0% encontró este documento útil (0 votos)
499 vistas7 páginas

Reseña de Lectura Hermeutica Bíblica

El documento presenta una reseña de lectura del libro "Hermenéutica Bíblica: Cómo Interpretar las Sagradas Escrituras" de José M. Martínez. El autor divide el libro en tres partes pero la reseña se enfoca en la primera parte que cubre la hermenéutica general. Martínez explica conceptos básicos como definición de hermenéutica y naturaleza de la Biblia, luego cubre métodos de interpretación históricos y hace énfasis en el método gramático-histórico, concluyendo con princip

Cargado por

Manuel Rosario
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
499 vistas7 páginas

Reseña de Lectura Hermeutica Bíblica

El documento presenta una reseña de lectura del libro "Hermenéutica Bíblica: Cómo Interpretar las Sagradas Escrituras" de José M. Martínez. El autor divide el libro en tres partes pero la reseña se enfoca en la primera parte que cubre la hermenéutica general. Martínez explica conceptos básicos como definición de hermenéutica y naturaleza de la Biblia, luego cubre métodos de interpretación históricos y hace énfasis en el método gramático-histórico, concluyendo con princip

Cargado por

Manuel Rosario
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 7

HERMENEUTICA BÍBLICA

__________________

Una Reseña de Lectura

Presentada al
Dr. Dominick Hernández

The Southern Baptist Theological Seminary

__________________

En cumplimiento parcial

de los requisitos para 22100H WW

__________________

Por

Manuel Antonio Rosario Sánchez

[email protected]

7/8/201
Martínez José M, Herméutica Bíblica: Cómo Interpretar las Sagradas Escrituras: Barcelona:
Editorial Clie, 1984.

Introducción

En Hermenéutica Bíblica: Cómo Interpretar las Sagradas Escrituras, José M.


Martínez, pone al alcance del exégeta hispano una obra de alto contenido académico y práctico.

Martínez fue un pastor, profesor, teólogo, predicador y bloguero, formado en el

London Bible College de Londres. Amplio conocedor de los principales idiomas bíblicos, así

como del inglés, francés y alemán, sin mencionar su español natal. Martínez se destacó como

presidente de la Alianza Evangélica Española y colaborador del Gran Diccionario Enciclopédico

de la Biblia, sin embargo fue a Hermenéutica Bíblica a lo que dedicó la mayor parte de su vida

como escritor, siendo hoy su más reconocido aporte al mundo académico hispano.

Martínez plantea que escribió este libro, dada la escasez de obras en español sobre

interpretación bíblica y a la luz del renovado interés en el tema. El autor sostiene que “el

conocimiento de los principios que deben regir la tarea de la interpretación y el reconocimiento

de los factores que pueden torcerla, son pues imprescindibles, especialmente para quienes tienen

la responsabilidad de guiar al pueblo cristiano en el estudio de la Palabra de Dios.” (p.9)

Es en este contexto que el escritor se dedicó a producir un documento que fuere

accesible para el pueblo hispano y que estuviese a la altura de documentos similares producidos

en idiomas líderes como el inglés.

Resumen
Originalmente el libro está dividido en tres partes, pero la presente reseña se centra

solamente en la primera que está dedicada a la hermenéutica general y en la que el autor inicia

1
con aspectos tan básicos como la definición del concepto de hermenéutica y la naturaleza y

característica de la Biblia, para luego adentrarse en los métodos de interpretación que han

dominado la historia hermenéutica. Finalmente se dedica un gran espacio al método gramático-

histórico, haciendo un fuerte énfasis en sus distintos aspectos hasta finalizar la sección con un

compendio de principios básicos para la interpretación teológica. El autor advierte desde el

mismo inicio que no es de su interés tomar partido en cuestiones exegético-teológicas en la que

creyentes igualmente preocupados por la sana doctrina sostienen puntos de vistas dispares. (11)

Obviamente es una tarea difícil resumir en dos páginas, una obra tan bien
documentada y detallista, pero me centraré en destacar aquellos aspectos que más llamaron mi

atención durante mi lectura. Justo al inicio del libro el autor explica y defiende elegantemente la

necesidad hermenéutica y eso es verdad para la Biblia y es verdad para los clásicos griegos y

romanos, como también para los textos sagrados de todas las religiones, etc. Es falso suponer que

la hermenéutica atenta contra con perspicuidad de las Escrituras (19, 20)

A juicio del autor el propósito último de la hermenéutica bíblica es la comprensión

plena de la verdad y no solamente la comprensión del significado original de un texto (24). Al

exégeta por su parte también se le imponen requisitos que van desde la objetividad hasta el

espíritu mediador. (28-36)

