Ponencia de la Magistrada Blanca Rosa Mármol de León.
LOS HECHOS
En la audiencia preliminar celebrada en fecha 24 de noviembre de 2004, por
ante el Juzgado Séptimo de Control del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción
Judicial del Estado Zulia, quedaron determinados los hechos en la presente causa, de
la manera siguiente:
“...En fecha 21 de enero de 2000, el Abogado ANGEL DE JESÚS
RINCÓN GONZALEZ, titular de la cédula de identidad N° 7.5-
887.853 (sic), inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 59182, quien
fungió como Secretario de la presunta asamblea celebrada en fecha
sábado 01 de enero de 2002, por parte de los ciudadanos JAIRO
ALFONSO FLORES GALVIS, NORMAN ANTONIO REYES
TROCONIS, ELISEO DE JESÚS BASTIDAS y LADY BLANCO DE
FLORES, cuyo punto único a tratar era el de la elección del Comisario
para el período comprendido entre el día 1° de enero de 2002 al 22 de
Octubre del año 2002, siendo presuntamente designada la ciudadana
JANETH HERNÁNDEZ CORONA, titular de la cédula de identidad
N° V-7.666.004, quien aceptó la antes mencionada designación. En
virtud a ello, y de acuerdo a lo que se desprende del acta de asamblea
in comento, el acta en cuestión fue aprobada por los presentes, dando
autorización al Abogado ANGEL DE JESÚS RINCÓN GONZALEZ,
para que realizara a nombre de la compañía, los trámites
relacionados con la inserción de la respectiva acta ante el
ciudadano Registrador Mercantil correspondiente. De hecho, de
simple lectura del acta se desprende que el hoy imputado ciudadano
JAIRO ALFONSO FLORES GALVIS, certifica que el contenido de
dicha acta es copia fiel y exacta de su original que aparece en el libro
de actas de asamblea de la compañía, y así lo certifica ante un
funcionario público, como lo es el Registrador Primero de esta
Circunscripción Judicial; la veracidad de dicha acta, cuando ni el
resto de los accionistas que manifiesta, asistieron a dicha asamblea,
estamparon sus rúbricas, lo que materializa el delito de USO DE
DOCUMENTO FALSO ante funcionario público. En virtud a lo
antes señalado, el Abogado supra identificado, procedió en fecha 21 de
enero de 2000, a consignar por ante el Registro Mercantil Primero de
la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, copia certificada del Acta
de Asamblea Extraordinaria celebrada por su representada CORE
SERVICES DE VENEZUELA C.A., en fecha 01 de enero de 2000,
donde se acuerda la elección del comisario de la compañía; y en
consecuencia solicita ordene el registro correspondiente...”.
En dicha oportunidad, el Juzgado de Control admitió totalmente la acusación
propuesta por el Fiscal Décimo Cuarto del Ministerio Público del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia, en contra de los acusados JAIRO ALFONSO FLORES
GALVIS, ELISEO DE JESÚS BASTIDAS y LADY BLANCO DE FLORES, por
la comisión de los delitos de FALSO TESTIMONIO y USO DE DOCUMENTO
FALSO, al primero de los mencionados y FALSO TESTIMONIO a los dos últimos,
delitos previstos y sancionados respectivamente en los artículos 243 y 323 del
Código Penal. Así mismo ordenó mantener la medida cautelar sustitutiva a la
privación de libertad de los referidos imputados.
La defensa propuso recurso de apelación con fundamento en los numerales 4
(procedencia de una medida cautelar) y 5 (gravamen irreparable) del artículo 447 del
Código Orgánico Procesal Penal.
La Sala Segunda de la Corte de Apelaciones, en fecha 17 de marzo de 2005,
declaró CON LUGAR el recurso de apelación de autos interpuesto por la
representación de la defensa de los acusados y DECLARÓ EL SOBRESEIMIENTO
DE LA CAUSA POR PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL, de conformidad
con lo establecido en el artículo 28.5 en concordancia con el 318.3, ambos del
Código Orgánico Procesal Penal.
