UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRES DE FEBRERO
LICENCIATURA DE FILOSOFÍA
ASIGNATURA:
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA II
TRABAJO:
MONOGRAFÍA
TEMA:
CONTRA LA TESIS DE AGRIPA SOBRE LA SUSPENSIÓN DEL JUICIO
PROFESOR: LIC. ESTEBAN FERREYRO
ALUMNO: LUIS DARIO BARRIOS
AÑO: 2020
Introducción:
Deseo empezar esta exposición remitiéndome al Cerebro en cubetas de “La
Matrix como Metafísica de David Chalmers, pero, lo dejamos en suspenso aquí
por el momento, luego volveremos sobre el mismo.
El problema de la justificación de lo que se cree, es un tema debatido desde la
antigüedad. Agripa con su Trilema llega a nosotros por medio de Sexto
Empírico. Desde entonces se presentaron muchos argumentos en contra de su
tesis. Quiero ocuparme de uno de ellos, “la tesis contra la justificación del
conocimiento”, y de cómo Descartes al demostrar de forma justificada la
existencia de un dato cierto, “La Conciencia de la duda” e incluso ello afirmar
su existencia, rebate el Trilema agripiano.
El Trilema de Agripa y la suspensión de la justificación del juicio.
En primer lugar presentaremos el Trilema de Agripa a los que Sexto Empírico
presenta en sus Esbozos Pirrónicos, como los tropos de la suspensión del
juicio1. Sin que Sexto nombre a Agripa sabemos que se refiere a él 2.
Enumeremos el Trilema de Agripa:
“El primero, el de “a partir del desacuerdo”.
El segundo, el de “caer en la recurrencia ad infinitum”.
El tercero, el de “a partir del con relación a algo”.
1
Cf. SEXTO EMPIRICO. (1993) Esbozos Pirrónicos. (traductores: Antonio Gallego Cao y
Teresa Muñoz Diego) Editorial Gredos. Págs. 102-106
2
Cf. ZULUAGA, MAURICIO. Ideas Valores, Volumen 54, Número 128, 2005. ISSN
electrónico 2011-3668. ISSN impreso 0120-0062. Págs. 1 - 29. Recuperado de
https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/1094/1600. Pág. 6
Pá gina 2
El cuarto, el de “por hipótesis”.
El quinto, el del círculo vicioso.”3
El primero trata de las divergencias entre opiniones diversas que resultan
insuperables y al no poder elegir ni rechazar ninguna, se suspende el juicio.
El segundo, cuando acudimos a datos que necesitan ser justificados, para
justificar lo que afirmo, y así sucesivamente al infinito y como no sabemos
dónde comenzar, suspendemos el juicio.
En el tercero, el objeto aparece según el que juzga y según su observación, y
Sexto Empírico dice: “mantenemos en suspenso el cómo es por naturaleza.” 4
En el cuarto se cae en una recurrencia ad infinitum, y los dogmáticos recurren a
algo que no justifican, sólo lo toman por convenio.
Y el quinto, el círculo vicioso, para respaldar lo demostrado, se busca la
garantía dentro de lo que se está investigando. 5
Williams en “El Trilema de Agripa”, dice: “Llamo “trilema de Agripa” a la
elección aparentemente forzosa entre suposición, circularidad y regreso
infinito.”6
Entonces es válida la suspensión del juicio pues cualquier criterio de
conocimiento se vuelve endeble ante estos planteos.
La Conciencia de la duda, dato que rebate a Agripa.
3
SEXTO EMPIRICO. Ibid. Pág. 102
4
SEXTO EMPIRICO. Ibid. Pág. 103
5
Cf. El análisis hecho de los cinco tropos esta hecho en base a: SEXTO EMPIRICO. Ibid. Pág. 102-103.
6
WILLIAMS, MICHAEL. Problemas del conocimiento. Una introducción crítica a la epistemología.
Extraído de Michael Williams (2001). Problems of knowledge: a critical introduction to epistemology.
