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Primera Parte Construyendo La Republica (1825-1870)

Este documento resume la construcción de la República de Bolivia entre 1825 y 1870. En las primeras décadas después de la independencia, Bolivia luchó por estabilizarse económica y políticamente bajo los gobiernos de figuras como Antonio José de Sucre y Andrés de Santa Cruz. Durante este período se promulgaron los Códigos Santa Cruz para reemplazar las leyes coloniales españolas y se propuso brevemente una confederación con Perú. La economía se recuperó lentamente, impulsada por productos como el cobre
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Primera Parte Construyendo La Republica (1825-1870)

Este documento resume la construcción de la República de Bolivia entre 1825 y 1870. En las primeras décadas después de la independencia, Bolivia luchó por estabilizarse económica y políticamente bajo los gobiernos de figuras como Antonio José de Sucre y Andrés de Santa Cruz. Durante este período se promulgaron los Códigos Santa Cruz para reemplazar las leyes coloniales españolas y se propuso brevemente una confederación con Perú. La economía se recuperó lentamente, impulsada por productos como el cobre
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PRIMERA PARTE:

CONSTRUYENDO LA
REPUBLICA (1825-1870)

INTRODUCCION:
La fundación de la Republica de Bolivia ha sido y es
un momento constitutivo de su historia

1.- El siglo XIX es un periodo de formación y


transformación que de ninguna manera implica
una total ruptura y/o el desmantelamiento de lo
que existía previamente

2.- El siglo XIX corresponde al periodo de


emergencia de una nueva estructura política en
un espacio territorial que se doto de un nuevo
sistema de gobierno que supuso el fin de una
organización basada en una monarquía y sobre
todo el fin de una legitimidad que emanaba el
Rey.
3.- El siglo XIX no es solo un siglo de transición de un
estado colonial a un Estado colonial a un Estado
republicano de un Estado corporativo a otro tipo de
Estado.En realidad, se trata de un periodo de
cambios y de continuidades que se reestructuran en
una formación.

El nuevo país fue el resultado claro de presiones y


negociaciones a nivel internacional y a nivel nacional y en el
proceso de su creación no termino en 1825. De alguna manera
1825 fue la culminación de un proceso, pero también el inicio
de otro.
La nueva república de Bolivia pueda pensarse como una
asociación política que de manera general.
La fuerza de los indígenas para ejercer presión siempre radico
en su cohesión y por tanto en la necesidad que tenían las
autoridades estatales de contar con ellos porque era
indudable que podían definir hasta con la indiferencia el
Estado de Bolivia estuvo profundamente moldeado por la
sociedad y sus actores y por las relaciones que estos
entablaron con él a lo largo de su historia
Este capítulo está dividido en tres partes la primera en 1825 a
1870 va desde la creación de la Republica hasta su
recuperación económica la segunda abarca los años 1870 a 1900
un periodo marcado por la Guerra del Pacifico y la Guerra
Federal que llevo a que el “centro” del país se trasladara de
Sucre a La Paz la tercera de 1900 a 1925 está caracterizada por
la nueva sede política las exportaciones de estaño y el
desarrollo de los ferrocarriles y la consiguiente dinámica
política y económica
LA LENTA
REORGANIACION
DE LA ECONOMIA :
Los actores de la época creían que la independencia
generaría automáticamente un mayor bienestar
económico a los habitantes de estas tierras. En
efecto se argumentaba que el fin del poder colonial
permitiría aprovechar los recursos que antes eran
explotados por la Corona y transferidos allende las
fronteras.
Dos explicaciones surgidas en el análisis :

-Por un lado, Bolivia surgió con un acceso


soberano al mar, gran parte de la población
vivía en las montañas o valles andinos. Ello
implica que a diferencia de casos tales como
los de Argentina, Chile y Uruguay la economía
boliviana tenía dificultades a la hora de
aprovechar las oportunidades económicas
generadas por el crecimiento del comercio
mundial.
Por otro lado, la independencia no solo
tenía beneficios, sino que también costos,
directos o indirectos.
Las dificultades del sector minero no fueron compensadas por un
mayor dinamismo en otros sectores económicos.
A pesar de todo dos productos fueron relativamente importantes
durante algunas décadas, particularmente en el departamento de La
Paz el cobre y la quina.
El cobre se explotaba y producía en el antiguo centro minero de Coro
Coro que vivió un largo periodo.
El cobre se explotaba y producía en el antiguo centro minero de Coro
Coro, que vivió un largo periodo de crisis y despoblamiento debido a
varios factores como la gran rebelión indígena de 1781 y la guerra de
la Independencia.
La quina proviene de un árbol silvestre que crece abundantemente en
el norte paceño. De su corteza se extrae la quinua, qué dio maravillosos
resultados en la curación de la malaria y otras fiebres, desde tiempos
prehispánicos.
Cobre y quinua generaron un interesante movimiento de la economía
regional paceña. Sin embargo, la recuperación del dinamismo
económico se dio recién a mediados del siglo XIX. Sin embargo, el gran
salto minero no se dio hasta la década de 1870, lo que determino que la
boliviana fuera una de las economías americanas que más tardo en
recuperar su dinamismo luego de la Independencia.

