(1852) (1852) Obras I, 2 Discursos Satíricos y Morales.
(1852) (1852) Obras I, 2 Discursos Satíricos y Morales.
DEDICATORIA
HABIENDO considerado que todos dedican sus libros con dos fines, que pocas veces se apartan:
el uno, de que la tal persona ayude para la impresión con su bendita limosna; el otro, de que
ampare la obra de los murmuradores; y considerando (por haber sido yo murmurador muchos
años) que esto no sirve sino de tener dos de quien murmurar: del necio, que se persuade
que hay autoridad de que los maldicientes hagan caso; y del presumido, que paga con
su dinero esta lisonja; me he determinado á escribille á trochimoche, y á dedicarle á tontas
y á locas, y suceda lo que sucediere. Quien le compra y murmura, primero hace burla de si,
(0) A los opúsculos satírico-mofales, y especialmente á los conocidos bajo este nombre de Sueños, d e b e QUEVEDO el
aplauso q u e todo el m u n d o p u e d e decirse le t r i b u t a , compartiendo con Cervantes la mayor gloria del ingenio español.
El pensamiento profundamente politice de cauterizar cantando y riendo las llagas de una sociedad c o r r o m p i d a , b u s -
cando en el infierno sus vicios, a b u s o s , engaños y e m b e l e c o s , se lo sugirió la lectura del D a n t e ; los discursos del b e a -
to Hipólito, las tablas fantásticas y caprichosas del Bosco y los frescos del cementerio d e Pisa inflamaron su fantasía y
dieron á su pluma travesura y colores.
Muy joven concibió nuestro ingenioso caballero empresa tan bizarra ; antes de cumplir los veinte y siete años de su
edad tenia concluido el primero d é l o s s u e ñ o s , el cual y el segundo y tercero dedicó al presidente d e I n d i a s , conde d e
Lémos, generoso favorecedor de las letras. E s indudable para mi haber d e estos regocijadísimos discursos nacido la
tierna afición con q u e miró siempre al joven filósofo el inmortal autor del Quijote, honrándole con los nombres de hijo
de Apolo y de Caliope m u s a , flagelo de poetas m e m o s ; y siguiéndole con el pensamiento en los viajes de Sicilia.
Por los años de 1610 juzgó QUEVEDO llegada ya lá sazón oportuna de entregar á la estampa sus rasgos satíricos, aplaudi-
dos y conocidos tan solo hasta aquella época d e los magnates y cortesanos, á fin d e q u e más directamente influyesen en
el mejoramiento de las costumbres públicas. Y como imprimirlos de una vez todos seria menos eficaz para el objeto del
moralista q u e m e n u d e a r l o s , solicitó únicamente en aquel verano licencia para sacar á luz el p r i m e r o de los opúsculos.
Dióle por título : Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños de todos los oficios y estados,
ó sea el sueño del Juicio final; y habiendo encomendado su examen el consejo real d e Castilla al dominicano fray Anto-
lin Montojo, fué tan adversa y áspera la c e n s u r a , q u e no hubo lugar al permiso q u e se solicitaba. Dos años m á s a d e -
lante pretendióse de nuevo, cuidándose recayese la calificación de la obra en religioso franciscano; y efectivamente
fray Antonio de Santo Domingo, á quien nombró el Consejo, halló picante la s á t i r a , pero llena de verdades bien corre-
gidas, de moralidad s u m a , y la lectura del libro provechosísima pura el espíritu.
Pocos meses antes aparece escrito el cuarto de los s u e ñ o s , consagrado al gran don P e d r o Tellez Girón, d u q u e d e
Osuna; y diez años después (1622), en la prisión de la T o r r e de Juan A b a d , el de la Muerte., cou q u e pensó darles fin y
cabo nuestro a u t o r , en tiempo q u e necesitaba divertir vejaciones y a m a r g u r a s .
Habíase con s u s punzantes invectivas concitado innumerables e n e m i g o s , y con la mano q u e tuvo en los negocios d e
Sicilia y Ñapóles, y con el favor q u e gozó en la corte de Felipe III,. Cuando los enconados resentimientos y la envidia le
arrojaron entre c a d e n a s , entonces se desarrebozaron s u s émulos satirizando torpemente su vida y sus e s c r i t o s ; y el l i -
belo que intitularon Apología al sueño de la Muerte, q u e yo no quiero creer q u e sea d e J á u r e g u i , tiraba á h e r i r en lo
más hondo la reputación de QUEVEDO, y excitar al nuevo gobierno, ocupado á la sazón en perseguir con saña á muchos
de los hombres q u e d u r a n t e el reinado anterior se hallaron al frente de los negocios.
No tengo datos para a s e g u r a r q u e , en el espacio d e q u i n c e años q u e media e n t r e 1612 y 1627, llegase á c o r r e r d e
molde alguno d e los sueños. Creo q u e todos debieron imprimirse muchas veces. Pero con las únicas noticias q u e debo
á mi diligencia, formo asi la historia de este l i b r o :
Vieron por vez primera en colección la pública luz fuera de los reinos d e Castilla : en Barcelona, y en 1627, con el
titulo ya referido de Sueños y discursos de verdades descubridoras, etc (1). E s t a edición sirvió de original á la d e Va-
lencia del propio año y á la de Pamplona d e 1631 (2).
Con el rótulo Desvelos soñolientos y verdades soñadas, y la advertencia de q u e el libro salia corregido y enmendado-
agora de nuevo por el mismo autor, y añadido un tratado de la Casa de locos de amor, los reimprimieron las p r e n -
sas de Zaragoza en la primavera del expresado año de 1627: ejemplar rarísimo, como todos los de eslas publicaciones
primeras, q u e existe en el Museo Británico. Allí se conserva también la d e Barcelona d e 162!), q u e , adelantándola un año,
ella don Nicolás Antonio. Tiene esta inscripción: Desvelos soñolientos y discursos de verdades soñadas, descubridoras
de abusos, vicios y engaños en todos los oficios y estados del mundo. En doce discursos. Primera y segunda parte.
Las prensas no daban abasto para saciar la curiosidad general entretenida en aquellos sabrosos desenfados, mien-
tras ponia lengua la murmuración en q u e el libro se imprimiese constantemente lucra de estos r e i n o s , y se mostraba
ofendida d e algunas libertades é impurezas desapacibles, disgustada de la extraña mezcla d e lugares d e la Escritura
con chistes y bufonerías, y horrorizada d e los escandalosos nombres q u e el autor h u b o de poner á s u s discursos.
Harto fundamento sobraba á tales c a r g o s ; no podian las canas tolerar aquello q u e en los Ímpetus de la mocedad tuvo
disculpa, y al claro talento de QUEVEDO no se ocultó al fin q u e s u s enemigos habian de abroquelarse en estos satíricos
discursos para l a b r a r s u ruina. El señor d e Juan Abad no vaciló pues en limarlos y pulirlos. A principios del año 20
pidió al tribunal de la Inquisición recogiese todas las impresiones hechas en Aragón y otras partes fuera del territorio,
castellano, y con la censura de fray Diego del Campo y la del padre Juan Velez Z a b a l a , calificadores ambos del Sanio
olido, dio en Madrid á la estampa s u s obras satírico-morales en aquel oloño (5), suprimiendo no poco , añadiendo,,
(•>) índice expurgatorio publicado en 1610 por el inquisidor general don Antonio de Sotomayor.
LOS SUEÑOS. 295
294 OBRAS D E DON FRANCISCO D E QUEVEDO VILLEGAS,
ver mezcladas veras y burlas, he desagraviado mi opinión, y sacado estas manchas á mis escri-
que gastó mal el dinero, que del autor, que se le hizo gastar mal. Y digan y hagan lo que qui- tos , para darlos bien corregidos, no con menos gracia, sino con gracia más decente, pues quitar
sieren los mecenas, que como nunca los he visto andar á cachetes con los murmuradores sobre lo que ofende, no es disminuir, sino desembarazar lo que agrada. Y porque no padezcan las de-
si dijo ó no dijo, y los veo muy pacíficos de amparo, desmentidos de todas las calumnias que masías del hurto que han padecido los demás papeles, saco de nuevo el de la Culta latiniparla
hacen á sus encomendados, sin acordarse del libro del duelo,—más he querido atreverme que y el Cuento de cuentos, en que se agotan las imaginaciones que han embarazado mi tiempo.
engañarme. Hagan todos lo que quisieren de mi libro, pues yo he dicho lo que he querido de to- Tanto ha podido el miedo de los impresores, que me ha quitado el gusto que yo tenia de divul-
dos. Adiós, Mecenas, que me despido de dedicatoria. gar estas cosas, que me dejan ocupado en su disculpa, y con obligación á la penitencia de haber-
las escrito. Si vuesamerced, señor lector, que me compró facinoroso, no me compra modesto,
confesará que solamente le agradan los delitos, y que solo le son gustosos discursos malhe-
chores.
A LOS QUE HAN LEÍDO, Y LEYEREN.
Yoesci'ibí con ingenio t'acinoroso en los hervores de la niñez, más há de veinte y cuatro años, ADVERTENCIA DE LAS CAUSAS DESTA IMPRESIÓN.
los que llamaron sueños mios, y precipitado, les puse nombres más escandalosos que propios. DON ALONSO MESSIA DE L E W A.
Admítaseme por disculpa que la sazón de mi vida era por entonces más propia del ímpetu que
de la consideración. Tuve facilidad en dar traslados á los amigos; mas no me ilutó cordura para HABIENDO visto impresos en Aragón, y en otras partes fuera del reino, con nombre de DONFRAN-
conocer que en la forma que estaban no eran sufribles á la imprenta; y así, los dejé con des- CISCO DE QUEVEDO VILLEGAS estos discursos (a), con tanto descuido y malicia, que entre lo añadi-
rla) Precédenles en la impresión de Pamplona de 1631 las poesías y advertencias s i g u i e n t e s , p a r t e de las cuales se
precio. Cuando por la ganancia que se prometieron de lo sabroso de aquellas agudezas, sin en-
mienda ni mejora, algunos mercaderes extranjeros las pusieron en la publicidad de la impren- hallan en la edición de Barcelona de 1629; y todo creo q u e debe encontrarse en las de la misma ciudad y la de Valen-
ta , sacándome en las canas lo que atropellé antes del primero bozo; y no solo publicaron aque- cia de 1627.
llos escritos sin lima ni censura, de que necesitaban, antes añadieron á mi nombre tratados CORCHETE.
D E L DOCTOR DON M I G U E L R A M Í R E Z .
ajenos, añadiendo en unos y dejando en otros muchas cosas considerables;—yo, que me vi pade- Aprobación. Y yo á la santa I n q u i s i c i ó n , si p u e d o ,
cer no solo mis descuidos, sino las malicias ajenas, doctrinado del escándalo que se recibía de P o r comisión general Le tengo de acusar de mal cristiano,
De un buen Consejo miré Probándole que cree en sueño vano
E s t e libro, y n o habla m a l ; Y que habló con demonios á p i é quedo.
Gracia y sal t i e n e ; y á fe
a l g o , y retocándolo todo. El libro i n t i t u l ó s e : Juguetes de la niñez y travesuras del ingenio. Aparecieron otros los nom- ALGUACIL.
Que cura llagas su s a l .
b r e s cíe los s u e ñ o s , estos se convirtieron en alegorías m i t o l ó g i c a s , q u i t á r o n s e muchas palabras insufribles, los Aquesto, Dragalvino, poco I m p o r t a :
Contra la fe en nada v a ,
Las verdades q u e dice tengo á m e n g u a ;
ministros y objetos de n u e s t r a n " ' ' ~' J
—•-'- "- !
Consejos á tiempo d a ,
Saberlas todos esto m e deshace
chas veces claridad al contexto, Castiga á quien lo m e r e c e ;
El alma y corazón.
sen a b s u r d o s los r e z a g o s del plan , „. ..„. , P a r e c e r á , si p a r e c e ; CORCHETE.
de las Calaveras, antes del Juicio final, viene, por ejemplo, á decir Judas á Júpiter q u e le vendió: desatino que no podia Y a s í , imprimir s e podrá. Su lengua c o r t a ,
r e s u l t a r en el cuadro primitivo. DEL BACHILLER PEDRO DE MELENDEZ. Y publicarlas no podrá sin lengua ;
La materia del libro no fué enteramente la misma d e los anteriores. Tratados se veian n u e v o s ; otros se recordaban Aprobación. Que esto del m u r m u r a r la lengua lo hace.
suprimidos. P o r comisión general Mas temo, si lo h a c e m o s ,
Del Consejo, sin p c d i l l o , Según su pico y lengua me p r o m e t e ,
Lo de nuevo añadido era El libro de todas las cosas y otras muchas más; Aguja de navegar cultos; La Culta latinipar- Que fuera u n a , no le nazcan siete.
Vi este libro con c u i d a d o ,
la (1) y La caldera de Pero (Jotero (2), refundida muy luego en El Entremetido y la Dueña y el Soplón (3). Este opúsculo
Y está b i e n , y bien m i r a d o , D E DOÑA V I O L A N T E M I S E V E A .
sufrió asimismo alteraciones de grande importancia, empezando por echar abajo el título d e El peor escondrijo de la
¿Quién puede contradecillo?
muerte, discurso de todos los dañados y malos, y séase también Discurso de todos los diablos ó infierno enmendado. Con discreción sin mentir
Soneto í¡ todo lector destos Sueños, en defensa y alabanza del autor.
Desaparecieron los romances El nacimiento del autor, El cabildo de los gatos, Las dos aves y los dos animales fabulo- Ola, lector, cualquiera que tú s e a s ,
sos ~ -»-'>-l • > 1 . n .A n ; |... .,r. r. v
c n nnn n o r.r. e n
n l l l í » c rnCITClC f | p |f, nlU- Murmura por corregir
Algunas malas c o s t u m b r e s ; Si aquestos Sueños á leer l l e g a r e s ,
nia ( Y de la vez primera te e n f a d a r e s ,
Quita de vicios v i s l u m b r e s ,
c a d e r e s a ñ a d i ó tratados ajenos á su n o m b r e , ¿<J Y a s í , se podrá i m p r i m i r . Segunda por tu vida no los leas.
T r i b u n a l de la Justo Venganza (i) consignaron q u e la Inquisición amonestó á QUEVEDO para q u e confesase no s e r sujos, Si te t o c a n , y acaso los a f e a s ,
p o r q u e en tales obras hallaba inconveniente para con las naciones poco afectas á E s p a ñ a la política del Santo Olicio. D E D O Ñ A RAIMUNDA MATILDE. Con que sueños son s u e ñ o s no r e p a r e s ;
Conocido el conflicto del e s c r i t o r , el reparo s e d e s v a n e c e , la crítica triunfa apreciadora de las genialidades y peculiar Que si como estos s o n los que soñares,
Décima. No pecarás á f e , a u n q u e en sueños creas.
estilo d e quien dio á s u s o b r a s u n sello q u e no las deja confundir con olra ninguna. ¿ Cómo n o le supo ver don Nicolás Murmurando decir b i e n , Pero si no te t o c a n , ve volando
Antonio en la Casa de locos de amor'! ¿Cómo dio asenso á don Lorenzo Vander Ilammcn, cuando en Granada, años des- Diciendo bien m u r m u r a r , Y di á todas las gentes q u e los g u s t e n ,
pués de la m u e r t e de QUEVEDO, se le vendió por autor de tan precioso opúsculo? ¿Y cómo el vicario de Jubiles olvidaba De todos s a t i r i z a r , Que el premio es flor q u e esconde un basiliseo;
q u e lo habia reconocido por de QUEVEDO en la carta q u e dirigió á don Francisco Jiménez d e U r r e a , capellán de su Ma- Y hablar d e todos tan b i e n , Que no murmuren m á s de don Francisco
jestad , dedicándole los Sueños de su a m i g o , publicados en la edición de Zaragoza de 1627? Solo se hallara en quien I g n o r a n t e s ; ni es bieu q u e i él se ajusten.
En fin, para imprimir por diez años los Juguetes de la niñez concedió privilegio su Majestad á DON FRANCISCO , á 20 Al mismo infierno ha bajado; D u r m i e n d o s a b e él m á s q u e otros velando.
de enero de 1 6 3 1 ; y Madrid, Sevilla y Barcelona los reprodujeron varias v e c e s : ejemplares q u e la rapacidad de libreros Y aunque el bien ha deseado
Y el mal desterrar p r o c u r a , E L AUTOR AL VULGO.
vergonzantes y la alicion d é l o s extranjeros por las antiguas ediciones e s p a ñ o l a s , han hecho rarísimos en nuestras E s ya tal su d e s v e n t u r a ,
bibliotecas. Que el QÜE-VEDÓ ha quedado mal (a). Si dices mal de mi Sueño,
Los Sueños, propiamente dichos, escribiéronse en un período de quince años. Hé aquí la época y los primitivos nom- Vulgo, como tal h a r á s ;
D E L C A P I T Á N DON J O S É D E B R A C A M O N T E . Más d i , que con decir más
bres, y los reformados en 1629: Dices bien del y del d u e ñ o .
1.° El sueño del Juicio final, 3 de abril de 4607. Renombróse luego El sueño de las Calaveras. Dialogístico soneto entre Tomnmbcyo Traquilantos, alguacil de la Diga él m a l , y tú también ;
2.° El Alguacil endemoniado, 1607. El Alguacil alguacilado. reina Pantasilea, y Dragalvino corchete. Tú del, y él de quien pretende,
o.° Sueño del Infierno , acabado á 30 de abril d e Í608. F u é l e s u s t i t u i d o al título primitivo el d e Las Zahúrdas ile ALGUACIL. Que todo para el que e n ü e n d e .
Le está á su gusto muy bien.
Pluton. Por el alcázar j u r o de T o l e d o , Pues si es tu Un ser Marcial
i." El Mundo por de dentro, 26 d e abril d e 1612. Y voto al sacro Paladión troyano, Y decir q u e es malicioso,
5.° El sueño de la Muerte, 6 de abril d e 1U22. Visita de los chistes. Que tengo de vengarme p o r m i mano Lo alabas por ingenioso
Y hacer manco del otro p i é á QUEVEDO. Diciendo que dice m a l .
6.° Casa de locos de amor; ignórase cuándo fué e s c r i t o ; supóngolo m á s antiguo q u e los anteriores , y de los dias lo- M a s , vulgo, pues s é quién e r e s ,
<a) Alude á la etimología que los heráldicos dan al apellido QUE-
zanos de la juventud de QUEVEDO. VEDO, suponiendo ridiculamente que vale tanto como que vedó, y A l a larga ó á la corta
E s d e repararse la coincidencia de q u e entre las flores de abril soñó siempre tan galana é ingeniosisimamente nues- que hubo de nacer d e haber impedido u n o d e esta familia que los Diga yo lo que m e i m p o r t a ,
moros pasasen d e cierta puente en el valle d e Toranzo. Y di fú lo q u e quisieres.
tro poeta.
Terminemos ya esta enfadosa nota. L o s prólogos y advertencias preliminares que en la presente publicación pre-
ceden á los discursos , porque á ellos se refieren e s p e c i a l m e n t e , son los d e los Jagüeles de la niñez, como también e. AL ILUSTRE Y DESEOSO LECTOR.
texto de la obra. E s t e , respetando la voluntad última del autor, han preferido siempre las colecciones flamencas y es- Prólogo.
pañolas. No privamos, sin embargo, al lector de conocer las ediciones primitivas : con las notas y variantes que hallara
en su lugar, verá satisfecho su deseo. «Refiérese, no sé si por modo de cuento gra cioso y ficticio, q u e estando una vez m u y enfermo u n soldado muy p r e -
ciado de cortés y ladino, entre m u c h a s de s u s oraciones, pregarías y protestaciones que h a c i a , finalmente vino á rema-
(1) Véase la tabla de los discursos al llnal de los preliminares de la edición de Lorenzo Deu : B a r c e l o n a , 1C3">.
(2) Tribunal ilr la Justa Venganza , páginas 228 y 280.
( o ) Censura del padre fray Diego del C a m p o , en las citadas aprobaciones y licencias d e la edición de Barcelona,
( i ) Pág. 22(1. Kn la 228 se corrobora todavía más ser QUEVEDO el verdadero autor de oslas obras.
296 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS. LOS SUEÑOS. 297
do y olvidado, y errores de traslados é imprenta, se desconocían de su autor; y más teniéndo- verá en ellas) con cosas que no habian salido, y en todas se ha excusado la mezcla de lugares de
los yo trasladados de su original, determiné, dándole cuenta, de restituirlos, limpiándolos del la Sagrada Escritura, y alguna licencia que no era apacible; que aunque hoy se lee uno y otro
contagio de tantos descuidos, porque se vea cuan de otra suerte en su primera edad juzgaba con en el Dante, DON FRANCISCO me ha permitido esta lima ; y aseguro en su nombre que procurará
la pluma, sin apartarse de la enseñanza. Y es cierto no consintiera hoy esta impresión, á no ha- agradar á todos, sin ofender á alguno: cosa que en la generalidad con que trata de solo los malos,
llarse obligado por las muchas que destos propios tratados se han hecho en toda la Europa, tan forzosamente será bien quisto; sujetándose á la censura de los ministros de la santa Iglesia roma-
adulteradas, que le obligaron á pedir al tribunal supremo déla Inquisición las recogiese, imitan-
na en todo, con intento cristiano y obediencia rendida.
do en esta modestia (aunque tan diferente) á Eneas Silvio, que después de pontífice, mandó re-
coger algunas obras de este estilo que habia divulgado en la mocedad. Salen enteras (como se
t a r l a s , diciendo: «Y Dios m e libre d e las manos del señor diablo» ( t r a t á n d o l e s i e m p r e con esta cortesía todas las veces Estos discursos (a) en la forma que salen corregidos, y en parte aumentados, conozco por mios,
q u e le n o m b r a b a ) . Reparó en esto último uno de los circunstantes , preguntándole juntamente luego por qué llamaba sin entremetimiento de obras ajenas que me achacaron; y todo lo pongo debajo de la corrección de la
señor al d i a b l o , siendo la más vil criatura del m u n d o ; á que respondió tan presto ei enfermo, diciendo : «¿Qué pierde santa Iglesia romana, y de los ministros que tiene señalados para limpiar errores y escándalos de
el hombre en ser bien criado? Qué sé yo á quién h a b r é de menester, ni en q u é manos he de dar?» Digo esto, señor lector, las impresiones. Y desde luego con anticipado rendimiento me retrato de lo que no fuere ajustado á
p o r q u e , supuesto que nuestra lengua vulgar, á diferencia de la l a t i n a , tiene un vuesamerced y otros varios títulos,
mayormente cuando no se conoce la calidad y estado d e la persona con quien se h a b l a , por no parecer nadie descortés la verdad católica ó ofendiere á las buenas costumbres.
y por el c o n s i g u i e n t e , malquisto y aborrecido de t o d o s , m e ha parecido tratar á vuesamerced con este lenguaje y tér-
mino, píen diferente de cuantos yo he podido ver en todos los prólogos de los libros al lector, escritos en romance,
d o n d e tratan á vuesamerced con un tú redondo, q u é si no arguye mucha amistad y familiaridad, por fuerza ha de ser cual cuantos han sabido q u e yo los tenía enteros y leídos por hombres doctos y e n t e n d i d o s , con particular curiosidad
a r g u m e n t o de que quien habla es superior y m a n d ó n , y á quien se habla inferíory criado. Y banme movido á esto las y atención m e han solicitado con grandes instancias los hiciese comunes á todos, dándolos á ia impresión, asigurándo-
mismas razones del susodicho soldado enfermo, atendiendo y considerando á q u e es la cortesía la llave maestra para me grande g u s t o , y lo que más e s , g r a n d e provecho espiritual para t o d o s , pues en ellos hallarán desengaños y avisos
abrir la voluntad y afición, y la q u e , costando poco, vale m u c h o ; y q u e , en resolución, no puedo perder nada en ser de lo q u e pasa en este m u n d o y ha de pasar en el otro por t o d o s , para estar d e t o d o bien p r e v e n i d o s ; q u e mala
c o r t é s ; q u e antes entiendo perdería mucho si no lo fuese; q u e quien ha menester es muy necio si regatea cortesías, y praevisa minusnocent. Con q u e m e be resuelto á condescender con el gusto y deseo de t a n t o s , confiado en que vuesa-
m á s yo, q u e tanto necesito d e todos para q u e m e compren este libro q u e saco á luz á mi c o s t a , y para q u e , comprado merced , señor lector, m e agradecerá este trabajo y gasto con c o m p r a r l e ; que con solo esto m e daré por satisfecho, y
y leido, m e le a l a b e n , con q u e de camino inciten y muevan unos a otros á que hagan lo mismo, y tenga con esto este aun por pagado. Y por la agudeza y sutil modo de hablar deste libro, porque no caiga en alguna equivocación, ruego ¿
libro lo q u e merece su b o n d a d y mayor expedición y c o r r i d a , y yo mayor ganancia, para q u e con esto queden todos vuesamerced que corrija las erratas que hallare con su acostumbrada benignidad y clemencia ; que también sería d e -
aprovechados, yo vendiendo, y los otros comprando y leyéndole. Verdad sea q u e para esto último de que alaben es- masiada presunción y mucha particularidad pretender que saliese este libro sin ellas. Y porque entienda vuesamerced,
tas obras de ingeniosas y a g u d a s , confío dará poco trabajo y ningún cuidado á los aficionados á ellas y á su a u t o r ; pues señor lector, q u e le deseo toda honra y provecho y guardarle de todo peligro, ruego á Dios nuestro Señor le haga como
ellas propias se traen consigo la recomendación y alabanza y el Qüevedo me fecit: p o r q u e son t a l e s , q u e solo tal autor el rey de las abejas, q u e contiene y da de sí por la boca la dulzura de la m i e l , y no tiene aguijón por no q u e d a r m u e r t o
podia hacer obras de tanta erudición y a g u d e z a ; y e l l a s , por tener tanto de e n t r a m b a s , solo podían ser hijas de tal y picando con é l , como acontece á todas las demás a b e j a s , q u e le t i e n e n , si bien en la cola y no en la b o c a ; y le g u a r d e
tan raro ingenio. Que si el autor es y debe ser conocido y celebrado por estas obras m á s que por cuantas ha hecho, y de correctores de vidas y obras ajenas, y sopladores de las suyas p r o p i a s , que no se venden, porque ellos venden en
s e le han impreso hasta hoy en s u n o m b r e , ellas también q u e d a n estimadas y calificadas por lo q u e son, con solo saber ellas á cuantos ven y tratan.»
(como ya todos saben) que las hizo DO>-FRANCISCO QÜEVEDO. Y con él y con ellas nó m e da tanto cuidado como podia (a) Hé aqui el índice de ellos en la edición de Barcelona 1035, y de Sevilla 1611.
d a r m e una de las razones q u e m e movió á t r a t a r á vuesamerced con esta c o r t e s í a , considerando q u e no sé en que ma- DISCURSOS QUE SALEN EX ESTA IMPRESIÓN , AHORA AÑADIDOS, QUE NUNCA SE HAN IMPRESO.
-
nos ni en q u é lenguas ha de dar este libro, q u e sale agora al teatro del m u n d o (donde nunca faltan censurantes y mal
contentos, q u e con toda propiedad se llaman Zoilos y c r í t i c o s , dias peligrosos á la salud de los buenos entendimien- El Libro de todas las cosas y otras muchas más, fol. 88.
tos, de quienes se puede entender lo que dijo el doctísimo jurisconsulto don Mateo López Bravo <\): Ridendi vero, Aguja de navegar cultos, fol. 97.
romanuli, et graeculi nostri, qui grammaticorum infantia sitperbi, et omnium rerum quantum garruli, ignari, triplici • La Culta latiniparla, fol. 99.
lingua stulti, ó doctis noscuntur). P o r q u e si vuesamerced las lee, no d e prisa ni á pedazos, sino deespacio y con atención
lodo é l , pues no es muy g r a n d e (si no q u i e r e que se le pasen algunas de sus m u c h a s sutilezas y agudezas por alto y VA IMPRESOS.
por entre r i n g l o n e s j , soy m á s q u e cierto q u e no se quejará de que ellas y quien las hizo e s p a r c í a r y aceptador de per- El sueño de las Calaveras, fol. 1.
sonas (a), sino q u e a lodos habla y á todos dice la verdad clara y lisa y lo q u e s i e n t e , sin r a s t r o d e lisonja; y si acaso es- El Alguacil alguacilado, fol. 7
cuece y pica, considere que no es sino solo porque cuanto se dice es verdad y desengaño, q u e todos le quieren, y nadie Las Zahúrdas de Pluton, fol. l o .
por su c a s a ; y a s í , no hay sino paciencia, y calle y callemos; q u e sendas nos tenemos. Y liarlo mejor fuera quejarse de El Mundo por de dentro, fol. -il.
las faltas tan grandes del m u n d o , q u e movieron al autor á hablar tan claro contra e l l a s , diciendo la v e r d a d ; que por La Visita de los chistes, fol. 53.
eso dijo bien cierto alcalde q u e vio preso á u n estudiante porque hizo una sátira en q u e decia las faltas del l u g a r , que El Caballero de la Tenaza, fol. 80.
harto mejor fuera haber preso á los q u e las tienen. Y cuando nada desto b a s t e á q u e deje de haber quien se queje y El Entremetido y la Dueña y el Soplón, fol. 10o.
m u r m u r e destas obras y de s u autor, quiero hacer acordar á vuesamerced, señor lector, sea quien fuere, aquel cuente- El Cuento de cuentos entero, fol. 156.
cilio de cierto clérigo viejo, q u e tenia una higuera con s u s higos ya sazonados y m a d u r o s , a l a cual subiendo unos es-
tudiantes á hacerles declinar jurisdicción bucólica, pensando é l , por ser corto de v i s t a , q u e eran aves ó algunas crue-
les sabandijas, puso en ella espantajos hasta conjurarlos; pero viendo que nada desto aprovechaba, considerando
cuan b u e n a s son las oraciones mezcladas en piedras ( a r m a s primeras del m u n d o ) , se resolvió de tirarlas á estos tor-
dos racionales, diciendo q u e también Dios había dado virtud á las piedras como i las plantas y y e r b a s ; y hízolo contal
denuedo, q u e dio con ellos r a m a s abajo y muy bien descalabrados. Sin propósito parecerá á vuesamerced este cuento,
y s e r á , ó por no saberme yo bien explicar, ó por no q u e r e r m e vuesamerced entender (que no hay m á s mal sordo que el
q u e no q u i e r e o i r ) ; pero yo sé lo entenderá si ahonda un poco en sus sentidos varios que le puede d a r (como en todo lo
d e s t e libro). Y por sí acaso q u i e r e que yo lo e x p l i q u e , con ser a s í . que frustra exprimilur, quod tacite subintelligitur,
l.jam dubitari, digole que si acaso no le obliga la cortesía y humildad con q u e le t r a t o , m i r e lo que d i c e , y cómo y de
q u é m u r m u r a y dice m a l , si del autor del libro ó de sus o b r a s ; y g u á r d e s e de alguna lluvia d e piedras de las muchas
verdades d u r a s y secas q u e este libro tiene y s u autor puede enviarle, q u e le descalabren y hagan caer de arriba aba-
jo, quiero decir, de su estado y buena opinión q u e tiene de sabio, y no haga le tengan por i g n o r a n t e , murmurador y
soberbio maldiciente, y del n ú m e r o de unos necios q u e quieren parecer sabios en no h a b e r libro que bien les parezca,
ni cosa d e q u e no hagan b u r l a y menosprecio. Y g u á r d e n s e no les suceda á los tales lo q u e al asno d e Sileno, q u e puso
Júpiter entre las e s t r e l l a s ; que por ser ellas tan resplandecientes y c l a r a s , y el auribus magnis, como advirtió Lucia-
no, descubrió m á s su disforme fealdad con g r a n d e infamia. Y adviertan q u e el epíteto del a u t o r es el satírico ; y créan-
m e , y no e r r a r á n , que es m á s que temeridad echar piedras del tejado del vecino quien tiene el suyo de vidrio.
«Y nadie se maraville de q u e llame á vuesamerced con este t í t u l o , al parecer nuevo, de i l u s t r e y deseoso lector, por-
q u e cuando no le mereciera jior la doctrina común y sabida del filósofo, q u e todo h o m b r e n a t u r a l m e n t e desea saber: cosa
q u e se alcanza con el estudio y atenta lición y meditación de los libros b u e n o s , d o c t o s , a g u d o s , ingeniosos y claros;
por solo este libro ( q u e l o es tanto como el q u e m á s ) le merecía muy en particular, pues es el que ha sido tan deseado,
así d e cuantos han leido algo destos Sueños y Discursos, como de los q u e han oido referir y celebrar algunas ó alguno
de las innumerables agudezas que contienen ; lastimándose de verlos ir m a n u s c r i t o s , tan a d u l t e r a d o s y falsos, y mu-
chos á pedazos y hechos u n disparate, sin pies ni c a b e z a , y tan desfigurados como el soldado desdichado q u e , habiendo
salido de su tierra para la guerra con b i z a r r í a , tallazo, galas y p l u m a s , vuelve á ella después d e muchos años mas
desgarrado y rompido que soldado, con un ojo menos , hecho u n monóculo, medio brazo, con una pierna de palo y todo
él hecho un milagro de c e r a , bueno para ofrecido, con el vestido de la m u n i c i ó n , sin color determinado, desconocidoy
roto, pidiendo limosna; como la cortesana que ha corrido á Italia, Indias y la casa de Meca y del gran Solimán. Por lo
(pensando que disimularían a l g o ) que no eran sino s e - beben en charco. Traia un cuello tan g r a n d e , que n o
dellos y en alia voz decia : « A n t e mí pasó á tantos de g o , como buen jugador, dijo ; « Partido pedis? No
cretarios. Los abogados comenzaron á dar descar- s e le echaba de ver si tenia cabeza. Preguntóle un
tal m e s » , etc. (1). tenéis buen j u e g o . » Comenzó á descubrir, y ellosj
g o ( l ) , q u e se acabó e n : «Es h o m b r e , y no lo hará otra portero, de parte de Júpiter, si era hombre; y él r e s -
Pilatos se andaba lavando las manos muy apriesa, viendo que miraba, se echaron en baraja de su bella
vez, y alcen el dedo.» Al fin s e salvaron dos ó t r e s , y á pondió con grandes cortesías que s í , y que por más
para irse con sus manos lavadas al brasero. Era de ver gracia. Pero tales voces como venían tras de un mal-
los demás dijeron los verdugos : «Ya entienden.» Hicié- señas se llamaba don Fulano á fe de caballero. Rióse
c ó m o se entraban algunos pobres entre media docena aventurado pastelero no se oyeron jamas de hombres
ronles del o j o , diciendo que importaban allí para j u - un ministro, y dijo : « De codicia es el mancebo para
de reyes que tropezaban con las coronas, viendo entrar hechos c u a r t o s ; y pidiéndole que declarase en qué les
rar contra cierta gente ( 2 ) . Uno azuzaba t e s t i g o s , y el infierno.» Preguntáronle qué pretendía, y respon-
las de los sacerdotes tan sin detenerse (2). Llegó en habia acomodado sus c a r n e s , confesó que en los pas-
repartía orejas de lo que no s e habia dicho y ojos de dió : «Ser salvado;» y fué remitido á los verdugos
esto u n hombre desaforado lleno de c e ñ o ; y alargando t e l e s ; y mandaron que les fuesen restituidos sus miem-
lo que no habia s u c e d i d o , salpicando de culpas posti- puraque le moliesen; y él solo reparó en que le aja-
la m a n o , dijo : « E s t a es la carta de e x a m e n . » Admi- bros de cualquier estómago en que se hallasen. Dijé-
zas la inocencia. Estaba engordando la mentira á p u - rían el cuello (a). Entró tras él un hombre dando voces,
ráronse todos : dijeron los porteros que quién era; y ronle si queria ser j u z g a d o , y respondió que s í , á Dios
ros e n r e d o s ; y vi á J u d a s , y á Mahoma y á Lutero diciendo : «Aunque las doy, no tengo mal pleito; que
él en altas voces respondió : « Maestro de esgrima exa- y á la ventura. La primera acusación decia no sé qué
recatar desta vecindad el uno la bolsa y el otro el á cuantos simulacros hay, ó á los m a s , he sacudido el
minado (3) y de los más diestros del m u n d o ; » y s a - de gato por liebre; tanto de h u e s o s , y no de la mis-
zancarrón. Lutero d e c i a : « Lo mismo hago yo escri- p o l v o . » Todos esperaban ver un Diocleciano ó Nerón,
cando unos papeles del p e c h o , dijo que aquellos eran ma carne, sino advenedizos; tanto de oveja y cabra,
biendo. » Solo se lo estorbó aquel médico que dije, por lo de sacudir el p o l v o , y vino ó ser un sacristán
los testimonios d e sus hazañas. Cayéronseleen el suelo caballo y perro ; y cuando él vio que se les probaba á
que forzado d é l o s que le habian traído, parecieron él, que azotaba los retablos; y se había ya con esto puesto
por descuido los testimonios, y fueron a un tiempo á s u s pasteles haberse hallado en ellos más animales que
un boticario y un barbero, á los cuales dijo un v e r - en salvo, sino que dijo un ministro que se bebia el
levantarlos dos furias y un alguacil, y él los levantó en el arca de Noé (porque en ella no hubo ratones ni
dugo que tenia las c o p i a s : «Ante este doctor han aceite de las lámparas y echaba la culpa á una l e c h u -
primero que las furias. Llegó un a b o g a d o , y alargó el moscas, y en ellos s í ) , volvió las espaldas y dejólos con
pasado los más difuntos, con ayuda de este boticario z a , por lo cual habian muerto sin e l l a ; que pellizcaba
brazo para asille y metelle dentro; y é l , retirándose, la palabra en la boca. Fueron juzgados filósofos, y fué
y barbero, y á ellos se les debe gran parte deste de los ornamentos-para v e s t i r s e ; que heredaba en vida
alargó el s u y o , y dando un s a l t o , dijo : « E s t a de puño de ver cómo ocupaban sus entendimientos en hacer
dia.» Alegó un procurador por el boticario que daba las vinajeras, y que tomaba alforzas á los oficios. No
e s irreparable, y pues enseño 4 matar, bien puedo silogismos contra su salvación. Mas lo de los poetas
de balde á los pobres; pero dijo un verdugo que h a - sé qué descargo se dio, que le enseñaron el camino
pretender que me llamen Galeno; que si mis heridas fué de n o t a r , que de puro locos querían hacer á Jú-
llaba por su cuenta que habian sido más dañosos dos de la mano izquierda. Dando lugar unas damas alcor-
anduvieran en m u í a , pasaran por médicos malos : sí piter malilla de todas las cosas. Virgilio andaba con
botes de su tienda que diez mil de pica en la guerra, zadas que comenzaron á hacer melindres de Jas malas
me queréis probar, yo daré buena c u e n t a . » Riéronse su Sicelides musae, diciendo que era el nacimiento;
porque todas sus medicinas eran espurias, y que con figuras de los v e r d u g o s , dijo un procurador á Vesta
t o d o s , y un oficial algo moreno le preguntó qué n u e - mas saltó un v e r d u g o , y dijo no sé qué de Mecenas y
esto habia h e c h o liga con una peste y habia destruido que habian sido devotas de su nombre aquellas; que
vas tenia de su alma ( 4 ) . Pidiéronle no só qué c o - Octavia, y que habia mil veces adorado unos cuer-
dos lugares. El médico se disculpaba con él, y al fin el las amparase. Y replicó un ministro que también fue-
s a s , y respondió que no sabía tretas contra los e n e - necillos s u y o s , que los traia por ser dia de más fiesta :
boticario se desapareció, y el médico y el barbero an- ron enemigas de su castidad. Sí por c i e r t o , dijo una
m i g o s della. Mandáronle que se fuese; y d i c i e n d o : contó no sé qué cosas. Y al fin, llegando Orfeo ( c o -
daban á daca mis muertes y toma las tuyas. Fué c o n - que habia sido adúltera; y el demonio la acusó q u e
«Entre o t r o , » se arrojó. Y llegaron unos despenseros mo más antiguo) á hablar por t o d o s , le mandaron que
denado un abogado porque tenia todos los derechos habia tenido un marido en ocho cuerpos; que se h a -
ú cuentas ( y no r e z á n d o l a s ) , y en el ruido con que se volviese otra vez á hacer el experimento de entrar
con corcovas, cuando descubierto un hombre que e s t a - bia casado de por junto en uno para mil. Condenóse
venía la trulla, dijo un ministro : «Despenseros son;» en el infierno para salir; y á los d e m á s , por hacérse-
ba detras deste á gatas porque no le viesen, y pregun- esta s o l a , y iba d i c i e n d o : « Ojalá supiera que me habia
y otros dijeron : « N o s o n ; » y otros : « S i s ó n ; » y d i ó - les c a m i n o , que le acompañasen. Llegó tras ellos un
tando quién e r a , dijo que c ó m i c o ; pero un verdugo de condenar, que no hubiera cansádome en hacer b u e -
les tanta pesadumbre la palabra s i s ó n , que se turba- avariento á la p u e r t a , y fué preguntado qué queria,
muy enfadado replicó : «Farandulero e s , señor, y p u - nas o b r a s ! » En esto que era todo acabado, queda-
ron mucho. Con t o d o , pidieron que se les buscase su diciéndole que los preceptos guardaban aquella puerta
diera haber ahorrado aquesta venida sabiendo lo que ron descubiertos J u d a s , Mahoma y Martin Lutero; y
a b o g a d o , y dijo un verdugo : « A h í está Judas, que de quien no los habia guardado; y él dijo que en cosas
h a y . » Juró de i r s e , y fuese sobre su palabra. En esto preguntando un ministro cuál de los tres era Judas,
es apóstol descartado.«Cuando ellos oyeron e s t o , v o l - de guardar era imposible que hubiese pecado. Leyó el
dieron con muchos taberneros en el p u e s t o , y fueron Lutero y Mahoma dijeron cada uno que é l ; y corrióse
viéndose á otra furia, que no se daba manos á señalar primero : Amar á Dios sobre todas las cosas; y dijo
acusados de que habian muerto mucha cantidad de Judas t a n t o , que dijo en altas voces : «Señor, yo soy
hojas para leer, dijeron : « N a d i e m i r e , y vamos a p a r - que él solo aguardaba á tenerlas todas para amará
sed á traición, vendiendo agua por vino. Estos venían Judas, y bien conocéis vos que soy mucho mejor que
tido , y tomamos infinitos siglos de f u e g o . » Él v e r d u - Dios sobre ellas. No jurar : dijo que aun jurando fal-
confiados en que habian dado á un hospital siempre e s t o s , porque si os vendí remedié al m u n d o , y e s -
samente, siempre habia sido por muy grande interés;
vino puro para los sacrificios; pero no les valió, ni á los i t o s , vendiéndose á sí y á v o s , lo han destruido todo.»
( 1 ) Comenzóse la cuenta por A d á n , y porque se vea si iba es- y que así no habia sido en vano. Guardar las fiestas:
sastres decir que habian vestido n i ñ o s ; y a s í , todos Fueron mandados quitar delante; y un abogado que
trecha , hasta de una manzana le pidieron cuenta tan rigorosa, e s t a s , y aun los dias de trabajo, guardaba y escondía.
que le oi decir á Judas : « Qué tal la daré yo que le vendí al mis- fueron despachados como siempre se esperaba. L l e - tenia la copia, halló que faltaban por juzgar los malos
Honrar padre y madre : siempre les quité el sombre-
ino dueño un cordero 1» garon tres ó cuatro extranjeros ricos pidiendo asien- alguaciles y corchetes. Llamáronlos, y fué de ver que
ro. No matar : por guardar esto no c o m i a , por ser
Pasaron todos los primeros P a d r e s , vino el Testamento nuevo, asomaron al puesto muy tristes, y dijeron : « Aquí lo
t o s ^ dijo un m i n i s t r o : «Piensan g a n a r e n e l l o s ? P u e s
pusiéronse en sus sillas al lado de Dios los apóstoles todos con matar la hambre comer. De mujeres : en cosas que
esto es lo que les mata. Esta vez han dado mala c u e n - damos por c o n d e n a d o ; no e s menester n a d a . » N o
el santo P e s c a d o r ; luego llegó un diablo y dijo : « E s t e es el que cuestan dineros ya está d i c h o . No levantar falso tes-
señaló con toda la mano al que san Juan con un d e d o , que fué t a , y no hay donde se a s i e n t e n , porque han quebrado bien lo dijeron , cuando cargado de astrolabios y g l o -
timonio : « A q u í , dijo un v e r d u g o , es el negocio, ava-
el que dio la bofetada á C r i s t o . » J u z g ó el mismo su c a u s a , y die- el banco de su crédito.» Y volviéndose á Júpiter, dijo bos entró un astrólogo dando v o c e s , y diciendo que
ron con él en los entresuelos del m u n d o . Era de ver etc. (MS.)
r i e n t o ; que si confiesas haberle levantado te conde-
un ministro : « Todos los demás hombres, señor, dan se habian e n g a ñ a d o , que no habia de ser aquel dia el
(2) Asomaron sus cabezas Heródes y P i l á t o s , y cada uno cono- nas , y si n o , delante del juez te le levantarás á tí mis-
cuenta de lo que es s u y o ; mas estos de lo ajeno y del j u i c i o , porque Saturno no habia acabado sus m o -
cía en é l , aunque g l o r i o s a s , s u s i r a s . Decia Pilátos : « Esto m e - m o . » Enfadóse el avariento, y d i j o : «Sí no he de entrar
rece quien se dejó gobernar por judigüelos ; » y Heródes : «Yo todo.» Pronuncióse la sentencia contra e l l o s : yo no la oi vimientos , ni el de trepidación el suyo. Volvióse un
no gastemos tiempo» ( q u e hasta aquello rehusó de gas-
no puedo ir al cielo, pues al limbo no se querrian m á s (fiar de b i e n , pero ellos desaparecieron. Vino un caballero tan v e r d u g o , y viéndole tan cargado d e madera y papel,
mi) los inocentes con las nuevas que tienen de esotros. Ello es
tar). Convencióse c o n s u vida, y fué llevado adonde
d e r e c h o , que al parecer queria competir con la misma le dijo : «Ya os traéis la leña con v o s , como si s u -
fuerza de ir al infierno, que en Un es posada conocida. »(JlfS.) merecía. Entraron en esto m u c h o s ladrones, y salvá-
justicia que le aguardaba: hizo muchas reverencias á piérades que de cuantos cielos habéis tratado en vida
(3) «y de los más ahigadados hombres del m u n d o ; y porque lo ronse dellos algunos ahorcados. Y fué de manera el
c r e a n , vean aquf el testimonio de mis h a z a ñ a s . » Y fué á sacarlos todos, y con la mano una ceremonia usada de los que estáis de manera, que por la falta de uno s o l o , en
ánimo que tomaron los escribanos que'estaban delante
del seno con tanta prisa y c ó l e r a , que por mostrarlos se le cayeron muerte, os iréis al infierno.» « E s o no iré y o , » dijo él:
en el suelo. Luego al punto arremetieron dos diablos y un algua-
d e M a h o m a , Lutero y Judas ( v i e n d o salvar ladrones),
( t ) unos decian : « S o n bautizados y miembros de la Iglesia.» «Pues llevaros l i a n ; » y así se hizo.
cil á levantarlos ; y vi que con mayor presteza levantó el alguacil que entraron de golpe á ser sentenciados, de que les No tuvieron muchos dellos q u e decir otra cosa. ( E l expresado
los testimonios que los diablos, Llegó un ángel y alargó el brazo tomó á los verdugos muy gran risa. Los procuradores Con esto s e acabó la residencia y tribunal: huyeron
HS.)
para asirle y m e t e r l e ; y él retirándose etc. (MS.) (2) Y viendo ellos que por ser cristianos les daban más pena las sombras á su lugar, quedó el aire con nuevo
comenzaron á esforzarse y á llamar abogados.
(i) Pidiéronle la cuenta de no sé qué cosas y tretas de su sal- que á los g e n t i l e s , alegaron q u e el ser cristianos no era por su (o) Así reprodujo este pensamiento el autor de La verdad sos-
vación ; y él confesó que no sabia- ninguna contra los enemigos culpa, que los bautizaron cuando eran n i ñ o s , y que los padrinos
del alma. Mandáronle que se fuese por linea recta al infierno; á Dieron principio á la acusación los verdugos, y no la tenian. Digo d e verdad que vide á Mahoma, á Judas y á Lutero pechosa :
lu cual replicó : q u e l e debían d e tener por diestro d e los del li- la hacían en ios procesos que tenian hechos de sus tan. cerca de atreverse á entrar en j u i c i o , animados con ver salvar Yo sé quien tuvo ocasión
bro m a l e m á t i c o , que él no sabia qué era linea recta. Hiciéron- culpas, sino con los q u e ellos habian h e c h o en esta vi- A un e s c r i b a n o , que me espanté de qtie no lo hiciesen. Y solo se De gozar su amada bella ,
selo aprender, y descendió entre todos. Llegaron haciendo cuenta lo estorbó un m é d i c o , porque f o n a d o d e l o s demonios y los que Y no osó acercarse á ella
unos d e s p e n s e r o s , v conociéndolos en el ruido con que venían v da. Dijeron lo primero: « E s t o s , señor, la mayor culpa
le habian t r a í d o , etc. ( Ei mismo), • P o r no ajar un cangilón.
la trulla, etc. ( US.) suya es ser escribanos.» Y ellos respondieron á voces
302 OBRAS DE DON FRANCISl • DE QUEVEDO VILLEGAS.
aliento, lloreciú la tierra, rióse el c i e l o , Júpiter subió EL ALGUACIL ALGUACILADO.
condenados estaban prendidos , en vez de clavos y al-
consigo á descansar en sí los d i c h o s o s , y yo me quedé
fileres, con alguaciles; un avariento, contando más leliureones, que quiere decir ígrteos; los segundos, aéreos ; los terceros, terrenos; los cuartos,
en el valle; y discurriendo por é l , oí mucho ruido y duelos que dineros; un médico pensando en un orinal, acuátiles ; los quintos, subterráneos ; los sextos, lucífugos, que huyen de la luz. Los ígneos son
quejas en la tierra. Llegúeme por ver lo que había, y y un boticario en una medecina. Diómo tanta risa ver los criminales que á sangre y á fuego persiguen los hombres; los aéreos son los soplones, que dan
vi en una cueva honda (garganta del averno) penar e s t o , q u e m e despertaron las carcajadas; y fué mucho viento ; ácueos son los porteros que prenden por si vació ó no vació sin decir agua va, fuera
m u c h o s , y entre otros u n letrado, revolviendo no quedar do tan triste sueño más alegre que espantado. de tiempo; y son ácueos, con ser casi todos borrachos y vinosos. Terrenos son los civiles, que á
tanto leyes como caldos : un escribano, comiendo solo Sueños son e s t o s , que si se duerme vuecelencia puras comisiones y ejecuciones destruyen la tierra. Lucífugos, los rondadores que huyen de la
letras, que no habia solo querido leer en esta vida, t o - sobre e l l o s , verá que por ver las cosas como las veo, luz, debiendo la luz huir dellos. Los subterráneos, que están debajo de tierra, son los escudri-
dos ajuares del infierno. Las ropas y tocados de los las esperará c o m o las d i g o . ñadores de vidas, y fiscales de honras y levantadores de falsos testimonios, que debajo de tierra
sacan qué acusar, y andan siempre desenterrando los muertos y enterrando los vivos!
»»«»« . w v ^
AL PI0 LECTOR.
(a) Su primitivo n o m b r e parece q u e fué El alguacil endemoniado y el licenciado catabres. Este licenciado, á quien
de mano maestra pinta QUEVEDO, existió realmente. Llamábase don Genaro Andreini, era capellán del conde de Lémos,
y asistía á la parroquia de San Pedro el Real de esta corte. Como viniese en peregrinación á España con el propósito de DISCURSO.
visitar el sepulcro d e S a n t i a g o , e n la capital d e Galicia le vio u n deudo del Conde a h u y e n t a r los d e m o n i o s ; cobróle
afición, trájoleá Madrid, y en breve el italiano logró fama de estupendo exorcista. S u s conjuros frecuentes y exagera-
dos fanatizaron á la p l e b e , llegando los escándalos á tal p u n t o , q u e el Santo Oficio tuvo por último q u e extrañarle de FUE el caso que entré en San Pedro á buscar al por defuera blanqueados y llenos de molduras, y por
estos reinos (1). licenciado Calabres, hombre de bonete de tres altos dedentro pudricion y g u s a n o s ; fingiendo en lo exterior
Dirigió nuestro a u t o r s u discurso, escrito en 1607, al conde d e L é m o s , p r e s i d e n t e do I n d i a s : asi resalla en los prime- hecho á modo de medio c e l e m í n ; ojos do e s p u l g o , vi- honestidad, siendo en lo interior del alma disoluto y
ros ejemplares. Sin e m b a r g o , el códice m a n u s c r i t o , cuya antigüedad s u b e á los tiempos de Cervantes (joya preciosa vos y bulliciosos; puños de Corinto, asomo de camisa de m u y ancha y rasgada conciencia. Era eu buen r o -
que posee la biblioteca Colombina, A a , 111-1, fol. 37), y otro de la Nacional (M. 198, fol. !>o) le m u e s t r a n dedicado al
m a r q u é s de Villanueva del Fresno y Barcarola, señor de Moguer. Cuando en 1027 vio la pública luz el l i b r o , procla- por c u e l l o , (1) mangas en escaramuza y calados de mance hipócrita, embeleco v i v o , mentira con alma y
mó al Presidente por Mecenas; mas dos años adelante reformó QUEVEDO la dedicatoria, enderezándola A un amigo. El rasgones, los brazos enjarra, y las manos en garfio; h a - fábula con voz. Hállele (S) solo c o n un hombre q u e , ata-
derecho que á ella tuvieran, no podían ya disputarlo ni el Conde ni el Marqués , m u e r t o s ambos en 1(122. Pero habién- bla entre penitente y diciplinante, los ojos bajos y los das las m a n o » y s u é l t a l a l e n g u a , descompuestamente
dosela restituido al Conde el impresor ¡barra en 1772, hemos respetado la posesión en q u e hoy se encuentra aquel es-
clarecido ministro. pensamientos tiples, la color á partes hendida y á par- daba voces con frenéticos movimientos. « ¿ Qué es e s -
E s t a obrita publicóse con solo el título de El alguacil endemoniado, j u n t a m e n t e con los d e m á s sueños, en 1627; tes quebrada, (2) muy tardón en las respuestas y abre- t o ? » le pregunté espantado. Respondióme : « Un h o m -
y mutilada en varios pasajes, y corregida en o t r o s , se halla entre los Juguetes de la niñez (1629) en cuya forma sir- viador en la m e s a , (3) gran lanzador de espíritus, bre e n d e m o n i a d o . » Y al punto el espíritu respondió :
vió de original á las prensas de España y Flándes hasta unes del siglo anterior. tanto, que sustentaba el cuerpo con ellos. Entendía- «No es hombre, sino alguacil. Mirad cómo habláis, que
No hallo q u e antes de Ibarra hubiese olro impresor reproducido este sueño, libre en alguna p a r t e de lo mucho que sele de ensalmar, haciendo al bendecir unas cruces m a - en la pregunta del uno y en la respuesta del otro se ve
suprimieron los c e n s o r e s ; y me ha parecido q u e debo conservar esta mejora, cuyas c a u s a s en la edición d e 1772 ignoro
complelamente, y supongo autorizadas por alguna d e las dos ediciones d e los Juguetes de la niñez, publicados en 1620 yores que las de los mal casados ( 4 ) . Hacia del desaliño que sabéis poco. Y se ha de advertir que los diablos
y 1651 por no.\" FRANCISCO: ejemplares quelioy no se encuentran en las bibliotecas d e q u e tengo noticia. Ya por las exi- humildad; contaba v i s i o n e s , y si se descuidaban á en los alguaciles estamos por'fuerza y de mala gana,
gencias de la c e n s u r a , ya por lo mucho que el escritor satírico retocaba sus o b r a s , rara es la que una vez siquiera so
reimprimió sin alteraciones. creerle hacia milagros quo m e cansó. por lo c u a l , si queréis acertarme, debéis llamarme á
E s t e , señor, era u n o de los sepulcros hermosos, mí demonio enaguacilado, y no ¡í este alguacil e n d e m o -
Para lijar el texto nos han servido las ediciones s i g u i e n t e s : Pamplona, 1 6 5 1 ; Barcelona, 163o; Madrid, 1648, 1630,
1638 y 1772; Bruselas, 1660; y otras menos i m p o r t a n t e s , como asimismo los manuscritos a r r i b a indicados. niado, y avenísos mejor los hombres con nosotros
L a s figuras q u e entran en el sueño, y se ven oportunamente distribuidas al margen en la edición de Pamplona (1631), (1) rosario en m a n o , disciplina en c i n t o , zapato grande y que con ellos ( 6 ) , si bien nuestra cárcel es peor, n u e s -
son e s t a s , copiadas también las anulaciones por el mismo orden q u e tienen : « seis géneros d e alguaciles malos son de ramplón, y oreja s o r d a ; habla entre penitente y diciplinan-
te , derribado el cuello-al h o m b r o , como el buen tirador que tro agarro perdurable. Verdugos y alguaciles malos
como seis géneros de demonios, hipócrita, p o e t a s , poetas de c o m e d i a s , p r o c u r a d o r e s , a r t i l l e r o , escribanos, sastre,
ciego, enamorados, s e p u l t u r e r o s , p a s t e l e r o s , astrólogos, alquimistas, médicos, m e r c a d e r e s , ministros m a l o s , necios, apunta al blanco (mayormente si e s blanco de Méjico ó de S e - parece que tenemos.un mismo oficio, pues bien mira-
aguador, taberneros, mohatreros, venteros, enamorados, a d u l a d o r e s , c o r n u d o s , enamorados de viejas, pintura de los govia); los ojos bajos y muy clavados en el suelo , como el que do , nosotros procuramos condenar, y los alguaciles
demonios, s a s t r e s , italiano, reyes, m e r c a d e r e s , ginoveses, j u e c e s , la justicia y la v e r d a d , h u r t a r , alguaciles, mujeres, cudicioso busca en él c u a r t o s ; y los pensamientos t i p l e s , etc.
mujeres feas se condenan más q u e h e r m o s a s , mujer vieja, lindo y de zapatos b l a n c o s , p o b r e s , diablo que predica y también; nosotros, que haya vicios y pecados en el
(Edición de Pamplona de 1631.)
por qué.» (2) tardón en la misa y abreviador en la m e s a ; gran cazador de m u n d o , y los alguaciles lo desean y procuran al parecer
(b) Ex Micliale Psello de Daemonibns, inlerpres Marsilius Fecinus.—Venetiis, H.D.XVI. El ejemplar q u e hemos te- diablos, tanto que sustentaba el cuerpo i puros espíritus. (La
nido á la vista, de la biblioteca de San Isidro, se ve apostillado acaso por QUEVEDO. La letra se parece á la de sus ju- misma y el MS. de la Biblioteca Colombina.) (5) en la sacristía. (Edic. de Pamplona de 1031)/ el MS. Colomb.)
veniles años. (5) gran cazador de d i a b l o s , tanto que sustentaba el cuerpo á (G) cuanto no se puede encarecer, pues nosotros huímos de la
puros espíritus. (Id.) cruz y ellos la toman por instrumento para hacer mal.¿Quién po-
(1) Carta ¡le QUEVEDO fecha en 1640. — Archivo de la Inquisición. — Castellanos, ñolas de la edición de Madrid de 1810. _ (i) Traia en la capa remiendos sobre s a n o ; hacia del desali- drá negar que demonios y alguaciles no tenemos un mismo oli-
ño etc. (Id.) cio? (Id.)
304 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS. EL ALGUACIL ALGUACILADO. 30a
con más a h i n c o , porque ellos lo han menester para su al punto dijo : « Donde hay p o e t a s , parientes tene- pondencias les dan ocasiones de arrepentimiento cada
s u s t e n t o , y nosotros para nuestra compañía. Y e s m u - mos en corte los diablos, y todos nos lo debéis por lo dia á l o s hombres. Como d i g o , hay pocos destos, pero diablos de nosotros que podemos ser ermitaños y c o r -
cho más de culpar este oficio e n los alguaciles que en que en el infierno os sufrimos; que habéis hallado tan buenos y de entretenimiento, si allá cupiera. Algunos regidores. Remediad e s t o , que poco ha que fué J e r ó -
n o s o t r o s , pues ellos hacen mal á hombres c o m o ellos fácil modo de condenaros, que Inerve todo él en poe- hay que en celos y esperanzas amortajados y en deseos nimo Bosco a l l á , y preguntándole por qué habia hecho
y á l o s de su g é n e r o , y nosotros no ( 1 ) . Fuera desto, tas. Y h e m o s hecho una ensancha á s u cuartel, y son se van por la posta al infierno, sin saber cómo ni c u á n - tantos guisados de nosotros en sus sueños, dijo : « P o r -
los demonios lo fuimos por querer ser como D i o s , y t a n t o s , que compiten en los votos y elecciones con los do ni de qué manera. Hay amantes alacayuelos que que no había creido nunca que habia demonios de v é -
los alguaciles son alguaciles por querer ser menos que escribanos; y no hay cosa tan graciosa como el primer arden llenos de c i n t a s ; otros crinilos c o m o cometas, ras.» Lo otro y lo que más sentimos e s , que hablando
todos (2). Persuádete que alguaciles y nosotros (3) somos año de noviciado de un poeta en penas, porque hay llenos de cabellos; y otros que en los billetes solos que comunmente soléis d e c i r : «Miren el diablo d e l s a s t r e , '
d e una profesión; sino que ellos son diablos con varilla, quien le lleva de acá cartas de favor para ministros, y llevan de sus damas ahorran veinte años de leña á la fá- ó diablo es el sastrecillo.» A sastres nos comparáis, que
como c o h e t e s , y nosotros alguaciles sin vara, que créese que ha de topar c o n Radamanto y pregunta por brica de la casa, abrasándose lardeados en ellos. Son dc damos leña con ellos al infierno, y aun n o s hacemos
hacemos áspera vida en el infierno.» Admiráronme las el Cerbero y A q u e r o n l e , y no puede creer sino que se ver los que han querido doncellas enamorados de d o n - de rogar para recibirlos; q u e si no es la póliza de
sutilezas del diablo; enojóse Calabres, revolvió sus los e s c o n d e n . » « ¿ Qué géneros de penas les dan á los cellas, c o n las bocas abiertas y las manos extendidas. quinientos, nunca hacemos recibo, por no malvezarlos
conjuros, quísole enmudecer y no p u d o , y al echarle poetas?» repliqué yo. « Muchas, dijo, y propias. Unos Destos unos se condenaban por tocar sin tocar pieza, y que ellos no aleguen posesión : Quoniam consucludo
agua bendita comenzó á huir y á dar voces diciendo :- se atormentan oyendo alabar las obras dc o t r o s , y á hechos bufones de los otros, siempre en vísperas del esl altera lex; y como tienen posesión en el hurtar y
« Clérigo, cata que no hace estos sentimientos el a l - los más es la pena el limpiarlos. Hay poeta que tiene mil contento, sin tener jamas el dia, y con solo el título de quebrantarlas fiestas, fundan agravio sí no les abrimos
guacil por la parte de bendita, s i n o por ser a g u a ; no años de infierno y aun no acaba de leer unas endechi- pretendientes ( 1 ) . Otros se condenan por el b e s o , bru- las puertas grandes c o m o si fuesen dc casa. También
hay cosa que tanto aborrezca (4), pues si en su nombre llas á los c e l o s ; otros verás en otra parte aporrearse y juleando siempre los gustos sin poderlos descubrir. nos quejamos de que no hay cosa, por mala que sea, que
s e llama alguacil, es encajada una l e n medio. Yo no darse de tizonazos sobre si dirá faz ó cara. Cuál para Detrás de estos en una mazmorra están los adulado- no la deis al diablo; y en enfadándoos a l g o , luego d e -
traigo corchetes ni soplones ni escribanito; quíten- hallar un consonante no hay cerco en el infierno que res : estos son los que mejor viven y peor lo pasan, cís : « Pues el diablo l e l l e v e . » P u e s advertid que son
m e la tara como al c a r b ó n , y hágase la cuenta entre no haya rodado mordiéndose las uñas. Mas los que pues otros les sustentan la cabalgadura y ellos la g o - más los que s e van allá que los que traemos; que no de
mí y el agarrador. Y porque acabéis de conocer quién peor lo pasan y más mal lugar tienen son algunos zan.» « Gente es e s t a , dije y o , cuyos agravios y favo- todo hacemos caso. Dais al diablo un mal trapillo, y
son y cuan poco tienen de cristianos, advertid que poetas de comedias, por las muchas reinas que han he- res todos son de una manera.» (2) «Abajo en un apar- no le toma el diablo, porque hay algún mal trapillo
de pocos nombres que del tiempo de los moros q u e - cho (6), las infantas de Bretaña que han deshonrado, los tado muy sucio, lleno dc mondaduras de rastro (quiero que no le tomará el diablo. Dais al diablo un italia-
daron en España, llamándose ellos m e r i n o s , le han casamientos desiguales que han efetuado en los fines decir, cuernos) están los que acá I lamamos cornudos (a), n o , y no le toma el diablo, porque hay italiano que
dejado por llamarse a l g u a c i l e s , que alguacil e s pala- de las c o m e d i a s , y los palos que han dado á muchos gente que aun en el infierno no pierde la paciencia; tomará al diablo: y advertid que las más v e c e s dais al
bra morisca; y hacen b i e n , que conviene el nombre hombres honrados por acabar los entremeses. Mas es que como la llevan hecha á prueba de la mala mujer diablo lo q u e él ya se tiene, digo, nos t e n e m o s . » «¿Hay
con la vida y ella con s u s h e c h o s , n « Eso es muy i n - de advertir que los poetas de comedias no están entre que han t e n i d o , ninguna cosa los espanta. Tras ellos reyes en el infierno ? » le pregunté y o ; y satisfizo á m i
solente cosa oirlo, dijo furioso mi l i c e n c i a d o , y si le los d e m á s , sino que por cuanto tratan de hacer enre- están los que se enamoran de viejas, con cadenas; que duda diciendo : «Todo el infierno es figuras, y hay
damos licencia á este enredador, dirá otras mil bella- dos y marañas, se ponen entre los procuradores y so- los diablos, de hombres de tan mal g u s t o aun no p e n - muchos dc los g e n t i l e s , porque el poder, libertad y
querías y m u c h o mal de la j u s t i c i a , porque corrige el licitadores, gente que solo trata d e s o . Y en el infierno samos que estamos s e g u r o s ; y si no estuviesen c o n mando les hace sacar á las virtudes de su m e d i o , y
mundo y le quita con su temor y diligencia las almas están todos aposentados a s í ; que un artillero que bajó prisiones, Barrabas aun no tendría bien guardadas las llegan los vicios á su e x t r e m o ; y viéndose en la suma
que tiene n e g o c i a d a s . » « N o lo h a g o por e s o , replicó allá el otro d i a , queriendo que le pusiesen entre la asentaderas, d e l l o s ; y tales como somos les p a r e c e - reverencia de sus vasallos y con la grandeza puestos á
el diablo, sino porque ese es tu e n e m i g o que es de tu gente de guerra, como al preguntarle del oficio que mos blancos y rubios. L o primero que con estos se d i o s e s , quieren valer punto menos y pareccrlo; y t i e -
oficio; y ten lástima de mí y sácame del cuerpo d e s - habia tenido dijese que hacer tiros en el mundo, fué hace es condenarles la lujuria y su herramienta tí p e r - nen muchos caminos para condenarse y muchos que
te , que soy demonio de prendas y calidad, y perderé remitido al cuartel de los escribanos, pues son los que petua cárcel. Mas dejando e s t o s , os quiero decir que los a y u d a n ; porque u n o se condena por la crueldad, y
después m u c h o en el infierno por haber estado acá hacen tiros en el m u n d o . Un s a s t r e , porque dijo que estamos muy sentidos de los potajes que hacéis d e matando y destruyendo es u n a guadaña coronada de
con malas compañías.» « Yo te echaré hoy fuera, dijo habia vivido de cortar de vestir, fué aposentado con nosotros, pintándonos c o n garras sin ser a g u i l u c h o s ; vicios y una peste real de sus r e i n o s ; otros se pierden
Calabres, de lástima de ese hombre que aporreas por los maldicientes. Un c i e g o , que quiso encajarse con con colas, no habiendo diablos rabones; con c u e r n o s , por la cudicia, haciendo almacenes de s u s villas y c i u -
momentos y maltratas; que tus culpas no merecen los p o e t a s , fué llevado á los enamorados por serlo t o - no siendo c a s a d o s ; y mal barbados s i e m p r e , habiendo dades á fuerza de grandes p e c h o s , que en vez de criar
piedad ni tu obstinación es capaz d e l l a . » « Pídeme dos ( 7 ) . Los que venian por el camino de los locos desustancian; y otros se van al infierno por terceras per-
albricias, respondió el diablo, si m e sacas h o y ; y a d - ponemos con los a s t r ó l o g o s , y á los por mentecatos (1) Están á su lado los que han querido doncellas y so han con- sonas y se condenan por p o d e r e s , fiándose de infames
vierte que estos golpes que le doy y lo que le aporreo con los Alquimistas. Uno vino por unas muertes, y eslá denado por el beso como J u d a s , brujuleando siempre los g u s t o s . ministros; y es dolor verlos penar, porque como boza-
(MS. Colomb.)
no es sino que yo y él reñimos acá sobre quién ha de 1
con los médicos. Los mercaderes que se condenan por les en trabajo se les dobla el dolor c o n cualquier c o s a .