Oxford University Press. Traducción de Esteban Ferreyro. Material de Cátedra. 2020 (V.1) pág. 6
Pá gina 3
Los tropos agripianos esbozados por Sexto Empírico, son cinco, su cometido
es la suspensión del juicio por la imposibilidad de justificar una creencia. Si
tomamos sus argumentos de la justificación al infinito, al de la suposición o al
círculo vicioso es difícil rebatirlo.
Descartes, en sus meditaciones expone que ha llegado a una evidencia clara
de que se puede justificar un dato, y para ello recurre a la duda, pero no al
modo agripiano, no al modo pirrónico, no como sistema, no a una duda que
produce la suspensión del juicio. Sino utilizándolo dentro de un modelo, como
método. Tenemos una diferencia importante, en el primero la duda es el
epitafio de la justificación, ya nada sirve como dato probatorio de algo que
pueda llegarse a creer. En Descartes, en cambio es un dato fundante, es el
comienzo de un camino.
Descartes se apropia del dato escéptico, esto se evidencia en las primeras
líneas de la primera meditación:
“Hace ya algún tiempo que me he dado cuenta de que mis primeros años había admitido
como verdaderas una cantidad de opiniones falsas y que lo que después había fundado
sobre principios tan poco seguros no podía ser sino muy dudoso e incierto, de modo que
me era preciso intentar seriamente, una vez en mi vida, de hacerme de todas las
opiniones que hasta entonces había creído y empezar enteramente de nuevo desde los
7
fundamentos si quería establecer algo firme y constante en las ciencias.”
Descartes empieza a confrontar con todo lo conocido, todo lo que fue
aprendiendo, todo lo que sabe, todos los datos, lo que estudió, las cosas, lo
que ve, lo que siente a través de otros sentidos, si puede justificarlos, si son
verdaderos, si en verdad existen.
DESCARTES, RENE. (1980) Obras Escogidas. (traducción de Ezequiel de Olaso y Tomás Zwanck) Editorial Charcas. pág. 216
7
Pá gina 4
Descartes prevé no ir a un lugar imprevisto como consecuencia del camino, él
ya tiene prefijado su búsqueda, busca una certeza. En esta oportunidad sólo
pretendo demostrar que Descartes rebate la tesis de Agripa de la imposibilidad
de justificar algo como cierto, sin entrar en otros menesteres.
Ante el maligno que puede engañarlo con lo que ve, con lo que conoce, el de
poder caminar o sentir, Descartes dice que indubitablemente necesita un
cuerpo para caminar; y también lo que siente durante el sueño y cuando se
despierta, se da cuenta que no lo ha sentido efectivamente, pero Descartes
sabe que tiene la atribución de sentir. Otro atributo que se da cuenta que le
pertenece es de que piensa.8
Llega al dato fundacional, de que existe, al menos durante el tiempo en que
piensa, dice yo soy, yo existo, soy una cosa que piensa.
“Yo soy, yo existo: esto es cierto; pero ¿cuánto tiempo? A saber, todo el tiempo que yo
piense, pues quizá podría suceder que si yo dejara de pensar, dejaría al mismo tiempo de ser o
de existir. (…): yo no soy, pues, (…), más que una cosa que piensa, es decir, un espíritu, un
entendimiento o una razón (…), yo soy una cosa verdadera y verdaderamente existente; pero,
¿qué cosa? Ya lo he dicho: una cosa que piensa” 9
Más adelante agrega que es una cosa que piensa, y que una cosa que piensa
es una cosa que duda:
“Pero, ¿qué soy, pues? Una cosa que piensa. ¿Qué es una cosa que piensa? Es una cosa
que duda, (…).”10
8
Cf. DESCARTES, RENE. (1980) Ibid. pág. 226
DESCARTES, RENE. (1980) Ibid. pág. 226
9
DESCARTES, RENE. (1980) Ibid. pág. 227
10
Pá gina 5
El cogito cartesiano es fundacional en su nueva filosofía, sobre él construye el
edificio de su filosofía, Cogito ergo sum.