Un aspecto que no podía faltar en un documento de esta naturaleza y que el autor

explica audazmente es la relativa al binomio revelación-inspiración. A este tenor cito: “Aun

dando por cierto que la revelación dio origen a la Escritura, queda por determinar hasta qué

punto y con qué grado de fidelidad lo escrito expresa lo revelado.” De igual manera se analizan

los aspectos de infalibilidad e inerrancia, dedicando mayor espacio a explicar los distintos

aspectos de este último. (46, 55)

Siendo este un libro de hermenéutica, es de esperarse que se dedique una gran parte de

la obra a los métodos de interpretación. El autor inicia planteando el método literalista, el cual

esboza que un texto debe entenderse siempre en su sentido literal a menos que ellos sea

razonablemente inadmisible, como sucede con las figuras del lenguaje (66)

2
No obstante el autor es cauto en explicar los peligros del hiperliteralismo y el letrismo.

En caso opuesto se encuentra el método alegórico, muy popular en los últimos años anteriores a

la reforma y en el cual se abren las puertas de par en par al subjetivismo del interprete. (68)

El autor dedica un espacio también a la interpretación dogmática, especialmente en el

catolicismo, pero dejando en claro que también ha afectado al mundo evangélico.

Martínez se esfuerza por explicar de manera objetiva la interpretación liberal, la cual

sostiene que surge del liberalismo teológico que tuvo sus inicios a mediados del siglo XVIII.

Dentro de los principios rectores de este método se encuentran la libertad de pensamiento, la


autonomía suprema de la razón, la exaltación del hombre y la apertura constante al cambio de los

conceptos teológicos (79)

Acto seguido el autor se concentra en el muy afamado método histórico crítico, hijo

por supuesto, del humanismo renacentista. Su objetivo es llegar a la interpretación aplicando

científicamente la razón histórica. Una mención especial recibe en este apartado Julius

Wellhausen, creador de la teoría documental del pentateuco (90)

Al método histórico crítico le sigue el método teológico existencial iniciado por quien

es considerado el más grande teólogo del sigo XX, Karl Barth y su nueva ortodoxia. (95). Este

método destaca el principio cristológico y defiende que más que la revelación la Biblia es

testimonio de la revelación. A su vez, no es la Palabra de Dios, sino que la contiene. (96)

La nueva ortodoxia no pudiendo detener el método histórico crítico da paso a la nueva

hermenéutica, la cual es más una nueva concepción que un nuevo método y en la que se destaca

Rudolf Bultmann.(109) Dos aspectos sobresalen en este movimiento: la desmitologización de

Nuevo Testamento y el papel activo del texto como lector en la exégesis.

La parte final de esta sección se dedica al método gramático-histórico, cuya estrategia

es “hallar el significado de un texto, sobre la base de lo que sus palabras expresan en su sentido

llano… La interpretación se realiza de acuerdo a las reglas semánticas y gramaticales comunes a

la exégesis de cualquier texto literario y en el marco de la situación del autor y de los lectores de

su tiempo.” (121)

3
Dada su naturaleza, este texto otorga especial atención a los idiomas bíblicos, así

como al análisis lingüístico del texto. El estudio gramatical supone un estudio detallado de las

palabras, al no ser estas unidades con existencia propia e independiente. (143)

De igual importancia en este método el contexto, bien sea este lógico o histórico,

remoto o inmediato (153). En ausencia de contexto o ante algunas de las irregularidades que lo

afectan, es determinante recurrir a pasajes verdaderamente paralelos.

El lenguaje figurado y los tipos y símbolos juegan un papel muy importante en la

aplicación de este método y lo propio puede decirse del trasfondo histórico. Aun así, el método
histórico- gramatical, no estaría completo sin la interpretación teológica, es necesario la reflexión

teológica en cuanto a todo el material doctrinal de la Escritura. (216). En otras palabras es

preciso tomar en cuenta el trasfondo doctrinal y no solo el trasfondo histórico. Esto es que el

significado del texto sea cónsono con todo lo que la Biblia enseña en ese aspecto.

Evaluación Crítica
Hermenéutica Bíblica, es un libro de inmenso valor académico, donde el autor logra a

plenitud su cometido de brindar a la comunidad hispana, un documento bien escrito y

sólidamente argumentado. La preocupación del autor es que quien tiene la responsabilidad de

guiar al pueblo de Dios, conozca y maneje las herramientas que le llevarán a una interpretación

adecuada. Después de haber leído el texto, concuerdo con que lo logró.