(2) En un sitio apartado están los curas y los frailes, polillas de
estar en mejor lugar, y andamos á más diablo es é l . » vender están con Judas. Los malos ministros, por lo Solo tienen bueno los reyes q u e , como es gente h o n -
los casados , martirio d e los s o l t e r o s , y p e r s e g u i d o r e s , á trueque
Acabó esto con una gran risada : corrióse mi buen li- que han tomado alojan con el mal ladrón. Los necios de indulgencias m e n t i d a s , d e toda mujer d e belleza en rostro ó rada, nunca vienen s o l o s , sino con punta de dos ó tres
están con los verdugos. Y un aguador que dijo habia de ocultas g r a c i a s , aun cuando la rodee la toca , la guarde el velo, privados, y á veces el e n c a j e , y se traen todo el reino
cenciado, y determinóse á enmudecerle. Y o , q u e h a -
y la defienda fuerte r e j a , q u e lodo cede al poder d e su corona sin
bia comenzado á gustar de las sutilezas del diablo, le vendido agua fria fué llevado con los taberneros. tras s í , pues todos se g o b i e r n a n por ellos ( 3 ) , aunque
ser reyes. (MS. antiguo que poseyó don José Muso y Valiente, cita-
pedí que, pues estábamos solos, y é l , c o m o mi (5) confi- L l e g ó un mohatrero tres dias h á , y dijo que él se con- do por Castellanos, edición dc 1S-40, pág. 387.) privado y rey es más penitencia que oficio, y más carga
dente, sabía mis cosas secretas, y y o , c o m o a m i g o , las denaba por haber vendido gato por liebre, y pusímoslo (a) Es curiosa la siguiente n o t i c i a : « D e cuernos se dijo cor- que g o z o ; ni hay cosa tan atormentada como la oreja
s u y a s , que le dejase hablar, apremiándole solo á que de pies con los v e n t e r o s , que dan lo mismo. Al fin, el nuda... y de cornudo han derivado los dc Madrid entre nuestras del príncipe y del privado, pues de ella n u n c a e s -
casadas, en cierta lengua que ha descubierto el marqués del Va- capan pretendientes quejosos y aduladores, y estos
no maltratase el cuerpo del alguacil. Hízose así, y infierno está repartido en estas p a r t e s . » «Oítedecir lle, que tiene en Nueva-España un muy buen valle y lugar que
antes de los e n a m o r a d o s , y por ser cosa que á mí me llaman Cuerna-vaca, con el cual se vio un pleito con uno de los ma- tormentos los califican para el descanso (4). L o s malos
(1) que somos ángeles, aunque sin gracia. (Edic. de Pamplona t o c a , gustaría saber si hay m u c h o s . » « Mancha es la de yores cornudos que hay de aqui a l l á , y creo para mí que el mejor
derecho que este tenia al lugar eran sus propios c u e r n o s , puesto (3) Dichosos v o s o t r o s , e s p a ñ o l e s , que sin merecerlo sois va-
y elUS. Colomb.) los enamorados, respondió, que lo loma t o d o , porque
que parecía disparale á quien no sabía tan bien como yo esta his- sallos y gobernados por un rey tan vigilante y c a t ó l i c o , á cuya
(2) Asi que, por deraas te c a n s a s , padre , en poner reliquias á
todos lo son de sí m i s m o s ; algunos de sus dineros, toria. Bastaría que el Marqués se quiso concertar con él y darle la imitación os vais al ciclo , y esto si hacéis b u e n a s obras (y no en-
e s t e , pues no hay santo que si entra en sus manos no quede tendáis por ellas palacios s u n t u o s o s ; q u e estos á Dios son en-
para ellas. í/rf.) otros de sus palabras, otros de sus obras, y algunos mitad del lugar con este partido : que pues el lugar se llamaba
(51 todos somos de una orden; sino que los alguaciles son dia- de las mujeres; y destos postreros hay menos que de Cuerna-vaca, él lomase para si los cuernos, y para el Marqués la I fadosos , pues vemos 11 icíó en Celen en un portal d e s t r u i d o ) ; no
blos c a l z a d o s , y nosotros diablos r e c o l e t o s , que hacemos áspe- vaca. Y conlentárasc dc la partición el pobre gentilhombre, sino ' cual otros malos reyes, que se van al inlierno por el camino real, etc.
todos en el infierno, porque las mujeres son tales, que su mujer jamás lo quiso c o n s e n t i r , ni se pudo acabar con
(Edición de Pamplona, 1631.)
ra vida en el inlierno.» (Edic. de 1631.)
que con ruindades, con malos tratos y peores corres- tila, diciendo que cuernos por cuernos Valladolid en Castilla , y (4) Allá tenemos un rey que hace poco llegó de acá, y si no fuera
(4) aborrezcan los a l g u a c i l e s , pues aun por no verla en su
«.lie por la vaca lo había e l l a , que no por los cuernos, teniéndolos porque su mujer y un hijo que nos m a n d ó antes , le atormentan,
n o m b r e , llamándose propiamente aguaciles, han encajado una /
sembrados por su casa.»—Parado.ru.—Trata que no solamente no es arañándole por asesino dc sus v i d a s , lo pasara bien ; porque en
en m e d i o , llamándose alguaciles. (MS. Colomb.)
ceso mala, daiwsa ni vergonzosa ser un hombre cornudo, mas que el tiempo que reinó en el mundo nos llenó el inlierno de leña y do
(5) confesor, sabia etc. (Edición de Pamplona.) (G) adúlteras. (MS. Colomb.)
los cuernos son buenos, honrosos y provechosos. — (Biblioteca Co- diablos ya amaestrados en el oficio. Mozo fue recomendado por él,
—(El tribunal de ¡ajusta venganza, pág. 125, llama la atención (7) Otro q u e dijo q u e enterraba difuntos, fne acomodado con
lombina Aa, 141, 4, folio 89.) que enciende el mayor hornillo de un soplo, y que á una vuelta dn
sobre esta especie de haber sido confesor de QüEVEno el licen- los pasteleros. Los que vienen por l o c o s , ponérnoslos con los as-
El autor siguió los ejércitos del emperador Carlos V. pala echa á la cablera un centenar de inquisidores. A estos les pesa
ciado Andrcini.) trólogos.... (¡d.) más por ser del oficio, y nosotros les damos mascón que seguir alia
Q-i.
20
m OBRAS DE DON FRANCISCO' DE QUEVEDO VILLEGAS, LAS ZAHÚRDAS
y los que Jas traen; porque hay m u c h o s destos en DE PLUTON. 307
r e y e s se van al infierno por el camino real, y los m e r - que tienen d e l mundo, y e s o s n o tienen nada, ¿ cómo
quien la vara hurta más que el ladrón con ganzúa y mal y que no podáis decir q u e faltó quien os lo dijese.
caderes por el de la plata.» «¿ Quién te mete ahora c o n se condenan ? Por acá los libros n o s tienen en blanco.
llave falsa y escala. Y habéis de advertir que la cudicia Y no os espantéis, porque aun diablos les faltan á los Y adviértase que e n vuestros ojos veo muchas lágrimas
los m e r c a d e r e s ? » dijoCalabres. «Manjar es que n o s de los hombres ha. h e c h o instrumento para hurtar to- pobres; y á veces más diablos sois unos para otros q u e de tristezay pocas do arrepentimiento; y de las más se
tiene ya empalagados á ios diablos y a h i t o s , y aun los
das sus p a r t e s , sentidos y potencias que Dios les dio nosotros mismos. ¿ Hay diablo c o m o u n adulador, c o - deben las gracias al pecado, q u e os harta ó c a n s a , y no
v o m i t a m o s : vienen allá á m i l l a r e s , condenándose en
las unas para vivir y las otras para vivir bien. ¿ No hurla m o u n e n v i d i o s o , c o m o u n amigo falso, y como una á la voluntad que por malo le aborrezca.» « Mientes,
castellano y en guarismo ( 1 ) ; y habéis de saber que
la honra de la doncella con la voluntad el enamorado? malacompañ¡a?Pues todos estos le faltan al pobre, que dijo Calabres; que mucltos buenos liay h o y . Y ahora
e n España los misterios de las cuentas de los extranje-
No hurta c o n el entendimiento el letrado que le da malo no le adulan, ni le envidian, ni tiene amigo malo ni veo que en todo cuanto has dicho has m e n t i d o ; y e n
ros son dolorosos para los millones que v i e n e n de las
y torcido á la ley? No hurta con la memoria el repre- b u e n o , ni le acompaña nadie. Estos son los q u e verda- pena saldrás hoy de este h o m b r e . » Apremióle á q u e
Indias, y que los cañones de sus plumas son de batería
sentante que nos lleva el tiempo ? N o hurta el amor deramente viven bien y m u e r e n mejor. ¿Cuál de v o s - callase, y si u n diablo por sí es m a l o , mudo es .peor
contra las bolsas; y no hay renta que si la cogen en
c o n los o j o s , el discreto c o n la b o c a , el poderoso otros sabe estimar el tiempo y poner precio al dia, s a - q u e diablo.
medio el Tajo de sus plumas y el Jarama de su tinta, no
con los brazos, pues n o medra quien n o tiene Jos s u - biendo que todo lo que pasó Jo tiene Ja muerte en su Vuecelencia c o n curiosa atención mire esto y no
la a b o g u e n . Y en fin, han hecho entre nosotros s o s p e -
y o s , el valiente con Jas m a n o s , el músico c o n los de- poder, y gobierna lo presente y aguarda todo lo por mire á quien lo dijo; que por la boca de una sierpe
choso este nombre de asientos , que como significan
d o s , el gitano y cicatero con las u ñ a s , el médico venir como todos ellos?» «Cuando el diablo predica el de piedra sale un caño de agua ( f ) .
olra cosa que me corro de nombrarla, no s a b e m o s
con la m u e r t e , el boticario con la salud, el astrólogo mundo se acaba. P u e s ¿ cómo siendo t ú padre de la
cuándo hablan á lo negociante ó cuándo á lo d e s h o - (1) en la quijada de un león hay m i e l , y el salmo dice q u e á
nesto. Hombre destos ha ido al infierno, q u e viendo t con el cielo? Y al fin, cada uno hurta con una parte mentira, dijo Calabres, dices cosas que bastan á c o n - veces recebimos salulem ex inimiets nostris et de nianu qui odc-
runt nos. {MS. Colomb.)
Ja leña y fuego que se g a s t a , ha querido hacer estanco I ó con otra. Solo el alguacil hurta con todo el cuerpo, vertir una piedra?» « ¿Cómo? respondió : por Iiaceros
de la lumbre; y otro quiso arrendar los tormentos, p a - pues acecha con los o j o s , sigue con los p i e s , ase con
— . ,—, _
reciéndole que ganara con ellos m u c h o . Estos t e n e m o s las manos y atestigua con la boca; y al fin, son tales los
allá junto á Jos j u e c e s que acá los permitieron.» alguaciles, que dellos y de nosotros defienden á Jos
hombres pocas c o s a s . »
« ¿ L u e g o algunos j u e c e s hay allá?» « ¡ P u e s n o ! dijo el
« Espantóme , dije y o , de ver que entre los ladrones
espíritu: losjueces son nuestros faisanes, nuestros platos
no has metido á las m u j e r e s , pues son de casa. » «No
regalados, y la simiente que más provecho y fruto nos
m e las nombres, respondió, que nos tienen enfadados
y veo ( c o s a digna de admiración) dos sendas que en aquel camino ó mesones e n los paraderos. Respon- (i) Y nada dcslo les c r e í a m o s , teniéndoles por mentirosos, solo
cuando por e n c a r e c e r , ele. (írf.)
nacían de un mismo lugar, y una se iba apartando dióme : «Venta a q u í , señor, ni m e s ó n , ¿cómo queréis (t) Habia muchas mujeres tras estos besándoles las ropas ; que
(3) porque hacíanse recuas de mosquitos que les rodeaban las
que lo haya en este camino, si es el de la virtud? En el en besar algunas son peores que .ludas , porque aquel besó (aun-
de la o t r a , c o m o q u e huyesen de acompañarse. Era la bocas golosas del a l i e n t o , parlero del mucho mosto que habian
que con ánimo traidor) la cara del J u s t o , Hijo de Dios y Dios ver-
de mano derecha tan a n g o s t a , que no admite e n c a r e - camino de la v i d a , d i j o , ol partir es nacer, el vivir colado, (¡il.)
310 OBRAS DE DON FRANCISC i DE QUEVEDO VILLEGAS. LAS ZAHÚRDA
1
DE PLL'TON. 3 H
tunos pedísteis á D i o s . ¡ Qué presto os dejaron; y cómo podían averiguar con ellos. Eran astrólogos y alquimis- phia, en seis libros. No entiende p o r este nombre Trithemio una
ingratos no os fueron compañía en el postrer paso! ¿Veis tas. Estos andaban llenos de hornos y crisoles, de lo- trico poniéndose en puntos con las c i e n c i a s , haciendo miscelánea de diferentes asuntos ó distintos g é n e r o s , sino el m o d o
cómo vuestros hijos aun no gastan de vuestras h a c i e n - d o s , de minerale's, de e s c o r i a s , de c u e r n o s , de estiér- sus doce casas gobernadas por el impulso de la mano y de escribir una misma palabra de varias m a n e r a s , para lo cual e n -
das un real en obras p i a s , diciendo que no e s posible c o l , de sangre h u m a n a , de polvos y de alambiques. rayas á imitación de los d e d o s , con supersticiosas p a - seña trece alfabetos nuevos compuestos de letras tomadas de i d i o -
m a s extranjeros, ó de caracteres a r b i t r a r i o s . E s t o contribuyó á p e r -
que vosotros gustéis dellas, porque si gustárades, en Aquí calcinaban, allí lavaban , allí apartaban, y acullá labras y o r a c i ó n ; y l u e g o , después de sumados sus p a -
feccionar y extender por medio de cifras las comunicaciones diplo-
vida hiciérades algunas ? Y pedis tales cosas á Dios, que purificaban. Cuál estaba fijando el mercurio al martillo, res y n o n e s , sacando juez y t e s t i g o s , comenzaba é q u e - máticas.— 4.a Steganographia, hoc est, ars per occultam scripturam
m u c h a s veces por castigo de la desvergüenza con que y habiendo resuelto la materia v i s c o s a , y ahuyentado rer probar cuál era el astrólogo más c i e r t o ; y si dijera animi sui voluntatem absentibus aperiendi. Las voces inauditas y
puntual acertara, pues e s s u ciencia de punto c o m o caprichosas de que está lleno este libro enigmático hicieron creer
las pedis os las c o n c e d e . Y b i e n , c o m o suma sabiduría, la parte sutil, lo corruptivo del f u e g o , en llegándose á que era de nigromancia. No contiene otra cosa que secretos inge-
conoció el peligro q u e tenéis en saber p e d i r , pues lo la c o p e l a , se le iba en h u m o . Otros disputaban si se lia- calza sin ningún fundamento, aunque pese á Pedro de niosos de extender c a r t a s , y j a m a s fué otro el objeto d e su a u t o r
primero que os enseñó en el Pater noster fué pedirle; bia de dar fuego de m e c h a , ó si el fuego ó no fuego de Abano (a), que era u n o de los que allí estaban, a c o m - que el d e s e r v i r con ellos á F e l i p e , duque de Baviera. Con motivo
pero pocos entendéis aquellas palabras donde Dios e n - pañando á Cornelio Agripa ( q u e con una alma ardia en de lo que dice QUEVEOO sobre la Polggraphia y Steganographia, el
Raimundo habia de entenderse de la cal ó si de luz efec-
erudito y juicioso Feijoó deduce que ni las vio ni tuvo b a s t a n t e
señó el lenguaje con que habéis de tratar con él. Qui- tiva del c a l o r , y no de calor efectivo de fuego. Cuáles noticia de estos dos libros de un sabio y ejemplar religioso. El
(1) Otro corría seguido de una tarasca con u ñ a s de a v a r a y rabo
sieron r e s p o n d e r m e , mas no les daban lugar las m o r - con el signo de Hermete daban principio á la obra mag- de macho como vara d e alcalde m a n c h e g o , que le atenazaba con primero de ellos nunca ha ofrecido ni podido ofrecer á nadie re-
dazas. na, y en otra parte miraban ya el negro b l a n c o , y le un asador d í c i é n d o l e : « A g u a r d a , S 3 l l a - t u m b a s , c o m e - e s t o l a s , y paro alguno ; m a s la inquisición de E s p a ñ a , lo mismo que el a u -
arafion de a l t a r e s ; págame las d e s h i j a s que me robaste en el honor tor d e Las zahúrdas de Pluton, condenaron sin fundamento et se-
aguardaban c o l o r a d o ; y juntando á esto la proporción gundo.
Y o , que vi que no habian de hablar palabra, pasé en el campanario de tus h a z a ñ a s , y que cansado r e m i t i s t e s , por h e -
de naturaleza, con naturaleza se contenta la naturale- chiceras, á la hoguera del Santo Oficio.» «Cierto», gritaron dos fu-
adelante, donde estaban j u n t o s los ensalmadores a r - Jerónimo Cardano, médico y geómetra, nació con el siglo xvi en
za, y con ella misma se ayuda, y los demás oráculos rias , vestidas de s a n b e n i t o s , p o r cuyas caperuzas salian negras lla- Pavia. Contribuyó mucho á los adelantamientos de las matemáti-
diéndose v i v o s , y los saludadores también condenados m a s , y arremetieron á él. El pobre iba dando alaridos q u e me hor-
ciegos suyos,—esperaban la reducción de la primerama- cas ; pero s e dejó arrastrar de las extravagancias y locura de los
por embustidores. Dijo un diablo : «Veislosaquí á estos rorizaron. astrólogos y nigromantes. Baste decir que afirmaba tener un d e -
t e r i a , y al cabo reducían su sangre á la postrera podre;
tratantes en santiguaduras, mercaderes de c r u c e s , que — (Lo suprimió la censura en la primera edición, según Caste- monio asistente que le inspiraba sus escritos. Formaba h o r ó s c o -
y en lugar de hacer del e s t i é r c o l , cabellos, sangre hu- llanos, tomo i , p á g . 399.1 pos de todos los personajes de su t i e m p o , y cuando los sucesos
embelesaron el m u n d o y quisieron hacer creer que p o -
m a n a , cuernos y escoria o r o , hacían del oro estiércol, (o) Pedro de Abano, médico y astrólogo. Nació en 1250 en la desmentían sus predicciones, atribuíalo no á incertidumbre del
dia tener cosa buena un hablador. Gente es esta ensal- aldea de A b a n o , cerca de P a d u a . El nombre latino de aquel pue-
gastándolo n e c i a m e n t e . ¡Oh qué de voces que oí sobre el a r t e , sino á ignorancia del artista. Murió de setenta y cinco a ñ o s ;
madora que jamas hubo nadie que se quejase d e l l o s : blo es A p o n u s , y por esto se le llamaba P e d r o de Apono ó Apo- y sus dos tratados De subtilitate y De rerum varietate abrazan eí
padre muerto ha resucitado y tornarlo á m a t a r ! ¡ Y qué
porque si les sanan a n t e s , se lo agradecen; y si los m a - nensis, y también Pedro de Padua. En medicina poseia todos los conjunto de sus conocimientos en física, metafísica é historia n a -
bravas las daban sobre entender aquellas palabras tan conocimientos de su siglo ; pero unió i ellos los sueños todos y t u r a l ; vivo ejemplo de los errores deplorables en que suelen c a e r
tan , no se pueden quejar, y siempre les agradecen lo
referidas de todos los autores químicos: « ¡ O h ! Gracias delirios de la astrologia j u d i c i a r í a . Acusado de mágico y h e r e j e , hombres de no vulgar ingenio.
que h a c e n , y dan c o n t e n t o : porque si s a n a n , el enfer- fué por la inquisición perseguido y p r o c e s a d o .
sean dadas á D i o s , que de la cosa más vil del mundo (c) Julio César Scaligero, del territorio v e r o n é s , estudió en
m o los r e g a l a ; y si m a t a n , el heredero les agradece el llcnrico Cornelio Agripa, a quien el padre Martin Delrio da el Padua la medicina y las bellas letras. Nombrado médico del o b i s p o
permite hacer una cosa tan rica » ( \ ) . Sobre cuál era la
trabajo. Si curan con agua y trapos la herida que s a - nombre de a r c h i m a g o , Paulo Jovio el de portentoso i n g e n i o , Luis de A g e n , se connaturalizó en F r a n c i a , donde murió en 1558. Tuvo
cosa más vil se ardían. Uno decia que ya la habia baila- Vives el de milagro d e todas las c i e n c i a s , y Gabriel Naudeo com- disputas literarias con Erasmo y C a r d a n o , y como e s t e , su espí-
nara por virtud de naturaleza, dicen que es por ciertas
d o ; y si la piedra filosofal se habia de hacer de la cosa , para con A r g o s , nació en Colonia en 1 4 8 6 , y llegó á hablar ocho ritu familiar. Fué mediano poeta y el mejor prosista de aquel si-
palabras virtuosas que les enseñó un judío. ¡ Mirad qué idiomas. Secretario del emperador Maximiliano, soldado en Italia glo , obligando con su ejemplo y censura i que observasen los es-
más vil, era fuerza hacerse de corchetes. Y los cocieran
buen origen de palabras virtuosas! Y si se enlistóla, e m - bajo las órdenes de Antonio de L e i v a , médico y jurista en Francia critores las reglas de la g r a m á t i c a , é hiciesen su estilo más claro
y distilaran, si no dijera otro que tenian mucha parte y España, teólogo en su patria y en L o m b a r d i a , y libre y atrevido y elegante. Su g u s t o , sin e m b a r g o , era p é s i m o , y disparatadas
peora y m u e r e , dicen que llegó su hora, y el badajo que
de aire para poder hacer la piedra; que no habia de tener y soberbio en toda Europa , íué médico , historiador y consejero s u s opiniones acerca del mérito de los antiguos v a t e s : conociendo
se ia dio y todo. ¿Pues qué es de oir á estos las m e n t i - las reglas de critica, hablando de ellas con a c i e r t o , siempre las
de principes, amigo singular de cardenales y o b i s p o s , y en todas
partes inconstante y malquisto. Escribió diferentes o b r a s , y entre aplicó d e s a t i n a d o , privándole una severidad caprichosa de esti-
ellas las que mas celebridad le d i e r o n , s o n : De inccrliludineet mar y saborear las obras de los grandes maestros. Escribió contra
(-1) lo que conviene? No por c i e r t o , etc. (Edic. de Barcelo- (1) Y sobre que caria uno quería decir cuál era la cosa más vil; vanilale scientiarum declamado invectiva (impresa por vez primera el libro De subtilitate de Cardano.
na, 1655. se ardían todos. (Edic. de Barcelona, 1635.)
320 OBRAS D E DON FRANCISCO D E QÜEVEDO VILLEGAS. L A S ZAHÚRDAS D E PLUTON.
321
e l C a t a n y l a s o b r a s d e R á c e s ( e ) ! E s t a b a T a y s n e r i o con su mujeres h e r m o s a s , porque s u s caras l o fueron solus e n
Je levantó por levantar á Virgilio a r a s , h e c h o idólatra
que s e había de vivir solo s e g ú n la c a r n e ; y no creta la
libro de fisonomías y m a n o s , penando por los hombres el mundo. ¡Oh verdaderos h e c h i z o s ! Q u e las damas solo
de Marón. Estaba riéndose de sí m i s m o Artelio c o n su
r e s u r r e c c i ó n , privándose á sí m i s m o ( i g n o r a n t e más
que había vuelto locos con s u s d i s p a r a t e s ; y reíase s a - son veneno de la vida, q u e perturbando las potencias y
m á g i c a , h a c i e n d o las tablillas para e n t e n d e r el lenguaje
que todas las b e s t i a s ) de un bien tan g r a n d e ; pues c u a n -
b i e n d o el bellaco que las fisonomías no se pueden sacar ofendiendo los órganos á la v i s t a , s o n causa de q u e la
de las a v e s ; y Checol de Áscoli m u y triste y pelándose
do fuera así q u e fuéramos solos animales c o m o los otros,
ciertas de particulares rostros de hombres q u e , ó por voluntad quiera por bueno lo q u e ofendidas las especies
las b a r b a s , porque tras tanto experimento disparatado
para morir consolados habíamos de fingirnos eternidad
miedo ó por no p o d e r , no muestran sus inclinaciones, representan. Viendo e s t o dije entre m í : Ya m e parece
n o podia hallar n u e v a s n e c e d a d e s q u e e s c r i b i r ( o ) . T e o -
á nosotros m i s m o s . Y así llama Lucano en boca ajena ú
y las r e p r i m e n ; sino solo de rostros y caras de príncipes que v a m o s l l e g á n d o n o s al cuartel (1) de esta g e n t e .
frasto Paracelso estaba quejándose del tiempo que habia
los que no creen la inmortalidad del alma: Felices errore
gastado en la a l q u i m i a , pero c o n t e n t o e n haber escrito y señores sin s u p e r i o r , en q u i e n las inclinaciones no D i m e priesa á llegar a l l á , y al lin a s o m ó m e á p a r t e
suo, d i c h o s o s c o n s u error, si eso fuera así que m u r i e -
m e d i c i n a y m á g i c a , q u e nadie la e n t e n d í a , y haber l l e - respetan n a d a p a r a m o s t r a r s e í / ) . Estaba l u e g o un trisle donde sin favor particular del cielo n o s e podia decir lo ;
ran las almas con los cuerpos ¡ Malditos ! dije y o : s i g u i é -
nado las imprentas de pullas ú vuelta de m u y a g u d a s c o - autor con s u s rostros y m a n o s , y los brutos concertando que habia. A la puerta estaba la Justicia e s p a n t o s a , y
rase q u e el animal del mundo á quien Dios dio m e n o s
sas ( ó ) . Y d e t r a s de todos estaba Hubequer el pordiosero, por l a s c a r a s lasimilitud de lascostumbres((/). A Escoto el en la segunda entrada el Vicio desvergonzado y s o b e r -
discurso es el h o m b r e , pues entiende al revés lo que más
vestido de los andrajos de cuantos escribieron mentiras italiano vi allá, no por hechicero y m á g i c o , sino por m e n - bio , la Malicia ingrata é i g n o r a n t e , la Incredulidad r e -
i m p o r t a , esperando inmortalidad; y s e g u i r s e h í a , que
y d e s v e r g ü e n z a s , hechizos y s u p e r s t i c i o n e s , h e c h o su l i - tiroso y embustero (A). Había otra gran c o p i a , y a g u a r - soluta y c i e g a , y la Inobediencia bestial y desbocada.
á la más noble criatura dio m e n o s conocimiento y crió
bro un Ginebra de m o r o s , g e n t i l e s y cristianos ( c ) . Allí daban sin duda m u c h a g e n t e , porque habia grandes Estaba la Blasfemia insolente y tirana llena de sangre,
para mayor miseria la n a t u r a l e z a , que Dios n o ; pues
estaba el secreto autor de la Clavicula Salomonis, y el campos vacíos. Y nadie estaba con justicia entre todos ladrando por c i e n b o c a s y v e r t i e n d o v e n e n o por todas,
quien s i g u e esa opinión n o lo fie. Estaba luego Saddoc,
q u e i e i m p u t ó los s u e ñ o s . ¡Oh c ó m o se abrasaba h u r l a - [ estos autores presos por h e c h i c e r o s sino fueron unas con los ojos armados de llamas a r d i e n t e s . Grande h o r -
autor de los S a d d u c e o s . L o s fariseos estaban aguardando
do de vanas y necias oraciones el hereje q u e hizo el libro 1
rarme dio el umbral. Entré y vi á la puerta la gran s u m a
al M e s í a s , no c o m o D i o s , sino c o m o h o m b r e . Estaban
Adversus omniapcricida mundi (d). ¡ Qué bien ardia (e) ¿Quiénes fueron el Calan y Rázcs? A valer conjeturas diría de herejes antes de n a c e r Cristo ( o ) . Estaban los ofiteos,
los heliogiiósticos d e v i c t i a c o s , adoradores del s o l ; pero
yo que estos nombres corrompidos encubren los de algunas obras
que se llaman así en g r i e g o de la serpiente q u e engañó
(a) Artcfio (Arlephius), filósofo hermético, vivía hacia el año 1130. ó escritores arábigos. No habiendo encontrado el lugar dc donde los más graciosos son los q u e veneran las r a n a s , que
los copió QÜEVEDO , es imposible para mí fijar qué parentesco pue- á Eva, la cual veneraron ú c a u s a de que s u p i é s e m o s del
S u j o s son los tratados s i g u i e n t e s : i.° Clavismajorís sapienliac.— fueron plaga á Faraón por ser azote de D i o s . Estaban los
2.° Líber seeretus. — 3.° Be charaelcribus planctarum, cantil et da tener la palabra El-Catan con Alliassan, ingeniosísimo persa, bien y del mal. L o s c a i n a n o s , que alabaron ú Cain p o r -
musoritos haciendo ratonera al arca á puro ratón de oro.
motibus avium , rerum praeteritarum el fnturarum, lapideque phi- a u t o r del libro d e astrología judiciaria ululado Aliar Malliar; ron que, c o m o d e c i a n , s i e n d o hijo del m a l , prevaleció s u
Katka, príncipe dc los astrólogos indios mas r e m o l o s ; con Alza- Estaban los q u e adoraron la Mosca a c c a r o n i t a ; Ozias
losophico (que es el que refiere QÜEVEDO}.—4.° De vita propaganda
mayor fuerza contra Abel. L o s s e t h i a n o s , d e S e l h . E s -
( q u e dice ei bueno d e Artelio concluyo á ta edad d e 1023 años). — nal, que escribió un arte dc gcomancía; con Alforklian, señalado el q u e quiso pedir á una mosca antes salud que á D i o s ,
5.° Speculum .tpeculorum. a s t r ó l o g o , d e quien es un tratado d e p r o n ó s t i c o s ; con el famoso taba Dositheo ardiendo c o m o un h o r n o , el cual creyó
por lo cual Elias le c a s t i g ó . Estaban los t r o g l o d y t a s ,
Ceceo d'Ascoti. Por este nombre es conocido Francisco de Sla- persa Aígazali, de quien es otro acerca de la naturaleza y movi-
miento dc los a s t r o s , existencia y atributos de Dios y religión ver- los de la fortuna del c i c l o , los de B a a l , los de Asthar,
biti, natural d c aquella populosa ciudad d e la marca d e Ancona. Michele Scotlo fu, che veramente
La palabra Ceceo no es otra cosa que un diminutivo de Frances- d a d e r a ; ó en tín con Alsabah, conocido por Alkindo, cuyas obras, Dclle mágichc frode seppe il giuoco.
co. Nació en 1237, y en Bolonia explicó filosofía y astrología. Acu- asi como las dc los a n t e r i o r e s , reliere Casirí en la Bibliotecaarii- viado de D i o s , y tuvo treinta discípulos predilectos, que sostuvie-
bigo-hispano-escurialcnsis. Más s e g u r o e s creer q u e házes, dc L a n d i n o , expositor dc D a n t e , cuenta que muchas veces convi- ron tamaña impostora. Observaba la circuncisión y guardaba el
sado á la Inquisición p o r hablar nial d e la f e , quitóle el Tribunal daba Scoto i sus amigos sin aparejar manjares n i n g u n o s ; pero
los títulos de doctor y m a e s t r o , prohibióle e n s e ñ a r , y le impuso quien habla el t e x t o , sea Rázcs ó Hásis,.célebre médico y fecun- a y u n o ; y para hacer creer que habia subido al c í e l o , dicen que s e
dísimo escritor persa. E n la edad media corrieron por Europa, sentado á la mesa, hacia venir p o r obra del diablo infinitos y p r e - encerró en una cueva y q u e allí se dejó morir dc hambre. Fué, s e -
una-multa. P o r sustraerse al castigo refugióse en Florencia, donde ciosos d c la cocina d e los m a s prepotentes monarcas d c la tierra:
los admiradores de) Dante y Cavalcanti, ingenios á quienes el como de obras s u y a s , bárbaras traslaciones l a t i n a s ; y le atri- gún san J e r ó n i m o , maestro y guia de los saduceos : estimaban s u s
que siendo astrólogo (matemático) del emperador de Alemania, le
Ceceo habia censurado con torpe s a ñ a , uniéndose á los jueces del buyó mil delirios la malicia y la i g n o r a n c i a , utilizando la noticia sectarios en mucho la virginidad, y una dc s u s peculiares costum-
señaló <l lugar en que habia d e morir, y que el m i s m o Scoto s e pre-
Santo Oficio, le quemaron como hereje en 1327 , i los setenta dc haber escrito llázes un libro de medicina mística ó talismánica, bres era la de permanecer por espacio dc veinte y cuatro horas en
dijo su muerte. Porque muchos italianos le tuvieron p o r español,
a ñ o s d e s u edad. Absurda y bárbara s e n t e n c i a , que en vano se apoyado en la influencia dc los astros ó en la de torpes liguras dc la misma postura que tenían al comenzar el sábado. Simón Mago
cuando este hombre exclusivamente pertenece á la historia de Ita-
busca fundada en el comentario d e Stabili in sphacram Joannis dc perteneció á esta secta-, que hasta el siglo vi subsistió en Egipto.
, animales. L u t o i dice el MS. de la Biblioteca de las Corles, L . 31, l i a , cuéntale con harta razón QÜEVEDO e n t r e los d c aquel pais. E s -
Sacrobosco, aun cuando lo coloque Martin Dclrio entre los escri- cribió : Pbysiognomia et de bominis procreatwne, libro q u e se im- Los saduceos {sadducaei) tomaron su nombre de Saddoc, discí-
I pág. 9o.
tos s u p e r s t i c i o s o s , ni en el indigesto poema L'acerba, baturrillo primió en 1477. ítem: Quaestio curiosa dc natura solis (t lunae, esto pulo d e D o s i t h e o , quien afirmó la herejía d e su m a e s t r o . Profe-
i (/') Juan Taysnerio ( T a i s n i o r ) , capellán del emperador Carlos V
de física, historia n a t u r a l , moral, ülosofia y visiones astrológicas. e s , d e la naturaleza del o r o y d c la plata p a r a l a pretendida tras- saban la locura de Epicuro m á s bien que la divina l e y , no espe-
i en la interpresa de Túnez (1535), peregrino estudioso en África
Publicaron la primera de estas dos obras los moldes de Basilca mutación dc los metales. rando e n la otra vida premio ni c a s t i g o , y sosteniendo p o r consi-
! y en A s i a , maestro dc matemáticas en Boma y F e r r a r a , músico del
en 1 4 8 3 , y la segunda vio la luz en Brescia sin año de impresión, guiente que ni el temor ni la esperanza debían ser parte para odiar
¡ arzobispo d e C o l o n i a , retirándose i su patria Ath en el Hainau, (1) de la gente peor que J u d a s . (Edic. de Pamplona, 1033.)
que es sumamente rara. QÜEVEDO, en vez dc Ceceo d'Ascoti, dijo el vicio'v- abrazar la virtud. Predicó el ltedcnlor contra esla pestí-
publicó un trato il o s o b r e el i m á n , q u e fué muy útil para los nave- {a) "QCEVEIIO , pava estos argüidos d e h e r e j e s antes d c la venida
en las primeras ediciones Mízaldo. Antonio Mízaldo, monslucia- fera herejía.
I g a n t e s , escrito algunos años hacia por Pedro Percgrini. Apropióse de C r i s t o , no hizo sino compilar el Catálogo de las herejías for-
n o , gran c h a r l a t á n , publicó por los años de 1549 y 1531 las obras ¡ también otra obra De motu locali el perpetuo; m a s la que enjusti- En el Catálogo siguen, después de los fariseos, ¡os samaritanos,
mado por el obispo dc Brescia, Filastrio, varón doctísimo en las
siguientes : 4 . Cometographia : crinitarum slellarumquas
a
mundus i cía le pertenece es una q u e imprimió con el titulo De Spltaera. nazarcos y essenos.
sagradas e s c r i t u r a s , amigo y familiar d e s a n Ambrosio d e Milán.
nunquúm impune vidit, aliorumque ignilorum acrisphaenomenornm \ También sacó á luz un libro de Phgsionomia, q u e , según Gabriel Musoritas. (Reg. i. cap. 6.)
Floreció bajo el imperio de Teodosio por los años de 380 (i).
natura el portento, riuobus libris pliilosophicc juxla ac astronómica | N a u d e o , fué compuesto por Bartolomé Cócles. El deseo dc adqui- Mosca accaronita. Beel-zcbub ( e s t o e s , señor d e las moscas) cía
El descuido de los i m p r e s o r e s , y el ningún esmero de cuantos el ¡dolo de la ciudad de Accaron. ¡.líeg. iv. 1. Math. x. 2o.)
expediens. Paris , 1549, en 4 . ° — 2.a Planetologia, rebus astrono- | rir riquezas le hizo dedicarse á la quiromancía y al arte de adivi- corrieron con la publicación d e los Sueños, plagáronlos d e erratas Troglodytas, voz griega q u e designa los q u e idolatran en caver-
mías, mediéis, et pliilosopbicis erudita refería. L y o n , 1551, en 4 . " I nar y predecir lo futuro, con que engañaba al bajo p u e b l o , ven- y absurdos. H o y , por vez primera después de dos s i g l o s , aparece
diéndole i muy caro precio s u s groseras mentiras. Envejecióse en nas e s c o n d i d a s , sin cuidarse n e labrar casas ni cultivar tierras.
(b) Teofraslo Paracelso, famoso alquimista del siglo x v i , nació el lexto limpio de manchas q u e sin cesar han venido afeándolo.
Este nombre es i m a g i n a r i o , porque sobre la visión del profeta Eze-
en Suiza en 1403. Después d e r e c o r r e r la mayor parte do Europa ! este oficio, y m u r i ó lleno d c ignominia en 1598. Sacamos á las variantes las e r r a t a s p o r no desazonar á algún lec-
| quiel ( c . 8 , vv. 8 , 9 , 10 y 1 1 ) , que vio idolatrar á setenta ancia-
y parte del A s i a , ejerció la medicina en Alemania con extraordi- : (g) Un tris/e autor. Llámale QÜEVEDO Cicardo Eubino en toili*. tor que desee conocer en esta parte las antiguas y modernas edi-
n o s , imaginó Filastrio que lo ejecutaban ocultos en c u e v a s . n o
naria fama que se granjeó p o r su charlatanería. Murió en un hos- \
1
las ediciones anteriores á los Juguetes de la niñez, y dc él no Icn- ciones.
siendo sino en edificios, y el que hizo el Índice de F i l a s t r i o , equi-
pital d e Saltzburgo (1541) s u m i d o e n la pobreza, en edad d e cua- ' go otra noticia. Eylliardo Lubina dice el MS. de la Biblioteca dc
Ofitas (ophitae). Advierte Filastrio q u e deben contarse l o s p r i - vocado a s í , los llamó trogloditas.
renta y ocho a ñ o s , quien se vanagloriaba dc poseer los secretos ; las Corles, L. 5 1 , p á g . 95. Acaso deba leerse Siecardo Eugiibiuo,
meros entre los herejes anteriores ai Salvador, como q u e atri- Los dc la fortuna 6 reina del cíelo. E r a la l u n a , ó I s i d c , ó Dia-
de trasmutar en oro los metales y d e prolongar por muchos si- j tomando el s o b r e n o m b r e de Eugubio ó G u b i o , lugar del ducado
buían alguna fuerza divina á la s e r p i e n t e , suponiéndola arrojada
I dc Urbino. na . (Iercm. x n v . I".)
glos la vida. del primer ciclo á otro p o r haber dado á Eva la ciencia del bien Baal (que significa señor) era el ídolo d é l o s samaritanos y moa-
(c) Ubecherio y Ybcqucr e s t a m p a n dos muy antiguos MMS. de I (h) Miguel Scoto nació en el condado d e Fife ( E s c o c i a ) bajo el y el mal, que de allí trascendió á todo el género humano. bitas. Unos le creen Marte, y olios Júpiter, en cuya representación
la Biblioteca de las Cortes, que fueron de don Luis de Salazar y I reinado dc Alejandro II. Vivió algunos años en Francia, y noti- Cainanos. Caiani los llama Filastrio. Habla este en seguida de la le adoraban los s i d o n í o s , y como á supremo hacedor los caldeos.
Castro : F . 3 , L . 3 1 , p á g . 107 y 94. Hubequer las impresiones de j cioso de que el emperador Federico II favorecía las ciencias, pasó herejía de los sethianos, quienes deliraban suponiendo q u e en e l E s t o s al sol llamaron Baal, y los fenicios le veneraban por criador
l t u a n , 1G29, P a m p l o n a , 1051, Barcelona, 1H35, Madrid, 1048. Hu- I á la corte d e este p r í n c i p e , y exclusivamente se deilicó al estudio principio, creados tos dos hijos de Adán y constituidos ángeles ' único del firmamento. Baal fué un rey de los t i r i o s , cuyo nombre,
bequer la de Bruselas de 1000 y desde entonces todas. de la medicina y dc la química. Se cree que murió en 1291. Su ali- en disensión nenian á los varones y á las hembras por dioses y dio- conservado en la memoria d c los h o m b r e s , llegó á convertirse en
(d) Clavicula de Salomón. El padre Martin D c l r i o , hablando del cion á las ciencias ocultas le ocasionó ser objeto de las criticas s a s ) , la virtud femenil se retiró a l ciclo p o r la muerte, d c Abel e l el de un dios. (Núm. x x u . 4 1 . Jad. vi. 2 5 . Philaslrii 6.)
origen de la magia, d i c e : «A estos desatinos entrelazan torpe- severas dc Pico de la Mirándula en su obra contra los astrólogos. justo. Eva entonces creyó necesario parir al j u s t o Setli, que le
Boecacio en sus Novelas habla de él como de un hábil mágico, I'o- Los aslharitas veneraban y ofrecían sacrificios á Astav, simu-
mente la autoridad de Salomón, á quien atribuyen cierta Clavicula, sustituyera, y en él puso un espíritu de gran virtud para d e s t r u i r á
lengo eu su Macaronca afirma lo propio eu estos v e r s o s : lacro de los s i d o n í o s , y á C a m o s , escándalo dc Moab, ídolos dc
y otro gran volumen dividido en siete parios, lleno de sacrificios las virtudes e n e m i g a s . Más adelante h u b o herejes q u e aseguraban hombres y m u j e r e s , á quienes ofrecían sacrificios. Así como los
y encantamientos dc demonios. Los j u d í o s y alárabes de España que Cristo era el mismo Setli.
Ecce Micliaclis d e l n c a n t u Begula Scotl, gentiles entendían por Baal todos los d i o s e s , del propio modo t o -
dejaban por derecho hereditario á sus sucesores este l i b r o , y p o r A Dositheo, mágico de S a m a r í a , que pretendió ser el Mesias, se
Qua p o s t s e x formas cerac fabricanlur imago das las diosas por Astar O Aslaroth; aunque Astaroth ó Astnrtho,
Él obraban algunas maravillas y cosas increíbles. La Inquisición le reputa primer heresiarca. E s sabido q u e los samaritanos s e -
Demonii S a t h a n , Saturni facta piombo. en el presente c a s o , es propiamente la Venus s i r i a , nacida en Tiro
entregó á las llamas cuantos ejemplares pudo h a b e r d c estas obras, guían la ley de Moisés como los j u d í o s , y como ellos esperaban
Cui suffimigio per sirica rubra c r o m a t o , y casada con Adonis. [Jud. u. 11. iieg. iv. cap. x x m . 13. Cicero, He
y ojalá ni siquiera uno solo hubiera dejado á vida.» al Mesias. Dositheo p e n s ó , valiéndose de la m a g i a , pasar por c n -
Hac (licet obsistant) coguntur amare puellae. nal. deor. u i . 23.1
Tcólilo Polcngo, en la Macaronca x v m , dice de e l l a s : Moloch ó Milech ( e s t o e s , rey), dios de los a m m o n i t a s : créese
En fin, Dante le representa dc la propia manera en el Infierno: (D Philaslrii episcopi brixiensis haereseon catalogas. (Basilca,
En Salamonis habet liber hic pcnlacula plumbi. que era el sol. En su honor Salomón hizo edificar un templo en el
Q u c l l ' nitro che n c ' l i a n e h i c cosí p o c o , ^ 2 8 , sin noticia del i m p r e s o r , que debe dc ser Juan F a b r o . ) j monte Olívele, que el rey Josias quemó y redujo á polvo. Para la
Aspicc cum quantis sunt compassala liguris.
Q-i.
21
322 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. LAS ZAHÚRDAS DE PLUTON.
323
los del ídolo Molocl), y Renfan de la ara do T o f e t , los siarca. Estaba Nicolás a n l i o q u e n o , Carpócrates y Co- los. Venía luego S a b i n o , prelado hereje arriano, el que
S c a l í g e r o , por tener su punta de ateísta y ser tan blas-
p u t e o r i t a s , licrojos vei'aniscos do p o z o s , los do la s e r - r m i b o y el infamo E b i o n . Vino l u e g o Valentino, el que en el concilio Niccno llamó idiotas á los que no seguían
femo, deslenguado y vano y sin juicio (tí). Al cabo estaba
piente de m e t a l , y entre todos sonaba la barabúnda y el dio por principio de todo el mar y el s i l e n c i o . Mcnan- á Arrio. D e s p u é s e n miserable lugar estaban ardiendo
el maldito Lutero con su capilla y sus mujeres, h i n c h a -
llanto de las j u d í a s , q u e debajo de tierra e n las c u e v a s dro el m o z o d e Samaría decia q u e él era el Salvador, y por sentencia de C l e m e n t e , pontífice máximo que s u -
d o c o m o u n sapo y blasfemando, y Melancbthon c o m i é n -
lloraban á Tbamur en su simulacro. Seguían los babali- que habia caído del c i c l o ; y por imitarlo decia detrás cedió á B e n e d i c t o , los t e m p l a r i o s , primero s a n t o s e n
dose las manos tras s u s herejías (c). Estaba el renegado
t a s , l u e g o la Pitonisa a r r e m a n g a d a , y detras lósele A s - del Montano frigio que él era el Paracleto. Sigílenle las Jerusalen, y l u e g o de puro r i c o s , idólatras y d e s h o n e s -
Boza, maestro de Ginebra, leyendo, sentado en cátedra
thary A s l b a r o t , y a l fin los que aguardaban á Heredes, y desdichadas Príscilla y Maximilla heresiarcas. Llamá- t o s (o). ¡ Y q u é fué ver á Guillermo, el hipócrita de A n -
d e pestilencia (f); y allí lloré viendo el ( 1 ) Enrico Estéfa-
desto se llaman herodianos. Y bube á t o d o s estos por ronse sus s e c u a c e s c a t a f r í g e s , y llegaron á tanta locura, v e r s , h e c h o padre de p u t a s , prefiriendo las rameras á
que decían quo en ellos y no en los apóstoles vino el Es- no (g). Pregúntele no sé qué de la lengua griega, y oslaba
locos y m e n t e c a t o s . Mas llegué luego á los herejes que las honestas y la fornicación á la c a s t i d a d ! A los pies
píritu S a n t o . Estaba N e p o s , o b i s p o , en quien fué co- de este yacia Bárbara, mujer del emperador S i g i s m u n - tal la s u y a , que no pudo responderme sino con brami-
había d e s p u é s de Cristo (a): allí vi á m u c h o s , c o m o M e -
roza la m i t r a , afirmando que los santos habian de rei- do , llamando n e c i a s á las v í r g e n e s , habiendo hartas. dos ( 2 ) . E s p a n t ó m e , Enrico, de que supieses nada. ¿ D e
nandro y Simón Mago, su maestro Estaba Saturnino i n -
nar con Cristo en la tierra mil años e n lascivias y rega- Ella (bárbara c o m o su n o m b r e ) servia de emperatriz á qué t e aprovecharon tus letras y agudezas? Más le dijera
ventando disparates. Estaba el maldito Basílides Iiere-
los diablos; y no estando harta de delitos ni aun c a n s a - si no m e enterneciera la desventurada figura en que e s -
da ( q u e en esto quiso llevar ventaja á Mosolina), decia hijo y q u e fué educado en las selvas. Ponía en Cristo una sola na-
cipulo d e M e n a n d i o y maestro de Marcion. S u s desaliños cundieron que moria el alma y el c u e r p o , y otras cosas bien d i g - turaleza , la divina, y suponía fantástica la h u m a n a . por no creer
superslieion de osle ¡dolo habia consagrado cierto valle al oriente
por todo el Egipto. Creía en la metempsicosis. Enseñaba que ele
de .lerusalen, llamado Tophelli. ( n i . Rcg. xi. 5 , (i, 7. Act. vn. 45.) un Dios único é innato provino el entendimiento, de este el verbo nas de su nombre (b). verosímil que Dios hubiese querido padecer.
La estrella de Rcmpham se cree que fuese la de Saturno. {Act. de este el s e n t i d o , de este y d e las virtudes la sabiduría, y de am- Fui pasando por e s t o s , y l l e g u é a u n a parte donde \d) Joscplio Scaligcrc, u n o de los m a s célebres filólogos de Fran-
vil. 4 3 . i bas procedieron el principado, las potestades y los ángeles. Decir, c i a , fué hijo de Julio César S c a l í g e r o , y nació en 1510. Dotado
estaba uno s o l o arrinconado y m u y s u c i o , c o n u n z a n - de prodigiosa memoria y d e t a n t o tesón para el e s t u d i o , llegó á
Fl ara de Tnplwlli estaba en el valle del hijo de E n n o m , al pie que ellos fueron los autores del m u n d o , dieron principio al bien
del monle Morra. Se llamó Tophelh ( t a m b o r ) porque los sacerdo- y al mal q u e le gobierna, y que las inteligencias angélicas, distri- cajo menos y u n chirlo por la cara, lleno de cencerros, saber ¡rece l e n g u a s , é instruirse profundamente en las bellas le-
tes del ídolo de Moloch locaban tambores para que no se enterne- buidas en trescientos sesenta y cinco órdenes, presidian otros tan- y ardiendo y blasfemando. « ¿ Q u i é n eres tú, le pregun- tras , la historia, la cronología y l a s antigüedades. Ilízose protes-
ciesen los israelitas oyendo los gritos de sus propíos hijos ó hijas. tos c í e l o s , que el Hijo de Dios enviado para libertar al género hu- tante á la edad de veinte y dos años, absteniéndose de tomar parle
t é , que entre tantos m a l o s eres el p e o r ? » « Y o , dijo él,
;i q u i e n e s , ofrecidos e n h o l o c a u s t o , devoraban las llamas lastimo- mano solo tomó el aspecto do h o m b r e , y que fué crucificado en las tenaces contiendas religiosas de su época. Consagróse á
bajo la figura de Simón Cirineo. Murió en 131. s o y M a h o m a » , y decíaselo el t a l l e c i d o , la cuchillada y corregir y explicar los autores antiguos, y aun cuando les atribuye
samente. (Rea. iv, cap. xxin. lO.JÍaM. v. 22.)
Puteoritas. Filastrío incluye estos herejes en su índice, tomando Nicolao, a n l i o q u e n o , cabeza d e la s e d a d e los nicolaitas, suponen los dijes de arriero. « T ú eres, dije yo, el m á s mal h o m - frecuentemente s u s propias ideas, n o p o r eso dejó de ilustrarlos.
que fué uno de los siete diáconos elegidos por los apóstoles, do bre que ha habido en el m u n d o y el que más almas ha Murió en 1609.
la lelra y no el sentido metafórico del versículo 1 3 , cap. n de J e -
remías. Herejes veraniscos los nombran las ediciones de Pamplo- quienes hubo de separarse y de la doctrina verdadera, cayendo cu (e) Felipe Melanchlhon nació en Broten, en el Bajo l'alatinailo ,
traído a c á . » « T o d o lo estoy pasando, dijo, mientras los
n a , 1C31, y Barcelona, 1 0 3 5 ; lo que parece un yerro de imprenta, lastimosos e r r o r e s ; pero varios sanios padres creen q u e los níro- año de 1497. Llamábase Schwart-Erle.que en alemán quieredecir
malaventurados de africanos adoran el zancarrón ó z a n - tierra negra. Tomó p o r consejo de un tio el otro n o m b r e ; que en
no obstante que una y otra lo escriban del propio m o d o . laitas quisieron autorizar su herejía ron el nombre del antiguo
Los de la serpiente de metal. Moisés la hizo por mandado del Se- diácono. Estos sectarios rechazaban la ley del m a t r i m o n i o , pre- cajo que aquí m e falta.» « Picaron, dije, ¿ p o r q u é v e d a s - griego significa lo mismo. Dio muestras desde muy temprano de
tendiendo que las mujeres fueran comunes. Llamáronse gnósticos, te el vino á los tuyos ? » Y m e r e s p o n d i ó : « Porque si tras una disposición extraordinaria para las letras, y á los veinte y u n
ñor para q u e su pueblo s e acordase del milagro q u e obró con Is-
esto es, sabios y espirituales. años fué nombrado catedrático de griego en Wiltemberg. Allí
rael librándolo de aquellos mortíferos reptiles. Abandonados los las borracheras q u e l e s dejé e n mi Alcorán l e s permitiera
Carpiícrales, heresiarca natural de Alejandría, vivió en los tiem- trabó amistad con Lulero , q u e enseñaba t e o l o g í a , y de común
j u d í o s á la i m p i e d a d , ofrecian inciensos al s i m u l a c r o , como si
pos de l l a d r i a n o . E d u c a d o en la lilosolia platónica, sostuvo la las del vino, todos fueran b o r r a c h o s . — Y el tocino ¿por acuerdo trabajaron para eslablecer la reforma. El carácter de Me-
fuera un d i o s , y tuvo E z c q u i a s , para restaurar la pureza del culto,
existencia de un ser s u p r e m o , y de los á n g e l e s , derivados de él qué s o l o v e d a s t e , perro e s c l a v o , d e s c e n d i e n t e de Agar? lanchthon era t a n dulce como arrebatado y bilioso el d e Lutero.
que hacer pedazos la serpiente de bronce. (Iteg. iv, c a p . xvtu. -1.)
p o r una infinidad d e g e n e r a c i o n e s . Creía q u e eran las almas ema- Por esta causa fué escogido aquel para redactar su célebre confe-
Tliamnr es el mismo F a r a ó n , rey de Egipto en los tiempos de —Eso hice por no hacer agravio al vino, que lo fuera c o -
naciones de la divinidad; pero que habiendo degenerado de su sión d e Ausburg. Murió c u 1560, dejando escritas muchas o b l a s ,
Moisés. Las mujeres de J u d e a , sentadas en derredor de su simu- mer torreznos y beber a g u a , a u n q u e yo vino y t o c i n o la mayor parte en defensa del protestantismo.
l a c r o , le adoraban con grandes llantos y gemidos. (Philasl. 0.) origen c e l e s l e , fueron condenadas á e s t a r unidas á cuerpos mor-
tales. Reputaba á Jesucristo puramente hombre engendrado por gastaba Y quiso tan mal á los que c r e y e r o n en m í , que (/•) Teodoro Reza nació en Vezclai, pequeña ciudad del Nivcr-
Los bahalitas ó be/ilas adoraban en cuevas escondidas á líelo y
San J o s é . Admitió un dios bueno y otro malo. acá los q u í t e l a g l o r i a , y allá los p e m i l e s y las b o l a s . Y n a i s . año de 1519. Estudió en P a r i s , y vivió mucho tiempo en
sus hijos. Esle rey del oriente fué el primer autor de la idolatría y
Cerinlho, Heresiarca famoso del tiempo de los apóstoles, nació en F r a n c i a , donde gozaba pingües beneficios eclesiásticos. Retiróse
del sacerdocio entre los caldeos. (ídem.) últimamente, mandé que no defendiesen mi ley por ra-
Autíoquia , de una familia judaica. E s t u d i ó con los célebres filóso- á Ginebra en 1548, y públicamente abrazó la reforma. Atrajo á es-
La ptjthonisa y los pythones eran los magos y adivinos. Quitólos zón, porque ninguna hay ni para obedecella ni s u s l e n -
fos de la escuela de Alejandría, y trasladándose á J e r u s a l e n , s e alzó tas opiniones á Antonio de Borbon y á Juana de Navarra su mu-
y acabó con ellos el piadoso rey J o s i a s . (Reg., lib. i e t i v , c a p . x x v m
cabeza d e una facción compuesta d e j u d í o s conversos que unien- talla; remitísela á las armas y m e l í l o s en ruido para toda j e r ; concurrió al coloquio de Poissy ; sucedió á Calvino en todos
et x x n i . ) ; s u s empleos, y falleció de ochenta y seis años.
do las ceremonias de la ley antigua con los preceptos del Evange- la vida. Y el s e g u i r m e tanta g e n t e no es en virtud de
Los AcAsthartí Astharothsan cuantos adoran figuras de hombres
lio, se oponian á la predicación de la fe del Crucificado á los gen- (1) doctísimo (Edic. de Pamplona de 1631.)
y m u j e r e s , y con este nombre genérico se conocen los que después milagros, sino s o l o e n virtud de darles la l e y á medida
tiles. P o r ello anatematizado Cerinlho y separado de la comu- (g) Henrico Stephano nació en Paris a ñ o d e 1528, d e una familia
de la muerte de J o s u é y de los ancianos cayeron en abominacio- de sus apetitos, d á n d o l e s mujeres para m u d a r , y por e x -
nión de los Heles, pasó al A s i a , y mezclando ideas de la filosofía de sabios impresores. Sus conocimientos extraordinarios en las
nes. (.Ind. u . 12 et 15.)
orieijlal con doctrinas j u d a i c a s y c r i s t i a o a s , formó una secta ipn' traordinario d c s h o n e s l i d a d c s tan feas c o m o las q u i s i e - lenguas g r i e g a , latina y vulgares de E u r o p a , el trabajo q u e puso
Los herodianos confesaban la resurrección y recibían la ley y los
se extendió por varías provincias. Tiénesele p o r inventor del emir sen^ con e s t o m e s e g u í a n todos. Pero no se remató en restaurar y anotar las obras de los antiguos, sus frecuentes via-
profetas, esperando como el Cristo á Heródes, rey de los j u d í o s . j e s en busca de manuscritos preciosos y la comunicación con Io-
de los milenarios carnales y groseros.
(Philasl. 12.) en mí lodo el daño : tieiujc por ahí los o j o s , y verás qué
Ebion, su discípulo , cuyos sectarios s e llamaban ebionítas, negó dos los ingenios de su época le dieron grande nombradla. Como
(a) Para los herejes posteriores á la venida d e Jesucristo s e va- honrada g e n t e t o p a s » . abrazase la religión reformada, echó sobre si el odio de los católi-
la divinidad de Cristo, sosteniendo que con el Evangelio se habia
lió QiEvr.no, buscando siempre lo m á s raro según su genio, ade- c o s , atrayéndole la animadversión de muchos literatos la critica
de guardar la ley de M o i s é s , q u e fué también error de los naza-
mas del índice de F i l a s t r í o , de los catálogos de Juan Havisio Volvíme á u n l a d o , y vi todos los h e r e j e s de a h o r a , y mordaz que usaba contra l o s q u e no seguían s u s opiniones. Murió
rees.
Textor (i). l o p é c o n M a m q u e o ( e ) . ¡Oh q u é vi de calvinistas arañan- en el hospital de Lyon en 1598.
Simón Mago, s a m a r í l a n o , alucinó con sus artes depravadas á Valentino, egipcio, á mediados del siglo n ambicionaba y no lu-
gró un obispado. IÍI despecho le hizo caer en tales demencias, do á Calvino! Y entre e s t o s oslaba el principal Josefo (2) «¡Válame Dios, dije (llegándome á Lutero como á mal h o m b r e
muchos en P a l e s t i n a , hasta el punió de que le veneraban como á por no decir como á mal fraile), le atreviste á decir que no se ha-
que admitía hasta treinta dioses, á quienes llamaba ácanas. Dijo
p a d r e . En Roma, imperando Claudio, logró s e r tenido p o r Dios y bían de adorar las i m á g e n e s , si en ellas n o s e adora sino la espi-
que Jesucristo tomó cuerpo c e l e s t e , y no de las entrañas ili'
dicen que honrado con aras y sacrificios. Fué a u t o r de ¡a simonía, ritual grandeza q u c á nuestro modo representan! Si dices que para
María.
