
derechos de negociación colectiva y de huelga, ya a que pesar de que la
personería jurídica del Sindicato demandante se encontraba reconocida por la
Autoridad de Trabajo, éste se negaba a reconocérsela, impidiéndole el ejercicio
de sus derechos de negociación colectiva y de huelga, por lo que la presente
demanda debe ser estimativa.
De esta forma, el TC se encarga de resaltar la importancia de la libertad sindical
al entender la vinculación estrecha y orgánica entre la libertad sindical y los
derechos de la negociación colectiva y la huelga. En el caso en concreto, la falta
de reconocimiento de la personería jurídica del sindicato que comprende la
vulneración a la libertad sindical, vulnera a su vez a la negociación colectiva y a
la huelga, ambas consideradas como materializaciones de la libertad sindical.
1.2 Las dos dimensiones de la libertad sindical
Este es uno de los aspectos medulares del concepto de libertad sindical, y es su
capacidad de desplegarse de manera individual y colectiva. Esto es sumamente
importante ya que este derecho no se agota únicamente en su ejercicio titular
como trabajador, ni en su ejercicio colectivo por un grupo de trabajadores.
2.2.1 Libertad sindical individual Respecto a la distinción entre ambas
dimensiones de la libertad sindical, existe una sentencia emblemática emitida en
el año 2005 que resuelve la acción de inconstitucionalidad sobre la Ley No.
28715, la Ley Marco del Empleo Público. Así, en esta sentencia (Exp. No. 0008-
2005-AI/TC), en el fundamento 27 explica los alcances de la libertad sindical:
“La libertad sindical” Esta facultad se manifiesta en dos planos: el intuito
persona y el plural. La libertad sindical intuito persona plantea dos aspectos:
- Aspecto positivo: Comprende el derecho de un trabajador a constituir
organizaciones sindicales y a afiliarse a los sindicatos ya constituidos. Dentro de
ese contexto se plantea el ejercicio de la actividad sindical.
- Aspecto negativo: Comprende el derecho de un trabajador a no afiliarse o a
desafiliarse de una organización sindical. La libertad sindical intuito persona se
encuentra amparada genéricamente por el inciso 1 del artículo 28º de la
Constitución.
Es pertinente citar en este extremo a NEVES MUJICA quien manifiesta que:
«nuestra Constitución es muy sucinta al proclamar el derecho de sindicación no
especifica a quiénes les reconoce qué. Queda, por tanto, la incertidumbre acerca
de si –respecto de la libertad sindical individual de afiliación- consagra sólo la
positiva (derecho a afiliarse) o también la negativa (derechos de no afiliarse y
desafiliarse).» De esta manera, el TC de una manera muy pertinente se ha
encargado de reconocer ambos aspectos de la libertad sindical individual.
Finalmente, bien hace el TC al señalar estos dos aspectos pese a lo escueta que
es la mención a la libertad sindical en la Constitución de 1993.
2.2.2 Libertad sindical plural o colectiva En la sentencia antes comentada
(Exp. No. 0008- 2005-AI/TC), se señala en el mismo fundamento respecto a la
libertad sindical plural o colectiva:
La libertad sindical plural plantea tres aspectos:
- Ante el Estado: Comprende la autonomía sindical, la personalidad jurídica
y la diversidad sindical. - Ante los empleadores: Comprende el fuero
sindical y la proscripción de prácticas desleales.
- Ante las otras organizaciones sindicales: Comprende la diversidad
sindical, la proscripción de las cláusulas sindicales, etc. Cabe señalar que la
sentencia antes mencionada es muy citada en una serie de resoluciones
posteriores del TC que se relacionan con la libertad sindical, es decir
funciona como base de las mismas. Ello debido a que el TC establece con
claridad la diferencia entre la dimensión individual y la colectiva, así como
la necesidad de que se protejan ambos ámbitos. Adicionalmente, en la
sentencia (Exp. No. 0206- 2005-AA/TC), con carácter de precedente
vinculante, el caso Baylón Flores, se expresa lo siguiente:
Por tanto, debemos considerar que la libertad sindical, en su dimensión
plural o colectiva, también protege la autonomía sindical, esto es, que los
sindicatos funcionen libremente sin injerencias o actos externos que los
afecten. Protege, asimismo, las actividades sindicales que desarrollan los
sindicatos y sus afiliados, así como a los dirigentes sindicales, para
garantizar el desempeño de sus funciones y que cumplan con el mandato
para el que fueron elegidos. Sin esta protección no sería posible el ejercicio
de una serie de derechos y libertades, tales como el derecho de reunión
sindical, el derecho a la protección de los representantes sindicales para su
actuación sindical, la defensa de los intereses de los trabajadores
sindicalizados y la representación de sus afiliados en procedimientos
administrativos y judiciales. Del mismo modo, no sería posible un adecuado
ejercicio de la negociación colectiva y del derecho de huelga.
