BLANCA HEREDIA | HERNAN GOMEZ BRUERA (coonos.)
CLAVES PARA DESCIFRAR
EL ROMPECABEZAS
PROLOGO DE JORGE ZEPEDA PATTERSON
LORENZO MEYER VINI AIOS GUSTAVO GORDILLO ALEJANDRA LEAL
ALBERTO DiAZ—GAYEROS EDWIN F, ACKERMAN PABLO YANES
ESTEBAN SALMON PEARILLIAT MARIO GAMPA DIEGO GASTANEDA
IRVIN ROJAS NATALIA SALTALAMACCHIA EDUARDO GUERRERO
ANA LAURA MAGALONT VIOLETA VAZQUEZ ROJAS MALOOWADO
SAMUEL PONCE DE LEON MAURICIO RODALGUED
Grijalbo‘que criticam a las ites
1 apoyados para ello. E,
= Obrador fue no dite
‘mentos empiticas y que
fase Jan-Werner Miller
* Social Criticism, vol. ==
a La gobernabilidad realmente existente
vara el Desarrollo, A. C.
Ssquivel y Nora Lustig,
in Mexico, 1989-2010"
ality in Latin Ameria: Po-
‘University Press, 201+
Gustavo GorDiLto
Bastidas y Luis de la Cx
sbate, Bs la hom de opis
ciembre de 2019. Dispo-
ByeyeLQDDxEi9E.
tica de Desarrollo Soci=!
[La mania por tratar de alcanzar conclasiones
sSpidas {le rage de vouloir concur] es una de las
dobsesiones de la humanidad mis estériles y ho-
rripilantes, Cada religion y cada filosofia ha re
‘damado tener a Dios de sa lado, o bien ha pre-
sumido comprender el infinito y conocer las
recetas para la felicidad. ;Qué arrogancia y qué
insignificanciat
(Gustave Fiausenr (1954)
EL DILEMA DE LA GOBERNABILIDAD
_=obernabilidad entendida como “un estado de equilibrio
ico entre el nivel de las demandas societales y la capa-
del sistema politico para responderlas de manera legi-
eficaz” nos regresa al debate que desat6, en su
1to, el informe patrocinado por la Comisién Trila~
1975) donde se argumentaba que, ante el exceso de
ivas de lo que la ciudadania demanda y las capa‘
“imitadas de los Estados, por razones fiscales, sociales
“clidad administrativa, debfan contenerse las deman-
as, El reporte resolvié ese dilema proponiendo
95Gustavo GoRDILLO
las recetas neoliberales del Estado minimo a partir de con- foo pace
tener las demandas sociales. ales ni
El régimen de Lopez Obrador hereda un déficit de como I
gobernabilidad definido como producto de la brecha en- Pa
tre demandas ciudadanas y respuestas gubernamentales en elprim
reas estrechamente. vinculadas: 1) mantenimiento del or- incider
den y de la ley, 2) capacidad del gobierno para una gestién Pecena!
eficaz de la economia, 3) capacidad del gobierno para pro- que ha
mover el bienestar social y 4) control del orden politico y la para
estabilidad institucional.” pong
Derivada de ese déficit de gobernabilidad, el gobierno ees
actual enfrenta una cancha marcada por cuatro ambitos que paras
restringen sus iniciativas politicas. El primero son los apa- berem
ratos del Estado, inchuyendo los partidos politicos y los 6r- gadur
ganos auténomos, fragmentados y capturados en distintas gute
franjas por poderes ficticos. El segundo es un amplio espa~ aad)
cio integrado por ONG, intelectuales publicos, expertos y amici
centros de anilisis ¢ investigacin. El tercero son los merca- a
dos, es decir, el capital financiero y los distintos segmen- pued
tos del gran capital nacional y trasnacional. En cuarto lugar, los form
factores externos, que, en nuestro caso, quiere decir Esta~
dos Unidos de América.