En fecha 20 de abril de 2005, los abogados Hugo Gregorio La Rosa, Fiscal
Vigésimo del Ministerio Público; Lilia Sara Dugarte Méndez, Fiscal Décima Cuarta
del Ministerio Público y el abogado Pablo Enrique Castellano, inscrito en el I.P.S.A.
con el N° 34.093, apoderado judicial de la víctima Norman Antonio Reyes Troconis,
interpusieron respectivos recursos de casación.
No hubo contestación por parte de la defensa.
Remitido el expediente a esta Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo
de Justicia, se dio cuenta del mismo en fecha 20 de mayo de 2005, y le fue asignada
la ponencia a la Magistrada quien con tal carácter suscribe la presente decisión.
En fecha 27 de septiembre de 2005 fue admitido parcialmente
el recurso de casación, sólo en lo relativo al delito de USO DE
DOCUMENTO PRIVADO FALSO, y celebrada la audiencia pública en
fecha 03 de Noviembre de 2005, a la que comparecieron las partes,
quienes presentaron sus alegatos.
Cumplidos los trámites procedimentales, pasa esta Sala a decidir, para lo
cual observa:
PLANTEAMIENTO DEL RECURSO DE CASACIÓN PROPUESTO POR LA
REPRESENTACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO.
Única Denuncia:
Aduce que la sentencia recurrida incurre en violación de ley por errónea
aplicación de los artículos 108 y 110 del Código Penal, que el curso del lapso de
prescripción de la acción penal para la persecución del delito, fue interrumpido con
la individualización de los imputados y con la introducción de la acusación.
PLANTEAMIENTO DEL RECURSO DE CASACIÓN PROPUESTO POR LA
REPRESENTACIÓN DE LA VÍCTIMA.
PRIMER MOTIVO: Denuncia la errónea interpretación del
artículo 1357 del Código Civil, relativo a la definición de
documento público. Alega que la recurrida estableció
erróneamente que el documento utilizado por los acusados, en su
carácter de accionistas de la compañía CORE SERVICE DE
VENEZUELA, C.A. constituye un documento privado, que
adquiere con el registro “sólo un valor probationem, del
documento público, más no al hecho jurídico material que este
contiene, pues no fue autorizado por el funcionario Registrador
en cuanto al hecho material ab initio”. Considera así el recurrente en
casación, un contrasentido de la recurrida “expresar que las actas de asamblea
adquieren con su registro, sólo el valor PROBATIONEM del documento público y
no el carácter de documento público, pues si tiene valor probatorio de documento
público, obviamente las actas de asamblea registrada constituyen documento
público y así queda establecido en la exposición de motivos del decreto con fuerza
de Ley de Registro Público y del Notariado, publicada en Gaceta Oficial N°
37.333 de fecha veinte y siete (27) de noviembre de 2001, el cual expresa: El
propósito fundamental de los Registros y Notarías es garantizar, mediante la
publicidad registral, la certeza y la seguridad jurídica de los bienes o derechos
inscritos, otorgándoles la presunción de verdad legal, oponible a terceros. Los
asientos registrales están bajo la salvaguarda de los Tribunales y producen todos
sus efectos, mientras no se declare su inexactitud”.
Cita también el contenido de los artículos 13, 24 y 25 de la referida Ley de
Registro Público y del Notariado, y solicita que la calificación del delito sea uso de
documento público falso, previsto y sancionado en el artículo 323 en relación con el
artículo 320 del Código Penal.
Alega que la recurrida “establece también de manera errónea, que el Fiscal
del Ministerio Público omitió la especificación de la calificación del delito en
relación al Uso de Documento Falso, vale decir, si se trataba de un documento
Público o Privado...”.
SEGUNDO MOTIVO: denuncia la indebida aplicación del ordinal 5° del
artículo 108 del Código Penal, y la indebida aplicación del artículo 318 ordinal 3°
del Código Orgánico Procesal Penal; que la recurrida no observó la existencia de
distintos actos interruptivos de la prescripción, y que considerar solamente la
admisión de la acusación como el único acto interruptivo en el caso, trastoca los
intereses de las víctimas. Luego menciona distintos actos del proceso y señala que
todos constituyen actos interruptivos.
