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4T Claves para Descifrar El Rompecabezas

Este trabajo plantea un análisis a través del cual se puede descifrar el actuar del presidente como parte de su estrategia política.
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4T Claves para Descifrar El Rompecabezas

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BLANCA HEREDIA | HERNAN GOMEZ BRUERA (coonos.) CLAVES PARA DESCIFRAR EL ROMPECABEZAS PROLOGO DE JORGE ZEPEDA PATTERSON LORENZO MEYER VINI AIOS GUSTAVO GORDILLO ALEJANDRA LEAL ALBERTO DiAZ—GAYEROS EDWIN F, ACKERMAN PABLO YANES ESTEBAN SALMON PEARILLIAT MARIO GAMPA DIEGO GASTANEDA IRVIN ROJAS NATALIA SALTALAMACCHIA EDUARDO GUERRERO ANA LAURA MAGALONT VIOLETA VAZQUEZ ROJAS MALOOWADO SAMUEL PONCE DE LEON MAURICIO RODALGUED Grijalbo ‘que criticam a las ites 1 apoyados para ello. E, = Obrador fue no dite ‘mentos empiticas y que fase Jan-Werner Miller * Social Criticism, vol. == a La gobernabilidad realmente existente vara el Desarrollo, A. C. Ssquivel y Nora Lustig, in Mexico, 1989-2010" ality in Latin Ameria: Po- ‘University Press, 201+ Gustavo GorDiLto Bastidas y Luis de la Cx sbate, Bs la hom de opis ciembre de 2019. Dispo- ByeyeLQDDxEi9E. tica de Desarrollo Soci=! [La mania por tratar de alcanzar conclasiones sSpidas {le rage de vouloir concur] es una de las dobsesiones de la humanidad mis estériles y ho- rripilantes, Cada religion y cada filosofia ha re ‘damado tener a Dios de sa lado, o bien ha pre- sumido comprender el infinito y conocer las recetas para la felicidad. ;Qué arrogancia y qué insignificanciat (Gustave Fiausenr (1954) EL DILEMA DE LA GOBERNABILIDAD _=obernabilidad entendida como “un estado de equilibrio ico entre el nivel de las demandas societales y la capa- del sistema politico para responderlas de manera legi- eficaz” nos regresa al debate que desat6, en su 1to, el informe patrocinado por la Comisién Trila~ 1975) donde se argumentaba que, ante el exceso de ivas de lo que la ciudadania demanda y las capa‘ “imitadas de los Estados, por razones fiscales, sociales “clidad administrativa, debfan contenerse las deman- as, El reporte resolvié ese dilema proponiendo 95 Gustavo GoRDILLO las recetas neoliberales del Estado minimo a partir de con- foo pace tener las demandas sociales. ales ni El régimen de Lopez Obrador hereda un déficit de como I gobernabilidad definido como producto de la brecha en- Pa tre demandas ciudadanas y respuestas gubernamentales en elprim reas estrechamente. vinculadas: 1) mantenimiento del or- incider den y de la ley, 2) capacidad del gobierno para una gestién Pecena! eficaz de la economia, 3) capacidad del gobierno para pro- que ha mover el bienestar social y 4) control del orden politico y la para estabilidad institucional.” pong Derivada de ese déficit de gobernabilidad, el gobierno ees actual enfrenta una cancha marcada por cuatro ambitos que paras restringen sus iniciativas politicas. El primero son los apa- berem ratos del Estado, inchuyendo los partidos politicos y los 6r- gadur ganos auténomos, fragmentados y capturados en distintas gute franjas por poderes ficticos. El segundo es un amplio espa~ aad) cio integrado por ONG, intelectuales publicos, expertos y amici centros de anilisis ¢ investigacin. El tercero son los merca- a dos, es decir, el capital financiero y los distintos segmen- pued tos del gran capital nacional y trasnacional. En cuarto lugar, los form factores externos, que, en nuestro caso, quiere decir Esta~ dos Unidos de América. En este texto argumento que Lépez Obrador pretende resolver ese dilema de la gobernabilidad —emblemitica- mente expresado en el informe de los Comisién Trilate- ee ral— a través de una transformacién del Estado endeble y dor desarticulado que heredé. Para ello, busca paralizar y, en su luge ‘caso, anular a sus principales contrincantes al tiempo que in- “ tenta movilizar ala coalicién electoral que lo llevé al triun- gre: fo usando algunos instrumentos—simbélicos y reales— de plia Ia nueva forma de gobernar. Ambos procesos (anular a los contrincantes y movilizar a los simpatizantes), complejos de ser por, generan en el funcionamiento del régimen un punto ae siés Ciego relacionado con las dindmicas de actores locales que 96 de con- éficit de scha en- atales en > del or 1 gestion, ara pro- itico y la obierno sitos que. los apa- 7 los 6r- distintas