En este texto argumento que Lépez Obrador pretende
resolver ese dilema de la gobernabilidad —emblemitica-
mente expresado en el informe de los Comisién Trilate- ee
ral— a través de una transformacién del Estado endeble y dor
desarticulado que heredé. Para ello, busca paralizar y, en su luge
‘caso, anular a sus principales contrincantes al tiempo que in- “
tenta movilizar ala coalicién electoral que lo llevé al triun- gre:
fo usando algunos instrumentos—simbélicos y reales— de plia
Ia nueva forma de gobernar. Ambos procesos (anular a los
contrincantes y movilizar a los simpatizantes), complejos de ser
por, generan en el funcionamiento del régimen un punto ae
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Ciego relacionado con las dindmicas de actores locales que
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LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE
no pueden encasillarse ni en las categorias sociales tradicio-
nales ni en la oposicién élites-pueblo definida por AMLO
como la contradiccién social central a resolver.
Para desarrollar este argumento repaso brevemente en
el primer apartado la presencia de los principales actores que
inciden en la coyuntura actual. Paso enseguida a revisar el
escenario prefigurado por las diversas acciones ¢ iniciativas
que ha emprendido el gobierno en sus primeros dos afios,
para reflexionar en el tercer apartado, valigndome de los
conceptos gramscianos de crisis orginica y revolucién pasi-
va, sobre los grandes trazos de a estrategia del gobierno
para enfrentar el déficit de gobernabilidad que heredé. Esa
herencia compuesta por dos iniciativas fillidas de gran enver-
gadura (as reformas econémica y politica) y el fracaso de la
guerra contra el crimen organizado cristalizan en la fragili-
dad y desarticulacién del Estado y determinan la estrategia
amloista para conformar una nueva gobernabilidad. En su
puesta en marcha, ésta ha generado un punto ciego que
puede ser determinante en el itinerario futuro de la trans-
formacién que pregona AMLO.
Los JUGADORES
En 2018 el triunfo electoral de Andrés Manuel Lopez Obra-
dor fue contundente. El margen con respecto al segundo
lugar en la contienda presidencial es muy importante y la
victoria involucré, también, a ls cmaras legislativas, 20 con-
.gresos estatales y cinco gubernaturas. La legitimidad es am-
plia y la popularidad de AMLO es alta.
Desde el inicio de su gobierno AMLO gané la que
siempre ha sido la primera batalla politica: la de los simbo-
Jos. Ese triunfo ejemplificado en temas como la reconver-
sién de Los Pinos en museo, la puesta en venta del avion
7GUSTAVO GORDILLO,
presidencial, la frugalidad gubernamental y los programas,
sociales tiene, empero, sustento en una transformaci6n cen-
tral: hacer visibles a los excluidos del pacto neoliberal. Aun
asi, en su discurso con motivo del primer afio de gobierno,
utilizando una frase que se atribuye a Gramsci —Lo viejo
no acaba de mori y lo nuevo no termina de nacer—, reconoce lo
incipiente del esfuerzo gubernativo.
En el momento actual, las ites econémicas se encuen-
tran desorientadas; las politicas estin desplazadas; y las fuer-
zas sociales dominadas, aunque en efervescencia, se hayan
fragmentadas.
El sistema de partidos est roto, y, aunque es previsible
y deseable que se reconstruya, no necesariamente serén los
mismos actores politicos los que lo integren. En un estudio
elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Transicién a
Ja Democracia? se caracterizaba el sistema de partidos de la al-
temancia, como uno polatizado no por identidades politicas
consolidadas, sino por los agravios y conflictos generados
tanto por la modernizacién econémica como por la for-
ma en que se desarrollaron las reformas politico-electorales
y los conflictos en torno a las mismas. Afiadfan que la persis
tente anomalfa de nuestros procesos electorales centrada en
tuna oposicién maniquea entre autoritarismo y democracia
conducfa a eventos con un sentido plebiscitario. El eje de esa po-
larizaci6n habia sido desde entonces la dicotomia gobiernis-
mo/antigobiernismo. Sin embargo, a partir de las elecciones
de 2006, a esa dicotomia se sobrepuso una mas poderosa
entre oligarquia y pueblo, Esta nueva dicotomiia profundiza
y amplia el carcter plebiscitario de las elecciones.
E] panorama actual de los partidos politicos es deso-
lador.
