Villares - El Valor Económico de La Educación
Villares - El Valor Económico de La Educación
Vol. XXXVII (3), No. 147, Julio-Septiembre de 2008, pp. 45-61. ISSN: 0185-2760.
EL VALOR ECONÓMICO
DE LA EDUCACIÓN A TRAVÉS
DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO
EN EL SIGLO XX
Octavio del Resumen
Campo Villares*
y J. Venancio
Salcines Cristal**
E l análisis de la eficiencia en el proceso
de inserción socio profesional del individuo formado, exige de un
perfecto conocimiento acerca de la compleja y heterogénea conexión
que presentan, por una parte, las diferentes capacidades y expectativas
personales y, por otro, la caracterización del marco socio productivo
del asentamiento laboral en cuestión. La adecuación y precisión de ese
estudio permitirá la más óptima selección posible de aquellas medidas
públicas, las cuales se caracterizarán tanto por su amplitud como por
su diversidad en cuanto a su número como a los agentes económi-
cos implicados. Ha de ser por tanto la conveniente combinación y
la flexibilidad de aquellas políticas –cuyo origen se encuentra en los
distintos modelos económicos presentados– la garantía de solución
más apropiada en cada caso.
* Universidad de A
Coruña
Correo e: moctadcv@ Palabras clave: cualificación, empleo, independencia, mercado, sala-
udc.es. rio.
** Universidad de A
Coruña
Correo e: [email protected] Abstract
A
Ingreso: 11/12/07
Aprobación: 22/04/08
n efficiency analysis of the process
of socio-economic integration of a trained individual, demands an
exhaustive knowledge of the complex and heterogeneous relationship
between the aptitudes and personal expectations on one hand and
the particularities of the regional socio-productive frame where the
workplace is located on the other hand. The adjustment and accuracy
of this study will enable an optimal selection of the public measures,
which will be characterized by both their broadness and their diversity,
concerning their number and the involved economic agents. Therefore
is must be the appropriate mix and flexibility of the aforementioned
politics –whose origin is find models economics presents– what en-
sures the best solution to any particular case.
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trándonos al respecto con un primer problema, bien es cierto que ninguna representó un estudio
disponer de una definición que contenga la directo, estable y generalizado acerca de la eco-
multiplicidad de aspectos analizados por aquella nomía educativa como disciplina científica. En
desde la perspectiva económica. Por ello, a conti- palabras de G. S. Becker, antes del siglo XX, la
nuación hemos relacionado únicamente aquellas inversión en “Capital Humano” era poco impor-
que afrontan de una manera lo más general po- tante en cualquier país, “los gastos en educación,
sible el ámbito productivo de la educación, sin sanidad y formación profesional eran mínimos y
entrar en la subjetividad acerca de la jerarquía de ni siquiera los buenos hábitos en el trabajo eran
su validez, estas son: considerados”.
La concepción de la educación como factor
• Rama independiente de la economía aplicada determinante del progreso y desarrollo económi-
que de forma sistemática pone en relación co tuvo lugar en el periodo comprendido entre
variables económicas y educativas, llevando las décadas de los años 1950 y 1970, en las que
a cabo un análisis económico del proceso todo país desarrollado elevó su presupuesto
educativo (Martínez Chacón, 1981: 75), se educativo de forma extraordinaria (Fermoso,
trata pues de una definición general donde 1997: 25-27).
subyace el nexo educativo-productivo como De hecho y aunque la educación ha estado
un elemento económico más. siempre presente en el mundo económico, la
• Disciplina cuyo objeto es el estudio de la mayor parte de las veces lo ha sido de forma
adquisición, conservación y utilización de los testimonial. En la etapa preclásica apenas existen
conocimientos vinculados y adquiridos por la referencias, sólo Sir William Petty (1623-1687) se
persona, desde la óptica de la contribución al aproximó al tema midiendo el valor económico
desarrollo, y condicionado por la estructura del individuo y situando la riqueza de un país
socioproductiva (Ipiña y Grao, 1996: 22). en función del grado de conocimiento de sus
• Rama científica que estudia las leyes que regu- habitantes (Bowman, 1972: 92) pero sin llegar a
lan la producción, distribución y el consumo representar el nacimiento de un bloque homo-
de bienes y servicios educativos, es decir, las géneo de pensamiento acerca de la “inversión
distintas alternativas conducentes al logro de humana”.