io espa- pertos y 3 merca~ egmen- lugar, los sir Esta sretende matica- Trilate- adeble y y,ensu que in- a eriun- les— de lar a los lejos de n punto ales que LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE no pueden encasillarse ni en las categorias sociales tradicio- nales ni en la oposicién élites-pueblo definida por AMLO como la contradiccién social central a resolver. Para desarrollar este argumento repaso brevemente en el primer apartado la presencia de los principales actores que inciden en la coyuntura actual. Paso enseguida a revisar el escenario prefigurado por las diversas acciones ¢ iniciativas que ha emprendido el gobierno en sus primeros dos afios, para reflexionar en el tercer apartado, valigndome de los conceptos gramscianos de crisis orginica y revolucién pasi- va, sobre los grandes trazos de a estrategia del gobierno para enfrentar el déficit de gobernabilidad que heredé. Esa herencia compuesta por dos iniciativas fillidas de gran enver- gadura (as reformas econémica y politica) y el fracaso de la guerra contra el crimen organizado cristalizan en la fragili- dad y desarticulacién del Estado y determinan la estrategia amloista para conformar una nueva gobernabilidad. En su puesta en marcha, ésta ha generado un punto ciego que puede ser determinante en el itinerario futuro de la trans- formacién que pregona AMLO. Los JUGADORES En 2018 el triunfo electoral de Andrés Manuel Lopez Obra- dor fue contundente. El margen con respecto al segundo lugar en la contienda presidencial es muy importante y la victoria involucré, también, a ls cmaras legislativas, 20 con- .gresos estatales y cinco gubernaturas. La legitimidad es am- plia y la popularidad de AMLO es alta. Desde el inicio de su gobierno AMLO gané la que siempre ha sido la primera batalla politica: la de los simbo- Jos. Ese triunfo ejemplificado en temas como la reconver- sién de Los Pinos en museo, la puesta en venta del avion 7 GUSTAVO GORDILLO, presidencial, la frugalidad gubernamental y los programas, sociales tiene, empero, sustento en una transformaci6n cen- tral: hacer visibles a los excluidos del pacto neoliberal. Aun asi, en su discurso con motivo del primer afio de gobierno, utilizando una frase que se atribuye a Gramsci —Lo viejo no acaba de mori y lo nuevo no termina de nacer—, reconoce lo incipiente del esfuerzo gubernativo. En el momento actual, las ites econémicas se encuen- tran desorientadas; las politicas estin desplazadas; y las fuer- zas sociales dominadas, aunque en efervescencia, se hayan fragmentadas. El sistema de partidos est roto, y, aunque es previsible y deseable que se reconstruya, no necesariamente serén los mismos actores politicos los que lo integren. En un estudio elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Transicién a Ja Democracia? se caracterizaba el sistema de partidos de la al- temancia, como uno polatizado no por identidades politicas consolidadas, sino por los agravios y conflictos generados tanto por la modernizacién econémica como por la for- ma en que se desarrollaron las reformas politico-electorales y los conflictos en torno a las mismas. Afiadfan que la persis tente anomalfa de nuestros procesos electorales centrada en tuna oposicién maniquea entre autoritarismo y democracia conducfa a eventos con un sentido plebiscitario. El eje de esa po- larizaci6n habia sido desde entonces la dicotomia gobiernis- mo/antigobiernismo. Sin embargo, a partir de las elecciones de 2006, a esa dicotomia se sobrepuso una mas poderosa entre oligarquia y pueblo, Esta nueva dicotomiia profundiza y amplia el carcter plebiscitario de las elecciones. E] panorama actual de los partidos politicos es deso- lador. El pri necesitaria encontrar otra alma quizés hacia el lado de las visiones més tecnocriticas y liberales que exhibie- ron las administraciones de De la Madrid, Salinas y Zedillo. 