El pri necesitaria encontrar otra alma quizés hacia el lado
de las visiones més tecnocriticas y liberales que exhibie-
ron las administraciones de De la Madrid, Salinas y Zedillo.
98
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LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE
Pero el personal politico que se mantiene afiora el naciona~
lismo revolucionario a pesar de que ese legado lo desecho
con la narrativa neoliberal y, ademés, le five arrebatado por
los constructores del pRp.
El Pax, dividido, no encuentra su nueva configura-
cién y dudo que la encuentre a partir de sus fracciones en
conflicto, algunas alejadas orginicamente de ese partido.
Quizis necesive, como en los noventa, de un fuerte infiujo
externo que lo convierta ya sea en un partido més orientado a
la democracia cristiana o hacia una derecha no liberal.
Morena avanza en distintas direcciones que no siem-
pre estén coordinadas. Una de ellas, la ms obvia, es hacia
un partido parlamentario de izquierda. Otra avenida que
intenta recorrer es la de un partido de masas, con presen-
cia electoral, pero con mayor énfasis en las movilizaciones.
También hay otra trayectoria que despunta —quizas la de
mayores consecuencias en términos del régimen politico—
hacia la construccién de un partido generado desde el go-
bierno mismo.
Las representaciones sociales, por su parte, han suftido:
‘enormes desgastes.
Sea entre las organizaciones campesinas, los sindicatos
obreros o de empleados piiblicos, las asociaciones empresa
riales o de profesionistas, todas exhiben severos problemas
de representatividad. Por su parte, el enorme continente de
asociaciones y organizaciones independientes concebidas, a
veces de manera reduccionista, como sociedad civil, han
generado amplias campaiias en torno a temas relacionados a
los derechos humanos. Sus éxitos en la combinacién de ca~
bildeo y campaiias a través de los medios de comunicacién
han culminado en importantes arreglos institucionales,
pero no han resuelto su doble debilidad de origen. Por una
parte, zcOmo trascender sus causas especificas en aras de
una coalicién politica mas amplia? Y, por otra, zeémo man-
99GUSTAVO GORDILLO.
tener un equilibrio dinémico entre autonomia, cabildeo y
acciones coordinados con entidades gubernamentales?
La controversia central que mantiene AMLO con lo
{que considera una parte definitoria de la herencia del neoli-
beralismo se desarrolla en los espacios de la produccién y
difusion de las ideas 4 Tres fueron los espacios de poder po-
blados por estos actores: el aparato de Estado en sentido lato
(direcciones generales, asesorias, embajadas) més una par-
te importante de los érganos auténomos que se convirtieron,
en su nicho de mercado. A eso se sumaban las instituciones
ropiamente académicas como las universidades, los centros
de investigacién y, de manera importante, hasta el sexe-
nio pasado, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologia
(Conacy?). Por otra parte, su acceso a medios de comunica~
i6n, a editoriales y a revistas constituye la plataforma bisica
de construccién y difusién de sus ideas. Finalmente, el pa-
trocinio que recibieron de fundaciones hasta organismos
del sistema de Naciones Unidas permitié ampliar su influen-
cia tanto con proyectos de investigacién financiados por es-
tos entes, como por la participacién en eventos de debate
teérico y politico.
Los intelectuales piiblicos se han desenvuelto en esas
tres instancias de poder politico e ideol6gico. Algunos han
¢jercido una funcién critica, pero en diélogo permanente
con instancias del Estado. Muchos han sido claros y abiertos
promotores de las reformas estructurales. Otros han sido
sus persistentes detractores. Muchos han promovido, inicia~
do 0 denunciado actos de corrupcién y de violacién de los
derechos humanos. Pero también existen casos, sobre todo de
comunicadores, que se han beneficiado de recursos pibli-
cos personalmente. La capacidad de los intelectuales ptiblicos
para influir en el poder politico es amplia, aunque, hasta el
momento, circunscrita a un circulo concentrado geogriti-
camente de clases medias urbanas. Su peso se increments
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LA GODERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE
en la medida que, en los dltimos sexenios, se convirtieron
—aun en su diversidad— en los principales canales de in-
terlocucién con las élites politicas y, crecientemente, con las
lites econémicas.
