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Ensayo Unidad 4 Evaluacion de La Calidad

El documento habla sobre la evaluación de la calidad en los sistemas de información de salud. Explica que estos sistemas buscan mejorar la gestión de los servicios de salud a través de la optimización de la información. También define un sistema de información de salud como un conjunto de componentes y procedimientos organizados con el objetivo de generar información que mejore la gestión y toma de decisiones en el sistema de salud. Finalmente, resalta la importancia de evaluar la calidad y seguridad de la atención médica a través de
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Ensayo Unidad 4 Evaluacion de La Calidad

El documento habla sobre la evaluación de la calidad en los sistemas de información de salud. Explica que estos sistemas buscan mejorar la gestión de los servicios de salud a través de la optimización de la información. También define un sistema de información de salud como un conjunto de componentes y procedimientos organizados con el objetivo de generar información que mejore la gestión y toma de decisiones en el sistema de salud. Finalmente, resalta la importancia de evaluar la calidad y seguridad de la atención médica a través de
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ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE UNIDAD 4

EVALUACIÓN DE LA CALIDAD

CIPA INTELECTUALES

MARGARITA ÁLVAREZ ROCA

ANGELICA PÉREZ PARDO

ELIANIS PACHECO MORALES

CAROLINA PADILLA GONZÁLEZ

KATTY GUZMAN SIERRA

TUTOR

GUILLERMO ACOSTA

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

PROGRAMA ADMINISTRACIÓN DE LOS SERVICIOS DE LOS SALUD

IX SEMESTRE

AGOSTO

2021
Un sistema está convencionalmente definido como una agrupación de
componentes que trabajan juntos para alcanzar un objetivo común. El objetivo, en
el caso de un sistema de información de salud, es mejorar la gestión de los
servicios de salud a través de optimización del componente de la información. La
información puede ser definida como una relevante colección de hechos y datos.
Mientras que alcanzar un consenso en las definiciones de sistema de información
es relativamente fácil, definir el término Sistema de Información de Salud es
menos obvio. Si utilizamos una definición de sistema de información usada en la
industria (Hurtubise, 1984), esta sería descrita como sistemas que proveen un
apoyo específico de información en el proceso de la toma de decisiones en los
diferentes niveles de una organización. El objetivo final de un sistema de
información de salud no es tanto “obtener información” sino mejorar la
acción/intervención. Aplicado al sector de la salud, podemos ahora definir sistema
de información de salud como un conjunto de componentes y procedimientos
organizados con el objetivo de generar información que mejorará la gestión y la
toma de decisiones de los cuidados de salud a todos los niveles del sistema de
salud. En este contexto, surge la informática en salud, como una disciplina que
busca desarrollar y gestionar eficiente y estratégicamente estos nuevos sistemas
de información sanitaria.

En salud, es a través de los sistemas de información que se pueden tomar


decisiones desde los hechos y no de suposiciones, a través del análisis dentro de
las distribuciones lo que permite priorizar una decisión frente a las otras.La
medicina no es considerada una ciencia exacta, dado que es afectada por factores
como el caos, la incertidumbre y la complejidad del comportamiento humano, pero
es a través de los sistemas de información que se toman decisiones en salud y se
construye conocimiento. En este caso existen modelos o enfoques utilizados a
nivel mundial que se basan de los sistemas de información para el desarrollo de
políticas en calidad y eficiencia. Por ejemplo, la triple meta en salud que busca
calidad en la atención, salud en la población y costo eficiencia.
La nueva tendencia a evaluar los resultados impulsa a los responsables de la
toma de decisiones a buscar métodos más robustos y confiables sobre los cuales
apoyar su criterio hasta ahora algo más empírico. Su impacto en todos los
indicadores de desempeño y resultado son innegables, así como también lo son la
preocupación por su creciente influencia en el crecimiento en los costos de
operación del sistema y en la deshumanización del acto médico. Hasta el
momento, la evaluación de tecnologías en salud, con su enfoque multidisciplinario
parece tener algunas respuestas a esta pregunta. La experiencia internacional de
sistemas que han dedicado recursos exclusivos a la investigación exhaustiva en
este tema ha arrojado resultados favorables.