98 Pero el per lismo reve con la nar Jos constr El pa cién y du conflicto, Quizis ne externo q Ja democ Mor pre estn tun partic intenta t cia elect Tambiér mayores hacia la biernor Las enorme Se: obreros tiales 0 de repr asociac veces ¢ genera los der bildeo han c peror parte, una cc los programas 2rmacién cen- coliberal. Aun » de gobierno, sci —Lo viejo ~Teconoce lo "as se encuen- las; y las fuer- cia, se hayan s previsible inte serin los nun estudio Transici6n a rtidos de ta al- ides politicas os generados » por la for >-electorales tue la persis centrada en democracia ede esa po- a gobiernis- s elecciones 4s poderosa profundiza s. os es deso- tacia el lado e exhibie~ +y Zedillo. LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE Pero el personal politico que se mantiene afiora el naciona~ lismo revolucionario a pesar de que ese legado lo desecho con la narrativa neoliberal y, ademés, le five arrebatado por los constructores del pRp. El Pax, dividido, no encuentra su nueva configura- cién y dudo que la encuentre a partir de sus fracciones en conflicto, algunas alejadas orginicamente de ese partido. Quizis necesive, como en los noventa, de un fuerte infiujo externo que lo convierta ya sea en un partido més orientado a la democracia cristiana o hacia una derecha no liberal. Morena avanza en distintas direcciones que no siem- pre estén coordinadas. Una de ellas, la ms obvia, es hacia un partido parlamentario de izquierda. Otra avenida que intenta recorrer es la de un partido de masas, con presen- cia electoral, pero con mayor énfasis en las movilizaciones. También hay otra trayectoria que despunta —quizas la de mayores consecuencias en términos del régimen politico— hacia la construccién de un partido generado desde el go- bierno mismo. Las representaciones sociales, por su parte, han suftido: ‘enormes desgastes. Sea entre las organizaciones campesinas, los sindicatos obreros o de empleados piiblicos, las asociaciones empresa riales o de profesionistas, todas exhiben severos problemas de representatividad. Por su parte, el enorme continente de asociaciones y organizaciones independientes concebidas, a veces de manera reduccionista, como sociedad civil, han generado amplias campaiias en torno a temas relacionados a los derechos humanos. Sus éxitos en la combinacién de ca~ bildeo y campaiias a través de los medios de comunicacién han culminado en importantes arreglos institucionales, pero no han resuelto su doble debilidad de origen. Por una parte, zcOmo trascender sus causas especificas en aras de una coalicién politica mas amplia? Y, por otra, zeémo man- 99 GUSTAVO GORDILLO. tener un equilibrio dinémico entre autonomia, cabildeo y acciones coordinados con entidades gubernamentales? La controversia central que mantiene AMLO con lo {que considera una parte definitoria de la herencia del neoli- beralismo se desarrolla en los espacios de la produccién y difusion de las ideas 4 Tres fueron los espacios de poder po- blados por estos actores: el aparato de Estado en sentido lato (direcciones generales, asesorias, embajadas) més una par- te importante de los érganos auténomos que se convirtieron, en su nicho de mercado. A eso se sumaban las instituciones ropiamente académicas como las universidades, los centros de investigacién y, de manera importante, hasta el sexe- nio pasado, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologia (Conacy?). Por otra parte, su acceso a medios de comunica~ i6n, a editoriales y a revistas constituye la plataforma bisica de construccién y difusién de sus ideas. Finalmente, el pa- trocinio que recibieron de fundaciones hasta organismos del sistema de Naciones Unidas permitié ampliar su influen- cia tanto con proyectos de investigacién financiados por es- tos entes, como por la participacién en eventos de debate teérico y politico. Los intelectuales piiblicos se han desenvuelto en esas tres instancias de poder politico e ideol6gico. Algunos han ¢jercido una funcién critica, pero en diélogo permanente con instancias del Estado. Muchos han sido claros y abiertos promotores de las reformas estructurales. Otros han sido sus persistentes detractores. Muchos han promovido, inicia~ do 0 denunciado actos de corrupcién y de violacién de los derechos humanos. Pero también existen casos, sobre todo de comunicadores, que se han beneficiado de recursos pibli- cos personalmente. La capacidad de los intelectuales ptiblicos para influir en el poder politico es amplia, aunque, hasta el momento, circunscrita a un circulo concentrado geogriti- camente de clases medias urbanas. Su peso se increments 100 'a, cabildeo y rentales? MLO con lo cia del neoli- stoduccién y de poder po- 1a sentido lato nds una par- convirtieron instituciones 8, los centros = comunica~ forma bisica rente, el pa- organismos su influen- ados por es- 's de debate elto en esas Igunos han vermanente osy abiertos