• e s t o e s , d a r l o espiritual en precio de cosas temporales. Preten- rinlho, que los san los reinarán con Criste mil años en la tierra en acordarte d e Dios n o h a s menester i m á g e n e s , e s verdad, y no l e
diendo volar por los aires en la capital del mundo delante de Ne- Menandro, el mozo de Samaría, es el mismo de quien se lialili» deleites sensuales y groseros. las dan para e s o , sino para que le muevan afectos la rcpresi m a -
rón, cayó por oración de San P e d r o , y m u r i ó , dejando manifiesta antes. Sabino, obispo de Hcraclea, llamó á lodos los cristianos que en rión d e la verdad q u e reverenciamos y del Señor q u e amamos s o -
su impostura. Montano, heresiarca del siglo n , nació en Arriaban, pueblo de la el concilio Niceno anatematizaron á Arrio, idiotas, perezosos y de bre lodo bien; como los enamorados, que el retrato de su dama no
Mcnandro, mago también de Samaría y discípulo de Simón, hizo Misla. Abrazó el cristianismo creyendo ascender á las primeras ingenio enfermizo. le traen para acordarse d e l l a , p u e s ya presuponen memoria della
porque le creyesen el salvador bajado del Olimpo para la salud de dignidades e c l e s i á s t i c a s , y no habiéndolo alcanzado, se propns» (a) Este período falta en las ediciones de Pamplona y Barcelona en acordarse d e q u e le traen, sino para deleitarse con la parte que
los h o m b r e s . Decía que su bautismo libraba de vejez, y enseñaba que le venerasen profeta. Como se atrajese á dos damas de la Fri- de1631y 1035. se les concede del bien ausente. Dices también q u e Cristo p a g ó
que no se podia vencer á los ángeles con ningún pacto sino con gia, llamadas Priscilla y Maximilla, que abandonaron con extraña ('') El emperador S i g i s m u n d o , muerta su primera mujer María por Iodos, y q u e . n o hay sino vivir como q u i s i é r a m o s , porque el
los ree.ursns d e la magia. locura á s u s maridos p o r seguirle, comenzó á predicar que era t'l de Hungría, d e quien no tuvo h i j o s , s e casó con Bárbara, cuyo que m e hizo á mi sin mí, m e salvará á mi sin m i . Bien m e hizo á
Saturnino, a n l i o q u e n o , discípulo de M c n a n d r o , cuyas máximas profela escogido para revelar á los hombres las verdades que no padre era H e r m á n , conde de Cillei. Bárbara fué tan mala como mi sin mí, pero hecho, siente q u e yo destruya su obra, y manche su
s i g u i ó , deliraba estableciendo el sistema de la creación del mundo oslaban en estado de oir en tiempos de los apóslolcs. La severi- Isabel de Baviera, su contemporánea y p a r i e n t e , mereciendo por pintura, y borre su imagen. Y s i , como confiesas, sintió en el pri-
por los á n g e l e s , y negaba que Cristo se h u b i e s e hecho hombre. dad d e su moral y las rigorosas penitencias q u e imponía á sus su disolución y vicios el nombre de Mesalina de Alemania. Isabel, mer hombre tanto un p e c a d o , que por satisfacerle mostrando su
Reputaba la vida como funesto presente, era la continencia u n o de discípulos atrajéronle considerable número de p a l u d a r i o s , que se bija de este matrimonio, casó con Alberto de Auslría. amor murió, ¿ cómo t e dejas decir q u e murió para d a m o s libertad
los prinrjpales puntos de su herejía, y condenaba las nupcias. llamaron ealaphnjges, quienes le daban el nombre de Parártela- (e) Mimes, hereje p e r s a , que vino á Boma imperando Aureliano. de pecar quien siente tanlo que pequemos ? Y si murió y padeció
üasí/ides, heresiarra del siglo n , fué natural de Alejandría, dis- Murió, segun la opinión m a s c i e r t a , en 212. El grande Tcrluli.ii"> Sus discípulos son llamados maniqueos. Eslableciados principios, Cristo pava e n s e ñ a m o s lo que cuesta un pecado y lo que luimos d e
se inllcionó en la herejía de los montañistas. uno á otro c o n t r a r i o , siendo el malo autor d e las b o d a s , de las h u i r l e , ¿de dónde coliges que murió para darnos licencia para ha-
I I .loaiinis Ravissi Textorís Officinae. Lugduni, 1585, t. II. Hubo un obispo en Egipto llamado Nepos que decia, como Ct- comidas de carne y del vino. Afirmaba que él de una virgen era cer delicies > ' . Que satisfizo por todos es verdad, ¡, luego no lene-
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OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. W w (
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con licencia. Y en las cuatro esquinas estaban ardiendo
taba el miserable penando. Estaba ahorcado d e un pié
por hachas cuatro malos pesquisidores. Y todas las p o -
Helio Eobano h e s s o , célebre poeta, competidor de Me-
lanchthon ( a ) . ¡ Oh cómo lloré mirando su gesto torpe yatas (que son los estantes) llenas de v í r g e n e s ( 4 ) r o c i a -
das , doncellas penadas como tazas, y dijo el d e m o n i o :
c o n heridas y g o l p e s , y afeados con llamas sus ojos! (I)
Díme prisa á salir deste cercado, y pasé á una g a l e - « Doncellas son que se vinieron al infierno con las donce-
lleces fiambres, y por cosa rara se guardan.» Seguíanse
EL MUNDO POR DE DENTRO \ {a
¡ mí el portero y dijo : etc. (MS. de la biblioteca de las Cortes, F. 3 Es cosa averiguada (así lo siente Metrodoro Chio y otros muchos) que no se sabe nada, y que
mos q u e trabajar n o s o t r o s ? M i e n t e s , p u e s hay que trabajar en no
caer en otros y en pagar los cometidos delictos. Enojóse Dios por ! y L. 3 1 , páginas 110 y 100. todos son ignorantes; y aun esto no se sabe de cierto, que á saberse, ya se supiera algo : sospé-
un pecado, cuando no le debemos sino la creación s o l a ; y ¿ no sen- (1) ocicadas, doncellas preñadas como t a z a s ; y dijo el d e m o n i o : chase. Dícelo así el doctísimo Francisco Sánchez, médico y filósofo, en su libro cuyo título es :
tiría las culpas, cuando le debemos redempcion costosa y trabajo- i «Doncellas son que vinieron al infierno con Hambre, y por Nihilscitur: No se sabe nada. En el mundo, fuera de los teólogos, filósofas y juristas, que atien-
! cosa rara se guardan acá. (Id. p . 110 v. y 101)
s a ? Espantóme, Lutero, d e que supieses nada. ¿ De q u é te aprove- den á la verdad y al verdadero estudio,.hay algunos que no.sahen nada y estudian para saber, y
charon tus letras y agudeza? Más le dijera si no m e enterneciera j (5) terceras (Id.)
la desventurada (¡gura en que estaba el miserable L u t e r o . Estaba t (6) Sebastian Q u a r t c l , general en Alemania contra el Empera-
estos tienen buenos deseos y vano ejercicio; porque al cabo solo les sirve el estudio de conocer
ahorcado, etc.» ( Edic. de Pamp. 1 0 3 1 , y MS. de la B'ib. de las | d o r , tras h a b e r s i d o su a l a b a r d e r o , tabernero en B o m a , y borra- cómo toda la verdad la quedan ignorando. Otros hay que no saben nada, y no estudian porque
Cortes, F. 3, pág. 109. L. 3 1 . p . 98.) i d i o en todas partes. (Id. p . 111 y 102.) piensan que lo saben todo. Son destos muchos irremediables : á estos se les ha de envidiar el
(a) Helio Eobano besso. Este sobrenombre indica su patria en el (7) ( p o r los cuales los h o m b r e s se condenan y son condenados.) ocio y la satisfacción, y llorarles el seso. Otros hay que no saben nada, y dicen que no saben nada,
l l e s s e , donde nació en 1488. Fué mirado como uno de los prime-
ros poelas latinos de su época. La necesidad le obligó á emprender (ídem.) porque piensan que saben algo de verdad, pues lo es que no saben nada; y á estos se les habia de
la medicina, y escribió un tratado sobre la dieta, que fué recibido (b) Castellanos ( t o m . t , pág. 1 2 8 , impresión de 1810) estampó castigar la hipocresía con creerles la confesión. Otros hay (y en estos, que son los peores, entro
que poseía una censura del Sueño del infierno hecha por fray An-
con mucho aplauso. Tuvo comunicación estrecha con los sabios
tonio Méndez de Santo Domingo. Hoy, según me manillesta, no es
yo) que no saben nada, ni quieren saber nada, ni creen que se sepa nada, y dicen de todos que
más distinguidos de la Alemania p r o t e s t a n t e , y murió en 1510.
ya dueño de aquel d o c u m e n t o . En él parece que se veia inserto no saben nada, y todos dicen dellos lo mismo, y nadie miente. Y como gente que en cosas de
(1) No p u d e sino s u s p i r a r . (Edic. de Pamp. 1631.)
(2) Miré por los e s p a ñ o l e s , y no vi corona ninguna española :
y anatematizado un largo párrafo de la papisa J u a n a , que el letras y ciencia tiene que perder tan poco, se atreven á imprimir y sacar á luz todo cuanto sue- -
mismo s e ñ o r Castellanos publicó en el lugar referido. Si e s , como
quedé contentísimo, q u e no lo s a b r é decir. (ídem.)
se s u p o n e , de QUEVEOO, razón tuvo el censor oponiéndose á que
(3) y Julio César estaba llamando de traidores á Bruto y Casio.
afease obra de tan ingenioso escritor un rasgo de ningún interés,
¡ O h , cuáles andaban el mal obispo don Ó l p a s , y el conde don J u - (a) Este cuarto sueño fué concluido en la T o r r e d e Juan Ahad en 26 de abril de 1612. Tal fecha resalla en la carta
de muy escaso gracejo y de no pequeño escándalo. No se encuen-
lián, pisando su propia patria, y manchándose en sangre cristiana! original dirigida al D u q u e , según Castellanos. (Tom. i, pág. 4 2 7 , edic. de Madrid de 1840.)
tra en ninguno de los antiguos MMS. que lie tenido á la vista.
Allí vi colgados otros muchos de todas n a c i o n e s , cuando se llegó á En el año difieren las impresiones y los manuscritos quenosolros hemos tenido á la vista. Uno de la tercera década del
siglo XVII, que perteneció á la biblioteca de don Vincencio Juan de Lastanosa, y se encuentra en la Nacional, Aa, 167,
muestra con manifiesto error el año de 1625; ta impresión de Rúan, el de 1624; la de Pamplona, el de 1G12; la de Barcelona
(Juguetes de tu niñez), la de Madrid que lleva por titulo Enseñanza entretenida, la de Bruselas y todas las posteriores,
en lin cuantas se calcaron sobre la primera edición hecha en la capital de la monarquía, estampan ¿1 año de 1610.
Publicaron por vez primera El mundo por de dentro, así como los sueños anteriores, las prensas de Barcelona y Za-
ragoza en 1027, y en 1629 las d e Madrid. Introdujo entonces el autor notables alteraciones en el texto, y así lo repro-
ducimos , dando sin e m b a r g o noticia oportunamente de todas las variantes.
Sacan las primeras ediciones al margen los asuntos y personas de que se compone el discurso, y son los siguientes:
«desengaño, hipocresía, todos son hipócritas en et m u n d o , hidalgo, c a b a l l e r o , d i s c r e t o s , viejos, n i ñ o s , n i ñ o s , en
lodos los nombres d é l a s cosas hay hipocresía, los pecados todos son hipocresía, hipócritas, entierro y procesien d e
una difunta, el v i u d o , explicación del entierro y procesión, v i u d o , luto y llanto d e una v i u d a , explicación do ta tristeza
y hilo de la v i u d a , alguaciles tras un, l a d r ó n , escribano, c o r c h e t e s , alguaciles, e s c r i b a n o , rico con c a r r o z a , criados y
bufones, mujer herniosa con manto, desengaño de la hermosura de la mujer.»
El título en el MS. de Lastanosa aparece de este modo : Discurso del mundo por de dentro y por defuera.
(l>) La dedicatoria es e n t e r a m e n t e distinla en la edición de Pamplona de 1651 y en el MS. de Lastanosa. Hela a q u i :
«A don Pedro Girón, duque de Osuna (1). Estas son mis obras: claro está que juzgará vuecelencia que siendo tales no
meliau de llevar al c i e l o ; m a s como (2) yo no pretenda dolías m á s de que en este mundo m e d e n n o m b r e , y el q u e m á s
estimo es (5) de criado de vuecelencia, se las envió para q u e , como á tan gran príncipe las honre; lograrán de paso
la enmienda. Dé Dios á vuecelencia su gracia v s a l u d ; que lo demás merecido lo tiene ai m u n d o su virtud y grandeza,
lin la Aldea (4), abril 20 d e 1012.—Don Francisco Quevedo Villegas.
,(c) 1610 hemos dicho que es el año q u e fijaron los Juguetes de la niñez en 1029, y que desde entonces hasla hoy.
viene reproduciéndose.
Á QUIEN LEYERE.
He querido que la muerte acabe mis discursos como las demás cosas : quiera Dios que tenga
A DOÑA MIREM RIQUEZA. buena suerte. Este es el quinto (1) sueño; no me queda ya que soñar. Y si en la Visita de los Chis-
tes (2) no despierto, no hay que aguardarme. Si te pareciere que ya es mucho sueño, perdona
HARTO es que me haya quedado algún discurso después que (1) vi á vuesa merced, y creo que me
algo la modorra que padezco; y si n o , guárdame el sueño, que yo seré siete-durmiente de las (3)
dejó este por ser de la muerte. No se lo dedico porque me lo ampare : llévoselo yo, porque (2) le tales figuras. Vale.
mejore : designio interesado es el mió, para la enmienda de lo que puede estar escrito con algún
desaliño, ó imaginado con poca felicidad. No me atrevo yo á encarecer la invención, por no acre-
Lastanosa (Biblioteca Nacional, A a , 167, pág. 509). Aquellas y el MS. se ven plagados de groseras e r r a t a s , que han
ditarme de invencionero. Procurado he pulir el estilo y sazonar la pluma con curiosidad. Ni entre venido reproduciéndose y aumentándose hasla hoy que por vez primera desaparecen.
Las impresiones anteriores ai año de 1629 tienen al margen del texto las notillas que copiamos á continuación, y q u e
(a) E n v u e l t o QÜEVEDO en la caída y b o r r a s c a s del c é l e b r e virey de Ñapóles d u q u e d e O s u n a , fué preso y encerrado expresando el a s u n t o de cada párrafo, constituyen el a r g u m e n t o , digámoslo a s i , d e toda la o b r a :
p o r t r e s años y medio en la T o r r e d e Juan Abad. Allí por divertir a m a r g u r a s y d e s e n g a ñ o s , se consagró enteramente á «Médicos, r e c e t a s , cirujanos, sacamuelas, b a r b e r o s , habladores, chismosos, mentirosos, e n t r e m e t i d o s , la m u e r -
las l e t r a s , y escribió diversos t r a t a d o s , algunos de ellos tan importantes como la Política de Dios, el Comentario á la te; enfadosos, habladores y entremetidos;1uédicos, los tres enemigos del a l m a , el dinero contra los tres enemigos
carta del Rey Católico, los Anales de quince dias, y el Sueño de la muerte, bosquejado en 1621 y concluido d e atildar del alma, las p o s t r i m e r í a s , el inlierno, el j u i c i o , malas n u e v a s , el llanto, el dolor, envidia, la d i s c o r d i a , c a s a m e n t e -
en 6 de abril de 1622. ros y s a s t r e s , la m u e r t e de a m o r e s , la m u e r t e de frío, la m u e r t e de m i e d o , avarientos, la m u e r t e d e r i s a , Joan de la
Mostrándose rendido y g a l á n , dirigió tan filosófico y sazonado opúsculo á doñaMarla E n r i q u e z , y así lo d e s c u b r e el Encina,el rey q u e r a b i ó , rey P e r i c o , Maleo Pico, nigrománticos, ginoveses, h o n r a , m a r i d o s , m u j e r e s , l e t r a d o s ,
a n a g r a m a doñaMirena R i q u e z a , del cual la primera palabra no tiene en castellano significación p r o p i a , bien q u e algu- pleitos y pleitear, Venecia, cómo se ha de t r a t a r con los reyes y príncipes, rey de E s p a ñ a , A g r á g e s , Arbálias, Chis-
nos poetas hayan disfrazado con ella el n o m b r e de María y de Mariana. En la Calatea de Cervantes se introduce un garavis, Pero G r u l l o , profecías y verdades de Pero Grullo, d i n e r o , el dinero es como las m u j e r e s , c a s a d o s , e s c r í b a -
pastor llamado Mireno. nos y ginoveses, el o t r o , C a l a m o s , Canlipalos, dueña Quintañona, don Diego de N o c h e , Cochihervite, Trochimoche
Era doña María Ana Enriquez dama de la reina Isabel d e B o r b o n , mujer de Felipe IV, y asi p u d o contribuir á la li- Doña Fáfula, c o m e d í a s , autos del C o r p u s , e n t r e m e s e s , Marizápalos, Marirabadilla, Marta con sus pollos, alma d e
b e r t a d y a u m e n t o s de QÜEVEDO. J u n t a m e n t e con el mayordomo mayor, señoras de honor, d a m a s , g u a r d a d a i n a s , ayudas Garibáy; Perico de los p a l o t e s , P a t e t a , Juan d e las calzas b l a n c a s , Pedro por d e m á s , el bobo de Coria, P e d r o de Ur-
d e cámara y m é d i c o , e s t r u e n d o y aplauso que pedia ía etiqueta de la c o r t e , formaba doña María en la mañana del 27 de-males ; san Macarro, san Leprisco y san C i r u e l o ; santo de P a j a r e s , fray Jarro y san P o r r o ; don Diego d e N o c h e ;
d e mayo d e 1625 p a r t e del cortejo de la joven hermana del Monarca. Hallábase la infanta prometida al príncipe de Ga- Diego Moreno, marido cornudo.»
les, y paseando en el p a r q u e del alcázar ele Madrid por tomar el a c e r o , mostró la mayor compostura cuando el príncipe, (1) tratado al Sueño del juicio, al Alguacil endemoniado, al Infierno y al Mundo por de dentro; (MS. de la Biblio-
anheloso de hablar á su desposada, saltó las p a r e d e s del j a r d í n ; arrojo q u e alborotó la comitiva. Algún palaciano poeta teca Nacional, y la edición d e P a m p l o n a , 1631.)
hizo sonar también en su lira el n o m b r e de doña María Enriquez ( i ) . (2) Y si en la 'Visita de la muerte (Id.)
(5) postrimerías. Vale. (Edic. de Pamplona.)
La voz Riqueza d e s l u m h r ó completamente á ta m u l t i t u d , entendiendo h a b e r dedicado el autor d é l o s Sueños su dis-
c u r s o á e s t e emblema constante del h u m a n o desasosiego. Sus mismos enemigos lo creyeron ó lo aparentaron con el
v u l g o , á fin d e hacer m a s odiosas para la multitud las obras del implacable censor d e los vicios q u e ulceraban aquella
sociedad corrompida ( n ) .
El primitivo título d e la presente composición fué el Sueño de la muerte y el marqués de Villena en la redoma (m). En.
la impresión de 1627 quedó reducido á solo El sueno de la muerte: epígrafe q u e en 1629 se trasformó en el de La visita DISCURSO.
de los Chistes, con que hoy se conoce.
Los adversarios del señor de la T o r r e de Juan Abad divulgaron u n a Apología d e este s u e ñ o ; papel envenenado con Están s i e m p r e cautelosos y p r e v e n i d o s los r u i n e s p e n - Al fin hombre nacido
el rencor mas i n d i g n ó , donde se llama b o r r a c h o á tan i l u s t r e i n g e n i o , oriundo de z a p a t e r o s , y sátira viva contra los samientos , la d e s e s p e r a c i ó n c o b a r d e y la t r i s t e z a , e s - De mujer flaca, de miserias l l e n o ,
hábitos, hecha porantojos del d u q u e de L e r m a . Zaheriasele á QÜEVEDO el t e n e r cuatro mil ducados d e renta, suponién- A breve vida como flor traído,
perando c o g e r á solas á u n d e s d i c h a d o p a r a m o s t r a r s e De todo bien y de descanso ajeno ,
dolos adquiridos con libertades mal dichas y bien p a g a d a s ; motejábasele de h o m b r e q u e no tenia m á s obligaciones
q u e su sotana ni m á s h e r e d e r o s q u e su conciencia; sin cargo de restitución, p u e s t o q u e era imposible y tocaba al due- alentados c o n él ( p r o p i a condición d e c o b a r d e s , en q u e Que, como sombra v a n a ,
ñ o d e sus aumentos (Osuna). j u n t a m e n t e h a c e n o s t e n t a c i ó n d e s u malicia y d e s u v i - Huye i la tarde y nace á la mañana.
Véase de q u é modo se valían los autores anónimos de tan alevosos golpes, para fascinar á la plebe y ganarla con ar- leza). Por b i e n q u e lo t e n g o c o n s i d e r a d o en o t r o s , m e
tificio contra el que n o b l e m e n t e suscribía con su nombre sus propias obras de útil medicina y sabroso entretenimiento: Con este c o n o c i m i e n t o propio a c o m p a ñ a b a luego el
sucedió e n m i p r i s i ó n ; p u e s h a b i e n d o ( ó p o r a c a r i c i a r d e la vida q u e h i c i m o s diciendo (3) :
«Si este cargo (el de b o r r a c h o ) no es falso, discúlpeme una cosa mal h e c h a , otra mal d i c h a ; y juzgúelo el vulgo,
para q u e tenga sentencia en su favor, q u e j u z g a n d o con r a z ó n , clamará contra quien le reprueba ¡a* exposición de sus mi s e n t i m i e n t o ó p o r h a c e r lisonja á mi melancolía) lei- Guerra es la vida del hombre
afectos y el bordón de sus conversaciones : pues se vale de Juan de la Encina y Mateo Pico para hiperbolizar sus dis- do aquellos versos q u e L u c r e c i o escribió con t a n a n i m o - Mientras vive en esie s u e l o ;
i a r a t e s ; del rey Perico y el rey que rabió para sus a n t i g ü e d a d e s ; para sus sentencias de Pero Grullo; para sus fábu- sas palabras ( 1 ) , m e vencí d e la i m a g i n a c i ó n , y debajo Y sus horas y sus dias
Í as de Calaínos; y copia con Harbálias y Chisgaravis los bulliciosos; con la dueña Quintañona, las viejas enfadadas;
del peso d e tan p o n d e r a d a s p a l a b r a s y r a z o n e s m e dejé
Como las del j o r n a l e r o .
con Don Diego de Noche, los e n t r e m e t i d o s ; con Cochite-hervite, los coléricos; con Troche-moche, los desalumbrados;
con Doña Fáfula, los i m p e r t i n e n t e s ; con Marizápalos, los desaliñados; con el alma de Garibáy, los malquistos; y asi c a e r í a n p o s t r a d o c o n el dolor del d e s e n g a ñ o q u e l e í , Yo, que a r r e b a t a d o d e la c o n s i d e r a c i ó n , m e v í a los
con los demás de esta corónica. Autoridades q u e el pueblo tiene tan recibidas y tan esenciales para é l , que si le fal- que ni sé si m e d e s m a y é a d v e r t i d o ó escandalizado. P a r a pies d e los d e s e n g a ñ o s , r e n d i d o , con lastimoso s e n t i -
tasen no pudiera dar noticia d e sus c o n c e p t o s , pues los explica por medio de estos s í m i l e s ; demás q u e há tantos si- que la confesión d e m i flaqueza s e p u e d a d i s c u l p a r , e s - m i e n t o y con celo enojado, (4) r e p e t í á estos e n la f a n -
glos que se conservan en el m u n d o , sin t e n e r en él ningún quejoso. Pero son tan pegajososlos maldicientes, que hallan,
el aplauso donde m e r e c e n el vituperio y el castigo.» cribo p o r i n t r o d u c c i ó n á m i d i s c u r s o la voz del p o e t a tasía :
Peores y m á s vedadas a r m a s usaron el p a d r e Niseno, Montalvan y los d e m á s autores del Tribunal de la justa ven- divino, q u e s u e n a a n s í , rigurosa c o n a m e n a z a s t a n e l e - ¡ Qué perezosos p i e s , qué entretenidos
ganza (pág. 267 á la 270), aspirando á conjurar contra QUEVKDO á losgenoveses y h o m b r e s de negocios, á los letrados, gantes : Pasos lleva la muerte por mis daños 1
á los magistrados y á l o s e s t u d i a n t e s , instigándolos para que se persuadiesen de que habia dirigido aquel sus dardos El camino rae alargan los e n g a ñ o s ,
contra ellos, y anatematizado las u s u r a s y vanidades de los u n o s , y los e n r e d o s , presunción, é ignorancia de los otros. Denique si vocem rerum natura repente Y en mi se escandalizan los perdidos ;
DON FRANCISCO llevó también al teatro el pensamiento de ridiculizar civilidades. Con las mismas liguras de La visita llittat, et hoc alicui xostrum sic increpet ipsa: Mis ojos no se dan por e n t e n d i d o s ;
de los Chistes escribió en 1624 el precioso e n t r e m é s , que poseo autógrafo, d e Los refranes del viejo celoso (iv), y más Quid tibi tantoperc est, mortalis, quod nimis aegris Y por descaminar m i s d e s e n g a ñ o s ,
adelante dio otro sobre el mismo asunto á la e s c e n a : rasgo menos lozano, a u n q u e m á s dramático y de mayores dimen- Luctibus indulges ? Quid mortem congemis, ac ¡les ? Me disimulan la verdad los a ñ o s ,
siones. Lleva por título Entremés de las sombras, y se halla impreso en 1643 (v). Nam si grata fuit tibi vita anteacta, priorque, Y les guardan el sueño á los s e n t i d o s .
Hemos tenido presentes en esta las ediciones e x p r e s a d a s en las notas d é l o s sueños a n t e r i o r e s , y elMS. q u e fué de Et non omnia pertusum contesta quasi in vas Del vientre á la prisión vine en n a c i e n d o ,
Commoda perjluxcre, atque ingrata interiere ." De la prisión iré al sepulcro a m a n d o ,
(1) veo á vuesa merced (Edic. de Pamplona, 1 6 5 1 ; Barcelona, 1633, y todas las posteriores.) Cur non, ut plenus vitae, conviva, recedis ? Y siempre en el sepulcro estaré ardiendo :
(2) el mayor designio interesado es el mío para la enmienda (Id.) Aequo animoque capis securam, stulle, quietem?
( O Avisos US. de la Biblioteca nacional. — Sucesos del año de 1G23. En la misma biblioteca. II. 5G. E n t r ó s e m e l u e g o p o r la m e m o r i a d e r o n d ó n Job dando (3) Uililia est vita hominis super terram, etc. (Job., 7.)
( u ) Apología al Sueño de la muerte. (4) le tomé á Job aquellas palabras de la b o c a , con que empieza
(ni) Biblioteca Nacional, Aa, 167, pág. 300. voces y d i c i e n d o (2) :
su dolor a descubrirse :
(iv i Cerca de un siglo después el cómico francisco de Castro plagió versos y tiradas enteras, formando con retazos ajenos su entremés
del Cesto y el sacristán. (•I) Lib. n i , v.'94S. De rerum natura. Pcreatdies in quanalus sum, etc., cap. 3.
(vi Entremeses nuevos de diversos autores, para honesta recreación. Con licencia. En Alcalá dc llenares, por Francisco Ropero. Año^ fi) Homo nalus de midiere, etc. (Cap. 14.)
Perezca el primero dia
de 1GÍ3.— Ejemplar rarísimo.
VISITA DE LOS CHISTES. 33í¡
33í OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
j a r a b e s , quo antes les sobran letras para jara, que les por s e ñ a s , y tomar su parecer al b a c i n , y su dicho á la Síguense los c h i s m o s o s , m u y solícitos de orejas, muY
Cuantos plazos la muerte me va d a n d o ,
Prolijidades s o n , q u e va creciendo fallen; boles se dicen los de p i c a , espátulas son espa- hedentina? No les esperara un diablo. ¡Oh malditos p e s - atentos de o j o s , m u y encarnizados de malicia, y a n d a -
P o r q u e no a c a b e d e morir p e n a n d o . das en su l e n g u a , pildoras son balas; clisteres y mele- quisidores contra la v i d a , pues ahorcan con el garroli- ban hechos uñas de las vidas ajenas espulgándolos á t o -
c i n a s , c a ñ o n e s ; y así se llaman cañón de melecina. Y 11o, degüellan con s a n g r í a s , azotan con ventosas, d e s - dos. Venían tras ellos los mentirosos, contentos, muy
Entre estas demandas y respuestas fatigado y c o m -
bien m i r a d o , si así so loca la tecla de las purgas, sus tarran las almas, pues las sacan de la tierra de sus cuer- g o r d o s , risueñosy bien vestidos y medrados, que íuv
batido ( s o s p e c h o que fué cortesía del sueño piadoso más pos sin alma y sin c o n c i e n c i a !
tiendas son purgatorios, y ellos los infiernos, los, e n - teniendo otro oficio, son milagro del m u n d o , con un
que de natural), me quedé dormido. L u e g o que d e s e m - Luego se seguían los cirujanos cargados de pinzas,
fermos los condenados ( 2 ) , y los médicos los diablos. gran auditorio de mentecatos y ruines.
barazada el alma se vio ociosa sin la ( t ) tarea de los s e n - lientas cauterios, tijeras, navajas, sierras, limas, t e -
Y es cierto que son diablos los m é d i c o s , pues unos y Detras venían los entremetidos, muy soberbios y s a -
tidos exteriores, me embistió desta manera la comedia nazas y lancetones. Entre ellos se oía una voz muy d o -
oíros andan tras los malos y huyen de los b u e n o s , y tisfechos y p r e s u m i d o s , que son las tres lepras de la
s i g u i e n t e ; y así la recitaron mis potencias á escuras, lorosa á mis o í d o s , quo decia : « C o r t a , arranca, abre,
todo s u fin e s q u e los buenos sean malos y que los ma- honra del mundo. Venían digiriéndose en los otros y p e -
siendo yo para mis fantasías auditorio y teatro. asierra,despedaza, p i c a , p u n z a , a g i g o t a , rebana, d e s -
los n o sean b u e n o s j a m a s . netrándose en todo, tejidos y enmarañados en cualquier
Fueron entrando unos médicos á caballo en unas m u - carna y abrasa.» Díóme gran temor, y más verlos el pa- n e g o c i o : (a) son lapas déla ambición y pulpos déla pros-
Venían todos vestidos de recetas y coronados de erres
l a s , que con gualdrapas negras parecían tumbas con loteado que hacían con los cauterios y lientas : unos peridad. Estos venían los postreros, según pareció, por-
asaeteadas, con que empiezan las recetas. Y consideré
orejas. El paso era d i v e r t i d o , torpe y desigual: de m a - huesos se me querían entrar de miedo dentro de otros; que no entró en gran rato nadie. Pregunté que cómo
que los dolores hablan á l o s boticarios diciendo : Tic-
nera que los dueños iban encima en mareta y algunos lúceme un ovillo. venían tan apartados; y dijéronme unos habladores (sin
cipe, que quiere decir recibe: de la misma suerte habla
vaivenes de serradores; la vista asquerosa de puro p a - En tanto vinieron unos d e m o n i o s con unas cadenas preguntarlo yo á ellos): «Estos entremetidos son la quin-
la mala madre á lahija, y la codicia al malministro.¡Pucs
sear l o s ojos por orinales y servicios; las bocas e m b o s - de muelas y dientes haciendo bragueros, y en esto c o - ta esencia de los enfadosos, y por eso no hay otra cosa
decir q u e en la receta hay otra cosa que erres asaetea-
cadas en b a r b a s , que a p é n a s s e l a s hallara un brazo; s a - nocí que eran s a c a m u e l a s , el oficio más maldito del peor que ellos.» En esto estaba yo considerando la di-
das por d e l i n c u e n t e s , y luego Ana, Ana, que juntas
yos con resabios de vaqueros, guantes en infusión, d o - mundo, pues no sirven sino de despoblar bocas y ade- ferencia tan grande del acompañamiento, y no sabía
hacen un Annás para condenar á un j u s t o ! Síguense
blados como los que c u r a n ; sortijon en el pulgar con lantar la vejez. E s l o s , con las muelas ajenas y no ver imaginar quién pudiese venir.
uncías y más onzas : ¡ qué alivio para desollar u n cor-
piedra tan g r a n d e , que cuando toma el pulso pronostica diente que no quieran ver antes en su collar que en las En eslo entró una que parecía m u j e r , muy galana y
dero e n f e r m o ! Y l u e g o ensartan nombres de simples,
al enfermo la losa. Eran estos en gran n ú m e r o , y todos quijadas, desconfían á las gentes de santa Polonia, l e - llenado c o r o n a s , c e t r o s , h o c e s , a b a r c a s , chapines, tia-
que parecen invocaciones do d e m o n i o s : Buphthálmus,
rodeados de p l a t i c a n t e s , que cursan en lacayos, y tra- opopánax, leontopclalon, tragoriganum, potamoge- vantan testimonios á las encías y desempiedran las b o - r a s , c a p e r u z a s , m i t r a s , monteras, b r o c a d o s , pellejos,
tando más con las muías que con los d o t o r e s , se gra- tón senospugiüos, diacalhalicon,petrosclinum, scilla cas. No he tenido peor rato que tuve en ver sus gatillos s e d a , o r o , garrotes, diamantes, s e r o n e s , perlas y g u i -
dúan de m é d i c o s . Yo viéndolos dije: « Si destos se h a - y rapa (b). Y sabido qué quiere decir tan espantosa andar tras los dientes ajenos c o m o si fueran ratones, jarros. Un ojo abierto y otro cerrado, y vestida y d e s -
cen estos o t r o s , no es m u c h o quo estos otros nos desha- barabúnda de voces tan rellenas de letrones, son zana- y pedir dineros por sacar una m u e l a , como si la p u - nuda de todas colores; por el un lado era m o z a , y por
gan á n o s o t r o s . » horia, rábanos y peregil y otras suciedades. Y c o m o lian sieran. el otro era vieja; unas veces venia despacio, y otras
Alrededor venía gran chusma y caterva de boticarios oido decir que q u i e n no l e conoce te c o m p r e , disfrazan ¿Quién vendrá acompañado desta maldita canalla? apriesa; parecía que estaba l e j o s , y estaba c e r c a ; y
fion espátulas desenvainadas y jeringas en ristre, ar- las legumbres porque no sean conocidas y las compren decia y o ; y rnc parecía quo aun el diablo era poca cosa cuando pensé que empezaba á entrar, estaba ya á mi
ranados de cala en parcho, c o m o de punta en blanco. Los los enfermos. Elingalis dicen lo que e s l a m e r , catapo- para lan maldita g e n t e , cuando veo venir gran ruido de cabecera. Yo me quedé como hombre que le preguntan
^medicamentos que estos v e n d e n , aunque estén c a d u - tia las pildoras, clysterh melecina, ejlans ó balanush guitarras. Alégreme un p o c o ; tocaban todos pasacalles qué es cosa y cosa, viendo tan extraño ajuar y tan desba-
c a n d o en las redomas de puro añejos, y los socrocios ( o ) cala, y errhinae el moquear (c). Y son tales los nombres y bacas; que me maten si no son barberos: ellos que e n - ratada compostura. No me espantó; suspendióme, y no
s tengan telarañas, los d a n ; y así son medicinas redoma- de s u s recetas y tales sus medicinas, que las más veces, 1 raii. No fué mucha habilidad el acertar; que esla gente sin risa, porque bien mirado era (1) figura donosa. P r e -
d a s las s u y a s . El clamor del que m u e r e empieza e n el de asco de sus porquerías y hediondeces con q u e persi- tiene pasacalles infusos y guitarra gratis data : era de gunlélequién era, y d í j o m e : « L a m u e r t e . » ¿Lamuerte?
' almirez del boticario, va al pasacalles del barbero, p a - guen á los enfermos, se h u y e n las enfermedades. ver puntear á unos y rasgará otros. Yo decía entre m í : Quedé pasmado. Y apenas abrigué al corazón algún
,J séasc por el tableteado de los guantes del d o t o r , y a c á - «¡ Dolor de la barba q u e , ensayada en saltarenes, se ha aliento para respirar, y muy torpe de lengua, dando
¿ Qué dolor habrá de tan mal gusto que no se lmya de
•*• base en las campanas de la iglesia. N o h a y g e n t e más de ver raspar, y del brazo que ha de recibir una sangría trasijos con las razones, la dije: « P u e s ¿á qué vienes?»
los tuétanos por no aguardar el emplasto de Guillen Ser-
' fiera que estos b o t i c a r i o s : s o n a í m e r o s d e los dotores; pasada por chaconas y f o l i a s ! » Consideré que todos los «Por tí,» dijo. «¡Jesús mil v e c e s ! Muérome según eso.»
ven y verse convertir en baúl una pierna ó muslo donde
ellos les dan armas. N o hay cosa suya que n o tenga domas ministros del martirio inducidores de la muerte «No te mueres, dijo ella; vivo has de venir conmigo á h a -
él está? Cuando vi á estos y á l o s dotores entendí cuiín
achaques de guerra y que n o aluda á armas o f e n s i v a s : oslaban en mala moneda y eran oficiales de vellón y cer una visita á los difuntos; que pues han venido tantos
mal se dice para notar diferencia aquel asqueroso re-
hierro viejo, y que solos los barberosse habian trocado muertos á los v i v o s , razón será que vaya un vivo á los
frán : «Mucho va d e l e . . . al p u l s o ; » que tintes no va nada,
en piala. Y entretúveme en verlos manosear una cara, m u e r t o s , y que los muertos sean oidos. ¿Has oído d e -
En que yo naci i la t i e r r a ,
y solo van los m é d i c o s , pues inmediatamente desde él
sobajar otra, y lo que se huelgan con un testuz en el la- cir que yo ejecuto sin e m b a r g o ? A l t o , vén c o n m i g o . »
Y la noche en que el varón van al servicio y al orinal á preguntar á los meados lo
F u e concebido perezca. 1 que no s a b e n , porque Galeno los remitió á la cámara y vatorio. Perdido de miedo le d i j e : «¿No me dejarás vestir?» «No
Vuélvase aquel dia triste I es menester, respondió; que conmigo nadie va vestido,
E n miserables t i n i e b l a s ; á la orina. Y c o m o si el orinal les hablase al o í d o , se le Luego comenzó á entrar una gran cantidad de g e n t e :
No le alumbre m á s la l u z , ni soy embarazosa; yo traigo los trastos de todos por-
llegan á la oreja, avahándose los barbones c o n su nie- los primeros eran habladores. Parecían azudas eu c o n -
Ni tenga Dios con él cucnla. que vayan más ligeros.» Fui con ella donde me guiaba;
Tenebroso torbellino bla. ¿ P u e s verles hacer que se entienden c o n la cámara versación, cuya música era peor que la de órganos d e s -
Aquella noche p o s e a ; quo no sabré decir pordónde, s e g u n i b a poseído del e s -
templados. Unos hablaban de hilván, otros á borbotones,
No esté entre losdias del a ñ o , panto. En el camino la dije: (6) « Y o no veo señas de la
Ni entre los meses la tengan. otros á chorretadas, otros habladorísimos hablaban á
(i) á muerte (Edic. de Barcelona, 1035.1 m u e r t e , porque allá nos la pintan unos huesos descar-
Indigna sea de a l a b a n z a , cántaros: g e n l e que parece que lleva pujo de decir n e -
(b) Buphthálmus, planta llamada ojo de b u e y ; opopánax, el zu-
Solitaria siempre s e a ; i nados con su guadaña.» Paróse y respondió : « E s o no
Maldíganla los que el dia mo d e la p a n a c e a , yerba silvestre llamada h e r a c l i o ; Icoulopélnloii, cedades, c o m o si hubiera tomado alguna purga confe-
i especie d e col cuya raíz bebida en vino es medicinal contra el | es la m u e r t e , sino los muertos ó lo que queda de los v i -
Maldicen con voz s o b e r b i a ; eionada de hojas de Calepino de ocho lenguas. Estos
Los que para levantar veneno d e las s e r p i e n t e s ; ' tragoriganum, orégano c a b r u n o ; poto- ! vos. Esos huesos son el dibujo sobre que se labra el c u e r -
A Lcvialan s e aparejan , me dijeron que eran habladores de diluvios, sin e s c a m -
' mogeton senos pugillos, seis p u ñ a d o s de yerba potamogetón <juc po del hombre. La muerte no la c o n o c é i s , y sois v o s -
Y con sus e s c u n d a d e s nace en lugares a c u o s o s ; diaca/halícon, clectuario hecho de ra- par de dia ni do n o c h e ; g e n l e quo habla entre s u e ñ o s ,
Se oscurecen las estrellas. otros mismos vuestra m u e r t e : tiene la cara de cada uno
Espere la luz hermosa, ñafistola , r u i b a r b o , t a m a r i n d o s , etc.; petroselinum, especie de y que madruga á hablar. Había habladores s e c o s , y h a -
peregil q u e nace é n t r e l a s p i e d r a s ; scilla, cebolla albarrana; rap, de vosotros, y todos sois muertes de vosotros m i s m o s .
Y nunca clara luz v e a , bladores que llaman del rio ó del rocío y do la espuma;
Ni el nacimiento rosado n a b o . En cuantas ediciones se han hecho de este Sueño durante
De la aurora envuelta en perlas.
gente que graniza de perdigones. Otros quo llaman
dos siglos se han apurado los desatinos al estampar tales nom- (a) Solo paz de la ambición, dice el ejemplar de Pamplona de 1031;
Porque no cerró del vientre b r e s . Los MMS. aun están más disparatados. Hoy es la vez prime" tarabilla, g e n t e que se va de palabras como de c á m a -
Que á mi m e trujo las p u e r t a s , Solapas de la ambición el de B a r c e l o n a , 1 0 3 5 , y todas las impre-
que disfruta el público s i n e r r o r e s de crasa ignorancia esta parle ras, que hablan á toda furia. Habia otros habladores siones posteriores hasta hoy.
Y porque mi sepultura
No fué mi cuna primera. del d i s c u r s o . nadadores, quo hablan nadando con los brazos hacia (1) (como vulgarmente se dice) (Edic. de Barcelona, 1635.)
(c) Elingatis, de clingere l a m e r ; catapolium, pildora que se tra-
lodas parles y tirando manotadas y c o c e s ; otros g i - (b) Ya si', veo señas de la muerte, porque A ella nos lapinlan, im-
Entre estas demandas, etc. (1ÍS. de la Bilí. Nacional y ¡a edic. de ga sin m a s c a r ; clyster, la a y u d a , melecina ó lavativa ; gtans ó in- primieron todos los ejemplares antiguos. Ibarra y Sancha : Ya se
lanus, cala, mecha que se hace con j a b ó n , a c e i t e , sal y otros in-
mios haciendo gestos y visajes. Venían los unos c o n s u -
Pamplona de 1031.) ven señales, etc., y asi todos los m o d e r n o s . El MS. lija la verdadera
(1) traba de los sentidos (Edic. de Pamplona.) gredientes para exonerar el v i e n t r e ; errhinae, medicina quese miendo á los otros. lección que adoptamos n o s o t r o s .
la) Emplaslo en que entra el azafrán. toma para e s t o r n u d a r .
33C OBRAS DE DON FRANCISCO D E QÜEVEDO VILLEGAS.
VISITA DE L O S C H I S T E S . 337
L a calavera es el m u e r t o , y la cara es la m u e r t e ; y lo blo e n q u e todos d e c í s : Diablo es el d i n e r o ; y q u e lo que
n o h i c i e r e el d i n e r o , n o lo h a r á el diablo; e n d i a b l a d a cosa los p a l a c i o s y c o r l . e s , d o n d e es l u g a r t e n i e n t e dc los d i a - barazais i n ú t i l , q u e cansáis e n f e r m o ; mirad q u o el m i s -
q u e llamáis m o r i r es a c a b a r d e m o r i r , y lo q u e llamáis
es el d i n e r o . P a r a s e r el M u n d o , dice q u e vosotros d e - blos. La i n g r a t i t u d e s t a b a en u n g r a n h o r n o , h a c i e n - m o diablo os desprecia ya p o r trasto e m b a r a z o s o , y
n a c e r es e m p e z a r á m o r i r , y lo q u e llamáis vivir es m o -
cís q u e no hay m á s m u n d o q u e el d i n e r o ; q u i e n no t i e - do tle u n a m a s a d e s o b e r b i a y o d i o , d e m o n i o s n u e v o s la m i s m a culpa tiene asco de vos. R e s p o n d e n : Es cosa
r i r v i v i e n d o , y los h u e s o s es lo q u e d e vosotros deja la
n e d i n e r o vayase del m u n d o ; al q u e le q u i t a n el dinero cada m o m e n t o . H o l g u é m e do v e r l a , p o r q u e siempre h a - d e risa, y q u e n u n c a so s i n t i e r o n m e j o r e s . O t r o s h a y
m u e r t e y lo q u e le sobra á la s e p u l t u r a . Si esto e n t e n -
decis q u e le e c h a n del m u n d o , y q u e t o d o se da por el bia sospechado quo los i n g r a t o s e r a n d i a b l o s , y caí e n - q u e e s t á n e n f e r m o s , y exhortándolos á quo h a g a n t e s -
d i é r a d e s a s í , cada u n o d e vosotros estuviera m i r a n d o
d i n e r o . P a r a d e c i r q u e e s la c a r n e el d i n e r o , d i c e el Di- tonces en q u e los á n g e l e s p a r a ser diablos fueron p r i - l a m e n t o , q u e se confiesen, dicen q u e se sienten b u e -
en sí su m u e r t e cada dia y la ajena en el o t r o ; y v i é r a -
n e r o : Dígalo la C a r n e ; y r e m í t e s e a l a s p u t a s y mujeres mero i n g r a t o s . A n d a b a todo h i r v i e n d o de maldiciones. nos y q u e h a n estado de aquella m a n e r a mil veces. E s t o s
d e s q u e t o d a s v u e s t r a s c a s a s están llenas d e l l a , y q u e
m a l a s , q u e es lo m i s m o q u e i n t e r e s a d a s . » «No tiene mal « ¿ Q u i é n diablos ( d i j e y o ) está lloviendo maldiciones s o n g e n t e q u e e s t á n e n el o t r o m u n d o , y a u n n o se p e r -
en vuestro lugar hay t a n t a s m u e r t e s c o m o p e r s o n a s ; y n o
pleito el D i n e r o (dije yo), s e g ú n se platica p o r allá.» Con aquí?»Díjomcun m u e r t o q u e e s t a b a á mi l a d o : «¿Maldi- s u a d e n á q u e son difuntos. Maravillóme esta visión, y
la e s l u v i é r a d e s a g u a r d a n d o , sino a c o m p a ñ á n d o l a y d i s -
esto nos fuimos m á s a b a j o , y a n t e s de e n t r a r p o r u ñ a ciones q u e r é i s q u e falten d o n d e h a y c a s a m e n t e r o s y s a s - dije, herido del dolor y c o n o c i m i e n t o : « ¡ D i ó n o s D i o s u n a
poniéndola. P e n s á i s q u e es h u e s o s la m u e r t e , y q u e
p u e r t a m u y c h i c a y l ó b r e g a m e dijo : « E s t o s dos que tres, que s o n la g e n t e m á s m a l d i t a del m u n d o , p u e s t o d o s vida s o l a , y t a n t a s m u e r t e s ! ¡ De u n a manera se n a c e , y
h a s t a q u e veáis venir la calavera y la g u a d a ñ a no h a y
s a l d r á n aquí c o n m i g o son las p o s t r i m e r í a s . » Abriósela decís: Mal haya quien m e c a s ó , mal haya q u i e n con vos de t a n t a s se m u e r o ! Si yo vuelvo al m u n d o , yo p r o c u -
m u e r t e p a r a v o s o t r o s ; y p r i m e r o sois calavera y h u e s o s
p u e r t a , y e s t a b a n á un lado el infierno y (o) el q u e llaman me j u n t ó ; y los m á s , mal h a y a quien m e vistió?» «¿Qué r a r é e m p e z a r ú vivir.»
q u e creáis q u e lo podéis s e r . » « D i m e , dije yo, ¿qué s i g -
j u i c i o de Minos (así m e dijo la Muerte q u e se llamaban). lienc que ver (dije yo) sastres y c a s a m e n t e r o s en la a u - En esto estaba c u a n d o se oyó una voz que dijo t r e s v e -
nifican estos que te a c o m p a ñ a n , y p o r q u é v a n , siendo
Estuve m i r a n d o al infierno c o n a t e n c i ó n , y m e pareció diencia de la m u e r t e ? » «¡Pesia t a l ! dijo el m u e r t o (que ces : «Muertos, m u e r t o s , m u e r t o s . » Con esto se rebulló
t ú la m u e r t e , m á s cerca de t u p e r s o n a los enfadosos
notable c o s a . Díjome l a M u e r t e : « ¿ Q u é m i r a s ? » «Miro era i m p a c i e n t e ) , ¿ e s t á i s l o c o ? q u e s i n o h u b i e r a c a s a - el suelo y t o d a s las p a r e d e s , y e m p e z a r o n á salir c a b e -
y h a b l a d o r e s q u e los m é d i c o s ? » R e s p o n d i ó m e : «Mu-
( r e s p o n d í ) al Infierno, y m e p a r e c e que le h e visto otras m e n t e r o s , ¿ h u b i e r a la m i t a d de los m u e r t o s y d e s e s p e - z a s , brazos y bultos e x t r a o r d i n a r i o s . P u s i é r o n s e en or-
c h a m á s g e n t e e n f e r m a de los enfadosos q u e de los t a -
veces.» «¿Dónde?» p r e g u n t ó . «¿Donde? (dije): en la c o - |H rados? A mí m e lo decid, q u e s o y m a r i d o ( 1 ) cinco ( c o - den con silencio. «Hablen p o r su o r d e n , » dijo la M u e r -
b a r d i l l o s y c a l e n t u r a s , y m u c h a m á s g e n t e m a t a n los
dicia do los j u e c e s , en el odio de los p o d e r o s o s , en las as m o
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T-icdó allá la m u j e r y piensa a c o m p a -
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338 OBRAS DE DON FRANCISC() D E QUEVEDO VILLEGAS, VISITA DE LOS CHISTES. 339
y ni ha habido rey de tan mala memoria, ni tan asque- r a s , zambo de ojos y vizco de piernas, y me parece que
del que me hubo menester? ¿Casóme por vengarme de terrado en un convento de religiosos; mas hoy m e he
rosa , ni tan carroña, ni tan c a d u c a , carcomida y a p e - le he visto mil veces e n diferentes partes. desengañado.» «Ya que has venidoaquí, dijo, desatapa
mi amiga ? ¿ Fui yo tan miserable, que gastase un real
lillada. Han dado en decir que rabié, y juro á Dios que Quitóse de delante, y descubrióse una grandísima r e - esa redoma.» Yo empecé á hacer fuerza y á desmoronar
sogoviano en buscar un cuarto incierto? ¿ P u d r í m e d e
mienten; sino quo han dado todos en decir que rabié, y doma de vidrio. Dijéronme que l l e g a s e , y vi jigote, tierra con que estaba enlodado el vidrio de que era h e -
que otro fuese rico ó medrase ? ¿He creído las aparien-
no tiene ya r e m e d i o ; y no soy yo el primero rey que ra- que se bullía en un ardor terrible, y andaba danzando c h a , y d í j o m e : «Espera; dime primero : (4)¿Hay mucho
cias de la fortuna? ¿Tuve yo por dichosos íí los que al
bió, ni el s o l o ; que no hay rey, ni le ha habido, ni le ha- por todo el g a r r a f ó n , y poco á poco se fueron juntando dinero en España? ¿En qué opinión está el dinero? ¿Qué
lado de los príncipes dan toda la vida por una hora?
brá, á quien no levanten quo rabia. Ni sé yo c ó m o pue- unos pedazos de carne y unas tajadas, y destas se fué fuerza alcanza? Qué crédito? Qué valor?» R e s p o n d í l e :
¿Home preciado de hereje y de mal reglado en todo y
den dejar do rabiar todos los r e y e s ; porque andan siem- componiendo un b r a z o , un muslo y una pierna, y al fin «No han descaecido las Ilotas de las Indias, aunque (5)
peor contento, porque m e tengan por entendido? ¿Fui
desvergonzado por campear de vajienle? P u e s si Juan pre mordidos por las orejas, de envidiosos y aduladores se coció y enderezó un h o m b r e entero. De todo lo que los extranjeros han echado unas sanguijuelas desde E s -
de la Encina no ha hecho nada d e s t o , ¿que necedades que rabian. habia visto y pasado m e o l v i d é , y esta visión me dejó paña al cerro del Potosí, conque se van restañando las v e -
hizo este pobre Juan de la Encinal Pues en cuanto á d e - Otro, que estaba al lado del Reyquerabió, dijo: «Vue- tan fuera de m í , que no diferenciaba de los muertos. nas, y á chupones se empezaron á secar las minas.» «¿Gi-
cir n e c e d a d e s , sacadme un ojo c o n una. Ladrones, que samerced se consuele c o n m i g o , que soy el Rey Perico, ¡Jesús mil veces I d i j e , ¿qué hombre e s e s t e , nacido en noveses andan á la zacapela con el dinero (dijo él)? Vuél-
llamáis disparates los mios y parates los v u e s t r o s , p r e - y no me dejan descansar de día ni de noche. No hay cosa guisado, hijo de una redoma? En esto oí una voz q u e s a - vome jigote. Hijo m í o , los ginoveses son lamparones
gunto y o : ¿Juan de la Encina fué acaso el q u e dijo: Haz s u c i a , ni desaliñada, ni p o b r e , ni antigua, ni mala, que lia de la vasija, y dijo : «¿ Qué año e s este?» De seiscien- del dinero, enfermedad que procede de tratar con gatos.
bien y n o cates ¡í quien, ( ! ) habiendo de ser al contrario: no digan que fué en tiempo del Rey Perico (b). Mi tiempo tos y veinte y dos (a), respondí. «Este año esperaba yo.» Y vese que son lamparones, porque solo el dinero que
Si hicieres bien mira á quién? ¿ F u é Juan de la Encina fué mejor que ellos pueden pensar. Y para ver quién fui «¿Quién e r e s , dije, que, parido de una redoma, hablas va á Francia (6) no admite ginoveses en su comercio.
quien para decir que uno era malo dijo : Es hombre que yo y mi tiempo y quién son ellos no es menester más y vives?» «¿No m e conoces? (dijo). La redoma y las taja- ¿Salir tenia yo andando esos (7) usagres de bolsas por las
ni teme ni d e b e , habiendo do decir que ni teme ni paga? que oillos, porque en diciendo á una doncella ahora la das ¿no te advierten que soy (1) aquel famoso nigromán- calles? No digo yo hecho jigote e n redoma, sino hecho
Pues es cierto que la mejor señal de ser bueno e s ni t e - madre : Hija, las mujeres bajar los ojos y mirar á la tico de Europa? (b) ¿No has oido decir que me hice taja- polvos en salvadera quiero estar antes que verlos h e c h o s
mer ni d e b e r , y la mayor de la maldad ni temer ni p a - | I ierra,y n o á los h o m b r e s , — r e s p o n d e n : Eso fué en tiem- das dentro de una redoma para ser inmortal?» «Toda mi dueños de t o d o . » « S e ñ o r n i g r o m á n t i c o , repliqué yo,
gar. ¿ Dijo Juan de la Encina : De los pescados el m e - po del Rey Perico; los hombres han de mirar á la tier- vida lo he oido decir le respondí; mas túvelo por conver- aunque esto es a s í , han dado en adolecer de caballeros
r o , de las carnes el c a r n e r o , de las aves la perdiz, de ra, pues fueron h e c h o s d e l l a , y las mujeres al hombre, sación de la cuna y cuento de entre dijes y babador. ¿Qué en teniendo caudal, uníanse de s e ñ o r e s , y enferman de
las damas la Beatriz? No lo d i j o , porque él no dijera pues fueron hechas del. Si un padre dice á un hijo: tú eres? Yo confieso que lo más que llegué á sospechar fué príncipes; y con esto y los gastos y empréstidos se a p o -
sino : De las carnes la m u j e r , de los pescados el carne- No j u r e s , no j u e g u e s , reza las oraciones cada mañana, que eras algún alquimista que penabas en esa redoma, ó lilia la mercancía y se viene todo á repartir en deudas y
r o , de las aves el Ave María y d e s p u é s la presentada, persígnale en levantándole, echa la bendición á la me- algún boticario; todos mis temores doy por bien emplea- locuras; y ordena el demonio que las putas vendan las
de las damas la más barata. Miradsi es desbaratado Juan s a , — dice quo e s o se usaba e n tiempo del Rey Peri- dos por haberte visto.» «(2) Sábete, dijo, que mi nombre rentas reales dellos, porque los engañan, los enferman,
de la Encina: no prestó sino paciencia, no dio sino p e - co. Ahora le tendrán por un (3) maricón si sabe persig- no fué del título que m e da la ignorancia, aunque tuve los enamoran, los r o b a n , y después los hereda el . c o n -
sadumbres, él no gastaba con los hombres que piden n a r s e ^ se reirán del si no jura y blasfema, porque en muchos; solo te digo que estudié y escribí muchos libros, sejo de Hacienda. La verdad adelgaza y no quiebra: e n
dinero ni con las mujeres que piden matrimonio. ¿Qué nuestros tiempos más tienen por hombre al que jura que y los mios q u e m a r o n , no sin dolor de los doctos (c).» esto se conoce que los ginoveses no son verdad, porque
necedades pudo hacer Juan de la Encina, desnudo por al que tiene barbas.» «Si me acuerdo, dije y o : oido he decir que (3) estás e n - adelgazan y quiebran.» «Animádome has, dijo, con e s o .
no tratar con sastres; quo se dejó quitar d e la hacienda Al que acabó de decir esto s e llegó un muertecill» «Dispondréme á salir desta vasija, como primero m e
por no haber menester letrados; que s e murió antes de m u y a g u d o , y sin hacer cortesía dijo: «Basta lo que han (a) 1 6 2 1 dice el M S . , copia muy antigua de lo que hasta lin de digas en qué estado está la honra en el mundo.» «Mu-
enfermo que de curado, para ahorrarse el médico? Solo hablado; que s o m o s m u c h o s , v e s t e hombre vivo está aquel año tenia bosquejado QUEVEDO. Sin número son las erratas
cho hay que decir en esto ( l e respondí y o ) ; tocado has
que la desdoran por torpeza del a m a n u e n s e , que no entendía los
un disparate h i z o , que f u é , siendo calvo quitar á n a - fueradesí y aturdido.» «No dijera másil/n/co P¿co,y ven- originales; pero debemos á toda ley reconocerla como útilísima pa- una tecla del diablo : todos tienen h o n r a , y todos son
die el s o m b r e r o , pues fuera menos mal ser descortés go á eso s o l o . « « P u e s , bellaco vivo, ¿qué dijo Maleo Pico, ra aclarar y lijar el 'texto d e este S u e ñ o , u n o d e los m á s estropea- honrados, y todos lo hacen todo caso de honra.
que c a l v o ; y fuera mejor que le mataran á palos p o r - que luego andáis si dijera m á s , no dijera m á s ? ¿Cómo dos por antiguos y modernos impresores. »IIuy honra en todos estados, y la honra se está c a y e n -
(11 el marqués de Villcna? ¿No has o i d o , etc. (EIMS.)
que no se quitaba el s o m b r e r o , que no á apodos porque sabéis que no dijera más Mateo Pico ? Dejadme tornar á
(b) Don Enrique de Villena fué nieto del marqués de Villcna,
era calvario. Y si por hacer una necedad anda Juan de vivir sin tornar á nacer; que no m e hallo bien en barri- primer condestable* de Castilla y después duque de Gandía, hijo (4) ¿Hay paz en el m u n d o ? » « P a z , r e s p o n d í , universal. No hay
la Encina por todos e s o s pulpitos y c á t e d r a s , con v o - gas de m u j e r e s , quo m e han costado m u c h o , y veréis ilcl infante don P e d r o d e Aragón. Tuvo don Enrique por m a d r e A guerra con nadie.» «¿Eso pasa? Torna á tapar, que en tiempo de paz
doña Juana hija bastarda del rey don Enrique I I ; y fatigó más en mandarán los p o l t r o n e s , medrarán los vicios, valdrán los igno-
t o s , gobiernos y e s t a d o s , enhoramala para e l l o s ; que si digo m á s , ladrones viejos. Pues si yo viera vuestras
las ciencias que en las a r m a s , afición natural que en vano contra- r a n t e s , gobernarán los t i r a n o s , tiranizarán los letrados, lelradea-
lodo el mundo (2) es m o n t e , y todos son E n c i n a s . » maldades, vuestras tiranías, vuestras insolencias, vues- rá el i n t e r é s , porque la paz es enemiga (amiga) de picaros. No
riaron sus padres queriéndole más caballero que letrado. La igno-
tros robos, ¿ n o dijera m á s ? Dijera más y m á s , y dijera rancia, legislador u n i v e r s a l , le trató con d e s d e n ; la envidia ex- quiero nada de allá fuera : bien estoy en la redoma. Vuélvome j i -
En esto estábamos cuando muy estirado y con gran gote.» Alligióme grandemente porque empezaba ya á desmigajarse,
t a n t o , que enmendárades el r e i r á n , diciendo : Más di- tendió que el m a r q u é s s u p o mucho en el ciclo y poco en la tierra;
ceño emparejó otro muerto c o n m i g o , y dijo : «Volved la malicia le disfamó con el vulgo y con todas las g e n e r a c i o n e s : y d í j e l e : « A g u a r d a , que toda paz que no se hace con buena (vo-
jera Mateo Pico. Aquí estoy, y digo m á s ; y avisad desto luntad) es sospechosa. Paz r o g a d a , y comprada y pretendida es
acá la cara; n o penséis q u e habláis con Juan de la En- le dio los nombres de estrellero y n i g r o m a n t e , haciendo aprender
á los habladores d e allá; que yo apelo deste refrán con al vulgo que el Marqués dispuso que le picasen y conviniesen en salsa y apetito para guerras. No hay para quién sea la p a z ; por-
cina.» «¿Quién e s vuesamerced (dije y o ) , que con tanto que si los ángeles d i j e r o n : Pax hominibus in térra bonae volunta-
las mil y quinientas.» Quedé confuso de mi inadver- jigote y le encerrasen en una redoma para volver á segunda vida.
imperio habla, y donde todos son iguales presume dife- Fué historiador y p o e l a , y m u r i ó en Madrid d e cincuenta años á lis , el sobrescrito de la paz viene á muy pocos de los que hoy
tencia y desdicha en topar con el mismo Mateo Pico(c).
rencia?» «Yo soy, dijo, el Rey que rabió (a). Y si no me 1 5 de diciembre de 1 1 3 4 . Depositaron su cuerpo en el convento de viven en el mundo. Está para dar un estallido; todo se va revol-
Era un hombrecillo m e n u d o , todo c h i l l i d o , que pare- San Francisco. — (Fernán Pérez de G u z m a n , Generaciones y sem- viendo.» Con esto se sosegó y puesto en pié dijo : «Con esperanzas
c o n o c é i s , porlo menos no podéis dejar de acordaros de
cía que rezumaba de palabras por todas sus conjiuitu- blanzas, cap. 2 8 . ) de guerra saldré de aquí t i ) , porque la necesidad fuerza que los
m í , porque sois los vivos tan e n d i a b l a d o s , que á todo principes conozcan y diferencien al bueno del que lo parece. En
(2) S a b e , d i j o , que no fui marqués de Villena, que ese título
d e c i s q u e s e acuerda del Rey que rabió; y en habiendo (li) El vulgo corrompió en esle nombre el de Chilperico II, rey me da la inocicncia : llamáronme don E n r i q u e de Villena, fui in-
la guerra se acaban las raposerías de la pluma y la hipocresía de
los d o t o r e s , y se restaña el pujamiento de licenciados. Abre ahí
un paredón viejo, u n muro c a i d o , una gorra c a l v a , un ile F r a n c i a , á quien el valor del rey de España W a m b a detuvo ca fame de Castilla ; estudié y e s c r i b í , etc. (El MS.)
pero dime primero, ¿hay mucho dinero en E s p a ñ a , etc. (MS.)
ferreruelo lampiño, un trabajazo rancio, un vestido c a - la empresa d e s o s t e n e r l a s p r e t c n s i o n e s del rebelde Paulo. Decía- (c) Con motivo de esta quema bárbara el bachiller do Cibda-
se indistintamente en la época de QUEVEDO para denotar una intiy (5) Genova ha hecho unas s a n g u i j u e l a s , ele. (MS. y edición de
real escribió al autor de Las Trescientas: «No le bastó á don En-
d u c o , una mujer manida de años y rellena de siglos, Pamplona, 1631.)
antigua : Eso fué en tiempo del rey Perico, ó eso fue' en tiempo «W rique de Villena su saber para no morirse, ni tampoco le bastó ser
luego decís que se acuerda del Rey que rabió. No ha h a - rey Wamba. La primera expresión lia caido ya en d e s u s o , peni» ' 1
lio del Rey para no s e r llamado por encantador. Dos carretas son
(6) sana de esos l a m p a r o n e s , p o r q u e el rey de Francia no ad-
m i t e , etc. (MS.)
bido tan desdichado rey en el m u n d o , pues no se a c u e r - asi la segunda. Algún romance debió hacer popular la historia Je cargadas de los libros que dejó que al Rey le han traido; é porque
I") usajes de bolsas (Edic. de Pamplona y Barcelona, y todos los
dan del sino vejeces y harapos, antigüedades y visiones; W a m b a y Chilperico. diz que son mágicos é de artes non cumplideras de l e e r , el Rey
impresos.)