El Ministerio de Salud, tiene la responsabilidad de generar estándares de


evaluación que deberán ser cumplidos por los establecimientos, y apoyar a las
redes asistenciales en la implementación de medidas efectivas para el
cumplimiento de los estándares creados. En el desarrollo de una cultura de
calidad efectiva al interior de sistema, en pos del objetivo final de estas medidas,
que es proporcionar una atención de salud más segura a la población, con un
mínimo de eventos adversos evitables. Todas las actividades de evaluación y
mejoría contempladas en el sistema de calidad deben contar con responsables
designados formalmente por la institución. Las actividades de evaluación
consisten, por lo general, en mediciones sistemáticas, periódicas, del
cumplimiento de una práctica, comparada con un estándar de referencia. El
estándar es la norma interna, protocolo o manual de procedimientos institucional
que indica el “cómo” se deben llevar a cabo dichas prácticas. El cumplimiento de
la práctica se puede verificar mediante revisión de fichas, registros informáticos,
actividades de supervisión u otros. Los resultados se expresan la mayoría de las
veces como proporción de cumplimiento del estándar (por ejemplo, % de casos en
que se aplicó el procedimiento en la forma prevista). Otras variantes de
actividades de evaluación incluyen auditorías frente a eventos centinelas,
encuestas y evaluaciones de índole cualitativa. La utilidad de un indicador
depende tanto de su validez como de la correcta interpretación que se hace de
sus resultados. Al analizar los resultados de los indicadores de calidad tenga
presente: a) Es importante que quienes analizan e interpretan oficialmente los
resultados conozcan las aplicaciones específicas del indicador evaluado, con sus
potenciales sesgos y nivel de precisión (por ejemplo, que tan amplia es la muestra
de pacientes sobre los que se calculó). b) La validez del resultado debe ser
juzgada esencialmente tomando en cuenta la calidad de los datos con los que se
construyó. Si el indicador se calculó a partir de un sistema de registro con datos
insuficientes o poco confiables, preocúpese primero de corregir el registro antes
que otra cosa.

La calidad y seguridad de la atención es hoy en día una prioridad a nivel mundial y


en todos los niveles asistenciales. Garantizar que la atención que se proporciona a
los usuarios cumple con los estándares internacionales de calidad y los protege de
riesgos inherentes al sistema de salud, es un reto que requiere el compromiso de
todos los involucrados en el área de la salud. se requiere que en todas las
instituciones de salud se cuente con programas permanentes de educación
continua, donde se mantenga actualizado al personal en los procesos de atención
con apego estricto a los estándares internacionales de calidad y seguridad. Estos
programas deben ser dirigidos a todo el personal, con énfasis en los de nuevo
ingreso, de tal forma que se garantice que al incorporarse a la atención, cuenten
con las competencias adecuadas para brindar un servicio de calidad y libre de
riesgos.

En cuanto al ámbito formativo, las instituciones educativas formadoras de recursos


humanos para el área de la salud requieren contar con planes de estudio que
incorporen transversalmente la temática de calidad y seguridad, esto contribuye a
que todo profesional en formación conozca su contribución y responsabilidad en el
cumplimiento de los estándares internacionales de calidad y seguridad.

Para lograr el reto de la calidad y la seguridad de la atención se requiere un


compromiso institucional, multidisciplinario, interdisciplinario y a nivel individual
tanto por parte de los proveedores como por el propio usuario receptor de la
atención. Existe evidencia de múltiples avances, a nivel local, nacional e
internacional; sin embargo, las diferencias en la calidad y seguridad que se
proporciona en las diversas instituciones siguen siendo notorias, se requiere un
mayor esfuerzo para afirmar que la atención que se proporciona a todo usuario
independientemente del tipo de institución a la que acuda a solicitar atención, es
de calidad y libre de riesgo. La satisfacción del cliente se puede lograr cuando las
instituciones de salud cumplen con las necesidades y expectativas de los mismos
por tanto las organizaciones deben mejorar su productividad y la innovación con el
fin de proporcionar un mejor servicio al usuario.