A pesar de ser un libro voluminoso, no es aburrido. La bibliografía no es abundante y

tampoco los pies de página, pero es erudito, aunque de fácil lectura. El autor aclara su

preferencia desde el inicio, pero no se advierte falta de objetividad, sino que es capaz de ver los

aciertos de otros métodos, así como las falencias de su preferido. Los extremos son peligrosos y

tanto el racionalismo como el pietismo hermenéutico han errado el camino.

No obstante, dado lo abarcante de la hermenéutica, quien lee este libro puede tener la

convicción de que está recibiendo un condensado de alta calidad sobre el estado de la cuestión.

El autor es didáctico en sus ejemplos y muy cuidadoso al ilustrar sus aseveraciones.

4
Aunque como bien explica el autor, su propósito no es tomar partido en discusiones

teológicas, el libro no deja temas inconclusos. Por ejemplo, el autor cree en la inerrancia y la

defiende, pero también acota que una falta de compresión la ha llevado a extremos innecesarios.

(55)

La manera como el autor contrasta lo que es temporal en las Escrituras con lo

permanente, hace mucho sentido. No podemos pretender, por ejemplo, que el pedido de Cristo al

hijo pródigo de donar su bienes tenga aplicación universal. (Mateo 19)

De igual forma es muy importante su explicación de que aunque es preciso predicar


todo el consejo de Dios y afianzar el principio de que toda la Escritura es inspirada y útil,

(Hechos 20:27; 2 de Timoteo 3:16), eso no significa que todas las porciones tengan el mismo

impacto hoy. No nos afecta igual el pacto entre Abraham y Abimelec (Génesis 20), que el pacto

entre Abraham y Dios. (Génesis 15)

La parte que más altamente valoro de este libro es la objetividad con la que se abordan

los diferentes métodos de interpretación. Es importante que todos tienen un espacio y todos son

ponderados. Es evidente que el autor no comulga con las ideas y métodos de Karl Bart, pero aun

así es capaz de valorar lo positivo. Cito: “Es evidente lo mucho que de sano tiene el principio

cristológico, pues da coherencia al conjunto de las Escrituras, pero su aplicación no siempre es

correcta. No lo es cuando devalúa determinadas partes de las escrituras o les niega el carácter de

inspiradas y útiles que según su propio testimonio poseen.” (p.97)

Creo también que la presentación que se hace del método gramático histórico o

histórico gramatical es muy pertinente y que el autor correctamente le dedica una atención mayor

que a los demás, debido a su objetividad y pertinencia, pero también es preciso este análisis

detallado dado las diferentes aristas que tiene este método.

Aprecio mucho que el autor no se limite a sencillamente enumerar los pasos que

implica el método, sino que concede una explicación detallada de cada aspecto. Así por ejemplo

al hablar de la necesidad de conocer las lenguas bíblicas, habla ampliamente del uso del hebreo y

del griego, llegando a dar ejemplos que parecerían a primera vista innecesarios, pero que al

5
profundizar queda claro que no lo son. Para estos fines puede verse el ejemplo relativo al plural

de plenitud del hebreo como se observa en el caso de Elohim. (124)

Todas y cada una de las demás partes del método histórico gramatical son tratadas en

detalles, pero no solo eso sino que se dan ejemplos de cómo verlas en el contexto de las demás

partes. Al final el autor dedica un espacio importante a la necesidad de la interpretación

teológica, dejando bien claro que aun cuando se haya completado el estudio del texto, aplicando

rigurosamente el método en cuestión, todavía es necesario validar esas conclusiones a la luz de

una interpretación teológica acorde con la ortodoxia, igualmente pondera la necesidad de la


teología bíblica y sistemática en todo el proceso interpretativo.

Creo que este sistema de chequeo y balance, es sumamente importante, especialmente

al estudiar pasajes de las Escrituras, donde el significado no es tan evidente como podríamos

pensar.

Conclusión
Considero que Hermenéutica bíblica es un excelente libro, con una intención muy

clara, con una tesis consistente y sobre todo en legado invaluable al exegeta hispano parlante.

Pese a ser un libro publicado en 1984, es muy informativo y según estimo pasarán muchos años

más antes que pueda ser considerado como desfasado.

Estamos frente un libro erudito, pero de fácil lectura, el cual me ha ayudado a entender

mucho mejor el proceso hermenéutico. He podido evaluar los pro y contra de los principales

métodos de investigación y estoy ahora en condición de explicar por qué considero que el

método gramático histórico es la única opción para el exégeta cristiano contemporáneo.

Recomiendo este libro a todo aquel que desee estudiar la Biblia con seriedad, sea estudiante,

pastor, profesor o erudito.

También podría gustarte