(3) mal tiempo si s a b e , ele. (Ediciones de Pamplona, 1131,!/ mandó que á la posada de fray Lope de l l á m e n l o s fuesen lleva-
Barcelona, 1 0 3 5 , y todos los impresos.) dos; é fray L o p e , que más se cura de andar del Principe que de
(1) siendo contra el Espiritu Santo, que d i c e : Si benefeccris, salo ser revisor de n i g r o m a n c i a s , fizo quemar más de cien libros, que
(c) E s tan difícil averiguar la cuna de estos personajes ¡magl» ' 1 (i) Este párrafo confirma haberse bosquejado la Visita de los
cui feccris, et crilgratis in bonis tais mulla; si h i c i e r e s b i e n , ele. no los vio él más que el rey de Marroecos, ni más los entiende chistes en 1 6 2 1 , época en que terminaba la tregua de doce años
(Edic. de Pamplona y el MS.) dos al azar por el v u l g o , como Indagar el origen de la mayor par '' 1
• do ele su oslado, y p a r e c e q u e osló ya siete e s t a d o s d e - La j u s t i c i a , p o r lo q u e t i e n e de v e r d a d , a n d a b a d e s n u - tes es el d i n e r o , q u e le q u i e r e n ellos para sí. Y los p l e i - m o r o s ni c r i s t i a n o s ; y asi dijo uno dellos m i s m o s e n
bajo do t i e r r a . Si h u r t a n , dicen q u e p o r conservar esla d a ; a h o r a a n d a e m p a p e l a d a c o m o especias. Un F u e r o - tos no s o n sobre si lo q u e d e b e n á u n o se lo h a n de p a - u n a o c a s i ó n do g u e r r a , para a n i m a r á los suyos c o n t r a
n e g r a do h o n r a , y q u e q u i e r e n m á s h u r t a r q u e p e d i r . J u z g o c o n su maguer y s u cuerno , y comisco y /acia- g a r á é l ; q u e eso n o t i e n e n e c e s i d a d de p r e g u n t a s y r e s - los c r i s t i a n o s : E a , que, a n t e s fuisteis venecianos q u e
Si p i d e n , dicen q u e por c o n s e r v a r esta n e g r a h o n r a , y mus (a) e r a t o d a s las l i b r e r í a s ; y a u n q u e son voces a n - puestas : los pleitos s o n s o b r e q u e el d i n e r o sea de l e - cristianos.
q u e es mejor pedir q u e no h u r t a r . Si levantan u n t e s t i - t i g u a s , s u e n a n con m a y o r p r o p i e d a d , p u e s l l a m a n sayón t r a d o s y del p r o c u r a d o r s i n j u s t i c i a , y la j u s t i c i a sin Dejemos e s o , y d i m e , ¿ h a y m u c h o s golosos de v a -
m o n i o , si m a t a n á u n o , lo m i s m o d i c e n ; q u e u n h o m b r e al a l g u a c i l , y o t r a s cosas s e m e j a n t e s . A h o r a ha entrado dinero de las p a r t e s . ¿ Q u e r é i s ver q u é t a n malos s o n los limientos de los h o m b r e s del m u n d o ? » «Enfermedad es
h o n r a d o ( t ) a n t e s se ha de dejar m o r i r e n t r e dos p a r e d e s u n a cáfila d e M e n o q u i o s , S u r d o s y F a b r o s , F a r i n a c i o s y l e t r a d o s ? Q u e si n o h u b i e r a l e t r a d o s , no h u b i e r a p o r - (dije y o ) esa d e q u e todos los reinos son hospitales.» Y
q u e sujetarse a n a d i e , y t o d o lo h a c e n ni r e v é s . Y al lin Cujacios (6), consejos y d e c i s i o n e s y responsiones y lec- fías; y si n o h u b i e r a porfías, no h tibiera plei tos; y si no b ti- él replicó : « A n t e s c a s a s de o r a t e s e n t e n d í yo ; mas s e -
en el m u n d o todos han d a d o e n la c u e n t a , y llaman ciones y m e d i t a c i o n e s ; y c a d a dia salen a u t o r e s , y cada biera p l e i t o s , n o h u b i e r a p r o c u r a d o r e s ; y si n o h u b i e r a g ú n la relación q u e m e h a c e s , no m e he de mover de
u n o con t r o s v o l ú m e n e s : (3) Doctoris Putei, I. C, vol. i, p r o c u r a d o r e s , n o h u b i e r a e n r e d o s ; y si n o h u b i c r a e n r e - a q u í . Mas q u i e r o q u e t ú les digas á esas bestias que en
. h o n r a ala c o m o d i d a d ; y c o n p r e s u m i r de h o n r a d o s y
2, 3 , 4 , 5 , (i h a s t a l ñ . Liccnciali Abbatis de Usuris,Pe- dos, no h u b i e r a d e l i t o s ; y s i n o h u b i e r a delitos, no h u - a l b a r d a t i e n e n la vanidad y a m b i c i ó n , q u e los reyes y
no serlo se r i e n del m u n d o . » «El diablo puedo salir á v i -
tri Cusqui in Codicem, Jiupis, Bruliparcin, Castani, biera a l g u a c i l e s ; y s i n o h u b i e r a a l g u a c i l e s , no hubiera príncipes son a z o g u e e n t o d o . L o p r i m e r o , el a z o g u e ,
vir en ese m u n d e c i l l o , dijo ( 2 ) é l . C o n s i d e r ó m e yo á los
Montocanense de Adulterio el Parricidio , Cornazano, cárcel; y si n o h u b i e r a c á r c e l ; no h u b i e r a j u e c e s ; y si si le q u i e r e n a p r e t a r , se v a ; así s u c e d e á los q u e q u i e -
h o m b r e s con u n a s h o n r a s l i t e r e s q u e c h i l l a n , bullen y
Itocabruno, (c) e t c . Los l e t r a d o s t o d o s t i e n e n u n ci- n o h u b i e r a j u e c e s , n o h u b i e r a p a s i ó n ; y si no h u b i e r a p a - r e n t o m a r s e con los r e y e s m á s m a n o de lo q u e os r a z ó n .
s a l t a n ; q u e p a r e c e n h o n r a s , y m i r a d o bien son andrajos
m e n t e r i o p o r l i b r e r í a , y por o s t e n t a c i ó n a n d a n dicien- sión , n o h u b i e r a c o h e c h o . Mirad la r e t a h i l a d e inferna- El a z o g u e n o t i e n e q u i e t u d ; así s o n los ánimos por la
y palillos. ¿ E l n o d e c i r v e r d a d será m é r i t o ? El e m b u s t e
do : T e n g o t a n t o s c u e r p o s ; y es cosa b r a v a q u e las li- les sabandijas q u e se p r o d u c e d e u n l i c e n c i a d i t o , lo q u e continua m a r e t a de n e g o c i o s . Los q u e t r a t a n y a n d a n
y la t r a p a z a caballería? ¿ Y la insolencia d o n a i r e ? H o n -
b r e r í a s d e los l e t r a d o s t o d a s son c u e r p o s sin alma, disimula una barbaza y lo q u e a u t o r i z a u n a g o r r a . L l e - con el a z o g u e , todos a n d a n t e m b l a n d o ; así han de h a -
r a d o s eran los españoles c u a n d o p o d í a n decir d e s h o n e s -
q u i z á p o r i m i t a r á s u s a m o s . No hay cosa e n q u e n o nos garéis á p e d i r u n p a r e c e r , y os d i r á n : — N e g o c i o e s de cer los q u e t r a t a n con los r e y e s , t e m b l a r d e l a n t e dellos
tos y b o r r a c h o s á los e x t r a n j e r o s ; m a s a n d a n d i c i e n d o
dejen tenor r a z ó n ; solo lo q u e n o dejan t e n e r á las par- e s t u d i o ; diga v u e s a m e r c e d , q u e ya estoy al c a b o ; habla d e r e s p e t o y t e m o r , p o r q u e si n o , e s fuerza q u e t i e m -
aquí malas l e n g u a s q u e ya en E s p a ñ a ni el vino so queja
l o ) Mujer, en vez de la conjunción anticuada maguer (aunque!,
la ley en p r o p i o s t é r m i n o s . — T o m a n u n q u i n t a l de libros, blen d e s p u é s b a s t a q u e c a i g a n .
do mal bebido ni los h o m b r e s m u e r e n d e s e d . E n m i
eslampan muchas ediciones antiguas y m o d e r n a s . T o d a s , sin ex-
dánle dos bofetadas hacia a r r i b a y hacia abajo, y leen de
t i e m p o n o sabía el vino por d ó n d e s u b í a á las c a b e z a s , y ¿Quién reina a h o r a en E s p a ñ a , q u e es la p o s t r e r a c u -
ceptuar una s i q u i e r a , ilustrada ó sin ilustrar, dicen cuerno en lu-
priesa, a r e m e d a n d o un abejón (a), luego dan un g r a n
a h o r a parece q u e se s u b e hacia a r r i b a (3). P u e s los m a r i - riosidad que he de s a b o r ; q u e m e q u i e r o volver á j i g o t e ,
gar de enema, adverbio también anticuado que vale COMIÓ: descuido
golpe con el libro p a t a s a r r i b a s o b r e u n a m e s a , m u y e s -
dos, p o r q u e t r a t a m o s de h o n r a s , c o n s i d e r o yo q u e a n d a - q u e m e hallo mejor?» «Murió Filipo III,» dije yo. « F u é
ciertamente digno de censura.
parrancado do c a p í t u l o s , y dicen : — En el propio caso
rán h e c h o s b u h o n e r o s d e s ú s m u j e r e s , a l a b a n d o c a d a uno s a n t o rey y do virtud i n c o m p a r a b l e ( d i j o el n i g r o m á n -
liabia el j u r i s c o n s u l t o . V u e s a m e r c e d mo deje los p a p e -
á s u s agujas.» « H a y m a r i d o s c a l z a d o r e s q u e los m e t e n (41 Santiago Mcnochius, j u r i s c o n s u l t o , fué natural de Pavía y pro- t i c o ) , s e g ú n leí yo e n las estrellas p r o n o s t i c a d o . Reina
fesor de derecho en Padua por muchos años en el siglo xvi. Felipe II les ; quo mo q u i e r o p o n e r b i e n e n el h e c h o del n e g o c i o ,
p a r a calzarse la m u j e r con m á s d e s c a n s o y sacarlos fuera Filipo IV ( 1 ) dias h á , «dije y o . «¿Eso pasa? ( d i j o ) ¿ Q u e ya
le nombró consejero y presidente del consejo del Milancsado. Mu- y téngalo por m a s q u e b u e n o , y vuélvase por acá m a -
ellos. Hay m a r i d o s l i n t e r n a s , muy c o m p u e s t o s , m u y l u - h a d a d o el t e r c e r o c u a r t o p a r a la h o r a q u e y o esperaba?»
rió en 1607. Sus obras componen ocho volúmenes en folio: la ñana en la n o c h e ; p o r q u e e s t o y e s c r i b i e n d o s o b r e la t e -
cidos , m u y b r a v o s , q u o vistos do n o c h e á e s c u r a s p a - mas interesante es un tratado de Pracsumplionitms, conjecturis, etr. Y diciendo y h a c i e n d o subió p o r l a r e d o m a , y la t r a s t o r n ó
ñóla de T r a s b a r r á s , m a s por servir á v u e s a m e r c e d lo
r e c e n e s t r e l l a s , y l l e g a d o s cerca son c a n d e l i l l a , c u e r - Juan l'ctlro Surtió escribió, entre otras o b r a s , las que llevan el y salió fuera. Iba d i c i e n d o y c o r r i e n d o : «Más justicia se
titulo de Decisiones; Decisiones Señalas Manluani, y Constlia, sive dejaré t o d o . — Y c u a n d o al d e s p e d i r o s le q u e r é i s pagar
n o y h i e r r o , r a t a p o r c a n t i d a d . O í r o s m a r i d o s hay j e - ha de h a c e r a h o r a por u n c u a r t o q u e e n otros tiempos
responso jurís, que he visto impresas desde el año de 1599 al de (que es para ellos la v e r d a d e r a luz y e n t e n d i m i e n t o del
r i n g a s , q u e a p a r t a d o s a t r a e n , y llegando se a p a r t a n . 1CH , en folio.
por doce millones ( 6 ) . »
negocio q u e h a n d e r e s o l v e r ) , d i c e , h a c i e n d o g r a n d e s
P u e s la cosa m á s d i g n a d e risa es la h o n r a d e las m u j e - Juan Fabcr, Fabre, O Le Femé, j u r i s c o n s u l t o , m u r i ó en Angu- Yo q u i s e p a r t i r t r a s é l , c u a n d o me asió del b r a z o u n
lema , de cuyo territorio era n a t u r a l , en 1340. Escribió un comen-
cortesíasy a c o m p a ñ a m i e n t o s ; — ¡ J e s ú s , s e ñ o r ! — Y e n t r e
r e s c u a n d o piden s u h o n r a , q u e es p e d i r lo q u e d a n . Y m u e r t o , y d i j o : «Déjale i r ; q u e nos tenia con c u i d a d o á
tario á la Instituía, y otra obra titulada Brcriarium in Codicem. La Jesús y s e ñ o r , a l a r g a la m a n o , y p a r a g a s t o s de p a r e c e -
si c r e e m o s á la g e n t e y á los refranes q u e dicen : «Lo q u e t o d o s ; y c u a n d o vayas al o t r o m u n d o di quo Agráges
primera se imprimió en Venecia en 1488, en folio. res se e m b o c a u n dublon.» «No h e de salir do aquí (dijo
a r r a s t r a h o n r a , » la h o n r a del m a r i d o son las c u l e b r a s y • Própcro Farinaeci nació en liorna el año de 1554. La colección estuvo c o n t i g o , y q u e s e queja q u e le levantéis : agora
el n i g r o m á n t i c o ) h a s t a q u o los p l e i t o s so d e t e r m i n e n á
las f a l d a s . » « N o estoy dos d e d o s d e v o l v e r m e j i g o t e de sus o b r a s , que todas tratan sobre los derechos civil y canónico, lo veredes. Yo soy Agráges : m i r a bien que no b e dicho
se compone de trece tomos en folio. Murió en 1018. g a r r o t a z o s ; q u o e n el t i e m p o q u e p o r falta de letrados
i(dijo el n i g r o m á n t i c o ) p a r a s i e m p r e j a m a s : n o sé q u é tal; q u e á mí no se m e da n a d a quo a h o r a ni n u n c a lo
Jncqncs Cujas (Cuyacio), célebre j u r i s c o n s u l t o , nació en Tolo- so d e t e r m i n a b a n las c a u s a s a c u c h i l l a d a s , d e c i a n q u e
me sospecho. v e á i s ; y s i e m p r e a n d á i s d i c i e n d o : Ahora lo veredes,
sa en 1520. S u s obras componen diez lomos en folio, reimpresas el palo era a l c a l d e , y de a h í vino : J u z g ú e l o el alcalde de
» D i m e , ¿hay letrados?» «Hay plaga d e letrados, dije yo; distintas veces. dijo Agráges. Solo a h o r a q u e á tí y al de la r e d o m a os
palo. Y si h e d e s a l i r , h a d e s e r solo á d a r a r b i t r i o á los
(3) Doctoris Putei in legem 0, volumen 1 , 2 , 3, 4, í¡, C, hasta 15. oí d e c i r q u e r e i n a b a Filipo I V , d i g o q u e a h o r a lo v e r e -
n o h a y otra cosa sino l e t r a d o s ; p o r q u e u n o s lo son por reyes del m u n d o q u o q u i e n q u i s i e r e e s t a r on p a z y r i c o ,
Licenliati Abtitis de Usuris. Pelri C u s q u i , in C o d i g u m , Rupis,
o f i c i o , o t r o s lo s o n p o r p r e s u n c i ó n , o t r o s por e s t u d i o , des. Y p u e s soy Agráges, a h o r a lo v e r e d e s , dijo Agrá-
lirulicarpin, C a s t a n i , Montoncanense de A d u l t e r i o , et Parricidio, que p a g u e los l e t r a d o s á su e n e m i g o p a r a q u e lo e m b e -
y d e s t o s p o c o s ; y o t r o s ( e s t o s son los m á s ) son l e t r a - C o r n » r a n o , Iiocabruno. (Impresión de Pamplona, 1031.) Doctoris ges (c).» F u e s e , y p ú s o s e m e delante enfrente de mí un
lequen y roben y c o n s u m a n .
d o s p o r q u e t r a t a n c o n otros m á s i g n o r a n t e s q u e ellos Putiri in legem sextam, voluminc 1.", 2 . " , 3 . " , 4 . " , !>.", G." hasta 15. h o m b r e c i l l o , q u e p a r e c í a (2) r e m a t o d e c u c h a r c o n pelo
Licencian Nupli de U s u r i s , Pelri J u s q u c in quoriigum, IluptiSi de l i m p i a d e r a , e r i z a d o , (3) bermejizo y pecoso. Dígotc
( e n esta m a t e r i a h a b l a r é c o m o a p a s i o n a d o ) , y todos se Dime, ¿hay t o d a v í a Venecia e n el m u n d o ? » «Sí la h a y ,
D r u l i , C o r p i n , Gastan, Monto, Gánente de A d u l t e r i o , etc. Los
g r a d ú a n de d o t o r e s y b a c h i l l e r e s , licenciados y m a e s - l e t r a d o s . . . (MS.) dijo y o ; no hay o t r a cosa s i n o Venecia y v e n e c i a n o s . » s a s t r e , dije yo. Y él t a n p r e s t o dijo : «Oir q u e no pica,
t r o s , m á s por los m e n t e c a t o s c o n q u i e n t r a t a n q u e por (c) Doctoris Putei. Jacobus Puleus 6 de Puteo escribió las obras «¡Ohldoyla al diablo(dijo el n i g r o m á n t i c o ) p o r v e n g a r m e p u e s no s o y sino solicitador, y no pongáis n o m b r e s á n a -
s i g u i e n t e s : Decisiones; Decisiones RotacRomanas; Allcgatiopiv del mismo d i a b l o , q u e no sé q u e p u e d a darla á n a d i e sino die. Yo m e llamo Arbálias, y os lo he q u e r i d o d e c i r p a r a
las u n i v e r s i d a d e s ; y valiera m á s á E s p a ñ a l a n g o s t a p e r -
communitate Tcrrac Valentina contra communitatem sancti Salra-
p e t u a q u e licenciados al q u i t a r . » « P o r n i n g u n a c o s a s a l - por hacerlo m a l . E s r e p ú b l i c a e s a quo m i e n t r a s q u e no q u o no andéis allá e n la vida : E s u n Arbálias, á u n o s y
toris; que desde los años de 15S3 á 1010 he visto impresas en Ve-
d r é de a q u í (dijo el n i g r o m á n t i c o ) . ¿Eso pasa? Ya yo los necia y en León de Francia. tuviere c o n c i e n c i a d u r a r á , p o r q u e si r e s t i t u y e lo ajeno á o t r o s , sin (4) s a b e r á q u i é n lo decís (d).»
t e m i a , y por las estrellas alcancé esa d e s v e n t u r a ; y por De Bernabé Cornazzano conozco la obra en folio intitulada A'n- no le q u e d a n a d a . ¡ L i n d a g e n t e 1 la c i u d a d fundada e n
vissimae decisiones Rolae hnecnsis; impresión de Venecia de 15U8. el a g u a , el t e s o r o y la l i b e r t a d e n el a i r e , la d e s h o n e s - (1) dos dias h á , dije yo {MS.)
n o ver los t i e m p o s q u e h a n p a s a d o e m b u t i d o s d e l e t r a -
Casi todos los (lemas nombres de aulores están corruptos, en mi —(Aquí llegaba QUEVEDO el 2 de abril de 1G21 cuando se extendió
dos m e a v e c i n d é e n esta r e d o m a , y p o r no los v e r m e lidad en el fuego; y al lin es g e n t e d e q u i e n h u y ó la t i e r -
sentir. El asunto no merece la pena de q u e , por lijar la verdadera por su prisión de la Torre la noticia de la m u e r t e de Felipe III.)
q u e d a r é h e c b o pastel en b o t o . » R e p l i q u é : «En los t i e m - forma en que deban escribirse, abandonemos otros trabajos; tarca ra , y son n a r i c e s d e las n a c i o n e s y el ulbarfol do las m o - (A) Rasgo i n g e n i o s o , pero do amargo d e s c o n s u e l o , porque
pos p a s a d o s , q u e la j u s t i c i a estaba m á s s a n a , tenía me- dificilísima a d e m a s por la multitud de libros que aparecían á ca- n a r q u í a s , p o r d o n d e p u r g a n las i n m u n d i c i a s d e la paz pinta hasta qué extremo habían prostituido los tribunales en aque-
da hora en aquella época sobre materias j u r í d i c a s , y cuya memoria y do la g u e r r a ; y el t u r c o los p e r m i t e p o r h a c e r mal á lla época la Inmoralidad y la avaricia.
n o s d o t o r e s , y h a l a s u c e d i d o lo q u e á los e n f e r m o s , q u e se ha p e r d i d o ; y empresa aventurada lal vez siendo posible que, (e) Agráges, sobrino de la reina E l i s e n a , m a d r e de Amadis de
c u a n t a s m á s j u n t a s d e d o t o r e s so h a c e n s o b r e é l , m á s i vueltas de nombres verdaderos de a u l o r e s , añadiese QUEVEDO
los c r i s t i a n o s , los cristianos p o r h a c e r mal á los t u r c o s , G a u l a , é hijo del r c y L a n g u í n e s , es uno de los héroes del famoso
peligro m u e s t r a y p e o r le v a , s a n a m e n o s y g a s t a m á s . otros i m a g i n a d o s . Pelri Cusqui pudiera ser Doc/ms de Curte, que y ellos, por p o d e r h a c e r mal á u n o s y á o t r o s , no son libro do Amadis, cuya lectura muy común entre proceres é hidal-
escribió de jure patronatos, impreso en León de Francia, 1573.— gosen los siglos xv y xvi, llevó al pueblo el adagio en formularle
¡11 no ha ile perdonar n a d a , que no ha de sufrir cosa ninguna; Rupis acaso J. B. Lupi, de quien es el tratado de usuris clcom- amenaza que lan galanamente se ridiculiza en este sitio.
que el hombre honrado a m e s , etc. (MS.) mcrciis illicilis.—Bruliparcin es á no dudar Jacobo de Butrigariis. (o) En lugar de Icen aprisa, arremedando unalic/on, que dice (2) hecho en remate de cuchará (MS.)
que escribió do oppositíone compromissi, ct ejus forma.— Para el elMS. y pide el sentido, — en la edición de Pamplona se estampa: (5) bcnncjisimo,(J/S.)
(2) el Marqués. ( Es como dice el MS.)
nombre Castani se ocurren los de Uartolomé C/iassaneo, conseje- Icen de prisa, remendante un anexión; en la de Ilarcelona: leen de. (i) mirar á quién (MS.)
— ll'alta este período en los impresos.)
ro del parlamento de París en 1531, y que publicó alguna obra ju- priesa , remedándole nna anexión: Ibarra y Sancha imprimieron (d) Este periodo hállase cu lodos los impresos estragado y falto.
(3) No habia entonces otro pulo sino oxlc que siempre fué oxte
r í d i c a ; y del abad Nicolao Calaniense, que escribió muchos trata- de propia autoridad remiéndanle una anexión. No hay un ejemplar Arbálias. Averiguar el origen d e nuestros Refranes difícil em-
pulo, que todos eran m u j e r i e g o s , á puto el p o s t r e r o ; ahora me
dos sobre derecho pontificio. Pero esto es h a b l a r á Dios y aventura donde el sentido esté recto. presa e s , tarea i n g r a t a , y donde el juicio se embota perdido en
dicen que los se han introducido en barrigas. (MS.)
VISITA DE 1LOS C H I S T E S . 343
3Í2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
lído de conciencia d e c o m u n i c a r l e n i n g ú n deseo ? D e j e - Veréis (maravilla extraña)
Muy enojado, a mí se llegó u n h o m b r e viejo, m u y p o n - Dijeron que en nuestros dias mos esto, y v a m o s á la s e g u n d a profecía, que dice : Será Que se desempeña España
d e r a d o de t e s t u z , d e los q u e t r a e n c a n a s p o r v a n i d a d , S e r á lo q u e Dios quisiere. Solamente con un Cuarto («..
el casado marido. Vive el cielo d e la c a m a ( d i j o m u y
Mis profecías mayores
u n g r a n h a z d e b a r b a s , ojos á la s o m b r a m u y m e t i d o s , P u e s , b r i b o n e s , a d o r m e c i d o s en m a l d a d , infames, colérico p o r q u e hice no sé q u é g e s t o oyendo la G r u l l a - Verán cumplida la ley
í r e n t a z a llena d e s u r c o s , c e ñ o d e s c o n t e n t o , y vestido s i e s t a profecía se c u m p l i e r a , ¿ h a b i a m á s q u e desear? d a ) , q u e si no os ois c o n m e s u r a , y si os r e z u m á i s de Cuando fuere Cuarto el rey
q u e , j u n t a n d o lo e x t r a o r d i n a r i o con el d e s a l i ñ o , hacia Si fuera lo q u e Dios q u i s i e r e , fuera s i e m p r e lo j u s t o , lo carcajadas ( 1 ) , q u e os pele las b a r b a s . Oid n o r a m a l a ; q u e Y cuartos los malhechores."
misteriosa la pobreza. «Más d e s p a c i o te h e m e n e s t e r q u e b u e n o , lo s a n t o ; n o fuera lo q u e q u i e r e el diablo, el d i - á oir h a b é i s venido y á a p r e n d e r . ¿ Pensáis que t o - Leí con a d m i r a c i ó n las cinco profecías de Pero Gru-
Arbálias, m e dijo; s i é n t a t e . » Sentóse y s e n t ó m e ; y c o m o n e r o y la c u d i c i a ; p u e s h o y lo m e n o s es lo q u e Dios dos los casados son maridos? P u e s m e n t í s , que hay m u - llo, y e s t a b a m e d i t a n d o en ellas c u a n d o por d e t r a s m e
si le d i s p a r a r a n d e u n a r c a b u z , e n figura d e t r a s g o se q u i e r e , y lo m á s lo q u e q u e r e m o s nosotros c o n t r a su chos c a s a d o s s o l t e r o s , y m u c h o s solteros m a r i d o s . Y llamaron. V o l v í m e , y e r a u n m u e r t o m u y lacio y afli-
a p a r e c i ó e n t r e los dos o t r o h o m b r e c i l l o , q u e p a r e c í a h a s - l e y ; y a h o r a (c) el d i n e r o es todos los q u e r e r e s , p o r q u e él hay h o m b r e q u e se casa para m o r i r d o n c e l , y doncella g i d o , m u y b l a n c o y vestido de b l a n c o , y d i j o : «Duélete
tilla de Arbálias, y no hacia sino chillar y bullir. Díjole es q u e r i d o y el q u e q u i e r e , y no se h a c e sino lo que él q u e s e casa p a r a m o r i r virgen d c s u m a r i d o . Y h a b e i s m e d e m í , y si e r e s b u e n cristiano s á c a m e de poder d e los
el viejo con u n a voz m u y (1) h o n r a d a : «Idos á enfadar á q u i e r e ; y el dinero es el N a r c i s o , q u e s e q u i e r e á sí mis- engañado y sois m a l d i t o h o m b r e , y aquí h a n venido c u e n t o s do los h a b l a d o r e s y de los i g n o r a n t e s , que no
o t r a p a r t e , q u e l u e g o v e n d r é i s . » «Yo t a m b i é n h e d e h a - mo , y n o tiene a m o r sino 4 sí. Prosigo : mil m u e r t o s diciendo q u e los habéis m u e r t o á puras b e - m e dejan d e s c a n s a r , y m é t e m e d o n d e quisieres.» H i n c ó -
b l a r , d e c i a ; y n o p a r a b a . » «¿Quién es este?» p r e g u n t é . llaquerías. Y certificóos q u e si no m i r a r a . . . q u e os a r -
SI lloviere hará l o d o s ; se d e rodillas, y d e s p e d a z á n d o s e á bofetadas, lloraba c o -
Dijo el v i e j o : «¿No h a s caído e n q u i é n p u e d e ser? E s t e es rancara las n a r i c e s y los o j o s , b e l l a c o n a z o , e n e m i g o de
Y será cosa de ver m o n i ñ o . « ¿ Q u i é n e r e s , dije, que á t a n t a desventura e s -
Chisgaravis.» (a) «Docientos mil destos a n d a n p o r Ma- Que nadie podrá correr lodas las c o s a s . Reíos t a m b i é n d e esta profecía : tás c o n d e n a d o ? » «Yo soy, dijo, u n h o m b r e m u y viejo,á
drid ( d i j e y o ) ; y no h a y o t r a cosa sino Chisgaravises.» Sin echar atrás los codos.
Las mujeres parirán q u i e n levantan mil t e s l i m o n i o s y a c h a c a n mil m e n t i r a s .
Replicó el viejo: «Este a n d a a q u í c a n s a n d o los m u e r t o s H a c e d m e m e r c e d d e c o r r e r los c o d o s a d e l a n t e , y n e - Si se empreñan y p a r i e r e n , Yo soy el Otro, y m e c o n o c e r á s ; p u e s no h a y cosa q u e
y á los d i a b l o s ; p e r o déjate d e s o , y vamos á lo q u e i m - g a d m e q u e e s t o n o es v e r d a d . Diréis q u e d e p u r o v e r - V los hijos que nacieren no la diga el Otro. Y l u e g o , en no s a b i e n d o cómo dar
p o r t a . Yo soy Pedro, y no Pero Grullo, q u e q u i t á n d o - d a d e s n e c e d a d : ¡ b u e n a c b a q u i t o , h e r m a n o s vivos! La De cuyos fueren s e r á n .
razón de s í , dicen : Como dijo el Otro. Yo no h e d i c h o
m e u n a d e n el n o m b r e , m e h a c é i s el s a n t o , fruta.» E s verdad ansí decis q u e a m a r g a , poca verdad decís que es ¿Veis q u e p a r e c e b o b a d a d e P e r o Grullo? P u e s yo os n a d a , ni despego la b o c a . E u l a t i n m e llaman Quídam,
Dios verdad q u e , c u a n d o dijo Pero Grullo, m e pareció m e n t i r a ; m u c h a s v e r d a d e s q u e es n e c e d a d . ¿ D e qué prometo q u e si se a v e r i g u a r a esto de los p a d r e s , habia y p o r esos libros m e hallarás a b u l t a n d o ringlones y lle-
q u e le vía las a l a s . « H u é l g o m e d e c o n o c e r t e , r e p l i q u é . m a n e r a h a d e ser la v e r d a d p a r a q u e os a g r a d e ? Y 60¡s de h a b e r u n a confusión de d a c a m i m a y o r a z g o y t o m a n a n d o c l á u s u l a s . Y quiero por a m o r d e Dios q u e vayas
¿ Q u é , t ú e r e s el d e las profecías q u e d i c e n d e Pero Gru- tan n e c i o s , q u e no h a b é i s e c h a d o d e ver q u e no es tan tu h e r e n c i a . Hay en e s t o d e las b a r r i g a s m u c h o q u e d e - al otro m u n d o y digas c ó m o h a s visto al Otro en b l a n -
llo (6)?» «A eso v e n g o , dijo el profeta e s t a n t i g u a ; deso profecía de Pero Grullo c o m o decis, pues hay quien cor- cir; y c o m o los hijos es u n a cosa q u e se h a c e á escuras c o , y que no tiene n a d a escrito y q u e no dice n a d a , ni lo
habernos de t r a t a r . Vosotros decis q u e m i s profecíasson r a e c h a n d o los c o d o s a d e l a n t e , q u e son los médicos y sin l u z , n o h a y quien a v e r i g ü e q u i é n fué concebido á ha de decir ni lo ha d i c h o , y q u e d e s m i e n t e d e s d e aquí
d i s p a r a t e s , y h a c é i s m u c h a b u r l a dellas. E s t e m o s á c u e n - c u a n d o v u e l v e n la m a n o a t r á s & r e c i b i r el d i n e r o d e la escole ni q u i é n á m e d i a s ; y es m e n e s t e r c r e e r el p a r t o , á c u a n t o s le citan y a c h a c a n lo q u e no s a b e n , pues soy
tas : las profecías de Pero Grullo, q u e soy y o , dicen a s í : visita al d e s p e d i r s e , q u e t o m a n el d i n e r o c o r r i e n d o , y y todos h e r e d a m o s p o r el d i c h o del n a c e r , sin m á s acá el a u t o r de los idiotas y el texto d é l o s i g n o r a n t e s . Y h a s
Muchas cosas nos (2) dejaron
corren c o m o u n a m o n a al q u e se lo da p o r q u e le m a t e n . ni m á s allá. Esto se e n t i e n d e d e las mujeres que nielen d e advertir q u e en los c h i s m e s m e llaman Cierta perso-
L a s antiguas profecías : E l que tuviere t e n d r á ,
oliciales; q u e mi profecía no h a b l a con la g e n t e h o n r a - na, en los enrcdosA o sé quién, en las cátedras Cierto au-
r
E s t a b a n s e n t a d a s u n a s m u e r t a s á u n l a d o , y dijo Co- m e d i a s q u e a c a b a n cu c a s a m i e n t o s , y son p e o r e s , por- de mí. Cuando yo viví en el m u n d o , m e quiso u n a m u - refrán.» Alcé los ojos, y e s t a b a n ;í u n lado el santo Ma-
chitehcrvile : «Afjuí está doña Fáfula(a), Mari-Zápa- q u e son palos y m u j e r . L a s c o m e d i a s , q u e oyeron esto, jer calva y c h i c a , g o r d a y fea, m e l i n d r o s a y s u c i a , con carro (b) j u g a n d o al abejón, y á su lado el de santo Le-
losy Mari-Rabadilla.» Dijo Trochimochi: «Despachen, p o r v e n g a r s e p e g a r o n los c a s a m i e n t o s á los entremeses, otra docena de faltas. Si esto no es q u e r e r el d i a b l o , no prisco; iuego en m e d i o estaba san Ciruelo, y m u c h a s
s e ñ o r a s , q u e está detenida m u c h a g e n t e . «Doña Fáfula y e l l o s , por e s c a p a r s e y ser s o l t e r o s , a l g u n o s se acaban sé qué es el diablo; pues veo, s e g ú n e s t o , q u e me quiso m a n d a s y p r o m e s a s de s e ñ o r e s y príncipes a g u a r d a n d o
dijo : «Yo soy u n a mujer muy principal.» « N o s o t r a s s o - eu b a r b e r í a , g u i l a r r i c a s y c a n u c o . » « ¿ T a n malas son por p o d e r e s , y esta mujer e n v i r t u d dellos m e e n d i a - s u d i a , p o r q u e e n t o n c e s las h a r í a n buenas, q u e seria el
m o s (dijeron las otras) l a s d e s d i c h a d a s q u e v o s o t r o s l o s v i - las mujeres (dijo Mari-Zápalos), señora doña Fáfula!» b l ó , j a h o r a a n d o en p e n a p o r todos estos sótanos y s e - dia d e san Ciruelo. Por e n c i m a del e s t a b a el santo de
vos t r a é i s en las conversaciones disfumadas.» « P o r m í no Doña Fáfula, enfadada y con m u c h o t o l d o , d i j o : «¡Mi- pulcros. Y h e t o m a d o p o r a r b i t r i o volverme al m u n d o y Pajares (c) y fray Jarro h e c h o u n a b o t a , p o r s a c r i s t á n
s e m e da nada (dijo doña Fáfula); pero q u i e r o que sepan r e n c o n q u é n o s v i e n e a h o r a Mari-Zápalos!» Si vengo, andar e n t r e los d e s a l m a d o s c o r c h e t e s y m o h a t r e r o s , q u e j u n t o á san Porro, q u e se quejaba d e los c a r r e t e r o s .
q u e soy mujer de u n mal p o e t a de c o m e d i a s , q u e escribió n o v e n g o , se q u i s i e r o n a r a ñ a r , y así se a s i e r o n , por- por tener alma todos m e r e c i b e n ; y así todos estos y los Dijo fray Jarro ( c o n u n a vendimia p o r o j o s , e s c u p i e n -
infinitas, y q u e m e d i j o - u n dia : El p a p e l , s e ñ o r a , t a n t o q u e Mari-Rabadilla, q u e estaba a l l í , no p u d o llegará domas oficios deste jaez t i e n e n el á n i m a de Garibáy. do r a c i m o s , y oliendo á l a g a r e s , hechas las m a n o s dos
mejor m e hallara en andrajos en los m u l a d a r e s , q u e en m e t e r l a s en p a z ; q u e sus h i j o s , por comer cada uno en Y decildes q u e m u c h o s d e l l o s , q u e allá dicen que el piezgos, y la nariz e s p i t a , la habla r e m o s t a d a con u n t o -
coplas en las c o m e d i a s c u a n t o no lo s a b r é e n c a r e c e r . s u escudilla, se e s t a b a n d a n d o de [niñadas. «Mirad, de- alma de Garibáy no la quiso Dios ni el d i a b l o , la q u i e - nillo del c a r r o ) : «Estos son santos que h a c a n o n i z a d o la
F u i mujer d e m u c h o valor, y t u v e con m i m a r i d o el p o e - cia doña Fáfula, q u e digáis en el m u n d o quién soy.» ren ellos p o r a l m a y la tienen p o r a l m a , y que dejen á p i c a r d í a c o n p o c o t e m o r d e ü i o s . » Y o m e q u e r i a i r , y oigo
ta mil p e s a d u m b r e s sobre las c o m e d i a s , a u t o s y e n t r e - Decia Mari-Zápalos : «Mira q u e digáis c ó m o la he Garibáy y m i r e n p o r sí.» q u e decia el santo de Pajares: «Ah c o m p a ñ e r o , d e c i l -
m e s e s . Decíale yo que por qué c u a n d o en las c o m e d i a s p u e s t o . » Mari-Rabadilla d i j o : «Decidles á los vivos En esto d e s a p a r e c i ó c o n otro t a n t o r u i d o . Iba t r a s des á los del siglo que m u c h o s p i c a r o n e s que allá tenéis
u n vasallo arrodillado dice al r e y : Dame esos pus, r e s - q u e si mis hijos c o m e n cada u n o eu su escudilla, qué ella gran c h u s m a de t r a p e r o s , m e s o n e r o s , v e n t e r o s , por s a n t o s , t i e n e n acá g u a r d a d o s los p a j a r e s ; y lo d e -
ponde siempre : Los brazos será mejor. Q u e la razón mal les h a c e n á ellos. ¡ C u á n t o peores son ellos, que co- pintores, c h i c a r r e r o s y j o y e r o s , diciéndola : « A g u a r d a , m a s q u e t e n e m o s q u e d e c i r se dirá o t r o dia.»
e r a en diciendo : Dame esospiés, r e s p o n d e r : ¿Con qué m e n en la e s c u d i l l a d o los o t r o s , c o m o don Diego dc mi alma.» No vi cosa tan r e q u e b r a d a . Y e s p a n t ó m e q u e Volví las e s p a l d a s , y topé cosido c o n m i g o á don Diego
andaré yo después! S o b r e la h a m b r e d e los l a c a y o s y el Noche y otros cofrades de s u talle!» nadie la q u e r i a al e n t r a r , y casi t o d o s la r e q u e b r a b a n al de Noche, r a s c á n d o s e en una e s q u i n a ; y conocíle y díjo-
m i e d o tuve g r a n d e s p e l o t e r a s con él. Y tuve b u e n o s r e s - A p a r t ó m e d e a l l í , que m e h e n d í a la c a b e z a , y vi ve- salir. le : « ¿ E s posible q u e a u n h a y q u e c o m e r en v u e s a m e r -
petos . q u e le hice m i r a r al fin d e las c o m e d i a s p o r la nir un r u i d o de piullidos y chillidos g r a n d í s i m o s , y una Yo quedé confuso c u a n d o se llegaron á mí Perico de ced, señor don Diego?» Y d í j o m e : «Por mis pecados soy
h o n r a de las i n f a n t a s , p o r q u e las llevaba de voleo, y era mujer c o r r i e n d o como u n a loca, diciendo : « P i ó , pío.» los Palotes, y Pateta, Juan de las calzas blancas, Pe- refitorio y b o d e g ó n de piojos. Q u e r r í a s u p l i c a r o s , pues
c o m p a s i ó n . No m e p a g a r á n esto sus p a d r e s dellas en Yo e n t e n d í q u e e r a la r e i n a D i d o , q u e a n d a b a tras el dro por demás, el Robo dc Coria, Pedro de Urdema- os v a i s , y allá h a b r á m u c h o s , y a c á no se hallan por el
s u vida. Fuíle á la m a n o en los d o t e s d e los c a s a m i e n - pío E n e a s por el p e r r o m u e r t o á la zacapela, c u a n d o oigo las (a) (así me dijeron q u e se l l a m a b a n ) , y d i j e r o n : « N o bien p a r e c e r , q u e ando m u y d e s a b r i g a d o , q u e m e e n -
tos p a r a a c a b a r la m a r a ñ a en la l e r c e r a j o m a d a , porque d e c i r : «Allá va Marlacow sus pollos.» «Volate el diablo: queremos t r a t a r del agravio que se nos h a c e á nosotros viéis a l g ú n m o n d a d i e n t e s ; q u e c o m o yo lo t r a i g a en la
no hubiera r e n t a s en el m u n d o . Y en u n a c o m e d i a , p o r - ¿y acá estás? ¿Pura q u i é n crías esos pollos?» dije yo. «Yo en los cuentos y en c o n v e r s a c i o n e s ; q u e no sc h a de h a - b o c a , todo m e s o b r a , q u e soy a m i g o de t r a e r las quija-
q u e no se casasen t o d o s , le pedí q u e el lacayo, q u e r i é n - m e losó, díjoulla, criólos para c o m é r m e l o s , p u e s siempre certodo en u n d í a . » Yo les dije q u e h a c í a n b i e n , p o r q u e das h e c h a s j u g a d o r d c m a n o s , y al fin se masca y se c h u -
dole casar su s e ñ o r c o n la c r i a d a , no quisiese c a s a r s e d e c i s : Muera Marta y m u e r a h a r t a . Y decildes á los del estaba tal con la v a r i e d a d de cosas q u e h a b í a v i s t o , que p a , y h a y algo e n t r e los d i e n t e s , y poco á poco se r o e ;
ni h u b i e s e r e m e d i o , s i q u i e r a p o r q u e saliera un lacayo m u n d o q u e q u i é n c a n i a bien d e s p u é s de h a m b r i e n t o , y no me acordaba de n a d a . «Solo q u e r e m o s , dijo Patela, y si es d e lentisco es b u e n o p a r a las opilaciones.» Dióme
s o l t e r o . D o n d e mayores voces t u v i m o s , q u e casi m e q u e no d i g a n n e c e d a d e s ; q u o es cosa sabida q u e no hay que veas el retablo q u e t e n e m o s de los m u e r t o s á puro g r a n d e risa y a p á r t e m e del h u y e n d o , p o r no lo ver a s e r -
q u i s e d e s c a s a r , fué sobre los a u t o s del C o r p u s . Decíale tono c o m o el del a h i t o . Decildes q u e m e dejen con mis r a r con las costillas u n p a r e d ó n á p u r o s c o r c o v o s .
yo : H o m b r e del d i a b l o , ¿ e s posible q u e s i e m p r e en los pollos á m í , y q u o r e p a r t a n esos refranes e n t r e otras (a) Perico de los Palotes fué un bobo q u e tañía con unos pali- D a n d o gritos y a l a r i d o s venia u n m u e r t o , diciendo:
a u t o s del Corpus ha de e n t r a r el diablo c o n g r a n d e brio, Martas q u e c a n t a n d e s p u é s de h a r t a s ; q u e liarlo emba- llos delgados como los del a l a m b o r ; y el que se afrenta de que «A mí m e t o c a ; yo lo s a b r é ; ello d i r á ; e n t e n d e r é m o n o s ;
le traten indecentemente suele d e c i r : « S í , que no soyyo P e n c o el
h a b l a n d o á v o c e s , gritos y p a l a d a s , y con un brio q u e razada estoy yo acá con m i s p o l l o s , sin q u e aude in- ¿ q u é es esto?» y o t r a s r a z o n e s tales. «¿ Quién es este tan
de los Palotes.» (Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana.)
p a r e c e q u e todo el t e a t r o es suyo, y poco p a r a h a c e r su q u i e t a en vuc stro refrán (b).» Patela es el apodo que se da al que tiene algún vicio en la con- e n t r e m e t i d o e n todas las cosas?» Y r e s p o n d i ó m e un d i -
p a p e l , como q u i e n d i c e : ¡Huela la casa al d i a b l o ! (i) P o r ¡ Oh q u é voces y g r i t o s se oian por toda aquella sima! formación de los pies ó de las piernas. Aplicase al diablo, de quien funto : « E s t e es Vargas (d), q u e , c o m o dicen : Averi-
vida v u e s t r a , q u e h a g á i s u n a u t o d o n d e el diablo no d i - los cuentos de viejas rcllercn que hubo de quedar cojo al venir güelo Vargas, viene averiguándolo l o d o . » T o p ó en el
Unos c o r r í a n á u n a p a r l e y otros á o t r a , y l o d o se turbó
despenado al abismo. Asi se d i c e : ¡ Ojalá te Heve Pateta!
g a esta b o c a es m i a ; y p u e s tiene p o r qué c a l l a r , no en u n i n s t a n t e . Yo no sabia d ó n d e m e e s c o n d e r . Oíanse c a m i n o á Villadiego; el pobre estaba afligidísimo, h a -
El bobo de Coria. Covarrubias no sabe qué origen luvo este
h a b l e ; y q u e hable (2) quien p u e d e y t i e n e r a z ó n , y e n ó - g r a n d í s i i n a s v o c e s que d e c í a n : «Yo no te q u i e r o , nadie modo de hablar, y se persuade que el tal bobo debia de serlo para blando e n t r e s í ; llamóle y díjole : «Señor Vargas, p u e s
j e s e en u n a u t o ; q u e a u n q u e es la m i s m a p a c i e n c i a , tal te q u i e r e ; » y l o d o s d e c i a n e s t o . C u a n d o yo oí aquellos los otros, mas discreto para s í , porque el adagio se acomoda á
los que debajo de simplicidad y llaneza tratan de su provecho. ( ¿ ) Santo ¡¡acarro, expresión q u e , adulterada por el vulgo, sig-
vez se i n d i g n ó , y tomó el azote y trastornó m e s a s y tiendas g r i t o s dije : « Sin d u d a es este a l g ú n p o b r e , pues no le
til excelente cuadro de Vclazquez , n ü m . 2'Jl del Real musco de nifica i uno á quien en el juego van manchando la cara los de-
y c á t e d r a s , y hizo r u i d o , l l í c e l e q u e pues podia decir P a - q u i e r e n a d i e : las s e ñ a s dc p o b r e son por lo m e n o s . » To- m á s , con la condiciónele sustituirle aquel que se ria. Como el
pinturas de esla corle dicen que e s retrato del Bobo de Coria;
dre e t e r n o , no dijese P a d r e e t e r n a l , ni S a l a n , sino S a - d o s m e d e c í a n : «Hacia tí; m i r u q u e v u á t í . » Y yo no sabía pero si esta calificación tiene alguna v e r d a d , la figura debió de ser tiznado ha de estar muy serio, de aquí llamarle santo, apellidándolo
t a n á s ; q u e aquellas p a l a b r a s e r a n b u e n a s c u a n d o el d i a - de otro b o b o , á quien sc hizo también natural de C o r i a , como si á salga lo que saliere.
q u é m e h a c e r , y a n d a b a c o m o u n loco m i r a n d o dónde
esla fuese única patria dc estúpidos y mentecatos. Cuando Covar- (c) Acerca del Sanio de Pajares dicen que en un incendio sc
blo e n t r a diciendo b ú , b ú , b u , y se sale c o m o c o h e t e . h u i r , c u a n d o m e asió u n a cosa ( q u e apenas divisaba lo
rubias escribió su Tesoro de la lengua, contaba Velazquez so- quemó el santo y no ardió la paja. Con este nombre señálase al
Desagravié los e n t r e m e s e s , q u e á t o d o s les d a b a n d e q u e e r a ) c o m o s o m b r a . A t e m o r í c e m e , púsosemeenpié los diez años de e d a d , lo que destruye completamente la identi- hipócrita y á aquel de cuya santidad no se puede fiar. QHEVEDO
p a l o s , y con t o d o s s u s palos h a c í a n los e n t r e m e s e s . el cabello, s a c u d i ó m e el t e m o r los h u e s o s . «¿Quiénercs, dad del retrato. Sea como quiera , en eslo el bobo aparece vcslido solía llamar al Conde Duque el Sanio de Pajares.
C u a n d o se dolían d e l l o s , d u é l a n s e ( d e c i a yo) de las c o - de verde gabán de mangas a b i e r t a s , y sentado en el suelo con las (d) Era alcalde dc corle por los años de 14S0, y á quien la Reina
ó q u é e r e s , ó q u é q u i e r e s ( l e d i j e ) ; q u e no te veo y te
manos juntas sobre una rodilla. A su lado sc ve un vaso de vino y Católica ordinariamente (por una dc aquellas genialidades suyas)
s i e n t o ? » «Yo soy ( d i j o ) el a l m a d e Garibáy, q u e ando una cantimplora. cometía la averiguación de los m e m o r i a l e s , estampando cu ellos
contcnlo con ello, da por el pié ú la e n c i n a , acabando con el árbol b u s c a n d o q u i e n m e q u i e r a , y t o d o s h u y e n d o m í ; y te- Pedro de Urde-malas (arles.) No se desdeñó el inmortal autor del la fórmula : Averigüelo Vargas, de donde salló el refrán. Pedra-
para s i e m p r e , y esto es lo que llaman los campesinos trochar, néis la culpa vosotros los v i v o s , q u e habéis introducido Quijote de tomar á za refiere en la Historia eclesiástica de Granada, fol. 1 i'J, v. un caso
eslo e s , tronchar, dc donde viene la voz trocha. en que entendió Vargas para comprobar el delito de cierto caba-
decir q u e el a l m a do Garibáy no la quiso Dios ni el dia- Pedro dc. Urde, m o n t a ñ é s famoso llero de Galicia, llamado Alvar Yañez de Lugo, vecino muy rico
b e b i e r a en Truchimochi estar invertida la colocación dc las pa-
blo ; y en esto d e c i s u n a m e n t i r a y u n a h e r e j í a : la he- (Jue asi lo muestra el n o m b r e y el i n g e n i o , de Medina de Campo, que persuadió á un escribano á hacer una
l a b r a s , si el oído no tuviese más fuerza al formarse el lenguaje
que el orden lógico de las ideas. rejía es d e c i r q u e no la quiso D i o s ; q u e Dios todas al- escritura falsa por haber ciertos b i e n e s , y matándolo porque la
por héroe de una de sus comedias. Pero es fuerza confesarlo, no
{a) ¿Doña Fáfula será doña Fábula, corrompido el n o m b r e maldad no se pudiera descubrir, lo enterró secretamente en su casa.
m a s q u i e r e y p o r t o d a s m u r i ó : ellas son las que "c acertó á desarrollar el carácter que le quiso atribuir de astuto,
por la malicia dc los villanos ó dc los m o s q u e t e r o s , cruel pesa- discreto, i n d u s t r i o s o , agudo hablador y extremado embustero. La Academia española, en su Diccionario de la lengua castellana,
q u i e r e n á D i o s ; así q u e Dios q í d s o el alma dc Gariban opina cine al refrán dio origen don Francisco de V a r g a s , del con-
dilla de los poetas dramáticos? A valer esta c o n j e t u r a , tendría Cervantes le dio p a t r i a , hizole m o n t a ñ é s , hijo de la piedra , niño
entonces aquella frase la misma significación que boy tiene el c o m o las d e m á s . L a m e n t i r a consiste en decir que no In de la doctrina, g r u m e t e , mozo de la esportilla en Sevilla, mozo sejo de Castilla, á quien en tiempo de Carlos V se encargaban las
manoseado chiste : En la comedia no salió al fin el argumento, que quiso e| diablo. ¿Hay alma q u e n o la q u i e r a el diablo? de un ciego en C ó r d o b a , y d e s p u é s de m u d a r l e cien trajes , oficios cosas más difíciles de averiguar.-
algunas almas pandas y no nada caritativas repiten cuando es y ejercicios, concluyó por convertirle en farsante, á Un de que También el primer duque de Alba don Eadriquc dc Toledo tuvo
No por c i e r t o ; q u e p u e s él no hace asco de la de los pas-
trivial el asunto y sc maneja con ruda Minerva. pudiese llegar á ser de este modo rey, fraile y papa y matachín. en aquel tiempo un contador del mismo nombre ; y en documen-
t e l e r o s , r o p e r o s , s a s t r e s ni s o m b r e r e r o s , no lo liara La comedia famosa dc Pedro de Urde-malas es poco menos que tos originales, que p o s e o , del año de ll'Jo, al dorso de todas las
l'or lo d e m á s , la crítica de QUEVEOO en este pasaje es de lo más
ingenioso y oportuno. disparalada. Pedro de Urde-malas, personaje fabuloso, prototipo dc pretensiones se ve este d e c r e t o : «Que el contador García dc Vargas
( 1 ) y Cristo muy mansueto que parece que apenas échala habla malicias y ruindades, fué inventado por el vulgo que le pinta único lo cate por los libros.»
por la boca? (Edición de Pamplona , Kiol.) : (ti) Hay olio que dice : los pollos de Marta piden pan, y danlcs y solo para urdir ó tramar en secreto v cautelosamente cualquier Si Pcdraza y la Academia tienen ambos r a z ó n , ya no hay duda
L
\ 1) C r i s t o , pues p u e d e , etc. (¡d.) | agua. bellaquería. que el averiguar ora por aquellos tiempos patrimonio de los Vargas.
348 OBRAS DE DON FRANCISC DE QUEVEDO VILLEGAS, VISITA DE LOS CHISTES 34!)
dueñas eran mozos de caballos, pues curaban del roci- quilín metía á Juan Ramos con el sastre. Y él dijo que no
vuesa merced lo averigua todo, hágame merced de averi- era una picaronaza, y ella me disfamaba, porque dio cu
guar quién fueron las d Villadiego (a), que lodos las t o - no (c). ¡Bueno estuviera el rocín en poder de dueñas! ¡El mejoraba de apellido aunqttemudabadesexo.—Pues di- d e c i r : Dios me le guarde al mi Diego Moreno, que n u n -
man ; porque yo soy Villadiego,); en tantos años no lo he diablo se lo daba! Es verdad, y yo no lo puedo negar, que jeran el gato de J u a n Ramos, y no la gata.—Si dijeran, no ca m e dijo malo ni bueno. Y míenle la bellaca, que y o
podido saber ni las e c h o m e n o s ; y querría salir s i e s p o s i - las dueñas por ser m o z a s , aunque fuese de caballos, se dijeran, el sastre desconfió de las tijeras y lió de las uñas dije malo y bueno ducientas veces. Y si está el remedio
ble deste encanto.» Vargas le dijo : « T i e m p o h a y ; que entremetieron en e s o , como en otras cosas; mas yo hice (con r a z ó n ) , y empezóse una brega del diablo.Viendo en e s o , á los cabronazos que hay ahora en el mundo d e -
ahora ando averiguando cuál fué primero, la mentira ó el lo que convenia. » « Crean ul señor Lanzarote (dijo un tal escarapela, (a) íbame poco á p o c o , y buscando quien cildes que s e anden diciendo malo y bueno á sus m u -
s a s t r e ; porque si la mentira fué primero, ¿quién la pudo pobre m o z o , s e n c i l l o , humilde y caribobo); q u e f o lo me guiase, cuando sin hablar palabra ni chistar ( c o m o j e r e s , á ver si les desmocharán las sienes y si podrán
decir si no habia sastres? ¥ si fueron primero los s a s - certifico.» «¿Quién eres tú, que pretendes crédito entre dicen los n i ñ o s ) , un muerto de buena disposición, bien restañar el flujo del hueso. Lo otro : yo dicen que no
tres , ¿ c ó m o pudo haber sastres sin mentira? En averi- los podridos?» «Yo soy el pobre Juan de buena alma, vestido y de buena c a r a , cerró c o n m i g o . Yo temí que dije malo ni b u e n o , y es tan ni revés, que en viendo e n -
guando esto volveré;» y con esto se desapareció. Venia que ni m e ha aprovechado tener buen alma, ni nada, era loco y cerré con é l ; metiéronnos en paz. Decia el trar en mi casa poetas, decia malo; y en viendo salir g i -
tras él Miguel de Vergas, diciendo: «Yo soy el Miguel de para que me dejen ser muerto. ¡Extraña c o s a , que sir- inucrlo: «Déjenme á ese bellaco, deshonra-buenos: v o - n o v e s e s , decía b u e n o ; si via con mi mujer galancetes,
las n e g a c i o n e s , sin qué ni para qué, y siempre ando con va yo en el mundo de a p o d o ! Es Juan de buen alma, ló al cielo de la c a m a , que le he de hacer que se quede decia m a l o ; si via m e r c a d e r e s , decia bueno; si topaba
un no alas ancas. Eso no, Miguel de Vergas, y nadie me dicen al marido que sufre, y al galán qué engañan, y al acá.» Yo estaba colérico, y (líjele: «Llega y te tornaré á en mi escalera v a l i e n t e s , decía r c m a l o ; si encontraba
conceda n a d a ; y no sé por* qué ni qué he hecho ( 6 ) . » hombre que estafan, y al señor que roban y á la mujer malar, infame, que no puedes ser hombre de b i e n : He— obligados y tratantes, decia rebueno. Pues ¿qué mas
Más dijera, según mostraba p a s i ó n , si no llegara una que embelecan. Yo estoy aquí sin meterme con nadie.» # i , cabrón.» ¡Quién tal dijo! No le hube llamado l a m a - bueno y malo habia de decir? En mi tiempo hacia tanto
pobre mujer cargada de bodigos y llena de males y «Eso e s no nada, dijo Juan llamos, que voto á Cristo, la palabra, cuando otra vez se quiso abalanzará mí, y yo ruido un marido p o s t i z o , que se vendía el mundo por
plañiendo. «¿Quién eres (la dije), mujer desdichada?» que los diablos m e hicieron tener una gata. Más me va- a él. Llegáronse otros muertos, y dijeron: «¿Qué habéis uno y no se hallaba. Ahora se casan por suficiencia, y
«La manceba del Abad, respondió ella, que anda en los liera comerme de ratones, que no mo dejan descansar: hecho? Sabéis c o n quién habláis ? A Diego Moreno lla- se ponen á maridos c o m o á sastres y escribientes. Y hay
cuentos de n i ñ o s , partiendo el mal con el que le va á daca la gata de Juan Ramos, toma la gata de Juan Ra- máis cabrón? ¿ N o hallasles sabandijas de mejor fren- platicantes de cornudo y aprendices de maridería. Y
buscar; y así dicen las empuñaduras de las consejas: Y el mos (d). Y ahora no hay doncellita ni contadorcito, que te?» «¿Qué, esto es Diego Moreno?» dije yo. Enojóme anda el negocio de suerle, que si volviera al mundo (con
mal para quien le fuero á buscar y para la manceba del ayer no tenía que contar sino duelos y quebrantos; ni más y alcé la voz diciendo : «Infame, ¿pues tú hablas? ser el propio Diego Moreno) & ser c o r n u d o , m e pusiera
Abad. Yo no descaso a n a d i e , untes hago que se casen secretario, ni ministro, ni hipócrita, ni pretendiente, ni Tú dices á los otros deshonra-buenos? La muerte no á platicante y aprendiz delante del acatamiento de los
todos. ¿ Q u é m e q u i e r e n , que no hay mal, venga por juez, ni pleiteante, ni viuda, que no se haga la gata de tiene honra, pues consiente que este ande aquí. ¿Qué que peinan medellin y barban de c a b r í o . » « ¿Para qué
donde viniere, que no sea para m í ? » Euésc, y quedó á Juan Ramos, y lodo soy gatas; que parezco á febrero; y le he hecho yo?» « Entremos (dijo tan presto Diego Mo- son esas humildades (dije yo), si fuiste el primer hombre
su lado un hombre triste, entre calavera y mala nueva. quisiera ser ánlcs sastre del Campillo (e) que Juan Ra- reno). ¿Yo soy cabrón, y otras bellaquerías que c o m p u - que endureció do cabeza los matrimonios; el primero
«¿Quién eres, le dije, tan aciago, que (como dicen) para mos.» Tan presto saltó el sastre del Campillo, y dijo que siste á él semejantes? ¿No hay otros Morenos de quien que crió desde el sombrero vidrieras de linternas; el
m á r l e s sobras?» «Yo soy, dijo, Matalascallando, y na- echar mano? No sabias que todos los Morenos, aunque primero que ingirió los casamientos sin montera? Al
die sabe por qué me llaman a s í , y es bellaquería, que se llamen Juanes, e n casándose se vuelven D i e g o s , y mundo voy solo á escribir de dia y de noche entremeses
(c) Las aventuras de Lanzarote constituyen la parte festiva y
quien mata e s á puro hablar, y e s o s son Mátalasha- amena de los libros caballerescos de A r t u s , ó A r t u r o , principe que el color de los más maridos es moreno?¿Qué he h e - de tu vida.» «No irás esta vez» (dijo), y asímonos á b o -
blando ; q u e las mujeres no quieren en un hombre sino de los s l l u r e s , que floreció á Unes del siglo vi y fué el Pelayo de cho yo, que no hayan hecho otros muchos más? ¿Acabóse cados, y á la grita y ruido que traíamos, después de un
que o t o r g u e , supuesto quo ellas piden siempre. Y si la Gran Ij iota ña contra los s a j o n e s , dueños á la sazón de toda la en mí el cuerno? ¿Levánteme yo á mayores con la corna- vuelco que di en la c a m a , diciendo: «Válgate el diablo
isla. Instituyóse en tiempos do esle buen r e y , según la irrecusa-
quien calla o t o r g a , y o m e he de llamar Resucítalas- menta? ¿Encareciéronse por mi muerte los cabos de c u - ¿ahora te enojas (propia condición de cornudos enojar-
ble autoridad de don Quijote, la famosa orden de la Tabla redon-
callatido. Y no que andan por ahí unos mozuelos con da, y pasaron sin fallar un punto los a m o r e s do don Lanzarolc del chillos y los tinteros? Pues ¿qué los ha movido á traerme se después de m u e r t o s ) ? » con eslo me halló en mi a p o -
unas lenguas de portante, matando á cuantos los oyen, Lago con la reina G i n e b r a , hija del rey do Escocia y mujer de por tablados? Yo fui marido de tomo y l o m o , porque sento tan cansado y tan colérico como si la pendencia
y así hay infinitos oídos con mataduras.» « Así es ver- A r t u s , siendo mediadera do ellas y sabidora la honrada dueña tomaba y engordaba: siete-durmienles era c o n los ricos, hubiera sido verdad, y la peregrinación no hubiera sido
Quintañona, de donde nació aquel tan sabido romance y tan de-
dad, dijo Lanzarolc; que ú mí m e tienen esos c o n s u - y grulla con los p o b r e s , poco malicioso. Lo que podía sueño. Con todo e s o , m e pareció no despreciar del todo
cantado cit nuestra España , de
mido á puro lanzarolar con si viene ó no viene de Bre- Nunca fuera caballero
echar á la bolsa no lo echaba á mala parte. Mi mujer esta visión y darle algún crédito, pareciéndome que los
taña; y son tan grandes habladores, que viendo que mi De damas tan bien s o n i d o , muertos pocas veces se burlan, y que gente sin preten-
Como fuera Lanzarote
romance d i c e : (n) Todo lo anterior, desde el principio del párrafo hasta este
sión y desengañada más atienden ú enseñar que á entre-
Cuando de Bretaña vino.
