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Situacion Actual de Los Derechos Humanos en El Mundo

El documento resume la situación actual de los derechos humanos en el mundo. Ha habido avances significativos como la proliferación de instrumentos internacionales y la creación de sistemas de protección, pero aún existen muchos problemas. Las violaciones a los derechos humanos continúan en todo el mundo, especialmente en América Latina donde hay corrupción, impunidad, pobreza y violencia. Se necesitan mayores esfuerzos para garantizar los derechos humanos universalmente.
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Situacion Actual de Los Derechos Humanos en El Mundo

El documento resume la situación actual de los derechos humanos en el mundo. Ha habido avances significativos como la proliferación de instrumentos internacionales y la creación de sistemas de protección, pero aún existen muchos problemas. Las violaciones a los derechos humanos continúan en todo el mundo, especialmente en América Latina donde hay corrupción, impunidad, pobreza y violencia. Se necesitan mayores esfuerzos para garantizar los derechos humanos universalmente.
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SITUACIÓN ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MUNDO

I. INTRODUCCIÓN

Actualmente vivimos en un mundo globalizado en el cual el avance de la ciencia y la


tecnología se ha desarrollado con una vertiginosa y asombrosa rapidez. Somos
testigos presenciales de una fabulosa expansión del conocimiento en todas las áreas
del saber, y día con día se hacen descubrimientos que realmente nos sorprenden.

Los Derechos Humanos no son para nada ajenos a tales circunstancias y por tanto
los temas relacionados con ellos también han experimentado un notable desarrollo y
expansión. En los últimos años hemos visto como además de ser incluidos en las
constituciones y leyes de los Estados, han pasado también a la escena internacional
al ser incluidos en múltiples instrumentos internacionales y al establecerse también
sistemas internacionales para su protección.

Sin embargo, paradójicamente y no obstante todo lo anterior, podemos percibir con


tristeza que en el tema de los Derechos Humanos, aún queda mucho por hacer pues
las violaciones a los derechos elementales de la persona humana proliferan por
doquier, y la llamada “universalidad” de tales derechos, aún no es una realidad que se
viva en todo el mundo.

El presente trabajo pretende mostrar cual es la situación actual de los Derechos


Humanos en el mundo globalizado en que vivimos, haciendo mención de los avances
logrados, pero también, de la problemática existente. De igual forma se busca abordar
los principales retos y algunas de las perspectivas de futuro, que se vislumbran hoy en
día en el tema de los Derechos Humanos, pretendiendo arribar a algunas
conclusiones.

No es una investigación exhaustiva más sin embargo puede darnos un panorama


global y una idea bastante cercana de lo que ocurre con los Derechos Humanos en
estos agitados tiempos de la globalización.

II. LA SITUACIÓN ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MUNDO

Valorar cual es la situación actual de los Derechos Humanos en el mundo es un tema


complejo y para nada sencillo, pues el tema está plagado de luces pero también de
sombras. Por supuesto que a más de sesenta años de la proclamación de la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 se han dado grandes avances,
pero también por desgracia debemos advertir que aún subsisten múltiples problemas y
siguen ocurriendo violaciones graves a los Derechos Humanos por todo el orbe.

A continuación se presentan los principales avances y logros, y por la otra


mencionaremos algunas de las principales problemáticas existentes.

A) AVANCES

· La proliferación de Instrumentos internacionales en materia de Derechos


Humanos.

Hoy en día sin lugar a dudas puede considerarse un avance en el tema de los
Derechos Humanos, el que la mayor parte de los Estados del mundo hayan incluido ya
en sus Constituciones y leyes nacionales catálogos de Derechos Humanos y también
el que una buena parte de ellos hayan establecido medios de protección de tales
derechos.

Por otra parte, también es preciso hacer notar que a partir de la proclamación de la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 hasta nuestros días se ha dado
una gran proliferación de tratados internacionales en materia de Derechos Humanos
existiendo a la fecha más de sesenta instrumentos internacionales de carácter
universal y un buen número más de carácter regional, abarcando múltiples aspectos y
temáticas relacionadas, como son: Derechos Políticos y Civiles, Derechos Económicos
Sociales y Culturales, Discriminación racial, discriminación contra la mujer, tortura y
penas crueles y degradantes, derechos de los niños, trabajadores migratorios,
desapariciones forzadas, personas con discapacidad, pena de muerte, libre
determinación de los pueblos, pueblos indígenas, minorías nacionales o étnicas,
personas de edad avanzada, administración de justicia, progreso, desarrollo social,
hambre y desnutrición, derecho a la paz, genoma humano, matrimonio, derecho a la
salud, empleo, libertad de asociación, esclavitud y servidumbre, refugiados, apátridas,
crímenes de guerra, genocidio y de lesa humanidad, Derecho Humanitario y conflictos
armados.

· La creación de sistemas de protección internacional de los Derechos Humanos.


Para asegurar el cumplimiento de los acuerdos y tratados internacionales en materia
de Derechos Humanos, se han creado diversos mecanismos, instituciones y
procedimientos para proteger y garantizar tales derechos, generándose al efecto un
sistema de protección universal (de carácter general para todo el mundo) y tres
sistemas regionales: el europeo, el interamericano y el africano[1].

Así, y aunque no es la regla general actualmente nos encontramos con que hay zonas
(Europa Occidental) y países en concreto (Canadá, Australia) que han logrado niveles
bastante aceptables en materia de Derechos Humanos, producto de su orden jurídico
particular, sus instituciones y medios de tutela de tales derechos, y también de la
adopción de estándares internacionales en este tema. Pero ante todo, estos avances
que han logrado se deben a una cultura abierta, tolerante, incluyente, respetuosa,
responsable y solidaria que han logrado generar en sus respectivas sociedades
concientizándolas de la necesidad y utilidad del respeto a los Derechos Humanos.

· La internacionalización y estandarización de los Derechos Humanos en el


mundo.

La creación y proliferación de tratados de Derechos Humanos y el establecimiento de


sistemas de protección internacional de esos derechos ha originado una
recomposición y reorganización del Derecho Internacional, surgiendo una nueva rama
específica conocida como “Derecho Internacional de los Derechos Humanos”. Este
nuevo orden jurídico internacional se ha constituido en una especie de
“Constitucionalismo Mundial” vinculatorio para todos los miembros de la Comunidad
Internacional, influenciando al constitucionalismo en todo el mundo, ocasionando que
muchos Estados modifiquen sus constituciones o establezcan otras nuevas, para
apegarse a los establecido en los tratados internacionales en la materia. Esta situación
ha llevado al inicio de un proceso de estandarización de los Derechos Humanos en el
mundo, a manera de piso mínimo que debe ser observado por todos los países [2].

b) Problemas
· Situación y Problemática de los Derechos Humanos por regiones

1.- América [3]

Para entender la situación de los Derechos Humanos en el continente americano es


necesario distinguir entre lo que ocurre en América del Norte (Canadá y Estados
Unidos) y lo que acontece en el resto de América Latina.

