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3 Jueves Santo

Este documento proporciona instrucciones detalladas para la preparación y celebración de la Misa de la Última Cena el Jueves Santo, incluyendo la preparación de ornamentos, elementos y lectores, así como indicaciones para las lecturas, homilía, lavatorio de pies y recepción de los Santos Óleos.
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JUEVES SANTO

Misa vespertina de la Cena del Señor

Prever:
- Los 12 apóstoles para el lavatorio
- Decoración sobria en el templo
- Monumento sobrio para la reserva del Santísimo
- Adoración en el Monumento hasta las 12 de la noche
- Repique de campanas para el momento del Gloria

Cosas que preparar:

a) En la Sacristía:
-Ornamentos blancos para los concelebrantes
-Incensario y naveta (al menos para la procesión y traslado del Santísimo)
-Cruz alta y ciriales
-Varipalio (al final)
 
b) En el Presbiterio:
-Campanillas y matraca
-Lugar para el lavatorio
-Jofaina, toalla, jabón (para el momento del lavatorio de los pies), tina (para el
lavatorio), agua suficiente (para el lavatorio)
 
c) En la Credencia:
-Todo lo necesario para la Misa
-Jabón, agua y toalla (para el sacerdote cuando acaba el lavatorio)
-Hostias suficientes para hoy y mañana
-Vino suficiente para la comunión bajo las dos especies
-Paño de hombros

d) Lectores:
-Monitor
-Lector 1
-Salmista
-Lector 2
-Lector de las preces

El canto y la procesión de entrada deben ser largos y relevantes.

1
Monición de entrada:

Hermanos: en la Eucaristía de esta tarde conmemoramos y revivimos la Ultima Cena.


Antes de que Judas lo traicionara para entregarse a una muerte libremente aceptada, el Señor
Jesús quiso estar en intimidad con los suyos y tomar con ellos una Última Cena.

Así, esta tarde, en gran intimidad con el Señor Jesús como lo hizo en el Cenáculo,
celebramos lo que El nos mandó hacer para tenerlo siempre presente y activo entre nosotros.
Recordamos hoy la Institución de la Eucaristía, la Institución del orden sacerdotal y el
mandato del Señor de amarnos unos a otros.

Demos gracias por tanto amor que nos ha manifestado el Señor Jesús y gocemos de ser
contados entre los invitados a esta Cena.

Monición al Gloria:

Proclamemos hoy, antes de la celebración pascual, agradecidos por la gran herencia


que nos ha dejado Jesús, el himno en el que damos gloria al Señor por su inmenso amor:
Gloria a Dios en el cielo…

Monición a la primera lectura:

Jesús se reunió con los apóstoles para celebrar el hecho que nos narrará esta lectura.
Un aniversario de liberación. Y fue dentro de esta celebración cuando instituyó la Eucaristía y
lo que hoy conmemoramos nosotros.

Éxodo 12, 1-8. 11-14

Monición a la segunda lectura:

Jesús al instituir la Eucaristía durante la Cena, hizo el máximo acto de amor. El modo
como se realizó esta institución se ha ido transmitiendo ininterrumpidamente a través de los
siglos. Escuchemos uno de los primeros testimonios de esta gran tradición que sigue viva en
la Iglesia.

1ª a los Corintios 11, 23-26

Monición al Evangelio:

Jesús estando reunido con sus apóstoles, celebrando el aniversario de liberación como
lo hacían todos los judíos, le dio un nuevo sentido a esta celebración. Ante todo, quiso dar a
sus discípulos una muestra del amor inmenso que les tenía y una lección de humildad y de
servicio, al lavarles los pies y anunciarles su entrega para la salvación del mundo.

Juan 13, 1-15

Indicaciones (después de la homilía):

Hoy no se dice la profesión de fe. Al terminar la homilía tiene lugar el lavatorio de


los pies. Terminado el Lavatorio de los pies, y antes de la Oración Universal, se hace la
recepción de los Santos Óleos.

