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Modelo de Balance Social Cooperativo Integral

Este documento presenta un modelo argentino de Balance Social Cooperativo Integral como herramienta para la planificación estratégica de cooperativas. El balance social va más allá de indicadores financieros para medir conceptos como identidad cooperativa, participación de socios, solidaridad y desarrollo humano. El modelo fue desarrollado por investigadoras de la Universidad Nacional de La Plata y busca proveer información completa para la toma de decisiones considerando factores cualitativos y cuantitativos.

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Modelo de Balance Social Cooperativo Integral

Este documento presenta un modelo argentino de Balance Social Cooperativo Integral como herramienta para la planificación estratégica de cooperativas. El balance social va más allá de indicadores financieros para medir conceptos como identidad cooperativa, participación de socios, solidaridad y desarrollo humano. El modelo fue desarrollado por investigadoras de la Universidad Nacional de La Plata y busca proveer información completa para la toma de decisiones considerando factores cualitativos y cuantitativos.

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Modelo de

Balance Social
Cooperativo
Integral
Un modelo argentino basado en la identidad cooperativa

Liliana Fernández Lorenzo


Norma Geba
Verónica Lilián Montes
Rosa Schaposnik

-1-
Balance social cooperativo integral : un modelo argentino basado en la
identidad cooperativa / Liliana Edith Fernández Lorenzo ... [et al.]. - 1a
ed . - La Plata : Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Ciencias
Económicas, 2018.
92 p. ; 25 x 20 cm.

ISBN 978-950-34-1705-8

1. Balance Social. 2. Responsabilidad Social. I. Fernández Lorenzo,


Liliana Edith
CDD 304

Diseño y puesta en página: Adriana Battista / Juan Carlos Badino

Imprenta Cooperativa Gráfica del Pueblo


Tinogasta 3870 (Villa del Parque) / Teléfono: 011 4503-6270
[email protected] / graficadelpueblo.com/ Facebook: lagraficadelpueblo

Derechos reservados.
Se autoriza su reproducción total o parcial citando la fuente.
Registro de la propiedad intelectual en trámite.
Modelo de
Balance Social
Cooperativo
Integral
Un modelo argentino basado en la identidad cooperativa

Liliana Fernández Lorenzo


Norma Geba
Verónica Lilián Montes
Rosa Schaposnik
-4-
AUTORAS
Las autoras son docentes en la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad
Nacional de La Plata
e investigadoras categorizadas por dicha
universidad.
Integran el equipo de investigación sobre
Balance Social Cooperativo Integral y han
realizado publicaciones relacionadas con el
tema.

Liliana Fernández Lorenzo


Contadora pública U.N.L.P
Profesora asociada por concurso de Contabilidad superior I
Profesora titular con funciones en el Seminario sobre Balance social cooperativo
Co-directora del proyecto balance social para organizaciones sin fines de lucro

Norma Geba
Contadora pública U.N.L.P.
Profesora adjunta por concurso de Contabilidad superior I
Investigadora del proyecto balance social para organizaciones sin fines de lucro

Verónica Lilián Montes


Contadora pública y Técnica en cooperativas - U.N.L.P.
Profesora titular por concurso de Gestión cooperativa
Profesora adjunta por concurso de Sociología y educación cooperativa
Profesora adjunta de Derecho cooperativo

Rosa Schaposnik
Licenciada en economía y Técnica en cooperativas U.N.L.P.
Profesora adjunta por concurso de Gestión cooperativa
Profesora adjunta a cargo del Seminario sobre Balance social cooperativo
Asesora del Centro de educación y capacitación cooperativa de la FECOOTRA

-5-
-6-
Presentación
El crecimiento sostenido de la Provincia de Buenos Aires depende,
en gran medida, de las políticas que sepamos diseñar y llevar adelante
para favorecer el desarrollo del sector empresario, prestando especial
atención a aquellas empresas que, por su origen o identidad, puedan
integrar al conjunto social a la vida productiva.

En este último grupo sobresalen las cooperativas y otras formas


empresarias emergentes —microempresas, consorcios productivos
intermunicipales—, que tienen como fundamento la integración eco-
nómica de quienes han sido excluidos del mercado laboral tradicional.
Estas empresas de la economía social comparten con el Estado Provin-
­cial la preocupación por mejorar la calidad de vida de la gente. Por esta
razón, el desarrollo y la consolidación del sector social de la economía
o Tercer Sector es para nosotros un objetivo prioritario. La existencia de
un Instituto dedicado al tema —el Instituto Provincial de Acción Coope-
rativa— es el reflejo de esta convicción.

Desde el IPAC se difunden los temas que puedan aportar a la vida


de las cooperativas y otras formas asociativas de interés común. Es por
ello que asistimos hoy a la aparición del Cuaderno Nº 5 de la Serie
Investigación del IPAC, que nos presenta el tema balance social
co­o­perativo integral, un esfuerzo de sistematización y modelización
encarado por las investigadoras Liliana Fernández Lorenzo, Norma
Geba, Verónica Montes y Rosa Schaposnik.

Damos la bienvenida a este lanzamiento editorial, una contribución


al crecimiento del sector cooperativo bonaerense y al desarrollo de la
economía provincial.

Dr. Carlos R. Brown


Ministerio de la Producción y el Empleo
de la Provincia de Buenos Aires

-7-
-8-
Introducción
La planificación estratégica se ha convertido en una herramienta
fundamental de las organizaciones modernas: un cálculo complejo y al
mismo tiempo flexible, capaz de tener en cuenta las realidades internas
y externas de la organización, que preceda y presida la acción1. Han
desaparecido de la literatura especializada y de las organizaciones
reales los hombres iluminados y los planes libro que decían con exactitud
1
García Delgado, D. (1997): Los nue-
qué se debía y qué no se debía hacer a lo largo de un período
vos escenarios. La reforma de la ges- determinado, y están emergiendo las reuniones de trabajo, los líderes
tión local en Argentina. FLACSO, Bue- y equipos de proyecto y la revisión constante de procesos y resultados. La
nos Aires.
turbulencia de la época no permite rigideces ni dilaciones a la hora de
modificar rumbos.

En un contexto incierto, para realizar cálculos estratégicos los


decisores necesitan, más que nunca, información. Y para evaluar los
intercambios sociales, los "climas" organizacionales, la participación y la
solidaridad, el resguardo de valores e ideales, los cálculos de gastos y
recursos son insuficientes: ellos expresarán una parte de la realidad
institucional, pero se necesitarán indicadores eficaces a la hora de
conocer la motivación de los integrantes del grupo y su adhesión a una
identidad compartida.

En este terreno, los métodos cuali cuantitativos y las nuevas formas


de recopilación y procesamiento de datos vienen en nuestra ayuda. En
el caso específico de las cooperativas y otras formas asociativas, el
balance social cooperativo integral se transforma en una herramienta
eficaz para la toma de decisiones.

A partir de la información que este balance releva, la identidad y los


principios cooperativos pasan a ocupar el centro de la escena: los
socios y su comportamiento, la solidaridad y la participación, son ahora
el eje de nuestra preocupación. De esta manera, lo que intentamos
medir —en este caso desde el espacio de las cooperativas— es el
DESARROLLO HUMANO.

El índice de desarrollo humano (IDH) propuesto por el Programa de


las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que combina indicado-
res de salud y bienestar social, educación y trabajo, habla a las claras de
la preocupación internacional por examinar la situación integral de las
personas, más allá de los números nacionales de PBI y otros indicadores
económicos2. Del mismo modo, el cooperativismo, expresión de una
economía con rostro humano, se preocupará de la rentabilidad y el
2
CEPAL/UNESCO (1996): Educación y
trabajo: ejes de la transformación pro- crecimiento de la empresa —la expresión de esta preocupación serán
ductiva con equidad. sus balances contables— pero al mismo tiempo revisará su identidad y
sus valores, su capacidad para ponerse al servicio de las personas y la
comunidad.

Sin perjuicio de esta preocupación, los datos que pueda proporcio-


nar el balance social son también ricos desde el punto de vista econó-
mico. Los hombres de negocios de todo el mundo se preparan hoy para
humanizar la empresa y las relaciones empresariales, para mantener un
clima entre los empleados y para que las decisiones sean participadas,
para atender al cliente y resolver conflictos, para integrar equipos y
relacionarse hacia adentro y hacia afuera, hacia atrás y hacia ade-
lante en la cadena productiva, para un funcionamiento en red que
se ha convertido en la característica distintiva de este fin de siglo. La

-9-
globalización de la economía, la autonomización de los mercados
financieros, el debilitamiento de las fronteras y la desaparición de las
distancias geográficas y culturales a la hora de los intercambios, están
llevando al mundo empresario a una revisión de sus métodos y costum-
bres, a una revalorización de la solidaridad por encima de la competen-
cia sin límites.

Entre las empresas, el cooperativismo puede realizar un aporte en


este sentido. Su larga tradición solidaria lo lleva a contar hoy con
instrumentos tales como el balance social, útiles para todos aquellos que
quieran contar con información fehaciente sobre el estado real de su
empresa, máxime teniendo en cuenta que este balance se construye a
partir de lo que la organización pretende saber de sí misma, siendo
flexible en los indicadores que utiliza y la información que suministra, la
que puede enriquecerse período a período. Como instrumento capaz
de relevar la opinión de todos y cada uno de los actores institucionales,
no da lugar a equívocos a la hora de pensar en quién "escribe la historia":
ya no serán planificadores detrás de sus prolijos escritorios, serán las
personas que conducen, trabajan, compran o venden los productos y
servicios quienes iluminarán con su mirada aspectos desconocidos de
la organización.

El cooperativismo asume, desde siempre, que los valores que pro-


clama son una experiencia vital antes que una declaración de princi-
pios. Por esta razón, para que el balance social no se convierta en letra
muerta, habrá que comprometerse con su difusión y su comprensión, su
aplicación concreta y su perfeccionamiento constante. En este marco,
el Instituto Provincial de Acción Cooperativa (IPAC), apoya esta inicia-
tiva de las autoras Liliana Fernández Lorenzo, Norma Geba, Verónica
Montes y Rosa Schaposnik, quienes ofrecen a los coope­ rativistas un
modelo de balance social que da cuenta de una identidad centenaria
pero plenamente vigente. El IPAC, a través de su publicación, pone a
disposición de las empresas sociales bonerenses —cooperativas, micro-
empresas, consorcios productivos intermunicipales y distintas formas de
colaboración empresaria— esta nueva herramienta de trabajo, para el
crecimiento y la consolidación del sector social de la economía o tercer
sector, el espacio donde se encuentran —sin entablar viejas discu-
siones— la solidaridad y la competencia, lo público y lo privado, los
intereses individuales y la comunidad.

El IPAC se suma así al esfuerzo de este equipo de investigadoras y a


la Universidad Nacional de La Plata en la producción de conocimientos
para el desarrollo estratégico de la Provincia de Buenos Aires.

Cdor. Mario C. Elgue


Presidente del Instituto Provincial de Acción Cooperativa
Ministerio de la Producción y el Empleo
de la Provincia de Buenos Aires

-10-
Balance social cooperativo integral
Un modelo argentino basado en la identidad cooperativa

-11-
-12-
Dedicamos este trabajo...
A la Dra. Teresa Novarese de Nieto, amiga, profesora y co-directora
de las primeras investigaciones sobre balance social cooperativo en la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La
Plata, quien nos impulsó a compartir y continuar el camino por ella
iniciado.

Las autoras

-13-
-14-
Parte I
Definiciones

-15-
-16-
1. SITUACIÓN PROBLEMA
El presente trabajo es el resultado de una investigación realizada en la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La
Plata.

La necesidad de brindar información social en las cooperativas surge de


su propia naturaleza, fundada en valores y principios. La .Alianza Coo-
perativa Internacional (ACI), organismo que representa a las coopera-
tivas de todo el mundo, afirma en su Mensaje por el. Día Internacional de
la Cooperación de 1998, que “es capital desarrollar un sólido sistema de
comunicaciones dentro del movimiento de manera que los diversos
sectores se comprendan y apoyen mutuamente, ya que así se alcanza-
rá una mayor unidad ideológica. La educación es esencial a todos los
niveles y es de suma importancia que el movimiento invierta en la
promoción de la imagen cooperativa y que explique al mundo la
diferencia cooperativa, que se basa en nuestros Valores y Principios
Cooperativos”. 1
1
Mensaje de la Alianza Coo-
perativa Internacional en el Día
El balance social cooperativo contribuye al logro de los objetivos seña-
Internacional de la Cooperación, 76º lados por la ACI y constituye un instrumento idóneo en el camino de
Jornada Cooperativa Internacional, ofrecer información social en forma sistemática y comparable. El reco-
sábado 4 de julio de 1998. Publicado en
Cooperativismo en La Plata, Nº 3, julio nocimiento de la necesidad de su elaboración encuentra un antece-
de 1998. dente en el Congreso argentino de la cooperación realizado en el año
1989, ya que en su documento final propicia “la formulación concreta
por parte de las cooperativas del denominado Balance Social en el
cual, entre otros importantes datos y conceptos, se efectúe una deta-
llada evaluación de las realizaciones en el campo de la educación
cooperativa, como base del planeamiento de este tipo de actividades
y del informe final anual a remitir a las entidades cooperativas de grado
superior”. 2
2
Congreso Argentino de la Co-
operación, Documento Final. Reco-
Para dar respuesta a este último requerimiento, y con el convencimiento
mendaciones. Buenos Aires, Argenti de la necesidad de contar con un modelo de balance social aplicable
na, 1989. a las cooperativas, es que se desarrolló este trabajo de in­ves­tigación. La
propuesta que se presenta tiene por finalidad poner de manifiesto la
identidad cooperativa, brindar información sobre la responsabilidad
social asumida y ejercida por la cooperativa, favorecer la planificación,
presupuestación y control sociales, y difundir los beneficios de la coope-
ración.