Actualmente existen varios problemas que aquejan a América Latina, entre los que se
encuentran la corrupción, la falta de independencia del poder judicial, la impunidad de
los agentes del Estado, la debilidad de los gobiernos, y la notoria divergencia entre lo
que marca la ley y lo que ocurre en la práctica. El legado de los regímenes autoritarios
del pasado sigue aún presente sobre todo en Centroamérica y también en algunos
otros países latinoamericanos que padecen de deficiencias institucionales. Todo esto
ha ocasionado la existencia de un déficit en materia de Derechos Humanos y que
proliferen los abusos por parte de funcionarios públicos, fuerzas policiacas y militares
en contra de amplios sectores de la población, y que se obstaculice el trabajo de las
ONG´S y defensores de los Derechos Humanos, y que frecuentemente los periodistas
también sufran violaciones a sus derechos. En muchos casos las acciones violatorias
de Derechos Humanos cometidas por los funcionarios encargados de hacer cumplir la
ley no son objeto de acciones judiciales en su contra, lo que ha generado que
prevalezca la impunidad.

Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Latinoamérica es


la región del mundo con mayor índice de desigualdad. La pobreza que ha azotado a la
región, producto de las crisis económicas recurrentes a lo largo del tiempo, ha
generado que prevalezca la discriminación hacia amplios sectores de la población lo
cual ha producido también una gran inequidad y contrastes muy marcados con la
consecuente exclusión social de millones de personas (el caso de Haití es quizás el
ejemplo más latente de miseria generalizada en un país americano).
Podemos notar como la falta de transparencia y de rendición de cuentas en el manejo
de recursos, así como la protección de intereses económicos particulares, han sido un
obstáculo para superar la pobreza y sus consecuencias en la región.

Igualmente en América Latina los pueblos indígenas son víctimas de marginación,


abusos y represión y sin duda son el sector con el nivel de vida más pobre en la
región.

Otro problema grave de esta región es la violencia contra las mujeres, la cual continúa
fuertemente arraigada en América Latina, y sus perpetradores frecuentemente se
cobijan bajo una gran impunidad. Del mismo modo, la discriminación de la mujer en
múltiples aspectos aún sigue presente.

También resulta importante hacer mención al largo conflicto armado que ha vivido
Colombia en los últimos años y que ha ocasionado graves perjuicios a la población
civil y en el que todas las partes que en él intervienen (Gobierno, guerrillas y
delincuentes) han cometido grandes abusos y violaciones en contra de los Derechos
Humanos. También por desgracia, una situación análoga se ha venido presentando en
México recientemente, en donde el aumento de la criminalidad y la lucha entre bandas
delincuenciales entre sí y con el gobierno ha ocasionado una gran cantidad de
víctimas (según las cifras más recientemente reveladas en 2010, las muertes
ascienden a aproximadamente 22 000 personas en los tres últimos años).

Por lo que hace Norteamérica el caso de los Estados Unidos resulta paradójico, pues
es un Estado con gran desarrollo económico y que se jacta de ser “civilizado”,
democrático, respetuoso de las libertades y derechos de las personas, y sin embargo
no ha ratificado diversos tratados internacionales como son la Convención de
Derechos del Niño, la Convención de la ONU Sobre la Mujer, el Pacto Internacional de
Derechos Económicos Sociales y Culturales, el Pacto de San José, ni tampoco el
Estatuto de Roma que establece la Corte Penal Internacional.

Los Estados Unidos a partir del 2001 han encabezado en el mundo la llamada “Guerra
contra el Terror”, misma que ha conducido a que se generen múltiples violaciones a
los Derechos Humanos y abusos en nombre de la “Seguridad Nacional”. El caso de los
reclusos en Guantánamo es una muestra de tal situación y en donde se pueden
verificar hechos que van desde detenciones arbitrarias, interrogatorios secretos,
incomunicaciones, privación del derecho del debido proceso, hasta torturas físicas y
psicológicas.

Igualmente los Estados Unidos se han caracterizado en los últimos tiempos por
conductas racistas en contra de minorías y una xenofobia hacia ciudadanos de
determinadas nacionalidades en específico. También los Estados Unidos continúa
siendo el gran verdugo de todo el continente pues sigue llevando a cabo ejecuciones
de personas por penas de muerte impuestas.

2.- Asia-Oceanía[4]

La riqueza en Asia ha aumentado con mayor rapidez que en ninguna otra parte del
mundo y varias de sus economías estatales han experimentado un notable crecimiento
económico y desarrollo. No obstante ello, no todas las personas se han beneficiado de
esta situación, y los Derechos Humanos no se han potencializado en esta región.

Existen países muy ricos como Australia, Japón y Corea del Sur, y países
extremadamente pobres como Afganistán, Bangladesh y Myanmar. La desigualdad en
los procesos de generación de riqueza ha favorecido a unos pocos en perjuicio de
muchos, y las recientes crisis económicas han afectado a millones de personas.
Incluso en el 2008, millones de personas en Corea del Norte sufrieron una hambruna
sin precedentes.

En Asia los intereses comerciales de empresas multinacionales han prevalecido por


encima de las necesidades de la población más desfavorecida y la explotación
desmedida de recursos naturales ha causado graves daños y el desplazamiento de
personas. Esto ha generado problemas de migración de personas por cuestiones
económicas hacia otros países en los cuales tienen que soportar discriminación y
violación de sus derechos fundamentales.
Otro aspecto que debe mencionarse, es que en esta región el autoritarismo, la
intolerancia, la falta de libertad de expresión y la represión, siguen siendo algo
cotidiano (ejemplo de ello son las represiones que China ha ejercido en contra de los
tibetanos y otras minorías étnicas, defensores de Derechos Humanos, practicantes de
diversas religiones, abogados y periodistas).

En Asia la pena de muerte es algo habitual para castigar diversos delitos y no sólo
homicidios, y la violencia de género es una amenaza diaria en contra de las mujeres,
que muchas veces está legitimada e incluso legalizada por diversos países.

Esta región ha sido escenario de constantes conflictos armados y actos violentos que
han debilitado la seguridad de millones de personas. Los conflictos armados internos
en muchos Estados han generado miles de víctimas entre muertos, heridos y
desplazados, destruyendo el Estado de Derecho (Afganistán, Irak, Myanmar, Sri
Lanka, Bangladesh, Pakistán, entre otros). En estos Estados ha sido común la
realización de actos como ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, malos
tratos y torturas, con gran impunidad y amparados en nombre de la “Seguridad
Nacional”.