os han sido ‘ido, inicia- icién de los bre todo de ursos publi les pablicos ue, hasta el 0 geografi- ncrementd LA GODERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE en la medida que, en los dltimos sexenios, se convirtieron —aun en su diversidad— en los principales canales de in- terlocucién con las élites politicas y, crecientemente, con las lites econémicas. LA CANCHA ‘AMLO enfrenta una cancha marcada por cuatro ambitos donde distintos factores de poder constrifien su capacidad de accién politica. El primero se refiere a Jos aparatos del Estado incluyendo los partidos politicos y los érganos auté- noms, fragmentados y capturados en distintas franjas por poderes ficticos. El segundo es un amplio espacio integra- do por organizaciones no gubernamentales, intelectuales Piblicos, expertos y centros de anilisis e investigaci6n. El tercero son los mercados, es decir, el capital financiero y los distintos segmentos del gran capital nacional y trasnacional. El cuarto ambito se relaciona con los factores externos, que en nuestro caso quiere decir Estados Unidos de América. Frente a la presencia de este abigarrado campo de in- teracciones conflictivas y genéricamente resistentes al cam= bio, el régimen lopezobradorista comienza a despuntar su estrategia, a través de las conferencias mafianeras, la coor- dinacién intrasectorial del gobierno, los programas sociales, los delegados estatales y regionales del gobierne federal y los centros integradores de desarrollo; acciones enmarcadas en el leitmotiv del propio régimen: la construccién de una nue~ va coalicién gobernante a partir de la separacién del poder politico con respecto al poder econémico. Por una parte, al otorgar un mayor peso a las Fuerzas Armadas en Ia gobernacién del pais —desde luego en tér- minos de la seguridad nacional, pero también de la seguri- dad piblica y de la administracién de centros estratégicos 101 ate. GUSTAVO GORDILLO relacionados con la infraestructura como puertos, aduanas, sector energético y aeropuertos—, lo que ciertamente im- plica un vuelco de ciento ochenta grados en su visién sobre las Fuerzas Armadas durante la campafia electoral, se reco- nocen las notorias deficiencias del aparato de Estado here- dado para gobernar el territorio nacional. Pero es también tuna advertencia a los contrincantes: el ejército es leal al pre~ sidente. Se trata de una apuesta riesgosa y prefiada de enor- mes peligros, pero guiada por la imperiosa necesidad de restablecer la presencia del Estado en todo el pafs. Por otro lado, el gobierno actual emprendié un con- Junto de operaciones de supresién, refuncionalizacién y desaparicién a rajatabla de funciones, unidades burocriticas y personal del Estado, incluyendo la intencién por descen- tralizar agencias gubernamentales y absorber entes aut6no- mos dentro del Poder Ejecutivo. Esta iniciativa, en muchos casos incierta en sus objetivos especificos, asi como en su instrumentacién concreta,> buscaria desmontar las franjas burocraticas capturadas por diferentes poderes facticos. Hay aqui también un imperativo moral —en contra del dispen- dio y la corrupcién—, organizado a través del postulado de Ia austeridad republicana. (Oura accion significativa se refiere a los programas so~ ciales en su vertiente de transferencias directas. Disefiados para evitar la intermediacién politica, las transferencias indi vidualizadas buscan atender a sectores en situacién vulnera- ble y generalmente marginalizados. Interesa subrayar que, en general, esas transferencias no generan esponténeamente organizacién social ni logran evitar intermediaciones poli- ticas, Bso pretendia hacer el programa insignia del neolibe ralismo (Progresa/Prospera), sin que fuera posible evitar su captura por parte de distintos agentes sociales y guberna~ mentales. Estos programas enfrentan siempre una disyuntiva insalvable: gse trata de un acompaitamiento ciudadano a la po~ 102 ouertos, aduanas, ciettamente im- 1 su visién sobre lectoral, se reco- de Estado here- Pero es también ito es leal al pre~ vrefiada de enor- sa necesidad de al pais. srendié un con- cionalizacién y des burocriticas ién por descen- ‘T entes auténo- :iva, en muchos asi como en su ontar las franjas €s facticos. Hay atra del dispen- el postulado de programas so- stas, Disefiados sferencias indi- aci6n vulnera- abrayar que, en onténeamente iaciones poli- ia