una mayor efectividad en el uso de los recur- El mercantilismo no supuso avance alguno
sos limitados que permitirán la satisfacción en la influencia de la formación sobre la pro-
de la necesidad y el derecho a la educación ductividad humana, incluso eran frecuentes las
(Fermoso, 1997), el vínculo con el medio pro- referencias contrarias al incremento educativo:
ductivo se encuentra por tanto en la satisfac- “el bien de la sociedad exige que el conocimiento
ción de las necesidades sociales, entre las que no vaya más allá de lo necesario para el trabajo
se encuentra la obtención de profesionales diario” (Sanchis, 1991: 13-114), la educación era
convenientemente preparados. considerada como un instrumento de alteración
del orden social, en cuyos puestos más altos
Definiciones todas ellas, de reciente difusión. estaban unos pocos, los más educados. Como
Sin embargo, y aunque la concepción de la eslabón entre los siglos XVII y XVIII, está la
economía educativa es en gran medida contem- obra de Richard Cantillon (1680-1734), quien
poránea, no en vano se desarrolla en la segunda analizó el diferencial salarial entre trabajadores
mitad del siglo XX, a partir de la teoría del capital más o menos cualificados e introdujo el término
humano. Ello no debe hacernos pensar que con de coste de oportunidad por el salario dejado de
anterioridad no hubiese referencias al mundo percibir al prolongar un sujeto el tiempo dedi-
educativo desde la perspectiva económica, si cado a su educación.
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Para hallar una primera referencia explícita al medio para “mejorar” al hombre pero no para
estudio económico de la educación y a su valor crear riqueza.
productivo, hay que revisar la obra de Adam Para hallar una nueva aportación al tema
Smith (1725-1790), el cual consideró como es necesario alcanzar el siglo XIX, con la obra
razón del incremento productivo la destreza del economista John Stuart Mill (1806-1873),
del trabajador, siendo la cualificación el factor quien al analizar la productividad de los factores
determinante de aquella, lo que podemos con- productivos enfatizó sobre la contribución de la
siderar como la “primera defensa explícita de la educación, debe ser considerado como produc-
inversión en Capital Humano (Blaug, 1975). tivo todo trabajo empleado en crear utilidad sea
Por otra parte, Smith llegó hasta justificar incorporada al ser humano o a cualquier objeto.
la intervención pública en materia educativa, Sin embargo, Mill se apartó de Smith al afirmar
dado que no sólo crea beneficio privado, tam- que los mecanismos del mercado no funcionan
bién social, entre estos el vivir en una sociedad en el mundo de la educación; el hombre no es
más organizada y democrática, incrementando riqueza, estando al servicio del hombre, el con-
con ello la producción económica; la educación cepto de capital no es aplicable al hombre, siendo
aumenta la cohesión social necesaria en una el demandante de educación incapaz para juzgar
economía prospera, se trata de un bien público su cualidad productiva.
preferente. Otros autores que abordaron la vertiente
Para Smith la creciente división socioprofe- económica de la educación en el XIX, fueron:
sional del trabajo, era parte de la especialización Marx (1818-1883), quien si bien abordó la
sufrida por el hombre, conectada a la necesidad cuestión de forma subsidiaria, destacó el hecho
de una mayor cualificación, la cual se incorpora de que gozase de un mayor valor económico el
a un capital fijo, el “ser humano”. Es, por tanto, trabajo cualificado que aquel no cualificado y
la obra de Smith embrión al cuerpo de estudio que la diferencia de cualificación proviene de
que preconizó la idea de una alta relación entre la carga (esfuerzo) educativa que presenta cada
instrucción y riqueza nacional o desde la pers- sujeto (Riboud y Hernández, 1983), dando pie
pectiva individual entre formación y rendimiento a la idea de que el Capital Humano es producto
laboral, pilares de la futura Teoría del Capital Hu- de la educación. Su mayor contribución fue con-
mano (Gravot, 1993): “La destreza mejorada del siderar el contrato laboral como algo más que una
trabajador puede considerarse semejante a una relación de mercado, aquel tiene un carácter social
máquina o instrumento de negocio, que facilita inherente e inseparable a la naturaleza humana,
el trabajo y aunque implica un cierto coste, lo sin embargo en su opinión nadie en la economía
compensa con un beneficio”. capitalista invertiría en Capital Humano pues nadie
La postura de Smith, contrastó con la de sus podría apropiarse del beneficio.