Es precisamente en esta región en donde la llamada Guerra contra el Terror


encabezada por Estados Unidos ha generado el mayor número de víctimas
(Afganistán, Irak y Pakistán).

En muchos casos la inestabilidad política y la reafirmación de la autoridad militar han


generado estados de excepción continuos que han debilitado las instituciones
protectoras de los Derechos Humanos, haciendo que el acceso a la justicia sea un
sueño inalcanzable para muchas personas en la región. La persistencia de los
intereses políticos y económicos por encima de los Derechos Humanos ha creado un
ambiente desfavorable para el florecimiento de las libertades y derechos de las
personas. No se debe olvidar que muchos de los países de Asia y Oceanía aunque
han firmado tratados, han sido reacios a firmar protocolos facultativos para la
presentación de quejas individuales en materia de Derechos Humanos. No debemos
olvidar tampoco que Asia es la única región del mundo en donde no existe todavía un
sistema internacional regional de protección de los Derechos Humanos.

3.- África[5]

La lucha violenta por el poder es un componente de la vida política actual de África,


aunque algunos países han buscado democratizarse. Conflictos armados de larga
duración en Angola, Sudán, Sierra Leona, Liberia, Congo, Darfur, Chad, Níger, Costa
de Marfil, Burundi, Eritrea, Mozambique, Guinea y Somalia han producido violaciones
sistemáticas de los Derechos Humanos y los crímenes más atroces, mientras que los
responsables en la mayoría de los casos han eludido rendir cuentas de sus actos.

Estos conflictos armados han traído consecuencias devastadoras para la población


civil, como son homicidios ilegítimos, mutilaciones, torturas, violencia sexual,
reclutamiento de menores como soldados, desplazamientos forzados y hambrunas. De
esta manera se han producido también debido a dichos conflictos, migraciones de
miles de personas, que huyen hacia otros países de Asia, Europa o del mismo
continente Africano, buscando mejorar su vida y la de sus familiares.

El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana no ha cumplido su mandato de


abordar la dimensión de los Derechos Humanos en los conflictos armados africanos y
muchos Estados de la región han sido reticentes a colaborar con el Consejo de
Derechos Humanos de la ONU constructivamente.

En buena parte de la región africana la inestabilidad política, los conflictos armados, la


corrupción, la impunidad, el subdesarrollo, la pobreza, el abandono y la falta de
educación son factores que agudizan el problema de los Derechos Humanos. En
África la pobreza es desgarradora y millones de personas viven sin acceso al mínimo
necesario de una vida digna (vivienda, educación, alimentación, salud, agua potable,
etc.) y son víctimas de crisis alimentarias y hambrunas que causan cada año miles de
muertes. De esta manera los Derechos Económicos Sociales y Culturales son un
sueño para la mayor parte de los pobladores del continente africano.
En África la violencia contra las mujeres y niñas es un mal generalizado. La
homofobia, la persecución y castigo a personas por su orientación sexual es algo que
ocurre comúnmente, del mismo modo que la represión contra la disidencia y la
oposición. Igualmente en muchos Estados Africanos el autoritarismo, la violencia
étnica y la xenofobia son situaciones que se presentan habitualmente.

4.- Europa[6]

Europa es la región que ha creado un sistema de Derechos Humanos sin parangón, al


contar con un sistema de protección reforzado tanto en lo interno como en lo
internacional, e incluso para la propia Unión Europea en el ámbito de lo comunitario.

Aunque gran parte de la región goza de estabilidad, aún subsisten problemas en el


campo de los Derechos Humanos. La impunidad por los crímenes cometidos en
conflictos más o menos recientes como el de la ex Yugoslavia es un hecho innegable.

La relativa estabilidad política, el desarrollo económico y el bienestar que ofrecen los


países de la Europa Occidental los ha convertido en un imán para personas que huyen
de la persecución, la violencia y la pobreza, generando una gran inmigración de
personas mayormente en condiciones irregulares las cuales por su propia condición
son víctimas de discriminaciones y abusos, siendo dichos inmigrantes también uno de
los sectores más afectados por la pobreza. A fin de evitar tales flujos migratorios
muchos países europeos han establecido severas limitaciones a los refugiados y a los
solicitantes de asilo y migrantes en general (Bélgica, Francia, Suiza, Rusia, Ucrania,
Turquía, etc.).

Para los Estados de esta región la seguridad es quizás hoy por hoy su preocupación
principal, y ello ha ocasionado que no en pocas ocasiones se le conceda a aquella
primacía sobre los Derechos Humanos y que en nombre de la lucha contra el
terrorismo éstos sean vulnerados (Rusia, Turquía, Reino Unido). Igualmente se ha
dado la complicidad de varios Estados Europeos en las detenciones secretas e
ilegales dirigidas por Estados Unidos, volviéndose por tanto cómplices en
desapariciones forzadas, torturas y malos tratos en la llamada “Guerra contra el
Terror”.

A pesar de los avances que en materia de Derechos Humanos existen en esta región,
es importante mencionar que el racismo y la discriminación continúan presentes contra
algunas minorías como es el caso de la comunidad Romaní (comúnmente conocidos
como gitanos) y contra migrantes musulmanes y africanos, los cuales son víctimas de
malos tratos e injusticias cometidas muchas veces por parte de particulares y grupos
extremistas, con una relativa complacencia o por lo menos cierta pasividad por parte
del Estado. Este flujo de inmigrantes ilegales ha generado que se establezca un gran
“negocio” de trata de personas para servicio doméstico, la agricultura, la manufactura,
la construcción, la hostelería e incluso para la explotación sexual forzada, cuyas
víctimas no denuncian los abusos y no se quejan, por temor a ser considerados como
delincuentes y ser expulsadas o deportadas.

Aunque la violencia contra la mujer en Europa no es sistemática como en algunas


otras regiones, sin embargo tristemente sí se sigue presentando en el ámbito familiar.
Igualmente en varios países de la Europa Oriental, existe aún gran intolerancia contra
comunidades lesbianas, gays, bisexuales y transgénero.

Por último también es preciso apuntar que en algunos países de la Europa Oriental
como Rusia y Turquía se han dado comúnmente muestras de intolerancia contra la
disidencia y la crítica antigubernamental, limitando la libertad de expresión, de reunión
y de asociación, reprimiendo a la sociedad civil e incluso llegando a tacharlos de
antipatriotas.