2.3 Un derecho numerus apertus
El derecho a la libertad sindical también posee un amplio espectro de
protección, y su resguardo no se agota únicamente en su dimensión
individual o plural, sino que puede llegar a proteger a todos los derechos que
se encuentren relacionados o afecten de alguna manera la libertad sindical.
Así lo ha señalado en la sentencia recaída en el Exp. No. 1469-2002-
AA/TC, que indica en su fundamento 5 lo siguiente:
Fundamento 5 : sin embargo, además de los dos planos de la libertad
sindical antes mencionados, debe también considerarse la garantía para el
ejercicio de aquellas actividades que hagan factible la defensa y protección
de los propios trabajadores. En tal sentido, el contenido esencial de este
derecho no puede agotarse en los aspectos orgánico y funcional, sino que, a
este núcleo mínimo e indisponible, deben añadirse todos aquellos derechos
de actividad o medios de acción que resulten necesarios, dentro del respeto a
la Constitución y la ley, para que la organización sindical cumpla los
objetivos que a su propia naturaleza corresponde, esto es, el desarrollo,
protección y defensa de los derechos e intereses, así como el mejoramiento
social, económico y moral de sus miembros. Por consiguiente, cualquier
acto que se oriente a impedir o restringir de manera arbitraria e injustificada
la posibilidad de acción o la capacidad de obrar de un sindicato, resulta
vulneratorio del derecho de libertad sindical.»
Esta afirmación ha sido repetida en innumerables sentencias, es decir que el
TC considera importante recalcar siempre el carácter amplio del derecho a la
libertad sindical, de tal manera que no se agote en un listado taxativo de
derechos conexos. Por el contrario, lo que busca el TC es dotar de un
carácter mutable y dinámico que se adapta a las acciones u omisiones que
pudiera tomar el empleador conforme los casos concretos y el desarrollo de
las circunstancias.
Estamos de acuerdo con la precisión que realiza el TC en esta sentencia
puesto que, para una debida protección de un derecho tan trascendente como
la libertad sindical, es necesario explicitar el amplio contenido del mismo,
así como extender la protección práctica del derecho que no se limita a un
núcleo mínimo que se relaciona directamente con el derecho, sino que se
extiende a todos los demás derechos que resulten necesarios. Como veremos
en el siguiente acápite, la casuística es tan diversa, que no podría pensarse
en preparar una lista taxativa de derechos que se vinculan a la libertad
sindical, sino que, en cada caso concreto, el TC puede determinar cuándo
por actos apartemente inofensivos, se entiende vulnerado el derecho a la
libertad sindical.
Al respecto, siguiendo a ERMIDA URIARTE: «El derecho a la libertad
sindical depende de los demás derechos fundamentales, porque es
prácticamente imposible constituir un sindicato libre desarrollar una
actividad sindical auténtica, si no se pueden ejercer derechos tales como, por
ejemplo, el de reunión, el de libre expresión de pensamiento, etc.» Como
hemos señalado, resulta muy importante entender la magnitud de la libertad
sindical desplegando un nivel de protección que no se agota en una lista
taxativa de derechos, sino que más bien puede ampliar su nivel de
protección según se analice el caso concreto.
3. Fuentes De La Libertad Sindical: Marco Normativo Aplicable
El derecho de libertad de asociación y libertad sindical ha sido proclamado en
la Declaración Universal de Derechos Humanos. Es el derecho habilitante que
permite la participación efectiva de los actores no estatales en la política económica y
social, y que constituye el núcleo de la democracia y del estado de derecho.
Por consiguiente, garantizar la participación y la representación de los trabajadores y
de los empleadores es esencial para asegurar el funcionamiento eficaz, no solo de los
mercados de trabajo, sino también de las estructuras generales de gobernanza a
escala nacional.