El proceso individual de atención, identificado como las actividades desarrolladas


para restablecer la salud perdida de los pacientes, requiere de una estrategia
especial y de un seguimiento estricto tendiente a mejorar la atención del usuario y
a disminuir los costos de la atención evitando atenciones innecesarias. El proceso
individual de atención es el conjunto de actividades médicas, que, de manera
integral, se dan a un paciente para responder a sus requerimientos de salud, tanto
de estructura como de proceso, de manera prioritaria en las áreas de diagnóstico,
tratamiento y rehabilitación, encaminadas al restablecimiento y cuidado de su
salud sin descuidar el soporte logístico.

Hacer énfasis en este campo es más enriquecedor para la salud y bienestar del
paciente y permite asegurar un diagnóstico y tratamiento adecuado, además que
una disminución de los costos porque se asegura que lo actuado por el médico es
lo correcto sin sobre atenciones costosas no siempre pertinentes a la patología.
También permite disminuir costos hospitalarios de enfermedades costosas y de
alto costo. Desde el punto de vista ético este esquema permite suponer que una
evaluación de una atención es más consistente cuando se examina el Proceso
Individual de Atención, que cuando se hace mayor énfasis en elementos de la
estructura física o administrativa de la institución.

Determinar cuál es la mejor evidencia disponible implica valorar la calidad de la


información disponible, evaluar la metodología del estudio, evaluar el
financiamiento y determinar si hay conflicto de intereses y no dar por sentado todo
lo que se nos muestra, pues incluso las revistas científicas con mayor reputación
publican artículos con resultados dudosos y cuya aplicación es discutible o
imposible; esto constituye lo que denomina “lectura crítica de la literatura”. Como
se ha podido apreciar, la medicina basada en evidencia no es necesariamente una
forma novedosa de la práctica médica, pues la práctica de la medicina ha sido
realizada de modo similar, es decir, acumulamos información de diversas
maneras, nos enfrentamos a los problemas de salud de los pacientes, a sus
características clínicas y a sus circunstancias; si podemos resolver el problema, lo
hacemos de inmediato y si no, intentamos una solución luego de buscar
información. Entonces, si nuestra práctica de la medicina ha sido “basada en la
evidencia” ¿cuál es el aporte de la MBE a la práctica clínica actual? o ¿cuáles son
las razones por las que se ha hecho tan popular? En este punto se enuncian
algunas posibles respuestas: - Replantea la forma de convertir la necesidad de
información en preguntas de prevención, diagnóstico, tratamiento y pronóstico, las
mismas que deben ser transformadas en estrategias y búsqueda de información
efectiva.

En los últimos años la práctica y la enseñanza médica han incorporado en forma


progresiva y creciente el concepto de medicina basada en la evidencia (MBE). La
misma se define como la utilización de la mejor evidencia proveniente de la
investigación clínica para la toma de decisiones en el manejo del paciente
individual. Esta propuesta de cambio en la manera de practicar y enseñar la
medicina clínica es, en parte, consecuencia del vertiginoso avance de la
investigación científica, particularmente en las últimas décadas, aunque el costo
creciente involucrado en la atención de los pacientes ha jugado también un rol
importante en su desarrollo y consolidación.
La MBE implica la integración de la preparación y experiencia del médico con la
mejor evidencia clínica externa accesible, proveniente de la investigación
sistemática, proporcionando una visión más crítica en la toma de decisiones
clínicas, para ofrecer atención de calidad óptima al paciente, evitando errores en
cada una de las diferentes etapas del proceso de diagnóstico y tratamiento. En
ausencia de información recolectada sistemáticamente, no es fácil llegar a una
conclusión sobre los efectos de la MBE en la práctica y la enseñanza de la
medicina en nuestro medio. Sin duda contamos hoy con mayor evidencia
científica, incluyendo aquella relacionada a los problemas de salud infantil, y
también se ha producido un avance vertiginoso en la tecnología que nos permite
acceder a dicha información en tiempo real, a la cabecera del paciente. Sin
embargo, si deseamos de veras lograr una mejor medicina, basada en la ciencia y
en el respeto a la salud como un derecho que nos asiste a todos, hay necesidad
de romper definitivamente con el paradigma predominante de una medicina
jerárquica, poco dada a la discusión y a la justificación de las decisiones clínicas,
de aprovechar la mejora sustancial ocurrida en el acceso a la evidencia disponible,
y de mostrar mayor disposición a compartir amigable y respetuosamente dicha
justificación con nuestros pacientes. Del mismo modo, hay la necesidad imperiosa
de promover la investigación, la creatividad y el espíritu crítico en todos los niveles
de la educación, para contribuir a la evidencia global que permita que la medicina
clínica y la salud pública continúen avanzando.

