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Casos Clinicos Tema 6

El documento presenta dos casos clínicos. El primer caso describe a un hombre de 31 años que experimentó una ruptura amorosa y comenzó a sentirse triste, solo y aumentó el consumo de alcohol. Fue diagnosticado con trastorno de personalidad por evitación, trastorno de ansiedad social y episodio depresivo grave. El segundo caso describe a un hombre de 30 años que siempre complació a los demás, especialmente a su madre. Fue diagnosticado con trastorno dependiente de la personalidad. Ambos pacientes recibirán tratamiento de psicoterapia.

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Casos Clinicos Tema 6

El documento presenta dos casos clínicos. El primer caso describe a un hombre de 31 años que experimentó una ruptura amorosa y comenzó a sentirse triste, solo y aumentó el consumo de alcohol. Fue diagnosticado con trastorno de personalidad por evitación, trastorno de ansiedad social y episodio depresivo grave. El segundo caso describe a un hombre de 30 años que siempre complació a los demás, especialmente a su madre. Fue diagnosticado con trastorno dependiente de la personalidad. Ambos pacientes recibirán tratamiento de psicoterapia.

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SESIÓN 6 - CASO CLÍNICO N° 1

Actividad hospitalaria: atención médica ambulatoria Edad: 31 años

Anamnesis:

Daniel es un varón antioqueño, de piel blanca y soltero. Actualmente vive con sus padres,
abuela y una tía. Tiene además dos hermanas de 27 y 29 años, quienes viven con sus
respectivas parejas. Su padre es constructor y su madre es ama de casa. En este momento, el
paciente se encuentra estudiando Informática Musical y en otra institución Música. El
paciente narra que en noviembre de 2015 tuvo una ruptura con la novia después de
aproximadamente un año de relación. A partir de ese momento, comienza a sentirse triste, solo
y aumenta el consumo de alcohol. En diciembre se agrava la situación, por lo que comienza a
beber día de por medio, afirmando que todo se había vuelto un caos, que no sabía para qué
servía, así que no quería hacer nada. Además, decía “quería morirme”. Luego, relata que en
enero se sentía igual, comparte que “estaba de vacaciones y seguía bebiendo mucho”. Así que
en febrero acudió a su madre para que le buscara un profesional en la solución de dicha
situación. Luego, a fines de ese mes en el año 2016 llega a consulta, presentando los siguientes
síntomas descritos a continuación.

Pensamientos de inutilidad, de no aportar a los demás y de que los demás no le aportan.


Además, existe una falta de sentido de vida, pensamientos de rechazo, pensamientos de muerte
y suicidio recurrentes; presenta dificultades para concentrarse; también ha mostrado anhedonia
y miedo a relacionarse con los demás; llanto fácil, aislamiento social y consumo de alcohol
frecuente. También suele ausentarse de sus clases. Entre los mayores estresores se encuentra
las relaciones sociales, debido a que no tiene amigos y tiende a aislarse por sentir temor a ser
rechazado. A nivel académico, evita exponerse en clase y trabajar en grupo. Por su parte,
afirma constantemente: “Siempre me ha estresado ponerme al frente a hablar”. Otro estresor es
a nivel afectivo, debido a que actualmente no tiene una relación de pareja. Por último, a nivel
laboral, porque en este momento no trabaja y se siente inútil a sus 31 años de edad

Examen mental: (Psicopatología – Criterio de inclusión y exclusión)

La presentación personal es adecuada y sin alteraciones; se muestra orientado en las tres


esferas, de actitud distante, con pobre contacto visual y verbal. Su lenguaje es claro y
coherente. Habla en voz baja, se limita a responder a lo que se le pregunta. Con tendencia al
enlentecimiento motor y afecto marcadamente depresivo. Además, se muestra en estado de
alerta y con ideas de minusvalía, desesperanza, muerte e ideaciones suicidas. Sin alucinaciones
e introspección media.