del neolibe- osible evitar su es y guberna- una disyuntiva ladano a la po- LA GOBERNABILIDAD RBALMENTE EXISTENTE litica piblica 0 de una politica pablica que busca generar paricipacién ciudadand? Es evidente que, hasta el momento, Jos tres programas de transferencias mas exitosos: de adultos mayores, de personas con discapacidad y de produccién para cl bienestar (para pequefios y medianos productores rura- Is), responden a iniciativas gubernamentales y no ¢s evi- dente que generen participacién ciudadana. En cualquier aso, los programas sociales tienen efectos electorales a favor de los gobiernos que los promueven tanto en el espacio na~ ional como en el local. A lo anterior se afade Ia estructura de los delegados estatales y regionales y los Centros Integradores de Desa~ rrollo que buscan superar la fragmentacién de los progra- mas piblicos y consolidar la presencia del Estado a través de promotores piblicos en los territorios. Esta idea, que tiene su origen en los pueblos-hospitales implementados por don ‘Vasco de Quiroga en Santa Fe y posteriormente en Mi- choacan a mediados del siglo XVI, fuue retomada por el go- bernador Enrique Gonzélez Pedrero, en los ochenta, para desarrollarlos en Tabasco. Se trataba de superar la disper- sién de politicas piblicas a través del desarrollo territorial como instrumento de politicas piblicas, para eficientar re~ cursos humanos, fisicos y econémicos.* La misma idea ha sido impulsada por el gobierno de AMLO a través de los Centros Integradores de Desarrollo, definides como “mé- dulos de atencién y espacios de participacién comunitaria para acercar el gobierno de México a la gente, a fin de cons- truir una comunidad social, reconstruir a nivel comunitario el tejido social, establecer una controloria social, la auditoria popular y la planeacién participativa que fortalezca la Cuar~ ta Transformacién”.? Aunque los resultados a la fecha de esa iniciativa son poco claros, esta propuesta, que podria ser extremadamente innovadora, se vio fuertemente contami- nada de contenido electoralista junto con los Ilamados su- 103 GUSTAVO GORDILLO perdelegados y los promotores comunitarios, denominados “Servidores de la Nacién”.® Respecto a los intelectuales piblicos, al confron- tar politica e ideolégicamente los centros tradicionales de construccién hegeménica creados y fortalecidos durante el régimen de la alternancia (revistas, centros de investi- gacién), las conferencias mafianeras, que en principio pa- recian ser una forma de comunicaci6n e informacién a los medios tradicionales, han terminado convirtiéndose en un ‘componente importante de la batalla por los simbolos y las ideas. Con un sistema de partidos colapsado, el discurso y Jas narrativas juegan un papel crucial como elemento cohe- sionador, Pero ahi también se define la agenda de discusi6n politica nacional y es la plataforma desde la cual se giran instrucciones para gobernar en distintas reas del quchacer pablico. Se convierten entonces, en un componente impor- tante de la gobernabilidad del régimen. A ello se suman las reuniones privadas diarias de los altos mandos de la segu- ridad piblica y las muy frecuentes reuniones del gabinete en pleno (en contraposicién a lo que ocurria en sexenios anteriores con los llamados gabinetes sectoriales). LA MEJOR DEFENSA ES EL ATAQUE Con los mecanismos de intermediacién azolvados, las élites politicas y econémicas han perdido la capacidad para captar las transformaciones que ocurren en la sociedad. Recons- truir esos mecanismos en una sociedad desarticulada exige esfuerzos extraordinarios del Estado. Pero dada la propia debilidad de éste, capturado en algunas franjas por intereses privados, requiere que su transformacién corra paralela a la transformacién de la sociedad y de nuevos mecanismos de intermediacién. 