ENSAYO SOBRE HIPOCRESIA
La hipocresía es –“la actitud constante o esporádica de fingir creencias, opiniones, virtudes,
sentimientos, cualidades, o estándares que no se tienen o no se siguen”-. La persona hipócrita
finge cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente tiene o experimenta. La
hipocresía en si es un tipo de mentira o pantalla de reputación.
Es decir, una persona hipócrita, es aquella que pretende que se vea la grandeza y bondad que
construye con apariencias sobre sí misma, propagándose como ejemplo y pretendiendo o
pidiendo que se actúe de la misma forma, además de que se glorifique su accionar, aunque sus
fines y logros están alejados a la realidad.
olviendo a la preguntar arriba mencionada, uno de los motivos por los que nos rodeamos cada vez
de actitudes hipócritas, es debido a la necesidad de “aparentar”, entendiendo por “aparentar”,
parecer más fuertes, mejores, más rápidos, más inteligentes, más todo…de lo que somos. La
persona hipócrita entre otras cosas siempre quiere ser el foco de atención. Ponen continuamente
ejemplos de su vertiginoso éxito laboral, de su personalidad, de su experiencia y así podríamos
enumerar un sinfín de ejemplos.
Alguien que cree que tiene derecho a tener un amante pero que su cónyuge no tiene tal derecho,
tiene doble moral. Sin embargo, alguien que condena todo lo relativo al adulterio pero lo comete,
es hipócrita.
En psicología, el comportamiento hipócrita se relaciona al error fundamental de atribución: los
individuos tienden a explicar sus acciones en base a su ambiente, pero atribuyen las acciones de
otros a “características innatas”, lo que lleva a juzgar a los otros mientras se justifican propias
acciones.
La hipocresía es como la mentira, porque las personas hipócritas pretenden ser alguien que no son
engañando a los demás.
Muchas personas fallan en reconocer que tienen imperfecciones que condenan en el resto. Según
la psicología Freudiana a este comportamiento se le conoce como proyección psicológica. Este es
más un autoengaño que un engaño deliberado al resto de las personas. En otras palabras, la
“hipocresía psicológica” es a menudo interpretada por psicólogos como un mecanismo
inconsciente de defensa, y no un acto de engaño consciente, tal y como es la connotación clásica
de la hipocresía. La gente entiende vicios con los cuales se enfrentan o se enfrentaron en un
pasado. Los esfuerzos para que el resto supere estos vicios pueden ser sinceros. También puede
haber un elemento de la hipocresía si los actores no se admiten a sí mismos o a otros que han
tenido o tienen estos vicios.
Como mencionaba antes, cada vez nos rodeamos de más hipocresía o falsedad. Cada vez más,
estamos rodeados de pensamientos, acciones o hechos realizados con una finalidad insana, sólo
por el mero hecho de obtener algo. ¿Esto es debido a los cambios que la sociedad está teniendo?
O ¿somos nosotros los que queremos ser así?
La respuesta, muy probablemente sea una mezcla de ambas preguntas y alguna más. Vivimos en
una sociedad de consumo, donde el que no tiene algo novedoso es visto de un modo peyorativo.
Unido a la falta de madurez personal de adolescentes y personas adultas.
Hay mucha gente, que se sienten como un perdedor o perdedora si su éxito profesional no es
mayor que el éxito de la persona que tiene al lado; si no tenemos a la pareja perfecta, hay que
maquillar, pintar o inventar la relación para “aparentar” que la tenemos. Siempre queremos lo
mejor sin valorar si realmente eso es lo que necesitamos.
No obstante, hay que mencionar que la hipocresía no necesariamente es mala, no es negativa;
porque si bien, las palabras de alguien que predique positivamente, pero que no aplique esas
palabras a su propia vida, igual pueden cambiar tu vida y hacerte una mejor persona.
Por ello, hemos de tener muy claro, que si no somos felices con las cosas que tenemos
(normalmente, muchas más de las que realmente necesitamos) NO vamos a ser felices con las
cosas que nos faltan. Hoy en día nos falta un aprendizaje exhaustivo de valores claros o sencillos,
que puedan aportarnos felicidad en nuestro día a día, de disfrutar de los mucho o poco que
tenemos sin preocuparnos por lo que tienen los demás.
Sería prácticamente imposible establecer una escala de valores, porque como dijimos antes, es
todo muy relativo, más allá de que alguien podría asociarlos con los siete pecados capitales, pero
la lista seguramente sería mucho más amplia.
Sin embargo, existe un defecto en particular al que podríamos rotular, sin temor a equivocarnos,
como el peor de todos: la hipocresía.
¿Y qué es lo que hace que la hipocresía sea el peor de los defectos? Es muy sencillo: el hipócrita no
es solo eso, sino que para lograr acceder a esta categoría es necesario sumar varios defectos.
Según la Real Academia Española, hipócrita es aquel que finge cualidades o sentimientos, y para
llegar a ese punto hay que reunir una serie de "condiciones".
El hipócrita es, por sobre todas las cosas, una persona falsa, y esto encierra además otra cantidad
de "virtudes", como por ejemplo ser mentiroso, envidioso, rencoroso, embustero.
Es aquel que engaña a los demás para obtener solo su propio beneficio; es también ventajero,
especulador, siempre se fija en su conveniencia sin importarle las consecuencias y mucho menos
los demás.
El hipócrita, no es solo aquel que tiene un doble discurso; además es poseedor de algo peor, que
es la doble moral. El hipócrita es farsante, desleal, simulador, no tiene escrúpulos.
Como podemos ver, para poder llegar a ser hipócrita hay que tener una serie de "atributos".
Una de las principales características del hipócrita es que es un manipulador por excelencia; por
consiguiente, con lo que todo esto significa y acarrea, el hipócrita terminará siendo una persona a
la que todo esto le aportará una cuota muy grande de maldad.
Todos los defectos son malos, pero algunos son mucho más malos que otros, y si nos detenemos a
pensar en aquellos personajes que a lo largo de la historia le hicieron tanto daño a la humanidad,
encontraremos un común denominador: la hipocresía.