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3 Tipos de Amistad Según Aristóteles

Aristóteles describió tres tipos de amistad: 1) la amistad interesada, donde las personas se usan mutuamente para obtener beneficios; 2) la amistad basada en el placer, que busca divertirse pero no ofrece apoyo real; 3) la amistad perfecta, que se basa en el aprecio sincero por la otra persona y en desear su bienestar.

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3 Tipos de Amistad Según Aristóteles

Aristóteles describió tres tipos de amistad: 1) la amistad interesada, donde las personas se usan mutuamente para obtener beneficios; 2) la amistad basada en el placer, que busca divertirse pero no ofrece apoyo real; 3) la amistad perfecta, que se basa en el aprecio sincero por la otra persona y en desear su bienestar.

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Tres tipos de amistad según Aristóteles

Aristóteles siempre concedió un valor especial al tema de la amistad en su obra. Para él, era un
bien valioso y un estímulo para una vida feliz. Sin embargo, concretó que en la vida podemos
encontrarnos tres tipos de amistad, tres tipos de vínculos donde solo uno podía elevarse a una
forma superior de relación, a un lazo excepcional alejado del interés y la simple casualidad.

Como es bien sabido Aristóteles era todo un polímata. Sus saberes o mejor dicho, su
amplia curiosidad le permitió adquirir un solvente dominio en áreas tan diversas como la lógica, la
ciencia, la filosofía… Así, algo que sin duda resulta muy llamativo cuando nos acercamos a obras
como Ética a Nicómaco es que describa en aquella época al ser humano como una criatura
férreamente social. Nos describe como animales sociales, ahí donde la amistad supone sin duda la
forma más satisfactoria de convivencia.

“Nadie querría vivir sin amigos, aun estando en posesión de todos los otros bienes”.
-Aristóteles-

Puede que en su momento el sabio estagirita no tuviera acceso ni posibilidad para conocer los
misterios del cerebro, pero si hay algo que la ciencia moderna nos ha podido demostrar es que
este órgano necesita de la interacción social para desarrollarse, sobrevivir y gozar a su vez de una
adecuada salud. Somos sin duda animales sociales, criaturas que necesitan de fuertes lazos con
nuestros semejantes. Sin embargo, esos vínculos a los que deberíamos aspirar deben basarse sin
duda en una serie de pilares. 
Los tres tipos de amistad que caracterizan al ser humano
A menudo, vemos a los filósofos clásicos como a ese pozo de sabiduría respetable pero distante.
Son esas voces del ayer a las que citar de vez en cuando con fines divulgativos, pero pensando a su
vez que muchas de las cosas que nos dejaron recogidas en esos legados milenarios, poco tienen
que ver con las necesidades y características actuales. Nada más lejos de la realidad. Es más, en
medio de nuestra zozobra existencial viene realmente bien reencontrarse con ellos para
descubrir auténticos textos de crecimiento personal.

Ética para Nicómaco es uno de ellos, es un trabajo revelador sobre cómo alcanzar la felicidad y
sobre el lugar que ocupan nuestras relaciones sociales en el día a día. Para Aristóteles,
la amistad es un intercambio donde aprender a recibir y a otorgar, pero lejos de concebirse como
un sistema de pagos, debemos recordar que “no es noble estar ansioso de recibir  favores, porque
solo el desgraciado necesita bienhechores, y la amistad es ante todo libertad. El estado más
virtuoso del ser”.

Por otro lado, algo que nos explica Aristóteles en esta obra es que hay tres tipos de amistad, los
cuales, de algún modo, todos nosotros nos habremos encontrado en más de una ocasión.

La amistad interesada
Que las personas nos instrumentalizamos las unas a las otras es algo bien sabido. Algunos lo
hacen con más frecuencia, otros no lo conciben y unos pocos entienden la amistad de este
modo: “yo inicio una relación de falsa amistad contigo esperando obtener un beneficio”.

Aunque cuando contamos con uno o varios amigos todos esperamos obtener algo a cambio:
apoyo, confianza, construir buenos momentos, compartir tiempo de ocio, etc, hay quien utiliza la
adulación y la manipulación para obtener dimensiones más elevadas: posición social,
reconocimiento…
La amistad que solo busca placer
Este es uno de los tres tipos de amistad que sin duda nos será sobradamente conocido. Es una
interacción que suele darse mucho durante la adolescencia y primera juventud. Más adelante,
cuando nos volvemos más selectivos, cautos y aplicamos adecuados filtros es común ver venir este
tipo de amistad de doble filo.

Ahora bien ¿en qué se diferencia la amistad interesada de aquella que busca placer? En la primera
la persona busca obtener un beneficio, ya sean favores, acceso a otras personas, reconocimiento,
etc. En el caso de esta segunda dimensión lo que se aspira es simplemente “a pasarlo bien”.

Son personas orientadas a ese hedonismo vacío e intrascendente, ahí donde se busca quedar con
los demás para compartir en exclusiva instantes de distensión, de alegre complicidad, de grato
bienestar. Así, y en cuanto la otra persona necesita de un apoyo sincero cuando acontece un
problema o cuando las cosas se complican, el falso amigo se diluye en la nada como un azucarillo
en una taza de café.

La amistad para Aristóteles consiste en querer y procurar el bien del amigo, favoreciendo a su vez
nuestra propia realización individual al cuidar de ese vínculo tan especial.
La amistad perfecta
Entre los tres tipos de amistad que definió Aristóteles, existe la ideal, la más sólida, la más
excepcional pero aun así posible. Es esa donde más allá de la utilidad o el placer existe un
aprecio sincero por el otro por como es. Hay una especie de altruismo en ese vínculo
donde no se busca sacar provecho, donde se desea sencillamente, compartir los buenos
momentos, la cotidianidad del día a día y ser también esa referencia permanente a la que
acudir para recibir apoyo.
Es la amistad basada en la bondad, esa que Aristóteles describió casi como una relación de
pareja. Porque, al fin y al cabo, los amigos perfectos, los amigos de corazón son muy
pocos, son escasos, son esas referencias con las que construir un sentido de
intimidad muy profundo, donde esperamos no ser traicionados, donde se atesoran
experiencias, recuerdos y promesas que el tiempo ni la distancia podrán destruir.

Para concluir, es muy posible que muchos de nosotros tengamos en estos momentos los tres
tipos de amistad descritos por Aristóteles: personas que quieren algo de nosotros, amigos que
solo nos buscan para compartir instantes de diversión, y personas excepcionales que está ahí en
vientos y mareas. Amigos que no cambiaríamos por nada y que hacen de esta vida un viaje más
llevadero a la vez que interesante…

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