LA CANCHA
‘AMLO enfrenta una cancha marcada por cuatro ambitos
donde distintos factores de poder constrifien su capacidad
de accién politica. El primero se refiere a Jos aparatos del
Estado incluyendo los partidos politicos y los érganos auté-
noms, fragmentados y capturados en distintas franjas por
poderes ficticos. El segundo es un amplio espacio integra-
do por organizaciones no gubernamentales, intelectuales
Piblicos, expertos y centros de anilisis e investigaci6n. El
tercero son los mercados, es decir, el capital financiero y los
distintos segmentos del gran capital nacional y trasnacional.
El cuarto ambito se relaciona con los factores externos, que
en nuestro caso quiere decir Estados Unidos de América.
Frente a la presencia de este abigarrado campo de in-
teracciones conflictivas y genéricamente resistentes al cam=
bio, el régimen lopezobradorista comienza a despuntar su
estrategia, a través de las conferencias mafianeras, la coor-
dinacién intrasectorial del gobierno, los programas sociales,
los delegados estatales y regionales del gobierne federal y los
centros integradores de desarrollo; acciones enmarcadas en
el leitmotiv del propio régimen: la construccién de una nue~
va coalicién gobernante a partir de la separacién del poder
politico con respecto al poder econémico.
Por una parte, al otorgar un mayor peso a las Fuerzas
Armadas en Ia gobernacién del pais —desde luego en tér-
minos de la seguridad nacional, pero también de la seguri-
dad piblica y de la administracién de centros estratégicos
101
ate.GUSTAVO GORDILLO
relacionados con la infraestructura como puertos, aduanas,
sector energético y aeropuertos—, lo que ciertamente im-
plica un vuelco de ciento ochenta grados en su visién sobre
las Fuerzas Armadas durante la campafia electoral, se reco-
nocen las notorias deficiencias del aparato de Estado here-
dado para gobernar el territorio nacional. Pero es también
tuna advertencia a los contrincantes: el ejército es leal al pre~
sidente. Se trata de una apuesta riesgosa y prefiada de enor-
mes peligros, pero guiada por la imperiosa necesidad de
restablecer la presencia del Estado en todo el pafs.
Por otro lado, el gobierno actual emprendié un con-
Junto de operaciones de supresién, refuncionalizacién y
desaparicién a rajatabla de funciones, unidades burocriticas
y personal del Estado, incluyendo la intencién por descen-
tralizar agencias gubernamentales y absorber entes aut6no-
mos dentro del Poder Ejecutivo. Esta iniciativa, en muchos
casos incierta en sus objetivos especificos, asi como en su
instrumentacién concreta,> buscaria desmontar las franjas
burocraticas capturadas por diferentes poderes facticos. Hay
aqui también un imperativo moral —en contra del dispen-
dio y la corrupcién—, organizado a través del postulado de
Ia austeridad republicana.
(Oura accion significativa se refiere a los programas so~
ciales en su vertiente de transferencias directas. Disefiados
para evitar la intermediacién politica, las transferencias indi
vidualizadas buscan atender a sectores en situacién vulnera-
ble y generalmente marginalizados. Interesa subrayar que, en
general, esas transferencias no generan esponténeamente
organizacién social ni logran evitar intermediaciones poli-
ticas, Bso pretendia hacer el programa insignia del neolibe
ralismo (Progresa/Prospera), sin que fuera posible evitar su
captura por parte de distintos agentes sociales y guberna~
mentales. Estos programas enfrentan siempre una disyuntiva
insalvable: gse trata de un acompaitamiento ciudadano a la po~
102ouertos, aduanas,
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ladano a la po-
LA GOBERNABILIDAD RBALMENTE EXISTENTE
litica piblica 0 de una politica pablica que busca generar
paricipacién ciudadand? Es evidente que, hasta el momento,
Jos tres programas de transferencias mas exitosos: de adultos
mayores, de personas con discapacidad y de produccién para
cl bienestar (para pequefios y medianos productores rura-
Is), responden a iniciativas gubernamentales y no ¢s evi-
dente que generen participacién ciudadana. En cualquier
aso, los programas sociales tienen efectos electorales a favor
de los gobiernos que los promueven tanto en el espacio na~
ional como en el local.