104 denominados al confron- dicionales de idos durante 8 de investi- >rincipio pa- macién a los ndose en un mbolos y las, al discurso y nnento cohe- de discusion ual se giran del quehacer ente impor se suman las de la segu- del gabinete en sexenios ). ‘os, las élites para captar d. Recons- ulada exige la la propia or intereses paralela a la anismos de LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE, En México hemes vivido en las tiltimas tres décadas dos iniciativas de gran envergadura, pero, en algunas dimensio- nes, fillidas. La primera, una modernizaci6n esencialmente econémica —aunque con miiltiples consecuencias sociales y politicas negativas— en la que se propuso un proyecto que incluiria originalmente a todos, pero que terminé exclu- yendo a la mayoria, incluso a aquellos agentes —los opera- dores de la coalicién priista— que debieron implementarla. La segunda modernizacién, mis desconcertante aiin, fue la politica. Logré la primera alternancia pacifica en el pais y ‘transportaba la promesa de una transformacién democritica a partir de elecciones libres y limpias. Lo que siguié a partir de 1997 five una consistente decadencia de los rieles y los engranajes de la gobernabilidad. El centro politico se des- ‘madejé, se produjo una emancipacién desordenada tanto de las entidades federativas como de segmentos de la sociedad, al tiempo que operaba la colonizacién de franjas del aparato estatal o del territorio nacional por un sinntimero de pode- res ficticos, incluido el crimen organizado. Fl régimen se sostuvo a partir del uso corrupto, discrecional y depredador de los recursos piblicos. La mayor derrota del Estado —aungue también de la sociedad— fue la guerra contra el narcotrifico, como demuestra dolorosamente la cauda de muertos, de desaparecidos y per- sonas afectadas en su vida cotidiana por las bandas criminales y la incapacidad del propio Estado para hacerles frente. ‘Asi pues, en el lapso de 30 afios la sociedad mexicana ha sido agraviada por los efectos devastadores de las moderni- zaciones econémica y politica y de la guerra contra el narco. La ausencia de una capacidad conductora de las élites, debido a las iniciativas fallidas, tuvo consecuencias perniciosas en el régimen de la alternancia: fragmentacién social, de- sarticulacién orginica, fortalecimiento de poderes ficticos, feudalizacién del federalismo, desintegracién del aparato es- 105 GusTAVo GORDILLO tatal, desprendimiento territorial de espacios en manos del crimen organizado, etcétera. Esto es lo que hereda el régimen de AMLO. Es a partir de estos antecedentes como se puede en- tender su estrategia para recuperar la gobernabilidad. Esta se despliega en dos vertientes, casi siempre acompasadas. Por tuna parte, a partir de acciones tendentes a paralizar, constre- Air o anular a Jos contrincantes. Por otra, con las iniciativas que buscan incentivar las diversas formas de participacion de los simpatizantes. Desde ambas perspectivas, resulta étil re visar el concepto gramsciano de revolucién pasiva. Gramsci hablaba de crisis orginica,? que surge por un conjunto de fluctuaciones fuertes que erosionan el sistema. Esta crisis or~ inica se resuelve a través de una revolucién pasiva.° Las acciones enumeradas anteriormente, desde el uso extendido de las Fuerzas Armadas en distintos espacios de- teriorados en su gobernabilidad, pasando por las confe- rencias mafianeras, los programas sociales, los Centros Integradores de Desarrollo y las diversas formas de amena- zas a los contrincantes (desde la suspensién del NarcM hasta la campafia contra los “huachicoleros” y la reversién de diver sas iniciativas constitucionales derivadas del Pacto por Mé- xico en el periodo de Peiia Nieto), junto con el eficiente activismo del Sistema de Administracién Tributaria (641) y de la Unidad de Inteligencia Financiera (uit), obedecen todas a esa estrategia bicéfala: advertir y contener a los con- trincantes; proponer caminos e incentivar las iniciativas que buscan transformar el régimen heredado. EL PUNTO CIEGO DE AMLO Javier Cercas reflexiona en un ensayo" sobre el término ‘punto ciego: el fisico Edme Mariotte conjeturé que nuestros 106 ranos del rede en- fad. Esta das. Por constre- riciativas cipacién 2 Gtil re Gramsci unto de crisis or~ eel uso sios de- confe- Zentros amena- hasta 2 diver- or Mé- ficiente a (sat) edecen 9s con- vas que rmino aestros LA GOBER NABILIDAD REALMENTE EXISTENTE ojos tienen un lugar, no ficilmente localizable, que carece de detectores de luz y a través del cual no se ve nada. La razén por la cual no somos conscientes de este déficit, se- fala Cercas, se debe, en primer lugar, a que vemos con dos, 0s y los puntos ciegos no coinciden; y, en segundo lugar, porque el sistema visual rellena el vacio del punto ciego con la informacién disponible: el cerebro suple lo que el ojo no ve. Dadas las dimensiones de nuestro territorio, la estra~ tegia que ha utilizado AMLO para