Se considera balance social cooperativo al informe que emite una


organización, cuya finalidad es brindar información metódica y siste-
mática referida a la responsabilidad social asumida y ejercida por ella.
Constituye una herramienta para informar, planificar, evaluar y controlar
el ejercicio de dicha responsabilidad en concordancia con la identidad
cooperativa.

Se propone un modelo de balance social cooperativo Integral caracte-


rizado por la adopción del enfoque de la contabilidad por objetivos y la
utilización de indicadores socioeconómicos, cuya presentación se rea-
liza a través de cuadros. Es una propuesta flexible, adaptada a la
realidad argentina; está destinada tanto al ámbito interno como al
externo de todo tipo de cooperativas, preferentemente de base o de
primer grado.

La presentación del balance social cooperativo integral se considera

-17-
un paso más en el camino de lograr un modelo de aplicación genera-
lizada; por ende, está abierto a los aportes y opiniones de las coopera-
tivas, sus legítimas destinatarias.

El equipo que integran las autoras de este modelo valora y agradece


toda sugerencia para perfeccionarlo, y manifiesta su disposición de
colaborar en su implementación en las cooperativas que así lo requie-
ran.

Esta primera parte del trabajo comienza con el análisis de los puntos de
vista existentes respecto de la responsabilidad social de las empresas
-Capítulo 2- y la importancia de que las mismas informen a la comuni-
dad sobre las consecuencias sociales de su accionar -Capítulo 3-.

El concepto de balance social, sus antecedentes y los distintos criterios


para su elaboración se desarrollan en el capítulo 4.

En el Capítulo 5 se analiza el balance social cooperativo y sus ante-


cedentes de aplicación, entendiendo como tal al Informe que reúne las
condiciones ya expuestas, elaborado en concordancia con la identi-
dad cooperativa.

En el Capítulo 6 se describe el modelo de balance social propuesto.

En la segunda parte se desarrolla la propuesta del Modelo de balance


social cooperativo Integral, que consta de un Balance Social y un
Informe Social Interno, con información complementaria, fundamentos
y pautas de elaboración.

2. RESPONSABILIDAD SOCIAL

El concepto de empresa se ha modificado a través del tiempo. Su


evolución está ligada a las transformaciones socioculturales operadas
en el mundo, a los cambios en sus objetivos y misiones, y a la responsa-
bilidad social que se les atribuye.

El tema de la responsabilidad social de las empresas comenzó a tratarse


en la década del 50 en Estados Unidos de América. Hoy en día ya no se
discute que son sujetos de responsabilidad social, aunque no existe
consenso en cuanto al real contenido y las aplicaciones prácticas de la
misma.

Frente a la necesidad de definir ante quiénes es responsable la empresa


y cuáles son sus objetivos prioritarios, la mayor parte de los debates se
concentran alrededor de dos posiciones extremas:

a) El punto de vista clásico o tradicional sostiene que todas las empresas


son responsables frente a sus propietarios, y su principal preocupación
es maximizar sus ganancias o lograr mayor eficiencia en la prestación
de un servicio.

b) El punto de vista socioeconómico afirma que el objetivo de las


empresas es asegurar su supervivencia además de obtener una renta-

-18-
bilidad en el largo plazo. Para lograrlo deben actuar de un modo
eficiente y eficaz, y asumir determinadas obligaciones sociales tanto en
su ámbito interno como externo y los costos que ellas acarrean. Si esta
conducta se generalizara redundaría en beneficio de cada empresa al
participar de un sistema social más justo y equitativo, con responsabili-
dades sociales compartidas por los distintos actores que lo componen
(Estado, empresas, organizaciones de la sociedad civil, ciudadanos,
etc.).

En una concepción moderna se considera a la empresa como un


subsistema dentro del sistema económico-social, en el que se tienen en
cuenta las implicancias sociales de su accionar. Este accionar tiene
consecuencias tanto en su ámbito interno (socios, trabajadores, etc.)
como en el externo (comunidad, estado, clientes, proveedores, etc.).

Las empresas deberían responder por las consecuencias de su accionar


y gestionarse asumiendo tal responsabilidad. Los reclamos de la comu-
nidad para que la asuman son cada vez más numerosos, y provienen del
gobierno, asociaciones de defensa de los consumidores, sindicatos, etc.

El Profesor Keith Davis sostiene que la responsabilidad social es la


“obligacion de una empresa, más allá de lo que exige la ley y la
economía, de perseguir metas a largo plazo que sean buenas para la
sociedad”. 3

3
Robbins S.: Administración. No es suficiente, en cuanto a responsabilidad social se refiere, que la
Teoría y Práctica. 4a. Edición. Hispano-
americana S.A., 1994, pág. 129 empresa no haga lo considerado social y legalmente incorrecto en un
lugar y tiempo determinados; debe asumir un rol positivo tratando de
mejorar la sociedad en la que se inserta. Para lograrlo resulta necesario
planificar las acciones sociales a emprender, incorporar los objetivos
sociales a la par de los económicos y asignarles un presupuesto. De este
modo la empresa asume su responsabilidad social, que se refleja en el
actuar cotidiano y en el continuo proceso de toma de decisiones en
todos sus niveles.

No es tarea fácil tomar decisiones socialmente responsables, ya que


toda decisión implica realizar un juicio de valor, ordenar criterios, priorizar
unos en desmedro de otros. En ello inciden una serie de factores entre
los que se pueden destacar el sistema de valores de la empresa, el de
quienes deciden y el de la comunidad donde desarrolla sus actividades.

3. INFORMACIÓN SOCIAL

Las empresas informan periódicamente, a través de los estados conta-


bles tradicionales, sobre su situación económica, financiera y patrimo-
nial. En la actualidad estos estados resultan insuficientes, por brindar una
visión simplificada de la compleja realidad de las organizaciones, en su
accionar socialmente responsable. A través de ellos se reflejan las
consecuencias de los hechos y acciones del entorno que afectan el
patrimonio del ente. Debería informarse también sobre las consecuen-
cias de las acciones de la empresa en los socios, trabajadores, etc., así
como en la sociedad globalmente considerada. La sociedad, que
actualmente tiene una concepción de la empresa como ente social, es

-19-
la que tendría que demandar la información mencionada.

Así como la empresa informa sobre su actuación en el plano económi-


co, debería hacerlo sobre la incidencia de su actuación en el todo
social.

Las memorias que acompañan a los estados contables ofrecen una


síntesis de las actividades desarrolladas, entre las que se incluyen
aspectos sociales. Esta información no es integral, ni metódica, ni
sistemática. Generalmente se incluyen en ella sólo los aspectos positivos
de la gestión, ofreciendo así una mejor imagen empresarial. Con fre-
cuencia la información no está cuantificada, lo que impide realizar un
análisis comparativo sobre bases rigurosas y homogéneas. Por lo antes
expuesto surge la necesidad de exponer la información social en forma
metódica y sistemática. Para lograrlo se debería integrar el sistema de
información social con el contable tradicional.

La información social puede presentarse a través de informes sociales


internos o externos, según sean sus destinatarios. A estos últimos, por
analogía con los contables, se los denomina balances sociales.

4. BALANCE SOCIAL

4.a Concepto

El uso de la expresión balance social ha ganando espacio en las últimas


décadas, y es indudable que la misma tiene una fuerte resonancia de
las técnicas contables.

En un sentido comercial se define al balance -según el diccionario de


la lengua castellana- como «confrontación del activo y el pasivo con
objeto de saber el estado de los negocios o del capital». Otra acepción
del concepto, según la misma fuente, es el «Estado demostrativo del
resultado de dicha confrontación».

En sentido figurado decimos que "hacemos balance" cuando compa-


ramos lo planificado con lo efectivamente realizado respecto a una
acción concreta.

Para el Dr. Santiago García Echevarría, el balance social es un instru-


mento ‘«contable», que sirve para el «cierre de cuentas de la contabi-
lidad social» de la empresa en un enfoque patrimonialista.4
4
García Echevarría, S.: Balance
Social de la Empresa. Posibilidades y
límites operativos en su planteamiento El Dr. William L. Chapman sostiene que «es obvio que no se trata de un
actual, Revista Alta Dirección Nº65, «balance» o «estado de situación» a una fecha dada y prefiere denomi-
Barcelona, España, 1978, pág.167.
narlo estado de responsabilidad social. En él se expone, siguiendo al
mismo autor, el costo-beneficio social de la actividad del ente y el
resultado periódico -comúnmente anual- de aquella relación. 5
5
Chapman, W.L.: El Desarrollo
de la Contabilidad Social en América
Latina, V Conferencia de Facultades El balance social, según el Dr. Dante Cracogna, “puede no ser estricta-
y Escuelas de Contaduría de América mente un balance en el sentido convencional, o al menos no serlo
Latina, Trelew-Buenos Aires, Argentina,
Octubre de 1988, pág. 20. enteramente, por lo que, desde un comienzo, debe admitirse una

-20-
latitud mayor en el sentido de la expresión”.6
6
Cracogna, D.: El Balance Social Desde otra óptica, Hernando Campos Menéndez sostiene que «consiste
en la Empresa, Revista de Administra-
ción de Empresas Nº124, Buenos Aires, básicamente en reunir y sistematizar la información del área social, en
Argentina, Julio de 1980, pág. 318. un documento público, donde se pueden cuantificar los datos median-
te el elemento básico del balance social, que son los indicadores
sociales. Un control periódico de esta información, lo más amplio,
preciso y objetivo posible constituye un balance social».7

7
Campos Menéndez H.: El Ba- El catedrático español Santiago García Echevarría concluye que «a
lance Social, Cuadernos de Empresa,
Asociación Cristiana de Dirigentes de
pesar de todos los defectos, a pesar de las grandes lagunas aún
Empresa (ACDE) Nº2, Buenos Aires, existentes, y a pesar de toda la discusión ideológica que puede plan-
Argentina, 1978, Separata Revista de tearse en torno al fenómeno del balance social, bajo este u otro nombre
Empresa Nº 44, pág. 35.
tendrá que establecerse un sistema de información que permita una
mayor transparencia como condición básica para el funcionamiento
de una sociedad pluralista».8

8
García Echevarría, S.: op. cit. A los fines de este trabajo, se considera balance social al informe que
emite una organización, cuya finalidad es brindar información metódica
y sistemática referida a la responsabilidad social asumida y ejercida por
ella. Constituye una herramienta para informar, planificar, evaluar y
controlar el ejercicio de dicha responsabilidad. Su conocimiento es de
utilidad para directivos, trabajadores, sindicatos, estado, universidades
y público en general. En él se encuentran temas concretos que permiten
reflexionar y elaborar propuestas para ayudar a concebir y perfeccio-
nar cualquier organización.

4.b Antecedentes
De acuerdo a lo manifestado por el Dr. D. Cracogna 9 el balance social
9
Cracogna, D.: op. cit., pág. 318. surge en la década del 60 en Estados Unidos, —un país tradicionalmente
capitalista—, no como una elucubración teórica de ámbitos académi-
cos sino por iniciativa de los propios empresarios, que reconocen la
necesidad de informar sobre su actuación en el medio social. Canadá
cuenta también con una amplia experiencia en la medición del impac-
to social del accionar de la empresa.

Los aportes europeos sobre el tema del balance social adquieren gran
importancia. En Inglaterra se desarrolla la social audit o auditoría social,
que controla la eficiencia social de la empresa. Francia cuenta con un
antecedente muy valioso, ya que en 1965 se desarrolla una experiencia
de balance social en la Confederación General de Sociedades Coope-
rativas Obreras de Producción, y en 1974 se designa una comisión de
estudio para la reforma de la empresa que recomienda la realización de
un balance social anual referido a la situación social y a las condiciones
de trabajo. También logra un desarrollo significativo el tema en Alema-
nia, España y Noruega.

