La Misteriosa Desaparicion Del DR Jacobo
La Misteriosa Desaparicion Del DR Jacobo
Cuando Grinberg no regresó del Tíbet en la fecha planeada, aquellos que lo esperaban
asumieron que habría extendido su estancia en los lejanos Himalayas. Sin embargo, cuando
el retraso pasó de semanas a meses, personas cercanas al investigador comenzaron a
preocuparse. Se hicieron llamadas a Nepal, a la embajada de la India, e incluso a una tía
suya que vivía en Israel y a quien posiblemente pasaría a visitar en su camino hacia Nepal.
Las pesquisas fueron inútiles, no existía siquiera registro de que Grinberg o su esposa
hubiesen dejado México. En Mayo de 1995 la familia y amigos, tras alertar a la policía e
incluso contratar a investigadores privados, parecieron confirmar que la misteriosa
desaparición de Grinberg era ya un hecho consumado.
El año de 1994 había sido uno especialmente turbulento en México. Comenzó con el
levantamiento armado de un grupo de disidentes denominado el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional y continuó con una aplastante devaluación de la moneda nacional, así
como con el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y otras figuras
importantes del PRI. Sin embargo, para Grinberg el 94 había sido un buen periodo. Uno de
sus estudios más importantes durante esta etapa consistió en registrar las ondas cerebrales
de un chamán originario de Veracruz (entidad costera de México) en estado de trance. Sus
hallazgos fueron presentados con gran éxito en un congreso internacional de neurociencias
celebrado en Alemania. La dedicación y los buenos resultados que habían obtenido sus
investigaciones le valieron recursos adicionales para continuar con nuevos estudios y, por si
fuera poco, recién le anunciaban que su libro sobre Pachita sería traducido al inglés por una
importante editorial.
Sobre la desaparición de Grinberg poco dijeron los medios tradicionales. Al parecer las
innumerables variables incluidas en el contexto no fueron suficientes para que le diesen a
este suceso la importancia que merecía: un vanguardista científico dedicado a la
investigación de asuntos que radicaban en los límites racionales de la ciencia
espontáneamente desaparecido, sin más explicación. En cambio, un nutrido grupo de
conspiracionistas, algunos evidentemente paranoicos, otros más perspicaces, así como
genuinos admiradores de su trabajo que se sintieron profundamente impactados por este
hecho, han generado y difundido múltiples teorías que buscan explicarlo. El peculiar
escenario que envolvió a la desaparición de Grinberg, que por lo menos puede considerarse
como bastante misteriosa, detonó una gran variedad de especulaciones, algunas
radicalmente excéntricas aunque no por ello descartables, otras lúgubres y algunas más
orientadas a una causa predominantemente luminosa. Vale la pena destacar la poca y
confusa información que existe al respecto, razón por la cual las teorías que se presentan a
continuación no son más que una simple recopilación de especulaciones y rumores que se
encuentras discretamente esparcidos a lo largo de la red. Y en verdad resulta difícil saber
cuáles de ellas contienen algo de verdad (tal vez todas), o cuáles son simplemente destellos
de paranoia o de desinformación estratégicamente difundida. A continuación
mencionaremos algunas de estas teorías:
Su esposa Teresa: Uno de los personajes que más enrareció la desaparición de Grinberg
fue su esposa Teresa. No solo debió ser ella la última persona en verlo, sino que se tiene
registro de que incurrió en extrañas explicaciones y mentiras para encubrir la ausencia de
su marido a lo largo de diciembre, siendo el 8 de ese mes el último día en que él tuvo
contacto con alguien. Por un lado justificó la ausencia del científico ante su madrastra
diciendo que había ido a Campeche. Días antes, el 9 de diciembre, había canjeado un
cheque de $1000 dólares y pidió al cuidador de la casa de campo —situada en el estado de
Morelos, al sur de la capital mexicana— que no se presentara, pues Grinberg había ido a
Guadalajara.