Doncellas curaban d e l , Pasa como autor del l i b r o de Lanzarote Arnaldo Daniel, pocla
punto, falta en la edición do P a m p l o n a , y debió ser a ñ a d i d o por tener.
Y dueñas de su r o c i n o , Qi'Kveno en 1C2'J. Ya en adelante conforman esta y la de Barcelona
provenzal de Unes del siglo x n .
(</) Ahora ha m u d a d o d e d u e ñ o : dlccsc la gata de Mari-Hu-
ilc lU3b
han dicho que de aquí so saca que en mi tiempo las mos. Con esla expresión familiar se nota'á alguno de que disimu-
ladamente y con melindre p r e t e n d e una c o s a , dando á entender
( o ) Tomar calzas de Villadiego vale huir mas que de paso. El que no la quiere.
r e f r á n , según C o v a r r u b i a s , está autorizado por el aulor d e i . » Hay muchas expresiones proverbiales al estilo del gato ó gate
Celestina, pero no consta su origen m á s d e q u e Villadiego s e de Mari-Ramos; como la hebra de Mari-Moco, el escrúpulo de
debió.de ver en algún aprieto, y no le dieron lugar á que se cal- Mari-Gargajo, etc.
zase , y con ellas en las manos se fué huyendo. El doctor Francisco Hacer de la gata de Juan Hurtado, ó de la gata muerta, es (se-
de El Hosal, médico natural de Córdoba, que formó un diccionario gún Covarrubias) Ungir santidad y h u m i l d a d , necesidad y flaque-
etimológico en los p r i m e r o s años del siglo xvu , dice que Villa- za. Cuenta que esta g a l a , no pudiendo haber á las manos los ra-
diego e s corrupción de Villa de cquo ( n o m b r e que tuvo en lo an- tones , se tendió en medio de la pieza donde acudían, como muer-
tiguo esta p o b l a c i ó n , acaso porque habría algún caballo de piedra ta , y los r a t o n e s , creyéndolo a s i , fueron perdiéndole el miedo,
s o b r e una d e s u s p u e r t a s ) , y el refrán alude al c a b a l l o , al cual se hasta j u g a r y saltar s o b r e ella ; y cuando vio la suya hizo rizar»
acoge quien anhela escapar de un peligro s e g u r o . (Biblioteca Na- ellos y los mató t o d o s .
cional, T. 1 2 7 , alfabeto u , pág. 124.) (c) Personaje proverbial de que ya hay noticia en el siglo xv.
(b) Eso no, Miguel de Vergas. Tuvo principio en Salamanca. "El alfayale del Cantillo facia la costura y ponia el filo», dice el
Fuera de la puente hay una ermita de la Trinidad , donde al pié marqués de Santillana. Cervantes le llama también clsaslrctlfí
de una imagen de Dios Padre se hizo pintar un devoto ciudadano Cantillo ; pero el aulor de la Pícara Justina amplía el refrán en
llamado Miguel de Vergas, con una copla que decia a s i : estos términos ." El sastre del Campillo y la costurera de Miera,
el uno ponía m a n o s y h i l o , y la otra trabajo y seda. Covarrubias
Querría honra y p r o v e c h o ,
le llama indistintamente sastre del Campillo ó del Cantillo, y cita
Y que nada me fallase,
Y cuando Dios me llevase estas dos versiones del mismo refrán : El alíayate de las encru-
I r m e á la gloria derecho. cijadas cosia de balde y ponia el hilo de su casa ; El alfaya te de la
Adrada, que ponia el hilo de su casa.
Al pié de la cnpla escribió un estudiante : Eso no, Miguel de Ver-
gas. ( Doctor Francisco de El í{ns¡>\.> Biblioteca Nacional, T. 127. El licenciado Caro y Cejudo aplica el mismo cuento al sastre
—Origen y etimología de todos los vocablos originales de ta lengua , de Piedras Albas.
castellana. Alfabeto n i , pág. 31.) Estos refranes condenan á los que, a d e m a s de no saber aprove-
Véase pues cómo han tenido principio la mayor parte de nues- (Miarse de su trabajo, poniéndolo de b a l d e , gastan de lo suyo cea
tros r e f r a n e s , y si es casi imposible averiguar su cuna. quien ni sabrá agradecerlo ni lal vez lo merece.
!
CASA D E LOC DS D E AMOR. 331
Tenemos pues dos textos : uno desconocido en vida del señor y sin m á s d e t e n e r m e llegué al viejo ( í ) , y c o n o c í s e r ta pena cuerdas). No eran estas las que h a d a n m e n o s locuras—{li-
¡ (2) y alli entre las s á b a n a s solo, néalo, hasta muy p e l i g r o s a s ) . Eslaba en aquel fuerte de la casa,
d e la Torre de Juan A b a d , pero reimpreso inlinilas veces. Otro
le) Écloga II, 6!). una llorando de una soltera :
publicado en su t i e m p o , m a s ú n i c a m e n t e en solas t r e s ocasiones (a) Falta este periodo en el MS. Colombino.
(3) y en las vegas, sin ser Lope
que yo sepa. E s t e , sin embargo , conceptuamos el l e g í t i m o ; este (1) maravilloso r o s t r o , gentil c u e r p o , bien compuestos miem- (10) y todo de mala l e t r a , para que haya m á s ocasión de leerle
(•i) sin s e r E n r i q u e : ,
conforma en un todo con el precioso MS. d e letra d e la primera b r o s , tan adornada de r o p a s , y t a l , que toda ella convidaba á más de espacio, y volverle á leer con meditaciones.
década del siglo xvn que posee la biblioteca Colombina (Aa M I , ti, (5) ya q u e no p u e d e n á si m i s m o s ni á sus damas. (11) y como tocar á vísperas para que acudiesen todos á escu-
amar y estaba diciendo su nombre que era Belleza. (MS.)
autorizado con el n o m b r e d e QUEVEDO; y e s t e , en lin, damos á (6) y sin m u r m u r a r , que eran arroyos muy comedidos, lison- char la alicion
jeaban (2) respeto ( q u e mujer pobremente vestida e s como moneda
n u e s t r o s lectores. (12) Destas u n a s eran doncellas de casar y otras doncellas de
falsa, que no pasa si no es de n o c h e ; y como la e s p a d a , que solo
No h e m o s podido v a l e m o s de otra impresión que la de Pamplo- (71 excelente edificio con una gran portada, d e fábrica dórica, de
desnuda puede m a t a r ) : su nombre decia que era servir.
na de 1631. Sacamos al pié, sin advertencia alguna, las alteracio- buen maestro : imaginados mil trofeos de amor en las puertas, que
(b) Lib. i, 731. (I.">| eran mujeres de escribanía, y así la mayor parte dellas es-
n e s de la edición de Madrid de 1648, y diferenciamos con la debida j u n t a m e n t e hacían historia y ornato. Al fin p e d e s t a l e s , b a s a s , co-
(e) Octava LXI. taban—(sigue desde la páginaZ'6% colitmnal. , linea 16, hasta la 353,
11
expresión las pocas variantes del MS. de la Colombina. lumnas, c a p i t e l e s , architraves, cornija y friso, con triglifos, gotas
y metipas , todo tenia misterio de amor. Era bien c a p a z , y estaba (3) y como cuchilladas de v e s t i d o s , que descubren c l % o r r o del columna 1 . \ linea H , era su mal incurable y insufrible).
(b) Fa'lta en el MS. Colombino.
siempre abierta á todos los que por ella querian entrar, que eran honor, no sin infamia: de m u c h o s . Aqui no me aírevi á d e t e n e r m e mucho.
1.1; J u a n , q u e el frió (MS. Colombino.)
infinitos. Tenia encima escrito esle r ó t u l o : (MS. Colombino.) (4) Con su barba tan l a r g a , que podia servir de limpiadera, au- (11) á otras, (MS. Colombino.)
;¡:¡2 OBRAS DE DON FRANC1S ) DE QUEVEDO VILLEGAS.
CASA DE LOCOS DE AMOR
3S3
li.ir.iii sus mangas con dar labor fuera. Unas iban al se decia. Estas ya se ve cuan ocasionadas estaban. Otra* y la hacian andar (como dicen) más que de paso. A q u e -
baño y se m a n c h a b a n , y oirás al confesor, por e n c o n - aun mejores noches (12) si solo pueden ser las tales. Una
se ponían c o l o r , c o m o sí tuviesen vergüenza ; y algu- llas buscaban siempre locutorios prestados, q u e p a g a -
trar al mártir. Algunas vengaban los pensamientos del vi que iba á un astrólogo á que la levantase una figura,
nas se querían casar mil v e c e s ; y al fin, cada loca estaba ban los pobres devotos, y algunas habia tan rematadas,
y él la levantaba más de dos t e s t i m o n i o s ; otra se l e -
niai ido con obras (1) propias, que como dice un apa- c o n su tema. Eran estas, entre todas, las más insufri- que les pedían á los s u y o s doseles y cera : cosa con que
vantaba á ella la figura, pero con crecer los c h a p i n e s .
sionado (Juvenal, sátira 1 3 ) : bles ; porque como habia pocas m o z a s , y todas habian se suele quitar el amor mejor que c o n una ingratitud (f).
Cuál por parecer bien daba en afeitarse : esta era nota-
vindicta sido señoras de su casa y lo eran, cada una quería man- Al fin tantas enfermas habia en este cuarto, que casi me
Nano magis gaudct, qmím focmina. ble locura, pues desengañaba c o n lo que pensaba e n g a -
dar, y así tenia harto quo hacer con ellas el enfermero. dio compasión; y aun el enfermero desesperaba de su
ñar(13). Cuál se enrubiaba algunos dias, y tal vez tanto
Y el pagarse adelantado es para ellas la mayor v e n g a n - Cansado de tan insufribles sabandijas, pasé adelan- salud, porque como todas estas eran amantes de anillo,
que s e la podia decir muy bien el epigrama de nuestro
za (2). (3) Cuál estaba melancólica por la dilación de cier- te (f ü) y llegué al cuarto de las monjas, que no son lasque que solo s e mantenían de la esperanza (cosa que con el
Baltasar de Alcázar:
to electo. A una muy amiga de su c o c h e pregunté que por hacen menos locuras; y aunque de razón habían do ser efeto muere al punto, el cual nunca las llegaba), era su
qué le quería t a n t o , qué nunca salia del, y me respon- fáciles do curar, habia hartas muy peligrosas. Estaban mal incurable y insufrible ( a ) . Tus c a b e l l o s , estimados
dió que. porque tenia cortinas q u e s e corrían. Pudieran P o r oro contra r a z ó n ,
todas detras de fuertes r e j a s , que para esto no les vale Desde este cuarto pasé al de las solteras; y vi que t o - Bien se s a b e , I n é s , que son
muy bien (dije yo) do que no se corre vuestro marido, y la locura, aunque tal vez amor ha dado dispensación; De plata s o b r e d o r a d o s .
das andaban más sueltas que las demás ( 2 ) . Eran pocas
ella corriendo me dejó. Entre (4) toda esta máquina no y ellas, que no conocen otro superior en cuanto les dura las furiosas, y esas fáciles de sanar, y me dijeron habia ¡ Q u é dellas s e ponían cabelleras ó m o ñ o s , como ellas
estaban l a s q u e tenian los maridos on Indias, ó anda- este mal, le obedecen sin reparar en que las ha de hacer cada dia en este cuarto locas nuevas, y muchas conva- las l l a m a n ! (14) ¡Cuántas d i e n t e s , sebillos y mudas,
ban en comisiones, ( Ü ) porque todas vivían al fuero de la pena cuerdas. La mayor parte destas estaba escri- lecientes; y que en la casa de los locos del interés habia aunque no tan m u d a s , q u e n o decian á todos lo q u e
solieras, y c o m o conjuradas, no eran tenidas por m i e m - biendo billetes (que su ordinario es muy ordinario), y muchas más destas que en la de los de amor (3). A l g u - eran! Y en e f e t o , algunas habia tan vestidas de plu-
bros desta república. todas jugando en ellos del vocablo, desde la cruz hasta el nas vi allí que se hallaran muy mejor con el cuarto, si mas ajenas ( q u e se precian de p e l a r ) , que si las despo-
El siguiente cuarto c r a c l de lasreverendas viudas, (6) Dios os guarde y sea de esos papeles por quien él es (t 6). fuera real (4), otras que dcsnutlaban al hombre más hon- jaran dellas, quedaran tan ridiculas como la corneja de
locas de ciencia y experiencia. Estas estaban (7) todas Todas las locas deste cuarto estaban hablando de noche rado (bandoleras de poblado) por vestir al más picaro, Horacio. Muchas tenian (1 ES) una madre vieja (16), a u n -
muy g r a v e s , oslo e s , pesadísimas, y cada una daba en y de dia sin cesar, y algunas pensando siempre que eran como el tal hubiese ganado nombre de bravo y caudal que nunca lo hubieran s i d o , que mandaba hasta en la
su t e m a , mas a l o disimulado, pero no tanto que e n c u - muy discretas. Unas andaban enamoradas de otras muy para coleto de an te y da ga (5) mayor de marca ( 0 ) ; y a u n - voluntad de la bija. La madre llamaba, y la hija e s c o -
briesen el frenesí; porque á una dellas vi que juntamen- en forma, y las pascaban, festejaban y pedían celos. Es- que es obra de misericordia vestir al desnudo, es obra de gía, y muy pocas destas guardaban la ley de amor, que ó
te lloraba por el marido y reía con el amigo; otra muy las eran t o n t a s , y así andaban s u e l t a s , por no las tener crueldad desnudar al vestido. Había locas de extremado las corrompía el ínteres ó el vicio (17). (18) Díjologala-
tocada de sus t o c a s , y más de la vanidad, hacer g r a n - por locas de perjuicio; pero lo cierto es lo eran, aunque humor, perdidas por un poeta, (7) y si este era cómico,
d e s presentes, s i n acordarse de los pasados. Muchas sin no se les conociese bien por entonces la enfermedad. rematadas, porque por lo menos las sacaba cada dia al (12) Estas, de puro viejas, por más que andaban sin tocas, frun-
tocas (8) ni m o n j i l , discurrir por el cuarto tan c o m - Las que tenian m á s devociones eran las más pecadoras, tablado en estatua, y las hacia los cabellos de oro, los ciendo la boca y bruñendo y estirando el rostro, para e n c u b r i r l a s
puestas, que disimularan fácilmente el ser simples con y no eran pocas, porque ninguna se contentaba con dos. dientes de perlas, y todo el cuerpo de piedras preciosas; y quiebras ( q u e llamau p e r i g a l l o s ) , parecían m o c h u e l o s , asaduras
quien n o las c o n o c i e s e ; mas no faltó quien dijo eran Todo esto naciade la m u c h a ociosidad (17); donde la hay de rastro ó modelos d e alabastro, difuntas embalsamadas, m u e r t e
que tenian por gusto verse en un romance en hábitos de del apetito, y carne hedionda de puro manida ; y solo de puro ve-
viudas apóstatas, y que las tenía allí ( á nuestro modo por fuerza ha de haber grande amor, como lo sintió el pastoras, y acompañar así á los m u c h a c h o s que iban al llosas podían ser alabadas de bellas. Algunas vi que con ser ya
de hablar) la Inquisición. Otras, de bien diferente h u - Petrarca en el Triunfo del amor. mercado (8). Las perdidas por los que el mundo n e c i a - muy liguras, iban á un astrólogo, bachiller planetario, tendero de
mor, estaban apostando á quién más larga traia la t o - los planetas y espiador de los movimientos celestiales, para que
Ei naeque d 'olio, c di lascivia humana. mente llama señores me cansaron grandemente, por ver le levantase una tigura, y él la levantaba más de dos testimonios.
c a ; y e n algunas destas advertí que pudieran ahorrar Y antes que é l , Séneca en su Octavia (a) no escarmentaban e n tantas c o m o infamaban cada dia Otras iban á que les espiase y descubriese la vergüenza que per-
de saya entera (9). Vi que todas las viudas (10) pasan- Amor est; juventíl gignilur; lu.ru, olio • por preciarse mucho de publicar s u s empleos, y cuan ar- dieron años habla ; y é l , hablando un poco en jerigonza astroló-
t e s eran las primeras que se enamoraban, por más Nutrilur, ínter lacla (orlunae bona. rastradas andaban de ordinario, ya en poder de la j u s -
gica , les respondía que tres cosas se cobraban t a r d e , mal y nun-
puntos que tuviesen, y que las ( H ) más mozas no e s p e - ca : el dinero t a r d e , la salud m a l , y la vergüenza nunca, Otra vi
Pero no se entiende m u c h o amor con m u c h o s , como ticia (9), ya desterradas, ya emparedadas en las galeras, que se levantaba á ella la (¡gura, pero con crecer los chapines,
raban á ser visitadas. Andaban por allí muchas devotas, ordinariamente tienen estas locas, sin que tenga reparo ya perseguidas de las propias mujeres; y que cuando más porque eran mayores que banqueta de zapatero. Cuál por parecer
y devotas de muchos (12) con las cuentas en las manos, esta treta. Habia aquí quien aceptaba más libranzas que bienmedraban, paraban en un convento contra toda (10) bien daba en afeitarse
cuenta con los bienes ajenos (13). Estas eran herejes de un banco (18) g i n o v e s , ó F ú c a r , con solo el caudal de su su voluntad. Unas daban en comer barro por adelgazar, (13) y mostraba ser muy mentirosa , pues mentía no solo por la
amor, y las más estaban penitenciadas c o n perpetuos barba , sino por toda la cara ; y como tan m a l a , daba á entender,
sazonado dulce. Unas (19) hacían terceras de las de los y adelgazaban tanto que se quebraban. Andaban estas con los venenosos colores y afeites del solimán, que queria ma-
ayunos ( q u e también tienen cuaresma los carnales). bordones, y otras tenian por bordón hacerse Drimas de más amarillas que las otras; pero ninguna como un oro. tar más con veneno que con su hermosura. E s t a s , como tan pinta-
Otras traían tocas de (14) gasa y nevadascon repulgos gor- todos, si bien toda esta música era de falsas (20). Otras Muchas se quitaban años ( 1 1 ) , y se daban b u e n o s dias y d a s , deben ser conocidas de todos por la pinta.
d o s , y su poco de m o ñ o ó c o p e t e , como antiguamente hacíanlo que ellas llaman (21) fraoty'os (yo colación) (22) (11) encubridoras déla ancianidad y de la calva, que siendo su ca-.
beza española, tiene su origen francés! ¡Cuántas, se ponían dientes
para sus galanes; y me pareció que era bien pensado dar (15) entre bruja y C e l e s t i n a ,
c o l a c i o n a galanes ayunos. Unas deseaban que el que era (1) Las más locas eran las que estaban asentadas en su estrado, (16) que con tocas do viuda parecía tortuga en blancas tocas, y
(!) p i a s , como dice Juvenal (SIS.) presidiendo á la chusma emperrada y faldera, haciendo fiestas á
visitador no las visitase, y otras que las visitase el que servia de especiajic la vergüenza, y aunque nunca hubiese sido
(2) si bien Indas sus venganzas son á traición , a espaldas de unos perrillos lisonjeros y juguetones y halagüeños más que sus m a d r e , mandaba
sus maridos. no era visitador. Las menos locas se enamoraban del mé- amas, adornándoles de gargantillas, cascabeles y tafetanes, con (17) y así eran tenidas de todas las otras por herejes, y que se
P) A una que vi melancólica le pregunté la causa. Me respondió dico de casa (23). Estas andaban tras la ( 2 i ) andadera, más colores que banderas de campo ó novia de aldea. «Bueno hacian locas por librarse. Salí de a q u í , y hallé á los hombres
que la dilación (SIS.) fuera, dije y o , p3ia estas llevar un s a l u d a d o r , para librarnos asi muy cerca de las m u j e r e s , que la mayor locura que tenían era no
11) estas no estaban las que tenian sus maridos (con la propiedad (15) al cuarto de las solteras ; y vi que todas andaban (sigue ya de tanto perro, como de damas tan aperreadas ó aporreaduras.» querer apartarse dellas; y esto procuraba con mucho cuidado el
del vocablo) idos al mar y en Indias desde lapagina 353, columna 1 . , linca 12 en adelante.)
a
(a) Véase la adición 13 de la página 3 5 1 . administrador, porque le parecía que era el primer remedio que
ti>) y que en lugar d e volver con m a s presteza que un ciervo, (16) mayormente cuando despachan cartas de espadas para atra- (2) y que de puro sueltas y r e s u e l t a s , habian dado en solteras. les habia de a p l i c a r ; (SIS.)
vuelven á paso de buey, vesar corazones y b o l s a s , para que los galanes .respondan con |3) porque estas no son las que dan el placer, sino que le ven- (18) y asi eran de todas las otras tenidas por herejes, y que se
ifi) las de ciencia (Edic. de Pamplona , 1031.) cartas de oros y de copas de plata ; y caso que tengan sus papeles den y hacen mecánico, y ellas se pasan á mercaderes y mequetre- hacian locas por librarse. El amor destas era á lo g a t e s c o , pues
(7) con blancos pechos de cisne , muy graves gracias, serán de j u b i l e o , que no se ganan sino satisfaciendo. Casi fes del deleite de Venus. á todo dinero decian mió.
(8) (para tener más desembarazados los oídos para oir y escu- todas las locas (i) y con el ducado de doce r e a l e s , que con el de mayor nobleza En esle mismo cuarto estaban las que no mereciendo el nom-
c h a r mejor cualquier casamiento) y sin monjil (17) y de tratar más con almas que con almohadas; y )' pompa; y en resolución, estas á todos los hombres quieren que bre de damas, tienen el de f r e g o n a s : ninfas fregatrices y de gus-
(0) y con tama toca me pareció eran tocadas y retocadas, y más (a) Verso 560, acto u . sean del tribu de D a n , hidalgos en dar algo, Platones en hacerles to fregonil. V según algunos soplones del a m o r , iban estas afei-
tocadas que las demás. Parecían estas por defuera cuaresma, pero (18) sin tener más caudal que dulce partencia. La parlcncia dejo de ordinario buenos platos. Otras vi que desnudaban tadas solo con el tizne do las o l l a s , pintadas al n a t u r a l , en cuer-
por dentro pascua a l e g r e , y no florida, sino g r a n a d a , y para dar para otro mayor hablador, y el dulce tomo. (MS.) (5) de ganchos, y aunque es obra (MS.) po, sin el manto soplonesco, sin el garbo y sin el tranzado garbín,
fruto, si ya no le habian dado. (19) se (0) y ser á su sombra respetada y temida de todas y de todos : desgreñadas, con las madejas al descuido, ojos socarrones, cal-
(10) pascantes eran (Edic. de Bruselas, y de aquí todas.) (20) y así todo su trato venia á ser de c u e r d a , y no de cuerdos. (7) aunque pobre y con más tardas que mujer p r e ñ a d a ; zados á lo bellaco, la boca torcida á lo picaro. Traia una un sa-
(11) mozas no esperaban á ser viejas. (Edic. de Pamplona y el SIS.) (21) t r á f a g o s , y yo colación, (MS.) (8| y dar con que ganar á los ciegos. yuclo p a r d o , señal de que sus esperanzas pararon en trabajos; una
(12) en son de primos carnales en sexto grado, y (22) más amarga y picante al pagalla, que dulce al comella, (9) (cuya sombra, con ser tan pequeña como lo es la de una vara manga de lana tan justa , que me espanté que siéndolo tanto vi-
(13) y no con los q u e tienen en su casa, ni con los q u e tienen q u e (23) á Quien daban recelas y remedios para sus sordas faltrique- tan delgada, espanta mucho, causa grande inquietud y afrenta en niese bien á brazos tan p e c a d o r e s ; un mandil, no blanco ( q u e
dar á Dios. ras y bolsas o p i l a d a s ; ó del cirujano, á quien también sangraban, la honra y menoscabo en la bolsa) era enemigo deste color quien habia sido un tiempo blanco de
(14) holanda y copete. Estas ya se ve que estaban ocasionadas. de la vena del a r c a , y no del cuerpo. (10) voluntad, hechas esclavas ó fregonas de monasterio, m u c h o s , y ahora habia quedado en blanco y sin ¡llanca), sino
Ciras se ponían color (SIS.) (21) mandadera (MS,) til) y se hacian herejes d e l l o s , sin jamas confesarlos de varios c o l o r e s , señal de sus miserias y inconstancia. Iba en
Q-J. 23
3:¡.í O B R A S DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO V I L L E C A S . CASA DE LOC OS D E AMOR. 335
ñ á m e n t e u n lucido poeta desta e d a d , y no poco c o n o c i - p e r s o n a j e del t r a g o y la t a b a q u e r a ) , n o considerando a m i g a s d e s u s m u j e r e s , y a l g u n o s p o r c o m a d r e s á las
q u e l a s m á s s o n (ti) m e d r o s a s . U n o s vi q u e salían de L o s v i u d o s , e s c a r m e n t a d o s d e la t e m p e s t a d p a s a d u ,
d o de t o d o s : m a d r e s d e s u s hijos ( 4 ) .
b u s c a b a n p u e r t o á la p u e r t a d e q u i e n los q u e r í a a c o -
Ella dice que es v i r g e n , y no m i e n t e , n o c h e á n o m á s q u e á s a l i r d e n o c h e ( 6 ) ; y o t r o s que
g e r , y m u c h o s s e c a s a b a n p o r el t i e m p o d e s u v o l u n -
Que el deleite de amor aun no lia probado, so e n a m o r a b a n p o r q u e v i a n á o t r o s e n a m o r a d o s . E s t e ¡ha natural, en los p a j a r e s , se conserva con agua y con los vientos; tad (2).
Y si remeda el g u s t o , no le s i e n t e ; á t o d a s las fiestas á e n a m o r a r s e , h a c i é n d o l a s dias de pero si en algún aposento quieren estrecharla, rompe las p a r e d e s ;
Que el interés (1), de una alma apoderado, y a s í , que no habían d e sacar dellas m á s d e aquel zumo que quie- L o s s o l t e r o s a c u d í a n á t o d a s p a r t e s ( 3 ) . A q u í se e n a -
t r a b a j o , y a q u e l a n d a b a d e c a s a en c a s a , c o m o pieza de
Adormece del cuerpo las acciones ren dar de s í , como la n a r a n j a , ó ha de amargar sin ser de p r o - , m o r a b a n , allí (4) p e d í a n c e l o s , a q u í se l o s ciaban, allí se
a j e d r e z , s i n p o d e r n u n c a c o g e r la d a m a . Unos decian
Y tiene al apetito encarcelado. vecho.
m a s q u e s o n l i a n , y o t r o s s e n t í a n y n o d e c i a n palabra. los q u i t a b a n . Mil p e l o n e s vi con p l u m a y m i l d e s d i c h a -
P o r e s t a c a u s a p u e s e r a n do t o d a s las o t r a s t e n i d a s (1) Uno, que debia de ser mal casado, decia que «no habia cosa i
A e s t o s locos m u d o s t u v e g r a n l á s t i m a , y les aconsejara más cansada q u e mujer á todas h o r a s , puntos y m o m e n t o s ; y asi d o s c o n v e n t u r o n e s . Unos c o n c e r t a b a n m i l d e s c o n c i e r -
p o r h e r e j e s , y q u e se h a c i a n locas p o r l i b r a r s e . Salí do
y o q u e so e n a m o r a r a n d e (7) u n o s a d e v i n o s ; m a s c o m o los era peor que la enfermedad: que esta se quila á veces con medicina, tos , y o t r o s (5) i b a n á la c a s a d e la g u l a y á la d e la l u -
a q u í , y hallé á los h o m b r e s m u y c e r c a d e las m u j e r e s y aquella solo con la m u e r l c . Yo estoy bien con los que llaman al
locos n u n c a o y e n ( 8 ) , n o les dije n a d a . L o s d e s v a n e c i - j u r i a ( 6 ) . E n t r e t a n t o s , l o q u e m e a d m i r ó fué q u e n i n -
(pared en medio como d i c e n ) ; y esta era su m a y o r locu- casar velar, y al marido v e l a d o ; porque no hay cosa que tanto
d o s (9) se e n a m o r a b a n d e p e r s o n a s t a n a l t a s , q u e nunca desvele y quite el sueño como la carga del m a t r i m o n i o , q u e yo grave autor, d e una pregunta hecha de un sabio á otro : quo cuán-
r a , no q u e r e r apartarse dellas, aunque con particular
las a l c a n z a b a n . D e s t o s h a y m u c h o s en p a l a c i o , galanes tengo por carretada. Un lugar hay cu Castilla q u e se llama el Casar, do era bien casar el h o m b r e . Le respondió q u e cuando era mozo
c u i d a d o lo p r o c u r a b a el a d m i n i s t r a d o r , p o r p a r c c e r l e que solo por el nombre nunca quise pasar por é l ; porque quien pasa era t e m p r a n o , y q u e cuando viejo era t a r d e . Olro dijo mejor,
o b l i g a d o s á e n a m o r a r las m e j o r e s d a m a s , sin m á s cau-
s e r e s t e el p r i m e r r e m e d i o q u e se les h a b i a d e aplicar; por el casar pasará por todo.» Gusto m e daba el oír á e s t e , conside- que cuando vio una buena mujer fué cuando la vio ahorcada de un
dal q u e s u s c u e r p o s g e n t i l e s ( t O ) , y cual ó c u a l faltilla rando l o q u e pasa entre maridos y m u j e r e s ; y no pude dejar de de- árbol de m a n z a n a s , porquo le pareció entonces buena fruía, y
m a s ellos d e s p r e c i a b a n m é d i c o y t n e d e c i n a , y q u e r í a n
p e r s o n a l q u e se les v e á t i r o d e a r c a b u z . L o s d e s c o n - cirle que considerase q u e los m i e m b r o s de los cuerpos de los casados que pagaba bien y en breve el mal q u e d e t a n largo tiempo t e n e -
m á s su e n f e r m e d a d q u e s u s a l u d , q u e c o m o s i e n t e c i e r t o
fiados ( g e n t e d e j u i c i o y s o s o , y p o r la m a y o r p a r t e n e - son los mismos de la I g l e s i a , cuya cabeza es C r i s t o , y la de la m u - mos. ¡Pesia tal con las tales ó con el mundo q u e las sustenta!
a c u c h i l l a d o ( P r o p e r c i o , lib. 1 ) ( o ) : jer el marido ; y q u e s u estado le carga Dios sobre s u s hombros, ¿ E n qué ley cabe seguir tantas s i n r a z o n e s , q u e siendo fea la tenga
c e s i t a d o s ) so p a g a b a n d e m u j e r e s t a n b a j a s , q u e los
Soltts amor morbi non tunal arlificcm. dándole allí una compañera que le ayude á sustentar aquel grande de a b o r r e c e r ; si r i c a , de s u f r i r ; si p o b r e , d e m a n t e n e r ; si her-
d e j a b a n a l c a n z a d o s . Vi á los l i b e r a l e s , q u e h a c i a n todos peso. Y en r e s o l u c i ó n , no s e multiplicara el mundo si no fuera mosa , d e g u a r d a r , porque n o s a b e t e n e r m o d o en el amar n i dar
Y así o b s t i n a d o s en e s t e e r r o r , a c a b a b a n e n s e m e j a n t e
los d í a s l a r g u e z a s , q u e n o las d a b a n ni a u n g u s t o ; y tí por la m u j e r , y q u e lo propio siempre se ha do amar más q u e lo fin al aborrecer? Y a s í , no me maravillo d e aquellos dos divinos
mal, y pensaban q u e hacian b i e n ; y otros q u e ( a u n q u e ajeno, y es muy grande, locura sembrar en tierras ajenas. L o s gus- filósofos, cargados d e a ñ o s , ciencia y e x p e r i e n c i a , diciendo el
los l a c e r a d o s , q u e h a c i a n l o d o s los d i a s d o g u a r d a r , sin
es p e o r ) vían lo q u e h a c i a n , y lo h a c i a n . Así lo confiesa tos de la propia mujer son como los d e M i d a s , q u e cuanto tocaba uno que no se quería casar temprano, porque debia esperar á que
dejar holgar n i n g u n o . se leconverlia en o r o , y j a m a s el oro enfadó á nadie ni díó dis- supiese m á s del m u n d o ; y olro le respondió que se engañaba,
d e sí u n lisiado d e s t a d o l e n c i a , P e t r a r c a , e n u n a c a n -
L o s c a s a d o s a n d a b a n t o d o s c o n e s p o s a s ; p e r o pocos gusto. Ademas q u e s i l o s h o m b r e s sufren i u n amigo n e c i o , u n porque si conociese qué es la m u j e r , nunca se casaría. Dejo mil
ción : grave dolor ó una perpetua e n f e r m e d a d , ¿ h a r á n mucho en sufrir atextaciones y comparaciones, y no quiero más de lo q u e dijo Pla-
p o r eso m e n o s furiosos. Unos d e s t o s , h u y e n d o de sus
Quel, eh' i fo veggio, e. non m' inganna il vero una mujer, q u e viene d e la m a n o d e D i o s , y q u e será buena si la tón haciendo plato á un su amigo.: q u e la mujer era como la ye-
Mal couosciuto, anzi nú sforza Amore. m u j e r e s , d a b a n en las a j e n a s , y o t r o s se h a c i a n bravos escoge más el oído que la vista? Mayormente que hoy dia el ser dra , que arrimada al tronco se sustenta verde y fresca, y aparta-
p o r q u e los s u f r i e s e n ; si b i e n a l g u n a s v e c e s se bailaban malas algunas e s p o r culpa d e l o s m a r i d o s , que no les dan l o q u e da se seca. Más dijo, q u e corrompe y arranca la pared q u e acari-
Y p e g o s e l e d e o t r o q u e dijo d e sí lo m e s m o : O v i d i o , 7 ,
e n g a ñ a d o s , y e n l u g a r d e l e o n e s fieros q u e d a b a n he- han menester conforme á su estado , y mujer pobre y necesitada cia y abraza. Perdone todo el eslado mujeriego desta humilde com-
Mctamorph. (b): dice el refrán que es medio conquistada ; y marido q u e no provee paración y d e las otras. Y p o r q u e n o deseen el fin d e m i vida y de las
c h o s m a n s o s c o r d e r o s ( 1 1 ) ; o t r o s t e n i a n p o r a m i g a s las su c a s a , desprovee su h o n r a ; y quien ve marido a m a n c e b a d o , se
Quid faciam video : neo me ignorantia veri que haré adelante con ella y e l l a s , digo, p o r no dejarlas con dis-
Decipiet, sed amor. atreve á su mujer como á casa desierta. Verdad es q u e muchos g u s t o , q u e n o hay regla s i n excepción (b); y d e l a s susodichas
freno, l o s traia á las e s t r e l l a s , y el sombrero con la falda gramil' loman el matrimonio hoy dia para profanar el s a c r a m e n t o , y d e - siempre se hallarán algunas, y muy pocas, que siendo dulces el al-
No e s t a b a n los locos e n c u a r t o s d i f e r e n t e s , p o r q u e le servía como de dosel. Casi todos andaban ya con platillos y va- jan tirar la carga para cargarse con la soga y ahorcarse con ella, ma y cuerpo, digan como la mujer de Marco Aurelio : « L a que es
las a c c i o n e s d e c a d a u n o d e c i a n á q u i e n a t e n t a m e n t e lonas al uso y a z u l e s , con que parecían sus cabezas y caras imá- l'ocos he visto q u e hayan tenido la reverencia q u e s e debe á tan de buena vida no ha d e temer al hombre do mala lengua ;» ofre-
genes de milagro presentadas en un plato a z u l , y como hombres alto m i s t e r i o , q u e las voluntades sean u n a s , como la c a r n e ; igua- ciéndome en penitencia cerrar la mia á las s u y a s , porque mor-
los m i r a s e , su i n c l i n a c i ó n , s u t e m a y s u l o c u r a . ¡ C u á n -
de viilro metidos todos dentro de valon, jubón y mangas, todo muy les en el s i , unánimes en e l n o ; tan s a b r o s o s el u n o al otro en d i é n d o l a , no digan dos veces esta sentencia. Volví la c a b e z a , y
tos vi m u y g a l a n e s y s i n c a m i s a ! C u á n t o s c o n caballos a l g o d o n a d o ; y algunos destos iban t a n d i s f o r m e s , que parecían los trabajos como lo están en los g u s t o s , tomando asidero que son vi los viudos y muchos dellos, escarmentados
p a r a p a s e a r y sin u n c u a r t o p a r a c o m e r ( 2 ) ! C u á n t o s p r e ñ a d o s . L o s m á s se acogían al sagrado de la p o b r e z a , que es al desiguales por la calidad , cantidad y verdad. De donde saco ( h a -
q u e n o t e n i a n p a n y los t e n t a b a la c a r n e ! Uno iba á u n vestido d e b a y e t a , que como tan valiente no admite guarniciones, blando con el decora debido i los privilegios deste sacramento, (2) Oíros habia q u e , sacando los cuerpos vestidos d e réquiem
cuchilladas ni p r e n s a d u r a s . Uno destos habia q u e m e did gana de humillándome a l a corrección de nuestra madre la Iglesia) q u e enlutado, tenian las almas llenas de alegría aleluyada ; y estando
d i s c r e t o á q u e le n o t a s e los p a p e l e s , y o t r o le n o t a b a
r e i r , porque siendo un Narciso enamorado de si m i s m o , y tanto los matrimonios que hoy se usan son un contrato do venia real, aun caliente la cama y no enterrada la m u j e r , tenian concertada
que era un gran majadero. Otro quería enamorar por que á veces, después de haberse bien mirado (que era como gozarse pues no se trata en ellos otra cosa que de v e n d e r s e , y comprar o t r a , ó á la q u e antes habia sido su amiga ( q u e d e puro orada y
l i n d o , m u y p r e c i a d o d e tufos y g u e d e j a s , m a n o s b l a n - á si mismo) s e volvía á querer abrazar su misma s o m b r a ; y asi, co- el marido á la mujer ó la mujer al m a r i d o , para q u e después ella arada , deseaba serlo con é l ) ; y como dolor d e mujer muerta dura
mo casado consigo m i s m o , decia que no tenia que casarse con mu- vuelva á v e n d e r , y engañar el uno al olro, quedando después de hasta la puerta , y aun no t a n l o , el dia siguiente amaneció oirá
c a s y p i e s c h i c o s ( 3 ) , s i e n d o u n L u c i f e r en la c a r a y con
j e r ninguna : imaginábase t a l , que le parecía q u e hasta las aves casados cooio pared sin t a p i z , m o s t r a n d o cada u n o l a s fallas, d e - vez casado con u n a niña d e o r o ó donccllidueña, m á s festejada d e
e s f u e r z o en el talle ( c ) , sin s a b e r q u e s i e m p r e q u i e r e n se paraban á lo mejor d e su vuelo á m i r a r l e , de puro enamorado noche q u e de d í a , y en secreto para tenerla en público. De oro
fectos y fealdades. Y asi fué gracioso el caso que sucedió á dos no-
e l l a s s e r las l i n d a s d e c a s a ( 4 ) . O t r o p o r lo v a l i e n t e ( g r a n d e l ; y porque pasando un dia por una c a l l e , encontrando acaso vios, que diciendo él al acostarse : «Mi alma, ya s o m o s u n o los d o s : digo, pues la tomó m á s en cuenta desle metal que d e mujer, pen-
una (nula d e un doctor q u e mascando el f r e n o , babeando y echan- la verdad es que estos dientes que traigo son p o s t i z o s ; » respon- sando le serviría de I n d i a s , sucediendo tan al r e v é s , que antes de
do e s p u m a , gruñendo y orejeando volvió la cabeza hacía é l , dijo dió ella muy ufana y contenta : «Mis o j o s , no i m p o r t a , que tam- su desposorio se gastó lo que ni fué, ni nunca pudo s e r , ni será.
zapatillos, sacando al pisar airoso y m e n u d i c o , por bajo riel fal- Destos diria yo que más aborrecen que aman ; q u e habiendo huido
á su criado : «¿No has advertido cómo hasla las muías rae miran bién traigo esta cabellera postiza.» Todo lo dicho se entiende don-
d e l l í n , los pies tan medidos como los do Virgilio; y asi eran para una vez de la m u e r t e , vuelven á ella ( q u e tal es el matrimonio,
con rostro y ojos tiernos y alegres V» Otros habia que querían ena- de no hubiere verdad n i c o n t e n t o ; que como es instrumento para
causar envidia íi toda la musa poética. Verdad sea que los za- p u e s solo con la muerte se d e s h a c e ) ; q u e les maten e n vida con
morar por lo valiente, g r a n d e s personas del trago y labaquera defenderse del sol, para hacerse lunas (a), fórmase con él la destrui-
patos no e r a n , aunque p u l i d o s , muy p e q u e ñ a s , porque hacen las armas d e Moiscn , ó darles fin á los extremos d e la suya con
(!>) m e l i n d r o s a s , y que celebrando cuando mucho ellas las cuchilla- cion de la c a s a , la diminución d e la honra y fama con aumento de
c a l l o s , y sienten las mujeres que ni aun por los pies las hagan ca- los d e la l u n a , ó hacer como á los l a d r o u e s , q u e l e s corlan las
das desde las ventanas, ellos se quedan con las espadas, y .ellas con gustos y contrapeso de disgustos. Y como el mundo esté lleno d e
llar. Estas son las q u e en oyendo en las puertas b a s u r a , dan e s - orejas la primera v e z , para que volviendo á h u r t a r , sean sin m á s
los oros y e s c u d o s . Muchos destos Iraian sombrero alorza (que ellos uno y o t r o , pásase todo, y llevamos no solo las p e r s o n a s , pero aun
puertas ; y saliendo p o r las calles con su Rayuelo y corpino , por información ahorcados. L o m i s m o habia d e hacerse con los viu-
llaman gahion d e la cabeza) con faldas grandes , encubridoras de los s e s o s , como á mal sazonados. Y asi estoy yo bien con mis j u -
hablar con su deleite, dejarán llorar un niño todo el dia ; y entre dos olra vez c a s a d o s , pues al cabo una buena c a b r a , una buena
los chirlos dados en la cara m á s que en otra parle ; que á quien veniles a ñ o s , y esos apartados de compañía perpetua y apesara-
puercas y mujer, bajan al rio á lavar m á s gualdrapas q u e un escla- muía y una mala mujer son t r e s malas b e s t i a s .
dan no escoge. Uno destos v i , que queriéndole olro obligará reñir, da ; que. cuando quiera gustar con mi poca gracia y cuerpo de lo
v o , haciendo de la muñeca b a r r e n o , cantando como un carro d e
dijo q u e tenia devoción d e no reñir t / e s dias en la semana, sin ']ue gozan con uno y otro los que viven sin este y u g o , no tengo (3) y eran de gusto, más estragados que G i n e b r a , y como otro
bueyes bien cargado en el e s l i ó .
señalar c u á l ; y a s í , volviendo la espada en e s p a l d a , dijo que ita miedo d e mi c a b e z a , sino d e ini alma ; que lo uno se cura con e l Galaor, que dicen que no veia mujer q u e no le a g r a d a s e , excepto
Consideré todas las deste c u a r t o ; y temiendo no m e sucediese cura en la confesión y en vida, y lo o t r o con sola la muerte pro-
p o r cólera para poder r e ñ i r el dia q u e n o contradijere al de su de- las pintadas.
lo que á los j u g a d o r e s d e a j e d r e z , q u e á veces les dan mate de ca- pia, ó extremaunción de la ajena. No quiero mujeres d e mucha
voción. (4) se aborrecían y acullá
b a l l o s , m e sali d e aqui casi huyendo. Y hallé á los hombres muy vida ni de muchos d i a s , porque son de la piel del d i a b l o , y la más
(6) hechos unos murciégalos ó un traslado de brujos; si bien (5) andaban de la casa de la gula á la d e la lujuria, y ninguno
cerca de las mujeres ( p a r e d en medio simple dellas engañará un colegio d e Catones. ¿Quién me mete á
o t r o s , conformándose con la n o c h e , q u e llena d e lunares y pecas negaba que eslaba loco, {MS.)
(1) del gusto apoderado, (Edic. de Sancha, 1791.) que con la señal de la paz del ciclo siga del suelo la g u e r r a ? P o r -
era p o r su oscuridad p e c o s a , en ella salian no más que á pecar. (6) Estos m á s m e parecían bestias q u e h o m b r e s ; y asi andaban
(II) L i b . u , elegía 1 , vers. 60. <]ue son de tal calidad de condición , que si no las a m á i s , os tie-
Otros vi q u e s e enamoraban los más dellos con muletas y í cuatro p i e s , y de puro carnales ha-
(*) Vers. 92. nen por necio ; si al contrario, p o r l i v i a n o ; si las d e j a i s , por c o - bian quedado s i n c a r n e , f l a c o s , m a c i l e n t o s , m e d i o m u e r t o s , s u s
(4) y despreciados d e s u s damas p o r no poder acertar á darles (7) u n a s adivinas {MS.) barde ; si las seguís , p o r p e r d i d o ; si las s e r v í s , no lo e s t i m a n ; si rostros como p i m i e n t o s , y sin narices como figuras d e mármol
g u s t o , andando con tantas h e r r a d u r a s y l o c u r a s , q u e destos se (8) mayormente consejos las e s t i m á i s , o s a b o r r e c e n ; s i l a s q u e r é i s , n o o s q u i e r e n ; si n o muy antiguas ; al fin , h e d i o n d o s y p o d r i d o s y h e c h o s u n Lázaro
podia d e c i r : ¡No hay hombre cuerdo á caballo.' (9) sintiendo que el a m o r es como rayo, que hiere á lo mas alto, las queréis, os persiguen ; si las frecuentáis á menudo , os infa- en la sepultura; y así se pudiera muy bien p r e g u n t a r á las mujeres:
(3) con zapatos r o m o s , grandes encubridores d e j u a n e t e s y s o - (10/ y no paganos, m a n ; si no las f r e c u e n t á i s , sois monos quo h o m b r e s . Mas digo, «¿Dónde l o s habéis puesto, q u e tan desfigurados están?» Y solo,
b r e h u e s o s , teniendo ellos m á s que un mal c a s a d o , (11) y se consolaban con decir que el marido debe ser de su mu- Que por lo q u e hoy se pasa , más vale el humilde titulo de esclavo como tan a p e s t a d o s , podían servir para echados en el mar á dar
(c) Acaso en el original diria : y un escuerzo en el talle. j e r amado m á s q u e t e m i d o . Deslos habia muchos q u e hacian lodo <iuc la borla de marido. ¿Quereislo ver? Mirad lo que cuenta un ponzoña á los peces.
(4) Destos u n o vi q u e d e puro haber tenido los bigotes en pena lo que querían s u s m u j e r e s , y ellas tomaban de aqui ocasión y l¡-
y enfrenados toda la noche con su bigoter», como si fuera braqui- iencia d e no hacer cosa que s u s maridos deseasen. Pecian espe- (Z>) Efectivamente, si todo el discurso estuviese escrito a s i , t e -
llo ó g o z q u e , y siendo peor que m a c h o , que este no duerme con que la mujer os como la p a j a , que si la dejan en el campo yen>« nia razón don Nicolás Antonio : en nada se parecería al genio o
!«) Congorismo insoportable de Vánder Hámmen. ingenio de QVEVEDO.
CASA DE LO ) S DE AMOR. 3a7
356 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ahora veo más despierto, doy crédito á lo que entonces mejor; con que se puede confirmar por cierta la i m a g i -
guno negaba que estaba l o c o , y no por eso lo dejaba c o m e d i a , que para el señor marido no faltaba una ami- vi. Toda esta locura conocieron maravillosamente los nación de mi fantasía.
de estar. g a q u e (6) las l l e v a s e ; y siempre ellos eran u n o s b u e - antiguos, y m u y bien Plauto cuando dijo in prolog. De vuesamerced servidor y amigo. — El doctor Cc-
Los más músicos gastaban sus cuerdas c o n muchas nos hombres y lo creían todo. Mere.: brian de Amocete (a).
locas (1). L o s más poetas (2) hacían sus coplas á quien D e locos de viudas habia dos géneros : ó que eran Sed mnori accedunt etiam haec, quae dixi minus,
les hacia la copla. (3) Los más gentilhombres hacian sus queridos, ó que no lo eran. Estos libremente preten- Insomnio, aerumna, error, terror, el luga, ostentan valiente d i b u j o , libres de los churriguerescos adornos
diosas á quien eran o d i o s o s , y los más discretos decían dían cautivarse, y aquellos tenian amor sin t e m o r , sí Ineptia, sliiltitiaque adeó, et ¡eméritas, con q u e los estropeó Vánder H á m m e n ; y á la vez que serán siem-
hicogitantia, excors immodeslia, pre inagotable minero para los ingenios que cultivan con generoso
sus dichos á quien publicaba sus desdichas. no era, cuando m u c h o , de (7) cualquier pariente ó her- Petulanlia, cupiditas ct malecólenlia; ardor el arte d r a m á t i c o , presentarán un testimonio eterno de que
Andaban los aficionados por doncellas rondando c a - mano. Pasaban su carrera á rienda suelta, y eran locos es en todos siglos y regiones el mismo el corazón h u m a n o .
y Séneca :
lles de dia , contemplando ventanas de noche ; unos desenfrenados. En lo añadido vense alguna vez pinceladas b r i l l a n t e s , felieos
Amor formae ralionis oblivio est, et insaniae próximas;' p e n s a m i e n t o s , retratos de maravilloso p a r e c i d o : á otras obras de
hablando criadas porque los admitiesen por criados, Los ( 8 ) de monjas tenian m u c h o de necios ó algtin
nos FRANCISCO pertenecen, á b u e n o s romances, á comedias de aquel
otros cohechando dueñas porque los hiciesen dueños; poco de virtuosos, pero á unos y á otros los llamaban y (1) muchos más, que vuesamerced habrá Ieido y sabrá
tiempo. L a s fregonas, descritas con peregrina l i g e r e z a , verdad y
llenas las faltriqueras de p a p e l e s , y los sombreros con los demás ( 9 ) , zánganos de amor. Unos estaban muy gracia ; los lindos y g a l a n c e t e s ; el oro de estos v e r s o s :
(1) otros
más cordones de cabellos, cintas y anillos de azabache de veras enamorados, y otros iban siempre á misa á la (a) Restituido el texto á su ser primitivo, ¿podrá ya descono- Siendo el r e m e d i o olvidar,
que tiene un buhonero. Loco habia destos que no habia iglesia del tal monasterio, que es lo que hay que desear cerse y confundirse qué es de QIJEVEOO, y qué de ajena pluma ? Las Se me olvidaba el r e m e d i o ;
hablado á su señora palabra, ni la podia ver sino tal y en género de locura. Todos pasaban grandes desdichas, reflexiones escolásticas, las adiciones pedantescas é importunas, la pintura de la condición d e las m u j e r e s , los inconvenientes del
los soeces c h i s t e s , la confusión que el trastorno de períodos y matrimonio, y otros rasgos, no confrontan con las sandeces de las
tal fiesta del a ñ o , conviene á s a b e r , noche de Navidad, ya agradando á las viejas do casa, (10) y á las freilas sar- m u s a s y p o e t a s , y s e salen d e los i n d i g e s t o s periodos que los ro-
párrafos enteros introdujo en ei discurso, han desaparecido. Ahora
de Jueves S a n t o , de San Juan y la Porciúucula. (4) A gentas ó donadas que las servían, ya sufriendo una cruel se muestra el plan c l a r o , lógico y d e s e m b a r a z a d o : los caracteres dean.
unos los entretenía una criada seis años con papeles de tornera, ya en el torno la espuerta de las l e c h u g a s , las
su l e t r a , sin que ellos entendiesen la letra, valiendo con alcuzas del aceite y la cesta de los jarabes y purgas. A
ellos como si fuera de cambio ( 5 ) . uno vi ( t d ) señalados los hierros del l o c u t o r i o , y otro
( 0 ) Los locos de casadas se preciaban de recatados, aquí tan perdido, que se pudiera decir del, lo de Aben-
mas no por eso hacian m e n o s locuras. Los más eran ami- hámar:
gos de los m a r i d o s , y los menos se guardaban mucho A los hierros d e una reja
dellos, ó porque ellos no vian, ó no querían ver; y así, La turbada mano asida.
raros eran los que morían deste mal. E s t o s , ó daban m e - Todos los locos de solteras eran muy apasionados
riendas en huertas, ó prestaban c o c h e s ó aposentos de desta enfermedad, aunque algunos de otras que suelen
doler m á s , y aun hacer astrólogos á sus dueños. Los
(1) y en cantar romances con estribos, como si anduvieran de ca-
mino ; y lo más era siempre cantar mal y porfiar; y basta un mú- más destos eran m o c i t o s , hijos de vecino, cascabelillos,
sico pobre i hacer huir á las mismas estrellas del cielo , mayor- y luego so metían á pendencieros. Otros conquistaban
mente si es enfadoso cu el t e m p l a r ; que quien tal s u f r e , sufrirá con amor y d i n e r o , y estos raras veces dejaban de ven-
primero diez melecinas sin haberlas de m e n e s t e r .
c e r , porque peleaban c o n armas d o b l e s , y para estas
(2) locos también dos veces
(3) Destos habia muchas sectas. Andaban casi t o d o s , de puro señoras las armas más fuertes y poderosas son las de (12)
h a m b r i e n t o s , comiéndose las uiías ; y finalmente, de puro pobres Felipe, rey de España ( 1 3 ) . Los extranjeros gastaban sus
en todo, daban en ser poetas de r a p i ñ a , invocando por momentos haciendas, por no temer quedarse e n c u e r o s ; los na-
las musas para c o n s o n a n t e s , y ellas á gente tan pobre ni aun que-
turales se reian d e l l o s , y ellas de unos y otros. FIN DE LOS SUEÑOS.
rían escucharla, cuanto más r e s p o n d e r l e s . Otros habia que muy
en forma se ponian á vituperar cuantos versos sabían de los me- Con este último g é n e r o de locos rematé las diferen-
j o r e s y m á s celebrados p o e t a s . A uno oi que haciendo mofa de cias que pude ver por e n t o n c e s , y cuando más descui-
aquellas tan celebradas liras : dado caminaba para otro c u a r t o , me hallé sin pensar
Aquí lloró sentado t r i s t e m e n t e ;
en el primer p a t i o , donde vi nuevas maravillas. Vi que
decia:
Poeta i m p e r t i n e n t e , por horas se aumentaba el número de los locos. Vi ¡il
¿Qué hombre hay que llore alegremente? Tiempo ponerse en medio de algunos amantes, y que
No pude detenerme en escuchar m á s , porque hedia por allí ter- ellos-se iban mejorando. Vi á l o s Z e l o s castigará losmás
riblemente á m e a d o s , y era p o r q u e , yendo unos destos á beber á
confiados. Vi á la Memoria renovando llagas viejas, al
la fuente del P a r n a s o , las m u s a s , p e n s a n d o hacerles algún favor,
se orinaron en ella cuando estaban con su asquerosa regla. Y así, Entendimiento encerrado e n un aposento escuro, yá la
ine divertí á mirar los más gcnliles h o m b r e s , que hacian sus dio- Razón con una venda en los ojos. Divertíme algún tanto
sas á quien eran o d i o s o s , y los más decían sus dichos á quien en e s t o ; mas cansada la vista de tanta atención, volví
publicaba sus desdichas.
ú un l a d o , y vi un postigo muy p e q u e ñ o , que apenas
(4) Y el que más podía alcanzar era hablar por señas como si
fuera m u d o ; y mascando una esperanza e s c a b e c h a d a , estaba como se podia salir por él, y que la Ingratitud y Sinrazón da-
bestia enfrenada en el p e s e b r e , con la comida delante y amance- ban por allí libertad á algunos. Y o , por gozar de la oca-
bada con solo su d e s e o . sión , apresuré el p a s o , pretendiendo ser de los prime-
(5) Entre estus vi uno m á s triste que un pinar cuando a n o c h e c e ;
ros , ú tiempo que mi criado estaba á grandes voces lla-
y con razón mostraba haberlo sido boquirubio y poco ó nada cur-
tido, porque teniendo cierta ocasión de poder tener por suya la m á n d o m e , porque era ya m u y entrado el dia. Con esto
que ya era de otro, parando en ciertos respetos, y temiendo no die- volví en mí y me hallé en mi c a m a , pero con algún
s e ella v o c e s , ( i ) le dejó ella por un asno enalbardado (que ni si- pesar de haberme quedado en la casa de los locos, si
lla m e r e c í a ) ; le envió á decir que bien p o d i a , si no fuera tan n e -
bien con gran conocimiento de que amor y sus vasallos
cio, haber advertido, al preguntarla de su s a l u d , que le dijo esta-
ba ron«a y que no la oirían de aquí allí. No había cómo consolar- es todo l o c u r a ; y confieso á vuesa merced que por lo que
l e , porque si bien le dije que el remedio era olvidar, decía que era
verdad , pero que luego se le olvidaba el remedio. Tenia este oca- (6) lo l l e v a s e ;
sión de estar t r i s t e , pero no r a z ó n , porque se tuvo la culpa.
(a) El párrafo de los locos de monjas se halla antepuesto al de (7) algún pariente, hermano ó p r i m o s . Pasaban
los locos de casadas y de viudas, en la edición de 1648, y de allí en (8) locos
todas las p o s t e r i o r e s .
(9) los locos zánganos
(i) Faltan algunas palabras para completar el sentido. Pudiera (10) ya á las mozas que las s i r v e n , ya sufriendo una cruel
fijarse de este modo : «y temiendo no diese ella voces, la. d e j ó ; y (111 la frente señalada con los hierros de un locutorio;
ella á el por un asno», etc.
riü) Filipo (MS. Colombino.)
(13) y los mejores vestidos son los de seda, porque se da a cito-
EL ENTREMETIDO
Y LA DUEÑA Y EL SOPLÓN' . 1
ESTOS primeros renglones, que suelen, como alabarderos de los discursos, ir delante haciendo
lugar con sus letores al hombro, pios, candidos, benévolos ó benignos, aquí descansan deste
trabajo, y dejan de ser lacayos de molde y remudan el apellido, que por lo menos es limpieza. Y
á Dios y á ventura, sea vuesamerced quien fuere, que soy el primer prólogo sin tú y bien criado
(a) Opúsculo enigmático y figurativo, como le llamó su aulor ( i ) . Más q u e satírico-moral, es de profunda filosofía
política. Nació del hermoso libro d é l a Política de Dios y gobierno de Cristo, y sugirió á QUEVEDO el pensamiento de
escribirla Vida de Marco Bruto. Tiene pues con ambas'obrasíntimo parentesco, y podría considerarse como el engaste
de ambas.
detraía el eslado moral y político d e E s p a ñ a , consolidado va el gobierno de Felipe IV.
Fué escrito en 1027.
Se dio á la estampa en Gerona en 1628, rotulándose : Discurso de todos ¡os diablos, ó infierno enmendado. Fray Ramón
Roviroll suscribió la c e n s u r a , elogió la importancia del d i s c u r s o ; y aun cuando receló que alguien pudiera escanda-
lizarse , dejó correr el título. Reimprimióse en Valencia por el mes de setiembre d e 1629.
Volvióse á imprimir en Zaragoza por noviembre del mismo año de 1029, autorizado con la aprobación del doctor Virio
de Vera. Hé aqili la p o d a d a de este ejemplar, distinta de la del de Gerona y Valencia : El peor escondrijo de la muerte:
Discurso de todos los dañados y malos. Para que unos no lo sean, y otros lo dejen de ser. El epígrafe interior : Discurso
de todos los diablos, y se repite en cada p l a n a , añadiendo : ó infierno enmendado.
El impresor (leí reino de Navarra, Carlos de L a b á y e n , tuvo esla edición de Zaragoza p r e s e n t e , y la reprodujo cou
exactitud en 1031, j u n t o con los d e m á s escritos del Juvenal español, descoso de que apareciesen tales como salieron d e
aquella saladísima p l u m a , sin las enmiendas, retoques y alteraciones de una censura no siempre sabia y desapasionada.
Quiso, en el verano de 1629, s a c a r á luz el señor de la Torre de Juan Abad una colección de sus rasgos satírico-mora-
les (bajo el nombre d e Juguetes de la niñez y travesuras del ingenio), y enlre ellos el presente discurso. Pasó á la cen-
sura el ejemplar de Gerona, y cupo examinarlo al p a d r e maestro fray Diego Niseno, provincial del monasterio de San
Basilio de Madrid. El religioso, nada afecto á DON FRANCISCO, aprovechó tan favorable coyuntura para satisfacer su
enemiga (u). Juzgó con saña el i r a l a d o , lo calificó d e libelo sedicioso, escandalosoé inmoral; lo llamó relaciones en-
tremesadas en lengua vulgar y civil eslilo; y presentó á su autor por hombre desalmado, q u e torpe lisonjea y atrevido
satiriza. En (in, d u r a m e n t e condenó el titulo, calamidad inseparable de lodas las obras de tan desenfadado ingenio.
Capitulada así la p r e s e n t e , h u b o q u e revisarla, rehacerla y retocarla, comenzando por darle nombre n u e v o , propio
en verdad y oportuno s o b r e m a n e r a .
Llamóse El Entremetido y la Dueña y el Soplón : discurso de! chilindron legitimo de! enfado; en el cual desapareció
cuanto podía o f e n d e r á nidos piadosos y causar desabrimiento á proceres y m i n i s t r o s , eliminándose ademas los lu-
gares'de la Sagrada E s c r i t u r a , q u e si hacian a l á n i m o y objeto del filósofo, no tenian entrada en el argumento festivo
del discurso. Cuando con tanta escrupulosidad se expurgaba asi el texto, la censura no puso reparo ninguno á frases y
pensamientos q u e sacan los colores al rostro. De este modo pues se permitió la impresión en Madrid en el verano
(le 1629.
Eu esta primera colección de los Jagüeles incluyó QUEVEDO, entre las carias del Caballero de la Tenaza y el Libro de
todas las cosas y otras muchas más, una obrilla q u e intituló La Caldera de Pero Gotero, refundida muy pronlo en El
Entremetido y la Dueña y el Soplón. C u á n d o , no he podido averiguarlo; pero hablando de la Caldera y del Entreme-
tido como de cosas distintas los autores del Tribunal de la justa venganza, no pudo ser la refundición anterior al año
Adoptamos por texto el autorizado de los Jagüeles de. la niñez, con presencia de la reimpresión de líarcelona, 1635.
Lolejándola con la de Valencia de 1629 y con la de Caldos Labáven (Pamplona, I65I), sacamos al pié y en su lugar opor-
tuno las supresiones y variantes.
mi manto. Y o , la pobre mujer tapada, dije al Rey pa- banda y llura (c), y vamonos á chacona (</), y qué es queracuza"! ¿Qué e s naqueracuza, infame? Qué quiere de la vara, y daca á ejecutor de la vara; y señor botica-
sando un c h i s t e , y á la Reina otro : yo dije á los priva- sentados ó c a n t a d o s , ó con bailes donde se danzaba, cantaba y re- decir gandi; y hurruá, que en la ventana está (a); y ay, rio, déme una cala; y vélate Barrabás elpollo; y guiri-
d o s , yo íi los ministros, yo á l o s s e ñ o r e s , yo ú los cléri- presentaba , al modo de los ditirambos g r i e g o s , y de los cuales y
guirigay (c), y otras cosas que sin entenderlas tú.ni el
según el memorioso Cervantes, fué un Alonso Martínez el primer porque la desprivó su prima la Chacona. Oigamos con qué viveza
g o s , yo u los frailes, y o á los o b i s p o s ; y este negro que las c a n t a , ni el que las oye, al son de las alcuzas y
inventor entre nosotros. P u e s todos eslos pequeños poemas ter- la describe C e r v a n t e s :
manto ha sido de lenguas, y no de soplillo. No t e n g o yo minaban generalmente con villancicos ; pero n o siempre era stt de los jarros y de los platos las cantan los muchachos y
El baile de la Chacona
la culpa, sino bellacos, que c o m o me ven tapada, se me estribillo un m o t e , un c h i s t e , un pensamiento regalado; y si, por Encierra la vida bona. mozas de fregar con tonillos de aceite y vinagre, y dos
meten debajo del m a n t o , y dicen lo que quieren, y luego el contrarío, un dicharacho y ridicula a l g a r a b í a : circunstancia'que Hállase alii el ejercicio
Que la salud a c o m o d a ,
de queso, y pella y pastel, que tú compones, y no hay
se advierte en la literatura de todos los pueblos y de lodos los si-
no hay s i n o : una mujer tapada dicen que dijo. ¿Saben glos. Si Luis de Denavcnlc concluia en 1030 su precioso éntrenles Sacudiendo de los miembros recado que no c h i l l e s , ni calle que no aturdas, obligan-
vuesas mercedes lo que dijo una mujer tapada? Cuentan A la pereza poltrona.
cantado La dueña (traducido del opúsculo que llena oslas páginas), do á que se enfurezcan las repúblicas, y con pregones
Bulle la risa en el pecho
que una mujer dio tal memorial; y y o , pobre de m í , soy con lan descomunales coplas : De quien baila y de quien toca, restañen tus letrillas y hues y ayes y arrorros, cuzas y
una tonta que apenas sé pedirsiendo mujer. Si fuera yo —En la calle d e Atocha , litan, Del que mira y del que escucha pipirititandos? Nadie está e n los infiernos con tanta
Liloque, vitoque, que vive mi dama : Daíle y música sonora.
e s t e bellaco picaro que está á mi l a d o . . . » Y él respondió: Yo me llamo B a r t o l o , litan, Vierten azogue los p i e s , causa ni con tan sucia causa (d).»