restablecer la goberna- bilidad es provisional y esta sujeta a miltiples errores. Me detengo, con todo, en un tema que me parece crucial. Poner a los excluidos en el centro del discurso y de la accién politica no significa asumirlos como actores centrales de una transformacién profunda. En el subsuelo se mueve tun abigarrado conjunto de pequefios grupos luchando por temas disimbolos, pero con un propésito comin: la defensa de sus territorios que pueden ser fisicos o simbélicos. Se trata de un enorme archipiélago social, a menudo desconectado entre sf y con endebles formas de intermedia cién. Ahi se ubica el principal punto ciego de AMLO, y cada vez que se topa con sus resistencias visibles en Morelos, en la peninsula de Yucatin, en el istmo de Tehuantepec o en las movilizaciones feministas, lo rellena con narrativas, a veces, conspiratorias. La pregunta de fondo, sin embargo, ersiste: Zqué expresan esas resistencias y cual seria la mejor forma de canalizar sus inquietudes, enojos, rabias? Para entender mejor los dilemas que enfrentan las for~ mas de gobernabilidad que se estin perfilando, en medio de crisis tan diversas que se conjugan, deben desecharse dos ideas cuyo tiempo ya pas6: el mito de presidente todopo- deroso y el mito de la sociedad totalmente desorganizada. El presidencialismo en el régimen autoritario fue una pieza central del arreglo de gobernabilidad, que ademis in 107 GUSTAVO GORDILLO cluia el partido hegeménico y la interaccién entre reglas formales ¢ informales. Sbemos cémo funcionaba ese pre~ sidencialismo con sus facultades metaconstitucionales. La capacidad del presidente autoritario estaba basada en su ca- acidad de arbitra entre los muy diversos y amplios conflic~ tos de intereses dentro y fuera de su coalicién gobernante. El mito presidencial, como sefiala Juan Espindola,"? estaba anclado en un excesivo voluntarismo, es decir, ponia demasia~ do énfasis en los rasgos personales del presidente. El autor, asimismo, pone el acento en las pricticas politicas infor ‘males, por considerar que la realidad politica mexicana no se puede analizar s6lo bajo los lentes de las instituciones formales. Ese mito se alimentaba de otro que le era ampliamente funcional: el de una sociedad desorganizada, sumisa a un presidente todopoderoso. Aquel mito oscurecia y distorsio— naba la presencia de una sociedad organizada realmente di- namica, no sélo en la Ciudad de México y en los grandes centros urbanos, sino hasta los iiltimos rincones del pais. La sociedad se organiza y se ha organizado (desde la asociacion de vendedores ambulantes de la Bondojito hasta el think tank 0 |i ONG mis sofisticada) con tres propésitos que no son exclu- yentes: extraer recursos —econdmicos, politicos o simbéli~ cos— del Estado, defenderse de éste y sustituirlo,!> Para el mito de la “sociedad-que-no-puede-nada”, est el mito del “presidencialismo-que-puede-todo-todo”. Su- perar ambos es indispensable para entender mejor las con secuencias que tiene el punto ciego de la estrategia amloista para gobernar. Por una parte, el presidente tiene que negociar y arbi- trar entre grupos que se enfrentan entre si y sobre todo con el gobierno por temas tan diversos como los derechos huma~ nos, el respeto al medio ambiente, la agresi6n contra muje- res, el despojo de tierras de poblaciones indigenas, etcétera. 108 Po los part diversa politica Iitica q: menos] partidis cimien Pc der ac dave o E centra dad co vincula cios vi —pue macié del ne te dey A que R divers rrollat elapa se cor siduo: do Es Segor ritaric Reto una c sino i pado tre reglas 1 ese pre- males. La en su ca- s conflic~ bernante. 1 estaba demasia- El autor, vas infor- sicana no ituciones sliamente distorsio- nente di- s grandes pais. La ‘iacin de nik tank 0 on exclu simbéli- ; ada’, est rdo”. Su- “las con- amloista ar y arbi- todo con 9s huma- sa muje- etcétera. LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE Por otra parte, es necesario reconocer que no sélo en los partidos se produce politica. El activismo ciudadano en sus diversas facetas es también una actividad eminentemente politica. Me parece un grave error subestimar la accién po- litica que genera el activismo ciudadano y en consecuencia menospreciar el papel que las asociaciones ciudadanas no partidistas juegan en Ja vida politica del pais y en el fortale- cimiento de su democracia. Por otra parte, las