Agrego un detalle de la cita anterior: Descartes se pregunta ante la duda que
inquieta, ¿qué es el?, y contesta, una sustancia que piensa y, ¿qué es una
cosa que piensa?, una cosa que duda, y consigue la certeza, en la duda
misma; justifica su existencia en la duda, tiene Conciencia de que duda, es lo
único evidente, ni siquiera su existencia misma, cuya justificación no proviene
del cogito sino de la duda mismo.
Aunque según Dauler Wilson, para Descartes la duda en sí no fue más que una
preocupación retórica11, esta opinión acerca de la fundación en la Duda, es
personal, aunque esta concepción lo tomo únicamente desde un principio
lógico, racional; pues como dice la propia Dauler Wilson una página más
adelante, que la duda cartesiana no es una duda real, ni siquiera una duda
teórica real.12
Lo que quiero decir, es que en última instancia (en la mente) lo que hay
conciencia es de que se duda y reitero ése es el dato que se puede creer sin
dudar, de que se duda.
Ese dato, ese hecho, esa evidencia lo habilita a emitir juicio, el que Descartes
haya tomado un camino correcto o no posteriormente, es otra cuestión, pues al
decir de Dauler, él mismo no había puesto su fe en este dato, sino en el cogito,
en el hecho de pensar.
11
Cfr. DAULER WILSON, MARGARET. (1990) DESCARTES. Filosofía Contemporánea. UNAM. Pág. 80
12
Cfr. Ibid. Pág 81
Pá gina 6
Con esta creencia autojustificada o fundacionista, (el del Cogito) intenta evadir
dicho Trilema, es lo que hemos presentado, aunque al decir de Zuluaga, no
está libre de problemas, “Se podría argumentar que el fundacionismo solo es
una manera refinada de presentar el modo de la suposición e insistir en los
problemas epistémicos que esta posición conlleva (…)” 13.
Veamos la relación de Bonjour & Moser con Agripa, presentado por Fogelin en
el artículo “El Problema de Agripa” de Zuluaga a propósito de dichos
problemas.
14
Este no es el caso de la suposición, de la recurrencia al infinito ni del círculo
vicioso. Con la duda se justifica, y con ese único dato consciente se justificaría,
el hecho de pensar.
Para terminar, estoy dudando, y si dudo, quiere decir pues, que pienso, y
piensa únicamente alguien que existe, no se necesita la intervención de dioses
malignos, ni Dioses benévolos perfectos. Y creo que este dato no tuvieron en
13
ZULUAGA, MAURICIO. Op. Cit. pág. 14
14
ZULUAGA, MAURICIO. Ibid. pág. 14
Pá gina 7
cuenta los críticos de su círculo, o contrarios que lo cuestionaban por su
búsqueda de algún Dios, como Gassendi o Ruscio; o con los que arguyen
algunos contemporáneos de caer en un círculo vicioso, como publica Moreno
Romo en la revista Paideia15 Con este dato, de la certeza de la duda, no se
asegura la imposibilidad de llegar a una justificación, pues aquí lo hemos
conseguido, hemos llegado a la certeza de que se duda.
Es más, digamos que este juicio basta, “soy consciente de que dudo”, pero si
esta aseveración no alcanza, acudamos a Daeler Wilson, nuevamente:
“el pasaje de las Meditaciones concluye con una proposición condicional, “yo existo,
cuando quiera que lo profiera o lo conciba mentalmente es necesariamente verdadero”. 16
Y ésta es una respuesta suficiente a la suspensión del juicio de Agripa.
Conclusión:
Emulando a las películas que cierran con el inicio. Como buen cinéfilo que soy
pretendo hacer lo mismo. Al inicio nos referíamos a los “cerebros en cubeta” 17.