RESOLUCIÓN PRIMERA DENUNCIA PROPUESTA POR LA
REPRESENTACIÓN DE LA VÍCTIMA:
La primera denuncia planteada por la representación de la parte querellante se
refiere a la errónea interpretación del artículo 1357 del Código Civil, por parte de la
recurrida. Aduce el recurrente que la Corte de Apelaciones le otorgó cualidad de
documento privado al acta de asamblea registrada por ante el Registro Mercantil
Primero de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia; que dicho documento,
según la recurrida, no es un documento público, sino que el registro en la oficina
pública referida, sólo le otorga al documento privado un carácter “probationem”.
Así mismo, alega que no es cierto que el Fiscal del Ministerio Público no efectuó la
calificación de documento público y que por ello la Sala Segunda de la Corte de
Apelaciones no debió hacer la calificación de Uso de Documento Privado Falso, por
no existir la supuesta duda en la calificación del delito.
A los fines de decidir, la Sala observa lo que al respecto resolvió la recurrida,
a tal efecto, tenemos lo siguiente:
“...Por otro lado, y a los fines de la decisión que corresponda, los
integrantes de este Órgano Colegiado, proceden a realizar primero la
precalificación de los delitos que se imputan en el escrito de acusación
Fiscal, por evidenciarse de manera taxativa en el referido escrito, en su
parte denominada solicitud de enjuiciamiento, que el Ministerio
Público acusa a los imputados LADY BLANCO DE FLORES y
ELISEO JESÚS BASTIDAS, como autores del delito de falso
testimonio, previsto en el artículo 243 del Código Penal y al imputado
JAIRO ALFONSO FLORES GALVIS, por los delitos de FALSO
TESTIMONIO y USO DE DOCUMENTO FALSO, sin indicar sobre
este último, si se trata de Documento Falso Público o Privado, ni
indicar dentro de cual norma subsume el tipo penal, es decir, si se trata
del delito previsto en el artículo 323 en relación con el artículo 320
ejusdem, o del artículo 323 en relación con el artículo 322 del texto
Penal Sustantivo. ASI SE DECIDE.
En tal sentido, el Texto Sustantivo Civil Venezolano, en su artículo
1357 expresa la definición del documento público de la siguiente
forma: “documento público o auténtico es el que ha sido autorizado
con las solemnidades legales por un Registrador, por un Juez u otro
funcionario o empleado público que tenga facultad para darle fe
pública, en el lugar donde el instrumento se haya autorizado”.
Al respecto, Allan-Randolph Brewer en su obra Consideraciones
acerca de la distinción entre documento público o auténtico,
documento privado reconocido y autenticado y documento registrado,
en el texto El Documento Público y Privado de Varios Autores
Venezolanos, establece lo siguiente:
“...cabe observar que el documento público hace plena fe, así
entre las partes, como respecto de terceros, de la verdad de las
declaraciones formuladas por los otorgantes acerca de la
realización del hecho jurídico a que se contrae el instrumento, o
lo que es lo mismo, el hecho jurídico que el funcionario público
declara haber efectuado, visto u oído. Ahora bien, los efectos
entre las partes y respecto de terceros del documento registrado,
serán los mismos del documento público, según el artículo 1359
del Código Civil, si el Registrador que lo ha autorizado declare
haber efectuado, visto u oído los hechos jurídicos (...)”.