Desde el año 1973 el balance social es obligatorio por ley en Bélgica y


desde 1985 lo es en Portugal. En 1977, y luego de ser analizado en
distintos foros, en Francia se aprueba una ley que obliga a las empresas

-21-
que superan un número determinado de trabajadores a elaborarlo.

En Latinoamérica pueden citarse los aportes colombianos y brasileros


sobre el tema. En Argentina, existe un interesante desarrollo teórico
aunque asistemático, con una implementación muy escasa. Cabe
10
Martínez, G. y Bialakowsky, A.: señalar que en 1975 un grupo de estudio surgido de un Seminario Inter­-
El balance social en las cooperativas, nacional organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Em-
Ediciones del Colegio de Graduados
en Cooperativismo y Mutualismo de presas (ACDE), elaboró una fórmula para el medio argentino. Deben
Buenos Aires, Argentina, 1984. mencionarse, además, las importantes contribuciones de autores como
el Dr. Dante Cra­cogna, William L. Chapman (citados anteriormente),
Gerardo Martínez y Alberto Bialakowsky.10

4.c Clasificación

Existen variados métodos y formas para procesar y exponer la


información de tipo social, cada uno con sus ventajas y desventajas. Su
enfoque y contenido dependen de las necesidades informativas de la
empresa y del medio, y varían según el marco jurídico-institucional y el
sistema político-económico en que la empresa se desarrolla.

Los modelos de balance social se pueden clasificar según distintos


criterios. A los fines de este trabajo se adoptan los que analiza la Dra.
Aitziber Mugarra Elorriaga en su tesis doctoral.11 Entre ellos se destaca la
clasificación propuesta por el Instituto Nacional de Industrias de España
11
Mugarra Elorriaga, A.: Balance (I.N.I.):
social cooperativo, tésis doctoral, Uni-
versidad de Deusto, Bilbao, España,
1995.
Según el destinatario
Balances sociales internos: aportan información a los directivos
y a los trabajadores de la empresa (agentes sociales internos).
Como ejemplo puede citarse el balance social impuesto por la
ley francesa de 1977.
Los balances sociales exclusivamente internos brindan informa-
ción más específica y analítica.

Balances sociales externos: están dirigidos a los interlocutores


sociales externos como la comunidad, el estado, los medios
de información, los clientes, etc. Son ejemplos de este tipo los
balances estadounidenses e ingleses.

Balances sociales mixtos: se reconocen como destinatarios a


ambos colectivos. Entre ellos pueden mencionarse algunas
experiencias alemanas.

Según su utilidad o finalidad


Instrumentos de relaciones públicas: tratan de lograr una mejor
imagen de la empresa.

Instrumentos de información empresarial: reúnen en un documen-

-22-
to único las informaciones hacia los distintos colectivos sociales
con los que la empresa se relaciona.

Instrumentos de gestión social integrada: incluyen además las


etapas de planificación y control.

Según quiénes lo elaboran

Este criterio diferencia el nivel de participación de los diversos actores


sociales en la determinación del objeto a analizar, en el modo de
realizarlo y en la evaluación de los resultados. Así se distinguen:

Balances sociales unilaterales: la labor recae en un sólo agente


social, generalmente los directivos de la empresa.

Balances sociales con participación parcial: se incorporan otros


agentes sociales en su elaboración, como los trabajadores o sus
representantes.

Balances sociales multilaterales: participa un número indetermi-


nado de agentes sociales, que tendría como límite utópico a
todos los que interactúan con la empresa. El problema de este tipo
de balances reside en cómo poder materializarlos en la práctica,
por la variedad de enfoques, necesidades de información, etc.

Según la obligatoriedad legal

Balances sociales obligatorios por ley: en países como Francia y


Portugal se establece la obligatoriedad de emitir balances socia-
les para empresas que emplean un número determinado de
trabajadores.

Balances sociales voluntarios: su emisión es facultativa para la


empresa.

La primer alternativa se presenta como una forma de asegurar la


emisión generalizada del balance social. Aporta al gobierno elementos
de planificación y control en el campo socio-económico. Las críticas a
la obligatoriedad impuesta por ley se centran en considerarla como una
nueva forma de intervencionismo estatal, y en la falta de flexibilidad que
presentan los modelos legales para incorporar avances metodológicos.

Propuestas intermedias sostienen que la legislación debe establecer un


contenido mínimo y pautas generales de confección.

Según el sector al que pertenece el ente

Se los distingue en balances sociales públicos y privados.

-23-
Según la cantidad de unidades de medida empleadas

Se los llama unidimensionales o multidimensionales. Algunas variables


pueden traducirse en dinero, en horas trabajadas, en cantidades físicas, etc.

Según la objetividad de sus mediciones

Se los diferencia entre modelos cuantitativos o cualitativos; numéricos o


no numéricos respectivamente.

Según su acercamiento a los modelos propuestos por la


contabilidad tradicional

Se los clasifica en contables y no contables. La última clasificación se


refiere, en sentido estricto, al enfoque de la contabilidad patrimonial.

Si se considera a la contabilidad en un enfoque más amplio, como una


disciplina social que abarca a la contabilidad patrimonial o financiera,
a la gerencial o administrativa, a la gubernamental o pública, a la
económica y a la social 12, es posible agrupar los balances sociales como
se propone a continuación:

12
García Casella Carlos L.: Distin- Modelos que presentan el enfoque de la "contabilidad patrimonial"
tas formas posibles de encarar la con-
tabilidad social como segmento conta-
ble. IV Congreso Latinoamericano de Estos modelos exponen la información totalmente cuantificada
investigación contable. Esquel-Buenos en unidades monetarias y respetando en muchos casos la partida
Aires, octubre1988, pág. 76.
doble. Entre ellos se pueden destacar: el estado del valor agrega-
do, el estado del excedente de la productividad global y el
balance socio-económico13.

Las críticas a estos modelos contables patrimoniales se centran


esencialmente en la dificultad, cuando no imposibilidad, de
cuantificar objetivamente, sobre todo en términos monetarios,
variables sociales tales como el clima laboral o la satisfacción con
13
Fernández Lorenzo, L., Geba, el empleo. Estas críticas se acentúan al tratar de cuantificar y
N., Montes, V. y Schaposnik, R.: Tipo-
logía del denominado balance social,
determinar la relación de costos-beneficios sociales. Las dificulta-
Revista del Instituto de la Cooperación des que presentan estos modelos han contribuido a que en la
Nº111, Fundación de Educación, Inves- práctica no se haya generalizado su uso exclusivo, y se presenten
tigación y Asistencia Técnica, Capital
Federal, Argentina, 1998. junto a otras formas de balance social.

Modelos que ofrecen enfoques diversos e incorporan otras unidades de


medida además de la monetaria.

Estos modelos, alejados en distinto grado del enfoque de la


contabilidad patrimonial, son más flexibles que los mencionados
anteriormente. En general resulta más comprensible para los
usuarios de este tipo de información, quienes no siempre cuentan
con conocimientos suficientes en relación con esta disciplina.

-24-
Resulta difícil identificar claramente cada uno de estos modelos.
Pero entre ellos pueden destacarse ciertos rasgos diferenciales, a
saber:

Informes sociales narrativos: con esta denominación se hace


referencia a modelos técnicamente sencillos, que se plasman en
documentos narrativos y que a veces incluyen gráficos, datos
cuantitativos, etc. Usualmente describen la acción social desarro-
llada por la empresa en un período determinado, utilizando varia-
das unidades de medida. Presentan las desventajas ya menciona-
das respecto de la información social incluida en la memoria que
acompaña a los estados contables tradicionales. (Ver Capítulo 3).

Informes sociales sistemáticos: en ellos se expresa la información


cuantificada a través de cuadros o matrices. Permiten detallar la
situación social de la empresa de una manera sistemática y
menos extensa que los narrativos. Estos modelos ordenan la infor-
mación de acuerdo a distintos criterios, adoptan variados enfo-
ques o emplean diferentes técnicas de medición.

Ordenamiento de la información: pueden ser cronológicos, en los


que se respeta el orden de ocurrencia de los hechos; por grado de
importancia relativa; y de auerdo a la prioridad de las metas
fijadas por la organización.

Enfoque de la "contabilidad por objetivos": para desarrollar este


enfoque deben definirse de manera clara y precisa los objetivos
económico-sociales a lograr por las distintas áreas de la empresa
y medir en qué grado se han alcanzado. Con esta finalidad, se
utilizan frecuentemente indicadores sociales. Para poder
implementarlo es necesario contar con un sistema de gestión
desarrollado. Se destaca su utilidad como instrumento de planifi-
cación, de gestión y también de control, integrando lo económi-
co con lo social. Su desventaja radica en el hecho de no permitir
análisis comparativos entre empresas cuando los objetivos consi-
derados son individuales, y en tener que definir qué información
puede hacerse pública.

Medición de la información a través de indicadores sociales: es


una técnica muy difundida para la medición de los fenómenos
económico-sociales. Consiste en utilizar distintos indicadores que
combinados entre sí, definen modelos de balance social. Esta
forma de presentar la información social surgió en la década del
60 en Estados Unidos y se extendió rápidamente a Europa. En un
comienzo se aplicó sólo en el ámbito estatal, ampliándose luego
a las empresas.

La utilidad de los indicadores radica en que son medidas cuanti-


ficadas que generalmente adoptan la forma de ratios o cocien-
tes, con los que se puede abordar aspectos cuanti y cualitativos
de las relaciones entre la empresa y sus distintos partícipes socia-
les. Pero estos aspectos muchas veces aluden a propiedades que
no son mensurables en forma directa, como el clima laboral. Para

-25-
poder medirlos debe definirse la variable a medir, la dimensión o
aspecto relevante de la misma, no medible directamente, y los
indicadores. Estos indicadores, que representan una forma de
medición concreta, pueden ser:

* Objetivos o cuantitativos, se refieren a hechos o elementos


cuantifi­cables o mensurables, como la remuneración de los traba-
jadores.

* Subjetivos o cualitativos, cuando se mide la opinión que los a­gen-


tes sociales (tomados individual o colectivamente) tienen de los
aspectos a estudiar, por ejemplo el grado de satisfacción de los
trabajadores respecto de las remuneraciones percibidas. Para
poder relevarlos generalmente se realizan encuestas de opinión.

Si bien la medición a través de indicadores demanda un esfuerzo


adicional, presenta ciertas ventajas que lo convierten en uno de los
instrumentos más utilizados a la hora de plantear el balance social:

• pueden emplear datos provistos por el sistema contable,


• son comprensibles por la mayoría de los usuarios, y
• permiten elaborar modelos homogéneos, lo que los torna com-
parables.

5. BALANCE SOCIAL COOPERATIVO

5.a Concepto
La sociedad actual valora a los países capaces de ofrecer con equi-
dad, mayor bienestar a sus habitantes, y a las organizaciones que
contribuyen en forma responsable al desarrollo social de sus comunida-
des. Se reconoce también a nivel mundial, la importancia de que las
empresas y otros tipos de organizaciones brinden información sobre las
consecuencias sociales de su accionar a través de los denominados
balances sociales.

Si muchas empresas capitalistas -cuyo objetivo principal es maximizar


ganancias- formulan balances sociales, más aún debieran hacerlo las
cooperativas, que desde su concepción, se organizan y funcionan de
acuerdo a un sistema de valores y principios comunes a todas ellas. Estos
valores y principios cooperativos están consensuados y explícitamente
formulados por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Este organis-
mo, que representa a las cooperativas a nivel mundial, en el Congreso
realizado en Manchester en 1995 aprobó una declaración sobre la
identidad cooperativa. El concepto totalizador de identidad coopera-
tiva comprende:

-26-
Definición
“Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se
unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones
económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empre-
sa de propiedad conjunta democráticamente gestionada”

Valores cooperativos
“Las cooperativas se basan en los siguientes valores: autoayuda,
autorespon­sa­bilidad, democracia, i­gual­dad, equidad y solidaridad. De
acuerdo a la tradición de los fundadores, los asociados de las coopera-
tivas sostienen los valores éticos de: honestidad, apertura, responsabili-
dad social y preocupación por los demás”. (Resaltado nuestro).

Principios cooperativos
“Los principios cooperativos son pautas generales por medio de las
cuales las cooperativas ponen en práctica sus valores:
Asociación voluntaria y abierta
Control democrático por los asociados
Participación económica de los asociados
Autonomía e independencia
Educación, capacitacion e información
Cooperacion entre cooperativas
Preocupación por la comunidad.” 14
14
Alianza Cooperativa Interna-
cional: Los Principios Cooperativos
para el Siglo XXI, INTERCOOP Edit.
Cooperativa Ltda. Bs As, Argentina, En Argentina, las cooperativas se rigen por la ley Nº 20337/73, que las
1997, pág. 9. Su enunciación consta
en el Anexo I del Modelo de Balance define como “entidades fundadas en el esfuerzo propio y la ayuda
Social Cooperativo. mutua para organizar y prestar servicios”. Las cooperativas, según el
artículo 2 de la citada ley, reúnen características especiales que las
diferencian de las empresas lucrativas, tales como: la participación
democrática de los asociados en el gobierno y en el control, concedién-
dole un solo voto, cualquiera sea el número de sus cuotas sociales; la
libre adhesión a la misma; la colaboración entre cooperativas; la
promoción de la educación y capacitación cooperativas; la distribu-
ción de excedentes en proporción al uso de los servicios sociales; la
irrepartibilidad de sus reservas y el destino desinteresado del sobrante
patrimonial en caso de liquidación.