LA EMERGENCIA DE LA REPUBLICA DE
BOLIVIA Y DOS IMPORTANTES
ADMINISTRACIONES PRESIDENCIALES

La emergencia de Bolivia fue producto de negociaciones


Internacionales porque el territorio de la jurisdicción de
Charcas dependió desde 1776, del virreinato del Rio de la
Plata, con su capital en Buenos Aires.
Dos asambleas fueron claves en este sentido: la Asamblea de
Representantes del Alto Perú, convocada en 1825, y la
Asamblea Constituyente, convocada en noviembre de 1825.
En la primera se definió la independencia del país y en la
segunda se aprobó una nueva constitución. La Constitución
Boliviana de 1826.
El constitucionalismo moderno supone, principalmente, pensar
que la soberanía reside en el pueblo y no en el Rey y se basa en
el gobierno representativo y la formación y separación de varios
poderes. La primera Constitución fue remitida por Bolívar a la
Asamblea Constituyente de 1826, y esta definió la nación
boliviana, su territorio y su gobierno.

Las primeras descripciones del país muestran que la población estaba


bastante concentrada en un eje y arco estrecho que iba del norte al sur,
lo mismo ocurría con los extensos territorios del norte, noroeste, extremo
este y sureste del país. El departamento de La Paz, era el más poblado,
concentrando la tercera parte de la población. Potosí se constituía aun en
el segundo departamento en términos poblacionales, mientras que
Cochabamba y Chuquisaca compartían el tercer lugar, Oruro aglutinaba solo
10% y Santa Cruz 7%.

Consideramos a dos presidentes particularmente importantes en la primera mitad


del siglo XIX, por diferentes razones, Antonio José de Sucre (1825-1828), Andrés de
Santa Cruz.
Antonio José de Sucre se hizo cargo de un país que había sufrido la guerra durante
más de 16 años, su tarea era ardua: construir, literalmente, un nuevo país. Durante
esta administración, la Iglesia católica se vio obligaba a entregar al Estado una de
sus rentas.

Sucre busco eliminar parte de los impuestos heredado de la colonia y,


fiel al ideario liberal busco que todas las clases sociales pagaran
diferentes impuestos al Estado.El fin del gobierno de Sucre estuvo
marcado por una gran inestabilidad por razones internas y externas:
internas, porque existía descontento en el país por las medidas
propuestas por Sucre y externas, porque los países vecinos,
particularmente Perú veían con mucha desconfianza el
fortalecimiento de Colombia.
Es por ello que el presidente del Perú, Agustín Gamarra, avanzo hasta el rio de
Desaguadero. Después de cierta inestabilidad, Andrés de Santa Cruz fue llamado para
hacerse cargo de la presidencia de Bolivia, en 1829.
Andrés de Santa Cruz fue un personaje muy importante en las primeras décadas porque
se preocupó por institucionalizar la nueva república. Además, propuso una idea
absolutamente importante: la posibilidad de conformar una alianza e integración entre
Bolivia y Perú a través de la Confederación Perú- boliviana. La Confederación duro
apenas tres años (1836- 1839).

LA CONSTRUCCION JURIDICO
LEGAL :

La construcción de la Republica desde el ámbito legal permite vislumbrar las


múltiples maneras en que, desde las leyes o desde las prácticas, convergieron o se
superpusieron las continuidades. En el discurso republicano, la Independencia tenía
dos fases: la primera, ya concretada, que consistía en fundar la Republica dejando
el estatus de colonia y la segunda dotar al nuevo Estado de una legislación propia
que permitiera las normas del periodo colonial, se buscó rápidamente, entre 1831 y
1832, promulgar los códigos Santa Cruz, reemplazando casi por completo las leyes
españolas.

Los códigos no eran una mera compilación de todas las normas, como lo
eran las recopilaciones castellanas y las Leyes de Indias, sino que
provenían de principios inaugurados por el Código Civil francés de 1804,
y se consideraban realmente modernos, es decir, con normas
sistematizadas y creadoras de un derecho radicalmente distinto.

Fueron redactados tomando como base y modelo al Código Napoleón,


al Código Penal español (1822) y a las normas procedimentales
gaditanas (1812), los Códigos Santa Cruz introdujeron normas
derivadas de las particularidades de cada lugar, de la tradición
jurídica castellana y de las prácticas que se habían desarrollado a lo
largo del periodo colonial.
En la legislación adoptada, es posible vislumbrar también principios como
la de la diferencia y la desigualdad.
Los Códigos Santa Cruz, incorporaron muchas más previsiones en las que
las diferencias y las jerarquías se hicieron aún más evidentes.