Ahora bien, después del análisis exhaustivo realizado a las actas de la
presente causa, específicamente del escrito de acusación presentada
por el Fiscal del Ministerio Público, se evidencia que el documento
sobre el cual versa el delito de Uso de Documento Falso, que se le
imputa al acusado de autos, JAIRO ALFONSO FLORES, se trata de
un acta de asamblea celebrada en fecha 1° de enero de 2002, por los
ciudadanos JAIRO ALFONSO FLORES GALVIS, NORMAN
ANTONIO REYES TROCONIS, ELISEO DE JESUS BASTIDAS y
LADY BLANCO DE FLORES, en su carácter de accionistas de la
empresa CORE SERVICE DE VENEZUELA C.A., cuyo punto único
a tratar era el de la elección del Comisario para el período
comprendido entre el 1° de enero de 2002 al 22 de octubre de 2002, la
cual fue consignada por el Abogado ANGEL DE JESÚS RINCÓN
RINCÓN, en copia certificada por ante el Registrador Mercantil
Primero de esta Circunscripción Judicial del Estado Zulia, para su
debido registro.
Asimismo, del escrito de acusación se desprende que la anterior copia
fue certificada por el hoy imputado JAIRO ALFONSO FLORES
GALVIS, quien certifica que el contenido de dicha acta es copia fiel y
exacta de su original que reposa en el Libro de Actas de Asamblea de
la Compañía, y como quiera que el Fiscal del Ministerio Público, en el
referido escrito de acusación, tal como se señaló anteriormente, acusa a
los imputados de autos como autores de los delitos de falso testimonio,
previsto en el artículo 243 del Código Penal y por el delito de Uso de
Documento Falso, sin indicar si se trata de Documento Falso Público o
Privado, ni indicar dentro de cuál norma subsume el tipo penal, es
decir, si se trata del delito previsto en el artículo 323 en relación con el
artículo 320 ejusdem, o del artículo 323, en relación con el artículo 322
del texto Penal Sustantivo, se hace necesario a los fines de la
precalificación del delito, determinar si el acta en cuestión, versa sobre
documento público o privado. En tal sentido, la doctrina patria señala
lo siguiente:
“Con los documentos privados pueden probarse todos los actos
o contratos que por disposición de la ley no requieran ser
extendidos en escritura pública o revestir solemnidades
legales. Pero esa clase de instrumentos no valen por sí mismo,
nada, mientras no son reconocidos por la parte a quien se
oponen, o tenidos legalmente por reconocidos, tal como lo
señala el artículo 1363 del Código Civil...(...).La ley, en su
artículo 1363 del Código Civil, no hace otra cosa que poner a un
mismo nivel, tan sólo en cuanto a la fuerza probatoria, el
instrumento privado reconocido o tenido legalmente por
reconocido con el instrumento público, sin darle a aquel, el
carácter de éste, puesto que concede a aquél, efecto entre las
partes y contra terceros, pero tan solamente ad probationem, al
establecer que aquel instrumento tiene contra todos la misma
fuerza probatoria de éste...”(Allan Brewer Carías, pág. 281)”.
En relación al valor probatorio y efectos del documento privado
reconocido o autenticado, y al documento registrado, el autor antes
señalado, refiere:
“...El documento privado reconocido o tenido legalmente por
reconocido, hace plena fe sólo del hecho material de la
declaración del que lo reconoce. Es decir, deja constancia de
que la parte reconoce el documento por medio de una
declaración firmada; nada más. En cambio, no da plena fe de
los hechos jurídicos contenidos en el documento que se
reconoce, como sí la da el documento público...podemos
afirmar que en teoría y en doctrina, el documento público, por
excelencia, según lo dispone el artículo 1356 del Código Civil,
es el registrado, el autorizado con las solemnidades legales por
un Registrador en el lugar donde el instrumento se haya
autorizado. Ahora bien, los efectos entre las partes y respecto
de terceros del documento registrado, serán los mismos del
documento público, según el artículo 1259 del Código Civil, si
el Registrador ha efectuado, visto u oído los hechos jurídicos a
que el instrumento se contrae...”.(Allan Brewer Carías, pág.
280-282).