La naturaleza cooperativa impone informar a los asociados sobre aque-


llos aspectos que hacen a su esencia netamente social. La ley de
cooperativas vigente en Argentina, establece la obligatoriedad de
informar sobre:

• su situación patrimonial y los resultados de la gestión a través de


los estados contables tradicionales, y
• el cumplimiento de dos principios cooperativos: Integración y
educación cooperativa en la memoria anual del consejo de administra-
ción.

Mientras se observa una tradición contable que informa sobre el empleo


de los recursos con que cuenta la cooperativa y sobre los resultados

-27-
“económicos” de la gestión, no existe un sistema de información integral
que dé cuenta de sus finalidades sociales.

Para obtener una información más completa sobre el accionar social-


mente responsable de la cooperativa y poner de manifiesto su identi-
dad, es necesario complementar la que brindan los estados contables
tradicionales. Una información metódica y sistemática sobre el cumpli-
miento de los fines sociales se puede brindar a través de la emisión de
los denominados balances sociales.

El último Congreso argentino de la cooperación realizado en 1989 avala


la necesidad de confeccionar el balance social, al propiciar “la
formulación concreta por parte de las cooperativas del denominado
balance social en el cual, entre otros importantes datos y conceptos, se
efectúe una detallada evaluación de las realizaciones en el campo de
la educación cooperativa, como base del planeamiento de este tipo
de actividades y del informe final anual a remitir a las entidades
cooperativas de grado superior”.15
15
Congreso Argentino de la
Cooperación, op. cit.
Los autores G. Martínez y A. Bialakowsky sostienen que el balance social
cooperativo “consiste básicamente en reunir, sistematizar y evaluar la
información que corresponde a las dimensiones sociales que hacen a la
naturaleza y a los fines de la actividad cooperativa, volcada en un
documento de alcance público, donde se pueden cuantificar los datos
mediante el elemento operativo del balance social que son los indicadores
sociales. Un control periódico de esta información, lo más amplio, preciso y
objetivo posible constituye un Balance Social Cooperativo”.16
16
Martínez G. y Bialakowsky, A.:
El balance Social en las Cooperati-
vas, Ediciones Colegio de Gradua- A los fines de este trabajo, se considera balance social cooperativo al
dos en Cooperativismo y Mutualismo, informe que surge del sistema de información socioeconómico de la
Buenos Aires, Argentina, 1984, pág.
34.
cooperativa. Su finalidad es brindar información metódica y sistemática
referida a la responsabilidad social asumida y ejercida por la misma, en
concordancia con su propia identidad.

El balance social es una herramienta imprescindible de información


sistemática de los esfuerzos sociales emprendidos por la cooperativa, de
su planificación estratégica y su control. Las cooperativas genuinas
encontrarán en él la oportunidad de reflejar la contribución social que
realizan en favor de sus asociados, empleados, otras cooperativas y
federaciones, y de la comunidad en la que se insertan. Si su emisión se
generaliza, los organismos competentes del Estado contarán con un
aporte de información invalorable para el desarrollo, planificación,
fomento y control de las cooperativas, proveniente del propio sector.

5. b Antecedentes de aplicación
El sector cooperativo, por su especial naturaleza, debería ser uno de los
más interesados y comprometidos en brindar información social, y más
aún de exponerla a través de la emisión de balances sociales. Como
prueba de ello, pueden mencionarse las aportaciones prácticas que se
han realizado en cooperativas europeas de Francia, Alemania, Suiza,
Italia, Portugal y España.

En Argentina se tiene conocimiento de experiencias, algunas de las

-28-
cuales se mencionan a continuación:

• La cooperativa COMI de medicina prepaga de Capital Federal que


aplicó el modelo propuesto por los autores citados en este trabajo G.
Martínez y A. Bialakowsky.

• La cooperativa Avenida Vélez Sarsfield de Vivienda Ltda. de Mun­ro,


que a partir de 1983 ha emitido junto a sus estados contables un informe
narrativo denominado balance social. Esta experiencia se discontinuó,
al igual que la de la cooperativa COMI.

• La cooperativa de trabajo Ferrograf de La Plata implementó para el


ejercicio 1996/97, la versión preliminar del modelo propuesto por el
equipo del que forman parte las autoras de este trabajo. Sus aportes y
comentarios han sido de gran utilidad para perfeccionar el menciona-
do modelo.

5.c Necesidad de un modelo tipo


de balance social cooperativo
Si bien se reconoce el esfuerzo adicional que implica para las coo­ -
pe­rativas emitir información de tipo social en forma sistemática y nor­-
malizada, se considera que dicha información ofrece ventajas que su­-
peran con creces los inconvenientes que podría ocasionar su imple-
mentación.

Según afirma R. Louis “la eficacia a corto y largo plazo exige, pues, que
los documentos elaborados por los cooperativistas y que se someten a
su consideración presenten una verdadera uniformidad que permita
a todos los miembros de un movimiento reconocer la situación de las
empresas, es decir saber si las cooperativas cumplen o no las obligacio-
nes que les son propias en virtud de su carácter específico con respecto
al personal que emplean, a su medio ambiente inmediato y al movi-
miento cooperativo en general”17.
17
Louis, R.: Balance Social. Balan- La presentación periódica y sistemática del balance social a través de
ce cooperativo, Teoría y Métodos del
Servicio de Cooperativas de la O.I.T., un modelo de contenidos mínimos, común a todas las cooperativas,
Ginebra, 1976, pág. 13. resulta de gran utilidad porque:

• permite la autoevaluación por parte de las cooperativas,


• pone de manifiesto la evolución operada en la cooperativa a
través del tiempo,
• facilita la comparación entre distintas cooperativas,
• evita que se manipule la información,
• ofrece información socioeconómica homogénea.

-29-
6. DESCRIPCIÓN DEL MODELO

Como una forma de dar respuesta al requerimiento del Congreso


Argentino de la Cooperación realizado en 1989 en la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata, se han
acreditado sucesivamente dos proyectos de investigación, de los que
participaron las autoras de este trabajo, bajo la co-dirección de la Dra.
Teresa Novarese de Nieto:

• Balance social para cooperativas de trabajo con referencia a


educación cooperativa (1995).
• Balance social cooperativo integral (1996/97).

Entre los objetivos de este último proyecto, pueden citarse los siguientes:

1) Desarrollar un marco teórico de referencia sobre el tema.


2) Dotar al movimiento cooperativo de una herramienta que
permita medir el impacto social de la gestión empresarial y de las
actividades en el campo de la promoción humana.
3) Diseñar un modelo tipo de balance social cooperativo.

6.a Finalidad del modelo


Al modelo de balance social cooperativo se lo concibe como instru-
mento de información empresarial dirigido hacia los distintos colectivos
con los que la cooperativa se relaciona, y tiene por finalidad:

Poner de manifiesto la identidad cooperativa.


Brindar información sobre la responsabilidad social asumida y
ejercida por la cooperativa.
Favorecer la planificación, presupuestación y control sociales
tanto a nivel micro como macroeconómico.
Difundir los beneficios de la cooperación.

El cumplimiento de los objetivos propuestos en el modelo es posible ya


que las cooperativas se nutren de un sistema de valores y principios
comunes a todas ellas.

6.b Fundamentos
Formular un modelo de balance social aplicable a todo tipo de coope-
rativas representa un desafío, más aún si se pretende que el mismo se
transforme en un instrumento de información útil para todo el sector y
para la comunidad.

Para dar respuesta a este desafío, se ha tenido en cuenta la concepción


de balance cooperativo de R. Louis, quien lo propone como una serie de

-30-
respuestas precisas a preguntas relativas a la aplicación de los principios
cooperativos. “Esta manera de establecerlo, además de permitir una
comparación válida entre cooperativas de diversos tipos (e incluso de
diferentes países), ofrecería, entre otras ventajas”, las que pueden
resumirse en:

• mostrar cuáles son eventualmente los obstáculos a la aplicación


de los principios cooperativos,
• hacer del balance cooperativo un medio de formación coope-
rativa de los asociados, y de información cooperativa de los no
cooperadores,
• permitir que se establezca el perfil de cada cooperativa, así
como conocer el lugar que le corresponde en su sector de
actividades y en la totalidad del movimiento cooperativo.18
18
Louis, R.: Balance Social. Balan-
ce cooperativo, Teoría y Métodos del
Servicio de Cooperativas de la O.I.T.,
En el mismo orden de ideas se suma la opinión del Dr. Dante Cracogna,
Ginebra, 1976, pág. 13-14. quien sostiene que “el balance social de las cooperativas habrá de estar
referido a:

• los principios cooperativos: en cuanto a su realización conforme con


indicadores precisos que se determinen para cada uno de ellos; y

• presupuesto social: cumplimiento del programa trazado por las coo-


perativas en relación con sus particulares circunstancias de personal,
asociados, otras cooperativas y comunidad en general, con indicado-
res singularizados para cada caso”.19
19
Cracogna, D.: La Eficiencia
Social de las Cooperativas y su Evalua-
ción, en Basañes J.C. y otros: La efi- En concordancia con los conceptos antes vertidos, para la elaboración de
ciencia de las Cooperativas, IN- este modelo de balance social, se parte de la hipótesis de que los Principios
TERCOOP Editora Cooperativa
Ltda., Buenos Aires, Argentina, 1981. Cooperativos constituyen un marco común de referencia para evaluar,
a través de su cumplimiento, la responsabilidad social asumida y ejer-
20
Novarese de Nieto, T. y Fernán­ cida por las cooperativas resaltando su propia identidad.20
dez Lorenzo, L.: Balance Social en Coo-
perativas de Trabajo. Propuesta para
el Área Educación y Capacitación,
XVI Jornadas Universitarias de Conta-
bilidad, Resistencia, Argentina, 1995.

6.c Características del modelo


Se plantea un modelo de balance social alejado de los modelos
contables tradicionales o patrimoniales adaptado a la realidad argen-
tina, que incorpora el enfoque de la Contabilidad por Objetivos y
presenta la información a través de indicadores socioeconómicos.

Enfoque de la contabilidad por objetivos


Resulta necesario que las cooperativas, al cierre de cada ejercicio,
realicen su planificación socioeconómica y elaboren un presupuesto
social para el período siguiente. Esto les permite conocer de antemano
las posibilidades con que cuentan y los compromisos que adquieren en el
plano social. A esto se denomina responsabilidad social asumida.

En su planificación social la cooperativa debe asignar importancia


relativa a sus objetivos y metas, para evitar una manipulación a posteriori,
una vez obtenidos los resultados. Si no establece prioridades, se interpre-

-31-
ta que todos tienen el mismo peso relativo. Las metas deben ser concre-
tas, cuantificadas, realistas, evaluables y alcanzables en el período
propuesto.

Los programas sociales indican en forma literaria qué se va a realizar, y


los presupuestos sociales establecen una asignación monetaria para la
ejecución de cada uno de ellos.

Con este enfoque es posible evaluar el desempeño de la cooperativa,


comparando las metas propuestas o planificadas con la gestión social
desarrollada y los resultados obtenidos.

Medición a través de indicadores socioeconómicos


El modelo propuesto se basa en la medición del cumplimiento de los
principios cooperativos a través de. indicadores. socioeconómicos
cuantitativos y cualitativos, expresados en diferentes unidades de me-
dida.

De acuerdo al marco teórico explicitado anteriormente, se definen


dimensiones o variables teóricas para cada principio cooperativo. Éstas
representan aspectos teóricos relevantes, no medibles en forma direc-
ta, que permiten inferir el cumplimiento del principio por parte de la
cooperativa.

A los efectos de traducir las dimensiones a conceptos mensurables y


comparables, se las define en términos de variables empíricas a las que
se denomina indicadores. Los indicadores representan conceptos o
relaciones cuantificables, vinculados con las dimensiones considera-
das.

Para la selección de los indicadores se han considerado los experimen-


tados con más frecuencia a nivel mundial, se han consultado opiniones
de cooperativistas, y se han tenido especialmente en cuenta los co-
mentarios y sugerencias realizados por la .Cooperativa de trabajo
Ferrograf de La Plata al aplicar la versión preliminar de este modelo.