5.- Medio Oriente[7]

En esta región del mundo nos encontramos con que varios países no han suscrito
todavía o no han ratificado varios tratados en materia de Derechos Humanos e incluso
se han resistido a la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 a la que
han tildado de intento de imponer valores occidentales. Incluso un problema del Medio
Oriente es la cuestión de la intolerancia religiosa en algunos Estados autoritarios y
teocráticos que aún subsisten.

Todo esto ha generado que los Derechos Humanos se hayan desarrollado con
extrema lentitud en esta zona, ocasionando que estos derechos ocupen un lugar
secundario y se dé prevalencia por parte de los gobiernos, a la seguridad pública y a la
seguridad del Estado, por encima de ellos. Esta situación ha hecho que los abusos
graves en contra de los Derechos Humanos sea un fenómeno generalizado y muy
arraigado.

Los conflictos armados como el árabe- israelí, el de Irán y el de Irak han afectado a
millones de personas y han ocasionado también un problema grave de migración de
personas que huyen de los conflictos y guerras hacia otros países y que
aprovechándose de su vulnerabilidad son explotados y abusados sin que nadie se
preocupe por su bienestar.

También en esta zona la llamada “Guerra contra el Terror” ha afectado a muchas


personas de diferentes Estados como Arabia Saudí, Kuwait, Libia, Túnez y Yemen,
haciéndolos víctimas de detenciones ilegales, desapariciones, torturas y otros abusos,
que han sido legalizados mediante la utilización mañosa de leyes antiterroristas que en
muchos casos les han servido para deshacerse de enemigos políticos u opositores.
Del mismo modo los servicios de seguridad e inteligencia de muchos países de la
región reprimen la disidencia y el debate, vulnerando severamente la libertad de
expresión, y a menudo también los defensores de Derechos Humanos son hostilizados
y encarcelados.

En buena parte de los países árabes existe un problema en el trato a la mujer la cual
está subordinada al hombre y es víctima de violencia, mutilaciones y violaciones, como
algo generalizado.

En esta zona existe un amplio uso de la pena de muerte (ahorcamientos públicos,


lapidación, fusilamiento), penas atroces y mutilaciones, las cuales son vistas con
bastante naturalidad por emanar no sólo de una cuestión legal sino religiosa y cultural
también.

· La exigibilidad de los Derechos

Evidentemente y como salta a la vista, no ha sido suficiente el establecer y reconocer


derechos a través de instrumentos jurídicos ya sean nacionales o internacionales para
lograr el que éstos tengan una realización efectiva, sino que ha sido necesario
establecer tanto a nivel interno como a nivel internacional instituciones, órganos,
mecanismos y procedimientos que sirvan para garantizar su cumplimiento efectivo. De
esta manera en materia de Derechos Humanos la cuestión no es sólo el
reconocimiento de éstos, sino fundamental y esencialmente su exigibilidad y
justiciabilidad.

El problema de la exigibilidad y protección de los Derechos Humanos sin lugar a dudas


está vinculado fuertemente a la clasificación que se ha venido realizando, separando a
los derechos en tres generaciones de acuerdo a su desarrollo histórico (1ª
Generación: Libertades y Derechos Individuales; 2ª Generación: Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; y 3ª Generación: Derechos Colectivos y Derechos
de los Pueblos), conceptualizándolos de manera diferente y fijando respecto de cada
una de ellas obligaciones diversas a cargo del Estado y con distinto grado de
vinculatoriedad. Esta situación de considerar a los derechos de manera distinta y
determinar distinto grado de compromiso de cumplimiento para unos y otros y por
tanto estimar que unos son plenamente reclamables y otros no, ha llevado a que se
establezcan mecanismos de tutela más efectivos para unos (los de 1ª generación) que
para otros (2ª y 3ª Generación), lo que ha ocasionado el que no todos los Derechos
Humanos cuenten hoy en día con una protección, ya no digamos efectiva sino ni
siquiera medianamente aceptable, tanto en el orden internacional como en el interno
de los Estados[8].

Por esta razón, resulta urgente enfilarse hacia una unificación conceptual de los
Derechos Humanos con motivo de la cual todos ellos sean considerados como
derechos plenos y exigibles, incluyendo por supuesto a los derechos sociales mismos
que son indispensables y fundamentales para que las personas tengan
verdaderamente una vida digna[9].

Para lograr una protección efectiva de los Derechos Humanos, es necesario


establecer procedimientos a través de los cuales se salvaguarden los derechos de las
personas evitando que éstos sean vulnerados y en el caso de que ya lo hubieran sido,
se les restituya en el goce de los mismos o se les compense de algún modo por el
daño ocasionado, sancionando también al Estado y a las personas causantes de
dichas violaciones. Es necesario que todos los países del mundo suscriban los
tratados en materia de Derechos Humanos, y además y sobre todo, que se sometan al
escrutinio y a la jurisdicción de organismos y tribunales internacionales

· La vulneración de Derechos por poderes fácticos

Hoy en día somos testigos como en buena parte la vulneración de los Derechos
Humanos se lleva a cabo no sólo por los Estados y sus gobiernos, sino también por
poderes fácticos (corporaciones y empresas nacionales y trasnacionales, grupos
armados irregulares, cárteles delincuenciales, e incluso caciques y “líderes sociales”)
con la complacencia, indiferencia e indolencia por parte del Estado. Es por eso que
como dice Ferrajoli es necesario ampliar la protección de los Derechos Humanos no
sólo frente a los poderes públicos sino también frente a los privados.[10]

La llamada protección horizontal de los derechos fundamentales (Drittwirkung) es


actualmente una necesidad y debe de adoptarse tanto en lo interno como en lo
internacional quizás también, ya que en aquellos países que la han adoptado, a pesar
de las dificultades que a veces supone, ha probado ya su efectividad y su gran utilidad
también[11].

· El desarrollo diferenciado por regiones

A pesar de la existencia en el orden internacional de un sistema general o universal y


tres sistemas regionales de protección de los Derechos Humanos (Europeo,
Interamericano y Africano), todavía su observancia y respeto plenos en el mundo no
es la regla general; y por el contrario, continúan existiendo graves violaciones a éstos
en todos los rincones del planeta, por parte de todos o casi todos los Estados grandes
o pequeños, ricos o pobres, desarrollados o en vías de desarrollo[12].