A lo anterior se afade Ia estructura de los delegados
estatales y regionales y los Centros Integradores de Desa~
rrollo que buscan superar la fragmentacién de los progra-
mas piblicos y consolidar la presencia del Estado a través de
promotores piblicos en los territorios. Esta idea, que tiene
su origen en los pueblos-hospitales implementados por don
‘Vasco de Quiroga en Santa Fe y posteriormente en Mi-
choacan a mediados del siglo XVI, fuue retomada por el go-
bernador Enrique Gonzélez Pedrero, en los ochenta, para
desarrollarlos en Tabasco. Se trataba de superar la disper-
sién de politicas piblicas a través del desarrollo territorial
como instrumento de politicas piblicas, para eficientar re~
cursos humanos, fisicos y econémicos.* La misma idea ha
sido impulsada por el gobierno de AMLO a través de los
Centros Integradores de Desarrollo, definides como “mé-
dulos de atencién y espacios de participacién comunitaria
para acercar el gobierno de México a la gente, a fin de cons-
truir una comunidad social, reconstruir a nivel comunitario
el tejido social, establecer una controloria social, la auditoria
popular y la planeacién participativa que fortalezca la Cuar~
ta Transformacién”.? Aunque los resultados a la fecha de esa
iniciativa son poco claros, esta propuesta, que podria ser
extremadamente innovadora, se vio fuertemente contami-
nada de contenido electoralista junto con los Ilamados su-
103GUSTAVO GORDILLO
perdelegados y los promotores comunitarios, denominados
“Servidores de la Nacién”.®
Respecto a los intelectuales piblicos, al confron-
tar politica e ideolégicamente los centros tradicionales de
construccién hegeménica creados y fortalecidos durante
el régimen de la alternancia (revistas, centros de investi-
gacién), las conferencias mafianeras, que en principio pa-
recian ser una forma de comunicaci6n e informacién a los
medios tradicionales, han terminado convirtiéndose en un
‘componente importante de la batalla por los simbolos y las
ideas. Con un sistema de partidos colapsado, el discurso y
Jas narrativas juegan un papel crucial como elemento cohe-
sionador, Pero ahi también se define la agenda de discusi6n
politica nacional y es la plataforma desde la cual se giran
instrucciones para gobernar en distintas reas del quchacer
pablico. Se convierten entonces, en un componente impor-
tante de la gobernabilidad del régimen. A ello se suman las
reuniones privadas diarias de los altos mandos de la segu-
ridad piblica y las muy frecuentes reuniones del gabinete
en pleno (en contraposicién a lo que ocurria en sexenios
anteriores con los llamados gabinetes sectoriales).
LA MEJOR DEFENSA ES EL ATAQUE
Con los mecanismos de intermediacién azolvados, las élites
politicas y econémicas han perdido la capacidad para captar
las transformaciones que ocurren en la sociedad. Recons-
truir esos mecanismos en una sociedad desarticulada exige
esfuerzos extraordinarios del Estado. Pero dada la propia
debilidad de éste, capturado en algunas franjas por intereses
privados, requiere que su transformacién corra paralela a la
transformacién de la sociedad y de nuevos mecanismos de
intermediacién.
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LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE,
En México hemes vivido en las tiltimas tres décadas dos
iniciativas de gran envergadura, pero, en algunas dimensio-
nes, fillidas. La primera, una modernizaci6n esencialmente
econémica —aunque con miiltiples consecuencias sociales y
politicas negativas— en la que se propuso un proyecto que
incluiria originalmente a todos, pero que terminé exclu-
yendo a la mayoria, incluso a aquellos agentes —los opera-
dores de la coalicién priista— que debieron implementarla.
La segunda modernizacién, mis desconcertante aiin, fue
la politica. Logré la primera alternancia pacifica en el pais y
‘transportaba la promesa de una transformacién democritica
a partir de elecciones libres y limpias. Lo que siguié a partir
de 1997 five una consistente decadencia de los rieles y los
engranajes de la gobernabilidad. El centro politico se des-
‘madejé, se produjo una emancipacién desordenada tanto de
las entidades federativas como de segmentos de la sociedad,
al tiempo que operaba la colonizacién de franjas del aparato
estatal o del territorio nacional por un sinntimero de pode-
res ficticos, incluido el crimen organizado. Fl régimen se
sostuvo a partir del uso corrupto, discrecional y depredador
de los recursos piblicos.