insignes contemporáneos Ricardo y Malthus Walras (1834-1910), quien igualó por vez
(Ipiña y Grao, 1996). El primero consideró bá- primera el Capital Humano al Capital Físico
sico únicamente al Capital Técnico, no hallando incluyendo aquel en el término “Riqueza Na-
razón trascendente alguna para ahondar en el cional” como un capital ordinario más. Wittsein,
estudio del factor trabajo, el cual es función Engels y Farr, recordaron que entre los recursos
del Capital Físico empleado, mientras Malthus aportados a la producción no hay que olvidar el
se refirió a la educación sólo al vincularla a la gasto realizado sobre el hombre para hacerlo
cuestión demográfica, aquella es quien de alterar más productivo.
los hábitos humanos “reducir la natalidad”, no Alcanzado el siglo XX, emerge como pri-
consideró a la educación como susceptible de mera figura relevante en referencia al estudio de
alterar el producto económico, la educación era la relación entre economía y educación, la del
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no encuentra empleo más que a partir de una aumento de trabajo en un incremento del núme-
tasa de inversión suficiente de capital físico. La ro de trabajadores o de las horas trabajadas, todas
inversión en capital físico determina la actividad las horas de trabajo eran igual de valoradas por el
económica, la población es homogénea y fijada mercado (Riboud y Hernández, 1983: 317)
exógenamente a sí misma. Las diferencias en la Por tanto y aunque el tránsito de la economía
productividad individual no son trascendentes clásica a la neoclásica trajo como novedad acerca
a la hora de explicar la obtención del producto del mercado laboral reconocer que el trabajo no
económico; “la influencia del progreso técnico era un factor productivo homogéneo, y que los
sobre el empleo no estaba entre sus preocupa- sujetos tienen una diferente calidad (Toharía,
ciones” (Sauvy, 1986: 86). 1983: 14). Hasta la segunda mitad del siglo XX,
En consecuencia, la postura dominante esta idea de un factor trabajo diferenciado apenas
acerca del valor económico otorgado al fac- si había disfrutado de una exigua atención por el
tor trabajo hasta bien avanzado el siglo XX pensamiento económico, la concepción neoclási-
fue, con escasas variaciones, la concepción ca acerca de los mercados laborales abordaba su
clásica: el trabajo como función de la tasa de funcionamiento exclusivamente en términos de
acumulación de capital físico y homogéneo en interacción oferta-demanda de trabajo a la hora
sí mismo, todos los hombres eran sustitutivos de fijar la cantidad y precio del trabajo.
perfectos entre sí para desempeñar un mismo Sin embargo, algo estaba empezando a
trabajo y la producción no aumentaría si no es cambiar, el capital físico ya sólo ofrecía el fruto
a consecuencia del aumento del capital físico, deseado allí donde había una fuerza de traba-
así como la productividad del sujeto empleado jo capaz de emplear dicho capital, la relación
es función y/o resultado de la adición o mejora capital-producto sólo explica una exigua parte
del equipamiento, maquinaria e instrumental, el del crecimiento económico. El aumento del
Capital Humano no era considerado un factor producto económico no puede explicarse exclu-
diferenciador en la producción (Ortiz Calzadilla, sivamente por el crecimiento cuantitativo de los
1982: 35). factores capital y trabajo, el concepto económico
En consecuencia, la interacción demanda- de capital es más amplio que la maquinaria y el
oferta de trabajo era analizada como en cualquier equipo que interviene en la producción (Martí-
otro mercado, un precio (salario) y una cantidad nez Chacón, 1981: 77), las máquinas necesitan
(ocupación). Los aspectos básicos no difieren de del conocimiento que incorpora el ser humano,
otros mercados: la demanda de trabajo, depende las diferencias productivas y el grado de de-
de la demanda en el mercado del bien o servicio sarrollo alcanzado por cada país comienza a
a producir, estando en condiciones de competen- interpretarse en términos de la cualificación de
cia igual a la productividad marginal del trabajo la que dispone su factor humano.