Sin embargo hoy por hoy es fácil darnos cuenta como el desarrollo diferenciado (en lo
político, económico, educativo, cultural y social) en las distintas regiones del mundo, e
incluso el desarrollo diferenciado de país a país ha originado que la situación de los
Derechos Humanos varíe notablemente según la región de que se trate y de los
Estados en específico

A diferencia de los demás espacios geográficos que ya se han mencionado y en los


cuales se cuenta con sistemas regionales de protección de los Derechos Humanos,
resulta increíble que en el espacio geográfico asiático no se hayan instaurado todavía
mecanismos regionales de protección de dichos derechos, y no se hayan dado
declaraciones solemnes al respecto, sino sólo algunos tibios compromisos.

De esta manera, y aunque los Estados asiáticos se han adherido a los principios de la
Carta de las Naciones Unidas y a la Declaración de 1948, parece ser que no han
asumido con seriedad su compromiso con los Derechos Humanos, pues no puede
pasar inadvertida de modo alguno, la ausencia de un sistema de protección
internacional de tales derechos en la región asiática, siendo que precisamente en esta
zona del planeta se concentra una gran parte de la población mundial y proliferan
graves y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos.

En relación con los sistemas internacionales de carácter regional, de protección de


Derechos Humanos, haciendo un análisis cronológico, se pueden apreciar las
diferentes velocidades con las que se han establecido los tratados y mecanismos de
protección respectivos, cuestión que obviamente ha generado una protección
diferenciada y dispar, dependiendo de la región de que se trate. Esto ha ocasionado
que Europa se sitúe en una posición más avanzada en materia de Derechos
Humanos, seguida de América primero y de África después.
· La pobreza

Sin lugar a dudas la pobreza es uno de los males mayores que aquejan a nuestro
mundo hoy en día y es causa de que millones de seres humanos, no lleven una
existencia digna y se encuentren vulnerados severamente en sus Derechos Humanos
más básicos, pues se considera que hoy en día más de una sexta parte de la
población mundial se encuentra en situación de pobreza (alrededor de 1,600 millones
de personas).

Evidentemente la pobreza afecta el pleno y eficaz disfrute de los Derechos Humanos,


ya que en primer término, las personas en situación de pobreza son objeto de
discriminación y marginación social, además de que ésta afecta tanto sus derechos
civiles y políticos como también los económicos, sociales y culturales. Entre éstos
derechos vulnerados encontramos el derecho a la alimentación, a la salud, a la
vivienda y servicios básicos, a la educación, al vestido, al trabajo digno y una justa
remuneración, al acceso a la justicia, al agua e incluso como consecuencia de todo lo
anterior también la vulneración del derecho más básico de todos: el derecho a la
vida[13].

· El autoritarismo

Indudablemente el autoritarismo y la falta de democracia siguen siendo problemas


importantes en el mundo. Y si se analiza detenidamente la situación de los Derechos
Humanos en los diversos Estados y ponemos atención igualmente al régimen político
y a las características que cada uno de ellos tiene; correlacionando ambas variables,
podemos advertir y percibir claramente, que existe un claro vínculo entre los Derechos
Humanos y la Democracia. Así puede verse que en los Estados autoritarios y no
democráticos, los Derechos Humanos (sobre todo las libertades), son poco
respetados, y en ellos genéricamente, es donde más abusos podemos encontrar. Es
tal la relación entre Derechos Humanos y Democracia que se ha llegado a afirmar que
aquellos constituyen la dimensión sustantiva de ésta última[14].
III. Retos y Perspectivas

a) Retos

· Universalidad y Relativismo Cultural[15]

Uno de los problemas centrales de la protección de los Derechos Humanos a nivel


internacional, se debe a las diferencias en el desarrollo histórico de los Estados con
concepciones ideológicas y religiosas propias sobre el respeto al individuo como
persona, y el límite adecuado que debe imponer el Estado frente al mismo individuo.

Por otra parte el estándar mínimo de los Derechos Humanos que se ha fijado por el
derecho internacional, se considera por algunos Estados como una imposición de los
Estados Occidentales. El reto es por tanto, cambiar esa percepción y convencer a
estos Estados de que los Derechos Humanos por sí mismos son necesarios, buenos y
útiles y de que constituyen un parámetro adecuado para la subsistencia y el desarrollo
digno e integral de la vida humana donde quiera que ésta se encuentre.

De esta forma, aunque podemos percatarnos que se ha presentado una cierta


estandarización del “modelo” del régimen jurídico de protección a los Derechos
Humanos en diversas partes del mundo con obvios y notorios beneficios en favor de la
humanidad en su conjunto, es preciso mencionar que este proceso no ha sido sencillo
pues dicho “modelo” (basado sobre todo en la concepción occidental de los derechos
fundamentales de la persona) no ha sido siempre aceptado cabalmente por todos los
Estados, debido a cuestiones de relativismo cultural. Esto ha originado, por ejemplo,
que algunos países africanos, asiáticos o de religión islámica se hayan mostrado
hostiles y renuentes a aceptar el referido “modelo occidental”[16].

Frente a esta estandarización se ha dado por tanto, la preocupación por parte de


algunos Estados, de que los Derechos Humanos sirvan de pretexto para un
“imperialismo cultural” por parte de la comunidad de Estados occidentales frente al
resto de los países del mundo, situación que debe ser tomada en serio. Aunque cabe
mencionar también que muchas de las objeciones que se han hecho en contra de la
concepción “occidental” de los Derechos Humanos en realidad han sido formuladas
por los gobiernos de regímenes autoritarios y no por sus pueblos ni por las víctimas o
posibles afectados, por tal situación[17].

En tal virtud, aunque no es fácil, resulta urgente buscar lograr conciliar y armonizar
debidamente los derechos individuales y los derechos colectivos, pues como se puede
advertir, hoy en día existe una tensión entre los derechos individuales, que tienden a la
universalidad y los derechos colectivos que tienden a la particularidad[18].

Además es preciso apuntar que el temor por parte de un buen número de países a ser
occidentalizados, no es para nada infundado, pues hay que aceptar que la
globalización ha producido una instrumentalización de la dimensión jurídica para
satisfacer intereses económicos únicamente, concretándose el derecho en muchos
casos a servir solamente para legitimar el alcanzar, por cualquier medio y a cualquier
costo, la mayor ganancia posible. Este temor por parte de algunos países tiene como
base también, la percepción de que el proceso de globalización y mundialización es
ante todo un proceso de expansión de lo occidental caracterizado por una marcada
“americanización”, que se identifica con el dominio y la explotación económica de la
superpotencia (EU) en perjuicio de muchos países[19].

