Rosario a las Benditas
Almas del Purgatorio
ROSARIO POR LAS BENDITAS
ALMAS DEL PURGATORIO
Por la señal de la cruz…
ACTO DE CONTRICCIÓN
Señor mío Jesucristo, dueño de mi
corazón, perdóname mis pecados, tú,
que sabes cuantos y cuales son; si me
muero en esta noche, que me sirva de
confesión. Dame paz en esta vida y en
la otra salvación.
Para rezar particularmente:
padre nuestro, Avemaría…
En las cuentas grandes:
Almas Santas, almas pacientes, rogad
a Dios por nosotros, que nosotros
rogamos por vosotras, para que Él, os
dé la Gloria.
En las cuentas pequeñas:
V/. Dadles Señor el descanso eterno
(10 veces)
R/. Y brille para ellas la luz perpetua
(10 veces)
V/. Gloria al Padre, gloria al Hijo y
gloria al Espíritu Santo.
R/. Como era al principio ahora y
siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Se rezan los cinco misterios, como el
rosario de la Santísima Virgen.
ORACIÓN FINAL
¡Oh! Padre de las misericordias y Dios
de toda consolación, escucha los
clamores de mi alma y acepta
benignísimo Señor, lo que en espíritu
contrito y humillado os ofrezco en favor
de las benditas almas del purgatorio, a
quienes tanto amas. Por los dolores y
penas de infinito valor de vuestro
amantísimo Hijo Jesús, líbralas, Señor,
de aquellas penas, por la sangre que
derramó en el Calvario y la muerte que
padeció. Sácalas cuanto antes de esa
cárcel del purgatorio; por su gloriosa
resurrección y ascensión a los cielos,
llévalas a la gloria, donde gocen de la
posesión de tu infinita majestad. Te lo
pido también por los méritos e
intercesión de la santísima Virgen,
Madre compasiva de esas pobres almas;
por la intercesión del glorioso Patriarca
San José y de todos los Ángeles y
Bienaventurados de la Corte Celestial.
Amén.
ORACIÓN A LAS BENDITAS
ALMAS DEL PURGATORIO
¡Oh! almas dichosas y felices, a quienes
nuestro creador, ha admitido en su patria
celestial. Triunfen en el cielo, pero no
olviden a nuestros hermanos que
militamos aún en este valle de lágrimas.
Miren a cuantos peligros estamos
expuestos y de cuantos enemigos no
vemos rodeados; ahora que son tan
poderosas delante de Dios, intercedan
por nosotros. ¡Oh! Madre Santísima del
Carmen y Reina del Purgatorio,
concédeles poseer la felicidad eterna.
Descansen en paz. Amén.
VIRGEN DOLOROSA
ORACIÓN
¡Oh! Jesús crucificado, postrados a
tus pies, te ofrecemos las lágrimas de
tu Santísima Madre, que te acompañó
con ardiente y compasivo Amor, en el
Doloroso camino de la Cruz.
Concédenos, oh Buen Maestro, que
sigamos de todo corazón, las
enseñanzas que por medio de sus
lágrimas nos ha dado, para que,
cumpliendo con tu Santísima voluntad
en la tierra, nos hagamos dignos del
honor de alabarte en el cielo por toda
la eternidad. Amén.
(Este rosario, se rezará en el rosario
de 7 misterios, que corresponde a los
7 dolores de la Santísima Virgen y
que se compone cada uno de siete
Jaculatorias.)
PRIMER MISTERIO
La profecía de Simeón
PRIMER DOLOR:
Me compadezco, oh
Madre de Dolores,
por la aflicción que
sufrió tu tierno
corazón, en la
profecía del santo
anciano Simeón.
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V/. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aún más ardientemente
en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7
veces):
V/. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
SEGUNDO MISTERIO
La huida de Egipto
SEGUNDO DOLOR:
Me compadezco, oh
Madre de Dolores, por
aquellas angustias que
tu sensibilísimo
corazón sufrió en la
huida a Egipto, y en
tu
estancia en aquella tierra de idólatras.
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V/. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aún más ardientemente
en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7
veces):
V/. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
TERCER MISTERIO
El niño perdido en el templo
TERCER DOLOR:
Me compadezco, oh
Madre de Dolores,
por aquellas afanosas
ansias que tuvo tu
solícito corazón, en la
pérdida tu amado
Jesús.
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V/. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aún más ardientemente
en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7
veces):
V/. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
CUARTO MISTERIO
María se encuentra con Jesús
camino al Calvario
CUARTO DOLOR:
Me compadezco, oh
Madre de Dolores, por
aquella consternación
que tu maternal
corazón sintió al
encontrarte con Jesús,
cuando llevaba la cruz.
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V/. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aún más ardientemente
en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7
veces):
V/. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
QUINTO MISTERIO
Jesús muere en la cruz
QUINTO DOLOR:
Me compadezco, oh
Madre de Dolores,
por aquel martirio
que tu generoso
corazón padeció,
asistiendo a la agonía
de Jesús en la Cruz.
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V/. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aún más ardientemente
en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7
veces):
V/. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
SEXTO MISTERIO
María recibe el cuerpo de Jesús al ser
bajado de la Cruz
SEXTO DOLOR:
Me compadezco, oh
Madre de Dolores, por
aquella herida que tu
compasivo corazón
sufrió en la lanzada
que abrió el costado de
Jesús, he hirió su
amabilísimo corazón.