La mayor derrota del Estado —aungue también de la
sociedad— fue la guerra contra el narcotrifico, como demuestra
dolorosamente la cauda de muertos, de desaparecidos y per-
sonas afectadas en su vida cotidiana por las bandas criminales
y la incapacidad del propio Estado para hacerles frente.
‘Asi pues, en el lapso de 30 afios la sociedad mexicana ha
sido agraviada por los efectos devastadores de las moderni-
zaciones econémica y politica y de la guerra contra el narco.
La ausencia de una capacidad conductora de las élites,
debido a las iniciativas fallidas, tuvo consecuencias perniciosas
en el régimen de la alternancia: fragmentacién social, de-
sarticulacién orginica, fortalecimiento de poderes ficticos,
feudalizacién del federalismo, desintegracién del aparato es-
105GusTAVo GORDILLO
tatal, desprendimiento territorial de espacios en manos del
crimen organizado, etcétera.
Esto es lo que hereda el régimen de AMLO.
Es a partir de estos antecedentes como se puede en-
tender su estrategia para recuperar la gobernabilidad. Esta
se despliega en dos vertientes, casi siempre acompasadas. Por
tuna parte, a partir de acciones tendentes a paralizar, constre-
Air o anular a Jos contrincantes. Por otra, con las iniciativas
que buscan incentivar las diversas formas de participacion
de los simpatizantes. Desde ambas perspectivas, resulta étil re
visar el concepto gramsciano de revolucién pasiva. Gramsci
hablaba de crisis orginica,? que surge por un conjunto de
fluctuaciones fuertes que erosionan el sistema. Esta crisis or~
inica se resuelve a través de una revolucién pasiva.°
Las acciones enumeradas anteriormente, desde el uso
extendido de las Fuerzas Armadas en distintos espacios de-
teriorados en su gobernabilidad, pasando por las confe-
rencias mafianeras, los programas sociales, los Centros
Integradores de Desarrollo y las diversas formas de amena-
zas a los contrincantes (desde la suspensién del NarcM hasta
la campafia contra los “huachicoleros” y la reversién de diver
sas iniciativas constitucionales derivadas del Pacto por Mé-
xico en el periodo de Peiia Nieto), junto con el eficiente
activismo del Sistema de Administracién Tributaria (641)
y de la Unidad de Inteligencia Financiera (uit), obedecen
todas a esa estrategia bicéfala: advertir y contener a los con-
trincantes; proponer caminos e incentivar las iniciativas que
buscan transformar el régimen heredado.
EL PUNTO CIEGO DE AMLO
Javier Cercas reflexiona en un ensayo" sobre el término
‘punto ciego: el fisico Edme Mariotte conjeturé que nuestros
106ranos del
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vas que
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LA GOBER NABILIDAD REALMENTE EXISTENTE
ojos tienen un lugar, no ficilmente localizable, que carece
de detectores de luz y a través del cual no se ve nada. La
razén por la cual no somos conscientes de este déficit, se-
fala Cercas, se debe, en primer lugar, a que vemos con dos,
0s y los puntos ciegos no coinciden; y, en segundo lugar,
porque el sistema visual rellena el vacio del punto ciego
con la informacién disponible: el cerebro suple lo que el
ojo no ve.
Dadas las dimensiones de nuestro territorio, la estra~
tegia que ha utilizado AMLO para restablecer la goberna-
bilidad es provisional y esta sujeta a miltiples errores. Me
detengo, con todo, en un tema que me parece crucial.
Poner a los excluidos en el centro del discurso y de la
accién politica no significa asumirlos como actores centrales
de una transformacién profunda. En el subsuelo se mueve
tun abigarrado conjunto de pequefios grupos luchando por
temas disimbolos, pero con un propésito comin: la defensa
de sus territorios que pueden ser fisicos o simbélicos.