El 24 de diciembre Teresa, quien supuestamente habría de acompañar a Grinberg a Nepal,
apareció en la casa de Morelos acompañada de otra mujer, y tras recoger utensilios de
cocina, ropa y a su perro, se marchó. Cinco días después informó al casero a quien rentaban
un departamento en la Ciudad de México que dejaría el inmueble, decisión que sorprendió
a su arrendador, pues el contrato vencía hasta marzo. Durante los cinco meses siguientes
nadie supo del paradero de Teresa y no fue hasta mayo de 1995 que apareció en casa de una
tía que vivía al sur de Tijuana. Ahí pasó dos semanas y luego también desapareció. Pasado
un tiempo, su familia se enteró que Teresa estaba casada con Jacobo Grinberg, relación que
ella jamás había anunciado en sus parientes más cercanos.
“[...] no tengo un cuerpo, no tengo sangre, no tengo un rastro. No sé. De ahí realmente es
una cuestión de qué quieras creer. La evidencia muestra que la esposa está prófuga… que
podría estar en los Estados Unidos. Supongo que hay algo ilícito en todo esto y que ella sabe
algo al respecto. Si está muerto, vivo o secuestrado es otra cuestión”, afirma el comandante
Padilla, quien estuvo a cargo de la investigación sobre la desaparición de Grinberg.
(Declaración incluida en el ampliamente difundido artículo de Sam Quiñones titulado
“Buscando al Doctor Grinberg” New Age Journal, 1997.)
Rapto / Asesinato. Esta es sin duda la más trágica y estrafalaria de la vertientes que
agrupan teorías en torno a la desaparición de Grinberg. Es aquí donde emerge un inusual
desfile de probables responsables sobre el súbito desvanecimiento del investigador
mexicano.
Agencias de Inteligencia / Gobierno Una de las líneas de investigación o especulación
señala la probable intervención de agencias de inteligencia estadounidenses (CIA-FBI) que,
tras la negativa de Grinberg para colaborar voluntariamente con ellas, pudiesen haber
optado por el rapto. Esto pudiese haber sucedido con la anuencia del gobierno mexicano.
En esta caso la intención habría sido hacerse de la experiencia y la información que el
investigador acumuló a lo largo de sus innumerables estudios para aprovecharla en
beneficio de las agendas que caracterizan a estos organismos: la manipulación social y las
psicotecnologías orientadas a fines bélicos. De hecho hay quien especifica que fue
secuestrado para colaborar a la fuerza en un proyecto que involucraba la creación de misiles
psíquicamente dirigidos.
Extraterrestres Existen supuestos testimonios que afirman que el 7 de diciembre de
1994, el último día en que Grinberg fue visto, el investigador mexicano y su esposa fueron
interceptados, cuando se dirigían de su casa hacia el laboratorio en la UNAM, por dos
vehículos de los cuales bajaron varios hombres de raza caucásica y en pocos instantes
sometieron y raptaron a la pareja. Evidentemente esto contradice la información que se
tiene sobre el hecho de que Teresa fue vista en más de una ocasión después de 7 de
diciembre y que jamás mencionó nada al respecto.
Estos hombres pudieran ser agentes estadounidenses, pero al mismo tiempo dan pauta
para la siguiente teoría: la abducción (recordemos que en muchos casos la descripción de
un grupo de hombres altos y con facciones radicalmente caucásicas se liga a la presencia de
extraterrestres). Sin duda esta versión puede parecer aún más extravagante, pero tampoco
puede ser descartada ipso facto. Es importante considerar que la información teórica y
práctica que poseía Grinberg era codiciada por más de un grupo, tal vez incluso, por qué no,
por seres de otro planeta.