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V/. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aún más ardientemente
en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7
veces):
V/. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
SÉPTIMO MISTERIO
Jesús es colocado en el sepulcro
QUINTO DOLOR:
Me compadezco, oh
Madre de Dolores,
por aquel intenso
dolor que tu
amantísimo corazón
experimentó en la
sepultura de Jesús.
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V/. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aún más ardientemente
en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7
veces):
V/. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
Para concluir el último misterio, se
dirá tres veces:
¡Oh Jesús! mira las lágrimas de quien
tanto te amó en la tierra, y que te ama
ahora aún más ardientemente en el cielo.
Madre mía, haz que mi corazón
acompañe tu dolor en la muerte de
Jesús. (tres veces)
ORACIÓN
¡OH María! Madre del Amor, del dolor
y de la compasión, te rogamos que unas
nuestras oraciones con las tuyas, para
que Jesús, tu Hijo Divino a quien
invocamos, oiga nuestras súplicas, en
nombre de tus lágrimas maternales, y
nos conceda la paz que tan ardiente
buscamos, para que así podamos obtener
la corona de la vida eterna. Amén.
Las lágrimas de la Madre de nuestro
Señor Jesucristo. ¿Quién podrá resistirse
a ella? Nadie, ni siquiera aquel que es
autor de la vida.
Cuando las tormentas, las ansiedades y
dolores llenen nuestro corazón,
elevemos nuestros pensamientos a Dios.
Por las lágrimas de su Santísima Madre,
ablandaremos más su Corazón Divino.
ORACIÓN FINAL
Tus lágrimas, ¡Oh Virgen Inmaculada!,
tienen un valor inmenso ante el trono del
Omnipotente, por lo tanto, te ruego que
me concedas la gracia que necesito para
vencer al espíritu del mal, para que por
el amor Misericordioso del Señor pueda
hacerme digno del favor que tan
ardientemente solicito para mi
santificación. ¡Oh que afortunado y feliz
seré entonces!
PLEGARIA DE LOS SIETE DOLORES
1. Cuando me halle cercana a la agonía,
sin fuerza y pérdida la razón, ampárame
tu amor, Virgen María, por la espada
que hirió tu corazón.
Dios te salve María…
2. Cuando satán me tienda crueles
lazos, intentando perder el alma mía,
ocúltame piadosa entre tus brazos. No
me dejes un punto en aquel día.
Dios te salve María…
3. Cuando mis ojos al ver el crucifijo
no queden eclipsados y sin luz, haz, ¡Oh
Madre! que en mi alma esté fija la
memoria del que expiró en la cruz.
Dios te salve María…
4. Cuando mi boca, falta del aliento no
pueda tu santo nombre balbucir, ruego
¡Oh Madre! por tu hondo sentimiento,
me asistas con tu gracia hasta morir.
Dios te salve María…
5. Cuando solo me dejen los mortales
en total abandono y orfandad; Señora,
Tú consolarás mis males, por tu angustia
y amarga soledad.
Dios te salve María…
6. Cuando mi último aliento de en el
mundo y se hunda mi espíritu ante Dios,
pueda hallarte en su juicio tremebundo,
en mi defensa suplicando tú.
Dios te salve María…
7. Cuando por fin, mi cuerpo miserable
se encuentre envuelto en sábana
mortuoria, alcánzame de Dios, Madre
admirable que mi alma goce sempiterna
gloria.
Dios te salve María…
Contables favores se han recibido ya por
el rezo del santísimo Rosario, en honor
de las lágrimas a la Virgen Dolorosa, la
razón de esto es la promesa de Jesús.
“Que no negará nada, lo que se le
pida por las lágrimas de su Santísima
Madre”
LETANÍAS DE LOS DOLORES DE
MARÍA SANTÍSIMA
Señor Ten piedad de Nosotros
Cristo Ten piedad de Nosotros
Señor Ten piedad de nosotros
Cristo Óyenos
Cristo Escúchanos
Dios Padre Celestial Ten Piedad De
Nosotros
Dios, Hijo redentor del mundo Ten
Piedad De Nosotros
Dios Espíritu Santo Ten Piedad De
Nosotros
Trinidad Santa que eres un solo Dios
Ten Piedad De Nosotros
Santa María Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios Ruega por…
Santa Virgen de las Vírgenes
Madre Crucificada
Madre de los Dolores
Madre bañada en lágrimas
Madre afligida
Madre abandonada
Madre Desolada
Madre privada de su hijo
Madre traspasada con una espada
Madre llena de angustias
Madre clavada con el corazón en la cruz
Madre llena de tristezas
Fuente de lágrimas
Abismo de tribulaciones
Espejo de paciencia
Roca de constancia
Ancora de confianza
Refugio de los abandonados
Escudo de los oprimidos
Triunfadora de los incrédulos
Alivio de los desdichados
Remedio de los enfermos
Fuerza de los débiles
Puerto de los náufragos
Calma de las tempestades
Recurso de los afligidos
Terror de los Malvados
Tesoro de los fieles
Ojo de los profetas
Sostén de los Apóstoles
Corona de los Mártires
Luz de los confesores
Consuelo de las viudas
Alegría de todos los santos.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo. Ten piedad de nosotros.