LA CIUDADANIA CENSITARIA Y LAS


ELECCIONES INDIRECTAS Y
DIRECTAS

En un “gobierno popular representativo” como el que se adoptó desde


1825, la ciudadanía y las elecciones regulaban la participación política.
Los ciudadanos constituían entonces un grupo bastante restringido.

La primera constitución boliviana estableció la división entre bolivianos, es decir,


los nacidos en el territorio de la república y los ciudadanos que tenían derechos
políticos los ciudadanos debían ser bolivianos mayores de 21 años o casados, saber
leer y escribir y, finalmente, tener empleo o industria. Estas exigencias excluían
por tanto a la gran mayoría de la población del derecho político de elegir o ser
elegido y en general los requisitos se mantuvieran casi inalterables hasta 1939,
declarándose el voto universal recién en 1952.

La preocupación era por tanto la “representación” de las personas en dichos


niveles. De manera que a su vez eran responsables de la elección de electores de
partidos o provincias que finalmente deberían elegir a los diputados.

El sistema directo que hoy impera en Bolivia se introdujo por primera vez en 1840
para reinstaurarse definitivamente en 1855 con el gobierno de Belzu quien
introdujo, por primera vez en la constitución, el lenguaje de “derechos” de los
bolivianos.
Entre 1850 y 1855, la cantidad de electores se triplico, pasando de 5.935 a 14.414.
Aquello se puede vincular con la importancia creciente que Belzu dio a los
artesanos urbanos, convirtiéndolos en sujetos políticos reconocidos por el
Estado.

OTRAS PRACTICAS DE SOBERANIA Y


PARTICIPACION POLITICA (1829-1880)

Paralelamente a la política basada en las normas de la Republica y la ciudadanía


censitaria que estableció un amplio espacio de prácticas “otras prácticas” de
participación política surgieron en la vida política boliviana.
El siglo XIX se ha asociado generalmente con las figuras de los caudillos, a tal punto
que se habla del “periodo caudillista” para evocar los años 1829 a 1880.

Entre 1825 y 1880, Bolivia tuvo once caudillos militares en la presidencia y tres cortos
gobiernos civiles: los de José María Linares (1857-1861), Adolfo Ballivián (1873-1874) y
Tomas Frías (1872-1884).
La actuación de este último en la Guerra del Pacifico provoco que el ejército fuera
mal visto, por lo que el caudillismo decimonónico entro en crisis, permitiendo la
inauguración d otro periodo histórico.

Los caudillos se sustentaban en el ejército y en las redes de relaciones


clientelares, de compadrazgo y de alianzas entabladas con diversos grupos
dentro del propio ejército, con los miembros de los poderes locales, los
empleados públicos, los artesanos y los indígenas.
Durante este periodo, la vida política fue intensa y era parte de una
asociabilidad republicana que no estuvo exenta de violencia. Sin embargo,
investigaciones recientes no se limitan a ver a los hechos violentos como
manifestaciones irracionales.

Los golpes y las revoluciones, por ejemplo, tuvieron una lógica,


un orden y una ingeniería espacial y territorial que también era
parte de la cultura política y suponía el despliegue de redes
políticas y alianzas regionales entre el propio ejército y la
sociedad civil.
A pesar de que la inestabilidad y la violencia política fueron un constante, es
necesario advertir que los caudillos no actuaron a su libre albedrío. Así, la
mayoría de los caudillos militares que lograron ser presidentes después de un
levantamiento, buscaron legitimarse convocando a asambleas constituyentes y
realizando reformas a la constitución. Afirmaban que deseaban un orden
republicano estable, acusando por lo general a sus predecesores de despotismo.
Por lo tanto, aunque al igual que en muchos otros países de Latinoamérica la
inestabilidad política fue constante, esto no significo que los gobiernos
bolivianos desde 1829 hasta la Guerra del Pacifico

CONSTRUYENDO LA NACION DESDE EL


OCEANO HASTA LA SELVA

Cuando la republica de Bolivia promulgo su primera constitución, el


territorio tenía seis departamentos: Potosí, Chuquisaca, La Paz, Santa Cruz,
Cochabamba y Oruro. El departamento del Beni fue creado en 1842 sobre la
base de las antiguas misiones jesuisticas de Mojos que dependían de Santa
Cruz, más la provincia Yuracares de Cochabamba y la provincia Caupolicán de
La Paz. Si a nivel de los departamentos no hubo grandes cambios, si los hubo al
nivel de las provincias y cantones que se multiplicaron y, en algunos casos,
cambiaron de nombre al ser rebautizados con nombres de los protagonistas
de la gesta independentista.