por el precio del producto; mientras la “Oferta Existe algo más profundo, hasta la fecha no
de trabajo”, dependerá del stock de población en abordado (Tortella, 1990), un nuevo elemento
edad de trabajar y no incapacitada, las manos dis- que será bautizado como “factor residual” o
ponibles para emprender un trabajo y el número “cambio tecnológico”, el cual irá invariablemen-
de horas/hombre dedicadas a ello. te unido al hombre, por lo que será un factor
El resultado de esta concepción sobre el valor humano. El trabajo está sujeto a modulaciones
productivo del ser humano estaba enfocada en que alteran su valor productivo o lo que es lo
que el crecimiento de la renta nacional sólo es mismo su capacidad de crear valor añadido, la
posible a través del aumento de alguno de los tres concepción clásica del capital como suma física
factores: tierra, capital o trabajo, consistiendo ese de factores es incompleta.
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desarrollo socio institucional de cada realidad puesto clásico de mercados laborales continuos;
socio económica. El marco institucional del el mercado de empleos se encuentra fragmen-
espacio analizado más el económico delimitan tado en base a la propia estructura institucional
el asentamiento de cualquier política pública, del ámbito territorial objeto de estudio. Al igual
incluidas las educativas, en vez de adaptar la que la Teoría del Filtro considera a la demanda
realidad socioeconómica a una regla económica laboral como el factor determinante de la pro-
general, es el proceso de inserción profesional ductividad humana, así como de su retribución,
quien debe contextualizarse en la estructura es el perfil de cada puesto de trabajo incrustado
socio institucional concreta. Como autores más en una estructura institucional (mercado interno)
significativos de esta corriente podemos citar a y no la inversión que el trabajador hace en sí mis-
Doeringer P. y Piore M. (1971, 1983), Braver- mo el motor del proceso de inserción laboral.
man H. (1974), Brennan (1987) y Thurow L. Cada segmento del mercado laboral protege el
(1975: 83). funcionamiento de una parte de la estructura em-
La expansión de la educación entre 1950 y presarial, salvaguardando sus reglas y costumbres
1970 acortó las diferencias en términos de años la asignación del personal que tiene lugar en su
de escolarización del conjunto de la población, seno, la estructura de los mercados segmentados
sin embargo la forma en cómo se distribuyeron esconde por tanto relaciones de autoridad y poder
los empleos y la renta nada tuvo que ver con que delimitan y conforman el hacer empresarial
aquella convergencia en términos de formación, (Edwars, en Toharia, 1983: 395-422). Cuando un
los datos no permiten la defensa de la hipótesis empleador necesita cubrir un puesto de trabajo
del Capital Humano sobre la correlación educa- en su escalera laboral, lo primero en que piensa
ción-empleo-renta (Moreno Becerra,1998: 41), la es la solución mediante la promoción interna,
realidad económica y la estructura institucional ascendiendo a alguno de los trabajadores que se
juegan un papel trascendente al respecto. encuentra en su MIT, ascenso que genera una
El modelo institucional del mercado de tra- vacante para un nuevo trabajador y así sucesiva-
bajo presenta como supuestos de partida: a) en mente (Moreno Becerra, 1998: 44).
la medida que los puestos de trabajo escasean, Los resultados del enfoque institucional y/o
son éstos quienes eligen al individuo que los compartimentación de los mercados de trabajo
ocuparán y no al revés, el mercado laboral casa coinciden y se entrelazan con la siguiente teoría,
puestos de trabajo definidos con sujetos adapta- la concepción radical o de la lucha de clases en
bles, los individuos compiten por unos empleos los mercados de trabajo, quien considera la sub-
escasos, b) el mercado laboral no es uniforme, se división del mercado laboral como un sistema
encuentra fragmentado de muy diversas maneras. administrativo y organizado que minimiza los fo-
sobre una base de muy dispares variables, con- cos de conflicto en la relación laboral, relegando
formando en cada caso lo que se conoce como a un segundo plano la capacitación productiva
un mercado interno de trabajo (MIT), dentro del de la educación.