En este aspecto resulta obvio el hecho de que la cultura occidental ha ejercido una
influencia importante en el mundo a lo largo de la historia y que a últimas fechas
encabezada en buena parte por los Estados Unidos, ha intentado mantener una
posición de predominio y de preeminencia para sus intereses, defendiéndolos como
intereses de la comunidad mundial tratando de dar legitimidad universal a medidas
que responden realmente sólo a los intereses de los Estados Unidos y de otras
potencias occidentales. De esta manera ha ocurrido que lo que para Occidente es
universalismo para el resto del mundo es imperialismo[20].
Por esta razón es fundamental que en la cuestión de los Derechos Humanos se
mantenga una visión multicultural[21] y una actitud abierta y de diálogo permanente
entre los distintos países del mundo buscando ante todo los consensos y evitando lo
más posible las imposiciones, de tal suerte que no se produzcan conflictos entre las
distintas culturas ocasionando lo que Samuel Huntington ha llamado el “choque de
civilizaciones”.

Es así que cada vez se impone más como necesaria, una reconciliación entre las
diversas culturas y civilizaciones, y una reconfiguración de las relaciones
internacionales y de la relación entre Occidente y el Islam, así como de las relaciones
entre las tres religiones abrahánicas (Judaísmo, Cristianismo e Islam). Es necesario
pues, construir puentes y no levantar diques de odio, venganza y enemistad, pues
como bien dice Hans Küng las opciones están claramente definidas: o prevalece el
diálogo de culturas y paz entre religiones como condición imprescindible para la paz
entre las naciones, o bien lo que subsistirá será la rivalidad entre religiones, el choque
de culturas y consecuentemente la guerra entre las naciones[22].

· Libertad y Seguridad

Uno de los obstáculos que actualmente impide la debida observancia de los Derechos
Humanos por múltiples Estados de diversas partes del orbe, es la obsesión de la
Comunidad Internacional sobre la llamada “Seguridad Nacional", respecto a la cual los
gobiernos nacionales tienen prioridad para calificarla; sobre todo, después de los
atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001 ocurridos en los Estados Unidos,
fecha a partir de la cual muchos países del llamado “Bloque Occidental” han
experimentado una especie de psicosis colectiva que les ha hecho ver enemigos por
doquier, no sólo provenientes del exterior sino incluso dentro del propio Estado, lo cual
los ha llevado a suprimir y violentar Derechos Humanos justificando su actuación
precisamente por razones de seguridad. Esta posición se ha visto fortalecida a nivel
internacional después de los atentados ocurridos en Madrid (11 de marzo de 2004) y
Londres (7 de julio de 2005)[23], y ante la proliferación de atentados terroristas en
diversas partes del mundo. Esto ha llevado a una proliferación de lo que se ha llamado
“Derecho Penal del Enemigo” y ha servido de pretexto para establecer un estatus
limitado en el goce de Derechos Humanos y poco garantista, para ciertos grupos
humanos a quienes los Estados catalogan libremente como “enemigos”.
Otra cuestión que ha impedido la realización efectiva de los Derechos Humanos es la
concepción relativa a que el progreso de una entidad política exige ciertos sacrificios
de los Derechos Humanos y que la paz universal exige prioridad por encima de los
Derechos Humanos y de la justicia social de los pueblos. De igual forma ha sido un
obstáculo la falsa concepción que se ha generado en el sentido de que los Derechos
Humanos son un impedimento para el combate eficaz contra la delincuencia por parte
de los gobiernos de los Estados[24].

Evidentemente, aminorar la tensión existente entre la libertad y la seguridad, ambos


valores de gran importancia, y lograr su equilibrio y armonización es actualmente uno
de los retos más importantes que el mundo debe superar.

· Pobreza, Subdesarrollo y Derechos Sociales

Por otra parte también, podemos percibir que el proceso de globalización ha afectado
sensiblemente los derechos económicos, sociales y culturales, ya que los profundos
desequilibrios que la globalización ha traído consigo, han influido fuertemente de
manera desfavorable en la aplicación de dichos derechos, pues como bien sabemos,
los indicadores de nutrición, salud, vivienda, empleo, educación, cultura y bienestar en
general, han retrocedido considerablemente en el mundo en los últimos años[25].

La realidad es que en lógica de la globalización económica, los derechos económicos,


sociales y culturales no parecen tener una perspectiva de cumplimiento, ya que la
búsqueda de una mayor rentabilidad en los procesos de producción ha venido a
afectarlos gravemente. Como parte de la lógica de la globalización, por lo menos
desde la experiencia empírica, se ha planteado y propuesto a escala planetaria un
estilo de vida único y hegemónico, apegado a las dinámicas de consumo; lo cual ha
generado que todas aquellas expresiones comunitarias y culturales que se aparten de
dicho modelo, hayan sido criminalizadas o ridiculizadas y todo aquello que no ha
entrado en la burbuja global ha sido tachado de atrasado o premoderno, vulnerándose
con ello evidentemente los derechos culturales y la posibilidad de diferencia. Del
mismo modo la expresiones sociales de contestación o repudio al modelo global han
sido objeto de violencia por parte de los gobiernos, quienes a pesar de mantener
discursos acordes con los Derechos Humanos han preferido defender solamente los
derechos ligados al capital[26].

Es evidente también que la falta de cumplimiento de los Derechos Humanos, en


especial los económicos, sociales y culturales, en no pocas ocasiones se debe no a
una falta de voluntad sino a que los Estados no están completamente listos para
implementarlos debido a causas de incapacidad material (falta de desarrollo, escasez
de recursos económicos, deficiente infraestructura, etc.), lo cual los pone en la
posición de no poder garantizarlos total y satisfactoriamente de acuerdo con los
estándares internacionales existentes. Lamentablemente para estos pueblos en
situación de subdesarrollo, el cumplimiento de los Derechos Humanos es una cuestión
de desarrollo progresivo anclada a sus posibilidades reales, y cuya realización
depende de un futuro incierto.

Como podemos apreciar la globalización económica desgraciadamente ha traído como


consecuencia el que los Derechos Humanos aparezcan como un concepto y una
práctica subordinada y acotada a los intereses del actual modelo de desarrollo
imperante. Se ha establecido una visión de los derechos limitada casi exclusivamente
a dar certidumbre jurídica al capital, cancelándose con ello, una visión de integralidad
de los Derechos Humanos. Esta situación ha ocasionado que no sea posible hacer
vigentes toda la gama de los Derechos Humanos reconocidos y que solamente se
garanticen algunos de ellos, y sólo a ciertos sectores sociales[27].