A modo de ejemplo, para el segundo principio cooperativo se puede


seleccionar como dimensión la participación en la gestión (indicada
con letra minúscula) y como indicador de la misma, la asistencia a las
asambleas (señalado con número arábigo). Esto puede presentarse del
siguiente modo:

Principio II: Control democrático por los asociados


II.a: Participación y gestión democrática
II.a.1: Asistencia a asambleas

6.d Alcance
Se presenta un modelo de Balance Social aplicable a todo tipo de
cooperativas, con independencia de la etapa de desarrollo en la que
se encuentren. Preferentemente está destinado a cooperativas de
base o de primer grado, debiendo realizarse adaptaciones cuando las

-32-
circunstancias así lo requieran (cooperativas con más de 5000 asocia-
dos, cooperativas de grado superior, etc.).

Es de suma importancia que cada cooperativa ponga de manifiesto sus


características distintivas o las circunstancias especiales por las que atraviesa.

6.e Periodicidad
Teniendo en cuenta el tipo de información a suministrar, se considera
conveniente su presentación al finalizar cada ejercicio junto a los
estados contables legalmente exigidos. En la Argentina, para estos
últimos, se debe dar cumplimento a lo establecido en el capítulo V y
concordantes de la Ley 20.337 sobre cooperativas, referidos a la memo-
ria, balance general, estado de resultados y demás cuadros anexos.

6.f Participación en la elaboración


Se considera conveniente constituir un consejo social o comisión especial
creado al efecto por la asamblea, e independiente del consejo de administra-
ción. Este órgano se encargará de elaborar el balance social y de elevarlo al
síndico o comisión fiscalizadora y al consejo de administración. Estos informarán
a la asamblea, que será en última instancia la que decida al respecto.

Es recomendable que el órgano encargado de confeccionar el balan-


ce social no sea el mismo que lo evalúe.

6.g Obligatoriedad
Teniendo en cuenta la actual inexistencia de un tratamiento legal del
tema y la escasa experiencia en cuanto a su implementación práctica,
se considera que su presentación, por lo menos en un principio, no
debería ser obligatoria, en Argentina.

Una vez superada esta etapa, y para asegurar su emisión generalizada, se
propone incorporar a la legislación cooperativa la obligación de presentar
junto a los estados contables, un balance social.

6.h Destinatarios
El modelo de balance social cooperativo ofrece información tanto a los
agentes sociales internos (directivos, asociados, trabajadores, etc.)
como a los externos (clientes, proveedores, federaciones, estado, co-
munidad, etc.).

El balance social interesa primariamente a los agentes internos. A través


de él, se conocerá el grado de cumplimiento de los principios coopera-
tivos y de las metas sociales definidas en la planificación socioeconómica
anual. Con él se dispone de un elemento de autosuperación importante

-33-
que permite evaluar e implementar medidas correctivas, en caso de
corresponder.

Interesa también a los agentes sociales externos, pues les ofrece una
idea más acabada de la organización; a los organismos de segundo
y tercer grado, para reforzar su función intercooperativa; y al Estado para
desarrollar sus planes y estrategias sociales.

6.i Contenido
La cooperativa, por su especial naturaleza, constituye un sistema donde
se entrelazan procesos económicos y sociales. Por tal razón, este modelo
de balance social combina ambos tipos de información para dar una
imagen lo más acabada posible.

Es recomendable que cada cooperativa que intente la imple­ men­


tación de este u otro modelo de balance social, organice un sistema de
información social integrado con el contable. Este sistema, al procesar
adecuadamente los datos, permite obtener información elaborada
que se expone a través de informes socioeconómicos internos y exter-
nos, según sean sus destinatarios.

La simplicidad y claridad conceptual en la implementación del modelo


de balance social cooperativo es esencial. Con tal propósito, los indica-
dores de esta propuesta se exponen a través de magnitudes o cantida-
des y su relación porcentual con los totales respectivos. Esta información
debe presentarse en forma comparativa como mínimo con la del
ejercicio inmediato anterior.

Los indicadores propuestos constituyen la. información socioe­co­nó­mica


básica que toda cooperativa debería elaborar y presentar a los fines de
posibilitar su comparación. Se seleccionaron los indicadores más rele-
vantes, ya que una información excesiva puede oscurecer lo que se
pretende medir y puede obstaculizar su efectiva implementación. No
obstante ello, es un modelo flexible que puede complementarse con
indicadores adicionales, siempre que se respete su integridad.

En la medida en que esta herramienta acompañe la vida institucional


de la cooperativa, puede desarrollar mayor complejidad y proyectarse
a otros interlocutores sociales.

A este modelo se lo denomina “balance social cooperativo integral”


porque combina información social y económica tanto para el área
interna como externa de la cooperativa considerada como un todo.
Consta de dos informes básicos: el balance social y el informe social
interno, acompañados de información complementaria y fundamentos
y pautas para su elaboración.

En ambos informes básicos, la información se agrupa de acuerdo a los


principios cooperativos vigentes. Se considera cada principio por sepa-
rado atendiendo a una necesidad metodológica, pero debe hacerse
21
Alianza Cooperativa Interna- la salvedad que no son independientes unos de otros. Por ello las
cional: Los Principios Cooperativos cooperativas no deben ser evaluadas en base a uno de ellos sino por la
para el Siglo XXI, op. cit., pág. 29-30.
manera en que adhieren a los mismos como una totalidad. 21

-34-
El balance social presenta información socioe­ conó­
mica, en forma
sintética, a través de indicadores objetivos o cuantitativos que se
agrupan de la siguiente forma:

• Estructura socio laboral: Clasifica a los integrantes de la coopera-


tiva según variables socio-demográficas, tales como edad, sexo,
nivel de instrucción. Ofrece un marco de referencia para la com-
prensión del resto de los indicadores.
• Cuadro con indicadores cuantitativos de cumplimiento de los
principios cooperativos: Para cada principio cooperativo se defi-
nen dimensiones a medir a través de indicadores. Estos indicadores
se agrupan por dimensión dentro de cada principio cooperativo, en
respuesta a una necesidad metodológica. Se basan preferente-
mente en la información primaria de cada cooperativa (registros
contables, libros de actas de asambleas, registros de asistencia a
reuniones institucionales, etc.) a fin de asegurar su confia­
bili­
dad y
objetividad.

Es recomendable que este Informe sea aprobado por la asamblea


anual ordinaria y se exponga junto a los estados contables básicos. Sus
destinatarios son tanto internos como externos a la cooperativa.
El informe social interno recurre a indicadores cualitativos que resul-
tan necesarios para conocer la opinión de los asociados y trabajadores
sobre el cumplimiento de los principios cooperativos. Muestra aspectos
difícilmente cuantificables de otro modo. Estos indicadores se basan en
información obtenida a través de encuestas de opinión, en las que los
asociados y trabajadores deben responder en forma anónima a un
cuestionario. El mismo consta de una serie de preguntas, cada una con
cinco alternativas de respuestas posibles. Al procesar los datos obteni-
dos, debe agregarse a la última alternativa de respuesta -no sabe- la
cantidad de asociados o trabajadores que no respondieron. Los
encuestados tienen además la posibilidad de presentar sugerencias o
propuestas.

La información presentada en este informe está originariamente desti-
nada a los agentes sociales internos por ser de tipo confidencial, siendo
decisión de la cooperativa hacerla pública. Es recomendable que se la
analice detenidamente y se intercambien opiniones a fin de proponer
mecanismos correctivos en caso de corresponder. Este proceso contri-
buye a la autosuperación de la cooperativa y al afianzamiento de su
identidad, aspectos que de lograrse, se reflejarán probablemente en los
indicadores objetivos del balance social.

La información complementaria comprende aquella que no está inclui-


da en los informes sociales básicos y que es necesaria para su mejor
interpretación. Puede referirse a:

• características especiales de la cooperativa, del entorno o de los


hechos informados;
• situaciones extraordinarias y/o sujetas a acontecimientos futuros; y
• cualquier otra circunstancia que pudiera afectar significativa-
mente la evaluación y toma de decisiones.

-35-
Forma parte integrante de los informes y se presenta en su encabe-
zamiento y/o a través de notas, cuadros, anexos, etc., debidamente
referenciados.

Tanto el balance social como el informe social interno contienen,


entre otros, un anexo referido a la identidad cooperativa enunciada por
la Alianza Cooperativa Internacional en 1995.

El informe social interno presenta —además del mencionado y


otros que la cooperativa juzgue necesarios— dos anexos con los cues-
tionarios de las encuestas a asociados y trabajadores.

En los fundamentos se exponen las razones teóricas y doctrinarias


tenidas en cuenta para la selección de dimensiones e indicadores. Las
pautas de elaboración ofrecen comentarios sobre el modo de calcular
cantidades y porcentajes, con expresas sugerencias para las coopera-
tivas de trabajo. Se indica, además, la fuente donde es posible hallar los
datos para su elaboración.

6.j Exposición
El balance social cooperativo integral debe ser tratado y aprobado por
la asamblea anual ordinaria.

Se propone que el balance social se exponga junto a los Estados


contables básicos, por estar destinado tanto al área interna como
externa.

El informe social interno, como su nombre lo indica, está destinado al


área interna de la cooperativa y no se da a publicidad salvo que la
asamblea así lo disponga.

La elaboración y presentación de ambos informes debe realizarse


respetando las características particulares y generales de toda informa-
ción, entre las que se destacan: utilidad, equidad, confiabilidad, pro-
ductividad y periodicidad.

-36-
6.k Estructura
El modelo de Balance Social Cooperativo Integral presenta la siguiente
estructura:

Balance Social
Cooperativo Integral

-37-
-38-
Parte II
Modelo de balance social cooperativo integral

-39-
-40-
ESQUEMA GENERAL

-41-
-42-
ESQUEMA GENERAL
La información del balance social cooperativo Integral se presenta
en forma de cuadros, por medio de indicadores expresados en cantida-
des y porcentajes, referidos al ejercicio en curso y al inmediato anterior.
Es muy importante que los cuadros estén acompañados de la informa-
ción complementaria que se considere útil para su mejor comprensión.
Esta información, que se expresa en notas y anexos, se puede referir a
características particulares de la cooperativa o de su entorno, a situa-
ciones especiales por las que atraviesa la cooperativa, o a cualquier
otra circunstancia que pudiera afectar significativamente su interpreta-
ción. Debe hacerse referencia a ella en los cuadros respectivos. Para
facilitar la tarea de confección se adjuntan al modelo los fundamentos
y pautas para su elaboración.

El balance social cooperativo integral consta de dos informes


básicos: el balance social y el informe social interno.

El balance social se dirige a las áreas interna y externa de la


cooperativa, y se presenta por medio de indicadores cuantitativos. Se
considera conveniente su publicación junto a los estados contables de
presentación obligatoria. En caso de que ello no ocurra, debe ir prece-
dido de un encabezamiento similar al de los estados antes citados,
donde se identifique a la cooperativa.

El informe social interno está destinado originariamente al área


interna de la cooperativa, y se expresa por medio de indicadores
cualitativos. Si la cooperativa estima conveniente publicarlo junto al
balance social, se sugiere no incluir en esta sección el Anexo I sobre
identidad cooperativa, para no duplicar información.

En vista de la importancia que reviste comenzar a emitir información


social, en caso de que la cooperativa no cuente con la totalidad de los
datos requeridos para su elaboración se sugiere:

• presentar la información con los datos disponibles al momento de


la confección del balance social;

• implementar los procedimientos que se considere más adecua-


dos para completar los datos faltantes en el futuro más cercano posible.

-43-
-44-
BALANCE SOCIAL

-45-
BALANCE SOCIAL

Estructura socio-laboral de la cooperativa

-46-
BALANCE SOCIAL Indicadores cuantitativos de cumplimiento
de los principios cooperativos

-47-
Indicadores cuantitativos de cumplimiento BALANCE SOCIAL

de los principios cooperativos

-48-
BALANCE SOCIAL Indicadores cuantitativos de cumplimiento
de los principios cooperativos

-49-
Indicadores cuantitativos de cumplimiento BALANCE SOCIAL

de los principios cooperativos

-50-
ANEXO 1:
IDENTIDAD COOPERATIVA

Definición
Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se unen
voluntariamente para satisfacer sus comunes necesidades y aspiracio-
nes económicas, sociales y culturales por medio de una empresa de
propiedad conjunta, democráticamente gobernada.

Valores cooperativos
Las cooperativas se basan en los siguientes valores: autoayuda,
autoresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad.
De acuerdo a la tradición de los fundadores, los asociados de las
cooperativas sostienen los valores éticos de: honestidad, apertura,
respon­sabilidad social y preocupación por los demás.

Principios cooperativos
Los principios cooperativos son pautas generales por medio de las
cuales las cooperativas ponen en práctica sus valores:

1. ASOCIACIÓN VOLUNTARIA Y ABIERTA


Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las
personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las
responsabilidades de asociarse, sin discriminaciones raciales, políticas,
religiosas, sociales y de género.