De tal manera, que de lo anteriormente expuesto se puede concluir,
que el documento registrado hace plena fe, así entre las partes, como
respecto de terceros de su contenido, siempre y cuando el Registrador
que lo ha autorizado declare haber efectuado, visto u oído los hechos
jurídicos a que el instrumento se contrae, y siempre que el documento
no sea declarado falso por los motivos señalados en el artículo 1380
del Código Civil. En el caso que nos ocupa, tal como se expresó
anteriormente, se trata de un acta de asamblea de una Sociedad
Anónima la cual fue certificada por uno de los accionistas con
facultades para ello, a los fines de autenticar que el contenido de dicha
acta era el contenido fiel y exacto de su original que reposaba en el
Libro de Actas de Asamblea llevado por dicha Compañía, de tal
manera, que a pesar de tratarse de un documento registrado por ante el
Registro Mercantil Primero de esta Circunscripción Judicial, no se
constituye el mismo con los requisitos y condiciones establecidos en la
doctrina y legislación venezolana para otorgarle el carácter de
documento público, en lo que al hecho material jurídico se refiere,
pues el Registrador que lo autoriza, no puede declarar haberlo
efectuado, visto u oído, ya que sólo se limita a registrar la copia
certificada que a sus manos llega, sin presenciar el hecho jurídico
material, como lo es, la celebración de la asamblea respectiva.
De lo anterior, esta Sala concluye que el documento al que se refiere el
acta de Asamblea antes señalada, tal como quedó reflejado en la
doctrina antes señalada, adquiere con su registro, sólo el valor
probationem del documento público, más no al hecho jurídico material
que éste contiene, pues no fue autorizado por el funcionario
Registrador, en cuanto al hecho material ab initio.
Aunado a lo anterior, habiendo el Fiscal del Ministerio Público
omitido la especificación de la calificación del delito en relación al
Uso de Documento Falso, vale decir, si se trata de un documento
público o privado, cuestión que se hace imprescindible para la
precalificación del delito y precisión de la pena impuesta en la Ley
Sustantiva Penal, de lo cual nace una duda que en beneficio del reo,
obliga a este Organo Colegiado a asumir, tratándose de la utilización
de documentos pertenecientes al giro comercial de una Compañía
Anónima y en razón de lo anteriormente explanado, ha de
precalificarse como el delito de Uso de Documento Privado Falso,
previsto y sancionado en el artículo 323 en relación con el artículo 322
del Código Penal Venezolano. ASI SE DECIDE.
Pues bien, la recurrida estableció que la representación del Ministerio
Público no precisó en la acusación, la clase de documento, si era público o privado,
para establecer la tipicidad del delito de uso de documento falso, que, de acuerdo a
la clasificación que se trate, estaría previsto en el artículo 323, cuya pena
respectivamente sería la prevista en el artículo 320, si se trata de acto público, y en
el artículo 322, si se trata de un acto privado, y concluyó la recurrida, que en virtud
de la supuesta “imprecisión” de la acusación formulada y de la duda en beneficio del
reo, lo correcto era calificar el delito como “uso de documento privado falso”
previsto en el artículo 323 en relación con el artículo 322 del Código Penal.
Al respecto, la Sala estima necesario verificar, si en efecto la representación
del Ministerio Público incurrió en la omisión referida; al efecto, observa el
contenido de la acusación presentada en la cual quedó asentado lo siguiente:
“...En relación a este delito, debemos señalar que la falsedad del
mismo no está en su contenido, vale decir, el nombramiento por demás
fraudulento de la Comisario de la Empresa Ciudadana YANET
HERNÁNDEZ, sino en cuanto a las firmas que sustentan el Acta de
Asamblea, ya que ha quedado demostrado que las firmas que aparecen
al pie de la misma no provinieron del puño y letra de los llamados a
hacerlo, vale decir, los socios: NORMAN REYES, JAIRO FLORES,
ELISEO BASTIDAS y LADY BLANCO DE FLORES, entonces
cómo se explica el imputado JAIRO FLORES haber consignado ante
la estatal Venezolana un acta que ni él ni sus socios firmaron previo su
registro por ante la autoridad correspondiente, vemos entonces como
fue sorprendido en su buena fe –engañado- no solo el Registrador
Mercantil al haber insertado al expediente de la Empresa dicha acta,
sino además al darle el carácter de público al contenido de la misma,
y consecuencialmente PDVSA, al haberla consignado ante la misma y
haber ésta surtido los efectos deseados por el sujeto activo, como lo es
llenar un requisito formal exigido por el Registro de Contratistas,
vemos entonces así la parte del supra mencionado ciudadano hoy
imputado (sic), de allí que los requisitos esenciales para que éste se
perfeccione, están perfectamente demostrados en autos, tales como: 1.