Los profesionales sanitarios se enfrentan en su actividad diaria a un elevado


número de problemas, a veces de forma simultánea (Beasley JW, 2004; Ely JW,
1999). Por ejemplo, ante un paciente con una lesión herpética se pueden
presentar varias preguntas: ¿es realmente herpética? ¿se trata con aciclovir? ¿a
qué dosis? Además, los conocimientos que tienen sobre estos problemas pueden
no estar actualizados o no corresponderse con la mejor evidencia disponible. Si
bien es evidente que ante una pregunta es posible buscar una solución de
inmediato, más difícil es manejarse cuando tomamos una decisión sin saber que
es equivocada.

En el ejercicio clínico lo habitual es tener que tomar múltiples decisiones en poco


tiempo y bajo la presión de las numerosas fuerzas implicadas en el proceso
asistencial. Esto es válido en la toma de decisiones sobre problemas bien
estudiados y con soluciones establecidas. Pero además existen muchos temas
donde los clínicos pueden tener diferentes opiniones sobre el valor relativo de las
diversas opciones de tratamiento o las estrategias diagnósticas de un proceso. Por
lo tanto, es fácil que ante un mismo problema varios profesionales opten por
actitudes muy diferente, lo que explica en parte la variabilidad que se observa en
la práctica clínica (Gómez de la Cámara A, 1998).

En un resumen muy breve, el origen de las diferencias en la toma de decisiones


sobre pacientes individuales puede encontrarse en una de las siguientes:

 Incertidumbre: no existe evidencia científica de calidad sobre el valor de los


posibles tratamientos o de los métodos diagnósticos.

 Ignorancia: existe evidencia científica, pero el clínico la desconoce o no la


tiene actualizada.

 Presiones externas: el profesional conoce el valor de las pruebas o


tratamientos, pero emplea otras pautas.

 Recursos y oferta de servicios: Al no disponer de la técnica diagnóstica o


del tratamiento recomendado se utiliza una alternativa. También ocurre lo
contrario, una disponibilidad elevada puede inducir a un uso excesivo.

 Preferencias del paciente: en la mayoría de los casos la decisión última la


tiene el paciente o su familia y sus valores y preferencias también cuentan
de forma que pueden hacer que las acciones varíen significativamente de
un paciente a otro.

La investigación clínica se ha incrementado de forma explosiva y esta


profusión de información se acompaña de notables dificultades para localizar,
de forma eficaz y rápida, aquella que se necesita. Es necesario disponer de
sistemas capaces de ordenarla, para lo que se han desarrollado métodos
consistentes y trasparentes, que permiten sopesar y sintetizar la evidencia
resultante de múltiples estudios. Hemos de considerar que los hallazgos de un
único estudio raramente son definitivos, mientras que la replicación de los
mismos, en diferentes estudios y en múltiples ámbitos, especialmente si están
bien diseñados, proporciona un grado creciente de certeza. Cuando
disponemos de varios estudios pueden existir problemas de interpretación si
los resultados son contradictorios. Las revisiones sistemáticas, basadas en
técnicas cuantitativas que evalúan y sintetizan un cuerpo de investigación en
un área determinada, facilitan la labor del clínico para transferir, de forma
adecuada, la investigación clínica a la práctica diaria.

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