Precisamente las recientes crisis económicas y financieras que ha padecido el mundo


entero afectando a millones de personas, ponen en entredicho el modelo económico
globalizado y globalizador que ha subsistido en los últimos tiempos y que ha generado
graves desigualdades económicas y sociales en la población mundial dejando en
condiciones de marginación, pobreza y desamparo a millones de seres humanos a lo
largo y ancho de todo el orbe, situación que evidentemente como ya se ha
mencionado antes, implica violación a los Derechos Humanos más elementales y por
supuesto un ataque al más elemental concepto de dignidad humana.
Hoy más que nunca por tanto, es indispensable cambiar dicho modelo y encontrar uno
alternativo que sea respetuoso de la condición humana y del planeta entero,
proporcionando una vida más digna y justa para todos los seres humanos de todos los
pueblos del mundo, tanto en la dimensión individual como en la colectiva.

· Los grandes retos globales

Hoy por hoy hacer frente a los grandes retos globales es una necesidad urgente e
imperiosa. Por ello es necesario que los diversos Estados del mundo actúen de
manera conjunta, coordinada y solidaria para tratar de resolver los problemas que
actualmente difícilmente pueden ser solucionados de manera individual y aislada por
cada uno de ellos. Es necesario que se realicen de manera pronta y efectiva varias
acciones por parte de la comunidad internacional como son: evitar y ayudar a
solucionar las crisis económicas mundiales, hacer frente a las pandemias, abatir la
pobreza, solucionar los conflictos armados tanto internos como internacionales para
alcanzar la paz, combatir el autoritarismo y promover la democracia, alcanzar la
autodeterminación de los pueblos, cuidar el medio ambiente, combatir eficazmente el
terrorismo, narcotráfico y delincuencia organizada y por supuesto lograr el pleno
respeto a los Derechos Humanos.

b) Perspectivas

Ciertamente en un mundo tan cambiante y tan dinámico como en el que estamos


viviendo resulta complicado predecir lo que pasará mañana, sin embargo sí podemos
esbozar algunas de las tendencias que se percibe que pueden presentarse o que
continuarán presentándose en el futuro cercano en materia de Derechos Humanos.

· Progresividad y Expansión de los Derechos Humanos

Por lo que se puede apreciar, la progresividad y expansión de los derechos Humanos


parece que continuará, produciendo una especialización y sofisticación en el tema,
generando la ampliación de los obligados a cumplir tales derechos y a responder de
ellos también hacia los particulares; e igualmente se puede vislumbrar que quizás en
un futuro más mediato se generen también derechos fundamentales teniendo como
titulares a entes que no han sido considerados tradicionalmente como sujetos jurídicos
titulares de derechos, como es el caso de los animales (empezando por las mascotas)
y los ecosistemas (biodiversidad) con lo cual en materia de derechos ocurrirá un
desplazamiento del antropocentrismo hacia el biocentrismo.

· La Solidaridad y Cooperación Internacional como presupuesto necesario para


afrontar retos globales

Los grandes retos globales que anteriormente se han mencionado en este trabajo y
cuya resolución resulta o bien imposible, o por lo menos sumamente difícil para un
Estado de manera aislada e individual, obligarán a que el multilateralismo, la
solidaridad y la cooperación internacional sean no sólo una opción sino una necesidad
imperiosa para poder afrontar tales retos y lograr buenos resultados. En materia de
Derechos Humanos es claro que sin este tipo de actividad conjunta internacional no se
lograrán avances significativos en temas como el logro de la paz, combate a la
pobreza, cooperación para el desarrollo, erradicación de enfermedades, preservación
del medio ambiente, combate al terrorismo y a la delincuencia, entre otros.

· Colisión de Derechos

Otro aspecto que puede verse ya y que seguramente seguirá presentándose cada vez
con mayor frecuencia, será el caso de colisión entre Derechos Humanos, chocando
intereses diversos entre sí, lo cual hará indispensable el mirarlos de una manera
integral y buscar armonizarlos a través del análisis de los casos concretos en los
cuales estos deberán ser ponderados para tratar de buscar la mejor solución posible.
En estos procesos la intervención de los órganos jurisdiccionales será fundamental, y
cobrará cada vez mayor importancia, la labor de los jueces y la argumentación que
éstos realicen en sus resoluciones.

· Multiculturalidad, Interculturalidad y Cosmopolitismo[28]


En un mundo marcado cada vez más por la diversidad cultural y la diferencia, y en el
que las distintas civilizaciones, religiones y culturas se ven obligadas a convivir
estrechamente, la sociedad pluricultural será seguramente el modelo imperante en
gran parte de los Estados. En tal virtud y para evitar conflictos será necesario que las
sociedades no sólo sean multiculturales y tolerantes sino que pasen al nivel de
convivencia activa en una interculturalidad abierta, solidaria y dialogante; pues de no
hacerlo seguramente el conflicto se profundizará y fácilmente devendrá en violencia
con las funestas consecuencias que ya todos conocemos.

Será necesario tratar de construir una ciudadanía mundial en sentido cosmopolita que
permita a todos de manera incluyente gozar de los Derechos Humanos, a pesar de las
diferencias y convivir pacíficamente de una manera armónica.

· La relativización del concepto de soberanía

Evidentemente el fortalecimiento del Derecho Internacional de los Derechos Humanos


que empieza a darse originará una relativización del concepto de soberanía de los
Estados, o por lo menos, una redefinición de éste, implicando el que los países se
sujeten a los tratados internacionales de Derechos Humanos, cumplan su contenido y
se sometan a la jurisdicción de los tribunales y órganos internacionales, obedeciendo
también sus decisiones[29].

· El surgimiento de un “constitucionalismo mundial”

El nuevo orden jurídico internacional que ha surgido en materia de Derechos


Humanos, se ha constituido en una especie de “Constitucionalismo Mundial”
vinculatorio para todos los miembros de la Comunidad Internacional, y seguramente
seguirá consolidándose y desarrollándose. Este nuevo orden jurídico internacional que
ha influenciado al constitucionalismo en todo el mundo, y que ha ocasionado que los
Estados modifiquen sus constituciones o establezcan otras nuevas, para apegarse a lo
establecido en los tratados internacionales en la materia, seguirá ejerciendo su
influencia cada vez con más fuerza llevando a una estandarización de los Derechos
Humanos en el mundo, teniendo como meta lograr la verdadera universalidad de tales
derechos y la creación de una “ciudadanía mundial”.

Evidentemente la lucha por los Derechos Humanos no ha concluido, y tal vez no


concluya jamás, pues es una lucha constante y permanente. Obviamente queda
mucho por hacer todavía, y es necesario seguir luchando para lograr vivir en paz, en
un mundo en el que sea respetada la dignidad humana y los Derechos Humanos sean
una realidad.

[1]
 Para profundizar en los sistemas de protección internacional de los Derechos
Humanos ver DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc Manuel, “La Protección
Internacional de los Derechos Humanos”  en FIX-ZAMUDIO, Héctor et al., “Protección
Internacional de los Derechos Humanos”. Librería Editora Platense, La Plata, Buenos
Aires, Argentina, 2007.