Un acto de uso, 2.- La falsedad del documento empleado, 3.- El
conocimiento que el usuario tenga de la falsedad...”.
En el mismo sentido, observa la Sala que el Tribunal de Control en la
audiencia preliminar, estableció lo siguiente:
“...De inmediato se dio inicio al acto y se le concedió la palabra al
representante fiscal, quien en su carácter de Fiscal 14 (sic) del
Ministerio Público, ratificó el escrito de acusación presentado en fecha
27 de octubre de 2004, por esta Fiscalía, en contra de los ciudadanos
imputados JAIRO ALFONSO FLORES GALVIS, LADY BLANCO
DE FLORES y ELISEO JESÚS BASTIDAS, por la comisión de los
delitos de FALSO TESTIMONIO Y USO DE DOCUMENTO
FALSO, y manifestó los elementos de convicción que dieron inicio a
la investigación, razones por las cuales solicitó fuera admitido en su
totalidad el escrito de acusación y se ordenara el juicio oral y público.
Solicitó se le facilitara la causa a lo cual accedió el tribunal y procedió
a definir un poco los conceptos de documento público y se refirió
también al artículo 1357 del Código Civil Venezolano. Solicitó la
apertura a juicio oral y público para que se proceda al enjuiciamiento
de los acusados, a fin de que le fueran impuestas las penas
correspondientes; por último, consignó doctrina relacionada con los
instrumentos públicos constante de nueve (09) folios útiles, la cual fue
agregada a las actas...”. (resaltados de la Sala).
De las anteriores transcripciones se evidencia que el delito por el cual acusó
el Ministerio Público a los ciudadanos JAIRO ALFONSO FLORES GALVIS,
LADY BLANCO DE FLORES y ELISEO JESÚS BASTIDAS, es el delito de USO
DE DOCUMENTO PÚBLICO FALSO, previsto y sancionado en el artículo 323 en
relación al articulo 320, ambos del Código Penal.
Sentado lo anterior, la Corte de Apelaciones incurrió efectivamente en la
errónea interpretación del artículo 1357 del Código Civil, cuando precalificó
erróneamente el delito de uso de documento privado falso, pues la acusación se
encuentra referida es al Uso de Documento Público Falso. ASI SE DECIDE.
Cabe acotar, que el acto de registrar un documento con las solemnidades
previstas en la ley, le otorga o confiere al documento el carácter de público, con
todos los efectos legales, y que sólo puede ser objeto de impugnación por tacha y/o
simulación, a los fines de que cesen la calidad de “público” otorgada por el
funcionario autorizado para ello y los demás efectos legales que de él pudieran
derivarse, previo decreto judicial.
RESOLUCIÓN DE LA SEGUNDA DENUNCIA INTERPUESTA POR LA
REPRESENTACIÓN DE LA VICTIMA Y DE LA ÚNICA DENUNCIA
INTERPUESTA POR EL REPRESENTANTE DEL MINISTERIO PÚBLICO.
Establecido anteriormente que la acusación se refiere al delito de Uso de
Documento Público Falso, corresponde resolver las denunciadas planteadas por el
Ministerio Público y la representación de la víctima, ambas relacionadas a la
indebida aplicación del artículo 108 del Código Penal, relativo a la prescripción de
la acción penal del delito antes mencionado, al efecto tenemos:
El delito de Uso de Documento Público Falso, previsto y sancionado en los
artículos 323 en relación con el artículo 320 del Código Penal, asigna pena de
prisión de dieciocho meses a cinco años, que no podrá ser menor de treinta meses si
el acto es de los que merecen fe hasta la impugnación o tacha de falso, en este caso,
conforme lo prevé el artículo 37 ejusdem, la pena normalmente aplicable sería de
TRES (3) AÑOS y TRES (3) MESES.