2. CONTROL DEMOCRÁTICO POR LOS ASOCIADOS


Las cooperativas son organizaciones democráticamente administradas
por sus asociados, quienes participan activamente en la fijación
de políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos
como representantes son responsables ante los asociados. En las coope-
rativas primarias los asociados tienen iguales derechos de voto (un
asociado, un voto) y las cooperativas de otros niveles se organizan
asimismo en forma democrática.

3. PARTICIPACIÓN ECONÓMICA DE LOS ASOCIADOS


Los asociados contribuyen equitativamente a la formación del capital
de su cooperativa y lo administran democráticamente. Por lo general,
al menos una parte de ese capital es propiedad común de la coopera-
tiva. Los asociados suelen recibir una compensación limitada, si acaso
alguna, sobre el capital suscripto como condición para asociarse.
Destinan los excedentes a todos o alguno de los siguientes fines: el
desarrollo de la cooperativa, posiblemente mediante la constitución de
reservas de las cuales una parte al menos debe ser indivisible; la distribu-
ción a los asociados en proporción a sus operaciones con la cooperativa
y el apoyo a otras actividades aprobadas por los asociados.

-51-
4. AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA
Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda admi-
nistradas por sus asociados. Si intervienen en acuerdos con otras orga-
nizaciones, incluidos los gobiernos, o captan capital de fuentes exter-
nas, lo hacen en términos que aseguren el control por parte de los
asociados y mantengan su autonomía cooperativa.

5. EDUCACIÓN, CAPACITACIÓN E INFORMACIÓN


Las cooperativas brindan educación y capacitación a sus asociados,
representantes elegidos, funcionarios y empleados, de manera que
puedan contribuir efectivamente al desarrollo de ellas. Informan al
público en general, particularmente a los jóvenes y a los líderes de
opinión, acerca de la naturaleza y los beneficios de la cooperación.

6. COOPERACIÓN ENTRE COOPERATIVAS


Las cooperativas sirven más eficientemente a sus asociados y fortalecen
al movimiento cooperativo trabajando mancomunadamente a través
de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.

7. PREOCUPACIÓN POR LA COMUNIDAD


A la vez que atienden las necesidades de sus asociados, las cooperati-
vas trabajan en pro del desarrollo sustentable de sus comunidades
mediante políticas aprobadas por aquéllos (22).

22
Alianza Cooperativa Interna-
cional: Declaración sobre la Identidad
Cooperativa. En: Los Principios Coope-
rativos para el siglo XXI. INTERCOOP
Edit. Cooperativa Ltda., Buenos Aires,
Argentina, 1997, pág. 9/12.

-52-
FUNDAMENTOS Y PAUTAS DE ELABORACIÓN
DEL BALANCE SOCIAL

Estructura socio-laboral de la cooperativa


La estructura sociolaboral ofrece un marco de referencia para el análisis
y comprensión del balance social cooperativo integral. Muestra la com-
posición interna de la cooperativa integrada por asociados y trabajado-
res.

La clasificación de los asociados y trabajadores se realiza según variables


sociodemográficas tales como tipo de personas, edad, nacionalidad,
etc. Con referencia a las variables edad y antigüedad es importante
definir intervalos iguales, a fin de permitir y facilitar su comparación.

En las cooperativas de trabajo coinciden ambas categorías de integran-


tes porque los asociados necesariamente tienen que ser trabajadores.
Además, debe tenerse en cuenta que a estas cooperativas sólo pueden
asociarse personas físicas, no jurídicas. Con relación a los trabajadores, es
conveniente diferenciar entre los empleados en relación de dependen-
cia y los vinculados a la cooperativa a través de otro tipo de relaciones
laborales. Si existen vínculos laborales tales como trabajo en período de
prueba, trabajo estacional, etc. (Resol. 360/75 del INAC, Instituto Nacio-
nal de Acción Cooperativa, hoy INACyM, Instituto Nacional de Acción
Cooperativa y Mutual) o de otra naturaleza, siempre que su cantidad sea
significativa es aconsejable exponerlos en forma separada.

Determinación de cantidades y porcentajes

:
(1) Desagregada de acuerdo a
las alternativas sugeridas.

Cuadros con indicadores cuantitativos de cumpli-


miento de principios cooperativos

Esta sección del balance social se propone mostrar el grado de cumpli-
miento de los Principios Cooperativos en las dimensiones seleccionadas,
mediante la utilización de indicadores cuantitativos obtenidos de fuen-
tes objetivas tales como documentos, registros, comprobantes, etc. Se
recomienda incluir como información complementaria un Anexo en el
que conste la identidad cooperativa (definición de cooperativa, enun-
ciado de valores y principios cooperativos de la Alianza Cooperativa

-53-
Internacional). Al mencionar cada principio en el cuadro, debe hacer-
se referencia al Anexo correspondiente.

Principio I: Asociación voluntaria y abierta

I.a. Apertura cooperativa


En cumplimiento de este principio, las cooperativas deben procurar que
no existan barreras que impidan el libre ingreso y egreso de asociados.

I.a.1 Ingreso y egreso de asociados

Se pone de manifiesto con este indicador el ingreso y egreso de


asociados producidos durante el ejercicio. La política de ingresos de-
pende de innumerables factores entre los que se pueden destacar la
situación económico-financiera (tanto del contexto general como de la
cooperativa en particular) y las características del servicio que se presta.
En consecuencia, el hecho de que los ingresos existan muestra cierto
grado de expansión y apertura, pero su inexistencia no implica necesa-
riamente el incumplimiento del principio.

• Ingreso de asociados

• Egreso de asociados

I.a.2 Causas de egreso de asociados

El indicador en I.a.1 muestra sólo la cantidad de egresos. Un conoci-


miento de gran interés lo brinda el dato de las causas que motivaron el
alejamiento de los asociados de la cooperativa.

-54-
Principio II. Control democrático por los asociados

II.a. Participación y gestión democrática

Se considera que una de las formas más efectivas para que el asociado
pueda ejercer el control democrático se concreta con la participación
activa en las asambleas, en las que se fijan políticas y se toman
decisiones.

Es importante aclarar que cuando en los indicadores sugeridos para


esta dimensión se menciona a los asociados, deben computarse sólo
aquellos que se encuentran habilitados para ejercer sus derechos.

II.a.1 Asistencia a asambleas

• Asistentes a asamblea ordinaria

(2) A la fecha de la asamblea


ordinaria

•Promedio de asistentes a asambleas extraordinarias

asambleas

(3) A la fecha de las respectivas


asambleas extraordinarias

-55-
II.a.2 Hombres y mujeres en cargos institucionales

La Alianza Cooperativa Internacional sostiene que “las cooperativas


deberían asegurar que en sus programas de educación y desarrollo de
dirigentes, hasta donde sea posible, intervengan igual número de
mujeres y de hombres” . Con este fundamento se propone medir la
participación de ambos sexos en cargos institucionales y jerárquicos.

II.a.3 Hombres y mujeres en cargos jerárquicos

II.b. Información

Para que la participación activa se concrete y se pueda ejercer respon-


sablemente el derecho al voto, el asociado debe contar con informa-
ción adecuada. La cooperativa contribuye al logro de este objetivo si
implementa canales permanentes de comunicación, en los que no se
distorsionen los mensajes y a los que tengan acceso la totalidad de los
asociados y/o trabajadores (área interna).

Es relevante conocer cuánto invierte la cooperativa en brindar informa-


ción a los asociados para ejercer sus derechos y asumir sus obligaciones
en plenitud.

Se presenta también el monto invertido en información destinada a


trabajadores y público en general en razón de no hacerlo
específicamente en el Principio V, .y porque resulta de interés su compa-
ración con la información dirigida a los asociados.

-56-
II.b.1 Inversión en información

Principio III. Participación económica de los asociados

III.a. Remuneración a los asociados


por sus aportes financieros
A través de los estados contables es posible conocer la participación de
los asociados en el financiamiento de la cooperativa, mediante aportes de
capital o préstamos.

Los indicadores informan cuánto y cómo es la compensación o interés a los


aportes financieros de los asociados, en caso de que exista. La remunera-
ción a los aportes financieros puede favorecer o estimular la participación
económica de los asociados.

III.a.1 Remuneración a cuotas sociales y préstamos

(4) Tasa media de interés para


operaciones de plazo fijo a 360 días del
Banco de la Nación Argentina, o en su
defecto tasa promedio del mercado,
en el ejercicio.

III.b. Política social interna de la cooperativa

El clima social interno influye en la calidad de los servicios prestados


a los asociados y en el desarrollo presente y futuro de la cooperativa. Es
por esto que se propone medir -a través de indicadores- aspectos de la

-57-
política social de la cooperativa referidos a los asociados y trabajadores
(área interna) y sus respectivos grupos familiares.

III.b.1 Servicios sociales a asociados y trabajadores

Los servicios sociales pueden otorgarse mediante subsidios o presta-


ciones. Si la cooperativa financia la prestación de los servicios brindados
por sí o por terceros, debe informar el monto total erogado en el ejercicio
por tal concepto.

Si la cooperativa adquiere bienes muebles o inmuebles para ser


destinados a la prestación de servicios sociales en varios ejercicios, se
informará por nota, el costo total del bien y la forma y costo de su
financiación. En este caso, sólo la cuota de depreciación o amortiza-
ción de dichos bienes correspondiente al ejercicio debe incluirse en el
monto invertido en el servicio social al que se afecte. Si el bien estuviese
afectado a más de una finalidad, debe incluirse la parte proporcional
correspondiente.

Se sugiere desagregar los servicios sociales que brinda la coopera-


tiva, en conceptos tales como:
• Alimentación: Consumo de alimentos, sueldos correspon-
dientes al área, alquileres y/o amortizaciones - si correspon-
de -, etc.
• Salud: Honorarios profesionales, medicina prepaga, medi-
camentos, alquileres y/o amortizaciones - si corresponde -,
etc.
• Seguros: Primas de seguros de vida, de accidentes de
trabajo, etc.
• Transportes: Alquileres y/o amortizaciones de los bienes
afectados a tal fin, sueldos correspondientes al área, etc.
• Guarderías: Material didáctico, sueldos correspondientes
al área, alquileres y/o amortizaciones - si corresponde -, etc.
• Actividades deportivas: Honorarios a responsables del
área, alquileres y/o amortizaciones - si corresponde -, etc.

(5) Es importante informar por


nota el detalle del monto invertido,
discriminado según concepto.

Es conveniente que la cooperativa planifique -al finalizar cada


ejercicio- los servicios sociales que brindará a los asociados, a los
trabajadores y a sus grupos familiares en el período siguiente, y que
presupueste el importe a invertir en los mismos. Esto contribuye a que la
cooperativa administre sus recursos en base a lo presupuestado y a que
los asociados y trabajadores conozcan con anticipación qué tipo de
prestaciones van a recibir.

­­

-58-
Se deben completar las columnas respectivas de cantidad y de
porcentaje si se cuenta con un presupuesto anual aprobado para
servicios sociales. Caso contrario, se omite esta información y se presu-
puesta para el ejercicio siguiente.

III.b.2 Política retributiva interna

Con los indicadores propuestos se muestra el modo en que la coopera-


tiva pone en práctica valores tales como la solidaridad y la equidad. Se
interpreta que las remuneraciones equitativas de los trabajadores con­­-
tribuyen al logro de un nivel de vida digno.

A los efectos del cálculo de los indicadores en las cooperativas de


trabajo, se considera que la remuneración de los asociados-trabajado-
res equivale al total de anticipos de retorno devengados durante el
ejercicio más el importe correspondiente a la distribución del excedente
neto de dicho período. Este último importe surge de la propuesta de
distribución de excedentes del ejercicio. En caso de que la asamblea la
modifique deberán hacerse las correcciones pertinentes.

• Remuneración mínima anual


(6) Para su cálculo se considera
la suma de las remuneraciones brutas
de jornada completa devengadas a
favor de cada trabajador en el ejerci-
cio, y se toma la menor de ellas. Sólo
se tienen en cuenta las que corres-
pondan a trabajadores que reúnan
la condición de tales, durante el perío-
do completo.
(7) Monto calculado con igual
criterio que para la remuneración
mínima anual, pero tomando la máxi-
ma.

• Remuneración media mínima mensual

(8) Salario mínimo promedio men-


sual de convenio del sector: se refiere
al salario nominal establecido por
convenio para la categoría más baja
correspondiente al sector al que per-
tenecen la mayoría de los trabajado-
res, o asimilable a la que correspon-
da a la remuneración mínima, si ésta
fuera superior.

-59-
III.b.3 Seguridad e higiene en el trabajo

Se parte del supuesto que las mejores condiciones de higiene y seguri-


dad en el trabajo disminuyen los accidentes laborales.

•Horas perdidas por accidentes laborales

(9) Sumatoria de horas labora-


bles mensuales por cantidad de tra-
bajadores de cada mes durante el
ejercicio.

•Trabajadores accidentados

(10) Suma de cantidad total de


trabajadores de cada mes del ejerci-
cio o su promedio, si hubieran varia-
do durante el mismo.