Imaginemos pues que descubramos que no somos más que cerebros que
estamos en una cubeta, conectados a una gigantesca simulación. O podemos
pensar en “Las ruinas circulares” de Borges, en el cual, el personaje, valga la
redundancia, se imagina personajes, y al momento de cruzar las llamas y así
escapar de ese círculo en el que se encuentra atrapado, al descubrir que las
15
Cf. MORENO ROMO, JUAN CARLOS (1998) En Torno al Círculo Cartesiano y al Genio Maligno. Extraído
de The Pideia Archive: Twentieth World Congress of Philosophy. Vol. 11, pags. 128-135, en:
https://www.pdcnet.org/wcp20-paideia/content/wcp20-paideia_1998_0011_0128_0135
16
DALER WILSON, MARGARET. Op. Cit. Pág 92
17
Cf. CHALMERS, DAVID. La Matrix como Metafísica. University of Arizona. En: Discusiones Filosóficas.
Año 8 Nº 11, Enero-Diciembre, 2007. Pp. 209 - 254
Pá gina 8
llamas no le hacen daño se da cuenta que él también es una imaginación de
otro sujeto. 18
Como dije antes no quiero hacer una defensa del cogito cartesiano. El único
cometido es la de rebatir la suspensión de juicio expuesto por Agripa, con el
dato que utiliza el mismo Agripa, la duda.
Al afirmar que se duda, se emite un juicio, y la certeza de tener conciencia de
ello, es también otro juicio. Si el cogito es una inferencia o nó, tampoco es
intención de este trabajo. Sólo pretendo exponer que Agripa no tenía razón,
que se puede justificar con un juicio.
Con lo expuesto en el desarrollo opino que es posible justificar una creencia.
Los detractores, como Gassendi (citaré sólo a uno y explicaré el motivo con
una nota al final)i, que arguye que podría haber inferido de cualquier otra base
el hecho de que “es” y no precisaba todo ese aparato 19.
Ahora bien, con los ejemplos del Matrix y las ruinas circulares, podríamos decir,
que el cartesianismo no consigue salir del escepticismo, al menos no con
Descartes.
Bibliografía:
SEXTO EMPIRICO. (1993) Esbozos Pirrónicos. (traductores: Antonio Gallego Cao y
Teresa Muñoz Diego) Editorial Gredos.
ZULUAGA, MAURICIO. Ideas Valores, Volumen 54, Número 128, 2005. ISSN
electrónico 2011-3668. Págs. 1 - 29. Recuperado de
https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/1094/1600
18
BORGES, JORGE Luis. Ruinas circulares, en: El Jardín de los Senderos que se bifurcan. Revista Literaria
Sur (1940). Nº 75, págs. 100 - 106
19
Cfr. DAULER WILSON. Pág. 93
Pá gina 9
DESCARTES, RENE. (1980) Obras Escogidas. (traducción de Ezequiel de Olaso y
Tomás Zwanck) Editorial Charcas.
DESCARTES, RENE. (2009) Discurso del Método, (M. Caimi, Trad.). Colihue.
CAIMI, M. (2009) Introducción. En Descartes (2009). pp. VII-CXXX.
DAULER WILSON, M. (1990). Descartes (J. A. Robles, Trad.). UNAM.
RUSELL, B. (1988). Los problemas de la filosofia (J. Xirau, Trad.). Labor.
CHALMERS, DAVID. La Matrix como Metafísica. University of Arizona. En:
Discusiones Filosóficas. Año 8 Nº 11, Enero-Diciembre, 2007. Pp. 209 – 254
MORENO ROMO, JUAN CARLOS (1998) En Torno al Círculo Cartesiano y al Genio
Maligno. Extraído de The Pideia Archive: Twentieth World Congress of Philosophy.
Vol. 11, pags. 128-135, en: https://www.pdcnet.org/wcp20-paideia/content/wcp20-
paideia_1998_0011_0128_0135
BORGES, JORGE Luis. Ruinas circulares, en: El Jardín de los Senderos que se
bifurcan. Revista Literaria Sur (1940). Nº 75, págs. 100 - 106
Pá gina 10
i
No es mi interés en este trabajo hacer una apología al cogito, ni a la teoría fundacionista, el único propósito es la de
afirmar que es posible emitir un juicio y esto en contra de Agripa y he elegido para ello, la certeza de la duda.