[2]
 Para profundizar en este tema ver DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc
Manuel, "Constitucionalismo Universal: La Internacionalización y Estandarización de
los Derechos Humanos". Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, Argentina, 2009

[3]
  La información ha sido tomada del Informe 2009 de Amnistía Internacional sobre el
estado de los Derechos Humanos en el mundo, pp.24-33.

 [4] La información ha sido tomada del Informe 2009 de Amnistía Internacional sobre el
estado de los Derechos Humanos en el mundo, pp.34-41.

 [5] La información ha sido tomada del Informe 2009 de Amnistía Internacional sobre el
estado de los Derechos Humanos en el mundo, pp.15-23.

[6]
 La información ha sido tomada del Informe 2009 de Amnistía Internacional sobre el
estado de los Derechos Humanos en el mundo, pp.42-49.
 [7] La información ha sido tomada del Informe 2009 de Amnistía Internacional sobre el
estado de los Derechos Humanos en el mundo, pp.50-59.

 [8]DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc Manuel, “La Protección Internacional de los


Derechos Humanos”  en FIX-ZAMUDIO, Héctor et al., “Protección Internacional de los
Derechos Humanos”. Librería Editora Platense, La Plata, Buenos Aires, Argentina,
2007, p.112.

[9]
 Para profundizar en esta cuestión ver las obras de ABRAMOVICH, Víctor, y
COURTIS, Christian; “Los Derechos Sociales como Derechos Exigibles”; Ed. Trotta;
Madrid 2002; COURTIS, Christian, HAUSER, Denise y RODRÍGUEZ Huerta, Gabriela,
(Comps.); “Protección Internacional de Derechos Humanos, Nuevos Desafíos”; Ed.
Porrúa; México 2005; PISARELLO, Gerardo "Los Derechos Sociales y sus Garantías".
Ed. Trotta, Madrid, España, 2007; así como CANTON J., Octavio y CORCUERA C.,
Santiago (Coords.) "Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Ensayos y
Materiales". Ed. Porrúa/Universidad Iberoamericana, México, 2004.

 [10] FERRAJOLI, Luigi, “Razones Jurídicas del Pacifismo”. Editorial Trotta, Madrid,


2004, p.102.

[11]
 DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc Manuel, “El Problema de la Exigibilidad de
los Derechos Sociales” en "IUS UNLA. Anuario 2007". Universidad Latina de América,
México, 2008, p.24.

[12]
 DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc Manuel, “La Protección Internacional de los
Derechos Humanos” en FIX-ZAMUDIO, Héctor et al., “Protección Internacional de los
Derechos Humanos”. Librería Editora Platense, La Plata, Buenos Aires, Argentina,
2007, p. 133.

[13]
 MÁRQUEZ Carrasco, Carmen, "Logros y Desafíos en el 60º Aniversario de la
Declaración Universal de Derechos Humanos". Publicaciones de la Universidad de
Deusto, Bilbao, España, 2008, pp. 104 y 105.

[14]
 DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc Manuel, “Derechos Humanos y
Democracia: Principios Éticos de un Nuevos Orden Jurídico Mundial” en CABALLERO
Ochoa, José Luis (Coord.), "La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Reflexiones en Torno a su 60º Aniversario". Ed. Porrúa, México, 2009, pp. 43-68.

[15]
 Para una adecuada comprensión de este tema se recomienda ver CIANCIARDO,
Juan (Director), "Multiculturalismo y Universalismo de los Derechos Humanos". Ed.
Ad-Hoc, Buenos Aires Argentina, 2008 y KYMLICKA, Will y STRAEHLE,
Christine, "Cosmopolitismo, Estado-Nación y Nacionalismo de las Minorías".
Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2001.

[16]
 DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc Manuel, "Constitucionalismo Universal: La
Internacionalización y Estandarización de los Derechos Humanos". Ed. Ad-Hoc,
Buenos Aires, Argentina, 2009, p. 91.

[17]
 HERDEGEN, Matthias, “Derecho Internacional Público”. Ed. UNAM/Fundación
Konrad Adenauer, México, 2005, p. 358.

[18]
 BEUCHOT, Mauricio, “Interculturalidad y Derechos Humanos”. Siglo XXI editores/
UNAM, México, 2005, p. 10.

[19]
 GROSSI, Paolo, “Derecho, Sociedad, Estado”. El Colegio de Michoacán, Escuela
Libre de Derecho y Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México, 2004,
pp. 178-180.

[20]
 HUNTINGTON, Samuel P., “Choque de Civilizaciones”. Ed. Paidós, México, 2001,
pp. 217 y 218.

[21]
 A este respecto, es preciso mencionar que se debe avanzar del  multiculturalismo
hacia un verdadero pluralismo cultural y hacia la interculturalidad. Para profundizar en
las sutiles pero trascendentes diferencias entre estos tres términos se recomienda ver
la obra de BEUCHOT, Mauricio, “Interculturalidad y Derechos Humanos”. Siglo XXI
editores/ UNAM, México, 2005.

[22]
 KÜNG, Hans, “Ética mundial en América Latina”. Editorial Trotta, Madrid, 2008, pp.
36 y 37.

[23]
 DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc Manuel, “La Protección Internacional de los
Derechos Humanos” en FIX-ZAMUDIO, Héctor et al., “Protección Internacional de los
Derechos Humanos”. Librería Editora Platense, La Plata, Buenos Aires, Argentina,
2007, p. 134.

[24]
 Idem.

[25]
 DÍAZ Müller, Luis T., “Globalización y Derechos Humanos: El Orden del
Caos” en  DÍAZ Müller, Luis (Coord.), “Globalización y Derechos
Humanos”.  Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2003, pp. 40 y 45.

[26]
 ROCHA Quintero, Jorge E., “Los Derechos Humanos. Expresión Renovada en la
Búsqueda de la Fe y la Justicia”. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de
Occidente. México, 2008, pp.36-38.
[27]
 Ibidem, p. 38.

[28]
 Interesantes reflexiones al respecto pueden verse en VILLAR Borda,
Luis, “Derechos Humanos: Responsabilidad y Multiculturalismo”. Universidad
Externado de Colombia, Argentina, 1998.

[29]
 Para profundizar en esta tendencia ver DE DIENHEIM Barriguete, Cuauhtémoc
Manuel, “La Crisis de la Soberanía frente al Nuevo Orden Jurídico
Internacional” en “IUS UNLA. Anuario 2005”. Universidad Latina de América, México,
2006, pp. 189-207.

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