Principio IV. Autonomía e independencia

IV.a. Acuerdos con otras organizaciones


De acuerdo a este Principio, la cooperativa puede realizar acuerdos
con otras organizaciones, siempre que se garantice su autonomía y su
libertad para fijar políticas y tomar decisiones.

IV.a.1 Participación en otras organizaciones

Es importante detallar los acuerdos suscriptos con otras organizaciones,


cuando sean acontecimientos significativos para la marcha de la
cooperativa.

La información que brindan los indicadores propuestos referidos al


capital aportado por la cooperativa a otras sociedades y a cargos
institucionales o jerárquicos ocupados por representantes de la coope-
rativa, pueden dar un indicio de su capacidad de decisión en las
mismas.

Si la cooperativa presenta un anexo de Inversiones u otro similar en sus


estados contables tradicionales con los datos del primer indicador, éste
puede suprimirse.

-60-
• Aportes de la cooperativa al capital de otras organizaciones

(11) Al cierre de ejercicio

• Cargos en otras organizaciones

(12) Cargos institucionales o je-


rárquicos de las organizaciones con
las que existen acuerdos.

IV.a.2 Participación de otras organizaciones en la cooperativa

• Participación de otras organizaciones asociadas en cargos cooperativos

La información que brinda este indicador puede dar un indicio de la


existencia de algún grado de limitación a la autonomía e independen-
cia en la toma de decisiones de la cooperativa, según la cantidad de
cargos ocupados por representantes de otras organizaciones asocia-
das a la misma.

(13) Cargos institucionales o je-


rárquicos.

-61-
Principio V. Educación, capacitación e información

V.a. Política educativa de la cooperativa


En cumplimiento del principio de educación, capacitación e informa-
ción, las cooperativas desarrollan o promueven actividades educati-
vas.

Estas actividades pueden ser realizadas directamente por la coopera-


tiva (V.a.1.1 y V.a.1.2), o indirectamente a través de otras entidades
(V.a.1.3), y se dirigen tanto al ámbito interno -asociados y trabajadores-
como a la comunidad en general. Como criterio de orientación sugeri-
do para su desagregación, se tiene en cuenta lo dispuesto por las
Resoluciones Nº 635/88 (modificatoria de la Nº 577/84) y Nº 1200/85 de
la SAC.

V.a.1 Inversión en educación, capacitación e información

El monto total invertido en el ejercicio en educación, capacitación e


información comprende: organización, apoyo, financiación de activi­
dades educativas; asistencia de sus asociados y/o trabajadores a
dichas actividades, computándolas como tiempo trabajado o hacién­-
dose cargo de las erogaciones que demanden; etc.

Las actividades educativas pueden ser desagregadas en:

* Instrucción formal: Comprende niveles de instrucción primaria


(EGB), secundaria (polimodal), terciaria, universitaria o sus equiva-
lentes.

* Educación cooperativa: Desarrollo o perfeccionamiento de


facultades intelectuales y morales por medio de preceptos, ejer-
cicios, ejemplos, etc., en un todo de acuerdo a los principios y
valores cooperativos. Incluye conocimientos y práctica de doctri-
na cooperativa, de aspectos legales, organizacionales y adminis-
trativos, etc.

* Capacitación técnica: Se refiere a las habilidades que deben


poseer las personas que cumplen determinadas funciones en la
gestión cooperativa (dirigentes, gerentes, supervisores, etc.), o
específicas de su actividad productiva o de servicio.

* Culturales, deportivas, etc.: Si bien no forman parte de un


proceso educativo formal, producen situaciones de aprendizaje
al existir una activa participación entre todas las categorías de
asociados y/o trabajadores, en las que no interfiere la jerarquía
laboral y asociativa. Pueden mencionarse como ejemplo, certá-
menes, competencias deportivas, concursos, etc.

-62-
Como el monto total invertido en actividades educativas en el ejercicio
puede diferir del monto del Fondo de Educación y Capacitación
Cooperativas establecido en el artículo 42 de la ley 20.337, se deben
completar las columnas de:

(14) Informar sólo en el caso de


que el Fondo para Educación y Ca-
pacitación Cooperativas sea mayor
que cero.

V.b. Participación en actividades educativas

V.b.1 Asistencia media de trabajadores a todo tipo de actividades


educativas

Este indicador se refiere sólo a los trabajadores pues existe dificultad


-sobre todo en grandes cooperativas- para documentar la asistencia de
los asociados no trabajadores a este tipo de actividades, que pueden
o no ser organizadas por la cooperativa.

Se considera el promedio de trabajadores asistentes, pues un mismo


trabajador puede asistir a varias actividades durante el ejercicio.

-63-
V.b.2 Asistencia general a las actividades organizadas por la
cooperativa

Con este indicador se considera la asistencia general a las activida-


des educativas organizadas por la cooperativa. Se incluye a los asocia-
dos, trabajadores y público en general, porque se propone medir el
impacto y el grado de convocatoria de las actividades educativas que
desarrolla la cooperativa en forma directa.

(15) Total de actividades educa-


tivas, organizadas por la cooperativa.

Principio VI. Cooperación entre cooperativas

VI.a. Intercooperación
Se considera que las cooperativas dan cumplimiento a este principio
cuando establecen relaciones de mutua colaboración y realizan traba-
jos u operaciones en común con otras cooperativas.

VI.a.1 Operaciones comerciales y financieras entre cooperativas

A los efectos de obtener los datos requeridos, es importante que las


cooperativas arbitren los medios adecuados para que la información
necesaria surja directamente del sistema contable. En caso de existir
algún tipo de dificultad para obtener información confiable - sobre todo
en la etapa inicial de implementación del balance social - se sugiere
indicar la nómina de proveedores y clientes cooperativos de mayor
relevancia en notas aclaratorias.

Teniendo en cuenta el principio de economicidad o productividad de


la información, se consideran las operaciones correspondientes a la
actividad principal de la cooperativa o aquellas que sean muy significa-
tivas.

• Ventas a cooperativas

-64-
• Compras a cooperativas

• Préstamos otorgados a cooperativas

• Préstamos recibidos de cooperativas

VI.b. Integración cooperativa


En esta dimensión se propone medir la participación en cooperativas de
grado superior - federaciones, confederaciones, etc.-. Se seleccionan
indicadores referidos al desempeño de cargos institucionales (VI.b.1) y
a la participación en asambleas (VI.b.2), para distinguir las meras
adhesiones formales.

Para el cálculo de los porcentajes en los indicadores se tiene en cuenta


que las cantidades se refieren a todo el ejercicio.

VI.b.1 Representación institucional en cooperativas de grado superior

(16) O su promedio si hubieran


variado en el ejercicio.

-65-
VI.b.2 Participación en asambleas de cooperativas de grado
superior

Principio VII. Preocupación por la comunidad

VII.a Política social externa de la cooperativa


La cooperativa puede contribuir al desarrollo sostenible de su comuni-
dad a través de actividades y/o aportes que tiendan a:

• el desarrollo socio cultural, en caso de que no se refieran a su actividad


específica, con referencia a las artes, la música, la salud psicofísica, el
desarrollo urbano, etc.

• la preservación y mejora del medio ambiente natural, con referencia


a la lucha contra la contaminación (sonora, visual, del aire, etc.), a la
preservación de recursos naturales no renovables, etc.

VII.a.1 Contribuciones para el desarrollo comunitario

Una de las maneras de informar con cierta objetividad este tipo de


actividades sociales es a través de los montos invertidos en ellas. Para
poder evaluarlos, debe tenerse presente la dimensión y la situación
socioeconómica de la cooperativa.

Es recomendable que los asociados de la cooperativa reunidos en


asamblea al fin de cada ejercicio, planifiquen las contribuciones a
realizar en el período siguiente para el desarrollo sostenible de la
comunidad, y le asignen un presupuesto.

-66-
En caso de existir presupuesto social aprobado para este área, se deben
completar las columnas respectivas de cantidad y de porcentaje; caso
contrario, se omite esta información y se presupuesta para el ejercicio si-
guiente.

-67-
-68-
INFORME SOCIAL INTERNO

-69-
INFORME SOCIAL INTERNO
Indicadores cualititativos de cumplimiento
de los principios cooperativos

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INFORME SOCIAL INTERNO
Indicadores cualititativos de cumplimiento
de los principios cooperativos

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INFORME SOCIAL INTERNO
Indicadores cualititativos de cumplimiento
de los principios cooperativos

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INFORME SOCIAL INTERNO
Indicadores cualititativos de cumplimiento
de los principios cooperativos

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INFORME SOCIAL INTERNO
Indicadores cualititativos de cumplimiento
de los principios cooperativos

-74-
ANEXOS

Anexo 2: Cuestionario de la encuesta para asociados

-75-
-76-
-77-
-78-
Anexo 3: Cuestionario de la encuesta para trabajadores
no asociados a cooperativas de trabajo

-79-
-80-
FUNDAMENTOS Y PAUTAS DE ELABORACIÓN
DEL INFORME SOCIAL INTERNO

Este informe constituye un instrumento útil para el seguimiento de la


gestión de la cooperativa. Recoge la opinión de asociados y trabajado-
res (área interna) sobre el cumplimiento de los principios cooperativos.
Conocer su opinión es importante pues un clima interno adecuado
incide en la calidad de los servicios prestados por la cooperativa y
contribuye a su buen funcionamiento y continuidad.

Los datos para su elaboración se obtienen a partir de una encuesta


de opinión anónima, que se realiza mediante un cuestionario de res-
puestas cerradas con cinco posibles alternativas, de las cuales se debe
marcar sólo una. Al procesar los datos obtenidos, debe agregarse a la
última alternativa de respuesta -no sabe- la cantidad de asociados o
trabajadores que no respondieron. Los encuestados tienen además la
posibilidad de presentar sugerencias o propuestas.

La encuesta debe llevarse a cabo en un período que no supere los


tres meses anteriores a la fecha de cierre del ejercicio, el que se indica
en el encabezamiento del informe.

Se proponen dos modelos de cuestionario para la encuesta, uno


para asociados que revistan tal condición al momento de la encuesta
y otro para trabajadores, excepto los asociados a cooperativas de
trabajo. En caso que una persona sea trabajador y asociado a la vez,
cumplimentará ambos cuestionarios, respetando la salvedad antes
mencionada.

Es importante incluir la opinión de los trabajadores, pues con su


tarea contribuyen directa o indirectamente al cumplimiento de los
objetivos de la cooperativa. Además se considera necesario que quie-
nes desarrollan su actividad en ella, estén identificados con su naturale-
za y conozcan su particular forma de gestión. Se los consulta en cuanto
al cumplimiento de los principios cooperativos que tienen mayor vincu-
lación con los mismos y en los que la cooperativa pone en práctica los
valores de equidad y solidaridad.

Para realizar la encuesta se tiene en cuenta la totalidad de asocia-


dos y/o trabajadores. Cuando esta población es muy numerosa, se
trabaja sobre una muestra representativa de la misma. En tal caso se
debe informar por nota el método de selección y el grado de confianza
atribuido a los datos obtenidos.

A fin de hacer más comprensible la información, es posible presentar-


la acompañada de gráficos que se incluyen en notas aclaratorias y/o
anexos.

-81-
El informe se presenta por medio de indicadores de tipo cualitativo,
expresados en cantidades y porcentajes, los que se determinan del
siguiente modo:

(17) Cantidad de personas (aso-


ciados o trabajadores) a las que se
requirió su opinión a través del cues-
tionario de la encuesta.


Cuadro con indicadores cualitativos de cumpli­miento
de los principios cooperativos
El ordenamiento de las pautas para elaboración de estos indicadores
respeta la estructura del Informe Social Interno, agrupado según los
Principios Cooperativos, y no el de los cuestionarios de las encuestas.

Principio I: Asociación voluntaria y abierta

I.a. Responsabilidad asociativa



La selección de estos indicadores se basa en que las cooperativas
son organizaciones voluntarias y abiertas a todas las personas que estén
dispuestas a aceptar las responsabilidades que implica la asociación. Si
el asociado desconoce tales responsabilidades, no estará en condicio-
nes de asumirlas adecuadamente.

I.a.1 Conocimiento cooperativo del ingresante (18)


( ) Asociados a la cooperativa
18

entre el .../.../... (fecha de inicio de


ejercicio) y el .../.../... (fecha de cierre
Pregunta: Al momento de asociarse a la cooperativa, ¿qué grado
de ejercicio) de conocimiento tenía sobre los derechos y obligaciones que ello
implica ?
Respuestas posibles: Muy bueno, bueno, regular, malo, no sabe.

I.a.2 Conocimiento cooperativo del asociado (19)


(19) Asociados a la cooperativa
con anterioridad al .../.../... (fecha de Pregunta: ¿Cómo califica su conocimiento sobre los derechos y
inicio de ejercicio).
obligaciones que tiene como asociado?
Respuestas posibles: Muy bueno, bueno, regular, malo, no sabe.