« ¿ Q u é c u l p a e s l a m i a , m a l a h e m b r a ? » «¿Qué culpa? (dijo. Liloque, vitoque, y ella Catalna. Derrítese la p e r s o n a ,
—En la Puerta C e n a d a , litou, Y con gusto de sus dueños Deza con el hurruá, la mojiganga del Jltarfi nuevo que se repre-
un d e m o n i o ? Ser tú peor que todos nosotros : ¿ t ú no Que vive la risa ; Las mulillas se descorchan.
sentó en el coliseo del Retiro cuando el nacimiento de Carlos II,
eres el poela de los picaros, que has llenado el mundo \ las malas c o m e d i a s , litan, El brio y la ligereza
En ios viejos se r e m o z a , en 1GG1:
de disparates y locuras (a)? ¿Quién inventó el tengue ten- Liloque, vitoque, que, y en la de Silva ;
Y en los mancebos se e n s a l z a , música. Urruá, urruá.
si desle modo finalizaba el entremés canlado Los planetas • Y sobre todo s e entona. Indias. A rufa y fá.
P u e s , p o r q u e n o n o s entiendan El baile de la Chacona Valencianos. R a c h e , bache de chlre.
( » ) La plebe tiene su pnesia y sus p o e t a s . Gustar del placer que
Los h o m b r e s , en cifra hablemos. Encierra la vida bona. Negros. Y g u n , g u n , guá.
ofrecen los sonidos de las palabras artificiosamente concertados Y dice la luna : ¡ Qué de veces ha intentado '
rio es privilegio de las altas clases de la sociedad. Pero el vulgo — Z ú r i b i , t r á p i g o , rúslrípi suna. Aquesta noble señora, Después de treinta y dos años que estaba anatematizado el poe-
y los proceres indistintamente más precian en no pocas ocasiones Y (d sol la r e s p o n d e : Con la alegre Zarabanda, la de los picaros, daba buenas muestras de e n m e n d a r s e .
io material del sonido , que lo útil y bello de la idea que se enga- — T r ó p i c o , l í b i c o , z a s , pirilonde. etc. El Pésame, y Perra mora, (b) Cantóse en el famoso baile de Benavente titulado El mise-
lana con aquel hechizo para llevar al alma saludable medicina. De —¿Qué junta y qué lengua es esta? Entrarse por los resquicios rable y el doctor, y en el i n é d i t o , de autor d e s c o n o c i d o , La boda
—Ni es r o m a n c e , ni es latín. De las casas r e l i g i o s a s ,
aquí los dicharachos y greguería que en todos tiempos han forma- —Las j u n t a s de los doctores de pobres. (Dib. Nacional, M. 194. pág. 03.)
A inquietar la honestidad
do los estribillos de los cantos populares. Tales estribillos en ver- Yo entiendo que son así. Que en las sanias celdas m o r a ! (c) Sancha y los m o d e r n o s han impresa guirigui, guirigay. •
dad no tienen significación n i n g u n a , á no ser que al apacentarse —¿Para qué ia hablan los dioses? ¡Cuántas fué vituperada (d) Del modo con que la música de estos canticios populares y
el espíritu cu los más peregrinos acentos de la música anhele oir —Solo para hacer r e í r ; De los mismos que ia a d o r a n , truhanescos habia llegado á figurar en las solemnidades de la Igle-
la palabra humana á través de ellos, sin que la significación de esta ¿mejores estribillos e s c u c h a m o s hoy por ventura en los cania; Porque imagina el lascivo sia , nos ha conservado una muestra Valdivielso en la siguiente
y el pensamiento que envolver debe le distraigan y prevalezcan so- vulgares? Las canciones patrióticas de este siglo ¿los han desde- Y al más necio se le antoja ingeniosa
b r e la armonía del instrumento y de la voz. Que et baile de la Chacona
ñ a d o ? Acicaladísimos poetas, melifluos y escrupulosos ¿no les lian Encierra la vida bona. Letra de Natividad, descubierto el Santísimo Sacramento.
Ya en los ditirambos g r i e g o s , á vueltas de metáforas atrevidas rendido parias? Esta indiana a m u l a t a d a ,
y repentinas t r a n s i c i o n e s , se introducía esle tropel de palabras Al parlo de la zagala
(b) Cervantes introdujo esta tonada en el entremés de los /tfail- De quien la fama pregona
Treinta zagales v i n i e r o n ,
n u e v a s , i n u s i t a d a s , incomprensibles y compuestas d e tal n ú m e r o Que ha hecho más sacrilegios
des ilc Daganzo. E insultos que hizo Aroba ; Y bailaron y t a ñ e r o n ;
de s i l a b a s , que oprimían y faligaban el o i d o ; y entonces Aristófa- Pero Antón llevó la gala.
Visaré yo el polvico, Esta á quien es tributaria
n e s , como ahora QUEVEDO, ridiculizaba la extravagancia de los mú- A tan menudieo : Trajo un salterio P a s c u a l ,
La turba de las f r e g o n a s ,
sicos y el d e s a t i n o d e los p o e t a s . Pisaré yo el polvo, Un caramillo L l ó r e n t e ,
La caterva de los pajes
A tan menuda. Una bandurria C l e m e n t e ,
En todos tiempos el pueblo ha tenido sus trovadores. La me- Y de lacayos las t r o p a s ,
Pisaré yo la tierra , Y una flauta Fuencarral.
moria de ellos ha pasado como la sombra de las n u b e s , pero como D i c e , j u r a , y no revienta,
Por más q u e eslé d u r a , Y en el portal
estas los c a m p o s , su ingenio ha fecundizado los verjeles d é l a Que á pesar de la persona
Puesto que me abra en ella Bailó Antón
poesía. El rudo pero expresivo canto de un juglar, las desaliñadas Del soberbio zambapalo,
Amor s e p u l t u r a , El dongolondron,
Ella es la Ilor de la o l l a ;
coplas de un c i e g o , los motes y letras con que un villano ha que- Pues ya mi ventura Y Blas gañan
Y que solo la Chacona
rido decir su secreto á voces, expresando e n l r e los ecos de la gui- Amor ia p i s ó , La cebolla con el pan,
Encierra la vida bona.
tarra sus celos, sus a m o r e s y sus quejas, han encerrado el germen A tan menudo. Y Cantueso
Pisaré yo lozana Simón A g u a d o , g r a n a d i n o , escribió con motivo de las sober- El rabanieo con queso.
de fecundos pensamientos poéticos y ' m u s i c a l e s , que han desarro- Gil en todo se s e ñ a l a ;
llado d e s p u é s , y de que han sacado útil pulidos y elegantes in- El más duro s u e l o , bias bodas d e Felipe III en V a l e n c i a , año de 1399, el lindo e n -
Pero Antón llevó la gala.
Si en él acaso pisas tremés (Inédito) del Platillo, en el cual danzan la Chacona, y se
genios. De este modo los cantares del pueblo pasaron á la iglesia Antón con gracioso aliño
El mal que recelo. advierte la procedencia americana de este baile. La letra comien-
y al teatro , constituyendo la savia de los autos y villancicos, de Mi bien s e ha pasado en v u e l o , Con el peilico'abrigó
za a s i : Al N i ñ o , que pareció
los s a r a o s , bailes y e n t r e m e s e s . El maestro J o s é de Valdivielso, Y el polvo dejó
Simón Aguado, el inmortal autor del Quijote, el licenciado L u i s de C h i q u i , c b i q u i , morena m i a , Un clavel entre un armiño.
A tan menudo.
Si es de noche ó si es de dia Rióse el N i ñ o ,
D e n a v e n t e , C á n c e r , Morolo y otros muchos trasplantaron estas (e) L a s c i v o , a l e g r e , alborotado el baile de la zarabanda,míe- Cantó Antona
V a m o n o s , vida, á T a m p i c o ,
rústicas llores al boalo de la e s c e n a , al esplendor de los palacios jaba sosegar un punto los brazos y las castañuelas, girándolos e» Mi vida bojia,
Antes que lo entienda el m i c o ;
y á la majestad d e los t e m p l o s . gratos y voluptuosos a d e m a n e s . El asunto de sus coplas era el Que alguien mira la Chacona, Val-de-estácas
a m o r , expresado en rústicos y sencillos c o n c e p t o s , mezcladas Je Que ha de quedar hecho m o n a . Danzó guárdame mis vacas;
Pocas veces han estado en nuestra península más unidas con las
sátira contra los circunstantes, picante y j o c o s a ; y cantábanse,!"" Martín danzó
musas p o p u l a r e s , las s a g r a d a s , las de los alcázares y coliseos, Bernardo López del Campo compuso la mojiganga (inédita) del Matachín, que no te digo.
que d u r a n t e la dinastía a u s t r í a c a , especialmente en los tiempos ser líricas, en las bodas y en los regocijados banquetes.
Zarambeque, baile muy aplaudido en la mitad del siglo xvu. Con Con g a l a , y fué Martingala;
del tercero y cuarto Felipe. Esla familiaridad causaba desabrimien- A este baile atribuyen fabulosa auligúcdad escritores nacimu- Pero A n t ó n , etc.
el Zarambeque alterna la Chacona, q u e cantan unos estudiantes de
to á escritores pulcros y a t i l d a d o s , y pretendieron q u e el estro les y extranjeros. Quién dice que los de Cádiz lo inventaron y se El escolar Cariharto
este modo :
fuese patrimonio exclusivo dcl'artiflcio, del trabajo y del estudio, usó en Ploma en tiempo de los C é s a r e s ; y quién le da por cuna l> P o r la parida apostaba
Persia, hallándole descrito en s u s historias y señalado en los ves- ¡Oh , bien haya nuestro padre ' Que después del parto estaba
couvirtiendo en misterios elcuxinos las inspiraciones p o é l l c a s , y R o t o r , que en la vida holgona
tigios de su antigua lengua. Por esto derivan unos la palabra zara- Virgen como antes del parto.
ahuyentando de Hclicona al vulgo profano. Es todo extremos el No nos manda tener d u e l o s , \ Danzó E s p a r t o ,
b o m b r c , y desdeñando la poesía civil n o podia satisfacerle otra que banda de zarba (deduciéndola de la raíz oriental taraba: ales™ P e n a s , c u i d a d o s , ni honra ! Como m o n a ,
la culla, á que dio Góngora vuelo, y autorizó y entronizó el conde- y alegrarse m u c h o ) , cuyo nombre tuvieron en aquel país ciertas —; Vita bona, vita bona! I Canaria bona;
duque de Olivares . m o n a r c a verdadero-de las E s p a ñ a s . Cuando se mujeres que cu los festines cantaban y tañían. Otros de sérkuJ, i La Chacona, la Chacona! ¡ Pabro Ensancha
escribió el Discurso de todos los diablos estaba empeñada la lucha que en p c i s i a n o vale cantiga. Oíros de la radical hebrea zara, ip" 1
Cuando el dómine Miguel ; Déjame, Periquito de Sancha;
significa c e r n e r , e s p a r c i r , andar á la redonda, caracteres especia- Va á pedir con prosa escasa , i Y Marina
entre los cultos y los patos del aguachirle castellana, como los apo-
les de esta danza. Y o t r o s , en l i n , notan estrecha afinidad éntrela Suele limpiar una casa A ta gala de Medina ,
daba el cisne c o r d o b é s ; y QUEVEDO , gustifso de pelear siempre en Si se descuidan con é l ; ;
voz castellana zambra y zarabanda, como que ambas se ctlinolo Que hasta allá llegó su g a l a ;
el bando contrario, enzarzó á unos y otros en el presente opúscu- Mas si le cogen infiel, i Pero A n t ó n , etc.
l o , bien que los dardos más agudos iban disparados contra Gón- gizan de la hebrea ztimar, que corresponde al psallerc lnlino Hace al punto la temblona. i Mingo, que mira en el heno
gora y sus prosélitos los vates de roncon y terremoto. Todo esto no deja duda acerca del origen oriental del baile, y ' 1 0
—; Vita bona, etc. i Aquel Grano s o b e r a n o ,
bió pasar de aquellas regiones á nuestra Andalucía durante la j «• Dijo : Con solo este Grano
No pudo ser exterminado en esta guerra literaria el poeta de los (a) A pesar del anatema de QUEVEDO, concluyó el ugier de sa-
minacion a g a r e n a , como pasaron el gusto arquitectónico , l o s " ' ' Ha de ser el año b u e n o .
picaros, el autor de tanto caprichoso estribillo. S u s inspiraciones lda de la reina doña Mariana de Austria , don Vírenlo Suarez de Cantó Moreno,
j e s p e r s i a n o s , las costumbres y la literatura ( i ) . , (|
habian logrado autoridad en el t e a t r o , donde reunido mucho pue- Viendo el p a n ,
b l o , tomábalas de memoria la mullitud, que luego entretenía con \d) A principios del siglo xvu iba ya en decadencia la zaraba» • Al villano se lo dan ;
seriarían sóbrelos vesliqios de la lengua pérsica.—Mcnage, Eli-
ellas á toda hora las faenas domésticas. Fué antigua costumbre moliiyico francés. — Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana.— Y Andrés de Cubas
(i) P a l m c r i o , en sus ñolas á E s t r a b o n . Hadriano Relamió," ' 1
( a ) á heder de nuestra cosecha y á oler de a c a r r e o : bron m u y m a g r o , cercado de mucha g e n t e , atenta á mo servía con mesura de compañero;—solo por ser bien- la hipocresía, luego dicen : Mi alma conla suya. Con-
somos como niñas de o j o s , que siempre son niñas muletas, traspiés y tropezones y casi pinicos. Estaba go- quisto vine á quedar sin hacienda, sin qué comer, y h e - cédeseles la petición, y vienen aquí en romería, asidos
bernando los hervores de una gran caldera (c). «¿ Quién cho andrajos por ser bienquisto. Hombres del mundo, unos de otros.
aunque tengan cien años. Decimos que las canas
eres (preguntó el entremetido), pupilero de achaques, no prestéis, no convidéis, no d e i s : pedid y agarrad, y Maniatado y a s i d o , con grande alarido y empellones,
s o n de una p e s a d u m b r e , las arrugas de una enfer-
sobrestante de tizones, guisandero frison?» «Yo soy, di- ande el mogollón; que ser quisto no es tan bueno como que llama el Calepinodo los c o r c h e t e s , traían m u c h o s
m e d a d ; que estamos sin dientes de un corrimiento,
j o , Pero Gotero: esa es mi caldera, tan famosa entre los ser guardoso, y ser rico es mejor que quistarse con los espíritus malos al diablo de los ladrones: grandemen-
y es verdad, pues lo estamos de años que han cor-
cuentos y los m u c h a c h o s ; estos que me asisten son los pidones. No hay cosa tan cara como ser bienquisto, ni te acriminaban s u delito. Pluton se m e s u r ó , y un r e -
rido por nosotras (b). Démonos h e c h o reacias en los
gotosos, aquella mi caldera, y a u n q u e e s g r a n d o , habré de tanta comodidad y ahorro comosermalquisto. No lle- lator dijo : « S e ñ o r , este diablo no sabe lo que se d i a -
treinta a ñ o s , y no hay pasar de allí en la cuenta; y en
de ensancharla; que son m u c h o s los que vienen á la cal- ven y g r u ñ a n , no coman y m u r m u r e n : ser caballero de bla, ni vale un d i a b l o , y es vergüenza que sea diablo-,
apretándonos, d e c i m o s : Aquí del m o ñ o , como aquí de
dera de Pero Gotero y m u c h o s los q u e hay en ella. Unos ayuno es gran c o s a ; que alabanzas pasadas por hospital porque no trata sino de hacer que se salven los h o m -
la carda.» «¿Han quedado raigones? dijo la d u e ñ a : pues
se tifien como los viejos, á quien acá llamamos los tino- peores son que un vituperio por ahorro.»—Atajóle otra bres (4).» Estremecióse todo el tribunal en oyendo la
eso basta, y la parte se toma por el t o d o , y d e s e n g á -
sos de la e d a d ; otros se c u e c e n , otros so g u i s a n , otros legumbre de la caldera, que nadaba entremetido con palabra salven. Refrescáronse las llagas, mordiéronse
ñense las de la boca desempedrada, que no las ha de
se frien.» En esto dio tres ó cuatro borbotones la calde- lodo, bien descubierto; y sabido su nombre, era el Pero, los labios, y dijo el supremo maldito : « ¿Y oso es cier-
valer esta vez.» Fueron arrebatadas para el Simancas de
ra , que casi s e salia , y el buen Pero Gotero agarró por fruta de los achaques y de la malicia, de quien se hace to?» Y replicó el fiscal: « S e ñ o r , este no gasta el tiem-
los muertos por auténticas. Víose (1) allí cerca un h o m - los postres á cuanto oye la calumnia : el Pero que no
cucharon un esquife y empezó á espumar. Daba saltos po sino en hacer que roben y hurten los h o m b r e s : lle-
cha.» ¿ « P u e s c ó m o , si es el infierno, piden misas nr¡ui ?» «Yo se e n medio un bullo grande. «¿Quién es aquel, preguntó deja madurar ninguna honra ni crédito. —Doncella es, v a d o s á la cárcel, abórcanlos, ó si s o n monederos fal-
lo diré (dijo muy corto de razones uno de los padres vizcaínos de pero amiga de v e n t a n a ; hidalgo e s , ( 1 ) pero no sé qué s o s , quétnaulos: predícanlos, previénenlos, couliésan-
la dueña, que me ha llenado el ojo?» «Aquel, dijo el buen
t i z n e ) . ¿Viene ahí algún ladrón'.'» SI (dijeron más de ochocien-
Gotero, es el Punto crudo, q u e há mil siglos que gasto me be o i d o ; hombre de bien e s , pero muy soberbio.— s e ; sálvanse. Y esle 110 pensaba que por la horca y por el
tos)» « P u e s oigan. Cuando contaban los hurtos que h a c i a n , ¿no
se los reprendieron muchas v e c e s , y ellos respondían : Qué hemos con él lumbre y c a r b ó n , y nunca se ha empezado á ca- Y este Pero no hay lengua que no (2) se lleve, y los hay de fuego se podia ir al cielo, y en ahorcados y quemados ha
d e hacer? ¿Aguardar que se nos venga á casa lo que todos guardan? : lentar.» «¡Válate !a mala ventura por Punto crudo, dijo invierno y de verano. Y oyendo esto, dijo Gotero : «Es usurpado infinito patrimonio á los tormentos.» «No hay
¿Cómo se puede un hombre p a s e a r , y tener amiga y dineros, y j u c - 1
Sino corrimientos. y mujeres que e j e r c í a n , con capa de s a n t i d a d , muchos vicios. La tuve por diablos del lodo. Estos dijeron que ellos h a -
—No es de vejez tanta a r r u g a , dolencias de caballero badea, llamando despensero a' inquisición sevillana penitenció el último dia de febrero de aquel
.Sino de una m u d a . " M ' mitre otros principales e m b e l e c a d o r e s , al maestro .luán de ll) siendo otra su intención ( E d i c . de Barcelona, lüoo.)
lacayo, y cocinero á la ama, y mayordomo á un picaro que V
Villalpando, s a c e r d o t e , natural de Garachico, en la isla de Teñó- (o) majestad. (Edic. de Valencia y Pamplona.)
(I) Víase (Edic. de Madrid, 1648.) — Veíase (La de Bruselas, ?/ m e , y á la madre Catalina , beata carmelita.
desde entonces todas.) (G) i Pues q u é , si es pretendiente de obispado, cosa que dicen
I or entonces también ocurrió la ruidosa causa de San Plácido, en
j (c) lié aqui La caldera de Pero Gotero de que hemos hablado en Madrid, de cuyas resultas y por el mismo delito de alumbramiento los cánones y Padres que no se deben dar á los pretcndieiiles el ni-
¡ la ñola preliminar del presente discurso. morón castigados el vicario y la priora de aquel monasterio de be-
(i) solicitarle su mujer (Edic. de Valencia y Pamplona.) hil lalé cogitantes! (Edic. de Valencia y Pamñlontt.)
¡ii) del tenor (Edic. de Pamplona.) ¡ (4) de. mi (Edic. de Madrid, 1018, y de ella todas las posteriores.'
378 OBRAS D E DON FRANCISC DE Q U E V E D O VILLEGAS. E L E N T R E M E T I D O Y Lt L DUEÑA Y E L SOPLÓN. 370
bian v e n g a d o á l a s l n d i a s d e E s p a ñ a , p u e s l i a b i a n h e c l i o dióle el e n t r e m e t i d o : « P u e s ¿ q u é lo falta ala d u e ñ a ? » beldé s e r a f í n , el l u c e r o a m o t i n a d o , dijo : «Mando q u e «Hijos diablos, asistid á m o h a t r e r o s y á u s u r a s , á v e n -
m á s mal en m e t e r acá los polvos y el h u m o y j i c a r a s y El s o p l ó n , q u e a n d a b a e n forma d e c a ñ u t o aventando todos vosotros t e n g á i s á la P r o s p e r i d a d p o r diabla m á x i - ganzas , á p r e t e n s i o n e s , á e n v i d i a s , y s o b r e t o d o os e n -
m o l i n i l l o s , q u e el R e y Católico á Colon y á C o r t é s y c u l p a s , dio en u n r i n c ó n c o n u n haz d e diablos viejos, m a , s u p e r i o r y s u p e r l a t i v a , p u e s t o d o s vosotros j u n t o s c o m i e n d o la h i p o c r e s í a , q u e es lazo d e t o d a s l a s cosas
á A l m a g r o y á P i z a r r o ; c u a n t o e r a m e j o r y m á s limpioy y llenos d e t e l a r a ñ a s y m o h o s o s : dio c u e n t a d e l l o ; no no traéis la t e r c e r a p a r t e d e g e n t e s (1) á la sima q u e ella y d e t o d o s los sentidos y p o t e n c i a s ; q u e no se s i e n t e ni
m á s glorioso s e r m u e r t o s á m o s q u e t a z o s y á l a n z a d a s , q u e los podian d e s p e r t a r . P r e g u n t á r o n l e s q u é d e m o n i o s eran sola t r a e . E s t a es la q u e olvida á los h o m b r e s de Dios y se c o n o c e ni se r e h u s a , y se p r e m i a y se a d o r a .
& moquitas y estornudos y á regüeldos y á vaguidos y á y á q u i é n e s t a b a n r e p a r t i d o s y c ó m o n o hacian su oficio, de sí y d e s u s p r ó j i m o s . Esta los confía d e las riquezas, »Y s o b r e t o d o , a c r e d i t a d m e los c h i s m e s con los p o d e -
t a b a r d i l l o s ; s i e n d o los c h o c o l a t e r o s idólatras del s o r b o , y r e s p o n d i e r o n b o s t e z a n d o q u é e r a n los diablos d e los los enlaza c o n la v a n i d a d , los c i e g a c o n el g o z o , los r o s o s , y veréis lo q u e h a c e n y lo q u o p a d e c e n , y cuál
q u e s e elevan y le a d o r a n y se a r r o b a n ; y los t a b a c a n o s , e n a m o r a d o s ; y q u e d e s d e q u e el d i n e r o cayó m a s e n carga c o n los t e s o r o s , los e n t i e r r a c o n los oficios. ¿ E n p o n e n el m u n d o , y a d o n d e van á p a r a r .
c o m o l u t e r a n o s , si le t o m a n e n h u m o , h a c i e n d o el n o v i - g r a c i a á las m u j e r e s q u e su h o n o r ni los r e q u i e b r o s , se qué tragedia no r e p a r t e todos los p a p e l e s ? Q u é c o r d u r a , « Y e s o s e m p e r a d o r e s y esos m i n i s t r o s n o se j u n t e n
c i a d o para el i n l i e r n o ; si e n p o l v o , p a r a el r o m a d i z o . h a b í a n venido allí, p o r q u e la m o n e d a suplía s u s faltas,
en llegando 4 ella, n o s e r e s b a l a ? Q u é l o c u r a n o c r e c e ? m á s , y c a d a u n o p e n e p a r a sí m i s m o .
y q u e a n t e s e m b a r a z a b a n , p u e s u n a t e n t a c i ó n d e talego
D e t r a s destos d o s venía el diablo d e l cohecho, y este Q u é a d v e r t e n c i a t i e n e l u g a r ? Q u é consejo se l o g r a ? Qué » L o s filósofos y los tiranos estén donde, se oigan y se
vale p o r mil d e d i a b l o , y caen m u c h o antes e n u n a d á -
diablo t e n i a linda c a r a y t a l l e : cosa q u e n o vi e n o t r o , y castigo se t e m e ? Y ¿cuál n o se m e r e c e ? Ella alimenta de a t o s i g u e n , los u n o s c o n o p r o b i o s y los o t r o s c o n s e n -
diva q u e e n u n a t e n t a c i ó n , y a n t e s consienten en un
e r a c o m o u n o r o , y m e p a r e c e q u e le h e visto en mil d i - sucesos los e s c á n d a l o s , d e e s c a r m i e n t o s las h i s t o r i a s , tencias.
t o m a q u o en u n p e n s a m i e n t o ( 1 ) .
ferentes p a r t e s , en u n a s a r r e b o z a d o , en o t r a s d e s c u b i e r - de venganzas á los t i r a n o s , y d e s a n g r e á los v e r d u g o s . »Los soplones sirvan d e fuelles, y no d e a b a n i c o s ; a t i -
t o , l l a m á n d o s e u n a s veces n i ñ e r í a , o t r a s r e g a l o , o t r a s « Y o soy el diablo d e los juzga-mundos, de u n o s b e - ¡Cuántos á n i m o s t u v o la m i s e r i a y el a p o c a m i e n t o c a - cen y no refresquen.
presente, otras limosna, otras p a g a , otras restitución, llacos a c e c h o n e s , q u e tintos e n políticos, son el pero de nonizados , q u e e n p o d e r d e la p r o s p e r i d a d fueron i n - « L o s e n t r e m e t i d o s s e a n piojos del infierno y c o m a n
y n u n c a le vi c o n s u n o m b r e p r o p i o ; y m e a c u e r d o d e todo lo q u e se o r d e n a . Bien fué m a n d a r l o , p e r o se de- solentes y f o r m i d a b l e s ! ¡ A b m i n i s t r o s ! R e v e r e n c i a d l a á q u i e n los c r i a , y h a g a n r o n c h a s e u q u i e n los s u s -
h a b e r l e visto llamar h e r e n c i a , g a n a n c i a , b a r a t o , p a t r i - bía m i r a r . Bien m e r e c i ó el oficio, p e r o . . . Gente que y introducidla ; y l a s a l m a s q u e se m a n t u v i e r e n h u m i l - tenta. »
m o n i o , r e c o n o c i m i e n t o y n a d a ; y le h e c o n o c i d o en s i e m p r e a c a b a e n p e r o s lo q u e d i s c u r r e . S o n u n o s envi- des á p r u e b a d e p r o s p e r i d a d , n o hay p e r d e r tiempo Y m i r a n d o á la d u e ñ a , d i j o : « D u e ñ a s , déselas Dios
Unas p a r t e s d o t o r , en m u c h a s l i c e n c i a d o , e n t r e m u j e - d i o s o s d o b u e n a c a p a , y u n a c a r c o m a confitada e n e s - con ellas. E s c a r m e n t a d e n aquel diablo n e c i o , q u e p a r a á q u i e n las desea : m i r a n d o esloy a d o n d e l a s e c h a -
res bachiller, entre escribanos derechos, yentre.con- t a d o . Y c o m o e s t o s para c o n d e n a r s e no a g u a r d a n sino tentar á Job pidió licencia á Dios p a r a p e r s e g u i r l e , e m - ré (a).»
fesores limosna. q u e los p r í n c i p e s m a n d e n a l g o , s u s validos lo propon- pobrecerle y p l a g a r l e . ¡Gentil m a ñ a , d e b i e n d o pedir L o s demonios y c o n d e n a d o s q u e le vieron d e t e r m i -
E s t e venía c o n g r a n d e s é q u i t o , p r e t e n d i e n d o título g a n , ó los consejos lo d e t e r m i n e n , fiado en su maldita licencia p a r a a u m e n t a r l o los b i e n e s y el d e s c a u s o y la n a d o á r u c i a r l o s de d u e ñ a s , e m p e z a r o n t o d o s á d e c i r :
c o n t r a d i c i o n á c u a n t o n o ordena su m a l i c i a , m e duer- salud! Q u e e n el m u n d o el q u e alcanza t o d o lo q u e
d e diablo m á x i m o ; m a s se lo c o n t r a d i j o con n o t a b l e s a - « P o r allá, p o r a c u l l á ; d u e ñ a , y no p o r mi c a s a . » E s c o n -
m o , y los a g u a r d o y los r e c i b o , p o r q u e e l l o s n o s e d u e r - quiere, c o m o no e c h a m e n o s ú Dios p a r a n a d a , a u n para
tisfacion el diablo d e la consecuencia, d i c i e n d o : «Yo díanse t o d o s , y bajaban l a s cabezas viéndose a m a g a r do
m e n en v e n i r s e y e n s o n s a c a r á o t r o s p a r a q u e vengan. jurarle le olvida. D e m o n i o s , dijo e m p i n a n d o el a u l l i -
soy el e n r e d o político y la fullería d e los p r í n c i p e s y el d u e ñ a s ( 6 ) . Viendo e s t e alboroto y t e m o r , dijo : « A h o r a
G e n t e t a n i n f a m e , q u e p a r a s e r bienquistos dicen mal de d o , publíquense d e s d e b o y los t r a b a j o s y la persecución
a c h a q u e d e los i n d i g n o s y la d i s c u l p a d e los tiranos. Yo e s t é n s e así, y j u r o por m í y p o r mi c o r o n a , q u e al diublo
t o d o s , y p a r a t e n e r b u e n o s dias desean á t o d o s mal;
soy t i n t o r e r o d e l a s b e l l a q u e r í a s , q u e las doy color, y porenemigosmorlales delinfierno: sonmilicia deDiosy q u e se d e s c u i d a r e en lo q u e h e m a n d a d o , y al c o n d e n a -
p u e s c o m o s o n m á s las d e s d i c h a s q u e los g u s t o s , siem-
lo atropello y t e n g o el m u n d o confuso y r e v u e l t o . Yo h e medicina d e s u s a b i d u r í a y dádiva d e s u m a n o . El rico do q u e m á s d e s p r e c i a r e m i s ó r d e n e s , q u e le h e d e c o n -
p r e a n d a n recibiendo p a r a b i e n e s de r u i n a s y desgracias.»
d e s t e r r a d o la r a z ó n y h e c h o m é r i t o la porfía y p o d e r o s o dice : Hay q u e c o m e r y q u e g u a r d a r y q u e g o z a r . Y el d e n a r a d u e ñ a sin s u e l d o . E s t é n s e b a r a d a s e n e s e z a h u r -
el e j e m p l o , y h e d a d o fuerza d e ley al s u c e s o y a u t o r i - Bien le p a r e c i ó á P l u t o n esta a d v e r t e n c i a , y por r e - pobre : ¡ Ay Dios m i ó ! ¡ Dios m e r e m e d i e ! Y p i d e con d o n , y c o n d e n a r é á los diablos á d u e ñ a s c o m o á g a l e r a s .
d a d á la b e l l a q u e r í a , y a c r e d i t a d o la i n s o l e n c i a . m e d i a r l o t o d o y p r e v e n i r l o s m a y o r e s a u m e n t o s de su Dios, y come p o r D i o s ; y al u n o le llaman p o r d i o s e r o , y Con esto d e s a p a r e c i e r o n t o d o s , a t e m o r i z a d o s del c a s -
» P a r a a l c a n z a r u n bellaco lo q u e á o t r o dio la i n i q u i - d o m i n i o , m a n d ó j u n t a r las c o m u n i d a d e s , repartimientos al otro h o m b r e sin Dios. Trabajos délos el s u m o S e ñ o r ; ligo, y P l u t o n se r e t i r ó á s u a n t i g u a n o c h e , d e j a n d o á s u
d a d , e n a l e g a n d o : c o n o t r o se h i z o , — d é u n t a p a b o c a á d e s u s p r i s i o n e s ; y o b e d e c i e n d o á s u s e ñ o r , s e vio junta descanso y b u e n a v e n t u r a y felicidad, vosotros. familia h o r r o r , á s u s e s t a d o s l e y e s , y tí los h o m b r e s a d -
las c o n s u l t a s y á l a s a d v e r t e n c i a s , y á lo imposible saca u n a g r a n s u m a d e e s p í r i t u s i n f a m e s . E n t o n c e s abriendo »Item m á s , p a r a e n c a m i n a r el b u e n g o b i e r n o os m a n - v e r t e n c i a , q u e si la l o g r a m o s , p o d r e m o s decir ( 2 ) q u e
d e q u i c i o ; y m i e n t r a s y o d u r a r e e n el m u n d o , n o h a y p o r b o c a u n a s i m a , aulló e s t e r a z o n a m i e n t o : do que ningún d e m o n i o p i e r d a t i e m p o en las a u d i e n - tal vez es m e d i c i n a el v e n e n o .
q u e t e m e r v i r t u d ni j u s t i c i a ni b u e n g o b i e r n o . Y ese d i a - «Union d e s e s p e r a d a , pueblos p r e c i t o s , los q u e c o - cias, t r i b u n a l e s y p a l a c i o s , q u e los p r e t e n d i e n t e s y p l e i -
b l o del cohecho, si n o le a r r e b o z o , ¿ c o n q u é c a r a se e n - b r a s t e s e n m u e r t e los e s t i p e n d i o s del p e c a d o , aquí se teantes y a d u l a d o r e s y envidiosos mejor s a b e n venirse (ÍI) F.sla pragmática es el primitivo pensamiento que sugirió á
trará por unas uñas g r a d u a d a s y por unas hopalandas ha p r e t e n d i d o e n l r e tres d e m o n i o s el título d e máximo. acá y traerse u n o s á o t r o s , q u e v o s o t r o s t r a e r l o s . QUEVEOO para su obra el titulo de Infierno enmendado. Nunca fué
m a g n í f i c a s ? Calle el p i c a r o ; q u e el título d e m á x i m o No lo h e d a d o á n i n g u n o , p o r q u e e n t r e vosotros hay su ánimo que se entendiese aquí por inlierno olro que el que la
«Ningún d e m o n i o se m e a r r e b o c e con o t r a capa sino la humana sociedad se labra en vida con el olvido d é l a s divinas leyes
diablo solo es m i ó . » u n a diabla q u e lo m e r e c e mejor q u e t o d o s . » Miráronse de la c o m o d i d a d , q u e es el calzador c o n q u e e n t r a r á á y el desencadenamiento do los vicios y de las pasiones.
« ¿ Y y o , dijo o t r o , m o n d o v i r t u d e s c o m o níspolas? u n o s ' á o t r o s ; e m p e z a r o n á d i s c u r r i r c o n murmurio. pocos estirones en la c o n c i e n c i a m á s e s t r e c h a . (b) Pesadilla perpetua de QUEVEDO y de Cervantes eran las due-
¿ S o y d e los diablos d e mala m u e r t e q u e se hallan d e t r a s «No os c a n s é i s , d i j o , l l a m a d m e a la B u e n a d i c h a , que ñ a s , y esto en algún accidente de la vida de ambos ingenios pu-
«Al d i n e r o , e n l o d a s las p a r l e s q u e le t o p a r e n los d e -
d e la p u e r t a ? ¿ C o n t e n t ó m e c o n n i ñ e r í a s ? ¿Valgo yo p o r otro n o m b r e se llama la diabla P r o s p e r i d a d . » Y luego do tener origen; bien que ni Mateo Alemán, ni Luis Vélez de Gue-
monios , s i n e x c e p t a r n i n g u n o , s e levanten y le den s u vara ni otros muchos les eran más allcionados.
d e lo ú l t i m o d e l o d o el conclave salió ella m u y presu-
d e e m b e l e c o s d e á c i e n t o e n l i b r a ? Yo soy d e m o n i o do lugar, q u e i m p o r t a : la causa es s e c r e t a , n o n o s oigan Decia el autor de los Arrestos de amor: «que la chismosa dueña
mida y d e s c u i d a d a . P ú s o s e d e l a n t e , y e n viéndola el re-
pocas p a l a b r a s : c u a t r o r a z o n e s d i r é , y h a b l e q u i e n se las faltriqueras. fuese q u e m a d a , ó á lo menos que le trazasen la lengua con un
tí) Olro demonio oslaba roncando, y el ruido propio le acusii. hierro a r d i e n t e , á lin que las otras lomasen ejemplo.»
a t r e v i e r e . Yo el tal diablo h e h e c h o h o n r a el s e r c o r n u - »La g u e r r a se h a d e e s t o r b a r p o r t o d o s m i s ministros
Asiéronle y preguntando cómo dormía sueño de c o r n u d o , dijo: . El autor de Guzman de Alfarache : «Suelen ser las tales minis-
d o s , g r a c i a el s e r p u t a s , oficio el s e r l a d r ó n , l a d r o n e s en todas p a r t e s , q u e ejercita los á n i m o s , p r e m i a los v i r - tros de S a t a n á s , con que mina y postra las fuertes torres de las
«Tres dias há que me acosté. Yo soy el diablo de las monjas, y que-
los oficios.» Y e n t r e t a n t o s n o h u b o q u i e n t ó m a s e l a m a - tuosos, a m p a r a los v a l i e n t e s , aniquila el ocio n u e s t r o mas castas m u j e r e s ; que p o r mejorarse de monjiles y m a n t o s , y
dan eligiendo abadesa. Y en tratándose deso no hay sino descuidar,
n o : todos c a l l a r o n d a n d o l u g a r á u n d i a b l a z o , q u e asido a m i g o , y a c u e r d a d e los s a n t o s y do los votos. Diablos, tener en sus cajas otras de m e r m e l a d a , no habrá traición que no
que tollas son d i a b l o s ; y en el torno se h i l a n , y en las redes se intenten, fealdad que no soliciten, castidad que no manchen, mal-
d e un h a b l a d o r y d e u n vano y lisonjero, d e c i a : « D é j e n - en todo el m u n d o m e l e d p a z ; q u e c o n ella v i e n e el d e s - dad con que no salgan.»
c i e r n e n ; y a n t e s estorbara y o , porque las ambiciosas tienen par
m e e n t r a r , q u e t r a i g o . . . » « ¿ Q u é t r a e s ? » dijo el e n t r e - cuido, la l u j u r i a , la g u l a , la m u r m u r a c i ó n ; los v i c i o - Sancho Panza , bajo la fe de un boticario toledano , afirmaba :
punta de honra q u e el diablo presuma en este tiempo de hábil-
m e t i d o . R e s p o n d i ó : « E s t o s d o s . » « ¿ Q u i é n s o n ? » «Un sos m e d r a n , los m e n t i r o s o s so o y e n , los a l c a h u e t e s se «que donde interviniesen dueñas , no podia suceder cosa buena;
Cuando acá falte desorden y alboroto y parcialidades y bando, y
h a b l a d o r y u n lisonjero y v a n o : son piezas d e r e y , y p o r admiten, las p u l a s , la n e g o c i a c i ó n ; y los m é r i t o s se que todas son enfadosas é impertinentes, de cualquier calidad y con-
si la paz se aventurare alguna vez á asomarse acá, no hay sino ar- dición que sean ;» opinando lambicn el buen escudero que : «debía
e s o los t r a i g o al n u e s t r o . » Viólos L u c i f e r c o n a s c o , y d i - rimar al inlierno una elección de superiora, y no nos conoceremos caen d e su e s t a d o . Y n o os fatiguéis m u c h o en e n r e d a r ser más propio y natural de las dueñas pensar jumentos que auto-
j o : «¡Y c ó m o si son piezas d e r e y e s ! Mas a u n q u e r e y d i a - todos.» los h o m b r e s e n a m a n c e b a m i e n t o s y g u s t o s d e m u j e r ; rizar las salas.»
b l o , y diablo y a r c h i d i a b l o , n o g u s t o d e s t a g e n t e . » Ilion le pareció á Lucifer esta advertencia, y por remediarlo q u e n o hay p e c a d o t a n t r a i d o r c o m o e s l e , q u e a p u n t a al Véase con q u é las compara, después de llamarlas demonias hem-
todo, etc. — [Edic. de Valencia, reproduciendo la de fiera»».—I''» b r a s , Luis Vélez en el Diablo cojudo : «Aquellas que vienen ron
Desde lejos u n d e m o ñ u e l o d e c i a : « P r í n c i p e , seis a ñ o s infierno y d a en el a r r e p e n t i m i e n t o cada v e z ; y las m u -
la de Zaragoza de 1G29 suprimió QUEVEDO el párrafo del diablo de tocas largas y antojos sobre minotauros, son la Usura, la Simonía,
há q u o a n d o t r a s u n r u i n , y e s t á n r u i n , q u e n o sé c ó m o jeres se dan m u c h a priesa á d e s e n g a ñ a r d e s í , y los q u e la Mohatra, la Chisme , la liaraja , la Soberbia , la Invención , la
las monjas, y lo sustituyó con el del diablo de los juzga-mundos
lo a c a b e d e d e s t r u i r , p o r q u e d e p u r o r u i n n o es p a r a que queda inserto arriba. Por ello aquel no parece, y si este en su no se a r r e p i e n t e n se h a r t a n . Hazañería , dueñas de la Fortuna.»
lugar, en la reimpresión de Pamplona, K~,\.\ (2) Saliitemc.r intmicisuoslris, el de manu omnium qui oderuntnos.
n a d a n i b u e n o ni m a l o . «¿Eso d u d a s ? » dijo la d u e ñ a . Si
—(A pesar de q u e en la impresión, puede llamarse oficial, de los (1) al inlierno , que ella sola trae. {Edic. de Vale ne. g Pamp.) FIN. (Edic. de Pamplona.)
e s r u i n p onle c o n h o n r a , y a c a b a r á s con é l , y él c o n el Juguetes de la niñez no liguró el diablo de las monjas, los autores
m u n d o . «¿Dijera m á s el diablo?» dijo el soplón. R e s p o n - del Tribunal de la justa venganza hicieron por él cargos á t o s FIN DEL K.NTIILJIETIDO Y LA DlliS.V Y EL SOPLOS.
FRANCISCO.)
LA HORA DE TODOS,
ESTE libro tiene parentesco con vuesa merced, por tener su origen de una palabra que le oí. A
vuesa merced debe el nacimiento; á mí el crecer. Su comunicación es estudio para el bien atento,
pues con pocas letras que pronuncia, ocasiona discursos. Tal es la genealogía deste. Dóyle lo que
es suyo en la sustancia, y lo que es mió en la estatura y bulto. Su título es : La Hora de todos, y
la Fortuna con seso. Todos me deberán una hora por lo menos, y la Fortuna sacarla de los orates;
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f c c , a
r e s u l t a del capitulo x i v , y quo al editor d e la colección de B r u s e l a s , 1 6 f ! 0 , hizo creer habia sido escrito el libro
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alucinarnos. E s precisamente la del año en que se ponía en limpio el discurso correcto y atildado,
doh-i i , ? ! " 7 S T A
. > ° . preparó DON FRANCISCO, titularse Obras varias, y en junio de 1 6 1 4 fué censurada por don Diego de Cór-
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" Antonio Calderón , arzobispo electo de Granada , habiendo para la impresión concedido el Ordinario la oportuna
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asi de la Primera parte de las obras en prosa, que sacó a luz en 1 6 5 8 el mercader de libros Mateo de la Bastida, bajo
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Wedinaceli y Alcalá.
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do los curiosos un opusculillo no publicado hasta ahora, con el nombre : Los Monopantos. Sueño potinco que dejó
mas Hc"lte ''ancisco dc Quevedo y Villegas. He/icrc en él lo que subcedia en el gobierno del conde-duque de Olivares, sus mácsi-
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opúsculo redactado con más elegancia, aumentado con nuevos pensamientos, y dispuesto en más agradable
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' ' 'o m o n d ó , cerno y recortó ei titulo, dejándolo en solo : Monopantos.
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reme < "¡i '° i P copia antigua.—El primero fué invención de don Diego de Torres Villaroel (que hasta en el apellido
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menor m "." y >> l ' o hilvanó á mediados del siglo XVIII, en cuya época se buscaba con ahinco y se pagaba á peso de oro el
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do este ingenio. Solamente la irreflexión y la ignorancia pudo aceptar por legitimo lo que á todas luces con-
l a u m a
ecto»; aiií » " , ' ? r c l ó su cartapcl con el capitulo xxxix de La hora de todos, con poner en desaliñada prosa los hermosos ter-
l o r r c z l ,
Condi> n l l c o de Santiago, deseoso de la reformación de los trajesy ejercicios d e la nobleza española, consagró en 1 6 2 4 al
S c a D a
obm n lií 1 de
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ermitaño y Torres que eran suyos más dc dos tomos que p o r E s p a ñ a corrían con el falso ti lulo de
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parto liifi.íi™^! °- - — Confeccionó en 1 S 2 0 el otro acicalado ejemplar pno dc nuestros publicistas para autorizar la
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«oso trabajo " ' b ' o ' señor don Augusto de B u r g o s , que hoy le p o s e e , me ha proporcionado examinar este cu-
U I , c r i ú l l i c o M i a r a i c
LA HORA DE TODOS Y LA FORTUNA CON SESO.
382 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
que lo más ha vivido entre locos. El tratadillo, burla burlando, es de veras. Tiene cosas de las
cosquillas, pues hace reir con enfado y desesperación. Extravagante reloj, que dando una TABLA DENLOS SUCESOS"> (
hora sola, no hay cosa que no señale con la mano. Bien sé que le han de leer unos para otros, v
nadie para sí. Hagan lo que mandaren, y reciban unos y otros mi buena voluntad. Si no agra- I. Un médico. XXII. Hombres q u e piden prestado.
II. Un azotado. XXIII. La imperial Italia.
dare lo que digo, bien se le puede perdonar á un hombre ser necio una hora, cuando hay tantos III. Los chirriones. XXIV. El caballo de Ñapóles.
que no lo dejan de ser una hora en toda su vida. Vuesa merced, señor don Alvaro, sabe empe- IV. La casa del ladrón ministro. XXV. Los dos ahorcados.
ñarse por los amigos y desempeñarlos. Encargúese desta defensa; que no será la primera que le V. El u s u r e r o y sus alhajas. XXVI. El gran d u q u e de Moscovia, y los tributos.
VI. El hablador plenario. XXVII. Un fullero.
deberé. Guarde Dios á vuesa merced, como deseo. Hoy 12 de marzo de 1656(a). VII. Senadores votan un pleito. XXVIII. Los holandeses.
VIH. El casamentero. XXIX. El gran d u q u e de Florencia.
(1) IX. El poeta culto. XXX. El alquimista.
X. La buscona y el guardainfante. XXXI. Los t r e s franceses y el español.
obsequio de los de Medinaceli, herederos d e todos los papeles del autor d e Los sueños. Al actual señor D u q u e , geno- XI. El criado favorecido y el amo. XXXII. La serenísima república de Venecia.
roso cultivador de las musas españolas, y q u e en el moderno Parnaso ocupa distinguido p u e s t o , debo la señalada fi- XII. La casada q u e se afeita. XXXIII. El dux y senado de Genova.
neza de disfrutar el códice, y la satisfacción de poderle ofrecer por texto á nuestros lectores, tan limpio, tan completo XIII. Oran señor q u e visita su cárcel. XXXIVi Los alemanes herejes.
como el n o m b r e de QUEVEDO reclamaba. XIV. Mujeres diferentes que van por la calle. XXXV. El gran señor d é l o s turcos.
El señor Castellanos m e dice q u e en cierta ocasión le mostró don Alberto Lista un al parecer borrador d e La hon XV. Potentado d e s p u é s de comer. XXXVI. Los de Chile y los holandeses.
de lodos, del cual sacó algunas v a r i a n t e s , q u e me ha franqueado y pongo en su lugar oportuno. XVI. Codiciosos y tramposos. XXXVII. Los n e g r o s .
Por ú l t i m o , entre los manuscritos de la Biblioteca Nacional, T . 155, p á g . 250, hay tres pliegos con este epígrafe: XVII. Arbitristas en Dinamarca. XXXVIII. El serenísimo rey de Inglaterra.
Fortuna con seso y hora de todos. Micciones del original á lo impreso, erratas, y índice de los asuntos que contiene. —
Es obra de don Francisco de Quevedo ciertamente. — Ocioso parecerá advertir q u e los he leido y estudiado. XVIII. Las alcahuetas y las chillonas. XXXIX. Los judíos se j u n t a n en su Salónique.
Resta hablar de alguna de las impresiones de este libro. Hizose la primera en Z a r a g o z a , mediado abril d e IGoO. Por XIX. El letrado y los pleiteantes. XL. Los pueblos y subditos de príncipes,-y sus repú-
la holgura y libertad q u e otorgaba al pensamiento el gobierno de Aragón, logró aquella ciudad el lauro d e adelantarse XX. Los t a b e r n e r o s . blicas.
siempre á dar á conocer las obras del gran político, y como otras s u y a s , costeó la impresión el mercader Roberto de XXI. Enjambre de pretendientes.
Uporl, dedicándola á don Vincencio Juan de L a s t a n o s a , ornamento de n u e s t r a s antigüedades y buenas letras. Hé aquí
el título de este no común ejemplar :
La Fortuna con seso, y la hora de todos : fantasía moral. Autor Rifroscrancot Viveque Vasgel Duacense (i). Traducán (a) En el MS. del señor d u q u e de Frías son á r a b e s los números de cada uno de ellos, y están pospuestos al suceso
de latin en español por don Esteban Pluvianes del Padrón, natural de la villa de Cuerva Pilona. respectivo.
El fingido traductor ó la censura truncaron pensamientos, y suprimieron párrafos y capítulos. En c a m b i o , no pusie- Los asuntos d e esta obra se anotan al margen de la correspondiente plana en la edición de Zaragoza d e 1650, en la
ron el m e n o r cuidado en reproducir con exactitud las palabras y los conceptos ingeniosos de QUEVEDO. siguiente forma : «Médicos, alguaciles, escribanos, boticarios, mujeres afeitadas, gangosos, teñidos, adinerado la-
Creo q u e la primera colección en q u e se incluyó la Fortuna con seso fué la de Madrid d e 1658. drón de hidalguía postiza, m o h a t r e r o , hablador, s e n a d o r e s , casamenlero, poeta culto, b u s c o n a , galán con pantorri-
El colector d e Bruselas (1660) logró copias d e casi todo lo que habia suprimido y alterado el editor de Zaragoza,y llas postizas, calvos y teñidos ( i ) , mujer afeitada, d u e ñ a , doncellita, visita de cárcel; damas q u e encubren a ñ o s , á
lo insertó en su l u g a r oportuno. Pero como no se cuidó de otra cosa, crecieron prodigiosamente las e r r a t a s y absurdos pié, en coches, en sillas d e m a n o s ; lisonjeros de señores y p o t e n t a d o s , embusteros y t r a m p o s o s , arbitristas, cobra-
q u e afean los ejemplares españoles. Nueslras prensas no o b s t a n t e desdeñaron las adiciones q u e publicó el belga, ya dores y ejecutores, alcahuetas y chillonas, d u e ñ a s , l e t r a d o , a b o g a d o , p a s a n t e , p r o c u r a d o r , escribano, relator, t a -
p o r q u e las mirasen con prevención, ya p o r q u e no fuesen g r a t a s á u n a caprichosa c e n s u r a . berneros, p r e t e n d i e n t e s , envestidores q u e piden prestado, Italia, Roma, Saboya, E s p a ñ a . F r a n c i a , Italia, Venecia,
(a) Esta importante dedicatoria ha sido hasta hoy completamente desconocida del público y de los estudiosos. No Ñapóles, d u q u e d e O s u n a , virey de Ñapóles, rufianes ahorcados, m é d i c o s , t r i b u t o s , fullero y t r a m p o s o , Holanda,
habia de ella la menor noticia. romanos, gran d u q u e de Florencia, a l q u i m i s t a , m i s e r a b l e , carbonero, franceses, español, Venecia, Italia, privado,
alemanes, el Gran T u r c o , d u q u e de O s u n a , España y españoles, artillería, emprenta, holandeses en Chile, negros,
(I) PROLOGO. Inglaterra, sinagoga y j u d í o s , monopantos, oro y plata, triaca, varias naciones y malcontentos, duque d e Saboya,
innoves, contra el gobierno repúbjico, legisladores y m u j e r e s , nota, francés y italiano, valido, tiranos, de qué se ha
Si eres idólatra ó pagano, q u e vale t a n t o , no te e s c a n d a l i c e s , oh amigo lector, p o r q u e llame á t u s dioses á con- de cuidar en una r e p ú b l i c a , consejeros, p r e m i o s , j u e c e s , p a s t o r e s . »
cejo á son de cuerno d e Baco; q u e cuernos dieron á Júpiter, por lo q u e le llamaron Cornupeta y Ammon, como quien de En igual forma se encuentran en casi todas las impresiones anteriores á la d e Bruselas, 1600, donde los asuntos
carnero le t o p a , y ya ves q u é honrados debieron ser los cuernos cuando coronar debieron la cabeza del padre de los dio se sacan al pié con llamadas. En las españolas del siglo pasado se pusieron como epígrafes al principio de cada
s e s ; mas si, como p r e s u m o , fueses jordanesco de casta y le h u b i e s e caido el rocío del cielo sobre la crisma (que Dios le capitulo.
liberte de maleficios), dótese una higa de q u e te enseñe con dioses falsos ó verdaderos; q u e como tú te enmiendes dele
que pecar s u e l e s , tanto vale el hisopo como el t r i d e n t e , si es q u e no le g u s t a n más los pinchonazos del uno q u e los as- (i) Criado de señor endemoniado. (MS. de la Bib. nacional, T. 155, pág. 2¡0, v.)
p e r g e s del o t r o ; q u e á tal gusto, con ellos te queda, q u e á mí me basta con el aspersilo, mas q u e sea de sotana raida y
d e bonete torcido. No t e rias p o r q u e se ria el l i b r o ; q u e este lo hace de tí viéndote panarra o inocente que no le en-
t i e n d e s , ó picaro q u e te a p a r t a s del consejo; y cuida q u e a u n q u e cuando después d e cerrado y dado al L o t e o , que es
el que lleva lo bueno y lo malo al estanque sucio del olvido, se'esconde dentro de los pliegues de la conciencia para
roerlas á sabor suyo cuando mejor le viene, y tú no p u e d a s evitarlo.
A todos llega la hora siempre t e m p r a n o , p o r q u e es dama muy m a d r u g o n a y nada p e r e z o s a ; y a s í , cuando veas la
del vecino, no te c r e a s lejano de la t u y a , que te está echando la zarpa y entretejiendo el lazo con que ha de ahogarle.
Si te amarga la verdad escrita, échate un pedacito de enmienda al alma y la e n d u l z a r á s ; porque si no, ha de avinagrarse
y causarte indigestión de m u e r t e , q u e es la peor y para la que no alcanzan las drogas de acá abajo, porque los bol ica-
rios de lametón no ban dado todavía con la pildora de la vida, siendo asi q u e calzan borla de doctores en las de la
muerte.
No te fies en q u e no t e ha nevado la edad el cabello; que hay canas que van t r a s los años, y años q u e atraen las canas,
y que la vida pasa cuando le place al del ojo g r a n d e , sin q u e necesite poner mojones de aviso ni llamar con campani-
llas ; q u e hay soplos q u e matan lo q u e no mata un t e r r e m o t o .
Si le amoscas porque t e sorprenda en t u s cálculos, peor para tí si no los d a s de m a n o ; q u e yo cumplo con descu-
brirlos á tu conciencia, q u e se alegra d e ello tanto como tú lo lloras. Vierte l á g r i m a s , pero sin asemejarte al cocodri-
l o ; r e c ó g e l a s , que tu alma las necesita para laftora, si son de a r r e p e n t i d o ; mira q u e á los rayos de Júpiter nada se es-
conde , y q u e el fuego de Vulcano todo lo abrasa ; dirígete á Apolo, y te escudará en su carro si fervorizante le pieles
Y porque más h a s de ver de lo q u e yo le diga y mi libro te e n s e ñ e , léelo con la mano en el s e n o , y ráscate cuando le
p i q u e ; que para sermón de lego ya os bastante sin licencia del prior. (MS. de Lista.)
(0 Debe decir, sPRun los pliegos manuscritos de la Biblioteca Nacional, T. 155, pág. 240 : Nifrascancod Divcque Vasijello, anagrama di
DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
. LA HORA DE TODOS Y LA FORTUNA CON SESO. 38o
las nubes con gargajo trisulco. D i m e , ¿qué se te antojó torna la rueda de mi a m a , y trompica la bola que la
ahora de l l a m a r m e , habiendo tantos siglos que de mí sirve de chapín. Pues si los tontos m e dejan pasar, ¿qué
t
no te acuerdas? Puede ser que s e te haya olvidado á tí, culpa tengo yo de haber pasado? Si á la rueda de mi
y á esotro vulgo de diosecillos lo q u e yo p u e d o , y que ama son tropezones y barrancos, ¿ por qué s e quejan d e
LA HORA DE TODOS, Y LA FORTUNA CON SESO. así he jugado contigo y con ellos como con los h o m -
bres.» Júpiter, muy prepotente, la respondió : «Borra-
sus vaivenes? Si saben que es rueda, y que sube y baja,
y que por esta razón baja para subir, y sube para bajar,
cha', tus locuras, tus disparates y maldades son tales, ¿para qué se devanan en ella? El sol se ha parado; la
que persuaden á la genle mortal, q u e pues no te vamos rueda de la Fortuna nunca. Quien más seguro pensó
ala m a n o , que no hay d i o s e s , que el cielo está vacío, haberla fijado el c l a v o , no hizo otra cosa que alentar
; y que soy un dios de mala muerte. Quéjanse que das á con nuevo peso el vuelo de su torbellino. Su movimien-
• los delitos lo que se debe á los m é r i t o s , y los premios to digiere las felicidades y miserias, como el del tiempo
( I ) Júpiter, hecho do hieles, s e desgañifaba poniendo grandes piaras de númenes, faunos, pelicabros y pati- de la virtud al p e c a d o ; que encaramas en los tribunales las vidas del m u n d o , y el mundo mismo poco á poco.
los gritos en la tierra; porque ponerlos en el cielo, d o n - bueyes. Ilervia todo el ciclo de manos y lémures (3) y pe- á los que habias de subir á la h o r c a ; que das las d i g n i - Eslo es v e r d a d , Júpiter; responda quien supiere.»
do asiste, no era encarecimiento á propósito. Mandó natillos y otros diosecillos bahúnos. Todos se repantiga- dades á quien habias d e quitar las o r e j a s , y que e m p o - La Fortuna con nuevo aliento , bamboleándose con
que luego a consejo viniesen todos los dioses trompi- ron en sillas, y las diosas se rellanaron; y asestando las l brecés y abates á quien debieras enriquecer.» La F o r -
cando. Marte, don Quijote d é l a s d e i d a d e s , entró con gotas á Júpiter con atención reverente, Marte se levan- mina, demudada y colérica, dijo: «Yo soy cuerda y sé lo
remedos de veleta y acciones de (1) barrena, dijo : «La
sus armas y capacete, y la insignia de viñadero enris- tó sonando á choque de cazos y sartenes, y con adema- en
^Lielbago, y lodas mis acciones ando pió c o n bola.
Ocasión ha declarado la ocasión injusta de la acusación
que s e me pone; empero yo quiero de mi parte satisfa-
trada, echando c h u z o s , y íi s u lado el panarra de los nes de la carda dijo : «Pesia tu h í g a d o , oh grande Coi- JRI' <"N« m e llamas inconsiderada y borracha, a c u é r - certe á tí, supremo (2) atronador, y á todos esotros que
d i o s e s , Raco, con su cabellera de pámpanos, remosta- me, q u e pisas el alto c l a r o , abre e s a b o c a y garla;qui' dalo quemliablaste por boca de ganso en L e d a , que te te acompañan, sorbedores de ambrosía y néctar, no
da la vista, y cu la boca por lagar vendimias de retorno parece que sornas.» Júpiter, que se vio salpicar do jaca- (lerratnasM^en lluvia d e bolsa por D á n a e , q u e bramaste obstante que en vosotros he tenido, tengo y tendré impe-
derramadas; la palabra bebida,, el paso trastornado, y randinas los o í d o s , y o s l a b a , siendo verano y asándose y fuiste Imjjíc (orofíi-tcr rfjr Europa, que has hecho otras rio, como le tengo en la canalla más soez del mundo.
todo el celebro en poder de las uvas. Por otra parte el m u n d o , con su rayo en la mano haciéndose chispas, cien niilMgícardías y locuras, y que todos esos y esas
asomó con pies descabalados Saturno, el dios mariman- cuando fuera mejor hacerse aire c o n un abanico, con fljfflPtn
que contigo han sido a v e c h u c h o s , hurracas y
Y yo espero ver vuestro endiosamiento muerto de h a m -
bre por falta de víctimas, y de frió, sin que alcancéis
ta, c o m e - n i ñ o s , engulléndose sus hijos á bocados. Con voz muy corpulenta dijo: «Vusted envaine, y llámemcá ¡sjÉÍpí; cosas que no se dirán de m í . Si hay beneméri-
él llegó h e c h o una sopa N e p l u n o , el dios aguanoso, Mercurio»; el cual con su (4) varita de jugador de manos !¿prs arrinconados y virtuosos sin p r e m i o s , no toda la
una morcilla por sacrificio, ocupados en solo abultar
p o c m a s y p o b l a r c o p l o n e s , gastados en consonantes y en
con su quijada de vieja por cetro (que eso es tres dientes y sus zancajos pajaritos, y su sombrerillo hecho en horma * culpa es mia: á muchos s e los ofrezco que los desprecian, apodos amorosos, sirviendo de munición á los chistes
en r o m a n c e ) , lleno de cazcarrias, y devanado en ovas, de hongo, en un santiamén y en volandas se le puso de- y de su templanza fabricáis m i culpa. Otros, por no y a l a s pullas.»
oliendo á viernes y v i g i l i a s , haciendo lodos con sus ver- lante. Júpiter le dijo: «Dios virote («), dispárate al mun- alargar la mano á tomar lo que les doy, lo dejan pasar á
tientes en el cisco de P l u t o n , que venía en s u s e g u i - do, y tráeme aquí en un cerrar y abrir de ojos á la Fortu- otros,_íj!¡e me lo arrebatan sin dárselo. Más son los que
« Malas nuevas tengas de cuanto deseas, dijo el Sol,
que con tan insolentes palabras blasfemas de nuestro
m i e n t o ; dios dado á los diablos, con una cara afeitada na asida d é l o s arrapiezos. » L u e g o el c h i s m e del olimpo, j n e l / a c e n fuerza que los q u e yo hago r i c o s ; más son los
poder. Si m e fuera lícito, pues soy el sol, te friyera en
con hollin y p e z , bien zahumado con alcrebile y pólvo- calzándose dos cernícalos por acicates, se despareció, que me hurtan lo que les niego que los que tienen lo
caniculares, y te asara en b u c h o r n o s , y te desatinara á
ra, vestido de cultos tan e s c u r o s , quo no le amanecía que ni fué oido ni visto, c o n tal velocidad, que verle par- que les doy. Muchos reciben de mí lo que no saben c o n -
modorras.» «Vete á enjugar lodazales, dijo la Fortuna,
todo el buchorno del s o l , que venía en su seguimiento tir y volver fué una misma acción de la vista. Volvió he- servar : piérdenlo ellos, y dicen que yo se lo quilo. Mu-
á madurar pepinos y á proveer de tercianas á los médi-
c o n s u cara de azófar y s u s barbas de oropel; planeta cho mozo de c i e g o , y lazarillo adestrando á la Fortuna, chos me acusanpor mal dado en otros lo que estuviera
cos, y á adestrar las uñas de los que se espulgan á tus
bermejo y andante, devanador de vidas; dios dado á la que con u n bordón en la una mano venía tentando, y do peor en ellos. No hay dichoso sin invidia de m u c h o s ;
rayos; que ya te h e visto yo guardar v a c a s , y correr
barbería, muy preciado de guitarrilla y pasacalles, o c u - la otra tiraba de la c u e r d a , que servia de freno á un per- no hay desdichado sin desprecio de todos. Esta criada
tras una m o z u e l a , que siendo s o l , te dejó á escuras.
pado e n ensartar un dia tras o t r o , y en engazar años y rillo. Traía por chapines una bola, sobre que venía de me ha servido perpetuamente; yo no he dado paso sin
Acuérdate que eres padre de un q u e m a d o ; cósete la
siglos, mancomunado con las cenas (2) para fabricar c a - puntillas, y hecha pepita de una rueda, q u e la cercaba ella : su nombre es la Ocasión; oídla, aprended á juzgar
b o c a , y (3) deja de hablar, y hable quien le toca.»
laveras. Entró Venus haciendo rechinar los coluros con como á c e n t r o , encordelada de hilos y trenzas y cintas de una fregona.» Y desatando la taravilla la Ocasión, por
Enlónces Júpiter severo pronunció estas razones :
el ruedo del guardainfañte, empalagando de faldas á las y cordeles y s o g a s , quo c o n sus vueltas se tejían y des- no perderse á sí misma, dijo : «Yo soy una hembra que
«(4) En muchas de las que tú y esa picarona que te sirve
cinco zonas, ú medio afeitar la g e t a , y el m o ñ o , q u e la tejían. Detrasvenía, como fregona, la Ocasión, gallega me ofrezco á t o d o s : muchos m e h a l l a n , pocos m e g o -
habéis dicho, tenéis razón; empero para satisfacion do
encorozaba de pelambre la c h o l l a , no bien encasqueta- de coram vobis, m u y gótica de facciones, cabeza d e zan; soy Sansona femenina, que tengo la fuerza en el
las gentes está decretado (5) irrevocablemente que en
do, por la prisa. Venía tras ella la Luna, c o n su cara en cónlramoño, cholla bañada de calva de espejuelo, y en cabello. Quien sabe asirse á mis crines sabe defen-
el mundo., en un dia y en una propia hora, s e hallen de
rebanadas, estrella en mala m o n e d a , luz en cuartos, la cumbre de la frente un solo m e c h ó n , en que ape- derse de los corcovos de mi ama. Yo la d i s p o n g o , yo
repente todos los hombres con lo que cada uno m e r e -
doncella de ronda, y ahorro do lanternasy candelillas. nas habia polo para un bigote. Era este más resbaladizo la reparto, y de lo que los hombres no saben recoger y
ce. Esto ha de ser : señala hora y dia.»