acciones colectivas pueden respon- der a dinimicas clientelares 0 buscan acceder al poder en clave oposicionista o aspiran a transformar la sociedad. Esta diversidad de formas de lucha explica el problema central que afronta el activismo ciudadano en una socie- dad con un tejido social deshilvanado: la ausencia de espacios vinculantes capaces de articular luchas y causas. Esos espa- ios vinculantes no sélo los puede propiciar el propio Estado —puesto que su propésito actual es impulsar una transfor- ‘maci6n profunda sustentada en una coalicién de los excluidos del neoliberalismo—. También es una asignatura pendien- te de partidos y asociaciones. ‘Al confrontar estos mitos valdria la pena recordar lo que Rafael Segovia" sefial6 sobre cémo en la suma de las diversas funciones que acogia el Estado mexicano se desa~ rrollaba una teorla de los esiduos institucionales engastados en el aparato estatal como si fueran una planta trepadora que, si se corta, puede derrumbar el edificio que sostiene. Esos re- siduos garantizaban una forma de gobernabilidad. Fernan- do Escalante concluye que los residuas a los que se refiere Segovia eran recursos de gobernabilidad del régimen auto- ritario, es decir, el andamiaje polltico de la sociedad mexicanas Retomo su advertencia de que la planta trepadora no fue una deformacién que se adhirié en alguna época al Estado, sino la condicién misma del Estado autoritario. Los neoliberales, al querer deshacerse de la planta tre- padora derrumbaron el edificio. El gobierno de AMLO 109 GUSTAVO GORDILLO pretende reconstruir el Estado, Prestar atencién a los meca~ nismos de gobernabilidad implicados en los residuos institu ionales constituiria una pieza central en ese propésito, dado que el arbitraje entre diversas formas de accién y represen- tacién social es clave para la gobernabilidad. Notas * Antonio Camou, “La miitiple (i)gobernabilidad: elementos para ‘un anilsis conceptual”, Revista Mevcena de Sodolgia, wo 6,2 nim. 4 (2000), pp. 159-188; Antonio Camou, Lor desafos de la gobernabili- dad, México, Plaza y Valdés, 2001, * Eduardo Cordova y Fernando Mayorga, “Gobernabilidad y go- bernanza en América Latina”, Working Paper Nccr Norte-Sur, Proyecto Gobernanza, IP8, Ginebra, Instituto Universitario de Estudios del Desarrollo, 2007. Disponible en http://ww-winsti ‘tut-gouvernance.org/docs/ficha-gobermabilida pdf. * Luis Salazar (coord.), 1997; Elecciones y tansicién a la democracia en ‘México, México, Cal y Arena, 1999, * Para entender ese campo de disputa politico-ideolégico utilizo la ‘caracterizacion de Mauricio Tenorio sobre los intelectuales: “Ava. démicos piblicos en el México bicentenario: Las ensehanzas de Juan de Mairena”, Police y gobiemo, vol. XVI, niim. 2 (2008), pp. 429-449, * Por ejemplo, la relocalizacion de las secretarias en diferentes estados hha quedado suspendida, al menos por el momento. © Baldemar Hernandez Mirquez, Judith Pérez Castro y Effain Pérez Cruz, “Centros integradores: una experiencia de ordenamiento te. rritorial en el estado de Tabasco”, en Revista Problemas del Desens Mo, vol. 47, nim. 184 (2016), pp. 111-136. Disponible en https.// www probdes.iiec.unam.mx/index.php/pde/atticle/view/332 9347898, 7 Gobierno de México, Manual de capacitacién para los Centros In= tegradores de Desarrollo, 2019. * Rafiel Hernindez Bstrada, Sevidores dela Nacén: La opercin pli «a del obiemo de la 4T, México, Partido de la Revolucién Demoer, ‘ica, 2019. Este texto sumamente critico del gobierno de AMLO. aporta algunos datos interesantes. ° Acerca de las determinantes de ess crisis, se refieren al fracaso de la clase dirigente cuando encabeza transformaciones estratégieas que 110 M Rafe 1a los meca- duos institu- »pésito, dado Y Tepresen- lementos para 01.6,2 nim. 4 a gobemabil- dilidad y go- ® Norte-Sur, versitario de Uowoveinsti emocracia en ico utilize Ia rales: “Aca vsefianzes de 8. 2 2009), ences estados Efrain Pérez -amiento te- ‘del Desarro- cen hitps:// /view/532 Centros In- {LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE ‘buscan modificar la correlacién de fueraas, puta ls cuales demanda, cl apoyo y obtiene el consenso de sectores importantes dels élite. ‘Ver Antonio Gramsci, Cuademes dele cel, México, Ediciones Era, 1981. " La revolucin pasiva consiste en la decapitacién intelectual de las

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