Diagnóstico:

F60.6 Trastorno de Personalidad por Evitación

F40.10 Trastorno de Ansiedad Social

F32.2 Episodio Depresivo Grave sin Síntomas Psicóticos

Diagnóstico diferencial:

F10.10 Trastorno por Consumo de Alcohol

Tratamiento:

Terapia cognitivo conductual

Psicoterapia

SESIÓN 6 – CASO CLÍNICO N° 2

Actividad hospitalaria: atención médica ambulatoria Edad: 30 años

Anamnesis:

Paciente varón sin historias de trastornos mentales en la familia. Nació y creció en un pueblo
de campo. A los cinco años perdió a su padre quien murió en un accidente de autos. Después
de la muerte de su padre, su madre logró obtener ingresos trabajando de camarera en una
confitería local. El paciente era hijo único y le había ido bien en la escuela y nunca había dado
a su madre ningún tipo de problema. Ella no se volvió a casar. Eran muy unidos y él hacía
todo lo posible para satisfacerla. Aún de niño, solía entender que la vida no era fácil para ella y
que ella era todo lo que él tenía. Se comportaba bien en la escuela, y siempre hacía lo que las
maestras le pedían, todo el tiempo estaba dispuesto a aceptar las tareas adicionales que sus
compañeros no querían realizar y aparentemente siempre estaba contento de complacer a los
demás. A los 16 años quiso ser técnico en computación, pero esto significaba irse a una ciudad
a más de 100 millas de su casa y a su madre no le gustó la idea. Dejó la escuela y comenzó a
trabajar en un supermercado. Trató de hacer su trabajo lo mejor posible, siempre dispuesto a
reemplazar a sus colegas y nunca se quejaba de tener que realizar horas extras. Se lo
consideraba un empleado confiable y varias veces se lo propuso para promoverlo para un
ascenso, pero de alguna manera luego se lo dejaba de lado. Durante su adolescencia le hubiera
gustado salir con amigos, pero comprendía su responsabilidad de pasar casi todas las tardes
con su madre. Ella se sentía orgullosa diciéndoles a sus vecinos que él era “realmente bueno”.
A los 20 años tuvo la primera pelea con su madre. Ella estaba totalmente en desacuerdo con
que saliera con una chica que a ella no le gustaba. Cuando su madre le dijo que tendría que
irse de la casa si deseaba continuar viendo a “esa chica”, entró en pánico, le rogó a su novia
que tuviera paciencia y finalmente permitió que ella lo dejara por otro. Su madre aprobó a la
segunda chica que él llevó a su casa y lo apuraba para que se case con ella, aunque a él
personalmente no le entusiasmaba la idea. Cuando su esposa lo abandonó dos años más tarde
se sintió destruido y volvió a vivir con su madre. Ella murió poco tiempo después, de un
ataque al corazón. Desde entonces, el paciente fue hospitalizado varias veces por depresión,
generalmente sólo por uno o dos días. Se hacía atender por un psicoterapeuta dos veces por
semana y le pedía a su asistente social que lo aconsejara acerca de las cosas más triviales, casi
todos los días. El paciente fue llevado a la sala de emergencias de psiquiatría por una asistente
social. La había llamado en medio de la noche para decirle que no podía más. Había llorado y
hablado de suicidio. La mañana de su internación, estaba indeciso con respecto a quedarse o
irse a su casa y pidió consejo. Ella le aconsejó internarse. Cuando se le preguntó por su actitud
para con los demás, el paciente declaró que le gustaba estar con otra gente. Dijo que no le
gustaba estar solo y que en realidad se sentía perdido cuando lo estaba. A menudo se estaba
deprimido, pero estos sentimientos se iban después de un par de horas, especialmente cuando
podía hablar con alguien. El paciente estaba retraído y tenso y pidió disculpas por los
problemas que estaba causando. Se relajó cuando se le dijo que podía permanecer en el
hospital, y no tuvo objeciones cuando se le indicó la habitación que por el momento debía
compartir con tres pacientes mayores. No había historia de trastorno depresivo o de ansiedad,
tampoco ideas delirantes, ni alucinaciones u otros síntomas psicóticos.

Examen físico y ayuda al diagnóstico

El examen físico no reveló anormalidades. Las pruebas de sangre, incluyendo las de función
tiroidea, estaban dentro de los límites normales, tal como lo fueron otros estudios especiales
como el EEG y el mapeo cerebral.

Examen mental: (Psicopatología – Criterio de inclusión y exclusión)

El paciente presenta un comportamiento enraizado y de larga data caracterizado por permitir


que otras personas tomen sus decisiones más importantes, subordinando sus necesidades a las
de los otros, excesiva complacencia con los deseos de los demás, capacidad limitada para
tomar decisiones cotidianas sin un consejo permanente por parte de otros, preocupación con
temores de tener que cuidarse a de sí mismo y sentimientos de abandono cuando se encuentra
solo. Este es el modelo típico de comportamiento observado en el trastorno dependiente de la
personalidad.

Diagnóstico:

F60.7 Trastorno dependiente de la personalidad.

Diagnostico diferencial:

F60.6 Trastorno de la personalidad evitativo

F60.3 Trastorno de la personalidad limite

Tratamiento:

Psicoterapia

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