Entró con gran zurrido el dios P a n , resollando con dos que anguilla; culebreaba deslizándose (o) al resuello de gozar, me acusan. Tiene repartidas la necedad por los
hombres estas infernales cláusulas : « Q u i é n dijera, no La Fortuna respondió : «Lo que se ha de hacer, ¿de
las palabras. Echábascle de ver en las manos que vivía
pensaba, no miré en e l l o , no s a b í a , bien e s t á , qué i m - qué sirve dilatarlo? Hágase h o y : sepamos qué hora
(1) F i n í a n á las lloras alegres y llenas de luz y hermosura los de fregar y barrer ((>) y de fregar los arcaduces, y de va-
p o e t a s , sin que hayan visto las tales doncellas, ni en cueros ni portu, qué va ni v i e n e , mañana se hará, tiempo hay, es.» El Sol, jefe de relojeros, respondió: «Hoy son 20 de
ciarlosque la Fortuna llevaba. Todos los dioses mostra-
v e s t i d a s , más que en los delirios de Homero , que debió pasarlas
no faltará ocasión, d e s c u i d ó m e , yo mo e n t i e n d o , no junio (a), y la hora las tres de la tarde y tres cuartos y
muy buenas en s u s d e l i q u i o s , y esto á fe que no pudo hacerse sin ron mollina de verá la Fortuno, y algunos dieron señal de
soy b o b o , déjese d e s o , yo m e lo pasaré, ríase de todo, diez minutos.» « P u e s en dando las c u a t r o , dijo la F o r -
locura : pues que si hay horas buenas y felices, oslas son pocas, y a s c o , cuando ella con chillido desentonado, hablando
las malas muchas. Y pueslo que no contaron las malas , bueno no lo c r e a , salir tengo con la m i a , n o faltará, Dios lo tuna, veréis lo que pasa en la tierra;» y diciendo y h a -
á tiento, dijo : «Por tener los ojos acostados y la vislaá
será que sopados que son viejas carcomidas del vicio y de la des-
ha de proveer, más dias h a y que longanizas, donde una ciendo , empezó á untar el eje d e s u r u e d a , y encajar
buenas n o c h e s , no atisbo quién sois los que asistís á esle
ventura, que arrojan venablos por la boca, punzan con sus garfios manijas, mudar clavos, enredar c u e r d a s , aflojar unas
y esparcen tinieblas y espanto por el que pasan. Tales son las de a c t o ; e m p e r o , seáis quien fuéredo.s, con todos hablo, puerta se cierra otra s e a b r e , bueno está eso, qué le va
á é l , paréceme á m í , no e s posible, no m e diga nada, y estirar otras, cuando el S o l , dando un g r i t o , dijo :
i o s malos que por una hora buena se echan acuestas las doce her- y primero c o n t i g o , oh Jove, que acompañas las toses de
m a n a s del inlierno, cuyo sol es P l u t o n , que las va pasando una á ya estoy al c a b o , ello dirá, ande el m u n d o , una muerte «Las cuatro s o n , ni más ni m e n o s ; que ahora acabo de
« n a , y al llegar á la última la desgarra y martiriza para que, fénix (3) lares y panados y otros diosecillos (Edic. de Zaragoza y /wrfns dorar la cuarta sombra pc.smeridiana de las narices de
de su propia r a b i a , renazca cien veces de si misma para martirio
debo á D i o s , bonito soy yo para e s o , sí por cierto, diga
las posteriores.) los relojes de sol.»
de las almas. Mas como en asamblea se junten los dioses para juz- (.i) baraja de j u g a d o r (MS del señor duque de Frías.) quien dijere, preso por mil, preso por mil y quinientos,
g a r l a s , abre Júpiter el caos con s u s ardientes rayos y con voz de (a) Esto e s , Dios velocísimo, como el virote, especie de sacia no es posible, todo se m e alcanza, mi alma en mi palma,
t r u e n o (que trueno y gordo es él mismo), y todo tiembla como e s - delgada y muy aguda. Viene del lalin vcrulttm. Aplicábase también (1) barranco dijo (Edic. de Zaragoza y todas las siguientes.)
ver veamos,diz que, y pero, y quizas.» Y el tema d é l o s
perando el ¡nielo dé la m u e r t e , que es el peor de los juicios para esta palabra en aquel tiempo al mozo s o l t e r o , desocupado, ma- (2) atronado (El MS.)
quien no fué tan arreglado como debiera á sus leyes. (MS. tic porfiados : « D é dónde diere. » Estas necedades hacen (5) déjale hablar á quien le toca (Los impresos lodos.)
leante, y con ínfulas de lindo.
Lista.) (!¡) el resuello (MS. del señor duque de Frías.) a los hombres presumidos , perezosos y descuidados. (i) Fortuna, en muchas cosas de las que tú (Id.)
(2) y los pesares (Edic. de Zaragoza de ICoO y todas las poste- (fi) y v a c i a r l o s arcaduces que la Fortuna (Edic. deZnr¡tgo:a) Estas son el hielo en que yo m e deslizo; en estas se Iras- (5) inviolablemente (Id.)
riores.) —llenaba (Edic. de Bruselas y la de Sancha.) la) De 163í¡. „
Q-i.
23
1
380 OBRAS DE D O N FRANCISCO D E QUEVEDO VILLEGAS,
s o l a r , á quien este maldito liabia achacado su picaro LA HORA DE TODOS Y LA FORTUNA CON SESO. 3R7
hu diciendo estas palabras, la Fortuna, como quien en lugar de d e c i r : « F a l l a m o s que debemos condenar y
nacimiento. Quedó desnudo de paredes y en cueros de
toca sinfonía, empezó á desatar su rueda, que arreba- condenamos,» d i j e r o n : « Fallamos que debemos c o n - la tarasca. Arrempujaba con el ruedo las dos aceras de
edificio, y solo en una esquina quedó la cédula de al-
tada en huracanes y vueltas, mezcló en nunca vista c o n - denarnos, y nos condenamos.» «Ese sea tu nombre,» dijo una plazuela ( a ) . Cogióla la hora, y volviéndose del revés
quiler que tenia p u e s t a , tan mudada por la fuerza de
fusión todas las cosas del m u n d o ; y dando un grande una v o z ; y al instante se les volvieron las togas pellejos las faldas del guardainfante, y arboladas, la sorbieron e n
aullido, dijo : « Ande la r u e d a , y coz con ella.» la hora, que donde decia : « Q u i e n quisiere alquilar
do culebras, y arremetiendo los unos á los otros, se campana vuelta del revés, con faciones de tolva, y d e s -
esta casa v a c í a , entre; que dentro vivo su d u e ñ o ; » se
trataban de monederos falsos de la verdad. Y de tal cubrióse que para abultar de c a d e r a s , entre diferentes
I. En aquel propio instante, yéndose á ojeo de c a - leia : « Q u i e n quisiere alquilar este ladrón, quecslá
suerte se repelaron, que las barbas de l o s unos s e vían legajos d e arrapiezos que traia, iba un repostero p l e g a -
lenturas paso entre paso un médico en su muía, le c o - vacío de su c a s a , entre sin llamar, pues la casa no lo es-
en las manos de los otros, quedando las caras lampiñas y d o , y la barriga en figura de taberna, y al un lado un
gió la hora, y se halló de v e r d u g o , perneando sobre un torba. »
las uñas barbadas, en señal de que juzgaban c o n ellas (1); medio tapiz; y lo más notable fué que se v i a u n Holo-
enfermo, diciendo credo, en lugar de recipe, c o n afo-
V. Vivia enfrente deste un mohatrero que prestaba por lo cual les competía la zalea jurisconsulta. I (u) Con los mismos términos ridiculizó en el año anterior d c
rismo escurridizo.
sobre prendas, y viendo afufarse la casa de su vecino, i 1634 aquella moda ingrata y desapacible de las mujeres el licen-
quiso prevenirse, diciendo : «¿ Las casas se mudan de VIII. Un casamentero estaba emponzoñando el juicio j ciado Luis dc Benavente, e n el entremés cantado El guardainfante
II. Por la misma calle poco detrás venía un azotado, (parte primera). Un alguacil dice al alcalde (papel que hacia el re-
los d u e ñ o s ? ¡Mala invención !» Y por presto que quiso de un buen h o m b r e , que no sabiendo qué se hacer de gocijadísimo J u a n R a n a ) :
con la palabra del verdugo delante chillando, y con las
ponerse en salvo, c o g i d o de la hora, un escritorio yima su s o s i e g o , hacienda y q u i e t u d , trataba de casarse. Presa os traigo una falduda
mariposas del sepan cuantos detras (a), y elsusodicho en
colgadura y un bufete de plata, que tenia cautivos do Proponíale una picarona, y guisábala c o n prosa eficaz, P o r q u e , entrando por la plaza,
un borrico, desnudo de medio arriba, como nadador de Hasta que pasó estuvieron
intereses a r g e l e s , con tanta violencia se desclavaron i diciéndole : S e ñ o r , de nobleza no digo nada, porque, Detenidas cien mil almas.
rebenque. Cogióle lo hora; y derramando un rocin al al-
las paredes y se desasieron, que til irse á salirrv,,,' gloriaú Dios, á vuesa merced lesobra para prestar. Ha- ALCALDE.
guacil que llevaba, y el borrico al a z o t a d o , el rocin se
cienda, vuesa merced no la ha menester; hermosura, en ¿ E s muy gorda?
puso debajo del azotado, y el borrico debajo del algua- ventana un t a p i z , le c o g i ó en el camino, y revolvién-
ALGUACIL.
dosele al c u e r p o , amortajado en íiguronesVÍearrancó las mujeres propias antes se debe huir, por peligro; en-
cil; y mudando lugares, empezó á recibir los pencazos Una sardina.
y llevó e n el aire m á s de ciep. p a s o s , rU'indfc desliado, tendimiento, vuesa merced la ha de gobernar, y no la ALCALDE.
el que acompañaba al que los recibía, y el que los r e c i -
quiere para letrado; condición, n o la tiene; los años que ¿Iba sola?
bía á acompañar al que le acompañaba. ( I ) ' cayó en un t e j a d o , no sin crujido "ilel costillaje; desde
d o n d e c o n desesperación vio pasar cuanto l e n i o v n bus- tiene son pocos ( y decia entre s í : « por vivir » ) . L o d e - | ALCUACIL.
Ella y sus faldas.
mas es á pedir de boca.» El pobre hombre estaba furioso
III. Atravesaban por otra calle unos chirriones de h a - ^ ca de sus dueños, y detras de todo una ejecutoría s o - A ALCALDE.
bre la cual por d o s m e s e s liabia prestado á s u duewo diciendo : «Demonio, ¿qué será lo demás si ni es noble, No es mala la a ñ a d i d u r a ;
s u r a , y llegando en frente de una b o t i c a , los cogió la Menos ocupa la guarda.
h ora, y empezó a rebosar la basura y salirse d é l o s chir- doscientos r e a l e s , con ribete de cincuenta más. IislV ni rica, ni hermosa ni discreta? Lo que tiene solo es lo Sacan alada con una maroma a la Falduda, admirase el concejo,
( ¡ o h extraña maravilla!) al pasar le dijo : «Moralo ar- que no tiene, que es condición.» En esto los cogió la y espántase el Alcalde.
r i o n e s , y entrarse e n la b o t i c a , de donde saltaban los TODOS. (Cantando.)
ráez de prendas, si mi amo por mí no puede ser preso por hora, cuando el maldito casamentero, sastre de bodas,
botes y r e d o m a s , zampándose en los chirriones con un Por sus condiciones y por sus usos
deudas, ¿qué razón hay para que tú por deudas nieleii- que hurta, y miente, y engaña, y remienda, y añade, se Ya no caben las hembras dentro del mundo.
ruido y admiración increible; y como s e encontraban
gas presa ( í ) (6)?» Y diciendo esto, se zampó en úli bode- halló desposado con la fantasma que pretendía pegar al ALCALDE.
al salir y al entrar los botes y la basura, se notó que la Jcso Cristo : ola , ¿es mujer?
gón , donde el hidalgo estaba disimulando ganas deiP- otro; y hundiéndose á voces sobre: «Quién sois v o s ; qué
basura muy melindrosa decia a los botes : «Háganse ALGUACIL.
m e r , con el estómago de r e b o z o , acechando unas la- trujistes v o s ; no merecéis descalzarme;» se fueron c o -
allá.» Los basureros andaban con escobas y palas tras- Pues ¿qué ha dc ser
jadas que so el poder de otras muelas rechinaban. miendo á bocados. ALCALDE.
palando en los chirriones mujeres afeitadas, y g a n g o s o s
La tarasca,
y t e ñ i d o s , sin poder nadie remediarlo. (2) Que ya sale por el Corpus
Vi. Un hablador plenario, que de lo que le sobrade IX. Estaba u n poeta en un corrillo leyendo una c a n - Medio sierpe y medio dama.
IV. Habia hecho un bellaco una casa de grande o s - palabras, á d o s l e g u a s pueden moler otros diez habla- ción cultísima, tan atestada de latines y tapida de j e - LA FALDUDA. (Cantando y bailando, le responde.)
Lo que se usa, señor Alealdilo,
tentación con resabios de p a l a c i o , y portada sobrees- d o r e s , estaba anegando en prosa su barrio, desatada la rigonzas, tan zabucada de cláusulas, tan cortada de p a - Gracioso y bonito,
crita de grandes genealogías de piedra. Su dueño era taravilla en diluvios de conversación. Cogióle la hora, réntesis, que el auditorio (2) pudiera comulgar de puro Dice el refrancilo
Que nunca se excusa;
un ladrón, que por debajo de s u oficio habia robado el y quedó tartamudo y tan zancajoso de pronunciación, en ayunas que estaba. Cogióle la hora en la cuarta e s -
Y por soto hacer lo que remos,
caudal con que la habia h e c h o : estaba d e n t r o , y tenia que á cada letra que pronunciaba, se ahorcaba en pu- tancia, y á la obscuridad de la obra (que era tanta, que Las hembras traemos,
no se vía la m a n o ) acudieron lecliuzas y murciéla- Aunque reventemos.
cédula á la puerta para alquilar tres cuartos. Cogióle la jos d e beaba, y c o m o el pobre p a d e c í a , paróla lluvia. Tanta garatusa, tusa, tusa.
hora. ¡ Oh inmenso D i o s , quién podrá referir tal p o r - Con la retención empezó ó rebosar charla por los ojos y gos; y los oyentes, encendiendo lanternas y candelillas, ALCALDE.
tento ! P u e s piedra por piedra y ladrillo por ladrillo so p o r l o s oídos. oían de ronda á la m u s a , á q u i e n llaman : Si por ver lo que se han e n s a n c h a d o ,
E l padre ó velado
empezó á deshacer, y las tejas, unas se iban á unos t e - la enemiga del d i a , A ojo cerrado
jados y otras á otros. Veíanse v i g a s , puertas y v e n t a - VIL Estaban unos senadores votando un pleito, tíio Que el negro manto descoge. Les diera una t u n d a ,
Vive Cristo que el toldo bajaran,
nas entrar por diferentes casas con espanto de los d u e - dellos, de puro m a l d i t o , eslaba pensando cómo podría Llegóse uno tanto con un cabo de vela al poeta ( n o - Y aunque regañaran
ñ o s , que la restitución tuvieron á terremoto y á fin del condenar á entrambas partes. Otro incapaz, que no en- che de invierno, de las que llaman boca de l o b o ) , que Ellas ahorraran
De tal baraúnda, unda, unda.
mundo. Iban las (3) rejas y las celosías buscando s u s tendía la justicia de ninguno de los dos litigantes, es- so encendió el papel por en m e d i o . Dábase el autor á
Benavente aprovecha, para arrojar todo el ridículo sobre tales fal-
duefiosde calle en calle. Las armas de la portada partie- taba determinando su voto por aquellos dos textos dc los diablos, de ver quemada s u obra, cuando el que la das, la circunstancia dc armarse con ballenas, aros de hierro, paja
ron como rayos á restituirse á la montaña á una casa de los idiotas: « D i o s s e l a depare buena» y « d é dondedie- negó fuego le dijo : «Estos versos no pueden ser claros y esparto, disponiendo q u e los pescadores, los mozos de muías y
r e . » Otro c a d u c o , q u e s e habia dormido en la relación )' tener luz si no los q u e m a n : más resplandecen l u m i n a - el invierno en cuerpo y alma les reclamen lo que es suyo. Pero la
(a) Con chilladores delante tiranía dc la moda búrlase de la sátira de los poetas cuando hasta
(discípulo de la mujer dc Pilátos en alegar sueño), es- ria que canción.» ( 3 )
Y envaramiento d e t r a s , desoye las prescripciones de las leyes. Por pregón se mandó en
taba trazando á cuáí de sus compañeros seguiría senten- Madrid, á 15 de abril de 1650, que excepto las mujeres p ú b l i c a s ,
que de Escarraman dijo allá nuestro poeta.
ciando á trochimoche. O t r o , que era docto y virtuoso X. Salía de s u c a s a unabuscona piramidal, (4) habien- ninguna pudiera traer guardainfante ni otro vestido que se le ase-
(1) El escribano se apeó para r e m e d i a r l o ; y sacando la pluma, le
cogió la hora, y se la alargó en r e m o ; y empezó á bogar cuando j u e z , estaba como vendido al lado de otro, que estaba do hecho sudar la gota t a n gorda á s u portada, dando m e j a s e , pena de perder el traje y por la primera vez veinte mil
queria escribir (i). (Edic. de Zaragoza y todas tas posteriores.) paso á un inmenso contorno de faldas, y tan abultadas, maravedís. Pellicer, en sus avisos de 26 de julio del mismo a ñ o ,
c o m o c o m p r a d o , senador brujo untado. Este alegó le- habla de la risa que en aquel dia causó en la corte ver colgados
d) Y como se acabase la b a r r e d e r a , llegó Satanás con una es- que pudiera ir por debajo rellena de ganapanes, como
puerta de putas feas y l a g a ñ o s a s , d i c i e n d o : • Aguarden los rufia- y e s torcidas, que pudieran arder en un candil, trujo tt de los balcones de la cárcel más de cíen guardainfantcs quitados
nes , que allá va ese emplasto de ungüentos & volverse i sus bo- su voto al dormido y al tonto y al malvado. Y habiendo 0) y para ellas (Todos los impresos.) á mujeres. Pero el mismo Pellicer refiere cómo en 18 de setiem-
t e s ; y pónganles á recaudo, no se reviertan, q u e es género que se bre del año siguiente de 1610 se alborotó Madrid porque el nuevo
hecho sentencia, al pronunciarla, los cogió la hora; j quedó en ayunas. Cogióle la hora {Menos las belgas, todas
liquida fácilmente.» [SIS. de Lisia.) ">•« ediciones.) presidente quiso llevar adelante la extinción de aquella m o d a ,
i,3) tejas y las celosías (MS. de Frias). abolida nada menos que por una pragmática.
(A) á mí (Edic. de Zaragoza y todas las siguientes). W A este grito acudieron multitud d c copleros á encender s u s
cn
i n a s , y entre ellos iba cierto conductor (con) un mamotreto de En una colección de Romances varios de diversas autores , que
(i) Asiéndole por las narices un diablo d e uñas largas, le cargó á (¡i) F u é Morato Raez Maltrapillo un renegado murciano, amis'
, J ° m o lo viese una vieja gritaba : « T a l e , m a l a n d r í n , y no este mismo año d e 1640 imprimió en Zaragoza Pedro Lanaja, s e
la e s p a l d a , y corriendo decia : «Abrase el averno y toquen chiri-
c U s ; c
Intimo del rey d e Argel A z a n , y á s u s oficios debió la vida el
mías , que hoy es dia de gracia ; denme p l á c e m e s , que traigo un s enciendas; que si apagadas q u e m a n , encendidas han de abra- encuentra el siguiente rasgo :
grande autor del Quijote, que por romper el cautiverio no lm»"
t e s o r o d e mentiras y un apóstata de la fe : a l e g r í a , y lluevan plu- s
« el mundo.» (MS. de Lista.) Guardainfante era , y ya estoy
empresa aventurada que no tratase dc acometer. Tan otro del que me vi,
m a s , q u e hay pez gordo en el banquete.» (MS. de Lista.) (4) con espetera dc zancajos viejos y b a r r i l e s de sobaco, (Id.) ' Que aprender podéis dc mi
388 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS. LA HORA DE TODOS Y LA FORTUNA CON SESO. 389
de jibas que la trompicaban el talle. Estándose pues la
íérnes d e g o l l a d o , porque la colgadura debia de ser de j y quedaron melones con bigotes, con una cortesía d e ( l ) tal señora dando pesadumbre y asco á s u espejo, cogida ¡«Acuerdóme del cuento del que, enfadado de que los
aquella historia. Hundíase la calle á silvos y gritos. memento homo. ratones le roían papelillos y mendrugos de p a n , y cor -
de la hora, se confundió en manotadas; y dándose con
Ella aullaba, y como estaba sumida en dos estados de el solimán en los cabellos, y con el humo en los dientes, tezas de q u e s o , y los zapatos viejos, trujo gatos que le
XI. Era m u y favorecido de un señor un críadosuyo:
carcavueso ( a ) que formaban los espartos del ruedo, que ! y con la cerilla en las cejas, y c o n la color e n ( 1 ) todas las cazasen los ratones; y viendo que los gatos se comían
este le engañaba hasta el s u e ñ o , y a este un criado que
se habia e r i z a d o , oíanse las voces como de lo profundo j mejillas, y encajándose el moño en las quijadas, y ata- ¡ l o s r a t o n e s , y j u n t a m e n t e u n d i a le sacaban la carne d é l a
t e n i a , y a este criado un mozo s u y o , y á este mozo un
de una s i m a , donde yacia con pinta de carantamaula. 1
cándose las borrenas al r e v é s , quedó cana y c i s c o , y | olla, otro s e ¡a desensartaban del asador; que ya le c o -
a m i g o , y á este amigo su amiga, y á esta el diablo. Pues
Ahogárase en la caterva que concurrió, si no sucediera Antón Pintado y Antón Colorado (a), y barbada de rizos, gían una paloma, ya una pierna de c a r n e r o , mató los
cógelos la hora; y el diablo, que estaba al parecer tan
que viniendo por la calle rebosando narcisos uno con y hecha abrojo; c o n cuatro c o r c o v a s , vuelta v i s i ó n , yg a t o s , y dijo : Vuelvan los ratones. Aplicad vosotros
lejos del s e ñ o r , revístese en la puta, la puta en su ami-
pantorrillas postizas y tres dientes, y d o s teñidos, y tres cochino de San Antón. La d u e ñ a , entendiendo que se este chi6te, pues como gatazos, en lugar de limpiar lare-
g o , el amigo en el m o z o , el mozo en el criado, el criado
calvos con s u s cabelleras, l o s cogió la hora de pies á habia vuelto loca, echó á correr con los andularios de ( 2 ) | pública, cazáis y (3) corréis los ladrones ratónenlos que
en el a m o , el amo en el señor. Y como el demonio llegó
c a b e z a , y el de las pantorrillas empezó á desangrarse réquiem en las manos. La muchacha se desmayó, como cortan una bolsa, agarran un pañizuelo, quitan una capa
á él destilado por puta y r u ñ a n , y m o z o de mozo de
de lana; y sintiendo mal acostadas, por falla d e los col- si viera al diablo. Ella salió tras la d u e ñ a , hecha un i n - y corren un s o m b r e r o ; y juntamente os engullís el rei-
criado de señor, endemoniado por pasadizo y hecho un
chones, las canillas, y queriendo d e c i r : «Quién m e d e s - fierno, chorreando pantasmas. Al ruido salió el marido, n o , robáis las haciendas y asoláis las familias. Infames,
infierno, embistió con su siervo, este con su criado, el
pierna ;» s e le desempedró la b o c a al primer bullicio dc y viéndola, creyó que eran espíritus que se le habian ratones quiero, y n o g a t o s . » Diciendo esto, mandó sol-
criado con su m o z o , el mozo con s u a m i g o , el amigo
la lengua. Los teñidos quedaron con requesones por revestido, y partió d e carrera á llamar quien la conjurase. lar todos los presos, y prender todos los ministros de la
con su a m i g a , esta con t o d o s ; y chocando los arcadu-
barbas, y no se conocían unos á otros. A los calvos se cárcel. Armóse una herrería y confusión espantosa: tro-
ces deLdiablo, unos con otros se hicieron pedazos,se
les huyeron las cabelleras, con los sombreros en grupa, caban unos con otros quejas y alaridos; los que tenían
desWzo la sarta de e m b u s t e s , y Satanás, que enflauta- XIII. Un gran señor fué á visitar la cárcel de su corte,
los grillos y las c a d e n a s , se las echaban ó los que se las
l.o q u e va d e ayer á hoy. do en la cotorrera (b) se paseaba sin ser sentido, rezu- porque le dijeron servia d e heredad y bolsa ú los que
Hoy risa del pueblo soy, mandaron e c h a r , y se'las echaron.
Aver fui todo su vicio, mándose de mano en m a n o , los cobró á todos de con- la tenían á c a r g o , que de los delitos hacían mercancía,
P u e s , frustrado ni i ejercicio. tado ( c ) . y de los delincuentes t i e n d a , trocando los ladrones en XIV. Iban diferentes mujeres por la c a l l e , las unas á
Dicen á mi poca medra :
oro, y los homicidas e n buena moneda. Mandó q u e s a - p i é ; y aunque algunas dellas s e tomaban ya de los años,
«Escollo armado de yedra , XII. Estábase afeitando una mujer casada y rica. Cu-
Vo te conoci edilicio.» casen á visita los encarcelados, y halló que los liabian iban gorjeándose d e andadura y ( í ) desviviéndose de
Siempre pienso ddndc voy, bría con hopalandas de solimán unas arrugas jaspeadas
preso por los delitos que habian cometido, y que los t e - ponleví y enaguas. Otras iban embolsadas e n coches,
Cómo me veo y me v i ; de p e c a s ; j a l b e g a b a , c o m o puerta de alojería, lo ran-
Que ayer maravilla fui, nían presos por l o s que su codicia cometía con ellos. desantañándose (b) de navidades con melindres y m a n o -
V hoy sombra mia no soy. cio de la t e z ; estábase guisando las cejas con humo, Supo que á los unos contaban lo q u e habian hurtado y
Calas, vivo ejemplo os doy, teado de cortinas; (¡i) o t r a s , locadas d e gorgoritas y
c o m o chorizos; acompañaba lo mortecino de sus labios podido hurtar, y ü otros lo que tenían y podían tener;
P u e s por salir de mis quicios (c) (0) vestidas de noli me tangere, iban en figura de c a -
Os muestro en claros indicios con munición de lanternas á poder de cerillas; iluminá- y que duraba la causa todo el tiempo que duraba el
Mi mal, que á todos e x c e d e . marines, entina alhacena de cristal, con resabios de h o r -
base de vergüenza postiza con dedadas de salserilla de caudal, y que precisamente el dia del postrero marave-
Ejemplo de lo que puede nosde vidrio, romanadas por dos moros, ó cuando mejor
La carrera de los vicios. color. Asistíala como asesor de cachivaches una dueña, dí era el dia del c a s t i g o ; y que los prendían por el mal
Acuerdóme que t e n i a . por dos picaros. Llevan las tales trasparentes los ojos,
calavera confitada en untos ( d ) . Estaba de rodillas sobre que habían h e c h o , y los justiciaban porque ya no t e -
Por gala dc lan buen a i r e , on m u y estrecha vecindad con las nalgas del mozo d e -
Valentía en el d o n a i r e , s u s c h a p i n e s , c o n un moñazo imperial en las dos ma- nían. Saliéronse á visitar dos que habian de ahorcar otro
Donaire en la valentía ; lantero, y las narices molestadas del zumo de sus pies,
n o s , y á su lado una doncellita, plalicanta de botes, dia: al u n o , porque le habia perdonado la p a r t e , le t e -
P e r o ya ha llegado el dia que como n o pasa por escarpines, se perfuma de F r e g e -
En que estoy tan desvalido, con unas costillas de borrenas, para que su ama lana- nían como libre; al otro por hurtos ahorcaban, habien-
Que las damas que he servido nal ( d ) . Unas y otras ibanreciennaciéndose, arrulladas
plenase (e) las concavidades que le resultaban de un par do tres años que estaba p r e s o , en los cuales le liabian
Me dicen al fin postrero : de galas y con niña postiza, callando la vieja c o m o la
« ¡De lo que fuiste primero (1) los polvos del miércoles corvillo.
comido los hurtos y s u i m e i e n d a , y la de su padre y su
E s t á s tan d e s c o n o c i d o ! • caca, pasando á la (7) arismétiea de los ojos los ataúdes
Estábase afeitando una mujer casada y rica. (Edic. deZarnga:?. mujer, en quien tenía dos hijos. Cogió la hora al gran
Aplauso que el mundo d a , por las cunas. Cogiólas la hora, y topándolas Estoflerino
P o r mi gala m e r e c i d o , y siguientes, menos las de Bruselas.) señor en esta visita, y demudado de color, d i j o : «A eslo
¿ Q u i e n como yo le ha tenido? (b) Tampoco se ve en el Diccionario de la Academia este sentido, y Magino y Origano y Argolo (e), con sus efemérides dos-
que libráis porque perdonó la parle, ahorcaréis m a ñ a -
Quién como yo le t e n d r á ? metafórico, y muy común en el siglo xvu, de la palabra cotorrera. envainadas , embistieron con ellas á ponerlas á todas las
Dicha que se pasó ya , Si es sinónima de hurraca y de la hembra del papagayo, y sc adapta
na; porque si esto s c h a c e , e s instituir mercado públi-
Hoy es de p e n a s a b i s m o ; á la mujer habladora , también significa la prostituta, ya porque co de vidas, y hacer que por el dinero del concierto con (3) coméis los l a d r o n e s (Edic. de Zaragoza y posteriores.)
X asi deste silogismo
Quedo tan d e s e n g a ñ a d o ,
vaguea como la h u r r a c a , ó porque cotorrea ó cotarrea, según di- que se compra el perdón, sea mercancía la vida del m a - (4) desvaneciéndose de ponleví y naguas. (Id.)
cen ajgunos ; esto e s , anda de cotarro en c o t a r r o , ó de una casa
Que de mí mismo olvidado, rido para la mujer, y la del hijo para el p a d r e , y la del (Ii) Palabra compuesta por QÜEVEDO del adverbio de tiempo muy
No me acuerdo de mí misino. sospechosa en o t r a .
Pendiente me vi colgado
padre para el hijo; y en puniéndose los perdonesde m u e r - remoto antaño. De ella no hizo caso la Academia española.
En junio dc 1009 escribió QÜEVEDO una saladísima Pragmática
tes en v e n t a , las vidas de todos están en almoneda p ú - (5) otras en palanquillas tocadas de adenlro y recatadas de
Junto al lugar m á s dichoso , de las cotorreras, leyes y constituciones contra las damas corte-
Vo de ninguno envidioso, a f u e r a , eclipsaban el ojo para s e r eclipsadas y eclipsar, q u e los
sanas. blica, y el dinero inhibe en la justicia el escarmiento, eclipses son su fuerte; (MS. de Lisia.)
Y dc todos e n v i d i a d o ;
Mas ¡ay desdichas del h a d o ! (ei) En todas las impresiones españolas que be manejado, falla por ser muy fácil d e persuadir á las partes q u e les serán (c) Gorgoritas son los quiebros que, especialmente en el canto,
Cuánto acabas, cuánto puedes '. este capítulo de El criado favorecido y el amo. se hacen con la voz en la garganta.
más útil mil escudos ó quinientos que un ahorcado.
P u e s araña entre las r e d e s , (d) Del achaque dc martirizar su rostro las dueñas con mil suer- (6) vestidos dc noli me tangere, (MS. dc Frías.)
Me cuelgan como de almenas tes de menjurges y mudas se burló varias veces el autor del (fse Dos parles hay en todas las culpas p ú b l i c a s : la ofendi- (d) A los extremeños toca explicar esta liase.
En un retrete que apenas ' jote. En la comedia de La casa de los celos dirige á Angélica es- da y la justicia; y e s tan conveniente que esta castigue (7) perspectiva ó arismétiea (Los impresos.)
S e divisan las paredes.
tas razones la Dueña : lo que ie p e r t e n e c e , como que aquella perdone lo que (e) Estoflerino, latinizado,el nombre. Juan Sloffler ó Slocffici;
Por mi se puede cantar,
¿Cuándo, señora, veremos célebre astrónomo suavo, nació en Jiislingen por los años de 1432.
Cuando mis desdichas toco : le toca.
• Mundo loco, mundo l o c o , É l lin d c n u e s t r r s caminos? Continuó las efemérides de Regiomontano iMüllerj desde 1482. En
Nadie debe en ti fiar.» Cuándo de estos desaliños 1499 presentó unas n u e v a s , calculadas para los veinte años si-
En pobre y solo lugar A buen acuerdo saldremos? «Este ladrón, que después de tres años de prisión g u i e n t e s , al senado de L'lma, que le dieron grande reputación.
Me han puesto mis vanidades , Cuándo me veré ¡ ay dc m i !
Con mi almohadilla s e n t a d a , queréis ahorcar, echaréis á galeras; porque, c o m o tres Publicó otras para 1524, anunciando que por efecto dc la conjun-
P u e s dei tiempo las crueldades ción de los grandes planetas habría el 2U de febrero una inunda-
E n estrado y d e s c a n s a d a , años ha estuviera justamente ahorcado, hoy será injus-
Me traen á aquestos r e t i r o s
Como algún tiempo me vi? ción tan grande que trastornaría la superficie del globo. Grande
Aquí, donde mis suspiros ticia muy cruel, pues será ahorcar con el que p e c ó , á
Cuándo dc mis redomillas t e r r o r produjo esto y pusilanimidad en las g e n t e s , que buscaron
Pueblan estas soledades. Veré los blancos afeites, su padre, á s u s hijos y ú s u m u j e r , q u e son inocentes, asilo en las altas montañas, y prepararon barcas para salvarse con
(a) Carcabucco dicen con * y con calilla el manuscrito dc Frías Las unturas, los a c e i t e s ,
v la edición de Zaragoza. Escrita del propio modo se ve en La Las adobadas pasillas ? á quien habéis vosotros comido y hurtado con la dila- su familia. El m e s de febrero llegó, y fué, á pesar dc la conjunción,
tulla latiniparla y en otros manuscritos y libros antiguos. El Dic- Cuándo me daré un buen rato ción las haciendas. muy seco : Sloffler sc apresuró á explicar las causas que descon-
•áonario de la Academia no se acuerda do esta p a l a b r a , como ni En reposo y sin sospecha ; certaron sus predicciones, y sus cálculos continuaron siendo muy
Que traigo esta cara hecha buscados. Murió en Viena el año d e 1531.
de otras muchas. He aceptado la ortografía de T e r r e r o s p o r q u e , Una suela de zapato ?
significando carcaeucso lo mismo que carcavón (aumentativo d e Magino. Maxim dice el original manuscrito. Máximo la edición
(e) Así dice el manuscrito de Frias, y así debía decir. En la ra- (1) la frente, y encajándose (Los impresos.—X es mejor lección.)
o/ircava) una zanja ú hoyo grande para sepultar muchos muertos d e Zaragoza y todas las posteriores, hasta la de Sancha, en que se
((i) Juego de m u c h a c h o s , pesado y poco limpio, que aun se con-
j u n t o s ó arrojar s u s huesos, parece que no tiene lugar en esta voz mera edición de Zaragoza imprimieron aplanase, y d c aqui > ' ™ s
lee Maximio. No be vacilado en adoptar arriba la verdadera lec-
serva en algunos pueblos.
la z, cuya letra, 3unquc entra en los aumentativos, se combina de Lanaplenar es una voz compuesta por DON FRANCISCO, y siguií'' ción. Conozco las siguientes obras de este célebre astrónomo :
llenar, embutir de lana cualquier cosa. (2) la muelle en las "manos (Edic. dc Zaragoza y siguientes.) Epkcmcridcs coclestium mottuun l o . Anlonii Magini, ¡lalaciui, ab
otra m a n e r a .
LA HORA DE TODOS Y
390 OBRAS D E DON FRANCISG0 D E .QUEVEDO VILLEGAS, LA FORTUNA CON SESO. 391
todo el coram vobis iluminado de panarras, con arre- al otro tramposo que le abonaba al tercer tramposo, d i -
lechas de sus vidas con dia, m e s y año, hora, minutos y simulando el c o n o c e r l o s , y adargándose del trampan- la ansia de ser más rico que por lo que le faltaba. Cas-
boles de brindis. A cada disparate ynecedad que decia,
segundos. Decian con voces descompuestas : « D e m o - tojo, con lamentación ponderada le dijo que él andaba á t i g ó el cielo á los vecinos y naturales desta isla c o n
se desatinaban e n los encarecimientos y alabanzas los
n i o s , reconoce vuestra f e c h a , c o m o vuestra sentencia. buscar cuatro mil reales sobre prenda que valia ocho, y inclinación casi universal á ser arbitristas. En e s t e
circunstantes. Unos decian : « ¡ Admirable discurso!»
Cuarenta y dos años tienes, dos m e s e s , cinco dias, seis que á ese efecto habia salido de su casa. Andaban c h o - nombre hay mucha diferencia en los manuscritos : e n
Oíros : « N o hay m á s que decir. ¡ Grandes y preciosísi-
horas, nueve minutos y veinte segundos.» ¡Oh inmenso cando los u n o s c o n los otros c o u cadenas d e alquimia, unos s e lee arbitrislcs; en otros, arbatrislcs, y en los
mas palabras!» Y un lisonjero, que procuraba pujará
D i o s , quién podrá decir el desaforado zurrido que se hipócritas del o r o , y letras falsas acetadas, y con fia- m á s , armachismes. Cada ur.o enmiende la lección c o -
los otros la adulación, mintiendo de puntillas, dijo :
levantó! No se oia otra cosa que « mentises; no hay tal; dores falidos, y escrituras falsas, y hipotecas ajenas, y mo mejor le pareciere á sus acontecimientos. Por e s t a
«Oyéndote ha desfallecido pasmada la admiración y la
plata q u e habian pedido prestada para u n banquete, y causa esta tierra era habitada de tantas plagas como
no he cumplido q u i n c e ; ¡ J e s ú s ! ¿quién tal d i c e ? aun dotrina.» El tal s e ñ o r , encantusado, y dando dos ron-
migajas de pies de tazas de vidrio, y claveques con ape- personas. Todos los circunvecinos se guardaban de las
no he entrado e n diez y o c h o ; en trece e s t o y ; ayer n a - quidos , parleros del a b i t o , con promesas de vómito,
llido de diamantes. Era admirable la prosa que g a s t a - g e n t e s desta isla c o m o de pestes andantes, pues de
cí ; no tengo ningún a ñ o ; miente el t i e m p o . » Y u n a , á .derramó con zollipo estas palabras : «Afligido me tiene
ban. Uno decia : « Y o profeso vertlad, y se ha de hallar solo el contagio del aire que pasado por ella los tocaba,
quien Origano estaba sobreescribiendo como escritura: la pérdida de las dos naves mias.» En oyéndolo, se alila-
en mí si se perdiere; no profeso sino pan por pan y v i - se les consumían los caudales, se les secaban las hacien-
«Fué fecha y otorgada esta mujer el año de 1578 ( o ) , » — ron los lisonjeros de e m b e l e c o ; y revistiéndoseles la
1
no por v i n o ; antes moriré de fiambre, pegada la boca d a s , se les desacreditaba el dinero y se les asuraba la
viendo ella que se le averiguaban sesenta y siete años ( 1 ) , j mesma m e n t i r a , dijeron unos que «antes la pérdida le
á la pared, q u e hacer ruindad; n o quiero sino crédito; negociación. Era tan inmensa la arbitrería que produ-
entigrecida y enserpentada, dijo: «Yo no he nacido, l e - i habia sido de autoridad y á pedir de boca, y que por
no hay tal c o m o poder traer la cara descubierta : esto cía aquella tierra, que los niños en naciendo decian ar-
galizador de la m u e r t e ; aun no me han salido los dien- • útil debiera haber dcseádola, pues le ocasionaba causa
me enseñaron mis padres.» Respondía el otro tramposo: bitrio por decir íat'ío. Era una población de laberin-
t e s . » «Antigualla, mamotreto de s i g l o s , no salen sobre • justa para romper con los amigos y vecinos que le ha-
«No hay c o s a c o m o la puntualidad; sí por sí y no por tos , porque las mujeres con sus maridos, los padres
raigones ; tente á la fecha.» «No c o n o z c o focha;» y a r - bían robado, y que por dos les tomaría ducientos, y que
no. Por malos medios no quiero hacienda; toda mi vida con los hijos, los hijos c o n los padres, y los vecinos unos
remetiendo el uno al otro, s e confundió todo en una r e - i esto él se obligaba á disponerlo (6).» Salpicó el detesta-
he tenido esta condición; no quiero tener que restituir; con o t r o s , andaban á daca mis arbitrios y toma los
sistencia espantosa, ble adulador este enredo de ejemplos. Otrosdijeron «ha- t u y o s ; y lodos se tomaban del arbitrio como del vino.
lo que importa e s el a l m a ; no baria una trampa por
XV. Estaba un potentado después de comer arrullan- bia sido la pérdida glorioso suceso y lleno de majeslad, Pues este buen señor en las partes de allende, c o n v e n -
los haberes del m u n d o ; más quiero mi conciencia que
do su desvanecimiento.con lisonjas (2) arpadas en los pi- porque aquel era gran príncipe que tenia m a s q u e per- cido de la c u d i c i a , que e s uno de Ins peores demonios
cuanto tiene la tierra.» En esto estaban las ratoneras v i -
c o s de s u s criados. Oíase el rugir de las tripas galopines, d e r , y que on eso s e conocía su g r a n d e z a , y no en ga- que esgrimen cizaña en el mundo, mandó tocar á arbi-
vas , arrebozando de cláusulas justificadas las intencio-
que en la cocina de su barriga n o s e podían averiguar nar y adquirir; que e s mendiguez propia de piratas y trios. Juntáronse legiones de arbitrianosen el (4) teatro
nes cardas, cuando los cogió de medio á medio la hora;
con la carnicería que habia devorado. Estaba espuman- ! ladrones;» y añadió que «aquesta pérdida habia de ser y creyéndose los unos tramposos á los otros, se destru- del p a l a c i o , empapeladas las pretinas, y asaeteadas de
do en salivas por la boca los hervores de las a z u m b r e s ; su remedio;» y luego empezó á granizarle de aforismos legajos de discursos las aberturas de los sayos. Díjoles
yeron. El de la cadena de alquimia la daba por la letra
y autores, ensartando á Tácito y á Saluslio, á Polibioy su n e c e s i d a d , pidióles el r e m e d i o ; todos á un tiempo
anno 159S taquead annum ICIO, sceiindmn Copcnici obscrvationcs
ialsa, y el de los diamantes claveques tomaba por ellos
T u c í d i d e s , embutiendo las grandes pérdidas de f s echando mano á sus discursos, y con cuadernos en r i s -
accnratissimé supputatae ct correclac; ad longiludincm inclitae Ve- la plata prestada. Los tres partieron al contraste; el
romanos y g r i e g o s , y otra grande cáfila de dislates; y I tre, embistieron en turba multa, y ahogándose unos ( 5 )
nctiarutnurbis. Veuetiis, apud Dainianum Zeuarium, 1500.—, otro á verificar la letra y asegurarla y perder la mitad,
Tabulae secundorum mubitium coelcslium. Autkorc l o . Antonio como el glotonazo no buscaba sino disculpas de su flo- en otros por cuál llegaría a n t e s , nevaron cuatro bufe-
porque se la pagasen antes que se averiguase el c a d e -
Magino, patavino,phitosophiae,aemathematicarumprofessore. Cuín jedad, alegró la pérdida con el engaño. N o hiciera ináseí tes de cartapeles. Sosegó el runrún que t e n i a n , y e m -
privilegiis. Veuetiis, M.D.LXXXV. E X officina llamiam Zeqari.
non de hierro viejo. Llegó volando á la casa del h o m -
diablo. En e s t o , á persuasión de las crudezas, por el mal pezó á leer el primer arbitrio. Decia a s í : «Arbitrio para
VA afamado matemático p a d u a n o J u a n Antonio Magín m u r i ó el bre en cuyo nombre estaba acetada, el cual le dijo que
despacho de la digestión, disparó un regüeldo. No lo hu- tener inmensa cantidad de oro y plata sin pedirla ni
año de 1617. aquella letra no era suya ni conocía tal h o m b r e , y e n -
bieron oído cuando los malvados lisonjeros, (3) hincan- tomarla á n a d i e . » Durillo s e m e h a c e , dijo el señor.
Esta obra de Origano tengo á la vista : vióle noramala. El se salió letra entre piernas, d i c i e n d o :
Aunomm prionm 50 incipícntium ab anno Christi 15KÍ, et dcsi- do con suma veneración la rodilla, por hacerle creer ha- Segundo : «Para tener inmensas riquezas e n u n dia,
«¡Oh ladrón! ¡Cuál m e la habias pegado si la cadena no
ventinm in annum 1624, E p h e m e r i d e s Brandenburgicae coetestium bia estornudado, dijeron: «Dios le ayude.» Pues cógele quitando á todos cuanto t i e n e n , y enriqueciéndolos
motuum et temporum; sunima diligenüa in luminaribus calculo du- fuera de trozos de jeringa !» El de los claveques decia,
la hora; y revestido de furias infernales, aullando dijo: con quitárselo.» La primera parte de quitar á todos
plici Tyclionico et Prutenico, in reliquis planetis Prntcnico seu Co- estando vendiendo la plata á un platero, (1) sin h e c h u -
pernicaeo elaboratae, a Oavidc Origano glacense germano, malhe- «Infames, pues me queréis hacer en creyentes que es es- me agrada; la segunda de enriquecerlos quitándoselo
ra y por menos del peso : « Bien se la p e g u é con m e n -
matíeo in Academia electorali Brandcnburgica profesore publico et tornudo el regüeldo, estando mi boca á los umbrales de tengo por dudosa; mas allá so avengan. Tercero : «Ar-
ordinario. Typis exscripsil Joannes Eichorn. Auno 1600. Apttd Da-
drugos de vidrio!» En esto llegó el dueño y conociendo
mis narices, ¿qué liareis de lo q u e ni v e o ni güelo?» V bitrio fácil y gustoso y justificado para tener gran suma
videm Iteichardum bibhopolam slcíinensem. su plata, que andaba dando cosetadas en el peso, llamó
dándose de manotadas en las orejas, y mosqueándosete de millones, en que los que los han de pagar no lo han
Andrés Argoli nació en el reino de Ñapóles en 1570. Dedicado á un alguacil, y hizo prender al tramposo por ladrón.
i la filosofía y á la medicina con aprovechamiento singular, no se m e n t i r a s , arremetió con ellos y l o s derramó á coces de de s e n t i r ; antes han de creer que se los dan.» Me place,
Empelazgáronse (2) (a): al ruido salió el de los diaman-
libró d e caer en los s u e ñ o s d e los astrólogos. Perseguido p o r sus su palacio, d i c i e n d o : «Príncipes, si me cogen acatarra- dejando esta persuasión por cuenta del arbitrista, dijo
émulos, se retrajo á Venecia. El Senado le acogió favorablemente, tes falsos dando gritos. El que vendía la plata dijo : «Ese
do, me destruyen. Por un sentido que m e dejaron libre el señor. Cuarto arbitrio : «Ofrece hacer que lo que fal-
le proveyó de instrumentos para sus observaciones , y le nombró infame me la vendió.» El otro decia : «Miente; que ose
matemático de la universidad de Padua , y en 1640 caballero de se perdieron : no hay cosa como oler.» ta sobre, sin añadir nada ni alterar cosa alguna, y sin
me la ha hurtado.» El platero decia : «Ese maulero m e
San Marcos. Murió en 1053. Escribió : De diebus crilicis. — Primi queja de n a d i e . » Arbitrio tan bien quisto no puede ser
movilis labulae. — Observaciones sobre el cometa de 1 6 5 3 , y por traia chinas por diamantes.» El dueño de la plata reque-
XVI. L o s codiciosos, escarmentados, se apartaron de. verdadero. Q u i n t o : «en que se ofrece cuanto s e desea,
último las Efemérides. Tengo á la m a n o las p r i m e r a s ediciones de ria que los prendiesen á e n t r a m b o s ; el escribano decia
estas obras. Hé aqui sus portadas :
los tramposos; y los tramposos, por no pagar do balde el liase de tomar y quitar y pedir á t o d o s , y todos se
que á todos tres hasta que se averiguase. El alguacil,
Andre.ae Argoli it Tal/iacozzo. Novae coelestium motuum Epheme- e m b u s t e , s e e m b i s t i o r o n unos á otros, disimulándose en darán á los diablos.» Este arbitrio con lo endemoniado
poniéndose la vara en la boca, y asiendo á los dos tram-
rides. Ad longiludinem Alniae Urbis. Ab anno 1620 ad 1640 ex ejus- las palabras y dándose un baño exterior do .simplicidad. asegura lo platicable. Animado con la aprobación, el
dem Auctoris tabulissupputatae, quae eongruunt cum Dimitís, Rodul- posos con las dos lítanos, y el escribano de la capa al
Decíanse el un embustero al olro : «Señor m i ó , escar- autor, dijo : «Y añado que los que le cobraren serán con-
phinis, ct Tgchonis Braliae c Coelo deductis observationibus. Roinae. dueño de la plata, d e s p u e s d e haberse desgarrado (3) las
Ex Tijiiograp/iia Guillelmí l'occiotli. M.DC.XXIX.— mentado de tratar con t r a m p o s o s , que me tienen des- suelo para los que le han de padecer.» (6) ¿Quién fuiste
getas unos á otros, con gran séquito de picaros fueron
Andreae Argoli Medici, Philosophi, ac in celebérrimo Palavino truido,vengo á que, pues sabéis mi puntualidad, me pres-
Gymnasio mathematicas profitenlís, E p h e m e r i d e s annorum i iuxtn
entregados en la cárcel al guardajoyas del verdugo.
téis tres mil reales en vellón, d e q u e os daré letra aceta- (4) patio de palacio (Edic. de Zaragoza, y de allí todas.)
Tijchonis hypothescs, ct aecurate é Coelo deducías oliscrvntioncs. Ab
da á dos meses, que so pagará en plata, en persona tan (a! con otros sobre cuál llegaría primero, nevaron (/</.)
anno 1650 ad annum 1680. Cum privilegiis. Vcnetiis 1638.
He puesto Argolo en el texto, en vez de Argolio que dicen los abonada, que es c o m o tenerlos en la bolsa, y que no f 3
XVII. En Dinamarca habia un señor de una isla p o - (//) Hccuérdcnsc los impertinentes advertimientos at Príncipe que
de aquellas calendas se ven impresos ; téngase en cuenta el Un
ejemplares de La hora de todos, manuscritos ó i m p r e s o s . menester más de llegar y contar;» y era este en quien blada con cinco lugares. Estaba m u y pobre, más por principal y de importancia suma á que tiraba el castellano Lip-
(a) Dejó de primera intención el amanuense de QUEVEDO la fecha daba la letra, la misma trampa. Mas el tramposo, que ou s i o ; no se pierda j a m a s de vista que le era forzoso remedar y
en blanco, y la llenó después con tinta más n e g r a , lijando el año !1) con inmensa marbolla, (Edic. de Zaragoza y todas las poste- traducir aqui los desatinos de los áulicos y curanderos políti-
que corresponde al en que s e pensaba publicar el l i b r o : propósito
que d.esbaraló la prolija enfermedad y muerte de DON FRANCISCO. ib) Cuadro copiado del natural con verdad prodigiosa. Larui riores.) — lin vez de marbolla quisieron tal vez decir barbulla. cos , y entonces no nos parecerán m e n o s ridiculos é ingeniosos,
(2) Empelotáronse : (Desde la edic. de Zaragoza, todas.) que los que habia dejado por modelos el rey de los escritores
cámara de Felipe IV, el Conde-Duque; en 1035 y en 1640, y tuda;
Esla pequeña circunstancia del manuscrito es de sumo interés [a) Sale empelazgarse de pelazga, pendencia, riña, disputa. La
los suyos no pueden estar retratados con pincel más valiente. españoles, los a r b i t r i s t a s . ^ Dinamarca. Por lo bien dibujados
para lijar la cronología. Academia española no hizo mención de esle verbo en su Diccionario.
13) por hacerle creer habia e s t o r n u d a d o , le saludaron con u rivalizan con Don Q u i j o t e , ' d e s e a n d o aconsejen al monarca j u n t e
(1) Escribió QUEVEDO este libro año d e l C 4 5 . {¡iotaabsurda déla ( 3 ) i o s gatos unos con otros, con grande séquito ( E d i c . de Za- en la corle y en un dia señalado á cuantos caballeros andantes va-
edición de Bruselas.) frase acostumbrada. P u e s cógele la hora (Edic. de Zaragoza )«• ragoza, y de allí todas.)
gan por la P e n í n s u l a , q u e tal podría venir entro ellos q u e , solo
(2) bestiales del sitio de sus criados. Oiasc (MS. de frías.) quieules.)
392 O B R A S D E DON FRANCISCO D E QUEVEDO VILLEGAS, LA H O R A DE TODOS Y LA F O R T U N A CON S E S O . 303
p o d e r de a r b i t r i s t a s , cesó y m e dio p o r q u e m a d o . El b u e n a m o n e d a lo roñoso d e s u e s t a n t i g u a . N i ñ a s , la
l ú ijue tal dijiste ? Alza Dios s u i r a , y e m b o r r ú l l a n - E m b u r u j á r o n s e (9) todos en la e s c a l e r a ; salieron á la
m á s p i a d o s o a r b i t r i s t a es el fuego : él se ataja con el codicia q u i t a el asco : c e r r a d los ojos y tapad las n a r i -
s e en r e m o l i n o s furiosos l o s a r b i t r i s t a s , c h a s q u e a n d o calle, u n o s h e r i d o s y o t r o s d e s g a r r a d o s . El rufián, a b i e r -
a g u a ; vosotros c r e c é i s c o n ella y c o n todos los e l e m e n - c e s , c o m o q u i e n l o m a p u r g a . Beber lo a m a r g o p o r el
barbulla ( o ) , l l a m á u d o l e d e b o r r a c h o y p e r r o . D e c í a n l e : ta la m e d i a c a b e z a , y la otra m e d i a (á lo que s o s p e c h o )
t o s , y c o n t r a t o d o s . El Anticristo ha de ser a r b i t r i s t a . provecho es m e d i c i n a : h a c e d c u e n t a q u e q u e m á i s f r a n -
« B e r g a n t e , ¿ p r o p u s i e r a Satanás el c o n s u e l o en los c o - no b i e n c e r r a d a ; sin capa y s o m b r e r o se fué á una i g l e -
Atóelos os (2) h e d e q u e m a r v i v o s , y g u a r d a r vuestra j a s viejas p a r a s a c a r l a s el o r o , ó q u e c h u p á i s h u e s o s
b r a d o r e s , s i e n d o ellos la e n f e r m e d a d d e t o d o s los r e - sia. El alguacil e n t r ó en la c a s a , y en viendo á la b u e -
ceniza p a r a h a c e r della c e r n a d a , y c o l a r l a s m a n c h a s d e para s a c a r la m é d u l a . Yo t e n g o p a r a cada u n a de v o s -
m e d i o s ?» L l a m á b a n s e d e h i d e a r b i t r i s l a s ( d ) , c o n t r a d i - n a v i e j a , e m b i s t i ó c o n ella, diciendo : «¿Aquí estás, b e -
todas las r e p ú b l i c a s . Los p r i n c i p e s p u e d e n ser p o b r e s ; o t r a s inedia docena d e c a r r o ñ o s , a m a u t e s p a s a s , a r r u -
ciéndose los arbitrios los u n o s á los o t r o s , y c a d a u n o l l a c a , d e s p u é s d e d e s t e r r a d a t r e s v e c e s ? T ú t i e n e s la
m a s en t r a t a n d o con a r b i t r i s t a s p a r a dejar d e ser p o - g a d o s , q u e g a r g a j e a n mejicanos. Yo no quiero t e r c e r a
solo a p r o b a b a el s u y o . P u e s e s t a n d o e n c e n d i d o s en e s - culpa de t o d o ; » y asiéndola, y á las d e m á s t o d a s , y e m -
b r e s , dejan de ser p r í n c i p e s . » p a r t e : c o n (1) u n p o r t e m o d e r a d o que se m e p a g u e e s t o y
ta b r e g a , entraron de repente m u c h o s c r i a d o s , dando b a r g a n d o lo q u e h a l l a r o n , l a s llevaron en r a c i m o á la
c o n t e n t a , p a r a c o n s e r v a r esta n e g r a h o n r a d e q u e m e
v o c e s , d e s a t i n a d o s , q u e s e a b r a s a b a el palacio p o r t r e s c á r c e l , d e s n u d a s y r e m e s a d a s , a c o m p a ñ a d a s del vayan
XVIII. L a s a l c a h u e t a s y las chillonas estaban j u n t a s he preciado t o d a m i vida.» (2) A c a b ó d e m a m u l l a r estas
p a r t e s , y que el a i r e era g r a n d e . Coge la hora en este lasjricaras, p r o n u n c i a d o p o r t o d a la v e c i n d a d .
en p a r l a m e n t o nefando : h a b l a b a n m u y b e l l a c a m e n t e razones, y j u n t a n d o la n a r i z c o n l a b a r b i l l a , á m a n e r a d e
s u s t o al señor y á los a r b i t r i s t a s . El h u m o era g r a n d e y
en a u s e n c i a d e las b o l s a s , y r o i a n al d i n e r o los zanca- g a r r a , las hizo u n g e s t o d e la i m p r e s i ó n del grifo. Una
crecía p o r i n s t a n t e s . No sabía el p o b r e s e ñ o r qué h a - XIX. U n letrado b i e n frondoso d e mejillas, de a q u e -
j o s . La m á s a n t i g u a d e las a l c a h u e t a s , mal asistida de de l a s p i d o n a s y (3) t o m a s c a s , a r r e b a t i ñ a e n n a g u a s , m o -
c e r s e . L o s a r b i t r i s t a s le dijeron s e e s t u v i e s e q u e d o , llos que c o n b a r b a n e g r a y b i g o t e s de b u c e s t r a e n la
d i e n t e s y m a m o n a d e p r o n u n c i a c i ó n , t a b l e t e a n d o con lió r a p a n t e , la r e s p o n d i ó : «Agüela, e n d i l g a d o r a de r e f o -
q u e ellos lo r e m e d i a r í a n e n u n i n s t a n t e ; y saliendo del b o c a con sotana y m a n t e o , e s t a b a en u n a pieza a t e s -
las e n c í a s , dijo : «El m u n d o está p a r a d a r u n estallido; c i l o s , ^ ) e n g a r z a d u r a de c u e r p o s , e s l a b o n a d o r a d e g e n -
t e a t r o á b o r b o t o n e s , los u n o s a g a r r a r o n d e c u a n t o h a - tada de c u e r p o s t a n sin a l m a c o m o el s u y o ; revolvía
m i r a d q u é gentil dádiva : el tiempo h a c e h a m b r e ; todo tes, e n f l a u t a d o r a d e p e r s o n a s (ct), t e j e d o r a d e c a r a s , h a s
bia en p a l a c i o , y arrojando p o r las v e n t a n a s los c a m a - m e n o s los a u t o r e s q u e las p a r t e s ; t a n p r e c i a d o de rica
está en u n t r i s ; las ferias y los a g u i n a l d o s dias h á que de a d v e r t i r q u e s o m o s m u y m o z a s p a r a v e n d e r n o s á la (S)
r i n e s y la r e c á m a r a , h i c i e r o n p e d a z o s c u a n t a s c o s a s l i b r e r í a , siendo i d i o t a , q u e se p u e d e decir q u e en los
p u d r e n ; las albricias couladlas cou los m u e r t o s ; el d i - pu b a r b a d a y á los c a z a - s i g l o s ( 0 ) . Gasta esa m u n i c i ó n
tenia d e p r e c i o . L o s o t r o s c o n picos d e r r i b a r o n u n a libros no sabe lo que se t i e n e . Había a d q u i r i d o fama,
n e r o e s t á t a n t r o c a d o , q u e n o s e c o n o c e ; c o n los p r e - en d u e ñ a s , q u e son m a y a s de los difuntos y mariposas del
t o r r e ; o t r o s , diciendo q u e el fuego en r e s p i r a n d o se p o r lo sonoro d e la v o z , lo eficaz d e los g e s t o s , la i n -
mios (c) se ha d e s v a n e c i d o , c o m o r u i n en h o n r a : u n real aquí yace. T í a , la s a n g r e q u e b u l l e , m á s q u i e r e t a r a -
m o r i a , deshicieron g r a n p a r t e de los tejados, a r r u i n a n d o m e n s a c o r r i e n t e de las p a l a b r a s , en q u e a n e g a b a á los
de á ocho se e n s e ñ a á d o s c u a r t o s c o m o u n e l e f a n t e ; de rira q u e d i n e r o s , y g u s t o q u e d á d i v a s : t o m a o t r o oficio;
los t e c h o s y asolándolo t o d o ; y n i n g u n o d e los a r b i t r i s - otros a b o g a d o s . No c a b í a n e n s u e s t u d i o s o s l i t i g a n t e s
los doblones se dice lo q u e de los i n f a n t e s de A r a g ó n : que los c o c h e s se h a n alzado á m a y o r e s con la coroza,
t a s acudid á m a t a r el fuego, y todos a t e n d i e r o n á m a t a r d e p i e s , cada u n o en su proceso c o m o en su p a l o , en
y espero v e r l o s tirar pepinazos p o r a l c a h u e t e s . » No h u b o
la casa y c u a n t o h a b i a en ella (b). Salió el s e ñ o r , v i e n d o ¿Qué se hicieron? (d) aquel peralvillo d e l a s bolsas (b). El salpicaba d e leyes á
la b u s c o n a a c a b a d o estas p a l a b r a s , c u a n d o á t o d a s las
el h u m o casi a p l a c a d o , y halló q u e los vasallos y g e n t e Yo daré h a c e l o s p a p e l e s d e toma. í t e m : fie vuesa t o d o s : no se le oía o t r a cosa sino « y a estoy al c a b o ;
cogió la hora, y e n t r a n d o u n a b o c a n a d a d e a c r e e d o -
popular y la j u s t i c i a habian ya a p a g a d o el f u e g o ; y vio merced de mi palabra es m a t a p e r r o s ; libranza es g o z - bien visto lo t e n g o ; s u j u s t i c i a d e vuesa m e r c e d n o e s
r e s , e m b i s t i e r o n con ellas. Uno por el a l q u i l e r d e la c a -
q u e los a r b i t r i s t a s d a b a n t r a s l o s c i m i e n t o s , y q u e le q u e m o r t e c i n o ; m a n c e b i t o d e p i e r n a s con guedejas y d u b i t a b l e ; ley hay en propíos t é r m i n o s ; no es t a n claro
sa las e m b a r g a b a los trastos y la c a m a ; otro p o r q u e
h a b i a n d e r r i b a d o su casa y h e c h o p e d a z o s c u a n t o t e n i a ; sienes con l i g a s , s o n ganas de c o m e r y u n ayuno bar- el d i a ; e s t e no es p l e i t o , es caso j u z g a d o ; todo el d e -
eran s u y o s , d e s d e las a l m o h a d a s á la g u i t a r r a , las asía
y d e s a t i n a d o c o n la m a l d a d , y h e c h o u n a s i e r p e , d e c i a : b i p o n i e n t e . H i j a s , lo que conviene es t e n g a m o s y t e n - r e c h o h a b l a en n u e s t r o f a v o r ; n o tiene m u c h o s l a n c e s ;
de los vestidos p o r los a l q u i l e r e s , y asía d e t o d o ; y d e
«Infames, vosotros sois el fuego; todos v u e s t r o s arbitrios g a m o s , y e n c o m e n d a r o s al c o n t a n t e y al a n t e m a n o . (3) b u e n o s j u e c e s t e n e m o s ; no alega el .contrario cosa d e
palabra en p a l a b r a , el u n o al otro se empujaron las c a -
son d e s t a m a n e r a ; m á s q u i s i e r a , y m e fuera m á s b a r a - Yo a d m i n i s t r o u n o s h o m b r e s á m e d i o p o d r i r , e n t r e ( i ) p r o v e c h o ; lo a c t u a d o está lleno d e n u l i d a d e s ; es fuerza
ras c o n los p u ñ o s c e r r a d o s . H u n d i a la v e c i n d a d á g r i -
to, haberme quemado que haberos creído; todos vues- vivos y m u e r t o s , q u é t r a e n b i e n a l i ñ a d a p a n t a s m a , q u e se revoque la s e n t e n c i a d a d a ; déjese vuesa m e r c e d
tos u n r o p e r o p o r u n o s g u a r d a i n f a n t o s : las m a n c e b i -
t r o s r e m e d i o s son d e s t a s u e r t e : d e r r i b a r t o d a u n a casa y t r a t a n d e q u e los h e r e d e s u a p e t i t o , y p a g a n en g o b e r n a r . » Y con e s t o , á u n o s o r d e n a b a p e t i c i o n e s , á
tas d e la sonsaca formaban u n a capilla d e chillidos, d i -
p o r q u e n o se caiga u n r i n c ó n . L l a m á i s defender la h a - otros q u e r e l l a s , á otros i n t e r r o g a t o r i o s , á otros p r o t e s -
ciendo q u e qué t é r m i n o era a q u e l , y q u e para esta y
cienda e c h a r l a e n la calle, y s o c o r r e r el r e m a t a r . Dais á que de accidentes saca conjeturas, j u n t ó los tres de estos años, t a s , á otros s ú p l i c a s , y á otros r e q u e r i m i e n t o s . A n d a -
diciendo q u e en el uno habia dado eu agua , en el otro en a i r e , y para a q u e l l a , y c o m o c r e o e n D i o s , y bonitas s o m o s
c o m e r á los príncipes s u s pies y s u s m a n o s y s u s m i e m - ban al r e t o r t e r o los B á r t u l o s , los B a l d o s , los A b a d e s ,
en este en f u e g o ; que solo faltaba que diese cu t i e r r a , y que asi nosotras, y lo del n e g r o , á q u i e n a p e l a n las v e n g a n z a s
b r o s , y d e c í s q u e le s u s t e n t á i s c u a n d o le h a c é i s q u e se dio con la caída del C o n d e - D u q u e , q u e p r e s t o sucedió. Fué el los S o r d o s , los F a r i n a c i o s , los T ú s e o s , l o s Cujacios,
délas a n d o r r a s . La m a l d i t a vieja se s a n t i g u a b a á m a n o -
coma á bocados á sí p r o p i o . Si la c a b e z a se c o m e todo daño de medio millón. Reparóse tan presto, que por pascua de Re- los F a b r o s , los A n c h á r o n o s , el s e ñ o r p r e s i d e n t e C o v a r -
surrección estaba acabado.» (León Pinelo, historia de Madrid, MS.) tadas, y no cesaba de c l a m a r : « ¡ J e s ú s ( 7 ) , y en J e s ú s ! »
s u c u e r p o , q u e d a r á c á n c e r de sí m i s m a , y no persona. r u b i a s , C b a s a n e o , O l d r a d o , M a s c a r d o ; y t r a s la ley
Retocada La hora de todos en l G i o , pudo muy bien aludir QUE- cuando á la tabaola e n t r ó el a m i g o de la u n a d e las b u s -
P e r r o s , el fuego venía con h a r t a r a z ó n á q u e m a r m e á VEDO á ambos acontecimientos. Los que Pinelo refiere en agua y
del r e i n o , Montalvo y G r e g o r i o L ó p e z , y o t r o s ¡ n u m e -
c o n a s , y sacando la e s p a d a , sin p r ó l o g o d e r a z o n a -
mí p o r q u e os j u n t é y os c o n s i e n t o , - y c o m o m e vio en en a i r e , son el de haberse roto la noche de San Juan de 165!) uii r a b l e s (c), b u r r a j e a d o s d e p á r r a f o s , c o n s u s dos c o r c o v a s
miento embistió c o n los c o b r a d o r e s , llamándolos p i c a -
estanque del Retiro, más alto que la cámara real, que pudo polici-
al Monarca en grave r i e s g o ; y h a b e r al año siguiente un furioso ros y l a d r o n e s . S a c á r o n l a s e s p a d a s y t i r á n d o s e u n o s á (9) E m b u r r i á r o n s e (El MS. de Frías.) E n m a r a ñ á r o n s e todos.
bastase á destruir toda la potestad del turco. En lo extravagante torbellino de viento desbaratado el teatro, maravilloso en luces, o t r o s , h i c i e r o n pedazos c u a n t o h a b i a en la c a s a . L a s (Los impresos.)
se igualan casi al a i b i l r i s t e del hospital d e la Resurrección en toldos, máquinas y tramoyas, levantado s o b r e barcas en el estan- (b) En U 7 6 crearon los reyes católicos don Fernando y doña
Valladolid,, proponiendo se mande á todos los vasallos de su ma-
b u s c o n a s á las v e n t a n a s d e s g a ñ i f á n d o s e p r e g o n a b a n el
que grande de aquel sitio. Isabel un severo tribunal, llamado la Santa Hermandad, para per-
jestad ayunar una vez en el mes á pan y agua, reduciendo á dinero (2) ha de q u e m a r (Desde la impresión de Zaragoza, lodas.)
que se matan, y ¿no hay justicia? Al r u i d o subió u n seguir, juzgar y castigar los delitos cometidos en despoblado, y á
el gasto de aquel dia para que con provecho de sus cuerpos y de (c) La vuelta y demasía que se pagaba en los cambios, según si alguacil con t o d o s sus a r r a b a l e s , c o n el favor al Rey, 7 de julio de 14S6 le dieron ordenanzas.
sus almas tuviesen el lauro de desempeñar en veinte años las car- hacian estos en oro , plata ó calderilla,, por la baja que sufrió en Según estas l e y e s , eran asaeteados los m a l h e c h o r e s , atados á
ténganse á la justicia. (8)
gas del tesoro : ocurrencias felicísimas y muy difíciles de s u p e r a r . aquellos tiempos la moneda de cobre. un palo, quedando alii expuestos los cadáveres para e s c a r m i e n t o ;
El autor del Diablo cojudo queda muy inferior á Cervantes y id) QUEVEDO, en El chilon de las tararillas, escribió que al co- pena que frecuentemente se ejecutaba en Peralvillo , lugar inme-
QUEVEDU burlándose de estos abejarucos políticos. menzar el año de 1050 se hablaba del doblón y del real de á ocho (1) una parte moderada (Los impresos.) diato á Ciudad-Real, camino de Toledo.