Aunque se supone que la población del nuevo país disminuyo desde fines del
siglo XVIII debido a los estragos causados por 16 años de guerra, es difícil
precisar la magnitud de este descenso demográfico por la falta de
información.
En esos mismos años, el presidente José Ballivián, interesado en contar con
datos actualizados sobre la población y el territorio, encargo la realización de
mapas.

Bolivia, otorga a Alto Perú, estaba en las alturas, en el corazón del


continente, pero llegaba hasta el Pacifico. Escasamente poblado, obtuvo el
rango de provincia en 1829. Tras los intentos de Andrés de Santa Cruz por
articular la costa con el interior del país.
Así se pudo poblar un poco más la zona, pero faltaba un camino
que uniera la región con Potosí. Sin embargo, en tiempos de la
confederación Perú Boliviana, se dio mayor importancia al
puerto de Arica.

En 1863, Chile pretendía derechos sobre las salitreras de Mejillones y fue entonces
que Bolivia quiso iniciar una guerra, pero no se llevó a cabo.
En 1867, se creo el departamento del Litoral, con capital en Antofagasta que contaba
entonces con dos provincias: Litoral y Atacama.
En el extremo Oriental del país, extensos territorios colindaban con Brasil y Paraguay,
pero eran poco conocidos y transitados. En la década de 1840, el gobierno de Ballivián
impulso la exploración de los ríos de las cuencas amazónicas.

En las tierras bajas del país, el avance criollo se expresó, en el siglo XIX,
mediante la presencia creciente de estancias, haciendas y pueblos de vecinos
en espacios tradicionalmente ocupados por indígenas.
En este mismo periodo, las misiones franciscanas cumplieron un papel muy
peculiar. Habían estados presentes desde la época colonial en el Chaco, pero
desaparecieron durante las guerras de Independencia para volverse a instalar
en el siglo XIX.
Otros intentos misionales se desarrollaron entre los yuracares que poblaban la
región del rio Chimoré en Cochabamba. Finalmente, un tercer conjunto fue
establecido en la región de Apolobamba, en el norte de La Paz.

EDUCACION, PRENSA, FIESTAS CIVICAS


Y EXPRESIONES CULTURAS

Simón Bolívar llego al Alto Perú acompañado de su preceptor


y maestro, Simón Rodríguez (1771-1854).
Se adopto entonces una legislación escolar que dispuso en
todos los departamentos el establecimiento y la organización
de escuelas primarias, colegios de instrucción secundaria con
el nombre de colegios de Ciencias y Artes y escuelas para
huérfanos de ambos sexos.
Décadas después, durante el gobierno de Belzu, se volvió a prestar atención al tema: se
crearon escuelas para niñas y se atendió la educación de los artesanos mediante las
escuelas de artes y oficios cuyo objetivo era formar ciudadanos que conservaran el
orden e incrementaran la prosperidad publica, educándose en la practica a una elite
artesanal.
Posteriormente, varios ministros de Instrucción Publica propusieron crear escuelas
normales para maestros y colegios fiscales para señoritas.

El país contaba entonces con tres universidades, siete


colegios secundarios, dos seminarios, ocho colegios de
educandas y 282 escuelas primarias, hasta entonces solo
funcionaba la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca,
abierta en 1624 por los jesuitas.
La prensa empezó a cobrar cierta importancia desde el inicio
del nuevo país. El primer periódico de la Republica fue El
Condor de Bolivia (1825-1828). Entre los más famosos
periódicos de artesanos estaba El Artesano de La Paz, durante
el gobierno de Belzu.

La música, muy presente en la época colonial debido a su


vinculo con la vida religiosa, se fue secularizando durante
la guerra de Independencia con la multiplicación de las
bandas que acompañaban las acciones militares.
Las fiestas religiosas, como la de la Cruz y Corpus Christi, y
los carnavales, seguían festejándose con bailes y
procesiones en los que participaban tanto indígenas como
mestizos e incluso blancos, pero predominaba la
participación de los gremios en la construcción de los
altares.
La guerra de la Independencia, junto con sus personajes y héroes,
fue parte fundamental del imaginario que se estaba
construyendo.
Para la historia que empezaba a escribirse, la Independencia
inauguraba la “verdadera” historia de Bolivia mientras que el
periodo colonial era considerado como una época de esclavitud y
oscurantismo que no merecía tener historia.

Durante las primeras décadas republicanas también se


iniciaron importantes intentos para reforzar los símbolos
nacionales.
Las fiestas cívicas privilegiaron eventos como los nacimientos
de Simón Bolívar y de Antonio José de Sucre, el aniversario
de la victoria de Ayacucho y principalmente el 6 de agosto,
fecha en la que se declaro la independencia del territorio de
honor a la batalla de Junín.
Unida a las fiestas estuvo también la popularización del himno
nacional, el incentivo a la construcción de monumentos.

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