Se trata de un enorme archipiélago social, a menudo
desconectado entre sf y con endebles formas de intermedia
cién. Ahi se ubica el principal punto ciego de AMLO, y
cada vez que se topa con sus resistencias visibles en Morelos,
en la peninsula de Yucatin, en el istmo de Tehuantepec o en
las movilizaciones feministas, lo rellena con narrativas, a
veces, conspiratorias. La pregunta de fondo, sin embargo,
ersiste: Zqué expresan esas resistencias y cual seria la mejor
forma de canalizar sus inquietudes, enojos, rabias?
Para entender mejor los dilemas que enfrentan las for~
mas de gobernabilidad que se estin perfilando, en medio
de crisis tan diversas que se conjugan, deben desecharse dos
ideas cuyo tiempo ya pas6: el mito de presidente todopo-
deroso y el mito de la sociedad totalmente desorganizada.
El presidencialismo en el régimen autoritario fue una
pieza central del arreglo de gobernabilidad, que ademis in
107GUSTAVO GORDILLO
cluia el partido hegeménico y la interaccién entre reglas
formales ¢ informales. Sbemos cémo funcionaba ese pre~
sidencialismo con sus facultades metaconstitucionales. La
capacidad del presidente autoritario estaba basada en su ca-
acidad de arbitra entre los muy diversos y amplios conflic~
tos de intereses dentro y fuera de su coalicién gobernante.
El mito presidencial, como sefiala Juan Espindola,"? estaba
anclado en un excesivo voluntarismo, es decir, ponia demasia~
do énfasis en los rasgos personales del presidente. El autor,
asimismo, pone el acento en las pricticas politicas infor
‘males, por considerar que la realidad politica mexicana no
se puede analizar s6lo bajo los lentes de las instituciones
formales.
Ese mito se alimentaba de otro que le era ampliamente
funcional: el de una sociedad desorganizada, sumisa a un
presidente todopoderoso. Aquel mito oscurecia y distorsio—
naba la presencia de una sociedad organizada realmente di-
namica, no sélo en la Ciudad de México y en los grandes
centros urbanos, sino hasta los iiltimos rincones del pais. La
sociedad se organiza y se ha organizado (desde la asociacion de
vendedores ambulantes de la Bondojito hasta el think tank 0
|i ONG mis sofisticada) con tres propésitos que no son exclu-
yentes: extraer recursos —econdmicos, politicos o simbéli~
cos— del Estado, defenderse de éste y sustituirlo,!>
Para el mito de la “sociedad-que-no-puede-nada”, est
el mito del “presidencialismo-que-puede-todo-todo”. Su-
perar ambos es indispensable para entender mejor las con
secuencias que tiene el punto ciego de la estrategia amloista
para gobernar.
Por una parte, el presidente tiene que negociar y arbi-
trar entre grupos que se enfrentan entre si y sobre todo con
el gobierno por temas tan diversos como los derechos huma~
nos, el respeto al medio ambiente, la agresi6n contra muje-
res, el despojo de tierras de poblaciones indigenas, etcétera.
108
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etcétera.
LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE
Por otra parte, es necesario reconocer que no sélo en
los partidos se produce politica. El activismo ciudadano en sus
diversas facetas es también una actividad eminentemente
politica. Me parece un grave error subestimar la accién po-
litica que genera el activismo ciudadano y en consecuencia
menospreciar el papel que las asociaciones ciudadanas no
partidistas juegan en Ja vida politica del pais y en el fortale-
cimiento de su democracia.
Por otra parte, las acciones colectivas pueden respon-
der a dinimicas clientelares 0 buscan acceder al poder en
clave oposicionista o aspiran a transformar la sociedad.
Esta diversidad de formas de lucha explica el problema
central que afronta el activismo ciudadano en una socie-
dad con un tejido social deshilvanado: la ausencia de espacios
vinculantes capaces de articular luchas y causas. Esos espa-
ios vinculantes no sélo los puede propiciar el propio Estado
—puesto que su propésito actual es impulsar una transfor-
‘maci6n profunda sustentada en una coalicién de los excluidos
del neoliberalismo—. También es una asignatura pendien-
te de partidos y asociaciones.