cual el salario y la asignación de trabajos se rigen
de acuerdo a unas reglas propias, c) cada MIT El modelo social–el radicalismo
lo configura una escalera de puestos de trabajo
jerarquizados, regidos por normas administra- Un nuevo enfoque sobre el valor económico de
tivas que conceden derechos y privilegios a sus la educación es el conocido como la Teoría del
miembros protegiéndolos de quienes están en el Radicalismo Social en las relaciones socio pro-
mercado externo de trabajo (MET). ductivas, donde la educación es un instrumento
En consecuencia, esta línea de investigación legitimador de la reproducción social de la clase
presenta como novedad, la ruptura con el su- económica dirigente. Siendo los principales
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precursores de esta línea de investigación: Mel- en las productivas, conclusión a la que también
vin Kohn (1969), S. Bowles y H. Gintis (1975: llegaron un buen número de institucionistas,
83, 85), Gordon D. (1976), Carnoy M. (1980) y fijándose una alta correlación entre pensamiento
Edwards R. (1982). radical e institucional.
En consecuencia, es aportación principal de La relación laboral no es ni única ni principal-
esta teoría la introducción del concepto de clase mente una relación mercantil, sino también, y so-
social como elemento económico activo, atribu- bre todo, una relación social entre el empleador
yendo el control de los factores productivos a y su empleado, o entre los diferentes empleados
grupos (clases) sociales estratificados (Toharia, (Fina, 2001: 28). El proceso productivo no es un
1983: 18-23). La educación perpetúa y reproduce mero transformador de factores en productos,
el orden socioeconómico establecido, socializan- también lleva impregnada una relación de tipo
do valores deseados por el sistema capitalista, se social, las relaciones sociales de los empleados
pasa por tanto de una legitimación técnica de la entre sí, o con sus superiores delimitan el inter-
educación a lo que definiré como “determinismo cambio de los servicios laborales, las interac-
social” de la misma; enfoque radicalmente opues- ciones personales, la costumbre empresarial o
to al “determinismo tecnológico”, extendido las convenciones sociales desempeñan un papel
entre 1950 y 1970. trascendental en la extracción del “trabajo” nece-
Para los autores radicales, en las decisiones de sario, no podemos olvidar que casi toda actividad
contratación y promoción laboral se está dando empresarial se ejecuta en equipo.
importancia, aparente, a cuestiones ligadas a la En consecuencia, y a modo de conclusión
eficiencia, cuando lo que realmente ocurre es que, se observa cómo las distintas teorías tratadas
sobre la base de algunas reglas ligadas a la eficien- son en gran medida complementarias, la teoría
cia y la técnica, se intenta justificar un proceso Socializadora es un paso más allá en la teoría
que tiene mucho de ideológico, político y social, del Capital Humano y nexo hacia el Credencia-
en términos de asignación de roles, jerarquías y lismo, la teoría de los Submercados Laborales
desigualdades (Moreno Becerra, 1998: 52-53). completa y apoya la idea del Filtro, las relaciones
El nivel educativo, la formación profesional, Socio Laborales explican sustratos ideológicos
el gasto en sanidad o la búsqueda de mejores iniciados por otras teorías, la Segmentación
empleos no sólo desempeñan un papel básico Laboral recoge argumentos defendidos por el
en la producción económica, también en la per- Radicalismo Social e Institucionalismo, e insti-
petuación del orden socio económico. La teoría tucionistas y radicales afirman que el principal
explicativa de la contribución económica de los papel desempeñado por el sistema educativo es
recursos humanos debe contemplar tanto la teo- el socializador, siendo la Socialización antesala
ría de la producción como la de la reproducción al desarrollo de la teoría Socio radical.
social (Bowles y Gintis, 1983: 117). Y lo más trascendente, todas ellas defienden
Este modelo va por tanto más allá de la como resultado final la contribución creciente
explicación de la contribución del trabajo al del conocimiento sobre la producción econó-
ámbito productivo, la producción económica mica y que además la educación es un activo
responde a un proceso a la vez social y técnico individualmente positivo en términos de empleo
que transforma al trabajador, la empresa tiene y renta, siendo en el origen de esa positividad en
una dimensión social y el trabajo no es simple donde difieren los distintos modelos planteados.
mercancía, es un agente activo que realiza es- La Economía de la Educación se ha caracteriza-
fuerzos sobre sí mismo, para su beneficio y que do por un alto grado de debate y controversia
además genera beneficio social. Siempre hay un debido a que no existe ninguna teoría que se
factor social en toda relación humana, incluso pueda aceptar o rechazar concluyentemente.
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