Los arbitristas no fueron una plaga del reinado de los F e l i p e s ; como de los difuntos, y se decia : «El oro que pudre, la piala que (2) Y no lo hago de codicia, sino de g e n e r o s a , que por haberlo La metáfora de QUEVEDO ha de resolverse p u e s en el sentido de
abundaron en todos los siglos : hoy tienen más decente nombre. Dios tenga.» Aquí en 1 6 3 6 se acuerda de ellos como Jorge Manri- sido desportille mi honra á golpe de dragón y á son de calderilla : que así como los ladrones tenian su lin en Peralvillo, las bolsas
t«j Esto e s , haciendo que la algazara y gritería d e los que ha- que se acordaba de los sucesos de su juventud, en la copla xvi : no la abolléis vosotras lau p o b r e m e n t e ; que alhaja mal apreciada lo tenian en el estudio de aquel letrado garduña.
blaban á un tiempo, como que diese de latigazos en los otdos del ¿Qué se hizo el rey don J u a n ? deja de s irlo.» (MS. de Lista.) (c) Hay pocas obras de QUEVEDO tan plagadas do pensamientos-
último arbitrista. Giros tales, concisos y pintorescos, son hoy griego Los infantes de Aragón (3) t o n u s a s (constantemente se ha impreso.) — Ambas voces pue- y rasgos de otras suyas como La hora de lodos. Casi integro se
para nosotros. ¿ Qué se hicieron'.' den subsistir como formadas del verbo tomar fot el genio s u c l l o y encuentra el presente párrafo en la Visita de los chistes, y alii por
(i) como h i d e p u t a s , (La impresión de Zaragoza y siguientes.) De modo que habiendo tocado á gloria nuestro escritor en el desenfadado del autor de La hora de lodos. tanto hallará el leclor noticia de los más de estos autores de de-
(ti) «IG5i.—Miércoles 29 d e noviembre. — P o r descuido de unos primer d i s c u r s o , a b r i g á n d o l a esperanza de que habian desapare- (•i) tejedora de caras, has de advertir ect. (Edic. de Zaragoza.) recho. Sin embargo, sobre los nuevos que se citan, nos cumple in-
mozos se encendió fuego en lo accesorio de las caballerizas del cido para siempre los males ocasionados al reino por las desacer- (a) Lo mismo habia dicho QUEVEDO en el Discurso de todos los dicar lo siguiente.
Itey, y sin poderlo remediar, se quemaron cuarenta y dos caballos tadas leyes del trueco de la piala, tuvo que refrenar su gozo cuan- "iablos, por otro titulo El Entremetido y la dueña y el soplón, su Bartulo es uno de los m á s célebres jurisconsultos de los tiem-
de coches con la casa eu que e s t a b a n , que es distante de la prin- do vio (trascurridos seis años) que el Gobierno era impotente pava obra de más i n g e n i o , de más novedad y lozanía , la más perfecta pos modernos. Hacia el año 1313 nació en Sasso-Fcrrato , ciudad
cipal de los caballos regalados. restaurar la hacienda de E s p a ñ a , cancerada d e s d ó l o s tiempos do en el género satírico-moral y feslivo. de la Umbría. Estudió en Bolonia el derecho, y lo enseñó d e s p u é s
ÍGiO. — P o r Carnestolendas se prendió fuego en el cuarto prin- Felipe II. (o) podre barbada (Edic. de Zaragoza, 1G30); pobre barbada (La en las universidades de Pisa y P e r u s a , explicando y comentando
cipal del Retiro, que cae hacia San J e r ó n i m o , y sin poderlo reme- (3) No liéis la tajada al gato , que os ha de pagar con,arañazos. de Bruselas y lodas las posteriores.) con maravilloso acierto las leyes r o m a n a s ; bien que en el lenguaje
diar se quemó mucho con dos torres principales y la mayor parte (6) que años •aflojan y no dan provecho. (MS. de Lista.) y en las ideas se resienten sus o b r a s , . q u e hoy nadie l e e , de la
Y si gustan del pescado se les indigesta d e s p u é s el bolso, y se van
del cuarto que mira á Madrid; y por librar las alhajas, que eran C) mi J e s ú s ! cuando (Todos los impresos.) barbarie de su época. Los más de ios pueblos, uo obstante, han
de haj'ladlzos, ochando ventosas. (MS. de Lista.)
entonces muy r i c a s , se quebraron y maltrataron muchas y de mu- IÍO Y como viera lanía carne y tuviera h a m b r e , se arrojó á las mirado cuino leyes sus e s c r i t o s , sirviendo de base para las sen-
í'k) viejos y muertos (Los impresos lodos.)
cho precio. Volvióse á reformar todo con diligencia. El pueblo, tablas para hartarse de piltrafas. (MS. de Lista.) j tencias de los t r i b u n a l e s , de apoyo á la c o s l u m b r c , y de razón a
LA HORA DE TODOS Y LA FORTUNA CON S E S O . 395
39Í OBRAS D E DON F R A N C I S C O DE QÜEVEDO V I L L E G A S ,
nosotros p o d e m o s t e n e r j u s t i c i a , m a s no d i n e r o . Todos lo que m e r e c í a él solo. Mirábanse c o n u n odio infernal, s u c e s o r e s q u e h a b i a n vivido ya sus a n t e c e s o r e s diez
de la ce a b r e v i a t u r a , y J e la efe p r e ñ a d a con g r a n d e
esos a u t o r e s , textos y d e c i s i o n e s y consejos no liarán tenían los c o r a z o n e s r e l l e n o s de v í b o r a s , preveníanse M a t u s a l e n e s ( í ) en r e t a h i l a . Y siendo así q u e el d é c i m o
prole de n ú m e r o s . y su ibi á las a n c a s ( o ) . La nota de la p e -
que no sea a b o m i n a b l e n e c e d a d g a s t a r lo q u e tengo p o r afrentas y infamias p a r a c a l u m n i a r s e , m o s t r a b a n los r e c u l a b a en su futura en q u i n i e n t o s a ñ o s v e n i d e r o s ,
tición p e d i a d i n e r o s , el ( I ) p l a t i c a n t e la pitanza d e e s c r i -
a l c a n z a r lo q u e o t r o t i e n e , y p u e d e ser q u e no a l - semblantes a c i a g o s y las c o y u n t u r a s azogadas de r e v e - t o d o s a c e t a r o n la p o s m u e r l e de su a n t e c e d e n t e : solo el
birla , el p r o c u r a d o r la de p r e s e n t a r l a ; el e s c r i b a n o d e
c a n c e . Más q u e r e m o s u n a parte contraria q u e c i n c o . rencias y s u m i s i o n e s ; á c a d a m o v i m i e n t o de la p u e r t a treinta y u n o , q u e halló, h e c h a bien la c u e n t a , q u e l l e -
(2) la c á m a r a la de su o l i c i o ; el r e l a t o r la de su relación.
C u a n d o nosotros g a n e m o s el p l e i t o , el pleito nos b a se e s t r e m e c í a n d e a c a t a m i e n t o s , bamboleándose con g a b a su plazo (5) h o r a s c o n h o r a s con la fin del m u n d o ,
E n e s t o s d a c a s los cogió la hora, c u a n d o los p l e i t e a n -
p e r d i d o á n o s o t r o s . L o s letrados defienden á los liti- alferecía s o l í c i t a ; tenían ajadas las c a r a s con la f r e c u e n - allende del A n t e c r i s t o , d i j o : (6) «Yo vengo á p o s e e r e n t r e
t e s dijeron á una v o z : « S e ñ o r L i c e n c i a d o , e n los pleitos
g a n t e s en los pleitos c o m o los pilotos en las borrascas- cia de gestos m e r i t o r i o s , flechados de obediencia, con las las cañitas y el fuego. ¡ Bien h a r é yo mi oficio, q u e m a -
lo m á s b a r a t o es la parte contraria; p o r q u e ella pide Ios n a v i o s , sacándoles c u a n t o tienen en el c u e r p o , para espaldas en j i b a , e n t r e p i s a r s e el r a n z a l y pelícanos ( o ) . do ! El dia del juicio , ¿ q u i é n h a r á que m e p a g u e n m i s
lo q u e p r e t e n d e q u e la d e n , y lo pide á su c o s t a ; y v u e - q u e si Dios fuere s e r v i d o , l l e g u e n vacíos y despojados No pasaba paje ú q u i e n no llamasen m i r e y , frunciendo gajes las c a l a v e r a s ? (e) P o r mí viva m u c h o s años el
sa m e r c e d por la defensa pide y c o b r a á la n u e s t r a ; el á la orilla. S e ñ o r m i ó , el mejor jurisconsulto e s l a c o n - '•is jetas en r e q u i e b r o s . Pasó el s e c r e t a r i o con a n d a d u r a t r e i n t a f u t u r o ; q u e cuando á él llegue la t a n d a e s t a r ó el
p r o c u r a d o r lo q u e le d a n , el escribano y el r e l a t o r lo cordia , q u e nos da lo q u e vuesa m e r c e d n o s q u i t a . T o - de Hecha. Aquí fué e l l a , que d e s a p a r e c i é n d o s e de e s t a - m u n d o d a n d o a r c a d a s . El señor los dejó sobrevivíén-
q u e le p a g a n . El c o n t r a r i o a g u a r d a la s e n t e n c i a de vista dos c o r r i e n d o n o s v a m o s á c o n c e r t a r con n u e s t r o s c o n - tura y g a n d u j a n d o sus c u e r p o s en cincos de g u a r i s m o , dose y t r a s m a t á n d o s e u n o s á o t r o s , y se fué podrido d e
y r e v i s t a ; y v u e s a m e r c e d y sus s e c u a c e s s e n t e n c i a n t r a r i o s ; á v u e s a m e r c e d le(3) v a c a n l a s r e n t a s y tributos le sitiaron de adoración en cuclillas. El con un « p e r d o - v e r q u e s e a r r e m p u j a b a n l a s ( 7 ) edades hacia el saeculum
para s í , sin a p e l a c i ó n . E n el pleito p o d r á ser q u e n o s q u e t i e n e situados sobre n u e s t r a t e r q u e d a d y porfía; y nen vuesas m e r c e d e s , q u e voy de prisa », t r o t a d o (b) en la per iijnem, y q u e p r e t e n d í a n e m p a r e j a r con saecula
c o n d e n e n ó n o s a b s u e l v a n ; y en s e g u i r l e no p o d e m o s c u a n d o p o r la c o n v e n i e n c i a p e r d a m o s c u a n t o p r e t e n - p r o n u n c i a c i ó n , s e e n l r ó c o n m i r a d u r a d e novia. Pidió saeculorum. El q u e pescó el oficio estaba atónito v i é n -
dejar d e ser c o n d e n a d o s c i n c o v e c e s c a d a d i a . Al c a b o d e m o s , g a n a m o s c u a n t o v u e s a m e r c e d p i e r d e . Vuesa el s e ñ o r la c a j a ; oyóse una voz q u e d i j o : « V e n g a el s e r - d o s e c o n tan l a r g a r e t a h i l a de h e r e d e r o s : fuese l o m á n -
los legisladores. Bartulo murió en P e r u s a ó los cuarenta y cuatro m e r c e d p o n g a c é d u l a d e alquiler en sus t e x t o s ; que vicio.» «Yo soy,» dijo u n o de los p r e t e n d i e n t e s . O t r o : d o s e el p u l s o , y p r o p u n i e n d o d e n o c e n a r y g u a r d a r s e
años d e su edad, en 1350. b u e n o s p a r e c e r e s los d a n con m á s c o m o d i d a d las c a n - «Ya e n t r o . » Otro : «Aquí estoy.» A p r e t á b a n s e con la de soles. Los d e m á s se m i r a b a n c o m o venenos eslabo-
Discípulo suyo fué Pedro Baldo, natural de esta misma pobla-
ción y famoso jurisconsulto. Enseñó en su p a t r i a , en Padua y en i
t o n e r a s ; y p u e s bu vivido de revolver c a l d o s , acomó- puerta h a s t a s a c a r s e z u m o . El p o b r e señor, q u e supo la n a d o s ; y a n a t e m a t i z á n d o s e las v i d a s , se i b a n l e v a n t a n -
Pavía, y murió de setenta y seis a ñ o s , en 1400. S u s obras compo- j d e s e á cocinero y profese de c u c h a r o n . » tabaola que le a g u a r d a b a de p l e g a r i a s , y c o l u m b r ó á los do a c h a q u e s , y a ñ a d i é n d o s e a ñ o s , y a m e n a z á n d o s e de
lien Ires lomos en folio. I malditos p r e t e n d i e n t e s t e r c i a n d o c o n t r a él los m e m o r i a - a t a ú d e s ; y z a h i r i é n d o s e la b u e n a d i s p o s i c i ó n , y enfer-
Domingo TuSrhi ó Tuschi nació de una familia muy pobre en ¡ XX. L o s t a b e r n e r o s , d e quien c u a n d o m á s e n c a r e - les e n h e r b o l a d o s (c), n o sabía q u é se h a c e r de sus orejas. m a n d o de la salud de sus p r e c e d e n t e s , y d á n d o s e á
Castellarano, obispado de Kegio, y c o n s u m a faliga, teniendo que |
ganar la s u b s i s t e n c i a , estudió en Boma. Llegó con su celo y per- j
cen el v i n o , no se p u e d o decir q u e lo s u b e n á las n u - Dábase á l o s d e m o n i o s e n t r e sí m i s m o , diciendo que el m é d i c o s como á perros (/").
severencia á ser nombrado obispo d e 'I i vo l i en 1 3 0 5 ; dc allí paso bes , antes q u e bajan las n u b e s al v i n o , s e g ú n le llue- lener q u e d a r e r a la cosa mejor del m u n d o si no h u b i e -
al gobierno de la capital del mundo ; fué cuatro años después j v e n ^ ) , gente más pedigüeña d e l a g u a q u e loslabradores; ra quien lo p r e t e n d i e r a ; y q u e las m e r c e d e s , p a r a no XXII. Unos h o m b r e s q u e piden p r e s t a d o , á i m i t a c i ó n
honrado con la púrpura , y estuvo á p u n t o , en 1605 , de ceñir la :
a g u a d o r e s de c u e r o , q u e d e s m i e n t e n c o n el piezgo los ser p e r s e c u c i ó n del q u e las h a c e , h a b í a n dc ser r e c i b i - del dia q u e pasó p a r a no volver, discípulos d e las a r a -
tiara. El cardenal Baronio desconcertó los deseos del Cónclave, j
diciendo que eran los modales de Toschi tan sencillos, que publi- c á n t a r o s , — e s t a b a n con u n g r a n d e a u d i t o r i o d e lacayos, d a s , y no solicitadas. Los q u e b r a n t a h u e s o s , q u e veian ñas en c a z a r la m o s c a , se e s t a b a n en la c a m a al a n o -
caban lo bajo de su estirpe. Murió en 1620. esportilleros y m o z o s d e sillas y a l g u n o s e s c u d e r o s , be- se dilataba su d e s p a c h o , se c a r c o m í a n , c o n s i d e r a n d o c h e c e r p o r t e n e r las c a r n e s ó l e t r a v i s t a . Habian g a s t a d o
Pedro de Ancharano, b o l o n e s , de la ¡lustre familia dc los Far- biendo d e rebozo seis ó siete dellos en maridaje ilo que el olicio era u n o , y ellos m u c h o s . Atollábaseles la e n t r e t o d o s en o b l e a , t i n t a y p l u m a y papel ocho r e a -
n s s i o s , nació en 1530. Esludió el derecho con B a l d o , y se dio á
mozas g a l l e g a s , h a c i e n d o sed bailando, para bailar be- arismétiea en d e c i r : « Un oficio e n t r e t r e i n t a y d o s , ¿á l e s , q u e habian j u n t a d o á e s c o t e , y todo lo c o n s u m i e -
conocer por su profundo saber, elocuencia y manejo en los nego-
cios. Enseñó en P a d u a , Bolonia, Siena y Ferrara, asistió al conci- b i e n d o . D á b a n s e d e r a l o en r a t o g r a n d e s cimbronazos cómo les c a b e ? » Y r e s t a b a n : « R e c i b i r u n o y p a g a r ron en billetes, bacinicas de d e m a n d a , con ñ o l a r e m a -
lio de Pisa, escribió comentarios á las D e c r e t a l e s , á las Clementi- de vino : a n d a b a la taza d e m a n o en m a n o s o b r e losóos treinta y dos no p u e d e s e r ; » y lodos se hacían el uno, tada y cláusulas de e x t r e m a n e c e s i d a d , «por ser n e g o c i o
nas y al D i g e s l o , y otras o b r a s del mismo género. Murió d e edad d e d o s e n figurado gavilán. Uno d e l l o s , que reconoció y encajaban á los o t r o s en el no puede ser. El señor d e - d e h o n r a , en q u e les iba la v i d a ; » c o n el fiador d e q u e
octogenaria, á principios del siglo xv.
el p a n t a n o m e z c l a d o , d i j o : «¡Rico vino!» á un picarazo cia : « F u e r z a es q u e yo dejo u n o p r e m i a d o , y treinta y «se volvería con toda b r e v e d a d ; q u e s e r í a e c h a r l o s u n a
Don Diego de Covarrubias y Leiva, toledano, hijo de un célebre
arquitecto de la primada de las E s p a ñ a s , nació en 1512. Consa- á q u i e n b r i n d ó . El o t r o , q u e por lo a g u a n o s o esperaba unoquejosos;» mas al fin se d e t e r m i n ó , p o r limpiarse d e - S y u n clavo ». Y p o r si fallaba el d i n e r o , r e m a t a b a n c o n
gróse con el mayor a r d o r al estudio del derecho civil y c a n ó n i c o ; a n t e s p e s c a r e n la c o p a r a n a s , q u e s o p l a r mosquitos, llos, á q u e e n t r a s e n . Dióse u n b a ñ o de piedra m á r m o l , la plegaria q u e es las mil y q u i n i e n t a s d e la b r i b i a ,
llegó a ser obispo de Segovia en 1505, mereció que Felipe II, rey dijo: « E s t e es v e r d a d e r a m e n t e rico v i n o , y ( i ) no otros y revistióse en e s t a t u a p a r a m e s u r a r s e de a u d i e n c i a . diciendo q u e si no se hallasen con algún c o n t a n t e , se
que supo buscar y hallar siempre hombres útiles y de verdadero
mérito, le nombrase en 1372 presidente de Castilla. Escribió unas vinos p o b r e t o n e s ; q u e no llueve Dios sobre cosa suya.» Embocáronse en m a n a d a y r e b a ñ o ; y viendo e m p e z a - sirviesen d e enviar u n a p r e n d a , q u e los buscarían sobre
observaciones al Fuero Juzgo, curiosas notas al Concilio Iridcn- El t a b e r n e r o , sentido d e los r e m o q u e t e s (c), dijo: «Be- ban á q u e r e r l e informar en bulla, les dijo : « El oficio es
tiuo, y diferentes obras en ambos derechos, muy respetadas por los ban y callen los b o r r a c h o s . » «Beban y n a d e n , ha de de- u n o , v o s o t r o s m u c h o s ; yo d e s e o d a r á u n o el oficio, y (4) en retahila ; y siendo así que el décimo regulaba su futura
tribunales en todo el siglo xvu. Murió el año de 1577, y yace en á quinientos años venideros.Todos aceptaron la postmuerte [Edic.
cir» replíc.0, u n e s c u d e r o . P u e s cógelos á todos la hora; dejaros ( 1 ) c o n t e n t o s . » E s t a n d o diciendo e s t o , los cogió de Zaragoza. — La de Sancha estropeé;, más el periodo diciendo
Segovia.
y a m o t i n a d o s , t i r á n d o l e las l a z a s y j a r r o s , le decían : la hora; y el s e ñ o r , haciendo (2) á uno la m e r c e d , e m p e z ó acertaron en vez de aceptaron, y todas hasta hoy lo han reprodu-
Oldrado ú Olrado nació en L o d i ; estudió el derecho romano
con Dynus, y lo enseñó en Bolonia y Padua. El papa Juan XX lo «Diluvio d e la sed, ¿por q u é llamas b o r r a c h o s á los ane- á ensartarlos á todos en futura sucesión d e futuras s u c e - cido.)
<5) ras con ras con la fin del mundo (Todos los impresos.)
llevó consigo i Aviñon para que difundiese allí sus conocimien- g a d o s ? ¿ V e n d e s por a z u m b r e s lo q u e llueves á cánta- siones p e r d u r a b l e s , q u e n u n c a se a c a b a n ( d ) . L o s p o -
t o s , y d e s p u é s á B o m a ; pero un disgusto con el Ponlilicc hizo al (61 Por mi viva muchos años el treinta futuro; (Edic. de Zara-
r o s , y llamas z o r r a s á los q u e h a c e s p a t o s ? Más son bres (3) futurados e m p e z a r o n á desearse la m u e r t e , i n v o - goza y las primeras del siglo xvm.)
jurisconsulto volver á Aviñon, donde murió en 1335. Fué llamado
el padre dc las leyes, y sus consultas [Consilia) muy respetadas en m e n e s t e r fieltros y b o t a s de liaqueta p a r a b e b e r en tu car g a r r o t i l l o s , p l e u r í t c s , p e s t e s , t a b a r d i l l o s , m u e r t e s i,e) En 1060 habia publicado la de Bruselas lo suprimido, estam-
toda Italia. Grande amigo del P e t r a r c a , trabajó con é l , aunque casa q u e p a r a c a m i n a r en i n v i e r n o , infante falsificador r e p e n t i n a s , a p o p l e j í a s , d i s e n t e r i a s y p u ñ a l a d a s . Y no pando c a n t a en lugar iccañitas. Sancha l o c n m e n d ó , sustituyendo
afortunadamente en v a n o , por retenerlo en la carrera d e la j u r i s - de propia autoridad cenizas; y ocioso es repetir que todas las pu-
dc las viñas.» El t a b e r n e r o , c o n v e n c i d o de Ncptuno,di- habiendo un i n s t a n t e q u e lo dijo, los parecía á los futuros
prudencia. blicaciones que han venido d e s p u é s han d i c h o l o mismo.
ciendo : «Agua Dios, a g u a ; » c o n el pellejo en brazossu QÜEVEDO alude á la especie que entonces c o m a entre el vulgo, y-
Los Mascardi fueron dos h e r m a n o s , Aldcrano y J o s é , naturales
dc Sarzana, en el Genovesado, ambos discípulos del seminario dc
subió á u n a v e n t a n a , y empozó á g r i t a r d e r r a m a n d o el («I Ver en uno de estos la cachaza del asno que se pisa el ron- ha llegado hasla n o s o t r o s , de que uno dc los tormentos con que
vino : « A g u a v a ; q u e v a c i o ; » y los q u e iban por la ca- zal, y la gallardía con que el pelicano, según fabulizan, se abre el el Antecríslo estrechara á los que no,le sigan ha de ser introducir
B o m a , y peritos ambos en los d e r e c h o s civil y canónico. S u s
pecho para alimentar á s u s h i j o s , es ocurrencia felicísima por lo hastillas de caña cutre las uñas de los dedos : especie que provino
obras están impresas en Ferrara y Turin, 100S y 1621. lle r e s p o n d í a n : « A g u a r d a , fregona de las uvas.»
ridículo del contraste. dc los árabes.
El insigne doctor Alonso Díaz de Montalvo floreció en los rei-
(b) Desatinadamente imprimieron trocado en la edición dc Zara- Luis del Mármol copió en la Historia del rebelión de los moriscos
nados dc don Juan I I , Enrique IV y don Fernando y doña I s a b e l ,
ocupando en la magistratura y en el consejo de estos monarcas
XXI. E s t a b a u n e n j a m b r e d e t r e i n t a y dos preten- goza, y hasla hoy lo han reproducido t o d a s ; pero en la de Bruse- un joíor ó pronóstico del año 1507, donde algo de aquella especie
d i e n t e s d e u n m i s m o oficio a g u a r d a n d o al señor quo las y en el manuscrito original sc I c e , como no podia menos de se encuentra : «El mundo se ha de acabar... Cuando parecieren en
aventajado p u e s t o , habiéndose antes ganado merecido nombre de
leerse, trotado. esla generación estas maldades, sujetarlos ha Dios poderoso á gente
sabio m a e s t r o , letrado conciliador y juez íntegro. Glosó el Fuero había de p r o v e e r l e . Cada u n o hallaba en sí tantos méritos
(c) Esto e s , inficionados, emponzoñados. En la edición primera, peor que ellos, que les dará á gustas cruelísimos tormentos, y en-
real y Lassiele Partidas; compiló todas las leyes de Castilla, y es-
c o m o faltas en t o d o s los d e m á s . E s t á b a n s e santiguando y de allí en todas, se estampó cnarlmlados, levantados en alto. Una viará Dios sobre ellos quien no se compadezca del menor ni haga
cribió diversos tratados, muy aprcciables lodos.
m e n t a l m e n t e u n o s d e o t r o s . Cada u n o decia entre sí y otra lección son b u e n a s ; pero sigo el original. cortesía al mayor. Les tomarán sus haciendas... hacerlos han sus
El licenciado Gregorio López de lavar fué natural dc Guadalu- c a t i v o s , mataránlos... los atormentarán basta hacerles echar la
p e , en E x t r e m a d u r a , y por su pericia en ambos derechos llegó á que e r a n locos y d e s v e r g o n z a d o s los otros en pretender (1) á lodos (Los impresos.)
leche que mamaron por las puntas de tas uñas de los dedos.»
s e n t a r s e en el real consejo de Indias. Adquirió ilustre fama por su (21 al uno (MS. original.)
(Lib. u i , cap. 3 )
restauración y glosas de Las siete Partidas, que publicó en Sala- (3) valen las rentas (Edic. de Zaragoza y las posteriores.) (d) Sobre este desatino del gobierno de Felipe III y Felipe IV
manca, año de 1555. (b) Como personal activo úsase aqui el verbo llover, que perte- discurrió con novedad QÜEVEDO en los Anales de quince ilias, pá- (1) edades. El que pescó el oficio etc. (Edic. de Zarai/oza.)
n e c e * cuantas clases de verbos hay en castellano. gina 215. (/") El cuadro de los pretendientes y el de los cniprcslilladorcs
(«) La C. para significar Código, y las ff. Digeslo.
il) n o s o t r o s p o b r e t o n e s ; (Los impresos lodos.) i"i) listulados empezaron [Los impresos.) que sigue, son de mane maestra. No tiene QÜEVEDO nuda mejor.
(1) pasante p e d í a l a pi lanza [Edic. de Zaragoza g las posteriores.)
(2) cámara [Id.) (c) b e las pullas.
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LA HORA DE TODOS Y LA FORTUNA CON SESO. 397
390 OBRAS DE DON FRANCISCC DE QUEVEDO VILLEGAS.
mado en Saboya. El monarca de E s p a ñ a , que lo e n t e n -
e s c r i b e , para el que p r e n d e , para el que procura, para de Ñapólos, y arrojándolo una toga en la cara, le tapa-
ella (a), y se guardaría como los ojos de la c a r a ; con s u dió, le añadía por puntales el estado de Milán y el rei-
el que a b o g a , para el que solicita, para el que relata y ron los o j o s , y con halagos, hablándole calabres cerra-
contera de q u e : «Perdone el a t r e v i m i e n t o ; » y «que no no de Ñapóles y á Sicilia. Italia, que andaba volando,
para el que j u z g a , y que sobre a l g o ; porque donde el d o , le pusieron maneotas y cabestro. Y estándole atan-
se avergonzaran á otra persona ». Habian pues flechado echó de ver que el bastón de Venecia, que trayéndole en
hurto se a c a b a , el verdugo empieza. A m i g o s , si nos do á un aldabón del establo, cógelos la hora; (g) y dos
cien papeles d e s t o s , rociando ( 1 ) de estafa todo el l u - las manos la servia de equilibrio, por otra parte la tenia
desterraren es mejor que si nos enterrasen : los prego- de los sexos dijeron que convenia y era más barato dar ;í
gar. Llevábalos un compañero panza al t r o t e , insigne crucificada, le arrojó, y asiéndose á la maroma con las
nes por un oído se entran y por otro se s a l e n ; sí nos sa- Roma de una vez el caballo, que cada año una bacanea
clamista, que con una barba de cola de pescado y una manos , dijo : « Rasta de volatín; que mal podré volar
can á la vergüenza, es saca que no e s c u e c e , y yo no sé con dote(/¡), y quitarse de ruidos, pues según lemiraban,
capa larga pintaba en platicante d e m é d i c o . Quedó ol si los que m e miran desean que c a i g a ; y quien me (f)
quién tiene la vergüenza adonde nos han de sacar; si se podia temer que le matasen de ojo los nepotes (¿). A
nido de emprostilloiies haciendo la cuenta de cuánto hilanza y contrapesa me crucifica;» y con sospecha de
nos azotaren, á quien dan no e s c o g e ; y por lo menos e s t o , d e m u d a d o s , respondieron los otros que el rey de
dinero traería; y sobre si serían seiscientos ó c u a t r o -
los puntales de Saboya, se pasó á los de Roma, dicien- España le aseguraba de tal enfermedad con tres c a s t i -
cientos r e a l e s , armaron una zalagarda del diablo. L l e - oye un hombre alabar sus carnes, y en apeándose un
do : «Pues todos m e quieren prender, Iglesia me llamo, llos q u e le tenia puestos en la frente por t e x o n , y que
garon á reñir y á desmentirse sobre lo que s e habia de j u b ó n cubre otro. En el tormento no tenemos riesgo los
donde si cayere habrá quien me absuelva.» El rey de primero le cortarían las piernas que verle servir de m u -
hacer de lo que p i l l a s e n ; y tanto se enfurecieron, que mentirosos, pues toda su t e m a e s q u e digan la verdad, y
Francia s e fué llegando á Roma con piel de cardenal la y escondido en hopalandas. Los dos replicaron que
saltaron de las c a m a s , c o n tal dieta de camisas las par- (3)con hágome sastre se asegura la persona. Irágaleras
por no ser c o n o c i d o ; empero el rey de España, que p e - parecía lenguaje de herejes no querer ser papistas, y
l e s bajas, que era más fácil darse do azotes que de s o - es servir al Rey y volverse lampiños : los galeotes son
netró la maula de disfrazar el monsiur en monseñor, que ninguna silla le podia estar tan bien como la de san
papos. Entró en este punto la estafeta de los enredos candiles que sirven á falla de velas. Si nos ahorcan,
haciéndole al pasar c o r t e s í a , le obligó á que quitándo- Pedro. A esto dijeron coléricos los demás que para que
con tufo de « n o hay, no t e n g o , Dios los provea». Traia que es el finibus terrae, tal dia hizo un a ñ o ; y por lo
menos no hay ahorcado que no honre á sus padres, di- se el capello, descubriese lo calvino de su cabeza (a). los herejes no hiciesen al Pontífice perder los estribos
las dos manos descubiertas, sin codo manco : señal de
ciendo los ignorantes que los deshonran, pues no se oye en aquella silla, convenia que solo el rey de España se
desembarazo. Víanse las dos barajas debilleles. Q u e d á -
XXIV. El caballo de Ñapóles, á quien algunos han hur- sirviese deste caballo. Unos decian bonete, otros co-
ronse transidos viendo que su fábrica pintaba en solas otra c o s a , aunque el ahorcado sea un p i c a r o , sino que
tado la c e b a d a , oíros ayudado á comer la paja, algunos rona; y de una palabra en otra se envedijaron de suer-
respuestas de retorno; y con prosa (2) falida de voz dije- es muy bien nacido y hijo de buenos padres. Y aunque
le han hecho rocin, otros posta azotándole, otros y e - te , que si no entra el electo del pueblo, se hacen peda-
ron : «¿Qué t e n e m o s ?» «Que no tienen,» respondió el no sea sino por morirse uno dejando de la agalla á la
gua; viendo que en poder del duque de Osuna, i n c o m - zos ; el cual sabiendo dellos la ocasión de la pendencia,
sacatrapos; «entreténganse vustedes en leer, ya que no botica y al m é d i c o , no le eslá mal la enfermedad de es-
parable virey, invencible capitán g e n e r a l , juntó pareja les dijo : « Este caballo. con ser desbocado, lia tenido
pueden contar.» Empezaronáabrir billetes. El primero parlo. Caballeros, no hay sino manos á la obra.» No lo
con el famoso y leal caballo que es timbre de sus ar- muchos a m o s , y las más veces se ha ido él por su pié,
decia: «No be sentido en nú vida cosa tanto como no p o - hubo dicho, cuando revolviéndose las sábanas de las ca-
mas, y que le enjaezó con las granas de las dos maltonas que dejádosellevardel ranzal. Lo que conviene es guar-
der servir á vuesa merced con esla niñería.» Pues s o - mas al cuerpo, y engulliéndose el candil en el balsopeto,
de Venecia (b) y con el tesoro de la nave de Brindis; que darle con c u i d a d o ; que anda en Italia mucha gente de
corriéronle, y lo sintiera más. El segundo : « S c ñ o r m i o , se descolgaron por una manta á la calle desde una ven-
le hizo caballo marino con tantas y tan gloriosas bata- á pié que busca bagaje, y cuatreros con botas y e s p u e -
si ayer recibiera su papel de vuesa m e r c e d , le pudiera lana, y partieron como rayos á sofaldar cofres, y reto-
llas navales; que le dio verde en Chipre, y de beber e n e l las ; y el gitano trueca borricas que le ha hurtado otras
servir con mil g u s t o s . » ¡Válgate el diablo por ayer, zar ( í ) pestillos, y manosear faltriqueras (6).
Tenedo (c) cuando se trujo á las ancas la nave poderosa veces, y ahora tiene puerta falsa á la estala (;); y no c o n -
(¡ue te andas cada dia tras los embestidores! El t e r c e -
de la Sultana, y de Salóniquc (d), para que le almohaza- viene que le almohace ningún mozo de caballos fran-
ro : «El tiempo está de m a n e r a . . . » ¡ Oh maldito caba- XXIII. La imperial Italia, á quien solo quedó lo au- s e ^ ) , al capitán de aquellas galeras con su capitana; por c é s , que le hacen cosquillas en lugar de limpiarle; y
llero almanac! ¿Pídente d i n e r o , y das pronóstico? El gusto del nombre, viendo gastada su monarquía en pe- lo cual Neptuno le reconoció por su primogénito, el que tanto ojo c o n los m o n s i u r e s , que se visten manteo y s o -
cuarto : « N o siente vuesa merced tanto su necesidad, dazos , c o n que añadieron tan diferentes príncipes sus produjo en competencia de Minerva;—acordábase que . tana para echarle la pierna encima.»
c o m o yo no poder socorrerla.» ¿ Quién te lo dijo, d e - dominios, y ocupada su jurisdicción en remendar seño- el grande Girón le habia hecho gastar por herraduras
m o n i o ? ¿Profeta te h a c e s , m i s e r a b l e ? ¿ C u a n d o te p i - r í o s , puco ánles desarrapados; desengañada de que si las medias lunas del turco, y quo con ellas fueron sus XXV. Estaban ahorcando dos r u f i a n e s p o r m e d i a d o -
l l e n , adivinas? N o hay más que leer, dijeron t o d o s ; y pudo con dicha quitar ella sola á todos lo que poseían, coces sacamuelas de los leones venecianos en la prodi-
alzando un zurrido infernal, dijeron :«Ya es de n o c h e ; liabia sido fácil quitarla á ella todos lo que sola los ha- giosa batalla sobre Raguza, donde con quince velas les ballo escribe Pandolfo Colenucio en su Historia del reino de Ña-
desquitémonos de lo gastado royendo las obleas de los bia q u i l a d o ; hallándose pobre y sumamente ligera, por póles, lib. <i, cap. 14. Refiriendo cómo el rey de Alemana, Conrado,
desbarató o c h e n t a , obíigándolos á retirarse v e r g o n z o -
s e l l o s , á falta de c e n a , y juntemos estos billetes con haber dejado el peso do lanías provincias, dio en vola- tomó por fuerza de armas la ciudad en 1 2 5 3 , derribó sus muros y
samente , con pérdida de muchas galeras'y galeazas, y asoló muchos palacios de proceres r e b e l d e s , « f u é (dice) después á
otros dos cabízes que t e n e m o s , y véndanse á un confi- t í n , y por falta de s u e l o , andaba en la maroma, con de la mayor y mejor parte de la g e n t e . Cuando se acor- la iglesia mayor, y en medio de la plaza della estaba un caballo de
tero , que por lo menos dará por ellos cuatro reales para admiración de todo el m u n d o . Fijó los ejes de su cuer- bronce sin freno, estatua antigua guardada alli para ornamento, y
daba destos triunfos, se via sin manta y con m a t a d u -
amortajar e s p e c i a s , y encorozar confites, y hacer m a n - da en Roma y en Saboya. Eran auditorio y aplauso Es- por ventura por armas de la ciudad. Conrado le hizo poner sobre
ras y m u e r m o , que le procedía de plumas de gallina
tellinas al azúcar de las pellas, y calzar los b i z c o c h o s . » paña del un lado , y Francia del olro. Estaban cuidado- las riendas estos dos versos esculpidos :
que le echaban en el pesebre. Víase ocupado en tirar un Ilactenus effrcnis, domini mine paret habenís:
«Esto de pedir prestado, decia Iiostezando el andadero, sos estos dos grandes r e y e s , aguardando hacia dónele coche quien fué tan á s p e r o , que nunca supieron (con Rex domat ¡tune aequus Parthenopensis cquuni.»
diez años há que murió s ú p i t o ; ya no hay qué prestar se inclinaba on las mudanzas y vueltas que hacia, para (g) Aquí hubo de cortar la censura ó el que preparó la edición
ser buenos bridones) los franceses tenerse encima del,
sino paciencia. Por no ver los gestos y garambainas si por descuido c a y e s e , recogerla cada (a) una. Ilalia, de Zaragoza, suprimiendo lo que sigue hasta el lin,y estropeando
habiéndolo intentado muchas veces. Ocasionóle el m i - un capitulo como este de tal importancia politica. Hasta ahora pues
que hacen con las caras los e m b e s t i d o s , puede uno dar- advertida de la prevención del auditorio, para tenerse serable estado en que se via lal tristeza y desespera- no ha visto completo la luz pública en impresión española.
les lo que les p i d e ; y hecha la c u e n t a , se gasta más en firme V pasear segura tan estrecha senda, tomó por bas- ción , que enfurecido, y relinchando clarines, y resollan- (A) El reino de Ñapóles fué desde lo antiguo feudo de la Igle-
secretaría y t r o t e s , que se cobra. Caballeros de la ar- tón la señoría de Venecia en los brazos; y equilibrando sia , y tenian sus reyes que recibir la investidura de los romanos
do fuego, quiso ser caballo de Troya'y á corcovos y m a -
rebatiña, no hay sino ojo avizor.» E n esto estaban los sus m o v i m i e n t o s , hacia saltos y vueltas maravillosas, Pontífices, que los consideraban como censatarios. A Carlos de An-
notadas asolar la ciudad ( / ) . Al ruido entraron los sexos jou y á su mujer Beatriz les impuso el papa Clemente IV, cuando
pescadores d e p a p e l , cuando l o s c o g i ó la hora ; y dijo unas veces fingiendo caer hacia España, otras Inicia en 1265 los coronó reyes de Sicilia, un tributo de cuarenta y ocho
el más desembainado de persona: «Mucho se nos hacen F r a n c i a ; teniendo por entretenimiento la ansia conque mil ducadoscada un año para la Sede apostólica. En el códice II. 50
(I) balanza (Todos los impresos.)
de rogar los bienes ajerlos, y si aguardamos á que se una y olra extendían los brazos á r e c o g e r l a , y siendo (a) Falla este último párrafo en la edición de Zaragoza, y no lia de la Biblioteca Nacional liar noticia de.haberse presentado al Papa
n o s vengan á c a s a , pereceremos en la calle. N o es b u e - sido impreso nunca en España. Hállase en la de Bruselas. el embajador de España, conde de Castro, miércoles 29 de junio de
tiesta á l o d o s la burla que restituyéndose en su firmeza
(b) En las páginas 182 y siguientes, ven las notas que al pié sirven 1611, con acompañamiento de quinientos d e a caballo para hacer el
na ganzúa la oratoria, y la prosa se entra por los oídos les hacia. Pues estando entretenidos en e s t o , cógelos feudo acostumbrado en el dia de San Pedro, por el reino deNápo-
de ilustración , encontrará el curioso noticia de estos sucesos.
y no por las faltriqueras. Dar audiencia al que pide la hora; y el rey de Francia, desconfiado de su arreba- les, entregando la bacanea blanca y una póliza de siete mil escudos.
(c) Tencdos, isla de la N a t o l i a , célebre por sus v i n o s , sobre la
c u a r t o s , es dar al diablo; más fácil e s tomar q u e p e d i r ; tiña, para que diese (0) zaparrazo á su lado empezó á cosía de Adin-Zic, al sudeste de Lémnos y cercana al estrecho de (i) Desde la baja latinidad se da el nombre de nepotes á los so-
cuando todos guardan no hay que aguardar; lo que falsear el asiento del eje de la maroma, que estaba alir- Callipnli. brinos de los p a p a s , ya por la autoridad que suelen tener, ya piu-
conviene es hurtar de boga arrancada y con considera- (di Esto e s , desde Salónica ó ThcsaliSnica, antigua y famosa la mano que toman en los públicos negocios. De aqui ha nacido
ciudad de la Turquia europea, capital de la Macedonia, con un buen entre los italianos la voz nepotismo, para significar el alan con que
c i ó n : quiero decir, considerando que s o b a de hurtar de (.") nosotros j a m a s la decimos. Con llagóme (Edic. de Zaragoza puerto y muchos fuertes. los hombres, aun á veces ministros de la religión de la verdad, de
suerte que haya hurto para el que a c u s a , para el que y lodos las posteriores.) (e) Para que se almorzase al capitán imprimieron en Zaragoza, y la fraternidad y de la justicia, menospreciando el mérito y hollando
(i) retocar (Id. menos la de Bruselas.) este desatino ha venido sin excepción reproduciéndose hasta hoy, la razón, patrocinan y encumbran con riquezas y dignidades solo
(//) Todos los ejemplares del siglo anterior y del presente se con más el de concluir el periodo en JUiíierim, dejando colgado el a estúpidos p a r i e n t e s , á inmorales p a r á s i t o s , á indignos adula-
(a) Los oliscarían sobre ella. Se sobreentiende los d i n e r o s .
bailan plagados de erratas y desatinos en este capitulo. sentido. dores.
(I) de estófela á todo el lugar.iDesilc la cilic. deZaragoza linsl"
luiij todas.} (5) uno (La impresión de Zaragoza y todas las siguientes.) (y) Esto es al puerto.
(f) No será impertinente copiar aqui lo que acerca de este c.v
C-j salida de voz 'Id.) (6) zapatazo (Id.)
LA HORA DE TODOS Y LA FORTUNA CON SESO. 390
308 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
las obligaciones que hoy se os añaden. No hay duda que
c e n a d o m u e r t e s ( a ) : el uno oslabayaliccho badajodela mas no sin sospecha, y así mandó quo el pueblo le res- I escondiéndole en naves y poblándole de cosarios, ¡i p o -
aquella es la primera; si es también la m a y o r , á vos os
ene de palo, el otro acababa de sentarse en el p o y o d o n - pondiese por sí; el cual, en tanto que razonaban los m a - j Ilizcar y roer por diferentes partes el occidente y el
toca el averiguarlo. Repartid pues vuestro socorro como
de se pone ¡i caballo el jinete de gaznates. Éntrela mul- g i s t r a d o s , liabia susurrádose en conferencia callada. oriente. Van por oro y plata á nuestras flotas, como
mejor os pareciere entre restituciones dc los usurpado-
titud do gente que los miraba, pasando en alcance de Eligieron uno quo hablase por ellos conforme al sentir nuestras flotas van por'él á las Indias. Tienen por ahor-
res y tributos de los vasallos; y solo podrá quejarse
unos tabardillos, se pararon dos m é d i c o s , y viéndolos, de todos. E s t e , saliendo á jugar desembarazado, dijo: ro y atajo tomarlo de quien lo t r a e , y no sacarlo de
quien os fuere traidor.» En estas palabras los cogió la
empezaron á llorar como unas criaturas, y con tantas «Muy poderoso señor, vuestros buenos vasallos por mí quien lo cria. Dales más barato los millones el d e s -
•hora; y el duque levantándose en pié, dijo : «Denme lo
l á g r i m a s , que unos traíanles que estaban junto á ellos os besan con suma reverencia la mano por el cuidado cuido de un general ó el descamino de una borrasca,
que me falta de lo que tenia, los que m e lo han quita-
los preguntaron si eran sus hijos los ajusticiados; á lo que mostráis de su amparo y defensa; y como pueblo que las minas. Para esto los ha sido aplauso, confede-
d o , y páguenme lo demás que hubiere menester mis
cual respondieron que no los c o n o c í a n , empero que sus que en vuestra sujeción n a c i ó , y vive con amor here- ración y socorro la invídia que todos los reyes de E u r o -
pueblos. Y porque no s e d i l a t e , todos vosotros y los
lágrimas eran de ver morir dos hombres sin pagar nada dado , confiesan que son vuestros á t o d a vuestra volun- ra tienen á la suprema grandeza de la monarquía de
vuestros, que desde lejos con la esponja de la interce-
á la facultad. En e s t o l o s c o g i ó á todos la hora; y c o - tad con ciega obediencia, y os hacen recuerdo que su España. Animados pues con tan numerosa asistencia,
sión me habéis chupado el patrimonio y tesoro, queda-
lumbrando el ahorcado á los m é d i c o s , dijo : «¡Ah s e ñ o - blasón es haberlo mostrado así en todo el tiempo de han establecido tráfago en la India de Portugal, intro-
réis solamente con lo que trujistes á mi servicio, d e s -
res d o t o r e s ! aquí tienen vuesledes l u g a r , si son servi- vuestro imperio, que Dios prospere. Conocen que su duciendo en el Japón su c o m e r c i o ; y cayendo y levan-
contados los sueldos.» F u é tan grande y tan universal el
dos , pues por los que han muerto merecen el m i ó , y protección es vuestro cuidado , y que osa congoja os tando c o n porfía providente, s e han apoderado de la
gozo de los inferiores, viendo la justa y piadosa r e s o -
por lo que saben despachar, el del verdugo. Algún e n - baja de principe soberano de todos y en t o d o , á padre mejor parte del Brasil, donde no solo tienen el mando
lución del D u q u e , que aclamándole A u g u s t o , y losmás
tierro ha de haber sin g a l e n o , y también presume de dc cada u n o : amor y benignidad que inestimablemente y el palo, como dicen, sino el tabaco y el azúcar, cuyos
Ac rodillas, dijeron: « Q u e r e m o s en agradecimiento,
aforismo el esparto. En lo q u e tienen e n c i m a , y en los aprecian. Saben las urgentes y nuevas ocasiones que os i n g e n i o s , si no los hacen d o c t o s , los hacen ricos, d e -
después de servir con lo que nos repartieres, pagarotro
malos pasos sus ínulas de vuesledes son escaleras déla acrecientan gastos inexcusables, que por ellos y por vos jándonos sin ellos rudos y amargos. En este paraje, que
tanto m á s , y quo esta parte quede por servicio perpe-
horca de pelo negro. Tiempo es dc verdades. Si yo h u - no podéis evitar, y entienden que por vuestra pobreza es garganta de las dos Indias, asisten tarascas con h a m -
tuo para lodas las veces quo cobrares lo que te toma-
biera usado de recela, como de d a g a , no estuviera no los podéis atender. Yo en nombre de todos os ofrez- bre peligrosa de flotas y n a v e s , dando qué pensar á
ren; de que resultará que los codiciosos aun tendrán
aquí, aunque hubiera asasinado á cuantos me ven. Una c o , sin exceptar a l g o , cuanto todos tienen; empero Lima y á Potosí (por afirmar la geografía) que pueden
escrúpulo de recibir lo que les dieres.»
docena de misas les p i d o , pues les es fácil acomodar- pongo á vuestro celo dos cosas en consideración : launa, paso entre paso, sin mojarse los pies, ir á rondar a q u e -
las en uno de los iulinitos codicillos á que dan prisa.» q u e si tomáis todo lo quo tienen (2) vuestros vasallos, llos cerros, cuando enfadados de navegar, (3) no q u i e -
XXVII. Un fullero,con más floresque mayo en la b a -
agotaréis el manantial que perpetuamente ha de socor- ran resbalarse por el rio de la P l a t a , ó i r s e , en forma
raja, y más g a t o s que enero en las uñas, estaba jugando
reros á vos y á vuestra s u c e s i ó n ; y si v o s , s e ñ o r , los de cáncer mordiendo la costa por Buenos-Aire's (4), y
XXVI. El gran duque de Moscovia, fatigado c o n las con un tramposo sobre t a n t o s , persuadido de que se
acabáis , hacéis lo que t e m é i s q u e hagan vuestros ene- fortificarse trampantojos del pasaje. Estábase muy
guerras y robos de los tártaros, y con frecuentes inva- pierde más largo que con el dinero delante. Concedíale
m i g o s , tanto más en vuestro d a ñ o , cuanto en ellos es despacio aquel senado de hambrones del mundo s o -
siones de los turcos, se vio obligado á imponer nuevos la trocada y la derecha, y la derecha c o m o la queria, p o r -
dudosa la ruina, y en vos cierta; y quien os aconseja bre un globo terrestre y una carta de (o) marear, c o n
tributos en sus estados y señoríos. Juntó sus favoreci- que retirando las cartas, la derecha se la volvía zurda y
que os asoléis porque n o os a s u e l e n , tintes es munición un c o m p á s , brincando climas y puertos, y escogiendo
dos y criados, ministros y consejeros, y el pueblo de la trocada se la cobraba con premio. Las suertes del fu-
de vuestros contrarios que consejero vuestro. Acordaos provincias ajenas; y el principe de Orange con unas ti-
su corte, y díjoles: «Ya los constaba de la necesidad e x - llero eran unos Apeles en pintar, y las del tramposo b o -
del labrador á quien Júpiter, según Isopo, concedió una jeras en la m a n o , para encaminar el corte en el mapa
trema en que le tenian los gastos de sus ejércitos para queaban de tabardillo á puras p i n t a s ; las suertes del
pájara , q u e para su alimento le ponia cada dia un giie- por el rumbo que determinase su albedrío. En esta a c -
defenderlos de la invídia de sus vecinos y e n e m i g o s , y maullon (a) siempre eran veinte y c u a t r o , con licencia
vo de o r o ; el c u a l , vencido de la codicia, se persuadió ción los c o g i ó la hora; y tomándole u n viejo ya q u e -
que no podian las repúblicas y monarquías mantenerse del cabildo de Sevilla; las del tramposo se andaban tras
á que ave que cada dia le daba un huevo de o r o , tenia brantado de sus años las tijeras, dijo : «Los glotones de
sin tributos ; que siempre eran justificados los forzosos el mediodía sin pasar de la una. Pues cógelos la hora, y
ricas minas de aquel metal en el c u e r p o , y que era me- provincias siempre han muerto de ahito : no hay peor
y suaves, pues se convierten en la defensa de los que contando el fullero los tantos, dijo: «Vuesa merced me
jor tomárselo todo de una vez que recibirlo continua- repleción que la d e dominios. L o s romanos desde el
los p a g a n , redimiendo la paz y la hacienda y las vidas debe dos mil reales.» El tramposo respondió, después de
m e n t e poco á poco y como Dios lo habia dispuesto. pequeño círculo de un surco que no cabia medio c e l e -
de todos aquella pequeña y casi insensible porción que haberlosvuelto acontar, como si pensara pagarlos: «Se-
Motó la pájara, y quedó sin ella y sin el huevo de oro. mín de siembra, se engulleron todas sus vecindades; y
da cada u n o al repartimiento, bienquisto por igual y ñor inio, á su ramillGte de vuesa merced le falta mi flor,
Señor, no hagáis verdad osla que fué fábula en el filó- derramando su c o d i c i a , pusieron á todo el mundo d e -
m o d e r a d o ; que él los juntaba para su m e s m o negocio; que es perder y no pagar. Vuesa merced se la añada, y
sofo ; q u e o s haréis fábula d e vuestro pueblo. Ser prín- bajo del yugo de su primer arado. Y como sea cierto
que le respondiesen c o m o en remedio ycomodidad pro- no tendrá que invidiar á Daraja. Haga vuesa merced
cipe de pueblo pobre, más es ser pobre y pobreza quo i que quien se vierte so desperdicia tanto como se e x -
pia.» Hablaron primero los allegados y ministros, d i - cuenta que lia jugado con un s a ú c o , cuya flor es ahor-
p r í n c i p e . . E l que enriquece los subditos tiene tanlos i tiende, luego que tuvieron m u c h o que perder empeza-
cieudo que la propuesta era tan santa y ajustada, que car bolsas ( 6 ) : io que aquí se ha perdido es el tiempo,
tesoros c o m o vasallos; el que los e m p o b r e c e , otn»s i ron á perder m u c h o ; porque la ambición llega p a r a a d -
ella se era respuesta y c o n c e s i ó n ; que todo era debido que tampoco lo cobrará vuesa merced como y o . »
tanlos hospitales y tantos temores como hombres, y ! quirir más allá de donde alcanza la fuerza para c o n s e r -
á la necesidad del Príncipe y defensa de la patria; que
menos liombres que enemigos y miedos. La riqueza so j var. En tanto q u e fueron pobres conquistaron á los r i -
así podia arbitrar conforme á su gusto en imponer t o - XXVHI. Los holandeses, que por merced del mar pisan
puededejar cuando s e q u i e r e , la pobreza no. Aquella po- | e o s ; los c u a l e s , haciéndolos ricos y quedando pobres
dos y cualesquier tributos q u e fuese servido á s u s v a - la tierra en unos andrajos de suelo que la hurtan por
cas veces se quiere dejar, esta siempre.—-La otra es, que I con las mismas costumbres de la pobreza, pegándoles
sallos, pues cuanto diesen (1) pagaban á su útil y d e s - detras de unos montones de arena que U a m a n d i q u e s ( l ) ,
debéis considerar que vuestra ultimada necesidad pre- | las del oro y las de los deleites, los destruyeron, y con
canso, y que cuanto mayores fuesen las c a r g a s , m o s - rebeldes á Dios en la fe, y á su rey en el vasallaje, ama-
sente nace de dos causas : la u n a , de lo mucho que os las riquezas que les dieron tomaron de ellos venganza.
traría más la grande salisfacion que tenia de su lealtad, sando s u discordia en u n comercio (2) político, después
han robado y usurpado los que os asisten; la otra, do Calaveras son que nos amonestan los asirios, los g r i e -
honrándolos con ella (6). Oyólos con gusto el D u q u e , de haberse con el robo constituido en libertad y sobera-
gos y los romanos: más nos convienen los cadáveres de-
nía delincuente, y crecido en territorio por la traición
de todos liabia muerto el espíritu dc generosa abnegación, de pa- sús monarquías por escarmiento que por imitación.
(«1 Era anejo del o l i d o d e rufián el robo, el encubrir ladrones, bien armada y atenta, y adquirido con prósperos s u c e -
triotismo, y ¿ p a r a q u é e s callarlo'! d e honradez en los más ib' Cuanto más quisiéremos encaramar nuestro poco p e -
lo alcahuete, valentón, espadachín de alquiler y asesino. Reunían- sos opinión belicosa y caudal o p u l e n t o ; presumiendo
cuantos se ufanaban con el titulo de procuradores de Corles. Am- s o , y llegarle en la romana del poder á la gran carga
se en cofradías, sin qne pudiesen las justicias exterminar estos
biciosos d e escalar los primeros puestos del Estado, pretendientes de hijos primogénitos del Océano, y persuadidos TÍ que
desalmados, cuya vida y costumbres retrató prodigiosamente Cer-
ridiculos de hábitos, compradores de acostamientos, tratantes con
\ que se quiere contrastar, tanto m e n o s valor tendremos;
vantes en la gallarda novela de Hinooncte y Cortadillo, de donde el mar, que les dio la tierra que cubria para habitación,
ministros venteros (te las l e y e s , ponían la mira en todo menos rn y cuanto más le retiráremos en e l l a , nuestra pequeña
1
bre, y a c e e n el d o m i n i o del e m p e r a d o r d e C o n s t a n t i n o -
XXXIX. ( I ) ( o ) E n Salúnique, ciudad d c L e v a n t e , pía (boy llamada (1) E s t a m b o l ) , c o n v o c a d o s e n aquella
que escondida en el ú l t i m o s e n o del golfo á q u e da nom- p a l , donde vivía, y en unión del Conde-Duque visitaba frecuen-