Automatización en la industria alimentaria
EL HUEVO O LA GALLINA
Aunque muchos huevos terminan fritos, revueltos o escalfados, los que cumplen los
requisitos de peso se seleccionan para ser incubados y empollados. Prinzen es una
empresa holandesa especializada en la manipulación de huevos y que ha desarrollado una
máquina capaz de pesar la impresionante cifra de 30.000 huevos por hora. B&R es la
empresa proveedora del control con el que opera dicha máquina.
La calificadora de huevos de Prinzen es dos veces más rápida que su predecesora gracias
al proceso de pesaje dinámico. Prinzen logró esta mejora de rendimiento gracias a las
soluciones de automatización ofrecidas por B&R.
La calificadora de huevos de Prinzen permite pesar 30.000 huevos por hora, el doble de
velocidad que su predecesora, la Elgra 3. El principal mercado para la calificadora de
huevos de Prinzen es la industria avícola. La máquina realiza una rápida clasificación lineal
de los huevos para empollar recién puestos, y se lanzó al mercado hace casi dos años. “Los
equipos de procesamiento de los huevos para empollar es uno de nuestros puntos fuertes”,
explica Willy Groot Zevert, director de productos de Prinzen. “Estos huevos se incuban y
empollan, y los pollos se crían para el consumo. Envasamos los huevos en bandejas o en
soportes especiales para poderlos transportar cómodamente hasta la planta de incubación”.
Un buen huevo
Solamente los huevos que pesan entre 50 y 70 gramos son aptos para el empollado. Los
pollos provenientes de huevos con pesos distintos no cumplen con los criterios de los
avicultores, cuyos cálculos de alimentación dependen de que tengan un peso relativamente
uniforme. Los huevos que no cumplan con estos criterios se pondrán a la venta para su
consumo o se procesarán como alimento para animales.
Aunque la calificadora de huevos fue diseñada para empollar huevos, el sistema también
permite manipular huevos destinados al consumo. En este segmento se manejan
volúmenes más grandes, aunque Prinzen opina que puede abarcar una parte significativa
del mismo. La calificadora de huevos dispone de tres canales de salida para empollar los
huevos. ‘Correcto’, ‘Demasiado pequeño’ y ‘Demasiado grande’. Los huevos destinados al
consumo, no obstante, se clasifican en cuatro categorías diferentes de peso: S, M, L y XL.
“En realidad, todos los huevos producidos en una misma granja avícola tienen un tamaño
muy parecido”, explica Zevert. “La gran mayoría pertenece a las categorías M y L, por lo
que cada una de ellas tiene su propia salida. Los tamaños S y XL pueden acabar juntos en
la tercera bandeja”, explica Groot Zevert. En general, los huevos de tamaño S y XL solo
representan entre un 5 y un 8% del total, por lo que la mayoría de los usuarios los clasifican
a mano.
“Powerlink nos permite conectar todos nuestros sistemas de forma lineal y controlarlos
desde una sola pantalla, lo cual es fantástico. Ningún otro proveedor nos podía ofrecer esta
combinación. El diagnóstico remoto resulta de gran ayuda, ya que el nivel de formación de
los operarios a nivel mundial es muy variable. La solución de B&R garantiza que recibirán la
ayuda necesaria de forma rápida y fiable”, explica Gerben Kuenen, Ingeniero de software en
Prinzen.
B&R es la empresa proveedora del control de la calificadora de huevos.
El huevo electrónico para pruebas
La calificadora de huevos es un componente de un sistema altamente automatizado que
empieza directamente en los nidos, donde los huevos recién puestos pasan inmediatamente
a la primera cinta transportadora. Trasladados por una red de cintas transportadoras, los
huevos convergen en la línea de envasado de la parte delantera de la cabina. Antes de
llegar a la calificadora de huevos pasan por la mesa de inspección, donde un empleado
ordena los huevos rotos o con formas irregulares. “Actualmente estamos trabajando en una
solución de automatización para este paso”, explica Zevert.
Una fila de cuñas verticales distribuye los huevos en seis columnas en la cinta
transportadora, deslizándose lentamente hacia delante y hacia atrás para crear espacio y
evitar atascos. “La parte más resistente del huevo son sus extremos”, observa Groot Zevert.
“Dada esta propiedad, procuramos que cualquier sacudida que deba soportar el huevo
quede absorbida en los extremos”. En general, por supuesto, el objetivo es conseguir que el
recorrido de cada huevo a través de la máquina sea lo más tranquilo posible. “Todos los
pasos del proceso conllevan el riesgo de que se rompa la cáscara”, explica Gerben Kuenen,
ingeniero de software de Prinzen. Por ello, siempre que resulta posible, la empresa utiliza
materiales blandos. “También probamos primero todos los sistemas con un huevo
electrónico. El huevo de prueba está repleto de componentes electrónicos que miden las
fuerzas g. Así podemos saber exactamente dónde se necesita precisar el ajuste”.