‘Al confrontar estos mitos valdria la pena recordar lo
que Rafael Segovia" sefial6 sobre cémo en la suma de las
diversas funciones que acogia el Estado mexicano se desa~
rrollaba una teorla de los esiduos institucionales engastados en
el aparato estatal como si fueran una planta trepadora que, si
se corta, puede derrumbar el edificio que sostiene. Esos re-
siduos garantizaban una forma de gobernabilidad. Fernan-
do Escalante concluye que los residuas a los que se refiere
Segovia eran recursos de gobernabilidad del régimen auto-
ritario, es decir, el andamiaje polltico de la sociedad mexicanas
Retomo su advertencia de que la planta trepadora no fue
una deformacién que se adhirié en alguna época al Estado,
sino la condicién misma del Estado autoritario.
Los neoliberales, al querer deshacerse de la planta tre-
padora derrumbaron el edificio. El gobierno de AMLO
109GUSTAVO GORDILLO
pretende reconstruir el Estado, Prestar atencién a los meca~
nismos de gobernabilidad implicados en los residuos institu
ionales constituiria una pieza central en ese propésito, dado
que el arbitraje entre diversas formas de accién y represen-
tacién social es clave para la gobernabilidad.
Notas
* Antonio Camou, “La miitiple (i)gobernabilidad: elementos para
‘un anilsis conceptual”, Revista Mevcena de Sodolgia, wo 6,2 nim. 4
(2000), pp. 159-188; Antonio Camou, Lor desafos de la gobernabili-
dad, México, Plaza y Valdés, 2001,
* Eduardo Cordova y Fernando Mayorga, “Gobernabilidad y go-
bernanza en América Latina”, Working Paper Nccr Norte-Sur,
Proyecto Gobernanza, IP8, Ginebra, Instituto Universitario de
Estudios del Desarrollo, 2007. Disponible en http://ww-winsti
‘tut-gouvernance.org/docs/ficha-gobermabilida pdf.
* Luis Salazar (coord.), 1997; Elecciones y tansicién a la democracia en
‘México, México, Cal y Arena, 1999,
* Para entender ese campo de disputa politico-ideolégico utilizo la
‘caracterizacion de Mauricio Tenorio sobre los intelectuales: “Ava.
démicos piblicos en el México bicentenario: Las ensehanzas de
Juan de Mairena”, Police y gobiemo, vol. XVI, niim. 2 (2008),
pp. 429-449,
* Por ejemplo, la relocalizacion de las secretarias en diferentes estados
hha quedado suspendida, al menos por el momento.
© Baldemar Hernandez Mirquez, Judith Pérez Castro y Effain Pérez
Cruz, “Centros integradores: una experiencia de ordenamiento te.
rritorial en el estado de Tabasco”, en Revista Problemas del Desens
Mo, vol. 47, nim. 184 (2016), pp. 111-136. Disponible en https.//
www probdes.iiec.unam.mx/index.php/pde/atticle/view/332
9347898,
7 Gobierno de México, Manual de capacitacién para los Centros In=
tegradores de Desarrollo, 2019.
* Rafiel Hernindez Bstrada, Sevidores dela Nacén: La opercin pli
«a del obiemo de la 4T, México, Partido de la Revolucién Demoer,
‘ica, 2019. Este texto sumamente critico del gobierno de AMLO.
aporta algunos datos interesantes.
° Acerca de las determinantes de ess crisis, se refieren al fracaso de la
clase dirigente cuando encabeza transformaciones estratégieas que
110
M Rafe1a los meca-
duos institu-
»pésito, dado
Y Tepresen-
lementos para
01.6,2 nim. 4
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rales: “Aca
vsefianzes de
8. 2 2009),
ences estados
Efrain Pérez
-amiento te-
‘del Desarro-
cen hitps://
/view/532
Centros In-
{LA GOBERNABILIDAD REALMENTE EXISTENTE
‘buscan modificar la correlacién de fueraas, puta ls cuales demanda,
cl apoyo y obtiene el consenso de sectores importantes dels élite.
‘Ver Antonio Gramsci, Cuademes dele cel, México, Ediciones Era,
1981.
" La revolucin pasiva consiste en la decapitacién intelectual de las
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