-82-
Principio II. Control democrático por los asociados

II.a. Participación y gestión democrática

II.a.1 Importancia asignada a la emisión del voto

Pregunta: ¿Qué importancia le asigna a la emisión del voto en una


asamblea ?
Respuestas posibles:Muy importante, importante, poco importan-
te, nada importante, no sabe.

II.b. Información a los asociados


Se adjudica mayor énfasis a los indicadores cualitativos en esta dimen-
sión, por la dificultad que existe para realizar una medición de otro tipo.

En muchos casos la cooperativa se esfuerza en brindar información, a


pesar de lo cual los asociados pueden juzgarla insuficiente. Por tal razón
resulta importante conocer su opinión, observaciones y sugerencias al
respecto, a fin de mejorar la calidad de la información y los medios de
comunicación.

II.b.1 Para participar en asambleas

Pregunta: ¿Qué opinión le merece la información que recibió en


el ejercicio para participar en las asambleas en cuanto a canti-
dad, calidad y momento de recepción de la misma?
Respuestas posibles: Muy buena, buena, regular, mala, no sabe.

II.b.2 Sobre la gestión del consejo de administración

Pregunta: ¿Qué opinión le merece la información que recibió en


el ejercicio sobre la gestión del consejo de administración (temas
tratados, decisiones, proyectos, etc.) en cuanto a cantidad, cali-
dad y momento en que la recibió?
Respuestas posibles: Muy buena, buena, regular, mala, no sabe.

II.b.3 Canales de recepción de información



Las alternativas sugeridas en el cuestionario de la encuesta, incluyen
conceptos tales como los que se indican a continuación a modo de
ejemplo:

• formales de la cooperativa: cintas grabadas, anuncios escritos,


memos, reuniones informativas y otros de similares características;

• informales en la cooperativa: comentarios directos entre los miem-


bros de la cooperativa;
• externos a la cooperativa: comentarios de personas no asocia-

-83-
das, información recibida a través de medios de comunicación ma-
siva, etc..

Pregunta: ¿Cuál es el canal más frecuente a través del cual recibió


información sobre la marcha de la cooperativa durante el ejercicio?
Respuestas posibles: Formales de la cooperativa, informales en la coo-
perativa, externos a la cooperativa, no recibe información, no sabe.

Principio III. Participación económica de los asociados

III.a. Remuneración a los aportes financieros


de los asociados

III.a.1 Interés otorgado a cuotas de capital

Pregunta: ¿Qué opinión le merece el interés otorgado por la


cooperativa en el ejercicio a las cuotas sociales? (20)
Respuestas posibles: Alto, medio, bajo, nulo, no sabe.
(20) Compararlo con el interés
anual que paga el Banco de la Nación
Argentina, o en su defecto tasa prome-
dio del mercado, para depósitos de
plazo fijo a 360 días.
III.a.2 Interés otorgado a préstamos de asociados

Pregunta: ¿Qué opinión le merece el interés otorgado por la


cooperativa en el ejercicio a los préstamos de asociados? (21)
(21) Compararlo con el interés Respuestas posibles: Alto, medio, bajo, nulo, no sabe.
anual que paga el Banco de la Nación
Argentina, o en su defecto tasa prome-
dio del mercado, para depósitos de
plazo fijo a 360 días.

III.b. Política social interna de la cooperativa


Las cooperativas deben comprometerse con un nivel particularmente
alto de servicio a los asociados, razón principal de su existencia. Este
servicio -objeto de su asociación- está relacionado con el tipo de
cooperativa de que se trate. Por este motivo se considera necesario
conocer su opinión respecto a la calidad del servicio recibido de su
cooperativa.

Resulta importante también conocer la opinión de asociados y trabaja-


dores respecto de los servicios sociales que les brinda la cooperativa,
tales como alimentación, salud, seguros, etc.

La consulta a los trabajadores no asociados a cooperativas de trabajo


se realiza pues con su tarea contribuyen directa o indirectamente al
cumplimiento de los objetivos de la cooperativa.

III.b.1 Servicio que brinda a sus asociados

Pregunta: ¿Qué opinión le merece el servicio que le brindó la

-84-
cooperativa en el ejercicio, si lo compara con otros similares
ofrecidos en el mercado? (22)
(22) En el caso de las cooperativas Respuestas posibles: Muy bueno, bueno, regular, malo, no sabe.
de trabajo, en las que el servicio pres-
tado por la cooperativa es el trabajo
mismo, reemplazar por las preguntas 2
y 3 del cuestionario para trabajadores.

III.b.2 Servicios sociales para asociados

Pregunta: ¿Qué opinión le merecen los servicios sociales (23) que


le brindó la cooperativa, en forma directa o a través de terceros,
(23) Los servicios sociales com- durante el ejercicio?
prenden prestaciones tales como: ali- Respuestas posibles: Muy buenos, buenos, regulares, malos, no sabe.
mentación, salud, seguros, guarderías,
transporte, etc.

III.b.3 Servicios sociales para trabajadores (24)


(24) No asociados a cooperativas
de trabajo
Pregunta: ¿Qué opinión le merecen los servicios sociales (25) que
le brindó la cooperativa, en forma directa o a través de terceros,
(25) Los servicios sociales com- durante el ejercicio?
prenden prestaciones tales como: ali- Respuestas posibles: Muy buenos, buenos, regulares, malos, no sabe.
mentación, salud, seguros, guarderías,
transporte, etc.

III.b.4 Política retributiva interna para trabajadores (26)


(26) No asociados a cooperativas
de trabajo Pregunta: ¿Qué opinión le merece la remuneración de su trabajo en
la cooperativa, si la compara con otras similares en el mercado?
Respuestas posibles: Muy buena, buena, regular, mala, no sabe.

III.b.5 Condiciones de trabajo (27)


(27) Trabajadores no asociados a
cooperativas de trabajo
Pregunta: ¿Qué opinión le merecen las condiciones en que
desempeñó su trabajo en la cooperativa (28) durante el ejercicio?
Respuestas posibles: Muy buenas, buenas, regulares, malas, no sabe.
( 28) Es posible desagregar de
acuerdo a distintos conceptos tales
como: clima laboral, seguridad e
higiene, etc.

Principio IV. Autonomía e independencia

IV.a. Acuerdos con otras organizaciones

IV.a.1 Condicionamiento a su autonomía e independencia



La cooperativa, a raíz de la suscripción de acuerdos —expresos o táci-
tos—, podría ver limitada o condicionada su capacidad de decisión o
la determinación de sus propias políticas. Este hecho, en caso de
producirse, resultaría muy difícil de comprobar y más aún de medir

-85-
objetivamente. Por ello se propone un indicador de tipo cualitativo que
permita conocer la opinión de los asociados respecto a la política de
acuerdos de la cooperativa con otras organizaciones.

Pregunta: Los acuerdos suscriptos con otras organizaciones, ¿con-


dicionan la autonomía e independencia de la cooperativa? (29)
(29) Es posible desagregar por Respuestas posibles: Mucho, algo, poco, nada, no sabe.
acuerdos y/o tipos societarios

Principio V. Educación, capacitación e información

V.a. Política educativa de la cooperativa

V.a.1 Actividad educativa para los asociados

Pregunta: ¿Qué opinión le merece la actividad educativa realiza-


da por la cooperativa (30) para los asociados durante el ejercicio?
(30) Incluye actividades de edu- Respuestas posibles: Muy buena, buena, regular, mala, no sabe.
cación, capacitación e información
directamente desarrolladas por la
cooperativa o a través de terceros,
que pueden desagregarse en: Instruc-
ción formal, educación cooperativa, V.a.2 Actividad educativa para los trabajadores (31)
capacitación técnica y actividades
culturales, deportivas, etc.
Pregunta: ¿Qué opinión le merece la actividad educativa realizada
(31) No asociados a cooperativas por la cooperativa (32) para los trabajadores durante el ejercicio?
de trabajo
Respuestas posibles: Muy buena, buena, regular, mala, no sabe.
(32) Incluye actividades de edu-
cación, capacitación e información
directamente desarrolladas por la
cooperativa o a través de terceros,
que pueden desagregarse en: Instruc- V.a.3 Conocimiento cooperativo del trabajador no asociado
ción formal, educación cooperativa,
capacitación técnica y actividades
culturales, deportivas, etc.
Pregunta: Como trabajador, ¿qué grado de conocimiento tiene
de las características que identifican a la empresa cooperativa?
Respuestas posibles: Muy bueno, bueno, regular, malo, no sabe.

Principio VI. Cooperación entre cooperativas

VI.a. Integración federativa

VI.a.1 Servicios ofrecidos por la cooperativa de grado superior

Pregunta: ¿Qué opinión le merecen los servicios ofrecidos a la


cooperativa durante el ejercicio por las federaciones o confedera-
ciones a las que está adherida? (33)
(33) Es posible desagregar por
cooperativas de grado superior Respuestas posibles: Muy buenos, buenos, regulares, malos, no sabe.

-86-
Principio VII. Preocupación por la comunidad

VII.a. Política social externa de la cooperativa

VII.a.1 Contribución para el desarrollo comunitario

Pregunta: ¿Qué opinión le merece la contribución que realizó la


cooperativa para el desarrollo de su comunidad (34) en el ejerci-
( 34) Incluye tanto el aspecto cio?
socio-cultural (artes, deportes, salud, Respuestas posibles: Muy buena, buena, regular, mala, no sabe.
creación de empleos, etc.) como na-
tural (contaminación ambiental, pre-
servación de recursos naturales, etc.)

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-88-
AGRADECEMOS:

• A las Cooperativas, que enriquecieron nuestro trabajo con sus


comentarios y propuestas. En especial a la.Cooperativa de Tra-
bajo FerroGraf Ltda. de la ciudad de La Plata, que aplicó la
versión preliminar de este modelo y a la Federación de Coope-
rativas de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires (FECOOTRA)
por su constante apoyo y convencimiento de la necesidad de emitir
un Balance Social.

• A la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que acreditó


nuestro proyecto de investigación.

• A la Facultad de Ciencias Económicas (UNLP), por brindarnos su coo-


peración en todo momento y avalar esta publicación.

• Al Lic. Héctor H. Calvo, director de los proyectos de investiga-


ción mencionados en este trabajo, y al Dr. Carlos L. García
Casella, actual director de proyecto, por la confianza deposita-
da en nosotras.

• A las instituciones que auspician esta publicación y colaboran


en su difusión:

• Instituto Provincial de Acción Cooperativa de la Provincia


de Buenos Aires (IPAC), por asumir su edición y confiar en nuestro
trabajo.

• Oficina de Proyectos para el Cono Sur de América Latina de


la Alianza Cooperativa Internacional, por difundir nuestra
labor a nivel internacional.

• A nuestras familias, por su aliento permanente y por su toleran-


cia durante estos años de investigación, y a Daniel Badenes por
su colaboración en la diagramación de los cuadros del modelo
y en el procesamiento del texto.

• Y a todos los que directa o indirectamente contribuyen a la difusión


e implementación del balance social en las cooperativas.

LAS AUTORAS

Facultad de Ciencias Económicas - U.N.L.P.


Calle 6 Nº 777 e/ 47 y 48, La Plata (1900)
Tel.: +54 221 423-6769 Int. 133
E-mail: [email protected]

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Indice general

Presentación, Dr. Carlos Brown.............................................................pág. 7

Introducción, Cdor. Mario Elgue ......................................................... pág. 9

Balance social cooperativo integral


Un modelo argentino basado en la identidad cooperativa

Parte I: Definiciones
1. Situación problema.................................................................pág.17
2. Responsabilidad social...........................................................pág. 18
3. Información social.................................................................. pág. 19
4. Balance social........................................................................ pág. 20
5. Balance social cooperativo..................................................pág. 26
6. Descripción del modelo.........................................................pág. 30

Parte II: Modelo de balance social cooperativo integral



1. Esquema general................................................................... pág. 41

2. Balance social........................................................................ pág. 45


Estructura socio-laboral de la cooperativa............................ pág. 46
Indicadores cuantitativos de cumplimiento de los principios coope-
rativos.......................................................................................... pág. 47
Anexo: 1. Identidad cooperativa............................................ pág. 51
Fundamentos y pautas de elaboración
del balance social......................................................................pág. 53

3. Informe social interno .............................................................pág.69


Indicadores cualitativos de cumplimiento de los principios coopera-
tivos...............................................................................................pág. 70
Anexos: 2. Cuestionario de la encuesta
para los asociados...................................................pág. 75
3. Cuestionario de la encuesta
para trabajadores no asociados a cooperativas
de trabajo.................................................................pág. 79
Fundamentos y pautas de elaboración
del informe social interno...........................................................pág. 81

Agradecimientos .................................................................................pág. 89

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-92-
Balance
social
cooperativo
integral
Un modelo argentino basado en la identidad cooperativa
Fernández Lorenzo
Geba
Montes
Schaposnik

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