Mediciones precisas con filtros de software de B&R
Los huevos se transportan en seis columnas en una cinta transportadora de rodillos. El
movimiento ondulante alinea de forma natural los huevos hacia un lado y permite una
manipulación más eficiente. A continuación, una barra guía envía seis huevos a la vez por
una pequeña pendiente, donde se les aplica un breve movimiento de ondulación libre,
aunque guiada. Ello representa una oportunidad perfecta para pesarlos.
La anterior máquina Elgra 3 pesaba cada huevo de forma estática. Si se deseaba aumentar
la producción hasta la impresionante cifra de 30.000 huevos por hora, Prinzen se dio cuenta
de que ya no podía utilizarse el peso en estático. En su lugar, desarrollaron un concepto
que permitía pesar los huevos de forma dinámica, mientras rodaban. Cada uno de los
huevos rueda libremente por una balanza conectada a una célula de carga.
Huevos transportados por la Ovoset Pro de Prinzen, que también utiliza la tecnología de
B&R.
“Tomamos medidas cada pocos milisegundos”, explica Kuenen. “Con todas las sacudidas
que se producen a estas velocidades, necesitamos varias muestras para obtener una
medición fiable. Lo hacemos utilizando los filtros de software de B&R, complementados por
otros que hemos desarrollado nosotros mismos. Los resultados tienen una precisión de una
décima de gramo, aunque las especificaciones permiten una tolerancia de medio gramo”.
“Para las empresas que trabajan con cantidades muy grandes, este nivel de precisión es
muy importante”, explica Kuenen. Prinzen incluso llega al extremo de volver a poner a cero
las balanzas entre cada medición. Ello permite compensar rápidamente cualquier resto de
suciedad o de huevo que pueda haberse acumulado en la balanza.
Powerlink y diagnóstico remoto de B&R
Prinzen ha vuelto a confiar en B&R para controlar la calificadora de huevos, igual que hizo
con la solución de control con la que tan buenos resultados obtuvo para la Elgra 3. “Cuando
presentamos la Elgra 3 en 2006, fuimos los primeros del mercado que pudimos realizar una
medición electrónica lineal. Desde un punto de vista del control, ello fue importante en
varios sentidos. Nuestro socio de aquella época no podía ofrecernos la solución que
habíamos previsto. Lo que necesitábamos era un socio que pudiera ofrecernos un PLC con
tarjetas de célula de carga integradas. Y no solo eso, sino seis de ellos, uno al lado de otro”.
Prinzen también quería disponer de un terminal de operario central. “Powerlink nos permite
conectar todos nuestros sistemas de forma lineal y controlarlos desde una sola pantalla, lo
cual es fantástico”, explica Kuenen. “Ningún otro proveedor podía ofrecernos esta
combinación. De los numerosos lenguajes de programación que ofrece B&R, decidimos
utilizar el texto estructurado y nos pareció muy fácil trabajar con él. El diagnóstico remoto
resulta de gran ayuda, ya que el nivel de formación de los operarios a nivel mundial es muy
variable. La solución de B&R garantiza que recibirán la ayuda necesaria de forma rápida y
fiable”.
“Prinzen buscaba un socio de automatización que participara activamente en la solución.
B&R también disponía del hardware que Prinzen necesitaba para integrar las células de
carga. Pudimos procesar todas las muestras en un solo objeto de automatización. Estos
datos se incorporaron posteriormente a los cálculos del control de B&R. Cuando empiezas
un proyecto como este, también te fijas en todos los demás componentes de la máquina
que van a automatizarse. Creemos que no tiene ningún sentido trabajar con más
proveedores de los necesarios”, explica Wico Reineman, representante de ventas de B&R.
Por este motivo, B&R también ofrece el Power Panel 65. “Es un control y un sistema HMI
todo en uno”, explica Reineman. El Power Panel 65 también genera información útil a nivel
de gestión, a la cual puede accederse fácilmente a través de USB o bien consultarse desde
un navegador web.
La calificadora de huevos permite pesar 30.000 huevos por hora, el doble de velocidad que
su predecesora, la Elgra 3.
Los requisitos de velocidad y precisión de Prinzen son especialmente exigentes. “Para la
calificadora de huevos, tuvimos que modificar el hardware para adaptarnos a sus
necesidades”, explica Reineman. “El funcionamiento de la industria de los huevos es algo
misterioso. Prinzen utiliza una célula de carga que permite pesar hasta tres kilogramos. Esta
célula se utiliza para pesar los huevos con una precisión de hasta una décima de gramo, sin
olvidar que pasan rodando con rapidez y que tienen un peso medio de 64 gramos. Este
nivel de velocidad y precisión no es demasiado frecuente”.
El deseo de Prinzen es instalar varios cientos de máquinas calificadora de huevos estos
próximos años. Reineman y Kuenen están convencidos de que el próximo gran paso (llegar
a los 40.000 huevos por hora) podría conseguirse con la actual configuración de hardware.