Carlos Castaneda. También hay quienes han señalado las supuestas discordias que
existían entre Grinberg y el antropólogo/brujo Carlos Castaneda, y su camarilla. De acuerdo
con ellos, Castaneda tuvo algo que ver con la desaparición del científico mexicano, al punto
que incluso podría haberlo mandado a matar o lo habría mantenido cautivo en una
comunidad que Castaneda instaló en Los Ángeles. Evidentemente no hay pruebas de esto,
pero es otro de los rumores que circulan. A este respecto, en el artículo antes mencionado
de Sam Quiñones se narra lo siguiente:
«Otra idea que Padilla ha considerado involucra a Carlos Castaneda. La relación entre
Grinberg y Castaneda era complicada, una mezcla turbulenta de mentes inquietas y egos
poderosos. Una vez Grinberg escribió de su admiración por el autor reclusivo, diciendo que
Castaneda había influenciado su manera de pensar acerca del chamanismo. En 1991,
Grinberg, su esposa y Tony Karam (polémico fundador del centro budista Casa Tíbet en
México), visitaron a Castaneda a invitación del último en Los Ángeles. Ahí, dice Karam,
Castaneda propuso que Grinberg dejara su laboratorio en la UNAM para irse a vivir a su
comunidad. Grinberg declinó. Su relación se desintegró durante un viaje que Castaneda
hizo a México dos años después. Los amigos y la familia de Grinberg lo recuerdan llamando
frecuentemente a Castaneda ególatra, más interesado en el poder que en la verdad.
También recuerdan que Tere (la esposa de Grinberg) se quedó enamorada de Castaneda y
su grupo. Los alumnos la recuerdan hablando de su amistad con Florinda Donner, una
socia de Castaneda.
“Es una línea de investigación”, dice Karam, quien hasta hace poco tenía lazos cercanos con
el grupo de Castaneda. “Es un mundo muy extraño. La gente que se mete en ese grupo
tiende a cortar lazos con el resto del mundo. Nadie vuelve a saber de ellos nunca más. De
todas maneras, he hablado de esto con ellos muchas veces, y me han dicho repetidamente
que no saben nada al respecto. También parecen estar muy tristes al respecto. Padilla dice
que no tiene evidencia de que Grinberg o su esposa estén con Castaneda: a través de un
portavoz en la ciudad de México, Castaneda ha declinado hacer comentarios».
Por cierto, supuestamente Grinberg alguna vez confió a Castaneda que estaba realizando
una “recapitulación”, es decir, un ejercicio chamánico que consiste en repasar íntegramente
todos los momentos de tu vida hasta el presente, para purificar la psique del aquí-ahora, a
partir de la cual escribía un libro autobiográfico. Sin embargo, esa obra jamás salió a la luz.
También hay quienes sugieren que Grinberg fue requerido como un “hombre de espíritu”
por la tradición tolteca, y que ante el inapelable llamado de Cuauthémoc, el antiguo
emperador mexica, el investigador no dudo en desprenderse de todo lo que le ligaba a su
identidad para volcarse en cuerpo y alma a fungir como un guardián de recintos energéticos
distribuidos acupuntúricamente alrededor de México.
Para concluir este repaso catártico a través de la vida, obra y desaparición de Grinberg, el
cual visiblemente siembra mucho más interrogantes de las que responde (recordemos que
la evolución humana está mucho más relacionada a preguntas que a respuestas), solo se
puede afirmar que el legado informativo de este investigador, tras su paso en este plano,
constituye un acervo de invaluable valor. Además, por lo avanzado de las premisas que se
aventuró a dilucidar, la información proyectada en su obra irá adquiriendo cada vez mayor
vigencia. Y esta dinámica presuntamente no cesará hasta que hayamos logrado,
colectivamente, consolidar desarrollo y purificación de la conciencia compartida. Jacobo
Grinberg dedicó su vida al estudio científico, y por lo tanto experiencial, de la conciencia.
Queda en todos nosotros Arovechar las herramientas que su trabajo nos confía y honrar así
los esfuerzos de un hombre que no temió invitarnos a los límites del pensamiento
establecido, con el único fin, quiero pensar, de obsequiarnos un preciado regalo: la libertad
a través del auto-conocimiento.