El derecho de los trabajadores y de los empleadores a constituir las organizaciones
que estimen convenientes o de afiliarse a las mismas es parte integral de una
sociedad libre y abierta. En muchos casos, estas organizaciones han tenido una
función significativa en la transformación democrática de sus países.
La OIT participa habitualmente en la promoción de la libertad sindical, en este
sentido, asesora a los gobiernos no solo en materia de legislación laboral sino
también prestando servicios educativos y de formación para los grupos sindicales y
de empleadores.
La libertad de asociación y libertad sindical y la libertad de negociación colectiva son
dos de los principios rectores de la OIT. Poco después de la adopción de los
Convenios (fundamentales) de la OIT relativos a la libertad de asociación y libertad
sindical y la libertad de negociación colectiva —el Convenio sobre la libertad
sindical y la protección del derecho de sindicación , y el Convenio sobre el derecho
de sindicación y de negociación colectiva —, la OIT llegó a la conclusión de que se
necesitaba un procedimiento de control para garantizar el cumplimiento de los
convenios pertinentes en los países que no los habían ratificado. En consecuencia, en
1951 la OIT creó el Comité de Libertad Sindical (CLS) a los fines de examinar las
quejas sobre la violación de la libertad sindical, independientemente de que el país de
que se tratase hubiera ratificado o no los Convenios pertinentes. El CLS es un comité
del Consejo de Administración y está integrado por un presidente independiente y
tres representantes de los gobiernos, tres de los empleadores y tres de los
trabajadores.
A lo largo de los años, la Conferencia Internacional del Trabajo aprobó una serie de
nuevos convenios y recomendaciones relativos a la libertad de asociación y libertad
sindical y la negociación colectiva.
A continuación, realizaremos una breve mención de los artículos pertinentes que
forman el marco normativo que define a la libertad sindical. Las normas
internacionales sobre Derechos Humanos y Convenios de la OIT, aportan el marco
normativo que sirve para contextualizar nuestro tema de análisis:
1. Declaración Universal de Derechos Humanos
Artículo 23, inciso 4: Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a
sindicarse para la defensa de sus intereses.
2. Pacto Interamericano de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
Artículo 8 1. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a
garantizar:
a) El derecho de toda persona a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección,
con sujeción únicamente a los estatutos de la organización correspondiente, para
promover y proteger sus intereses económicos y sociales. No podrán imponerse
otras restricciones al ejercicio de este derecho que las que prescriba la ley y que
sean necesarias en una sociedad democrática en interés de la seguridad nacional
o del orden público, o para la protección de los derechos y libertades ajenos;
b) El derecho de los sindicatos a formar federaciones o confederaciones
nacionales y el de éstas a fundar organizaciones sindicales internacionales o a
afiliarse a las mismas;
c) El derecho de los sindicatos a funcionar sin obstáculos y sin otras limitaciones
que las que prescriba la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática
en interés de la seguridad nacional o del orden público, o para la protección de
los derechos y libertades ajenos;
2. El presente artículo no impedirá someter a restricciones legales el ejercicio de
tales derechos por los miembros de las fuerzas armadas, de la policía o de la
administración del Estado.
3. Nada de lo dispuesto en este artículo autorizará a los Estados Partes en el
Convenio de la Organización Internacional del Trabajo de 1948 relativo a la
libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación a adoptar medidas
legislativas que menoscaben las garantías previstas en dicho Convenio o a
aplicar la ley en forma que menoscabe dichas garantías.
3. Convenios de la OIT ratificados por el Perú
En primer lugar, tenemos el Convenio No. 87 de la OIT:
Artículo 11: Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo para el
cual esté en vigor el presente Convenio se obliga a adoptar todas las medidas
necesarias y apropiadas para garantizar a los trabajadores y a los empleadores el
libre ejercicio del derecho de sindicación.»
También debemos mencionar al Convenio 98 sobre el derecho de sindicación y
la negociación colectiva, en su artículo 1° establece que:
1. Los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de
discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su
empleo.
2. Dicha protección deberá ejercerse especialmente contra todo acto que tenga
por objeto:
b) Despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a causa de su
afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales fuera de las
horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de
trabajo.