2
Oración de los fieles: 

Sacerdote: Como hermanos que somos los unos de los otros y de todos los hombres,
reunidos alrededor de la mesa del Señor, oremos juntos por las necesidades del mundo. 

R: Oh Señor, escucha y ten piedad.  

Por el Papa, los obispos, sacerdotes, diáconos y todos los que en la Iglesia ejercen un
ministerio, para que lo vivan como un servicio a Dios y a los hombres. Roguemos al Señor.

Para que desaparezcan las guerras entre las naciones y que todos los hombres vivamos
en la paz y en la concordia como hermanos. Roguemos al Señor.

Para que a ejemplo de Jesucristo, que lavó los pies a sus discípulos, aprendamos a
servirnos unos a otros con amor fraterno y humildad. Roguemos al Señor.

Para que nuestro país progrese en la convivencia justa y pacífica, para que todos los
que tienen poder lo utilicen para servir a la comunidad. Roguemos al Señor.

Para que en nuestras relaciones humanas, con nuestras familias, nuestros amigos y
compañeros, crezca cada vez más el amor real, la comprensión, el saber ayudar, siguiendo el
ejemplo de Jesús. Roguemos al Señor.

Por todos los que estamos aquí reunidos en el recuerdo de la Ultima Cena, para que
purificados por el arrepentimiento y las buenas obras, participemos debidamente en los santos
Misterios de nuestra redención. Roguemos al Señor. 

Sacerdote: Dios y Padre nuestro, escucha nuestra oración. Al recordar el amor de tu


Hijo Jesucristo, del que es memorial la Eucaristía, te pedimos que lo sepamos vivir ahora y
siempre, cada vez más. Te lo pedimos en comunión con El, que contigo vive y reina… Amen.

Monición para el Lavatorio:

El lavatorio de los pies, quiere ser un símbolo del servicio sacerdotal. Jesús lo hizo con
sus discípulos el día de la Ultima Cena. El celebrante, haciendo las veces de Cristo, realiza el
signo del servicio y del amor que hemos prestarnos los unos a los otros, como una consigna
para todos los de esta comunidad.

O bien: Hemos escuchado en el evangelio cómo Jesús, aquella tarde de la última


Cena, hizo ese gesto sorprendente y significativo: se puso a lavar los pies a los discípulos. Un
signo de su amor y de su entrega. Al repetir ahora aquel gesto, recordemos que eso es lo que
tenemos que hacer cada día también nosotros si queremos seguir de verdad el camino de
Jesús.

3
RECEPCION DE LOS SANTOS OLEOS
(Si es la celebración se realiza en el templo parroquial)

Monición:

En esta celebración eucarística recibimos también a los delegados de nuestra comunidad


parroquial con los Santos Oleos recién bendecidos y con el Santo Crisma apenas hoy
consagrado para los Sacramentos Pascuales. En la Misa Crismal, el señor obispo consagró el
Santo Crisma, y bendijo el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos, rodeado de su
presbiterio y con la presencia y participación de representantes de todas las comunidades.
Recibámoslos cantando: Pueblo de reyes.
(El sacerdote y los ministros salen a recibir a los delegados con las ánforas, en la procesión
se usa incienso).

Acción de gracias por los Oleos nuevos:

Monición:

Ahora haremos una acción de gracias por los nuevos Oleos y el Crisma. Vamos a responder a
cada invocación diciendo:

R. Gloria a tí por los siglos.

(Los delegados se colocan frente a la asamblea, mostrando los óleos. El sacerdote toca las
ánforas y dice o canta):
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. R.
Porque al hacer a Adán a tu imagen y semejanza, le entregaste en posesión la tierra,
para que, colmado de tus bendiciones, con una vida santa alabara tu santo Nombre. R.
Y a pesar de su pecado y de todas nuestras faltas, no nos retiraste para siempre tus
favores, sino que tuviste piedad de nuestras debilidades. R.
Tú prometiste a Abraham y a su linaje la alegría de la salvación. A David lo ungiste
con el óleo de la alegría. A tus sacerdotes, en la unción con el óleo santo, prefiguraste la
unción del Espíritu Santo. A la viuda de Sarepta le enviaste a tu profeta, no sólo para ofrecerle
el pan que necesitaba, sino también la abundancia del aceite. R.
Nos enseñaste así que tu salvación no sólo nos da el perdón, sino que también nos
introduce en la participación de tu gloria. R.
Pero en Jesucristo tu amor llegó hasta el extremo. El es el Ungido sobre le cual reposó
la plenitud del Espíritu. El tomó sobre sí nuestras debilidades y cambió nuestra amargura en
gozo. Con su Muerte en la Cruz nos entregó su Espíritu, para que, marcados con el sello de
hijos de Dios y unidos en un solo Cuerpo, proclamemos su Muerte y Resurrección, mientras
esperamos su venida gloriosa. R.
Por eso, Padre santo, te pedimos humildemente, por mediación de Jesucristo, Hijo
tuyo y Señor nuestro, que hagas descender tu bendición abundante sobre los que durante estas
fiestas pascuales y durante todo el año, participarán en tus sacramentos. R.
(Elevando el ánfora del óleo de los catecúmenos)

4
A los catecúmenos, que han de ser ungidos con el óleo de fortaleza, concédeles
sabiduría y fervor para que entiendan más profundamente el Evangelio de Cristo, afronten con
ánimo esforzado los trabajos de la vida cristiana, y transformados en hijos adoptivos tuyos, se
alegren de formar parte de tu Iglesia santa. R.

(Elevando el ánfora del Santo Crisma)

A los que van a renacer del baño espiritual del Bautismo, o a ser marcados con el sello
espiritual de la Confirmación o del Orden Sagrado, a través del santo Crisma, con el cual
ungiste a tus sacerdotes, reyes, profetas y mártires, infúndeles la santificación de tu Espíritu,
para que, convertidos en templos de tu majestad, exhalen la fragancia de una vida inocente y
agradable a tí. R.

(Elevando el ánfora del óleo de los enfermos)


A los que sufren, agobiados por la enfermedad, la debilidad o la ancianidad,
concédeles el auxilio de tu gracia; que por tu santa unción y por la oración de tu Iglesia,
reciban consuelo y protección para el cuerpo, el alma y la mente. R.
Y a todos nosotros, concédenos que, llenos de alegría por la participación en los
Misterios pascuales, y a todos los hijos dispersos por el universo, vivamos la paz y la unidad,
en la esperanza de vernos reunidos con María la Madre de Dios, y de todos los santos. R.
Entonces, Padre, llegada aquella plenitud sin medida, brillando con eterna luz, serás
todo para todos, juntamente con Cristo en el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

(Coloca los Oleos sobre el altar, y los inciensa).

Sigue la celebración como de costumbre

Monición antes del prefacio:

Por tanto amor manifestado en Cristo, por la Eucaristía y el Sacerdocio; por nuestra
vocación a una vida de auténtico amor, por Cristo mismo, amor del Padre entregado a los
hombres, demos gracias al Padre. Unámonos al celebrante en la proclamación de este himno
de acción de gracias.

Monición para la comunión:

Hermanos; cada vez que participamos de este Pan y de este Cáliz, debemos recordar
sus palabras: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros como Yo os
he amado”. Acerquémonos y comamos de su Cuerpo y de su Sangre.

Monición antes de la procesión:

El pan consagrado que llevaremos al altar de la reserva para nuestra comunión de


mañana, es el Cuerpo de Cristo, vivo y presente entre nosotros.

Hoy que recordamos la institución de este sacramento, hagamos más intensa nuestra
adoración a este Santísimo Sacramento.

5
O bien: Ahora terminaremos nuestra celebración con un gesto de reconocimiento
solemne de Jesús presente en la Eucaristía. La reserva del Cuerpo de Cristo nos da ocasión de
hacer este acto de fe y de adoración. Hagamos esta noche sobre todo en familia, un momento
de oración ante el Santísimo Sacramento…

(Después de la adoración en el lugar donde se depositó el Santísimo Sacramento, se


desnuda el altar, mismo que se recubrirá mañana sólo en el rito de la comunión)

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