Para el delito en cuestión, la prescripción ordinaria es aplicable a los cinco
años, conforme lo prevé el artículo 108 ordinal 4° del Código Penal, y la
prescripción judicial sería aplicable a los siete años y seis meses, por ello es
necesario establecer el tiempo transcurrido desde su comisión y los actos que
pudieron interrumpirlo, al efecto se observa de las actas, que el uso del documento
público falso fue presuntamente perpetrado en enero de 2000, cuando fue
consignado ante las oficinas del Registro de Contratistas de P.D.V.S.A.
Para el día 24 de noviembre de 2004, en la audiencia preliminar se
encontraba vigente el criterio sostenido por esta Sala de Casación Penal (criterio del
10 de diciembre de 2003, modificado el 16 de marzo de 2005, con ocasión de la
reforma del Código Penal reimpreso el 13 de abril de 2005), mediante el cual se
estableció que era la admisión de la acusación, el primer acto interruptivo de la
prescripción ordinaria, para ese momento habían transcurrido, desde la fecha de
comisión del delito, 4 años y 10 meses, por lo que no procedía declarar el
sobreseimiento por extinción de la acción penal, por prescripción ordinaria.
Para el 17 de marzo de 2005, fecha en que fue resuelto el recurso de
apelación, momento para el cual comenzó a regir lo dispuesto en la reforma del
Código Penal (16 de marzo de 2005 y reimpresión del 13 de abril de 2005), en el
artículo 110, primer aparte, donde quedó establecido que el primer acto interruptivo
de la prescripción ordinaria, es la citación practicada por el Ministerio Público, se
observa que no consta a los autos dicha diligencia, pero sí consta la admisión de la
acusación en fecha 24 de noviembre de 2004, por ello el cómputo debe realizarse a
partir de ese momento hasta el día 17 de marzo de 2005, fecha en la cual fue dictada
la decisión de la apelación, y para ese momento habían transcurrido cuatro meses,
lapso insuficiente por no abarcar los cinco años necesarios para declarar la
prescripción ordinaria de la acción penal del delito de Uso de Documento Público
Falso.
En consecuencia, la Sala declara CON LUGAR el recurso de casación
interpuesto, de conformidad con lo previsto en el artículo 467 del Código Orgánico
Procesal Penal; MODIFICA la decisión dictada por la Sala Segunda de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, establece que el delito
perseguido es el de USO DE DOCUMENTO PÚBLICO FALSO y ORDENA LA
PROSECUCIÓN DEL JUICIO.
DECISIÓN
Por lo antes expuesto, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación
Penal, administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
emite los siguientes pronunciamientos:
PRIMERO: DECLARA CON LUGAR los recursos de casación interpuestos
por las representaciones del Ministerio Público y la víctima.
SEGUNDO: MODIFICA la decisión dictada en fecha 17 de marzo de 2005
por la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia, determinando que el delito perseguido es el de USO DE
DOCUMENTO PUBLICO FALSO, previsto y sancionado en el artículo 323 en
relación con el artículo 320, ambos del Código Penal, seguido en contra del
ciudadano JAIRO ALFONSO FLORES GALVIS.
TERCERO: ORDENA la celebración del juicio.
Publíquese, regístrese y bájese el expediente. Ofíciese lo conducente.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de
Justicia, en Sala de Casación Penal, en Caracas a los TRES días del mes
de NOVIEMBRE de dos mil cinco. Años: 195° de la Independencia y 146° de la
Federación.
El Magistrado Presidente,
Eladio Ramón Aponte Aponte
El Magistrado Vicepresidente, El Magistrado
Héctor Manuel Coronado Flores Alejandro Angulo Fontiveros
La Magistrada Ponente, La Magistrada,
Blanca Rosa Mármol de León Deyanira Nieves Bastidas
La Secretaria,
Gladys Hernández González
BRMdL/gmg.-
Exp. N° 05-0222