Este marco normativo reviste de una protección en el ámbito internacional de los
derechos colectivos, en particular, de la libertad sindical. No obstante, la libertad
sindical inclusive, es un derecho exigible aun cuando no exista una ratificación
de los convenios de OIT. Como bien señala MEJÍA MADRID: «La libertad
sindical, al estar reconocida en su Constitución, es un principio fundacional de la
OIT cuya vulneración reviste gravedad desde el punto de vista jurídico; pero
también lo hace desde un punto de vista social, pues compromete el progreso y
la paz social.»
4. Nuestro punto de partida: la Constitución de 1993
Como mencionamos en la introducción del presente artículo, la Constitución de
1993 es únicamente el punto de partida de esta investigación pues lo relevante es
el desarrollo de la jurisprudencia constitucional. La libertad sindical se encuentra
descrita en el 28°, que muy escuetamente presenta a este derecho fundamental de
la siguiente manera:
El Estado reconoce los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga.
Cautela su ejercicio democrático:
1. Garantiza la libertad sindical.
Podemos notar que únicamente se señala que el Estado garantiza la libertad
sindical, pero no hay mayor desarrollo ulterior del contenido del derecho, de
sus alcances, limitaciones ni ejercicio. Es más, aunque la Constitución
mencione que se garantiza el derecho, no indica de qué manera o mediante qué
mecanismos es que se puede lograr este objetivo.
Adicionalmente, no podemos dejar de realizar una breve pero necesaria
comparación de lo que estipulaba la antecesora Constitución de 1979 respecto
a la libertad sindical, y analizar si es que hemos avanzado en relación con la
actual. Consideramos que en ese sentido, la Constitución vigente representa un
retroceso no solo respecto al derecho de la libertad sindical sino en materia de
derechos colectivos en general. Ahora, respecto del derecho materia de análisis
en concreto, el artículo 51° de la Constitución de 1979 era detallada, y mucho
más completa respecto a la definición, alcances y protección de este derecho:
Artículo 51: El Estado reconoce a los trabajadores el derecho a la
sindicalización sin autorización previa. Nadie está obligado a formar parte de
un sindicato ni impedido de hacerlo. Los sindicatos tienen derecho a crear
organismos de grado superior, sin que pueda impedirse u obstaculizarse la
constitución, el funcionamiento y la administración de los organismos
sindicales. Las organizaciones sindicales se disuelven por acuerdo de sus
miembros o por resolución en última instancia de la Corte Superior. Los
dirigentes sindicales de todo nivel gozan de garantías para el desarrollo de las
funciones que les corresponde.
Concordamos con BLANCAS BUSTAMANTE cuando manifiesta que: «el
laconismo de esta redacción [el artículo 28° de la Constitución] contrasta con la
elocuencia de su antecedente, el art. 51° de la Constitución anterior, en el que
era posible distinguir ambos aspectos de la libertad sindical: el individual («El
estado reconoce a los trabajadores el derecho a la sindicalización sin
autorización previa. Nadie está obligado a formar parte de un sindicato ni
impedido de hacerlo») y el colectivo («Los sindicatos tienen derecho a crear
organismos de grado superior, sin que pueda impedirse u obstaculizarse la
constitución, el funcionamiento y la administración de los organismos
sindicales»).»
Resultan manifiestas las múltiples omisiones del legislador de la Constitución
vigente al haber efectuado todo un recorte de las garantías y alcances de la
libertad sindical. Así, antes se reconocían expresamente en la Constitución las
dos dimensiones del derecho: la individual y la colectiva, la protección del
derecho a los dirigentes sindicales, la libertad positiva y negativa de afiliación,
e incluso la protección del fuero sindical. Todo lo que ha sido reducido ahora a
una escueta mención de la intervención que debe tener el estado únicamente
para garantizar el derecho.
Por lo antes señalado, resulta mayor el reto a asumir por parte de los intérpretes
de la Constitución en la actualidad, ya que la norma no brinda un marco de
regulación que pueda favorecer a la definición de un derecho tan importante
como la libertad sindical. A su vez, esto tiene un impacto en el ámbito de
protección del derecho, los alcances del derecho y la conexión que tiene con
otros derechos fundamentales.
CONCLUSIONES
La libertad sindical es una garantía constitucional, inherente a cada trabajador
para poder discernir con respecto a constituir las organizaciones que estime
convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la sola
condición de observar los estatutos de las mismas.